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Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina - Contribuciones del usuario [es]
2024-03-29T09:13:45Z
Contribuciones del usuario
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2024-03-20T14:37:40Z
<p>Louvier: /* Notas de Edición */</p>
<hr />
<div>'''DICCIONARIO DE HISTORIA CULTURAL DE LA IGLESIA EN AMÉRICA LATINA'''<br />
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'''Dicionário de História Cultural de la Iglesía en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]]'''<br />
<br />
==Notas de Edición==<br />
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Este diccionario de Historia Cultural de la [[IGLESIA_EN_AMÉRICA_(SIGLOS_XVI-XX) | Iglesia en América]] Latina nace por iniciativa del Consejo Pontificio de Cultura, que convocó en Lima una reunión de representantes de las conferencias episcopales de América Latina y del Caribe en los primeros días de julio de 2006. Desde hacía tiempo se sentía la necesidad de ofrecer al público interesado en la historia de la formación del Continente Latinoamericano, un instrumento en el que se pusiera de manifiesto la contribución indudable que el hecho cristiano ha dado a la identidad, unidad y originalidad de América Latina. Por ello se quiso tomar conciencia, dialogando con un nutrido grupo de historiadores, enviados por las conferencias episcopales, sobre el asunto. Allí se dieron algunos pasos más concretos para poner en marcha el proyecto querido por todos. <br />
<br />
Entre sus principales finalidades, el proyecto se propuso practicar una toma de pulso al momento historiográfico latinoamericano en su vertiente cultural-eclesiástica. Toma de pulso que debería servir para que los reunidos tomaran conciencia de lo que hasta entonces se había hecho y de lo que aún quedaba por hacer, en orden al mejor conocimiento de la historia cultural de la Iglesia en el Continente Latinoamericano. En aquella reunión y por medio de varias comunicaciones enviadas a los participantes y a las Conferencias Episcopales, se fueron perfilando cada vez más los objetivos y el método. Se invitaba a presentar aportes que habían de ajustarse a esta doble modalidad: informes sobre fondos históricos poco conocidos de archivos y [[BIBLIOTECAS_ECLESIÁSTICAS_EN_URUGUAY | bibliotecas]], y obras específicas sobre el asunto. Se recibieron, leyeron y comentaron indicaciones sobre posibles voces para el diccionario y varias comunicaciones que tocaban los más diversos temas.<br />
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En cuanto a obras generales, así de análisis como de síntesis, existen historias eclesiásticas y culturales generales o para cada país, bibliografías biográficas de personalidades latinoamericnas, como también una rica bibliografía específica en el campo tanto civil como eclesiástico, diccionarios bibliográficos y obras misceláneas de naturaleza diversa, pero falta todavía un diccionario que recoja el papel del cristianismo en la forja del Continente. No se trata de redactar y poner al día una nueva historia eclesiástica o una historia cultural, sino la de facilitar un instrumento de fácil consulta que responda precisamente al título que lleva el diccionario. <br />
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Está claro que la historiografía cultural de la Iglesia en América Latina actualmente tiene ante sí un campo vasto y complejo. El preparar un diccionario de fácil manejo para todos los públicos es una empresa ardua, pero necesaria. Por ello, resultaba aconsejable una obra bien clasificada por voces y dividida según algunos criterios de extensión (voces mayores, intermedias y menores) que tuviese presente el título que se le quería dar al Diccionario: Cultural de la Iglesia en América Latina, el cual, sin renunciar a las síntesis de los grandes temas que pudieran presentarse, se caracterizara, más bien, por un trabajo de acopio del material bibliográfico y de ordenación de los datos históricos, ya poseídos y elaborados. La idea inicial partió del Padre Bernard Ardura, premostratense, secretario entonces del Pontificio Consejo de la Cultura, sostenido por el entonces Presidente de dicho Pontificio Consejo, el Cardenal Paul Poupard. La idea será luego sostenida por el actual Presidente el Cardenal Gianfranco Ravasi.<br />
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El proyecto fue objeto de especiales encuentros y debates con atinadas sugerencias. El plan detallado y la estructura del trabajo del Diccionario, la preparación del elenco bibliográfico de las colecciones, estudios y revistas que habían de ser citados con frecuencia en sus artículos, la lista de voces mayores, intermedias y menores fueron objeto de estudio y elaboración por parte de algunos colaboradores del P. C. de la Cultura y de los diversos participantes en el Encuentro citado de Lima de 2006, designándose luego una comisión encargada de poner en marcha el interesante proyecto, integrada por varios Consultores de dicho Dicasterio vaticano y con la cooperación importante de un equipo de expertos de la UPAEP (Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla).<br />
<br />
Entre los problemas previos y fundamentales que hubo de resolver la Comisión, el más acuciante, sin duda, resultaba ser el relativo al equipo de colaboradores. Preciso es confesar que no es empresa fácil la formación del mismo, dada la complejidad y variedad de las situaciones concretas de los países que forman América Latina y el Caribe, y la dificultad en algunos casos para encontrar colaboradores y expertos en cada lugar y para cada voz o tema. Formóse, al fin, un equipo de colaboradores por países, con una serie de especialistas que se responsabilizaran de los artículos integrados en cada sección correspondiente a cada país. Sus nombres figuran al final de cada voz o artículo. y recientemente hemos agregado un listado alfabético de los ya más de 300 colaboradores. Algunos artículos se deben a especialistas ya difuntos; otras recogen con los debidos permisos, artículos de Congresos o Publicaciones del Vaticano o de otros Entes, de los cuales se dará la debida referencia después de cada voz junto con el nombre de sus autores. La responsabilidad del contenido de cada artículo es del autor o autores del mismo, con la lógica anuencia de los Editores.<br />
<br />
De justicia es reconocer que sólo a la constante y estrecha comunicación que algunos colaboradores mantienen con el Pontificio Consejo de la Cultura, se deben los mejores logros que la empresa del Diccionario en ciernes y progresiva formación podrá apuntarse. El valor extraordinario de muchas colaboraciones y el singular mérito de sus autores, es al lector, no a nosotros, a quien toca juzgarlos. Por lo demás, resulta evidente que coordinar a docenas de especialistas, dispersos por toda el área de la geografía latinoamericana y del Caribe, y algunos en otros países como España y Portugal o los Estados Unidos de América, por razones obvias de sus vínculos históricos con el continente latinoamericano y su reconocido conocimiento de la materia, no es empresa fácil, viniendo a constituir dicha circunstancia uno de los motivos que explican la lentitud con que procede el proyecto, y no pocos de los fallos que puedan encontrársele.<br />
<br />
Conjuntados, pues, los criterios y esfuerzos de la comisión directora, la empresa del Diccionario empieza a marchar, entrando en su fase ejecutiva, con una serie de problemas, de los cuales trataremos de dar aquí al lector breve idea. Para dársela, procederemos de fuera adentro, es decir, de sus aspectos más externos y superficiales a los más medulares e internos.<br />
<br />
==El título.== <br />
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Se dio por definitivo el que campea en la portada y que no tiene precedentes en la [[LATINOAMÉRICA;_historiografía_y_realismo_histórico | historiografía latinoamericana]], al menos con esa fórmula exacta. Existen aquí y allá en el mundo de lengua española y portuguesa títulos como Enciclopedia de la Religión Católica; Diccionario de Ciencias Eclesiásticas, Biografía Eclesiástica, Diccionarios Biográficos de personalidades en los diversos países. Con estos diccionarios o enciclopedias coincide nuestro Diccionario en exigir para sus artículos el natural orden alfabético y en ceñirse a temas y voces de contenido eminentemente cultural y eclesiástico, por lo menos en alguna de sus facetas.<br />
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El alcance del título "Diccionario de la Historia Cultural de la Iglesia en América Latina", resulta más complejo y se presta a que teóricamente pudieran fijarse a dicho contenido diferentes metas. En concreto, el principal problema que se deriva de semejante titulación es si el Diccionario había de alcanzar también a todas aquellas voces de la historia cultural pre-colombina o a otras muchas que pertenecen sin duda a la historia de la cultura moderna, sobre todo occidental. Incorporarlas efectivamente al Diccionario nos llevaría a un proyecto enciclopédico vastísimo, que sale de los objetivos del proyecto, muy sencillo, de este Diccionario; precisamente por ello se ha querido descartar la palabra "Enciclopedia". Por ello se han impuesto criterios restrictivos, y solo en proporción muy pequeña se deberá tocar el mundo cultural indicado precisamente por tener que ver directamente o indirectamente con el objetivo señalado por el Diccionario en sus contenidos específicos.<br />
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En lo referente a la presentación, se parte del presupuesto que el Diccionario debería constituir un conjunto más o menos manual y asequible desde cualquier lado que se le mire. No se trata de nada parecido a las grandes enciclopedias hoy publicadas en los diversos países, de muchos volúmenes; pero ni siquiera a los conocidos Diccionarios de ciencias eclesiásticas, o a otros de carácter temático (de historia eclesiástica, de moral, de derecho, de ciencias religiosas, de los santos...). En principio, se pensó también aquí en la preparación de un diccionario de tal estilo y dimensión; pero a medida que la obra ha ido cuajando, se ha impuesto la idea de que las dimensiones tenían que estar dictadas por las voces mismas, que podrán ser más largas o cortas según las exigencias del tema; y por ello en numerosos casos se trata de intentos de artículos temáticos; en otras ocasiones son voces que dan simples noticias sobre las mismas. Un proceso análogo de crecimiento se opera con relación a las páginas que se ajustarán a las exigencias prácticas en la elaboración de los temas; sobre los cuales hay que advertir que su numeración es seguida y continuada; y ello, en razón de que éstos no responden a divisiones internas o sistemáticas de su contenido textual, sino simplemente a razones prácticas en relación con su más fácil manejo y su presentación más discreta. Dado que el Diccionario se comienza a publicar en red telemática para ir alimentándolo progresivamente, la dirección editorial del mismo podrá oportunamente añadir voces,corregir o mejorar algunas, siempre con la explicita autorización de sus autores y por contribución de los mismos o con el añadido de otras nuevas elaboradas también por autores nuevos o antiguos.<br />
Se cuidan también otros elementos que puedan contribuir a hacer más agradable dicha presentación: medidas de las voces, según el tema de cada una y fácil búsqueda de otras con conexiones evidentes con las mismas. Por el momento, debido a problemas prácticos, se excluyen ilustraciones, mapas y fotografías, que hipotéticamente en un futuro podrán añadirse. En la parte tipográfica: se busca una uniformidad de combinación de tipos y de espacios que dan al conjunto una unidad tipográfica, de escritura ajustada y texto lleno, pero con cierta agilidad, incluso en los largos apartados bibliográficos de determinados artículos, donde el problema de la composición se agudiza a cuenta de una mayor cantidad de texto y de un menor tamaño de las letras, así como del tipo de las mismas.<br />
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==El contenido.==<br />
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El Diccionario no pretende, por principio, hacer investigación de primera mano sobre cada una de las voces o temas. Es un Diccionario de divulgación, lo que no significa falta de rigor histórico. Si en algún caso puede ocurrir lo contrario, es por singulares razones, derivadas, bien de la naturaleza de los artículos mismos, bien de la personalidad de los autores que los redactaron. De todas formas y con las limitaciones naturales, hay que reconocer que el conjunto del Diccionario ofrece una presentación elemental de la investigación lograda hasta el presente en los sectores de la Historiografía de la Historia Cultural de la Iglesia en América Latina, y constituye, por tanto, un punto de partida para ulteriores investigaciones. Lo que desde el primer momento se intenta es precisamente eso: recoger en resúmenes breves y en noticias seguras los datos históricos ya conocidos y elaborados sobre personajes y asuntos culturales y eclesiásticos relacionados con el primer tema específico.<br />
Esta distinción, entre asuntos temáticos y personas, aún siendo tan obvia, también plantea su problema; se conjuntan ambos aspectos: el temático y el biográfico.<br />
<br />
Sin embargo, el trabajo tiene que ver más con los asuntos histórico-culturales-eclesiásticos que aquí han sido recogidos y tratados. No es fácil hacer de ellos una clasificación sistemática y, menos, establecer entre los mismos, en función de su importancia, un orden jerárquico. En cambio, sí interesa poner de relieve que la principal preocupación de los responsables del elenco de voces que se proponen recoger dichos asuntos en los correspondientes artículos, se polariza hacia criterios que den cabida no sólo a los grandes acontecimientos y situaciones extraordinarias de la Iglesia latinoamericana desde un punto de vista cultural, sino también a sus instituciones habituales y ordinarias y, dentro de éstas, a las menos conocidas o divulgadas, por ejemplo, las administrativas, sociales y económicas. Con lo cual se intenta asegurar que ninguna manifestación cultural apreciable de esta Iglesia, a lo largo de sus más de quinientos años de vida en América Latina, ha dejado de ser aquí historiada en mayor o menor grado. Basta, para comprenderlo, leer los títulos de los artículos, donde entran desde la historia de la Liturgia o de los Sínodos y Concilios hasta la de los Movimientos artísticos o literarios, en cuantos éstos han estado imbuidos de espíritu religioso y eclesiástico. No pocos de dichos artículos —Iglesia y Estado, Literatura, Humanismo, Teología, Universidad, Concordatos, Misiones evangelizadoras, Pioneros de la evangelización y de la cultura, [[SANTOS_LATINOAMERICANOS | santos latinoamericanos]] etc.— constituyen pequeños artículos que darían para otros ensayos y libros; por eso en su redacción a veces un tema general ha tenido que ser tratado en varios aspectos particulares y redactado por varios autores especializados.<br />
<br />
Otros artículos de voces, a pesar de su extensión y del cúmulo de datos que llevan consigo, no pasan de ser, por la naturaleza misma del asunto, más que un intento de recopilación ordenada, que no podía, ni en cantidad ni en calidad, aspirar a resultados definitivos; pues hubieran supuesto otros tantos diccionarios dentro del Diccionario. Tal, por no citar sino algunos, el artículo Descubrimientos, Conquista, Evangelización, Misiones y Misioneros, Santuarios, Religiosidad Popular, Independencias e Iglesia y un largo etcétera, los cuales, aun con la limitación dicha, creemos puedan cooperar en un avance de estudio los respectivos temas en el campo historiográfico, dando nuevos pasos en el campo de la respectiva historiografía del pasado. Como serie de artículos básicos y adecuados a la finalidad del Diccionario, no pueden quedar sin mención los dedicados a cada una de las antiguas diócesis latinoamericanas en sus diversas perspectivas históricas. A ellas se les da un relieve peculiar precisamente por el papel que han jugado en la historia cultural de América Latina: además de llevar casi todas voz propia, y se procura dar una noticia elemental de lo que fueron y del papel que jugaron en la vida de Iglesia en aquellos primeros siglos de vida. Dar noticias específicas sobre los centenares de diócesis creadas en la edad contemporánea es por el momento una empresa importante, pero que sale del objetivo inmediato de este Diccionario.<br />
<br />
En cuanto a las biografías, el problema se ha complicado más, por encontrarnos ante varias disyuntivas fundamentales y de opción menos indubitada, a saber: si han de historiarse personas del estado eclesiástico solamente o también seglares cuyo peso en la marcha de la Iglesia latinoamericana haya sido claramente específico y de influencia notoria; si la selección ha de hacerse a escala nacional conjuntamente o por grupos separados, bien siguiendo las instituciones Eclesiásticas normales (obispados o diócesis, Órdenes religiosas, etc.), bien atendiendo a las respectivas especialidades técnicas en que lucieron los biografiados (trabajo evangelizador, teología, humanismo y filosofía, derecho, literatura, artes y música, ciencia, etc.) o a sus personales situaciones, positivas o negativas, con relación a la Iglesia (santos, herejes, apóstatas, reformadores, perseguidores, etc.). Como regla general se incluyen las personas históricas del pasado, incluso reciente, y generalmente se excluyen las vivas en el momento de la redacción a no ser que su significado histórico actual sea reconocido ya unanimemente como patrimonio universal de la Iglesia en América Latina y en la Universal.<br />
<br />
Frente a todas estas opciones, se fijan los criterios siguientes: 1) Sólo en casos excepcionales se conceden voz y artículo propios a figuras laicas eminentes que no estuvieran declaradas santos o beatos o siervos de Dios; pues, si lo están, tienen derecho a figurar por ese título antes que por cualquier otro. Tal selección se debe al papel que han jugado en la vida e historia cultural de la Iglesia de manera positiva o negativa. 2) La selección de personajes eclesiásticos cuyo nombre ha de aparecer entre las voces principales del Diccionario, corre normalmente a cargo de las instituciones a que dichos personajes han estado más ligados, en concreto, la diócesis o la familia religiosa a la que pertenecieron, el país o la institución cultural concreta. Esto como norma general. Lo cual ya indica que en determinados casos rigen otras normas especiales; por ejemplo, con relación a aquellos sujetos que se hicieron famosos por su participación en concilios, organismos, hechos...; o por haber sido escritores literarios muy conspicuos, o juristas eminentes, o notables sociólogos católicos, etc. 3) Se incorporan a la lista de voces también muchos eclesiásticos biografiables, aunque hasta ahora hayan sido ignorados por la historiografía corriente. En este trabajo cobran especial importancia las aportaciones dadas por los colaboradores específicos de cada país.<br />
En su aplicación, el criterio que ofrece mayores dificultades es el relativo a la selección de personajes cuyos nombres merecen un artículo más amplio. Es inevitable que a veces se pueda pecar por falta de más, y otras, de menos; y esto, así en el número de sujetos que se consideren dignos de ser historiados, como en la extensión de las noticias dedicadas a cada uno de ellos. Puede denunciarse ya desde aquí que algunos grupos de biografías pecan de inflación en ambos aspectos, mientras que otros se le antojarán al lector excesivamente restringidos.<br />
<br />
Al concluir estas observaciones sobre el contenido del Diccionario, se debe añadir que algunos temas específicos pueden ser incluidos en el Diccionario, a pesar de encontrarse al margen cronológico o temático específico del mismo. Por ello, tratándosede un Diccionario que se propone salir primero en red, queda abierta la invitación y la posibilidad de que otros autores preparen sus colaboraciones y pidan a la Dirección del Diccionario de incluir sus respectivas voces, que dicha Dirección podrá evaluar. Otros aspectos importantes: en algunos casos han debido incluirse temas y personajes del mundo secular por obvias razones de relación inseparable con la Historia Cultural de la Iglesia en América Latina; separar los campos es una empresa no sólo imposible, sino también contra la misma naturaleza de esta historia. Otros temas son excluidos por falta de colaboradores que no se encuentran dispuestos en el trabajo o que no cumplieron con lo prometido; y en todos, por falta de espacio dentro del Diccionario mismo que, de cargarse con la historia de cuantos asuntos y personas de la Historia Cultural de la Iglesia en América Latina tuvieron que ver con dichos territorios, hubiera desbordado en extensión las proporciones discretas a que nos hemos referido.<br />
<br />
==El método.==<br />
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Su postulado más general e importante, impuesto por la naturaleza de la obra y la correspondiente metodología en uso, ha consistido en dividir todos los artículos en dos partes bien diferenciadas, incluso tipográficamente: una, la principal y primera, donde se han reunido los datos y noticias pertinentes a cada tema, ya sea éste de persona o de cosa; otra, donde se han recogido las oportunas referencias bibliográficas y las notas cuando éstas se consideren necesarias para completar la exposición histórica. Sobre cada uno de los dos apartados, el histórico propiamente dicho y el bibliográfico, será bueno hacer algunas advertencias:<br />
<br />
'''1.a''' Todo articulo principal llevará en cabeza el signo de que lo es, vinculado a una voz, impresa en negrita mayúscula. Dicha voz, la mayoría de las veces, estará representada por una palabra sola; sin ser infrecuente que lo esté por varias, en cuyo caso algunas de ellas, las últimas, podrán ir en negrita minúscula.<br />
<br />
'''2.a''' Tratándose de asuntos no biográficos, pueden abundar largos artículos temáticos que sinteticen los grandes temas históricos de la Iglesia en América Latina. Tratándose de una Iglesia hija misioneramene de la española y portuguesa, es obvio que entren también algunos temas esenciales y personajes de las mismas, importantes para entender la historia cultural y eclesial de América Latina. Se trata de dar de los mismos una visión conjunta, y sin perjuicio de que algunos de los puntos tocados en ellos vuelvan a tener luego su voz y su artículo allá donde por orden alfabético les corresponda. Ejemplos elocuentes de tales temas podrían ser algunos como éstos: Arqueología cristiana, Arte sacro, Beneficencia, Bibliotecas Eclesiásticas, Conquista, Concilios provinciales, Concordatos, Derecho, Descubrimientos, Espiritualidad, Evangelización, y un largo etcétera. Lamentamos sólo que muchas voces queden en el tintero; que muchos países queden de hecho menguados en el Diccionario a la hora de presentar su historia cultural y eclesial y la de sus personalidades históricas; el que no se les haya aplicado el mismo método, agrupándolas en serie seguida y completa dentro de un solo artículo, sino que se las deje dispersas y situadas cada una donde su nombre lo ha exigido por pura razón alfabética, o que simplemente queden olvidadas. Las razones ya las hemos apuntado. Hay que decir, que la opción por sacar a la luz esta iniciativa de Diccionario en forma telemática en red, es precisamente para dejar las puertas abiertas a ulteriores colaboraciones y subsanar las omisiones, que podrán ser numerosas.<br />
<br />
'''3.a''' La estructura de cada uno de los grandes artículos no ha obedecido a esquemas rígidos, ni siquiera iguales. En general, su disposición y divisiones se han dejado al arbitrio de los respectivos autores; limitándose la dirección del Diccionario a perfilar detalles puramente extrínsecos, como la fijación de los puntos y aparte, la distribución y numeración de los diversos apartados, la tipografía de los títulos y subtítulos, la presentación en cabeza de los correspondientes resúmenes, el orden y disposición de la bibliografía, después de completarla cuando ello ha sido preciso. Se dan algunas notables excepciones cuando el tema lo pide por ser objeto necesario de mayor extensión y exposición completa. Así en tales casos el largo artículo tratado puede ser subdividido en varios apartados. Pero la estructura externa en estos casos se encuentra cortada por patrón uniforme, a base siempre de varios capítulos, en los que se puede dividir logicamente el tema, con sus titulaciones expresas en pequeña letra negrita que ayuden a seguir debidamente el tema del artículo. En los artículos dedicados a naciones latinoamericanas se ha procedido de forma igual o parecida. En otros, la misma temática ha impuesto a su desarrollo un orden cronológico o un orden alfabético según los casos.<br />
<br />
'''4.a''' La bibliografía que acompaña a estos trabajos más largos y más articulados se caracteriza también, casi siempre, por su mayor extensión. Ideal hubiera resultado el sistema de dar largas listas de autores y obras convenientemente clasificadas, respondiendo a las divisiones del texto principal; se ha debido hacer una selección por motivos tipográficos, tratando incluir los libros u obras más conocidas sobre el argumento, normalmente dispuestos por orden alfabético y siguiéndo criterios metodológicos generalmente hoy aceptados en las citas bibliográficas. Estos criterios varían cuando la cita de un autor y su obra se incluye en la lista general bibliográfica, o en las notas. En el primer caso el nombre del autor (o del ente en conjunto que ha preparado o editado el escrito) comienza por su apellido, seguido de su nombre de pila o propio, título del libro, o del artículo y revista donde aparece, editor (si se considera fundamental), ciudad de edición y año de la misma. En las notas, se cita primero el nombre propio seguido de los apellidos del autor. En los autores clásicos antiguos se pone siempre el nombre por el que generalmente se le conoce en la historia, aunque sea nombre propio y no apellido.<br />
<br />
'''5.a''' Para los artículos biográficos; la única norma metodológica se ha concretado a poner siempre en cabeza —salvo excepciones en algunos nombres de religiosos y religiosas— el apellido de la persona historiada, seguido del nombre, en minúscula; los datos referentes a lugar y fecha del nacimiento y muerte vienen a continuación, incluidos entre paréntesis e impresos en forma ordinaria; todo lo cual se complementa siempre con un calificativo o varios que especifiquen la condición del personaje en su faceta más importante: santo, obispo, siervo de Dios, fundador, misionero, evangelizador, teólogo, filósofo, jurista, religioso, religiosa, dramaturgo, escritor ascético, político, patriota, o el título más conocido en su historial (como, rey, virrey) etc. En el restante texto de cada biografía no existe ya uniformidad, ni siquiera en seguir un estilo breve y esquemático, y ello por las razones ya dadas. Consecuencia de esa libertad que a los autores se ha dejado en la estructuración de los respectivos artículos, son las evidentes diferencias que, en punto a extensión, pueden observarse entre unos y otros. Se ha puesto particular empeño en que las biografías de determinados eclesiásticos y personajes del mundo cultural y político importantes y aunque a veces menos conocidos, encontraran ahora ocasión de ser reivindicados historiográficamente, dados a conocer con un detalle y extensión que pudieran parecer a primera vista desmesurados; pero ello se ha tenido en cuenta dada la finalidad del Diccionario.<br />
<br />
'''6.a''' El problema de la bibliografía en estos artículos biográficos, presenta un doble aspecto: el ordinario, en relación con cuanto se ha publicado sobre cada sujeto historiado; y el extraordinario que ofrecen los que fueron autores de textos escritos; los cuales resultan ser muchos más de lo que, en principio, pudiera imaginarse. De ahí que en los correspondientes apartados se haya optado por repartir su caudal bibliográfico en dos secciones: una, relativa a las obras del personaje, donde lo fundamental ha sido dar, lo más completa posible, la lista de aquéllas, acompañada en muchos casos de un breve estudio de las mismas; otra, la corriente, que viene en segundo término, cuya disposición y título es igual en todos los artículos, biográficos y no biográficos.<br />
<br />
'''7.a''' En la biliografía se incluyen, cuando las hay, referencias: a las fuentes históricas sobre el argumento; a las obras del autor historiado, si las tiene, seguida de las referencias bibliográficas correspondientes.<br />
<br />
'''8.a''' El Diccionario carece de ilustraciones, así dibujadas como fotográficas. Sin embargo no se excluye a priori que en algunos artículos las puedan llevar: Demografía eclesiástica, a base de cuadros y gráficos; el de Geografía eclesiástica y política a base de mapas etc... <br />
<br />
'''9.a''' Desde el punto de vista metodológico consideramos importantes las indicaciones bibliográficas en los artículos temáticos fundamentales. Nos referimos a los grandes repertorios, a los diccionarios y enciclopedias, a los elencos y catálogos de Órdenes religiosas, sobre todo en su labor evangelizadora, a algunas revistas de carácter histórico y a documentos y archivos fundamentales en la história de América Latina. Se intenta citarlos íntegramente cada vez que salen; pero si salen en un mismo artículo más veces se citan en abreviatura, empleando sus iniciales o siglas que se señalan. Abreviar la bibliografía, y no precisamente en sus elementos secundarios, como el nombre de pila de los autores, o el lugar de impresión de los libros, sino en elemento tan principal e importante como el título mismo de las revistas o de las grandes colecciones bibliográficas que habían de repetirse centenares de veces a lo largo del Diccionario, ha exigido una cierta flexibilidad según los casos. En cada artículo se adopta el método de reproducir la primera vez el título entero, para luego citarlo abreviadamente cuando se repita en el mismo artículo. Esta opción evita la necesidad de montar un amplio aparato o tabla explicativa de las siglas y abreviaturas en cuestión para todo un Diccionario en crecimiento. <br />
<br />
'''10.a''' Otros grupos de abreviaturas que se refieren a lugares de impresión de libros, citados más frecuentemente, o a nombres de Órdenes y Congregaciones religiosas, o a términos técnicos muy en uso, o a títulos conocidos de instituciones, personas, etc., no plantean especiales dificultades por ser universalmente conocidas. <br />
<br />
'''11.a''' Teniendo en cuenta que los temas de algunas voces, así de biografías como de asuntos, están actualmente en revisión y estudio, y que la investigación se halla siempre en fase constituyente, se deja abierta la posibilidad de una apertura continua a alimentar y completar esta publicación con ulteriores publicaciones y correcciones, indicando siempre las voces relativas complementarias; y esto para otras voces y artículos que, por cualquier causa, no se hayan recogido ahora, se irán publicando así suplementariamente a medida que el avance de la investigación histórica y los colaboradores voluntarios lo ofrezcan.<br />
<br />
'''12.a''' Todos los artículos van firmados y son responsabilidad de sus autores. La firma aparece al final del artículo en cuestión. En algunas ocasiones los artículos son frutos de varias colaboraciones; ello es siempre indicado. En contados casos cuando una pequeña voz no va firmada o se usa solamente una sigla, ello quiere decir que es fruto de la redacción del Diccionario y vendrá firmada con las siglas DHIAL. <br />
<br />
'''13.a''' Las notas que algunos de los artículos, especialmente los más largos, no se cincluyen en el texto del artículo, sino que van añadidas al final de la Bibliografía, en carácteres tipográficos menores y siguiendo las normas universalmente aceptadas a la hora de redactar el aparato crítico de un artículo o libro. El nombre del Autor o Autores cierran la voz.<br />
<br />
'''14.a''' El Diccionario usa las lenguas española y portuguesa en sus voces, por ser las mayoritarias del Continente Latinoamericano, respetando los originales de cada autor en dichas lenguas, sin traducción de la una a la otra.<br />
<br />
==Lagunas== <br />
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Sería pueril y pretencioso imaginar que nos encontramos ante un proyecto de Diccionario completo y perfecto. Se trata simplemente del intento de poner a disposición de cuantos lo deseen, un instrumento en el que puedan consultar datos importantes por lo que se ve con claridad meridiana y sin pretensiones ideológicas previas, cómo en la formación de lo que hoy llamamos Continente Latinoamericano, la Iglesia Católica ha tenido un papel tan fundamental, que sin él no se puede entender la historia pasada y la vida actual del mismo. Los medios con los que contamos son exiguos y muy pobres. Todo se basa sobre la libre y voluntaria adhesión y cooperación de algunos estudiosos de historia que, a base de tesón y perseverancia, nos proponemos ofrecer este servicio cultural a todas las personas apasionadas por la curiosidad histórica y la pasión por la búsqueda de “la verdad que nos hace libres” (Cf. Jn. 8, 32). Ello, al menos puede disculpar las inevitables taras que se manifiestan, como la ausencia de muchas voces y artículos cuya presencia era obligada u oportuna por razón del tema; o en el desorden, según los criterios en uso en muchos diccionarios; o en la repetición de conceptos y noticias que se tocan en diferentes artículos; los “duendes de imprenta” que a veces se cuelan; o a la variabilidad con que se ha procedido al citar títulos de obras que se repiten con insistencia; o en el empleo de mayúsculas y minúsculas; o en la disposición de los grupos numéricos correspondientes a citas de colecciones y revistas. Ya aludimos los motivos de muchas de estas lagunas que, si no las justifican, pueden contribuir a explicarlas: el exiguo número y diversidad de los colaboradores, las dificultades inherentes al tratamiento y estructuración de algunos temas, el demasiado tiempo transcurrido desde que se iniciaron los primeros trabajos en esta empresa, el complicado aparato bibliográfico y un largo etcétera. Sin embargo, la pasión inicial no se ha consumido, sólo que nos hemos ido dando cuenta de que aquella aparente simple aventura era más ardua de cuanto imaginábamos, y exigía una dedicación de tiempo tal del que no disponíamos, pero por encima de ello, este Diccionario es obra de nuestra ilusión inagotable, además de la gratuidad o “amor al arte” que nos empuja y sostiene en el empeño.<br />
<br />
==Agradecimientos==<br />
<br />
Para terminar solo queda el obligado capítulo de gracias a todos aquellos que, en una u otra forma, están haciendo posible la aparición del Diccionario.En primer lugar al Pontificio Consejo de la Cultura del Vaticano, en la persona de su Presidente, el Señor Cardenal Gianfranco Ravasi, y al Delegado S.E. Carlos Alberto Acevedo, Secretario y demás oficiales de dicho Consejo Pontificio, de modo particular a los PP. Miguel Ángel Reyes Arreguín y Carlos Javier Díaz Vega; y a la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) a su Junta Directiva y a su Dirección Académica, muy en especial al Lic. Juan Louvier Calderón, coordinador y colaborador importante de los trabajos, y al departamento técnico dirigido inicialmente por el Lic. Mario Jaime García Ramírez y posteriormente por el maestro Eduardo Razo Fabre, y a otras muchas las personas dignas del agradecimiento de todos los que creemos en la búsqueda e investigación histórica sin más. <br />
<br />
Agradecemos la colaboración y el permiso que la Pontificia Comisión para América Latina (CAL), la [[DE_BRY_THEODOR;_Obras_en_la_Biblioteca_Apostólica_Vaticana_(BAV) | Biblioteca Apostólica Vaticana]] (BAV), la Enciclopedia Guadalupana (México), y otras instituciones culturales españolas y latinoamericanas que figuran al fondo de cada artículo correspondiente, nos han dado para poder reproducir debidamente algunos textos publicados por cada una de las Instituciones citadas, sobre todo con motivo de las celebraciones del V Centenario de los comienzos de la evangelización en el Continente Americano (1992) como “La Iglesia en América: Evangelización y Cultura”. Pabellón de la Santa Sede. Exposición Universal de Sevilla 1992. También cuando el artículo se haya basado en investigaciones específicas publicadas se dará la debida referencia y créditos debidos. Las voces o artículos, aunque sean de volumen menor, irán debidamente firmados por sus autores. En el caso de que una voz o artículo se haya compilado por varias personas a base de consultas y elaboraciones diversas, van firmados con la sigla DHIAL, para indicar tal trabajo de varias manos en la preparación del argumento y en su redacción, indicando siempre en las notas y bibliografía los créditos debidos. Tenemos que agradecer a todos los Autores su trabajo, que en este DHIAL es siempre voluntario y gratuito y sin ánimo de lucro. <br />
<br />
Las colaboraciones están siempre abiertas a cuantos deseen cooperar en la redacción de temas considerados oportunos e importantes. En este sentido el DHIAL se propone ser como un río que crece con muchos afluentes que lo enriquecen y ayudan a crecer. Toca a los responsables de la edición del mismo incluirlos debidamente. Los artículos son responsabilidad de los firmantes. Ellos podrán en su caso corregirlos, enriquecerlos con aumentos o recortes, de acuerdo con los responsables de la edición. Los artículos en tal sentido no están abiertos a las correcciones de los lectores, que sin embargo podrán aportar sugerencias o críticas oportunas a los Editores. Las voces o artículos del DHIAL, como el mismo título indica, se encuentran en las lenguas española y portuguesa dependiendo de la lengua usada por los autores de los mismos.<br />
<br />
El criterio fundamental que se ha querido seguir en la elaboración de este Diccionario de Historia Cultural de la Iglesia en América Latina, de carácter fundamentalmente temático, es cuanto ya Cicerón escribe en su obra ''De Oratore'' (Libro II, cap. 15), y que León XIII recoge en su Carta Apostólica ''Saepe numero considerantes'' del 18 de agosto de 1883 cuando ordena la apertura del Archivo Secreto Vaticano (ASV) a los investigadores de la historia: '' «primam esse historiae legem ne quid falsi dicere audeat, ne quid veri non audeat»'' «La primera condición de la investigación histórica es no afirmar algo que sea falso, y la segunda no ocultar algo que sea verdadero» .<br />
<br />
'''FIDEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ'''<br />
<br />
'''Coordinador General del Proyecto'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[SANTOS_LATINOAMERICANOS | SANTOS_LATINOAMERICANOS]]<br />
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Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=ACOLMAN;_Convento_de_San_Agust%C3%ADn&diff=3705877
ACOLMAN; Convento de San Agustín
2023-12-30T14:36:45Z
<p>Louvier: </p>
<hr />
<div>En el siglo XIII los acalhuas, una de las siete tribus nahuatlacas que emigraron desde el norte de México, se asentó en las cercanías del lago de [[TEXCOCO | Texcoco]] fundando el pueblo de [[ACOLMAN | Acolman]] que fue tributario del reino de [[NEZAHUALCÓYOTL | Nezahualcóyotl]]. Por la cercanía de [[ACOLMAN | Acolman]] con la ciudad de México-Tenochtitlan, la labor de evangelizar esa población fue iniciada por los frailes franciscanos poco tiempo después de su llegada en 1524 y, al parecer, fue fray [[OLMOS,_Fray_Andrés_de | Andrés de Olmos]] quien en ese mismo año construyó en [[ACOLMAN | Acolman]] una pequeña capilla.<br />
<br />
Los frailes [[AGUSTINOS | agustinos]] arribaron a Nueva España en 1534, y dos años después los franciscanos cedieron el trabajo evangelizador de la zona de [[ACOLMAN | Acolman]] a la orden recién llegada, la que construyó a un costado de la plaza principal de la población, el Templo y Convento de San Agustín. “''La resolución de fundar un establecimiento en este lugar fue tomada en 1539, en la tercera reunión del capítulo de la Orden (agustina) en Nueva España. La iglesia actual no fue construida hasta mediados del siglo o más tarde. Una inscripción sobre el capitel norte del arco del presbiterio da la fecha de 1558. La fachada data de 1560. En 1571, el convento fue concluido y la iglesia continuaba en construcción. En 1580 el establecimiento albergaba veinticuatro frailes, de los cuales cinco se encargaban de asistir a los indígenas y los restantes se ocupaban de los estudios. En ese tiempo, el edificio fue descrito (Epistolario XVI) como «un templo muy solemne de bóveda y una muy suntuosa portada de cantería»''.”<ref>Kubler George. ''Arquitectura mexicana del siglo XVI''. Ed. Fondo de Cultura Económica, 1984, p.609</ref><br />
<br />
“La portada principal de [[ACOLMAN | Acolman]] ha sido considerada producto de un artista europeo o de un modelo europeo fielmente seguido; la decoración de la doble arquivolta –solución cara al estilo románico- encuentra su explicación en el Evangelio de San Mateo. Se observan elementos del plateresco alternando con formas del gótico (hay que recordar aquí los doseletes que se sitúan sobre las cabezas de los apóstoles Pedro y Pablo). En las enjutas se incluyó la escena que alude a la Anunciación de María, recurriendo para ello a colocar en la parte derecha a María y en la izquierda al arcángel Gabriel, con lo que se logró una síntesis magnífica de este dogma.”<ref>Curiel Méndez Gustavo. ''Arquitectura monástica agustina en [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] del siglo XVI''. Historia del Arte Mexicano. Ed. SEP-Salvat, 1986, Tomo 5, p.701</ref><br />
<br />
El claustro principal de [[ACOLMAN | Acolman]], con sus galerías de arcos de medio punto, tiene un aire renacentista pero con reminiscencias del gótico isabelino en la magnífica talla de las columnas con basas y capiteles usados en el gótico español.<ref>Cfr. Curiel, obra citada, p. 704</ref>En el claustro chico aparece una novedad: “los vanos comprenden la totalidad del espacio entre los contrafuertes, de corte trapezoidal. Con esto, la proporción entre los muros y vanos se equilibra.”<ref>Kubler, obra citada, p. 407</ref><br />
<br />
En los corredores del claustro llaman la atención los murales dibujados en sepia con poderosas líneas; Gillet “compara los grutescos de [[ACOLMAN | Acolman]] con las composiciones decorativas de Udine y Primaticcio”.<ref>Ibídem, p.454</ref>En el gran atrio estaba la Cruz Atrial (hoy trasladada al claustro), obra que destaca por su extraordinaria realización; los brazos están labrados con plantas y flores y rematados por flamas de piedra que representan los atributos de la Pasión, con un rostro de Cristo. Al pie está una Virgen tallada por los indígenas.<br />
<br />
Fray Diego de Soria que hacia 1580 fuera prior del convento, solicitó a la Santa Sede permiso para realizar una novena de misas preparatorias a la Navidad llamadas “de aguinaldos”; en 1587 llegó la autorización del Papa Sixto V, y en diciembre de ese mismo año se llevaron a cabo. Al final de cada misa los frailes empezaron a realizar una reunión catequética en la que, como recurso pedagógico para enseñar los siete pecados capitales y la fuerza de la fe, inventaron la piñata. De esta manera en el convento de [[ACOLMAN | Acolman]] surgió, en 1587, una de las tradiciones más bellas de la cultura popular mexicana: las «posadas».<br />
<br />
Por la cercanía de [[ACOLMAN | Acolman]] con el lago de [[TEXCOCO | Texcoco]], frecuentemente el convento fue afectado por inundaciones. En 1629 se produjo una inundación de gran magnitud que afectó seriamente hasta a la ciudad de México; el convento de [[ACOLMAN | Acolman]] quedó completamente anegado. Esta situación se repitió en 1763 y en 1772 cuando la invasión del agua lo sumergió más de dos metros lo cual provocó su total abandono. En 1933 el gobierno de la República declaró al convento de [[ACOLMAN | Acolman]] «Monumento histórico»; en 1945 inició su rescate del lodo, cuando una destrucción total del edificio parecía inminente.<br />
<br />
==Notas==<br />
<br />
<references/><br />
<br />
=Bibliografía=<br />
<br />
* Kubler George. ''Arquitectura mexicana del siglo XVI''. Ed. Fondo de Cultura Económica, 1984 ''Historia del Arte Mexicano''. SEP-Salvat, 1986, Tomo 5<br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[AGUSTINOS|AGUSTINOS]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[OLMOS,_Fray_Andrés_de|OLMOS, Fray Andrés de]]<br />
<br />
[[NEZAHUALCÓYOTL|NEZAHUALCÓYOTL]]<br />
<br />
[[TEXCOCO|TEXCOCO]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=FRACASTORO,_Girolamo&diff=3705876
FRACASTORO, Girolamo
2023-12-23T16:00:57Z
<p>Louvier: /* Biliografía */</p>
<hr />
<div>'''(Verona, 1483; Incaffi, 1555) Médico.'''<br />
<br />
Se doctoró en medicina en Padua y fue el médico de los asistentes al Concilio de Trento; cultivó los estudios humanísticos y mantuvo amistad con Ramusio, con Pietro Bembo y con Fernández de Oviedo. <br />
<br />
<br />
Fracastoro se relaciona con América de una manera algo extraña. Todo fue debido al ''mal de bubas'' (sífilis), el mal venéreo que en forma de epidemia comenzó a desolar Europa en los últimos años del siglo XV, precisamente los años de juventud de Fracastoro. A este mal se le llamó «morbus gallicus» por creer que había sido esparcido por los soldados de los ejércitos franceses durante las campañas de Nápoles. Pero se pensó también que los gérmenes, dada su desacostumbrada virulencia, debían de proceder de algún lugar extraño. Y fue común opinión de que venían de las nuevas tierras americanas, concretamente de Santo Domingo; hombres de Colón los habrían traído a Europa y, encontrándose también en las guerras de Nápoles, se los trasmitieron a los franceses. <br />
<br />
<br />
Pero si de América había venido el mal, de América vino también el remedio: éste fue el «guayaco», o «palo santo» («lignum sanctum»), el grande y verde árbol traído de Santo Domingo, de cuyas virtudes curativas se hacían lenguas todos, médicos y enfermos. Cuando hacia 1530, Fracastoro escribía su poema, estas opiniones estaban ya sólidamente arraigadas. El, como médico, trató de dar una explicación científica de la procedencia americana del «morbus», mediante su teoría de los «semina morbi», que le mereció el título de «padre de la epidemiología». Pero lo que más nos interesa destacar aquí es cómo Fracastoro, dejando de lado su condición de médico, intentó dar, como humanista, una interpretación religiosa, teológica, sobre el origen del terrible «morbus». <br />
<br />
<br />
A esto dedica los 419 versos del Libro III de su alegórico y célebre poema. El incurable mal de la epidemia que amenazaba con destruir la humanidad tuvo su origen en un pecado de rebelión del hombre frente a Dios. Fracastoro echa mano de una fábula para explicarlo. Fue, pues, el caso - «ut fama est»- que el pastor Sífilo, al servicio de Alcitoo, rey de Ofiria (así llama Fracastoro a Santo Domingo) apacentaba 2.000 reses entre bueyes y ovejas con los pastos que crecían en una verde pradera al lado de un río: pero ante los excesos de un riguroso estío, las fuentes y el río se secaron, los pastos se quemaron, los árboles se quedaron sin hoja y sin sombra, y las reses expiraban bajo los efectos de la implacable calura. Compadeciéndose de su ganado («Ille gregem miseratus», v. 294), Sífilo se volvió hacia el dios Sol y le apostrofó: «¿por qué, oh Sol, te llamamos padre y dios de las cosas?, ¿por qué nosotros, vulgo ignorante, te dedicamos altares y te veneramos, si luego no te preocupas lo más mínimo ni de nosotros ni de nuestros ganados?»; «¿deberé pensar que los dioses se dejan devorar por la envidia?». Después de esto, Sífilo comenzó a levantar altares y a rendir culto por todas partes al rey Alcitoo, en lo cual le siguieron los demás ciudadanos y «pastorum cetera turba» (v. 312). <br />
<br />
<br />
Obviamente, el dios Sol mandó el castigo; e inmediatamente apareció sobre la profanada tierra una peste desconocida («Protinus illuvies terris ignota profanis / exoritur... », vv. 326-27). Y el primero en notar sobre el cuerpo repugnantes úlceras fue Sífilo; de ahí que su nombre fuese aplicado a la nueva enfermedad («Siphilidemque ab eo labem dixere coloni », v. 332). La peste contagió a todas las demás gentes e incluso al rey. Y todos, desesperados, comenzaron a preguntarse sobre cuál pudo haber sido la causa del mal y cuál podrá ser el remedio. Responde la Ninfa Americe, intérprete de los dioses: la peste fue motivada por haber ultrajado al Sol, queriendo ser como él, pues a ningún mortal es lícito medirse con los dioses («nulli fas est se aequare deorum mortalem», v. 340). Y el remedio está en tributarle de nuevo el culto debido («date tura deo, et sua ducite sacra», v. 341). Cierto, la peste que os mandó como castigo será perpetua y no será ya más revocada: todo el que vendrá a este mundo la experimentará; así lo juró él («Quam tulit, aeterna est, nec iam revocabilis unquam / pestis erit: quicumque solo nascetur in isto / sentiet; ille.../ iuravit», vv. 343-46). Pero, si le sacrificáis víctimas y se lo suplicáis, el Sol os procurará la medicina que os dejará limpios del mal. Así habló la Ninfa Americe. Dispuestos a poner en práctica sus consejos, y creyendo que se tratase de víctimas humanas, echaron a suertes y fue destinado a ser la primera víctima el mismo Sífilo. Pero por intervención del buen Apolo, fue sustituido por un toro. A fin de que quedase memoria eterna de este hecho establecieron los antiguos padres la costumbre anual de los sacrificios. Aplacado de este modo el dios Sol hizo brotar en la selva profunda un «árbol sagrado» (v. 357), del cual manaba un líquido que aplicado al cuerpo del apestado lo curaba completamente. Fue el «guayaco» («jaco », le llama Fracastoro).<br />
<br />
<br />
Sin pretender analizar aquí una a una las continuas metáforas, creo poder afirmar que bajo la corteza de las mismas, Fracastoro va hilvanando las diversas etapas de la historia bíblica del hombre o de la humanidad, en la que, por supuesto, incluye también a los habitantes de Ofiria: la creación («Sol, te, inquit, rerum patremque deumque / dicimus», vv. 296-97), el pecado original que se extiende a todo hombre («quicumque in solo nascetur in isto / sentiet», vv. 344-45), y, en fin, la redención que obtiene el hombre por el culto a Dios, por los sacrificios y, sobre todo, por la eficacia del «santo árbol» (« libamine cuius / vi mira infandae labis contagia pellunt», vv. 378-79). Pero Fracastoro parece quedarse a mitad del camino en la narración de esa historia. O mejor, parece querer señalar a la historia de la salvación nuevos derroteros. <br />
<br />
<br />
El santo o sacro árbol que él describe no es el que fue levantado sobre el Calvario, sino el que hizo brotar el dios Sol en Ofiria. Por tanto, ese árbol, en forma de Cruz, no fue llevado del viejo al nuevo mundo sobre el pecho de los misioneros y menos todavía en las naves de descubridores y conquistadores. Al contrario, vino de allá para acá. A este propósito, Fracastoro narra con grande imaginación cómo, al llegar los hispanos o « hesperios» a Ofiria, huyeron, espantadas, las aves del sol, pero una de ellas, más agorera, antes de internarse en el bosque, les presagió en nombre de Apolo, entre otras cosas, lo siguiente: «no está lejos el día en que vosotros, miserables, lacerados vuestros miembros por desconocido mal, pediréis ayuda a esta selva, hasta que os arrepintáis de vuestros delitos («nec sera manet vos / illa dies, foedi ignoto quum corpora morbo / auxilium silva miseri poscetis ab ista, / donec poeniteat scelerum», vv. 189-92). Y de hecho -continúa narrando Fracastoro-, cuando Colón («dux»), en uno de los primeros encuentros amigables con los naturales de Santo Domingo, observó cómo éstos se curaban del terrible mal, se dio cuenta de que éste era el mal que había pronosticado la agorera ave de Febo, y tanto él como sus compañeros procuraron hacerse con el fármaco. y así llegó el «guayaco» a Europa.<br />
<br />
<br />
<br />
Es el único mérito que Fracastoro reconoce a los Iberos: el haber sido los primeros en recibir y usar el preciado don y haberlo hecho conocer a los franceses, a los germanos, a los escitas, a los italianos, en una palabra, a toda Europa («Munera vos divum primi accepistis, Iberi, / praesens mirati auxilium: nunc cognita Gallis, / Germanisque, Scythisque, orbe et gavisa Latino / iam nunc Europam vecta est Huyacos in omnem» /, vv. 401-04).<br />
<br />
<br />
La ciencia médica hoy ha demostrado suficientemente que el terrible azote que tantos genocidios causó en Europa a caballo entre el siglo XV y el XVI, no vino de América: existía ya en el viejo mundo desde que era mundo, si bien bajo otro nombre; de América recibió sólo el nuevo nombre de «sífilis», gracias a la fá[[BULA | bula]] de Fracastoro. <br />
<br />
<br />
Pietro Bembo, a quien va dedicado el poema de Fracastoro, escribe en una carta a éste que la fá[[BULA | bula]] le gustó mucho. Probablemente gustó también en Europa, pues el libro se convirtió en un «best-seller». Después de la editio princeps de 1530, conoció 43 ediciones latinas, 23 traducciones italianas, 4 francesas, otras 4 alemanas, 9 inglesas, 1 portuguesa y 1 española (1863).<br />
<br />
<br />
=Biliografía=<br />
<br />
* G. Fracastoro, ''Sifilide, ossia Del mal francese Libri III''. Traduzione, introduzione e note di F. Winspeare (Firenze 1955); L. Baurngartner-J. F. Fulton, ''A Bibliography of the poem Syphilis sive Morbus gallicus by Girolamo Fracastoro of Verona'' (New Haven 1935). La Biblioteca Vaticana está muy bien provista de ejemplares: ''Syphilis sive morbvs gallicvs'', Veronae 1530, mense Augusto (in BAV R. 1. IV. 477 (int. 2) (Verona 1530) y otros bajo las siguientes signaturas: a) R.I.lV.1729(2); b) RG Medicina IV. 660; c) RG Scienze IV. 1315(2); Roma 1531: a) Palatina V.42 (4); b) RG Medicina IV. 4539; Basilea 1536: RG Medicina V.1404; Venecia 1555: RG Scienze IV. 1993; Amberes 1562: Barberini D./.146 (int. 3); Venecia 1574 (''Opera omnia''): a) Barberini 0.lII.39; b) R.I.lII.139; c) RG Medicina II/.4S1; Venecia 1584 (''Opera omnia''): a) Barberini 0.11/.40; b) Chigi /; c) RG Medicina /V.100; d) RG Medicina /V.4524. <br />
<br />
<br />
'''ISAAC VAZQUES JANEIRO''' (© Caeli Novi et Terra Nova- BAV 1992)</div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=FRACASTORO,_Girolamo&diff=3705875
FRACASTORO, Girolamo
2023-12-23T16:00:26Z
<p>Louvier: </p>
<hr />
<div>'''(Verona, 1483; Incaffi, 1555) Médico.'''<br />
<br />
Se doctoró en medicina en Padua y fue el médico de los asistentes al Concilio de Trento; cultivó los estudios humanísticos y mantuvo amistad con Ramusio, con Pietro Bembo y con Fernández de Oviedo. <br />
<br />
<br />
Fracastoro se relaciona con América de una manera algo extraña. Todo fue debido al ''mal de bubas'' (sífilis), el mal venéreo que en forma de epidemia comenzó a desolar Europa en los últimos años del siglo XV, precisamente los años de juventud de Fracastoro. A este mal se le llamó «morbus gallicus» por creer que había sido esparcido por los soldados de los ejércitos franceses durante las campañas de Nápoles. Pero se pensó también que los gérmenes, dada su desacostumbrada virulencia, debían de proceder de algún lugar extraño. Y fue común opinión de que venían de las nuevas tierras americanas, concretamente de Santo Domingo; hombres de Colón los habrían traído a Europa y, encontrándose también en las guerras de Nápoles, se los trasmitieron a los franceses. <br />
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Pero si de América había venido el mal, de América vino también el remedio: éste fue el «guayaco», o «palo santo» («lignum sanctum»), el grande y verde árbol traído de Santo Domingo, de cuyas virtudes curativas se hacían lenguas todos, médicos y enfermos. Cuando hacia 1530, Fracastoro escribía su poema, estas opiniones estaban ya sólidamente arraigadas. El, como médico, trató de dar una explicación científica de la procedencia americana del «morbus», mediante su teoría de los «semina morbi», que le mereció el título de «padre de la epidemiología». Pero lo que más nos interesa destacar aquí es cómo Fracastoro, dejando de lado su condición de médico, intentó dar, como humanista, una interpretación religiosa, teológica, sobre el origen del terrible «morbus». <br />
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A esto dedica los 419 versos del Libro III de su alegórico y célebre poema. El incurable mal de la epidemia que amenazaba con destruir la humanidad tuvo su origen en un pecado de rebelión del hombre frente a Dios. Fracastoro echa mano de una fábula para explicarlo. Fue, pues, el caso - «ut fama est»- que el pastor Sífilo, al servicio de Alcitoo, rey de Ofiria (así llama Fracastoro a Santo Domingo) apacentaba 2.000 reses entre bueyes y ovejas con los pastos que crecían en una verde pradera al lado de un río: pero ante los excesos de un riguroso estío, las fuentes y el río se secaron, los pastos se quemaron, los árboles se quedaron sin hoja y sin sombra, y las reses expiraban bajo los efectos de la implacable calura. Compadeciéndose de su ganado («Ille gregem miseratus», v. 294), Sífilo se volvió hacia el dios Sol y le apostrofó: «¿por qué, oh Sol, te llamamos padre y dios de las cosas?, ¿por qué nosotros, vulgo ignorante, te dedicamos altares y te veneramos, si luego no te preocupas lo más mínimo ni de nosotros ni de nuestros ganados?»; «¿deberé pensar que los dioses se dejan devorar por la envidia?». Después de esto, Sífilo comenzó a levantar altares y a rendir culto por todas partes al rey Alcitoo, en lo cual le siguieron los demás ciudadanos y «pastorum cetera turba» (v. 312). <br />
<br />
<br />
Obviamente, el dios Sol mandó el castigo; e inmediatamente apareció sobre la profanada tierra una peste desconocida («Protinus illuvies terris ignota profanis / exoritur... », vv. 326-27). Y el primero en notar sobre el cuerpo repugnantes úlceras fue Sífilo; de ahí que su nombre fuese aplicado a la nueva enfermedad («Siphilidemque ab eo labem dixere coloni », v. 332). La peste contagió a todas las demás gentes e incluso al rey. Y todos, desesperados, comenzaron a preguntarse sobre cuál pudo haber sido la causa del mal y cuál podrá ser el remedio. Responde la Ninfa Americe, intérprete de los dioses: la peste fue motivada por haber ultrajado al Sol, queriendo ser como él, pues a ningún mortal es lícito medirse con los dioses («nulli fas est se aequare deorum mortalem», v. 340). Y el remedio está en tributarle de nuevo el culto debido («date tura deo, et sua ducite sacra», v. 341). Cierto, la peste que os mandó como castigo será perpetua y no será ya más revocada: todo el que vendrá a este mundo la experimentará; así lo juró él («Quam tulit, aeterna est, nec iam revocabilis unquam / pestis erit: quicumque solo nascetur in isto / sentiet; ille.../ iuravit», vv. 343-46). Pero, si le sacrificáis víctimas y se lo suplicáis, el Sol os procurará la medicina que os dejará limpios del mal. Así habló la Ninfa Americe. Dispuestos a poner en práctica sus consejos, y creyendo que se tratase de víctimas humanas, echaron a suertes y fue destinado a ser la primera víctima el mismo Sífilo. Pero por intervención del buen Apolo, fue sustituido por un toro. A fin de que quedase memoria eterna de este hecho establecieron los antiguos padres la costumbre anual de los sacrificios. Aplacado de este modo el dios Sol hizo brotar en la selva profunda un «árbol sagrado» (v. 357), del cual manaba un líquido que aplicado al cuerpo del apestado lo curaba completamente. Fue el «guayaco» («jaco », le llama Fracastoro).<br />
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Sin pretender analizar aquí una a una las continuas metáforas, creo poder afirmar que bajo la corteza de las mismas, Fracastoro va hilvanando las diversas etapas de la historia bíblica del hombre o de la humanidad, en la que, por supuesto, incluye también a los habitantes de Ofiria: la creación («Sol, te, inquit, rerum patremque deumque / dicimus», vv. 296-97), el pecado original que se extiende a todo hombre («quicumque in solo nascetur in isto / sentiet», vv. 344-45), y, en fin, la redención que obtiene el hombre por el culto a Dios, por los sacrificios y, sobre todo, por la eficacia del «santo árbol» (« libamine cuius / vi mira infandae labis contagia pellunt», vv. 378-79). Pero Fracastoro parece quedarse a mitad del camino en la narración de esa historia. O mejor, parece querer señalar a la historia de la salvación nuevos derroteros. <br />
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El santo o sacro árbol que él describe no es el que fue levantado sobre el Calvario, sino el que hizo brotar el dios Sol en Ofiria. Por tanto, ese árbol, en forma de Cruz, no fue llevado del viejo al nuevo mundo sobre el pecho de los misioneros y menos todavía en las naves de descubridores y conquistadores. Al contrario, vino de allá para acá. A este propósito, Fracastoro narra con grande imaginación cómo, al llegar los hispanos o « hesperios» a Ofiria, huyeron, espantadas, las aves del sol, pero una de ellas, más agorera, antes de internarse en el bosque, les presagió en nombre de Apolo, entre otras cosas, lo siguiente: «no está lejos el día en que vosotros, miserables, lacerados vuestros miembros por desconocido mal, pediréis ayuda a esta selva, hasta que os arrepintáis de vuestros delitos («nec sera manet vos / illa dies, foedi ignoto quum corpora morbo / auxilium silva miseri poscetis ab ista, / donec poeniteat scelerum», vv. 189-92). Y de hecho -continúa narrando Fracastoro-, cuando Colón («dux»), en uno de los primeros encuentros amigables con los naturales de Santo Domingo, observó cómo éstos se curaban del terrible mal, se dio cuenta de que éste era el mal que había pronosticado la agorera ave de Febo, y tanto él como sus compañeros procuraron hacerse con el fármaco. y así llegó el «guayaco» a Europa.<br />
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<br />
Es el único mérito que Fracastoro reconoce a los Iberos: el haber sido los primeros en recibir y usar el preciado don y haberlo hecho conocer a los franceses, a los germanos, a los escitas, a los italianos, en una palabra, a toda Europa («Munera vos divum primi accepistis, Iberi, / praesens mirati auxilium: nunc cognita Gallis, / Germanisque, Scythisque, orbe et gavisa Latino / iam nunc Europam vecta est Huyacos in omnem» /, vv. 401-04).<br />
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La ciencia médica hoy ha demostrado suficientemente que el terrible azote que tantos genocidios causó en Europa a caballo entre el siglo XV y el XVI, no vino de América: existía ya en el viejo mundo desde que era mundo, si bien bajo otro nombre; de América recibió sólo el nuevo nombre de «sífilis», gracias a la fá[[BULA | bula]] de Fracastoro. <br />
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Pietro Bembo, a quien va dedicado el poema de Fracastoro, escribe en una carta a éste que la fá[[BULA | bula]] le gustó mucho. Probablemente gustó también en Europa, pues el libro se convirtió en un «best-seller». Después de la editio princeps de 1530, conoció 43 ediciones latinas, 23 traducciones italianas, 4 francesas, otras 4 alemanas, 9 inglesas, 1 portuguesa y 1 española (1863).<br />
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=Biliografía=<br />
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* G. Fracastoro, ''Sifilide, ossia Del mal francese Libri III''. Traduzione, introduzione e note di F. Winspeare (Firenze 1955); L. Baurngartner-J. F. Fulton, ''A Bibliography of the poem Syphilis sive Morbus gallicus by Girolamo Fracastoro of Verona'' (New Haven 1935). La Biblioteca Vaticana está muy bien provista de ejemplares: ''Syphilis sive morbvs gallicvs'', Veronae 1530, mense Augusto (in BAV R. 1. IV. 477 (int. 2) (Verona 1530) y otros bajo las siguientes signaturas: a) R.I.lV.1729(2); b) RG Medicina IV. 660; c) RG Scienze IV. 1315(2); Roma 1531: a) Palatina V.42 (4); b) RG Medicina IV. 4539; Basilea 1536: RG Medicina V.1404; Venecia 1555: RG Scienze IV. 1993; Amberes 1562: Barberini D./.146 (int. 3); Venecia 1574 (''Opera omnia''): a) Barberini 0.lII.39; b) R.I.lII.139; c) RG Medicina II/.4S1; Venecia 1584 (''Opera omnia''): a) Barberini 0.11/.40; b) Chigi /; c) RG Medicina /V.100; d) RG Medicina /V.4524. <br />
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<br />
'''ISAAC VAZQUES JANEIRO''' (© Caeli Novi et Terra Nova- BAV 1992)<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[BULA|BULA]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=GOLFO_DE_M%C3%89XICO._Exploraci%C3%B3n_de_sus_costas_(1513-1535)&diff=3705839
GOLFO DE MÉXICO. Exploración de sus costas (1513-1535)
2023-08-28T17:12:12Z
<p>Louvier: /* YUCATÁN */</p>
<hr />
<div>==BAHAMAS y FLORIDA==<br />
<br />
En 1513 Juan Ponce de León<ref>Juan Ponce de León y Figueroa (Santervás de Campos, Valladolid. 8 de abril de 1460-La Habana, julio de 1521). Sus restos reposan en la catedral de San Juan Bautista de Puerto Rico.</ref>descubre las Bahamas y la península de [[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | la Florida]]. El Adelantado<ref>«Adelantado» fue uno de los títulos que los reyes de España concedían a algunos pioneros conquistadores como reconocimiento de sus gestas, señalándolos como los primeros en haber cumplido una determinada gesta de conquista en una región del Continente.</ref>Ponce de León fue explorador y conquistador español, primer gobernante de Puerto Rico y descubridor de [[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | la Florida]], territorio al que llega el día de Pascua (Pascua Florida) y da tal nombre de memoria cristiana a las tierras descubiertas. (El territorio de Florida pasará en 1817 al actual Estados Unidos, vendida por España en 1821). <br />
<br />
En 1519 Alonso Álvarez de Pineda<ref>Alonso Álvarez de Pineda, Aldeacentenera (Cáceres-Extremadura), 1494 – Pánuco (México), c. 1520. Explorador y cartógrafo.</ref>descubre la desembocadura del río Mississippi. Por encargo de Francisco de Garay, gobernador de Jamaica, capitaneó un viaje de exploración a las costas del golfo de México. La expedición partió de Jamaica a finales de marzo de 1519. Su misión era explorar y cartografiar la zona comprendida entre el sur del golfo y los territorios de [[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | La Florida]], descubiertos seis años antes por Juan Ponce de León, y averiguar si se hallaba allí un paso que comunicara el océano Atlántico con el Pacífico, el tan buscado estrecho de Anián.<ref>En el siglo XVI, exploradores y navegantes se lanzaron en busca de un paso que comunicara Asia y américa. Hacia fines de ese siglo fue evidente la inexistencia de tal “esrecho”</ref> <br />
<br />
Álvarez de Pineda costeó [[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | La Florida]] y entró en la bahía de Corpus Christi (en el actual estado de [[TEXAS | Texas]]). Tomó posesión de ella en nombre de la Corona de España y fundó allí una ciudad. Llegó hasta el río Bravo, al que llamó río de las Palmas, y el 2 de junio de 1519 avistó la desembocadura del río Mississippi, al que puso el nombre de río del Espíritu Santo por la festividad del día. Después, puso rumbo al Sur, hasta llegar a Veracruz (México) en agosto de 1519. <br />
<br />
Allí se encontraba la expedición que, al frente de [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]], se disponía a marchar a la conquista del imperio azteca. Pineda llevaba instrucciones del gobernador de Jamaica para interceptar la expedición de Cortés en Veracruz. Así, en cuanto los hombres de Garay desembarcaron, los soldados de Cortés cayeron sobre ellos capturando a la mayoría. Pineda consiguió escapar navegando por el golfo de México hacia el Norte durante cuarenta días hasta alcanzar la desembocadura del río Grande y desde allí puso rumbo a Jamaica. <br />
<br />
El resultado de su viaje fue el reconocimiento detallado de las costas del golfo de México en más de ochocientas millas, desde Florida hasta Veracruz, y el trazado de cartas geográficas de toda la zona explorada, a la que puso el nombre de Amichel. Al mismo tiempo, demostró que [[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | La Florida]] no era una isla, como se creía desde que así lo afirmara Ponce de León al descubrirla. Es pues, el primer explorador y cartógrafo del golfo de México, así como el primer explorador de [[TEXAS | Texas]]. <br />
<br />
Basándose en el reconocimiento efectuado por Pineda, en junio de 1521 el gobernador Francisco de Garay obtuvo la aprobación de la Corona de España para colonizar esta área en calidad de «adelantado». Poco después de regresar a Jamaica, partió de nuevo hacia México y viajó a la región de Pánuco para establecer allí una colonia, cerca de la futura ciudad de Tampico. La opinión más comúnmente admitida es que murió en Pánuco en 1520. <br />
<br />
En enero de dicho año, Diego de Camargo comandaba un barco encargado de transportar provisiones desde Jamaica hasta la colonia. Al llegar, la encontró asediada por los indios huastecas. Excepto sesenta personas que Camargo pudo evacuar, todos los pobladores y soldados habían muerto; entre ellos se cree que estaba Alonso Álvarez de Pineda. <br />
<br />
==YUCATÁN==<br />
<br />
En 1517 Francisco Hernández de Córdoba, España, (c. 1467-Sancti Spíritus, [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], 1517) [ no confundir con su homónimo, fundador de Granada y León, Nicaragua] fue un conquistador español, que ha pasado a la historia por la accidentada expedición que dirigió entre febrero y mayo de 1517, durante la cual tomó posesión «oficial» para el [[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso | Imperio español]] de la Península de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]], tras la llegada de los primeros españoles a la Península formalmente documentada. Se le considera también «descubridor de México»</ref>descubre y explora la península del [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] encontrando a la etnia de los indios mayas, quienes habían alcanzado una cultura mucho más avanzada que los del Caribe. Su historia merece una más específica explicación. Francisco Hernández de era un rico encomendero de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]]. Fue nombrado por el Gobernador de la isla, Diego Velázquez de Cuéllar, jefe de la expedición que debía explorar los mares al occidente de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] y sus posibles islas o costas continentales. <br />
<br />
Partió de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] en febrero de 1517, y halló la costa de la península de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]], por lo que muchos lo consideran como el descubridor de lo que hoy es México. Saliendo del puerto de Ajaruco, en la banda norte de la provincia de La Habana, según Díaz del Castillo, o de Santiago según algunos autores modernos;<ref>Cf. [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]], ''Historia Verdadera''…, capítulo 2: «En 8 días del mes de febrero del año de 1517 años salimos de La Habana y nos hicimos a la vela en el puerto de Jaruco, que así se llama entre los indios y es en la banda del norte». La mención a La Habana no puede referirse a la ciudad, que entonces estaba en la banda sur. El puerto de Ajaruco suele identificarse con la ubicación actual de La Habana (Clavijero). Autores modernos, como Hugh Thomas o Juan Miralles Ostos, creen que pudo salir de Santiago. [Citaciones en Wikipedia].</ref>la flota fue sorprendida por una tormenta que la llevó a tierra. Observaron cómo se acercaban los pobladores del lugar, con cara alegre y muestras de paz. Cuando los españoles preguntaron con señas por el nombre del lugar, los mayas respondieron «in ca wotoch», que quiere decir «esta es mi casa». Por esta causa le pusieron a esa tierra Punta de Catoche, hoy Cabo Catoche.<ref>Luis., Conde-Salazar Infiesta,; Manuel., Lucena Giraldo, (2009), ''Atlas de los exploradores españoles'', GeoPlaneta, ISBN 9788408086833, OCLC 556943554. [Citaciones en Wikipedia]</ref><br />
<br />
Fue un encuentro muy importante en cuanto por los españoles tuvieron por primera vez constancia de la presencia en América de culturas avanzadas (los mayas), con casas «de cal y canto» y organización social de complejidad más próxima a la del Viejo Mundo, y se tuvo también esperanza de existencia de oro. <br />
<br />
Halló muchos poblados habitados y entabló en ellos contactos puntuales, pero generalmente hostiles, al punto que resultó para los españoles muy difícil el acopio de agua, por los ataques de que eran objeto. En uno de ellos, en el lugar que los mayas llamaban Chakán Putum (Champotón), el ataque fue mucho más fiero de lo normal y causó muchos muertos a los expedicionarios, siendo casi todos, incluido Hernández de Córdoba, heridos por arma arrojadiza: flechas y azagayas. El piloto Antón de Alaminos decidió levar anclas y dirigir sus barcos a Florida, lugar que conocía por haber participado en la expedición de Juan Ponce de León en 1512. <br />
<br />
Allí recalaron lo justo para recoger víveres y agua y regresar a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]]. Pero Hernández no vivió la continuidad de su obra: murió en aquel mismo año de 1517, apenas dos semanas después de regresar de su desgraciada expedición, como resultado de las heridas y la sed sufridas durante el viaje, y decepcionado al saber que Diego Velázquez había preferido a Juan de Grijalva como capitán de la siguiente expedición a [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]]. <br />
<br />
Las noticias de la expedición alentaron a Velázquez, que supuso la presencia de oro en poblaciones como las descubiertas y organizó otras dos expediciones, al mando primero de Juan de Grijalva, en 1518, y luego de [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]], en 1519, que finalmente terminó por conquistar México y luego explorar desde el Golfo de [[CALIFORNIA;_Misiones | California]] hasta las Hibueras. <br />
<br />
De la biografía de Hernández de Córdoba solo se sabe que residía en [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] en 1517, por lo que seguramente habría participado en su conquista, y que era un hacendado rico que tenía un poblado de indios, así como amistades con suficiente capacidad económica como para ayudar a financiar la expedición que encabezó. [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]] es el cronista que más detalles aporta sobre el viaje de Hernández de Córdoba, y también el único que fue testigo presencial de todo el proceso, pues participó en las expediciones posteriores de Juan de Grijalva y de [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]]. <br />
<br />
Además, Bernal declara en su crónica haber sido él mismo promotor del proyecto, junto con otro centenar de españoles que decían necesitar ''“ocupar sus personas”'', porque hacía tres años que habían llegado a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], desde la Castilla del Oro de Pedrarias Dávila, y se quejaban de que ''”no habían hecho cosa alguna que de contar fuera”''.<br />
<br />
==Polémica por los motivos de la expedición de Hernández de Córdoba==<br />
<br />
Bernal cuenta primero que tanto él como otros ciento diez españoles, que vivían en Castilla del Oro, decidieron pedir permiso a Pedro Arias Dávila para trasladarse a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], que Pedrarias concedió de buen grado, porque en Tierra Firme ''”no había nada que conquistar, que todo estaba en paz, que el Vasco Núñez de Balboa, su yerno del Pedrarias, lo había conquistado"''. Esos españoles de Castilla del Oro se presentaron en [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] a Diego Velázquez, el gobernador (y familiar de [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]]), quien les prometió que ''“nos daría indios, en vacando”''. <br />
<br />
Inmediatamente después de esta alusión a la promesa de indios, Bernal dice que ''”Y como se habían pasado ya tres años [...] y no habíamos hecho cosa alguna que de contar fuera”'', los ciento diez españoles procedentes del [[PANAMÁ;_Vicariato_de_Darién | Darién]] ''”y los que en la isla de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] no tenían indios”'' —otra vez la alusión a la falta de indios— decidieron concertarse con ''”un hidalgo que se decía Francisco Hernández de Córdoba [...] y era hombre rico y tenía pueblo de indios en aquella isla [Cuba]”'', para que aceptara ser su capitán para ''"ir a nuestra ventura a descubrir nuevas tierras y en ellas emplear nuestras personas”''. <br />
<br />
Se aprecia que [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]] no intenta ocultar que los tan repetidos indios algo tenían que ver con el proyecto, aunque autores como Madariaga prefieran concluir que el objetivo era el mucho más noble de ''“descubrir, ocupar nuestras personas y hacer cosas dignas de ser contadas.”'' El cronista niega inmediatamente que se admitiera la pretensión de Velázquez de capturar indios: ''“le respondimos que lo que decía no lo manda Dios ni el rey, que hiciésemos a los libres esclavos”''. <br />
<br />
Si aceptamos el juicio de Bernal, el gobernador admitió deportivamente la negativa, y aun así, proporcionó el barco. Para valorar la forma vaga y acaso contradictoria en que Bernal trata el asunto del secuestro de indios como posible objetivo del viaje, debe tenerse en cuenta que escribió su historia de la conquista unos cincuenta años después de ocurridos los hechos, y que al menos en parte su objetivo era que se reconocieran sus servicios a la Corona. <br />
<br />
La mayoría de sus contemporáneos, que además escribieron antes, son más tajantes: en la carta enviada a la reina doña Juana y al rey Carlos I por la justicia y regimiento de la Rica Villa de la Vera Cruz, los capitanes de Cortés narran el origen de la expedición de Hernández diciendo: ''”como es costumbre en estas islas que en nombre de vuestras majestades están pobladas de españoles de ir por indios a las islas que no están pobladas de españoles, para se servir dellos, enviaron los susodichos [Francisco Fernández de Córdoba, y sus socios Lope Ochoa de Caicedo y Cristóbal Morante] dos navíos y un bergantín para que de las dichas islas trujesen indios a la dicha isla Fernandina, y creemos [...] que el dicho Diego Velázquez [...] tenía la cuarta parte de la dicha armada”''. <br />
<br />
La presencia de Antón de Alaminos en la expedición es uno de los argumentos en contra de la hipótesis del objetivo exclusivamente esclavista. Este prestigioso piloto, veterano de los viajes del Almirante, parece un recurso excesivo para una expedición esclavista a los islotes de Guanajes. Hay otro miembro de la expedición cuya presencia se aviene todavía menos con esa hipótesis: el «veedor» Bernardino Íñiguez. <br />
<br />
Este cargo público tenía funciones que hoy llamaríamos fiscales y administrativas (hoy se llamaría «supervisor»). Se encargaba de contar los tesoros rescatados en las expediciones, en metales y piedras preciosas, para dar fe de la correcta separación del «quinto real» (se destinaba a la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | corona española]] un 20% de lo obtenido en las conquistas; norma fiscal con origen en la Reconquista) y de otros requisitos legales como leer a los indios, antes de atacarlos, el «[[REQUERIMIENTO;_Origen,_práctica_y_derogación | Requerimiento]]». Si la expedición iba a Guanajes a por indios, no hacía falta, e incluso era inconveniente, llevar Veedor. <br />
<br />
Los anteriores datos son difíciles de conciliar entre sí y resultan compatibles con varias hipótesis. Bajo la primera, Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]] habría descubierto [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] por accidente, al verse desviada su expedición por una tormenta, inicialmente destinada a un viaje más corto; entre tanto, las menciones de Alaminos y del Veedor serían meros «adornos» destinados a legitimar el intento. En segundo lugar, puede suponerse que tras unos malos propósitos de Diego Velázquez, rápidamente reprimidos y afeados por los demás españoles, que además se conformaban con seguir sin indios en [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], el viaje se planeó principalmente como de descubrimiento y conquista, y por eso se llevaba Veedor además de tan buen piloto. Por supuesto, puede también creerse, con Las Casas, que el proyecto pretendía conseguir los dos objetivos. <br />
<br />
Años más tarde, [[CERVANTES_DE_SALAZAR,_Francisco | Francisco Cervantes de Salazar]], en su «Crónica de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]]» atribuyó a Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]] los siguientes hechos y frases: ''“Desta manera salió Francisco Hernández del puerto de Santiago de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], el cual, estando ya en alta mar, declarando su pensamiento, que era otro del que parescía, dixo al piloto: «No voy yo a buscar lucayos (lucayos son indios de rescate), sino en demanda de alguna buena isla, para poblarla y ser Gobernador della; porque si la descubrimos, soy cierto que ansí por mis servicios como por el favor que tengo en Corte con mis deudos, que el Rey me hará merced de la gobernación della; por eso, buscadla con cuidado, que yo os lo gratificaré muy bien y os haré en todo ventajas entre todos los demás de nuestra compañía.»”.''<ref>Cervantes de Salazar, Francisco (1554) ''Crónica de Nueva España'' libro II cap. I "De la primera noticia que tuvieron los españoles de la Costa de la Nueva España".</ref><br />
<br />
==CATOCHE, YUCATÁN Y CHAMPOTÓN==<br />
<br />
===Batalla de Catoche===<br />
<br />
Al día siguiente del arribo de la expedición a un lugar de la costa que los mayas llamaban Ekab, los naturales se acercaron a los navíos invitando a los españoles a ir a tierra firme diciéndoles «conéx cotóch» «conex cotóch» (venid a nuestras casas); por eso los españoles se referirána ese lugar como «punta catoche». Decidieron aceptar la invitación, pero contemplaron bastante alarmados cómo la costa se llenaba de nativos, presintiendo que el desembarco podía ser peligroso. <br />
<br />
No obstante, bajaron a tierra como lo solicitaba su hasta ese momento su amable anfitrión, el cacique de ese lugar, aunque por precaución usaron sus propios bateles en lugar de aceptar ser llevados por los indios en canoas, y por supuesto salieron armados, procurando sobre todo llevar ballestas y escopetas (''"quince ballestas y diez escopetas"'', según la increíble memoria de [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]]). <br />
<br />
Los temores de los españoles se confirmaron inmediatamente. El cacique les tenía preparada una emboscada en cuanto pisaran tierra. Multitud de indios los atacaron, armados con lanzas, rodelas, hondas (hondas dice Bernal; Diego de Landa niega que los indios de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] conocieran la honda; sostiene que lanzaban las piedras con la mano derecha, utilizando la izquierda para apuntar; pero la honda era conocida en otros puntos de Mesoamérica, y el testimonio de los que recibían las pedradas merece sin duda más crédito), flechas lanzadas con arco, y armaduras de algodón. Solo la sorpresa producida en los indios por las cortantes espadas de acero, las ballestas y las armas de fuego pudo ponerlos en fuga, consiguiendo los españoles volver a embarcar, no sin sufrir los primeros heridos de la expedición. <br />
<br />
Durante esta batalla de Catoche ocurrieron dos hechos que tendrían gran influencia futura: uno fue el haber hecho prisioneros a dos indios, a los que llevados a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] y una vez [[INDÍGENAS;_Su_actitud_ante_la_Evangelización | evangelizados]] y bautizados se les llamó Julián y Melchor, o más frecuentemente «Julianillo y Melchorejo». Habrían de ser los primeros intérpretes de los españoles en tierra maya, en la siguiente expedición que comandó Juan de Grijalva en 1518. <br />
<br />
Otro fue la curiosidad y valor del clérigo González, capellán del grupo, que, habiendo saltado a tierra con los soldados, se entretuvo en explorar una pirámide y unos adoratorios. El clérigo González vio por primera vez los ídolos mayas, y recogió piezas ''"de medio oro, y lo más cobre"'', que de todos modos serían suficientes para excitar la codicia de los españoles de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], al regreso de la expedición. Al menos dos soldados murieron como resultado de las heridas de esa batalla.<br />
<br />
===Exploración de la «isla» de Yucatán===<br />
<br />
De vuelta en los navíos, Antón de Alaminos impuso una navegación lenta y vigilante, moviéndose solo de día, porque estaba empeñado en considerar a [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] como una isla. Además, empezó la mayor penalidad de los viajeros, la falta de agua de boca a bordo. Los depósitos de agua, pipas y vasijas, no eran de la calidad requerida para largas travesías; perdían agua y no la conservaban bien, exigiendo frecuentes desembarcos para renovar el imprescindible líquido. <br />
<br />
Cuando fueron a tierra para llenar las pipas, cerca de un pueblo al que llamaron Lázaro (En lengua de indios se llama [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]], nos aclara Bernal), los indios se les acercaron una vez más con apariencia pacífica, y les repitieron una palabra que debería haberles resultado enigmática: «Castilian». Luego se atribuyó la palabra a la presencia en las proximidades de Jerónimo de Aguilar y de [[GUERRERO,_Gonzalo | Gonzalo Guerrero]], los «náufragos de Nicuesa».<ref>En 1511 un navío dirigido por Diego Nicuesa partió de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] hacia Santo Domingo en la isla La Española, pero un huracán hizo naufragar a la nave. 20 marineros lograron sobrevivir en un batel y fueron arrojados a las costas de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]]. 18 de ellos fueron muertos por los indígenas y 2 sobrevivieron: Jerónimo de Aguilar que fue rescatado hasta 1519 por [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]], y [[GUERRERO,_Gonzalo | Gonzalo Guerrero]] que se unió a una mujer maya y se negó a ser rescatado, dando inicio al mestizaje mexicano.</ref><br />
<br />
Los españoles encontraron un pozo «de cal y canto» utilizado por los indios para abastecerse de agua dulce, y pudieron llenar sus pipas y vasijas. Los indios, otra vez con aspecto y maneras amigables, los llevaron a su poblado, donde una vez más pudieron ver construcciones sólidas y muchos ídolos (Bernal alude a los «bultos de serpientes» en las paredes, tan característicos de Mesoamérica). Conocieron además a los primeros sacerdotes, con su túnica blanca y su larga cabellera impregnada de sangre humana. <br />
<br />
Estos sacerdotes les hicieron ver que las muestras de amistad no continuarían: convocaron a gran cantidad de guerreros y mandaron quemar unos carrizos secos, indicando a los españoles que si no se marchaban antes de que se extinguiera el fuego, los atacarían. Los hombres de Hernández decidieron retirarse a los barcos, con sus pipas y aljibes de agua, y consiguieron hacerlo antes de que los indios los atacaran, saliendo bien librados del descubrimiento de Campeche. <br />
<br />
===Chakán Putum (Champotón) y la «mala pelea»===<br />
<br />
Pudieron navegar unos seis días de buen tiempo y otros cuatro de temporal, que a punto estuvo de hacerlos naufragar. Pasado ese tiempo, el agua dulce se les volvió a agotar por culpa del mal estado de los depósitos. Estando ya en situación extrema, se detuvieron a recoger agua en un lugar que Bernal a veces llama Chakán Putum y a veces por su nombre actual de Champotón, donde discurre el río del mismo nombre. En cuanto habían henchido las pipas, se vieron rodeados de muchos escuadrones de indios. Pasaron la noche en tierra, con grandes precauciones y guardados por «velas y escuchas». <br />
<br />
Esta vez los españoles decidieron que no debían escapar, como en Cabo Catoche: necesitaban agua, y la retirada parecía más peligrosa que el ataque si los indios la estorbaban. Así que decidieron luchar, con resultado muy adverso: nada más empezar la batalla ya habla Bernal de ochenta españoles heridos. Recordando que los originalmente embarcados eran un centenar de personas, no todos soldados, eso da idea de que estuvieron muy cerca de terminar en ese momento la expedición. Pronto descubrieron que los escuadrones de indios se multiplicaban con nuevos refuerzos y que, si bien espadas, ballestas y arcabuces los asustaban al principio, conseguían superar la sorpresa procurando asaetear a distancia a los españoles, para mantenerse alejados de sus espadas. <br />
<br />
Al grito de «Calachumi» (Halach Uinik), que los conquistadores pronto supieron traducir como «¡al jefe!», los indios se ensañaron especialmente con Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]], que llegó a recibir diez flechazos. También aprendieron los españoles el empeño de sus oponentes por capturar personas vivas: dos fueron hechas prisioneras y seguramente sacrificadas después; de una sabemos que se llamaba Alonso Boto, y de la otra Bernal solo es capaz de recordarla como ''“un portugués viejo”''. <br />
<br />
Llegó un momento en que solo quedaba un soldado ileso, el capitán debía estar prácticamente inconsciente, y la agresividad de los indios se multiplicaba. Decidieron entonces como último recurso romper el cerco de los indios en dirección a los bateles, y volver a abordarlos —sin poder ocuparse de sus pipas de agua— para ganar los barcos. Afortunadamente para ellos, los indios no se habían preocupado de retirar o inutilizar las barcas, como habrían podido hacer. <br />
<br />
Se ensañaron, en cambio, en el ataque con flechas, piedras y lanzas a los bateles en fuga, que se desequilibraron por el peso y movimiento, y acabaron dando al través o volcando. Los supervivientes de Hernández tuvieron que desplazarse asidos a las bordas de las lanchas, medio nadando, pero al final fueron recogidos por el barco de menor calado, y puestos a salvo. <br />
<br />
Los supervivientes, al pasar lista, tuvieron que lamentar la falta de cincuenta compañeros, incluyendo los dos que se llevaron vivos. El resto estaban muy malheridos, con excepción de un soldado llamado Berrio, que resultó sorprendentemente ileso. Cinco murieron en los días siguientes, siendo arrojados al mar sus cadáveres. Los españoles llamaron al sitio «costa de la mala pelea», y así figuró en los mapas durante algún tiempo. <br />
<br />
==EL RETORNO A TRAVÉS DE FLORIDA==<br />
<br />
Los expedicionarios habían vuelto a las naves sin el agua dulce que obligó al desembarco. Además, veían mermada su tripulación en más de cincuenta hombres, muchos de ellos marineros, lo que unido a la gran cantidad de heridos graves les impedía maniobrar los tres barcos. Se deshicieron del de menor calado quemándolo en alta mar, después de haber repartido en los otros dos sus velas, anclas y cables. <br />
<br />
La sed comenzó a ser intolerable. Bernal habla de que se les agrietaban lenguas y gargantas, y de soldados que fallecieron porque la desesperación los llevó a ingerir agua de mar. Otro desembarco de quince hombres, en un lugar al que llamaron «Estero de los lagartos» solo obtuvo agua salobre, que aumentó la desesperación de los tripulantes. <br />
<br />
Los pilotos Alaminos, Camacho y Álvarez decidieron, a iniciativa de Alaminos, navegar a Florida en lugar de hacerlo directamente a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]]. El piloto mayor Alaminos recordaba su exploración de [[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | La Florida]] con Juan Ponce de León, y creía saber que esa era la ruta más segura, aunque nada más llegar a Florida advirtió a sus compañeros de la belicosidad de los indios locales. Efectivamente, las veinte personas —entre ellas Bernal y el piloto Alaminos— que desembarcaron en busca de agua fueron atacadas por nativos, aunque esta vez lograron sobreponerse a ellos, no sin que Bernal recibiera su tercera herida del viaje, y Alaminos un flechazo en la garganta. <br />
<br />
Desapareció también uno de los vigías que se habían puesto en torno a la tropa, Berrio, precisamente el único soldado que había resultado ileso en Champotón. Pero pudieron regresar al barco, y por fin llevaban agua dulce que alivió el sufrimiento de los que habían permanecido en él, aunque uno de ellos, siempre según Bernal, bebió tanta que se hinchó y murió a los pocos días. Ya con agua, se dirigieron a La Habana con los dos navíos restantes, pudieron desembarcar en el puerto de Carenas (La Habana), dando por terminado el viaje. <br />
<br />
En algún momento entre 1517 y 1518, los españoles dejaron abandonada en la isla de Términos (actualmente isla del Carmen) a una perra de caza, la lebrela de Términos, que luego recuperaría la expedición de Cortés. [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]] refiere que fue Grijalva el que perdió la perra, pero Cortés atribuye el anecdótico suceso a Hernández. Si fuera así, como supone el moderno biógrafo de Cortés Juan Miralles, debería revisarse la ruta de vuelta de su expedición, que no iría de Champotón a Florida directamente, sino recalando en la isla del Carmen, algo más al sur. <br />
<br />
==LA EXPEDICIÓN DE JUAN DE GRIJALVA==<br />
<br />
El descubrimiento de «El Gran Cairo», en marzo de 1517, fue sin duda un momento crucial en la consideración de las Indias por los españoles: hasta entonces, nada se había asemejado a las historias de Marco Polo, o a las promesas de Colón, que adivinaba Catay —y hasta el Jardín del paraíso— tras cada cabo y en cada río. <br />
<br />
Lejos estaban todavía los encuentros con las culturas azteca e inca, y «El Gran Cairo» era lo más parecido a ese sueño que los conquistadores habían contemplado hasta entonces. De hecho, cuando llegaron noticias a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], los españoles reavivaron su imaginación, creando otra vez fantasías sobre el origen de los pueblos descubiertos, que remitían a «los gentiles» o a «los [[JUDÍOS_EN_URUGUAY | judíos]] desterrados de Jerusalén por Tito y Vespasiano». <br />
<br />
De la importancia que se dio a las noticias, objetos y personas que Hernández llevó a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], da idea la rapidez con la que se preparó la siguiente expedición que Diego Velázquez encargó a Juan de Grijalva, pariente suyo y persona de su confianza. Las noticias de que en esa «isla» de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] había oro, confirmadas además con entusiasmo por Julianillo, cebaron el proceso que concluiría con la [[CONQUISTA_DE_MÉXICO | Conquista de México]] por la tercera flota enviada: la de [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]]. <br />
<br />
[[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]], en su «Historia Verdadera…», al principio del capítulo segundo dice: ''“En 8 días del mes de febrero del año de 1517 años salimos de La Habana y nos hicimos a la vela en el puerto de Jaruco, que así se llama entre los indios y es en la banda del norte”''. La mención a La Habana no puede referirse a la ciudad, que entonces estaba en la banda sur. El puerto de Ajaruco suele identificarse con la ubicación actual de La Habana (Clavijero). Autores modernos, como Hugh Thomas o Juan Miralles Ostos creen que pudo salir de Santiago. <br />
<br />
En 1518 Juan de Grijalva explora con más detención la península del [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] encontrando oro, joyas, e información de México y enviados de [[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN | Moctezuma]]. Grijalva había nacido en Cuéllar, España, en 1490 y muere en Olancho, América Central, en 1527. Se trasladó en su juventud a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], donde contó con el apoyo político de su tío, Pánfilo de Narváez, y de su paisano, el gobernador Diego Velázquez de Cuéllar. Intervino en el proceso de conquista y colonización de la isla desde 1511. <br />
<br />
Según la crónica de Herrera, cuando Velázquez partió para celebrar su boda le dejó a cargo de la colonia de Santiago de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], donde residían fray [[LAS_CASAS,_Fray_Bartolomé_de | Bartolomé de Las Casas]] y cincuenta españoles. En 1514 participó en la fundación de la villa Trinidad, en la que permaneció en calidad de poblador y encomendero hasta que Diego Velázquez le puso al frente de la expedición que tenía la misión de completar las exploraciones del Golfo de México que había realizado Francisco Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]]. <br />
<br />
Entre los integrantes de la expedición, que partió en abril de 1518, figuraron [[ALVARADO,_Pedro_de | Pedro de Alvarado]], Francisco de Montejo, Alonso Dávila y un futuro historiador de la [[CONQUISTA_DE_MÉXICO | conquista de México]]: [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]]. Los cuatro navíos que componían la expedición recalaron el 3 de mayo en la isla de Cozumel, a la que Grijalva dio el nombre de Santa Cruz. Posteriormente recorrieron la costa este del [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] y entraron en contacto con distintas poblaciones de origen maya. Hallaron las bocas de los ríos Usumacinta, Tabasco, Coatzacoalcos y Papaloapan, y establecieron relaciones con los indígenas que poblaban sus márgenes. <br />
