BELICE; Geografía, Historia y Etnografía

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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Geografía, Topografía y Clima

Anteriormente conocida como «Honduras Británica», Belice es una Nación situada en la Costa del Mar Caribe, limitando al norte con el estado mexicano de Quintana Roo, y al oeste con el Departamento guatemalteco de Petén. En los 386 km que abarcan sus costas hay más de 450 cayos y atolones pantanosos, y se encuentra una de las barreras de arrecifes más largas del mundo. Los ríos Hondo y Sibun marcan en buena parte las fronteras norte y sur respectivamente.

El territorio de Belice cuenta con apenas 22,965 Km², siendo la mayor parte del llano, “con densas selvas tropicales de gran riqueza maderera y chiclera”.[1]Hacia el interior el suelo se va elevando gradualmente hacia las llamadas «Montañas Mayas», cuya altura máxima es el «Pico Victoria» de 1,122 metros sobre el nivel del mar. “Al oeste, el Distrito del Cayo incluye las montañas Pineridge, cuya altura oscila entre 305 y 914 metros.”[2]

Más del 60 % de la superficie terrestre del territorio beliceño está cubierta por bosques, mientras que el 20 % es tierra apropiada para los cultivos agrícolas; el resto de la superficie del país es de Sabanas, matorrales, y tierras pantanosas. Belice es parte del importante corredor biológico mesoamericano, ya que tiene una gran diversidad biológica, tanto marina como terrestre. El país cuenta con una flora y fauna abundante.

El clima es tropical y normalmente muy cálido y húmedo, aunque hay variaciones significativas en los patrones del clima por región. Las temperaturas varían según la elevación y proximidad a la costa, y los efectos moderadores de los vientos alisios que soplan del noreste del Caribe. Las temperaturas medias en las regiones costeras oscilan desde los 24 °C en enero a los 27 °C en julio. En las mesetas altas del sur, el clima es un poco más frío. En general, las estaciones están marcadas más por las diferencias de humedad y precipitación, que por las de temperatura.

La precipitación media varía considerablemente, desde 1350 mm en el norte y oeste a más de 4500 mm en el extremo sur. Las diferencias estacionales en las precipitaciones son mayores en las regiones del norte y el centro del país en las que, entre enero y abril o mayo, hay menos de 100 mm de precipitación por mes. La estación seca es más corta en el sur que por lo general solo dura desde febrero hasta abril. Hay un período corto menos lluvioso conocido localmente como el «poco seco», que por lo general se produce a finales de julio o agosto, después de la aparición inicial de la temporada de lluvias.

Los huracanes han sido devastadores en la historia de Belice. En 1931, un huracán sin nombre destruyó más de las dos terceras partes de los edificios de Ciudad de Belice y mató a más de 1000 personas. En 1955, el huracán Janet devastó la norteña ciudad de Corozal. Sólo seis años más tarde, el huracán Hattie azotó la zona costera central del país, con vientos de más de 300 km/h. La devastación de Ciudad de Belice llevó a la reubicación de la capital a 80 km, hacia el interior. La ciudad de Belmopán se convirtió en 1970 en la nueva capital. El huracán Greta causó graves daños a lo largo de la costa sur en 1978. El 9 de octubre de 2001, el huracán Iris tocó tierra en Monkey River Town con vientos de 145 km/h y tormentas de categoría cuatro. La tormenta demolió la mayor parte de las casas del pueblo, y destruyó la cosecha de plátano. En 2007 el huracán Dean tocó tierra como tormenta de categoría cinco solo a 25 kilómetros al norte de la frontera con México, causando devastación en el norte de Belice.

Prehistoria; época precolombina

Belice formaba parte del área cultural de lo que hoy se denomina «Antiguo Imperio Maya»,[3]que se extendía desde el sur de México hasta Guatemala y Honduras. Debido a la carencia de fuentes escritas, la existencia del «Antiguo Imperio» se deduce exclusivamente por sus monumentos arquitectónicos. Lo que se encontraron los españoles en el siglo XVI fue el «Nuevo» Imperio Maya, situado en el centro y norte de la Península de Yucatán.

