DONDERS Pedro

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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Holandés de nacimiento

Pedro Donders nació el viernes 27 de octubre de 1809 en un suburbio de Tilburg, una ciudad holandesa en el norte de Brabante. Desde muy joven sintió el llamado al sacerdocio. A la edad de 12 años, después de la escuela primaria, y debido dificultades económicas de la familia, comenzó a trabajar como tejedor, el oficio de su padre.

En 1828 fue convocado al reclutamiento militar, siendo declarado como aplazado. En 1832, después de la última visita militar, donde fue dado de baja definitivamente, escribió a su párroco para comenzar a estudiar latín pensando en un posible ingreso al seminario. El párroco encontró una solución ingeniosa para que el joven Pedro estudiara y al mismo tiempo pagara sus estudios. Lo hizo trabajar como sirviente en el seminario, de modo que pudiera asistir a clases y trabajar al mismo tiempo. Inicialmente la experiencia no fue fácil debido a su edad, pero con el tiempo fue muy estimado tanto por los alumnos como por los profesores.

Vocación sacerdotal y redentorista misionero

Después de completar sus estudios secundarios, en octubre de 1837, a la edad de 28 años, ingresó al seminario mayor de Herlaar para los cursos de filosofía y teología. Al no tener medios financieros para continuar sus estudios, el rector del seminario lo obligó a pedir admisión en una familia religiosa. Ninguna Orden o Congregación religiosa presente en el territorio lo aceptó. A su regreso al seminario, su párroco le proporcionó una beca. Mientras tanto, la vocación a la misión «ad gentes» maduró en él.

En 1839 llegó al seminario de Herlaar Monseñor Jacobo Grooff (1800-1852), prefecto apostólico de Surinam (entonces enclave-colonia holandesa en la zona atlántica de América del Sur), para motivar a los jóvenes para irse a las misiones. Esta petición dejó huella en el alma de Donders quien, después de su ordenación sacerdotal, que tuvo lugar el sábado 5 de junio de 1841, se preparó para la partida a Surinam. Esto tuvo lugar el 1° de agosto de 1842.

Misionero en la Guyana Holandesa

Surinam, hoy oficialmente la República de Surinam ―antiguamente conocida como Guyana Neerlandesa ―, es un país de América del Sur, situado al norte de éste, que colinda con el océano Atlántico al norte y limita con la Guayana Francesa al este y con la Guayana inglesa al nordeste. Su capital es Paramaribo.

Surinam pertenece geográficamente al Continente suramericano, pero no se puede encuadrar en el mundo latinoamericano desde el punto de vista cultural, por su trayectoria histórica y su composición étnica y antropológica. Esta antigua colonia holandesa obtendrá la independencia de los Países Bajos el 25 de noviembre de 1975, conservando el idioma neerlandés como lengua oficial.

La historia de Surinam es el compendio de una historia ligada a la trata atlántica de los esclavos practicada por las compañías calvinistas holandesas. De hecho fue un enclave de aquel territorio arrancado a los portugueses por las compañías negreras holandesas, francesas y holandesas. La antigua Guyana holandesa -hoy Surinam- es el país más pequeño de América del Sur.

Andando el tiempo, la colonia se fue formando también con diversos habitantes antiguos esclavos africanos, y por colonos holandeses y de varios países europeos y asiáticos, además de la composición de grupos indígenas amerindios (Tupís, Arahuacos y Caribes). Por ello la colonia se conformará por grupos étnicos de los cinco continentes, lo que ha generado un mestizaje único en la región. Todo ello daría lugar a la formación de su idioma propio, el «sranan tongo».

La historia de la colonia holandesa de la Guyana y su variedad cultural y antropológica

Compañías holandesas o neerlandesas, dedicadas sobre todo al comercio y la trata atlántica de esclavos africanos en las llamadas «Indias Occidentales», comenzaron a instalarse en la costa Atlántica de Sudamérica, entre los actuales países de Venezuela y de Brasil, en las regiones conocidas como «Guayana» a finales del siglo XVI. Con la misma finalidad y motivaciones les siguieron las compañías comerciales y esclavistas británicas.