<br />
Más tarde alcanzaron la desembocadura de otro río, denominado Banderas por Grijalva, donde tuvieron la primera noticia de la existencia del imperio azteca, al recibir a una embajada enviada por [[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN | Moctezuma]] II. El 19 de junio los españoles desembarcaron en las cercanías de la actual Veracruz, en la bahía de [[SAN_JUAN_DE_ULÚA._Castillo-Fortaleza | San Juan de Ulúa]], y tomaron posesión de aquel puerto, al que dieron el nombre de Santa María de las Nieves. Pese a la insistencia de algunos de sus capitanes, Grijalva no se atrevió a fundar una colonia. <br />
<br />
Después de enviar a [[ALVARADO,_Pedro_de | Pedro de Alvarado]] a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] en busca de refuerzos, Juan de Grijalva continuó su exploración costera, pero, al verse acosado por nativos hostiles en las cercanías de la desembocadura del río Canoas, siguió el consejo del piloto Antón de Alaminos y, el 21 de septiembre determinó regresar, ante la oposición, entre otros, de Francisco de Montejo y Alonso Dávila. Tras regresar a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], fue destituido por el gobernador Diego Velázquez.<br />
<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<references></references><br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
<br />
D. E. CHIPMAN, ''Nuño de Guzmán and the Province of Pánuco in New Spain: 1518-1533'', Glendale, [[CALIFORNIA;_Misiones | California]], <br />
<br />
Arthur H. Clark Company, 1967; D. E. CHIPMAN, ''[[TEXAS | Texas]] en la época colonial'', Madrid, MAPFRE, 1992; <br />
<br />
CHIPMAN, DONALD E. (1992), ''Spanish [[TEXAS | Texas]], 1519-1821, Austin, TX: University of [[TEXAS | Texas]] Press, ISBN 0-292-77659-4''; <br />
<br />
DÍAZ DEL CASTILLO BERNAL, ''Historia verdadera de la conquista de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]]'', Madrid, Historia 16, 1985; <br />
<br />
R. S. WEDDLE, ''Spanish Sea: The Gulf of Mexico in North American Discovery 1500-1685'', Collage Station, [[TEXAS | Texas]] A&amp;M University Press, 1985<br />
<br />
<br />
M.ª L. RODRÍGUEZ SALA, I. GÓMEZ GIL Y M.ª E. CUÉ, ''Navegantes, exploradores y misioneros en el septentrión novohispano en el siglo XVI'', México, Consejo Nacional para la Cultura y el Arte, UNAM, 1993; <br />
<br />
H. E. BOLTON, ''The Spanish Borderlands: A chronicle of Old Florida and the Southwest'', Alburquerque, University of New Mexico Press, 1996. <br />
<br />
WEBER, DAVID J. (1992), ''The Spanish Frontier in North America, Yale Western Americana Series, New Haven, CT: Yale University Press, ISBN 0-300-05198-0''. <br />
<br />
ROBERT S. WEDDLE: Alonso Alvarez de Pineda from the '''Handbook of [[TEXAS | Texas]] Online.'''<br />
<br />
<br />
'''FIDEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[LAS_CASAS,_Fray_Bartolomé_de|LAS CASAS, Fray Bartolomé de]]<br />
<br />
[[CALIFORNIA;_Misiones|CALIFORNIA; Misiones]]<br />
<br />
[[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN|MOCTEZUMA XOCOYOTZIN]]<br />
<br />
[[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico?|CUBA; ¿un fósil prehistórico?]]<br />
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[[SAN_JUAN_DE_ULÚA._Castillo-Fortaleza|SAN JUAN DE ULÚA. Castillo-Fortaleza]]<br />
<br />
[[JUDÍOS_EN_URUGUAY|JUDÍOS EN URUGUAY]]<br />
<br />
[[CERVANTES_DE_SALAZAR,_Francisco|CERVANTES DE SALAZAR, Francisco]]<br />
<br />
[[GUERRERO,_Gonzalo|GUERRERO, Gonzalo]]<br />
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[[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia|YUCATÁN EN EL TIEMPO. Enciclopedia]]<br />
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[[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal|DÍAZ DEL CASTILLO, Bernal]]<br />
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[[TEXAS|TEXAS]]<br />
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[[CONQUISTA_DE_MÉXICO|CONQUISTA DE MÉXICO]]<br />
<br />
[[CORTÉS,_Hernán|CORTÉS, Hernán]]<br />
<br />
[[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso|IMPERIO ESPAÑOL; razones de su ocaso]]<br />
<br />
[[ALVARADO,_Pedro_de|ALVARADO, Pedro de]]<br />
<br />
[[REQUERIMIENTO;_Origen,_práctica_y_derogación|REQUERIMIENTO; Origen, práctica y derogación]]<br />
<br />
[[INDÍGENAS;_Su_actitud_ante_la_Evangelización|INDÍGENAS; Su actitud ante la Evangelización]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre|CAMPECHE. Capital del Estado mexicano del mismo nombre]]<br />
<br />
[[PANAMÁ;_Vicariato_de_Darién|PANAMÁ; Vicariato de Darién]]<br />
<br />
[[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio|CORONA ESPAÑOLA: Su papel en la evangelización y en los derechos del indio]]<br />
<br />
[[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos|LA FLORIDA; el Castillo de San Marcos]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=GOLFO_DE_M%C3%89XICO._Exploraci%C3%B3n_de_sus_costas_(1513-1535)&diff=3705838
GOLFO DE MÉXICO. Exploración de sus costas (1513-1535)
2023-08-28T17:11:37Z
<p>Louvier: /* YUCATÁN */</p>
<hr />
<div>==BAHAMAS y FLORIDA==<br />
<br />
En 1513 Juan Ponce de León<ref>Juan Ponce de León y Figueroa (Santervás de Campos, Valladolid. 8 de abril de 1460-La Habana, julio de 1521). Sus restos reposan en la catedral de San Juan Bautista de Puerto Rico.</ref>descubre las Bahamas y la península de [[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | la Florida]]. El Adelantado<ref>«Adelantado» fue uno de los títulos que los reyes de España concedían a algunos pioneros conquistadores como reconocimiento de sus gestas, señalándolos como los primeros en haber cumplido una determinada gesta de conquista en una región del Continente.</ref>Ponce de León fue explorador y conquistador español, primer gobernante de Puerto Rico y descubridor de [[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | la Florida]], territorio al que llega el día de Pascua (Pascua Florida) y da tal nombre de memoria cristiana a las tierras descubiertas. (El territorio de Florida pasará en 1817 al actual Estados Unidos, vendida por España en 1821). <br />
<br />
En 1519 Alonso Álvarez de Pineda<ref>Alonso Álvarez de Pineda, Aldeacentenera (Cáceres-Extremadura), 1494 – Pánuco (México), c. 1520. Explorador y cartógrafo.</ref>descubre la desembocadura del río Mississippi. Por encargo de Francisco de Garay, gobernador de Jamaica, capitaneó un viaje de exploración a las costas del golfo de México. La expedición partió de Jamaica a finales de marzo de 1519. Su misión era explorar y cartografiar la zona comprendida entre el sur del golfo y los territorios de [[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | La Florida]], descubiertos seis años antes por Juan Ponce de León, y averiguar si se hallaba allí un paso que comunicara el océano Atlántico con el Pacífico, el tan buscado estrecho de Anián.<ref>En el siglo XVI, exploradores y navegantes se lanzaron en busca de un paso que comunicara Asia y américa. Hacia fines de ese siglo fue evidente la inexistencia de tal “esrecho”</ref> <br />
<br />
Álvarez de Pineda costeó [[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | La Florida]] y entró en la bahía de Corpus Christi (en el actual estado de [[TEXAS | Texas]]). Tomó posesión de ella en nombre de la Corona de España y fundó allí una ciudad. Llegó hasta el río Bravo, al que llamó río de las Palmas, y el 2 de junio de 1519 avistó la desembocadura del río Mississippi, al que puso el nombre de río del Espíritu Santo por la festividad del día. Después, puso rumbo al Sur, hasta llegar a Veracruz (México) en agosto de 1519. <br />
<br />
Allí se encontraba la expedición que, al frente de [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]], se disponía a marchar a la conquista del imperio azteca. Pineda llevaba instrucciones del gobernador de Jamaica para interceptar la expedición de Cortés en Veracruz. Así, en cuanto los hombres de Garay desembarcaron, los soldados de Cortés cayeron sobre ellos capturando a la mayoría. Pineda consiguió escapar navegando por el golfo de México hacia el Norte durante cuarenta días hasta alcanzar la desembocadura del río Grande y desde allí puso rumbo a Jamaica. <br />
<br />
El resultado de su viaje fue el reconocimiento detallado de las costas del golfo de México en más de ochocientas millas, desde Florida hasta Veracruz, y el trazado de cartas geográficas de toda la zona explorada, a la que puso el nombre de Amichel. Al mismo tiempo, demostró que [[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | La Florida]] no era una isla, como se creía desde que así lo afirmara Ponce de León al descubrirla. Es pues, el primer explorador y cartógrafo del golfo de México, así como el primer explorador de [[TEXAS | Texas]]. <br />
<br />
Basándose en el reconocimiento efectuado por Pineda, en junio de 1521 el gobernador Francisco de Garay obtuvo la aprobación de la Corona de España para colonizar esta área en calidad de «adelantado». Poco después de regresar a Jamaica, partió de nuevo hacia México y viajó a la región de Pánuco para establecer allí una colonia, cerca de la futura ciudad de Tampico. La opinión más comúnmente admitida es que murió en Pánuco en 1520. <br />
<br />
En enero de dicho año, Diego de Camargo comandaba un barco encargado de transportar provisiones desde Jamaica hasta la colonia. Al llegar, la encontró asediada por los indios huastecas. Excepto sesenta personas que Camargo pudo evacuar, todos los pobladores y soldados habían muerto; entre ellos se cree que estaba Alonso Álvarez de Pineda. <br />
<br />
==YUCATÁN==<br />
<br />
En 1517 Francisco Hernández de Córdoba, España, c. 1467-Sancti Spíritus, [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], 1517) [ no confundir con su homónimo, fundador de Granada y León, Nicaragua] fue un conquistador español, que ha pasado a la historia por la accidentada expedición que dirigió entre febrero y mayo de 1517, durante la cual tomó posesión «oficial» para el [[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso | Imperio español]] de la Península de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]], tras la llegada de los primeros españoles a la Península formalmente documentada. Se le considera también «descubridor de México»</ref>descubre y explora la península del [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] encontrando a la etnia de los indios mayas, quienes habían alcanzado una cultura mucho más avanzada que los del Caribe. Su historia merece una más específica explicación. Francisco Hernández de era un rico encomendero de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]]. Fue nombrado por el Gobernador de la isla, Diego Velázquez de Cuéllar, jefe de la expedición que debía explorar los mares al occidente de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] y sus posibles islas o costas continentales. <br />
<br />
Partió de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] en febrero de 1517, y halló la costa de la península de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]], por lo que muchos lo consideran como el descubridor de lo que hoy es México. Saliendo del puerto de Ajaruco, en la banda norte de la provincia de La Habana, según Díaz del Castillo, o de Santiago según algunos autores modernos;<ref>Cf. [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]], ''Historia Verdadera''…, capítulo 2: «En 8 días del mes de febrero del año de 1517 años salimos de La Habana y nos hicimos a la vela en el puerto de Jaruco, que así se llama entre los indios y es en la banda del norte». La mención a La Habana no puede referirse a la ciudad, que entonces estaba en la banda sur. El puerto de Ajaruco suele identificarse con la ubicación actual de La Habana (Clavijero). Autores modernos, como Hugh Thomas o Juan Miralles Ostos, creen que pudo salir de Santiago. [Citaciones en Wikipedia].</ref>la flota fue sorprendida por una tormenta que la llevó a tierra. Observaron cómo se acercaban los pobladores del lugar, con cara alegre y muestras de paz. Cuando los españoles preguntaron con señas por el nombre del lugar, los mayas respondieron «in ca wotoch», que quiere decir «esta es mi casa». Por esta causa le pusieron a esa tierra Punta de Catoche, hoy Cabo Catoche.<ref>Luis., Conde-Salazar Infiesta,; Manuel., Lucena Giraldo, (2009), ''Atlas de los exploradores españoles'', GeoPlaneta, ISBN 9788408086833, OCLC 556943554. [Citaciones en Wikipedia]</ref><br />
<br />
Fue un encuentro muy importante en cuanto por los españoles tuvieron por primera vez constancia de la presencia en América de culturas avanzadas (los mayas), con casas «de cal y canto» y organización social de complejidad más próxima a la del Viejo Mundo, y se tuvo también esperanza de existencia de oro. <br />
<br />
Halló muchos poblados habitados y entabló en ellos contactos puntuales, pero generalmente hostiles, al punto que resultó para los españoles muy difícil el acopio de agua, por los ataques de que eran objeto. En uno de ellos, en el lugar que los mayas llamaban Chakán Putum (Champotón), el ataque fue mucho más fiero de lo normal y causó muchos muertos a los expedicionarios, siendo casi todos, incluido Hernández de Córdoba, heridos por arma arrojadiza: flechas y azagayas. El piloto Antón de Alaminos decidió levar anclas y dirigir sus barcos a Florida, lugar que conocía por haber participado en la expedición de Juan Ponce de León en 1512. <br />
<br />
Allí recalaron lo justo para recoger víveres y agua y regresar a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]]. Pero Hernández no vivió la continuidad de su obra: murió en aquel mismo año de 1517, apenas dos semanas después de regresar de su desgraciada expedición, como resultado de las heridas y la sed sufridas durante el viaje, y decepcionado al saber que Diego Velázquez había preferido a Juan de Grijalva como capitán de la siguiente expedición a [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]]. <br />
<br />
Las noticias de la expedición alentaron a Velázquez, que supuso la presencia de oro en poblaciones como las descubiertas y organizó otras dos expediciones, al mando primero de Juan de Grijalva, en 1518, y luego de [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]], en 1519, que finalmente terminó por conquistar México y luego explorar desde el Golfo de [[CALIFORNIA;_Misiones | California]] hasta las Hibueras. <br />
<br />
De la biografía de Hernández de Córdoba solo se sabe que residía en [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] en 1517, por lo que seguramente habría participado en su conquista, y que era un hacendado rico que tenía un poblado de indios, así como amistades con suficiente capacidad económica como para ayudar a financiar la expedición que encabezó. [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]] es el cronista que más detalles aporta sobre el viaje de Hernández de Córdoba, y también el único que fue testigo presencial de todo el proceso, pues participó en las expediciones posteriores de Juan de Grijalva y de [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]]. <br />
<br />
Además, Bernal declara en su crónica haber sido él mismo promotor del proyecto, junto con otro centenar de españoles que decían necesitar ''“ocupar sus personas”'', porque hacía tres años que habían llegado a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], desde la Castilla del Oro de Pedrarias Dávila, y se quejaban de que ''”no habían hecho cosa alguna que de contar fuera”''.<br />
<br />
==Polémica por los motivos de la expedición de Hernández de Córdoba==<br />
<br />
Bernal cuenta primero que tanto él como otros ciento diez españoles, que vivían en Castilla del Oro, decidieron pedir permiso a Pedro Arias Dávila para trasladarse a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], que Pedrarias concedió de buen grado, porque en Tierra Firme ''”no había nada que conquistar, que todo estaba en paz, que el Vasco Núñez de Balboa, su yerno del Pedrarias, lo había conquistado"''. Esos españoles de Castilla del Oro se presentaron en [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] a Diego Velázquez, el gobernador (y familiar de [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]]), quien les prometió que ''“nos daría indios, en vacando”''. <br />
<br />
Inmediatamente después de esta alusión a la promesa de indios, Bernal dice que ''”Y como se habían pasado ya tres años [...] y no habíamos hecho cosa alguna que de contar fuera”'', los ciento diez españoles procedentes del [[PANAMÁ;_Vicariato_de_Darién | Darién]] ''”y los que en la isla de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] no tenían indios”'' —otra vez la alusión a la falta de indios— decidieron concertarse con ''”un hidalgo que se decía Francisco Hernández de Córdoba [...] y era hombre rico y tenía pueblo de indios en aquella isla [Cuba]”'', para que aceptara ser su capitán para ''"ir a nuestra ventura a descubrir nuevas tierras y en ellas emplear nuestras personas”''. <br />
<br />
Se aprecia que [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]] no intenta ocultar que los tan repetidos indios algo tenían que ver con el proyecto, aunque autores como Madariaga prefieran concluir que el objetivo era el mucho más noble de ''“descubrir, ocupar nuestras personas y hacer cosas dignas de ser contadas.”'' El cronista niega inmediatamente que se admitiera la pretensión de Velázquez de capturar indios: ''“le respondimos que lo que decía no lo manda Dios ni el rey, que hiciésemos a los libres esclavos”''. <br />
<br />
Si aceptamos el juicio de Bernal, el gobernador admitió deportivamente la negativa, y aun así, proporcionó el barco. Para valorar la forma vaga y acaso contradictoria en que Bernal trata el asunto del secuestro de indios como posible objetivo del viaje, debe tenerse en cuenta que escribió su historia de la conquista unos cincuenta años después de ocurridos los hechos, y que al menos en parte su objetivo era que se reconocieran sus servicios a la Corona. <br />
<br />
La mayoría de sus contemporáneos, que además escribieron antes, son más tajantes: en la carta enviada a la reina doña Juana y al rey Carlos I por la justicia y regimiento de la Rica Villa de la Vera Cruz, los capitanes de Cortés narran el origen de la expedición de Hernández diciendo: ''”como es costumbre en estas islas que en nombre de vuestras majestades están pobladas de españoles de ir por indios a las islas que no están pobladas de españoles, para se servir dellos, enviaron los susodichos [Francisco Fernández de Córdoba, y sus socios Lope Ochoa de Caicedo y Cristóbal Morante] dos navíos y un bergantín para que de las dichas islas trujesen indios a la dicha isla Fernandina, y creemos [...] que el dicho Diego Velázquez [...] tenía la cuarta parte de la dicha armada”''. <br />
<br />
La presencia de Antón de Alaminos en la expedición es uno de los argumentos en contra de la hipótesis del objetivo exclusivamente esclavista. Este prestigioso piloto, veterano de los viajes del Almirante, parece un recurso excesivo para una expedición esclavista a los islotes de Guanajes. Hay otro miembro de la expedición cuya presencia se aviene todavía menos con esa hipótesis: el «veedor» Bernardino Íñiguez. <br />
<br />
Este cargo público tenía funciones que hoy llamaríamos fiscales y administrativas (hoy se llamaría «supervisor»). Se encargaba de contar los tesoros rescatados en las expediciones, en metales y piedras preciosas, para dar fe de la correcta separación del «quinto real» (se destinaba a la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | corona española]] un 20% de lo obtenido en las conquistas; norma fiscal con origen en la Reconquista) y de otros requisitos legales como leer a los indios, antes de atacarlos, el «[[REQUERIMIENTO;_Origen,_práctica_y_derogación | Requerimiento]]». Si la expedición iba a Guanajes a por indios, no hacía falta, e incluso era inconveniente, llevar Veedor. <br />
<br />
Los anteriores datos son difíciles de conciliar entre sí y resultan compatibles con varias hipótesis. Bajo la primera, Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]] habría descubierto [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] por accidente, al verse desviada su expedición por una tormenta, inicialmente destinada a un viaje más corto; entre tanto, las menciones de Alaminos y del Veedor serían meros «adornos» destinados a legitimar el intento. En segundo lugar, puede suponerse que tras unos malos propósitos de Diego Velázquez, rápidamente reprimidos y afeados por los demás españoles, que además se conformaban con seguir sin indios en [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], el viaje se planeó principalmente como de descubrimiento y conquista, y por eso se llevaba Veedor además de tan buen piloto. Por supuesto, puede también creerse, con Las Casas, que el proyecto pretendía conseguir los dos objetivos. <br />
<br />
Años más tarde, [[CERVANTES_DE_SALAZAR,_Francisco | Francisco Cervantes de Salazar]], en su «Crónica de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]]» atribuyó a Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]] los siguientes hechos y frases: ''“Desta manera salió Francisco Hernández del puerto de Santiago de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], el cual, estando ya en alta mar, declarando su pensamiento, que era otro del que parescía, dixo al piloto: «No voy yo a buscar lucayos (lucayos son indios de rescate), sino en demanda de alguna buena isla, para poblarla y ser Gobernador della; porque si la descubrimos, soy cierto que ansí por mis servicios como por el favor que tengo en Corte con mis deudos, que el Rey me hará merced de la gobernación della; por eso, buscadla con cuidado, que yo os lo gratificaré muy bien y os haré en todo ventajas entre todos los demás de nuestra compañía.»”.''<ref>Cervantes de Salazar, Francisco (1554) ''Crónica de Nueva España'' libro II cap. I "De la primera noticia que tuvieron los españoles de la Costa de la Nueva España".</ref><br />
<br />
==CATOCHE, YUCATÁN Y CHAMPOTÓN==<br />
<br />
===Batalla de Catoche===<br />
<br />
Al día siguiente del arribo de la expedición a un lugar de la costa que los mayas llamaban Ekab, los naturales se acercaron a los navíos invitando a los españoles a ir a tierra firme diciéndoles «conéx cotóch» «conex cotóch» (venid a nuestras casas); por eso los españoles se referirána ese lugar como «punta catoche». Decidieron aceptar la invitación, pero contemplaron bastante alarmados cómo la costa se llenaba de nativos, presintiendo que el desembarco podía ser peligroso. <br />
<br />
No obstante, bajaron a tierra como lo solicitaba su hasta ese momento su amable anfitrión, el cacique de ese lugar, aunque por precaución usaron sus propios bateles en lugar de aceptar ser llevados por los indios en canoas, y por supuesto salieron armados, procurando sobre todo llevar ballestas y escopetas (''"quince ballestas y diez escopetas"'', según la increíble memoria de [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]]). <br />
<br />
Los temores de los españoles se confirmaron inmediatamente. El cacique les tenía preparada una emboscada en cuanto pisaran tierra. Multitud de indios los atacaron, armados con lanzas, rodelas, hondas (hondas dice Bernal; Diego de Landa niega que los indios de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] conocieran la honda; sostiene que lanzaban las piedras con la mano derecha, utilizando la izquierda para apuntar; pero la honda era conocida en otros puntos de Mesoamérica, y el testimonio de los que recibían las pedradas merece sin duda más crédito), flechas lanzadas con arco, y armaduras de algodón. Solo la sorpresa producida en los indios por las cortantes espadas de acero, las ballestas y las armas de fuego pudo ponerlos en fuga, consiguiendo los españoles volver a embarcar, no sin sufrir los primeros heridos de la expedición. <br />
<br />
Durante esta batalla de Catoche ocurrieron dos hechos que tendrían gran influencia futura: uno fue el haber hecho prisioneros a dos indios, a los que llevados a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] y una vez [[INDÍGENAS;_Su_actitud_ante_la_Evangelización | evangelizados]] y bautizados se les llamó Julián y Melchor, o más frecuentemente «Julianillo y Melchorejo». Habrían de ser los primeros intérpretes de los españoles en tierra maya, en la siguiente expedición que comandó Juan de Grijalva en 1518. <br />
<br />
Otro fue la curiosidad y valor del clérigo González, capellán del grupo, que, habiendo saltado a tierra con los soldados, se entretuvo en explorar una pirámide y unos adoratorios. El clérigo González vio por primera vez los ídolos mayas, y recogió piezas ''"de medio oro, y lo más cobre"'', que de todos modos serían suficientes para excitar la codicia de los españoles de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], al regreso de la expedición. Al menos dos soldados murieron como resultado de las heridas de esa batalla.<br />
<br />
===Exploración de la «isla» de Yucatán===<br />
<br />
De vuelta en los navíos, Antón de Alaminos impuso una navegación lenta y vigilante, moviéndose solo de día, porque estaba empeñado en considerar a [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] como una isla. Además, empezó la mayor penalidad de los viajeros, la falta de agua de boca a bordo. Los depósitos de agua, pipas y vasijas, no eran de la calidad requerida para largas travesías; perdían agua y no la conservaban bien, exigiendo frecuentes desembarcos para renovar el imprescindible líquido. <br />
<br />
Cuando fueron a tierra para llenar las pipas, cerca de un pueblo al que llamaron Lázaro (En lengua de indios se llama [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]], nos aclara Bernal), los indios se les acercaron una vez más con apariencia pacífica, y les repitieron una palabra que debería haberles resultado enigmática: «Castilian». Luego se atribuyó la palabra a la presencia en las proximidades de Jerónimo de Aguilar y de [[GUERRERO,_Gonzalo | Gonzalo Guerrero]], los «náufragos de Nicuesa».<ref>En 1511 un navío dirigido por Diego Nicuesa partió de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] hacia Santo Domingo en la isla La Española, pero un huracán hizo naufragar a la nave. 20 marineros lograron sobrevivir en un batel y fueron arrojados a las costas de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]]. 18 de ellos fueron muertos por los indígenas y 2 sobrevivieron: Jerónimo de Aguilar que fue rescatado hasta 1519 por [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]], y [[GUERRERO,_Gonzalo | Gonzalo Guerrero]] que se unió a una mujer maya y se negó a ser rescatado, dando inicio al mestizaje mexicano.</ref><br />
<br />
Los españoles encontraron un pozo «de cal y canto» utilizado por los indios para abastecerse de agua dulce, y pudieron llenar sus pipas y vasijas. Los indios, otra vez con aspecto y maneras amigables, los llevaron a su poblado, donde una vez más pudieron ver construcciones sólidas y muchos ídolos (Bernal alude a los «bultos de serpientes» en las paredes, tan característicos de Mesoamérica). Conocieron además a los primeros sacerdotes, con su túnica blanca y su larga cabellera impregnada de sangre humana. <br />
<br />
Estos sacerdotes les hicieron ver que las muestras de amistad no continuarían: convocaron a gran cantidad de guerreros y mandaron quemar unos carrizos secos, indicando a los españoles que si no se marchaban antes de que se extinguiera el fuego, los atacarían. Los hombres de Hernández decidieron retirarse a los barcos, con sus pipas y aljibes de agua, y consiguieron hacerlo antes de que los indios los atacaran, saliendo bien librados del descubrimiento de Campeche. <br />
<br />
===Chakán Putum (Champotón) y la «mala pelea»===<br />
<br />
Pudieron navegar unos seis días de buen tiempo y otros cuatro de temporal, que a punto estuvo de hacerlos naufragar. Pasado ese tiempo, el agua dulce se les volvió a agotar por culpa del mal estado de los depósitos. Estando ya en situación extrema, se detuvieron a recoger agua en un lugar que Bernal a veces llama Chakán Putum y a veces por su nombre actual de Champotón, donde discurre el río del mismo nombre. En cuanto habían henchido las pipas, se vieron rodeados de muchos escuadrones de indios. Pasaron la noche en tierra, con grandes precauciones y guardados por «velas y escuchas». <br />
<br />
Esta vez los españoles decidieron que no debían escapar, como en Cabo Catoche: necesitaban agua, y la retirada parecía más peligrosa que el ataque si los indios la estorbaban. Así que decidieron luchar, con resultado muy adverso: nada más empezar la batalla ya habla Bernal de ochenta españoles heridos. Recordando que los originalmente embarcados eran un centenar de personas, no todos soldados, eso da idea de que estuvieron muy cerca de terminar en ese momento la expedición. Pronto descubrieron que los escuadrones de indios se multiplicaban con nuevos refuerzos y que, si bien espadas, ballestas y arcabuces los asustaban al principio, conseguían superar la sorpresa procurando asaetear a distancia a los españoles, para mantenerse alejados de sus espadas. <br />
<br />
Al grito de «Calachumi» (Halach Uinik), que los conquistadores pronto supieron traducir como «¡al jefe!», los indios se ensañaron especialmente con Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]], que llegó a recibir diez flechazos. También aprendieron los españoles el empeño de sus oponentes por capturar personas vivas: dos fueron hechas prisioneras y seguramente sacrificadas después; de una sabemos que se llamaba Alonso Boto, y de la otra Bernal solo es capaz de recordarla como ''“un portugués viejo”''. <br />
<br />
Llegó un momento en que solo quedaba un soldado ileso, el capitán debía estar prácticamente inconsciente, y la agresividad de los indios se multiplicaba. Decidieron entonces como último recurso romper el cerco de los indios en dirección a los bateles, y volver a abordarlos —sin poder ocuparse de sus pipas de agua— para ganar los barcos. Afortunadamente para ellos, los indios no se habían preocupado de retirar o inutilizar las barcas, como habrían podido hacer. <br />
<br />
Se ensañaron, en cambio, en el ataque con flechas, piedras y lanzas a los bateles en fuga, que se desequilibraron por el peso y movimiento, y acabaron dando al través o volcando. Los supervivientes de Hernández tuvieron que desplazarse asidos a las bordas de las lanchas, medio nadando, pero al final fueron recogidos por el barco de menor calado, y puestos a salvo. <br />
<br />
Los supervivientes, al pasar lista, tuvieron que lamentar la falta de cincuenta compañeros, incluyendo los dos que se llevaron vivos. El resto estaban muy malheridos, con excepción de un soldado llamado Berrio, que resultó sorprendentemente ileso. Cinco murieron en los días siguientes, siendo arrojados al mar sus cadáveres. Los españoles llamaron al sitio «costa de la mala pelea», y así figuró en los mapas durante algún tiempo. <br />
<br />
==EL RETORNO A TRAVÉS DE FLORIDA==<br />
<br />
Los expedicionarios habían vuelto a las naves sin el agua dulce que obligó al desembarco. Además, veían mermada su tripulación en más de cincuenta hombres, muchos de ellos marineros, lo que unido a la gran cantidad de heridos graves les impedía maniobrar los tres barcos. Se deshicieron del de menor calado quemándolo en alta mar, después de haber repartido en los otros dos sus velas, anclas y cables. <br />
<br />
La sed comenzó a ser intolerable. Bernal habla de que se les agrietaban lenguas y gargantas, y de soldados que fallecieron porque la desesperación los llevó a ingerir agua de mar. Otro desembarco de quince hombres, en un lugar al que llamaron «Estero de los lagartos» solo obtuvo agua salobre, que aumentó la desesperación de los tripulantes. <br />
<br />
Los pilotos Alaminos, Camacho y Álvarez decidieron, a iniciativa de Alaminos, navegar a Florida en lugar de hacerlo directamente a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]]. El piloto mayor Alaminos recordaba su exploración de [[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | La Florida]] con Juan Ponce de León, y creía saber que esa era la ruta más segura, aunque nada más llegar a Florida advirtió a sus compañeros de la belicosidad de los indios locales. Efectivamente, las veinte personas —entre ellas Bernal y el piloto Alaminos— que desembarcaron en busca de agua fueron atacadas por nativos, aunque esta vez lograron sobreponerse a ellos, no sin que Bernal recibiera su tercera herida del viaje, y Alaminos un flechazo en la garganta. <br />
<br />
Desapareció también uno de los vigías que se habían puesto en torno a la tropa, Berrio, precisamente el único soldado que había resultado ileso en Champotón. Pero pudieron regresar al barco, y por fin llevaban agua dulce que alivió el sufrimiento de los que habían permanecido en él, aunque uno de ellos, siempre según Bernal, bebió tanta que se hinchó y murió a los pocos días. Ya con agua, se dirigieron a La Habana con los dos navíos restantes, pudieron desembarcar en el puerto de Carenas (La Habana), dando por terminado el viaje. <br />
<br />
En algún momento entre 1517 y 1518, los españoles dejaron abandonada en la isla de Términos (actualmente isla del Carmen) a una perra de caza, la lebrela de Términos, que luego recuperaría la expedición de Cortés. [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]] refiere que fue Grijalva el que perdió la perra, pero Cortés atribuye el anecdótico suceso a Hernández. Si fuera así, como supone el moderno biógrafo de Cortés Juan Miralles, debería revisarse la ruta de vuelta de su expedición, que no iría de Champotón a Florida directamente, sino recalando en la isla del Carmen, algo más al sur. <br />
<br />
==LA EXPEDICIÓN DE JUAN DE GRIJALVA==<br />
<br />
El descubrimiento de «El Gran Cairo», en marzo de 1517, fue sin duda un momento crucial en la consideración de las Indias por los españoles: hasta entonces, nada se había asemejado a las historias de Marco Polo, o a las promesas de Colón, que adivinaba Catay —y hasta el Jardín del paraíso— tras cada cabo y en cada río. <br />
<br />
Lejos estaban todavía los encuentros con las culturas azteca e inca, y «El Gran Cairo» era lo más parecido a ese sueño que los conquistadores habían contemplado hasta entonces. De hecho, cuando llegaron noticias a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], los españoles reavivaron su imaginación, creando otra vez fantasías sobre el origen de los pueblos descubiertos, que remitían a «los gentiles» o a «los [[JUDÍOS_EN_URUGUAY | judíos]] desterrados de Jerusalén por Tito y Vespasiano». <br />
<br />
De la importancia que se dio a las noticias, objetos y personas que Hernández llevó a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], da idea la rapidez con la que se preparó la siguiente expedición que Diego Velázquez encargó a Juan de Grijalva, pariente suyo y persona de su confianza. Las noticias de que en esa «isla» de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] había oro, confirmadas además con entusiasmo por Julianillo, cebaron el proceso que concluiría con la [[CONQUISTA_DE_MÉXICO | Conquista de México]] por la tercera flota enviada: la de [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]]. <br />
<br />
[[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]], en su «Historia Verdadera…», al principio del capítulo segundo dice: ''“En 8 días del mes de febrero del año de 1517 años salimos de La Habana y nos hicimos a la vela en el puerto de Jaruco, que así se llama entre los indios y es en la banda del norte”''. La mención a La Habana no puede referirse a la ciudad, que entonces estaba en la banda sur. El puerto de Ajaruco suele identificarse con la ubicación actual de La Habana (Clavijero). Autores modernos, como Hugh Thomas o Juan Miralles Ostos creen que pudo salir de Santiago. <br />
<br />
En 1518 Juan de Grijalva explora con más detención la península del [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] encontrando oro, joyas, e información de México y enviados de [[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN | Moctezuma]]. Grijalva había nacido en Cuéllar, España, en 1490 y muere en Olancho, América Central, en 1527. Se trasladó en su juventud a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], donde contó con el apoyo político de su tío, Pánfilo de Narváez, y de su paisano, el gobernador Diego Velázquez de Cuéllar. Intervino en el proceso de conquista y colonización de la isla desde 1511. <br />
<br />
Según la crónica de Herrera, cuando Velázquez partió para celebrar su boda le dejó a cargo de la colonia de Santiago de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], donde residían fray [[LAS_CASAS,_Fray_Bartolomé_de | Bartolomé de Las Casas]] y cincuenta españoles. En 1514 participó en la fundación de la villa Trinidad, en la que permaneció en calidad de poblador y encomendero hasta que Diego Velázquez le puso al frente de la expedición que tenía la misión de completar las exploraciones del Golfo de México que había realizado Francisco Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]]. <br />
<br />
Entre los integrantes de la expedición, que partió en abril de 1518, figuraron [[ALVARADO,_Pedro_de | Pedro de Alvarado]], Francisco de Montejo, Alonso Dávila y un futuro historiador de la [[CONQUISTA_DE_MÉXICO | conquista de México]]: [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]]. Los cuatro navíos que componían la expedición recalaron el 3 de mayo en la isla de Cozumel, a la que Grijalva dio el nombre de Santa Cruz. Posteriormente recorrieron la costa este del [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] y entraron en contacto con distintas poblaciones de origen maya. Hallaron las bocas de los ríos Usumacinta, Tabasco, Coatzacoalcos y Papaloapan, y establecieron relaciones con los indígenas que poblaban sus márgenes. <br />
<br />
Más tarde alcanzaron la desembocadura de otro río, denominado Banderas por Grijalva, donde tuvieron la primera noticia de la existencia del imperio azteca, al recibir a una embajada enviada por [[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN | Moctezuma]] II. El 19 de junio los españoles desembarcaron en las cercanías de la actual Veracruz, en la bahía de [[SAN_JUAN_DE_ULÚA._Castillo-Fortaleza | San Juan de Ulúa]], y tomaron posesión de aquel puerto, al que dieron el nombre de Santa María de las Nieves. Pese a la insistencia de algunos de sus capitanes, Grijalva no se atrevió a fundar una colonia. <br />
<br />
Después de enviar a [[ALVARADO,_Pedro_de | Pedro de Alvarado]] a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] en busca de refuerzos, Juan de Grijalva continuó su exploración costera, pero, al verse acosado por nativos hostiles en las cercanías de la desembocadura del río Canoas, siguió el consejo del piloto Antón de Alaminos y, el 21 de septiembre determinó regresar, ante la oposición, entre otros, de Francisco de Montejo y Alonso Dávila. Tras regresar a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], fue destituido por el gobernador Diego Velázquez.<br />
<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<references></references><br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
<br />
D. E. CHIPMAN, ''Nuño de Guzmán and the Province of Pánuco in New Spain: 1518-1533'', Glendale, [[CALIFORNIA;_Misiones | California]], <br />
<br />
Arthur H. Clark Company, 1967; D. E. CHIPMAN, ''[[TEXAS | Texas]] en la época colonial'', Madrid, MAPFRE, 1992; <br />
<br />
CHIPMAN, DONALD E. (1992), ''Spanish [[TEXAS | Texas]], 1519-1821, Austin, TX: University of [[TEXAS | Texas]] Press, ISBN 0-292-77659-4''; <br />
<br />
DÍAZ DEL CASTILLO BERNAL, ''Historia verdadera de la conquista de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]]'', Madrid, Historia 16, 1985; <br />
<br />
R. S. WEDDLE, ''Spanish Sea: The Gulf of Mexico in North American Discovery 1500-1685'', Collage Station, [[TEXAS | Texas]] A&amp;M University Press, 1985<br />
<br />
<br />
M.ª L. RODRÍGUEZ SALA, I. GÓMEZ GIL Y M.ª E. CUÉ, ''Navegantes, exploradores y misioneros en el septentrión novohispano en el siglo XVI'', México, Consejo Nacional para la Cultura y el Arte, UNAM, 1993; <br />
<br />
H. E. BOLTON, ''The Spanish Borderlands: A chronicle of Old Florida and the Southwest'', Alburquerque, University of New Mexico Press, 1996. <br />
<br />
WEBER, DAVID J. (1992), ''The Spanish Frontier in North America, Yale Western Americana Series, New Haven, CT: Yale University Press, ISBN 0-300-05198-0''. <br />
<br />
ROBERT S. WEDDLE: Alonso Alvarez de Pineda from the '''Handbook of [[TEXAS | Texas]] Online.'''<br />
<br />
<br />
'''FIDEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[LAS_CASAS,_Fray_Bartolomé_de|LAS CASAS, Fray Bartolomé de]]<br />
<br />
[[CALIFORNIA;_Misiones|CALIFORNIA; Misiones]]<br />
<br />
[[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN|MOCTEZUMA XOCOYOTZIN]]<br />
<br />
[[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico?|CUBA; ¿un fósil prehistórico?]]<br />
<br />
[[SAN_JUAN_DE_ULÚA._Castillo-Fortaleza|SAN JUAN DE ULÚA. Castillo-Fortaleza]]<br />
<br />
[[JUDÍOS_EN_URUGUAY|JUDÍOS EN URUGUAY]]<br />
<br />
[[CERVANTES_DE_SALAZAR,_Francisco|CERVANTES DE SALAZAR, Francisco]]<br />
<br />
[[GUERRERO,_Gonzalo|GUERRERO, Gonzalo]]<br />
<br />
[[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia|YUCATÁN EN EL TIEMPO. Enciclopedia]]<br />
<br />
[[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal|DÍAZ DEL CASTILLO, Bernal]]<br />
<br />
[[TEXAS|TEXAS]]<br />
<br />
[[CONQUISTA_DE_MÉXICO|CONQUISTA DE MÉXICO]]<br />
<br />
[[CORTÉS,_Hernán|CORTÉS, Hernán]]<br />
<br />
[[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso|IMPERIO ESPAÑOL; razones de su ocaso]]<br />
<br />
[[ALVARADO,_Pedro_de|ALVARADO, Pedro de]]<br />
<br />
[[REQUERIMIENTO;_Origen,_práctica_y_derogación|REQUERIMIENTO; Origen, práctica y derogación]]<br />
<br />
[[INDÍGENAS;_Su_actitud_ante_la_Evangelización|INDÍGENAS; Su actitud ante la Evangelización]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre|CAMPECHE. Capital del Estado mexicano del mismo nombre]]<br />
<br />
[[PANAMÁ;_Vicariato_de_Darién|PANAMÁ; Vicariato de Darién]]<br />
<br />
[[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio|CORONA ESPAÑOLA: Su papel en la evangelización y en los derechos del indio]]<br />
<br />
[[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos|LA FLORIDA; el Castillo de San Marcos]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=GOLFO_DE_M%C3%89XICO._Exploraci%C3%B3n_de_sus_costas_(1513-1535)&diff=3705837
GOLFO DE MÉXICO. Exploración de sus costas (1513-1535)
2023-08-28T17:08:56Z
<p>Louvier: /* BIBLIOGRAFÍA */</p>
<hr />
<div>==BAHAMAS y FLORIDA==<br />
<br />
En 1513 Juan Ponce de León<ref>Juan Ponce de León y Figueroa (Santervás de Campos, Valladolid. 8 de abril de 1460-La Habana, julio de 1521). Sus restos reposan en la catedral de San Juan Bautista de Puerto Rico.</ref>descubre las Bahamas y la península de [[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | la Florida]]. El Adelantado<ref>«Adelantado» fue uno de los títulos que los reyes de España concedían a algunos pioneros conquistadores como reconocimiento de sus gestas, señalándolos como los primeros en haber cumplido una determinada gesta de conquista en una región del Continente.</ref>Ponce de León fue explorador y conquistador español, primer gobernante de Puerto Rico y descubridor de [[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | la Florida]], territorio al que llega el día de Pascua (Pascua Florida) y da tal nombre de memoria cristiana a las tierras descubiertas. (El territorio de Florida pasará en 1817 al actual Estados Unidos, vendida por España en 1821). <br />
<br />
En 1519 Alonso Álvarez de Pineda<ref>Alonso Álvarez de Pineda, Aldeacentenera (Cáceres-Extremadura), 1494 – Pánuco (México), c. 1520. Explorador y cartógrafo.</ref>descubre la desembocadura del río Mississippi. Por encargo de Francisco de Garay, gobernador de Jamaica, capitaneó un viaje de exploración a las costas del golfo de México. La expedición partió de Jamaica a finales de marzo de 1519. Su misión era explorar y cartografiar la zona comprendida entre el sur del golfo y los territorios de [[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | La Florida]], descubiertos seis años antes por Juan Ponce de León, y averiguar si se hallaba allí un paso que comunicara el océano Atlántico con el Pacífico, el tan buscado estrecho de Anián.<ref>En el siglo XVI, exploradores y navegantes se lanzaron en busca de un paso que comunicara Asia y américa. Hacia fines de ese siglo fue evidente la inexistencia de tal “esrecho”</ref> <br />
<br />
Álvarez de Pineda costeó [[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | La Florida]] y entró en la bahía de Corpus Christi (en el actual estado de [[TEXAS | Texas]]). Tomó posesión de ella en nombre de la Corona de España y fundó allí una ciudad. Llegó hasta el río Bravo, al que llamó río de las Palmas, y el 2 de junio de 1519 avistó la desembocadura del río Mississippi, al que puso el nombre de río del Espíritu Santo por la festividad del día. Después, puso rumbo al Sur, hasta llegar a Veracruz (México) en agosto de 1519. <br />
<br />
Allí se encontraba la expedición que, al frente de [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]], se disponía a marchar a la conquista del imperio azteca. Pineda llevaba instrucciones del gobernador de Jamaica para interceptar la expedición de Cortés en Veracruz. Así, en cuanto los hombres de Garay desembarcaron, los soldados de Cortés cayeron sobre ellos capturando a la mayoría. Pineda consiguió escapar navegando por el golfo de México hacia el Norte durante cuarenta días hasta alcanzar la desembocadura del río Grande y desde allí puso rumbo a Jamaica. <br />
<br />
El resultado de su viaje fue el reconocimiento detallado de las costas del golfo de México en más de ochocientas millas, desde Florida hasta Veracruz, y el trazado de cartas geográficas de toda la zona explorada, a la que puso el nombre de Amichel. Al mismo tiempo, demostró que [[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | La Florida]] no era una isla, como se creía desde que así lo afirmara Ponce de León al descubrirla. Es pues, el primer explorador y cartógrafo del golfo de México, así como el primer explorador de [[TEXAS | Texas]]. <br />
<br />
Basándose en el reconocimiento efectuado por Pineda, en junio de 1521 el gobernador Francisco de Garay obtuvo la aprobación de la Corona de España para colonizar esta área en calidad de «adelantado». Poco después de regresar a Jamaica, partió de nuevo hacia México y viajó a la región de Pánuco para establecer allí una colonia, cerca de la futura ciudad de Tampico. La opinión más comúnmente admitida es que murió en Pánuco en 1520. <br />
<br />
En enero de dicho año, Diego de Camargo comandaba un barco encargado de transportar provisiones desde Jamaica hasta la colonia. Al llegar, la encontró asediada por los indios huastecas. Excepto sesenta personas que Camargo pudo evacuar, todos los pobladores y soldados habían muerto; entre ellos se cree que estaba Alonso Álvarez de Pineda. <br />
<br />
==YUCATÁN==<br />
<br />
En 1517 Francisco Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]]<ref>Francisco Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]] ([[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]], España, c. 1467-Sancti Spíritus, [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], 1517) [ no confundir con su homónimo, fundador de Granada y León, Nicaragua] fue un conquistador español, que ha pasado a la historia por la accidentada expedición que dirigió entre febrero y mayo de 1517, durante la cual tomó posesión «oficial» para el [[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso | Imperio español]] de la Península de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]], tras la llegada de los primeros españoles a la Península formalmente documentada. Se le considera también «descubridor de México»</ref>descubre y explora la península del [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] encontrando a la etnia de los indios mayas, quienes habían alcanzado una cultura mucho más avanzada que los del Caribe. Su historia merece una más específica explicación. Francisco Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]] era un rico encomendero de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]]. Fue nombrado por el Gobernador de la isla, Diego Velázquez de Cuéllar, jefe de la expedición que debía explorar los mares al occidente de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] y sus posibles islas o costas continentales. <br />
<br />
Partió de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] en febrero de 1517, y halló la costa de la península de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]], por lo que muchos lo consideran como el descubridor de lo que hoy es México. Saliendo del puerto de Ajaruco, en la banda norte de la provincia de La Habana, según Díaz del Castillo, o de Santiago según algunos autores modernos;<ref>Cf. [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]], ''Historia Verdadera''…, capítulo 2: «En 8 días del mes de febrero del año de 1517 años salimos de La Habana y nos hicimos a la vela en el puerto de Jaruco, que así se llama entre los indios y es en la banda del norte». La mención a La Habana no puede referirse a la ciudad, que entonces estaba en la banda sur. El puerto de Ajaruco suele identificarse con la ubicación actual de La Habana (Clavijero). Autores modernos, como Hugh Thomas o Juan Miralles Ostos, creen que pudo salir de Santiago. [Citaciones en Wikipedia].</ref>la flota fue sorprendida por una tormenta que la llevó a tierra. Observaron cómo se acercaban los pobladores del lugar, con cara alegre y muestras de paz. Cuando los españoles preguntaron con señas por el nombre del lugar, los mayas respondieron «in ca wotoch», que quiere decir «esta es mi casa». Por esta causa le pusieron a esa tierra Punta de Catoche, hoy Cabo Catoche.<ref>Luis., Conde-Salazar Infiesta,; Manuel., Lucena Giraldo, (2009), ''Atlas de los exploradores españoles'', GeoPlaneta, ISBN 9788408086833, OCLC 556943554. [Citaciones en Wikipedia]</ref><br />
<br />
Fue un encuentro muy importante en cuanto por los españoles tuvieron por primera vez constancia de la presencia en América de culturas avanzadas (los mayas), con casas «de cal y canto» y organización social de complejidad más próxima a la del Viejo Mundo, y se tuvo también esperanza de existencia de oro. <br />
<br />
Halló muchos poblados habitados y entabló en ellos contactos puntuales, pero generalmente hostiles, al punto que resultó para los españoles muy difícil el acopio de agua, por los ataques de que eran objeto. En uno de ellos, en el lugar que los mayas llamaban Chakán Putum (Champotón), el ataque fue mucho más fiero de lo normal y causó muchos muertos a los expedicionarios, siendo casi todos, incluido Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]], heridos por arma arrojadiza: flechas y azagayas. El piloto Antón de Alaminos decidió levar anclas y dirigir sus barcos a Florida, lugar que conocía por haber participado en la expedición de Juan Ponce de León en 1512. <br />
<br />
Allí recalaron lo justo para recoger víveres y agua y regresar a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]]. Pero Hernández no vivió la continuidad de su obra: murió en aquel mismo año de 1517, apenas dos semanas después de regresar de su desgraciada expedición, como resultado de las heridas y la sed sufridas durante el viaje, y decepcionado al saber que Diego Velázquez había preferido a Juan de Grijalva como capitán de la siguiente expedición a [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]]. <br />
<br />
Las noticias de la expedición alentaron a Velázquez, que supuso la presencia de oro en poblaciones como las descubiertas y organizó otras dos expediciones, al mando primero de Juan de Grijalva, en 1518, y luego de [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]], en 1519, que finalmente terminó por conquistar México y luego explorar desde el Golfo de [[CALIFORNIA;_Misiones | California]] hasta las Hibueras. <br />
<br />
De la biografía de Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]] solo se sabe que residía en [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] en 1517, por lo que seguramente habría participado en su conquista, y que era un hacendado rico que tenía un poblado de indios, así como amistades con suficiente capacidad económica como para ayudar a financiar la expedición que encabezó. [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]] es el cronista que más detalles aporta sobre el viaje de Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]], y también el único que fue testigo presencial de todo el proceso, pues participó en las expediciones posteriores de Juan de Grijalva y de [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]]. <br />
<br />
Además, Bernal declara en su crónica haber sido él mismo promotor del proyecto, junto con otro centenar de españoles que decían necesitar ''“ocupar sus personas”'', porque hacía tres años que habían llegado a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], desde la Castilla del Oro de Pedrarias Dávila, y se quejaban de que ''”no habían hecho cosa alguna que de contar fuera”''. <br />
<br />
==Polémica por los motivos de la expedición de Hernández de Córdoba==<br />
<br />
Bernal cuenta primero que tanto él como otros ciento diez españoles, que vivían en Castilla del Oro, decidieron pedir permiso a Pedro Arias Dávila para trasladarse a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], que Pedrarias concedió de buen grado, porque en Tierra Firme ''”no había nada que conquistar, que todo estaba en paz, que el Vasco Núñez de Balboa, su yerno del Pedrarias, lo había conquistado"''. Esos españoles de Castilla del Oro se presentaron en [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] a Diego Velázquez, el gobernador (y familiar de [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]]), quien les prometió que ''“nos daría indios, en vacando”''. <br />
<br />
Inmediatamente después de esta alusión a la promesa de indios, Bernal dice que ''”Y como se habían pasado ya tres años [...] y no habíamos hecho cosa alguna que de contar fuera”'', los ciento diez españoles procedentes del [[PANAMÁ;_Vicariato_de_Darién | Darién]] ''”y los que en la isla de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] no tenían indios”'' —otra vez la alusión a la falta de indios— decidieron concertarse con ''”un hidalgo que se decía Francisco Hernández de Córdoba [...] y era hombre rico y tenía pueblo de indios en aquella isla [Cuba]”'', para que aceptara ser su capitán para ''"ir a nuestra ventura a descubrir nuevas tierras y en ellas emplear nuestras personas”''. <br />
<br />
Se aprecia que [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]] no intenta ocultar que los tan repetidos indios algo tenían que ver con el proyecto, aunque autores como Madariaga prefieran concluir que el objetivo era el mucho más noble de ''“descubrir, ocupar nuestras personas y hacer cosas dignas de ser contadas.”'' El cronista niega inmediatamente que se admitiera la pretensión de Velázquez de capturar indios: ''“le respondimos que lo que decía no lo manda Dios ni el rey, que hiciésemos a los libres esclavos”''. <br />
<br />
Si aceptamos el juicio de Bernal, el gobernador admitió deportivamente la negativa, y aun así, proporcionó el barco. Para valorar la forma vaga y acaso contradictoria en que Bernal trata el asunto del secuestro de indios como posible objetivo del viaje, debe tenerse en cuenta que escribió su historia de la conquista unos cincuenta años después de ocurridos los hechos, y que al menos en parte su objetivo era que se reconocieran sus servicios a la Corona. <br />
<br />
La mayoría de sus contemporáneos, que además escribieron antes, son más tajantes: en la carta enviada a la reina doña Juana y al rey Carlos I por la justicia y regimiento de la Rica Villa de la Vera Cruz, los capitanes de Cortés narran el origen de la expedición de Hernández diciendo: ''”como es costumbre en estas islas que en nombre de vuestras majestades están pobladas de españoles de ir por indios a las islas que no están pobladas de españoles, para se servir dellos, enviaron los susodichos [Francisco Fernández de Córdoba, y sus socios Lope Ochoa de Caicedo y Cristóbal Morante] dos navíos y un bergantín para que de las dichas islas trujesen indios a la dicha isla Fernandina, y creemos [...] que el dicho Diego Velázquez [...] tenía la cuarta parte de la dicha armada”''. <br />
<br />
La presencia de Antón de Alaminos en la expedición es uno de los argumentos en contra de la hipótesis del objetivo exclusivamente esclavista. Este prestigioso piloto, veterano de los viajes del Almirante, parece un recurso excesivo para una expedición esclavista a los islotes de Guanajes. Hay otro miembro de la expedición cuya presencia se aviene todavía menos con esa hipótesis: el «veedor» Bernardino Íñiguez. <br />
<br />
Este cargo público tenía funciones que hoy llamaríamos fiscales y administrativas (hoy se llamaría «supervisor»). Se encargaba de contar los tesoros rescatados en las expediciones, en metales y piedras preciosas, para dar fe de la correcta separación del «quinto real» (se destinaba a la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | corona española]] un 20% de lo obtenido en las conquistas; norma fiscal con origen en la Reconquista) y de otros requisitos legales como leer a los indios, antes de atacarlos, el «[[REQUERIMIENTO;_Origen,_práctica_y_derogación | Requerimiento]]». Si la expedición iba a Guanajes a por indios, no hacía falta, e incluso era inconveniente, llevar Veedor. <br />
<br />
Los anteriores datos son difíciles de conciliar entre sí y resultan compatibles con varias hipótesis. Bajo la primera, Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]] habría descubierto [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] por accidente, al verse desviada su expedición por una tormenta, inicialmente destinada a un viaje más corto; entre tanto, las menciones de Alaminos y del Veedor serían meros «adornos» destinados a legitimar el intento. En segundo lugar, puede suponerse que tras unos malos propósitos de Diego Velázquez, rápidamente reprimidos y afeados por los demás españoles, que además se conformaban con seguir sin indios en [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], el viaje se planeó principalmente como de descubrimiento y conquista, y por eso se llevaba Veedor además de tan buen piloto. Por supuesto, puede también creerse, con Las Casas, que el proyecto pretendía conseguir los dos objetivos. <br />
<br />
Años más tarde, [[CERVANTES_DE_SALAZAR,_Francisco | Francisco Cervantes de Salazar]], en su «Crónica de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]]» atribuyó a Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]] los siguientes hechos y frases: ''“Desta manera salió Francisco Hernández del puerto de Santiago de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], el cual, estando ya en alta mar, declarando su pensamiento, que era otro del que parescía, dixo al piloto: «No voy yo a buscar lucayos (lucayos son indios de rescate), sino en demanda de alguna buena isla, para poblarla y ser Gobernador della; porque si la descubrimos, soy cierto que ansí por mis servicios como por el favor que tengo en Corte con mis deudos, que el Rey me hará merced de la gobernación della; por eso, buscadla con cuidado, que yo os lo gratificaré muy bien y os haré en todo ventajas entre todos los demás de nuestra compañía.»”.''<ref>Cervantes de Salazar, Francisco (1554) ''Crónica de Nueva España'' libro II cap. I "De la primera noticia que tuvieron los españoles de la Costa de la Nueva España".</ref><br />
<br />
==CATOCHE, YUCATÁN Y CHAMPOTÓN==<br />
<br />
===Batalla de Catoche===<br />
<br />
Al día siguiente del arribo de la expedición a un lugar de la costa que los mayas llamaban Ekab, los naturales se acercaron a los navíos invitando a los españoles a ir a tierra firme diciéndoles «conéx cotóch» «conex cotóch» (venid a nuestras casas); por eso los españoles se referirána ese lugar como «punta catoche». Decidieron aceptar la invitación, pero contemplaron bastante alarmados cómo la costa se llenaba de nativos, presintiendo que el desembarco podía ser peligroso. <br />
<br />
No obstante, bajaron a tierra como lo solicitaba su hasta ese momento su amable anfitrión, el cacique de ese lugar, aunque por precaución usaron sus propios bateles en lugar de aceptar ser llevados por los indios en canoas, y por supuesto salieron armados, procurando sobre todo llevar ballestas y escopetas (''"quince ballestas y diez escopetas"'', según la increíble memoria de [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]]). <br />
<br />
Los temores de los españoles se confirmaron inmediatamente. El cacique les tenía preparada una emboscada en cuanto pisaran tierra. Multitud de indios los atacaron, armados con lanzas, rodelas, hondas (hondas dice Bernal; Diego de Landa niega que los indios de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] conocieran la honda; sostiene que lanzaban las piedras con la mano derecha, utilizando la izquierda para apuntar; pero la honda era conocida en otros puntos de Mesoamérica, y el testimonio de los que recibían las pedradas merece sin duda más crédito), flechas lanzadas con arco, y armaduras de algodón. Solo la sorpresa producida en los indios por las cortantes espadas de acero, las ballestas y las armas de fuego pudo ponerlos en fuga, consiguiendo los españoles volver a embarcar, no sin sufrir los primeros heridos de la expedición. <br />
<br />
Durante esta batalla de Catoche ocurrieron dos hechos que tendrían gran influencia futura: uno fue el haber hecho prisioneros a dos indios, a los que llevados a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] y una vez [[INDÍGENAS;_Su_actitud_ante_la_Evangelización | evangelizados]] y bautizados se les llamó Julián y Melchor, o más frecuentemente «Julianillo y Melchorejo». Habrían de ser los primeros intérpretes de los españoles en tierra maya, en la siguiente expedición que comandó Juan de Grijalva en 1518. <br />
<br />
Otro fue la curiosidad y valor del clérigo González, capellán del grupo, que, habiendo saltado a tierra con los soldados, se entretuvo en explorar una pirámide y unos adoratorios. El clérigo González vio por primera vez los ídolos mayas, y recogió piezas ''"de medio oro, y lo más cobre"'', que de todos modos serían suficientes para excitar la codicia de los españoles de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], al regreso de la expedición. Al menos dos soldados murieron como resultado de las heridas de esa batalla.<br />
<br />
===Exploración de la «isla» de Yucatán===<br />
<br />
De vuelta en los navíos, Antón de Alaminos impuso una navegación lenta y vigilante, moviéndose solo de día, porque estaba empeñado en considerar a [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] como una isla. Además, empezó la mayor penalidad de los viajeros, la falta de agua de boca a bordo. Los depósitos de agua, pipas y vasijas, no eran de la calidad requerida para largas travesías; perdían agua y no la conservaban bien, exigiendo frecuentes desembarcos para renovar el imprescindible líquido. <br />
<br />
Cuando fueron a tierra para llenar las pipas, cerca de un pueblo al que llamaron Lázaro (En lengua de indios se llama [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]], nos aclara Bernal), los indios se les acercaron una vez más con apariencia pacífica, y les repitieron una palabra que debería haberles resultado enigmática: «Castilian». Luego se atribuyó la palabra a la presencia en las proximidades de Jerónimo de Aguilar y de [[GUERRERO,_Gonzalo | Gonzalo Guerrero]], los «náufragos de Nicuesa».<ref>En 1511 un navío dirigido por Diego Nicuesa partió de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] hacia Santo Domingo en la isla La Española, pero un huracán hizo naufragar a la nave. 20 marineros lograron sobrevivir en un batel y fueron arrojados a las costas de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]]. 18 de ellos fueron muertos por los indígenas y 2 sobrevivieron: Jerónimo de Aguilar que fue rescatado hasta 1519 por [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]], y [[GUERRERO,_Gonzalo | Gonzalo Guerrero]] que se unió a una mujer maya y se negó a ser rescatado, dando inicio al mestizaje mexicano.</ref><br />
<br />
Los españoles encontraron un pozo «de cal y canto» utilizado por los indios para abastecerse de agua dulce, y pudieron llenar sus pipas y vasijas. Los indios, otra vez con aspecto y maneras amigables, los llevaron a su poblado, donde una vez más pudieron ver construcciones sólidas y muchos ídolos (Bernal alude a los «bultos de serpientes» en las paredes, tan característicos de Mesoamérica). Conocieron además a los primeros sacerdotes, con su túnica blanca y su larga cabellera impregnada de sangre humana. <br />
<br />
Estos sacerdotes les hicieron ver que las muestras de amistad no continuarían: convocaron a gran cantidad de guerreros y mandaron quemar unos carrizos secos, indicando a los españoles que si no se marchaban antes de que se extinguiera el fuego, los atacarían. Los hombres de Hernández decidieron retirarse a los barcos, con sus pipas y aljibes de agua, y consiguieron hacerlo antes de que los indios los atacaran, saliendo bien librados del descubrimiento de Campeche. <br />
<br />
===Chakán Putum (Champotón) y la «mala pelea»===<br />
<br />
Pudieron navegar unos seis días de buen tiempo y otros cuatro de temporal, que a punto estuvo de hacerlos naufragar. Pasado ese tiempo, el agua dulce se les volvió a agotar por culpa del mal estado de los depósitos. Estando ya en situación extrema, se detuvieron a recoger agua en un lugar que Bernal a veces llama Chakán Putum y a veces por su nombre actual de Champotón, donde discurre el río del mismo nombre. En cuanto habían henchido las pipas, se vieron rodeados de muchos escuadrones de indios. Pasaron la noche en tierra, con grandes precauciones y guardados por «velas y escuchas». <br />
<br />
Esta vez los españoles decidieron que no debían escapar, como en Cabo Catoche: necesitaban agua, y la retirada parecía más peligrosa que el ataque si los indios la estorbaban. Así que decidieron luchar, con resultado muy adverso: nada más empezar la batalla ya habla Bernal de ochenta españoles heridos. Recordando que los originalmente embarcados eran un centenar de personas, no todos soldados, eso da idea de que estuvieron muy cerca de terminar en ese momento la expedición. Pronto descubrieron que los escuadrones de indios se multiplicaban con nuevos refuerzos y que, si bien espadas, ballestas y arcabuces los asustaban al principio, conseguían superar la sorpresa procurando asaetear a distancia a los españoles, para mantenerse alejados de sus espadas. <br />
<br />
Al grito de «Calachumi» (Halach Uinik), que los conquistadores pronto supieron traducir como «¡al jefe!», los indios se ensañaron especialmente con Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]], que llegó a recibir diez flechazos. También aprendieron los españoles el empeño de sus oponentes por capturar personas vivas: dos fueron hechas prisioneras y seguramente sacrificadas después; de una sabemos que se llamaba Alonso Boto, y de la otra Bernal solo es capaz de recordarla como ''“un portugués viejo”''. <br />
<br />
Llegó un momento en que solo quedaba un soldado ileso, el capitán debía estar prácticamente inconsciente, y la agresividad de los indios se multiplicaba. Decidieron entonces como último recurso romper el cerco de los indios en dirección a los bateles, y volver a abordarlos —sin poder ocuparse de sus pipas de agua— para ganar los barcos. Afortunadamente para ellos, los indios no se habían preocupado de retirar o inutilizar las barcas, como habrían podido hacer. <br />
<br />
Se ensañaron, en cambio, en el ataque con flechas, piedras y lanzas a los bateles en fuga, que se desequilibraron por el peso y movimiento, y acabaron dando al través o volcando. Los supervivientes de Hernández tuvieron que desplazarse asidos a las bordas de las lanchas, medio nadando, pero al final fueron recogidos por el barco de menor calado, y puestos a salvo. <br />
<br />
Los supervivientes, al pasar lista, tuvieron que lamentar la falta de cincuenta compañeros, incluyendo los dos que se llevaron vivos. El resto estaban muy malheridos, con excepción de un soldado llamado Berrio, que resultó sorprendentemente ileso. Cinco murieron en los días siguientes, siendo arrojados al mar sus cadáveres. Los españoles llamaron al sitio «costa de la mala pelea», y así figuró en los mapas durante algún tiempo. <br />
<br />
==EL RETORNO A TRAVÉS DE FLORIDA==<br />
<br />
Los expedicionarios habían vuelto a las naves sin el agua dulce que obligó al desembarco. Además, veían mermada su tripulación en más de cincuenta hombres, muchos de ellos marineros, lo que unido a la gran cantidad de heridos graves les impedía maniobrar los tres barcos. Se deshicieron del de menor calado quemándolo en alta mar, después de haber repartido en los otros dos sus velas, anclas y cables. <br />
<br />
La sed comenzó a ser intolerable. Bernal habla de que se les agrietaban lenguas y gargantas, y de soldados que fallecieron porque la desesperación los llevó a ingerir agua de mar. Otro desembarco de quince hombres, en un lugar al que llamaron «Estero de los lagartos» solo obtuvo agua salobre, que aumentó la desesperación de los tripulantes. <br />
<br />
Los pilotos Alaminos, Camacho y Álvarez decidieron, a iniciativa de Alaminos, navegar a Florida en lugar de hacerlo directamente a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]]. El piloto mayor Alaminos recordaba su exploración de [[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | La Florida]] con Juan Ponce de León, y creía saber que esa era la ruta más segura, aunque nada más llegar a Florida advirtió a sus compañeros de la belicosidad de los indios locales. Efectivamente, las veinte personas —entre ellas Bernal y el piloto Alaminos— que desembarcaron en busca de agua fueron atacadas por nativos, aunque esta vez lograron sobreponerse a ellos, no sin que Bernal recibiera su tercera herida del viaje, y Alaminos un flechazo en la garganta. <br />
<br />
Desapareció también uno de los vigías que se habían puesto en torno a la tropa, Berrio, precisamente el único soldado que había resultado ileso en Champotón. Pero pudieron regresar al barco, y por fin llevaban agua dulce que alivió el sufrimiento de los que habían permanecido en él, aunque uno de ellos, siempre según Bernal, bebió tanta que se hinchó y murió a los pocos días. Ya con agua, se dirigieron a La Habana con los dos navíos restantes, pudieron desembarcar en el puerto de Carenas (La Habana), dando por terminado el viaje. <br />
<br />
En algún momento entre 1517 y 1518, los españoles dejaron abandonada en la isla de Términos (actualmente isla del Carmen) a una perra de caza, la lebrela de Términos, que luego recuperaría la expedición de Cortés. [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]] refiere que fue Grijalva el que perdió la perra, pero Cortés atribuye el anecdótico suceso a Hernández. Si fuera así, como supone el moderno biógrafo de Cortés Juan Miralles, debería revisarse la ruta de vuelta de su expedición, que no iría de Champotón a Florida directamente, sino recalando en la isla del Carmen, algo más al sur. <br />
<br />
==LA EXPEDICIÓN DE JUAN DE GRIJALVA==<br />
<br />
El descubrimiento de «El Gran Cairo», en marzo de 1517, fue sin duda un momento crucial en la consideración de las Indias por los españoles: hasta entonces, nada se había asemejado a las historias de Marco Polo, o a las promesas de Colón, que adivinaba Catay —y hasta el Jardín del paraíso— tras cada cabo y en cada río. <br />
<br />
Lejos estaban todavía los encuentros con las culturas azteca e inca, y «El Gran Cairo» era lo más parecido a ese sueño que los conquistadores habían contemplado hasta entonces. De hecho, cuando llegaron noticias a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], los españoles reavivaron su imaginación, creando otra vez fantasías sobre el origen de los pueblos descubiertos, que remitían a «los gentiles» o a «los [[JUDÍOS_EN_URUGUAY | judíos]] desterrados de Jerusalén por Tito y Vespasiano». <br />
<br />
De la importancia que se dio a las noticias, objetos y personas que Hernández llevó a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], da idea la rapidez con la que se preparó la siguiente expedición que Diego Velázquez encargó a Juan de Grijalva, pariente suyo y persona de su confianza. Las noticias de que en esa «isla» de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] había oro, confirmadas además con entusiasmo por Julianillo, cebaron el proceso que concluiría con la [[CONQUISTA_DE_MÉXICO | Conquista de México]] por la tercera flota enviada: la de [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]]. <br />
<br />
[[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]], en su «Historia Verdadera…», al principio del capítulo segundo dice: ''“En 8 días del mes de febrero del año de 1517 años salimos de La Habana y nos hicimos a la vela en el puerto de Jaruco, que así se llama entre los indios y es en la banda del norte”''. La mención a La Habana no puede referirse a la ciudad, que entonces estaba en la banda sur. El puerto de Ajaruco suele identificarse con la ubicación actual de La Habana (Clavijero). Autores modernos, como Hugh Thomas o Juan Miralles Ostos creen que pudo salir de Santiago. <br />
<br />
En 1518 Juan de Grijalva explora con más detención la península del [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] encontrando oro, joyas, e información de México y enviados de [[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN | Moctezuma]]. Grijalva había nacido en Cuéllar, España, en 1490 y muere en Olancho, América Central, en 1527. Se trasladó en su juventud a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], donde contó con el apoyo político de su tío, Pánfilo de Narváez, y de su paisano, el gobernador Diego Velázquez de Cuéllar. Intervino en el proceso de conquista y colonización de la isla desde 1511. <br />
<br />
Según la crónica de Herrera, cuando Velázquez partió para celebrar su boda le dejó a cargo de la colonia de Santiago de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], donde residían fray [[LAS_CASAS,_Fray_Bartolomé_de | Bartolomé de Las Casas]] y cincuenta españoles. En 1514 participó en la fundación de la villa Trinidad, en la que permaneció en calidad de poblador y encomendero hasta que Diego Velázquez le puso al frente de la expedición que tenía la misión de completar las exploraciones del Golfo de México que había realizado Francisco Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]]. <br />
<br />
Entre los integrantes de la expedición, que partió en abril de 1518, figuraron [[ALVARADO,_Pedro_de | Pedro de Alvarado]], Francisco de Montejo, Alonso Dávila y un futuro historiador de la [[CONQUISTA_DE_MÉXICO | conquista de México]]: [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]]. Los cuatro navíos que componían la expedición recalaron el 3 de mayo en la isla de Cozumel, a la que Grijalva dio el nombre de Santa Cruz. Posteriormente recorrieron la costa este del [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] y entraron en contacto con distintas poblaciones de origen maya. Hallaron las bocas de los ríos Usumacinta, Tabasco, Coatzacoalcos y Papaloapan, y establecieron relaciones con los indígenas que poblaban sus márgenes. <br />
<br />
Más tarde alcanzaron la desembocadura de otro río, denominado Banderas por Grijalva, donde tuvieron la primera noticia de la existencia del imperio azteca, al recibir a una embajada enviada por [[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN | Moctezuma]] II. El 19 de junio los españoles desembarcaron en las cercanías de la actual Veracruz, en la bahía de [[SAN_JUAN_DE_ULÚA._Castillo-Fortaleza | San Juan de Ulúa]], y tomaron posesión de aquel puerto, al que dieron el nombre de Santa María de las Nieves. Pese a la insistencia de algunos de sus capitanes, Grijalva no se atrevió a fundar una colonia. <br />
<br />
Después de enviar a [[ALVARADO,_Pedro_de | Pedro de Alvarado]] a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] en busca de refuerzos, Juan de Grijalva continuó su exploración costera, pero, al verse acosado por nativos hostiles en las cercanías de la desembocadura del río Canoas, siguió el consejo del piloto Antón de Alaminos y, el 21 de septiembre determinó regresar, ante la oposición, entre otros, de Francisco de Montejo y Alonso Dávila. Tras regresar a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], fue destituido por el gobernador Diego Velázquez.<br />
<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<references></references><br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
<br />
D. E. CHIPMAN, ''Nuño de Guzmán and the Province of Pánuco in New Spain: 1518-1533'', Glendale, [[CALIFORNIA;_Misiones | California]], <br />
<br />
Arthur H. Clark Company, 1967; D. E. CHIPMAN, ''[[TEXAS | Texas]] en la época colonial'', Madrid, MAPFRE, 1992; <br />
<br />
CHIPMAN, DONALD E. (1992), ''Spanish [[TEXAS | Texas]], 1519-1821, Austin, TX: University of [[TEXAS | Texas]] Press, ISBN 0-292-77659-4''; <br />
<br />
DÍAZ DEL CASTILLO BERNAL, ''Historia verdadera de la conquista de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]]'', Madrid, Historia 16, 1985; <br />
<br />
R. S. WEDDLE, ''Spanish Sea: The Gulf of Mexico in North American Discovery 1500-1685'', Collage Station, [[TEXAS | Texas]] A&amp;M University Press, 1985<br />
<br />
<br />
M.ª L. RODRÍGUEZ SALA, I. GÓMEZ GIL Y M.ª E. CUÉ, ''Navegantes, exploradores y misioneros en el septentrión novohispano en el siglo XVI'', México, Consejo Nacional para la Cultura y el Arte, UNAM, 1993; <br />
<br />
H. E. BOLTON, ''The Spanish Borderlands: A chronicle of Old Florida and the Southwest'', Alburquerque, University of New Mexico Press, 1996. <br />
<br />
WEBER, DAVID J. (1992), ''The Spanish Frontier in North America, Yale Western Americana Series, New Haven, CT: Yale University Press, ISBN 0-300-05198-0''. <br />
<br />
ROBERT S. WEDDLE: Alonso Alvarez de Pineda from the '''Handbook of [[TEXAS | Texas]] Online.'''<br />
<br />
<br />
'''FIDEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[LAS_CASAS,_Fray_Bartolomé_de|LAS CASAS, Fray Bartolomé de]]<br />
<br />
[[CALIFORNIA;_Misiones|CALIFORNIA; Misiones]]<br />
<br />
[[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN|MOCTEZUMA XOCOYOTZIN]]<br />
<br />
[[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico?|CUBA; ¿un fósil prehistórico?]]<br />
<br />
[[SAN_JUAN_DE_ULÚA._Castillo-Fortaleza|SAN JUAN DE ULÚA. Castillo-Fortaleza]]<br />
<br />
[[JUDÍOS_EN_URUGUAY|JUDÍOS EN URUGUAY]]<br />
<br />
[[CERVANTES_DE_SALAZAR,_Francisco|CERVANTES DE SALAZAR, Francisco]]<br />
<br />
[[GUERRERO,_Gonzalo|GUERRERO, Gonzalo]]<br />
<br />
[[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia|YUCATÁN EN EL TIEMPO. Enciclopedia]]<br />
<br />
[[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal|DÍAZ DEL CASTILLO, Bernal]]<br />
<br />
[[TEXAS|TEXAS]]<br />
<br />
[[CONQUISTA_DE_MÉXICO|CONQUISTA DE MÉXICO]]<br />
<br />
[[CORTÉS,_Hernán|CORTÉS, Hernán]]<br />
<br />
[[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso|IMPERIO ESPAÑOL; razones de su ocaso]]<br />
<br />
[[ALVARADO,_Pedro_de|ALVARADO, Pedro de]]<br />
<br />
[[REQUERIMIENTO;_Origen,_práctica_y_derogación|REQUERIMIENTO; Origen, práctica y derogación]]<br />
<br />
[[INDÍGENAS;_Su_actitud_ante_la_Evangelización|INDÍGENAS; Su actitud ante la Evangelización]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre|CAMPECHE. Capital del Estado mexicano del mismo nombre]]<br />
<br />
[[PANAMÁ;_Vicariato_de_Darién|PANAMÁ; Vicariato de Darién]]<br />
<br />
[[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio|CORONA ESPAÑOLA: Su papel en la evangelización y en los derechos del indio]]<br />
<br />
[[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos|LA FLORIDA; el Castillo de San Marcos]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=CAMPECHE&diff=3705799
CAMPECHE
2023-08-15T18:05:23Z
<p>Louvier: </p>
<hr />
<div>CAMPECHE.<br />
<br />
Ubicación geográfica.<br />
<br />
El actual Estado de Campeche tiene una extensión de 50,812 Km2 ocupando la porción occidental de la península Yucateca. Limita al noreste con el estado de Yucatan, al este con el Estado de Quintana Roo, al suroeste con el estado de Tabasco al sur con la república de Guatemala y al oeste con el litoral del golfo de México. El clima es Calido tropical humedo, con temperaturas entre 28 y 42 ºC. La entidad tiene cuatro zonas fisiográficas: la región serrana del noreste, con planicies y lomerios de 300m de altura, y vegetación de selva baja, la región de las aguadas y rios del suroeste que incluyen las cuencas del rio candelaria y Palizada y la laguna de Terminos y cuya vegetación se compone de manglares y selvas bajas, el àrea del Peten en el sur con selvas altas y densas y la región del litoral . Es el estado mexicano con mayor producción de petróleo.<br />
Más que una península, Yucatán fue durante muchos siglos prácticamente una isla: por el oriente y el sur, la inmensa selva era un caparazón intrincable que no llevaba a ninguna tierra de promisión; al poniente los insalvables pantanos de tabasco hacían imposible toda comunicación con el centro… “La pertenencia a la República de México era sólo de palabra. El comercio, la educación de los poderosos y otros menesteres se realizaban preferentemente con Cuba.”. <br />
<br />
La nominación del cacicazgo de Can Pech o Ah Kin Pech, con la población destacada del mismo nombre, proviene de los vocablos can, serpiente, y pech, garrapata; estas palabras parecen referirse a uno de sus templos construido sobre una plataforma en la que se encontraban diversas esculturas de serpientes con una garrapata en la cabeza, a manera de animales totémicos. Otra versión señala que significa el Señor Sol Garrapata. Como lo pronunciaron los españoles, Kan Pech, quiere decir: lugar de serpientes y garrapatas; sus poblaciones principales fueron Yaxcab, Samulá, Chiná, Tixbulul (Lerma), Tixmucuy y Hampolol.<br />
<br />
Historia.<br />
<br />
El antecedente histórico prehispanico corresponde a la cultura Maya que es compartido con sus particularidades en los actuales estados de Tabasco, Chiapas, Yucatán, Quintana Roo y los paises de Belice, Guatemala y Honduras. Cuando se inició la conquista continental por los españoles, la zona Maya estaba viviendo su etapa postclásica: la mayoría de sus asentamientos estaban abandonados, sus grandes construcciones se caían por la sequia y por las guerras inter ciudades; persistian grupos dispersos de maya-hablantes, sobre todo en la selva y solo algunas ciudades- estado, depauperadas y en ruinas.<br />
<br />
Tras la destrucción de Mayapan (1441-1461) en la península de Yucatán, se crearon grandes rivalidades entre los mayas, y se formaron diversas jurisdicciones independientes llamadas Kuchkabal. En cada Kuchkabal había un Halach Uinik (maya: Halach Uinik; Hombre de mando) quien era el jefe con la máxima autoridad militar, judicial y política y que vivía en una ciudad principal considerada la capital de la jurisdicción. Esta distribución política dificultó la existencia de una nación, pero favoreció la defensa de sus territorios.<br />
Existen numerosos vestigios arqueológicos como testimonio de que Campeche estuvo poblado antes del inicio de la era cristiana; destacan objetos cerámicos y restos de construcciones ubicadas en sitios como Río Bec, Xpuhil y Tixchel. Tampoco podría omitirse que los olmecas contribuyeron a la formación de las culturas zapoteca y maya.<br />
<br />
Conviene señalar que todas las construcciones mayas tienen un mismo origen y no por ello dejan de presentar desigualdades, no sólo como consecuencia de los diferentes años en que fueron construidas, sino también por la relación con los diversos caciques o dioses predominantes. Particularmente, el eminente estudioso de esta región -Román Piña Chan- ha determinado que la cultura maya se distingue en el lapso conocido como Horizonte Clásico (200 a 900 años d.C.) por la construcción de centros ceremoniales que no siempre tienen el mismo tamaño o estilo, sea por la bóveda de piedras saledizas o un arco falso; la devoción por las estelas con inscripciones calendáricas; la cerámica pintada en varios colores y el carácter teocrático de su sociedad; la numeración y escritura jeroglífica, el calendario y las observaciones astronómicas; el desarrollo de las artesanías y el arte, el comercio intensivo, la religión avanzada. Estos y otros factores culturales le imprimieron el sello de una verdadera civilización.<br />
<br />
Los cacicazgos que se encontraban en el territorio del estado de Campeche eran conocidos con los nombres de Ah Canul, Can Pech o Ah Kin Pech, Chakamputún, Tixchel y Acalán. Ah Canul tenía como principal población a Calkiní, cuyo nombre maya significa cuello del sol. De conformidad con el documento conocido con el nombre de Códice a Calkiní, la población fue fundada por Tzab Canul, quien era el mayor de nueve hermanos del linaje que gobernaba ese cacicazgo; el lugar elegido para su fundación, después de acaecida la destrucción de Mayapán en 1441-1443, fue bajo la sombra de una frondosa ceiba o yaxché, árbol sagrado de los mayas; al lugar lo llamaron Tuc-ca'an o rincón del cielo, y se encontraba cercano al pozo Halim. Como poblaciones importantes podemos citar: Maxcanú, Opichén, Halachó, Bécal, Pocboc, Hecelchakán y Nunkiní.<br />
<br />
Virreinato<br />
<br />
El 8 de febrero de 1517, al mando de Francisco Hernández de Córdoba, zarpó de la Isla de Cuba la primera expedición exploradora de Yucatán. Después de tocar Isla Mujeres, la crónica de Bernal Diaz del Castillo↗ narra que después avistaron un poblado sembrado en la costa, desembarcaron cautelosamente el 22 de marzo en un lugar conocido como Ah Kin Pech o Can Pech y que bautizaron como San Lázaro; en ese lugar se celebró la primer Misa en el territorio de lo que hoy es México, repostaron y cargaron agua. Al acercarse los mayas, los españoles indicaron por medio de señas que venían en son de paz; el cacique de la región les preguntó si venían de donde sale el sol, mencionando la palabra "castilán". Los españoles, sorprendidos ante esta palabra, respondieron afirmativamente, y el cacique los invitó a su población, en donde se encendió copal. Por medio de señas, y por recomendación del Cacique abandonaron el lugar al caer la tarde llegando a Chanka-putum, (Champoton) donde libraron una batalla donde murieron 47 soldados siendo herido el capitán Hernández de Córdoba quien murió en Cuba a resultas de las heridas recibidas; a ese lugar le bautizaron como “bahía de la mala batalla”.<br />
<br />
En 1518 Juan de Grijalva organizó otra expedición que tocó Cozumel, Campeche y Champoton pero siguió hasta la desembocadura del río que lleva su nombre. En 1519, Hernán Cortés↗ hizo el mismo recorrido pero sin parar en Campeche. Una vez concluida la conquista de Tenochtitlan (13 de agosto de 1521), Francisco de Montejo viajó a España donde solicitó a Carlos V permiso para conquistar la peninsula de Yucatán. En 1526 la corona española otorgó a Montejo el tìtulo de adelantado, gobernador, alguacil mayor y capitán general de Yucatán. Para la conquista de Yucatán, Montejo realizó tres intentos; el primero de 1527 a 1529 en el que fue ayudado por el capitán Alonso Dávila a quien conocia desde la expedición de Cortés. Partió a Chetumal donde fue ayudado por el cacique Naum Pat , se adentro a tierra firme y cerca de Xel-Há (Campeche) fundó una villa llamada Salamanca. Después de algunas expediciones que lo llevaron hasta Honduras, regreso diezmado por el hambre y los ataques de los naturales a Xel-Há, donde encontró a 12 sobrevivientes españoles abandonando así la península en 1528.<br />
<br />
A fines de 1530 realizo un nuevo intento para conquistar la península; en esta ocasión su hijo, Francisco de Montejo y León “El Mozo”, fundó en Tabasco la población de Salamanca de Xicalango, y Alonso Dávila la de Salamanca de Acalan en la zona Chontal (en Bacalar). Desde ahí emprendieron la conquista de la península. En 1531 fundan Salamanca de Campeche y otros asentamientos peninsulares. Sin embargo este segundo intento tampoco prosperó; en 1534 Francisco de Montejo ”el Mozo”, fue vencido por los mayas en Chichen Itza, por lo que abandonan la peninsula por cinco años. <br />
Hacia 1537, “el adelantado” quien gobernaba Tabasco, asignó a Lorenzo de Godoy instalar la primera guarnición en San Pedro de Champoton, la que mantuvieron con muchas dificultades pues no contaban ni con gente ni soldados. Un sobrino de Francisco de Montejo que tenía su mismo nombre y apellido tomó el mando y le cambio el nombre por el de “Salamanca de Champotón”<br />
<br />
El “adelantado” llegó a la ciudad Real de Chiapa (San Cristobal de las Casas) en 1540 y desde ahí envío a Francisco Gil como jefe de la guarnición de Champoton y nombró a su hijo “teniente de gobernador”. Así Francisco de Montejo “El Mozo”, al mando de unos 30 soldados, fundó San Francisco de Campeche, que incluía Chakan Putum, Can Pech y Ah Canul.<br />
<br />
La Evangelización de la península dio inicio con los Franciscanos↗ que erigieron la primera Iglesia y el primer convento de San Francisco en Campeche. La villa de aquel entonces se edificó en torno a una plaza ocupada únicamente por la picota: una columna que servía como símbolo de poder y justicia española. Alrededor de la plaza se construyeron la parroquia de Nuestra Señora de la Purísima Concepción, la Audiencia y las casas de los conquistadores de rango más elevado. En torno a una plaza menor se construiría el mercado y se desarrollaría la vida comercial. La villa fundada por los españoles quedó un tanto apartada de la localidad maya. Los españoles hicieron su vida en torno a la plaza, en el actual barrio de San Román, mientras que los indígenas se agregaron en los antiguos asentamientos prehispánicos, actualmente los barrios de San Francisco y Siete de Agosto. <br />
Los indígenas mexicas que llegaron con los conquistadores ocuparon el barrio de San Francisco, y la población de esclavos provenientes de África los barrios de Santa Ana y Santa Lucía. El comercio marítimo condicionó el desarrollo de la villa, por lo que ésta fue diseñada con un modelo renacentista, una traza regular en damero en torno a una plaza excéntrica que, según las ordenanzas de la Corona Española debía servir para las fiestas y ceremonias, orientada en torno a su bahía<br />
<br />
. <br />
A la conquista armada siguió la conquista espiritual. La primera orden religiosa que llegó a Campeche fue la de los franciscanos↗ quienes se establecieron en 1535, pero tuvieron que retirarse por una serie de dificultades con los indigenas y con los españoles, regresando cinco años después cuando Montejo “el mozo”, se estableció en Campeche.<br />
<br />
La evangelización↗ fue similar a la realizada en toda Nueva España↗: una vez vencida la barrera del idioma, los franciscanos no tuvieron mayor dificultad, y fueron la única orden que llevó a cabo esta tarea en la provincia de San José, que era como se nombraba a la Península de Yucatán. <br />
En 1542, el rey Carlos V proclamó las «Leyes Nuevas» que establecían la libertad de los indios como súbditos de la Corona. La esclavitud quedó legalmente abolida y las «encomiendas» limitadas y mejor reglamentadas. Los que no fueron encomendados quedaron bajo la jurisdicción real y recibieron el nombre de «pueblos de la Real Corona». Sin embargo los indígenas de las encomiendas continuaron sufriendo un trato parecido a la esclavitud. Los frailes lucharon por defender los derechos de los indígenas, preservar su libertad y limitar los abusos de los conquistadores. Gracias a ello, en 1547 Felipe II de España emitió una cédula real en favor de la libertad personal de los indígenas, y para cerciorarse de que sus intereses se cumplieran, creó una Alcaldia Mayor para la provincia de Yucatán<br />
<br />
En 1761 Francisco Uc de los Santos (Jacinto Can ek), un indígena nacido en el barrio de San Román, encabezó en la villa de Campeche una rebelión indígena contra la dominación española; la rebelión fracasó y Jacinto Can Ek fue ejecutado el mismo año. A lo largo del período virreinal Campeche destacó como puerto de gran importancia y estableció contactos comerciales y políticos con otras provincias de la Nueva España y el exterior . Se traficaba con Palo de tinte o de Campeche, muy apreciado en Europa antes de la era de las anilinas, con maderas preciosas y con oro amonedado, plata y especias.<br />
<br />
A su regreso a España, los navíos llevaban sus bodegas cargadas de tesoros que despertaban la codicia de otras naciones y de ladrones del mar quienes se convirtieron en una gran amenaza, con el auspicio y apoyo de las coronas de Holanda, Francia, Inglaterra y Portugal. Por ello durante el S. XVI hasta el XVIII, Campeche se convirtió en blanco de continuos ataques de corsarios, piratas y filibusteros, lo que obligó a amurallar la Ciudad. Así se convirtió en la segunda ciudad amurallada de la América Española, después de Cartagena de Indias en Colombia. La muralla campechana esta conformada por una planta hexagonal irregular demarcada por baluartes: el de San Carlos, el de la Soledad, el de San Pedro, el de San Francisco, el San Juan y el de Santa Rosa de Lima. Fue el Ingeniero frances Louis Bouchard de Becour el encargado de unificar todas las obras defensivas que rodeaban a la ciudad con un muro que, al final, medía 2560 metros de longitud. Existían también varias puertas que permitían la entrada y salida de la ciudad amurallada siendo los dos mas importantes la Puerta de Mar y la Puerta de tierra. La Puerta de Guadalupe y la de San Roman servian para comunicar a estos barrios Dentro de la muralla se resguardaban las autoridades y los tesoros, mientras que la población general vivía fuera de la muralla. Además se construyeron dos fortalezas cerca de dos colinas para proteger a la ciudad: los fuertes de San José El Alto (construido en 1762) y el de San Miguel, con sus dos baterías.<br />
<br />
Se tienen bien documentados siete ataques contra la ciudad, así como algunas batallas libradas por los habitantes del lugar para defender sus propiedades. Entre los atacantes se mencionan: John Hawkins; Francis Drake, William Parker, Cornelio Holtz, de origen Holandés llamado “pata de palo”; Diego “el mulato” de origen cubano, James Jackson, Myngs Henry Morgan, Edward Mansvelt; Bartholomew; Roche Brasiliano, Jean David Nau apodado el Olonés, Laurens de Graff mejor conocido como Lorencillo; El francés Michael Grammont y Lewis Scott. Jan Lafitte; Una mención especial merece Mary Read quien, a pesar de las restricciones para que las mujeres se aventuraran en el mar, se hizo pirata. <br />
En 1777 la Villa de San Francisco de Campeche fue elevada al rango Ciudad y le fue otorgado por el Rey de España Carlos III un escudo de armas, el cual esta dividido en cuatro cuarteles en fondo rojo; los cuarteles arriba a la izquierda y abajo a la derecha tienen dos torres almenadas y los otros dos, alternados sobre fondo azur, un barco de vela navegando. El escudo denota la importancia naval de la ciudad y su carácter de amurallado. <br />
<br />
NOTAS:<br />
<br />
Martos ,L., Campeche, Hiistoria, arqueología-tradiciones. Monclem Edo.de Mex. 2007<br />
Ibídem.<br />
Hernández de la Cruz Felipe: Prólogo al libro de Marisol Ceh Moo: T’ambilák men tunk’ulilo’ob. (El llamado de los Tunk’ules) pp 177-185. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Mex.2011. <br />
Op Cit.<br />
Quezada S. Yucatán, historia breve, FCE, 2da ed. 2011<br />
Canto V. NA. Catalogo del archivo histórico de la Diosesis de Campeche- 1638-1998, Gobierno del Edo. de Campeche. 1999<br />
Martos, obra citada.<br />
<br />
BIBLIOGRAFÍA:<br />
<br />
Martos L. Campeche, Historia, arqueología-tradiciones. Monclem, Mex. 2007<br />
<br />
Marisol Ceh Moo. T’ambilák men tunk’ulilo’ob. (El llamado de los Tunk’ules) Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. México, 2011. <br />
<br />
Quezada S. Yucatán, historia breve. Fondo de Cultura Económica, 2 ed. México 2011<br />
Canto V. NA. Catalogo del archivo histórico de la Diócesis de Campeche- 1638-1998, Gobierno del Edo. de Campeche. 1999<br />
<br />
OCTAVIO CASTILLO Y LÓPEZ</div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=CAMPECHE&diff=3705798
CAMPECHE
2023-08-15T18:02:04Z
<p>Louvier: Página creada con «CAMPECHE. Ubicación geográfica. El actual Estado de Campeche tiene una extensión de 50,812 Km2 ocupando la porción occidental de la península Yucateca. Limita al no…»</p>
<hr />
<div>CAMPECHE. <br />
Ubicación geográfica.<br />