Aunque se desconoce la historia del «Antiguo imperio», sin embargo investigaciones arqueológicas recientes señalan que aproximadamente abarcó desde el siglo V a.C., hasta el siglo IX d.C., ignorándose el porqué de su decadencia y abandono, quedando en meras especulaciones los probables motivos de su final.[4]

«La soledad y el silencio se hizo en las antiguas ciudades mayas», al igual que su presencia en Belice. “Los mayas habitaron su territorio; pero lo abandonaron hacia el año 900, dejando importantes ruinas. Hernán Cortés lo atravesó en su marcha a Honduras (1524-1525)”[5]

Las ruinas mayas más importantes de Belice son las del «Caracol», conjunto de tres plazas donde destaca el templo llamado «Caana» (lugar en el cielo), pirámide de 43 metros sobre la jungla. En el «Caracol», situado en la Reserva Forestal Chiquibul, cercana a la frontera con Guatemala, se han hallado cerca de cien tumbas con inscripciones jeroglíficas que empiezan a dar alguna luz sobre la historia de los mayas.

En la Época española

Al concluir la Conquista de México en 1521, Hernán Cortés quiso investigar si había un lugar donde el Océano Atlántico se uniera a la Mar del Sur (Océano Pacífico), encargando esa misión a Cristóbal de Olid, quien lo traicionó. Entonces Cortés organizó una expedición que él mismo encabezó, saliendo de Tenochtitlán el 12 de octubre de 1525.

Pasando Coatzacoalcos dejó la costa y tomó camino «tierra adentro», por los cenagales y pantanos de Tabasco, atravesando luego el territorio de Belice y el altiplano guatemalteco, hasta llegar a Honduras el 23 de octubre de 1526.[6]Pero las distancias, las dificultades que el terreno presentaba para la construcción de caminos, y las condiciones climáticas, hicieron que los españoles tardaran mucho en iniciar una tímida colonización.

Pero el territorio no fue abandonado; en 1527 el Rey Carlos I de España y V de Alemania nombró a Pedro de Alvarado capitán general, gobernador y adelantado de Guatemala, estableciéndose junto con su esposa Luisa Xicoténcatl en la primera ciudad de la región: Antigua. En 1542 el mismo Monarca constituyó la Real Audiencia de los Confines de Guatemala y Nicaragua, en cuyo territorio quedó comprendido Belice, casi inhabitado.

En 1638 un barco inglés naufragó frente a las costas de Belice y los sobrevivientes se establecieron ahí, dedicándose a la tala del «palo de Campeche», una madera preciosa de la que se extraía un tinte muy codiciado. Después llegaron otros marinos ingleses provenientes de Jamaica junto con sus esclavos, para dedicarse a la piratería. Por tanto, los primeros colonos ingleses fueron piratas, corsarios y traficantes de esclavos.

La Corona española inició una disputa con Inglaterra por la posesión de Belice, tanto por la vía diplomática como la vía armada; el aniversario de la batalla del Cayo San Jorge es hoy fiesta nacional de Belice. El tratado de Madrid de 1670 puso fin a los ataques piratas, y entonces los ingleses se avocaron únicamente en cortar palo de Campeche,[7]pues mediante ese Tratado España dio licencia de ocupar el área a los colonos británicos a condición de que cesaran los actos de piratería.

Honduras Británica

El gobierno inglés no manifestó abiertamente su asentamiento en Belice como colonia para evitar un ataque español, ya que formalmente pertenecía a la Corona española. Aguardó hasta tener circunstancias favorables, y finalmente en 1789 nombró el primer superintendente británico en Belice. El tiempo de indefinición del gobierno británico permitió a los colonos el establecimiento de sus propias leyes y formas de gobierno. De este modo los colonos que controlaban el comercio de la madera y que eran quienes tenían mayores recursos económicos, dieron vida a una especie de legislatura que fue conocida como «Public Meeting» (Reunión Pública).