Estas compañías comenzaron a comerciar con los pueblos Amerindios, pero usando el territorio como asentamiento de los esclavos arrancados de sus tierras del África atlántica occidental, y que usarán como mercancía de comercio para abastecer a las colonias europeas que habían comenzado a explotar diversas regiones de América del Sur, entre ellas los inmensos territorios entre los actuales Venezuela y Brasil, además de muchas de las islas del Caribe.

Los primeros europeos que llegaron a estas tierras fueron los citados comerciantes neerlandeses u holandeses, de religión calvinista, pero las primeras colonias eslavistas fueron instaladas por compañías británicas, que llevaron esclavos negro-africanos para trabajar en sus plantaciones.

La Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales estableció una fortaleza en Kyk-over-al en 1616, el que fue el primer fuerte en las Guayanas, que entonces comprendía tres colonias: Demerara, Berbice y Essequibo. Tentativas de asentarse en el interior fracasaron, y los holandeses, sobre todo en esta Región, se establecieron en la costa donde crearon plantaciones trabajadas por esclavos africanos. En el siglo XIX, la Guyana holandesa (Surinam hoy) quedó definitivamente bajo control neerlandés u holandés.

En 1863, las colonias neerlandesas u holandesas abolieron la esclavitud, y esta mano de obra fue sustituida por el trabajo de inmigrantes indios y javaneses. Así se generó una estructura étnica compleja, con una mayoría de población india reacia, fuertemente apegada a sus tradiciones culturales; los « criollos» descendientes de esclavos, los javaneses, los «negros cimarrones» (cuyos ancestros fueron esclavos fugados a la selva), los indios americanos y una pequeña minoría europea.

Las diferencias étnicas, culturales y lingüísticas fueron un verdadero obstáculo a la formación de una conciencia nacional, pues se trataba de una mezcla heterogénea de pobladores, en su mayoría esclavos o prácticamente esclavizados al servicio de la Colonia holandesa. Solamente ya a mediados del siglo XX irá surgiendo una amalgama de gentes que aspiraron a formar un país independiente.

Los habitantes de la Colonia se consideraron criollos o nativos con aspiraciones a constituirse en una Estado independiente de Holanda o Países Bajos. Reunidos en el NPK (National Party Kombination, una coalición de cuatro partidos políticos), acaudillaron el proceso de independencia política a partir de la Segunda Guerra Mundial, mientras que el Vatan Hitkari de Jagernath Lachmon, que representaba a la población india, en gran parte comerciantes, intentó postergarla. En octubre de 1973, los independentistas ganaron las elecciones legislativas y Henck Arron, cabecilla del Partido Nacional de Surinam (NPS), se convirtió en primer ministro del gobierno local, que desde 1954 ya tenía cierto grado de autonomía. La independencia fue proclamada en 1975.

Muchos surinameses aprovecharon su nacionalidad neerlandesa para emigrar a la metrópoli (casi un tercio de la población), lo que provocó una grave escasez de profesionales. El país se quedó sin la mano de obra cualificada y en manos de dos empresas, Suralco y Billiton, dos transnacionales que monopolizaban la bauxita y, de hecho, la vida económica del país, lo que provocó un retroceso del país a niveles muy precarios.

A partir de entonces el país ha sufrido una cadena endémica de golpes de estado de signos opuestos (a veces militares de extrema derecha, y otras de cariz marxista) con numerosas violaciones de los derechos humanos y asesinatos de carácter político, cadenas de inestabilidad política que han ensangrentado el país a lo largo de las últimas décadas del siglo XX.

Los tres países, antiguas colonias holandesa, inglesa y francesa, conocidos como las Guayanas, son los países mas olvidados en el conjunto de América Latina. En cuanto a la dimensión religiosa nos encontramos con una antigua colonia holandesa, donde la confesión religiosa dominante era el calvinismo. Sin embargo, dada la componente antropológica tan diferenciada, con el tiempo el país se convirtió en un mosaico peculiar de confesiones religiosas con una notable variedad de culturas y religiones: cristianos calvinistas, luternaos, católicos, musulmanes, hinduistas y un gran etc.