El actual Estado de Campeche tiene una extensión de 50,812 Km2 ocupando la porción occidental de la península Yucateca. Limita al noreste con el estado de Yucatan, al este con el Estado de Quintana Roo, al suroeste con el estado de Tabasco al sur con la república de Guatemala y al oeste con el litoral del golfo de México. El clima es Calido tropical humedo, con temperaturas entre 28 y 42 ºC. La entidad tiene cuatro zonas fisiográficas: la región serrana del noreste, con planicies y lomerios de 300m de altura, y vegetación de selva baja, la región de las aguadas y rios del suroeste que incluyen las cuencas del rio candelaria y Palizada y la laguna de Terminos y cuya vegetación se compone de manglares y selvas bajas, el àrea del Peten en el sur con selvas altas y densas y la región del litoral . Es el estado mexicano con mayor producción de petróleo.<br />
Más que una península, Yucatán fue durante muchos siglos prácticamente una isla: por el oriente y el sur, la inmensa selva era un caparazón intrincable que no llevaba a ninguna tierra de promisión; al poniente los insalvables pantanos de tabasco hacían imposible toda comunicación con el centro… “La pertenencia a la República de México era sólo de palabra. El comercio, la educación de los poderosos y otros menesteres se realizaban preferentemente con Cuba.”. <br />
La nominación del cacicazgo de Can Pech o Ah Kin Pech, con la población destacada del mismo nombre, proviene de los vocablos can, serpiente, y pech, garrapata; estas palabras parecen referirse a uno de sus templos construido sobre una plataforma en la que se encontraban diversas esculturas de serpientes con una garrapata en la cabeza, a manera de animales totémicos. Otra versión señala que significa el Señor Sol Garrapata. Como lo pronunciaron los españoles, Kan Pech, quiere decir: lugar de serpientes y garrapatas; sus poblaciones principales fueron Yaxcab, Samulá, Chiná, Tixbulul (Lerma), Tixmucuy y Hampolol.<br />
Historia.<br />
El antecedente histórico prehispanico corresponde a la cultura Maya que es compartido con sus particularidades en los actuales estados de Tabasco, Chiapas, Yucatán, Quintana Roo y los paises de Belice, Guatemala y Honduras. Cuando se inició la conquista continental por los españoles, la zona Maya estaba viviendo su etapa postclásica: la mayoría de sus asentamientos estaban abandonados, sus grandes construcciones se caían por la sequia y por las guerras inter ciudades; persistian grupos dispersos de maya-hablantes, sobre todo en la selva y solo algunas ciudades- estado, depauperadas y en ruinas.<br />
Tras la destrucción de Mayapan (1441-1461) en la península de Yucatán, se crearon grandes rivalidades entre los mayas, y se formaron diversas jurisdicciones independientes llamadas Kuchkabal. En cada Kuchkabal había un Halach Uinik (maya: Halach Uinik; Hombre de mando) quien era el jefe con la máxima autoridad militar, judicial y política y que vivía en una ciudad principal considerada la capital de la jurisdicción. Esta distribución política dificultó la existencia de una nación, pero favoreció la defensa de sus territorios.<br />
Existen numerosos vestigios arqueológicos como testimonio de que Campeche estuvo poblado antes del inicio de la era cristiana; destacan objetos cerámicos y restos de construcciones ubicadas en sitios como Río Bec, Xpuhil y Tixchel. Tampoco podría omitirse que los olmecas contribuyeron a la formación de las culturas zapoteca y maya. <br />
Conviene señalar que todas las construcciones mayas tienen un mismo origen y no por ello dejan de presentar desigualdades, no sólo como consecuencia de los diferentes años en que fueron construidas, sino también por la relación con los diversos caciques o dioses predominantes. Particularmente, el eminente estudioso de esta región -Román Piña Chan- ha determinado que la cultura maya se distingue en el lapso conocido como Horizonte Clásico (200 a 900 años d.C.) por la construcción de centros ceremoniales que no siempre tienen el mismo tamaño o estilo, sea por la bóveda de piedras saledizas o un arco falso; la devoción por las estelas con inscripciones calendáricas; la cerámica pintada en varios colores y el carácter teocrático de su sociedad; la numeración y escritura jeroglífica, el calendario y las observaciones astronómicas; el desarrollo de las artesanías y el arte, el comercio intensivo, la religión avanzada. Estos y otros factores culturales le imprimieron el sello de una verdadera civilización. <br />
Los cacicazgos que se encontraban en el territorio del estado de Campeche eran conocidos con los nombres de Ah Canul, Can Pech o Ah Kin Pech, Chakamputún, Tixchel y Acalán. Ah Canul tenía como principal población a Calkiní, cuyo nombre maya significa cuello del sol. De conformidad con el documento conocido con el nombre de Códice a Calkiní, la población fue fundada por Tzab Canul, quien era el mayor de nueve hermanos del linaje que gobernaba ese cacicazgo; el lugar elegido para su fundación, después de acaecida la destrucción de Mayapán en 1441-1443, fue bajo la sombra de una frondosa ceiba o yaxché, árbol sagrado de los mayas; al lugar lo llamaron Tuc-ca'an o rincón del cielo, y se encontraba cercano al pozo Halim. Como poblaciones importantes podemos citar: Maxcanú, Opichén, Halachó, Bécal, Pocboc, Hecelchakán y Nunkiní. <br />
Virreinato<br />
El 8 de febrero de 1517, al mando de Francisco Hernández de Córdoba, zarpó de la Isla de Cuba la primera expedición exploradora de Yucatán. Después de tocar Isla Mujeres, la crónica de Bernal Diaz del Castillo↗ narra que después avistaron un poblado sembrado en la costa, desembarcaron cautelosamente el 22 de marzo en un lugar conocido como Ah Kin Pech o Can Pech y que bautizaron como San Lázaro; en ese lugar se celebró la primer Misa en el territorio de lo que hoy es México, repostaron y cargaron agua. Al acercarse los mayas, los españoles indicaron por medio de señas que venían en son de paz; el cacique de la región les preguntó si venían de donde sale el sol, mencionando la palabra "castilán". Los españoles, sorprendidos ante esta palabra, respondieron afirmativamente, y el cacique los invitó a su población, en donde se encendió copal. Por medio de señas, y por recomendación del Cacique abandonaron el lugar al caer la tarde llegando a Chanka-putum, (Champoton) donde libraron una batalla donde murieron 47 soldados siendo herido el capitán Hernández de Córdoba quien murió en Cuba a resultas de las heridas recibidas; a ese lugar le bautizaron como “bahía de la mala batalla”.<br />
En 1518 Juan de Grijalva organizó otra expedición que tocó Cozumel, Campeche y Champoton pero siguió hasta la desembocadura del río que lleva su nombre. En 1519, Hernán Cortés↗ hizo el mismo recorrido pero sin parar en Campeche. Una vez concluida la conquista de Tenochtitlan (13 de agosto de 1521), Francisco de Montejo viajó a España donde solicitó a Carlos V permiso para conquistar la peninsula de Yucatán. En 1526 la corona española otorgó a Montejo el tìtulo de adelantado, gobernador, alguacil mayor y capitán general de Yucatán. Para la conquista de Yucatán, Montejo realizó tres intentos; el primero de 1527 a 1529 en el que fue ayudado por el capitán Alonso Dávila a quien conocia desde la expedición de Cortés. Partió a Chetumal donde fue ayudado por el cacique Naum Pat , se adentro a tierra firme y cerca de Xel-Há (Campeche) fundó una villa llamada Salamanca. Después de algunas expediciones que lo llevaron hasta Honduras, regreso diezmado por el hambre y los ataques de los naturales a Xel-Há, donde encontró a 12 sobrevivientes españoles abandonando así la península en 1528. <br />
A fines de 1530 realizo un nuevo intento para conquistar la península; en esta ocasión su hijo, Francisco de Montejo y León “El Mozo”, fundó en Tabasco la población de Salamanca de Xicalango, y Alonso Dávila la de Salamanca de Acalan en la zona Chontal (en Bacalar). Desde ahí emprendieron la conquista de la península. En 1531 fundan Salamanca de Campeche y otros asentamientos peninsulares. Sin embargo este segundo intento tampoco prosperó; en 1534 Francisco de Montejo ”el Mozo”, fue vencido por los mayas en Chichen Itza, por lo que abandonan la peninsula por cinco años. <br />
Hacia 1537, “el adelantado” quien gobernaba Tabasco, asignó a Lorenzo de Godoy instalar la primera guarnición en San Pedro de Champoton, la que mantuvieron con muchas dificultades pues no contaban ni con gente ni soldados. Un sobrino de Francisco de Montejo que tenía su mismo nombre y apellido tomó el mando y le cambio el nombre por el de “Salamanca de Champotón” <br />
El “adelantado” llegó a la ciudad Real de Chiapa (San Cristobal de las Casas) en 1540 y desde ahí envío a Francisco Gil como jefe de la guarnición de Champoton y nombró a su hijo “teniente de gobernador”. Así Francisco de Montejo “El Mozo”, al mando de unos 30 soldados, fundó San Francisco de Campeche, que incluía Chakan Putum, Can Pech y Ah Canul.<br />
La Evangelización de la península dio inicio con los Franciscanos↗ que erigieron la primera Iglesia y el primer convento de San Francisco en Campeche. La villa de aquel entonces se edificó en torno a una plaza ocupada únicamente por la picota: una columna que servía como símbolo de poder y justicia española. Alrededor de la plaza se construyeron la parroquia de Nuestra Señora de la Purísima Concepción, la Audiencia y las casas de los conquistadores de rango más elevado. En torno a una plaza menor se construiría el mercado y se desarrollaría la vida comercial. La villa fundada por los españoles quedó un tanto apartada de la localidad maya. Los españoles hicieron su vida en torno a la plaza, en el actual barrio de San Román, mientras que los indígenas se agregaron en los antiguos asentamientos prehispánicos, actualmente los barrios de San Francisco y Siete de Agosto. <br />
Los indígenas mexicas que llegaron con los conquistadores ocuparon el barrio de San Francisco, y la población de esclavos provenientes de África los barrios de Santa Ana y Santa Lucía. El comercio marítimo condicionó el desarrollo de la villa, por lo que ésta fue diseñada con un modelo renacentista, una traza regular en damero en torno a una plaza excéntrica que, según las ordenanzas de la Corona Española debía servir para las fiestas y ceremonias, orientada en torno a su bahía. <br />
A la conquista armada siguió la conquista espiritual. La primera orden religiosa que llegó a Campeche fue la de los franciscanos↗ quienes se establecieron en 1535, pero tuvieron que retirarse por una serie de dificultades con los indigenas y con los españoles, regresando cinco años después cuando Montejo “el mozo”, se estableció en Campeche. La evangelización↗ fue similar a la realizada en toda Nueva España↗: una vez vencida la barrera del idioma, los franciscanos no tuvieron mayor dificultad, y fueron la única orden que llevó a cabo esta tarea en la provincia de San José, que era como se nombraba a la Península de Yucatán. <br />
En 1542, el rey Carlos V proclamó las «Leyes Nuevas» que establecían la libertad de los indios como súbditos de la Corona. La esclavitud quedó legalmente abolida y las «encomiendas» limitadas y mejor reglamentadas. Los que no fueron encomendados quedaron bajo la jurisdicción real y recibieron el nombre de «pueblos de la Real Corona». Sin embargo los indígenas de las encomiendas continuaron sufriendo un trato parecido a la esclavitud. Los frailes lucharon por defender los derechos de los indígenas, preservar su libertad y limitar los abusos de los conquistadores. Gracias a ello, en 1547 Felipe II de España emitió una cédula real en favor de la libertad personal de los indígenas, y para cerciorarse de que sus intereses se cumplieran, creó una Alcaldia Mayor para la provincia de Yucatán <br />
En 1761 Francisco Uc de los Santos (Jacinto Can ek), un indígena nacido en el barrio de San Román, encabezó en la villa de Campeche una rebelión indígena contra la dominación española; la rebelión fracasó y Jacinto Can Ek fue ejecutado el mismo año. A lo largo del período virreinal Campeche destacó como puerto de gran importancia y estableció contactos comerciales y políticos con otras provincias de la Nueva España y el exterior . Se traficaba con Palo de tinte o de Campeche, muy apreciado en Europa antes de la era de las anilinas, con maderas preciosas y con oro amonedado, plata y especias. <br />
A su regreso a España, los navíos llevaban sus bodegas cargadas de tesoros que despertaban la codicia de otras naciones y de ladrones del mar quienes se convirtieron en una gran amenaza, con el auspicio y apoyo de las coronas de Holanda, Francia, Inglaterra y Portugal. Por ello durante el S. XVI hasta el XVIII, Campeche se convirtió en blanco de continuos ataques de corsarios, piratas y filibusteros, lo que obligó a amurallar la Ciudad. Así se convirtió en la segunda ciudad amurallada de la América Española, después de Cartagena de Indias en Colombia. La muralla campechana esta conformada por una planta hexagonal irregular demarcada por baluartes: el de San Carlos, el de la Soledad, el de San Pedro, el de San Francisco, el San Juan y el de Santa Rosa de Lima. Fue el Ingeniero frances Louis Bouchard de Becour el encargado de unificar todas las obras defensivas que rodeaban a la ciudad con un muro que, al final, medía 2560 metros de longitud. Existían también varias puertas que permitían la entrada y salida de la ciudad amurallada siendo los dos mas importantes la Puerta de Mar y la Puerta de tierra. La Puerta de Guadalupe y la de San Roman servian para comunicar a estos barrios Dentro de la muralla se resguardaban las autoridades y los tesoros, mientras que la población general vivía fuera de la muralla. Además se construyeron dos fortalezas cerca de dos colinas para proteger a la ciudad: los fuertes de San José El Alto (construido en 1762) y el de San Miguel, con sus dos baterías. <br />
Se tienen bien documentados siete ataques contra la ciudad, así como algunas batallas libradas por los habitantes del lugar para defender sus propiedades. Entre los atacantes se mencionan: John Hawkins; Francis Drake, William Parker, Cornelio Holtz, de origen Holandés llamado “pata de palo”; Diego “el mulato” de origen cubano, James Jackson, Myngs Henry Morgan, Edward Mansvelt; Bartholomew; Roche Brasiliano, Jean David Nau apodado el Olonés, Laurens de Graff mejor conocido como Lorencillo; El francés Michael Grammont y Lewis Scott. Jan Lafitte; Una mención especial merece Mary Read quien, a pesar de las restricciones para que las mujeres se aventuraran en el mar, se hizo pirata. <br />
En 1777 la Villa de San Francisco de Campeche fue elevada al rango Ciudad y le fue otorgado por el Rey de España Carlos III un escudo de armas, el cual esta dividido en cuatro cuarteles en fondo rojo; los cuarteles arriba a la izquierda y abajo a la derecha tienen dos torres almenadas y los otros dos, alternados sobre fondo azur, un barco de vela navegando. El escudo denota la importancia naval de la ciudad y su carácter de amurallado. <br />
NOTAS:<br />
Martos ,L., Campeche, Hiistoria, arqueología-tradiciones. Monclem Edo.de Mex. 2007<br />
Ibídem.<br />
Hernández de la Cruz Felipe: Prólogo al libro de Marisol Ceh Moo: T’ambilák men tunk’ulilo’ob. (El llamado de los Tunk’ules) pp 177-185. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Mex.2011. <br />
Op Cit.<br />
Quezada S. Yucatán, historia breve, FCE, 2da ed. 2011<br />
Canto V. NA. Catalogo del archivo histórico de la Diosesis de Campeche- 1638-1998, Gobierno del Edo. de Campeche. 1999<br />
Martos, obra citada.<br />
<br />
BIBLIOGRAFÍA:<br />
Martos L. Campeche, Historia, arqueología-tradiciones. Monclem, Mex. 2007<br />
<br />
Marisol Ceh Moo. T’ambilák men tunk’ulilo’ob. (El llamado de los Tunk’ules) Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. México, 2011. <br />
<br />
Quezada S. Yucatán, historia breve. Fondo de Cultura Económica, 2 ed. México 2011<br />
Canto V. NA. Catalogo del archivo histórico de la Diócesis de Campeche- 1638-1998, Gobierno del Edo. de Campeche. 1999<br />
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OCTAVIO CASTILLO Y LÓPEZ</div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=Glosario&diff=3705797
Glosario
2023-08-15T17:55:49Z
<p>Louvier: </p>
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'''[[ACTOPAN]]'''<br />
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'''[[COMPAÑÍA DE JESÚS; Efectos de su expulsión de la Nueva España]]'''<br />
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'''[[CONCILIO MEXICANO TERCERO; Intervención jesuítica]]''' <br />
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'''[[CONFESIÓN; impacto de los ritos prehispánicos en la pastoral cristiana]]'''<br />
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'''[[CONQUISTA DE AMÉRICA; Vitoria y la Escuela de Salamanca]]'''<br />
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'''[[CONQUISTA DE MEXICO: El drama del encuentro (I)]]'''<br />
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'''[[CONQUISTA PACÍFICA (1); El Padre Córdoba y el Padre Las Casas]]'''<br />
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'''[[CONQUISTA PACÍFICA (2); Iniciación del Plan de Tierra Firme]]'''<br />
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'''[[DE LA CUEVA PONCE DE LEÓN, Alonso]]'''<br />
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'''[[DE LA SANTA Y ORTEGA, Remigio]]'''<br />
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'''[[DE LANDA Fray Diego]]'''<br />
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'''[[DE LEÓN, Antonio]]'''<br />
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'''[[DELGADO JOSÉ MATÍAS. La cuestión del obispado salvadoreño]]'''<br />
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'''[[DELGADO JOSÉ MATÍAS. Las independencias de Centro América]]'''<br />
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'''[[DE LOS RIOS Y ARMENGOL Francisco]]'''<br />
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'''[[DE LUNA VICTORIA y CASTRO, Francisco Javier]]'''<br />
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'''[[DE ROSALES, Diego]]'''<br />
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'''[[DE VEGA, Feliciano]]'''<br />
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'''[[DE VEGA, Feliciano; Su obra episcopal y literaria]]'''<br />
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'''[[DEFENSA DEL INDÍGENA]]'''<br />
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'''[[DEFENSA DEL INDÍGENA EN URUGUAY]]'''<br />
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'''[[DEFENSA DEL INDÍGENA; misiones en Panamá]]'''<br />
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'''[[DEFENSA Y DIGNIDAD DEL INDÍGENA EN CHILE]]'''<br />
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'''[[DERECHO DE ASILO EN LAS IGLESIAS]]'''<br />
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'''[[DERECHOS DE LOS INDIOS; la controversia Sepúlveda-Las Casas]]'''<br />
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'''[[DERECHOS HUMANOS; Documentos de Francisco José de Jaca]]'''<br />
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'''[[DERECHOS HUMANOS Y LIBERTAD DE LOS INDIOS]]'''<br />
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'''[[DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA; su repercusión en Europa]]'''<br />
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'''[[DESCUBRIMIENTO DEL NUEVO MUNDO: Mentalidades culturales en el Mundo Europeo en la vigilia de 1492]]'''<br />
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'''[[DESCUBRIMIENTO, HALLAZGO Y ENCUENTRO]]'''<br />
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'''[[DESCUBRIMIENTO Y EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA. Los debates preparatorios (I)]]'''<br />
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'''[[DESCUBRIMIENTO Y EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA. Los debates preparatorios (II)]]'''<br />
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'''[[DESCUBRIMIENTO Y EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA. Los debates preparatorios (III)]]'''<br />
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'''[[DESCUBRIMIENTO Y EVANGELIZACIÓN; Conciencia de Isabel la Católica]]'''<br />
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'''[[DESCUBRIMIENTO Y EVANGELIZACIÓN; El ocaso de Cristóbal Colón]]'''<br />
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'''[[DESCUBRIMIENTO Y EVANGELIZACIÓN; Su sentido en las Bulas Alejandrinas]]'''<br />
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'''[[DESCUBRIMIENTO Y EVANGELIZACIÓN; Preparación de la Expedición descubridora]]'''<br />
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'''[[DESCUBRIMIENTO Y EVANGELIZACIÓN; Primeros frutos evangélicos]]'''<br />
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'''[[DÍAZ BARRETO, Pascual]]'''<br />
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'''[[DÍAZ NUÑEZ JUAN]]'''<br />
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'''[[DIEZMOS DE LOS INDIOS; directrices de la Junta eclesiástica de 1546]]'''<br />
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'''[[DIGNIFICACIÓN DE LA MUJER]]'''<br />
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'''[[DIÓCESIS; Solicitudes de Creación]]'''<br />
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'''[[DOCTRINAS FRANCISCANAS EN EL PERÚ]]'''<br />
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'''[[DOCTRINAS; su publicación]]'''<br />
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'''[[DOCUMENTOS DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE]]'''<br />
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'''[[DOMINICOS; Fundación de la Provincia peruana de San Juan Bautista]]'''<br />
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'''[[DOMINICOS; Las misiones de Puerto Maldonado]]'''<br />
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'''[[DOMINICOS; Misión de Fray Vicente Valverde en Cajamarca]]'''<br />
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'''[[DOMINICOS; Papel pacificador en el siglo XVI]]'''<br />
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'''[[DOMINICOS; Su impulso misionero en el Perú del siglo XVI]]'''<br />
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'''[[DOMINICOS en el « Novus Orbis »]]'''<br />
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'''[[DOMINICOS en la Nueva España]]'''<br />
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'''[[DONDERS Pedro]]'''<br />
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'''[[DONOSO VIVANCO, Justo Pastor]]'''<br />
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'''[[DUARTE CANCINO, Isaías]]'''<br />
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'''[[DURÁN Y MARTEL, Fray José Higinio]]'''<br />
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'''[[DU ROUSIER, Ana]]'''<br />
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=== E ===<br />
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'''[[EL BIEN PÚBLICO; Periódico uruguayo ]]'''<br />
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'''[[ELÍZAGA PRADO, José Mariano]]'''<br />
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'''[[ELORDUY Ernesto]]'''<br />
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'''[[EL SALVADOR: CONCORDATO CON LA SANTA SEDE]]'''<br />
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'''[[EL SALVADOR; Conquista y organización política]]'''<br />
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'''[[EL SALVADOR EN EL SIGLO XX (I)]]'''<br />
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'''[[EL SALVADOR EN EL SIGLO XX. (II)]]'''<br />
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'''[[EL SALVADOR. Fe y política en el arzobispado de Oscar Arnulfo Romero (I)]]'''<br />
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'''[[EL SALVADOR; Raíces prehispánicas]]'''<br />
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'''[[ENCOMIENDA; Origen y características]]'''<br />
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'''[[ESCLAVITUD; La Iglesia ante la población negra]]'''<br />
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'''[[ESCLAVITUD NEGRA EN AMERICA; Gradualidades jurídicas y prácticas]]'''<br />
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'''[[ESCLAVOS NEGROS EN LAS HACIENDAS JESUÍTICAS]]'''<br />
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'''[[ESCLAVOS NEGROS EN PERÚ; Condición jurídica y social]]'''<br />
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'''[[ESCUDERO ESCUDERO, Alfonso María]]'''<br />
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'''[[ESPIRITUALIDAD GUADALUPANA]]'''<br />
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'''[[ESQUEDA RAMÍREZ, San Pedro]]'''<br />
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'''[[EUCARISTÍA; distribución a los indios]]''' <br />
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'''[[EUSE HOYOS, Mariano de Jesús]]''' <br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN Y POLÍTICA DE POBLAMIENTO I]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN Y POLÍTICA DE POBLAMIENTO II]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN: aportes de los Agustinos en Filipinas y Perú]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN: aportes de los Agustinos en Nueva España]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN; contribución del poder temporal]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN; colaboración de «otras» órdenes]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN Y ENCOMIENDAS EN PERÚ]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN E IDENTIDAD DE AMÉRICA LATINA]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN; El escándalo del antitestimonio]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN; El libro y la imprenta en Perú]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN: Experiencias laicales]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN; gentes, tierras y caminos]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN; interpretaciones]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN; La transfiguración del mundo prehispánico]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN; Los movimientos misioneros]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN; su impacto en un nuevo mundo]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACION; Sus rutas americanas]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN; participación de las mujeres]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN; participación del clero secular]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN; proyecto de una sociedad integrada]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA; Cifras y datos]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA; contribución de los jesuitas]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN DE IBEROAMÉRICA; contexto inicial]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACIÓN Y CARIDAD EN AMÉRICA LATINA]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZADORES; La misionera «Christianitas» hispana]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZADORES; Los misioneros del Brasil]]'''<br />
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'''[[EVANGELIZACÁO; dos afro-americanos]]'''<br />
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'''[[EXPULSIÓN DE LOS JUDÍOS; Análisis del Edicto de 1492]]'''<br />
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'''[[FEIJÓ, Diogo Antônio]]'''<br />
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'''[[FERNÁNDEZ CONCHA, Domingo]]'''<br />
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'''[[FERNÁNDEZ DE PIEDRAHITA, Lucas]]'''<br />
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'''[[FERNANDEZ DE SANTA CRUZ Y SAHAGÚN, Manuel]]'''<br />
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'''[[FERNÁNDEZ DE URIBE Y CASAREJOS, José]]'''<br />
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'''[[FERRI, Alfonso]]'''<br />
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'''[[FERROCARRIL TRANSÍSTMICO DE PANAMÁ]]'''<br />
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'''[[FILIPINAS. Labor educativa de la Iglesia]]'''<br />
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'''[[FILIPINAS; Metodología misionológica-pastoral]]'''<br />
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'''[[FILIPINAS: Órdenes religiosas y Clero secular]]'''<br />
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'''[[FILIPINAS: Organización de la Iglesia]]'''<br />
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'''[[FILIPINAS: Proceso histórico de su evangelización]]'''<br />
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'''[[FILIPINAS. Su colonización desde Nueva España]]'''<br />
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'''[[FILOSOFÍA EN URUGUAY]]'''<br />
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'''[[FILOSOFÍA Náhuatl]]'''<br />
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'''[[FILOSOFÍA Y CATOLICISMO EN CHILE]]'''<br />
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'''[[FLOR Y CANTO DEL NACIMIENTO DEL NUEVO MÉXICO]]'''<br />
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'''[[FLORES, Ana]]'''<br />
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'''[[FLORES GARCÍA, San Margarito]]'''<br />
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'''[[FLORES y TRONCOSO, Francisco de Asís]]'''<br />
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'''[[FLORES VARELA, San José Isabel]]'''<br />
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'''[[FLORIANÓPOLIS; (Santa Catarina) Arquidiocese]]'''<br />
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'''[[FRACASTORO, Girolamo]]'''<br />
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'''[[FRAGUEIRO ALFREDO]]'''<br />
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'''[[FRANCISCANOS DEL PERU; Defensores de los nativos]]'''<br />
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'''[[FRANCISCANOS en Chile]]'''<br />
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'''[[FRANCISCANOS en el Nuevo Mundo]]'''<br />
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'''[[FRANCISCANOS; estructura y acción evangelizadora]]'''<br />
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'''[[FRANCISCANOS NOTABLES EN PERÚ; Siglos XVI y XVII]]'''<br />
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'''[[FRANCISCANOS; Orígenes de la Provincia de los Doce Apóstoles ]]'''<br />
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'''[[FRANCISCANOS; Sus archivos en Perú]]'''<br />
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'''[[FUEROS]]'''<br />
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'''[[FUNDACIÓN DE AMÉRICA ]]'''<br />
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'''[[GOVERNADOR VALADARES; (Minas Gerais) – Diocese]]''' <br />
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'''[[GRANADO CAPRILES, Francisco Maria del]]'''<br />
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'''[[GREGORIO XVI; La revitalización misionera]]'''<br />
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'''[[GREGORIO XVI; política ante los cambios de autoridades]]'''<br />
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'''[[GREGORIO XVI; Reconocimiento de las Independencias Latinoamericanas]]'''<br />
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'''[[GREGORIO XVI; Su actuación ante el vacío pastoral en Hispanoamérica]]'''<br />
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'''[[GREGORIO XVI; Su política Pontificia]]'''<br />
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'''[[GREMIO]]'''<br />
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'''[[GUADALAJARA; Arquidiócesis]]'''<br />
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'''[[GUADALUPE; Acontecimiento Guadalupano]]'''<br />
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'''[[GUADALUPE; Antiaparicionismo]]''' <br />
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'''[[GUADALUPE; Antigüedad del culto]]'''<br />
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'''[[GUADALUPE; Añadidos y retoques a la imagen]]'''<br />
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'''[[GUADALUPE; Aprobación implícita]]'''<br />
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'''[[GUADALUPE; Atentado contra la Imagen]]'''<br />
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'''[[GUADALUPE; Bibliografía general]]'''<br />
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'''[[GUADALUPE; Descubrimientos arqueológicos en Estados Unidos]]'''<br />
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'''[[GUADALUPE; El Acontecimiento Guadalupano e Inculturación]]'''<br />
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'''[[GUADALUPE; El problema de los "silencios"]]'''<br />
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'''[[GUADALUPE; El Santuario, su Culto y la Plaza Mariana]]'''<br />
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'''[[GUADALUPE;en la independencia de México]]'''<br />
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'''[[GUADALUPE; Fuentes españolas]]'''<br />
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'''[[GUADALUPE; Fuentes indígenas]]'''<br />
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'''[[GUADALUPE; fuentes mestizas o indo-hispanas]]'''<br />
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'''[[GUADALUPE; Informaciones jurídicas de 1666]]'''<br />
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'''[[GUADALUPE; Informe sobre aspectos de conservación y restauración de la imagen original]]'''<br />
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'''[[GUADALUPE; La hipótesis de imágenes en sus ojos]]'''<br />
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'''[[GUADALUPE; La Virgen María y Juan Diego.]]'''<br />
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'''[[GUADALUPE; Misterio de los ojos en la pintura]]'''<br />
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'''[[SANCHEZ DEL RÍO, José]]'''<br />
<br />
'''[[SÁNCHEZ SANTOS Trinidad]]'''<br />
<br />
'''[[SAN ALBERTO JOSÉ ANTONIO DE]]'''<br />
<br />
'''[[SAN BERNARDINO DE MONTEVIDEO; Convento y colegio]]'''<br />
<br />
'''[[SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS]]'''<br />
<br />
'''[[SAN FELIPE Y SANTIAGO DE MONTEVIDEO]]'''<br />
<br />
'''[[SAN JUAN DE ULÚA. Castillo-Fortaleza]]'''<br />
<br />
'''[[SAN LUIS POTOSÍ; Arte Virreinal]]'''<br />
<br />
'''[[SAN MARTÍN, FRAY TOMÁS DE]]'''<br />
<br />
'''[[SAN MIGUEL DE ALLENDE; Arte Virreinal]]'''<br />
<br />
'''[[SANTA FE DE BOGOTÁ. Arquidiócesis (1562-1625)]]'''<br />
<br />
'''[[SANTA FE DE BOGOTÁ; Retrato moral y espiritual de Jiménez de Quesada]]'''<br />
<br />
'''[[SANTA FE DE BOGOTÁ; Sentido de su fundación]]'''<br />
<br />
'''[[SANTA MARIA; (Rio Grande do Sul) – Diocese]]'''<br />
<br />
'''[[SANTA MARIA DE GUADALUPE; La Primera Misionera]]'''<br />
<br />
'''[[SANTO TOMÁS, Fray Domingo De]]'''<br />
<br />
'''[[SANTO TOMÁS FRAY DOMINGO DE: Cartas a Felipe II]]'''<br />
<br />
'''[[SANTOS; Diocese]]'''<br />
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'''[[SANTOS LATINOAMERICANOS]]'''<br />
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'''[[SANTIAGO DE CHILE; Diócesis]]'''<br />
<br />
'''[[SANTUARIO NACIONAL DE LA GRUTA DE LOURDES]]'''<br />
<br />
'''[[SANTUARIO NACIONAL DE LA VIRGEN DEL VERDÚN]]'''<br />
<br />
'''[[SANTUARIO POPULAR DE SAN CONO]]'''<br />
<br />
'''[[SANTUARIO URUGUAYO-ARGENTINO EN TIERRA SANTA]]'''<br />
<br />
'''[[SANTUARIOS EN CHILE]]'''<br />
<br />
'''[[SANTUARIOS EN PANAMÁ]]'''<br />
<br />
'''[[SANTUARIOS MARIANOS DE MÉXICO; Bajío]]'''<br />
<br />
'''[[SANTUARIOS MARIANOS DE MÉXICO; Sureste]]'''<br />
<br />
'''[[SANTUARIOS MARIANOS EN MÉXICO; Ciudad de México]]'''<br />
<br />
'''[[SANTUARIOS MARIANOS EN MÉXICO; Occidente]]'''<br />
<br />
'''[[SANTUARIOS MARIANOS EN MÉXICO; Valle de México]]'''<br />
<br />
'''[[SANTUARIOS NACIONALES. Argentina; Bolivia]]'''<br />
<br />
'''[[SANTUARIOS NACIONALES. Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba]]'''<br />
<br />
'''[[SANTUARIOS NACIONALES. Ecuador, El Salvador, Guatemala]]'''<br />
<br />
'''[[SANTUARIOS NACIONALES; Panamá, Paraguay, Perú, Puerto Rico, República Dominicana]]'''<br />
<br />
'''[[SANTUARIOS NACIONALES; Uruguay y Venezuela]]'''<br />
<br />
'''[[SÃO PAULO; (São Paulo) – Arquidiocese]]'''<br />
<br />
'''[[SARMIENTO DE HOJACASTRO, Martín]]'''<br />
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'''[[SAUTER PELAGIO]]'''<br />
<br />
'''[[SECCO ILLA, Joaquín]]'''<br />
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'''[[SECULARIZACIÓN; Proceso en Uruguay]]'''<br />
<br />
'''[[SEGUNDO IMPÉRIO DO BRASIL; A QUESTÃO RELIGIOSA]]'''<br />
<br />
'''[[SEGUNDO IMPERIO MEXICANO]]'''<br />
<br />
'''[[SEMINARIO DE SAN CARLOS Y SAN MARCELO (Trujillo)]]'''<br />
<br />
'''[[SEMINARIO CONCILIAR DE SANTO TORIBIO]]'''<br />
<br />
'''[[SEMINARIO CONCILIAR DE SAN CRISTOBAL (Huamanga)]]'''<br />
<br />
'''[[SEMINARIOS CONCILIARES HISPANOAMERICANOS]]'''<br />
<br />
'''[[SEMINARIO MAYOR INTERDIOCESANO DE CRISTO REY]]'''<br />
<br />
'''[[SEMINARIO MAYOR SAN JOSE; Historia]]'''<br />
<br />
'''[[SENO MEXICANO; Evangelización del Nuevo Santander]]'''<br />
<br />
'''[[SEÑOR DE LOS MILAGROS; Devoción en Perú]]'''<br />
<br />
'''[[SEÑORÍOS PREHISPÁNICOS. Los Altépetl mesoamericanos]]'''<br />
<br />
'''[[SEPARACIÓN DE LA IGLESIA Y EL ESTADO EN URUGUAY]]'''<br />
<br />
'''[[SERMON GUADALUPANO HISTÓRICO-APOLOGÉTICO]]'''<br />
<br />
'''[[SERMONES GUADALUPANOS en la formación de la identidad mexicana]]'''<br />
<br />
'''[[SERRA FRAY JUNÍPERO; Historia de su causa de Canonización]]'''<br />
<br />
'''[[SERRA FRAY JUNÍPERO: Reivindicación de su memoria histórica (I)]]'''<br />
<br />
'''[[SERRA FRAY JUNÍPERO; Reivindicación de su memoria histórica (II)]]''' <br />
<br />
'''[[SERRA FRAY JUNIPERO; Su perfil espiritual]]''' <br />
<br />
'''[[SERRA, Fray Junípero]]''' <br />
<br />
'''[[SETE POVOS DAS MISSÕES]]'''<br />
<br />
'''[[SIERRA MÉNDEZ, Justo ]]'''<br />
<br />
'''[[SIGÜENZA Y GÓNGORA, Carlos]]'''<br />
<br />
'''[[SILVA CHÁVEZ, Fidel]]'''<br />
<br />
'''[[SILVANO, Bernardo]]'''<br />
<br />
'''[[SIMÓN BOLÍVAR Y LA IGLESIA]]'''<br />
<br />
'''[[SINALOA; Conquista y creación de la Provincia]]'''<br />
<br />
'''[[SINALOA; LAS MISIONES JESUITAS]]'''<br />
<br />
'''[[SINALOA; Primeras acciones evangelizadoras]]'''<br />
<br />
'''[[SINCRETISMO AFRO-BRASILEIRO]]'''<br />
<br />
'''[[SINCRETISMO Y EVANGELIZACIÓN EN NUEVA ESPAÑA]]'''<br />
<br />
'''[[SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA ECLESIÁSTICA]]'''<br />
<br />
'''[[SOCIEDADES DE PENSAMIENTO. Los Guadalupes]]'''<br />
<br />
'''[[SOCIEDADES FILARMÓNICAS EN MÉXICO]]'''<br />
<br />
'''[[SOLANO, San Francisco]]'''<br />
<br />
'''[[SOLER, Mariano]]'''<br />
<br />
'''[[SOTO, Domingo de]]'''<br />
<br />
'''[[SOTO, Fray Francisco de]]''' <br />
<br />
'''[[SPAGNOLI, Battista]]'''<br />
<br />
'''[[SUÁREZ, Sor Úrsula ]]'''<br />
<br />
'''[[SUBLIMIS DEUS; Bula y Breves de Paulo III]]'''<br />
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=== T ===<br />
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'''[[TALAMANTES FRAY MELCHOR DE; Promotor de la independencia Novohispana]]'''<br />
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'''[[TALAMANTES FRAY MELCHOR DE; Su vida en México]]'''<br />
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'''[[TALAMANTES FRAY MELCHOR DE; Su vida en Perú]]'''<br />
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'''[[TAMEMES; Leyes sobre su oficio]]'''<br />
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'''[[TAPIA, Andrés de]]'''<br />
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'''[[TAPIA, Gonzalo de]]'''<br />
<br />
'''[[TARIJA; Centro Eclesial de Documentación]]'''<br />
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'''[[TARIJA; El Archivo Franciscano]]'''<br />
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'''[[TARIJA; El Convento Franciscano]]'''<br />
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'''[[TARIJA; Historiadores del Convento]]'''<br />
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'''[[TELPOCHCALLI]]'''<br />
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'''[[TENOCHTITLAN; Capital del pueblo Azteca]]'''<br />
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'''[[TENOCHTITLÁN. Mitos, leyendas y realidades]]'''<br />
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'''[[TEOLOGÍA CONCILIAR. Reformas en España y Perú]]'''<br />
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'''[[TEOLOGIA CONCILIAR. Trento en América]]'''<br />
<br />
'''[[TEOLOGÍA EN CHILE]]'''<br />
<br />
'''[[TEOLOGÍA EN LATINOAMÉRICA. Perspectiva del Arzobispo Romero]]'''<br />
<br />
'''[[TEOLOGÍA Y DERECHO; La presencia española en Perú]]'''<br />
<br />
'''[[TEOTIHUACÁN]]'''<br />
<br />
'''[[TEPEACA]]'''<br />
<br />
'''[[TEPEYAC]]'''<br />
<br />
'''[[TERESA DE MIER Y NORIEGA, Servando]]'''<br />
<br />
'''[[TEJEDA Y GUZMÁN Luis De]]'''<br />
<br />
'''[[TEXAS]]'''<br />
<br />
'''[[TEXCOCO]]'''<br />
<br />
'''[[TEZCATLIPOCA; Deidad azteca]]'''<br />
<br />
'''[[THEVET, Andre de]]'''<br />
<br />
'''[[TILMA GUADALUPANA]]'''<br />
<br />
'''[[TLAXCALTECAS]]'''<br />
<br />
'''[[TOLTECAS]]'''<br />
<br />
'''[[TONÁNTZIN (Cihuacóatl o Centeótl) ]]'''<br />
<br />
'''[[TORIBIO DE MOGROVEJO]]'''<br />
<br />
'''[[TORQUEMADA, Fray Juan de]]'''<br />
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'''[[TOTONACAS]]'''<br />
<br />
'''[[TOUSSAINT Y RITTER, Manuel]]'''<br />
<br />
'''[[TRADICIÓN ORAL EN MESOAMÉRICA]]'''<br />
<br />
'''[[TRADICIÓN Y MODERNIDAD; El laboratorio y la biblioteca ]]'''<br />
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'''[[TRADICIÓN Y MODERNIDAD; los Colegios Jesuitas del S. XIX]]'''<br />
<br />
'''[[TRÁFICO ESCRAVO; O fenômeno em Brasil]]'''<br />
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'''[[TRÁFICO ESCRAVO; Senzalas]]'''<br />
<br />
'''[[TRÁFICO ESCRAVO; O fenômeno em nas terras Campestrenses]]'''<br />
<br />
'''[[TRÁFICO ESCRAVO; Transformações na Provincia de São Paulo ]]'''<br />
<br />
'''[[TRANSMISIÓN DE LA FE EN EL NUEVO MUNDO I]]''' <br />
<br />
'''[[TRANSMISIÓN DE LA FE EN EL NUEVO MUNDO II]]'''<br />
<br />
'''[[TRATA DE ESCLAVOS; Comienzos y expansión]]'''<br />
<br />
'''[[TRATA DE ESCLAVOS; Condenas de la Teología y de la razón]]'''<br />
<br />
'''[[TRATA DE ESCLAVOS; Condenas de los Papas]]'''<br />
<br />
'''[[TRATA DE ESCLAVOS; El alquiler como ruptura de la esclavitud]]'''<br />
<br />
'''[[TRATA DE ESCLAVOS; El Calvinismo anglicano]]'''<br />
<br />
'''[[TRATA DE ESCLAVOS; El camino de su abolición]]'''<br />
<br />
'''[[TRATA DE ESCLAVOS; El «Quilombo» de Los Palmares]]'''<br />
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'''[[TRATA DE ESCLAVOS; La conciencia cristiana]]'''<br />
<br />
'''[[TRATA DE ESCLAVOS; Las Indias Occidentales Danesas]]'''<br />
<br />
'''[[TRATA DE ESCLAVOS; La participación de Francia]]'''<br />
<br />
'''[[TRATA DE ESCLAVOS; Juicio de San Juan Pablo II]]'''<br />
<br />
'''[[TRATA DE ESCLAVOS; La Compañía Holandesa de las Indias Occidentales]]'''<br />
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'''[[TRATA DE ESCLAVOS: La participación de España]]'''<br />
<br />
'''[[TRATA DE ESCLAVOS: Los intentos de justificación]]'''<br />
<br />
'''[[TRATA DE ESCLAVOS; Los países europeos]]'''<br />
<br />
'''[[TRATA DE ESCLAVOS; Los portugueses en África]]'''<br />
<br />
'''[[TRATA DE ESCLAVOS; Responsabilidades jurídicas y espirituales]]'''<br />
<br />
'''[[TRATA DE ESCLAVOS; Su abolición en Brasil]]'''<br />
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'''[[TRATA DE ESCLAVOS; Su abolición en Hispanoamérica]]'''<br />
<br />
'''[[TRATA DE ESCLAVOS; Su abolición en los Estados Unidos]]'''<br />
<br />
'''[[TRATADO DE ALCAZOVAS-TOLEDO ]]'''<br />
<br />
'''[[TRAVADA Y CÓRDOVA; Su vida y su obra]]'''<br />
<br />
'''[[TRUJILLO; Diócesis]]'''<br />
<br />
'''[[TULPETLAC]]'''<br />
<br />
=== U ===<br />
<br />
'''[[UBERABA; (Minas gerais) – Arquidiocese ]]'''<br />
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'''[[UBIARCO ROBLES, San Tranquilino]]'''<br />
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'''[[ULTRAMONTANISMO EN CHILE]]'''<br />
<br />
'''[[UNEC]]''' <br />
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'''[[UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL URUGUAY]]''' <br />
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'''[[UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA]]'''<br />
<br />
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<br />
'''[[UNIVERSIDAD EN CRISIS Y EL POSITIVISMO EN ARGENTINA]]'''<br />
<br />
'''[[UNIVERSIDADES HISPANOAMERICANAS]]'''<br />
<br />
'''[[UNIVERSIDADES DE LAS ÓRDENES RELIGIOSAS]]'''<br />
<br />
'''[[UNIVERSIDADES DE LAS ÓRDENES RELIGIOSAS; Archivos, Fuentes y Reseñas]]'''<br />
<br />
'''[[UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA]]'''<br />
<br />
'''[[UPPSALA; Mapa de]]'''<br />
<br />
'''[[URBANISMO EN EL PERÚ VIRREINAL (I)]]'''<br />
<br />
'''[[URBANISMO EN EL PERÚ VIRREINAL (II)]]'''<br />
<br />
'''[[URIBE VELASCO, San David]]'''<br />
<br />
'''[[URUGUAY; Afrodescendientes]]'''<br />
<br />
'''[[URUGUAY; Decreto Ley de Educación Común]]'''<br />
<br />
'''[[URUGUAY; el Clero secular]]'''<br />
<br />
'''[[URUGUAY; Episcopologio]]'''<br />
<br />
'''[[URUGUAY; Ley de supresión de la Enseñanza y Práctica Religiosa]]'''<br />
<br />
'''[[URUGUAY; Los “curas constituyentes”]]'''<br />
<br />
'''[[URUGUAY; Fisonomía antropológica, cultural, religiosa, eclesial, y política]]'''<br />
<br />
'''[[URUGUAY; Música folklórica]]'''<br />
<br />
'''[[URUGUAY; Música sacra]]'''<br />
<br />
'''[[URUGUAY; Oratorios rurales]]'''<br />
<br />
'''[[URUGUAY; Piedad popular]]'''<br />
<br />
'''[[URUGUAY; Primera Biblioteca Pública]]'''<br />
<br />
'''[[URUGUAY; Primeras corrientes evangelizadoras]]'''<br />
<br />
'''[[URUGUAY; Protestantismo]]'''<br />
<br />
'''[[URUGUAY; Provincia eclesiástica]]'''<br />
<br />
'''[[URUGUAY; Rebeliones indígenas]]'''<br />
<br />
'''[[URUGUAY; Santoral]]'''<br />
<br />
'''[[URUGUAY; Su génesis cultural y religiosa]]'''<br />
<br />
=== V ===<br />
<br />
'''[[VAÏSSE, Emilio (Omer Emeth)]]'''<br />
<br />
'''[[VALADÉS, Fray Diego de]]'''<br />
<br />
'''[[VALDÉS OSSA, Elisa ]]'''<br />
<br />
'''[[VALDIVIA, Luis de]]'''<br />
<br />
'''[[VALDIVIESO, Rafael Valentín]]'''<br />
<br />
'''[[VALENCIA, Fray Martín de]]''' <br />
<br />
'''[[VALERIANO, Antonio]]'''<br />
<br />
'''[[VALVERDE Fray Vicente De. Evangelizador pionero del Perú]]'''<br />
<br />
'''[[VALVERDE Fray Vicente De. Primer obispo del Perú]]'''<br />
<br />
'''[[VALVERDE TÉLLEZ, Emeterio]]'''<br />
<br />
'''[[VAN UFFELDRE DE SANTO TOMÁS, Fray Adrián]]'''<br />
<br />
'''[[VARELA Félix; Vida y Obra]]'''<br />
<br />
'''[[VARELA Félix; Proceso de beatificación; Parte 1]]'''<br />
<br />
'''[[VARELA Félix; Proceso de beatificación; Parte 2]]'''<br />
<br />
'''[[VARELA, José Pedro]]''' <br />
<br />
'''[[VARGAS GONZÁLEZ, Jorge y Ramón]]'''<br />
<br />
'''[[VASCO DE PUGA]]'''<br />
<br />
'''[[VASCONCELOS CALDERÓN, José]]'''<br />
<br />
'''[[VASQUEZ Eduardo Fray]]'''<br />
<br />
'''[[VEGA ANDRES DE]]'''<br />
<br />
'''[[VELASCO Y RUIZ DE ALARCÓN, Luis de]]'''<br />
<br />
'''[[VELAZQUEZ RODRÍGUEZ, Primo Feliciano]]'''<br />
<br />
'''[[VENEZUELA; Afrodescendientes]]'''<br />
<br />
'''[[VENEZUELA: Lectura historiográfica de su Independencia]]'''<br />
<br />
'''[[VERA Y DURÁN, Jacinto]]'''<br />
<br />
'''[[VERACRUZ. Arquidiócesis y diócesis]]'''<br />
<br />
'''[[VERACRUZ, Fray Alonso de la]]'''<br />
<br />
'''[[VERACRUZ: Puerta del encuentro de dos mundos]]'''<br />
<br />
'''[[VERSTEGEN (Richard Rowlands)]]'''<br />
<br />
'''[[VIAJE DE CIRCUNNAVEGACIÓN 1519-1522. Magallanes y Elcano]]'''<br />
<br />
'''[[VIAJES DE JUAN PABLO II A MÉXICO]]''' <br />
<br />
'''[[VIAJES DE JUAN PABLO II A URUGUAY]]''' <br />
<br />
'''[[VICARIATO APOSTÓLICO DEL URUGUAY]]'''<br />
<br />
'''[[VICUÑA LARRAÍN, Manuel ]]'''<br />
<br />
'''[[VILASECA AGUILERA, José María]]'''<br />
<br />
'''[[VILLAGRÁ, Gaspar de]]'''<br />
<br />
'''[[VILLALPANDO, Cristóbal de]]'''<br />
<br />
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<br />
'''[[VILLARROEL, Gaspar de]]'''<br />
<br />
'''[[VIRGEN DE LOS TREINTA Y TRES]]'''<br />
<br />
'''[[VIRREYES; Facultades y limitaciones]]'''<br />
<br />
'''[[VIRUELA]]'''<br />
<br />
'''[[VITORIA; El Derecho de Gentes]]'''<br />
<br />
'''[[VITORIA, Francisco De]]'''<br />
<br />
'''[[VITORIA; Influencia de la «Relectio de indis» en las «Leyes Nuevas»]]'''<br />
<br />
'''[[VITORIA; La Relectio de Indis]]'''<br />
<br />
'''[[VITORIA; los justos títulos de la conquista]]'''<br />
<br />
'''[[VITORIA; Principios, Fuentes y Bibliografía Indianas]]'''<br />
<br />
'''[[VIVES SOLAR, Fernando ]]'''<br />
<br />
'''[[VUDÚ]]'''<br />
<br />
=== W ===<br />
<br />
'''[[WAST, Hugo]]'''<br />
<br />
=== X ===<br />
<br />
'''[[XALAMBRÍ, Arturo Estanislao]]'''<br />
<br />
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<br />
'''[[XICOTÉNCATL Luisa]]'''<br />
<br />
'''[[XIMENEZ Fray Francisco]]'''<br />
<br />
'''[[XOCHIMILCO]]'''<br />
<br />
=== Y ===<br />
<br />
'''[[YÉREGUI, Inocencio María]]'''<br />
<br />
'''[[YERMO Y PARRES, San Jóse María de]]'''<br />
<br />
'''[[YUCATÁN. Diócesis]]'''<br />
<br />
'''[[YUCATÁN EN EL TIEMPO. Enciclopedia]]'''<br />
<br />
'''[[YUCATÁN. Problemáticas en su evangelización]]'''<br />
<br />
=== Z ===<br />
<br />
'''[[ZAPATA DE CÁRDENAS, Luis]]'''<br />
<br />
'''[[ZAPATA SALAZAR, Emiliano]]'''<br />
<br />
'''[[ZÁRATE, Agustín de]]'''<br />
<br />
'''[[ZARCO, Francisco.]]'''<br />
<br />
'''[[ZAVALA SÁENZ, Lorenzo de]]'''<br />
<br />
'''[[ZORITA, Alonso de]]'''<br />
<br />
'''[[ZORRILLA DE SAN MARTÍN, Juan]]'''<br />
<br />
'''[[ZUMÁRRAGA, Fray Juan de]]'''<br />
<br />
'''[[ZUMÁRRAGA; La salvación de los indios]]'''<br />
<br />
'''[[ZUMÁRRAGA: Su visión de los indígenas mexicanos]]'''</div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre&diff=3705796
CAMPECHE. Capital del Estado mexicano del mismo nombre
2023-08-15T17:53:49Z
<p>Louvier: /* Virreinato */</p>
<hr />
<div>=Ubicación geográfica.=<br />
<br />
<br />
El actual ''Estado de [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]]'' tiene una extensión de 50,812 Km2 ocupando la porción occidental de la península Yucateca. Limita al noreste con el estado de Yucatan, al este con el Estado de Quintana Roo, al suroeste con el estado de Tabasco al sur con la república de [[GUATEMALA;_Afrodescendientes | Guatemala]] y al oeste con el litoral del golfo de México.<ref>Martos ,L., ''[[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]], Historia, arqueología-tradiciones''. Monclem Edo.de Mex. 2007</ref>El clima es Calido tropical humedo, con temperaturas entre 28 y 42 ºC. La entidad tiene cuatro zonas fisiográficas: la región serrana del noreste, con planicies y lomerios de 300m de altura, y vegetación de selva baja, la región de las aguadas y rios del suroeste que incluyen las cuencas del rio candelaria y Palizada y la laguna de Terminos y cuya vegetación se compone de manglares y selvas bajas, el àrea del Peten en el sur con selvas altas y densas y la región del litoral<ref>Ibídem.</ref>. Es el estado mexicano con mayor producción de petróleo.<br />
<br />
<br />
Más que una península, [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] fue durante muchos siglos prácticamente una isla: por el oriente y el sur, la inmensa selva era un caparazón intrincable que no llevaba a ninguna tierra de promisión; al poniente los insalvables pantanos de tabasco hacían imposible toda comunicación con el centro…“''<ref>Hernández de la Cruz Felipe: Prólogo al libro de Marisol Ceh Moo: ''T’ambilák men tunk’ulilo’ob. (El llamado de los Tunk’ules)'' pp 177-185. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Mex.2011. </ref>La pertenencia a la República de México era sólo de palabra. El comercio, la educación de los poderosos y otros menesteres se realizaban preferentemente con [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]].''”.<ref>Op Cit.</ref><br />
<br />
<br />
La nominación del cacicazgo de ''Can Pech o Ah Kin Pech'', con la población destacada del mismo nombre, proviene de los vocablos ''can'', serpiente, y ''pech'', garrapata; estas palabras parecen referirse a uno de sus templos construido sobre una plataforma en la que se encontraban diversas esculturas de serpientes con una garrapata en la cabeza, a manera de animales totémicos. Otra versión señala que significa ''el Señor Sol Garrapata''. Como lo pronunciaron los españoles, Kan Pech, quiere decir: ''lugar de serpientes'' y garrapatas; sus poblaciones principales fueron Yaxcab, Samulá, Chiná, Tixbulul (Lerma), Tixmucuy y Hampolol.<br />
<br />
=Historia.=<br />
<br />
El antecedente histórico prehispanico corresponde a la cultura Maya que es compartido con sus particularidades en los actuales estados de Tabasco, Chiapas, [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]], Quintana Roo y los paises de Belice, [[GUATEMALA;_Afrodescendientes | Guatemala]] y Honduras. Cuando se inició la conquista continental por los españoles, la zona Maya estaba viviendo su etapa postclásica: la mayoría de sus asentamientos estaban abandonados, sus grandes construcciones se caían por la sequia y por las guerras inter ciudades; persistian grupos dispersos de maya-hablantes, sobre todo en la selva y solo algunas ciudades- estado, depauperadas y en ruinas.<br />
<br />
Tras la destrucción de Mayapan (1441-1461) en la península de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]], se crearon grandes rivalidades entre los mayas, y se formaron diversas jurisdicciones independientes llamadas ''Kuchkabal''. En cada ''Kuchkabal'' había un ''Halach Uinik'' (maya: Halach Uinik; Hombre de mando) quien era el jefe con la máxima autoridad militar, judicial y política y que vivía en una ciudad principal considerada la capital de la jurisdicción. Esta distribución política dificultó la existencia de una nación, pero favoreció la defensa de sus territorios.<br />
<br />
Existen numerosos vestigios arqueológicos como testimonio de que [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]] estuvo poblado antes del inicio de la era cristiana; destacan objetos cerámicos y restos de construcciones ubicadas en sitios como Río Bec, Xpuhil y Tixchel. Tampoco podría omitirse que los olmecas contribuyeron a la formación de las culturas zapoteca y maya. <br />
<br />
Conviene señalar que todas las construcciones mayas tienen un mismo origen y no por ello dejan de presentar desigualdades, no sólo como consecuencia de los diferentes años en que fueron construidas, sino también por la relación con los diversos caciques o dioses predominantes. Particularmente, el eminente estudioso de esta región -Román Piña Chan- ha determinado que la cultura maya se distingue en el lapso conocido como ''Horizonte Clásico'' (200 a 900 años d.C.) por la construcción de centros ceremoniales que no siempre tienen el mismo tamaño o estilo, sea por la bóveda de piedras saledizas o un arco falso; la devoción por las estelas con inscripciones calendáricas; la cerámica pintada en varios colores y el carácter teocrático de su sociedad; la numeración y escritura jeroglífica, el calendario y las observaciones astronómicas; el desarrollo de las [[ARTESANÍAS_MEXICANAS,_en_la_liturgia | artesanías]] y el arte, el comercio intensivo, la religión avanzada. Estos y otros factores culturales le imprimieron el sello de una verdadera civilización. <br />
<br />
Los cacicazgos que se encontraban en el territorio del estado de [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]] eran conocidos con los nombres de Ah Canul, Can Pech o Ah Kin Pech, Chakamputún, Tixchel y Acalán. Ah Canul tenía como principal población a Calkiní, cuyo nombre maya significa cuello del sol. De conformidad con el documento conocido con el nombre de ''Códice'' a ''Calkiní'', la población fue fundada por Tzab Canul, quien era el mayor de nueve hermanos del linaje que gobernaba ese cacicazgo; el lugar elegido para su fundación, después de acaecida la destrucción de Mayapán en 1441-1443, fue bajo la sombra de una frondosa ceiba o yaxché, árbol sagrado de los mayas; al lugar lo llamaron Tuc-ca'an o ''rincón del cielo'', y se encontraba cercano al pozo Halim. Como poblaciones importantes podemos citar: Maxcanú, Opichén, Halachó, Bécal, Pocboc, Hecelchakán y Nunkiní.<br />
<br />
=Virreinato=<br />
<br />
El 8 de febrero de 1517, al mando de Francisco Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]], zarpó de la Isla de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] la primera expedición exploradora de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]]. Después de tocar Isla Mujeres, la crónica de Bernal Diaz del Castillo narra que después avistaron un poblado sembrado en la costa, desembarcaron cautelosamente el 22 de marzo en un lugar conocido como ''Ah Kin Pech'' o ''Can Pech'' y que bautizaron como ''San Lázaro''; en ese lugar se celebró la primer Misa en el territorio de lo que hoy es México, repostaron y cargaron agua. Al acercarse los mayas, los españoles indicaron por medio de señas que venían en son de paz; el cacique de la región les preguntó si venían de donde sale el sol, mencionando la palabra "''castilán''". Los españoles, sorprendidos ante esta palabra, respondieron afirmativamente, y el cacique los invitó a su población, en donde se encendió copal. Por medio de señas, y por recomendación del Cacique abandonaron el lugar al caer la tarde llegando a Chanka-putum, (Champoton) donde libraron una batalla donde murieron 47 soldados siendo herido el capitán Hernández de Córdoba quien murió en [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] a resultas de las heridas recibidas; a ese lugar le bautizaron como “''bahía de la mala batalla''”.<br />
<br />
En 1518 Juan de Grijalva organizó otra expedición que tocó Cozumel, [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]] y Champoton pero siguió hasta la desembocadura del río que lleva su nombre. En 1519, [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]] hizo el mismo recorrido pero sin parar en [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]]. Una vez concluida la conquista de Tenochtitlan (13 de agosto de 1521), Francisco de Montejo viajó a España donde solicitó a Carlos V permiso para conquistar la peninsula de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]]. En 1526 la corona española otorgó a Montejo el tìtulo de ''adelantado, gobernador, alguacil mayor y capitán general de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]]''. Para la conquista de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]], Montejo realizó tres intentos; el primero de 1527 a 1529 en el que fue ayudado por el capitán Alonso Dávila a quien conocia desde la expedición de Cortés. Partió a Chetumal donde fue ayudado por el cacique Naum Pat<ref>Quezada S. ''[[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]], historia breve'', FCE, 2da ed. 2011</ref>, se adentro a tierra firme y cerca de Xel-Há ([[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]]) fundó una villa llamada ''Salamanca''. Después de algunas expediciones que lo llevaron hasta Honduras, regreso diezmado por el hambre y los ataques de los naturales a Xel-Há, donde encontró a 12 sobrevivientes españoles abandonando así la península en 1528.<br />
<br />
A fines de 1530 realizo un nuevo intento para conquistar la península; en esta ocasión su hijo, Francisco de Montejo y León “''El Mozo''”, fundó en Tabasco la población de Salamanca de Xicalango, y Alonso Dávila la de ''Salamanca de Acalan'' en la zona Chontal (en Bacalar). Desde ahí emprendieron la conquista de la península. En 1531 fundan ''Salamanca de [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]]'' y otros asentamientos peninsulares. Sin embargo este segundo intento tampoco prosperó; en 1534 Francisco de Montejo ”''el Mozo''”, fue vencido por los mayas en Chichen Itza, por lo que abandonan la peninsula por cinco años. <br />
<br />
Hacia 1537, “''el adelantado''” quien gobernaba Tabasco, asignó a Lorenzo de Godoy instalar la primera guarnición en San Pedro de Champoton, la que mantuvieron con muchas dificultades pues no contaban ni con gente ni soldados. Un sobrino de Francisco de Montejo que tenía su mismo nombre y apellido tomó el mando y le cambio el nombre por el de “''Salamanca de Champotón''” <br />
<br />
El “''adelantado''” llegó a la ciudad Real de Chiapa (''San Cristobal de las Casas'') en 1540 y desde ahí envío a Francisco Gil como jefe de la guarnición de Champoton y nombró a su hijo “teniente de gobernador”. Así Francisco de Montejo “''El Mozo''”, al mando de unos 30 soldados, fundó ''San Francisco de [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]]'', que incluía Chakan Putum, Can Pech y Ah Canul.<br />
<br />
La Evangelización de la península dio inicio con los Franciscanos quienes erigieron la primera Iglesia y el primer convento de San Francisco en [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]]. La villa de aquel entonces se edificó en torno a una plaza ocupada únicamente por la picota: una columna que servía como símbolo de poder y justicia española. Alrededor de la plaza se construyeron la parroquia de Nuestra Señora de la Purísima Concepción, la Audiencia y las casas de los conquistadores de rango más elevado. En torno a una plaza menor se construiría el mercado y se desarrollaría la vida comercial. La villa fundada por los españoles quedó un tanto apartada de la localidad maya. Los españoles hicieron su vida en torno a la plaza, en el actual barrio de San Román, mientras que los indígenas se agregaron en los antiguos asentamientos prehispánicos, actualmente los barrios de San Francisco y Siete de Agosto. <br />
<br />
Los indígenas mexicas que llegaron con los conquistadores ocuparon el barrio de San Francisco, y la población de esclavos provenientes de África los barrios de Santa Ana y Santa Lucía.<ref>Canto V. NA. ''Catalogo del archivo histórico de la Diosesis de [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]]''- 1638-1998, Gobierno del Edo. de [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]]. 1999</ref>El comercio marítimo condicionó el desarrollo de la villa, por lo que ésta fue diseñada con un modelo renacentista, una traza regular en damero en torno a una plaza excéntrica que, según las ordenanzas de la Corona Española debía servir para las fiestas y ceremonias, orientada en torno a su bahía. <br />
<br />
A la conquista armada siguió la conquista espiritual. La primera orden religiosa que llegó a [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]] fue la de los franciscanos quienes se establecieron en 1535, pero tuvieron que retirarse por una serie de dificultades con los indigenas y con los españoles, regresando cinco años después cuando Montejo “''el mozo''”, se estableció en [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]]. La evangelización fue similar a la realizada en toda Nueva España: una vez vencida la barrera del idioma, los franciscanos no tuvieron mayor dificultad, y fueron la única orden que llevó a cabo esta tarea en la provincia de San José, que era como se nombraba a la Península de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]].<br />
<br />
En 1542, el rey Carlos V proclamó las «''Leyes Nuevas''» que establecían la libertad de los indios como súbditos de la Corona. La esclavitud quedó legalmente abolida y las «[[ENCOMIENDAS;_Su_tratamiento_en_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | encomiendas]]» limitadas y mejor reglamentadas. Los que no fueron encomendados quedaron bajo la jurisdicción real y recibieron el nombre de «''pueblos de la Real Corona''». Sin embargo los indígenas de las encomiendas continuaron sufriendo un trato parecido a la esclavitud. Los frailes lucharon por defender los derechos de los indígenas, preservar su libertad y limitar los abusos de los conquistadores. Gracias a ello, en 1547 Felipe II de España emitió una cédula real en favor de la libertad personal de los indígenas, y para cerciorarse de que sus intereses se cumplieran, creó una Alcaldia Mayor para la provincia de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]].<br />
<br />
En 1761 Francisco Uc de los Santos (Jacinto Can ek), un indígena nacido en el barrio de San Román, encabezó en la villa de [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]] una rebelión indígena contra la dominación española; la rebelión fracasó y Jacinto Can Ek fue ejecutado el mismo año. A lo largo del período virreinal [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]] destacó como puerto de gran importancia y estableció contactos comerciales y políticos con otras provincias de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] y el exterior<ref>Martos, obra citada.</ref>. Se traficaba con ''Palo de tinte'' o de [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]], muy apreciado en Europa antes de la era de las anilinas, con maderas preciosas y con oro amonedado, plata y especias.<br />
<br />
A su regreso a España, los navíos llevaban sus bodegas cargadas de tesoros que despertaban la codicia de otras naciones y de ladrones del mar quienes se convirtieron en una gran amenaza, con el auspicio y apoyo de las coronas de Holanda, Francia e Inglaterra. Por ello durante el S. XVI hasta el XVIII, [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]] se convirtió en blanco de continuos ataques de corsarios, piratas y filibusteros, lo que obligó a amurallar la Ciudad. Así se convirtió en la segunda ciudad amurallada de la América Española, después de Cartagena de Indias en Colombia. La muralla campechana esta conformada por una planta hexagonal irregular demarcada por baluartes: el de San Carlos, el de la Soledad, el de San Pedro, el de San Francisco, el San Juan y el de Santa Rosa de Lima. Fue el Ingeniero frances Louis Bouchard de Becour el encargado de unificar todas las obras defensivas que rodeaban a la ciudad con un muro que, al final, medía 2560 metros de longitud. Existían también varias puertas que permitían la entrada y salida de la ciudad amurallada siendo los dos mas importantes la Puerta de Mar y la Puerta de tierra. ''La Puerta de Guadalupe'' y la de ''San Roman'' servian para comunicar a estos barrios Dentro de la muralla se resguardaban las autoridades y los tesoros, mientras que la población general vivía fuera de la muralla. Además se construyeron dos fortalezas cerca de dos colinas para proteger a la ciudad: los fuertes de ''San José El Alto'' (construido en 1762) y el de ''San Miguel'', con sus dos baterías.<br />
<br />
Se tienen bien documentados siete ataques contra la ciudad, así como algunas batallas libradas por los habitantes del lugar para defender sus propiedades. Entre los atacantes se mencionan: John Hawkins; Francis Drake, William Parker, Cornelio Holtz, de origen Holandés llamado “''pata de palo''”; Diego “''el mulato''” de origen cubano, James Jackson, Myngs Henry Morgan, Edward Mansvelt; Bartholomew; Roche Brasiliano, Jean David Nau apodado ''el Olonés'', Laurens de Graff mejor conocido como ''Lorencillo''; El francés Michael Grammont y Lewis Scott. Jan Lafitte; Una mención especial merece Mary Read quien, a pesar de las restricciones para que las mujeres se aventuraran en el mar, se hizo pirata.<br />
<br />
En 1777 la Villa de San Francisco de [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]] fue elevada al rango Ciudad y le fue otorgado por el Rey de España Carlos III un escudo de armas, el cual esta dividido en cuatro cuarteles en fondo rojo; los cuarteles arriba a la izquierda y abajo a la derecha tienen dos torres almenadas y los otros dos, alternados sobre fondo azur, un barco de vela navegando. El escudo denota la importancia naval de la ciudad y su carácter de amurallado.<br />
<br />
==Notas==<br />
<br />
<references/><br />
<br />
=Bibliografía=<br />
<br />
<br />
* Martos L. Campeche, Historia, arqueología-tradiciones. Monclem, Mex. 2007<br />
* Marisol Ceh Moo. T’ambilák men tunk’ulilo’ob. (El llamado de los unk’ules) Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. México, 2011. <br />
* Quezada S. Yucatán, historia breve. Fondo de Cultura Económica, 2 ed. México 2011<br />
* Canto V. NA. Catalogo del archivo histórico de la Diócesis de Campeche- 1638-1998, Gobierno del Edo. de Campeche. 1999<br />
<br />
<br />
<br />
'''OCTAVIO CASTILLO Y LÓPEZ'''<br />
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<br />
<relatedtags><br />
[[ENCOMIENDAS;_Su_tratamiento_en_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | ENCOMIENDAS;_Su_tratamiento_en_la_Junta_eclesiástica_de_1546]]<br />
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[[ARTESANÍAS_MEXICANAS,_en_la_liturgia|ARTESANÍAS MEXICANAS, en la liturgia]]<br />
<br />
[[CORTÉS,_Hernán|CORTÉS, Hernán]]<br />
<br />
[[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico?|CUBA; ¿un fósil prehistórico?]]<br />
<br />
[[GUATEMALA;_Afrodescendientes|GUATEMALA; Afrodescendientes]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia|YUCATÁN EN EL TIEMPO. Enciclopedia]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre&diff=3705795
CAMPECHE. Capital del Estado mexicano del mismo nombre
2023-08-15T17:43:58Z
<p>Louvier: /* Bibliofrafía */</p>
<hr />
<div>=Ubicación geográfica.=<br />
<br />
<br />
El actual ''Estado de [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]]'' tiene una extensión de 50,812 Km2 ocupando la porción occidental de la península Yucateca. Limita al noreste con el estado de Yucatan, al este con el Estado de Quintana Roo, al suroeste con el estado de Tabasco al sur con la república de [[GUATEMALA;_Afrodescendientes | Guatemala]] y al oeste con el litoral del golfo de México.<ref>Martos ,L., ''[[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]], Historia, arqueología-tradiciones''. Monclem Edo.de Mex. 2007</ref>El clima es Calido tropical humedo, con temperaturas entre 28 y 42 ºC. La entidad tiene cuatro zonas fisiográficas: la región serrana del noreste, con planicies y lomerios de 300m de altura, y vegetación de selva baja, la región de las aguadas y rios del suroeste que incluyen las cuencas del rio candelaria y Palizada y la laguna de Terminos y cuya vegetación se compone de manglares y selvas bajas, el àrea del Peten en el sur con selvas altas y densas y la región del litoral<ref>Ibídem.</ref>. Es el estado mexicano con mayor producción de petróleo.<br />
<br />
<br />
Más que una península, [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] fue durante muchos siglos prácticamente una isla: por el oriente y el sur, la inmensa selva era un caparazón intrincable que no llevaba a ninguna tierra de promisión; al poniente los insalvables pantanos de tabasco hacían imposible toda comunicación con el centro…“''<ref>Hernández de la Cruz Felipe: Prólogo al libro de Marisol Ceh Moo: ''T’ambilák men tunk’ulilo’ob. (El llamado de los Tunk’ules)'' pp 177-185. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Mex.2011. </ref>La pertenencia a la República de México era sólo de palabra. El comercio, la educación de los poderosos y otros menesteres se realizaban preferentemente con [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]].''”.<ref>Op Cit.</ref><br />
<br />
<br />
La nominación del cacicazgo de ''Can Pech o Ah Kin Pech'', con la población destacada del mismo nombre, proviene de los vocablos ''can'', serpiente, y ''pech'', garrapata; estas palabras parecen referirse a uno de sus templos construido sobre una plataforma en la que se encontraban diversas esculturas de serpientes con una garrapata en la cabeza, a manera de animales totémicos. Otra versión señala que significa ''el Señor Sol Garrapata''. Como lo pronunciaron los españoles, Kan Pech, quiere decir: ''lugar de serpientes'' y garrapatas; sus poblaciones principales fueron Yaxcab, Samulá, Chiná, Tixbulul (Lerma), Tixmucuy y Hampolol.<br />
<br />
=Historia.=<br />
<br />
El antecedente histórico prehispanico corresponde a la cultura Maya que es compartido con sus particularidades en los actuales estados de Tabasco, Chiapas, [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]], Quintana Roo y los paises de Belice, [[GUATEMALA;_Afrodescendientes | Guatemala]] y Honduras. Cuando se inició la conquista continental por los españoles, la zona Maya estaba viviendo su etapa postclásica: la mayoría de sus asentamientos estaban abandonados, sus grandes construcciones se caían por la sequia y por las guerras inter ciudades; persistian grupos dispersos de maya-hablantes, sobre todo en la selva y solo algunas ciudades- estado, depauperadas y en ruinas.<br />
<br />
Tras la destrucción de Mayapan (1441-1461) en la península de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]], se crearon grandes rivalidades entre los mayas, y se formaron diversas jurisdicciones independientes llamadas ''Kuchkabal''. En cada ''Kuchkabal'' había un ''Halach Uinik'' (maya: Halach Uinik; Hombre de mando) quien era el jefe con la máxima autoridad militar, judicial y política y que vivía en una ciudad principal considerada la capital de la jurisdicción. Esta distribución política dificultó la existencia de una nación, pero favoreció la defensa de sus territorios.<br />
<br />
Existen numerosos vestigios arqueológicos como testimonio de que [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]] estuvo poblado antes del inicio de la era cristiana; destacan objetos cerámicos y restos de construcciones ubicadas en sitios como Río Bec, Xpuhil y Tixchel. Tampoco podría omitirse que los olmecas contribuyeron a la formación de las culturas zapoteca y maya. <br />
<br />
Conviene señalar que todas las construcciones mayas tienen un mismo origen y no por ello dejan de presentar desigualdades, no sólo como consecuencia de los diferentes años en que fueron construidas, sino también por la relación con los diversos caciques o dioses predominantes. Particularmente, el eminente estudioso de esta región -Román Piña Chan- ha determinado que la cultura maya se distingue en el lapso conocido como ''Horizonte Clásico'' (200 a 900 años d.C.) por la construcción de centros ceremoniales que no siempre tienen el mismo tamaño o estilo, sea por la bóveda de piedras saledizas o un arco falso; la devoción por las estelas con inscripciones calendáricas; la cerámica pintada en varios colores y el carácter teocrático de su sociedad; la numeración y escritura jeroglífica, el calendario y las observaciones astronómicas; el desarrollo de las [[ARTESANÍAS_MEXICANAS,_en_la_liturgia | artesanías]] y el arte, el comercio intensivo, la religión avanzada. Estos y otros factores culturales le imprimieron el sello de una verdadera civilización. <br />
<br />
Los cacicazgos que se encontraban en el territorio del estado de [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]] eran conocidos con los nombres de Ah Canul, Can Pech o Ah Kin Pech, Chakamputún, Tixchel y Acalán. Ah Canul tenía como principal población a Calkiní, cuyo nombre maya significa cuello del sol. De conformidad con el documento conocido con el nombre de ''Códice'' a ''Calkiní'', la población fue fundada por Tzab Canul, quien era el mayor de nueve hermanos del linaje que gobernaba ese cacicazgo; el lugar elegido para su fundación, después de acaecida la destrucción de Mayapán en 1441-1443, fue bajo la sombra de una frondosa ceiba o yaxché, árbol sagrado de los mayas; al lugar lo llamaron Tuc-ca'an o ''rincón del cielo'', y se encontraba cercano al pozo Halim. Como poblaciones importantes podemos citar: Maxcanú, Opichén, Halachó, Bécal, Pocboc, Hecelchakán y Nunkiní.<br />
<br />
=Virreinato=<br />
<br />
El 8 de febrero de 1517, al mando de Francisco Hernández de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]], zarpó de la Isla de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] la primera expedición exploradora de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]]. Después de tocar Isla Mujeres, la crónica de Bernal Diaz del Castillo↗ narra que después avistaron un poblado sembrado en la costa, desembarcaron cautelosamente el 22 de marzo en un lugar conocido como ''Ah Kin Pech'' o ''Can Pech'' y que bautizaron como ''San Lázaro''; en ese lugar se celebró la primer Misa en el territorio de lo que hoy es México, repostaron y cargaron agua. Al acercarse los mayas, los españoles indicaron por medio de señas que venían en son de paz; el cacique de la región les preguntó si venían de donde sale el sol, mencionando la palabra "''castilán''". Los españoles, sorprendidos ante esta palabra, respondieron afirmativamente, y el cacique los invitó a su población, en donde se encendió copal. Por medio de señas, y por recomendación del Cacique abandonaron el lugar al caer la tarde llegando a Chanka-putum, (Champoton) donde libraron una batalla donde murieron 47 soldados siendo herido el capitán Hernández de Córdoba quien murió en [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] a resultas de las heridas recibidas; a ese lugar le bautizaron como “''bahía de la mala batalla''”.<br />
<br />
En 1518 Juan de Grijalva organizó otra expedición que tocó Cozumel, [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]] y Champoton pero siguió hasta la desembocadura del río que lleva su nombre. En 1519, [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]]↗ hizo el mismo recorrido pero sin parar en [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]]. Una vez concluida la conquista de Tenochtitlan (13 de agosto de 1521), Francisco de Montejo viajó a España donde solicitó a Carlos V permiso para conquistar la peninsula de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]]. En 1526 la corona española otorgó a Montejo el tìtulo de ''adelantado, gobernador, alguacil mayor y capitán general de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]]''. Para la conquista de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]], Montejo realizó tres intentos; el primero de 1527 a 1529 en el que fue ayudado por el capitán Alonso Dávila a quien conocia desde la expedición de Cortés. Partió a Chetumal donde fue ayudado por el cacique Naum Pat<ref>Quezada S. ''[[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]], historia breve'', FCE, 2da ed. 2011</ref>, se adentro a tierra firme y cerca de Xel-Há ([[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]]) fundó una villa llamada ''Salamanca''. Después de algunas expediciones que lo llevaron hasta Honduras, regreso diezmado por el hambre y los ataques de los naturales a Xel-Há, donde encontró a 12 sobrevivientes españoles abandonando así la península en 1528.<br />
<br />
A fines de 1530 realizo un nuevo intento para conquistar la península; en esta ocasión su hijo, Francisco de Montejo y León “''El Mozo''”, fundó en Tabasco la población de Salamanca de Xicalango, y Alonso Dávila la de ''Salamanca de Acalan'' en la zona Chontal (en Bacalar). Desde ahí emprendieron la conquista de la península. En 1531 fundan ''Salamanca de [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]]'' y otros asentamientos peninsulares. Sin embargo este segundo intento tampoco prosperó; en 1534 Francisco de Montejo ”''el Mozo''”, fue vencido por los mayas en Chichen Itza, por lo que abandonan la peninsula por cinco años. <br />
<br />
Hacia 1537, “''el adelantado''” quien gobernaba Tabasco, asignó a Lorenzo de Godoy instalar la primera guarnición en San Pedro de Champoton, la que mantuvieron con muchas dificultades pues no contaban ni con gente ni soldados. Un sobrino de Francisco de Montejo que tenía su mismo nombre y apellido tomó el mando y le cambio el nombre por el de “''Salamanca de Champotón''” <br />
<br />
El “''adelantado''” llegó a la ciudad Real de Chiapa (''San Cristobal de las Casas'') en 1540 y desde ahí envío a Francisco Gil como jefe de la guarnición de Champoton y nombró a su hijo “teniente de gobernador”. Así Francisco de Montejo “''El Mozo''”, al mando de unos 30 soldados, fundó ''San Francisco de [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]]'', que incluía Chakan Putum, Can Pech y Ah Canul.<br />
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La Evangelización de la península dio inicio con los Franciscanos↗ que erigieron la primera Iglesia y el primer convento de San Francisco en [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]]. La villa de aquel entonces se edificó en torno a una plaza ocupada únicamente por la picota: una columna que servía como símbolo de poder y justicia española. Alrededor de la plaza se construyeron la parroquia de Nuestra Señora de la Purísima Concepción, la Audiencia y las casas de los conquistadores de rango más elevado. En torno a una plaza menor se construiría el mercado y se desarrollaría la vida comercial. La villa fundada por los españoles quedó un tanto apartada de la localidad maya. Los españoles hicieron su vida en torno a la plaza, en el actual barrio de San Román, mientras que los indígenas se agregaron en los antiguos asentamientos prehispánicos, actualmente los barrios de San Francisco y Siete de Agosto. <br />
<br />
Los indígenas mexicas que llegaron con los conquistadores ocuparon el barrio de San Francisco, y la población de esclavos provenientes de África los barrios de Santa Ana y Santa Lucía.<ref>Canto V. NA. ''Catalogo del archivo histórico de la Diosesis de [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]]''- 1638-1998, Gobierno del Edo. de [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]]. 1999</ref>El comercio marítimo condicionó el desarrollo de la villa, por lo que ésta fue diseñada con un modelo renacentista, una traza regular en damero en torno a una plaza excéntrica que, según las ordenanzas de la Corona Española debía servir para las fiestas y ceremonias, orientada en torno a su bahía. <br />
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A la conquista armada siguió la conquista espiritual. La primera orden religiosa que llegó a [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]] fue la de los franciscanos↗ quienes se establecieron en 1535, pero tuvieron que retirarse por una serie de dificultades con los indigenas y con los españoles, regresando cinco años después cuando Montejo “''el mozo''”, se estableció en [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]]. La evangelización↗ fue similar a la realizada en toda Nueva España↗: una vez vencida la barrera del idioma, los franciscanos no tuvieron mayor dificultad, y fueron la única orden que llevó a cabo esta tarea en la provincia de San José, que era como se nombraba a la Península de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]].<br />
<br />
En 1542, el rey Carlos V proclamó las «''Leyes Nuevas''» que establecían la libertad de los indios como súbditos de la Corona. La esclavitud quedó legalmente abolida y las «[[ENCOMIENDAS;_Su_tratamiento_en_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | encomiendas]]» limitadas y mejor reglamentadas. Los que no fueron encomendados quedaron bajo la jurisdicción real y recibieron el nombre de «''pueblos de la Real Corona''». Sin embargo los indígenas de las encomiendas continuaron sufriendo un trato parecido a la esclavitud. Los frailes lucharon por defender los derechos de los indígenas, preservar su libertad y limitar los abusos de los conquistadores. Gracias a ello, en 1547 Felipe II de España emitió una cédula real en favor de la libertad personal de los indígenas, y para cerciorarse de que sus intereses se cumplieran, creó una Alcaldia Mayor para la provincia de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]].<br />
<br />
En 1761 Francisco Uc de los Santos (Jacinto Can ek), un indígena nacido en el barrio de San Román, encabezó en la villa de [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]] una rebelión indígena contra la dominación española; la rebelión fracasó y Jacinto Can Ek fue ejecutado el mismo año. A lo largo del período virreinal [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]] destacó como puerto de gran importancia y estableció contactos comerciales y políticos con otras provincias de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] y el exterior<ref>Martos, obra citada.</ref>. Se traficaba con ''Palo de tinte'' o de [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]], muy apreciado en Europa antes de la era de las anilinas, con maderas preciosas y con oro amonedado, plata y especias.<br />
<br />
A su regreso a España, los navíos llevaban sus bodegas cargadas de tesoros que despertaban la codicia de otras naciones y de ladrones del mar quienes se convirtieron en una gran amenaza, con el auspicio y apoyo de las coronas de Holanda, Francia, Inglaterra y Portugal. Por ello durante el S. XVI hasta el XVIII, [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]] se convirtió en blanco de continuos ataques de corsarios, piratas y filibusteros, lo que obligó a amurallar la Ciudad. Así se convirtió en la segunda ciudad amurallada de la América Española, después de Cartagena de Indias en Colombia. La muralla campechana esta conformada por una planta hexagonal irregular demarcada por baluartes: el de San Carlos, el de la Soledad, el de San Pedro, el de San Francisco, el San Juan y el de Santa Rosa de Lima. Fue el Ingeniero frances Louis Bouchard de Becour el encargado de unificar todas las obras defensivas que rodeaban a la ciudad con un muro que, al final, medía 2560 metros de longitud. Existían también varias puertas que permitían la entrada y salida de la ciudad amurallada siendo los dos mas importantes la Puerta de Mar y la Puerta de tierra. ''La Puerta de Guadalupe'' y la de ''San Roman'' servian para comunicar a estos barrios Dentro de la muralla se resguardaban las autoridades y los tesoros, mientras que la población general vivía fuera de la muralla. Además se construyeron dos fortalezas cerca de dos colinas para proteger a la ciudad: los fuertes de ''San José El Alto'' (construido en 1762) y el de ''San Miguel'', con sus dos baterías.<br />
<br />
Se tienen bien documentados siete ataques contra la ciudad, así como algunas batallas libradas por los habitantes del lugar para defender sus propiedades. Entre los atacantes se mencionan: John Hawkins; Francis Drake, William Parker, Cornelio Holtz, de origen Holandés llamado “''pata de palo''”; Diego “''el mulato''” de origen cubano, James Jackson, Myngs Henry Morgan, Edward Mansvelt; Bartholomew; Roche Brasiliano, Jean David Nau apodado ''el Olonés'', Laurens de Graff mejor conocido como ''Lorencillo''; El francés Michael Grammont y Lewis Scott. Jan Lafitte; Una mención especial merece Mary Read quien, a pesar de las restricciones para que las mujeres se aventuraran en el mar, se hizo pirata.<br />
<br />
En 1777 la Villa de San Francisco de [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]] fue elevada al rango Ciudad y le fue otorgado por el Rey de España Carlos III un escudo de armas, el cual esta dividido en cuatro cuarteles en fondo rojo; los cuarteles arriba a la izquierda y abajo a la derecha tienen dos torres almenadas y los otros dos, alternados sobre fondo azur, un barco de vela navegando. El escudo denota la importancia naval de la ciudad y su carácter de amurallado.<br />
<br />
==Notas==<br />
<br />
<references/><br />
<br />
=Bibliografía=<br />
<br />
<br />
* Martos L. Campeche, Historia, arqueología-tradiciones. Monclem, Mex. 2007<br />
* Marisol Ceh Moo. T’ambilák men tunk’ulilo’ob. (El llamado de los unk’ules) Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. México, 2011. <br />
* Quezada S. Yucatán, historia breve. Fondo de Cultura Económica, 2 ed. México 2011<br />
* Canto V. NA. Catalogo del archivo histórico de la Diócesis de Campeche- 1638-1998, Gobierno del Edo. de Campeche. 1999<br />
<br />
<br />
<br />
'''OCTAVIO CASTILLO Y LÓPEZ'''<br />
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<br />
<relatedtags><br />
[[ENCOMIENDAS;_Su_tratamiento_en_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | ENCOMIENDAS;_Su_tratamiento_en_la_Junta_eclesiástica_de_1546]]<br />
[[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA]]<br />
[[ARTESANÍAS_MEXICANAS,_en_la_liturgia|ARTESANÍAS MEXICANAS, en la liturgia]]<br />
<br />
[[CORTÉS,_Hernán|CORTÉS, Hernán]]<br />
<br />
[[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico?|CUBA; ¿un fósil prehistórico?]]<br />
<br />
[[GUATEMALA;_Afrodescendientes|GUATEMALA; Afrodescendientes]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia|YUCATÁN EN EL TIEMPO. Enciclopedia]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=MESTIZAJE_Y_SINCRETISMO._Diferencias_y_similitudes&diff=3705767
MESTIZAJE Y SINCRETISMO. Diferencias y similitudes
2023-07-11T17:36:28Z
<p>Louvier: /* Diferencias y similitudes entre mestizaje y sincretismo */</p>
<hr />
<div>==Prólogo==<br />
<br />
En el «imaginario colectivo»<ref>Entendido como un conjunto de conceptos presentes en la memoria y la imaginación de una mayoría de personas que pertenecen a una comunidad específica.</ref>latinoamericano, con demasiada frecuencia se toma como sinónimos los vocablos «mestizaje» y «[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]]», y con ello se genera una confusión de los conceptos que esta terminología expresa; confusión que lleva a distorsionar la comprensión hacia acontecimientos y realidades tan importantes como es la esencia misma de la [[SANTA_MARIA_DE_GUADALUPE;_La_Primera_Misionera | identidad latinoamericana]] y de la religiosidad cristiana de las naciones asentadas en el «[[CONTINENTE_DE_LA_ESPERANZA | Continente de la Esperanza]]».<br />
<br />
Vamos pues a señalar de manera sintética las principales diferencias entre los conceptos «mestizaje» y «[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]]», así como sus similitudes sobre las cuales se generó esa dañina «con-fusión», analizándolos sobre los hechos históricos que dieron origen a la realidad latinoamericana.<br />
<br />
==Mestizaje==<br />
<br />
El vocablo «mestizo» proviene del latín «mixticius» que significa «mezclado». Pero aunque acertada, la etimología es insuficiente para describir el concepto, pues el vocablo no se usó para señalar a cualquier «ente» mezclado, sino a la persona cuyos padres pertenecen a una raza distinta; es decir, el vocablo surgió como una connotación «racial». El mestizaje es tan antiguo como la humanidad misma, pero no había sido motivo de estudio y aún menos de atención jurídica, sino hasta el Descubrimiento de América.<br />
<br />
A pesar de que las relaciones interraciales estuvieron presentes en la historia de la humanidad desde los tiempos más remotos, ninguna obra literaria o jurídica de la antigüedad abordó el tema del mestizaje de manera explícita, lo que no significa que ante él siempre hayan existido actitudes distintas que van, desde su plena aceptación hasta su total repudio. El mito del «rapto de las Sabinas» puede inscribirse en el relato de la aceptación del mestizaje, así como su repudio en el hecho de la esclavitud mayoritariamente practicada hacia los pueblos de raza negra.<ref>Los pueblos que mayor aceptación presentaron en la antigüedad y por ende tuvieron mayores índices de mestizaje, fueron los euroasiáticos, y la mayor discriminación y rechazo fue la que estos mismos tuvieron hacia los pueblos africanos.</ref> <br />
<br />
El tema del mestizaje como tal, fue incorporado a la legislación de las naciones a partir de que España descubrió el Nuevo Mundo. Fue la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona española]] quien, desde los inicios del siglo XVI introdujo en su legislación el vocablo y el concepto. <br />
<br />
Ante la evidente desproporción numérica existente entre las razas india y española,<ref>Los estudios demográficos serios, como los de Rosenblat y Kroeber, señalan que al momento del Descubrimiento habitaban el Continente unos 14 millones, mientras que solo unos 200 mil españoles habrían llegado a lo largo de los primeros cincuenta años del siglo XVI.</ref>y el abismo cultural existente entre ambas, y siendo prioridad para los monarcas hispanos la integración de los pueblos entonces recién descubiertos, en octubre de 1514 el rey Fernando «el católico» emitió una Cédula real que decía: ''“Es nuestra voluntad que los indios e indias tengan como deben , entera libertad para casarse con quien quisieren, así con Indios, como con naturales de nuestros reinos, o españoles y que en esto no se les pongan impedimento.”''. Esta cedula Real fue ratificada e incorporada a las «[[LEYES_DE_INDIAS;_Resumen_del_compendio | Leyes de Indias]]» por Felipe II.<ref>Libro sexto, título primero, Ley II.</ref>Lo anterior estaba en total consonancia con la doctrina católica que dice: ''“ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre…ya que todos vosotros sois uno en cristo Jesús.”'' (Gal.3,28)<br />
<br />
Obviamente el mestizaje racial fue dándose de modo gradual y progresivo, como lo señalan las estadísticas que Ángel Rosenblat expone en su estudio «La población indígena y el mestizaje en América»<ref>Ángel Rosenblat, La población indígena y el mestizaje en América. Ed. Nova (Vol. II) Buenos Aires, 1954</ref>donde, haciendo a un lado al [[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]] con su especial complejidad, podemos sintetizar así: En 1570 los indios podían llegar a unos nueve millones, los blancos serían unos 118.000 y los negros, mestizos y mulatos unos 230.000. En 1650 los indios alcanzaban ya unos ocho millones y medio, los blancos habían subido a 650.000, los mestizos a 350.000 y los mulatos a 239.000. <br />
<br />
Fundándose en los datos del etnógrafo y geógrafo alemán Alexander Von Humboldt (1769-1859) quien vivió e investigó la realidad hispanoamericana en los primeros años del siglo XVIII, Rosenblat ofrece un cuadro racial en 1825 con estos resultados globales sobre la población hispanoamericana: 7.851.000 indios, 3.429.000 blancos, los negros llegarían a 2.228.000 y los mestizos y mulatos a 5.552.000.<br />
<br />
El Mestizaje, además de racial, abarcó todos los ámbitos de la cultura (desde la religiosidad hasta la [[GASTRONOMÍA_VIRREINAL_POBLANA | gastronomía]], pasando por las bellas artes)<br />
<br />
==[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | Sincretismo]]==<br />
<br />
La etimología del vocablo «SINCRETISMO» proviene del gentilicio «cretense» o sea todo aquello que es referido a la isla de Creta,<ref>Creta es la isla más grande de Grecia (8300 km2)</ref>la cual fue centro de la civilización menoica (2700-1420 a.C.) que tenía la singularidad de hacer a un lado las diferencias internas cuando había una situación de amenaza o guerra. <br />
<br />
Posteriormente y basándose en esa costumbre cretense, Erasmo de Róterdam (1466-1536) acuñó el neologismo «syncretismus» para referirse a la conciliación de dos sistemas filosóficos distintos en uno solo, haciendo a un lado su esencia. Es decir, «conciliar superficialmente», desde lo exterior y prescindiendo de la sustancia de esos sistemas para hacer un «híbrido» que atienda solo a sus elementos accidentales.<br />
<br />
El campo religioso americano, especialmente en el [[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]] (y en menor grado en [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] y Nueva Granada) donde miles de personas de raza negra provenientes de distintas etnias africanas (principalmente sudaneses, congoleños y angoleños) conservaron su religiosidad animista,<ref>El animista cree que no hay separación entre el mundo material y el trascendente, por lo que rocas, montes, plantas, animales, fenómenos atmosféricos, y demás entidades materiales tienen un alma o un espíritu, o manifiestan a dioses y espíritus de distintas categorías dentro de la jerarquía trascendente.</ref>viviendo en medio la cultura cristiana la cual mitigaba sensiblemente los abusos de los esclavistas. Esa situación resultó ser un campo ideal para que el neologismo, el concepto y la realidad del «sincretismo» se desarrollaran.<br />
<br />
==Diferencias y similitudes entre mestizaje y [[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]]==<br />
<br />
La principal «diferencia» entre mestizaje sincretismo, es que, mientras el primero «integra» dos realidades distintas dando origen a una nueva realidad «substancial», el segundo solo las «concilia» exteriormente sin modificar la substancia de ninguna, mismas que permanecen esencialmente igual; es decir, no forma una nueva realidad.<br />
<br />
La principal similitud entre mestizaje y sincretismo, es que ambas «evidencian» a los ojos de cualquier observador la existencia de culturas diferentes, en especial de la distinta «cosmovisión» que proporciona cada una de ellas.<br />
<br />
==La Virgen de Guadalupe, el mejor ejemplo del mestizaje Hispanoamericano==<br />
<br />
San Juan Pablo II afirmó: ''“Los hombres y los pueblos del nuevo mestizaje americano, fueron engendrados también por la novedad de la fe cristiana. Y en el rostro de Nuestra Señora de Guadalupe está simbolizada la potencia y arraigo de esta [[URUGUAY;_Primeras_corrientes_evangelizadoras | primera evangelización]]”''.<ref>Discurso a los obispos del [[CONSEJO_EPISCOPAL_LATINOAMERICANO_(CELAM) | CELAM]], 12 de octubre de 1984</ref>En efecto. el Acontecimiento del [[TEPEYAC | Tepeyac]] ocurrido en diciembre de 1531 manifiesta simultáneamente la esencia del mestizaje del que habla el Papa y el abismo que esa realidad tiene con el [[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]][[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]].<br />