Pero Inglaterra buscó ejercer un mayor control sobre los colonos, amenazando con la suspensión del «Public Meeting» a menos que se observaran las instrucciones del gobierno inglés; sobre todo en lo referente a la trata de esclavos y la abolición de la esclavitud. Aunque en el Imperio Británico la esclavitud fue abolida en 1838, los trabajadores de las plantaciones y explotación de los bosques eran tratados con crueldad y vivían en condiciones denigrantes.

La presión del gobierno inglés sobre los colonos beliceños llevó a poner en marcha instituciones para garantizar la presencia de una fuerza de trabajo viable. Algunas de ellas limitaron la capacidad de las personas para obtener tierra, mediante un sistema de peonaje por deudas que permitió mantener a los antiguos esclavos «liberados» como fuerza de trabajo.

Inglaterra fue afianzando su dominio en Belice, y para 1836, cuando España había perdido todo dominio en Hispanoamérica (con la excepción de las islas del Caribe, Cuba y Puerto Rico) se adjudicó el derecho de administrar y explotar el territorio de la Colonia. Fue entonces la República Federal de Centroamérica,[8]la que se negó a aceptar el dominio británico los británicos, reclamando el territorio beliceño como parte de la Provincia de Guatemala. La presencia hispano-guatemalteca se concentra principalmente en la zona sur, en las ciudades de Punta Gorda, Silver Creek, y San Pedro de Belice, limítrofes con los Departamentos de Petén y de Izabal.

Los ingleses comenzaron a invadir el territorio de Guatemala, hasta llegar cerca de Izabal y en 1862, Inglaterra lo declaró formalmente como una colonia de la Corona Británica, subordinada a Jamaica y bautizada con el nombre de «Honduras Británica».

Como colonia, Belice comenzó a atraer inversionistas ingleses. Entre las empresas inglesas que dominaron la colonia en el siglo XIX se encuentra la «Belize Estate & Produce Company», que logró adquirir la mitad de todas las tierras de propiedad privada del territorio. La gran influencia de esta compañía privada se explica en parte por la dependencia de la colonia del comercio de caoba durante el resto del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.

Independencia

La Gran depresión de 1929 tuvo fuertes repercusiones en la economía de todo el mundo, especialmente en Latinoamérica; pero en Belice provocó un colapso casi total, pues la demanda de las maderas preciosas bajó casi a cero y la producción y exportación se detuvo. Dos años después la situación se agravó aún más pues la Colonia fue azotada por un devastador huracán.

El gobierno de la Colonia poco hizo por rescatar y reconstruir el país. En esas condiciones surgieron sindicatos y organizaciones populares que pedían fueran reconocidas y que se implantara un salario mínimo para los trabajadores, peticiones que fueron negadas por las autoridades. Esto llevó a manifestaciones populares y disturbios sociales cada vez más frecuentes, que para 1934 conformaban ya un movimiento político que empezó a exigir la independencia de la Colonia.

Las autoridades quisieron calmar la situación revocando las sanciones penales que se habían dictado contra los trabajadores que se habían afiliado a los sindicatos; pronto fue ya legal la afiliación sindical y con ello se dio el reconocimiento oficial a los Sindicatos. En 1954 se inició una Reforma que dio lugar a una nueva Constitución. En 1964 el Gobierno de Inglaterra concedió a la Honduras Británica el establecimiento de un autogobierno presidido por un Primer Ministro.

Finalmente Belice alcanzó su independencia el 21 de septiembre de 1981, configurándose como una Monarquía Constitucional cuya cabeza es el Monarca de Inglaterra representado por un Gobernador General de Belice, elegido democráticamente por el pueblo beliceño.