No hay una religión mayoritaria, pero el cristianismo, islamismo e hinduismo son las principales en cuanto a número de fieles. Según datos de la ONU de 2014, la población de este tan peculiar Estado es de alrededor de 551 000 habitantes, por lo tanto, el menos poblado de los países de América del Sur.

La actividad misionera del Padre Donders se desarrolló en este cuadro antropológico y político

El Padre Donders llegó a la tierra de la misión el viernes 16 de septiembre de 1842 como misionero apostólico. Aquí y hasta 1856, se dedicó al apostolado en la región de Paramaribo, donde había una mezcla de nativos, colonos y esclavos locales. Donders mismo escribirá en una carta que muchos adoraban todavía ídolos ancestrales y la religiosidad estaba vinculada a la superstición.

El apostolado de Donders en estos años fue itinerante y en contacto con diversos grupos humanos. Trabajó con los leprosos y con cerca de 40.000 esclavos concentrados en unos 400 establecimientos coloniales. Encontró un sinfín de resistencias por parte de los colonizadores para admitirlo en sus plantaciones, aún para administrar los sacramentos.

En 1856 el vicario apostólico nombró a Donders para Batavia, un lugar creado específicamente para recibir a todos los leprosos de la región. Aquí Donders permaneció durante 28 años, con algunas interrupciones. Estuvo en Batavia durante diez años (1856-1866) como sacerdote diocesano y regresó allí en 1867, después del noviciado, como miembro de una pequeña comunidad redentorista, para quedarse hasta 1883; lo llamaron en 1885 para terminar sus días allí en 1887. Con la abolición de la esclavitud en Surinam en 1863, el pro-vicario apostólico comprendió que no se podía garantizar la acción redentora y asistencial en la colonia de leprosos de Batavia con unos pocos sacerdotes seculares, sino que necesitaba una mejor organización. Los pocos sacerdotes diocesanos debían dedicarse a la evangelización de los antiguos esclavos.

Por esta razón, en 1865 los Redentoristas de Holanda fueron llamados a asumir la responsabilidad de todo el vicariato a partir de marzo de 1866. Frente a esta nueva situación religiosa, los pocos sacerdotes diocesanos holandeses podían regresar a su tierra natal, continuar a evangelizar en otros territorios del vicariato o entrar a los Redentoristas. Pedro Donders sin ninguna vacilación optó por esta solución. El 1 de noviembre de 1866 comenzó su noviciado y el 24 de junio siguiente, junto con Juan Romme, otro sacerdote holandés, hizo la profesión religiosa.

De 1868 a 1886 Donders, además de ocuparse de la asistencia espiritual y humanitaria de los leprosos, se dedicó a la evangelización de los nativos profundamente marcados por el alcohol y otras enfermedades importadas por los europeos. Este apostolado lo llevó a las tribus de los Aruacos, luego a los indígenas Warros y Guaraní. Encontró innumerables dificultades con los Caribes, también llamados Pieles-rojas del Sur. Tuvo igualmente dificultades con los hechiceros de las poblaciones.

Durante semanas enteras, acompañado por remeros, se dirigió al interior de Surinam para anunciar la Palabra de Dios y administrar el bautismo. Muchas veces arriesgó su vida. A menudo fue salvado de la ira de los nativos por los remeros. El Padre Pedro Donders murió en la población de Batavia de Surinam el viernes 14 de enero de 1887, asistido por el único redentorista presente en casa, paciente de lepra. Pedro Donders fue proclamado Beato por Juan Pablo II el 23 de mayo de 1982.


BIBLIOGRAFIA

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Hoefte, Rosemarijn and Peter Meel (eds.), Twentieth Century Suriname. Continuities and Discontinuities in a New World Society, Leiden 2001, KITLV


ALFONSO AMIRANTE