<br />
La cosmovisión que tenían los habitantes del mundo prehispánico, especialmente los mesoamericanos, era eminentemente fatalista: los innumerables dioses eran concebidos como seres inmisericordes que exigían la sangre humana para que el cosmos pudiera seguir existiendo. El amplísimo repertorio de [[SACRIFICIOS_HUMANOS | sacrificios humanos]] y el gran número de los practicados cotidianamente, no eran producto de algún gen que hiciera especialmente crueles a los habitantes precolombinos del Continente, sino eran el resultado de una cosmovisión fatalista y animista.<br />
<br />
Los primeros europeos que arribaron tenían otra cosmovisión: la cristiana que desmitifica al cosmos (este es obra «de» Dios, pero «no es» Dios); y al mismo tiempo llena de esperanza la existencia humana (es Dios quien por amor al hombre se hace hombre y derrama su sangre para la salvación del mismo hombre; ya no es el hombre el que debe derramar su sangre para complacer a un dios). <br />
<br />
La extraordinaria labor de los frailes misioneros logró la conversión de unos cuantos miles, pero en estas tierras habitaban millones; los resultados parecían «una gota en el mar». Es entonces cuando la Madre de Jesús interviene directamente. Y aquella elegida por Dios hacía 15 siglos para que la Palabra encarnara en su seno,<ref>''“Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”'' (Jn.1,14)</ref>fue enviada para que la Redención alcanzada por su Hijo en la Cruz se extendiera también a sus hijos de este Continente. La «llena de Gracia»<ref>Lucas 1, 26</ref>asumirá explícitamente la maternidad de los habitantes del verdaderamente «Nuevo Mundo».<ref>Dijo María a [[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN | Juan Diego]]: ''“Lo daré (a Jesucristo) a las gentes en todo mi amor personal, en mi mirada compasiva, en mi auxilio, en mi salvación: porque yo en verdad soy vuestra madre compasiva, tuya y de todos los hombres que en esta tierra están en uno.”'' (N.M.30-32)</ref>''“Donde abundó el pecado, [...] sobreabundó la gracia”'' (Rm. 5, 20). <br />
<br />
La Madre de Cristo en el [[TEPEYAC | Tepeyac]] «asumió» toda la realidad indiana y así la transfiguró para que, sin dejar de ser la misma, surgiera una ser inconmensurablemente «nuevo»: surgía la «indianidad cristiana» no yuxtapuesta con la cultura hispana sino en filial unión con ella.<br />
<br />
==Los argumentos de quienes sostienen la versión de un [[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]] guadalupano==<br />
<br />
Señalábamos que el [[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]] «concilia» exteriormente sin modificar la substancia de ninguna realidad esencialmente distinta. La versión de un supuesto «[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]][[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]] guadalupano» surge del hecho que en el cerro del [[TEPEYAC | Tepeyac]] se rendía culto a la diosa «Tonantzin» o «Coatlicue», como lo señala Fray [[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray | Bernardino de Sahagún]]: <br />
<br />
''“Cerca de los montes hay tres o cuatro lugares donde solían hacer muy solemnes sacrificios, y que venían a ellos de muy lejas tierras. El uno de éstos es aquí en México, donde está un montecillo que se llama Tepeácac, y los españoles llaman Tepeaquilla, y ahora se llama Nuestra Señora de Guadalupe; en este lugar tenían un templo dedicado a la madre de los dioses que llamaban Tonantzin, que quiere decir Nuestra Madre; allí hacían muchos sacrificios a honra de esta diosa, y venían a ellos de muy lejas tierras, de más de veinte leguas, de todas estas comarcas de México”''<ref>SAHAGÚN, BERNARDINO. ''Historia general de las cosas de Nueva España'', , Porrúa, México 1982, pp. 704-705.</ref> <br />
<br />
Con la sola similitud del nombre «nuestra madrecita», el argumento del [[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]][[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]] ignora por completa la enorme diferencia de las imágenes: la diosa Tonantzin o Coatlicue es un ídolo de piedra de 130 cm. de ancho y 252 de altura que pesa unas 3 toneladas que se conserva en el Museo de Antropología de la ciudad de México. Esta diosa representa a una mujer con los pechos caídos y con cabeza de serpiente bicéfala, está ataviada con una falda de serpientes y tiene un collar en sus manos. Corazones humanos en sus manos y una calavera al centro complementan el ídolo.<br />
<br />
La imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, que se conserva en la [[BASÍLICA_DE_GUADALUPE | Basílica de Guadalupe]] de la ciudad de México, inexplicablemente grabada en un tosco ayate confeccionado de fibra de maguey, e inexplicablemente conservada hasta el día de hoy,<ref>Cfr. Alejandro Pedroza y Carlos Salinas, ''La Virgen de Guadalupe en la ciencia del siglo XXI.'' Ed. Buena Prensa, México, 2025. (entre muchas otras obras)</ref>manifiesta a una hermosa mujer de amoroso rostro, totalmente distinto a la terrorífica imagen del ídolo prehispánico. Igualmente distintos y antagónicos son los cultos religiosos que se practicaron o se practican ante esas imágenes. <br />
<br />
La cosmovisión fatalista del mundo indígena prehispánico daba por resultado los numerosísimos [[SACRIFICIOS_HUMANOS | sacrificios humanos]] que se debían realizar cotidianamente.<ref>El Libro Segundo de la obra ''Historia verdadera de las cosas de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]]'', escrito por el padre de la etnología fray [[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray | Bernardino de Sahagún]], relata minuciosamente los sacrificios que cada día del año se practicaban.</ref> La cosmovisión cristiana ve el único y eterno Sacrificio de Cristo «actualizado», no repetido, en cada Misa. Esta es sin duda una diferencia absoluta que descalifica cualquier argumento sincretista.<br />
<br />
Derivado de lo anterior se dio el hecho innegable que a partir del Acontecimiento del [[TEPEYAC | Tepeyac]] los [[SACRIFICIOS_HUMANOS | sacrificios humanos]] fueron totalmente erradicados y sustituidos con la celebración de la [[EUCARISTÍA;_distribución_a_los_indios | Eucaristía]]; así la afirmación de los cultos sincréticos en Nueva España queda en ridículo y manifiesta que solo por una gran ignorancia o una mala fe, se puede decir que la Virgen de Guadalupe es «[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]]».<br />
<br />
En la persona de [[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN | Juan Diego]] y de los indígenas contemporáneos a él como [[VALERIANO,_Antonio | Antonio Valeriano]], autor del «Nican Mopohua», la encarnación de la Palabra asumió la cultura indígena; la desmitificó e hizo surgir una «indianidad» radicalmente nueva: mestiza, no sincrética: la indianidad «indo-hispano-cristiana».<br />
<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<references></references><br />
<br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
<br />
Rosenblat Angel, ''La población indígena y el mestizaje en América''. Ed. Nova (Vol. II) Buenos Aires, 1954<br />
<br />
SAHAGÚN, BERNARDINO. ''Historia general de las cosas de Nueva España'', , Porrúa, México 1982<br />
<br />
Salinas Carlos-Pedroza Alejandro, ''La Virgen de Guadalupe en la ciencia del siglo XXI''. Ed. Buena Prensa, México, 2025<br />
<br />
Valeriano Antonio. ''Nican Mopohua''. Ed. Bilingüe. Grupo macehual guadalupano. México, 1978<br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[VALERIANO,_Antonio|VALERIANO, Antonio]]<br />
<br />
[[EUCARISTÍA;_distribución_a_los_indios|EUCARISTÍA; distribución a los indios]]<br />
<br />
[[BASÍLICA_DE_GUADALUPE|BASÍLICA DE GUADALUPE]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN|JUAN DIEGO CUAUHTLATOATZIN]]<br />
<br />
[[URUGUAY;_Primeras_corrientes_evangelizadoras|URUGUAY; Primeras corrientes evangelizadoras]]<br />
<br />
[[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico?|CUBA; ¿un fósil prehistórico?]]<br />
<br />
[[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray|SAHAGÚN, Bernardino de Fray]]<br />
<br />
[[GASTRONOMÍA_VIRREINAL_POBLANA|GASTRONOMÍA VIRREINAL POBLANA]]<br />
<br />
[[TEPEYAC|TEPEYAC]]<br />
<br />
[[BRASIL;_Afrodescendientes|BRASIL; Afrodescendientes]]<br />
<br />
[[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio|CORONA ESPAÑOLA: Su papel en la evangelización y en los derechos del indio]]<br />
<br />
[[SACRIFICIOS_HUMANOS|SACRIFICIOS HUMANOS]]<br />
<br />
[[CONSEJO_EPISCOPAL_LATINOAMERICANO_(CELAM)|CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO (CELAM)]]<br />
<br />
[[CONTINENTE_DE_LA_ESPERANZA|CONTINENTE DE LA ESPERANZA]]<br />
<br />
[[LEYES_DE_INDIAS;_Resumen_del_compendio|LEYES DE INDIAS; Resumen del compendio]]<br />
<br />
[[SANTA_MARIA_DE_GUADALUPE;_La_Primera_Misionera|SANTA MARIA DE GUADALUPE; La Primera Misionera]]<br />
<br />
[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA|SINCRETISMO Y EVANGELIZACIÓN EN NUEVA ESPAÑA]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=MESTIZAJE_Y_SINCRETISMO._Diferencias_y_similitudes&diff=3705766
MESTIZAJE Y SINCRETISMO. Diferencias y similitudes
2023-07-11T17:34:32Z
<p>Louvier: /* Sincretismo */</p>
<hr />
<div>==Prólogo==<br />
<br />
En el «imaginario colectivo»<ref>Entendido como un conjunto de conceptos presentes en la memoria y la imaginación de una mayoría de personas que pertenecen a una comunidad específica.</ref>latinoamericano, con demasiada frecuencia se toma como sinónimos los vocablos «mestizaje» y «[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]]», y con ello se genera una confusión de los conceptos que esta terminología expresa; confusión que lleva a distorsionar la comprensión hacia acontecimientos y realidades tan importantes como es la esencia misma de la [[SANTA_MARIA_DE_GUADALUPE;_La_Primera_Misionera | identidad latinoamericana]] y de la religiosidad cristiana de las naciones asentadas en el «[[CONTINENTE_DE_LA_ESPERANZA | Continente de la Esperanza]]».<br />
<br />
Vamos pues a señalar de manera sintética las principales diferencias entre los conceptos «mestizaje» y «[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]]», así como sus similitudes sobre las cuales se generó esa dañina «con-fusión», analizándolos sobre los hechos históricos que dieron origen a la realidad latinoamericana.<br />
<br />
==Mestizaje==<br />
<br />
El vocablo «mestizo» proviene del latín «mixticius» que significa «mezclado». Pero aunque acertada, la etimología es insuficiente para describir el concepto, pues el vocablo no se usó para señalar a cualquier «ente» mezclado, sino a la persona cuyos padres pertenecen a una raza distinta; es decir, el vocablo surgió como una connotación «racial». El mestizaje es tan antiguo como la humanidad misma, pero no había sido motivo de estudio y aún menos de atención jurídica, sino hasta el Descubrimiento de América.<br />
<br />
A pesar de que las relaciones interraciales estuvieron presentes en la historia de la humanidad desde los tiempos más remotos, ninguna obra literaria o jurídica de la antigüedad abordó el tema del mestizaje de manera explícita, lo que no significa que ante él siempre hayan existido actitudes distintas que van, desde su plena aceptación hasta su total repudio. El mito del «rapto de las Sabinas» puede inscribirse en el relato de la aceptación del mestizaje, así como su repudio en el hecho de la esclavitud mayoritariamente practicada hacia los pueblos de raza negra.<ref>Los pueblos que mayor aceptación presentaron en la antigüedad y por ende tuvieron mayores índices de mestizaje, fueron los euroasiáticos, y la mayor discriminación y rechazo fue la que estos mismos tuvieron hacia los pueblos africanos.</ref> <br />
<br />
El tema del mestizaje como tal, fue incorporado a la legislación de las naciones a partir de que España descubrió el Nuevo Mundo. Fue la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona española]] quien, desde los inicios del siglo XVI introdujo en su legislación el vocablo y el concepto. <br />
<br />
Ante la evidente desproporción numérica existente entre las razas india y española,<ref>Los estudios demográficos serios, como los de Rosenblat y Kroeber, señalan que al momento del Descubrimiento habitaban el Continente unos 14 millones, mientras que solo unos 200 mil españoles habrían llegado a lo largo de los primeros cincuenta años del siglo XVI.</ref>y el abismo cultural existente entre ambas, y siendo prioridad para los monarcas hispanos la integración de los pueblos entonces recién descubiertos, en octubre de 1514 el rey Fernando «el católico» emitió una Cédula real que decía: ''“Es nuestra voluntad que los indios e indias tengan como deben , entera libertad para casarse con quien quisieren, así con Indios, como con naturales de nuestros reinos, o españoles y que en esto no se les pongan impedimento.”''. Esta cedula Real fue ratificada e incorporada a las «[[LEYES_DE_INDIAS;_Resumen_del_compendio | Leyes de Indias]]» por Felipe II.<ref>Libro sexto, título primero, Ley II.</ref>Lo anterior estaba en total consonancia con la doctrina católica que dice: ''“ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre…ya que todos vosotros sois uno en cristo Jesús.”'' (Gal.3,28)<br />
<br />
Obviamente el mestizaje racial fue dándose de modo gradual y progresivo, como lo señalan las estadísticas que Ángel Rosenblat expone en su estudio «La población indígena y el mestizaje en América»<ref>Ángel Rosenblat, La población indígena y el mestizaje en América. Ed. Nova (Vol. II) Buenos Aires, 1954</ref>donde, haciendo a un lado al [[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]] con su especial complejidad, podemos sintetizar así: En 1570 los indios podían llegar a unos nueve millones, los blancos serían unos 118.000 y los negros, mestizos y mulatos unos 230.000. En 1650 los indios alcanzaban ya unos ocho millones y medio, los blancos habían subido a 650.000, los mestizos a 350.000 y los mulatos a 239.000. <br />
<br />
Fundándose en los datos del etnógrafo y geógrafo alemán Alexander Von Humboldt (1769-1859) quien vivió e investigó la realidad hispanoamericana en los primeros años del siglo XVIII, Rosenblat ofrece un cuadro racial en 1825 con estos resultados globales sobre la población hispanoamericana: 7.851.000 indios, 3.429.000 blancos, los negros llegarían a 2.228.000 y los mestizos y mulatos a 5.552.000.<br />
<br />
El Mestizaje, además de racial, abarcó todos los ámbitos de la cultura (desde la religiosidad hasta la [[GASTRONOMÍA_VIRREINAL_POBLANA | gastronomía]], pasando por las bellas artes)<br />
<br />
==[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | Sincretismo]]==<br />
<br />
La etimología del vocablo «SINCRETISMO» proviene del gentilicio «cretense» o sea todo aquello que es referido a la isla de Creta,<ref>Creta es la isla más grande de Grecia (8300 km2)</ref>la cual fue centro de la civilización menoica (2700-1420 a.C.) que tenía la singularidad de hacer a un lado las diferencias internas cuando había una situación de amenaza o guerra. <br />
<br />
Posteriormente y basándose en esa costumbre cretense, Erasmo de Róterdam (1466-1536) acuñó el neologismo «syncretismus» para referirse a la conciliación de dos sistemas filosóficos distintos en uno solo, haciendo a un lado su esencia. Es decir, «conciliar superficialmente», desde lo exterior y prescindiendo de la sustancia de esos sistemas para hacer un «híbrido» que atienda solo a sus elementos accidentales.<br />
<br />
El campo religioso americano, especialmente en el [[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]] (y en menor grado en [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] y Nueva Granada) donde miles de personas de raza negra provenientes de distintas etnias africanas (principalmente sudaneses, congoleños y angoleños) conservaron su religiosidad animista,<ref>El animista cree que no hay separación entre el mundo material y el trascendente, por lo que rocas, montes, plantas, animales, fenómenos atmosféricos, y demás entidades materiales tienen un alma o un espíritu, o manifiestan a dioses y espíritus de distintas categorías dentro de la jerarquía trascendente.</ref>viviendo en medio la cultura cristiana la cual mitigaba sensiblemente los abusos de los esclavistas. Esa situación resultó ser un campo ideal para que el neologismo, el concepto y la realidad del «sincretismo» se desarrollaran.<br />
<br />
==Diferencias y similitudes entre mestizaje y [[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]]==<br />
<br />
La principal «diferencia» entre mestizaje y [[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]][[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]] es que, mientras el primero «integra» dos realidades distintas dando origen a una nueva realidad «substancial», el segundo solo las «concilia» exteriormente sin modificar la substancia de ninguna, mismas que permanecen esencialmente igual; es decir, no forma una nueva realidad.<br />
<br />
La principal similitud entre mestizaje y [[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]][[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]] es que ambas «evidencian» a los ojos de cualquier observador la existencia de culturas diferentes, en especial de la distinta «cosmovisión» que proporciona cada una de ellas.<br />
<br />
==La Virgen de Guadalupe, el mejor ejemplo del mestizaje Hispanoamericano==<br />
<br />
San Juan Pablo II afirmó: ''“Los hombres y los pueblos del nuevo mestizaje americano, fueron engendrados también por la novedad de la fe cristiana. Y en el rostro de Nuestra Señora de Guadalupe está simbolizada la potencia y arraigo de esta [[URUGUAY;_Primeras_corrientes_evangelizadoras | primera evangelización]]”''.<ref>Discurso a los obispos del [[CONSEJO_EPISCOPAL_LATINOAMERICANO_(CELAM) | CELAM]], 12 de octubre de 1984</ref>En efecto. el Acontecimiento del [[TEPEYAC | Tepeyac]] ocurrido en diciembre de 1531 manifiesta simultáneamente la esencia del mestizaje del que habla el Papa y el abismo que esa realidad tiene con el [[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]][[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]].<br />
<br />
La cosmovisión que tenían los habitantes del mundo prehispánico, especialmente los mesoamericanos, era eminentemente fatalista: los innumerables dioses eran concebidos como seres inmisericordes que exigían la sangre humana para que el cosmos pudiera seguir existiendo. El amplísimo repertorio de [[SACRIFICIOS_HUMANOS | sacrificios humanos]] y el gran número de los practicados cotidianamente, no eran producto de algún gen que hiciera especialmente crueles a los habitantes precolombinos del Continente, sino eran el resultado de una cosmovisión fatalista y animista.<br />
<br />
Los primeros europeos que arribaron tenían otra cosmovisión: la cristiana que desmitifica al cosmos (este es obra «de» Dios, pero «no es» Dios); y al mismo tiempo llena de esperanza la existencia humana (es Dios quien por amor al hombre se hace hombre y derrama su sangre para la salvación del mismo hombre; ya no es el hombre el que debe derramar su sangre para complacer a un dios). <br />
<br />
La extraordinaria labor de los frailes misioneros logró la conversión de unos cuantos miles, pero en estas tierras habitaban millones; los resultados parecían «una gota en el mar». Es entonces cuando la Madre de Jesús interviene directamente. Y aquella elegida por Dios hacía 15 siglos para que la Palabra encarnara en su seno,<ref>''“Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”'' (Jn.1,14)</ref>fue enviada para que la Redención alcanzada por su Hijo en la Cruz se extendiera también a sus hijos de este Continente. La «llena de Gracia»<ref>Lucas 1, 26</ref>asumirá explícitamente la maternidad de los habitantes del verdaderamente «Nuevo Mundo».<ref>Dijo María a [[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN | Juan Diego]]: ''“Lo daré (a Jesucristo) a las gentes en todo mi amor personal, en mi mirada compasiva, en mi auxilio, en mi salvación: porque yo en verdad soy vuestra madre compasiva, tuya y de todos los hombres que en esta tierra están en uno.”'' (N.M.30-32)</ref>''“Donde abundó el pecado, [...] sobreabundó la gracia”'' (Rm. 5, 20). <br />
<br />
La Madre de Cristo en el [[TEPEYAC | Tepeyac]] «asumió» toda la realidad indiana y así la transfiguró para que, sin dejar de ser la misma, surgiera una ser inconmensurablemente «nuevo»: surgía la «indianidad cristiana» no yuxtapuesta con la cultura hispana sino en filial unión con ella.<br />
<br />
==Los argumentos de quienes sostienen la versión de un [[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]] guadalupano==<br />
<br />
Señalábamos que el [[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]] «concilia» exteriormente sin modificar la substancia de ninguna realidad esencialmente distinta. La versión de un supuesto «[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]][[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]] guadalupano» surge del hecho que en el cerro del [[TEPEYAC | Tepeyac]] se rendía culto a la diosa «Tonantzin» o «Coatlicue», como lo señala Fray [[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray | Bernardino de Sahagún]]: <br />
<br />
''“Cerca de los montes hay tres o cuatro lugares donde solían hacer muy solemnes sacrificios, y que venían a ellos de muy lejas tierras. El uno de éstos es aquí en México, donde está un montecillo que se llama Tepeácac, y los españoles llaman Tepeaquilla, y ahora se llama Nuestra Señora de Guadalupe; en este lugar tenían un templo dedicado a la madre de los dioses que llamaban Tonantzin, que quiere decir Nuestra Madre; allí hacían muchos sacrificios a honra de esta diosa, y venían a ellos de muy lejas tierras, de más de veinte leguas, de todas estas comarcas de México”''<ref>SAHAGÚN, BERNARDINO. ''Historia general de las cosas de Nueva España'', , Porrúa, México 1982, pp. 704-705.</ref> <br />
<br />
Con la sola similitud del nombre «nuestra madrecita», el argumento del [[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]][[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]] ignora por completa la enorme diferencia de las imágenes: la diosa Tonantzin o Coatlicue es un ídolo de piedra de 130 cm. de ancho y 252 de altura que pesa unas 3 toneladas que se conserva en el Museo de Antropología de la ciudad de México. Esta diosa representa a una mujer con los pechos caídos y con cabeza de serpiente bicéfala, está ataviada con una falda de serpientes y tiene un collar en sus manos. Corazones humanos en sus manos y una calavera al centro complementan el ídolo.<br />
<br />
La imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, que se conserva en la [[BASÍLICA_DE_GUADALUPE | Basílica de Guadalupe]] de la ciudad de México, inexplicablemente grabada en un tosco ayate confeccionado de fibra de maguey, e inexplicablemente conservada hasta el día de hoy,<ref>Cfr. Alejandro Pedroza y Carlos Salinas, ''La Virgen de Guadalupe en la ciencia del siglo XXI.'' Ed. Buena Prensa, México, 2025. (entre muchas otras obras)</ref>manifiesta a una hermosa mujer de amoroso rostro, totalmente distinto a la terrorífica imagen del ídolo prehispánico. Igualmente distintos y antagónicos son los cultos religiosos que se practicaron o se practican ante esas imágenes. <br />
<br />
La cosmovisión fatalista del mundo indígena prehispánico daba por resultado los numerosísimos [[SACRIFICIOS_HUMANOS | sacrificios humanos]] que se debían realizar cotidianamente.<ref>El Libro Segundo de la obra ''Historia verdadera de las cosas de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]]'', escrito por el padre de la etnología fray [[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray | Bernardino de Sahagún]], relata minuciosamente los sacrificios que cada día del año se practicaban.</ref> La cosmovisión cristiana ve el único y eterno Sacrificio de Cristo «actualizado», no repetido, en cada Misa. Esta es sin duda una diferencia absoluta que descalifica cualquier argumento sincretista.<br />
<br />
Derivado de lo anterior se dio el hecho innegable que a partir del Acontecimiento del [[TEPEYAC | Tepeyac]] los [[SACRIFICIOS_HUMANOS | sacrificios humanos]] fueron totalmente erradicados y sustituidos con la celebración de la [[EUCARISTÍA;_distribución_a_los_indios | Eucaristía]]; así la afirmación de los cultos sincréticos en Nueva España queda en ridículo y manifiesta que solo por una gran ignorancia o una mala fe, se puede decir que la Virgen de Guadalupe es «[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]]».<br />
<br />
En la persona de [[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN | Juan Diego]] y de los indígenas contemporáneos a él como [[VALERIANO,_Antonio | Antonio Valeriano]], autor del «Nican Mopohua», la encarnación de la Palabra asumió la cultura indígena; la desmitificó e hizo surgir una «indianidad» radicalmente nueva: mestiza, no sincrética: la indianidad «indo-hispano-cristiana».<br />
<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<references></references><br />
<br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
<br />
Rosenblat Angel, ''La población indígena y el mestizaje en América''. Ed. Nova (Vol. II) Buenos Aires, 1954<br />
<br />
SAHAGÚN, BERNARDINO. ''Historia general de las cosas de Nueva España'', , Porrúa, México 1982<br />
<br />
Salinas Carlos-Pedroza Alejandro, ''La Virgen de Guadalupe en la ciencia del siglo XXI''. Ed. Buena Prensa, México, 2025<br />
<br />
Valeriano Antonio. ''Nican Mopohua''. Ed. Bilingüe. Grupo macehual guadalupano. México, 1978<br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[VALERIANO,_Antonio|VALERIANO, Antonio]]<br />
<br />
[[EUCARISTÍA;_distribución_a_los_indios|EUCARISTÍA; distribución a los indios]]<br />
<br />
[[BASÍLICA_DE_GUADALUPE|BASÍLICA DE GUADALUPE]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN|JUAN DIEGO CUAUHTLATOATZIN]]<br />
<br />
[[URUGUAY;_Primeras_corrientes_evangelizadoras|URUGUAY; Primeras corrientes evangelizadoras]]<br />
<br />
[[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico?|CUBA; ¿un fósil prehistórico?]]<br />
<br />
[[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray|SAHAGÚN, Bernardino de Fray]]<br />
<br />
[[GASTRONOMÍA_VIRREINAL_POBLANA|GASTRONOMÍA VIRREINAL POBLANA]]<br />
<br />
[[TEPEYAC|TEPEYAC]]<br />
<br />
[[BRASIL;_Afrodescendientes|BRASIL; Afrodescendientes]]<br />
<br />
[[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio|CORONA ESPAÑOLA: Su papel en la evangelización y en los derechos del indio]]<br />
<br />
[[SACRIFICIOS_HUMANOS|SACRIFICIOS HUMANOS]]<br />
<br />
[[CONSEJO_EPISCOPAL_LATINOAMERICANO_(CELAM)|CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO (CELAM)]]<br />
<br />
[[CONTINENTE_DE_LA_ESPERANZA|CONTINENTE DE LA ESPERANZA]]<br />
<br />
[[LEYES_DE_INDIAS;_Resumen_del_compendio|LEYES DE INDIAS; Resumen del compendio]]<br />
<br />
[[SANTA_MARIA_DE_GUADALUPE;_La_Primera_Misionera|SANTA MARIA DE GUADALUPE; La Primera Misionera]]<br />
<br />
[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA|SINCRETISMO Y EVANGELIZACIÓN EN NUEVA ESPAÑA]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=MESTIZAJE_Y_SINCRETISMO._Diferencias_y_similitudes&diff=3705765
MESTIZAJE Y SINCRETISMO. Diferencias y similitudes
2023-07-11T17:32:59Z
<p>Louvier: /* Sincretismo */</p>
<hr />
<div>==Prólogo==<br />
<br />
En el «imaginario colectivo»<ref>Entendido como un conjunto de conceptos presentes en la memoria y la imaginación de una mayoría de personas que pertenecen a una comunidad específica.</ref>latinoamericano, con demasiada frecuencia se toma como sinónimos los vocablos «mestizaje» y «[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]]», y con ello se genera una confusión de los conceptos que esta terminología expresa; confusión que lleva a distorsionar la comprensión hacia acontecimientos y realidades tan importantes como es la esencia misma de la [[SANTA_MARIA_DE_GUADALUPE;_La_Primera_Misionera | identidad latinoamericana]] y de la religiosidad cristiana de las naciones asentadas en el «[[CONTINENTE_DE_LA_ESPERANZA | Continente de la Esperanza]]».<br />
<br />
Vamos pues a señalar de manera sintética las principales diferencias entre los conceptos «mestizaje» y «[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]]», así como sus similitudes sobre las cuales se generó esa dañina «con-fusión», analizándolos sobre los hechos históricos que dieron origen a la realidad latinoamericana.<br />
<br />
==Mestizaje==<br />
<br />
El vocablo «mestizo» proviene del latín «mixticius» que significa «mezclado». Pero aunque acertada, la etimología es insuficiente para describir el concepto, pues el vocablo no se usó para señalar a cualquier «ente» mezclado, sino a la persona cuyos padres pertenecen a una raza distinta; es decir, el vocablo surgió como una connotación «racial». El mestizaje es tan antiguo como la humanidad misma, pero no había sido motivo de estudio y aún menos de atención jurídica, sino hasta el Descubrimiento de América.<br />
<br />
A pesar de que las relaciones interraciales estuvieron presentes en la historia de la humanidad desde los tiempos más remotos, ninguna obra literaria o jurídica de la antigüedad abordó el tema del mestizaje de manera explícita, lo que no significa que ante él siempre hayan existido actitudes distintas que van, desde su plena aceptación hasta su total repudio. El mito del «rapto de las Sabinas» puede inscribirse en el relato de la aceptación del mestizaje, así como su repudio en el hecho de la esclavitud mayoritariamente practicada hacia los pueblos de raza negra.<ref>Los pueblos que mayor aceptación presentaron en la antigüedad y por ende tuvieron mayores índices de mestizaje, fueron los euroasiáticos, y la mayor discriminación y rechazo fue la que estos mismos tuvieron hacia los pueblos africanos.</ref> <br />
<br />
El tema del mestizaje como tal, fue incorporado a la legislación de las naciones a partir de que España descubrió el Nuevo Mundo. Fue la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona española]] quien, desde los inicios del siglo XVI introdujo en su legislación el vocablo y el concepto. <br />
<br />
Ante la evidente desproporción numérica existente entre las razas india y española,<ref>Los estudios demográficos serios, como los de Rosenblat y Kroeber, señalan que al momento del Descubrimiento habitaban el Continente unos 14 millones, mientras que solo unos 200 mil españoles habrían llegado a lo largo de los primeros cincuenta años del siglo XVI.</ref>y el abismo cultural existente entre ambas, y siendo prioridad para los monarcas hispanos la integración de los pueblos entonces recién descubiertos, en octubre de 1514 el rey Fernando «el católico» emitió una Cédula real que decía: ''“Es nuestra voluntad que los indios e indias tengan como deben , entera libertad para casarse con quien quisieren, así con Indios, como con naturales de nuestros reinos, o españoles y que en esto no se les pongan impedimento.”''. Esta cedula Real fue ratificada e incorporada a las «[[LEYES_DE_INDIAS;_Resumen_del_compendio | Leyes de Indias]]» por Felipe II.<ref>Libro sexto, título primero, Ley II.</ref>Lo anterior estaba en total consonancia con la doctrina católica que dice: ''“ya no hay judío ni griego; ni esclavo ni libre…ya que todos vosotros sois uno en cristo Jesús.”'' (Gal.3,28)<br />
<br />
Obviamente el mestizaje racial fue dándose de modo gradual y progresivo, como lo señalan las estadísticas que Ángel Rosenblat expone en su estudio «La población indígena y el mestizaje en América»<ref>Ángel Rosenblat, La población indígena y el mestizaje en América. Ed. Nova (Vol. II) Buenos Aires, 1954</ref>donde, haciendo a un lado al [[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]] con su especial complejidad, podemos sintetizar así: En 1570 los indios podían llegar a unos nueve millones, los blancos serían unos 118.000 y los negros, mestizos y mulatos unos 230.000. En 1650 los indios alcanzaban ya unos ocho millones y medio, los blancos habían subido a 650.000, los mestizos a 350.000 y los mulatos a 239.000. <br />
<br />
Fundándose en los datos del etnógrafo y geógrafo alemán Alexander Von Humboldt (1769-1859) quien vivió e investigó la realidad hispanoamericana en los primeros años del siglo XVIII, Rosenblat ofrece un cuadro racial en 1825 con estos resultados globales sobre la población hispanoamericana: 7.851.000 indios, 3.429.000 blancos, los negros llegarían a 2.228.000 y los mestizos y mulatos a 5.552.000.<br />
<br />
El Mestizaje, además de racial, abarcó todos los ámbitos de la cultura (desde la religiosidad hasta la [[GASTRONOMÍA_VIRREINAL_POBLANA | gastronomía]], pasando por las bellas artes)<br />
<br />
==[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | Sincretismo]]==<br />
<br />
La etimología del vocablo «[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA]]» proviene del gentilicio «cretense» o sea todo aquello que es referido a la isla de Creta,<ref>Creta es la isla más grande de Grecia (8300 km2)</ref>la cual fue centro de la civilización menoica (2700-1420 a.C.) que tenía la singularidad de hacer a un lado las diferencias internas cuando había una situación de amenaza o guerra. <br />
<br />
Posteriormente y basándose en esa costumbre cretense, Erasmo de Róterdam (1466-1536) acuñó el neologismo «syncretismus» para referirse a la conciliación de dos sistemas filosóficos distintos en uno solo, haciendo a un lado su esencia. Es decir, «conciliar superficialmente», desde lo exterior y prescindiendo de la sustancia de esos sistemas para hacer un «híbrido» que atienda solo a sus elementos accidentales.<br />
<br />
El campo religioso americano, especialmente en el [[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]] (y en menor grado en [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] y Nueva Granada) donde miles de personas de raza negra provenientes de distintas etnias africanas (principalmente sudaneses, congoleños y angoleños) conservaron su religiosidad animista,<ref>El animista cree que no hay separación entre el mundo material y el trascendente, por lo que rocas, montes, plantas, animales, fenómenos atmosféricos, y demás entidades materiales tienen un alma o un espíritu, o manifiestan a dioses y espíritus de distintas categorías dentro de la jerarquía trascendente.</ref>viviendo en medio la cultura cristiana la cual mitigaba sensiblemente los abusos de los esclavistas. Esa situación resultó ser un campo ideal para que el neologismo, el concepto y la realidad del «[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]]» se desarrollaran.<br />
<br />
==Diferencias y similitudes entre mestizaje y [[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]]==<br />
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La principal «diferencia» entre mestizaje y [[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]][[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]] es que, mientras el primero «integra» dos realidades distintas dando origen a una nueva realidad «substancial», el segundo solo las «concilia» exteriormente sin modificar la substancia de ninguna, mismas que permanecen esencialmente igual; es decir, no forma una nueva realidad.<br />
<br />
La principal similitud entre mestizaje y [[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]][[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]] es que ambas «evidencian» a los ojos de cualquier observador la existencia de culturas diferentes, en especial de la distinta «cosmovisión» que proporciona cada una de ellas.<br />
<br />
==La Virgen de Guadalupe, el mejor ejemplo del mestizaje Hispanoamericano==<br />
<br />
San Juan Pablo II afirmó: ''“Los hombres y los pueblos del nuevo mestizaje americano, fueron engendrados también por la novedad de la fe cristiana. Y en el rostro de Nuestra Señora de Guadalupe está simbolizada la potencia y arraigo de esta [[URUGUAY;_Primeras_corrientes_evangelizadoras | primera evangelización]]”''.<ref>Discurso a los obispos del [[CONSEJO_EPISCOPAL_LATINOAMERICANO_(CELAM) | CELAM]], 12 de octubre de 1984</ref>En efecto. el Acontecimiento del [[TEPEYAC | Tepeyac]] ocurrido en diciembre de 1531 manifiesta simultáneamente la esencia del mestizaje del que habla el Papa y el abismo que esa realidad tiene con el [[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]][[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]].<br />
<br />
La cosmovisión que tenían los habitantes del mundo prehispánico, especialmente los mesoamericanos, era eminentemente fatalista: los innumerables dioses eran concebidos como seres inmisericordes que exigían la sangre humana para que el cosmos pudiera seguir existiendo. El amplísimo repertorio de [[SACRIFICIOS_HUMANOS | sacrificios humanos]] y el gran número de los practicados cotidianamente, no eran producto de algún gen que hiciera especialmente crueles a los habitantes precolombinos del Continente, sino eran el resultado de una cosmovisión fatalista y animista.<br />
<br />
Los primeros europeos que arribaron tenían otra cosmovisión: la cristiana que desmitifica al cosmos (este es obra «de» Dios, pero «no es» Dios); y al mismo tiempo llena de esperanza la existencia humana (es Dios quien por amor al hombre se hace hombre y derrama su sangre para la salvación del mismo hombre; ya no es el hombre el que debe derramar su sangre para complacer a un dios). <br />
<br />
La extraordinaria labor de los frailes misioneros logró la conversión de unos cuantos miles, pero en estas tierras habitaban millones; los resultados parecían «una gota en el mar». Es entonces cuando la Madre de Jesús interviene directamente. Y aquella elegida por Dios hacía 15 siglos para que la Palabra encarnara en su seno,<ref>''“Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”'' (Jn.1,14)</ref>fue enviada para que la Redención alcanzada por su Hijo en la Cruz se extendiera también a sus hijos de este Continente. La «llena de Gracia»<ref>Lucas 1, 26</ref>asumirá explícitamente la maternidad de los habitantes del verdaderamente «Nuevo Mundo».<ref>Dijo María a [[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN | Juan Diego]]: ''“Lo daré (a Jesucristo) a las gentes en todo mi amor personal, en mi mirada compasiva, en mi auxilio, en mi salvación: porque yo en verdad soy vuestra madre compasiva, tuya y de todos los hombres que en esta tierra están en uno.”'' (N.M.30-32)</ref>''“Donde abundó el pecado, [...] sobreabundó la gracia”'' (Rm. 5, 20). <br />
<br />
La Madre de Cristo en el [[TEPEYAC | Tepeyac]] «asumió» toda la realidad indiana y así la transfiguró para que, sin dejar de ser la misma, surgiera una ser inconmensurablemente «nuevo»: surgía la «indianidad cristiana» no yuxtapuesta con la cultura hispana sino en filial unión con ella.<br />
<br />
==Los argumentos de quienes sostienen la versión de un [[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]] guadalupano==<br />
<br />
Señalábamos que el [[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]] «concilia» exteriormente sin modificar la substancia de ninguna realidad esencialmente distinta. La versión de un supuesto «[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]][[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]] guadalupano» surge del hecho que en el cerro del [[TEPEYAC | Tepeyac]] se rendía culto a la diosa «Tonantzin» o «Coatlicue», como lo señala Fray [[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray | Bernardino de Sahagún]]: <br />
<br />
''“Cerca de los montes hay tres o cuatro lugares donde solían hacer muy solemnes sacrificios, y que venían a ellos de muy lejas tierras. El uno de éstos es aquí en México, donde está un montecillo que se llama Tepeácac, y los españoles llaman Tepeaquilla, y ahora se llama Nuestra Señora de Guadalupe; en este lugar tenían un templo dedicado a la madre de los dioses que llamaban Tonantzin, que quiere decir Nuestra Madre; allí hacían muchos sacrificios a honra de esta diosa, y venían a ellos de muy lejas tierras, de más de veinte leguas, de todas estas comarcas de México”''<ref>SAHAGÚN, BERNARDINO. ''Historia general de las cosas de Nueva España'', , Porrúa, México 1982, pp. 704-705.</ref> <br />
<br />
Con la sola similitud del nombre «nuestra madrecita», el argumento del [[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]][[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]] ignora por completa la enorme diferencia de las imágenes: la diosa Tonantzin o Coatlicue es un ídolo de piedra de 130 cm. de ancho y 252 de altura que pesa unas 3 toneladas que se conserva en el Museo de Antropología de la ciudad de México. Esta diosa representa a una mujer con los pechos caídos y con cabeza de serpiente bicéfala, está ataviada con una falda de serpientes y tiene un collar en sus manos. Corazones humanos en sus manos y una calavera al centro complementan el ídolo.<br />
<br />
La imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, que se conserva en la [[BASÍLICA_DE_GUADALUPE | Basílica de Guadalupe]] de la ciudad de México, inexplicablemente grabada en un tosco ayate confeccionado de fibra de maguey, e inexplicablemente conservada hasta el día de hoy,<ref>Cfr. Alejandro Pedroza y Carlos Salinas, ''La Virgen de Guadalupe en la ciencia del siglo XXI.'' Ed. Buena Prensa, México, 2025. (entre muchas otras obras)</ref>manifiesta a una hermosa mujer de amoroso rostro, totalmente distinto a la terrorífica imagen del ídolo prehispánico. Igualmente distintos y antagónicos son los cultos religiosos que se practicaron o se practican ante esas imágenes. <br />
<br />
La cosmovisión fatalista del mundo indígena prehispánico daba por resultado los numerosísimos [[SACRIFICIOS_HUMANOS | sacrificios humanos]] que se debían realizar cotidianamente.<ref>El Libro Segundo de la obra ''Historia verdadera de las cosas de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]]'', escrito por el padre de la etnología fray [[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray | Bernardino de Sahagún]], relata minuciosamente los sacrificios que cada día del año se practicaban.</ref> La cosmovisión cristiana ve el único y eterno Sacrificio de Cristo «actualizado», no repetido, en cada Misa. Esta es sin duda una diferencia absoluta que descalifica cualquier argumento sincretista.<br />
<br />
Derivado de lo anterior se dio el hecho innegable que a partir del Acontecimiento del [[TEPEYAC | Tepeyac]] los [[SACRIFICIOS_HUMANOS | sacrificios humanos]] fueron totalmente erradicados y sustituidos con la celebración de la [[EUCARISTÍA;_distribución_a_los_indios | Eucaristía]]; así la afirmación de los cultos sincréticos en Nueva España queda en ridículo y manifiesta que solo por una gran ignorancia o una mala fe, se puede decir que la Virgen de Guadalupe es «[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA | sincretismo]]».<br />
<br />
En la persona de [[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN | Juan Diego]] y de los indígenas contemporáneos a él como [[VALERIANO,_Antonio | Antonio Valeriano]], autor del «Nican Mopohua», la encarnación de la Palabra asumió la cultura indígena; la desmitificó e hizo surgir una «indianidad» radicalmente nueva: mestiza, no sincrética: la indianidad «indo-hispano-cristiana».<br />
<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<references></references><br />
<br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
<br />
Rosenblat Angel, ''La población indígena y el mestizaje en América''. Ed. Nova (Vol. II) Buenos Aires, 1954<br />
<br />
SAHAGÚN, BERNARDINO. ''Historia general de las cosas de Nueva España'', , Porrúa, México 1982<br />
<br />
Salinas Carlos-Pedroza Alejandro, ''La Virgen de Guadalupe en la ciencia del siglo XXI''. Ed. Buena Prensa, México, 2025<br />
<br />
Valeriano Antonio. ''Nican Mopohua''. Ed. Bilingüe. Grupo macehual guadalupano. México, 1978<br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[VALERIANO,_Antonio|VALERIANO, Antonio]]<br />
<br />
[[EUCARISTÍA;_distribución_a_los_indios|EUCARISTÍA; distribución a los indios]]<br />
<br />
[[BASÍLICA_DE_GUADALUPE|BASÍLICA DE GUADALUPE]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN|JUAN DIEGO CUAUHTLATOATZIN]]<br />
<br />
[[URUGUAY;_Primeras_corrientes_evangelizadoras|URUGUAY; Primeras corrientes evangelizadoras]]<br />
<br />
[[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico?|CUBA; ¿un fósil prehistórico?]]<br />
<br />
[[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray|SAHAGÚN, Bernardino de Fray]]<br />
<br />
[[GASTRONOMÍA_VIRREINAL_POBLANA|GASTRONOMÍA VIRREINAL POBLANA]]<br />
<br />
[[TEPEYAC|TEPEYAC]]<br />
<br />
[[BRASIL;_Afrodescendientes|BRASIL; Afrodescendientes]]<br />
<br />
[[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio|CORONA ESPAÑOLA: Su papel en la evangelización y en los derechos del indio]]<br />
<br />
[[SACRIFICIOS_HUMANOS|SACRIFICIOS HUMANOS]]<br />
<br />
[[CONSEJO_EPISCOPAL_LATINOAMERICANO_(CELAM)|CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO (CELAM)]]<br />
<br />
[[CONTINENTE_DE_LA_ESPERANZA|CONTINENTE DE LA ESPERANZA]]<br />
<br />
[[LEYES_DE_INDIAS;_Resumen_del_compendio|LEYES DE INDIAS; Resumen del compendio]]<br />
<br />
[[SANTA_MARIA_DE_GUADALUPE;_La_Primera_Misionera|SANTA MARIA DE GUADALUPE; La Primera Misionera]]<br />
<br />
[[SINCRETISMO_Y_EVANGELIZACIÓN_EN_NUEVA_ESPAÑA|SINCRETISMO Y EVANGELIZACIÓN EN NUEVA ESPAÑA]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=NUEVA_ESPA%C3%91A._Conciencia_de_la_nacionalidad_mexicana&diff=3705753
NUEVA ESPAÑA. Conciencia de la nacionalidad mexicana
2023-06-06T17:47:16Z
<p>Louvier: /* */</p>
<hr />
<div>== ==<br />
'''Prólogo'''<br />
<br />
Solo se puede independizar algo que previamente existe; por ello es un grave error afirmar que la Nación mexicana nació con la independencia. Lo que si debemos destacar es que, al momento de alcanzarla en 1821, la Nación cambió su nombre de Nueva España al de México, el que antes hacía referencia únicamente a su capital. Si el 27 de septiembre de 1821 México era una nación, lo era también el día anterior. Por ello, aunque no haya actas de nacimiento para las naciones, en el caso de México si podemos señalar como tal al [[GUADALUPE;_Acontecimiento_Guadalupano | Acontecimiento Guadalupano]]. Por ello la esencia de la Nacionalidad mexicana la encontramos en el Acontecimiento Guadalupano y en la medida en que este se tenga presente, la conciencia de la nacionalidad mexicana estará vigente. <br />
<br />
''“Los documentos que establecen determinada personalidad político jurídica a una comunidad no crean esa comunidad. Lo que advertimos es que la integración de los diversos pueblos indígenas en el dominio hispánico y el simultáneo asentamiento de españoles en el área, ponen en marcha el proceso de gestación de una nueva realidad histórica comunitaria que un día llegará a ser una nación, un estado independiente o una república.”''<ref>Fidel González Fernández. Emilio Martínez Albuesa. Independencias Hispanoamericanas. El caso de México. ''Diccionario de historia cultural de la [[IGLESIA_EN_AMÉRICA_(SIGLOS_XVI-XX) | Iglesia en América]] Latina''. www.dhial.org</ref> <br />
<br />
La Nación Mexicana vivió exactamente 300 años bajo la tutela de España (1521-1821), pero en esos tres siglos ni la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona española]] fue la misma, ni tuvo la misma actitud y consideración para con toda Hispanoamérica. Esos 300 años tuvieron un «parteaguas» tan evidente como trascendente: en el año 1700 la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona española]] pasó de las manos de la «Casa de Austria» (o Casa de Habsburgo) a las manos de la «Casa de Borbón». La transición se realizó violentamente, por medio de la «Guerra de Sucesión», guerra que entregó a Inglaterra el Peñón de Gibraltar y otros territorios en América, que también entregó a los ingleses el comercio español y que llevó al Trono de Madrid a Felipe de Anjou, nieto del Rey francés Luis XIV. <br />
<br />
La vida de las personas y de las naciones solo es posible en la conjunción de dos elementos: tiempo y espacio físico, con la diferencia de que en las personas el tiempo se mide en años y en las naciones en siglos, y que en el espacio físico, la persona ocupa el limitado a sus dimensiones corporales, pudiendo trasladarse de un lugar a otro, y la nación ocupa uno mucho mayor: el territorio nacional, el cual no es posible trasladar. Por lo que se refiere a la identidad, ésta se va desarrollando a partir de lo recibido desde el nacimiento; desarrollo que constituye a la vez un reto y un honor, pues es manifestación de la libertad con la que es creado todo ser humano. Dicho de otra forma, con la libertad se recibió una tarea, una misión: ''desarrollarse y realizarse conforme a la dignidad que se ha recibido''. <br />
<br />
Y análogamente a lo que ocurre con una persona física, la que durante su infancia debe ser dirigida y encauzada por sus padres para que después, gradualmente, vaya tomando las riendas de su propio desarrollo, la Nación mexicana vivió su “infancia” encauzada por los monarcas de la «Casa de Austria». Pero a partir de 1700, cuando [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] estaba apenas entrando a la adolescencia, llegó al Trono español la Casa de Borbón; y con el gobierno de los monarcas borbones la «Madre Patria» dejó de ser «Madre» para convertirse en «madrastra». La dignidad de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] se vio despreciada y afectado su desarrollo.<br />
<br />
'''CAUSA fundamental de la Independencia de Nueva España''' <br />
<br />
Eso se debió al drástico cambio de política de la Corona respecto a Hispanoamérica: los «Reinos de ultramar» (como eran considerados los virreinatos hispanoamericanos bajo los gobiernos de la Casa de Austria) fueron trasmutados y degradados a meras «colonias»; es decir, Hispanoamérica ya no fue más «parte» del [[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso | Imperio Español]], sino «propiedad» de la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona Española]]. Y para que estas colonias “propiedad de España” rindieran mejores rentas a la Metrópoli, los borbones implementaron una administración más “eficiente”, que no buscaba ya el bien común ni un reparto más equitativo de bienes, sino la mejor explotación económica posible de Hispanoamérica en beneficio exclusivo de la Metrópoli. <br />
<br />
La integración aún inconclusa de las naciones hispanoamericanas, así como el bien común de éstas, dejaron de estar entre las preocupaciones de los borbones. No resulta extraño que entonces la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona española]] enfriara primero y luego abandonara del todo el celo por la integración y evangelización de sus habitantes, llegando incluso a hostilizar los esfuerzos evangelizadores de las órdenes religiosas, como lo demuestra el hecho de que en 1767 Carlos III ordenara de una manera arbitraria, absurda y totalmente injusta la [[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas | expulsión de los jesuitas]]. El espíritu afrancesado que poco a poco se fue imponiendo en la Corte española llevó a abandonar la promoción e integración de los naturales de Hispanoamérica, especialmente de los indígenas, pero no sólo de ellos: también de los mestizos y de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]].<br />
<br />
''“La España oficial abandona (a los Reinos de Indias), Y digo que los abandona en el estricto sentido del término que quiere decir «dejar» en poder de otro o, mejor aún, dejar alguna obra ya emprendida como misión. Paradójicamente, alguien que sólo observa las apariencias, podría sostener que ahora la España borbónica se ocupa mucho más de sus dominios que antes (…) El intento heroico del Imperio espiritual que somete el bienestar somático al dominio del espíritu ha sido, poco a poco, abandonado; de ahí que sea posible «ocuparse» con aparentemente mayor empeño del pueblo español y de los pueblos de Indias habiéndolos abandonado. Pero semejante abandono enmascara un abandono todavía mayor: el abandono de Sí misma”''.<ref>Alberto Caturelli. ''El Nuevo Mundo'', Edamex, México 1991, p.410</ref>En efecto, esa España “oficial” generada por los monarcas borbones tendrá como su primer círculo de influencia a la Corte de Madrid, la cual será la «correa de transmisión» de un «afrancesamiento» que diluirá paulatinamente la identidad española; esa España dejará de ser ella misma.<br />
<br />
'''La [[INVASIÓN_NAPOLEÓNICA;_Repercusiones_en_Nueva_España | invasión napoleónica]].'''<br />
<br />
En una acción tan inmoral como torpe, el Rey Carlos IV aceptó que el ejército de Napoleón Bonaparte ingresara a España, y que tropas españolas se le unieran para atacar conjuntamente a Portugal y repartirse su territorio (Tratado de Fointanebleau). El 18 de octubre de 1807 entraron 28 mil soldados franceses y el 17 de noviembre las tropas franco-españolas tomaron sin resistencia Lisboa, capital de Portugal. Esta alianza de los borbones españoles con los revolucionarios franceses (quienes habían destruido el gobierno de sus parientes, los borbones franceses, y enviado a algunos de ellos a la guillotina) revela a qué grado había llegado la estulticia y la pérdida del sentido moral en la “España oficial”. <br />
<br />
Aprovechando que cándidamente Carlos IV le había abierto las puertas, Napoleón envió otros dos ejércitos a España que se situaron, uno en Castilla y otro en Navarra y Cataluña. En medio de esa situación, el 17 marzo de 1808 hubo un motín en Aranjuez contra Carlos IV y su primer ministro Manuel Godoy, provocado por la ambiciosa impaciencia de Fernando de Borbón, el príncipe heredero, por ocupar el trono. El día 19 en medio de ese motín, Carlos IV se vio obligado a abdicar en favor de su hijo Fernando, que se convertía así en el rey Fernando VII. Pocos días después, Carlos IV quiso retractarse de su abdicación y se confió en que el emperador francés le repondría en el Trono, escribiéndole que ''“se ponía en los brazos de un gran monarca, aliado suyo”.''<br />
<br />
Entonces el astuto Napoleón citó en la ciudad francesa de Bayona a Carlos IV y a Fernando VII, quienes acudieron acompañados de sus respectivas familias y séquitos. En Bayona y en la presencia de Napoleón, el 6 de mayo de 1808 tanto Carlos IV como su esposa María Luisa y su hijo Fernando VII discutieron entre ellos desde sus relaciones personales hasta su actuación política, recriminándose mutuamente. Finalmente Napoleón les informó que había decidido sustituir a los borbones por los Bonaparte y exigió la abdicación de Fernando VII en favor de su padre, y la de éste en favor de Napoleón, acatando padre e hijo esas exigencias.<br />
<br />
Un mes después de firmadas las vergonzosas «abdicaciones de Bayona», el 6 de junio de 1808 Napoleón designó a su hermano José Bonaparte como rey de España. Carlos IV y su esposa fueron llevados prisioneros a Nápoles, y a Fernando VII y su familia se les designó como prisión el Castillo de Valencey, en el centro de Francia. Pocos días después, el 5 de julio, también el Papa Pío VII fue hecho prisionero en Roma por los franceses, y José Bonaparte también nombrado «Rey de Roma» por su hermano Napoleón.<br />
<br />
Por conveniencia Inglaterra, enemiga de Napoleón, reconoció al prisionero Fernando VII como rey legítimo de España; lo mismo ocurrió con las poblaciones de España e Hispanoamérica, las que, además de ver en Napoleón a una especie de «Robespierre a caballo» que había atentado contra el Obispo de Roma, empezaron a referirse a Fernando VII como «el deseado». Por eso, desde México hasta Buenos Aires, todos los movimientos de independencia, sin excepción, se hicieron en nombre de Fernando VII.<br />
<br />
'''El movimiento de [[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel | Miguel Hidalgo]].'''<br />
<br />
La idea de formar una nación independiente no desapareció con el fracasado intento de 1808. El capitán Miguel Allende con otros militares como Juan Aldama, y eclesiásticos como el cura de Dolores [[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel | Miguel Hidalgo]] y el padre José María Sánchez, en cuya casa de Querétaro se reunían secretamente, planeaban llevar a cabo un movimiento para independizar a [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] del gobierno de Sevilla. Descubierta la conspiración los acontecimientos se precipitaron por lo que, nuevamente un 16 de septiembre, pero ahora de 1810, el Cura Hidalgo inició el movimiento aclamando a Fernando VII y a la Virgen de Guadalupe en el célebre «Grito de Dolores», pronunciado en la madrugada de ese día.<br />
<br />
Fue obvio que la precipitación con la cual tuvo que iniciar el movimiento cuando éste aún no estaba del todo planeado, influyó en su fracaso; pero hubo otros factores que determinaron rápidamente su desmoronamiento. El mayor error de Hidalgo fue suscitar el enfrentamiento indiscriminado entre indígenas y mestizos contra [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] y peninsulares, en lugar de promover la unión entre los habitantes; especialmente entre quienes simpatizaban con la independencia, con la cual muchos [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] e incluso españoles veían con buenos ojos. El mismo General Félix María Calleja así lo consideraba al escribir después al Virrey Venegas: ''“Los mexicanos y aún los europeos están convencidos de las ventajas que resultarían de un gobierno independiente, y si la absurda insurrección de Hidalgo se hubiese mantenido en esa dirección me parece, por lo que he observado, que el movimiento hubiera hallado poca oposición.”''<ref>Citado por Joseph H.L. Schlarman, ''México, tierra de volcanes''. Ed Porrúa, México, 14 Ed., p.288</ref> <br />
<br />
El 17 de enero de 1811 en un lugar en las cercanías de Guadalajara llamado «Puente de Calderón», las fuerzas del general Calleja derrotaron a las de Hidalgo de manera definitiva. Hidalgo huyó hacia el norte del país, pero fue capturado y fusilado en Chihuahua el 30 de julio de 1811 junto a los capitanes Allende, Aldama, Abasolo y Jiménez. En resumen: el movimiento de Hidalgo duró cuatro meses y un día; llegó a movilizar a cerca de 80 mil personas; sembró la anarquía y llenó de sangre a las poblaciones por donde pasó, pero no alcanzó darle a [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] su independencia. Hidalgo tomó como estandarte una imagen de la Virgen de Guadalupe, símbolo de la nacionalidad e identidad mexicana, pero no tomó en cuenta el mensaje guadalupano.<br />
<br />
'''El movimiento de [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]].'''<br />
<br />
El Cura de Carácuaro [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]] y Pavón también quiso independizar a [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], pero siguiendo métodos y estrategias muy diferentes a las de Hidalgo. En el inicio de su movimiento no hubo algún «grito» o hecho espectacular semejante, aunque se puede señalar como su primera acción a la toma de la pequeña población de Técpan a principios de 1811, a la que elevó a la categoría de «provincia» con el nombre de ''Nuestra Señora de Guadalupe de Tecpan''.<br />
<br />
En el que fue su primer escrito insurgente, el «Documento de Técpan», dijo que su objetivo era ''“transferir a los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] el poder político y militar que residía en los europeos, afín de salvaguardar los derechos de Fernando VII.”'' Sin embargo esa intención cambió después de conocer un poco más la situación en España; así, en su «Manifiesto a los habitantes de Oaxaca» del 23 de diciembre de 1812 afirmó: ''“…ya no hay España. Porque el francés está apoderado de ella; ya no hay Fernando VII porque o él se quiso ir a su Casa de Borbón a Francia y entonces no estamos obligados a reconocerlo por rey, o lo llevaron a la fuerza y entonces ya no existe...”'' En el mismo Manifiesto expresó cuál era su percepción sobre las «Juntas » de Sevilla y Cádiz y la Constitución promulgada en Cádiz en febrero de ese 1812: ''“… apenas erigieron sus primeras juntas, cuando nos impusieron leyes, exigiéndonos juramentos de fidelidad, unos en pos de los otros, según que allá se disolvían unas y se creaban otras nuevas al antojo de los comerciantes de Cádiz…”'' <br />
<br />
Otra diferencia importante fue que mientras Hidalgo y los conspiradores de Querétaro no tuvieron tiempo de elaborar algún proyecto viable para la Nación independiente, ni siquiera en líneas y principios generales, Morelos puso su ideal por escrito en su formidable documento «Sentimientos de la Nación» y convocó a un grupo de abogados [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] a formar el «Congreso de [[ANÁHUAC | Anáhuac]]» que, instalado en Chilpancingo, promulgó el «Acta de Independencia» (6 de noviembre de 1813) y la «Constitución de Apatzingán» (22 de octubre de 1814). Pero la diferencia más trascendente entre ambos la encontramos en el hecho de que, lejos de fomentar odio y resentimiento entre los habitantes de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], Morelos basó su movimiento de independencia en el respeto e igualdad entre ellos. <br />
<br />
Silvio Zavala comenta que ''“Morelos no continuó la guerra calificada por Bulnes de africana o de hordas, sino que prefirió cuerpos menores bien disciplinados y ante el desorden social adoptó una firme actitud de represión”'' , y ante un intento de sus capitanes Tabares y David de sublevar a los negros del sur contra los insurgentes blancos, emitió en Tecpan un decreto el 13 de octubre de 1811 en el que dijo: ''“todos los habitantes, sin distinción de calidades, se llamarían americanos (los Estados Unidos aún no habían expropiado el término) y vivirían en la santa paz de Jesucristo; no existía motivo para que las castas quisieran destruirse entre sí…Y añadía: no siendo como no es nuestro sistema proceder contra los ricos por razón de tales, ni menos contra los ricos [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]], ninguno se atreverá a echar mano de sus bienes por muy rico que sea; por ser contra todo derecho semejante acción, principalmente contra la ley divina, que nos prohíbe hurtar y tomar lo ajeno contra la voluntad de su dueño y aún el pensamiento de codiciar cosas ajenas”''.<ref>Silvio Zavala, ''Apuntes de historia nacional 1808-1974''. El Colegio Nacional y Fondo de Cultura Económica, México, 5 ed. 1999, p.36</ref><br />
<br />
El mismo Morelos señaló en el número 15 de sus «Sentimientos de la Nación», ''“Que la esclavitud se proscriba para siempre y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales y sólo distinguirá a un americano de otro el vicio o la virtud.”'' Morelos también reconoció en el número 19 del mismo documento, la identidad la Nación independiente: ''“Que en la misma (Constitución) se establezca por ley Constitucional la celebración del doce de Diciembre en todos los pueblos, dedicado a la patrona de nuestra libertad, María Santísima de Guadalupe, encargando a todos los pueblos, la devoción mensual.”'' <br />
<br />
En los primeros días de abril de1814 Napoleón fue obligado a abdicar tras la toma de París por las tropas de Prusia y Rusia, siendo entonces exiliado a la isla de Elba; con ello tanto el Papa Pío VII como Fernando VII fueron liberados. El regreso del rey eliminó la causa que dio inicio a los movimientos de independencia de Hispanoamérica, y en general hubo un enfriamiento de los mismos, excepto en lo que había sido el Virreinato de la Plata que había ya consolidado su independencia. <br />
<br />
Pero la situación de 1814 no podía ser ya la misma dados los acontecimientos ocurridos en España e Hispanoamérica durante los seis años de cautiverio del rey. Ante el regreso del «deseado» Fernando VII, el Papa Pío VII publicó su encíclica ''«Etsi longíssimo»'' en la que recordaba la doctrina de la Iglesia respecto al deber de los cristianos de obedecer a las legítimas autoridades, y exhortaba a la lealtad hacia Fernando VII. En [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], Morelos prosiguió con el movimiento de independencia, pero el ejército virreinal, reforzado con importantes contingentes de tropas, le obligó a replegarse cada vez más ante el desaliento de muchos de sus seguidores. Sus principales colaboradores militares, el cura Mariano Matamoros y Hermenegildo Galeana murieron en combate. Quiso regresar a Tehuacán y refugiarse en esa ciudad, pero fue capturado el 5 de noviembre de 1815.<br />
<br />
Fue juzgado el 23 de noviembre por un Tribunal eclesiástico presidido por Miguel Bataller, oidor real, y Félix Flores Alatorre, provisor del arzobispado, fungiendo como defensor de oficio José María Quiles. La sentencia de éste Tribunal lo condenó ''“a la privación de todo beneficio, oficio y ejercicio de orden, y a la degradación.”'' El 28 de noviembre fue juzgado por un Tribunal militar designado por el general Calleja (quien era ya el Virrey) y que estuvo presidido por el Coronel Manuel de la Concha, fungiendo como secretario el capitán Alejandro Arana. Éste Tribunal condenó a Morelos a morir fusilado, cumpliéndose la sentencia el 22 de diciembre. Antes de su ejecución [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]] y Pavón se reconcilió sacramentalmente con la Iglesia, con lo cual la excomunión que en su contra había sido dictada quedó sin efecto. <br />
<br />
El movimiento de Morelos duro 4 años, tuvo triunfos importantes en Tixtla, Taxco, Izúcar, Tenancingo, Cuautla; tomó ciudades importantes como Tehuacán, Orizaba y Oaxaca… pero tampoco logró independizar a [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]].<br />
<br />
'''''Consumación de la Independencia'''''<br />
<br />
La causa de la Independencia volvió a avivarse nuevamente por hechos ocurridos en España: el primer día del año 1820, el teniente-coronel Rafael Riego se sublevó contra Fernando VII en el Puerto de Cabezas de San Juan cuando, al frente del Segundo Batallón Asturiano, se disponía a viajar a Sudamérica a sofocar el movimiento de independencia en Nueva Granada. Riego exigía que el rey jurara la Constitución de Cádiz de 1812 redactada durante el cautiverio de Fernando VII.<ref>Rafael Riego (1784-1823) había sido afiliado a la [[MASONERÍA_EN_URUGUAY | masonería]] en Francia en 1809.</ref>El 10 de marzo Fernando VII se sometió a las exigencias de Riego y juró públicamente la Constitución que él había derogado en 1814.<br />
<br />
Muchísimas personas en [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] interpretaron esos hechos como un nuevo cautiverio del rey, aunque ahora no por un gobierno extranjero sino por sus súbditos españoles encandilados por los revolucionarios franceses. El rumor acerca de una supuesta carta enviada por Fernando VII al virrey Apodaca en la que le decía ser víctima de violencia y le hacía saber de sus intenciones de evadirse de España para trasladarse a México “donde encontraría vasallos más fieles”, parecía confirmar esas interpretaciones.<ref>[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]] señala que el mismo Fernando VII se vio obligado a negar la existencia de esa carta, y que lo más probable es que la misma nunca existió. (Cfr. [[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]], ''Historia de Méjico'', Ed. Gobierno de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], p. 344)</ref> <br />
<br />
En la ciudad de México un grupo empezó a reunirse secretamente en la Iglesia de «La Profesa» a fin de preparar un movimiento de independencia para ofrecer el gobierno de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] a la autoridad legítima de Fernando VII. La secrecía de los participantes en las Juntas de la Profesa fue de tal manera que las autoridades virreinales no tuvieron la menor sospecha de su realización. Por la misma razón tampoco se tienen documentos sobre ellas. Se presupone que en las Juntas secretas de la Profesa participaron entre otros: fray Mariano López de Bravo y Pimentel, Miguel Bataller, Juan José Espinosa de los Monteros, Antonio de Mier y Villagómez, José Bermúdez Zozaya, Juan Gómez de Navarrete y el obispo de Puebla Antonio Joaquín Pérez Martínez y Robles. Los conspiradores tenían al tanto de sus planes al arzobispo de Guadalajara, Juan Ruiz de Cabañas y Crespo, que en razón a la distancia de su diócesis no podía participar en las reuniones.<br />
<br />
En las Juntas de «La Profesa» se establecieron los puntos básicos para independizarse del gobierno de las Cortes españolas: reconocer a Fernando VII como rey de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]]; evitar que ésta fuera dividida por facciones violentas y anárquicas como las que se presentaron durante el movimiento de [[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel | Miguel Hidalgo]]; que el movimiento garantizara a la población la preminencia de la religión católica; que evitara en lo posible el derramamiento de sangre; que el movimiento fuera encabezado por un militar y no por un eclesiástico. Los conjurados de la Profesa pensaron que [[ITURBIDE,_Agustín_de | Agustín de Iturbide]] era la persona adecuada para llevar a cabo el movimiento por lo que le invitaron a encabezarlo.<br />
<br />
[[ITURBIDE,_Agustín_de | Agustín de Iturbide]] era un militar en retiro que había nacido en Valladolid Michoacán en 1783 y cuya simpatía por la independencia era ampliamente conocida, pero que al ver en su ciudad [[NATAL;_(Rio_Grande_do_Norte)_–_Arquidiocese | natal]] la anarquía del movimiento de Hidalgo, rechazó la invitación que éste le hizo para sumarse a su ejército con el rango de teniente general. Por el contrario, en 1812 con el grado de capitán empezó a combatir a los insurgentes de [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]], infringiéndoles varias derrotas por lo que las autoridades virreinales lo ascendieron al grado de coronel. <br />
<br />
Tras su victoria en Cóporo contra los insurgentes, Iturbide expresó al entonces capitán Filisola que lamentaba tan inútil derramamiento de sangre porque veía ''“la facilidad con que la independencia se lograría, poniéndose de acuerdo con los insurgentes las tropas mexicanas que militaban bajo las banderas reales; pero considerando el completo desorden de los primeros y el sistema atroz que se habían propuesto…era menester acabar con ellos antes de poner en planta ningún plan regular.”''<ref>Lúcas Alamán, obra citada, p. 342.</ref><br />
<br />
Iturbide coincidió plenamente con las propuestas de los conjurados de La Profesa y aceptó su invitación para encabezar el movimiento de independencia. Para poner manos a la obra primero solicitó al Virrey reincorporarse al servicio activo en su antiguo regimiento de Celaya porque conocía bien a sus oficiales y redactó el «Plan de Independencia de la América Septentrional», el cual daría a conocer a las autoridades y a toda la población de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] una vez que las acciones militares dieran inicio.<br />
<br />
Una vez que estableció en Teleolapan su cuartel, estableció comunicación epistolar con Vicente Guerrero, ofreciéndole el indulto e invitándolo a unirse a su ejército. Después de varias cartas en que Guerrero manifestó su desconfianza hacia la persona de Iturbide, finalmente aceptó entrevistarse con él en Acatempan, y tras una conferencia entre ambos, Guerrero se dirigió a sus tropas diciéndoles: ''“…yo que os he conducido a los combates, y de quien no podéis dudar que moriré sosteniendo la independencia, soy el primero que reconozco al señor Iturbide como el primer jefe del ejército nacional”.''<ref>Riva Palacio Vicente, ''México a través de los siglos''. T. III, p 672, citado por Orozco Farías p.20 (documento N°7)</ref><br />
<br />
En la población de Iguala, el 24 de febrero de 1821 Iturbide dio a conocer su «Plan de Independencia de la América Septentrional», por lo que desde entonces es conocido como el «Plan de Iguala», llamado también «Plan de las Tres Garantías» porque los 24 artículos que lo componían se sintetizaban en garantizar a [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] los dos valores básicos de su identidad, la Religión y la Unión de sus habitantes (Artículos 1°, 12 y 23), a los cuales se agregaba ahora un nuevo valor: la Independencia (Artículo 2°). Estas «tres garantías» quedaron simbolizadas en la Bandera que Iturbide diseñó y que ese mismo día 24 de febrero su Ejército juró defender: Religión (blanco), Unión (rojo) e Independencia (verde). <br />
<br />
Inteligentemente Iturbide hizo llegar el «Plan de Iguala» a todas partes, enviándolo a magistrados, eclesiásticos y demás personas influyentes; incluso al virrey Juan Ruiz de Apodaca le hizo llegar una copia. Más tarde se dirigió primero a las ciudades que sabía más afines a la causa de la independencia; de este modo fue sumando provincias poco a poco y de manera pacífica; casi sin tener que disparar un tiro. Los realistas de la ciudad de México atribuyeron esta situación a un contubernio entre Iturbide y el virrey Apodaca, por lo cual apresaron a este último y lo enviaron a Madrid. <br />
En agosto de 1821 [[PUEBLA_DE_LOS_ÁNGELES;_Ciudad | la ciudad de Puebla]] recibió a Iturbide con grandes muestras de afecto, al tiempo que llegaba a Veracruz el recién nombrado virrey Juan de O’Donojú, quien al conocer que ya que no podía pasar a México no tuvo ya más remedio que aceptar reunirse con Iturbide en la ciudad de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]], firmando ambos los «Tratados de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]]» el 24 de agosto de 1521. En esos Tratados se ratificaban las tres garantías del Plan de Iguala, agregándose ahora que [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] ya independiente se llamaría «Imperio Mejicano».<ref>En esa época, prácticamente todas las naciones europeas, al igual que Japón y otras significativas tenían un gobierno monárquico; Francia también había regresado a la monarquía. Excepciones eran los Estados Unidos, Argentina y Chile.</ref>De esta forma el nombre de «México» “saltaba” de la capital para abarcar a toda la Nación la cual, a partir de ese momento, iniciaba su caminar independiente en el concierto de las naciones.<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<references></references><br />
<br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
<br />
Alamán Lucas, ''Historia de Méjico,'' Ed. Gobierno de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], 1989<br />
<br />
Caturelli Alberto, ''El Nuevo Mundo,'' Edamex-Upaep, México 1991<br />
<br />
Orozco Farías Rogelio, ''Fuentes históricas. México. 1821-1867''. Ed. Progreso, 2 ed. México, 1965<br />
<br />
Schlarman Joseph H.L., ''México, tierra de volcanes''. Ed Porrúa, 14 Ed. México 1987<br />
<br />
Zavala Silvio. ''Apuntes de historia nacional 1808-1974''. FCE, 5ed. México, 1999<br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA|CÓRDOBA DE LA NUEVA ANDALUCÍA]]<br />
<br />
[[ITURBIDE,_Agustín_de|ITURBIDE, Agustín de]]<br />
<br />
[[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María|MORELOS Y PAVÓN, José María]]<br />
<br />
[[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización|CRIOLLOS; su aporte a la evangelización]]<br />
<br />
[[ANÁHUAC|ANÁHUAC]]<br />
<br />
[[PUEBLA_DE_LOS_ÁNGELES;_Ciudad|PUEBLA DE LOS ÁNGELES; Ciudad]]<br />
<br />
[[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel|HIDALGO Y COSTILLA GALLAGA, Miguel]]<br />
<br />
[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas|ALAMÁN Y ESCALADA, Lucas]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal|GUANAJUATO; Arte Virreinal]]<br />
<br />
[[NATAL;_(Rio_Grande_do_Norte)_–_Arquidiocese|NATAL; (Rio Grande do Norte) – Arquidiocese]]<br />
<br />
[[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas|ARGENTINA; consecuencias de la expulsión de los jesuitas]]<br />
<br />
[[MASONERÍA_EN_URUGUAY|MASONERÍA EN URUGUAY]]<br />
<br />
[[INVASIÓN_NAPOLEÓNICA;_Repercusiones_en_Nueva_España|INVASIÓN NAPOLEÓNICA; Repercusiones en Nueva España]]<br />
<br />
[[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio|CORONA ESPAÑOLA: Su papel en la evangelización y en los derechos del indio]]<br />
<br />
[[IGLESIA_EN_AMÉRICA_(SIGLOS_XVI-XX)|IGLESIA EN AMÉRICA (SIGLOS XVI-XX)]]<br />
<br />
[[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso|IMPERIO ESPAÑOL; razones de su ocaso]]<br />
<br />
[[GUADALUPE;_Acontecimiento_Guadalupano|GUADALUPE; Acontecimiento Guadalupano]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=NUEVA_ESPA%C3%91A._Conciencia_de_la_nacionalidad_mexicana&diff=3705752
NUEVA ESPAÑA. Conciencia de la nacionalidad mexicana
2023-06-06T17:46:13Z
<p>Louvier: /* */</p>
<hr />
<div>== ==<br />
'''Prólogo'''<br />
<br />
Solo se puede independizar algo que previamente existe; por ello es un grave error afirmar que la Nación mexicana nació con la independencia. Lo que si debemos destacar es que, al momento de alcanzarla en 1821, la Nación cambió su nombre de Nueva España al de México, el que antes hacía referencia únicamente a su capital. Si el 27 de septiembre de 1821 México era una nación, lo era también el día anterior. Por ello, aunque no haya actas de nacimiento para las naciones, en el caso de México si podemos señalar como tal al [[GUADALUPE;_Acontecimiento_Guadalupano | Acontecimiento Guadalupano]]. Por ello la esencia de la Nacionalidad mexicana la encontramos en el Acontecimiento Guadalupano y en la medida en que este se tenga presente, la conciencia de la nacionalidad mexicana estará vigente. <br />
<br />
''“Los documentos que establecen determinada personalidad político jurídica a una comunidad no crean esa comunidad. Lo que advertimos es que la integración de los diversos pueblos indígenas en el dominio hispánico y el simultáneo asentamiento de españoles en el área, ponen en marcha el proceso de gestación de una nueva realidad histórica comunitaria que un día llegará a ser una nación, un estado independiente o una república.”''<ref>Fidel González Fernández. Emilio Martínez Albuesa. Independencias Hispanoamericanas. El caso de México. ''Diccionario de historia cultural de la [[IGLESIA_EN_AMÉRICA_(SIGLOS_XVI-XX) | Iglesia en América]] Latina''. www.dhial.org</ref> <br />
<br />
La Nación Mexicana vivió exactamente 300 años bajo la tutela de España (1521-1821), pero en esos tres siglos ni la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona española]] fue la misma, ni tuvo la misma actitud y consideración para con toda Hispanoamérica. Esos 300 años tuvieron un «parteaguas» tan evidente como trascendente: en el año 1700 la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona española]] pasó de las manos de la «Casa de Austria» (o Casa de Habsburgo) a las manos de la «Casa de Borbón». La transición se realizó violentamente, por medio de la «Guerra de Sucesión», guerra que entregó a Inglaterra el Peñón de Gibraltar y otros territorios en América, que también entregó a los ingleses el comercio español y que llevó al Trono de Madrid a Felipe de Anjou, nieto del Rey francés Luis XIV. <br />
<br />
La vida de las personas y de las naciones solo es posible en la conjunción de dos elementos: tiempo y espacio físico, con la diferencia de que en las personas el tiempo se mide en años y en las naciones en siglos, y que en el espacio físico, la persona ocupa el limitado a sus dimensiones corporales, pudiendo trasladarse de un lugar a otro, y la nación ocupa uno mucho mayor: el territorio nacional, el cual no es posible trasladar. Por lo que se refiere a la identidad, ésta se va desarrollando a partir de lo recibido desde el nacimiento; desarrollo que constituye a la vez un reto y un honor, pues es manifestación de la libertad con la que es creado todo ser humano. Dicho de otra forma, con la libertad se recibió una tarea, una misión: ''desarrollarse y realizarse conforme a la dignidad que se ha recibido''. <br />
<br />
Y análogamente a lo que ocurre con una persona física, la que durante su infancia debe ser dirigida y encauzada por sus padres para que después, gradualmente, vaya tomando las riendas de su propio desarrollo, la Nación mexicana vivió su “infancia” encauzada por los monarcas de la «Casa de Austria». Pero a partir de 1700, cuando [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] estaba apenas entrando a la adolescencia, llegó al Trono español la Casa de Borbón; y con el gobierno de los monarcas borbones la «Madre Patria» dejó de ser «Madre» para convertirse en «madrastra». La dignidad de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] se vio despreciada y afectado su desarrollo.<br />
'''CAUSA fundamental de la Independencia de Nueva España''' <br />
<br />
Eso se debió al drástico cambio de política de la Corona respecto a Hispanoamérica: los «Reinos de ultramar» (como eran considerados los virreinatos hispanoamericanos bajo los gobiernos de la Casa de Austria) fueron trasmutados y degradados a meras «colonias»; es decir, Hispanoamérica ya no fue más «parte» del [[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso | Imperio Español]], sino «propiedad» de la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona Española]]. Y para que estas colonias “propiedad de España” rindieran mejores rentas a la Metrópoli, los borbones implementaron una administración más “eficiente”, que no buscaba ya el bien común ni un reparto más equitativo de bienes, sino la mejor explotación económica posible de Hispanoamérica en beneficio exclusivo de la Metrópoli. <br />
<br />
La integración aún inconclusa de las naciones hispanoamericanas, así como el bien común de éstas, dejaron de estar entre las preocupaciones de los borbones. No resulta extraño que entonces la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona española]] enfriara primero y luego abandonara del todo el celo por la integración y evangelización de sus habitantes, llegando incluso a hostilizar los esfuerzos evangelizadores de las órdenes religiosas, como lo demuestra el hecho de que en 1767 Carlos III ordenara de una manera arbitraria, absurda y totalmente injusta la [[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas | expulsión de los jesuitas]]. El espíritu afrancesado que poco a poco se fue imponiendo en la Corte española llevó a abandonar la promoción e integración de los naturales de Hispanoamérica, especialmente de los indígenas, pero no sólo de ellos: también de los mestizos y de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]].<br />
<br />
''“La España oficial abandona (a los Reinos de Indias), Y digo que los abandona en el estricto sentido del término que quiere decir «dejar» en poder de otro o, mejor aún, dejar alguna obra ya emprendida como misión. Paradójicamente, alguien que sólo observa las apariencias, podría sostener que ahora la España borbónica se ocupa mucho más de sus dominios que antes (…) El intento heroico del Imperio espiritual que somete el bienestar somático al dominio del espíritu ha sido, poco a poco, abandonado; de ahí que sea posible «ocuparse» con aparentemente mayor empeño del pueblo español y de los pueblos de Indias habiéndolos abandonado. Pero semejante abandono enmascara un abandono todavía mayor: el abandono de Sí misma”''.<ref>Alberto Caturelli. ''El Nuevo Mundo'', Edamex, México 1991, p.410</ref>En efecto, esa España “oficial” generada por los monarcas borbones tendrá como su primer círculo de influencia a la Corte de Madrid, la cual será la «correa de transmisión» de un «afrancesamiento» que diluirá paulatinamente la identidad española; esa España dejará de ser ella misma.<br />
<br />
'''La [[INVASIÓN_NAPOLEÓNICA;_Repercusiones_en_Nueva_España | invasión napoleónica]].'''<br />
<br />
En una acción tan inmoral como torpe, el Rey Carlos IV aceptó que el ejército de Napoleón Bonaparte ingresara a España, y que tropas españolas se le unieran para atacar conjuntamente a Portugal y repartirse su territorio (Tratado de Fointanebleau). El 18 de octubre de 1807 entraron 28 mil soldados franceses y el 17 de noviembre las tropas franco-españolas tomaron sin resistencia Lisboa, capital de Portugal. Esta alianza de los borbones españoles con los revolucionarios franceses (quienes habían destruido el gobierno de sus parientes, los borbones franceses, y enviado a algunos de ellos a la guillotina) revela a qué grado había llegado la estulticia y la pérdida del sentido moral en la “España oficial”. <br />
<br />
Aprovechando que cándidamente Carlos IV le había abierto las puertas, Napoleón envió otros dos ejércitos a España que se situaron, uno en Castilla y otro en Navarra y Cataluña. En medio de esa situación, el 17 marzo de 1808 hubo un motín en Aranjuez contra Carlos IV y su primer ministro Manuel Godoy, provocado por la ambiciosa impaciencia de Fernando de Borbón, el príncipe heredero, por ocupar el trono. El día 19 en medio de ese motín, Carlos IV se vio obligado a abdicar en favor de su hijo Fernando, que se convertía así en el rey Fernando VII. Pocos días después, Carlos IV quiso retractarse de su abdicación y se confió en que el emperador francés le repondría en el Trono, escribiéndole que ''“se ponía en los brazos de un gran monarca, aliado suyo”.''<br />
<br />
Entonces el astuto Napoleón citó en la ciudad francesa de Bayona a Carlos IV y a Fernando VII, quienes acudieron acompañados de sus respectivas familias y séquitos. En Bayona y en la presencia de Napoleón, el 6 de mayo de 1808 tanto Carlos IV como su esposa María Luisa y su hijo Fernando VII discutieron entre ellos desde sus relaciones personales hasta su actuación política, recriminándose mutuamente. Finalmente Napoleón les informó que había decidido sustituir a los borbones por los Bonaparte y exigió la abdicación de Fernando VII en favor de su padre, y la de éste en favor de Napoleón, acatando padre e hijo esas exigencias.<br />
<br />
Un mes después de firmadas las vergonzosas «abdicaciones de Bayona», el 6 de junio de 1808 Napoleón designó a su hermano José Bonaparte como rey de España. Carlos IV y su esposa fueron llevados prisioneros a Nápoles, y a Fernando VII y su familia se les designó como prisión el Castillo de Valencey, en el centro de Francia. Pocos días después, el 5 de julio, también el Papa Pío VII fue hecho prisionero en Roma por los franceses, y José Bonaparte también nombrado «Rey de Roma» por su hermano Napoleón.<br />
<br />
Por conveniencia Inglaterra, enemiga de Napoleón, reconoció al prisionero Fernando VII como rey legítimo de España; lo mismo ocurrió con las poblaciones de España e Hispanoamérica, las que, además de ver en Napoleón a una especie de «Robespierre a caballo» que había atentado contra el Obispo de Roma, empezaron a referirse a Fernando VII como «el deseado». Por eso, desde México hasta Buenos Aires, todos los movimientos de independencia, sin excepción, se hicieron en nombre de Fernando VII.<br />
<br />
'''El movimiento de [[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel | Miguel Hidalgo]].'''<br />
<br />
La idea de formar una nación independiente no desapareció con el fracasado intento de 1808. El capitán Miguel Allende con otros militares como Juan Aldama, y eclesiásticos como el cura de Dolores [[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel | Miguel Hidalgo]] y el padre José María Sánchez, en cuya casa de Querétaro se reunían secretamente, planeaban llevar a cabo un movimiento para independizar a [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] del gobierno de Sevilla. Descubierta la conspiración los acontecimientos se precipitaron por lo que, nuevamente un 16 de septiembre, pero ahora de 1810, el Cura Hidalgo inició el movimiento aclamando a Fernando VII y a la Virgen de Guadalupe en el célebre «Grito de Dolores», pronunciado en la madrugada de ese día.<br />
<br />
Fue obvio que la precipitación con la cual tuvo que iniciar el movimiento cuando éste aún no estaba del todo planeado, influyó en su fracaso; pero hubo otros factores que determinaron rápidamente su desmoronamiento. El mayor error de Hidalgo fue suscitar el enfrentamiento indiscriminado entre indígenas y mestizos contra [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] y peninsulares, en lugar de promover la unión entre los habitantes; especialmente entre quienes simpatizaban con la independencia, con la cual muchos [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] e incluso españoles veían con buenos ojos. El mismo General Félix María Calleja así lo consideraba al escribir después al Virrey Venegas: ''“Los mexicanos y aún los europeos están convencidos de las ventajas que resultarían de un gobierno independiente, y si la absurda insurrección de Hidalgo se hubiese mantenido en esa dirección me parece, por lo que he observado, que el movimiento hubiera hallado poca oposición.”''<ref>Citado por Joseph H.L. Schlarman, ''México, tierra de volcanes''. Ed Porrúa, México, 14 Ed., p.288</ref> <br />
<br />
El 17 de enero de 1811 en un lugar en las cercanías de Guadalajara llamado «Puente de Calderón», las fuerzas del general Calleja derrotaron a las de Hidalgo de manera definitiva. Hidalgo huyó hacia el norte del país, pero fue capturado y fusilado en Chihuahua el 30 de julio de 1811 junto a los capitanes Allende, Aldama, Abasolo y Jiménez. En resumen: el movimiento de Hidalgo duró cuatro meses y un día; llegó a movilizar a cerca de 80 mil personas; sembró la anarquía y llenó de sangre a las poblaciones por donde pasó, pero no alcanzó darle a [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] su independencia. Hidalgo tomó como estandarte una imagen de la Virgen de Guadalupe, símbolo de la nacionalidad e identidad mexicana, pero no tomó en cuenta el mensaje guadalupano.<br />
<br />
'''El movimiento de [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]].'''<br />
<br />
El Cura de Carácuaro [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]] y Pavón también quiso independizar a [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], pero siguiendo métodos y estrategias muy diferentes a las de Hidalgo. En el inicio de su movimiento no hubo algún «grito» o hecho espectacular semejante, aunque se puede señalar como su primera acción a la toma de la pequeña población de Técpan a principios de 1811, a la que elevó a la categoría de «provincia» con el nombre de ''Nuestra Señora de Guadalupe de Tecpan''.<br />
<br />
En el que fue su primer escrito insurgente, el «Documento de Técpan», dijo que su objetivo era ''“transferir a los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] el poder político y militar que residía en los europeos, afín de salvaguardar los derechos de Fernando VII.”'' Sin embargo esa intención cambió después de conocer un poco más la situación en España; así, en su «Manifiesto a los habitantes de Oaxaca» del 23 de diciembre de 1812 afirmó: ''“…ya no hay España. Porque el francés está apoderado de ella; ya no hay Fernando VII porque o él se quiso ir a su Casa de Borbón a Francia y entonces no estamos obligados a reconocerlo por rey, o lo llevaron a la fuerza y entonces ya no existe...”'' En el mismo Manifiesto expresó cuál era su percepción sobre las «Juntas » de Sevilla y Cádiz y la Constitución promulgada en Cádiz en febrero de ese 1812: ''“… apenas erigieron sus primeras juntas, cuando nos impusieron leyes, exigiéndonos juramentos de fidelidad, unos en pos de los otros, según que allá se disolvían unas y se creaban otras nuevas al antojo de los comerciantes de Cádiz…”'' <br />
<br />
Otra diferencia importante fue que mientras Hidalgo y los conspiradores de Querétaro no tuvieron tiempo de elaborar algún proyecto viable para la Nación independiente, ni siquiera en líneas y principios generales, Morelos puso su ideal por escrito en su formidable documento «Sentimientos de la Nación» y convocó a un grupo de abogados [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] a formar el «Congreso de [[ANÁHUAC | Anáhuac]]» que, instalado en Chilpancingo, promulgó el «Acta de Independencia» (6 de noviembre de 1813) y la «Constitución de Apatzingán» (22 de octubre de 1814). Pero la diferencia más trascendente entre ambos la encontramos en el hecho de que, lejos de fomentar odio y resentimiento entre los habitantes de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], Morelos basó su movimiento de independencia en el respeto e igualdad entre ellos. <br />
<br />
Silvio Zavala comenta que ''“Morelos no continuó la guerra calificada por Bulnes de africana o de hordas, sino que prefirió cuerpos menores bien disciplinados y ante el desorden social adoptó una firme actitud de represión”'' , y ante un intento de sus capitanes Tabares y David de sublevar a los negros del sur contra los insurgentes blancos, emitió en Tecpan un decreto el 13 de octubre de 1811 en el que dijo: ''“todos los habitantes, sin distinción de calidades, se llamarían americanos (los Estados Unidos aún no habían expropiado el término) y vivirían en la santa paz de Jesucristo; no existía motivo para que las castas quisieran destruirse entre sí…Y añadía: no siendo como no es nuestro sistema proceder contra los ricos por razón de tales, ni menos contra los ricos [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]], ninguno se atreverá a echar mano de sus bienes por muy rico que sea; por ser contra todo derecho semejante acción, principalmente contra la ley divina, que nos prohíbe hurtar y tomar lo ajeno contra la voluntad de su dueño y aún el pensamiento de codiciar cosas ajenas”''.<ref>Silvio Zavala, ''Apuntes de historia nacional 1808-1974''. El Colegio Nacional y Fondo de Cultura Económica, México, 5 ed. 1999, p.36</ref><br />
<br />
El mismo Morelos señaló en el número 15 de sus «Sentimientos de la Nación», ''“Que la esclavitud se proscriba para siempre y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales y sólo distinguirá a un americano de otro el vicio o la virtud.”'' Morelos también reconoció en el número 19 del mismo documento, la identidad la Nación independiente: ''“Que en la misma (Constitución) se establezca por ley Constitucional la celebración del doce de Diciembre en todos los pueblos, dedicado a la patrona de nuestra libertad, María Santísima de Guadalupe, encargando a todos los pueblos, la devoción mensual.”'' <br />
<br />
En los primeros días de abril de1814 Napoleón fue obligado a abdicar tras la toma de París por las tropas de Prusia y Rusia, siendo entonces exiliado a la isla de Elba; con ello tanto el Papa Pío VII como Fernando VII fueron liberados. El regreso del rey eliminó la causa que dio inicio a los movimientos de independencia de Hispanoamérica, y en general hubo un enfriamiento de los mismos, excepto en lo que había sido el Virreinato de la Plata que había ya consolidado su independencia. <br />
<br />
Pero la situación de 1814 no podía ser ya la misma dados los acontecimientos ocurridos en España e Hispanoamérica durante los seis años de cautiverio del rey. Ante el regreso del «deseado» Fernando VII, el Papa Pío VII publicó su encíclica ''«Etsi longíssimo»'' en la que recordaba la doctrina de la Iglesia respecto al deber de los cristianos de obedecer a las legítimas autoridades, y exhortaba a la lealtad hacia Fernando VII. En [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], Morelos prosiguió con el movimiento de independencia, pero el ejército virreinal, reforzado con importantes contingentes de tropas, le obligó a replegarse cada vez más ante el desaliento de muchos de sus seguidores. Sus principales colaboradores militares, el cura Mariano Matamoros y Hermenegildo Galeana murieron en combate. Quiso regresar a Tehuacán y refugiarse en esa ciudad, pero fue capturado el 5 de noviembre de 1815.<br />
<br />
Fue juzgado el 23 de noviembre por un Tribunal eclesiástico presidido por Miguel Bataller, oidor real, y Félix Flores Alatorre, provisor del arzobispado, fungiendo como defensor de oficio José María Quiles. La sentencia de éste Tribunal lo condenó ''“a la privación de todo beneficio, oficio y ejercicio de orden, y a la degradación.”'' El 28 de noviembre fue juzgado por un Tribunal militar designado por el general Calleja (quien era ya el Virrey) y que estuvo presidido por el Coronel Manuel de la Concha, fungiendo como secretario el capitán Alejandro Arana. Éste Tribunal condenó a Morelos a morir fusilado, cumpliéndose la sentencia el 22 de diciembre. Antes de su ejecución [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]] y Pavón se reconcilió sacramentalmente con la Iglesia, con lo cual la excomunión que en su contra había sido dictada quedó sin efecto. <br />
<br />
El movimiento de Morelos duro 4 años, tuvo triunfos importantes en Tixtla, Taxco, Izúcar, Tenancingo, Cuautla; tomó ciudades importantes como Tehuacán, Orizaba y Oaxaca… pero tampoco logró independizar a [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]].<br />
<br />
'''''Consumación de la Independencia'''''<br />
<br />
La causa de la Independencia volvió a avivarse nuevamente por hechos ocurridos en España: el primer día del año 1820, el teniente-coronel Rafael Riego se sublevó contra Fernando VII en el Puerto de Cabezas de San Juan cuando, al frente del Segundo Batallón Asturiano, se disponía a viajar a Sudamérica a sofocar el movimiento de independencia en Nueva Granada. Riego exigía que el rey jurara la Constitución de Cádiz de 1812 redactada durante el cautiverio de Fernando VII.<ref>Rafael Riego (1784-1823) había sido afiliado a la [[MASONERÍA_EN_URUGUAY | masonería]] en Francia en 1809.</ref>El 10 de marzo Fernando VII se sometió a las exigencias de Riego y juró públicamente la Constitución que él había derogado en 1814.<br />