Guatemala se negó a reconocer a la nueva nación, por lo que tropas inglesas permanecieron en ella para protegerla de una posible invasión, ya que Guatemala sigue exigiendo como suya el 60% del territorio beliceño.[9]

Etnografía y Demografía

Como lo testifican las ruinas arqueológicas, fueron los mayas los primeros en habitar el territorio de Belice, probablemente desde el siglo V a.C., hasta que lo abandonaron por razones desconocidas hacia el siglo IX d.C. De este modo, a la llegada de los europeos en el siglo XVI la presencia de los mayas en Belice era casi inexistente, reducida a muy pequeños grupos conocidos como «kekchi».

Ciertamente tenía razón Octavio Paz cuando escribió: “El rasgo característico de las antiguas civilizaciones americanas –la incaica y la mesoamericana- fue su aislamiento…sucumbieron ante los europeos no solo por su inferioridad técnica, resultado de su aislamiento, sino por su soledad histórica.”[10]

Con la llegada de los europeos el aislamiento mesoamericano se rompió; sin embargo pasaría mucho tiempo para que arribaran a Belice otros mayas procedentes de Yucatán. Así los primeros pobladores del País fueron ingleses -inicialmente unos náufragos- procedentes de Jamaica quienes llevaron con ellos esclavos negros a quienes les fue más fácil adaptarse a las condiciones climáticas de la región.

Durante muchas décadas los ingleses continuaron llevando esclavos negros para trabajar en los bosques y en la industria maderera. Todavía en el siglo XIX, cuando el abolicionismo ya había sido establecido en Inglaterra, los colonos ingleses continuaron llevando desde Jamaica a muchos trabajadores negros.

A diferencia de las antiquísimas ruinas mayas en Belice, la población de origen maya tiene un presencia mucho más reciente, pues se remonta a 1848 cuando varios grupos numerosos de indígenas mayas que habitaban en Yucatán, huyeron hacia Belice durante la mal llamada «guerra de castas».[11]

Criollos, Mestizos y garífunas

En Belice el criollismo es muy diferente al del resto de la América Latina, pues «criollo» no fue la persona nacida en América de padres (o ascendientes) europeos, y que generalmente ocupaba un lugar más o menos destacado socialmente; sino la persona nacida en América de padres (o ascendientes) africanos que tenía la misma categoría de esclavo que ellos.

Como en todo el Imperio Británico, tampoco en Belice los colonos ingleses se mezclaron con ninguna raza. El mestizaje tuvo como principal componente a la raza negra que se mezcló con los indígenas, ya fueran procedentes de Yucatán o de Guatemala, y en menor proporción con mestizos y criollos guatemaltecos.

En el fenómeno del mestizaje destacan los llamados garífunas, que son una mezcla de africanos y nativos caribeños procedentes de las Antillas francesas. Después del Tratado de París en 1763 los británicos ocuparon las islas de San Vicente y las Granadinas, y tuvieron enfrentamientos con los colonos franceses que fueron apoyados por sus aliados garífunas y tras la rendición de estos, unos 5000 fueron trasladados a Belice en 1796. Pero es el 19 de noviembre de 1832 cuando hoy es oficialmente reconocido el «día de asentamiento garífuna».

Lenguas y Religión

Blancos, Criollos, Mestizos y Garífunas dieron su aporte a la realidad multicultural que es hoy Belice. Esta realidad se manifiesta sobre todo en las lenguas, siendo la única Nación centroamericana cuyo idioma oficial es el inglés, pero que es hablado solo por el 63% de la población, mientras que el español es la lengua del 57%. Una mezcla de ambos es el «Kriol» o criollo beliceño, que habla un 40%, mientras que la lengua maya es hablada por el 10%.

El censo levantado en 2010 señala que la religión católica es profesada por el 40% de los beliceños, mientras que el 31% son protestantes divididos en distintas confesiones: pentecostales 8,4 %; adventistas 5,4 %; anglicanos 4,7 %; menonitas 3,7 %; bautistas 3,6 %; metodistas 2,9 %; nazarenos 2,8 %; 1,7 % testigos de Jehová; 0,4 % mormones. El 15,5 % no profesan alguna religión.