<br />
Muchísimas personas en [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] interpretaron esos hechos como un nuevo cautiverio del rey, aunque ahora no por un gobierno extranjero sino por sus súbditos españoles encandilados por los revolucionarios franceses. El rumor acerca de una supuesta carta enviada por Fernando VII al virrey Apodaca en la que le decía ser víctima de violencia y le hacía saber de sus intenciones de evadirse de España para trasladarse a México “donde encontraría vasallos más fieles”, parecía confirmar esas interpretaciones.<ref>[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]] señala que el mismo Fernando VII se vio obligado a negar la existencia de esa carta, y que lo más probable es que la misma nunca existió. (Cfr. [[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]], ''Historia de Méjico'', Ed. Gobierno de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], p. 344)</ref> <br />
<br />
En la ciudad de México un grupo empezó a reunirse secretamente en la Iglesia de «La Profesa» a fin de preparar un movimiento de independencia para ofrecer el gobierno de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] a la autoridad legítima de Fernando VII. La secrecía de los participantes en las Juntas de la Profesa fue de tal manera que las autoridades virreinales no tuvieron la menor sospecha de su realización. Por la misma razón tampoco se tienen documentos sobre ellas. Se presupone que en las Juntas secretas de la Profesa participaron entre otros: fray Mariano López de Bravo y Pimentel, Miguel Bataller, Juan José Espinosa de los Monteros, Antonio de Mier y Villagómez, José Bermúdez Zozaya, Juan Gómez de Navarrete y el obispo de Puebla Antonio Joaquín Pérez Martínez y Robles. Los conspiradores tenían al tanto de sus planes al arzobispo de Guadalajara, Juan Ruiz de Cabañas y Crespo, que en razón a la distancia de su diócesis no podía participar en las reuniones.<br />
<br />
En las Juntas de «La Profesa» se establecieron los puntos básicos para independizarse del gobierno de las Cortes españolas: reconocer a Fernando VII como rey de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]]; evitar que ésta fuera dividida por facciones violentas y anárquicas como las que se presentaron durante el movimiento de [[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel | Miguel Hidalgo]]; que el movimiento garantizara a la población la preminencia de la religión católica; que evitara en lo posible el derramamiento de sangre; que el movimiento fuera encabezado por un militar y no por un eclesiástico. Los conjurados de la Profesa pensaron que [[ITURBIDE,_Agustín_de | Agustín de Iturbide]] era la persona adecuada para llevar a cabo el movimiento por lo que le invitaron a encabezarlo.<br />
<br />
[[ITURBIDE,_Agustín_de | Agustín de Iturbide]] era un militar en retiro que había nacido en Valladolid Michoacán en 1783 y cuya simpatía por la independencia era ampliamente conocida, pero que al ver en su ciudad [[NATAL;_(Rio_Grande_do_Norte)_–_Arquidiocese | natal]] la anarquía del movimiento de Hidalgo, rechazó la invitación que éste le hizo para sumarse a su ejército con el rango de teniente general. Por el contrario, en 1812 con el grado de capitán empezó a combatir a los insurgentes de [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]], infringiéndoles varias derrotas por lo que las autoridades virreinales lo ascendieron al grado de coronel. <br />
<br />
Tras su victoria en Cóporo contra los insurgentes, Iturbide expresó al entonces capitán Filisola que lamentaba tan inútil derramamiento de sangre porque veía ''“la facilidad con que la independencia se lograría, poniéndose de acuerdo con los insurgentes las tropas mexicanas que militaban bajo las banderas reales; pero considerando el completo desorden de los primeros y el sistema atroz que se habían propuesto…era menester acabar con ellos antes de poner en planta ningún plan regular.”''<ref>Lúcas Alamán, obra citada, p. 342.</ref><br />
<br />
Iturbide coincidió plenamente con las propuestas de los conjurados de La Profesa y aceptó su invitación para encabezar el movimiento de independencia. Para poner manos a la obra primero solicitó al Virrey reincorporarse al servicio activo en su antiguo regimiento de Celaya porque conocía bien a sus oficiales y redactó el «Plan de Independencia de la América Septentrional», el cual daría a conocer a las autoridades y a toda la población de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] una vez que las acciones militares dieran inicio.<br />
<br />
Una vez que estableció en Teleolapan su cuartel, estableció comunicación epistolar con Vicente Guerrero, ofreciéndole el indulto e invitándolo a unirse a su ejército. Después de varias cartas en que Guerrero manifestó su desconfianza hacia la persona de Iturbide, finalmente aceptó entrevistarse con él en Acatempan, y tras una conferencia entre ambos, Guerrero se dirigió a sus tropas diciéndoles: ''“…yo que os he conducido a los combates, y de quien no podéis dudar que moriré sosteniendo la independencia, soy el primero que reconozco al señor Iturbide como el primer jefe del ejército nacional”.''<ref>Riva Palacio Vicente, ''México a través de los siglos''. T. III, p 672, citado por Orozco Farías p.20 (documento N°7)</ref><br />
<br />
En la población de Iguala, el 24 de febrero de 1821 Iturbide dio a conocer su «Plan de Independencia de la América Septentrional», por lo que desde entonces es conocido como el «Plan de Iguala», llamado también «Plan de las Tres Garantías» porque los 24 artículos que lo componían se sintetizaban en garantizar a [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] los dos valores básicos de su identidad, la Religión y la Unión de sus habitantes (Artículos 1°, 12 y 23), a los cuales se agregaba ahora un nuevo valor: la Independencia (Artículo 2°). Estas «tres garantías» quedaron simbolizadas en la Bandera que Iturbide diseñó y que ese mismo día 24 de febrero su Ejército juró defender: Religión (blanco), Unión (rojo) e Independencia (verde). <br />
<br />
Inteligentemente Iturbide hizo llegar el «Plan de Iguala» a todas partes, enviándolo a magistrados, eclesiásticos y demás personas influyentes; incluso al virrey Juan Ruiz de Apodaca le hizo llegar una copia. Más tarde se dirigió primero a las ciudades que sabía más afines a la causa de la independencia; de este modo fue sumando provincias poco a poco y de manera pacífica; casi sin tener que disparar un tiro. Los realistas de la ciudad de México atribuyeron esta situación a un contubernio entre Iturbide y el virrey Apodaca, por lo cual apresaron a este último y lo enviaron a Madrid. <br />
En agosto de 1821 [[PUEBLA_DE_LOS_ÁNGELES;_Ciudad | la ciudad de Puebla]] recibió a Iturbide con grandes muestras de afecto, al tiempo que llegaba a Veracruz el recién nombrado virrey Juan de O’Donojú, quien al conocer que ya que no podía pasar a México no tuvo ya más remedio que aceptar reunirse con Iturbide en la ciudad de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]], firmando ambos los «Tratados de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]]» el 24 de agosto de 1521. En esos Tratados se ratificaban las tres garantías del Plan de Iguala, agregándose ahora que [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] ya independiente se llamaría «Imperio Mejicano».<ref>En esa época, prácticamente todas las naciones europeas, al igual que Japón y otras significativas tenían un gobierno monárquico; Francia también había regresado a la monarquía. Excepciones eran los Estados Unidos, Argentina y Chile.</ref>De esta forma el nombre de «México» “saltaba” de la capital para abarcar a toda la Nación la cual, a partir de ese momento, iniciaba su caminar independiente en el concierto de las naciones.<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<references></references><br />
<br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
<br />
Alamán Lucas, ''Historia de Méjico,'' Ed. Gobierno de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], 1989<br />
<br />
Caturelli Alberto, ''El Nuevo Mundo,'' Edamex-Upaep, México 1991<br />
<br />
Orozco Farías Rogelio, ''Fuentes históricas. México. 1821-1867''. Ed. Progreso, 2 ed. México, 1965<br />
<br />
Schlarman Joseph H.L., ''México, tierra de volcanes''. Ed Porrúa, 14 Ed. México 1987<br />
<br />
Zavala Silvio. ''Apuntes de historia nacional 1808-1974''. FCE, 5ed. México, 1999<br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA|CÓRDOBA DE LA NUEVA ANDALUCÍA]]<br />
<br />
[[ITURBIDE,_Agustín_de|ITURBIDE, Agustín de]]<br />
<br />
[[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María|MORELOS Y PAVÓN, José María]]<br />
<br />
[[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización|CRIOLLOS; su aporte a la evangelización]]<br />
<br />
[[ANÁHUAC|ANÁHUAC]]<br />
<br />
[[PUEBLA_DE_LOS_ÁNGELES;_Ciudad|PUEBLA DE LOS ÁNGELES; Ciudad]]<br />
<br />
[[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel|HIDALGO Y COSTILLA GALLAGA, Miguel]]<br />
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[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas|ALAMÁN Y ESCALADA, Lucas]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal|GUANAJUATO; Arte Virreinal]]<br />
<br />
[[NATAL;_(Rio_Grande_do_Norte)_–_Arquidiocese|NATAL; (Rio Grande do Norte) – Arquidiocese]]<br />
<br />
[[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas|ARGENTINA; consecuencias de la expulsión de los jesuitas]]<br />
<br />
[[MASONERÍA_EN_URUGUAY|MASONERÍA EN URUGUAY]]<br />
<br />
[[INVASIÓN_NAPOLEÓNICA;_Repercusiones_en_Nueva_España|INVASIÓN NAPOLEÓNICA; Repercusiones en Nueva España]]<br />
<br />
[[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio|CORONA ESPAÑOLA: Su papel en la evangelización y en los derechos del indio]]<br />
<br />
[[IGLESIA_EN_AMÉRICA_(SIGLOS_XVI-XX)|IGLESIA EN AMÉRICA (SIGLOS XVI-XX)]]<br />
<br />
[[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso|IMPERIO ESPAÑOL; razones de su ocaso]]<br />
<br />
[[GUADALUPE;_Acontecimiento_Guadalupano|GUADALUPE; Acontecimiento Guadalupano]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=NUEVA_ESPA%C3%91A._Conciencia_de_la_nacionalidad_mexicana&diff=3705751
NUEVA ESPAÑA. Conciencia de la nacionalidad mexicana
2023-06-06T17:44:35Z
<p>Louvier: /* */</p>
<hr />
<div>== ==<br />
'''Prólogo'''<br />
Solo se puede independizar algo que previamente existe; por ello es un grave error afirmar que la Nación mexicana nació con la independencia. Lo que si debemos destacar es que, al momento de alcanzarla en 1821, la Nación cambió su nombre de Nueva España al de México, el que antes hacía referencia únicamente a su capital. Si el 27 de septiembre de 1821 México era una nación, lo era también el día anterior. Por ello, aunque no haya actas de nacimiento para las naciones, en el caso de México si podemos señalar como tal al [[GUADALUPE;_Acontecimiento_Guadalupano | Acontecimiento Guadalupano]]. Por ello la esencia de la Nacionalidad mexicana la encontramos en el Acontecimiento Guadalupano y en la medida en que este se tenga presente, la conciencia de la nacionalidad mexicana estará vigente. <br />
<br />
''“Los documentos que establecen determinada personalidad político jurídica a una comunidad no crean esa comunidad. Lo que advertimos es que la integración de los diversos pueblos indígenas en el dominio hispánico y el simultáneo asentamiento de españoles en el área, ponen en marcha el proceso de gestación de una nueva realidad histórica comunitaria que un día llegará a ser una nación, un estado independiente o una república.”''<ref>Fidel González Fernández. Emilio Martínez Albuesa. Independencias Hispanoamericanas. El caso de México. ''Diccionario de historia cultural de la [[IGLESIA_EN_AMÉRICA_(SIGLOS_XVI-XX) | Iglesia en América]] Latina''. www.dhial.org</ref> <br />
<br />
La Nación Mexicana vivió exactamente 300 años bajo la tutela de España (1521-1821), pero en esos tres siglos ni la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona española]] fue la misma, ni tuvo la misma actitud y consideración para con toda Hispanoamérica. Esos 300 años tuvieron un «parteaguas» tan evidente como trascendente: en el año 1700 la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona española]] pasó de las manos de la «Casa de Austria» (o Casa de Habsburgo) a las manos de la «Casa de Borbón». La transición se realizó violentamente, por medio de la «Guerra de Sucesión», guerra que entregó a Inglaterra el Peñón de Gibraltar y otros territorios en América, que también entregó a los ingleses el comercio español y que llevó al Trono de Madrid a Felipe de Anjou, nieto del Rey francés Luis XIV. <br />
<br />
La vida de las personas y de las naciones solo es posible en la conjunción de dos elementos: tiempo y espacio físico, con la diferencia de que en las personas el tiempo se mide en años y en las naciones en siglos, y que en el espacio físico, la persona ocupa el limitado a sus dimensiones corporales, pudiendo trasladarse de un lugar a otro, y la nación ocupa uno mucho mayor: el territorio nacional, el cual no es posible trasladar. Por lo que se refiere a la identidad, ésta se va desarrollando a partir de lo recibido desde el nacimiento; desarrollo que constituye a la vez un reto y un honor, pues es manifestación de la libertad con la que es creado todo ser humano. Dicho de otra forma, con la libertad se recibió una tarea, una misión: ''desarrollarse y realizarse conforme a la dignidad que se ha recibido''. <br />
<br />
Y análogamente a lo que ocurre con una persona física, la que durante su infancia debe ser dirigida y encauzada por sus padres para que después, gradualmente, vaya tomando las riendas de su propio desarrollo, la Nación mexicana vivió su “infancia” encauzada por los monarcas de la «Casa de Austria». Pero a partir de 1700, cuando [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] estaba apenas entrando a la adolescencia, llegó al Trono español la Casa de Borbón; y con el gobierno de los monarcas borbones la «Madre Patria» dejó de ser «Madre» para convertirse en «madrastra». La dignidad de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] se vio despreciada y afectado su desarrollo.<br />
'''CAUSA fundamental de la Independencia de Nueva España''' <br />
<br />
Eso se debió al drástico cambio de política de la Corona respecto a Hispanoamérica: los «Reinos de ultramar» (como eran considerados los virreinatos hispanoamericanos bajo los gobiernos de la Casa de Austria) fueron trasmutados y degradados a meras «colonias»; es decir, Hispanoamérica ya no fue más «parte» del [[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso | Imperio Español]], sino «propiedad» de la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona Española]]. Y para que estas colonias “propiedad de España” rindieran mejores rentas a la Metrópoli, los borbones implementaron una administración más “eficiente”, que no buscaba ya el bien común ni un reparto más equitativo de bienes, sino la mejor explotación económica posible de Hispanoamérica en beneficio exclusivo de la Metrópoli. <br />
<br />
La integración aún inconclusa de las naciones hispanoamericanas, así como el bien común de éstas, dejaron de estar entre las preocupaciones de los borbones. No resulta extraño que entonces la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona española]] enfriara primero y luego abandonara del todo el celo por la integración y evangelización de sus habitantes, llegando incluso a hostilizar los esfuerzos evangelizadores de las órdenes religiosas, como lo demuestra el hecho de que en 1767 Carlos III ordenara de una manera arbitraria, absurda y totalmente injusta la [[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas | expulsión de los jesuitas]]. El espíritu afrancesado que poco a poco se fue imponiendo en la Corte española llevó a abandonar la promoción e integración de los naturales de Hispanoamérica, especialmente de los indígenas, pero no sólo de ellos: también de los mestizos y de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]].<br />
<br />
''“La España oficial abandona (a los Reinos de Indias), Y digo que los abandona en el estricto sentido del término que quiere decir «dejar» en poder de otro o, mejor aún, dejar alguna obra ya emprendida como misión. Paradójicamente, alguien que sólo observa las apariencias, podría sostener que ahora la España borbónica se ocupa mucho más de sus dominios que antes (…) El intento heroico del Imperio espiritual que somete el bienestar somático al dominio del espíritu ha sido, poco a poco, abandonado; de ahí que sea posible «ocuparse» con aparentemente mayor empeño del pueblo español y de los pueblos de Indias habiéndolos abandonado. Pero semejante abandono enmascara un abandono todavía mayor: el abandono de Sí misma”''.<ref>Alberto Caturelli. ''El Nuevo Mundo'', Edamex, México 1991, p.410</ref>En efecto, esa España “oficial” generada por los monarcas borbones tendrá como su primer círculo de influencia a la Corte de Madrid, la cual será la «correa de transmisión» de un «afrancesamiento» que diluirá paulatinamente la identidad española; esa España dejará de ser ella misma.<br />
<br />
'''La [[INVASIÓN_NAPOLEÓNICA;_Repercusiones_en_Nueva_España | invasión napoleónica]].''' <br />
En una acción tan inmoral como torpe, el Rey Carlos IV aceptó que el ejército de Napoleón Bonaparte ingresara a España, y que tropas españolas se le unieran para atacar conjuntamente a Portugal y repartirse su territorio (Tratado de Fointanebleau). El 18 de octubre de 1807 entraron 28 mil soldados franceses y el 17 de noviembre las tropas franco-españolas tomaron sin resistencia Lisboa, capital de Portugal. Esta alianza de los borbones españoles con los revolucionarios franceses (quienes habían destruido el gobierno de sus parientes, los borbones franceses, y enviado a algunos de ellos a la guillotina) revela a qué grado había llegado la estulticia y la pérdida del sentido moral en la “España oficial”. <br />
<br />
Aprovechando que cándidamente Carlos IV le había abierto las puertas, Napoleón envió otros dos ejércitos a España que se situaron, uno en Castilla y otro en Navarra y Cataluña. En medio de esa situación, el 17 marzo de 1808 hubo un motín en Aranjuez contra Carlos IV y su primer ministro Manuel Godoy, provocado por la ambiciosa impaciencia de Fernando de Borbón, el príncipe heredero, por ocupar el trono. El día 19 en medio de ese motín, Carlos IV se vio obligado a abdicar en favor de su hijo Fernando, que se convertía así en el rey Fernando VII. Pocos días después, Carlos IV quiso retractarse de su abdicación y se confió en que el emperador francés le repondría en el Trono, escribiéndole que ''“se ponía en los brazos de un gran monarca, aliado suyo”.''<br />
<br />
Entonces el astuto Napoleón citó en la ciudad francesa de Bayona a Carlos IV y a Fernando VII, quienes acudieron acompañados de sus respectivas familias y séquitos. En Bayona y en la presencia de Napoleón, el 6 de mayo de 1808 tanto Carlos IV como su esposa María Luisa y su hijo Fernando VII discutieron entre ellos desde sus relaciones personales hasta su actuación política, recriminándose mutuamente. Finalmente Napoleón les informó que había decidido sustituir a los borbones por los Bonaparte y exigió la abdicación de Fernando VII en favor de su padre, y la de éste en favor de Napoleón, acatando padre e hijo esas exigencias.<br />
<br />
Un mes después de firmadas las vergonzosas «abdicaciones de Bayona», el 6 de junio de 1808 Napoleón designó a su hermano José Bonaparte como rey de España. Carlos IV y su esposa fueron llevados prisioneros a Nápoles, y a Fernando VII y su familia se les designó como prisión el Castillo de Valencey, en el centro de Francia. Pocos días después, el 5 de julio, también el Papa Pío VII fue hecho prisionero en Roma por los franceses, y José Bonaparte también nombrado «Rey de Roma» por su hermano Napoleón.<br />
<br />
Por conveniencia Inglaterra, enemiga de Napoleón, reconoció al prisionero Fernando VII como rey legítimo de España; lo mismo ocurrió con las poblaciones de España e Hispanoamérica, las que, además de ver en Napoleón a una especie de «Robespierre a caballo» que había atentado contra el Obispo de Roma, empezaron a referirse a Fernando VII como «el deseado». Por eso, desde México hasta Buenos Aires, todos los movimientos de independencia, sin excepción, se hicieron en nombre de Fernando VII.<br />
<br />
'''El movimiento de [[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel | Miguel Hidalgo]].'''<br />
<br />
La idea de formar una nación independiente no desapareció con el fracasado intento de 1808. El capitán Miguel Allende con otros militares como Juan Aldama, y eclesiásticos como el cura de Dolores [[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel | Miguel Hidalgo]] y el padre José María Sánchez, en cuya casa de Querétaro se reunían secretamente, planeaban llevar a cabo un movimiento para independizar a [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] del gobierno de Sevilla. Descubierta la conspiración los acontecimientos se precipitaron por lo que, nuevamente un 16 de septiembre, pero ahora de 1810, el Cura Hidalgo inició el movimiento aclamando a Fernando VII y a la Virgen de Guadalupe en el célebre «Grito de Dolores», pronunciado en la madrugada de ese día.<br />
<br />
Fue obvio que la precipitación con la cual tuvo que iniciar el movimiento cuando éste aún no estaba del todo planeado, influyó en su fracaso; pero hubo otros factores que determinaron rápidamente su desmoronamiento. El mayor error de Hidalgo fue suscitar el enfrentamiento indiscriminado entre indígenas y mestizos contra [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] y peninsulares, en lugar de promover la unión entre los habitantes; especialmente entre quienes simpatizaban con la independencia, con la cual muchos [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] e incluso españoles veían con buenos ojos. El mismo General Félix María Calleja así lo consideraba al escribir después al Virrey Venegas: ''“Los mexicanos y aún los europeos están convencidos de las ventajas que resultarían de un gobierno independiente, y si la absurda insurrección de Hidalgo se hubiese mantenido en esa dirección me parece, por lo que he observado, que el movimiento hubiera hallado poca oposición.”''<ref>Citado por Joseph H.L. Schlarman, ''México, tierra de volcanes''. Ed Porrúa, México, 14 Ed., p.288</ref> <br />
<br />
El 17 de enero de 1811 en un lugar en las cercanías de Guadalajara llamado «Puente de Calderón», las fuerzas del general Calleja derrotaron a las de Hidalgo de manera definitiva. Hidalgo huyó hacia el norte del país, pero fue capturado y fusilado en Chihuahua el 30 de julio de 1811 junto a los capitanes Allende, Aldama, Abasolo y Jiménez. En resumen: el movimiento de Hidalgo duró cuatro meses y un día; llegó a movilizar a cerca de 80 mil personas; sembró la anarquía y llenó de sangre a las poblaciones por donde pasó, pero no alcanzó darle a [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] su independencia. Hidalgo tomó como estandarte una imagen de la Virgen de Guadalupe, símbolo de la nacionalidad e identidad mexicana, pero no tomó en cuenta el mensaje guadalupano.<br />
<br />
'''El movimiento de [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]].'''<br />
<br />
El Cura de Carácuaro [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]] y Pavón también quiso independizar a [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], pero siguiendo métodos y estrategias muy diferentes a las de Hidalgo. En el inicio de su movimiento no hubo algún «grito» o hecho espectacular semejante, aunque se puede señalar como su primera acción a la toma de la pequeña población de Técpan a principios de 1811, a la que elevó a la categoría de «provincia» con el nombre de ''Nuestra Señora de Guadalupe de Tecpan''.<br />
<br />
En el que fue su primer escrito insurgente, el «Documento de Técpan», dijo que su objetivo era ''“transferir a los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] el poder político y militar que residía en los europeos, afín de salvaguardar los derechos de Fernando VII.”'' Sin embargo esa intención cambió después de conocer un poco más la situación en España; así, en su «Manifiesto a los habitantes de Oaxaca» del 23 de diciembre de 1812 afirmó: ''“…ya no hay España. Porque el francés está apoderado de ella; ya no hay Fernando VII porque o él se quiso ir a su Casa de Borbón a Francia y entonces no estamos obligados a reconocerlo por rey, o lo llevaron a la fuerza y entonces ya no existe...”'' En el mismo Manifiesto expresó cuál era su percepción sobre las «Juntas » de Sevilla y Cádiz y la Constitución promulgada en Cádiz en febrero de ese 1812: ''“… apenas erigieron sus primeras juntas, cuando nos impusieron leyes, exigiéndonos juramentos de fidelidad, unos en pos de los otros, según que allá se disolvían unas y se creaban otras nuevas al antojo de los comerciantes de Cádiz…”'' <br />
<br />
Otra diferencia importante fue que mientras Hidalgo y los conspiradores de Querétaro no tuvieron tiempo de elaborar algún proyecto viable para la Nación independiente, ni siquiera en líneas y principios generales, Morelos puso su ideal por escrito en su formidable documento «Sentimientos de la Nación» y convocó a un grupo de abogados [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] a formar el «Congreso de [[ANÁHUAC | Anáhuac]]» que, instalado en Chilpancingo, promulgó el «Acta de Independencia» (6 de noviembre de 1813) y la «Constitución de Apatzingán» (22 de octubre de 1814). Pero la diferencia más trascendente entre ambos la encontramos en el hecho de que, lejos de fomentar odio y resentimiento entre los habitantes de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], Morelos basó su movimiento de independencia en el respeto e igualdad entre ellos. <br />
<br />
Silvio Zavala comenta que ''“Morelos no continuó la guerra calificada por Bulnes de africana o de hordas, sino que prefirió cuerpos menores bien disciplinados y ante el desorden social adoptó una firme actitud de represión”'' , y ante un intento de sus capitanes Tabares y David de sublevar a los negros del sur contra los insurgentes blancos, emitió en Tecpan un decreto el 13 de octubre de 1811 en el que dijo: ''“todos los habitantes, sin distinción de calidades, se llamarían americanos (los Estados Unidos aún no habían expropiado el término) y vivirían en la santa paz de Jesucristo; no existía motivo para que las castas quisieran destruirse entre sí…Y añadía: no siendo como no es nuestro sistema proceder contra los ricos por razón de tales, ni menos contra los ricos [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]], ninguno se atreverá a echar mano de sus bienes por muy rico que sea; por ser contra todo derecho semejante acción, principalmente contra la ley divina, que nos prohíbe hurtar y tomar lo ajeno contra la voluntad de su dueño y aún el pensamiento de codiciar cosas ajenas”''.<ref>Silvio Zavala, ''Apuntes de historia nacional 1808-1974''. El Colegio Nacional y Fondo de Cultura Económica, México, 5 ed. 1999, p.36</ref><br />
<br />
El mismo Morelos señaló en el número 15 de sus «Sentimientos de la Nación», ''“Que la esclavitud se proscriba para siempre y lo mismo la distinción de castas, quedando todos iguales y sólo distinguirá a un americano de otro el vicio o la virtud.”'' Morelos también reconoció en el número 19 del mismo documento, la identidad la Nación independiente: ''“Que en la misma (Constitución) se establezca por ley Constitucional la celebración del doce de Diciembre en todos los pueblos, dedicado a la patrona de nuestra libertad, María Santísima de Guadalupe, encargando a todos los pueblos, la devoción mensual.”'' <br />
<br />
En los primeros días de abril de1814 Napoleón fue obligado a abdicar tras la toma de París por las tropas de Prusia y Rusia, siendo entonces exiliado a la isla de Elba; con ello tanto el Papa Pío VII como Fernando VII fueron liberados. El regreso del rey eliminó la causa que dio inicio a los movimientos de independencia de Hispanoamérica, y en general hubo un enfriamiento de los mismos, excepto en lo que había sido el Virreinato de la Plata que había ya consolidado su independencia. <br />
<br />
Pero la situación de 1814 no podía ser ya la misma dados los acontecimientos ocurridos en España e Hispanoamérica durante los seis años de cautiverio del rey. Ante el regreso del «deseado» Fernando VII, el Papa Pío VII publicó su encíclica ''«Etsi longíssimo»'' en la que recordaba la doctrina de la Iglesia respecto al deber de los cristianos de obedecer a las legítimas autoridades, y exhortaba a la lealtad hacia Fernando VII. En [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], Morelos prosiguió con el movimiento de independencia, pero el ejército virreinal, reforzado con importantes contingentes de tropas, le obligó a replegarse cada vez más ante el desaliento de muchos de sus seguidores. Sus principales colaboradores militares, el cura Mariano Matamoros y Hermenegildo Galeana murieron en combate. Quiso regresar a Tehuacán y refugiarse en esa ciudad, pero fue capturado el 5 de noviembre de 1815.<br />
<br />
Fue juzgado el 23 de noviembre por un Tribunal eclesiástico presidido por Miguel Bataller, oidor real, y Félix Flores Alatorre, provisor del arzobispado, fungiendo como defensor de oficio José María Quiles. La sentencia de éste Tribunal lo condenó ''“a la privación de todo beneficio, oficio y ejercicio de orden, y a la degradación.”'' El 28 de noviembre fue juzgado por un Tribunal militar designado por el general Calleja (quien era ya el Virrey) y que estuvo presidido por el Coronel Manuel de la Concha, fungiendo como secretario el capitán Alejandro Arana. Éste Tribunal condenó a Morelos a morir fusilado, cumpliéndose la sentencia el 22 de diciembre. Antes de su ejecución [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]] y Pavón se reconcilió sacramentalmente con la Iglesia, con lo cual la excomunión que en su contra había sido dictada quedó sin efecto. <br />
<br />
El movimiento de Morelos duro 4 años, tuvo triunfos importantes en Tixtla, Taxco, Izúcar, Tenancingo, Cuautla; tomó ciudades importantes como Tehuacán, Orizaba y Oaxaca… pero tampoco logró independizar a [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]].<br />
<br />
'''''Consumación de la Independencia'''''<br />
<br />
La causa de la Independencia volvió a avivarse nuevamente por hechos ocurridos en España: el primer día del año 1820, el teniente-coronel Rafael Riego se sublevó contra Fernando VII en el Puerto de Cabezas de San Juan cuando, al frente del Segundo Batallón Asturiano, se disponía a viajar a Sudamérica a sofocar el movimiento de independencia en Nueva Granada. Riego exigía que el rey jurara la Constitución de Cádiz de 1812 redactada durante el cautiverio de Fernando VII.<ref>Rafael Riego (1784-1823) había sido afiliado a la [[MASONERÍA_EN_URUGUAY | masonería]] en Francia en 1809.</ref>El 10 de marzo Fernando VII se sometió a las exigencias de Riego y juró públicamente la Constitución que él había derogado en 1814.<br />
<br />
Muchísimas personas en [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] interpretaron esos hechos como un nuevo cautiverio del rey, aunque ahora no por un gobierno extranjero sino por sus súbditos españoles encandilados por los revolucionarios franceses. El rumor acerca de una supuesta carta enviada por Fernando VII al virrey Apodaca en la que le decía ser víctima de violencia y le hacía saber de sus intenciones de evadirse de España para trasladarse a México “donde encontraría vasallos más fieles”, parecía confirmar esas interpretaciones.<ref>[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]] señala que el mismo Fernando VII se vio obligado a negar la existencia de esa carta, y que lo más probable es que la misma nunca existió. (Cfr. [[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]], ''Historia de Méjico'', Ed. Gobierno de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], p. 344)</ref> <br />
<br />
En la ciudad de México un grupo empezó a reunirse secretamente en la Iglesia de «La Profesa» a fin de preparar un movimiento de independencia para ofrecer el gobierno de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] a la autoridad legítima de Fernando VII. La secrecía de los participantes en las Juntas de la Profesa fue de tal manera que las autoridades virreinales no tuvieron la menor sospecha de su realización. Por la misma razón tampoco se tienen documentos sobre ellas. Se presupone que en las Juntas secretas de la Profesa participaron entre otros: fray Mariano López de Bravo y Pimentel, Miguel Bataller, Juan José Espinosa de los Monteros, Antonio de Mier y Villagómez, José Bermúdez Zozaya, Juan Gómez de Navarrete y el obispo de Puebla Antonio Joaquín Pérez Martínez y Robles. Los conspiradores tenían al tanto de sus planes al arzobispo de Guadalajara, Juan Ruiz de Cabañas y Crespo, que en razón a la distancia de su diócesis no podía participar en las reuniones.<br />
<br />
En las Juntas de «La Profesa» se establecieron los puntos básicos para independizarse del gobierno de las Cortes españolas: reconocer a Fernando VII como rey de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]]; evitar que ésta fuera dividida por facciones violentas y anárquicas como las que se presentaron durante el movimiento de [[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel | Miguel Hidalgo]]; que el movimiento garantizara a la población la preminencia de la religión católica; que evitara en lo posible el derramamiento de sangre; que el movimiento fuera encabezado por un militar y no por un eclesiástico. Los conjurados de la Profesa pensaron que [[ITURBIDE,_Agustín_de | Agustín de Iturbide]] era la persona adecuada para llevar a cabo el movimiento por lo que le invitaron a encabezarlo.<br />
<br />
[[ITURBIDE,_Agustín_de | Agustín de Iturbide]] era un militar en retiro que había nacido en Valladolid Michoacán en 1783 y cuya simpatía por la independencia era ampliamente conocida, pero que al ver en su ciudad [[NATAL;_(Rio_Grande_do_Norte)_–_Arquidiocese | natal]] la anarquía del movimiento de Hidalgo, rechazó la invitación que éste le hizo para sumarse a su ejército con el rango de teniente general. Por el contrario, en 1812 con el grado de capitán empezó a combatir a los insurgentes de [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]], infringiéndoles varias derrotas por lo que las autoridades virreinales lo ascendieron al grado de coronel. <br />
<br />
Tras su victoria en Cóporo contra los insurgentes, Iturbide expresó al entonces capitán Filisola que lamentaba tan inútil derramamiento de sangre porque veía ''“la facilidad con que la independencia se lograría, poniéndose de acuerdo con los insurgentes las tropas mexicanas que militaban bajo las banderas reales; pero considerando el completo desorden de los primeros y el sistema atroz que se habían propuesto…era menester acabar con ellos antes de poner en planta ningún plan regular.”''<ref>Lúcas Alamán, obra citada, p. 342.</ref><br />
<br />
Iturbide coincidió plenamente con las propuestas de los conjurados de La Profesa y aceptó su invitación para encabezar el movimiento de independencia. Para poner manos a la obra primero solicitó al Virrey reincorporarse al servicio activo en su antiguo regimiento de Celaya porque conocía bien a sus oficiales y redactó el «Plan de Independencia de la América Septentrional», el cual daría a conocer a las autoridades y a toda la población de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] una vez que las acciones militares dieran inicio.<br />
<br />
Una vez que estableció en Teleolapan su cuartel, estableció comunicación epistolar con Vicente Guerrero, ofreciéndole el indulto e invitándolo a unirse a su ejército. Después de varias cartas en que Guerrero manifestó su desconfianza hacia la persona de Iturbide, finalmente aceptó entrevistarse con él en Acatempan, y tras una conferencia entre ambos, Guerrero se dirigió a sus tropas diciéndoles: ''“…yo que os he conducido a los combates, y de quien no podéis dudar que moriré sosteniendo la independencia, soy el primero que reconozco al señor Iturbide como el primer jefe del ejército nacional”.''<ref>Riva Palacio Vicente, ''México a través de los siglos''. T. III, p 672, citado por Orozco Farías p.20 (documento N°7)</ref><br />
<br />
En la población de Iguala, el 24 de febrero de 1821 Iturbide dio a conocer su «Plan de Independencia de la América Septentrional», por lo que desde entonces es conocido como el «Plan de Iguala», llamado también «Plan de las Tres Garantías» porque los 24 artículos que lo componían se sintetizaban en garantizar a [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] los dos valores básicos de su identidad, la Religión y la Unión de sus habitantes (Artículos 1°, 12 y 23), a los cuales se agregaba ahora un nuevo valor: la Independencia (Artículo 2°). Estas «tres garantías» quedaron simbolizadas en la Bandera que Iturbide diseñó y que ese mismo día 24 de febrero su Ejército juró defender: Religión (blanco), Unión (rojo) e Independencia (verde). <br />
<br />
Inteligentemente Iturbide hizo llegar el «Plan de Iguala» a todas partes, enviándolo a magistrados, eclesiásticos y demás personas influyentes; incluso al virrey Juan Ruiz de Apodaca le hizo llegar una copia. Más tarde se dirigió primero a las ciudades que sabía más afines a la causa de la independencia; de este modo fue sumando provincias poco a poco y de manera pacífica; casi sin tener que disparar un tiro. Los realistas de la ciudad de México atribuyeron esta situación a un contubernio entre Iturbide y el virrey Apodaca, por lo cual apresaron a este último y lo enviaron a Madrid. <br />
En agosto de 1821 [[PUEBLA_DE_LOS_ÁNGELES;_Ciudad | la ciudad de Puebla]] recibió a Iturbide con grandes muestras de afecto, al tiempo que llegaba a Veracruz el recién nombrado virrey Juan de O’Donojú, quien al conocer que ya que no podía pasar a México no tuvo ya más remedio que aceptar reunirse con Iturbide en la ciudad de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]], firmando ambos los «Tratados de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]]» el 24 de agosto de 1521. En esos Tratados se ratificaban las tres garantías del Plan de Iguala, agregándose ahora que [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] ya independiente se llamaría «Imperio Mejicano».<ref>En esa época, prácticamente todas las naciones europeas, al igual que Japón y otras significativas tenían un gobierno monárquico; Francia también había regresado a la monarquía. Excepciones eran los Estados Unidos, Argentina y Chile.</ref>De esta forma el nombre de «México» “saltaba” de la capital para abarcar a toda la Nación la cual, a partir de ese momento, iniciaba su caminar independiente en el concierto de las naciones.<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<references></references><br />
<br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
<br />
Alamán Lucas, ''Historia de Méjico,'' Ed. Gobierno de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], 1989<br />
<br />
Caturelli Alberto, ''El Nuevo Mundo,'' Edamex-Upaep, México 1991<br />
<br />
Orozco Farías Rogelio, ''Fuentes históricas. México. 1821-1867''. Ed. Progreso, 2 ed. México, 1965<br />
<br />
Schlarman Joseph H.L., ''México, tierra de volcanes''. Ed Porrúa, 14 Ed. México 1987<br />
<br />
Zavala Silvio. ''Apuntes de historia nacional 1808-1974''. FCE, 5ed. México, 1999<br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA|CÓRDOBA DE LA NUEVA ANDALUCÍA]]<br />
<br />
[[ITURBIDE,_Agustín_de|ITURBIDE, Agustín de]]<br />
<br />
[[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María|MORELOS Y PAVÓN, José María]]<br />
<br />
[[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización|CRIOLLOS; su aporte a la evangelización]]<br />
<br />
[[ANÁHUAC|ANÁHUAC]]<br />
<br />
[[PUEBLA_DE_LOS_ÁNGELES;_Ciudad|PUEBLA DE LOS ÁNGELES; Ciudad]]<br />
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[[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel|HIDALGO Y COSTILLA GALLAGA, Miguel]]<br />
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[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas|ALAMÁN Y ESCALADA, Lucas]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal|GUANAJUATO; Arte Virreinal]]<br />
<br />
[[NATAL;_(Rio_Grande_do_Norte)_–_Arquidiocese|NATAL; (Rio Grande do Norte) – Arquidiocese]]<br />
<br />
[[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas|ARGENTINA; consecuencias de la expulsión de los jesuitas]]<br />
<br />
[[MASONERÍA_EN_URUGUAY|MASONERÍA EN URUGUAY]]<br />
<br />
[[INVASIÓN_NAPOLEÓNICA;_Repercusiones_en_Nueva_España|INVASIÓN NAPOLEÓNICA; Repercusiones en Nueva España]]<br />
<br />
[[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio|CORONA ESPAÑOLA: Su papel en la evangelización y en los derechos del indio]]<br />
<br />
[[IGLESIA_EN_AMÉRICA_(SIGLOS_XVI-XX)|IGLESIA EN AMÉRICA (SIGLOS XVI-XX)]]<br />
<br />
[[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso|IMPERIO ESPAÑOL; razones de su ocaso]]<br />
<br />
[[GUADALUPE;_Acontecimiento_Guadalupano|GUADALUPE; Acontecimiento Guadalupano]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=RELACIONES_IGLESIA-ESTADO_EN_M%C3%89XICO._Siglo_XIX&diff=3705618
RELACIONES IGLESIA-ESTADO EN MÉXICO. Siglo XIX
2022-12-15T17:47:03Z
<p>Louvier: /* SITUACIÓN AL MOMENTO DE LA INDEPENDENCIA */</p>
<hr />
<div>==SITUACIÓN AL MOMENTO DE LA INDEPENDENCIA==<br />
<br />
El «Plan de Iguala» con el que se proclamó la [[GUADALUPE;en_la_independencia_de_México | independencia de México]], y poco después los «Tratados de Córdoba» con los que se hizo realidad, señalaban que el trono del Imperio Mexicano se ofrecía, en primer lugar a Fernando VII o por su renuncia o no admisión a otros dos miembros de la familia real,<ref>Eran estos Francisco de Paula, y Carlos Luis de Borbón.</ref>o si ninguno de éstos aceptaba, entonces a quien el Congreso mexicano designara. Mientras tanto gobernaría provisionalmente una Regencia. <br />
<br />
Para los obispos mexicanos (Al momento de la Independencia existían diez obispados en un territorio dos veces mayor al actual), la situación resultó especialmente nueva pues nunca tuvieron contacto «directo» con Roma, pues este se llevaba a cabo a través de Madrid. La Independencia esta situación quedaba definitivamente clausurada y era necesario establecer nuevos métodos. <br />
<br />
Uno de los primeros asuntos a dilucidar por los dos poderes era el referente de la situación en que quedaba el Patronato. Los obispos se reunieron el 4 de Marzo de 1822 en una «Junta Interdiocesana» de la que salió un acuerdo que decía: ''“por la Independencia del Imperio cesó el uso del Patronato que en sus Iglesias se concedió por la silla Apostólica a los reyes de España…es necesario esperar igual concesión de la misma Santa Sede”''.<ref>Rogelio Orozco Farías. ''Fuentes Históricas de México 1821-1867''. P. 37.</ref> <br />
<br />
La Junta de Regencia contestó prudentemente dos días después: ''“Hasta la época nuestra, como asienta el Cabildo de esta Metropolitana, han sido los Reyes de España Patronos de esas iglesias… La Independencia pone en cuestión esta materia, y su resolución debe ser de acuerdo con el Romano Pontífice”''.<ref>Ibid. P. 38.</ref><br />
<br />
Pero en Roma no se consideraba ya necesario la existencia del Patronato y muchos funcionarios de la Curia romana veían mal otorgar nuevamente derechos sobre la actividad de la Iglesia a los nuevos gobiernos que, además de inestables, manifestaban ya rasgos de anticlericalismo. Además la Santa Sede había erigido desde 1620 la Congregación de «Propaganda Fide» que podría hacerse directamente cargo de la Evangelización. <br />
<br />
A pesar de su acentuado regalismo que sin empacho alguno le llevó a dejar abandonada a su grey, el Arzobispo de México Mons. Pedro José De la Fonte, publicó durante el período de la Regencia una carta pastoral en la que decía: ''“En todo tiempo he recomendado el deber sagrado que tenemos de obedecer a la potestad pública, hoy debo añadir que, aunque ésta por su naturaleza se haya sujeta a los acontecimientos políticos que la varían en su forma, nuestro ministerio conserva siempre su objeto y bases inmutables. La religión de que somos ministros prescribe obediencia a la actual potestad pública; la prescribió a la que ha precedido, y en su caso la prescribirá a las venideras, porque ni en los siglos futuros, presentes, ni pasados, puede haber facultad para alterar esta doctrina y predicar a otro Jesucristo”''.<ref>Ibid. P. 36.</ref><br />
<br />
A proposición firmada por 45 diputados encabezados por Valentín Gómez Farías, el Congreso Mexicano designó Emperador de México a [[ITURBIDE,_Agustín_de | Agustín de Iturbide]] el 19 de mayo de 1822. Dos meses después, el domingo 21 de julio, el arzobispo de Guadalajara Juan Ruiz de Cabañas y Crespo,<ref>El arzobispo de México Pedro de Fonte, tras cantar el «Te Deum» a la entrada del Ejército Trigarante a la ciudad de México el 27 de septiembre de 1821, huyó por Tampico hacia España donde permaneció hasta su muerte. Por eso la Coronación fue presidida por Juan Ruiz de Cabañas, Arzobispo de Guadalajara y simpatizante y participante de la causa de la Independencia desde las Juntas Secretas en La Profesa.</ref>entronizó en la Catedral Metropolitana al emperador Agustín I, y a su esposa la emperatriz Ana María Huarte. La ceremonia fue relatada de la siguiente manera: <br />
<br />
''“Del palacio, residencia de Iturbide, a la Catedral, había una vela o toldo usado en las procesiones, y la valla de soldados lujosamente vestidos, guardaba el paso a la imperial comitiva, cuya marcha abría un oficial con el escudo de armas del imperio yendo a su lado dos banderas con cruz roja en campo blanco, precedidas éstas por algunos soldados de caballería y escoltadas por otros de infantería; seguían las parcialidades de indígenas de San Juan y Santiago: las órdenes religiosas; los curas párrocos de México y sus alrededores: el Tribunal de [[MINERÍA;_Su_importancia_en_la_fundación_de_Hispanoamérica | Minería]]: el Protomedicato (el cuerpo médico) y los Consulados: la Universidad: el Ayuntamiento con sus mazas que presidian también a las diputaciones de los colegios; los títulos, jefes de oficinas y personas de distinción; la Diputación y la Audiencia; el Consejo de Estado y el Cuerpo Diplomático; a continuación se veían los ugieres, reyes de armas, pajes, el maestro de ceremonias y sus ayudantes; la comitiva de la emperatriz presidida por tres generales que llevaban sobre cojines la corona, el anillo y el manto imperial, una comisión del congreso y la emperatriz rodeada de las princesas sus hijas y las damas de honor.''<br />
<br />
''“Al fin aparecía Agustín I precedido por una comisión de cuatro generales con las mismas insignias que los de la anterior comitiva y además el cetro; acompañaba a Iturbide otra comisión del congreso, su padre, el príncipe imperial con un capitán de guardia, el mayordomo y limosneros mayores (administradores de Palacio), los ministros, edecanes y generales de alta graduación, cerrando la marcha la escolta y coches de Palacio''.<br />
<br />
''“En la puerta del centro, en el frente de la catedral, fueron recibidos Iturbide y su esposa bajo de palio por dos obispos y colocados en un trono chico, y al empezar la misa se arrodillaron en las gradas del altar mayor, pues el presbiterio tiene cuatro graderías de ascenso. El aspecto majestuoso de la Catedral daba gran valor a las festividades allí celebradas, hiriendo la imaginación el presbiterio rodeado de luces colocadas en las estatuas que ejercen funciones de candeleros para las hachas. El aspecto de la Catedral es imponente en su interior y a pesar de sus defectos arquitectónicos, se siente impresionado todo aquel que por primera vez penetra en tan vasto edificio, cuya sencillez es extremada (…) el Presidente del congreso (Valentín Gómez Farías) puso sobre la cabeza de Iturbide la corona, y éste a su vez llevó otra sobre la de su esposa; ambos fueron adornados con las insignias imperiales y en seguida pasaron a ocupar el trono grande; a su tiempo pronunció el obispo celebrante (Juan Ruíz de Cabañas) las palabras de «Vivat Imperator in aeternum» (Viva el Emperador Eternamente)”''.<ref>Manuel Rivera Cambas, ''México Pintoresco, Artístico y Monumental'', (3Vol.)<br>https://www.adncultura.org/la-coronacion-de-iturbide-en-la-catedral-de-la-ciudad-de-mexico</ref><br />
<br />
Pero siguiendo las intrigas del embajador de los Estados Unidos Joel Robert Poinsett, Antonio López de Santa Ana y Antonio Echeverri se levantaron en armas contra Iturbide y el 19 de Marzo de 1823 el Emperador abdicó y se exilió en Italia, estableciéndose en México el sistema Republicano Federal.<br />
En 1823 el sistema federal era totalmente extraño a la nación mexicana (como hoy lo sería la monarquía), y su establecimiento provocó una grave inestabilidad política que se tradujo en innumerables conflictos; en 12 años, de 1824 a 1835, la Presidencia de la República cambió de manos 16 veces. Esta situación fue especialmente fomentada por la acción de la [[MASONERÍA_EN_URUGUAY | masonería]] del Rito Yorkino, fundado en México en 1824 por el ministro norteamericano Joel Robert Poinsset, y por sus aliados, los masones del Rito Nacional Mexicano fundado en 1826, en el que militaban muchos eclesiásticos como [[RAMOS_ARIZPE,_José_Miguel | Miguel Ramos Arizpe]], José Ma. Alpuche y Fray [[TERESA_DE_MIER_Y_NORIEGA,_Servando | Servando Teresa de Mier]]. Estos conflictos produjeron el debilitamiento económico y militar que permitió poco después la mutilación del territorio nacional a favor de los Estados Unidos.<br />
<br />
Los distintos gobiernos liberales de esa época quisieron que la Iglesia se subordinara al Estado a cambio de ofrecerle una situación privilegiada. Por ello la Constitución Federal de 1824, calcando el regalismo borbónico, proclamaba que la religión católica era la única, y al mismo tiempo afirmaba que ''“el [[PATRONATO_REAL | Patronato real]] es de derecho inherente a la soberanía nacional”''. Pero la Iglesia había sufrido bastante con las intromisiones de los reyes y no estaba dispuesta a tolerar el regreso de una situación semejante.<br />
<br />
Así, mientras la Iglesia luchaba por su separación del Estado, éste buscaba someter a la Iglesia a su tutela, y es por ello que en ese tiempo, los liberales consideraron reaccionaria la separación Iglesia-Estado, y explica también por qué cuando las constituciones de los estados preveían que el Estado debía fijar y pagar los gastos del culto, el clero lo juzgó inadmisible y protestó con vehemencia<ref>Jean Meyer. ''[[CRISTIADA | La Cristiada]].'' Ed. Siglo XXI Vol. II. P. 21.</ref>.<br />
<br />
En esos intentos liberales por erigir unilateralmente un «neopatronato», las órdenes religiosas constituían un especial obstáculo (como también lo fueron para el regalismo borbónico) por la obediencia a los superiores de las órdenes, los que generalmente residen en Roma. Por ello son muy reiterativas las leyes de ese tiempo contra los conventos, hasta que Gómez Farías decretó la expulsión de los religiosos.<br />
<br />
Al parecer había otros intereses –además del neopatronato- para expulsar a las órdenes religiosas; en el acuerdo de los altos dignatarios de la Gran Logia La Luz, tomado en 1829 decía ''“… convencidos de que el clero es un obstáculo permanente a las reformas del Partido Americano (yorkino) pues resiste a la colonización (norteamericana) de [[TEXAS | Texas]], el Rito Nacional Mexicano adopta en todas sus partes el plan político o programas de reformas… 2ª Abolición de los privilegios del clero y la milicia. 3º Supresión de las instituciones monásticas…”''<ref>Rogelio Orozco F. Ob. Cit. P. 50-51.</ref>. Los franciscanos fueron expulsados y sus misiones confiscadas; [[TEXAS | Texas]] quedó abandonada en manos de los colonizadores norteamericanos, nombrándose después como jefe de ellos a [[ZAVALA_SÁENZ,_Lorenzo_de | Lorenzo de Zavala]], importante dirigente del Rito Nacional y más tarde vice-presidente de la República de Texas.<br />
<br />
==PRIMEROS INTENTOS POR ESTABLECER UN NEOPATRONATO EN MÉXICO==<br />
<br />
El gobierno republicano era consciente de la importancia que tenía la Iglesia en México, por lo que de inmediato buscó la forma de restablecer el control que sobre ella habían ejercido los monarcas borbones. Fray José María Marchena, sacerdote dominico nacido en Perú, fue enviado a Roma en julio de 1823 con la misión secreta de seguir los pasos del desterrado emperador Agustín Iturbide, y para que se informara sobre las disposiciones y la actitud de la Santa Sede con respecto a la Independencia de Hispanoamérica y de la forma republicana de sus gobiernos. <br />
Su tarea era también la de espiar los pasos que daba el autoexiliado y regalista arzobispo de México, Pedro [[INDEPENDENCIA_DE_MÉXICO;_El_Arzobispo_y_el_Emperador | José de Fonte]], y de indagar sobre ''“cómo se piensa en la Corte de Roma acerca de nuestra independencia, y si hay disposición para entrar en Concordato para arreglar nuestros negocios eclesiásticos”''.<ref>Luis MEDINA ASCENSIO, ''México y el Vaticano'' Vol.I, Ed. JUS México 1965, p.69</ref><br />
<br />
En enero de 1824 Marchena pudo dialogar con León XII, pero por el carácter privado de su comisión no entró en asuntos eclesiásticos, sino que se limitó en manifestarle al Papa el interés que tenía el gobierno de México de enviar un comisionado oficial para hacer un Concordato. En aquella oportunidad el Papa le expresó su disponibilidad para tratar con un comisionado de Méjico, pero aclarándole que lo recibiría en calidad de persona privada, como lo quería la política de neutralidad de la Santa Sede, y que estaba dispuesto a tratar cuanto negocio eclesiástico se le propusiese, ''“ya que él, en tales casos, se despojaba de su autoridad de Monarca; que la [[GUADALUPE;en_la_independencia_de_México | independencia de México]] no la reconocería sino hasta después que lo hiciesen los demás gobiernos”''.<ref>Ibid, p.71</ref><br />
<br />
En los primeros años de la vida independiente de los países americanos, el Papa León XII se vio en una difícil situación disyuntiva, pues Fernando VII nunca se resignó el haber perdido las «colonias» y murió sin reconocer a las nuevas naciones. España era también hija de la Iglesia, pero Fernando VII, regalista como su padre y su abuelo, amenazó al Papa con ir hasta el cisma si éste nombrara para América obispos no propuestos por él; de haber aceptado el Papa sus propuestas esos obispos no hubieran podido poner un pie en América. El resultado fue que América se fue quedando sin obispos. En México pronto sólo quedaron los de Puebla, Oaxaca y [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]], y para 1829 no quedó uno solo.<br />
<br />
Marchena regresó a Méjico en marzo de 1825, y a viva voz informó al gobierno corroborando lo que ya había dicho por carta del 29 de enero de un año antes,<ref>Ibid, p.71, nota 29</ref>sobre la buena disposición de la curia romana para establecer relaciones con Méjico. Ante tan buenas noticias, el gobierno apresuró los pasos para nombrar a la persona que oficialmente lo representaría ante el gobierno pontificio, cargo para el que fue escogido el presbítero Pablo Vásquez, quien partiría no como diplomático, sino como enviado eclesiástico.<br />
<br />
==MÉXICO SIN OBISPOS==<br />
<br />
De Méjico don Pablo Vázquez partió el 21 de mayo de 1825, pero la protesta que el gobierno mexicano hizo por el «breve» pontificio por el que la Santa Sede puso en pausa el reconocimiento de las independencias hispanoamericanas, le mantuvo alejado de Roma hasta el 28 de junio de 1830. Por otra parte, la inestabilidad política y el clima de guerra civil que se vivía en México en esos primeros años de la República, hizo que se perdiera la mediación de Francia, la cual había allanado las dificultades diplomáticas que ponían los representantes de la Santa Alianza y el gobierno español para aceptar a los hispanoamericanos en Roma.<br />
<br />
Mientras Vásquez esperaba en Europa nuevas instrucciones del gobierno mejicano, murió el último obispo que quedaba en la República mexicana, monseñor Joaquín Pérez Martínez, obispo de Puebla, que falleció en el año 1829. Al igual que en el resto de los países hispanoamericanos, México se quedó sin obispos. Esta situación hizo que el gobierno de Méjico considerara como de sumo interés que don Pablo Vásquez regularizara la situación de la Iglesia.<ref>R. GÓMEZ CIRIZIA, México ante la diplomacia vaticana, FCE. México, 1977, p. 225</ref><br />
<br />
Una vez que se hubo encontrado la manera de organizar su permanencia en Roma, Pablo Vázquez se interesó por conseguir audiencia con el cardenal Albani, secretario de Estado de Su Santidad, la que consiguió el 4 de julio de 1830.<ref>Una vez llegado a Roma, Vásquez encontró hospitalidad en casa del colombiano Ignacio Sánchez de Tejada y por escrito se dirigió, el 1 de Julio de 1830, al cardenal Albani para informarlo de su llegada y para pedirle una entrevista. La respuesta del cardenal fue inmediata, diciéndole que lo recibiría el Domingo siguiente en su residencia hacia horas de la noche. Puntualmente se presentó Vásquez, el 4 de julio hacia las 10 de la noche, en el palacio de la consulta, al frente del Quirinal, para el coloquio con Albani; cf., Asv, Segr. Stato, 279, fase., 3, busta 593, 1830-1836.</ref>En los primeros días y por todo el tiempo que duró la permanencia de Vásquez en Roma, pudo contar con los buenos oficios del jesuita mejicano Ildefonso Peña, que ya conocía la ciudad y cruzaba buena amistad con personas influyentes de la Curia romana, como los cardenales Albani y Cappellari.<br />
<br />
Cuando Vásquez se presentó ante el secretario de Estado de Pío VIII, sin titubeos le manifestó el objeto de su misión: conseguir obispos residenciales para Méjico, así como en 1827 León XII los había dado para la Gran Colombia, mostrándose decidido a no aceptar, de ninguna manera, «vicarios apostólicos».<ref>Los Vicarios apostólicos como remedio a la falta de obispos, fue una solución implementada en Chile y Argentina para evitar la amenaza de cisma que el rey Fernando VII hizo si Roma nombraba obispos sin haber sido propuestos por el monarca español.<br>Todo este negocio se encuentra en Asv, Segr. Stato, Esteri, 279, fases., 2, 3 y 8, busta 593, 1830-1836; AA.EE.SS., A. III, Messico, fases., 585-587, 1829-183 1; L. MEDINA ASCENSIO, México y el Vaticano..., 1, 182-203; R. GÓMEZ CIRIZIA, México ante la diplomacia vaticana, 190-191; J. RAMÍREZ CABAÑAS, Las Relaciones entre México y el Vaticano..., 108; P. LETURIA, Relaciones..., II, 369-</ref><br />
<br />
La decisión con la que se presentaba Vásquez para defender su pedido hacía prever qué las negociaciones no resultarían para nada fáciles, porque la política de Pío VIII frente al caso hispanoamericano consistía en un regresar a la moderación, que la neutralidad pontificia requería. Pío VIII fue muy respetuoso, quizá demasiado respetuoso, del derecho español del Patronato de Indias, razón por la cual consideró que la mejor solución para el problema patronal en que se encontraba la iglesia de Hispanoamérica eran los vicarios apostólicos.<ref>Cf., AA.EE.SS., A. III, Argentina, fase., 15, 1826-1831; ID., A. III, fase. 5, 1829-1833; Asv., Segr. Stato, Esteri, 279, fases., 2 y 5, busta 592, 1824-1829.</ref><br />
<br />
Las conversaciones entre el enviado mexicano y el secretario de Estado se prolongaron durante los restantes meses de 1830 pero, ante la obstinación de las partes y la permanente interferencia del embajador de España Pedro Gómez Labrador,<ref>El gobierno de Madrid conservaba la esperanza de reconquistar el territorio de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], a donde había mandado en 1829 a Isidro Labrador que se encontró con el fracaso, pero de este traspiés no se tenía noticia en España, ni en Roma, cf., L. MEDINA ASCENSIO, ''México y el Vaticano''..., 1, 183.</ref>Vásquez no pudo satisfacer a su gobierno, ni encontrar en Pío VIII una respuesta para sus peticiones.<br />
<br />
==EL CAMBIO CON GREGORIO XVI==<br />
<br />
Con la muerte del papa Pío VIII ocurrida el 30 de noviembre de 1830, a Vásquez que ya había recibido su pasaporte para retornar a su patria, no le quedaba otra esperanza que postergar su viaje de regreso a México, y confiar en las consoladoras palabras que el cardenal Cappellari le dirigiera antes de entrar en la sala del Cónclave: ''“Ruegue usted a Dios que nos dé un pontífice amigo de México”''.<ref>Citado por L. MEDINA ASCENSIO, ''México y el Vaticano'', Vol.I, 189; Pedro LETURIA, Relaciones..., II, 378.</ref>Palabras estas que si bien estaban dichas al enviado mexicano, tenían sabor continental.<br />
<br />
El Cónclave terminó el 2 de febrero de 1831 con la providencial elección del cardenal Cappellari como el 254° sucesor de San Pedro, quien tomó el nombre de Gregorio XVI. El 28 de febrero de 1831, apenas veinte días después de iniciar su pontificado, Gregorio XVI nombró obispos a seis sacerdotes mexicanos para ocupar las diócesis de Puebla, Linares (Monterrey), Durango, Michoacán, Chiapas y Guadalajara. Por vez primera fueron nombrados obispos para México sin haber sido propuestos por el rey de España; desde entonces Fernando VII solo pudo contemplar cómo el [[PATRONATO_REAL | Patronato Real]] desaparecía en América, y con él su injerencia en ella.<br />
<br />
El neopatronato no prosperó porque los nuevos obispos mexicanos protestaron con energía contra el «cesaropapismo» liberal. El Obispo de Linares escribió al Congreso de [[SENO_MEXICANO;_Evangelización_del_Nuevo_Santander | Tamaulipas]] en Marzo de 1834: ''“Los magistrados civiles, que son los que presiden y gobiernan civilmente, en lo que es puramente temporal, las repúblicas y todos los reinos, reciben su autoridad de los pueblos, para regirlos y gobernarlos nada más que temporalmente; pero jamás se les confiere por esto autoridad alguna espiritual, ni temporal anexa a la espiritual. Son muy distintas las dos potestades y jamás se ha podido equivocar en sus funciones, sino después que la depravación janseanística ha introducido estas intolerables competencias. La Iglesia no la fundaron los emperadores, ni los reyes, ni los gobernadores, ni los congresos; la fundó sólo el Hijo de Dios… Él sólo la adquirió, no con precios corruptibles de oro y plata, como dice San Pedro: la adquirió con su preciosísima Sangre, y la fundó sin haber tomado dictamen, ni parecer, ni consejo a los reyes ni a los príncipes de la tierra; y sin contar con ellos para nada, manda a sus Apóstoles autorizados ya por Él mismo”''.<ref>Rogelio Orozco Farías. Fuentes Históricas de México 1821-1867. p. 69</ref><br />
<br />
Por su parte, el Obispo de Michoacán, Juan C. Portugal escribió a Gómez Farías: ''“Nadie tiene derecho, cualquiera que sea el fundamento que alegue, para hacer el nombramiento de obispos, si no goza de este derecho por la Santa Sede Apostólica”''<ref>Ibid. P. 73.</ref>. El gobierno de Gómez Farías contestó expulsando del país a Mons. Belauzarán y a Mons. Portugal, junto con los obispos de Durango y Chiapas.<br />
<br />
Al tomar para sí el derecho de patronato y de elección de obispos (nombramiento que hubiera recaído en los sacerdotes que militaban en las logias), alegando que el Presidente de México era el sucesor del Rey de España, Gómez Farías manifestó bien pronto su anticlericalismo. Dio por suprimidos los votos religiosos y los [[DIEZMOS_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | diezmos]]; decretó la completa expulsión del clero en la enseñanza y la supresión de la Universidad de México.<br />
<br />
Debido a que estas medidas movilizaron en su contra a toda la sociedad, el Partido Liberal fue barrido. ''“Santa Ana, que jamás había tenido predilección por las causas perdidas, al sentir que cambiaba el viento se separó de Gómez Farías, lo cual le permitió volver al poder como defensor de la Iglesia y la legislación liberal fue anulada…”''<ref>Jean Meyer. ''[[CRISTIADA | La Cristiada]].'' Ed. Siglo XXI Vol. II. P. 25.</ref>.<br />
<br />
==LA REFORMA LIBERAL DE 1857==<br />
<br />
La inestabilidad política permaneció en los años siguientes. En 1837 los texanos se independizaron de México y en 1847, tras solicitar su incorporación a los Estados Unidos, el presidente de esta nación, James Polk declaró la guerra a México, guerra que el General Ulises S. Grant consideró ''“como una de las más injustas que alguna vez se ha hecho”''<ref>Ulises S. Grant. ''Personal Memories'' Vol. I. Pág. 53. Citado por Rogelio Orozco Ob. Cit. P. 118.</ref>, y que arrebató a México los territorios de [[CALIFORNIA;_Misiones | California]] y Nuevo México. Tras la venta del territorio de La Mesilla (Diciembre de 1853), estalló la enésima revolución contra el enésimo gobierno del Gral. Santa Ana.<br />
<br />
Triunfante la Revolución de Ayutla, los liberales recuperaron el poder e iniciaron lo que se conoce como «Reforma». ''“El conflicto nació de la existencia de un Estado volátil, cambiante, inestable, frente a una Iglesia fuerte, estable…Para los conservadores, la tentación era grande, así como para sus primos los liberales, de controlar la Iglesia. El conflicto más visible era el que oponía la reforma liberal al clero; pero el que oponía la Iglesia a los conservadores no era menos real… Hay protecciones tan duras y penas como las persecuciones. De haber existido un Estado fuerte, el conflicto habría sido otro, o ninguno. La Reforma quería hacer de la organización religiosa un asunto de administración pública y de las cuestiones religiosas cuestiones políticas, lo que era mucho más grave que confiscar bienes religiosos”''<ref>Jean Meyer Ob. Cit. P. 27-28.</ref>.<br />
<br />
En 1856 el gobierno de Ignacio Comonfort convocó a un [[MÉXICO;_Camino_del_nacimiento_de_un_estado_laico_(III) | Congreso Constituyente]] para redactar una nueva Constitución, la cual se proclamó en Febrero del siguiente año. Don [[SIERRA_MÉNDEZ,_Justo | Justo Sierra]] dice: ''“el Congreso que emanó del triunfo de la revolución de Ayutla era la representación oficial de la nación; la realidad era otra: la nación rural no votaba, la urbana e industrial obedecía la consigna de sus capataces o se abstenía también y el partido Conservador tampoco fue a los comicios; la nueva asamblea representaba, en realidad, una minoría…”''<ref>[[SIERRA_MÉNDEZ,_Justo | Justo Sierra]]. ''Evolución Política del Pueblo Mexicano.'' P. 315 citado por R. Orozco Farías. Ob. Cit. P. 159.</ref>.<br />
<br />
Por su parte uno de los más notables historiadores liberales del Siglo XIX, Francisco Bulnes, escribió: ''“En el México de 1858, de los nueve millones de población y con excepción a lo más de mil personas, todas eran devotas, supersticiosas, apegadas a su Religión como la corteza al árbol. Parece imposible a primera vista, que en diez años, cuatro o cinco librepensadores formen una pequeña escuela de jóvenes rojos intrépidos que no llegaban a cien y le impongan…leyes que los nueve millones de habitantes detestaban con todas las fuerzas de su alma…las [[MÉXICO._Reforma,_Guerra_y_Leyes_de | leyes de Reforma]] fueron acogidas por la mayoría del pueblo con ira, con horror, con asco, con desesperación, y sólo las armas pudieron imponerlas, sólo las armas las han sostenido eficazmente, y sólo al amparo de las armas van adquiriendo favor poco a poco en la conciencia nacional”''<ref>Rogelio Orozco F. Ob. Cit. P. 206.</ref>.<br />
<br />
El Partido Liberal, desengañado de la posibilidad de manejar a su antojo el poder espiritual se tornó sectario y perseguidor. El Art. 27 de la Constitución confiscó todos los bienes eclesiásticos excepto los templos. El Episcopado Mexicano explicó en su carta del 10 de Agosto de 1859 que “llegaron a creer (los liberales) ''que la irresistible fuerza de la Iglesia para salir siempre victoriosa era más física que moral, consistía menos en su doctrina y ministerio que en tesoros del Tabernáculo y en las cuantiosas rentas con que expensa el culto y atiende a sus muchas y grandes instituciones piadosas; creyóse que robándola todo estaría concluido”''<ref>Alfonso Alcalá-Manuel Olimón. ''Episcopado y Gobierno de México''. Ed. Paulinas. P. 26.</ref>. <br />
<br />
La confiscación de los bienes de la Iglesia llevó instantáneamente a muchos liberales de la mendicidad a la opulencia, y a los clérigos ilustrados a abandonar el campo liberal para abrazar la abierta apostasía.<br />
<br />
La promulgación de la Constitución de 1857 provocó una sangrienta guerra que transformó en ruinas al país. Versiones jacobinas de la historia presentan a la Iglesia como la culpable de ella, por su resistencia a las reformas que buscaban separar a la Iglesia del estado, lo cual es totalmente falso pues quien, desde la Independencia, buscó la separación fue la Iglesia, ante la oposición de un Estado republicano con ambiciones cesaropapistas.<br />
<br />
Ya los obispos mexicanos de esa época refutaron esas calumnias en la misma carta pastoral anteriormente señalada: ''“si la guerra que hoy está devorando nuestra desgraciada patria, reducida únicamente al orden político, no hubiese traspasado estos límites desbordándose hacia la religión y la Iglesia, nos habríamos reducido a llorar en silencio estos odios políticos, estas divisiones intestinas, esta guerra entre hermanos… Más por una lamentable desgracia no es así; la imparcialidad política del Episcopado y su interés decisivo por el bien de todos se han puesto en duda, no porque la hayan tenido los principales motores de la persecución a la Iglesia, sino porque sus tendencias, muy disfrazadas al principio, más perceptibles en seguida, manifiestas después y descaradas al fin, han sido, no precisamente el establecimiento de tal o cual idea exclusivamente política, sino la destrucción completa del catolicismo en México… cualquiera que, libre de pasión y conducido por una sana crítica, los examine (a los acontecimientos), verá con toda la luz de la evidencia: primero, que la Iglesia no ha hecho nunca oposición a ningún gobierno sino…cuando ha sido provocada por leyes y medidas que atacan o a su institución o a su doctrina o a sus derechos; segundo, que siempre se ha defendido exclusivamente con sus armas, que son las espirituales; y por último, que aún en esto lo ha hecho con suma prudencia y caridad heroica”''.<br />
<br />
Con el apoyo norteamericano logrado mediante el Tratado MacLane-Ocampo, la guerra de Reforma fue ganada por los liberales, y en 1860 pudieron ya aplicar la Constitución de 1857 y las [[MÉXICO._Reforma,_Guerra_y_Leyes_de | leyes de Reforma]] en toda la República.<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<references></references><br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[PATRONATO_REAL|PATRONATO REAL]]<br />
<br />
[[ITURBIDE,_Agustín_de|ITURBIDE, Agustín de]]<br />
<br />
[[CRISTIADA|CRISTIADA]]<br />
<br />
[[MÉXICO._Reforma,_Guerra_y_Leyes_de|MÉXICO. Reforma, Guerra y Leyes de]]<br />
<br />
[[RAMOS_ARIZPE,_José_Miguel|RAMOS ARIZPE, José Miguel]]<br />
<br />
[[MASONERÍA_EN_URUGUAY|MASONERÍA EN URUGUAY]]<br />
<br />
[[MÉXICO;_Camino_del_nacimiento_de_un_estado_laico_(III)|MÉXICO; Camino del nacimiento de un estado laico (III)]]<br />
<br />
[[MINERÍA;_Su_importancia_en_la_fundación_de_Hispanoamérica|MINERÍA; Su importancia en la fundación de Hispanoamérica]]<br />
<br />
[[ZAVALA_SÁENZ,_Lorenzo_de|ZAVALA SÁENZ, Lorenzo de]]<br />
<br />
[[SIERRA_MÉNDEZ,_Justo|SIERRA MÉNDEZ, Justo]]<br />
<br />
[[TEXAS|TEXAS]]<br />
<br />
[[INDEPENDENCIA_DE_MÉXICO;_El_Arzobispo_y_el_Emperador|INDEPENDENCIA DE MÉXICO; El Arzobispo y el Emperador]]<br />
<br />
[[DIEZMOS_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546|DIEZMOS DE LOS INDIOS; directrices de la Junta eclesiástica de 1546]]<br />
<br />
[[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia|YUCATÁN EN EL TIEMPO. Enciclopedia]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[CALIFORNIA;_Misiones|CALIFORNIA; Misiones]]<br />
<br />
[[SENO_MEXICANO;_Evangelización_del_Nuevo_Santander|SENO MEXICANO; Evangelización del Nuevo Santander]]<br />
<br />
[[TERESA_DE_MIER_Y_NORIEGA,_Servando|TERESA DE MIER Y NORIEGA, Servando]]<br />
<br />
[[GUADALUPE;en_la_independencia_de_México|GUADALUPE;en la independencia de México]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=RELACIONES_IGLESIA-ESTADO_EN_M%C3%89XICO._Siglo_XIX&diff=3705617
RELACIONES IGLESIA-ESTADO EN MÉXICO. Siglo XIX
2022-12-15T17:46:13Z
<p>Louvier: /* NOTAS */</p>
<hr />
<div>==SITUACIÓN AL MOMENTO DE LA INDEPENDENCIA==<br />
<br />
El «Plan de Iguala» con el que se proclamó la [[GUADALUPE;en_la_independencia_de_México | independencia de México]], y poco después los «Tratados de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]]» con los que se hizo realidad, señalaban que el trono del Imperio Mexicano se ofrecía, en primer lugar a Fernando VII o por su renuncia o no admisión a otros dos miembros de la familia real,<ref>Eran estos Francisco de Paula, y Carlos Luis de Borbón.</ref>o si ninguno de éstos aceptaba, entonces a quien el Congreso mexicano designara. Mientras tanto gobernaría provisionalmente una Regencia. <br />
<br />
Para los obispos mexicanos (Al momento de la Independencia existían diez obispados en un territorio dos veces mayor al actual), la situación resultó especialmente nueva pues nunca tuvieron contacto «directo» con Roma, pues este se llevaba a cabo a través de Madrid. La Independencia esta situación quedaba definitivamente clausurada y era necesario establecer nuevos métodos. <br />
<br />
Uno de los primeros asuntos a dilucidar por los dos poderes era el referente de la situación en que quedaba el Patronato. Los obispos se reunieron el 4 de Marzo de 1822 en una «Junta Interdiocesana» de la que salió un acuerdo que decía: ''“por la Independencia del Imperio cesó el uso del Patronato que en sus Iglesias se concedió por la silla Apostólica a los reyes de España…es necesario esperar igual concesión de la misma Santa Sede”''.<ref>Rogelio Orozco Farías. ''Fuentes Históricas de México 1821-1867''. P. 37.</ref> <br />
<br />
La Junta de Regencia contestó prudentemente dos días después: ''“Hasta la época nuestra, como asienta el Cabildo de esta Metropolitana, han sido los Reyes de España Patronos de esas iglesias… La Independencia pone en cuestión esta materia, y su resolución debe ser de acuerdo con el Romano Pontífice”''.<ref>Ibid. P. 38.</ref><br />
<br />
Pero en Roma no se consideraba ya necesario la existencia del Patronato y muchos funcionarios de la Curia romana veían mal otorgar nuevamente derechos sobre la actividad de la Iglesia a los nuevos gobiernos que, además de inestables, manifestaban ya rasgos de anticlericalismo. Además la Santa Sede había erigido desde 1620 la Congregación de «Propaganda Fide» que podría hacerse directamente cargo de la Evangelización. <br />
<br />
A pesar de su acentuado regalismo que sin empacho alguno le llevó a dejar abandonada a su grey, el Arzobispo de México Mons. Pedro José De la Fonte, publicó durante el período de la Regencia una carta pastoral en la que decía: ''“En todo tiempo he recomendado el deber sagrado que tenemos de obedecer a la potestad pública, hoy debo añadir que, aunque ésta por su naturaleza se haya sujeta a los acontecimientos políticos que la varían en su forma, nuestro ministerio conserva siempre su objeto y bases inmutables. La religión de que somos ministros prescribe obediencia a la actual potestad pública; la prescribió a la que ha precedido, y en su caso la prescribirá a las venideras, porque ni en los siglos futuros, presentes, ni pasados, puede haber facultad para alterar esta doctrina y predicar a otro Jesucristo”''.<ref>Ibid. P. 36.</ref><br />
<br />
A proposición firmada por 45 diputados encabezados por Valentín Gómez Farías, el Congreso Mexicano designó Emperador de México a [[ITURBIDE,_Agustín_de | Agustín de Iturbide]] el 19 de mayo de 1822. Dos meses después, el domingo 21 de julio, el arzobispo de Guadalajara Juan Ruiz de Cabañas y Crespo,<ref>El arzobispo de México Pedro de Fonte, tras cantar el «Te Deum» a la entrada del Ejército Trigarante a la ciudad de México el 27 de septiembre de 1821, huyó por Tampico hacia España donde permaneció hasta su muerte. Por eso la Coronación fue presidida por Juan Ruiz de Cabañas, Arzobispo de Guadalajara y simpatizante y participante de la causa de la Independencia desde las Juntas Secretas en La Profesa.</ref>entronizó en la Catedral Metropolitana al emperador Agustín I, y a su esposa la emperatriz Ana María Huarte. La ceremonia fue relatada de la siguiente manera: <br />
<br />
''“Del palacio, residencia de Iturbide, a la Catedral, había una vela o toldo usado en las procesiones, y la valla de soldados lujosamente vestidos, guardaba el paso a la imperial comitiva, cuya marcha abría un oficial con el escudo de armas del imperio yendo a su lado dos banderas con cruz roja en campo blanco, precedidas éstas por algunos soldados de caballería y escoltadas por otros de infantería; seguían las parcialidades de indígenas de San Juan y Santiago: las órdenes religiosas; los curas párrocos de México y sus alrededores: el Tribunal de [[MINERÍA;_Su_importancia_en_la_fundación_de_Hispanoamérica | Minería]]: el Protomedicato (el cuerpo médico) y los Consulados: la Universidad: el Ayuntamiento con sus mazas que presidian también a las diputaciones de los colegios; los títulos, jefes de oficinas y personas de distinción; la Diputación y la Audiencia; el Consejo de Estado y el Cuerpo Diplomático; a continuación se veían los ugieres, reyes de armas, pajes, el maestro de ceremonias y sus ayudantes; la comitiva de la emperatriz presidida por tres generales que llevaban sobre cojines la corona, el anillo y el manto imperial, una comisión del congreso y la emperatriz rodeada de las princesas sus hijas y las damas de honor.''<br />
<br />
''“Al fin aparecía Agustín I precedido por una comisión de cuatro generales con las mismas insignias que los de la anterior comitiva y además el cetro; acompañaba a Iturbide otra comisión del congreso, su padre, el príncipe imperial con un capitán de guardia, el mayordomo y limosneros mayores (administradores de Palacio), los ministros, edecanes y generales de alta graduación, cerrando la marcha la escolta y coches de Palacio''.<br />
<br />
''“En la puerta del centro, en el frente de la catedral, fueron recibidos Iturbide y su esposa bajo de palio por dos obispos y colocados en un trono chico, y al empezar la misa se arrodillaron en las gradas del altar mayor, pues el presbiterio tiene cuatro graderías de ascenso. El aspecto majestuoso de la Catedral daba gran valor a las festividades allí celebradas, hiriendo la imaginación el presbiterio rodeado de luces colocadas en las estatuas que ejercen funciones de candeleros para las hachas. El aspecto de la Catedral es imponente en su interior y a pesar de sus defectos arquitectónicos, se siente impresionado todo aquel que por primera vez penetra en tan vasto edificio, cuya sencillez es extremada (…) el Presidente del congreso (Valentín Gómez Farías) puso sobre la cabeza de Iturbide la corona, y éste a su vez llevó otra sobre la de su esposa; ambos fueron adornados con las insignias imperiales y en seguida pasaron a ocupar el trono grande; a su tiempo pronunció el obispo celebrante (Juan Ruíz de Cabañas) las palabras de «Vivat Imperator in aeternum» (Viva el Emperador Eternamente)”''.<ref>Manuel Rivera Cambas, ''México Pintoresco, Artístico y Monumental'', (3Vol.)<br>https://www.adncultura.org/la-coronacion-de-iturbide-en-la-catedral-de-la-ciudad-de-mexico</ref><br />
<br />
Pero siguiendo las intrigas del embajador de los Estados Unidos Joel Robert Poinsett, Antonio López de Santa Ana y Antonio Echeverri se levantaron en armas contra Iturbide y el 19 de Marzo de 1823 el Emperador abdicó y se exilió en Italia, estableciéndose en México el sistema Republicano Federal.<br />
En 1823 el sistema federal era totalmente extraño a la nación mexicana (como hoy lo sería la monarquía), y su establecimiento provocó una grave inestabilidad política que se tradujo en innumerables conflictos; en 12 años, de 1824 a 1835, la Presidencia de la República cambió de manos 16 veces. Esta situación fue especialmente fomentada por la acción de la [[MASONERÍA_EN_URUGUAY | masonería]] del Rito Yorkino, fundado en México en 1824 por el ministro norteamericano Joel Robert Poinsset, y por sus aliados, los masones del Rito Nacional Mexicano fundado en 1826, en el que militaban muchos eclesiásticos como [[RAMOS_ARIZPE,_José_Miguel | Miguel Ramos Arizpe]], José Ma. Alpuche y Fray [[TERESA_DE_MIER_Y_NORIEGA,_Servando | Servando Teresa de Mier]]. Estos conflictos produjeron el debilitamiento económico y militar que permitió poco después la mutilación del territorio nacional a favor de los Estados Unidos.<br />
<br />
Los distintos gobiernos liberales de esa época quisieron que la Iglesia se subordinara al Estado a cambio de ofrecerle una situación privilegiada. Por ello la Constitución Federal de 1824, calcando el regalismo borbónico, proclamaba que la religión católica era la única, y al mismo tiempo afirmaba que ''“el [[PATRONATO_REAL | Patronato real]] es de derecho inherente a la soberanía nacional”''. Pero la Iglesia había sufrido bastante con las intromisiones de los reyes y no estaba dispuesta a tolerar el regreso de una situación semejante.<br />
<br />
Así, mientras la Iglesia luchaba por su separación del Estado, éste buscaba someter a la Iglesia a su tutela, y es por ello que en ese tiempo, los liberales consideraron reaccionaria la separación Iglesia-Estado, y explica también por qué cuando las constituciones de los estados preveían que el Estado debía fijar y pagar los gastos del culto, el clero lo juzgó inadmisible y protestó con vehemencia<ref>Jean Meyer. ''[[CRISTIADA | La Cristiada]].'' Ed. Siglo XXI Vol. II. P. 21.</ref>.<br />
<br />
En esos intentos liberales por erigir unilateralmente un «neopatronato», las órdenes religiosas constituían un especial obstáculo (como también lo fueron para el regalismo borbónico) por la obediencia a los superiores de las órdenes, los que generalmente residen en Roma. Por ello son muy reiterativas las leyes de ese tiempo contra los conventos, hasta que Gómez Farías decretó la expulsión de los religiosos.<br />
<br />
Al parecer había otros intereses –además del neopatronato- para expulsar a las órdenes religiosas; en el acuerdo de los altos dignatarios de la Gran Logia La Luz, tomado en 1829 decía ''“… convencidos de que el clero es un obstáculo permanente a las reformas del Partido Americano (yorkino) pues resiste a la colonización (norteamericana) de [[TEXAS | Texas]], el Rito Nacional Mexicano adopta en todas sus partes el plan político o programas de reformas… 2ª Abolición de los privilegios del clero y la milicia. 3º Supresión de las instituciones monásticas…”''<ref>Rogelio Orozco F. Ob. Cit. P. 50-51.</ref>. Los franciscanos fueron expulsados y sus misiones confiscadas; [[TEXAS | Texas]] quedó abandonada en manos de los colonizadores norteamericanos, nombrándose después como jefe de ellos a [[ZAVALA_SÁENZ,_Lorenzo_de | Lorenzo de Zavala]], importante dirigente del Rito Nacional y más tarde vice-presidente de la República de Texas.<br />
<br />
==PRIMEROS INTENTOS POR ESTABLECER UN NEOPATRONATO EN MÉXICO==<br />
<br />
El gobierno republicano era consciente de la importancia que tenía la Iglesia en México, por lo que de inmediato buscó la forma de restablecer el control que sobre ella habían ejercido los monarcas borbones. Fray José María Marchena, sacerdote dominico nacido en Perú, fue enviado a Roma en julio de 1823 con la misión secreta de seguir los pasos del desterrado emperador Agustín Iturbide, y para que se informara sobre las disposiciones y la actitud de la Santa Sede con respecto a la Independencia de Hispanoamérica y de la forma republicana de sus gobiernos. <br />
Su tarea era también la de espiar los pasos que daba el autoexiliado y regalista arzobispo de México, Pedro [[INDEPENDENCIA_DE_MÉXICO;_El_Arzobispo_y_el_Emperador | José de Fonte]], y de indagar sobre ''“cómo se piensa en la Corte de Roma acerca de nuestra independencia, y si hay disposición para entrar en Concordato para arreglar nuestros negocios eclesiásticos”''.<ref>Luis MEDINA ASCENSIO, ''México y el Vaticano'' Vol.I, Ed. JUS México 1965, p.69</ref><br />
<br />
En enero de 1824 Marchena pudo dialogar con León XII, pero por el carácter privado de su comisión no entró en asuntos eclesiásticos, sino que se limitó en manifestarle al Papa el interés que tenía el gobierno de México de enviar un comisionado oficial para hacer un Concordato. En aquella oportunidad el Papa le expresó su disponibilidad para tratar con un comisionado de Méjico, pero aclarándole que lo recibiría en calidad de persona privada, como lo quería la política de neutralidad de la Santa Sede, y que estaba dispuesto a tratar cuanto negocio eclesiástico se le propusiese, ''“ya que él, en tales casos, se despojaba de su autoridad de Monarca; que la [[GUADALUPE;en_la_independencia_de_México | independencia de México]] no la reconocería sino hasta después que lo hiciesen los demás gobiernos”''.<ref>Ibid, p.71</ref><br />
<br />
En los primeros años de la vida independiente de los países americanos, el Papa León XII se vio en una difícil situación disyuntiva, pues Fernando VII nunca se resignó el haber perdido las «colonias» y murió sin reconocer a las nuevas naciones. España era también hija de la Iglesia, pero Fernando VII, regalista como su padre y su abuelo, amenazó al Papa con ir hasta el cisma si éste nombrara para América obispos no propuestos por él; de haber aceptado el Papa sus propuestas esos obispos no hubieran podido poner un pie en América. El resultado fue que América se fue quedando sin obispos. En México pronto sólo quedaron los de Puebla, Oaxaca y [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]], y para 1829 no quedó uno solo.<br />
<br />
Marchena regresó a Méjico en marzo de 1825, y a viva voz informó al gobierno corroborando lo que ya había dicho por carta del 29 de enero de un año antes,<ref>Ibid, p.71, nota 29</ref>sobre la buena disposición de la curia romana para establecer relaciones con Méjico. Ante tan buenas noticias, el gobierno apresuró los pasos para nombrar a la persona que oficialmente lo representaría ante el gobierno pontificio, cargo para el que fue escogido el presbítero Pablo Vásquez, quien partiría no como diplomático, sino como enviado eclesiástico.<br />
<br />
==MÉXICO SIN OBISPOS==<br />
<br />
De Méjico don Pablo Vázquez partió el 21 de mayo de 1825, pero la protesta que el gobierno mexicano hizo por el «breve» pontificio por el que la Santa Sede puso en pausa el reconocimiento de las independencias hispanoamericanas, le mantuvo alejado de Roma hasta el 28 de junio de 1830. Por otra parte, la inestabilidad política y el clima de guerra civil que se vivía en México en esos primeros años de la República, hizo que se perdiera la mediación de Francia, la cual había allanado las dificultades diplomáticas que ponían los representantes de la Santa Alianza y el gobierno español para aceptar a los hispanoamericanos en Roma.<br />
<br />
Mientras Vásquez esperaba en Europa nuevas instrucciones del gobierno mejicano, murió el último obispo que quedaba en la República mexicana, monseñor Joaquín Pérez Martínez, obispo de Puebla, que falleció en el año 1829. Al igual que en el resto de los países hispanoamericanos, México se quedó sin obispos. Esta situación hizo que el gobierno de Méjico considerara como de sumo interés que don Pablo Vásquez regularizara la situación de la Iglesia.<ref>R. GÓMEZ CIRIZIA, México ante la diplomacia vaticana, FCE. México, 1977, p. 225</ref><br />
<br />
Una vez que se hubo encontrado la manera de organizar su permanencia en Roma, Pablo Vázquez se interesó por conseguir audiencia con el cardenal Albani, secretario de Estado de Su Santidad, la que consiguió el 4 de julio de 1830.<ref>Una vez llegado a Roma, Vásquez encontró hospitalidad en casa del colombiano Ignacio Sánchez de Tejada y por escrito se dirigió, el 1 de Julio de 1830, al cardenal Albani para informarlo de su llegada y para pedirle una entrevista. La respuesta del cardenal fue inmediata, diciéndole que lo recibiría el Domingo siguiente en su residencia hacia horas de la noche. Puntualmente se presentó Vásquez, el 4 de julio hacia las 10 de la noche, en el palacio de la consulta, al frente del Quirinal, para el coloquio con Albani; cf., Asv, Segr. Stato, 279, fase., 3, busta 593, 1830-1836.</ref>En los primeros días y por todo el tiempo que duró la permanencia de Vásquez en Roma, pudo contar con los buenos oficios del jesuita mejicano Ildefonso Peña, que ya conocía la ciudad y cruzaba buena amistad con personas influyentes de la Curia romana, como los cardenales Albani y Cappellari.<br />
<br />
Cuando Vásquez se presentó ante el secretario de Estado de Pío VIII, sin titubeos le manifestó el objeto de su misión: conseguir obispos residenciales para Méjico, así como en 1827 León XII los había dado para la Gran Colombia, mostrándose decidido a no aceptar, de ninguna manera, «vicarios apostólicos».<ref>Los Vicarios apostólicos como remedio a la falta de obispos, fue una solución implementada en Chile y Argentina para evitar la amenaza de cisma que el rey Fernando VII hizo si Roma nombraba obispos sin haber sido propuestos por el monarca español.<br>Todo este negocio se encuentra en Asv, Segr. Stato, Esteri, 279, fases., 2, 3 y 8, busta 593, 1830-1836; AA.EE.SS., A. III, Messico, fases., 585-587, 1829-183 1; L. MEDINA ASCENSIO, México y el Vaticano..., 1, 182-203; R. GÓMEZ CIRIZIA, México ante la diplomacia vaticana, 190-191; J. RAMÍREZ CABAÑAS, Las Relaciones entre México y el Vaticano..., 108; P. LETURIA, Relaciones..., II, 369-</ref><br />
<br />
La decisión con la que se presentaba Vásquez para defender su pedido hacía prever qué las negociaciones no resultarían para nada fáciles, porque la política de Pío VIII frente al caso hispanoamericano consistía en un regresar a la moderación, que la neutralidad pontificia requería. Pío VIII fue muy respetuoso, quizá demasiado respetuoso, del derecho español del Patronato de Indias, razón por la cual consideró que la mejor solución para el problema patronal en que se encontraba la iglesia de Hispanoamérica eran los vicarios apostólicos.<ref>Cf., AA.EE.SS., A. III, Argentina, fase., 15, 1826-1831; ID., A. III, fase. 5, 1829-1833; Asv., Segr. Stato, Esteri, 279, fases., 2 y 5, busta 592, 1824-1829.</ref><br />
<br />
Las conversaciones entre el enviado mexicano y el secretario de Estado se prolongaron durante los restantes meses de 1830 pero, ante la obstinación de las partes y la permanente interferencia del embajador de España Pedro Gómez Labrador,<ref>El gobierno de Madrid conservaba la esperanza de reconquistar el territorio de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], a donde había mandado en 1829 a Isidro Labrador que se encontró con el fracaso, pero de este traspiés no se tenía noticia en España, ni en Roma, cf., L. MEDINA ASCENSIO, ''México y el Vaticano''..., 1, 183.</ref>Vásquez no pudo satisfacer a su gobierno, ni encontrar en Pío VIII una respuesta para sus peticiones.<br />
<br />
==EL CAMBIO CON GREGORIO XVI==<br />
<br />
Con la muerte del papa Pío VIII ocurrida el 30 de noviembre de 1830, a Vásquez que ya había recibido su pasaporte para retornar a su patria, no le quedaba otra esperanza que postergar su viaje de regreso a México, y confiar en las consoladoras palabras que el cardenal Cappellari le dirigiera antes de entrar en la sala del Cónclave: ''“Ruegue usted a Dios que nos dé un pontífice amigo de México”''.<ref>Citado por L. MEDINA ASCENSIO, ''México y el Vaticano'', Vol.I, 189; Pedro LETURIA, Relaciones..., II, 378.</ref>Palabras estas que si bien estaban dichas al enviado mexicano, tenían sabor continental.<br />
<br />
El Cónclave terminó el 2 de febrero de 1831 con la providencial elección del cardenal Cappellari como el 254° sucesor de San Pedro, quien tomó el nombre de Gregorio XVI. El 28 de febrero de 1831, apenas veinte días después de iniciar su pontificado, Gregorio XVI nombró obispos a seis sacerdotes mexicanos para ocupar las diócesis de Puebla, Linares (Monterrey), Durango, Michoacán, Chiapas y Guadalajara. Por vez primera fueron nombrados obispos para México sin haber sido propuestos por el rey de España; desde entonces Fernando VII solo pudo contemplar cómo el [[PATRONATO_REAL | Patronato Real]] desaparecía en América, y con él su injerencia en ella.<br />
<br />
El neopatronato no prosperó porque los nuevos obispos mexicanos protestaron con energía contra el «cesaropapismo» liberal. El Obispo de Linares escribió al Congreso de [[SENO_MEXICANO;_Evangelización_del_Nuevo_Santander | Tamaulipas]] en Marzo de 1834: ''“Los magistrados civiles, que son los que presiden y gobiernan civilmente, en lo que es puramente temporal, las repúblicas y todos los reinos, reciben su autoridad de los pueblos, para regirlos y gobernarlos nada más que temporalmente; pero jamás se les confiere por esto autoridad alguna espiritual, ni temporal anexa a la espiritual. Son muy distintas las dos potestades y jamás se ha podido equivocar en sus funciones, sino después que la depravación janseanística ha introducido estas intolerables competencias. La Iglesia no la fundaron los emperadores, ni los reyes, ni los gobernadores, ni los congresos; la fundó sólo el Hijo de Dios… Él sólo la adquirió, no con precios corruptibles de oro y plata, como dice San Pedro: la adquirió con su preciosísima Sangre, y la fundó sin haber tomado dictamen, ni parecer, ni consejo a los reyes ni a los príncipes de la tierra; y sin contar con ellos para nada, manda a sus Apóstoles autorizados ya por Él mismo”''.<ref>Rogelio Orozco Farías. Fuentes Históricas de México 1821-1867. p. 69</ref><br />
<br />
Por su parte, el Obispo de Michoacán, Juan C. Portugal escribió a Gómez Farías: ''“Nadie tiene derecho, cualquiera que sea el fundamento que alegue, para hacer el nombramiento de obispos, si no goza de este derecho por la Santa Sede Apostólica”''<ref>Ibid. P. 73.</ref>. El gobierno de Gómez Farías contestó expulsando del país a Mons. Belauzarán y a Mons. Portugal, junto con los obispos de Durango y Chiapas.<br />
<br />
Al tomar para sí el derecho de patronato y de elección de obispos (nombramiento que hubiera recaído en los sacerdotes que militaban en las logias), alegando que el Presidente de México era el sucesor del Rey de España, Gómez Farías manifestó bien pronto su anticlericalismo. Dio por suprimidos los votos religiosos y los [[DIEZMOS_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | diezmos]]; decretó la completa expulsión del clero en la enseñanza y la supresión de la Universidad de México.<br />
<br />
Debido a que estas medidas movilizaron en su contra a toda la sociedad, el Partido Liberal fue barrido. ''“Santa Ana, que jamás había tenido predilección por las causas perdidas, al sentir que cambiaba el viento se separó de Gómez Farías, lo cual le permitió volver al poder como defensor de la Iglesia y la legislación liberal fue anulada…”''<ref>Jean Meyer. ''[[CRISTIADA | La Cristiada]].'' Ed. Siglo XXI Vol. II. P. 25.</ref>.<br />
<br />
==LA REFORMA LIBERAL DE 1857==<br />
<br />
La inestabilidad política permaneció en los años siguientes. En 1837 los texanos se independizaron de México y en 1847, tras solicitar su incorporación a los Estados Unidos, el presidente de esta nación, James Polk declaró la guerra a México, guerra que el General Ulises S. Grant consideró ''“como una de las más injustas que alguna vez se ha hecho”''<ref>Ulises S. Grant. ''Personal Memories'' Vol. I. Pág. 53. Citado por Rogelio Orozco Ob. Cit. P. 118.</ref>, y que arrebató a México los territorios de [[CALIFORNIA;_Misiones | California]] y Nuevo México. Tras la venta del territorio de La Mesilla (Diciembre de 1853), estalló la enésima revolución contra el enésimo gobierno del Gral. Santa Ana.<br />
<br />
Triunfante la Revolución de Ayutla, los liberales recuperaron el poder e iniciaron lo que se conoce como «Reforma». ''“El conflicto nació de la existencia de un Estado volátil, cambiante, inestable, frente a una Iglesia fuerte, estable…Para los conservadores, la tentación era grande, así como para sus primos los liberales, de controlar la Iglesia. El conflicto más visible era el que oponía la reforma liberal al clero; pero el que oponía la Iglesia a los conservadores no era menos real… Hay protecciones tan duras y penas como las persecuciones. De haber existido un Estado fuerte, el conflicto habría sido otro, o ninguno. La Reforma quería hacer de la organización religiosa un asunto de administración pública y de las cuestiones religiosas cuestiones políticas, lo que era mucho más grave que confiscar bienes religiosos”''<ref>Jean Meyer Ob. Cit. P. 27-28.</ref>.<br />
<br />
En 1856 el gobierno de Ignacio Comonfort convocó a un [[MÉXICO;_Camino_del_nacimiento_de_un_estado_laico_(III) | Congreso Constituyente]] para redactar una nueva Constitución, la cual se proclamó en Febrero del siguiente año. Don [[SIERRA_MÉNDEZ,_Justo | Justo Sierra]] dice: ''“el Congreso que emanó del triunfo de la revolución de Ayutla era la representación oficial de la nación; la realidad era otra: la nación rural no votaba, la urbana e industrial obedecía la consigna de sus capataces o se abstenía también y el partido Conservador tampoco fue a los comicios; la nueva asamblea representaba, en realidad, una minoría…”''<ref>[[SIERRA_MÉNDEZ,_Justo | Justo Sierra]]. ''Evolución Política del Pueblo Mexicano.'' P. 315 citado por R. Orozco Farías. Ob. Cit. P. 159.</ref>.<br />