La presencia formal de la Iglesia Católica se inicia en 1852 con algunas iniciativas misioneras realizadas por los jesuitas, enviados desde el vicariato apostólico de Jamaica. En 1888 el país es erigido en prefectura apostólica, y elevada a vicariato apostólico el 3 de enero de 1893, con el nombre de Honduras, que cambia nombre en Belice el 15 de diciembre de 1925; es elevada a diócesis el 29 de febrero de 1956; el 31 de diciembre de 1983 tomó el nombre de Belize City-Belmopan, sufragánea de Kingston en Jamaica. El país fue visitado por San Juan Pablo II el 9 de marzo de 1983.

NOTAS

  1. VV.AA. Almanaque Mundial 1997. Edición mexicana, Televisa, México, p.196
  2. Ibídem
  3. El Antiguo Imperio Maya se desarrolló en un triángulo delimitado por Palenque, en Chiapas; Uaxactun, en Guatemala; y Copan, en Honduras.
  4. ¿guerras? ¿enfermedades? ¿hambrunas? ¿desastres naturales e incapacidad de sobrevivencia?
  5. VV.AA. Gran Diccionario Enciclopédico ilustrado. Ed. Selecciones del Reader´s Digest. Tomo II, México, 1979, p. 403
  6. Cortés relata al Rey Carlos V su viaje a las Hibueras en su «Quinta Carta de Relación». El original estuvo perdido tres siglos por lo que, a diferencia de las otras cuatro Cartas que fueron impresas casi de inmediato, la Quinta fue impresa hasta 1842.
  7. El tratado de Madrid de 1670 (también conocido como tratado Godolphin en la historiografía inglesa) fue firmado por el reino de Inglaterra y España. Gaspar de Bracamonte en nombre de Mariana de Austria, regente durante la minoría de edad de Carlos II, y William Godolphin, enviado por Carlos II de Inglaterra, ajustaron el tratado en Madrid el 18 de julio de 1670. Entre las clausulas del Tratado: España reconocía las posesiones inglesas en las Indias Occidentales, pero sin especificar cuáles; eran: "todas las tierras, islas, colonias y dominios situados en las Indias Occidentales...que el rey de la Gran Bretaña tiene y posee al presente". En una cédula española de 1689 se anotaban como posesiones inglesas las islas de Jamaica, Barbados, Nueva Inglaterra, Canadá y parte de la isla de San Cristóbal. Inglaterra tomaría el control formal de Jamaica y las Islas Caimán como consecuencia del tratado. Cada uno de los países firmantes se abstendría de navegar y ejercer el comercio en las plazas pertenecientes al otro en las Indias occidentales, salvo caso de naufragio o necesidad urgente.
  8. La República Federal de Centroamérica fue formada el 22 de noviembre de 1824 por las Provincias Unidas de Centroamérica cuando estas se separaron del Imperio Mexicano. Su capital fue la ciudad de Guatemala. La República se disolvió en 1839. Desde entonces cada Provincia se constituyó como Estado independiente.
  9. En los inicios del siglo XXI el litigio sigue abierto en la Corte Internacional de Justicia en La Haya. Cfr. https://news.un.org/es/story/2019/06/1457641 (consultado el 11 de mayo 2020)
  10. Octavio PAZ; Comunicación y encuentro de civilizaciones. Vuelta, N° 19, México, 1992, pp. 2-9
  11. La «guerra de castas» fue más bien una lucha «interétnica», pues fue una rebelión de numerosos grupos de indígenas mayas que habitaban el oriente de la Península de Yucatán, en contra de los criollos, mestizos, mulatos e incluso otros grupos de indígenas mayas que no eran partidarios del enfrentamiento racial y cultural.


DHIAL, Edición y Notas de JUAN LOUVIER CALDERÓN.