<br />
Por su parte uno de los más notables historiadores liberales del Siglo XIX, Francisco Bulnes, escribió: ''“En el México de 1858, de los nueve millones de población y con excepción a lo más de mil personas, todas eran devotas, supersticiosas, apegadas a su Religión como la corteza al árbol. Parece imposible a primera vista, que en diez años, cuatro o cinco librepensadores formen una pequeña escuela de jóvenes rojos intrépidos que no llegaban a cien y le impongan…leyes que los nueve millones de habitantes detestaban con todas las fuerzas de su alma…las [[MÉXICO._Reforma,_Guerra_y_Leyes_de | leyes de Reforma]] fueron acogidas por la mayoría del pueblo con ira, con horror, con asco, con desesperación, y sólo las armas pudieron imponerlas, sólo las armas las han sostenido eficazmente, y sólo al amparo de las armas van adquiriendo favor poco a poco en la conciencia nacional”''<ref>Rogelio Orozco F. Ob. Cit. P. 206.</ref>.<br />
<br />
El Partido Liberal, desengañado de la posibilidad de manejar a su antojo el poder espiritual se tornó sectario y perseguidor. El Art. 27 de la Constitución confiscó todos los bienes eclesiásticos excepto los templos. El Episcopado Mexicano explicó en su carta del 10 de Agosto de 1859 que “llegaron a creer (los liberales) ''que la irresistible fuerza de la Iglesia para salir siempre victoriosa era más física que moral, consistía menos en su doctrina y ministerio que en tesoros del Tabernáculo y en las cuantiosas rentas con que expensa el culto y atiende a sus muchas y grandes instituciones piadosas; creyóse que robándola todo estaría concluido”''<ref>Alfonso Alcalá-Manuel Olimón. ''Episcopado y Gobierno de México''. Ed. Paulinas. P. 26.</ref>. <br />
<br />
La confiscación de los bienes de la Iglesia llevó instantáneamente a muchos liberales de la mendicidad a la opulencia, y a los clérigos ilustrados a abandonar el campo liberal para abrazar la abierta apostasía.<br />
<br />
La promulgación de la Constitución de 1857 provocó una sangrienta guerra que transformó en ruinas al país. Versiones jacobinas de la historia presentan a la Iglesia como la culpable de ella, por su resistencia a las reformas que buscaban separar a la Iglesia del estado, lo cual es totalmente falso pues quien, desde la Independencia, buscó la separación fue la Iglesia, ante la oposición de un Estado republicano con ambiciones cesaropapistas.<br />
<br />
Ya los obispos mexicanos de esa época refutaron esas calumnias en la misma carta pastoral anteriormente señalada: ''“si la guerra que hoy está devorando nuestra desgraciada patria, reducida únicamente al orden político, no hubiese traspasado estos límites desbordándose hacia la religión y la Iglesia, nos habríamos reducido a llorar en silencio estos odios políticos, estas divisiones intestinas, esta guerra entre hermanos… Más por una lamentable desgracia no es así; la imparcialidad política del Episcopado y su interés decisivo por el bien de todos se han puesto en duda, no porque la hayan tenido los principales motores de la persecución a la Iglesia, sino porque sus tendencias, muy disfrazadas al principio, más perceptibles en seguida, manifiestas después y descaradas al fin, han sido, no precisamente el establecimiento de tal o cual idea exclusivamente política, sino la destrucción completa del catolicismo en México… cualquiera que, libre de pasión y conducido por una sana crítica, los examine (a los acontecimientos), verá con toda la luz de la evidencia: primero, que la Iglesia no ha hecho nunca oposición a ningún gobierno sino…cuando ha sido provocada por leyes y medidas que atacan o a su institución o a su doctrina o a sus derechos; segundo, que siempre se ha defendido exclusivamente con sus armas, que son las espirituales; y por último, que aún en esto lo ha hecho con suma prudencia y caridad heroica”''.<br />
<br />
Con el apoyo norteamericano logrado mediante el Tratado MacLane-Ocampo, la guerra de Reforma fue ganada por los liberales, y en 1860 pudieron ya aplicar la Constitución de 1857 y las [[MÉXICO._Reforma,_Guerra_y_Leyes_de | leyes de Reforma]] en toda la República.<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<references></references><br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[PATRONATO_REAL|PATRONATO REAL]]<br />
<br />
[[ITURBIDE,_Agustín_de|ITURBIDE, Agustín de]]<br />
<br />
[[CRISTIADA|CRISTIADA]]<br />
<br />
[[MÉXICO._Reforma,_Guerra_y_Leyes_de|MÉXICO. Reforma, Guerra y Leyes de]]<br />
<br />
[[RAMOS_ARIZPE,_José_Miguel|RAMOS ARIZPE, José Miguel]]<br />
<br />
[[MASONERÍA_EN_URUGUAY|MASONERÍA EN URUGUAY]]<br />
<br />
[[MÉXICO;_Camino_del_nacimiento_de_un_estado_laico_(III)|MÉXICO; Camino del nacimiento de un estado laico (III)]]<br />
<br />
[[MINERÍA;_Su_importancia_en_la_fundación_de_Hispanoamérica|MINERÍA; Su importancia en la fundación de Hispanoamérica]]<br />
<br />
[[ZAVALA_SÁENZ,_Lorenzo_de|ZAVALA SÁENZ, Lorenzo de]]<br />
<br />
[[SIERRA_MÉNDEZ,_Justo|SIERRA MÉNDEZ, Justo]]<br />
<br />
[[TEXAS|TEXAS]]<br />
<br />
[[INDEPENDENCIA_DE_MÉXICO;_El_Arzobispo_y_el_Emperador|INDEPENDENCIA DE MÉXICO; El Arzobispo y el Emperador]]<br />
<br />
[[DIEZMOS_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546|DIEZMOS DE LOS INDIOS; directrices de la Junta eclesiástica de 1546]]<br />
<br />
[[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia|YUCATÁN EN EL TIEMPO. Enciclopedia]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[CALIFORNIA;_Misiones|CALIFORNIA; Misiones]]<br />
<br />
[[SENO_MEXICANO;_Evangelización_del_Nuevo_Santander|SENO MEXICANO; Evangelización del Nuevo Santander]]<br />
<br />
[[TERESA_DE_MIER_Y_NORIEGA,_Servando|TERESA DE MIER Y NORIEGA, Servando]]<br />
<br />
[[GUADALUPE;en_la_independencia_de_México|GUADALUPE;en la independencia de México]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=REGALISMO_BORB%C3%93NICO&diff=3705553
REGALISMO BORBÓNICO
2022-11-08T21:23:50Z
<p>Louvier: </p>
<hr />
<div>==Influjo de la nueva etapa de los Borbones en la América española==<br />
<br />
Mientras en España se abre la era borbónica, en sus Indias se abre su edad más determinada políticamente por las ideas de la ilustración moderna. Algunas coyunturas históricas íntimamente entrelazadas entre sí, con reflejos mutuos, tienen un peso notable en el [[INDEPENDENCIA_DE_IBEROAMÉRICA;_factores_en_su_proceso | proceso de independencia]] de los territorios españoles en América. <br />
<br />
Algunos Estados juegan un papel predominante en el ajedrez político de Europa: Francia, el Sacro Romano Imperio Germánico (Austria-Alemania), Inglaterra y España. Francia vive todavía en el cenit su sol de hegemonía, mientras que España, todavía una potencia importante, comienza a dar síntomas de una crisis que en el siglo siguiente la sumirá en el ocaso de su imperio ultramarino y en una cadena de guerras civiles internas intermitentes. En el siglo XVIII aún cuenta con las Indias americanas, a las cuales Inglaterra mira con ojos de pirata.<br />
<br />
Europa influirá más ahora que anteriormente en Indias, acortadas las distancias por la moderna navegación, vive una vida nueva, antagónica en muchos aspectos, en su mentalidad a la época antecedente. Al pretender colocarse Inglaterra al frente del mundo moderno, con su espíritu mercantilista, implanta el individualismo económico, la diferencia de clases y el colonialismo de signo pragmatista. Muchas ideas de pensadores ingleses pasan a Francia donde ya el [[CARTA_PASTORAL_CONTRA_LA_FE_RACIONALISTA | racionalismo]] de los enciclopedistas ilustrados como Voltaire, Diderot, Montesquieu y un crecido número de intelectuales, marcan las pautas del pensamiento filosófico, social y político.<br />
<br />
En lo religioso se extiende en el mundo protestante anglosajón y alemán, y en el católico de Francia, un deísmo amorfo; hostil a todo signo sobrenatural de la revelación cristiana. Esta hostilidad se encuentra más específicamente desarrollada en ciertos círculos del mundo intelectual francés: el del mundo racionalista ilustrado. <br />
<br />
En el campo ético-moral se abre paso un relativismo y un nihilismo que impone la ética de la utilidad subjetiva. En lo político, si antes había predominado el absolutismo de los reyes y la concepción protestante del origen divino de su poder, teorías expuestas ya a comienzos del siglo XVII por el rey Jacobo Estuardo I de Inglaterra, teoría luego extendida en la Francia de Luis XIV, fundando así su control del Derecho y de la Religión (galicanismo), ahora ya en pleno «siglo de las luces» prevalece el absolutismo más enraizado y el regalismo político. <br />
<br />
Dios queda en un segundo plano al colocar al individuo como «medida de todas las cosas», que tendrá como una de sus consecuencias la reducción de la religión a puro subjetivismo, a la negación de una Revelación sobrenatural, y por lo tanto la reducción de la Iglesia a una institución meramente «política» al servicio del Estado absoluto y autárquico.<br />
<br />
España al terminar la guerra de sucesión (1714), verdadera primera guerra “europea” y prácticamente “mundial”, se siente sometida a los criterios de la política de “equilibrio” entre las Potencias, criterio ya establecido en la paz de Westfalia (1647) tras la guerra de los Treinta Años en cuyos tratados se impuso aquella política como criterio de las relaciones internacionales. <br />
<br />
En tal paz sellada en Westfalia, los criterios religiosos fueron totalmente excluidos en las relaciones internacionales, impuesto el criterio ya establecido en el siglo anterior con motivo de las guerras de religión en el centro de Europa entre católicos y protestantes, del “cuius regnum et illius et religio” (el poder estatal establece que tipo de confesión religiosa sería o protegido o permitido o tolerado en cada Estado), introduciéndose el principio de la tolerancia religiosa para las minorías religiosas permitidas en cada Estado. <br />
<br />
Los nuevos criterios propuestos eran de exclusivo carácter político y económico mercantilista. Estos criterios fueron aplicados literalmente tras la Guerra de Sucesión al Trono español, colocando a la casa francesa de los Borbones al frente de la Monarquía española. <br />
<br />
Uno de los puntos fundamentales como consecuencia de aquellos principios fue la repartición de los dominios de la Monarquía Española, dando a las Potencias que habían participado en la Guerra de Sucesión, contrarias a la Casa de Borbón triunfante en la España peninsular, los diversos territorios europeos extra peninsulares de la antigua Casa reinante española, ahora extinguida tras la muerte del rey Carlos II de la Casa española de los Austrias. <br />
<br />
Los dominios de la Monarquía española de los Borbones conservaban, además de la España peninsular, los Territorios Americanos y las Filipinas. Felipe V de Borbón se vio así en el centro de un mundo que se perdía y otro que iba a nacer. A partir de él la Casa de Borbón española imprimirá su sello distintivo a la fisonomía política y al gobierno administrativo, tanto en la Península como en las Américas.<br />
<br />
En las Indias (la América española) continua fundamentalmente el régimen antiguo, aunque a lo largo del siglo XVIII se verán profundamente cambiadas por las reformas estructurales y administrativas introducidas por los Borbones, especialmente por Carlos III de Borbón, reformas que también estableció en España, donde los influjos del pensamiento ilustrado europeo llegaron y se afianzaron en los círculos más selectos de su mundo intelectual. <br />
<br />
Hay que notar que en la España del siglo XVIII nace y crece una ilustración típica española, reformista convencida, pero no racionalista o agnóstica. Este pensamiento reformista andando el tiempo pasará a la América española y tendrá aquí un notable influjo en el proceso de sus independencias desde el punto de vista ideológico a través de personalidades como el benedictino Dom Benito Feijoo, el marqués de Campomanes, Mayans, Melchor de Jovellanos y otros personajes de primer orden que en España ocuparon las más altas esferas del Estado, como los ministros italianos de Carlos III, Esquilache y Grimaldi, y los españoles Aranda, Floridablanca, Campomanes, Manuel de Roda, Francisco Cabarrús (afrancesado y ministro del rey usurpador José I), por citar sólo algunos más conocidos. <br />
<br />
Estos fenómenos y este pensamiento ilustrado reformista influirán en el futuro próximo, tanto en la España peninsular como en la América hispana, donde a nivel popular, e incluso entre parte de su clero, se conservan los lazos de su tradición y de su ser hispánico con todo el legado impreso por las dos centurias precedentes; pero con el tiempo se darán serias contraposiciones y luchas enconadas entre tendencias opuestas, con dolorosas consecuencias en el mismo clero, con frecuencia dramáticamente dividido en los procesos de las Independencias. <br />
<br />
En el siglo XVIII o de «las luces», tanto en la España peninsular como en la América hispana, comenzarán a echar sus raíces aquellos fenómenos que darán origen al profundo antagonismo, globalmente hablando, entre las dos Españas: la tradicional y la reformista, la tradicional-conservadora y la liberal-reformista. Pero además estas divisiones y tendencias se agudizan con características propias en la América española, donde se asiste a un llamado afrancesamiento del mundo intelectual (no hay que olvidar que el mundo intelectual estaba compuesto en gran mayoría de clérigos), mientras, otro sector se aferra a un tradicionalismo a veces pesadamente arcaico. <br />
<br />
Con el cambio de dinastía y las reformas introducidas por los Borbones se da una mayor centralización administrativa y un férreo control por parte de la administración regia, rompiendo la plurisecular tradición histórica española de los derechos forales de sus territorios y de la concepción plurisecular de la monarquía; se comienza a introducir de manera siempre más precisa y radical una visión de los Territorios Americanos bastante diferente a como los consideraba la antigua tradición jurídica y administrativa española desde los tiempos de los Reyes Católicos (la concepción foral de la monarquía castellana) y luego bajo sus sucesores de la Casa de los Austrias. <br />
<br />
Ahora, en las Indias se implanta en un crecimiento, siempre más fuerte y controlado, un sistema fundamentalmente mercantilista según las teorías económicas imperante en la Europa de ese tiempo que ve aquellos territorios como una fuente económica casi de tipo colonial, mucho antes que este sistema se impusiera como criterio de dominio y explotación a partir del siglo XIX por parte de las Potencias europeas, y que ya habían inaugurado los colonos ingleses y holandeses en sus colonias americanas y asiáticas (en este caso los holandeses) con sus fuertes Compañías Comerciales de las Indias Occidentales y Orientales, y con la trata atlántica de esclavos impulsada y alargada ya desde el siglo XVII. <br />
<br />
En las Indias Americanas españolas se pone ahora un mayor control, por personas casi todas de la metrópoli, o educadas en la misma si de cuna criolla, que van engrosando la creciente burocracia, nutrida de miembros de una clase de raíces aristocráticas, pero también de una clase comercial media y alta emergente.<br />
<br />
Esta burocracia «burguesa» se pondrá a dirigir la cosa pública en suelo americano, considerado ya no como provincias o reinos de las «Españas» (título que ostentaban los Reyes españoles para indicar la pluralidad de su composición en igualdad de derechos y deberes), sino en la práctica como territorios «coloniales» en el concepto definido por Montesquieu de territorios, ''“que hay que explotarlos como rentables”,'' razón única del colonialismo. <br />
<br />
La concepción economicista vino a concretarse en la institución de las Intendencias, nacidas ya en Francia como ideas administrativas económicas. Este régimen contribuyó a estrechar el cerco fiscal en las Indias ya consideradas en la práctica como «colonias» productivas.<br />
<br />
==La Iglesia hispana bajo el regalismo borbónico==<br />
<br />
La Iglesia se vio envuelta en las corrientes centralistas de la época bajo las ideas regalistas, que predominando en otros lugares de Europa también calaron en parte en las Españas del momento, teniendo además presente que el regalismo borbónico quiso controlar la vida de la Iglesia incluso en la gestión mínima de sus estructuras, como el nombramiento de obispos y otros cargos eclesiásticos, con un notable peso, que se verá de modo particular en los momentos de las Independencias americanas y su papel, incluso con fuertes cargos de conciencia por parte de sus obispos que habían jurado fidelidad al Rey. <br />
<br />
Eso se ve en el regalismo que, en el siglo XVIII, va tomando un tono cada vez más secular, con una mínima conexión con el Papa, al que, sin negar en absoluto su primacía, en la práctica, y sin llegar a los excesos del galicanismo eclesiástico y político en Francia, del jurisdicionalismo borbónico napolitano o al más radical josefinismo austriaco o del febronianismo alemán, en el mundo hispano se expresa en una fiel obediencia a la Monarquía católica de los Borbones. <br />
<br />
Carlos III, bajo cuyo reinado la [[JESUITAS_(Compañia_de_Jesús) | Compañía de Jesús]] es expulsada de los territorios del [[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso | Imperio español]] en 1767, influirá de manera determinante en su total supresión a nivel universal bajo el pontificado Clemente XIV, es exponente máximo de esta mentalidad y praxis bajo sus ministros reformistas Campomanes, Aranda, Floridablanca, Roda y otros ministros, por otra parte, de notable nivel intelectual ilustrado. <br />
<br />
Las ideas de Carlos III querían abarcar todos los niveles no sólo de la vida administrativa, política y comercial de las Españas, sino también de su vida eclesiástica, como la reforma de los seminarios, de las órdenes religiosas y de todas las instituciones eclesiásticas. En este sentido Carlos III podría bien ser comparado, aunque en menor medida a su contemporáneo el emperador del Sagrado Imperio Romano Germánico (Austria), José II.<br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
<br />
AYALA, M. J. de, ''Diccionario de gobierno y legislación de Indias'', (ed. M. M. del Vas Mingo), Cultura Hispánica, Madrid, 1991<br />
<br />
EGAÑA, Antonio De, ''Historia de la Iglesia en la América Española'', BAC, Madrid 1956.<br />
<br />
<br />
'''EDUARDO MUÑOZ BORRERO''' <br />
<br />
'''Síntesis de su Intervención en el Encuentro académico sobre las celebraciones de los “Bicentenarios de las Independencias Latinoamericanas”''' <br />
<br />
'''©[[CONSEJO_EPISCOPAL_LATINOAMERICANO_(CELAM) | CELAM]] – SANTA FE DE BOGOTÁ. (Complemento introductorio del DHIAL)'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[CARTA_PASTORAL_CONTRA_LA_FE_RACIONALISTA|CARTA PASTORAL CONTRA LA FE RACIONALISTA]]<br />
<br />
[[CONSEJO_EPISCOPAL_LATINOAMERICANO_(CELAM)|CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO (CELAM)]]<br />
<br />
[[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso|IMPERIO ESPAÑOL; razones de su ocaso]]<br />
<br />
[[INDEPENDENCIA_DE_IBEROAMÉRICA;_factores_en_su_proceso|INDEPENDENCIA DE IBEROAMÉRICA; factores en su proceso]]<br />
<br />
[[JESUITAS_(Compañia_de_Jesús)|JESUITAS (Compañia de Jesús)]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=FILIPINAS._Inicio_de_su_incorporaci%C3%B3n_a_la_Corona_espa%C3%B1ola&diff=3705419
FILIPINAS. Inicio de su incorporación a la Corona española
2022-07-04T17:09:14Z
<p>Louvier: </p>
<hr />
<div>==Descubrimiento del Archipiélago de las Filipinas==<br />
<br />
''“El sábado 16 de marzo de 1521, dimos hacia la aurora con una tierra elevada, distante alrededor de trescientas leguas de las islas de los Ladrones y por nombre Zamal”'' escribe Antonio Pigafetta.<ref>Antonio Lombardo Pigafetta (nacido entre 1480 y 1491), llegado a España formando parte del séquito del nuncio Francesco Chierigati cuando éste fue nombrado nuncio apostólico del papa Adriano VI ante el rey don Carlos, y que nos dejará una especie de crónica de aquel viaje: «Relación del Primer Viaje alrededor del Mundo. Noticias del Mundo Nuevo con las figuras de los países que se descubrieron», Venecia, 1524 (ed. Paris, 1525; Madrid, Fortanet, 1899).</ref>Magallanes se propuso mantener la paz con los isleños obedeciendo a las disposiciones de los reyes españoles de anunciarles la fe católica. Puede decirse que ya a partir de Magallanes comienza la evangelización y conversión al cristianismo de los isleños que aceptaron voluntariamente ser bautizados, dándose los primeros bautismos a partir del 14 de abril de ese mismo año. <br />
<br />
Bien puede asentarse que con la llegada a Filipinas de la expedición de Magallanes y Elcano el 16 de marzo del año 1521, se inicia la historia cristiana en aquellas islas. ''“Los primeros bautismos de indígenas filipinos, cifrados en unos 800, fueron administrados por el clérigo Pedro de Valderrama, capellán de la expedición de Fernando Magallanes, en la isla de Cebú. El segundo en ejercer el ministerio sería el canónigo Juan de vivero, que llegó a Cebú en 1566. Se pueden citar otros nombres aislados, pero en realidad la evangelización del archipiélago fue iniciada por los [[AGUSTINOS | agustinos]] (1565) y continuada por los franciscanos (1578), a los que posteriormente se unieron los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] (1581) los dominicos (1587) y los recoletos de San Agustín (1606). Pero este proceso ya debe ser encuadrado en otro capítulo de esta larga historia”''.<ref>Sobre esta historia de la evangelización en Filipinas: cf. P. Borges (Obra dirigida por), ''Historia de la Iglesia en Hispanoamérica y Filipinas'', BAC, II, Madrid 1992, 721-774. La cita en p. 721.</ref><br />
<br />
Magallanes sintió con emoción aquellos bautismos por lo que quiso también establecer la dominación formal de aquellas islas bajo la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona española]]. Comenzaba así, una etapa de estrechos lazos entre estas islas asiáticas y España. Desde entonces compartirían múltiples expresiones culturales, en parte y por algunos grupos también el idioma, y sobre todo la fe católica, además de producirse un intercambio o [[CULTURA_Y_SOCIEDAD_EN_HISPANOAMÉRICA | mestizaje cultural]] en varias modalidades que sigue presente hasta nuestros días.<br />
<br />
Pero ya en el marco de la primera expedición marítima de Magallanes se vivió un hecho trascendente en la historia de la evangelización del archipiélago de las Filipinas: la celebración en ellas de la primera Misa, el 31 de marzo, domingo de Pascua. Poco después se daban los primeros bautismos: el del jefe Carlos (Humabón) y de su mujer Juana, quienes recibieron de Magallanes como regalo una imagen del Niño Jesús, conocida como el «Niño Jesús de Cebú», símbolo por excelencia de la cristiandad filipina.<ref>El Santo Niño de Cebú es la primera imagen cristiana llegada a Filipinas. Se trata de un niño Jesús de bellísima factura, de unos 30 cms. de altura, realizado en madera polícroma y, según se cree, en Flandes. El Niño porta en la mano izquierda una esfera de oro representando al mundo, buena prueba de que los marinos sabían bien que el mundo que pretendían circunvalar era redondo, y valiosa premonición de que alcanzarían su propósito, así como una corona de oro y varios ornamentos donados por los fieles. La imagen será bendecida por el Papa San Pablo VI, con ocasión de su visita a Filipinas, el 28 de abril de 1965, y luego por San Juan Pablo II en 1981.</ref> <br />
<br />
==La primera Misa en Filipinas==<br />
<br />
Aunque la verdadera evangelización se retrasó hasta la expedición de Legazpi en 1565, en 1521 se puso la primera piedra de la construcción de la nación filipina, pues el Cristianismo contribuyó de manera esencial en la creación de la conciencia histórica de la misma, al otorgar la unidad a un espacio humano, cultural y geográfico muy fragmentado (Filipinas es un archipiélago formado por más de siete mil islas); pero lo más importante es que aportó una visión de la vida y una conciencia de trascendencia que sigue impregnando al pueblo filipino y le inserta de lleno en el mundo hispánico. <br />
<br />
En parte junto a la lengua española, que no se extendió como lo fue en Hispanoamérica,<ref>En Filipinas el español tuvo una difusión bastante limitada, aunque oficial en la administración y en centros educativos, pero tras la ocupación norteamericana de 1898, la nueva Potencia colonial impuso el inglés en la escuela y en la administración, con el abandono explícito de la lengua española.</ref>o junto a la historia compartida de tres siglos, lo que define en gran medida la llamada «[[HISPANIDAD | hispanidad]]» es la manera de vivir el catolicismo. <br />
<br />
La celebración de la primera Misa en el archipiélago constituye todo un símbolo: Filipinas es un bastión del catolicismo en Asia y la tercera nación del mundo con más presencia de católicos; y ello se debe a la evangelización de los misioneros (fundamentalmente de España y de México), que llegaban a estas tierras pasando necesariamente por [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], y al impulso de unos monarcas que antepusieron el servicio a lo espiritual sobre los intereses materiales como lo demuestra un nutrido acerbo documental conservado en el Archivo General de Indias (AGI) de Sevilla. <br />
<br />
Y estos dos preciados títulos de nobleza espiritual se mantienen pese a los intentos estadounidenses, desde 1898, fecha de la derrota española por los estadounidenses y de su ocupación militar de las Filipinas por la Potencia norteamericana, de apagar el catolicismo y protestantizar a la nación. La política norteamericana, decidida a imponer la lengua inglesa, hicieron llegar a Filipinas miles de maestros, que al mismo tiempo ejercían un proselitismo religioso de cariz protestante de varias confesiones, y la enseñanza del castellano quedó prohibida.<ref>Cf. https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/publicaciones_centros/PDF/manila_2004/07_thaddeus_baut<br>El español nunca se habló de forma mayoritaria en Filipinas, como ocurriera en Hispanoamérica con una lengua común, el español (o castellano) que le permite su vertebración cultural, administrativa, social, política y religiosa. El caso ha sido diferente en Filipinas, donde el castellano o español bajo España fue generalmente una lengua franca, pero no mayoritaria sobre todo en la mayoría rural de la población, donde predominaron siempre las muy numerosas lenguas aborígenes y el tagalo generalizado. Un uso progresivamente más extendido del español podría haber ocurrido si Filipinas si hubiera independizado en 1898 en vez de caer bajo la soberanía de Estados Unidos, hasta 1946 —con el paréntesis de tres años de ocupación japonesa— siendo el inglés la lengua que desempeñaría ese rol de lingua franca.</ref> <br />
<br />
''“La fe cristiana es la herencia más grande, profunda y duradera de los más de tres siglos de presencia española en Filipinas”'', pues la fe llegó a Filipinas por medio de España, un ''“modelo de entendimiento, elevación y fusión de los pueblos”''.<ref>Discurso del Nuncio de Su Santidad en España, monseñor Bernardito Auza, filipino, a la Conferencia Episcopal Española conmemorando el V centenario de la primera misa-evangelización en Filipinas (1522-2022).</ref>Efectivamente, en Filipinas, como en América, la obra evangelizadora de España se manifestó también de forma especial en un [[CULTURA_Y_SOCIEDAD_EN_HISPANOAMÉRICA | mestizaje cultural]] alargado de las poblaciones. Es significativo que la primera obra impresa en esa Cristiandad naciente en el Oriente fue un catecismo en tagalo, mientras se prohibía la esclavitud y se unificaba a españoles y filipinos bajo un mismo régimen jurídico.<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<references></references><br />
<br />
<br />
'''FIDEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[HISPANIDAD|HISPANIDAD]]<br />
<br />
[[AGUSTINOS|AGUSTINOS]]<br />
<br />
[[CULTURA_Y_SOCIEDAD_EN_HISPANOAMÉRICA|CULTURA Y SOCIEDAD EN HISPANOAMÉRICA]]<br />
<br />
[[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas|EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA; contribución de los jesuitas]]<br />
<br />
[[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio|CORONA ESPAÑOLA: Su papel en la evangelización y en los derechos del indio]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=MESTIZAJE_CULTURAL;_Escritura_pictogr%C3%A1fica,_jerogl%C3%ADfica_y_alfab%C3%A9tica&diff=3705361
MESTIZAJE CULTURAL; Escritura pictográfica, jeroglífica y alfabética
2022-06-20T16:57:02Z
<p>Louvier: </p>
<hr />
<div>== La Palabra de Dios, el lenguaje temporal y la escritura. ==<br />
<br />
La transmisión de la Revelación como «encarnación» de la Palabra en la conciencia y en la cultura, implica la temporalidad y el lenguaje - en el hombre no existe uno sin el otro -; a su vez, el lenguaje temporal «resuena» (como diría San Agustín) y se vuelve signo extrínseco en la escritura, sea ésta pictográfica o ideográfica o fonética en la conciencia primitiva; sea alfabética en la conciencia crítica. Pero tanto en una como en la otra, el mensaje permanece siempre el mismo. Solamente deberá cambiar la modalidad de la transmisión. <br />
<br />
La Revelación cristiana es histórica, aunque su contenido sea meta-histórico. No puede no ser sino temporal en su manifestarse desde que está dirigida al hombre; por eso la Palabra de Dios ingresa al tiempo, aunque sea infinitamente trascendente a la palabra interior del hombre; lo que pasa es que, cuando nosotros hablamos, enseña San Agustín comentando el Evangelio de San Juan, decimos palabras que “''suenan y desaparecen''”. En cambio, cuando es Dios quien habla (o nos habla), esta palabra es dicha y permanece. <br />
<br />
Cierto es que, en el hombre, existe una palabra (la palabra interior que es palabra del ser) sin la cual no conoceríamos la Palabra divina, que se pronuncia interiormente y se «encarna» fuera por el sonido. Pero la Palabra que la sustenta, que es la Palabra infinita, es inmutable (aunque se «encarne» en el tiempo). Y esta Palabra es, ante todo, el mismo Cristo. Verbo del Padre, por quien y para quien todo ha sido hecho; en la creación, Dios dice y aparece lo creado. Cuando se revela al hombre, dice y su Palabra ingresa al tiempo y el Verbo permanece inmutable. Y en cuanto Él es el Verbo que a todo sustenta, su presencia es a mí más íntima que mi propia presencia. <br />
<br />
Como dice el incomparable San Agustín: “''Multo est ille (Dios) praesentior''” (El es mucho más vivo) (Obras, Tomo XIII). Vistas así las cosas, Dios mismo se-revela, ante todo en la creación cuyos signos a Él remiten si los sabemos leer; pero el Hijo, que es misiva por naturaleza, se revela en la historia de Israel; es decir, en el tiempo de preparación de la salvación del hombre. A Moisés le revela la inefabilidad de Sí mismo cuando le da a conocer su Nombre: “Yo soy el que soy” (Ex. 3, 14); obsérvese que digo la inefabilidad de Sí mismo, porque su mismo ser permanece en el misterio insondable. <br />
Pero su palabra ya ha penetrado en el tiempo, es decir, se ha hecho histórica, se ha «encarnado» en el tiempo: la Palabra ha sido dicha en el Silencio eterno y se ha "encarnado" y "resuenan" en el tiempo. Primero en el tiempo de la preparación; después cuando llega la “''plenitud del tiempo''” (Gal. 4, 4), la Revelación deja ya de tener intermediarios porque ahora la Revelación es el mismo Cristo, ya sea su propia Persona, ya sus propias palabras, ya en la Iglesia asistida por el Espíritu Santo hasta el fin del tiempo. <br />
<br />
Cristo es la revelación misma de Dios (Mt. 16, 16), es el Reino y la salvación que anuncia, y esto lo pone a infinita distancia de toda otra religión que es solamente la transmisión de un mensaje estrictamente humano (como el taoísmo o el budismo), o la elaboración de mitos también humanos como los de las religiones precolombinas. Con Cristo, la historicidad de la Revelación que alcanza en Él su plenitud, se traduce en el lenguaje: es, primero, verbo interior (lenguaje interior y común a todos los hombres) y, luego, es verbo exterior (lenguaje exterior) que se diversifica en los hombres y en los pueblos. <br />
De ahí que el arameo del Señor, que era su lengua materna en el tiempo, era, por eso mismo, «encarnación» de la Palabra en el lenguaje temporal, que es el modo natural de comunicación entre los hombres. Semejante lenguaje, significado en los signos de la escritura, es el modo ineludible de transmisión y, en él, se asume la persona y la cultura del hombre y del pueblo que se expresa por ese lenguaje y por esa escritura. Maravilla, en verdad, este acuerdo profundísimo entre el mensaje sobrenatural de salvación (que radica en la eterna Palabra que es el Hijo) y la estructura natural del hombre, destinatario del mensaje. <br />
<br />
Si lo vemos desde el hombre, la primera palabra suya es, como ya dije, la palabra del ser (o la verdad) que constituye su palabra interior y silenciosa; en cuanto temporal, éste debe encarnarse fuera, en el presente del tiempo, como palabra exterior generadora del lenguaje por cuyo medio los hombres se comunican entre sí. Cuando se trata de una conciencia humana en estado de simpatía con el todo (conciencia primitiva), la comunicación (que es transmisión) se efectúa por medio de los signos concretos de las cosas mismas (escritura pictográfica, ideográfica o fonética); cuando se trata de una conciencia (como la de los griegos o romanos) que ya han creado una distancia crítica con el todo, la comunicación se efectúa por medio de la abstracción propia de la escritura alfabética. <br />
<br />
En uno y otro caso, el mensaje transmitido es el mismo. Se «encarna» en el tiempo a cuyo presente se convierten todo el pasado y todo el futuro; por eso, semejante «encarnación» de la Palabra ha de asumir todo el pretérito (humano y cultural), y todo el futuro que por la expectación se espera, en este concreto presente en el cual se manifiesta la Palabra. Por eso, el misionero, que es, si lo es de veras, otro Cristo (casi diría Cristo mismo), transmite el mensaje de salvación en el tiempo histórico presente, según el grado de la conciencia receptiva, sea primitiva, sea crítica. Semejante «encarnación» habrá de adoptar la totalidad propia e intransferible de la conciencia receptiva; por eso los misioneros españoles adoptaron la escritura pictográfica y las ideográficas como medio apto para comenzar la transmisión de la Palabra.<br />
<br />
== Ingreso de la escritura aborigen a la naturaleza de la escritura alfabética ==<br />
<br />
<br />
El lenguaje temporal, vehículo de la «encarnación» de la Palabra, se expresa en la escritura pre-alfabética de las culturas amerindias. Y esto es así porque la conciencia primitiva, en virtud de su estado de inmediatez con lo otro, está orientada hacia el singular. El Padre Borges que ha dedicado un capítulo de una de sus obras a la psicología india, muestra cómo, el entendimiento indígena ''"estaba estructurado para captar lo real, lo singular, sin aptitud para las abstracciones y rebelde a toda composición y complicación mental"''.<ref>Pedro Borges, O.F.M., ''Métodos misionales en la cristianización de América'', Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, 1960, p.78</ref><br />
<br />
Este originario sentido de lo concreto-inmediato, requería aquella total sencillez de los primeros catecismos y explica perfectamente porqué los misioneros equiparaban (como lo hubiese hecho Vico) la mentalidad indígena con la mentalidad infantil. Lo importante es percibir que esta calificación no implica (al menos no debía implicar) el menor menosprecio, sino la objetiva explicación de un «estado». <br />
<br />
Este originario e inicial sentido de lo singular-concreto, lleno de la riqueza inmediata que ofrece lo individual, exige la representación directa de la cosa singular y de ahí la escritura «por pinturas», es decir, de la escritura pictográfica. Trátase, pues, como puede verse en los catecismos pictográficos que los esforzados misioneros inventaron sobre las pictografías más antiguas, de la directa «pintura material» de los objetos. <br />
<br />
Sin embargo, el dibujo que sugiere el «nombre» de la cosa (ideografía), representa un gran adelanto hacia la abstracción (que ya ha comenzado) el dibujo que sugiere el nombre de la cosa (ideografía); y la distancia crítica que apenas comienza con la representación del hombre, se hace posible con la significación de los «fonemas» (escritura fonética).<br />
<br />
Tanto [[BENAVENTE_(MOTOLINIA),_Fray_Toribio_de | Toribio de Benavente]] (Motolinía) como [[CLAVIJERO,_Francisco_Javier | Francisco Javier Clavijero]] hacen referencia a los «libros» de los mexicanos, compuestos de ''“caracteres y figuras, que ésta era su escritura a causa de no tener letras, sino caracteres.”''<ref>[[BENAVENTE_(MOTOLINIA),_Fray_Toribio_de | Toribio de Benavente]], ''Historia de los Indios de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]],'' p.2; [[CLAVIJERO,_Francisco_Javier | Francisco Javier Clavijero]], ''Historia antigua de México'', p. 530 y ss.</ref>No otra cosa testimonia fray [[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray | Bernardino de Sahagún]] cuando afirma que ''“esta gente no tenía letras ni caracteres algunos, ni sabían leer ni escribir, comunicábanse por imágenes y pinturas, y todas las antiguallas suyas y libros que tenían de ellas estaban pintados con figuras e imágenes''”.<ref>[[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray | Bernardino de Sahagún]], ''Historia general de las cosas de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]]'', Libro X, Relación del autor digna de ser notada, n° 31 (p. 583), siempre en la 6 edición del P. Ángel María Garibay.</ref><br />
<br />
Lo anterior explica por qué en el Calmécac,<ref>En el [[MEXICO_PREHISPÁNICO;_Su_cosmovisión_ante_a_la_Evangelización | México prehispánico]], el [[CALMECAC | Calmecac]] fue la escuela donde se formaban los hijos de los nobles o de los sacerdotes.</ref>los [[AZTECAS | aztecas]] enseñaran sus tradiciones ''"por medio del aprendizaje de memoria"'' por falta de escritura como la nuestra.<ref>Miguel León-Portilla, ''La [[FILOSOFÍA_Náhuatl | Filosofía Náhuatl]],'' Ed. UNAM, México 1983, p.9</ref>Algunos han observado que la pictografía azteca ''"estaba llegando a la etapa de la fonética silábica, que es una parte importante de la escritura jeroglífica de Egipto"''.<ref>George C. Vaillant, ''La civilización azteca'', versión española de Samuel Vasconcelos, FCEM, 4 ed. México, 1966, p.193</ref>Sea como fuere, sin alfabeto, no había tomado aquella distancia crítica y abstracta con el objeto y tendía a expresar la unión simpática con el todo. El lenguaje temporal expresaba, pues, el estadio propio de la conciencia indígena y en él había de «encarnarse» el Verbo, «habitar» y hacerse indio. Solamente así había de desmitificar su mundo y, asumiéndolo, transfigurarlo en su nuevo ser cristiano. <br />
<br />
El misionero, que se expresaba en un lenguaje temporal alfabético desde hacía milenios, tenía ante sí un doble cometido: debía aprender el lenguaje pre-alfabético del indio y, al mismo tiempo, con el propósito de fijar la doctrina, debía «encarnar», verter, traducir el mensaje en la propia lengua indígena. Sobre todo este último propósito produjo un fenómeno extraordinario e irreversible sobre el cual no se ha llamado suficientemente la atención: hizo ingresar casi de golpe la lengua indígena al estadio alfabético. <br />
<br />
En realidad, una vez que los misioneros aprendieron las [[MISIONEROS_Y_LENGUAS_EN_HISPANOAMÉRICA | lenguas indígenas]], como lo dice tan bien el Padre Juan Guillermo Durán, "las transportaron de inmediato -con maestría de verdaderos peritos- al conjunto de signos o caracteres fonéticos del alfabeto latino (fonemas), dando origen de este modo al fonetismo completo de las milenarias escrituras precolombinas.”<ref>Juan Guillermo Durán, ''Monumenta Catechetica Hispanoamericana.'' I “Los catecismos pictográficos”, p. 95</ref><br />
<br />
La inmediatez de la conciencia primitiva respecto de la naturaleza, creaba la necesidad de apelar siempre a las imágenes, a las pinturas y a los colores para expresar las representaciones de las cosas; sin embargo, nuevamente con el Padre Durán, ''"las [[MISIONEROS_Y_LENGUAS_EN_HISPANOAMÉRICA | lenguas indígenas]] cuyos fonemas pudieron ser traducidos sin mayores dificultades a la escritura alfabética, pronto abandonaron la jeroglífica prehispánica imperfecta y complicada"''.<ref>Ibídem, p. 125</ref><br />
<br />
El obispo de Tlaxcala Fray [[GARCÉS,_Fray_Julián | Julián Garcés]], señalaba que análogo fenómeno se había dado con los iberos, en tiempos de Sertorio, cuando aquéllos aprendieron de los romanos el alfabeto griego y latino.<ref>''Carta al Papa Paulo III'', en Guillermo López de Lara, ''Ideas tempranas de la política social en Indias'', JUS, México, 1977, p.345</ref>Solamente después, a medida que las [[MISIONEROS_Y_LENGUAS_EN_HISPANOAMÉRICA | lenguas indígenas]] comenzaron a ser aprehendidas por la mentalidad hispánica, se escribieron vocabularios en base a caracteres latinos, y se pudieron construir las primeras «gramáticas». <br />
<br />
Pero significaba un verdadero ingreso de la lengua pre-alfabética a la escritura alfabética; es decir, se trata de un acto de entrar, de penetrar in vivo al estadio alfabético, y semejante acto fue posible por el castellano que le donó su propia estructura. Salváronse así las [[MISIONEROS_Y_LENGUAS_EN_HISPANOAMÉRICA | lenguas indígenas]] y comenzaron a fijar la memoria de los actos y los hechos, y se enriqueció el castellano con la novedad de la savia indígena originaria. <br />
<br />
Tratábase, pues, de un «ingreso» que al mismo tiempo, constituía un salto inconmensurable, cualitativo. Los indios, al ponerse en contacto con el castellano, comenzaron a usar el alfabeto latino, lo cual hizo posible la conservación de documentos tan importantes como por ejemplo, el «Popol Vuh». Como dice su editor Adrián Recinos, los indios, usando el alfabeto latino, no solamente compusieron frases en el nuevo idioma, sino que les sirvió ''"para transcribir las palabras y los textos de las [[MISIONEROS_Y_LENGUAS_EN_HISPANOAMÉRICA | lenguas indígenas]]".'' <br />
<br />
Y esto era un verdadero «mestizaje cultural», como se pone de manifiesto en aquel libro ''"escrito pocos años después de la conquista española, en la lengua quiché, «con auxilio del alfabeto castellano»"''.<ref>''Introducción al Popol-Vuh. Las antiguas historias del Quiché.'' Traducidas del texto original con introducción y notas de Adrián Recinos, FCE México, 4 ed. 1960, p. 9</ref><br />
<br />
Existe, pues, un ingreso y un ascenso, una articulación gramatical y una asunción de la lengua y la escritura primitiva a la lengua y a la escritura alfabética. Este salto cualitativo es irreversible y gracias a él, hoy podemos comprobar, en ediciones bilingües por ejemplo, el mutuo enriquecimiento de la lengua castellana y de la lengua indígena. Pero jamás hubiese sido posible sin la fecundación vital del espíritu hispánico. Se corrobora que España es la fundadora del Nuevo Mundo.<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<br />
<references/><br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
<br />
Benavente Toribio de, ''Historia de los Indios de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]],'' Ed. Castalia, Madrid, 1985<br />
<br />
Borges Pedro, O.F.M., ''Métodos misionales en la cristianización de América'', Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid, 1960<br />
<br />
Clavijero Francisco Javier, ''Historia antigua de México.'' Ed. Porrúa, Colección Sepan cuantos, N° 29 México<br />
<br />
Durán Juan Guillermo, ''Monumenta Catechetica Hispanoamericana.'' (Siglos XVI-XVIII) UCA, Buenos Aires 1984<br />
<br />
León-Portilla Miguel, ''La [[FILOSOFÍA_Náhuatl | Filosofía Náhuatl]],'' Ed. UNAM, México 1983<br />
<br />
López de Lara Guillermo, ''Ideas tempranas de la política social en Indias'', JUS, México, 1977<br />
<br />
Recinos Adrián ''Introducción al Popol Vuh. Las antiguas historias del Quiché''. FCE México, 4 ed. 1960<br />
<br />
Sahagún Bernardino de, ''Historia general de las cosas de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]]'', Ed. Porrúa, México. 6 edición<br />
<br />
Vaillant George C., ''La civilización azteca'', versión española de Samuel Vasconcelos, FCEM, 4 ed. México, 1966<br />
<br />
<br />
'''ALBERTO CATURELLI'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[AZTECAS|AZTECAS]]<br />
<br />
[[BENAVENTE_(MOTOLINIA),_Fray_Toribio_de|BENAVENTE (MOTOLINIA), Fray Toribio de]]<br />
<br />
[[CLAVIJERO,_Francisco_Javier|CLAVIJERO, Francisco Javier]]<br />
<br />
[[CALMECAC|CALMECAC]]<br />
<br />
[[FILOSOFÍA_Náhuatl|FILOSOFÍA Náhuatl]]<br />
<br />
[[GARCÉS,_Fray_Julián|GARCÉS, Fray Julián]]<br />
<br />
[[MEXICO_PREHISPÁNICO;_Su_cosmovisión_ante_a_la_Evangelización|MEXICO PREHISPÁNICO; Su cosmovisión ante a la Evangelización]]<br />
<br />
[[MISIONEROS_Y_LENGUAS_EN_HISPANOAMÉRICA|MISIONEROS Y LENGUAS EN HISPANOAMÉRICA]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray|SAHAGÚN, Bernardino de Fray]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca&diff=3705333
TENOCHTITLAN; Capital del pueblo Azteca
2022-06-13T21:48:45Z
<p>Louvier: </p>
<hr />
<div>== ==<br />
<br />
En el centro del Lago de [[TEXCOCO | Texcoco]], el pueblo azteca levantó su capital en el año de 1325 y le llamó ''Meshico Tenochtitlan''. La etimología de la palabra Meshico,( Metzli-xitle-co) es “en el centro de la luna”, pero tiene varias interpretaciones; así Benavente dice que “''el cual nombre ellos tomaron de su principal dios o ídolo el cual tenía dos nombres, conviene a saber, Vitzilipuchtli y el otro Mexitli''”<ref>Benavente, Capítulo 7, p.146;</ref>Por su parte el nombre de Tenochtitlan (Lugar de la fruta que sale de piedra) fue tomado “''por causa de un árbol que allí hallaron, que se llamaba michtli, el cual salía de una piedra, a la cual llamaban tetl, de manera que se diría fruta que sale de piedra''.”<ref>Ibídem.</ref> <br />
<br />
Humboldt dice que ''“El nombre de México es también de origen indio. En la lengua azteca significa la habitación del dios de la guerra, llamado Mextli o [[HUITZILOPOCHTLI | Huitzilopochtli]]. Sin embargo, parece que antes del año 1530 se llamaba más comúnmente aquella ciudad Tenochtitlan que no México.''”<ref>Humboldt, p. 5. </ref>La historia de la fundación de México-Tenochtitlan se mezcla con las nubosidades de la leyenda sobre la migración de las tribus nahuas desde un mítico lugar llamado «Aztlán», cuya ubicación permanece hasta la fecha en el misterio, pero que dio a la tribu el nombre de «azteca». <br />
<br />
Cuando los [[AZTECAS | aztecas]] o mexicas llegaron al Valle de México a principios del siglo XIV, casi todo el Valle era dominado por el Señorío de Atzcapotzalco y el Señorío de [[TEXCOCO | Texcoco]]. “''Los mexicas no lograban tener aún un sitio definitivo para fundar su ciudad, ni siquiera habían obtenido el respeto de los otros señoríos, que continuaban hostigándolos (…) los mexicas, severamente diezmados, fueron confinados en un paraje inhóspito y lleno de víboras (…) Sobrevivieron a la penuria y fueron invitados a combatir como aliados de Culhuacán en la guerra contra [[XOCHIMILCO | Xochimilco]]. Concluida esta guerra, obtuvieron su libertad, tras los cual se internaron en el lago de [[TEXCOCO | Texcoco]] y escogieron la isla de mayor tamaño para fundar su ciudad''”<ref>Escalante, p.160</ref>La ciudad se edificó a partir de dos barrios: el principal y más grande llamado precisamente «México» y a cuyos moradores llamaban ''mexicas''; el otro barrio era llamado «Tlatelulco» ''“que en su lengua quiere decir isleta, porque allí estaba un pedazo de tierra más alto y seco que lo otro, que era manantiales y carrizales.”''<ref>Benavente, p. 146-147</ref><br />
<br />
Una alianza con los señoríos de [[TEXCOCO | Texcoco]] y Tlacopan permitió a los mexicas vencer a los de Atzcapotzalco, y poco a poco se convirtieron en el Reino más poderoso, imponiéndose a muchos otros; primero hacia la zona tlahuica (Morelos) y otomí (Xilotepec) y más tarde hacia el Golfo de México, obligando a los pueblos de estas regiones a pagarles tributos. Esto permitió el crecimiento y esplendor de la ciudad de México-[[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]]. [[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN | Moctezuma]] I “''dirigió obras indispensables para el crecimiento de la ciudad y el control del agua, entre otras, la construcción de un acueducto para llevar agua potable de Chapultepec a México (…) la nobleza creció, los palacios se enriquecieron y la vida cortesana se adornó con lujos y etiqueta.”''<ref>Escalante, p. 170</ref>El engrandecimiento de México-Tenochtitlan se realizó a costa de los tributos –cada vez más exagerados- que eran exigidos a los pueblos sometidos. Esta fue una de las principales razones por las que varias naciones indígenas se aliaron con los españoles cuando éstos arribaron a Mesoamérica en 1519. <br />
<br />
Siendo una ciudad situada dentro del Lago de [[TEXCOCO | Texcoco]], sólo se podía acceder a ella a través de tres calzadas: “''por la una que es al poniente salían a tierra firme a media legua, porque de esta parte está México cercana a la tierra; por las otras dos calzadas que son al mediodía y al norte, por la que está al mediodía, habían de ir cerca de dos leguas, y por la otra del norte habían de ir una legua hasta salir a tierra firme; de la parte de oriente está cercada toda de agua y no hay calzada ninguna.”''<ref>Benavente. Cap. 8, p. 151.</ref> <br />
<br />
Es quizá [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]] quien, en sus «[[CORTÉS_HERNÁN;_Cartas_de_relación | Cartas de Relación]]» a Carlos V, nos da la descripción más detallada de lo que fue «la Gran [[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]]» : ''“Esta gran ciudad de Temixtitán está fundada en esta laguna salada (…) Es tan grande la ciudad como Sevilla y [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]]. Son las calles de ella, digo las principales, muy anchas y muy derechas, y algunas de estas y todas las demás son la mitad de tierra, y por la otra mitad es de agua, por la cual andan sus canoas, y todas las calles, de trecho en trecho, están abiertas, por donde atraviesa el agua de las unas a las otras, y en todas estas aberturas que algunas son muy anchas, hay sus puentes (…) por muchas de ellas pueden pasar diez de a caballo juntos a la par (…) Tiene esta ciudad muchas plazas, donde hay continuos mercados y trato de comprar y vender. Tiene otra plaza tan grande como dos veces la ciudad de Salamanca…”''<ref>Cortés. [[CORTÉS_HERNÁN;_Cartas_de_relación | Cartas de Relación]]. 2 v. 5, en De la Torre Ernesto, Tomo I, p. 174-175</ref><br />
<br />
Los mayores edificios de la ciudad eran los «teocalli» (templos) construidos como pirámides truncadas en honor de los dioses [[AZTECAS | aztecas]]. El «gran teocalli» llamado también «templo mayor» ''“tenía 97 metros de base; formando una pirámide truncada tal, que desde lejos parecía un enorme cubo, sobre cuya cima se levantaban pequeños altares, cubiertos de cúpulas construidas de madera. La punta en que terminaban estas cúpulas estaba a 54 metros de altura sobre la base del edificio.”''<ref>Humboldt, p. 114</ref> <br />
<br />
La construcción de este templo concluyó en 1487 y fue dedicado a los dioses [[HUITZILOPOCHTLI | Huitzilopochtli]] y [[QUETZALCÓATL | Quetzalcóatl]]. ''“Ese mismo año de 1487 Ahuitzotl, Emperador de los [[AZTECAS | Aztecas]], y tío de un muchacho que iba a ser [[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN | Moctezuma]], iba a celebrar la dedicación del gran teocalli (casa de dios) o templo principal en la Gran [[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]]. La solemnidad debía costar la vida a un crecido número de víctimas que, en opinión de Torquemada, fueron 72,344; ixtlilxóchitl las apreciaba en 80,000 y los [[CÓDICES_precolombinos | códices]] Telleriano y Vaticano en solo 20,000, cifra todavía horrorosa.”''<ref>Schlarman. p. 21</ref> <br />
<br />
[[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]] y sus tropas (españoles, [[TLAXCALTECAS | tlaxcaltecas]] y cempoaltecas), fueron recibidos por [[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN | Moctezuma]] II en el inicio de la calzada de Ixtapalapa el 8 de noviembre de 1519: “''salió Moctecuhzoma con su sobrino Cacama y su hermano Cuitlahua, y toda su corte a recibir a Cortés (…) y lo hospedó en las casas de su padre el rey Axayaca.”''<ref> Alva Ixtlilxóchitl, Relación de la venida de los españoles. Anexo a [[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray | Bernardino de Sahagún]], p.826</ref>.Después de los sucesos de la «[[NOCHE_TRISTE | Noche Triste]]», Cortés puso sitio a México-[[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]] (mayo-agosto de 1521). ''“Duró el cerco de México, según las historias, pinturas y relaciones, especialmente la de don Alonso Axayaca, ochenta días cabalmente. Murieron de la parte de Ixtlilxúchitl y reino de [[TEXCOCO | Texcoco]] (aliados de Cortés), más de treinta mil hombres, de más de doscientos mil que fueron de la parte de los españoles como se ha visto; de los mexicanos murieron más de doscientos cuarenta mil.”''<ref>Ibídem, p. 849</ref> <br />
<br />
Con la caída de [[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]] el 13 de agosto de 1521 concluyó el periodo de esplendor de «la Gran [[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]]»; pero de sus ruinas surgió renovada la ciudad que sería la capital del virreinato de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]]: la ciudad de México. ''“Reedificóse México por acuerdo de Ixtlilxúchitl, y de los demás señores, por ser la ciudad en donde mayor resistencia tuvieron los cristianos y trabajos de los aculhuas que les costó harta sangre a Ixtlilxúchitl y a los suyos, para memoria en los tiempos venideros de esta insigne victoria que tuvieron contra México.”''<ref>Ibídem, p. 853</ref> <br />
<br />
<br />
=Notas=<br />
<br />
<references/><br />
<br />
<br />
=Bibliografía=<br />
<br />
Benavente Toribio de. ''Historia de los indios de la Nueva España.'' Porrúa, cuarta edición, México, 1984<br />
<br />
Humboldt, Alejandro Von. ''Ensayo político sobre el Reino de la Nueva España''. Porrúa, tercera edición, México, 1978<br />
<br />
Escalante Gonzalbo Pablo. El posclásico en Mesoamérica. En ''Historia General de México'', (ilustrada) Vol. I. El Colegio de México y la LXI Legislatura, México 2010<br />
<br />
Cortés Hernán, Cartas de relación. 2 v. Espasa Calpe, Madrid 1942, en De la Torre Villar, Ernesto, ''Lecturas Históricas Mexicanas'', UNAM, 1994, Tomo I <br />
<br />
<br />
Alva Ixtlilxóchitl, Fernando de. ''Relación de la venida de los españoles''. Anexo a Sahagún, Bernardino de. ''Historia general de las cosas de Nueva España'', Porrúa, México, 1989 <br />
<br />
<br />
Schlarman, Joseph H.L.. México, ''tierra de volcanes''. Porrúa, 14 edición, 1987<br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA]]<br />
[[AZTECAS|AZTECAS]]<br />
<br />
[[CÓDICES_precolombinos|CÓDICES precolombinos]]<br />
<br />
[[CORTÉS,_Hernán|CORTÉS, Hernán]]<br />
<br />
[[CORTÉS_HERNÁN;_Cartas_de_relación|CORTÉS HERNÁN; Cartas de relación]]<br />
<br />
[[HUITZILOPOCHTLI|HUITZILOPOCHTLI]]<br />
<br />
[[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN|MOCTEZUMA XOCOYOTZIN]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[NOCHE_TRISTE|NOCHE TRISTE]]<br />
<br />
[[QUETZALCÓATL|QUETZALCÓATL]]<br />
<br />
[[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray|SAHAGÚN, Bernardino de Fray]]<br />
<br />
<br />
[[TLAXCALTECAS|TLAXCALTECAS]]<br />
<br />
[[TEXCOCO|TEXCOCO]]<br />
<br />
[[XOCHIMILCO|XOCHIMILCO]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=CHOLULA&diff=3705240
CHOLULA
2022-05-27T23:06:38Z
<p>Louvier: /* La “matanza de Cholula” */</p>
<hr />
<div>== ==<br />
Situada a diez kilómetros al poniente de la Puebla de los Ángeles, Cholula es la ciudad más antigua del Continente Americano pues, desde su fundación ocurrida hacia el año 500 D.C., y hasta el día de hoy, ha sido habitada ininterrumpidamente. Su nombre original en lengua náhuatl era «''Cholollan''» que significa “''lugar de huida” o “lugar de los que huyeron''”.<br />
<br />
La carencia de escritura fonética de todas las [[CULTURAS_INDÍGENAS_DE_AMÉRICA_LATINA | culturas prehispánicas]] hace que también sobre la fundación de Cholula no se tenga información precisa, y muchas cosas importantes permanecen sumidas en las nebulosidades de las leyendas; sin embargo las investigaciones más serias indican que fue fundada por una emigración de los [[TOLTECAS | toltecas]] cuando éstos abandonaron Tula y se esparcieron por otras latitudes, los cual ocurrió cuando “murió Topiltzin a los 20 años de su reinado, y con él feneció la monarquía (tolteca) el año 2 técpatl, que fue el 1052 de la Era Vulgar.<ref>Clavijero Francisco Javier. Historia Antigua de México. Porrúa, 5 edición, México, 1976, p. 51</ref>”En sus inicios Cholula tuvo su «climax demográfico» con una población estimada entre 30 mil y 60 mil habitantes<ref>Historia General de México-Ilustrada. El Colegio de México y la LXI Legislatura de la Cámara de Diputados, México, 2010, p.91</ref>, probablemente procedentes del colapso de [[TEOTIHUACÁN | Teotihuacán]]. “Después de su máximo de habitantes, la población de Cholula habría decaído de forma abrupta hasta alcanzar una cifra de aproximadamente 5 mil-10 mil habitantes hacia 600 d.C.<ref>Ibídem</ref>”<br />
<br />
==La gran pirámide de Cholula==<br />
<br />
Cholula fue un gran centro ceremonial religioso con numerosos templos dedicados a distintas deidades, destacando entre todos la gran pirámide dedicada originalmente al dios de las nueve lluvias ''Chiconahuiahuitl''. La gran pirámide de Cholula es el resultado de siete pirámides superpuestas, pues a partir de una pirámide inicial, otra generación construyó una nueva sobre ella, cubriendo con adobe la totalidad de la primera; luego otra generación hizo lo mismo con la anterior, hasta completar siete. Por esta singular característica, los antiguos pobladores de Cholula llamaron a su pirámide «''Tlachihualtepetl''», que significa “''cerro hecho a mano''”.<br />
<br />
Cada superposición agrandaba la base de la pirámide, siendo esta finalmente de 450 metros por lado y alcanzando una altura de 66 metros, por lo que la pirámide de Cholula, en cuanto a volumen, es la más grande del mundo, y supera en altura dos metros a la del Sol de [[TEOTIHUACÁN | Teotihuacán]]. Cuando los españoles llegaron a Cholula la pirámide estaba totalmente cubierta y sobre ese “''cerro hecho a mano''” construyeron en 1594 una iglesia dedicada a Nuestra Señora de los Remedios.<br />
<br />
==La “matanza de Cholula”==<br />
<br />
Poco antes de la llegada de los españoles, Cholula era aliada de los reyes de [[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]], especialmente en lo referente al cerco contra el señorío de Tlaxcala y las “''guerras floridas''”, pues era desde Cholula donde los escuadrones [[AZTECAS | aztecas]] emprendían sus incursiones contra los [[TLAXCALTECAS | tlaxcaltecas]]. Cuando [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]] logró la alianza de Tlaxcala y decidió seguir hasta [[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]], se encaminó primero a Cholula acompañado por unos siete mil guerreros [[TLAXCALTECAS | tlaxcaltecas]]; en Cholula habría de realizarse uno de los episodios más controvertidos de la [[CONQUISTA_DE_MÉXICO | Conquista de México]]: ''la matanza de Cholula''. <br />
<br />
En base a la obra del “cronista-soldado” [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]]<ref>Historia verdadera de la Conquista de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]].</ref>, [[VASCONCELOS_CALDERÓN,_José | José Vasconcelos]] narra así la matanza: “Finalmente salió Cortés rumbo a Cholula, acompañado de diez mil guerreros [[TLAXCALTECAS | tlaxcaltecas]] que le fueron ofrecidos como auxiliares. Al acercarse a Cholula, a ruegos de los caciques locales hizo Cortés que los [[TLAXCALTECAS | tlaxcaltecas]] acampasen en las afueras de la ciudad, a la cual entró solo, con sus españoles (…) La recepción de los cholultecas había sido, según parece, sincera; pero pronto llegaron a las cercanías veinte mil guerreros de [[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN | Moctezuma]], con Embajadores que exigieron a los caciques de Cholula que aprehendiesen a los españoles y los llevasen atados a México, tomando únicamente veinte de ellos para hacer sacrificios a los ídolos de la Ciudad (…) en seguida ocurrió que los de Cholula comenzaron a negar el alimento que al principio traían a los españoles de buen grado (…) Y en las propias [[CALLES,_Plutarco_Elías | calles]] de Cholula se veían preparativos de guerra (…) Ocho indios [[TLAXCALTECAS | tlaxcaltecas]] denunciaron que en noche anterior habían sido sacrificados ante el ídolo principal, siete personas, entre ellas cinco niños, y que de la plaza salían las mujeres y los niños. <br />
<br />
Y por fin, amaneció un día en que, dice Bernal, era cosa de ver la priesa que traían los caciques y papas con los indios de guerra y muchas risadas y muy contentos «como si ya nos tuvieran en el garlito y redes». Y eran tantos los indios de guerra que no cabían en los patios. Pero los españoles, armados de espada y rodela, se pusieron a la entrada de los patios para no dejar salir ningún indio armado. Y el capitán Cortés apareció a caballo con muchos soldados apercibidos a su custodia. Y después de increpar a los indios por sus preparativos de guerra, Cortés ordenó la matanza que, según el siempre verídico Bernal Díaz, «se les acordará para siempre porqué matamos muchos de ellos…» Y antes de que los españoles concluyesen de pelear se presentaron los [[TLAXCALTECAS | tlaxcaltecas]] combatiendo en las [[CALLES,_Plutarco_Elías | calles]] e «iban por la ciudad robando y cautivando, que no los podíamos detener».<ref>Vasconcelos José. Breve Historia de México. Botas, México, 1937 pp. 92-93</ref>” <br />
<br />
Distintas versiones de la “''leyenda negra''” han usado este acontecimiento –explícitamente señalado por los mismos conquistadores- diciendo que fue un acto de premeditada e injustificada crueldad, afirmando que el ataque español fue contra indefensos civiles, mujeres y niños, y exagerando el número de víctimas. Pero historiadores serios como el propio Bernal Díaz, protagonista y testigo de hecho, o el citado Vasconcelos, o [[CLAVIJERO,_Francisco_Javier | Francisco Javier Clavijero]] dan una versión más objetiva del mismo. Así Clavijero escribe: “Restituido Cortés a su cuartel, en donde habían quedado en calidad de prisioneros 40 hombres de la primera nobleza, le suplicaron que entre tanto rigor diese lugar a la clemencia; que cesasen ya las hostilidades…que permitiese que uno o dos de ellos saliesen a recoger las mujeres y niños que andaban descarriados y ocupados del espanto por los montes. Movióse Cortés a compasión, mandó cesar del todo el furor de las armas y publicó perdón general. A la voz de este pregón se vieron levantar de entre los cadáveres muchos hombres que habían aparentado la muerte para evadirla, y volver a la ciudad tropas de fugitivos, llorando, unos, la muerte de sus padres y hermanos y, otras, la de sus maridos (…) Quedó dentro de pocos días aquella ciudad tan poblada, que parecía no haber faltado alguno de sus habitantes.<ref>Clavijero. Obra citada, pp. 327-328</ref>”<br />
<br />
==La Ciudad de Cholula== <br />
<br />
Ante la actitud de Cortés, los sorprendidos caciques cholultecas prometieron obediencia a la corona de España; se convirtieron en aliados de los españoles y de sus ancestrales enemigos los [[TLAXCALTECAS | tlaxcaltecas]]. [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]] “ajustó las diferencias entre los cholultecas y [[TLAXCALTECAS | tlaxcaltecas]] y restableció su antigua amistad y alianza que en adelante jamás se rompió. Finalmente, por cumplir también con su religión, hizo romper las jaulas de los templos y dio libertad a todos los cautivos y esclavos que estaban destinados al sacrificio; mandó asear el templo mayor y erigió en él el estandarte de la cruz después de dar a los cholultecas, como a los demás pueblos por donde pasaba, alguna idea de la religión cristiana.<ref>Ibídem, p. 328</ref>”<br />
<br />
Terminada la conquista en 1521 y llegados los frailes franciscanos, éstos establecieron en Cholula el [[CHOLULA;_Arte_Virreinal | Convento de San Gabriel]], desde donde participaron significativamente en la fundación de [[PUEBLA_DE_LOS_ÁNGELES;_Ciudad | la ciudad de Puebla]] de los Ángeles. Posteriormente numerosas iglesias fueron construidas, al grado de que la imaginería popular señala que ''Texto en cursiva''hay una para cada día del año, lo cual no corresponde a la realidad. En 1557 la Corona española le otorgó la categoría de Ciudad y le otorgó Escudo de Armas. En la época independiente Cholula fue dividida administrativa y políticamente en dos municipios: San Andrés Cholula y San Pedro Cholula. En la actualidad, según el Censo de Población y Vivienda de 2010<ref>Instituto Nacional de Geografía e Historia (INEGI)</ref>, San Andrés Cholula tiene una población de 100,439 habitantes y San Pedro Cholula de 120,459, ambas poblaciones ya conurbadas con [[PUEBLA_DE_LOS_ÁNGELES;_Ciudad | la ciudad de Puebla]], conformando la cuarta zona metropolitana más poblada de México.<br />
<br />
==Notas==<br />
<br />
<references/><br />
<br />
==Bibliografía==<br />
<br />
* Clavijero Francisco Javier. Historia Antigua de México. Porrúa, 5 edición, México, 1976<br />
* Historia General de México- Ilustrada. El Colegio de México y la LXI Legislatura de la Cámara de Diputados, México, 2010<br />
* Vasconcelos José. Breve Historia de México. Botas, México, 1937 <br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[AZTECAS|AZTECAS]]<br />
<br />
[[CALLES,_Plutarco_Elías|CALLES, Plutarco Elías]]<br />
<br />
[[CHOLULA;_Arte_Virreinal|CHOLULA; Arte Virreinal]]<br />
<br />
[[CLAVIJERO,_Francisco_Javier|CLAVIJERO, Francisco Javier]]<br />
<br />
[[CORTÉS,_Hernán|CORTÉS, Hernán]]<br />
<br />
[[CONQUISTA_DE_MÉXICO|CONQUISTA DE MÉXICO]]<br />
<br />
[[CULTURAS_INDÍGENAS_DE_AMÉRICA_LATINA|CULTURAS INDÍGENAS DE AMÉRICA LATINA]]<br />
<br />
[[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal|DÍAZ DEL CASTILLO, Bernal]]<br />
<br />
[[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN|MOCTEZUMA XOCOYOTZIN]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[PUEBLA_DE_LOS_ÁNGELES;_Ciudad|PUEBLA DE LOS ÁNGELES; Ciudad]]<br />
<br />
[[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca|TENOCHTITLAN; Capital del pueblo Azteca]]<br />
<br />
[[TEOTIHUACÁN|TEOTIHUACÁN]]<br />
<br />
[[TLAXCALTECAS|TLAXCALTECAS]]<br />
<br />
[[TOLTECAS|TOLTECAS]]<br />
<br />
[[VASCONCELOS_CALDERÓN,_José|VASCONCELOS CALDERÓN, José]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=CHOLULA&diff=3705239
CHOLULA
2022-05-27T23:04:38Z
<p>Louvier: /* */</p>
<hr />
<div>== ==<br />
Situada a diez kilómetros al poniente de la Puebla de los Ángeles, Cholula es la ciudad más antigua del Continente Americano pues, desde su fundación ocurrida hacia el año 500 D.C., y hasta el día de hoy, ha sido habitada ininterrumpidamente. Su nombre original en lengua náhuatl era «''Cholollan''» que significa “''lugar de huida” o “lugar de los que huyeron''”.<br />
<br />
La carencia de escritura fonética de todas las [[CULTURAS_INDÍGENAS_DE_AMÉRICA_LATINA | culturas prehispánicas]] hace que también sobre la fundación de Cholula no se tenga información precisa, y muchas cosas importantes permanecen sumidas en las nebulosidades de las leyendas; sin embargo las investigaciones más serias indican que fue fundada por una emigración de los [[TOLTECAS | toltecas]] cuando éstos abandonaron Tula y se esparcieron por otras latitudes, los cual ocurrió cuando “murió Topiltzin a los 20 años de su reinado, y con él feneció la monarquía (tolteca) el año 2 técpatl, que fue el 1052 de la Era Vulgar.<ref>Clavijero Francisco Javier. Historia Antigua de México. Porrúa, 5 edición, México, 1976, p. 51</ref>”En sus inicios Cholula tuvo su «climax demográfico» con una población estimada entre 30 mil y 60 mil habitantes<ref>Historia General de México-Ilustrada. El Colegio de México y la LXI Legislatura de la Cámara de Diputados, México, 2010, p.91</ref>, probablemente procedentes del colapso de [[TEOTIHUACÁN | Teotihuacán]]. “Después de su máximo de habitantes, la población de Cholula habría decaído de forma abrupta hasta alcanzar una cifra de aproximadamente 5 mil-10 mil habitantes hacia 600 d.C.<ref>Ibídem</ref>”<br />
<br />
==La gran pirámide de Cholula==<br />
<br />
Cholula fue un gran centro ceremonial religioso con numerosos templos dedicados a distintas deidades, destacando entre todos la gran pirámide dedicada originalmente al dios de las nueve lluvias ''Chiconahuiahuitl''. La gran pirámide de Cholula es el resultado de siete pirámides superpuestas, pues a partir de una pirámide inicial, otra generación construyó una nueva sobre ella, cubriendo con adobe la totalidad de la primera; luego otra generación hizo lo mismo con la anterior, hasta completar siete. Por esta singular característica, los antiguos pobladores de Cholula llamaron a su pirámide «''Tlachihualtepetl''», que significa “''cerro hecho a mano''”.<br />
<br />
Cada superposición agrandaba la base de la pirámide, siendo esta finalmente de 450 metros por lado y alcanzando una altura de 66 metros, por lo que la pirámide de Cholula, en cuanto a volumen, es la más grande del mundo, y supera en altura dos metros a la del Sol de [[TEOTIHUACÁN | Teotihuacán]]. Cuando los españoles llegaron a Cholula la pirámide estaba totalmente cubierta y sobre ese “''cerro hecho a mano''” construyeron en 1594 una iglesia dedicada a Nuestra Señora de los Remedios.<br />
<br />
==La “matanza de Cholula”==<br />
<br />
Poco antes de la llegada de los españoles, Cholula era aliada de los reyes de [[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]], especialmente en lo referente al cerco contra el señorío de Tlaxcala y las “''guerras floridas''”, pues era desde Cholula donde los escuadrones [[AZTECAS | aztecas]] emprendían sus incursiones contra los [[TLAXCALTECAS | tlaxcaltecas]]. Cuando [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]]↗ logró la alianza de Tlaxcala y decidió seguir hasta [[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]], se encaminó primero a Cholula acompañado por unos siete mil guerreros [[TLAXCALTECAS | tlaxcaltecas]]; en Cholula habría de realizarse uno de los episodios más controvertidos de la [[CONQUISTA_DE_MÉXICO | Conquista de México]]: ''la matanza de Cholula''. <br />
<br />
En base a la obra del “cronista-soldado” [[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal | Bernal Díaz del Castillo]]<ref>Historia verdadera de la Conquista de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]].</ref>, [[VASCONCELOS_CALDERÓN,_José | José Vasconcelos]]↗ narra así la matanza: “Finalmente salió Cortés rumbo a Cholula, acompañado de diez mil guerreros [[TLAXCALTECAS | tlaxcaltecas]] que le fueron ofrecidos como auxiliares. Al acercarse a Cholula, a ruegos de los caciques locales hizo Cortés que los [[TLAXCALTECAS | tlaxcaltecas]] acampasen en las afueras de la ciudad, a la cual entró solo, con sus españoles (…) La recepción de los cholultecas había sido, según parece, sincera; pero pronto llegaron a las cercanías veinte mil guerreros de [[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN | Moctezuma]], con Embajadores que exigieron a los caciques de Cholula que aprehendiesen a los españoles y los llevasen atados a México, tomando únicamente veinte de ellos para hacer sacrificios a los ídolos de la Ciudad (…) en seguida ocurrió que los de Cholula comenzaron a negar el alimento que al principio traían a los españoles de buen grado (…) Y en las propias [[CALLES,_Plutarco_Elías | calles]] de Cholula se veían preparativos de guerra (…) Ocho indios [[TLAXCALTECAS | tlaxcaltecas]] denunciaron que en noche anterior habían sido sacrificados ante el ídolo principal, siete personas, entre ellas cinco niños, y que de la plaza salían las mujeres y los niños. <br />
<br />
Y por fin, amaneció un día en que, dice Bernal, era cosa de ver la priesa que traían los caciques y papas con los indios de guerra y muchas risadas y muy contentos «como si ya nos tuvieran en el garlito y redes». Y eran tantos los indios de guerra que no cabían en los patios. Pero los españoles, armados de espada y rodela, se pusieron a la entrada de los patios para no dejar salir ningún indio armado. Y el capitán Cortés apareció a caballo con muchos soldados apercibidos a su custodia. Y después de increpar a los indios por sus preparativos de guerra, Cortés ordenó la matanza que, según el siempre verídico Bernal Díaz, «se les acordará para siempre porqué matamos muchos de ellos…» Y antes de que los españoles concluyesen de pelear se presentaron los [[TLAXCALTECAS | tlaxcaltecas]] combatiendo en las [[CALLES,_Plutarco_Elías | calles]] e «iban por la ciudad robando y cautivando, que no los podíamos detener».<ref>Vasconcelos José. Breve Historia de México. Botas, México, 1937 pp. 92-93</ref>” <br />
<br />
Distintas versiones de la “''leyenda negra''” han usado este acontecimiento –explícitamente señalado por los mismos conquistadores- diciendo que fue un acto de premeditada e injustificada crueldad, afirmando que el ataque español fue contra indefensos civiles, mujeres y niños, y exagerando el número de víctimas. Pero historiadores serios como el propio Bernal Díaz, protagonista y testigo de hecho, o el citado Vasconcelos, o [[CLAVIJERO,_Francisco_Javier | Francisco Javier Clavijero]] dan una versión más objetiva del mismo. Así Clavijero escribe: “Restituido Cortés a su cuartel, en donde habían quedado en calidad de prisioneros 40 hombres de la primera nobleza, le suplicaron que entre tanto rigor diese lugar a la clemencia; que cesasen ya las hostilidades…que permitiese que uno o dos de ellos saliesen a recoger las mujeres y niños que andaban descarriados y ocupados del espanto por los montes. Movióse Cortés a compasión, mandó cesar del todo el furor de las armas y publicó perdón general. A la voz de este pregón se vieron levantar de entre los cadáveres muchos hombres que habían aparentado la muerte para evadirla, y volver a la ciudad tropas de fugitivos, llorando, unos, la muerte de sus padres y hermanos y, otras, la de sus maridos (…) Quedó dentro de pocos días aquella ciudad tan poblada, que parecía no haber faltado alguno de sus habitantes.<ref>Clavijero. Obra citada, pp. 327-328</ref>”<br />
<br />
==La Ciudad de Cholula== <br />
<br />
Ante la actitud de Cortés, los sorprendidos caciques cholultecas prometieron obediencia a la corona de España; se convirtieron en aliados de los españoles y de sus ancestrales enemigos los [[TLAXCALTECAS | tlaxcaltecas]]. [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]] “ajustó las diferencias entre los cholultecas y [[TLAXCALTECAS | tlaxcaltecas]] y restableció su antigua amistad y alianza que en adelante jamás se rompió. Finalmente, por cumplir también con su religión, hizo romper las jaulas de los templos y dio libertad a todos los cautivos y esclavos que estaban destinados al sacrificio; mandó asear el templo mayor y erigió en él el estandarte de la cruz después de dar a los cholultecas, como a los demás pueblos por donde pasaba, alguna idea de la religión cristiana.<ref>Ibídem, p. 328</ref>”<br />
<br />
Terminada la conquista en 1521 y llegados los frailes franciscanos, éstos establecieron en Cholula el [[CHOLULA;_Arte_Virreinal | Convento de San Gabriel]], desde donde participaron significativamente en la fundación de [[PUEBLA_DE_LOS_ÁNGELES;_Ciudad | la ciudad de Puebla]] de los Ángeles. Posteriormente numerosas iglesias fueron construidas, al grado de que la imaginería popular señala que ''Texto en cursiva''hay una para cada día del año, lo cual no corresponde a la realidad. En 1557 la Corona española le otorgó la categoría de Ciudad y le otorgó Escudo de Armas. En la época independiente Cholula fue dividida administrativa y políticamente en dos municipios: San Andrés Cholula y San Pedro Cholula. En la actualidad, según el Censo de Población y Vivienda de 2010<ref>Instituto Nacional de Geografía e Historia (INEGI)</ref>, San Andrés Cholula tiene una población de 100,439 habitantes y San Pedro Cholula de 120,459, ambas poblaciones ya conurbadas con [[PUEBLA_DE_LOS_ÁNGELES;_Ciudad | la ciudad de Puebla]], conformando la cuarta zona metropolitana más poblada de México.<br />
<br />
==Notas==<br />
<br />
<references/><br />
<br />
==Bibliografía==<br />
<br />
* Clavijero Francisco Javier. Historia Antigua de México. Porrúa, 5 edición, México, 1976<br />
* Historia General de México- Ilustrada. El Colegio de México y la LXI Legislatura de la Cámara de Diputados, México, 2010<br />
* Vasconcelos José. Breve Historia de México. Botas, México, 1937 <br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[AZTECAS|AZTECAS]]<br />
<br />
[[CALLES,_Plutarco_Elías|CALLES, Plutarco Elías]]<br />
<br />
[[CHOLULA;_Arte_Virreinal|CHOLULA; Arte Virreinal]]<br />
<br />
[[CLAVIJERO,_Francisco_Javier|CLAVIJERO, Francisco Javier]]<br />
<br />
[[CORTÉS,_Hernán|CORTÉS, Hernán]]<br />
<br />
[[CONQUISTA_DE_MÉXICO|CONQUISTA DE MÉXICO]]<br />
<br />
[[CULTURAS_INDÍGENAS_DE_AMÉRICA_LATINA|CULTURAS INDÍGENAS DE AMÉRICA LATINA]]<br />
<br />
[[DÍAZ_DEL_CASTILLO,_Bernal|DÍAZ DEL CASTILLO, Bernal]]<br />
<br />
[[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN|MOCTEZUMA XOCOYOTZIN]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[PUEBLA_DE_LOS_ÁNGELES;_Ciudad|PUEBLA DE LOS ÁNGELES; Ciudad]]<br />
<br />
[[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca|TENOCHTITLAN; Capital del pueblo Azteca]]<br />
<br />
[[TEOTIHUACÁN|TEOTIHUACÁN]]<br />
<br />
[[TLAXCALTECAS|TLAXCALTECAS]]<br />
<br />
[[TOLTECAS|TOLTECAS]]<br />
<br />
[[VASCONCELOS_CALDERÓN,_José|VASCONCELOS CALDERÓN, José]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=TEOTIHUAC%C3%81N&diff=3705149
TEOTIHUACÁN
2022-04-18T22:09:13Z
<p>Louvier: </p>
<hr />
<div><br />
'''Ciudad prehispánica'''<br />
<br />
<br />
Al noreste del Lago de [[TEXCOCO | Texcoco]] se levantó la que fuera la mayor ciudad prehispánica de Mesoamérica: ''[[TEOTIHUACÁN | Teotihuacán]]'', la cual llegó a ocupar una extensión de 22 kilómetros cuadrados y a tener aproximadamente cien mil habitantes. Se desconoce cuál fue su nombre original pues el nombre de [[TEOTIHUACÁN | Teotihuacán]] -que en lengua náhuatl significa “''lugar donde nacieron los dioses''”- le fue asignado por los pueblos nahuatlacas que hacia el siglo X arribaron al [[ANÁHUAC | Anáhuac]] cuando [[TEOTIHUACÁN | Teotihuacán]] era ya una ciudad despoblada y en ruinas, pues llevaba más de doscientos años de haber sido totalmente abandonada. Los recién llegados nunca habitaron la desierta ciudad.<br />
<br />
<br />
“''La urbanización de [[TEOTIHUACÁN | Teotihuacán]] fue un proceso largo y también único en la historia prehispánica. Entre 150 a.C., y el inicio de nuestra era, abarcaba tan solo 9 km, pero 150 años después llegó a ocupar una superficie de 22 kilómetros cuadrados, la misma que tuvo la ciudad cuando vivía, a finales del (período) Clásico, su clímax demográfico. Fue entonces cuando se levantaron edificios monumentales a lo largo de la Calle de los Muertos; uno de ellos, ligeramente desplazado hacia el este, sería el basamento piramidal, hoy emblemático, conocido como la Pirámide del Sol. Esa calle, eje rector del asentamiento desde entonces, se prolongaría en el Clásico hasta el cerro Patlachique; desde ese punto hasta su remate, en el complejo arquitectónico de la Pirámide de la Luna, son alrededor de cinco kilómetros.''”<ref>''Historia General de México'' (ilustrada) Volumen I. Ed. El Colegio de México- LXI Legislatura Cámara de Diputados. México, 2010, p. 92</ref><br />
<br />
<br />
En los aproximadamente nueve siglos en que [[TEOTIHUACÁN | Teotihuacán]] fue un pueblo vivo y habitado (100 a.C.-800 d.C) se construyeron las que sin duda son los edificios prehispánicos más impresionantes y de mayor envergadura: las ya mencionadas pirámides del Sol y de la Luna, y los templos de [[QUETZALCÓATL | Quetzalcóatl]] y de Quetzalpapálotl (el quetzal-mariposa); todos alineados sobre una avenida de 40 metros de ancho y cuatro kilómetros de largo, bordeada por numerosas pirámides pequeñas que los arqueólogos inicialmente pensaron eran mausoleos, por lo que llamaron a esta avenida “''calle de los Muertos''” o ''Micaotli''.<br />
<br />
<br />
''La Pirámide del Sol “mide en su base, de oriente a poniente, 222 metros, y de norte a sur 225; tiene cuatro cuerpos en talud, uno con tablero, y su altura es de 63 metros aproximadamente. Sus escaleras están limitadas por anchas alfardas y sus escalones tienen la misma medida en la huella y el peralte.''”<ref>''Enciclopedia de México''. Tomo XIII. México, 1993, p.7635</ref>En el límite norte de la calle de los muertos se encuentra la ''Pirámide de la Luna''; mide en su base de oriente a poniente 140 metros y de norte a sur 149 y su altura es de 45.72 metros. Las escalinatas de acceso a su cúspide se encuentran en su fachada sur. Se deduce que la primera en ser edificada fue la Pirámide de la Luna porque ella y su gran Plaza ceremonial llamada Plaza de la Luna, determinan el eje de la ciudad.<br />
<br />
<br />
“''El trazo de la ciudad, su extensión, el tamaño de su población, su relativa alta densidad demográfica y sus artesanos de tiempo completo –que dependían de los excedentes alimentarios producidos por los agricultores del sitio o de la región- le daban al lugar el carácter de una verdadera ciudad. Pero era, en realidad, una ciudad de bajo nivel de urbanización. No sería hasta ya bien entrado el Clásico (150-650 d.C.) cuando [[TEOTIHUACÁN | Teotihuacán]] se convirtió en fuerte imán de la población rural a su alrededor. Su crecimiento sin duda obligó a introducir cambios en su organización. Se trazó un eje adicional, el eje este-oeste que cruza el centro de la ciudad, interrumpido en su trazo por la Ciudadela y el Gran Complejo. El cruce de los dos ejes mayores dividió el asentamiento en cuadrantes, un reflejo de la división espacial que los indígenas hacen hasta nuestros días del mundo y plano de referencia de sus mitos de creación.''”<ref>''Obra citada, Historia General de México'' (ilustrada) Volumen I, p. 92</ref><br />
<br />
<br />
El templo dedicado a [[QUETZALCÓATL | Quetzalcóatl]] ubicado en La Ciudadela, es una extraordinaria obra de arte; la alfarda está decorada con grandes cabezas de serpientes en lato relieve y talladas en piedra. “''Pero las serpientes de cada tablero muestran, en escultura, dos cabezas, una de serpiente y otra del dios Tláloc, que viene a ser la Serpiente de Nubes, o Mixcóatl, deidad de la lluvia. Estas serpientes, que también están en los taludes, parecen reptar sobre conchas, caracoles y cuentas de coral, indicando que [[QUETZALCÓATL | Quetzalcóatl]] es una deidad creadora.''”<ref>''Enciclopedia de México''. Tomo XIII. México, 1993, p.7636</ref>En el ángulo suroeste de la Plaza de la Luna se encuentra el Palacio de Quetzalpapálotl, llamado así porque sus columnas tienen talladas numerosas representaciones de mariposas y plumas de quetzal. Probablemente este edificio fue la residencia de la élite sacerdotal de [[TEOTIHUACÁN | Teotihuacán]]. <br />
<br />
<br />
Declarada ''Patrimonio de la Humanidad'' por la UNESCO en 1987, [[TEOTIHUACÁN | Teotihuacán]] sigue siendo objeto de un riguroso proceso de investigación arqueológica que ha permitido un mejor conocimiento sobre la civilización que le dio origen y que la hizo ser el principal centro urbano de Mesoamérica durante ocho siglos; sin embargo continua siendo un misterio su nombre original y la filiación étnica de sus fundadores.<br />
<br />
<br />
= Notas =<br />
<br />
<references/><br />
<br />
=Bibliografía=<br />
<br />
<br />
* ''Enciclopedia de México''. Tomo XIII. México, 1993<br />
* ''Historia General de México'' (ilustrada) Volumen I. El Colegio de México- LXI Legislatura Cámara de Diputados. México, 2010<br />
<br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[ANÁHUAC|ANÁHUAC]]<br />
<br />
[[QUETZALCÓATL|QUETZALCÓATL]]<br />
<br />
[[TEXCOCO|TEXCOCO]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=AN%C3%81HUAC&diff=3705148
ANÁHUAC
2022-04-18T21:47:34Z
<p>Louvier: </p>
<hr />
<div>'''(Valle de México)'''<br />
<br />
Cuando hacia el siglo X d.C., la inmigración de las ''tribus nahuatlacas'' (nombradas así por hablar la lengua náhuatl) les llevó a establecerse en el Valle de México, le dieron a éste el nombre de «''[[ANÁHUAC | Anáhuac]]''» que en su lengua significa “''en el cerco del agua''”<ref>Cfr. Vocabulario anexo a la obra de [[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray | Bernardino de Sahagún]], ''Historia General de las Cosa de Nueva España'', Ed. Porrúa, México, 1989, p.917</ref>(atl=agua; náhuac=cerca), debido a que el valle, bastante plano, está rodeado casi en su totalidad por elevadas montañas, conformado una cerrada cuenca lacustre de ríos y lagos, siendo el mayor el ''lago de [[TEXCOCO | Texcoco]]''.<br />
<br />
La abundancia de agua y su clima benigno hicieron que el Valle fuera habitado desde muchos siglos antes: “La mejor evidencia de la ocupación temprana en la cuenca lacustre del Valle de México procede de Tlapacoya, en la orilla norte del antiguo lago de Chalco, donde se han estudiado distintas playas hoy extintas. En la playa I, cala Alfa, se encontraron tres fogones con huesos apilados de distintos animales y más de 2500 lascas, navajas burdas y otras herramientas líticas (…) Una punta lanceolada con retoque bifacial, tipo lermoide, se ha fechado en ca. 13000 a.C.”<ref>Velásquez García Erik. ''Los habitantes más antiguos del actual territorio mexicano''. Historia General de México, Vol. I, Ed. El Colegio de México y la LXI Legislatura, Cámara de Diputados, México, 2010, p. 18 </ref>En el período Preclásico mesoamericano (1200-400 a.C.) surge ''Cuicuilco'', primer asentamiento importante del Valle que “Hacia 200 a.C., contaba con 20 000 habitantes y su gran templo circular alcanzaba 27 metros de alto.”<ref>Ibídem, p. 58</ref><br />
<br />
Posteriormente, en el período clásico mesoamericano (300-800 d.C.), en el noreste del lago de [[TEXCOCO | Texcoco]] surgió la ciudad de [[TEOTIHUACÁN | Teotihuacán]] que, con una superficie de casi 21 kilómetros cuadrados y más de cien mil habitantes, sería el mayor centro comercial y político del [[ANÁHUAC | Anáhuac]] en ese periodo. En el período posclásico (900-1521 d.C.) floreció primero la civilización ''tepaneca'' y su ciudad ''Azcapotzalco'' y posteriormente la civilización de los [[AZTECAS | aztecas]], la última de las siete tribus nahuatlacas que llegaron al [[ANÁHUAC | Anáhuac]] y que fundaron la ciudad de [[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]] en el año de 1325.<br />
<br />
La expedición de [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]] arribó al [[ANÁHUAC | Anáhuac]] en 1519, conquistando [[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]] en agosto de 1521 con lo que concluyó el periodo clásico y dio inicio el novohispano. Diez años después, en diciembre de 1531, en el corazón del [[ANÁHUAC | Anáhuac]], tuvo lugar el ''Acontecimiento del [[TEPEYAC | Tepeyac]]'' y allí se levantó la ''[[BASÍLICA_DE_GUADALUPE | Basílica de Guadalupe]]'', centro y corazón de la nueva Nación.<br />
<br />
== Notas ==<br />
<br />
<references/><br />
<br />
=Bibliografía=<br />
* Sahagún Bernardino de, Historia General de las Cosa de Nueva España, Ed. Porrúa, México, 1989, <br />
* Historia General de México, Vol. I, Ed. El Colegio de México y la LXI Legislatura, Cámara de Diputados, México, 2010<br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[ANÁHUAC|ANÁHUAC]]<br />
<br />
[[BASÍLICA_DE_GUADALUPE|BASÍLICA DE GUADALUPE]]<br />
<br />
[[TEPEYAC|TEPEYAC]]<br />
<br />
[[CORTÉS,_Hernán|CORTÉS, Hernán]]<br />
<br />
[[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca|TENOCHTITLAN; Capital del pueblo Azteca]]<br />
<br />
[[AZTECAS|AZTECAS]]<br />
<br />
[[TEOTIHUACÁN|TEOTIHUACÁN]]<br />
<br />
[[TEXCOCO|TEXCOCO]]<br />
<br />
[[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray|SAHAGÚN, Bernardino de Fray]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=COLEGIO_VIZCA%C3%8DNAS&diff=3705135
COLEGIO VIZCAÍNAS
2022-04-01T17:33:29Z
<p>Louvier: </p>
<hr />
<div>'''Colegio de san Ignacio de Loyola'''<br />
<br />
El Colegio de San Ignacio de Loyola Vizcaínas, se funda en la ciudad de México en 1732 por un grupo de vascos establecidos en [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], pertenecientes a la Cofradía de Nuestra Señora de Aránzazu; destacan entre ellos Francisco de Echeveste, Manuel de Aldaco y Ambrosio Meave, quienes preocupados por la situación de las mujeres desamparadas, toman la decisión de invertir sus caudales en educar a niñas huérfanas y amparar a mujeres viudas, costeando su manutención y educación. <br />
<br />
El proyecto del edificio fue elaborado por Pedro Bueno Basori y la obra dirigida por el Maestro mayor Miguel de Rivera, quedando terminada 18 años después; sin embargo el colegio empezaría a funcionar solo hasta 1767, una vez que Su Santidad Clemente XIII emitiera una [[BULA | Bula]] con su aprobación, y que el rey Carlos III expidiera su beneplácito por medio de dos Reales Cédulas.<br />
<br />
Cabe señalar que en los estatutos fundacionales, quedó asentado que el Colegio funcionaría independiente de la jurisdicción eclesiástica, con lo que tomó desde aquel entonces un carácter laico; esta particularidad le ha permitido subsistir centenariamente, aún frente a un entorno muchas veces contrario al pensamiento cristiano. El resultado es que ''Vizcaínas'' es hoy la única institución educativa que ha sobrevivido en México desde la época colonial.<br />
<br />
No obstante su carácter laico, dentro de sus principios fundamentales se dio especial relevancia a los valores morales y religiosos, con la intención de formar mujeres que trascendieran a su sociedad dentro de un marco fuertemente inspirado en las virtudes cristianas. El colegio estaba organizado en torno a un sistema de viviendas que contaban con estancia, dormitorio, cocina y un pequeño traspatio; en ellas habitaban no más de nueve niñas al cargo de una nana o primera de vivienda, quien debería encargarse del orden en su vida cotidiana, lo que incluía su alimentación, la cual preparaban ellas mismas en la vivienda, así como el cumplimiento de un estricto horario en el que se contemplaban fuertes dosis de oración diaria, alternados con espacios continuos de “labores”.<br />
<br />
Es así que la estructura colegial pretendía lograr una educación personalizada, de acuerdo a las necesidades de cada niña, pero siempre dentro de una relación de carácter familiar. Cabe recordar que siguiendo las disposiciones de las constituciones, solo podían entrar a ''Vizcaínas'' hijas legítimas de origen hispano. <br />
<br />
De acuerdo al pensamiento de la época, se buscaba educar a las niñas para el hogar o para el convento, por lo que se les enseñaba costura, bordado, manufactura de encajes, labores de chaquira, en todo lo cual el colegio llegó a alcanzar niveles de excelencia. Parte importante de su educación era la lectura y la escritura, que todas debían aprender con diligencia y esmero; de la misma manera, la música fue un tema central dentro de los programas educativos de Vizcaínas durante la época virreinal. <br />
Alrededor de dos décadas después de la inauguración del colegio, se tomó la decisión de abrir una escuela adyacente al colegio, para atender a las niñas de los barrios de los alrededores que se hallaban en una situación de extrema necesidad; eran niñas mestizas e indígenas a las que se les daba la misma formación y educación que a las niñas internas, tan es así, que las profesoras que enseñaban al interior de Vizcaínas, daban clases también en la escuela de externas. <br />
<br />
Al inicio del siglo XIX, por diferentes factores internos y externos, el país se vio envuelto en una prolongada y difícil guerra de Independencia, que provocó fuertes problemas económicos en el colegio, lo que causó la necesidad de hacer ciertos recortes en los gastos [[Generales | generales]] de manutención. Cabe recordar que la figura femenina más destacada del movimiento independentista, Josefa Ortiz de Domínguez, había estudiado por algún tiempo en Vizcaínas.<br />
<br />
Asimismo, en el año de 1847, la joven república mexicana fue víctima de la invasión del ejército estadounidense, dando como resultado la pérdida de la mitad del territorio; durante la toma de la ciudad de México, un batallón del ejército invasor se apoderó de la parte sur del colegio, haciéndolo temporalmente cuartel para la tropa. <br />
<br />
Se llega así a una de las épocas de mayor trascendencia para la historia de México, durante la cual la estructura política y social que había sobrevivido desde la colonia, se transformó radicalmente. Es entonces cuando, por orden constitucional se suprimen todos los colegios vinculados con la Iglesia, y todas las cofradías, archicofradías y asociaciones religiosas del país, entre ellas, la Cofradía de Aránzazu, patrona y mecenas del colegio de San Ignacio; es a partir de esa época que el colegio será gobernado por una Junta Directiva y cambiará su nombre por Colegio de la Paz. Como resultado del cierre de los otros colegios de niñas de la ciudad, el gobierno dispone que las colegialas del Colegio de la Caridad y del Colegio de Belén, pasen al Colegio de la Paz, quien les da hospitalidad de inmediato.<br />
<br />
Para finales del siglo XIX, la instrucción en Vizcaínas progresaría notablemente, dejando los antiguos esquemas de labores puramente femeninas, para adoptar programas modernos que incluían enseñanza técnica y profesional. Poco después se suprimiría también el sistema de viviendas, quedando un internado con vida comunal, mismo que finalmente se cerraría para quedar el colegio solamente como una institución de carácter puramente educativo, cancelándose el asilo que venía desde la fundación.<br />
<br />
Actualmente el colegio es patrocinado y gobernado por un Patronato que se encarga de su buena marcha, procurando siempre lograr una educación de punta, dentro del marco del espíritu fundacional.<br />
<br />
=Biliografía=<br />
<br />
* ARCHIVO HISTÓRICO JOSÉ MARÍA BASAGOITI NORIEGA DEL COLEGIO DE SAN IGNACIO DE LOYOLA VIZCAÍNAS, Fondo Real Colegio de San Ignacio<br />
<br />
* ''Los vascos en México y su Colegio de las Vizcaínas'', México Proyección y coordinación MURIEL, JOSEFINA, Cigatam, 1987.<br />
<br />
<br />
'''ANA RITA VALERO DE GARCÍA LASCURÁIN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[BULA|BULA]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=UNIVERSIDAD_DE_M%C3%89XICO_REAL_Y_PONTIFICIA&diff=3705089
UNIVERSIDAD DE MÉXICO REAL Y PONTIFICIA
2022-03-17T17:56:08Z
<p>Louvier: /* Fundación y primeros años */</p>
<hr />
<div><br />
==Fundación y primeros años==<br />
En nombre del Rey Carlos I de España y V de Alemania, su hijo Felipe, Príncipe de Asturias, en su calidad de Regente de España firmó el 21 de septiembre de 1551 en Toro, la Cédula Real que fundaba la Universidad de México. Con ésta cédula la Corona Española estaba dando respuesta a la solicitud que Fray [[ZUMÁRRAGA,_Fray_Juan_de | Juan de Zumárraga]], obispo de México, le había presentado en noviembre de 1536 por medio de los procuradores que iban enviados por él al Concilio de Trento. En su escrito, Zumárraga señala que “''(…)'' no hay (en [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]]) ''universidad de letras a donde recurrir y las desas partes están distantes (…) parece que no hay parte alguna de cristianos, donde haya tanta necesidad de una universidad a donde se lean todas las facultades que se suelen leer en las otras universidades y enseñar y sobre todo artes y teología (…) pues de ello hay más necesidad''”<ref>Cuevas, Mariano. Documentos inéditos del siglo XVI para la Historia de México. Talleres del Museo Nacional de arqueología, Historia y Etnología, México, 1914, p. 66.</ref>. En el mismo sentido tres años después, el virrey don [[MENDOZA_Y_PACHECO,_Antonio_de | Antonio de Mendoza]] pidió también que se fundara en México una universidad. En su solicitud el virrey argumentaba: “''existe ya muy buena preparación de muchos buenos gramáticos españoles, de los muchachos del Colegio de los indios en Santiago Tlaltelolco y de los novicios de los monasterios.''”<ref>Pérez Puente, Leticia y González González, Enrique. Permanencia y cambio: universidades hispánicas 1551-2001, Ed. UNAM, México, 2006, p. 539.</ref>.<br />
<br />
En efecto, el dedicado y eficaz empeño por la educación en toda la América española, pero especialmente en México llevada a cabo por los franciscanos, dominicos y [[AGUSTINOS | agustinos]] (los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] vendrían casi cuarenta años después), les había llevado a erigir instituciones como el Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, o el de San Nicolás en [[PÁTZCUARO;_Arte_Virreinal | Pátzcuaro]]; pero ahora era necesaria una instancia mayor: una universidad que viniera a coronar la estructura educativa. Como señala la cédula fundacional, la erección de la Universidad de México obedeció a un propósito de la Corona Española bien definido: “''que en la dicha ciudad de México se fundase un estudio e Universidad de todas las ciencias donde los naturales y los hijos de españoles fuesen industriados en las cosas de nuestra Santa Fe Católica y en las demás Facultades (…).''”<ref>Cédula Real sobre la fundación de la Universidad de México, firmada por el príncipe Felipe a nombre de Carlos I, Ciudad de Toro, 21 de septiembre de 1551.</ref>En la misma cédula se ordenaba que la nueva universidad siguiera las Constituciones de la Universidad de Salamanca, esto es, las del Papa Martín V. En 1555 el Papa Paulo IV confirmó la erección de la Real Universidad de México, concediéndole gozar de los mismos privilegios y obligaciones que tenía la Universidad de Salamanca, y la [[BULA | bula]] pontificia que la acogió como tal fue del papa Clemente VIII, fechada el 7 de octubre de 1595; a partir de ese año la Universidad de México fue también ''Pontificia''.<br />
<br />
Una vez promulgada la Cédula fundacional –en la cual se le asignó a la Universidad una renta de mil pesos-oro anuales- se iniciaron los preparativos para su puesta en marcha, tales como la obtención en la Universidad de Salamanca de los programas académicos, de la designación de sus autoridades y maestros, así como realizar las inscripciones de sus primeros alumnos y acondicionar el edificio donde iniciaría, el cual fue una casa señorial prestada por don Juan Guerrero, ubicada en las esquinas de la calle de Moneda y Seminario. El 3 de junio de 1553 la Universidad de México abrió sus puertas a los primeros alumnos; [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]], mestizos e indígenas: veinticuatro eran clérigos y veintiocho seglares; entre éstos últimos se encontraba un indígena egresado del Colegio de Tlatelolco que después llegó a ser rector de su antiguo colegio: [[VALERIANO,_Antonio | Antonio Valeriano]]. Los estudiantes se matriculaban ante el notario público Juan Pérez de la Fuente, quien tomaba al interesado el juramento de obediencia al rector “en cosas lícitas y honestas”. <br />
La Universidad inició sus cursos con siete profesores, destacando entre ellos el agustino Fray [[VERACRUZ,_Fray_Alonso_de_la | Alonso de la Veracruz]] OSA, quien, además de ostentar el grado de bachiller otorgado por la Universidad de Salamanca, era considerado “de notoria suficiencia”, así como el Arcediano de la Santa Iglesia [[CATEDRAL_DE_MÉXICO | Catedral de México]], don Juan Negrete, quien tenía el grado de Maestro en Artes otorgado por la Universidad de París. Las primeras cátedras fueron en Artes, en Cánones y en Teología y en muy poco tiempo quedaron completamente estructuradas las facultades de Teología, Derecho Canónico, Jurisprudencia, Medicina y Artes liberales. Pocos años después la Universidad instituyó una Cátedra de Náhuatl y otra de Otomí, en las cuales no sólo se estudiaron y enseñaron las lenguas respectivas sino todo lo referente a ambas culturas. <br />
Al aumentar las cátedras y el número de alumnos, hacia 1561 hubo necesidad de cambiar de local, ocupando las casas que pertenecían al Hospital de Jesús. En éstas casas permaneció la Universidad hasta el año de 1591 cuando pasó a ocupar las casas del Marqués del Valle hasta principios del siglo XVII, donde se estableció definitivamente en el hermoso edificio construido ex profeso para la Universidad, edificio que fue demolido torpemente en 1910. Los grados profesionales que otorgaba la Universidad eran los de Bachiller, Licenciado, Maestro y Doctor en las siguientes facultades: Artes, Cánones, Leyes y Teología, y Medicina, aunque el grado de Maestro sólo se recibía en Artes y Teología. Para recibir el Bachillerato en Artes se necesitaba, además del Latín y Retórica, haber cursado tres años de Dialéctica, Lógica, Ontología, Física, Matemáticas, Organografía, Teodicea y Ética. En el siglo XVI, es decir, desde su fundación en 1551 hasta el año 1600, los graduados en la Universidad de México alcanzaron la cifra de 595.<br />
<br />
==Organización interna<ref>Cfr. Mendieta y Nuñez, Lucio. Ensayo sociológico sobre la Universidad. Ed. UNAM, México 1980, capítulo XIII Las constituciones de la universidad.</ref>==<br />
<br />
El «''Claustro''» era la más alta autoridad universitaria y, junto con el rector, interpretaba los decretos reales y los hacía ejecutar. Había dos clases de Claustro; el ''Menor'' (llamado también ''Claustro ordinario'') y el Mayor (llamado también Claustro ''pleno''). El ''Claustro Menor'' estaba compuesto de ocho miembros, incluyendo al rector y al maestrescuela; el ''Claustro Mayor'' -que podía decidir sobre cualquier asunto concerniente a la Universidad- se integraba con el rector, el maestrescuela, los diputados, los consiliarios, los profesores, los representantes de los alumnos, los de los egresados y los graduados de otras universidades que se habían incorporado a la Universidad de México. Como era sumamente difícil reunir a tal número de personas, en la práctica se convirtió en regla aceptada que para la validez de las decisiones del ''Claustro Mayor'' era suficiente la participación en él de veinte personas.<br />
<br />
Después del Claustro venía el «''cuerpo de consiliarios''» que eran elegidos por el rector y, al mismo tiempo, dicho cuerpo era su consejero en asuntos académicos. En este cuerpo los estudiantes tenían a sus representantes, y su influencia se hacía sentir en el nombramiento de catedráticos y en el diseño de los currículos. El rector, que duraba en su función sólo un año, era la cabeza visible de la Universidad; era elegido por los consiliarios quienes, a su vez, eran elegidos por el Claustro Pleno. El maestrescuela tenía el mismo poder que el rector, pero únicamente en asuntos académicos; en caso de ausencias cortas era reemplazado por el ''vice-escolástico'' y en caso de muerte por el ''vice-cancelario''. El «cuerpo de diputados» ordinariamente se ocupaba casi exclusivamente de las materias de hacienda, de las rentas y negocios ordinarios de la Universidad, pero eran los representantes de la Universidad en las reuniones de las Cortes del Reino de Nueva España. Estaba integrado entre seis o diez catedráticos propietarios de los cuales el rector designaba uno y el maestrescuela otro; el resto se designaba por rotación de los maestros titulares.<br />
<br />
==Legislación y Autonomía Universitaria==<br />
Sin duda el Rey Felipe II tenía en mente la autonomía de la Universidad cuando el 19 de abril de 1589, expidió una Cédula en Aranjuez y ratificada en Campillo el 24 de mayo de 1597, en la que prohibía que jueces, alcaldes o fiscales de las Reales Audiencias de las Indias, sirvieran como rectores aun en el caso de que fueran graduados de la Universidad, y en la que extendía el fuero de que gozaban los estudiantes conforme a las leyes de las Siete Partidas a las universidades del Nuevo Mundo. De acuerdo con estas cédulas, los rectores de las universidades de Lima y México, y en su ausencia los vice-rectores, tenían jurisdicción sobre los doctores y maestros, así como en los lectores y estudiantes que a ellas concurrieran, “''en todos los delitos, causas y negocios criminales, que se cometieran e hicieran dentro de las escuelas de las universidades, en cualquier manera tocantes a los estudios, como no sean delitos en que haya de haver (sic) pena de efusión de sangre, o mutilación de miembro, o otra corporal.''”<ref>Llinas Álvarez, Edgar. ¿Era autónoma la [[UNIVERSIDAD_DE_MÉXICO_REAL_Y_PONTIFICIA | Real y Pontificia Universidad de México]]?. Ed. UNAM, serie Deslinde N° 118, México, 1979, p. 19.</ref><br />
<br />
Por lo que se refiere a las Constituciones de la Universidad de México, si bien se tomó siempre a las ''Constituciones de Salamanca'' como modelo, e incluso en los primeros años se siguieron éstas al pie de la letra, teniendo en cuenta las circunstancias particulares de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], ya en 1569 el Rey mandó que se nombrara “persona docta” que visitara la Universidad e introdujese las reformas necesarias en su organización y funcionamiento. La “persona docta” elegida fue el oidor (juez) de la Real Audiencia, don Pedro Farfán, quien propuso unas reformas que fueron aprobadas el 18 de agosto de 1580. Posteriormente el arzobispo de México, doctor Pedro Moya de Contreras↗, fue nombrado por el Rey visitador de la Universidad; Moya de Contreras↗ formuló un nuevo estatuto universitario que propuso al ''Claustro Mayor'' el 28 de mayo de 1586, el cual fue aprobado y estuvo en vigor hasta 1626, cuando el virrey don Rodrigo Pacheco y Osorio, Marqués de Cerralvo, propuso una comisión que redactó unas nuevas ''constituciones'', mismas que fueron adoptadas por la Universidad el 23 de octubre de ese año.<br />
<br />
Aunque en todas estas ''Constituciones'' se daban disposiciones muy minuciosas y, en relación a las de las mejores universidades de Europa y la cultura de su tiempo, eran casi impecables, en la práctica había desviaciones que hacían que el funcionamiento de la Universidad no fuera del todo satisfactorio. De hecho la principal desviación consistía en las frecuentes intervenciones de los virreyes en la vida académica de la institución. Así lo señaló el obispo de Puebla don [[PALAFOX_Y_MENDOZA,_Juan_de | Juan de Palafox]] y Mendoza↗ al Rey Felipe IV cuando, en su carácter de visitador general de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], le informó que “''la ruina de una comunidad tan útil'' (la comunidad universitaria) ''son los mandamientos de los virreyes, los cuales parece que traen comisión particular de Vuestra Majestad de acabar con sus estatutos, porque sin embargo que éstos están confirmados por V.M., y su Consejo, y que hay Breves de Su Santidad en que da la forma que se han de tener en los grados, juntándose las dos manos, la Apostólica y la Real, a perfeccionar la obra más importante que hay en la obra de Dios, que es enseñar a la juventud y crear sujetos para los ministerios eclesiásticos y seculares, despachan mandamientos los virreyes de ruego y encargo al Maestrescuela para que con dos cursos gradúen a los que les parece.''”<ref>Llinas Álvarez, Edgar. Obra citada, p. 16.</ref><br />
<br />
Palafox y Mendoza concluyó esta carta solicitando al Rey que expidiera un decreto limitando la influencia y la intervención del los virreyes en la vida académica de la Universidad. Como respuesta el Rey firmó en Madrid dos cédulas: la primera de fecha 12 de junio de 1624 en la que prohibía a los virreyes su intervención en la provisión de cátedras y cursos; y la otra fechada el 3 de septiembre de 1624 en la que ordenaba que los estatutos de las universidades de Lima y México debían respetarse, y que los virreyes no estaban autorizados para alterarlos sin el permiso previo del Consejo de Indias. Al año siguiente, 1645, Felipe IV firmó una cédula más de fecha 14 de mayo en la que precisaba la exigencia del respeto a los estatutos universitarios en lo referente a la adjudicación de cátedras, y que los virreyes no debían conferirlas. Posteriormente Palafox y Mendoza↗ redactó otras Constituciones para la Universidad, las cuales fueron adoptadas hasta 1668 y fueron las que estuvieron en vigor desde ese año hasta 1833, fecha en la cual el gobierno liberal de Gómez Farías suprimió la Universidad por primera vez.<br />
<br />
==Influencia en la sociedad==<br />
Obviamente la cultura y la sociedad novohispanas, apenas en sus inicios, no hubieran podido generar en esos tiempos y por sí mismas una institución como la Universidad; por ello tuvieron que ser instancias como la Iglesia y la Corona las que la crearon con el propósito antes señalado de “''instruir a los nativos y a los hijos de españoles en las cosas de nuestra Santa Fe Católica y en las otras facultades.''” Pero también en esos tiempos, la Iglesia en España y la Corona, que vivían en su “''siglo de oro''” con representantes tan calificados como Cervantes, Lope de Vega, Vitoria, San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Ávila etc., se volcaron sobre la sociedad y la cultura novohispana para hacerlas partícipes de la alta cultura a través de la Universidad.<br />
<br />
Como toda institución social, la Universidad una vez constituida empezó a ejercer su influencia humanista sobre la sociedad, y también a recibir de ésta diversos influjos en una interrelación constante. En no pocos escritos encontramos la afirmación de que la Universidad de México se creó para los españoles, lo cual es totalmente falso. Los españoles que llegaban a México venían por varios motivos, menos el de enfrascarse en estudios que hubieran podido emprender en España en universidades de tanta fama y renombre como las de Valladolid, Palencia o Salamanca. La mayoría de los estudiantes eran [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] o mestizos y pertenecían a la clase media; pagaban un real al rector y otro por cada curso, y una vez graduados fueron personas que se insertaron en posiciones relevantes en la Iglesia, en la administración pública y en múltiples lugares generadores de cultura. Sacerdotes y religiosos mejor preparados, médicos, abogados y funcionarios cultos, arquitectos y artistas salieron de las aulas de la Universidad. Aún aquellos que por distintas circunstancias no podían concluir sus estudios, su simple permanencia durante algún tiempo en las cátedras universitarias, les proporcionó conocimientos que les permitieron llevar una vida mejor y ser personas valiosas para su comunidad.<br />
<br />
==Decadencia y extinción de la [[UNIVERSIDAD_DE_MÉXICO_REAL_Y_PONTIFICIA | Real y Pontificia Universidad de México]]==<br />
Después de la independencia de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] lograda por [[ITURBIDE,_Agustín_de | Agustín de Iturbide]]↗ y tras la caída del Imperio Mejicano por la acción de Antonio [[LÓPEZ_DE_SANTA_ANNA,_Antonio | López de Santa Anna]]↗, México se vio envuelto en una larga sucesión de conflictos políticos, enfrentamientos armados e incluso sufrió la intervención militar de los Estados Unidos y Francia. Centralistas y federalistas, escoceses y yorkinos, [[LIBERALES_Y_CONSERVADORES;_Su_posición_frente_a_la_Iglesia_en_México | liberales y conservadores]], se disputaron el poder a lo largo de más de medio siglo sumiendo a la nación en la anarquía política, económica y cultural.<br />
<br />
Los distintos gobiernos, de duración generalmente efímera, preocupados únicamente en mantenerse en el poder y sin recursos porque el erario estaba siempre en bancarrota y los pocos recursos que tenían se aplicaban exclusivamente para los gastos militares, se desentendieron de los problemas educativos del país y abandonaron a su suerte las instituciones educativas; desde las escuelas elementales hasta los colegios y universidades. La ''Universidad Pontificia de México'' (que con la Independencia dejó de llamarse Real) no fue la excepción, y llevando entonces una vida precaria entro en plena decadencia perdiendo el esplendor que la caracterizó durante casi trescientos años. En 1833 Valentín Gómez Farías, liberal radical y vice-presidente de la República que en esos momentos estaba a cargo del poder ejecutivo, por decreto del 19 de octubre suprimió por primera vez a la ''Pontificia Universidad de México'', argumentando que su existencia era inútil porque en ella nada se enseñaba, nada se aprendía, y porque los exámenes para los grados menores eran de pura forma y los de los grados mayores muy costosos y difíciles.<br />
<br />
Un año después Antonio [[LÓPEZ_DE_SANTA_ANNA,_Antonio | López de Santa Anna]]↗ volvió a hacerse cargo del poder ejecutivo y anuló el decreto de Gómez Farías, por lo que la Universidad pudo abrir nuevamente sus puertas, pero ya en condiciones inciertas y precarias, con variantes en sus estatutos y programas académicos. El 18 de agosto de 1843, el Ministro de Justicia e Instrucción Pública Manuel Baranda quitó a los estudiantes de las universidades de México y Guadalajara la obligación de asistir a clases, dejando sólo la asistencia voluntaria para quienes quisieran alcanzar un grado académico. En 1856, una comisión nombrada para rendir un informe exhaustivo sobre el estado que guardaba la Universidad de México dictaminó que: “''el trastorno general que ha conmovido a nuestra sociedad y en la rápida sucesión de los hombres y partidos que han obtenido el poder en nuestro país, la universidad tan honrada, tan brillante en los tiempos pasados, por el lustre que le han dado sus hijos y por estar en consonancia con el sistema político, moral y religioso de su época, hoy es un edificio arruinado en su parte inmaterial y casi en completo aniquilamiento.''”<ref>Mendieta y Nuñez, Lucio. Obra citada, p. 75.</ref><br />
<br />
Los gobiernos de la época simplemente prolongaron la agonía de la ''Pontificia Universidad de México'': el 14 de septiembre de 1857 el presidente Ignacio Comonfort la suprimió nuevamente; el gobierno del general Félix Zuloaga la volvió a restablecer en 1858, sólo para ser clausurada por tercera ocasión en 1860 por [[JUÁREZ_GARCÍA,_Benito | Benito Juárez]]↗. La ''Junta de Regencia'' del Segundo Imperio nuevamente la restableció en 1864, pero al llegar a México el emperador [[HABSBURGO,_Maximiliano_de | Maximiliano de Habsburgo]]↗ la suprimió definitivamente el 30 de noviembre de 1865.<br />
<br />
En la actualidad son dos las instituciones que se consideran herederas de la [[UNIVERSIDAD_DE_MÉXICO_REAL_Y_PONTIFICIA | Real y Pontificia Universidad de México]]: ''La Universidad Nacional Autónoma de México'' (UNAM), erigida formalmente el 22 de septiembre de 1910 por el presidente [[DÍAZ_MORI,_Porfirio | Porfirio Díaz]]↗ con el nombre de ''Universidad Nacional de México'', y la ''Universidad Pontificia de México'' (UPM). Ésta última se erigió también durante el [[PORFIRISMO | porfirismo]]↗ en 1895 gracias a las gestiones del entonces arzobispo de México don Próspero María Alarcón y Sánchez de la Barquera↗, pero debido a la persecución religiosa en 1932 tuvo que cerrar sus puertas. En 1981 el Episcopado Mexicano solicitó a la Santa Sede la reapertura de la Universidad Pontificia y el 29 de junio de 1982, en la fiesta de San Pedro y San Pablo, se aprobaron sus estatutos y su erección canónica.<br />
<br />
==NOTAS== <br />
<br />
<references/><br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
Cuevas, Mariano. Documentos inéditos del siglo XVI para la Historia de México. Talleres del Museo Nacional de arqueología, Historia y Etnología, México, 1914.<br />
Mendieta y Nuñez, Lucio. Ensayo sociológico sobre la Universidad. Ed. UNAM, México 1980.<br />
Pérez Puente, Leticia y González González, Enrique. Permanencia y cambio: universidades hispánicas 1551-2001, Ed. UNAM, México, 2006.<br />
Llinas Álvarez, Edgar. ¿Era autónoma la Real y Pontificia Universidad de México?. Ed. UNAM, serie Deslinde N° 118, México, 1979.<br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[AGUSTINOS|AGUSTINOS]]<br />
<br />
[[BULA|BULA]]<br />
<br />
[[CATEDRAL_DE_MÉXICO|CATEDRAL DE MÉXICO]]<br />
<br />
[[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización|CRIOLLOS; su aporte a la evangelización]]<br />
<br />
[[DÍAZ_MORI,_Porfirio|DÍAZ MORI, Porfirio]]<br />
<br />
[[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas|EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA; contribución de los jesuitas]]<br />
<br />
[[HABSBURGO,_Maximiliano_de|HABSBURGO, Maximiliano de]]<br />
<br />
[[ITURBIDE,_Agustín_de|ITURBIDE, Agustín de]]<br />
<br />
[[JUÁREZ_GARCÍA,_Benito|JUÁREZ GARCÍA, Benito]]<br />
<br />
[[LIBERALES_Y_CONSERVADORES;_Su_posición_frente_a_la_Iglesia_en_México|LIBERALES Y CONSERVADORES; Su posición frente a la Iglesia en México]]<br />
<br />
[[LÓPEZ_DE_SANTA_ANNA,_Antonio|LÓPEZ DE SANTA ANNA, Antonio]]<br />
<br />
[[MENDOZA_Y_PACHECO,_Antonio_de|MENDOZA Y PACHECO, Antonio de]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[PALAFOX_Y_MENDOZA,_Juan_de|PALAFOX Y MENDOZA, Juan de]]<br />
<br />
[[PÁTZCUARO;_Arte_Virreinal|PÁTZCUARO; Arte Virreinal]]<br />
<br />
[[PORFIRISMO|PORFIRISMO]]<br />
<br />
[[VERACRUZ,_Fray_Alonso_de_la|VERACRUZ, Fray Alonso de la]]<br />
<br />
[[VALERIANO,_Antonio|VALERIANO, Antonio]]<br />
<br />
[[ZUMÁRRAGA,_Fray_Juan_de|ZUMÁRRAGA, Fray Juan de]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=CULTURAS_IND%C3%8DGENAS_DE_AM%C3%89RICA_LATINA&diff=3705088
CULTURAS INDÍGENAS DE AMÉRICA LATINA
2022-03-14T16:49:59Z
<p>Louvier: /* Evaluación del encuentro culturas indígenas-evangelización */</p>
<hr />
<div>=Culturas y civilizaciones=<br />
<br />
Al hablar de las [[CULTURAS_ABORÍGENES_DEL_URUGUAY | culturas indígenas]] en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]] y de la actitud de la Iglesia ante ellas desde hace 500 años, hay que recordar que en este medio milenio el concepto de cultura ha adquirido una connotación mucho más amplia y profunda que la que el humanismo renacentista heredara de la antigüedad greco-romana. Entonces por cultura se entendía la erudición, el cultivo intelectual y artístico y, en el ámbito social, la civilización entendida como desarrollo o progreso. Ambos términos, cultura y civilización, tenían como antónimo barbarie, salvajismo. <br />
<br />
Bárbaros denominaron los romanos a los pueblos germánicos, y salvajes han sido apellidados por los europeos los indígenas americanos desde 1492. El concepto de cultura de los conquistadores y [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_los_primeros_evangelizadores_y_sus_métodos | primeros evangelizadores]] era, y siguió siendo durante los siglos hasta hoy, etnocentrista, etnoeuropeo. La antropología, que se desarrolla como ciencia a partir del siglo pasado, ha substituido el calificativo de salvaje por el de primitivo, tomando como criterio el mayor o menor nivel tecnológico y rendimiento económico de las sociedades, contraponiendo cultura a civilización y desarrollo. <br />
<br />
Hace cien años, al conmemorarse el cuarto centenario del descubrimiento de América, León XIII, en su encíclica «Quarto abeunte saeculo», no utiliza aún el concepto de cultura sino el de civilización, el cual, como anota Hervé Carrier, «se reserva a los descendientes de los europeos, a quienes se distingue de los no civilizados, los que viven en las tinieblas y la superstición».<ref>''Evangelio y culturas. De León XI!I a Juan Pablo II''. Santafé de Bogotá, 1991, p. 248. </ref> <br />
<br />
Habría que esperar hasta el Concilio Vaticano II, que en su constitución «Gaudium et Spes» armoniza las dimensiones clásica y antropológica de cultura, concepto que retomará Pablo VI en su «Evangelii Nuntiandi» y adoptará el Episcopado Latinoamericano en Puebla: «Con la palabra "cultura" se indica el modo particular como, en un pueblo, los hombres cultivan su relación con la naturaleza, entre sí mismos y con Dios (GS 53b) de modo que puedan llegar a "un nivel verdadera y plenamente humano" (GS 53a). Es "el estilo de vida común" (GS 53c) que caracteriza a los diversos pueblos; por ello se habla de "pluralidad de culturas" (GS 53c) (Cfr. EN 20). <br />
<br />
La cultura así entendida, abarca la totalidad de la vida de un pueblo: el conjunto de valores que lo animan y de desvalores que lo debilitan y que al ser participados en común por sus miembros, los reúne en base a una misma "conciencia colectiva" (EN 18). La cultura comprende, asimismo, las formas a través de las cuales aquellos valores o desvalores se expresan y configuran, es decir, las costumbres, la lengua, las instituciones y estructuras de convivencia social, cuando no son impedidas o reprimidas por la intervención de otras culturas dominantes» (DP 386-387). <br />
<br />
Lo que ocurrió hace 500 años fue precisamente que las culturas seculares indoamericanas fueron reprimidas e impedidas por otras culturas que empezaron a ejercer un dominio político violento sobre ellas. En estas penosas circunstancias hubo de iniciarse la [[URUGUAY;_Primeras_corrientes_evangelizadoras | primera evangelización]] de nuestros pueblos, sin que aquellos primeros heroicos misioneros pudieran disponer para su tarea evangelizadora de los conceptos de cultura y de las orientaciones antropológicas de «Evangelii Nuntiandi» y del magisterio de Juan Pablo II.<br />
<br />
=La Iglesia ante las [[CULTURAS_ABORÍGENES_DEL_URUGUAY | culturas indígenas]] precolombinas=<br />
<br />
==Las culturas precolombinas==<br />
<br />
Al llegar Colón a tierras americanas bautizó a sus habitantes con el apelativo de ''indios'', que hasta hoy impropiamente se aplica a los indígenas del continente. Esta denominación parecería cobijar a todos los pueblos precolombinos bajo una identidad cultural, que todavía para muchos caracterizaría a nuestras poblaciones aborígenes. <br />
<br />
Muy pronto habrían de darse cuenta los primeros conquistadores y pobladores del continente, así como los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_los_primeros_evangelizadores_y_sus_métodos | primeros evangelizadores]], de que había multitud de grupos culturales diversos, que podrían tipificarse en tres grandes categorías: <br />
<br />
a) Agrupaciones que poseían una estructura social compleja, con una economía basada en la producción agrícola intensiva y en la organización de una masa de trabajadores agrícolas al servicio de una jerarquía política y religiosa, con una fuerte densidad demográfica y una cosmogonía muy completa, que daba fundamento a una estructura religiosa politeísta estrechamente relacionada con los fenómenos naturales que regulan la economía agraria. <br />
b) Pueblos de organización multifamiliar, con una economía agraria incipiente, cazadores y pescadores, que iniciaban el proceso de asentamiento en la tierra con cultivos rotatorios, con menor densidad de población, cuyas expresiones religiosas estaban vinculadas a formas totémicas y mágicas para propiciar la benevolencia de los dioses y de los ancestros. <br />
c) Pueblos nómadas, dotados de una gran movilidad, cuya organización estaba basada en la familia extensa o en la banda, recolectores y cazadores, de muy baja densidad demográfica, cuyas manifestaciones religiosas se caracterizaban por creencias animistas y prácticas en honor de los difuntos. <br />
<br />
==Religiosidad indígena==<br />
<br />
El impacto producido por la invasión y conquista, y por la misma [[URUGUAY;_Primeras_corrientes_evangelizadoras | primera evangelización]], no nos permite tener un conocimiento tan detallado como fuera de desear acerca de los diversos aspectos religiosos de los pueblos precolombinos. La actitud de los misioneros antes las religiones que hallaron en América fue la de la ''tabula rasa''. Todos los cultos religiosos eran diabólicos y había que empezar por exterminarlos para poder plantar en su substitución el cristianismo. <br />
<br />
A excepción de los guaraníes del Paraguay, todos los demás pueblos de América eran politeístas. Las religiones indígenas eran fundamentalmente agrarias, todos sus ritos, sus dioses, su cosmovisión tenía una referencia a la tierra, la ''Madre tierra''. En sus panteones había un jerarquía de divinidades no muy bien discriminada, en la que algunas religiones apuntaban a un Ser Supremo único Señor y Autor de todo, al que estaban subordinados los demás dioses, mientras que otras expresaban un dualismo más o menos acentuado, en el que dos fuerzas contrarias, símbolos del bien y el mal, se disputaban el dominio del hombre y de la naturaleza. <br />
<br />
Ritos propiciatorios, sacrificios humanos, ceremonias mágicas, cantos, danzas y [[CHILE;_fiestas_religiosas | fiestas religiosas]] expresaban la relación del individuo y del grupo indígena con el o los dioses y con los espíritus de los antepasados. El animismo, manifestación de la creencia en una vida ultraterrena, es otra de las características de las religiones precolombinas. Toda la vida del hombre y de las sociedades primitivas está impregnada y gira en torno a lo religioso. <br />
<br />
Hoy podemos analizar cosmogonías, creencias, mitos y ritos, normas éticas y sociales, a la luz de la antropología cultural y estamos en condiciones de descubrir en todo ello «las semillas del Verbo», o sea la trasmisión y supervivencia de una revelación inicial y universal acerca del origen y del destino final del hombre, y de su relación con el Verbo por quien y para quien todo fue creado. Por el etnocentrismo europeo del siglo XVI, el carácter de empresa civilizadora con el que se justificaba la conquista, la intransigencia e intolerancia religiosa, fruto de la secular cruzada contra el Islam y del enfrentamiento con la reforma protestante, no permitieron que los misioneros que emprendieron la gigantesca tarea de la evangelización del nuevo continente percibieran en las diversas manifestaciones religiosas de los pueblos indígenas «las semillas del Verbo» en ellas implícitas. <br />
<br />
==Cultura y evangelización hace 500 años==<br />
<br />
Evangelizar significó entonces, en fórmula que se repite continuamente en documentos reales y eclesiásticos, enseñar a los indios «la policía humana y divina», esto es catequizarlos e incorporarlos a la cultura europea. <br />
El humanismo católico español preparó en alguna forma a los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_los_primeros_evangelizadores_y_sus_métodos | primeros evangelizadores]] para su encuentro con las [[CULTURAS_ABORÍGENES_DEL_URUGUAY | culturas indígenas]] en cuanto que laicos y clérigos, religiosos y prelados, soldados y funcionarios públicos adoptan una actitud de interés y curiosidad, de admiración e investigación ante la novedad de lo que van descubriendo, conquistando, evangelizando. Los usos y costumbres de los pueblos, su geografía física, su fauna y su flora, todo es ''nuevo'', todo se describe minuciosamente en frases llenas de admiración, de exageraciones y hasta de fantasías. <br />
<br />
Puede afirmarse sin exageración que cuanto sabemos de las [[CULTURAS_ABORÍGENES_DEL_URUGUAY | culturas indígenas]] precolombinas los debemos a la acuciosidad de los primeros [[CRONISTAS_ANTIGUOS_EN_URUGUAY | cronistas]], casi todos ellos religiosos y misioneros, que se preocuparon por conocer diligentemente creencias, ritos y costumbres, lenguas e historia. Se recopilaron vocabularios y se hicieron gramáticas en las más diversas lenguas y dialectos, se crearon escuelas y colegios donde el indígena aprendía el español y hasta el latín y el griego, y se convertía en maestro de los misioneros para el aprendizaje de la lengua y costumbres nativas, como los creados por Fray [[GANTE,_Pedro_de | Pedro de Gante]] en [[TEXCOCO | Texcoco]], México y Santiago de Tlatelolco. <br />
<br />
Ya entre los tres primeros catequistas del Nuevo Mundo, los legos franciscanos Fray Juan de la Deule y Fray Juan Tisín y el jerónimo Fray Ramón Pané, este último merece bien el calificativo de «primer maestro, catequizador y antropólogo del Nuevo Mundo» por su labor evangelizadora y por su «Relación acerca de las antigüedades de los indios» de la isla Española (Santo Domingo). No es éste el momento para hacer un elenco de los numerosos estudios antropológicos, etnográficos y lingüísticos producidos por los misioneros a lo largo de estos cinco siglos de evangelización, pero no podemos dejar de mencionar el más científico y completo de ellos, la ''Historia general de las cosas de Nueva España'', de Fray [[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray | Bernardino de Sahagún]], quien durante dos años dialogó con los más sabios de los antiguos ancianos y con un selecto grupo de jóvenes intérpretes y estudiantes que conocían los jeroglíficos, el náhuatl y el castellano, llegó a tal conocimiento y admiración de aquella cultura, que parece poner en duda la supremacía de la civilización europea sobre la náhuatl. <br />
<br />
Pero, a excepción de los vocabularios, catecismos y gramáticas en las diversas lenguas, los estudios de tipo antropológico y científico poco aportaron al diálogo entre evangelización y culturas, porque el celo de autoridades civiles y aun eclesiásticas consideró que su difusión podía fomentar la pervivencia de ritos y costumbres paganas, razón por la cual muchos de estos estudios permanecieron inéditos durante siglos, como la mencionada obra de Sahagún. <br />
<br />
==Evaluación del encuentro [[CULTURAS_ABORÍGENES_DEL_URUGUAY | culturas indígenas]]-evangelización==<br />
<br />
En primer lugar no hay que olvidar que la evangelización de los pueblos indígenas americanos se hace dentro del marco de expansión de España como reino cristiano, que incluye los fines de la Iglesia entre los medios de extensión, creando una continua tensión con ésta, sin que se llegue nunca a una clara separación de los fines políticos de la expansión y los objetivos misionales de la Iglesia. Por otra parte, Iglesia no son sólo los misioneros, ni los obispos, ni el clero, lo son todos los bautizados. Para los españoles serlo y ser cristianos católicos es idéntico y más en aquellos siglos en que la reforma del Cardenal de Cisneros alcanza todos los niveles de la vida peninsular. Evangelizadores fueron todos los que vinieron de España, desde Colón, Alonso de Ojeda, [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]], hasta los soldados y campesinos, los funcionarios reales y los encomenderos. Desde este enfoque eclesial puede hablarse con razón de un «sentido misional de la conquista». <br />
<br />
Al lado de la catequesis y administración de los sacramentos por parte de los misioneros, la religiosidad popular española sirvió también de interlocutora en el diálogo entre [[CULTURAS_ABORÍGENES_DEL_URUGUAY | culturas indígenas]] y evangelización, y quizá en no pocos aspectos fue precisamente este diálogo, poco estudiado hasta hoy, el que vino a constituir ese «sustrato católico» de la actual [[CULTURA_LATINOAMERICANA;_origen,_evolución_e_identidad | cultura latinoamericana]]. <br />
<br />
Al evaluar el encuentro entre [[CULTURAS_ABORÍGENES_DEL_URUGUAY | culturas indígenas]] y evangelización hemos pues de tener en cuenta que el gran resultado de la empresa político-económico-religiosa de la conquista, colonización y evangelización del Nuevo Mundo, fue la conformación de unos pueblos mestizos, en los que el criollo y el mestizo representan la gran mayoría de una cultura en la que se funden lo europeo y lo indígena. <br />
<br />
Cabe entonces preguntarse si se ha constituido una religión mixta o un [[SINCRETISMO_AFRO-BRASILEIRO | sincretismo]] religioso. Para el jesuita Manuel M. Marzal (''[[SINCRETISMO_AFRO-BRASILEIRO | Sincretismo]] iberoamericano e [[EVANGELIZACIÓN_E_IDENTIDAD_DE_AMÉRICA_LATINA | inculturación]]''), el [[SINCRETISMO_AFRO-BRASILEIRO | sincretismo]] es la consecuencia de la resistencia a una evangelización que se le imponía y la contradicción de la inculturación. Según él podemos hablar de sincretismos religiosos y de inculturación en las creencias, en los ritos y en la organización y la ética en los pueblos quechuas, mayas y africanos que analiza. <br />
<br />
No nos convence la tesis de Marzal y preferimos el análisis de Enrique Dussel. <br />
Después de afirmar que se debe partir de la conciencia individual y colectiva del indio, de su cosmovisión mítica en la que todo es sagrado, de una «existencia a-histórica, donde lo profano no tiene ninguna existencia, donde todo tiene una significación teológica», concluye:<br />
<br />
«La gran masa de indios se iba incorporando por una parte a la civilización urbana hispánico-criolla, y con ella tomaba su modo propio de ser cristiano. La masa india, que continuaba su vida semi-primitiva, permanecía en esa estado ''catecumenal'' de mayor o menor conciencia de su fe con mayor o menor grado de instrumentos o estructuras sacramentales cristianas, juntamente con otros paganos; hemos llamado a este fenómeno: ''acumulación ecléctica'' al nivel de las "mediaciones". Repitamos, entonces, la pregunta: ¿puede hablarse entonces de una religión superficial, sólo de apariencia, mixta, yuxtapuesta o sustancialmente cristiana? Nos parece, como lo hemos mostrado, que el problema es mucho más complejo y todo juicio unívoco y global es imposible. Repetimos: 1) En un plano profundo, intencional, de fe, la masa india no ha adoptado superficial, aparentemente el cristianismo; sino que ''comenzaba a adoptarlo'' pero radicalmente, sustancialmente, auténticamente. Pero esto no es esencialmente ni una yuxtaposición, ni una mixtura, sino un "claroscuro" en donde nadie puede juzgar dónde comienza un polo y donde termina el otro. 2) En el plano de las "expresiones", la liturgia católica sigue siendo la expresión ''oficial "sustancial"'' que, sin embargo, la gran masa no puede practicar, por cuanto la falta de misioneros, las distancias y otro tipo de impedimentos se oponen. Aparecen así sustituidos paralitúrgicos -procesiones, culto a los santos, ermitas locales sobre el lugar de antiguos cultos, etc. (tal como en el mundo greco-romano o el mundo cananeo)-, en los que los elementos, los símbolos, en fin, los "vehículos", las "mediaciones" expresivas de las antiguas religiones están mucho más presentes. ¿Estas ''formas supletorias'' o ''substitutos'' pueden llamarse religiones mixtas? De ningún modo. Lo que en último caso podrían llamarse sería: creaciones o mezclas al nivel popular ''-extra-oficial-'' que vienen a llenar un vacío dejado por el método de la ''Tabula rasa''; substitutos que desaparecerán cuando el catecumenado sea finalizado. El llamado ''Catolicismo popular'' -formas populares extra- oficiales de cultos, ritos, mediaciones- no es una religión mixta, sino manifestaciones temporales, supletorias, de un pueblo que anhela el término de su evangelización. ¿Es por lo tanto una religión propiamente pagana? No. ¡Es, más bien, la manifestación de una conciencia no enteramente cristiana!»<ref>Düssel Enrique. ''Hipótesis para una historia de la Iglesia en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]]'' 1967, p. 86-87. Cfr. desde p.72</ref><br />
<br />
=[[CULTURAS_ABORÍGENES_DEL_URUGUAY | Culturas indígenas]] y Nueva Evangelización=<br />
<br />
El Primer Encuentro Continental de Misiones en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]], realizado en Melgar, Colombia, del 21 al 27 de abril de 1968, en el documento final «La pastoral en las misiones de [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]]», al analizar las situaciones misioneras del continente, presenta los siguientes tipos: <br />
«1a. Los pueblos o grupos humanos en los que la Iglesia no está suficien-temente implantada por falta de personal apostólico propio, o por carencia de una mínima estructura pastoral; <br />
2a. . Los pueblos o grupos en los que la Iglesia, ya implantada, no ha lleva-do a cabo una acción evangelizadora eficiente, por falta de iniciación cristiana y vida apostólica de sus miembros, que han entendido la religión, más como una práctica legal que como vida ferviente y operante; <br />
3a. Los pueblos o grupos en los que la Iglesia ha sido implantada y el Evangelio predicado, pero no llegan a penetrar la cultura de los pueblos: o<br />
porque nunca se logró, o porque la Iglesia no es aceptada en su actual realización histórica, o porque se ha producido una descristianización colectiva; <br />
4a. Los grupos humanos en los que la Iglesia está enraizada, el Evangelio fue predicado y hasta llegó a penetrar las culturas, pero todo de una forma mediocre: cuentan con personal apostólico y estructuras pastorales, pero todo ello con una cierta precariedad, debido a que no se ha llegado a com-prender el Evangelio como un compromiso vital y responsable».<ref>''Documentos de [[PASTORAL_INDÍGENA;_pasado_y_presente | Pastoral indígena]]'', [[CONSEJO_EPISCOPAL_LATINOAMERICANO_(CELAM) | CELAM]], DEMIS 9, Bogotá, 1989, p. 26</ref><br />
<br />
Fue ésta la que pudiéramos llamar primera redacción del episcopado misionero latinoamericano ante los cuestionamientos que surgieron con la lectura de los documentos del Vaticano II, especialmente ''Ad Gentes.'' Numerosas reuniones, simposios y seminarios a nivel latinoamericano y regional o nacional se han realizado desde entonces en torno a los retos que plantea hoy a la pastoral del Continente la atención a los grupos indígenas y a los grupos [[TRATA_DE_ESCLAVOS;_Los_países_europeos | afroamericanos]] No es del caso hacer referencia a cada uno de ellos. Baste a nuestro propósito hacer una síntesis del Documento sobre la Evangelización de los indígenas al medio milenio del Descubrimiento de América. <br />
<br />
En respuesta a la consigna del Papa Juan Pablo II en Haití el 9 de marzo de 1983 de iniciar una Nueva Evangelización, el Departamento de Misiones del CELAM convocó a todos los presidentes de comisiones de misiones de las conferencias episcopales en Bogotá del 9 al 13 de septiembre de 1985.<ref>Cfr. ''De una pastoral indigenista a una [[PASTORAL_INDÍGENA;_pasado_y_presente | pastoral indígena]]'', Documentos CELAM N° 83</ref>En el documento final «Opciones Pastorales», los prelados asistentes sintetizaron la problemática indígena actual en tres capítulos: <br />
<br />
En el primero analizan la [[CONQUISTA_Y_COLONIZACIÓN;_Situación_de_los_indígenas | situación de los indígenas]] en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]] desde el punto de vista de la población y demografía, de la posesión de la tierra y de su relación con los grupos dominantes, para terminar con una evaluación de la situación pastoral de los grupos indígenas. En el segundo capítulo hacen una reflexión sobre la situación indígena en la que consideran que “Amerindia” es un desafío para la Iglesia, relevan el aporte de Puebla al proyecto de una Nueva Evangelización y constatan: La presencia de Cristo en las culturas y comunidades, la situación de agresión en que viven, que permite identificar en ellas no sólo las «semillas del Verbo», sino a Cristo crucificado en las culturas. En relación con los valores culturales indígenas verifican que son los descendientes de los aborígenes amerindios, que fueron los primeros pobladores del continente antes que los europeos; su relación vital con la tierra, de la que se sienten hijos y que ven profanada por una sociedad economicista y antiecológica; su estructura comunitaria por la que forman un solo pueblo, fundamento de una vivencia comunitaria de la fe; su experiencia de Dios a través de la naturaleza. Finalmente, al reflexionar sobre la tarea evangelizadora de la Iglesia, se acentúa el derecho de estas culturas a ser plenamente evangelizadas y a que se respete su identidad; en otras palabras, a que hoy toda la metodología misionera se base en el binomio continuamente proclamado por Juan Pablo II, «Inculturar el Evangelio y evangelizar la y las culturas». Por último, en el tercer capítulo se contraen algunos compromisos en el orden de líneas pastorales, acciones generales y acciones específicamente pastorales para responder a los dos problemas fundamentales de las [[CULTURAS_ABORÍGENES_DEL_URUGUAY | culturas indígenas]] de hoy, el clamor por la tierra y el reclamo por la autodeterminación: <br />
<br />
«En este momento histórico de [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]] escuchamos el grito de los pueblos indígenas, que se eleva desde los cuatros puntos cardinales de nuestro continente. Es el grito que exige el reconocimiento y la garantía al derecho inalienable de poseer sus tierras. La tierra para ellos es no solamente un territorio geográfico o un medio de producción; es sobre todo un espacio religioso con el que mantienen relaciones místicas, lugar de sus mitos, de su historia y de sus antepasados, de sus celebraciones y fiestas: finalmente el lugar de su esperanza y de su identidad. Escuchamos también el clamor de los pueblos indígenas por su autodeterminación, y nos conmueve el grito de sus líderes asesinados, mártires que se empeñaron en la organización de sus pueblos y en la articulación de alianzas entre todos los oprimidos. <br />
<br />
Estos gritos por la sobrevivencia y por la vida nos hieren profundamente, porque queremos ser pastores comprometidos en la búsqueda de "vida en abundancia" (Jn 10, 10) para nuestros pueblos indígenas. Finalmente profesamos nuestra fe en el futuro de los pueblos indígenas como pueblos diferenciados de las sociedades nacionales. Nos comprometemos en el Señor, con un amor que va hasta los confines y hasta las últimas consecuencias. Estamos convencidos que los pueblos indígenas de América representan una esperanza para toda la Iglesia y el futuro de la humanidad».<ref>D''ocumentos de [[PASTORAL_INDÍGENA;_pasado_y_presente | Pastoral Indígena]]'', CELAM, DEMIS 9, Bogotá, 1989, pp. 113-114, 116. Cfr. todo el documento pp. 95-116</ref><br />
<br />
==Notas==<br />
<br />
<references/><br />
<br />
=Bibliografía=<br />
<br />
*ANDRÉS MARTÍN, Melquíades, ''Dinero, cultura y espiritualidad en torno al descubrimiento y euangelizacion'', Consejo Episcopal Latinoamericano - CELAM -, Colección V Centenario 39, Bogotá, 1990. <br />
*ARMAS MEDINA, Fernando de, ''Cristianizact6n del Perú'' (1532-1600), Escuela de Estudios His-panoamericanos de Sevilla 75, 1953. <br />
*ARNAIZ ZARANDONA, Francisco José, SJ., DOBAL, Carlos, ''Albores de la fe en América'', Con¬sejo Episcopal Latinoamericano - CELAM -, Colección V Centenario 33, Bogotá 1989. <br />
*CARRIER, Hervé, SJ., ''Evangelio y culturas. De León XIII a Juan Pablo II'', Consejo Episcopal Latinoamericano - CELAM -, Colección Autores 1, Santafé de Bogotá, 1991. <br />
*CASTILLO ARROYO, Javier L., ''La catequesis en el Perú'', Consejo Episcopal Latinoamericano - CELAM -, Colección V Centenario 11, Bogotá, 1987. <br />
*CHARRIA ANGULO, Beatriz, Hna. O.P., ''Primera comunidad dominicana en América. Defensora del indígena'', Consejo Episcopal Latinoamericano - CELAM -, Colección V Centenario 13, Bogotá, 1987. <br />
*COLMENARES, Germán, ''La sociedad indígena y su etolucián posterior a la conquista'', en «La Historia de Colombia», Instituto Colombiano de Cultura, Biblioteca Básica Colombiana 18, Bogotá, 1976, p. 67-172. <br />
*DAMMERT BELLIDO, José, Mons., ''Arzobispos limenses evangelizadores'', Consejo Episcopal La-tinoamericano - CELAM -, Colección V Centenario 12, Bogotá, 1987. <br />
-, '' Primera evangelización y pastoral hoy'', Consejo Episcopal Latinoamericano - CELAM -, Co- <br />
lección V Centenario 22, Bogotá, 1988. . <br />
-, ''Camino de pastoral en el Perú'', Consejo Episcopal Latinoamericano - CELAM -, Colección V Centenario 34, Bogotá, 1989. <br />
''De una pastoral indigenista a una pastoral indígena'', Consejo Episcopal Latinoamericano - CE¬LAM -, Departamento de Misiones DEMIS, Documentos CELAM 83, Bogotá, 1987. <br />
''Documentos de pastoral indígena'', Consejo Episcopal Latinoamericano - CELAM -, Departa¬mento de Misiones, - DEMIS - 9, Bogotá, 1989. <br />
*DUQUE GÓMEZ, Luis, ''Prehistoria'', t. 1 Etno-historia y arqueología, en «Historia Extensa de Colombia», vol. 1, [[ACADEMIA_COLOMBIANA_DE_HISTORIA_ECLESIÁSTICA | Academia Colombiana]] de Historia, Bogotá, 1965. <br />
*DURÁN, Margarita, ''De la Colonia al Vaticano JI. Historia de la catequesis en el Paraguay'', Consejo Episcopal Latinoamericano - CELAM -, Colección V Centenario 14, Bogotá, 1987. <br />
*EPALZA QUINTERO, Héctor, ''Ministerio pastoral de Agustín de la Coruña, segundo obispo de Popayán'', Consejo Episcopal Latinoamericano - CELAM -, Colección V Centenario 41, Bogotá, 1990. <br />
*FERNÁNDEZ, Ángel-Raimundo, ''Sobre la investigación etnográfica de Fray Bernardino de Sahagún'', en «Evangelización y Teología en América (siglo XVI»&gt;, X Simposio Internacional de Teología, Universidad de Navarra, vol. 2, Pamplona, 1990, p. 1411-1417. <br />
*GARcÍA AHUMADA, Enrique, F.E.C., ''La primera evangelización de América, en la revista Medellín'', Instituto Teológico Pastoral del CELAM, N. 66, Bogotá, junio 1991, p. 240-256. <br />
*GÓMEZ CANEDO, Lino, O.F.M., ''Evangelizact6n y Conquista. Experiencia Franciscana en Hispa-noamérica'', Biblioteca Porrua 65, México, 1977. <br />
<br />
'''ALBERTO LEE LÓPEZ'''<br />
<br />
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<relatedtags><br />
[[EVANGELIZACIÓN_E_IDENTIDAD_DE_AMÉRICA_LATINA | EVANGELIZACIÓN_E_IDENTIDAD_DE_AMÉRICA_LATINA]]<br />
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<br />
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<br />
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<br />
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<br />
[[CORTÉS,_Hernán|CORTÉS, Hernán]]<br />
<br />
[[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray|SAHAGÚN, Bernardino de Fray]]<br />
<br />
[[TEXCOCO|TEXCOCO]]<br />
<br />
[[CHILE;_fiestas_religiosas|CHILE; fiestas religiosas]]<br />
<br />
[[GANTE,_Pedro_de|GANTE, Pedro de]]<br />
<br />
[[CRONISTAS_ANTIGUOS_EN_URUGUAY|CRONISTAS ANTIGUOS EN URUGUAY]]<br />
<br />
[[URUGUAY;_Primeras_corrientes_evangelizadoras|URUGUAY; Primeras corrientes evangelizadoras]]<br />
<br />
[[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_los_primeros_evangelizadores_y_sus_métodos|EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA; los primeros evangelizadores y sus métodos]]<br />
<br />
[[AMÉRICA_LATINA:_El_Término|AMÉRICA LATINA: El Término]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=CULTURAS_PRECOLOMBINAS;_Los_pueblos_en_Norteam%C3%A9rica&diff=3705087
CULTURAS PRECOLOMBINAS; Los pueblos en Norteamérica
2022-03-13T18:55:27Z
<p>Louvier: /* Cultura Iroquesa */</p>
<hr />
<div>==Prólogo==<br />
<br />
Según antropólogos modernos, todas las evidencias halladas hasta la fecha −comienzos del siglo XXI− apuntan a que el ser humano no es originario del continente americano sino de Asia y que arribó en oleadas sucesivas hace unos 15 000 años. De las múltiples hipótesis que se han elaborado para explicar la llegada del hombre a América, la que parece con mayor consistencia y aceptación por la ciencia antropológica es la que señala al Estrecho de Bering como el lugar por el que pasaron de Asia a América.<br />
<br />
Se llama Estrecho de Bering al canal marítimo situado entre el Cabo Dezhnez en la Rusia asiática, y el Cabo Príncipe de Gales en Alaska; dicho canal tiene tan solo 83 kilómetros, además de que a la mitad hay dos islas: la Gran Diomede y la Pequeña Diomede. Entre los meses de noviembre y mayo el mar se congela formando una capa de hielo por el que, sin mucho peso, se puede pasar caminando. <br />
<br />
Tal sería el lugar por el cual los primeros habitantes arribaron al Continente americano, quienes buscando climas más benignos, fueron bajando hacia los trópicos entre los cuales se desarrollarán las culturas más prósperas. Quienes se quedaron más al norte formaron pueblos nómadas, de menor número y desarrollo. <br />
<br />
Desde un ángulo antropológico cultural, el Continente americano precolombino suele dividirse al menos en unas 18 grandes áreas o regiones: 1) Esquimal o ártica; 2) Subártica; 3) Del Noroeste; 4) de la Gran Cuenca; 5) De las Praderas; 6) Del sureste; 7) Californiana; 8) Del Suroeste; 9) Mesoamérica; 10) Del Caribe; 11) Amazónica; 13) Del [[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]] Oriental; 14) Andina Central; 15) Del Gran Chaco; 16) Andina Meridional; 17) Pampeana; y 18) Patagónica. Mostraremos una lista de algunos de los pueblos originarios que habitaban el norte de América que los europeos encontraron al momento de su llegada.<br />
<br />
==Cultura Muscoqui==<br />
<br />
Mejor conocidos como «esquimales», la cultura muscoqui a la cual pertenecían los pueblos Miut, Aggo-miut, Akuduir-miut y Oko-miut, fueron los habitantes situados más cerca del Estrecho de Bering. Fue el explorador danés Vitus Bering (1681-1741) quien al servicio de una expedición rusa, en 1725 descubrió el Estrecho que desde entonces lleva su nombre, y quien tuvo el primer contacto con los esquimales.<br />
<br />
Para afirmar el dominio que sobre Alaska tenía Rusia, en 1784 la zarina Catalina «la grande» ordenó que en la Península de Kamchatcka se estableciera asentamiento de rusos, que tuvieron una relación muy marginal con los esquimales, ya que estos eran nómadas, difultando establecer con ellos cualquier comunicación.<br />
<br />
Los esquimales seguían las migraciones de animales -caribíes, osos, focas, etc.- los cuales cazaban para su alimentación, además de que con sus pieles hacían sus vestidos que les proporcionaban eficaz abrigo. Para sus tiendas de campaña también las pieles de los animales les eran de gran utilidad. La cultura Muscoqui usaba los huesos para fabricar armas y herramientas, y fueron hábiles tallando figurillas con el marfil de los colmillos de focas y morsas. <br />
<br />
==Cultura Iroquesa==<br />
<br />
La siguiente cultura precolombina ubicada más al sur, en las márgenes del río San Lorenzo, fue la de los Iroqueses. Aunque también fueron nómadas que vivían de la caza y de la pesca, por las condiciones climáticas acostumbraban permanecer largos periodos en un mismo lugar habitando en casas de madera; de hecho, el nombre de «iroques» significa en su lengua «casa larga» pues entre tres o cuatro familias construían la casa que habitarían durante el invierno. Poco a poco fueron asentándose más tiempo en un mismo lugar y pasaron a ser seminómadas. <br />
<br />
En esa situación se encontraban cuando se dieron los primeros contactos con los europeos franceses que arribaron a principios del siglo XVII. En 1608 Samuel de Champlain fundó la ciudad de Quebec.<br />
La influencia de los colonos franceses, especialmente en la enseñanza del cultivo del maíz, permitió consolidar los asentamientos iroqueses, formando una «Liga» entre los indios Mohawk, Odondaga, Oneida. Seneca, Cayuga y Tuscaroa. <br />
<br />
Su organización social era «matrilineal» pues se basaba en «clanes» gobernados por un consejo de mujeres encargado de mantener la armonía y de realizar los acuerdos comerciales. Las «casas largas» se techaban con tejas de corteza y tenían orificios que permitían entrar la luz y salir el humo de dos o tres hogueras que mantenían cálida la habitación. Profesaban una religión totémica pues adoraban imágenes de animales talladas en madera, pero después muchos iroqueses abrazaron el catolicismo. Al contacto con los españoles muchos se dedicaron al pastoreo de ovejas, las que fueron introducidas por los misioneros.<br />
<br />
==Culturas Navajo==<br />
<br />
Las inmigraciones hacia el sur llegaron hacia el siglo XIII a los actuales territorios de Colorado, Utah, Arizona y Nuevo México, y fueron llamados «apaches de Navajo» por los primeros exploradores españoles que tomaron contacto por ellos en los principios del siglo XVII. <br />
<br />
Fueron pueblos nómadas, recolectores y cazadores; sus vestidos eran principalmente de piel de venado, la que también utilizaban para sus tiendas de campaña. En invierno protegían los pies y piernas con polainas de yuca y unos mocasines de piel de tejón. Las lenguas que hablaban los Navajo, en cuanto parecen tener una raíz en los grupos originarios de las riberas del lago Athabasca, se les llama «lenguas atapascanas» siendo estas más de 30; las principales son el apache, el chipewyan y el propiamente navajo.<br />
<br />
Su religión politeísta se centraba en la naturaleza, atribuyendo «espíritu» a los animales, aves, reptiles, así como al viento, la luz y las tormentas. Tenían una gran variedad de ceremonias en la que acostumbraban a pintarse el cuerpo con arcillas de variados colores. Los dioses más importantes eran el sol y su consorte a la que llamaban «mujer araña» y sus dos hijos gemelos, además de un grupo de deidades antropomórficas. Fueron de los pocos pueblos precolombinos que no practicaron sacrificios humanos.<br />
<br />
==Cultura Kiowa==<br />
<br />
En las planicies de Texas, Oklahoma y el este de Nuevo México se estableció la Cultura Kiowa cuyos principales grupos fueron los «Comanches», los «Siux» y los «Crow». Fueron pueblos nómadas que seguían a las manadas de bisontes de los cuales se alimentaban. Usaban como vivienda unas tiendas cónicas llamadas «tipi», hechas de pieles de venado y bisonte y sostenidas por palos de madera.<br />
<br />
Su principal deidad era el sol y en su honor practicaban una Danza con la que consideraban lograr una unión espiritual entre toda la tribu. No practicaron sacrificios humanos. Cuando a inicios del siglo XVII los españoles introdujeron el caballo en Norteamérica llegando a reproducirse en grandes manadas, los comanches -al igual que los apaches- se convirtieron en hábiles jinetes y su nomadismo y belicosidad la pudieron practicar a mayores distancias.<br />
<br />
==Cultura Dakota==<br />
<br />
Los dakotas fueron una tribu que habitó los bosques de Minnesota, especialmente a las orillas de los lagos. Por las condiciones geográficas fueron seminómadas pues además de la pesca y la recolección de frutas cultivaron el maíz y el frijol, y a semejanza de los iroqueses también vivían en casas construidas con madera.<br />
<br />
Al igual que otros pueblos precolombinos de Norteamérica, fabricaban su vestimenta con pieles de diversos animales como conejos, venados, alces, coyotes. El primer contacto que los Dakota tuvieron con los europeos fue con el misionero jesuita francés Paul Le Jeune, cuan este exploró el territorio de Minnesota alrededor de 1630. La introducción del ganado lanar y caballar mejoró enormemente su modo de vida. <br />
<br />
==Cultura Cherokee==<br />
<br />
El pueblo Cherokee habitó los territorios de los actuales Estados del Sureste de los Estados Unidos (Georgia, las Carolinas, Tennesse y Virginia). Pertenecieron a la familia lingüística iroquesa; la palabra «cherokee» significa «que viven en las montañas». En continua guerra con los iroqueses se tuvieron que desplazar hacia los Montes Apalaches, los cuales son una barrera natural entre la costa atlántica y las tierras bajas, donde pudieron aislarse hasta la llegada de los europeos, siendo su primer contacto con el explorador español Hernando de Soto en 1539.<br />
<br />
En las montañas Apalaches vivieron en casas rectangulares que cubrían con cortezas de árboles. Vivían de la caza de osos, ciervos, venados, castores que abundaban en los bosques de su entorno inmediato, volviéndose sedentarios y desarrollaron una incipiente agricultura de maíz y calabazas, así como [[ARTESANÍAS_MEXICANAS,_en_la_liturgia | artesanías]] de cerámica. <br />
<br />
==Cultura Anasazi==<br />
<br />
La cultura precolombina de Norteamérica más desarrollada fue la «Anasazi», pues a diferencia de las otras en esa parte del Continente, fue la única que llegó a tener arquitectura, con construcciones hechas a base de ladrillos de barro y piedra con techumbres de vigas que llegaron a tener hasta cinco niveles, a los que se accedía mediante escaleras. <br />
<br />
Construyeron sobre plataformas altas con propósitos defensivos pues frecuentemente eran atacados por los navajo, formando aldeas que florecieron en el mismo sitio; por tal razón a esta cultura se le conoce generalmente como «[[INDIOS_PUEBLO | indios pueblo]]» (en su lengua, «anasazi» significa «pueblo»). Los anasazi se asentaron en el territorio de Nuevo México en los siglos XIII al XV. <br />
<br />
La aldea-pueblo más antigua es Acoma (pueblo de la piedra blanca), en el centro del actual Estado de Nuevo México, a la que hoy se le atribuye ser la población habitada más antigua de los Estados Unidos. Los «[[INDIOS_PUEBLO | indios pueblo]]» incluyen a los «hopi», los «zuñi» y los «jemes», cada uno de ellos de lengua distinta.<br />
<br />
Construyeron ingeniosos sistemas de irrigación, cultivando principalmente maíz. Sus obras de cerámica manifiestan su interés por la astronomía y la astrología; el culto al sol fue su principal rasgo religioso. <br />
<br />
Fue la expedición del novohispano Juan de Oñate la que en 1585 estableció contacto con los anasazi, fundando la población de San Gabriel el 18 de agosto de 1598 sobre las ruinas abandonadas de una aldea-pueblo.<br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
<br />
DEMALLIE, Raymond J. ''Handbook of North American Indians: Plains'' (Vol. 13). Washington, D.C.: Smithsonian Institution.<br />
<br />
FINGER, John R. ''Cherokee Americans: The Eastern Band of Cherokees''. University of Tennessee Press, 1991<br />
<br />
MALAURIE Jean. ''Los esquimales del Polo. Los últimos reyes de Thulé''. Grijalbo, Barcelona 1981. <br />
<br />
NAVARRO GARCÍA Luis. ''La conquista de Nuevo México''. Ediciones de Cultura Hispánica del Centro Iberoamericano de Cooperación, Madrid, 1978<br />
<br />
<br />
<br />
'''DHIAL'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[ARTESANÍAS_MEXICANAS,_en_la_liturgia|ARTESANÍAS MEXICANAS, en la liturgia]]<br />
<br />
[[BRASIL;_Afrodescendientes|BRASIL; Afrodescendientes]]<br />
<br />
[[INDIOS_PUEBLO|INDIOS PUEBLO]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=CULTURAS_PRECOLOMBINAS._Los_pueblos_del_Caribe&diff=3705075
CULTURAS PRECOLOMBINAS. Los pueblos del Caribe
2022-03-07T19:08:57Z
<p>Louvier: /* Culturas indígenas de las Antillas */</p>
<hr />
<div>==Culturas indígenas de las Antillas==<br />
<br />
Geográficamente, las Antillas son un archipiélago cuyas islas forman una especie de «corredor» marítimo entre las costas del noroeste de Venezuela, la península de [[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | la Florida]] y la península de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]]. Este archipiélago se clasifica en [[CONQUISTA_PACÍFICA_(4);_Cuarteamiento_del_Plan_de_Tierra_Firme | Antillas]] «Menores»: (Trinidad, Martinica, Dominica, Santa Lucía, Barbados, Guadalupe, Aruba, Curazao y otras más), y las [[CONQUISTA_PACÍFICA_(4);_Cuarteamiento_del_Plan_de_Tierra_Firme | Antillas]] «Mayores»: Jamaica, Puerto Rico, [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] y La Española (República Dominicana y Haití).<ref>La isla de La Española (Hispaniola; hoy Santo Domingo y Haití) permaneció bajo control español desde el descubrimiento de Colón hasta 1697, cuando la parte occidental de la isla se convirtió en una posesión francesa (Haití).</ref> <br />
<br />
Este rosario de islas forma una serie de plataformas naturales en el mar Caribe que, mediante sencillos medios de navegación (canoas) los pueblos se podían poner en comunicación entre sí y con algunas costas continentales ([[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos | La Florida]], Centroamérica, [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]], Venezuela).<br />
<br />
==Orígenes de la Cultura Caribe==<br />
<br />
Probablemente fue hacia el año 300 a.C. cuando las islas fueron ocupadas por indios recolectores procedentes de Norteamérica. Estos se asentaron en las costas y son los llamados «ciboneyes» (nombrados también como «siboneyes»). Hacia el primer siglo de la era cristiana llegaron grupos indígenas agricultores procedentes del Orinoco y Amazonas de lengua arauak: el grupo más importante de estos en las [[CONQUISTA_PACÍFICA_(4);_Cuarteamiento_del_Plan_de_Tierra_Firme | Antillas]] Mayores era el de los «lucayos», que fueron los pueblos originales residentes de las Bahamas, y los «taínos». <br />
<br />
En las [[CONQUISTA_PACÍFICA_(4);_Cuarteamiento_del_Plan_de_Tierra_Firme | Antillas]] Menores también había pobladores lucayos, y pobladores iñeris. Después del 1300 d.C. arribaron los caribes procedentes del norte de Venezuela y Colombia, quienes −según las crónicas− eran muy belicosos.<br />
<br />
A la llegada de los españoles, los lucayos y los taínos eran los grupos dominantes en las Grandes [[CONQUISTA_PACÍFICA_(4);_Cuarteamiento_del_Plan_de_Tierra_Firme | Antillas]], pero también encontramos lucayos en las Menores, como se verá. En las [[CONQUISTA_PACÍFICA_(4);_Cuarteamiento_del_Plan_de_Tierra_Firme | Antillas]] Menores dominaban los caribes y estos habían echado prácticamente a los iñeris. Los lucayos y los taínos fueron los primeros grupos indígenas que tuvieron contacto con los españoles. Colón les llama «indios mansos» en contraste con los «caribes», a los que describen como bravos y antropófagos.<br />
<br />
<br />
==Siboneyes==<br />
<br />
Es el grupo cultural más antiguo. Su nombre procede del arauaco y significa «hombre de piedra» porque vivían en refugios rocosos o al aire libre junto a la costa. Los españoles les llamaron: guanacahibes, guanatebeyes, guanataibes y guaccaiarimas según el lugar donde se encontraban. <br />
<br />
No sabemos nada de su lengua. Su organización social se mantenía a nivel de bandas o familias que se desplazaban de un lugar a otro para recoger los frutos de la naturaleza, agrícolas o marinos. Entre los marinos recogían mariscos y almacenaban sus conchas, por eso se les llama también «concheros».<br />
<br />
==Cultura Taína==<br />
<br />
La cultura taína comprende poblaciones precolombinas de las Bahamas, las [[CONQUISTA_PACÍFICA_(4);_Cuarteamiento_del_Plan_de_Tierra_Firme | Antillas]] Mayores y el norte de las [[CONQUISTA_PACÍFICA_(4);_Cuarteamiento_del_Plan_de_Tierra_Firme | Antillas]]. Su ubicación geográfica les coloca como vecinos de los caribes, tribus indígenas que se extienden por los litorales de Venezuela. Los taínos mantenían una competencia tradicional con los caribes, a los que consideraban como sus enemigos debido a las múltiples incursiones de estos a tierras taínas, llevándose cautivas a sus mujeres, lo que inició un intercambio de la lengua.<br />
<br />
Vivían de la agricultura en el interior de las selvas, junto a las mejores tierras. Cultivaban la mandioca o yuca, el maíz, la batata, el maní, la pifia y el tabaco. La yuca y el casabe eran su alimentación básica. Los taínos desarrollaron también piezas cerámicas con fines funerarios.<br />
<br />
Estaban asentados en aldeas y varias aldeas formaban un cacicazgo, cuyo jefe era el cacique. Algunos pueblos tenían alrededor de mil casas, según las [[COLOMBIA;_Religiosidad_prehispánica_en_las_crónicas_españolas | crónicas españolas]]. Las viviendas las construían sobre troncos enterrados y palos cruzados que formaban el soporte principal de la casa. Después recubrían las paredes de cañas y el techo de hojas de palmera sujetas ambas con bejucos. <br />
<br />
Había dos tipos de vivienda: los bohíos, de planta circular y techo cónico; y el caney, de forma rectangular con techo a dos aguas. Las viviendas se situaban alrededor de una plaza o «batey» donde tenían lugar los actos colectivos, entre los que se encontraban ceremonias y juegos. Practicaban el juego de pelota, de donde se deduce influencia de la península de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]].<br />
<br />
Sus creencias religiosas eran presididas por el jefe o cacique y tenían abundancia de figuras representando seres humanos y animales de piedra, oro, madera, hueso, conchas, a los cuales les llamaban «cemíes», eran los espíritus protectores. Cuando alguien caía enfermo era atendido por el «chamán» (hechicero, brujo).<ref>Los «chamanes» eran unos brujos o hechiceros a los que se les atribuían poderes para conectarse con espíritus, curar enfermedades o predecir el futuro.</ref>En la práctica de la medicina, este invocaba a los cemíes y aplicaba plantas medicinales. <br />
<br />
Los hombres iban prácticamente desnudos, con solo unas ligas de algodón en los brazos y piernas. Las mujeres casaderas llevaban una especie de faldilla tejida con algodón. Trabajaban el hueso, las piedras y las maderas duras. Es famoso y cómodo el dujo (un asiento en forma de H) y el cemi (una especie de hacha ceremonial).<br />
<br />
La civilización taína mantuvo en todo momento una relación conflictiva con los españoles. Diversos factores como las infecciones epidemiológicas, enfermedades llegadas con los descubridores-conquistadores, pesada servidumbre y malos tratos, causaron la desaparición total de los taínos. Este desastre favoreció la [[TRATA_DE_ESCLAVOS;_Comienzos_y_expansión | trata de esclavos]] africanos para los duros trabajos en las [[CONQUISTA_PACÍFICA_(4);_Cuarteamiento_del_Plan_de_Tierra_Firme | Antillas]]. <br />
<br />
Esta presencia forzada llevó al hecho de que en parte bastantes elementos de la cultura taína fuesen adoptados por los esclavos africanos, como el cultivo de roza, que consiste en «rozar» la tierra, a veces quemando la maleza y talando los árboles. Este sistema sería continuado por las plantaciones azucareras.<br />
<br />
==Lucayos==<br />
<br />
Los pueblos lucayos eran los originales residentes de las Bahamas, junto con los otros pueblos ya nombrados. Es necesario señalar algunos datos sobre ellos, precisamente por encontrarse entre los primeros pueblos que habitaron las islas Bahamas en general. <br />
<br />
Su nombre viene del término taíno «lukku-cairi», que la gente usaba para nombrarse a sí mismos, y que significaba «gente de las islas». La palabra taína para isla es «cairi», que en español se convirtió en «cayo». Eran una rama de los taínos que habitaban en la mayor parte de las islas del Caribe. <br />
<br />
Fueron los primeros aborígenes indígenas con los que se encontró Colón. Tras el primer encuentro e impacto, muchos de los lucayos fueron cayendo víctimas de las nuevas enfermedades y de los duros trabajos a los que los colonos los sometieron; en la década de 1520 los lucayos habían desaparecido prácticamente de las Bahamas. <br />
<br />
Algunos restos humanos (cráneos) y arqueológicos de tipo ciboney se han encontrado en la isla de Andros, por lo que se sostiene que algunos ciboneys habrían llegado a las Bahamas antes que los lucayos, o al menos al mismo tiempo de su llegada alrededor de mediados del siglo XII, según pruebas sacadas a través de análisis de radiocarbono. <br />
<br />
En las [[COLON_CRISTOBAL;_cartas_sobre_el_descubrimiento | cartas de Colón]] éste hace algunas observaciones sobre los lucayos. Otras informaciones sobre sus costumbres se han encontrado a través de las excavaciones arqueológicas, y de la comparación con cuanto se conoce de la cultura taína en [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] y en La Española. Los lucayos se distinguían de los taínos de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] y de La Española, en las dimensiones de sus casas, en la organización y localización de sus poblados, los materiales que usaban en su cerámica y en otras fuentes de construcción y subsistencia. <br />
<br />
Entre los años 500 y 800 d.C. los taínos comenzaron a cruzar en canoas, piraguas o cayucos excavados en troncos e impulsados por remos desde La Española y/o [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] hacia las Bahamas.<ref>Ninguna civilización precolombina, ni siquiera los habitantes de las islas o de cuencas lacustres como el [[ANÁHUAC | Anáhuac]], conoció la navegación «a vela» la cual usa la fuerza del viento para empujar las embarcaciones, permitiendo que estas sean de mayor tamaño, pudiendo navegar grandes distancias.</ref>Las rutas hipotéticas de las primeras migraciones son las de La Española hacia las Islas Caicos, desde La Española o del este de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] hacia la Isla Grande Inagua, y desde la [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] central hacia Long Island (en las Bahamas centrales). <br />
<br />
Los asentamientos en las Islas Caicos se diferencian de los encontrados en las Bahamas, pareciéndose a los de La Española asociados con los asentamientos del taíno clásico, datados después del 1200. Willian Keegan sostiene que los asentamientos en las Caicos representan por ello una colonización después del 1200 por los taínos desde La Española buscando sal en los yacimientos en la isla.<ref>William James Gregory Keegan , ''The People Who Discovered Columbus: The Prehistory of the Bahamas''. Gainesville: University Press of Florida, 1992.</ref> <br />
<br />
La Grande Inagua se encuentra a unos 90 kilómetros, y [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] a 80 kilómetros; más cerca de cualquier otra isla en las Bahamas, y los yacimientos en la Grande Inagua contienen buenas cantidades de cerámica a base de arcilla arenosa cocida, llevada desde [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] o de La Española, mientras yacimientos en otras islas en las Bahamas contienen cerámicas a base de conchas trabajadas y cocidas (palmetto ware), que se desarrollaron en la Bahamas. Mientras Colón refiere sobre un comercio en canoas o cayucos entre [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] y Long Island en un recorrido de, al menos 260 kilómetros a través del mar abierto, aunque sus aguas son tranquilas. <br />
<br />
Los taínos probablemente no se asentaron en la [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] central hasta después del año 1000, pero no hay pruebas evidentes de que esta fuese la ruta para el asentamiento inicial de las Bahamas. Desde el asentamiento inicial de la Isla de Gran Inagua, los lucayos se habrían extendido a lo largo de las Islas Bahamas a lo largo de 800 años (c. 700-c. 1500), alcanzando una población de alrededor de 40,000. La densidad de la población a la llegada de los primeros europeos era mayor en el sur central de las Bahamas, disminuyendo hacia el norte, reflejando el periodo más breve de su ocupación de las islas septentrionales.<br />
<br />
==Asentamientos lucayos==<br />
<br />
Los restos de los asentamientos lucayos se esparcen hoy día a lo largo de varias de las islas más grandes de las [[CONQUISTA_PACÍFICA_(4);_Cuarteamiento_del_Plan_de_Tierra_Firme | Antillas]] y en algunas de las más pequeñas.<ref>Las Bahamas se componen de un rico y numeroso mosaico de Islas grandes y pequeñas, algunos islotes, todas en el océano Atlántico, entre el noreste de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] y las costas orientales de los Estados Unidos; entre ellas: Grand Bahama, Great Abaco Andros Island, New Providence, Eleuthera, Cat Island, Great Exuma, Long Island, Great Inagua.</ref> Las rutas de las migraciones parece que fueron desde la Isla Grande de Inagua hacia las de Aclins y Crooked, y desde estas a la Long.<ref>Algunos investigadores señalan a Long Island como el lugar de desembarco de Colón durante su viaje de 1492. Así, Joseph Judge y Samuel Eliot Morison identifican Long Island como correspondiente a la tercera isla visitada por Colón, a la que llamó ''Fernandina'' y a la que los aborígenes arawak llamaban ''Yuma''. Sin embargo, otros historiadores creen que Fernandina correspondía a alguna otra isla de las Bahamas, incluyendo Little Inagua, Great Exuma, y Andros Island.<br>Los hallazgos arqueológicos −incluyendo restos de taburetes ceremoniales, llamados duhos− muestran que los lucayos taínos habrían habitado también en Long Island, y que estos aborígenes habrían sido llevados como esclavos a la Hispaniola y a [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]]. Solamente a partir de 1640 se repobló la Isla.<br>En el siglo XVIII llegaron nuevos blancos norteamericanos de las [[TRATA_DE_ESCLAVOS;_El_Calvinismo_anglicano | colonias inglesas]] de New England y New Jersey como pastores de ovejas, y al final del siglo, otros de las Carolinas que comenzaron con plantaciones de algodón, pero tal iniciativa feneció hacia 1864 con la abolición de la esclavitud. Los habitantes actuales de estas islas son sus descendientes.</ref>Desde la Long la expansión habría seguido una ruta hacia el este, a Rum Cay [Isla] e Isla de San Salvador, al norte de la Isla de Cat y al este de las Islas Gran y Pequeña Exuma. Desde la Isla de Cat se expandieron hacia Eleuthera, desde la que procedieron hacia Nueva Providencia y Andros hacia el oeste, y hacia las Islas Grande y Pequeña de Abaco y Grande Bahama hacia el norte. <br />
<br />
También se han encontrado asentamientos arqueológicos lucayos en Mayaguana, al este de la Isla Aclòins, y en Samana Cay, al norte de Ackins. Otros asentamientos se encontraron en el este, en el medio y norte de Caicos y en la Providenciales, en las Islas Caicos, que los antropólogos atribuyen a asentamientos más tardíos llegados de La Hispaniola. La densidad de la población en las Bahamas más meridionales fue menor, probablemente debido al clima más seco y escasez de lluvias. <br />
<br />
Basándose en los nombres lucayos de las islas, algunos antropólogos conjeturan dos posibles orígenes de los asentamientos: uno desde la Hispaniola hacia las Islas de Turks y Caicos a través de Mayaguana y Acklins y las Islas Crooked hacia Long Island y las Islas Grande y Pequeña Exuma, y otro desde [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] a través de la Isla de la Gran Inagua, la Pequeña Inagua, y la Ragged, hacia la Long Island y las Exumas. <br />
<br />
Para algunos antropólogos, hacia los años 1200 las Islas Turks y Caicos se encontraban habitadas desde la Hispaniola y habría sido luego parte de la cultura clásica taína y ya no de la lucaya. Como se puede ver a través de esta hipótesis, los lucayos formría parte de una comunidad taína alargada en la Grandes [[CONQUISTA_PACÍFICA_(4);_Cuarteamiento_del_Plan_de_Tierra_Firme | Antillas]]. <br />
<br />
Los lucayos, con los taínos en Jamaica, en buena parte de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] y en parte occidentales de la Hispaniola, han sido clasificados como parte de los sub-taíno, taíno occidentales y taínos ciboyenes de la Hispaniola y del este de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]]. Pero tal clasificación resulta ser un tanto arbitraria.<br />
<br />
Los lucayos vivían en pequeñas unidades políticas (pequeños grupos tribales, si se comparan con las más elaboradas estructuras en la Hispaniola), y su lengua y cultura muestra diferencias, pero permanecían taínos, dentro del extendido o amplio mundo taíno. Los lucayos estaban conectados con el mundo del Caribe a través de algunos contactos comerciales. <br />
<br />
Colón observó cómo era practicado el comercio entre Long Island y [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] a través de canoas. Incluso se han encontrado restos de dichas balsas. Aún más, Colón llegó a suponer que los lucayos se parecían a los Guanches de las Islas Canarias, fijándose en el color de la piel (cobrizo), un intermedio entre el de los europeos y los africanos. <br />
<br />
Describe a los lucayos como gente hermosa, agraciados, bien proporcionados, gentiles, generosos y pacíficos, y que iban casi completamente desnudos. [[MÁRTIR_DE_ANGLERÍA,_Pedro | Pedro Mártir]] de Anglería dice que las mujeres lucayas eran tan bien parecidas que hombres de otras “naciones” iban a las islas para estar cerca de ellas. <br />
<br />
Las muchachas jóvenes vestían una pequeña camisa de algodón, y los hombres podían vestir un vestido elemental confeccionado con hojas o algodón. Algunas personas vestían casquetes en la cabeza, brazaletes en los brazos, plumas, huesos y anillos en las orejas y en la nariz. Con frecuencia se tatuaban y pintaban su cuerpo o sus caras de colores. También solían aplastar la cabeza. Su cabello era negro y liso, y los llevaban corto, a excepción de algunos mechones hacia la parte trasera del cráneo, que nunca cortaban. <br />
<br />
Colón también dice que había visto cicatrices en los cuerpos de algunos hombres, y que le habían explicado que eran el resultado de luchas por capturarlos por los habitantes de otras islas. También estudios recientes de los DNA de restos humanos de mujeres han mostrado como en algunos casos se podrían datar ya de tiempos remotos (hacia el 776 al 992 d.C.) Estos hallazgos también mostrarían afinidades genéticas con pobladores arawakos de las cuencas del Amazonas y del Orinoco y afinidades con los palikur.<br />
<br />
==Las sociedades taínas y lucayas==<br />
<br />
Desde el punto de vista social se trataría de una sociedad matrilineal, algo típico en la cultura taína. Si bien [[CRONISTAS_ANTIGUOS_EN_URUGUAY | cronistas]] españoles afirman que la mujer residía en la familia del marido, ello no significa que se trataba de un sistema patriarcal en el sentido estricto del concepto, sino que los jóvenes residían dentro del clan de un tío materno, por lo que este ejercía una autoridad muy notable en la vida de los hijos de su hermana; mientras que las muchachas quedaban en casa de sus madres hasta el momento de tomar marido cuando pasaban a la casa de este. <br />
<br />
Todo ello hace parte de una sociedad claramente matriarcal. Pero también se afirma que las niñas o adolescentes mujeres también permanecían en casa del tío materno durante la pubertad. Otro aspecto importante en estas culturas lucayas, como en las taínas, es el aspecto habitacional. Vivían en grandes casas comunitarias. La descripción de estas la encontramos en los [[CRONISTAS_ANTIGUOS_EN_URUGUAY | cronistas]] españoles del tiempo de los descubrimientos de la Hispaniola y de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]]. <br />
<br />
Estaban construidas en una especie de grandes casas circulares, altas, sostenidas por postes y cubiertas de hierbas, hojas de palma, raíces o material semejante, con un agujero central para dejar pasar el humo del fuego encendido en la casa. Colón describe estas casas de los lucayos como bien cuidadas y limpias. En ellas se extendían redes de algodón (como hamacas) que eran sus camas. Cada casa albergaba una familia alargada. Se conjetura que cada una de estas casas habría podido acoger unas 20 personas. <br />
<br />
De [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] tenemos descripciones en las que se habla de dos puertas en estas casas. Las casas en los poblados corrían en forma de círculo en torno a una plaza grande central. Con frecuencia se construían a lo largo de los ríos cercanos a campos de cultivo. Por otra parte, entre los lucayos se encontraban estos poblados levantados a lo largo de la costa en forma lineal, y también en lugares propicios para ser protegidos de los vientos, procedentes sobre todo del mar.<br />
<br />
Los lucayos cultivaban legumbres silvestres, practicaban la caza y la pesca, y recogían frutos silvestres como la casaba o mandioca; también cultivaban las patatas dulces, cacahuates, frijoles y diversas verduras. El maíz había llegado a las islas poco antes de los españoles y tenía poca consistencia en su dieta. Otros productos cultivados por ellos fueron la papaya, piñas, guayabas y tamarindos. <br />
<br />
En cuanto a los animales de caza se cuentan roedores como las jutías, saurios como las iguanas y lagartijas, y distintas aves, especialmente patos. Buena parte de su alimentación se basaba también en la pesca marina, sin excluir tortugas y otras especies marinas como los moluscos.<br />
<br />
También cultivaban algodón y tabaco, y usaban otras plantas como la furcraea antillana, de la misma familia de los agaves, o el hibisco (arbusto tropical de usos medicinales). De algunas de estas plantas se sacan fibras usadas para elaborar redes de pesca y otros usos similares. Colón se refiere a varias de estas plantas que los nativos comerciaban, en algunos casos también como colorantes en sus cuerpos. <br />
<br />
Los lucayos fabricaban canoas, lanzas, flechas y taburetes ceremoniales tallándolas de troncos; otros enseres e instrumentos los habían traído desde [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] y Haití. En cuanto a la cerámica, tipo palmetto ware y tipos semejantes, la fabricaban con barro local rojizo cocido con conchas, y parece que muchas las habían traído a las Bahamas desde [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] o Haití. Usaban arpones hechos de huesos para la pesca. Parece que no usaban el arco y las flechas, aunque se habla de su uso en la zona de la bahía de Samaná en la parte noroeste de la Hispaniola. <br />
<br />
Otro de los artefactos de los que se habla en la Bahamas es el «duho», un taburete-asiento de madera de cuatro patas, decorado con relieves, a veces antropomórficos. Lo usaban los caciques taínos y otros caciques en la región del Caribe. Indicaban la categoría de poder y prestigio en sus dueños, y eran también usados en diversos de sus ritos. Están hechos de madera y de piedra. Ejemplares de estos se pueden ver expuestos en varios museos americanos y europeos. <br />
<br />
==Colón, los lucayos y su extinción==<br />
<br />
El 12 de octubre de 1492 [[COLÓN,_Cristóbal | Cristóbal Colón]] se encontró por vez primera con los lucayos en una de las islas de las Bahamas, la de Guanahani, a la que bautizó con el nombre de San Salvador; aunque algunos han puesto en duda tal identificación, hoy se da por cierta. Colón visitó varias veces otras islas de las Bahamas antes de emprender su viaje hacia la isla de [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], como la de Santa María de la Concepción, la Fernandina, y la Saomete. A la llegada de Colón, según los antropólogos, la población total de los lucayos en las diversas islas Bahamas no superaba los 40,000.<br />
<br />
Los lucayos habían señalado a Colón la existencia de una isla con un monarca, rico en oro, en un asentamiento llamado «Samaot» (también Samoet, Saomete or Saometo). Como en muchos otros casos la pronunciación y transcripción de los nombres indígenas por parte de descubridores y conquistadores europeos es generalmente confusa, y con frecuencia son trascripciones fonéticas a como ellos percibían nombres de las localidades distintas, y es causa de las confusiones de los nombres de los primeros tiempos en las crónicas de descubridores y conquistadores. <br />
<br />
Colón no dio con la famosa isla «Samaot» y debido a las dificultades de la navegación en aquellos mares, parece que tocó algunas islas antillanas menores, pero sin lograr dar con su objetivo principal soñado. Otro navegante, Américo Vespucio, pasó unos cuatro meses entre 1499 y 1500 en las Bahamas. Sus indicaciones en aquella época son vagas e imprecisas. <br />
<br />
Seguramente no fueron las únicas expediciones marinas españolas en la zona, en varios casos con probables naufragios. Solamente en los mapas hechos entre 1500 y 1508 se muestran con mayores detalles las Bahamas, [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] y las costas de América Central del Caribe. Los descubridores ibéricos del periodo habían descubierto por entonces San Salvador, la Islas Caicos, Long Island en las Bahamas, la Pequeña Exuma,<ref>La Islas Exuma en las Bahamas son 365 islas o islotes, también llamados «cayos»</ref>la Isla de Acklins, y la de Samaná Cay. <br />
<br />
Sin embargo, ello no quiere decir que aquellos navegantes hubiesen explorado dichas islas o que hubiesen tomado posesión de ellas. La escasa población aborigen de los lucayos continuó habitándolas todavía por bastante tiempo. Los habitantes lucayos en las islas de San Salvador y de Santa María de la Concepción fueron muy pronto sometidos a servidumbre por Colón y sus compañeros de aventura. <br />
<br />
Ello, sumado a las enfermedades y epidemias llegadas con los europeos, nuevas para los aborígenes y desprovistos de anticuerpos, acabó con la población nativa. Tenemos evidencia de aquellos malos tratos ya desde los comienzos del descubrimiento, así como las severas disposiciones reales de los Reyes Católicos contra tales abusos. <br />
<br />
Colón llevó consigo a España algunos lucayos tras su primer viaje. El 16 de abril de 1495, en una Real Cédula los Reyes Católicos ordenaban suspender la venta de esclavos. ''“porgue Nos querríamos informarnos de Letrados, Teólogos e Canonistas si con vuena conciencia se pueden vender”''.<ref>Carta del 16.04.1495, desde Madrid: “Carta de los Reyes mandando al obispo de Badajoz retener el producto de la venta de los indios que envió el Almirante, hasta consultar y estar seguros de si podrán o no venderlos”. AGÍ, Patr., Leg. 9, R.° 1, ff. 85v-86r. Ed. Martín Fernández Navarrete, “Colección de viajes y descubrimientos...”, II, Madrid, 1859, p. 195; Antonio Rumeu de Armas, “Política indigenista de Isabel la Católica”, Valladolid, 1969, doc. 77, pp. 314-315 (CIC, tomo XIII, doc. 1571, pp. 204-205).</ref>Los Reyes ordenaron su liberación y se permitió que algunos de ellos, ya libres, aprendieran la lengua castellana y regresaran después a su patria como intérpretes.<ref>AGI, Patr., Leg. 9, R.° 1, fol. 92v. Registro de Fernand' Álvarez: "Carta misiva sobre los indios lenguas y la conveniencia de que aprendan rápidamente el castellano. Firmada por los Reyes en Arévalo, 2 de junio de 1495</ref> <br />
<br />
<br />
==Los caribes y afines==<br />
<br />
El grupo lingüístico «caribe» se extiende por las costas de Colombia,Venezuela y [[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]]. Con la expulsión o eliminación de los «iñeris» de las Islas Menores y en especial de los hombres, se habían quedado con sus mujeres. Por eso dicen que entre ellos se hablaban dos lenguas: una, por parte de las mujeres y otra, por el resto de la población. <br />
<br />
Vivían de la agricultura y pesca. Sus pueblos estaban situados al lado de la costa y eran pequeños de tamaño. Dentro de la población los hombres ocupaban una gran casa en medio del poblado y las mujeres se distribuían alrededor en casas más pequeñas. Los niños vivían con sus madres hasta la pubertad; luego pasaban a vivir con sus padres después de un rito de iniciación en que tenían que demostrar cualidades de futuros guerreros.<br />
<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<references></references><br />
<br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
<br />
Albury, Paul. ''The Story of the Bahamas''. London: Macmillan Caribbean, 1975. <br />
<br />
Craton, Michael. ''A History of the Bahamas.'' Waterlloo, Ont.: San Salvador Press, 1986.<br />
<br />
Granberry, Julian y Gary S. Vescelius. ''Languages of the Pre-Columbian Antilles.'' Tuscaloosa: University of Alabama Press, 2004.<br />
<br />
Jiménez Núñez, Alfredo y José María Javierre. ''Gran Enciclopedia de España y América''. Tomo I. Madrid: Espasa-Calpe, 1983.<br />
<br />
Keegan, William F. ''The People Who Discovered Columbus: The Prehistory of the Bahamas''. Gainesville: University Press of Florida, 1992.<br />
<br />
Morales Padrón, Francisco. ''Atlas histórico cultural de América''. Tomo I. Las Palmas de Gran Canaria: Consejería de Cultura y Deportes, Gobierno de Canarias, 1988. <br />
<br />
Sauer, Carl Ortwin. The Early Spanish Main. Berkeley: University of [[CALIFORNIA;_Misiones | California]] Press, 1992. <br />
<br />
Schaffer, William, Scott Carr, Jane S. Day, y Michael Pateman (2012). “Lucayan-Taino burials from Preacher's Cave, Eleuthera, Bahamas”, ''International Journal of Osteoarchaeology'' 22, no. 1 (2012): 45-69. DOI: 10.1002/oa.1180 <br />
<br />
VV.AA “Origins and genetic legacies of the Caribbean Taino”, ''Proceedings of the National Academy of Sciences, vol. 115, no.10 (2018)''<br />
<br />
<br />
'''DHIAL (compilador F.G.F.) - ©Elaborados de la Santa Sede para el Pabellón de Sevilla de 1992: “Conquistadores y encuentros entre diversas [[CULTURAS_ABORÍGENES_DEL_URUGUAY | culturas indígenas]]”.'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[ANÁHUAC|ANÁHUAC]]<br />
<br />
[[COLÓN,_Cristóbal|COLÓN, Cristóbal]]<br />
<br />
[[MÁRTIR_DE_ANGLERÍA,_Pedro|MÁRTIR DE ANGLERÍA, Pedro]]<br />
<br />
[[CRONISTAS_ANTIGUOS_EN_URUGUAY|CRONISTAS ANTIGUOS EN URUGUAY]]<br />
<br />
[[BRASIL;_Afrodescendientes|BRASIL; Afrodescendientes]]<br />
<br />
[[CULTURAS_ABORÍGENES_DEL_URUGUAY|CULTURAS ABORÍGENES DEL URUGUAY]]<br />
<br />
[[CALIFORNIA;_Misiones|CALIFORNIA; Misiones]]<br />
<br />
[[TRATA_DE_ESCLAVOS;_El_Calvinismo_anglicano|TRATA DE ESCLAVOS; El Calvinismo anglicano]]<br />
<br />
[[COLON_CRISTOBAL;_cartas_sobre_el_descubrimiento|COLON CRISTOBAL; cartas sobre el descubrimiento]]<br />
<br />
[[TRATA_DE_ESCLAVOS;_Comienzos_y_expansión|TRATA DE ESCLAVOS; Comienzos y expansión]]<br />
<br />
[[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico?|CUBA; ¿un fósil prehistórico?]]<br />
<br />
[[COLOMBIA;_Religiosidad_prehispánica_en_las_crónicas_españolas|COLOMBIA; Religiosidad prehispánica en las crónicas españolas]]<br />
<br />
[[CONQUISTA_PACÍFICA_(4);_Cuarteamiento_del_Plan_de_Tierra_Firme|CONQUISTA PACÍFICA (4); Cuarteamiento del Plan de Tierra Firme]]<br />
<br />
[[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia|YUCATÁN EN EL TIEMPO. Enciclopedia]]<br />
<br />
[[LA_FLORIDA;_el_Castillo_de_San_Marcos|LA FLORIDA; el Castillo de San Marcos]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=CRISTIADA&diff=3705062
CRISTIADA
2022-02-28T01:08:08Z
<p>Louvier: /* El proyecto de protestantización de México */</p>
<hr />
<div>=='''Prólogo''' ==<br />
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[[CRISTIADA | La Cristiada]], llamada también Guerra Cristera o Guerra de los Cristeros, fue un conflicto armado que tuvo lugar entre los años 1926 y 1929 entre el Gobierno de México presidido por Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], y el pueblo católico mexicano. El mayor historiador de este conflicto es el Doctor en Historia Jean Meyer<ref> Nació en Niza, Francia, en 1942. Obtuvo el grado de Maestro en la Universidad de la Sorbonne (1963) y el de doctor en la Universidad de Nanterre (1971). Ha sido profesor en la Sorbonne, en la Universidad de París, en el Colegio de México y el Colegio de Michoacán y en el Centro de Investigación y Docencia Económica. En el año 2000 fue nombrado miembro de la Academia Mexicana de Historia, ocupando el sillón 29. En 2011 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes por sus contribuciones al estudio historiográfico de México.</ref>quien describe a [[CRISTIADA | la Cristiada]] como la “''Historia dramática y conmovedora de un pueblo que se siente agraviado en su fe y que, por tanto, desafía a un gobierno de hierro y a un ejército que lo aventaja en todos los terrenos menos en uno: el del sacrificio''”.<ref>Meyer Jean, [[CRISTIADA | La Cristiada]]. El conflicto entre la Iglesia y el Estado. Clío, México, 1997, p 9</ref><br />
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==Antecedentes==<br />
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En México el conflicto entre la Iglesia y el Estado se remonta, cuando menos, a la época de la independencia; sin embargo los primeros gobiernos independientes conservaban la confesionalidad católica del Estado aunque impregnada del regalismo heredado del gobierno de los borbones; entonces los problemas entre el poder civil y el [[EVANGELIZACIÓN;_contribución_del_poder_temporal | poder temporal]] quedaban circunscritos a las élites de ambos poderes. Será hasta 1854 con la revolución de Ayutla –la cual encumbró en el gobierno a políticos que sostenían principios del liberalismo radical- cuando el conflicto empezó a involucrar a sectores más amplios de la sociedad. En el seno del Congreso que redactó la Constitución de 1857 surgieron voces jacobinas que acusaban a la Iglesia de ser la causante de todos los males de México. La Constitución de 1857 provocó la Guerra de '''Reforma''' y esta a su vez las llamadas [[MÉXICO._Reforma,_Guerra_y_Leyes_de | Leyes de Reforma]], mismas que llevaron a la separación hostil de la Iglesia y el Estado. Posteriormente durante el largo periodo del [[PORFIRISMO | porfirismo]], el Estado abandonó la hostilidad abierta hacia la Iglesia, pero otorgó carta de ciudadanía a un anticlericalismo moderado, así como al [[BRASIL;_Protestantismo | protestantismo]] anglosajón y al [[POSITIVISMO_EN_IBEROAMÉRICA | positivismo]].<br />
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“''Bajo el reinado de los liberales masones (1859-1910) la Iglesia había realizado una segunda evangelización, desarrollando los movimientos de acción cívica y social dentro del espíritu de León XIII''"<ref>Meyer Jean, Historia de los cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]], Vuelta. México 1989, p. 231.</ref>. Existía pues en México un movimiento católico con profunda incidencia social. La revolución de 1910 encabezada por Francisco I. Madero también hizo a un lado la hostilidad del liberalismo decimonónico e incluso permitió la participación política de los católicos organizados en el [[MÉXICO._Partido_Católico_Nacional. | Partido Católico Nacional]]. En cambio la revolución desatada por Venustiano Carranza en 1914 convirtió el anticlericalismo en un anti-catolicismo virulento y sangriento, dando inicio a una persecución sistemática contra la Iglesia y contra el pueblo católico. El «caudillismo» de Carranza significó el triunfo de la facción masónica más radical que obviamente se volvió contra la Iglesia. "''Sus hombres provenían del norte blanco, marcados por la «frontier» norteamericana, imbuidos del [[BRASIL;_Protestantismo | protestantismo]] y del capitalismo anglosajón, desconocían el viejo México mestizo, indio, católico. Para ellos la Iglesia encarnaba el mal, era (como decían): una mascarada pagana que no pierde ocasión de ganar dinero, aprovechándose de las leyendas más puras, ultrajando a la razón y a la virtud para llegar a sus fieles''".<ref>Meyer Jean, Historia de los cristianos..., p. 232.</ref><br />
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La revolución carrancista destruyó templos, seminarios, instituciones educativas, conventos, todas las obras católicas del ámbito social, económico y político; cometió sacrilegios nunca antes vistos en México; vejó y expulsó obispos y sacerdotes y produjo los primeros mártires del siglo XX mexicano. Como broche, la facción carrancista promulgó la Constitución de 1917, la cual, al lado de algunos aciertos, contenía leyes totalmente hostiles hacia la religión católica y eliminaba jurídicamente la existencia de la Iglesia.<br />
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En 1920 Venustiano Carranza, ya en funciones de Presidente Constitucional, sufrió un «golpe de estado» por sus propios aliados revolucionarios: el llamado grupo “de los sonorenses” conformado por Álvaro Obregón, Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Adolfo de la Huerta, quienes lanzaron contra Carranza el “Plan de Agua-prieta”, el cual culminó con el asesinato de Carranza; de ese modo “los sonorenses” se hicieron del poder político en México. El gobierno de Álvaro Obregón (1920-1924) fue anuncio de un recrudecimiento del jacobinismo gubernamental, y una bomba de dinamita colocada a los pies del ayate de San [[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN | Juan Diego]] con la Sagrada imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, fue el inicio de la tormenta que caería sobre la Iglesia y el pueblo católico mexicano. El 14 de Noviembre de 1921 había tenido lugar una ceremonia en la [[BASÍLICA_DE_GUADALUPE | Basílica de Guadalupe]]. Terminado el acto, el sacristán pasó unos momentos al presbiterio, llamado por los canónigos del santuario. En ese momento, de un grupo de obreros que estaban en el templo, se adelantó un individuo pelirrojo, vestido con un overol azul nuevo, a colocar rápidamente un ramo de flores ante la imagen original de Nuestra Señora de Guadalupe. Bajó y un momento después se produjo una tremenda explosión, que sacudió los muros de la Basílica: había estallado una bomba a los pies mismos de la imagen milagrosa.<br />
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Luego del primer momento de estupor, los fieles reaccionaron y se dirigieron hacia el grupo de obreros, dispuestos a linchar al culpable. Entonces llegó el presidente municipal de la Villa, quien en esos momentos recibió una llamada telefónica del Presidente de la República, Gral. Álvaro Obregón, quien le encargó: "''''Dé usted garantías al preso que acaban de detener. Yo mando por él''''". El pelirrojo fue llevado a las oficinas municipales, custodiado por la policía para evitar que los católicos se le fueran encima. El pelirrojo, de nombre Luciano Pérez Carpio y empleado de la secretaría particular de Obregón, fue llevado al Ministerio Público donde se le puso en libertad “por falta de méritos”.<br />
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De inmediato se acudió a observar qué había pasado con la imagen: se habían caído la cortina que cubre el cuadro, candeleros y floreros, y un pesado crucifijo de bronce que estaba sobre el altar se dobló hacia atrás por la explosión. El ayate de [[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN | Juan Diego]] donde está estampada la Virgen de Guadalupe no sufrió ningún daño, ni tampoco el cristal ordinario que la protegía del ambiente; cosa rara -¿milagrosa?- si consideramos que aun en edificios cercanos hubo vidrios rotos por la detonación.<br />
La comisión nombrada por los clérigos aclaró que el dispositivo explosivo fue un cartucho de dinamita marca Hércules de los que se usaban en las minas; fue colocado en el ángulo que forman las placas de mármol de la parte posterior del altar, entre éste y el marco de mármol en que estaba el cuadro con la imagen guadalupana. Se supo también que los obreros que habían protegido en el primer momento al sacrílego dinamitero no eran sino soldados disfrazados. Se supo en fin, que el presidente Obregón había preguntado repetidas veces a los empleados de su Secretaría Particular si no habría algún valiente que se animara a destruir la imagen guadalupana. El p. Jesús García Gutiérrez consigna también que hubo varias personas que oyeron decir a Obregón en un discurso -la primera vez que vino a México-, que no descansaría hasta limpiar a su caballo con el ayate de [[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN | Juan Diego]].<br />
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El furor que despertó el sacrílego intento fue tremendo, los católicos pedían a gritos justicia, pero el procurador Eduardo Neri declaró -con enorme cinismo e hipocresía- que "''''el acto en sí mismo no favorece más que al elemento clerical: ya políticamente porque éste aparece desempeñando, como otras veces lo ha hecho, el papel de víctima para ganarse la conmiseración pública; ya religiosamente, porque se explota un nuevo milagro; ya pecuniariamente, porque han encontrado, y quién sabe si no provocado, los Caballeros de Colón adláteres, una nueva base para organizar romerías que de seguro les dejarán fuertes cantidades de dinero. Estimo que todas las creencias religiosas merecen un respeto absoluto, pero que es repugnante utilizarlas para fines innobles.''''". Así, justificando su inacción con hipótesis calumniosas, el procurador sencillamente no hizo nada. Al atentado en la Basílica siguieron otros hechos: banderas bolcheviques fueron izadas en las catedrales de Guadalajara y [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]]; la expulsión del Delegado Apostólico monseñor Ernesto Filippi por el “delito” de haber bendecido la primera piedra del monumento a [[CRISTO_REY;_La_fiesta_de_los_laicos | Cristo Rey]] en el cerro del Cubilete y el cese de todos los empleados públicos que habían adornado la fachada de sus casas con motivo del primer Congreso Eucarístico Nacional, mediante un decreto firmado por Obregón el 9 de octubre de 1924.<br />
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==El proyecto de protestantización de México==<br />
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El 30 de noviembre de 1924 tomó posesión de la Presidencia de la República el general Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], otro de los sonorenses firmantes del “Plan de Agua-prieta” contra el presidente Carranza. Jacobino furibundo y fanático, afirmaba que no se podía ser al mismo tiempo un buen ciudadano y católico, puesto que su primera lealtad era Roma, además de que el catolicismo era incompatible con el progreso. [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] “dedica a la Iglesia un odio mortal y aborda la cuestión con espíritu apocalíptico; el conflicto que empieza en 1925 es para él la lucha final, el combate decisivo entre las tinieblas y la luz.”<ref>Meyer Jean. Historia de los cristianos… p. 232.</ref><br />
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La clase política y pensadores de cuño liberal veían en el [[BRASIL;_Protestantismo | protestantismo]] una alternativa cultural al catolicismo para todo el Continente iberoamericano; había que empezar por México. La prensa lo fomenta, los gobiernos propician la venida de los pastores protestantes desde los Estados Unidos. En el proceso de "descatolización" pretenden seguir el ejemplo de la Revolución Francesa: piensan en una nueva "Constitución civil del clero" y en una "Iglesia Nacional independiente de Roma".<br />
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Con la ayuda del líder de la Confederación Regional de Obreros Mexicanos (CROM) Luis Napoleón Morones, a quien otorgó la cartera de Industria, Comercio y Trabajo, en febrero de 1925, [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] intentó la creación de una iglesia cismática que, separada de Roma, canalizara la religiosidad de los mexicanos hacia la Revolución. Ésta estrategia había sido ya propuesta en 1916 durante las sesiones del Congreso Constituyente; ahora contaban para su puesta en práctica con un ex sacerdote que se había afiliado a la [[MASONERÍA_EN_URUGUAY | masonería]]: Joaquín Pérez Budajar, quien aceptó desempeñar el papel de “Papa” de la “Iglesia católica apostólica mexicana”. El gobierno entregó a esta iglesia el Templo de La Soledad en la ciudad de México para que fuera su sede. Pero lejos de captar “feligreses”, la iglesia cismática del “patriarca Pérez” encontró un firme y enérgico rechazo de parte de la población; el “patriarca” tuvo que ser protegido por la policía para evitar su linchamiento y el intento cismático terminó en un total y rotundo fracaso. <br />
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Las logias propulsaron entonces la creación de una religión de tinte masónico y naturalista. Todo lo que no estaba cobijado bajo aquel techo fue marcado con la etiqueta de fanático (nos hallamos de nuevo ante el mismo lenguaje y ante los mismos pasos de los tiempos de la Revolución francesa). Se indica a la Iglesia católica, a su clero y a sus religiosos como responsables de todas las desgracias del país. Por eso se la persigue a muerte. "''Yo soy un liberal de espíritu amplio, dijo [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] en un discurso electoral en 1924, que dentro de mi cerebro me explico todas las creencias y las justifico, porque las considero buenas por el programa moral que encierran. Yo soy enemigo de la casta sacerdotal...Yo declaro que respeto todas las religiones, y todas las creencias, mientras los ministros del culto no se mezclen en nuestras contiendas políticas con desprecio de nuestras leyes..''."<ref>Citado en : Congregatio pro Causis Sanctorum: "Positio super martyrio..." del Beato [[PRO,_Miguel_Agustín | Miguel Agustín Pro]], Cittá del Vaticano 1989.</ref>.<br />
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Lo que [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] quería decir lo expresó entonces el obispo mexicano de Huejutla, Monseñor Manríquez y Zárate, en una carta pastoral de 1926: "..''.el jacobinismo mexicano ha decretado dar muerte a la Iglesia Católica en nuestro país, arrancar de cuajo, si posible fuera, de la sociedad mexicana, toda idea católica''".<br />
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==La reacción cristiana popular==<br />
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Lo que sí logró el intento cismático de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Morones fue hacer ver a muchos laicos dirigentes de las organizaciones católicas, la urgente necesidad de organizarse para defender sus derechos ante la embestida jacobina que se les venía encima; alrededor de dieciocho personas pertenecientes a la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM), la Confederación Nacional Católica del Trabajo, la Unión de Damas Católicas Mexicanas, los Caballeros de Colón y la Adoración Nocturna, acordaron formar el 9 de marzo de 1925 la ''Liga Nacional Defensora de la [[GUATEMALA;_Confrontación_Iglesia-Estado | Libertad Religiosa]]''. Solo tres meses después de fundada, la Liga tenía trescientos mil socios dispersos en veintisiete estados. “En septiembre (1925), la Liga contaba más de un millón de miembros, ¡de los cuales 200 000 en el Distrito Federal! Estas cifras, exageradas, expresan un orden de grandeza aceptable: el terreno estaba preparado por diez años de anticlericalismo militante, y el escándalo cismático provocó la movilización.”<ref>Citado en : Congregatio pro Causis Sanctorum: "Positio super martyrio..." del Beato [[PRO,_Miguel_Agustín | Miguel Agustín Pro]], Cittá del Vaticano 1989.</ref><br />
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Presentándose como una organización de carácter cívico-político, y por tanto ajena a la Jerarquía de la Iglesia, la Liga se estructuraba en un Comité Central, cuyo presidente era el abogado Rafael Ceniceros y Villareal, quien durante el gobierno de Francisco I. Madero había sido gobernador de Zacatecas por el [[MÉXICO._Partido_Católico_Nacional. | Partido Católico Nacional]]; tenía sus delegados regionales, jefes urbanos, jefes de manzana y jefes de calles; se sostenía por las cuotas de sus miembros y se dedicaba a organizar conferencias y reuniones en plazas, teatros, domicilios particulares, y a difundir hojas volantes. Su lema era “''Dios y mi derecho''” y tuvo una publicación periódica propia: ''David''.<br />
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El alma de la Liga fue la ACJM y era natural que así ocurriese; fogueada y disciplinada, numerosa y presente en distintos puntos del país. Otro organismo importante que se sumó a la Liga fue la ''Unión Popular'', la cual a pesar de ser una agrupación circunscrita solamente al estado de Jalisco, estaba muy bien organizada y dirigida por el joven abogado [[GONZÁLEZ_FLORES,_Anacleto | Anacleto González Flores]]. La Unión Popular aportó además la experiencia adquirida en 1919 durante la exitosa resistencia pacífica llevada a cabo contra la persecución religiosa que en Jalisco desató el gobernador José Guadalupe Zuno.<br />
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Fracasado su proyecto cismático, el Presidente [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] envió al Congreso una ley para incluir como delitos penales (es decir, aquellos que se castigan con multa y cárcel) las infracciones a las disposiciones anticatólicas de las leyes constitucionales. La aprobación a la “ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]]” por un Congreso formado exclusivamente por diputados jacobinos fue publicada el 2 de julio de 1926 en el Diario Oficial , señalando el 1° de agosto como la fecha en que entraría en vigor. La Liga buscó impedir la aprobación de la ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] por medios legales, presentando al Congreso un memorándum apoyado por más de dos millones de firmas, documento que los diputados se negaron incluso a recibir. Agotados los medios legales y tomando la experiencia exitosa de la Unión Popular en Jalisco, la Liga decretó entonces un boicot económico que encontró una gran acogida entre la mayoría de la población del centro y occidente del país. Aunque el boicot afectó las finanzas públicas, [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se negó a modificar un ápice su posición sectaria y jacobina; por el contrario, las logias masónicas a través del gran comendador del rito escocés Luis Manuel Rojas, le entregó al Presidente [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] la medalla al ''mérito masónico'' en el salón verde del Palacio Nacional.<br />
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“El boicot había mostrado los límites de la acción de la Liga, frente a un gobierno resuelto a no ceder en nada, así como las deficiencias de su organización (…) Durante este periodo, la actividad de la Liga se redujo a la propaganda, a la defensa de los derechos, de las libertades y de las garantías, al boicoteo y al referéndum contra los artículos (constitucionales) 3, 5, 24, 27 y 130.”<ref>Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]]… p.70</ref><br />
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==Clandestinidad de sacerdotes y religiosos==<br />
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En abril de 1926 el Episcopado Mexicano preguntaba en su Carta pastoral colectiva:'' ¿Podrá cumplir la Iglesia con su misión divina poniéndosele tales limitaciones? ¿Podrá desarrollar su acción altamente civilizadora y profundamente caritativa si se le prohíbe disponer hasta de los elementos más indispensables para que exista?'' En junio, conociendo el proyecto de la Ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], los obispos hicieron gestiones para impedir o modificar su contenido. [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] dijo entonces al arzobispo de [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]], [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]]: ''Sólo tienen ustedes dos caminos: o acudir al Congreso o tomar las armas''. El recurso del Congreso lo utilizaron infructuosamente los ciudadanos católicos, y a los obispos los diputados les dijeron que ellos no tenían ningún derecho ni alegar nada puesto que jurídicamente no existían. <br />
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Agotados todos los intentos de diálogo, los obispos mexicanos se decidieron por un gesto único e inédito en los últimos siglos de la historia de la Iglesia: ¡suspender el culto ''público'' y cerrar todas las iglesias! Esta decisión del Episcopado mexicano fue comunicada a los sacerdotes y fieles mediante una nueva Carta Pastoral Colectiva fechada el 25 de julio de 1926 en la cual explicaban: ''“Colocados en la imposibilidad de ejercer nuestro sagrado ministerio sometido a las prescripciones de ese decreto (la ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]]), tras haber consultado a nuestro Santo Padre, Pío XI, que ha aprobado nuestra actitud, ordenamos que, a partir del 31 de julio del año en curso, y hasta nueva orden, todo acto de culto público que exija la intervención de un sacerdote quede suspendido en todas las iglesias de la República.”'' Conocida la decisión, largas filas de fieles se formaron en las iglesias para recibir alguno de los sacramentos, especialmente el de la reconciliación. A las doce de la noche del día 31 fue retirado el Santísimo Sacramento de todos los sagrarios; en algunos de ellos se puso una leyenda dramática: “''no está aquí''”. El domingo 1° de agosto, por primera vez en 400 años en México no se celebró la [[EUCARISTÍA;_distribución_a_los_indios | Eucaristía]] y en todas las regiones se percibía un duelo general. <br />
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Como las restricciones que la ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] señalaba eran en relación al culto ''público'', el Episcopado suspendió éste, pero no el culto ''privado'' ya que supuestamente estaba fuera del control gubernamental. Sin embargo el gobierno sectario no se ciñó a sus propias leyes y la persecución se extendió también a los hogares, encarcelando y vejando a quienes eran sorprendidos celebrando un sacramento en un domicilio particular. Igualmente el gobierno no se ciñó a la aplicación de las penas que señalaban las leyes; siguiendo el proceder que desde 1914 implementó la revolución carrancista, las autoridades civiles pero sobre todo las militares, aplicaban arbitrariamente la pena que les viniera en gana, y frecuentemente ésta fue la pena de muerte.<br />
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Dada la persecución [[MÉXICO;_Camino_del_nacimiento_de_un_estado_laico_(II) | anticatólica]] y las duras prohibiciones contra los sacerdotes, la mayor parte de ellos se retiró a la clandestinidad dedicándose a la asistencia de los fieles. A partir del 31 de julio de 1926 se dio a la caza a los sacerdotes para encarcelarlos y asesinarlos. Solamente desde 1926 a 1928 fueron asesinados por el Gobierno más de 55 sacerdotes detenidos durante el ejercicio de su ministerio. Entre ellos se encuentran los beatos p. [[PRO,_Miguel_Agustín | Miguel Agustín Pro]] y fray Elías del Socorro Nieves García O.S.A, así como 22 sacerdotes mártires beatificados en 1992<ref>Cfr. Mexicana...Michaëlis Augustini Pro Positio super Martyrio, 50-51; Mexicana. Beatificationis seu Declaratinis Martyrii Servorum Dei Christophori Magallanes et XXIV Sociorum in odium Fide, uti fertur interfectorum (+1915 - 1937). Positio super martyrio, Sacra Congregatio Pro Causis Sanctorum, P. N. 1407, III vol. Romae 1991.</ref>y canonizados durante el Jubileo del año 2000 por Juan Pablo II. Otros diez mártires encabezados por [[GONZÁLEZ_FLORES,_Anacleto | Anacleto González Flores]] fueron beatificados en el año 2005, y uno de ellos, el niño [[SANCHEZ_DEL_RÍO,_José | José Sánchez del Río]], fue canonizado el 16 de octubre de 2016. Pero los sacerdotes mártires son muchos más. Los católicos asesinados se cuentan a centenares. Esta situación legal contrastaba poderosamente con la realidad sociológica de México: el pueblo mexicano se sentía católico hasta la médula. El constituyente de «Querétaro» fue derrotado por la gente sencilla que continuó profesando la fe cristiana. Se repitieron a millares los gestos conocidos de los católicos perseguidos durante la Convención francesa<ref>La novela de Graham Green, The Power and the Glory ("El poder y la gloria") (1940), describe los claro-oscuros de aquellos momentos y el misterio de la "gracia".</ref>.<br />
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==Inicio de la lucha armada==<br />
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Antes de los primeros levantamientos armados hubo varias acciones violentas, aunque no se les podrían catalogar como hechos de armas; tal fue el caso de los sucesos ocurridos el 3 de agosto de 1926 en el Santuario de Guadalupe en la ciudad de Guadalajara, donde el pueblo estaba posesionado del templo para evitar que cayera en manos del gobierno. En la noche de ese día llegaron a las inmediaciones del Santuario cincuenta soldados dando la orden de despejar la entrada y abrieron fuego contra las personas allí reunidas, pero los hombres se lanzaron contra los soldados con piedras, palos y cuchillos, y tras diez minutos de pelea obligaron a los militares a replegarse; estos recibieron refuerzos y con 250 hombres volvieron a cargar contra los defensores del Santuario. Jean Meyer recogió el relato de varios testigos: “''Las mujeres, en el interior de la iglesia, cantaban; fuera, en el atrio, hombres y mujeres combatían cuerpo a cuerpo con los soldados después de haberse arrojado sobre los fusiles. A las diez de la noche el ejército controlaba el jardín en torno de la Iglesia, pero ni esta ni el atrio. Para impedir la llegada de nuevos manifestantes, que afluían, con armas improvisadas de todas partes y llenaban ya la calle de Juan Álvarez, el ejército hizo ocupar las bocacalles y después evacuar las cuatro manzanas en torno del Santuario, disparando sobre los escasos transeúntes. A las seis de la mañana fue negociada la rendición con el general Ferreira: a las mujeres y los niños se les dejó partir, y los hombres (390) fueron conducidos al cuartel, a las aclamaciones de la población, que gritaba ¡Viva Cristo Rey!”'' En cuanto pudieron, muchos de los participantes en estos sucesos se remontarían a las montañas para defenderse por medio de las armas.<br />
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La defensa por medio de las armas no fue resultado algún plan o estrategia; surgió de manera espontánea, dispersa y desorganizada, provocada por los excesos de la represión gubernamental contra algunas de las poblaciones católicas del medio rural. El primer grupo que se levantó en armas fue el de Pedro Quintanar tras el asesinato del padre Luis Batis y tres de sus feligreses ocurrido el 15 de agosto de 1926 en la pequeña población de Chalchihuites en el estado de Zacatecas. El día 29 de agosto, al frente de treinta hombres y al grito de ¡''Viva Cristo Rey''!, Quintanar cayó sobre la guarnición militar de Huejuquilla el Alto, Jalisco, derrotándola y tomando la plaza. Iniciaba así la ''guerra de los cristeros'', llamada también [[CRISTIADA | la Cristiada]]. El término «''cristeros''» fue acuñado por los callistas como un epíteto despectivo hacia los católicos que iban lo mismo al combate que al paredón con el grito en los labios de ¡Viva Cristo Rey! Pero lejos de sentirse insultados, los católicos tomaron para sí y con orgullo el título de «''cristeros''». Con ese nombre, exclusivo de los cristianos mexicanos, escribieron su nombre en la historia. La sublevación fue masiva y unánime en los pueblos del centro-oeste. Hombres, mujeres, niños confluían como para una peregrinación, seguros de obligar al gobierno a capitular. El ejército los recibió a tiros y con fuego de ametralladoras, y en el primer choque esos peregrinos dignos de acompañar a Pedro el Ermitaño se desbandaron".<ref>Meyer Jean, Historia de los cristianos..., 234.</ref><br />
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Al levantamiento de Pedro Quintanar en Zacatecas siguieron otros igualmente espontáneos; en septiembre se levantó Luis Navarro, ex presidente municipal de Pénjamo, [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], quien se adueñó y exterminó a la guarnición militar de esa localidad, y luego tomó la ciudad de La Piedad, Michoacán. En Durango se levantó Trinidad Mora, quien derrotó a un regimiento federal que se dirigía hacia Santiago Bayacora. El hecho más importante de esos primeros momentos fue que el general Rodolfo Gallegos, comandante desde 1918 de la zona militar de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], quien puesto ante la disyuntiva de combatir a los cristeros que empezaban a operar en su región o retirarse del mando, decidió encabezarlos; así el 31 de octubre tomaba la plaza de San José Iturbide. Sin embargo estos grupos actuaban totalmente desvinculados, sin un plan en común, en medio de graves carencias materiales y con un armamento sumamente pobre y variado. Su fuerza radicaba en su fe y en el conocimiento del terreno en que combatían.<br />
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==El levantamiento armado y su moralidad.==<br />
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Como señala Jean Meyer, la guerra fue una sorpresa para el Estado, que consideraba la religión como cosa de mujeres; pero fue también una sorpresa –bendita sorpresa- para la Liga que aceptaba la posibilidad del recurso de las armas pero que para nada tenía preparación alguna en ese sentido; fue también una sorpresa para los obispos que, puestos ante los hechos consumados de la persecución y los primeros grupos levantados en las montañas, predicaban la resistencia activa sólo por medios pacíficos, hasta el martirio si fuera necesario.<ref>Cf. Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]], …. p. 9</ref>Todavía el 1° de noviembre, el Comité Episcopal respondía mediante un boletín a las acusaciones gubernamentales de ser los obispos los jefes de las “partidas episcopales”. “''Casos hay en que los teólogos católicos autorizan no la rebelión sino la defensa armada contra la injusta agresión de un poder tiránico, después de agotados los medios pacíficos. El Episcopado no ha dado ningún documento en que declare que haya llegado, en México, ese caso.(…) Si algún católico, seglar o eclesiástico, siguiendo la doctrina citada, cree haber llegado el caso de la licitud de esa defensa, el episcopado no se hace solidario de esa resolución práctica''."<ref>L´Osservatore Romano, 1-III-1927, p.1</ref><br />
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El problema de la licitud poseía una vertiente teórico-doctrinal y otra vertiente eminentemente práctica; ésta última era que si los obispos condenaban el movimiento, obligaban a los católicos a rendirse ipso facto a sus perseguidores, lo que significaba el exterminio casi seguro de ellos, o cuando menos de los dirigentes cristeros. La vertiente teórica se encontraba con el hecho de que en el siglo XIX “el Papa Gregorio XVI había reprobado la insurrección de los católicos polacos contra el Zar y, apenas unos años antes, el episcopado irlandés había condenado una insurrección de los católicos. Por ello tanto para la Liga como para los cristeros era muy importante dejar aclarado el tema acerca de la licitud moral del levantamiento armado. Es interesante notar que los mismos obispos buscaron apoyarse primero en la autoridad de la Santa Sede y, al no encontrar respuesta, en la de los teólogos más renombrados para orientar en una dirección o en otra la conducta de sus fieles levantados en armas.<br />
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“Los legisladores que en 1917 plasmaron en la Constitución de México una serie de disposiciones tendientes a sofocar la acción de la Iglesia Católica, no entendieron que los ordenamientos legales injustos más que leyes son una perversión… y por ello mismo constituyen en sí mismos un acto de violencia contra el pueblo (…) El conflicto derivó en una lucha sangrienta debido a la actitud intransigente del presidente Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] (...) El ansia de paz, el bien del país, llevó a los obispos desde el inicio del conflicto a tolerar un orden legal tan adverso…con tal de que el gobierno declarara públicamente que el registro de los sacerdotes era sólo «una medida administrativa» con la que el gobierno no intentaba mezclarse en el dogma y en la disciplina interna de la Iglesia. La obcecación de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] llegó al grado de no solo no aceptar esta mínima petición, sino ser él mismo en sugerir a los católicos, cerrados los recursos legales, que no quedaba otra vía que la de las armas.<br />
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En Jalisco [[GONZÁLEZ_FLORES,_Anacleto | Anacleto González Flores]] y la Unión Popular intentaron por todos los medios evitar el recurso de las armas, optando solo por el de la resistencia pacífica, pero las autoridades de la Liga en la ciudad de México habían ya optado por la lucha armada considerando que los recursos pacíficos estaban del todo agotados y ordenaron a sus delegaciones que organizaran un movimiento armado; González Flores acató la decisión del Comité Central de la Liga pero personalmente él no tomó las armas. La Liga presentó al Comité Episcopal un memorándum en que pedían a los obispos cuatro acciones: a- no condenar el movimiento armado; b- sostener la unidad de acción mediante un mismo plan y un mismo caudillo; c- habilitar canónicamente vicarios castrenses; d- solicitar a los ricos católicos que suministraran fondos al movimiento. Los obispos contestaron afirmativamente sólo los dos primeros puntos; sobre el tercero no aceptaron nombrar vicarios castrenses pero dieron permiso a los sacerdotes que quisieran, ejercer su ministerio entre los levantados en armas; sobre el cuarto punto se negaron a solicitar a los ricos su apoyo económico, estimando esa acción como muy peligrosa.<br />
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El 11 de febrero de 1927, Mons. José María González y Valencia, arzobispo de Durango desterrado en Roma, escribió una carta pastoral a los católicos de su arquidiócesis: “''Séanos ahora lícito romper el silencio sobre un asunto del cual nos sentimos obligados a hablar. Ya que en nuestra arquidiócesis muchos católicos han apelado al recurso de las armas…creemos de nuestro deber pastoral afrontar de lleno la cuestión y, asumiendo con plena conciencia la responsabilidad ante Dios y ante la historia, les dedicamos estas palabras: Nos nunca provocamos este movimiento armado. Pero una vez que, agotados todos los medios pacíficos, ese movimiento existe, a nuestros hijos católicos que anden levantados en armas por la defensa de sus derechos sociales y religiosos, después de haberlo pensado largamente ante Dios y de haber consultado a los teólogos más sabios de la ciudad de Roma, debemos decirles: Estad tranquilos en vuestras conciencias y recibid nuestras bendiciones''.”<ref>Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]]…. pp. 16-17</ref>Mons. Mora y del Río al momento de ser expulsado del país el 21 de abril de 1927 junto con los obispos que aún permanecían en México declaró al Secretario de Gobernación Adalberto Tejeda: “''Señor, el Episcopado no ha promovido ninguna revolución, pero ha declarado que los seglares católicos tienen el derecho innegable de defender por la fuerza los derechos inalienables que no pueden proteger por medios pacíficos.” Eso es rebelión, dijo Tejeda. “Esto no es rebelión; esta es legítima defensa contra la tiranía injustificable''”<ref>Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]]….p.21</ref>, contestó Mons. Mora. <br />
<br />
En Roma, S.S. Pío XI publicó el 18 de noviembre de 1926 su encíclica Iniquis afflictisque sobre la persecución a la Iglesia mexicana. En ella el Papa recordaba que con la Ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] promulgada el 2 de julio de ese año se estaban atropellando los derechos naturales más fundamentales; allí radicaba la injusticia radical de toda aquella legislación que analizaba minuciosamente, y luego lamentaba la persecución que se había generalizado a todo el pueblo de Dios: “''Sacerdotes y laicos, por los caminos y plazas, enfrente de las iglesias, han sido inmisericordemente asesinados''”. El Papa mostraba su admiración por el testimonio martirial que el pueblo católico de México estaba dando ante el mundo y nombraba a los diversos componentes del mismo, como los Caballeros de Colón, los jefes de la Liga, las damas, los jóvenes que ''“…han sido amarrados, conducidos por las [[CALLES,_Plutarco_Elías | calles]] en medio de pelotones de soldados, encerrados en prisiones inmundas, tratados ásperamente y castigados con penas y multas. Más aún, algunos de aquellos adolescentes y de aquellos jóvenes – y al decirlo- apenas podemos contener las lágrimas, con el rosario en la mano y aclamando a Cristo Rey han encontrado voluntariamente la muerte''.”<br />
<br />
Si bien todos los obispos reconocieron la licitud del movimiento, en la práctica varios siguieron predicando la resistencia pacífica y adoptaron una conducta más bien reprobatoria hacia la Liga y los cristeros; tal fue el caso de los obispos de Saltillo, Cuernavaca, Puebla, Chihuahua, Veracruz, Querétaro, Tabasco, [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]] y Zamora. Sin apoyar al movimiento pero sin oponerse al mismo, dos obispos decidieron permanecer entre los feligreses de sus diócesis: Mons. [[OROZCO_Y_JIMÉNEZ,_Francisco | Francisco Orozco y Jiménez]], arzobispo de Guadalajara, y el anciano obispo de Colima Mons. Amador Velasco. Ocultos en las montañas o en las barrancas, disfrazados de campesinos o de arrieros, estos dos obispos permanecieron tres años entre su pueblo compartiendo sus temores y privaciones; la presencia de su prelado fue para los cristeros de Jalisco y Colima un valioso aliento en su lucha.<br />
<br />
==Desarrollo de la guerra==<br />
<br />
La participación de Liga en el movimiento armado fue marginal y pobre; lo más valioso que aportó fue el haber conseguido en julio de 1927 que el general Enrique Gorostieta, un antiguo militar de carrera, aceptara mediante el pago de tres mil pesos oro al mes, dirigir y organizar a los distintos grupos armados que se encontraban en pie de lucha. Gorostieta era liberal agnóstico y tenía poco afecto por la Iglesia, pero la convivencia con los cristeros le llevó a su conversión y al momento de su muerte, ocurrida en un combate en 1929, había ya abrazado con entusiasmo la causa de sus dirigidos; se volvió, a su manera, cristiano en medio de sus cristeros, a los que admiraba, sin indulgencia: “¿Con esta clase de hombres crees que podamos perder? ¡No, esta causa es santa y con estos defensores no es posible que se pierda!” Gorostieta informaba a la Liga en febrero de 1928 que San Martín de Bolaños, Totatiche, Huejuquilla, Mezquitic y Monte Escobedo se hallaban bajo el control absoluto de los municipios cristeros y bajo el amparo de las defensas sociales encargadas de proteger a la población mientras los regimientos, organizados por él, se hallaban en operaciones.<br />
<br />
Mientras el movimiento cristero se extendía, la Liga redactó una Constitución que sustituyera a la de 1917 y con la cual se pudiera instaurar un sistema político que en justicia conciliara las libertades políticas, sociales, económicas y religiosas de los mexicanos. El manuscrito de esa Carta Magna –ignorada hasta ahora por la historiografía- ha sido reproducido recientemente en ''Cuadernos del Archivo Histórico de la UNAM'' (N° 18) bajo el título ''La Constitución de los cristeros y otros documentos''. Esta Constitución debió ser redactada durante 1927, ya que se dio a conocer el 1° de enero de 1928; en ella se establecía que “La Nación mexicana continúa constituida en República representativa, democrática, federal” (Art. 3°) y que su gobierno estaría integrado por cuatro poderes: Judicial; Legislativo; Ejecutivo y Municipal (Art. 6°). Sobre el aspecto religioso –que en esos momentos era el centro del conflicto- establecía que los mexicanos tendrían absoluta libertad para profesar la religión que consideraran de su conveniencia, así como la libertad de culto y la propiedad de los inmuebles necesarios al mismo (Art. 31°). Adelantándose a su tiempo, la [[CONSTITUCIÓN_CRISTERA | Constitución cristera]] otorgaba a la mujer el derecho al voto. <br />
<br />
Para julio de 1927, es decir, a un año de su inicio, el movimiento cristero estaba consolidado en vastas zonas rurales del Occidente; cuando en ese momento el general Gorostieta se incorporó al mismo comprendió el carácter de guerra de guerrillas que los cristeros intuitivamente habían implementado, pero ahora el militar organizó a los distintos grupos dándoles método y orden. La “Guardia Nacional” por él organizada extendió su influencia rápidamente a los estados de Jalisco, Nayarit, [[ [[ [[AGUASCALIENTES | Aguascalientes]] | Aguascalientes]] | Aguascalientes]], Zacatecas, Querétaro y [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], donde los cristeros controlaban la mayoría de las zonas rurales; situación semejante ocurría en los estados de Colima y Nayarit. El movimiento se extendió a principios de 1928 hacia los estados de Oaxaca, Guerrero, México, Morelos, Puebla y Tlaxcala, donde operaban numerosas partidas de cristeros que durante cortos periodos lograban tomar poblaciones medias y pequeñas, y cuando el ejército federal enviaba fuertes contingentes militares en su contra, se remontaban a las sierras para tomarlas nuevamente al menor descuido de los federales, a quienes causaban numerosas bajas capturándoles su armamento. Este fue el principal medio de los cristeros para hacerse de armas y municiones. <br />
<br />
El gobierno implementó entonces una política de “reconcentración”, la cual consistía en obligar por la fuerza a todos los habitantes de una región a concentrarse en una población a fin de dejar sin apoyo a los cristeros, pero esta política lo único que logró fue echarle más leña al fuego. A los sufrimientos que las reconcentraciones causaban a la población civil que se veía obligada a dejar sus casas, sus tierras y ganados padeciendo entonces hambre y frío, se sumaban los robos, asesinatos y vejaciones que los militares les infringían, por lo que muchos indecisos optaron por sumarse a los cristeros, provocando una segunda ola de alzamientos. Para los primeros meses de 1928 eran ya unos 25000 los cristeros en armas, y el ejército reconocía que entre enero y mayo de ese año había perdido a tres generales, 324 oficiales y 2892 soldados. El mayor Harold Thompson, agregado militar de la Embajada norteamericana y amigo de Obregón advertía la poca credibilidad de esas cifras gubernamentales que, decía, había que aumentar en diez mil más. A mediados de 1928 los cristeros no podían ya ser vencidos militarmente; pero el Gobierno federal y su ejército, apoyado por los Estados Unidos, tampoco.<br />
<br />
El 17 de julio de 1928 fue asesinado el general Álvaro Obregón por José de León Toral, un miembro de la Liga, durante un banquete en honor de Obregón que ese día había sido declarado nuevamente “presidente electo” (tras haber mandado asesinar a sus dos oponentes, los generales Serrano y Gómez), ahora para el periodo presidencial 1928-1932. Para llevar a cabo esa reelección, [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Obregón modificaron previamente la Constitución de 1917 que expresamente prohibía la reelección.<br />
<br />
==Los “arreglos” de 1929 y el final del conflicto armado==<br />
<br />
Al iniciarse el año de 1929 los combates se incrementaron por todas partes con frecuentes y sonados triunfos de los cristeros que incursionaban incluso en barrios periféricos de la ciudad de Guadalajara; para ese entonces eran ya más de cincuenta mil los cristeros en armas. Además el gobierno tuvo que hacer frente a un nuevo y grave problema: dos de los principales jefes del ejército federal, el general Gonzalo Escobar y el general Francisco Manzo, se levantaron en armas contra el gobierno arrastrando tras de sí a la mitad del ejército. La razón de ésta asonada militar la encontramos en el hecho de que [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Obregón siempre desconfiaron uno del otro, pero se necesitaban mutuamente para conservar el poder. El apoyo principal de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] era la CROM y su líder Morones; el de Obregón era el ejército. Cuando Obregón fue asesinado, los militares no creyeron que su victimario León Toral hubiera actuado por ser un “fanático religioso” como lo llamó la prensa, sino un agente de la CROM que despejaría el camino para la perpetuación de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] en el poder. Eso explica que, a diferencia del Padre Pro, quien fue ejecutado sin juicio alguno, a León Toral se le siguiera un largo y puntual juicio público, pues [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] era el primer interesado en demostrar que León Toral era efectivamente un católico miembro de la Liga y no un agente callista. <br />
<br />
Ante la desaparición de Obregón, el todavía presidente [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se vio obligado, en una junta con 32 generales del ejército celebrada el 5 de septiembre de 1928, a destituir a Luis Napoleón Morones como Secretario de Industria, Comercio y Trabajo, y a designar a un revolucionario neutral como presidente interino. [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] designó entonces al licenciado Emilio Portes Gil como presidente provisional. En efecto, Portes Gil era un abogado originario de [[SENO_MEXICANO;_Evangelización_del_Nuevo_Santander | Tamaulipas]] y un connotado miembro de la [[MASONERÍA_EN_URUGUAY | masonería]], pero no era militar ni pertenecía a la CROM. Poco antes de dejar la presidencia de la República, [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se hizo designar “jefe máximo de la revolución”, y con ese título se situó, durante varios años más, por encima de los presidentes convirtiéndose así en “el poder tras el trono”. Esto fue lo que provocó en marzo de 1929 la rebelión de los generales Escobar y Manzo. <br />
<br />
Simultáneamente a la guerra cristera y a la rebelión escobarista, a mediados de 1929 se sumó una amenaza más para el gobierno de Portes Gil y [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]]: la campaña presidencial del licenciado [[VASCONCELOS_CALDERÓN,_José | José Vasconcelos]]. Dado que Portes Gil era presidente provisional, tenía que convocar a elecciones, y a ellas se presentó como candidato [[VASCONCELOS_CALDERÓN,_José | José Vasconcelos]], cuya popularidad era grande por haber sido colaborador de Francisco I. Madero, Rector de la Universidad Nacional de México, y Secretario de Educación Pública en el gabinete de Obregón. El licenciado Vasconcelos era un personaje carismático y un orador brillante que amenazaba seriamente el poder en manos de la “familia revolucionaria” encabezada por [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Portes Gil. Tal era la situación adversa que enfrentaba el gobierno en 1929, y en cuyo contexto se debe leer los “arreglos” que pusieron fin a la guerra de los cristeros.<br />
<br />
El gobierno encabezado por Emilio Portes Gil y el “jefe máximo” Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se tambaleaba seriamente y fue nuevamente el gobierno norteamericano el que intervino para sacarlo a flote. Los Estados Unidos entregaron al gobierno mexicano mayor y mejor armamento, incluyendo un buen número de aviones militares; con ello la rebelión escobarista pudo ser fácilmente sofocada a tres meses de iniciada. <br />
<br />
La solución al movimiento cristero, que lejos de disminuir crecía cada día, fue planteada por el embajador de los Estados Unidos Dwight W. Morrow: era necesario entenderse con la Iglesia y él se ocuparía de ello. Los obispos mexicanos habían sido desterrados; dos permanecían ocultos en las montañas; algunos se encontraban en Roma, pero la mayoría se encontraban asilados en los Estados Unidos y era sencillo ponerse en comunicación con ellos; además estaba el hecho de que los asuntos de la Iglesia en México habían sido encomendados al Delegado Apostólico en Washington, Pedro Fumasoni Biondi. Y Morrow se advocó a “arreglar” la cuestión religiosa en México.<br />
<br />
Ya desde los primeros días de 1927 el Gral. Obregón había buscado una solución al conflicto religioso por medio del Lic. Mestre quien ofreció de palabra a Mons. Mora y del Río y a Mons. Valdespino, que si los obispos ordenaban la reanudación del culto público, a los pocos meses serían reformadas las leyes. El 23 de marzo de ese año Obregón se entrevistó en el Palacio de Chapultepec con el obispo de Zamora Mons. Manuel Fulcheri para insistir sobre lo mismo, y Mons. Fulcheri contestó que primero debían ser cambiadas las leyes. El general Obregón había sido desde 1914 el autor de las más despiadadas medidas persecutorias contra la Iglesia –incluyendo sacrilegios y el atentado contra la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe-, pero ante la perspectiva de su reelección le convenía reasumir la Presidencia con la nación pacificada. <br />
<br />
Sin embargo el 1° de abril fueron arteramente asesinados en Guadalajara [[GONZÁLEZ_FLORES,_Anacleto | Anacleto González Flores]] y sus compañeros de martirio, los hermanos Vargas y Luis Padilla; el día 3 los siguieron en el martirio los hermanos Huerta, mientras un boletín del gobierno publicado en la prensa decía “tranquilidad absoluta en todo el territorio”. Ante la indignación por el asesinato de esos mártires de la fe y para desmentir ese boletín, el 19 de abril el grupo cristero del Padre Reyes Vega atacó un tren en el que murieron los 52 soldados de la escolta y 30 paisanos. [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se vengó expulsando al arzobispo de México, Mons. Mora y del Río y a los demás obispos. Las tímidas y ambiguas proposiciones de Obregón fracasaron, lo que produjo satisfacción en el Presidente [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], más intransigente que Obregón, y el gobierno intensificó la persecución religiosa.<br />
<br />
Sabiendo la Santa Sede de las vagas e inaceptables propuestas que Obregón había formulado, S.S. Pío XI dio instrucciones claras y precisas para que los obispos mexicanos pudieran entablar una negociación con el gobierno de México que llevara a un arreglo justo del conflicto religioso. Esas instrucciones comprendían nueve puntos entre los que destacan los siguientes: Que se exigieran credenciales auténticas y satisfactorias a los agentes del gobierno; que las proposiciones se hicieran por escrito y firmadas; que se advirtiera a los agentes del gobierno que era necesario un mes para dar respuesta a las proposiciones; que se pidiera a la Liga y a los demás obispos su dictamen por escrito de las proposiciones; que se enviara a la Santa Sede las proposiciones y los dictámenes de la Liga y los de cada obispo; y que se esperara la resolución del Papa.<br />
<br />
El embajador Morrow inició sus gestiones en los mismos Estados Unidos sirviéndose de algunas personalidades del mundo católico norteamericano, entre ellas el padre John Burke, Secretario de la National Catholic Welfare Council, y los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] Wilfrid Parsons y Edmund Walsh. Para sus gestiones Morrow encontró también la colaboración de dos obispos mexicanos que desde el principio del conflicto eran partidarios de llegar a unos arreglos a cualquier costo; ellos eran Mons. Pascual Díaz y Barreto, obispo de Tabasco, y Mons. [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]], arzobispo de [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]]. Conociendo otros obispos la posición de Mons. Pascual Díaz ante tan delicado asunto, algunos le manifestaron su oposición a unos arreglos –como los que proponía Obregón- que serían de hecho una claudicación. Así el arzobispo de Durango, González y Valencia, exiliado en Roma, le escribe a Mons. Díaz: “...la Santa Sede desecha de plano los famosos arreglos, que habrían sido nuestra suprema vergüenza.” En el mismo sentido también el obispo de San Luis Potosí, [[MORA_Y_DE_LA_MORA,_San_Miguel_de_la | Miguel de la Mora]], también escribió una larga carta. Pero la situación cambió con el asesinato de Obregón el 17 de julio de 1928; por la tarde de ese día, estaba programada una entrevista de Obregón con el embajador Morrow.<br />
<br />
Sin embargo Morrow no quitó el dedo del renglón; dos circunstancias venían a compensar sus planes: la primera era la proximidad de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, porque si la pacificación de México se lograba por medio del embajador, pondría en manos del Partido Republicano los votos de los católicos norteamericanos; la segunda fue la muerte del arzobispo de México, Mons. Mora y del Río ocurrida en el exilio el 22 de abril de 1928, y la elección del arzobispo de [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]], [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]] como nuevo presidente del Comité Episcopal. Por sugerencia de Morrow, el Padre Burke le escribe a [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] para proponerle una entrevista con el nuevo presidente de los obispos mexicanos; [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] acepta y los recibe el 28 de mayo de 1928 en un encuentro secreto. Después de ese encuentro, Mons. Ruiz y Flores parte a Roma para explicarle al Santo Padre las proposiciones de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], que no tenían más garantía que su palabra. <br />
<br />
Enterados del viaje y de las intenciones de Mons. Ruiz y Flores, la Liga, los Caballeros de Colón, la ACJM, la Confederación Católica del Trabajo, la Asociación de Padres de Familia y las Congregaciones Marianas le escriben un memorial a S.S. Pío XI, y un resumen del mismo, redactado como telegrama, es enviado al cardenal Secretario de Estado. El telegrama decía los siguiente: “Sábese fundadamente que perseguidores propagan arreglo con algunos prelados, mediante simple promesa ir derogando paulatinamente ley sectaria, previa reanudación culto público. Damos testimonio que pueblo católico escandalizarse pacto esas bases; juzgando universalmente perseguidores tratan sorprender benevolencia algunos prelados, fin esclavizar definitivamente Iglesia mexicana, pretexto malestar nacional…Imposible fiar de palabra hombres sin honor. Damos testimonio de que pueblo y sociedad, sinceros católicos, inclusive combatientes, prefieren continúe situación dolorosa y lucha con todas sus consecuencias…” La mayoría de los obispos coincidían con el parecer de este memorial, como lo señalan en un escrito fechado el 31 de mayo en San Antonio, [[TEXAS | Texas]], y dirigido a Mons. Pascual Díaz, quien se encontraba en Nueva York. <br />
<br />
El panorama en los inicios de 1929 arriba señalado obligó a [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Portes Gil a reanudar las gestiones iniciadas por Morrow para un posible arreglo del conflicto religioso, y nuevamente el embajador se avocó a ello. En febrero, la Secretaría de Gobernación ordena a los gobernadores de los Estados, que liberen a todos los sacerdotes que tuvieran presos. En mayo Portes Gil declara al periodista norteamericano Dubose que: “Los fanáticos…no han sido dirigidos, en mi opinión, sino por sacerdotes de ínfima categoría (…) con excepción de monseñor Orozco (…) Creo que es absolutamente imposible cargar a la Iglesia católica la responsabilidad de tales actos.”. El mismo día, en Washington, Monseñor Ruiz y Flores declara la total disponibilidad de la Iglesia a dialogar con el gobierno mexicano. El 3 de mayo, el periódico El Universal encabeza su edición son el siguiente título: Con buena voluntad de parte del Estado y de la Iglesia puede lograrse un acuerdo. <br />
<br />
El 7 de mayo los cristeros infringen una tremenda derrota al ejército federal en Tepatitlán, Jalisco; el 8 de mayo el presidente Portes Gil se felicita por las declaraciones del arzobispo Ruiz y Flores. A finales de ese mes de mayo, la Santa Sede nombra a monseñor [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]] delegado apostólico ad referéndum para tratar con el gobierno mexicano la cuestión de la libertad religiosa. El 2 de junio, el Gral. Enrique Gorostieta, comandante de la Guardia Nacional, cae en una emboscada en Atotonilco el Alto, Jalisco; al frente del movimiento cristero lo sustituirá el Gral. Jesús degollado Guízar. <br />
<br />
A principios del mes de junio sale de San Luis, Missouri un tren hacia la frontera de México; en el convoy va enganchado el vagón especial del embajador Morrow y con él viajan los obispos [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]] y Pascual Díaz y Barreto. Al cruzar la frontera el vagón del embajador es enganchado a otro tren que viaja a la ciudad de México, pero poco antes de llegar a su destino, los dos obispos se bajan en la estación de Tacuba. Allí los recoge un automóvil que los traslada a la casa del señor Agustín Legorreta. Es esa casa no van a hablar ni a recibir a nadie; ni siquiera a su hermano en el episcopado Mons. [[MORA_Y_DE_LA_MORA,_San_Miguel_de_la | Miguel de la Mora]], quien intentará tres veces ser recibido por ellos sin lograrlo nunca. Finalmente, el 12 y 13 de junio se entrevistan con el Presidente portes Gil. El día 21 de junio de 1929, Portes Gil y los dos obispos acuerdan verbalmente los “arreglos” en base a las propuestas redactadas por el embajador Morrow, y al día siguiente son publicados por la prensa mexicana. Portes Gil hizo unas promesas: amnistía a los “rebeldes” sublevados (los cristeros); restitución de las iglesias, obispados y parroquias, y su palabra de honor (¿) de no volver atrás; los obispos se comprometían a reanudar el culto público y a solicitar a los cristeros que depusieran las armas. Aceptaron además el exilio del arzobispo de Guadalajara, Mons. Orozco, y el no regreso a México de Mons. [[MANRÍQUEZ_Y_ZÁRATE,_José_de_Jesús | José de Jesús Manríquez y Zárate]], obispo de Huejutla. La Iglesia cumplió, el Gobierno no.<br />
<br />
Aquellos “arreglos”, mentirosos en su raíz y en las intenciones gubernamentales de quienes los suscribían, repetían las bases propuestas en mayo de 1928, inaceptables entonces para la Iglesia. Además ni siquiera fueron puestos por escrito; ¿por qué? El mismo arzobispo Ruíz y Flores da la respuesta en sus memorias: “No creí que constara esto en estipulaciones escritas y firmadas por ambas partes, porque tenía yo de testigo por mi parte al Sr. Obispo Díaz y por parte del Presidente al Licenciado Canales” Tal fue la ingenuidad con la que negociaron los dos obispos.<br />
<br />
Buena parte de los obispos mexicanos se sintieron engañados pues fueron totalmente marginados de las conversaciones y los arreglos; pero ante todo estaba el amor y la obediencia al Papa, y Mons. Ruiz y Flores actuó como delegado apostólico ad referéndum, y acataron lo por él negociado. En la madrugada del domingo 30 de junio de 1929, al oír el repique de las campanas llamando a misa, el embajador Morrow dijo a su esposa: “Betty…¿oyes eso?, ¡Yo he abierto las iglesias de México!.” En ese día se inició un “[[MODUS_VIVENDI_en_México_(1929-1992) | modus vivendi]]” entre el gobierno mexicano y el pueblo católico, en el cual surgirían nuevas persecuciones y mártires. Los derechos que la razón y el derecho natural a la libertad religiosa no serían reconocidos por las leyes mexicanas sino hasta 1992, cuando gracias al Papa Juan Pablo II, la realidad de una nación de impronta católica se impuso por sí misma.<br />
<br />
Por lo que se refiere a la Liga, a la Guardia Nacional y en general a quienes de un modo u otro apoyaban [[CRISTIADA | la Cristiada]], su desencanto fue mayúsculo pero, como el crucifijo del atentado en la Basílica en 1921, prefirieron doblarse y obedecer antes que romper con la Iglesia. Meyer transcribe el testimonio de un antiguo cristero de Santiago Bayacora que sintetiza muy bien lo ocurrido entre los católicos levantados en armas: “De ganada, la perdimos; en el 21 de junio de 1929 se hicieron los mentados arreglos del conflicto religioso, y los señores que intervinieron en dichos arreglos no debían haber admitido a que entregáramos las armas, porque esas armas costaron muchas vidas, mucha sangre, nosotros espucimos (sic) nuestras vidas para quitar esas armas y no es posible ni justo que después de tanto sacrificio y trabajos como los que pasamos vayamos a entregar las armas; pero por obedecer órdenes sacerdotales fuimos a entregar las armas y les dijimos a nuestros enemigos: aquí están las armas que les quitamos en los campos de batalla, ya que ustedes no nos las pudieron quitar ahora nosotros se las venimos a traer (…) y nuestros enemigos sedientos de venganza luego empezaron la guerra contra los indefensos jefes cristeros. Y nosotros ya libres del compromiso que teníamos en contra del gobierno defendiendo nuestra religión; me fui a Durango en busca de mi familia…”.<ref>Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]]…p. 337</ref><br />
<br />
==Notas==<br />
<br />
<references/><br />
<br />
==Bibliografía==<br />
<br />
<br />
*Meyer Jean, [[CRISTIADA | La Cristiada]], (Vol. I. La guerra de los cristeros) Ed. Siglo XXI, quinta edición, 1977<br />
*Meyer Jean, Historia de los cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]], Vuelta. México 1989,<br />
*González Fernández Fidel, Sangre y corazón de un pueblo. Ed. Arquidiócesis de Guadalajara, Vol. I, 2008. <br />
<br />
<br />
'''FIDEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ / JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
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<relatedtags><br />
[[GUATEMALA;_Confrontación_Iglesia-Estado | GUATEMALA;_Confrontación_Iglesia-Estado]]<br />
<br />
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<br />
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<br />
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<br />
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<br />
[[VASCONCELOS_CALDERÓN,_José| VASCONCELOS CALDERÓN, José]]<br />
<br />
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<br />
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<br />
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<br />
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<br />
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<br />
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<br />
[[MÉXICO._Partido_Católico_Nacional.| MÉXICO. Partido Católico Nacional.]]<br />
<br />
[[AMÉRICA_LATINA:_El_Término| AMÉRICA LATINA: El Término]]<br />
<br />
[[POSITIVISMO_EN_IBEROAMÉRICA| POSITIVISMO EN IBEROAMÉRICA]]<br />
<br />
[[BRASIL;_Protestantismo| BRASIL; Protestantismo]]<br />
<br />
[[PORFIRISMO| PORFIRISMO]]<br />
<br />
[[MÉXICO._Reforma,_Guerra_y_Leyes_de| MÉXICO. Reforma, Guerra y Leyes de]]<br />
<br />
[[EVANGELIZACIÓN;_contribución_del_poder_temporal| EVANGELIZACIÓN; contribución del poder temporal]]<br />
<br />
[[CALLES,_Plutarco_Elías| CALLES, Plutarco Elías]]<br />
</relatedtags>----</div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=CRISTIADA&diff=3705061
CRISTIADA
2022-02-28T01:05:57Z
<p>Louvier: /* Antecedentes */</p>
<hr />
<div>=='''Prólogo''' ==<br />
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[[CRISTIADA | La Cristiada]], llamada también Guerra Cristera o Guerra de los Cristeros, fue un conflicto armado que tuvo lugar entre los años 1926 y 1929 entre el Gobierno de México presidido por Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], y el pueblo católico mexicano. El mayor historiador de este conflicto es el Doctor en Historia Jean Meyer<ref> Nació en Niza, Francia, en 1942. Obtuvo el grado de Maestro en la Universidad de la Sorbonne (1963) y el de doctor en la Universidad de Nanterre (1971). Ha sido profesor en la Sorbonne, en la Universidad de París, en el Colegio de México y el Colegio de Michoacán y en el Centro de Investigación y Docencia Económica. En el año 2000 fue nombrado miembro de la Academia Mexicana de Historia, ocupando el sillón 29. En 2011 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes por sus contribuciones al estudio historiográfico de México.</ref>quien describe a [[CRISTIADA | la Cristiada]] como la “''Historia dramática y conmovedora de un pueblo que se siente agraviado en su fe y que, por tanto, desafía a un gobierno de hierro y a un ejército que lo aventaja en todos los terrenos menos en uno: el del sacrificio''”.<ref>Meyer Jean, [[CRISTIADA | La Cristiada]]. El conflicto entre la Iglesia y el Estado. Clío, México, 1997, p 9</ref><br />
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==Antecedentes==<br />
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En México el conflicto entre la Iglesia y el Estado se remonta, cuando menos, a la época de la independencia; sin embargo los primeros gobiernos independientes conservaban la confesionalidad católica del Estado aunque impregnada del regalismo heredado del gobierno de los borbones; entonces los problemas entre el poder civil y el [[EVANGELIZACIÓN;_contribución_del_poder_temporal | poder temporal]] quedaban circunscritos a las élites de ambos poderes. Será hasta 1854 con la revolución de Ayutla –la cual encumbró en el gobierno a políticos que sostenían principios del liberalismo radical- cuando el conflicto empezó a involucrar a sectores más amplios de la sociedad. En el seno del Congreso que redactó la Constitución de 1857 surgieron voces jacobinas que acusaban a la Iglesia de ser la causante de todos los males de México. La Constitución de 1857 provocó la Guerra de '''Reforma''' y esta a su vez las llamadas [[MÉXICO._Reforma,_Guerra_y_Leyes_de | Leyes de Reforma]], mismas que llevaron a la separación hostil de la Iglesia y el Estado. Posteriormente durante el largo periodo del [[PORFIRISMO | porfirismo]], el Estado abandonó la hostilidad abierta hacia la Iglesia, pero otorgó carta de ciudadanía a un anticlericalismo moderado, así como al [[BRASIL;_Protestantismo | protestantismo]] anglosajón y al [[POSITIVISMO_EN_IBEROAMÉRICA | positivismo]].<br />
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“''Bajo el reinado de los liberales masones (1859-1910) la Iglesia había realizado una segunda evangelización, desarrollando los movimientos de acción cívica y social dentro del espíritu de León XIII''"<ref>Meyer Jean, Historia de los cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]], Vuelta. México 1989, p. 231.</ref>. Existía pues en México un movimiento católico con profunda incidencia social. La revolución de 1910 encabezada por Francisco I. Madero también hizo a un lado la hostilidad del liberalismo decimonónico e incluso permitió la participación política de los católicos organizados en el [[MÉXICO._Partido_Católico_Nacional. | Partido Católico Nacional]]. En cambio la revolución desatada por Venustiano Carranza en 1914 convirtió el anticlericalismo en un anti-catolicismo virulento y sangriento, dando inicio a una persecución sistemática contra la Iglesia y contra el pueblo católico. El «caudillismo» de Carranza significó el triunfo de la facción masónica más radical que obviamente se volvió contra la Iglesia. "''Sus hombres provenían del norte blanco, marcados por la «frontier» norteamericana, imbuidos del [[BRASIL;_Protestantismo | protestantismo]] y del capitalismo anglosajón, desconocían el viejo México mestizo, indio, católico. Para ellos la Iglesia encarnaba el mal, era (como decían): una mascarada pagana que no pierde ocasión de ganar dinero, aprovechándose de las leyendas más puras, ultrajando a la razón y a la virtud para llegar a sus fieles''".<ref>Meyer Jean, Historia de los cristianos..., p. 232.</ref><br />
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La revolución carrancista destruyó templos, seminarios, instituciones educativas, conventos, todas las obras católicas del ámbito social, económico y político; cometió sacrilegios nunca antes vistos en México; vejó y expulsó obispos y sacerdotes y produjo los primeros mártires del siglo XX mexicano. Como broche, la facción carrancista promulgó la Constitución de 1917, la cual, al lado de algunos aciertos, contenía leyes totalmente hostiles hacia la religión católica y eliminaba jurídicamente la existencia de la Iglesia.<br />
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En 1920 Venustiano Carranza, ya en funciones de Presidente Constitucional, sufrió un «golpe de estado» por sus propios aliados revolucionarios: el llamado grupo “de los sonorenses” conformado por Álvaro Obregón, Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Adolfo de la Huerta, quienes lanzaron contra Carranza el “Plan de Agua-prieta”, el cual culminó con el asesinato de Carranza; de ese modo “los sonorenses” se hicieron del poder político en México. El gobierno de Álvaro Obregón (1920-1924) fue anuncio de un recrudecimiento del jacobinismo gubernamental, y una bomba de dinamita colocada a los pies del ayate de San [[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN | Juan Diego]] con la Sagrada imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, fue el inicio de la tormenta que caería sobre la Iglesia y el pueblo católico mexicano. El 14 de Noviembre de 1921 había tenido lugar una ceremonia en la [[BASÍLICA_DE_GUADALUPE | Basílica de Guadalupe]]. Terminado el acto, el sacristán pasó unos momentos al presbiterio, llamado por los canónigos del santuario. En ese momento, de un grupo de obreros que estaban en el templo, se adelantó un individuo pelirrojo, vestido con un overol azul nuevo, a colocar rápidamente un ramo de flores ante la imagen original de Nuestra Señora de Guadalupe. Bajó y un momento después se produjo una tremenda explosión, que sacudió los muros de la Basílica: había estallado una bomba a los pies mismos de la imagen milagrosa.<br />
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Luego del primer momento de estupor, los fieles reaccionaron y se dirigieron hacia el grupo de obreros, dispuestos a linchar al culpable. Entonces llegó el presidente municipal de la Villa, quien en esos momentos recibió una llamada telefónica del Presidente de la República, Gral. Álvaro Obregón, quien le encargó: "''''Dé usted garantías al preso que acaban de detener. Yo mando por él''''". El pelirrojo fue llevado a las oficinas municipales, custodiado por la policía para evitar que los católicos se le fueran encima. El pelirrojo, de nombre Luciano Pérez Carpio y empleado de la secretaría particular de Obregón, fue llevado al Ministerio Público donde se le puso en libertad “por falta de méritos”.<br />
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De inmediato se acudió a observar qué había pasado con la imagen: se habían caído la cortina que cubre el cuadro, candeleros y floreros, y un pesado crucifijo de bronce que estaba sobre el altar se dobló hacia atrás por la explosión. El ayate de [[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN | Juan Diego]] donde está estampada la Virgen de Guadalupe no sufrió ningún daño, ni tampoco el cristal ordinario que la protegía del ambiente; cosa rara -¿milagrosa?- si consideramos que aun en edificios cercanos hubo vidrios rotos por la detonación.<br />
La comisión nombrada por los clérigos aclaró que el dispositivo explosivo fue un cartucho de dinamita marca Hércules de los que se usaban en las minas; fue colocado en el ángulo que forman las placas de mármol de la parte posterior del altar, entre éste y el marco de mármol en que estaba el cuadro con la imagen guadalupana. Se supo también que los obreros que habían protegido en el primer momento al sacrílego dinamitero no eran sino soldados disfrazados. Se supo en fin, que el presidente Obregón había preguntado repetidas veces a los empleados de su Secretaría Particular si no habría algún valiente que se animara a destruir la imagen guadalupana. El p. Jesús García Gutiérrez consigna también que hubo varias personas que oyeron decir a Obregón en un discurso -la primera vez que vino a México-, que no descansaría hasta limpiar a su caballo con el ayate de [[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN | Juan Diego]].<br />
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El furor que despertó el sacrílego intento fue tremendo, los católicos pedían a gritos justicia, pero el procurador Eduardo Neri declaró -con enorme cinismo e hipocresía- que "''''el acto en sí mismo no favorece más que al elemento clerical: ya políticamente porque éste aparece desempeñando, como otras veces lo ha hecho, el papel de víctima para ganarse la conmiseración pública; ya religiosamente, porque se explota un nuevo milagro; ya pecuniariamente, porque han encontrado, y quién sabe si no provocado, los Caballeros de Colón adláteres, una nueva base para organizar romerías que de seguro les dejarán fuertes cantidades de dinero. Estimo que todas las creencias religiosas merecen un respeto absoluto, pero que es repugnante utilizarlas para fines innobles.''''". Así, justificando su inacción con hipótesis calumniosas, el procurador sencillamente no hizo nada. Al atentado en la Basílica siguieron otros hechos: banderas bolcheviques fueron izadas en las catedrales de Guadalajara y [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]]; la expulsión del Delegado Apostólico monseñor Ernesto Filippi por el “delito” de haber bendecido la primera piedra del monumento a [[CRISTO_REY;_La_fiesta_de_los_laicos | Cristo Rey]] en el cerro del Cubilete y el cese de todos los empleados públicos que habían adornado la fachada de sus casas con motivo del primer Congreso Eucarístico Nacional, mediante un decreto firmado por Obregón el 9 de octubre de 1924.<br />
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==El proyecto de protestantización de México==<br />
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El 30 de noviembre de 1924 tomó posesión de la Presidencia de la República el general Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], otro de los sonorenses firmantes del “Plan de Agua-prieta” contra el presidente Carranza. Jacobino furibundo y fanático, afirmaba que no se podía ser al mismo tiempo un buen ciudadano y católico, puesto que su primera lealtad era Roma, además de que el catolicismo era incompatible con el progreso. [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] “dedica a la Iglesia un odio mortal y aborda la cuestión con espíritu apocalíptico; el conflicto que empieza en 1925 es para él la lucha final, el combate decisivo entre las tinieblas y la luz.”<ref>Meyer Jean. Historia de los cristianos… p. 232.</ref><br />
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La clase política y pensadores de cuño liberal veían en el [[BRASIL;_Protestantismo | protestantismo]] una alternativa cultural al catolicismo para todo el Continente iberoamericano; había que empezar por México. La prensa lo fomenta, los gobiernos propician la venida de los pastores protestantes desde los Estados Unidos. En el proceso de "descatolización" pretenden seguir el ejemplo de la Revolución Francesa: piensan en una nueva "Constitución civil del clero" y en una "Iglesia Nacional independiente de Roma".<br />
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Con la ayuda del líder de la Confederación Regional de Obreros Mexicanos (CROM) Luis Napoleón Morones, a quien otorgó la cartera de Industria, Comercio y Trabajo, en febrero de 1925, [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] intentó la creación de una iglesia cismática que, separada de Roma, canalizara la religiosidad de los mexicanos hacia la Revolución. Ésta estrategia había sido ya propuesta en 1916 durante las sesiones del Congreso Constituyente; ahora contaban para su puesta en práctica con un ex sacerdote que se había afiliado a la [[MASONERÍA_EN_URUGUAY | masonería]]: Joaquín Pérez Budajar, quien aceptó desempeñar el papel de “Papa” de la “Iglesia católica apostólica mexicana”. El gobierno entregó a esta iglesia el Templo de La Soledad en la ciudad de México para que fuera su sede. Pero lejos de captar “feligreses”, la iglesia cismática del “patriarca Pérez” encontró un firme y enérgico rechazo de parte de la población; el “patriarca” tuvo que ser protegido por la policía para evitar su linchamiento y el intento cismático terminó en un total y rotundo fracaso. <br />
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Las logias propulsaron entonces la creación de una religión de tinte masónico y naturalista. Todo lo que no estaba cobijado bajo aquel techo fue marcado con la etiqueta de fanático (nos hallamos de nuevo ante el mismo lenguaje y ante los mismos pasos de los tiempos de la Revolución francesa). Se indica a la Iglesia católica, a su clero y a sus religiosos como responsables de todas las desgracias del país. Por eso se la persigue a muerte. "Yo soy un liberal de espíritu amplio, dijo [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] en un discurso electoral en 1924, que dentro de mi cerebro me explico todas las creencias y las justifico, porque las considero buenas por el programa moral que encierran. Yo soy enemigo de la casta sacerdotal...Yo declaro que respeto todas las religiones, y todas las creencias, mientras los ministros del culto no se mezclen en nuestras contiendas políticas con desprecio de nuestras leyes..."<ref>Citado en : Congregatio pro Causis Sanctorum: "Positio super martyrio..." del Beato [[PRO,_Miguel_Agustín | Miguel Agustín Pro]], Cittá del Vaticano 1989.</ref>.<br />
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Lo que [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] quería decir lo expresó entonces el obispo mexicano de Huejutla, Monseñor Manríquez y Zárate, en una carta pastoral de 1926: "...el jacobinismo mexicano ha decretado dar muerte a la Iglesia Católica en nuestro país, arrancar de cuajo, si posible fuera, de la sociedad mexicana, toda idea católica".<br />
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==La reacción cristiana popular==<br />
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Lo que sí logró el intento cismático de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Morones fue hacer ver a muchos laicos dirigentes de las organizaciones católicas, la urgente necesidad de organizarse para defender sus derechos ante la embestida jacobina que se les venía encima; alrededor de dieciocho personas pertenecientes a la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM), la Confederación Nacional Católica del Trabajo, la Unión de Damas Católicas Mexicanas, los Caballeros de Colón y la Adoración Nocturna, acordaron formar el 9 de marzo de 1925 la ''Liga Nacional Defensora de la [[GUATEMALA;_Confrontación_Iglesia-Estado | Libertad Religiosa]]''. Solo tres meses después de fundada, la Liga tenía trescientos mil socios dispersos en veintisiete estados. “En septiembre (1925), la Liga contaba más de un millón de miembros, ¡de los cuales 200 000 en el Distrito Federal! Estas cifras, exageradas, expresan un orden de grandeza aceptable: el terreno estaba preparado por diez años de anticlericalismo militante, y el escándalo cismático provocó la movilización.”<ref>Citado en : Congregatio pro Causis Sanctorum: "Positio super martyrio..." del Beato [[PRO,_Miguel_Agustín | Miguel Agustín Pro]], Cittá del Vaticano 1989.</ref><br />
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Presentándose como una organización de carácter cívico-político, y por tanto ajena a la Jerarquía de la Iglesia, la Liga se estructuraba en un Comité Central, cuyo presidente era el abogado Rafael Ceniceros y Villareal, quien durante el gobierno de Francisco I. Madero había sido gobernador de Zacatecas por el [[MÉXICO._Partido_Católico_Nacional. | Partido Católico Nacional]]; tenía sus delegados regionales, jefes urbanos, jefes de manzana y jefes de calles; se sostenía por las cuotas de sus miembros y se dedicaba a organizar conferencias y reuniones en plazas, teatros, domicilios particulares, y a difundir hojas volantes. Su lema era “''Dios y mi derecho''” y tuvo una publicación periódica propia: ''David''.<br />
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El alma de la Liga fue la ACJM y era natural que así ocurriese; fogueada y disciplinada, numerosa y presente en distintos puntos del país. Otro organismo importante que se sumó a la Liga fue la ''Unión Popular'', la cual a pesar de ser una agrupación circunscrita solamente al estado de Jalisco, estaba muy bien organizada y dirigida por el joven abogado [[GONZÁLEZ_FLORES,_Anacleto | Anacleto González Flores]]. La Unión Popular aportó además la experiencia adquirida en 1919 durante la exitosa resistencia pacífica llevada a cabo contra la persecución religiosa que en Jalisco desató el gobernador José Guadalupe Zuno.<br />
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Fracasado su proyecto cismático, el Presidente [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] envió al Congreso una ley para incluir como delitos penales (es decir, aquellos que se castigan con multa y cárcel) las infracciones a las disposiciones anticatólicas de las leyes constitucionales. La aprobación a la “ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]]” por un Congreso formado exclusivamente por diputados jacobinos fue publicada el 2 de julio de 1926 en el Diario Oficial , señalando el 1° de agosto como la fecha en que entraría en vigor. La Liga buscó impedir la aprobación de la ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] por medios legales, presentando al Congreso un memorándum apoyado por más de dos millones de firmas, documento que los diputados se negaron incluso a recibir. Agotados los medios legales y tomando la experiencia exitosa de la Unión Popular en Jalisco, la Liga decretó entonces un boicot económico que encontró una gran acogida entre la mayoría de la población del centro y occidente del país. Aunque el boicot afectó las finanzas públicas, [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se negó a modificar un ápice su posición sectaria y jacobina; por el contrario, las logias masónicas a través del gran comendador del rito escocés Luis Manuel Rojas, le entregó al Presidente [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] la medalla al ''mérito masónico'' en el salón verde del Palacio Nacional.<br />
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“El boicot había mostrado los límites de la acción de la Liga, frente a un gobierno resuelto a no ceder en nada, así como las deficiencias de su organización (…) Durante este periodo, la actividad de la Liga se redujo a la propaganda, a la defensa de los derechos, de las libertades y de las garantías, al boicoteo y al referéndum contra los artículos (constitucionales) 3, 5, 24, 27 y 130.”<ref>Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]]… p.70</ref><br />
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==Clandestinidad de sacerdotes y religiosos==<br />
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En abril de 1926 el Episcopado Mexicano preguntaba en su Carta pastoral colectiva:'' ¿Podrá cumplir la Iglesia con su misión divina poniéndosele tales limitaciones? ¿Podrá desarrollar su acción altamente civilizadora y profundamente caritativa si se le prohíbe disponer hasta de los elementos más indispensables para que exista?'' En junio, conociendo el proyecto de la Ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], los obispos hicieron gestiones para impedir o modificar su contenido. [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] dijo entonces al arzobispo de [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]], [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]]: ''Sólo tienen ustedes dos caminos: o acudir al Congreso o tomar las armas''. El recurso del Congreso lo utilizaron infructuosamente los ciudadanos católicos, y a los obispos los diputados les dijeron que ellos no tenían ningún derecho ni alegar nada puesto que jurídicamente no existían. <br />
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Agotados todos los intentos de diálogo, los obispos mexicanos se decidieron por un gesto único e inédito en los últimos siglos de la historia de la Iglesia: ¡suspender el culto ''público'' y cerrar todas las iglesias! Esta decisión del Episcopado mexicano fue comunicada a los sacerdotes y fieles mediante una nueva Carta Pastoral Colectiva fechada el 25 de julio de 1926 en la cual explicaban: ''“Colocados en la imposibilidad de ejercer nuestro sagrado ministerio sometido a las prescripciones de ese decreto (la ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]]), tras haber consultado a nuestro Santo Padre, Pío XI, que ha aprobado nuestra actitud, ordenamos que, a partir del 31 de julio del año en curso, y hasta nueva orden, todo acto de culto público que exija la intervención de un sacerdote quede suspendido en todas las iglesias de la República.”'' Conocida la decisión, largas filas de fieles se formaron en las iglesias para recibir alguno de los sacramentos, especialmente el de la reconciliación. A las doce de la noche del día 31 fue retirado el Santísimo Sacramento de todos los sagrarios; en algunos de ellos se puso una leyenda dramática: “''no está aquí''”. El domingo 1° de agosto, por primera vez en 400 años en México no se celebró la [[EUCARISTÍA;_distribución_a_los_indios | Eucaristía]] y en todas las regiones se percibía un duelo general. <br />
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Como las restricciones que la ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] señalaba eran en relación al culto ''público'', el Episcopado suspendió éste, pero no el culto ''privado'' ya que supuestamente estaba fuera del control gubernamental. Sin embargo el gobierno sectario no se ciñó a sus propias leyes y la persecución se extendió también a los hogares, encarcelando y vejando a quienes eran sorprendidos celebrando un sacramento en un domicilio particular. Igualmente el gobierno no se ciñó a la aplicación de las penas que señalaban las leyes; siguiendo el proceder que desde 1914 implementó la revolución carrancista, las autoridades civiles pero sobre todo las militares, aplicaban arbitrariamente la pena que les viniera en gana, y frecuentemente ésta fue la pena de muerte.<br />
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Dada la persecución [[MÉXICO;_Camino_del_nacimiento_de_un_estado_laico_(II) | anticatólica]] y las duras prohibiciones contra los sacerdotes, la mayor parte de ellos se retiró a la clandestinidad dedicándose a la asistencia de los fieles. A partir del 31 de julio de 1926 se dio a la caza a los sacerdotes para encarcelarlos y asesinarlos. Solamente desde 1926 a 1928 fueron asesinados por el Gobierno más de 55 sacerdotes detenidos durante el ejercicio de su ministerio. Entre ellos se encuentran los beatos p. [[PRO,_Miguel_Agustín | Miguel Agustín Pro]] y fray Elías del Socorro Nieves García O.S.A, así como 22 sacerdotes mártires beatificados en 1992<ref>Cfr. Mexicana...Michaëlis Augustini Pro Positio super Martyrio, 50-51; Mexicana. Beatificationis seu Declaratinis Martyrii Servorum Dei Christophori Magallanes et XXIV Sociorum in odium Fide, uti fertur interfectorum (+1915 - 1937). Positio super martyrio, Sacra Congregatio Pro Causis Sanctorum, P. N. 1407, III vol. Romae 1991.</ref>y canonizados durante el Jubileo del año 2000 por Juan Pablo II. Otros diez mártires encabezados por [[GONZÁLEZ_FLORES,_Anacleto | Anacleto González Flores]] fueron beatificados en el año 2005, y uno de ellos, el niño [[SANCHEZ_DEL_RÍO,_José | José Sánchez del Río]], fue canonizado el 16 de octubre de 2016. Pero los sacerdotes mártires son muchos más. Los católicos asesinados se cuentan a centenares. Esta situación legal contrastaba poderosamente con la realidad sociológica de México: el pueblo mexicano se sentía católico hasta la médula. El constituyente de «Querétaro» fue derrotado por la gente sencilla que continuó profesando la fe cristiana. Se repitieron a millares los gestos conocidos de los católicos perseguidos durante la Convención francesa<ref>La novela de Graham Green, The Power and the Glory ("El poder y la gloria") (1940), describe los claro-oscuros de aquellos momentos y el misterio de la "gracia".</ref>.<br />
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==Inicio de la lucha armada==<br />
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Antes de los primeros levantamientos armados hubo varias acciones violentas, aunque no se les podrían catalogar como hechos de armas; tal fue el caso de los sucesos ocurridos el 3 de agosto de 1926 en el Santuario de Guadalupe en la ciudad de Guadalajara, donde el pueblo estaba posesionado del templo para evitar que cayera en manos del gobierno. En la noche de ese día llegaron a las inmediaciones del Santuario cincuenta soldados dando la orden de despejar la entrada y abrieron fuego contra las personas allí reunidas, pero los hombres se lanzaron contra los soldados con piedras, palos y cuchillos, y tras diez minutos de pelea obligaron a los militares a replegarse; estos recibieron refuerzos y con 250 hombres volvieron a cargar contra los defensores del Santuario. Jean Meyer recogió el relato de varios testigos: “''Las mujeres, en el interior de la iglesia, cantaban; fuera, en el atrio, hombres y mujeres combatían cuerpo a cuerpo con los soldados después de haberse arrojado sobre los fusiles. A las diez de la noche el ejército controlaba el jardín en torno de la Iglesia, pero ni esta ni el atrio. Para impedir la llegada de nuevos manifestantes, que afluían, con armas improvisadas de todas partes y llenaban ya la calle de Juan Álvarez, el ejército hizo ocupar las bocacalles y después evacuar las cuatro manzanas en torno del Santuario, disparando sobre los escasos transeúntes. A las seis de la mañana fue negociada la rendición con el general Ferreira: a las mujeres y los niños se les dejó partir, y los hombres (390) fueron conducidos al cuartel, a las aclamaciones de la población, que gritaba ¡Viva Cristo Rey!”'' En cuanto pudieron, muchos de los participantes en estos sucesos se remontarían a las montañas para defenderse por medio de las armas.<br />
<br />
La defensa por medio de las armas no fue resultado algún plan o estrategia; surgió de manera espontánea, dispersa y desorganizada, provocada por los excesos de la represión gubernamental contra algunas de las poblaciones católicas del medio rural. El primer grupo que se levantó en armas fue el de Pedro Quintanar tras el asesinato del padre Luis Batis y tres de sus feligreses ocurrido el 15 de agosto de 1926 en la pequeña población de Chalchihuites en el estado de Zacatecas. El día 29 de agosto, al frente de treinta hombres y al grito de ¡''Viva Cristo Rey''!, Quintanar cayó sobre la guarnición militar de Huejuquilla el Alto, Jalisco, derrotándola y tomando la plaza. Iniciaba así la ''guerra de los cristeros'', llamada también [[CRISTIADA | la Cristiada]]. El término «''cristeros''» fue acuñado por los callistas como un epíteto despectivo hacia los católicos que iban lo mismo al combate que al paredón con el grito en los labios de ¡Viva Cristo Rey! Pero lejos de sentirse insultados, los católicos tomaron para sí y con orgullo el título de «''cristeros''». Con ese nombre, exclusivo de los cristianos mexicanos, escribieron su nombre en la historia. La sublevación fue masiva y unánime en los pueblos del centro-oeste. Hombres, mujeres, niños confluían como para una peregrinación, seguros de obligar al gobierno a capitular. El ejército los recibió a tiros y con fuego de ametralladoras, y en el primer choque esos peregrinos dignos de acompañar a Pedro el Ermitaño se desbandaron".<ref>Meyer Jean, Historia de los cristianos..., 234.</ref><br />
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Al levantamiento de Pedro Quintanar en Zacatecas siguieron otros igualmente espontáneos; en septiembre se levantó Luis Navarro, ex presidente municipal de Pénjamo, [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], quien se adueñó y exterminó a la guarnición militar de esa localidad, y luego tomó la ciudad de La Piedad, Michoacán. En Durango se levantó Trinidad Mora, quien derrotó a un regimiento federal que se dirigía hacia Santiago Bayacora. El hecho más importante de esos primeros momentos fue que el general Rodolfo Gallegos, comandante desde 1918 de la zona militar de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], quien puesto ante la disyuntiva de combatir a los cristeros que empezaban a operar en su región o retirarse del mando, decidió encabezarlos; así el 31 de octubre tomaba la plaza de San José Iturbide. Sin embargo estos grupos actuaban totalmente desvinculados, sin un plan en común, en medio de graves carencias materiales y con un armamento sumamente pobre y variado. Su fuerza radicaba en su fe y en el conocimiento del terreno en que combatían.<br />
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==El levantamiento armado y su moralidad.==<br />
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Como señala Jean Meyer, la guerra fue una sorpresa para el Estado, que consideraba la religión como cosa de mujeres; pero fue también una sorpresa –bendita sorpresa- para la Liga que aceptaba la posibilidad del recurso de las armas pero que para nada tenía preparación alguna en ese sentido; fue también una sorpresa para los obispos que, puestos ante los hechos consumados de la persecución y los primeros grupos levantados en las montañas, predicaban la resistencia activa sólo por medios pacíficos, hasta el martirio si fuera necesario.<ref>Cf. Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]], …. p. 9</ref>Todavía el 1° de noviembre, el Comité Episcopal respondía mediante un boletín a las acusaciones gubernamentales de ser los obispos los jefes de las “partidas episcopales”. “''Casos hay en que los teólogos católicos autorizan no la rebelión sino la defensa armada contra la injusta agresión de un poder tiránico, después de agotados los medios pacíficos. El Episcopado no ha dado ningún documento en que declare que haya llegado, en México, ese caso.(…) Si algún católico, seglar o eclesiástico, siguiendo la doctrina citada, cree haber llegado el caso de la licitud de esa defensa, el episcopado no se hace solidario de esa resolución práctica''."<ref>L´Osservatore Romano, 1-III-1927, p.1</ref><br />
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El problema de la licitud poseía una vertiente teórico-doctrinal y otra vertiente eminentemente práctica; ésta última era que si los obispos condenaban el movimiento, obligaban a los católicos a rendirse ipso facto a sus perseguidores, lo que significaba el exterminio casi seguro de ellos, o cuando menos de los dirigentes cristeros. La vertiente teórica se encontraba con el hecho de que en el siglo XIX “el Papa Gregorio XVI había reprobado la insurrección de los católicos polacos contra el Zar y, apenas unos años antes, el episcopado irlandés había condenado una insurrección de los católicos. Por ello tanto para la Liga como para los cristeros era muy importante dejar aclarado el tema acerca de la licitud moral del levantamiento armado. Es interesante notar que los mismos obispos buscaron apoyarse primero en la autoridad de la Santa Sede y, al no encontrar respuesta, en la de los teólogos más renombrados para orientar en una dirección o en otra la conducta de sus fieles levantados en armas.<br />
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“Los legisladores que en 1917 plasmaron en la Constitución de México una serie de disposiciones tendientes a sofocar la acción de la Iglesia Católica, no entendieron que los ordenamientos legales injustos más que leyes son una perversión… y por ello mismo constituyen en sí mismos un acto de violencia contra el pueblo (…) El conflicto derivó en una lucha sangrienta debido a la actitud intransigente del presidente Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] (...) El ansia de paz, el bien del país, llevó a los obispos desde el inicio del conflicto a tolerar un orden legal tan adverso…con tal de que el gobierno declarara públicamente que el registro de los sacerdotes era sólo «una medida administrativa» con la que el gobierno no intentaba mezclarse en el dogma y en la disciplina interna de la Iglesia. La obcecación de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] llegó al grado de no solo no aceptar esta mínima petición, sino ser él mismo en sugerir a los católicos, cerrados los recursos legales, que no quedaba otra vía que la de las armas.<br />
<br />
En Jalisco [[GONZÁLEZ_FLORES,_Anacleto | Anacleto González Flores]] y la Unión Popular intentaron por todos los medios evitar el recurso de las armas, optando solo por el de la resistencia pacífica, pero las autoridades de la Liga en la ciudad de México habían ya optado por la lucha armada considerando que los recursos pacíficos estaban del todo agotados y ordenaron a sus delegaciones que organizaran un movimiento armado; González Flores acató la decisión del Comité Central de la Liga pero personalmente él no tomó las armas. La Liga presentó al Comité Episcopal un memorándum en que pedían a los obispos cuatro acciones: a- no condenar el movimiento armado; b- sostener la unidad de acción mediante un mismo plan y un mismo caudillo; c- habilitar canónicamente vicarios castrenses; d- solicitar a los ricos católicos que suministraran fondos al movimiento. Los obispos contestaron afirmativamente sólo los dos primeros puntos; sobre el tercero no aceptaron nombrar vicarios castrenses pero dieron permiso a los sacerdotes que quisieran, ejercer su ministerio entre los levantados en armas; sobre el cuarto punto se negaron a solicitar a los ricos su apoyo económico, estimando esa acción como muy peligrosa.<br />
<br />
El 11 de febrero de 1927, Mons. José María González y Valencia, arzobispo de Durango desterrado en Roma, escribió una carta pastoral a los católicos de su arquidiócesis: “''Séanos ahora lícito romper el silencio sobre un asunto del cual nos sentimos obligados a hablar. Ya que en nuestra arquidiócesis muchos católicos han apelado al recurso de las armas…creemos de nuestro deber pastoral afrontar de lleno la cuestión y, asumiendo con plena conciencia la responsabilidad ante Dios y ante la historia, les dedicamos estas palabras: Nos nunca provocamos este movimiento armado. Pero una vez que, agotados todos los medios pacíficos, ese movimiento existe, a nuestros hijos católicos que anden levantados en armas por la defensa de sus derechos sociales y religiosos, después de haberlo pensado largamente ante Dios y de haber consultado a los teólogos más sabios de la ciudad de Roma, debemos decirles: Estad tranquilos en vuestras conciencias y recibid nuestras bendiciones''.”<ref>Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]]…. pp. 16-17</ref>Mons. Mora y del Río al momento de ser expulsado del país el 21 de abril de 1927 junto con los obispos que aún permanecían en México declaró al Secretario de Gobernación Adalberto Tejeda: “''Señor, el Episcopado no ha promovido ninguna revolución, pero ha declarado que los seglares católicos tienen el derecho innegable de defender por la fuerza los derechos inalienables que no pueden proteger por medios pacíficos.” Eso es rebelión, dijo Tejeda. “Esto no es rebelión; esta es legítima defensa contra la tiranía injustificable''”<ref>Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]]….p.21</ref>, contestó Mons. Mora. <br />
<br />
En Roma, S.S. Pío XI publicó el 18 de noviembre de 1926 su encíclica Iniquis afflictisque sobre la persecución a la Iglesia mexicana. En ella el Papa recordaba que con la Ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] promulgada el 2 de julio de ese año se estaban atropellando los derechos naturales más fundamentales; allí radicaba la injusticia radical de toda aquella legislación que analizaba minuciosamente, y luego lamentaba la persecución que se había generalizado a todo el pueblo de Dios: “''Sacerdotes y laicos, por los caminos y plazas, enfrente de las iglesias, han sido inmisericordemente asesinados''”. El Papa mostraba su admiración por el testimonio martirial que el pueblo católico de México estaba dando ante el mundo y nombraba a los diversos componentes del mismo, como los Caballeros de Colón, los jefes de la Liga, las damas, los jóvenes que ''“…han sido amarrados, conducidos por las [[CALLES,_Plutarco_Elías | calles]] en medio de pelotones de soldados, encerrados en prisiones inmundas, tratados ásperamente y castigados con penas y multas. Más aún, algunos de aquellos adolescentes y de aquellos jóvenes – y al decirlo- apenas podemos contener las lágrimas, con el rosario en la mano y aclamando a Cristo Rey han encontrado voluntariamente la muerte''.”<br />
<br />
Si bien todos los obispos reconocieron la licitud del movimiento, en la práctica varios siguieron predicando la resistencia pacífica y adoptaron una conducta más bien reprobatoria hacia la Liga y los cristeros; tal fue el caso de los obispos de Saltillo, Cuernavaca, Puebla, Chihuahua, Veracruz, Querétaro, Tabasco, [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]] y Zamora. Sin apoyar al movimiento pero sin oponerse al mismo, dos obispos decidieron permanecer entre los feligreses de sus diócesis: Mons. [[OROZCO_Y_JIMÉNEZ,_Francisco | Francisco Orozco y Jiménez]], arzobispo de Guadalajara, y el anciano obispo de Colima Mons. Amador Velasco. Ocultos en las montañas o en las barrancas, disfrazados de campesinos o de arrieros, estos dos obispos permanecieron tres años entre su pueblo compartiendo sus temores y privaciones; la presencia de su prelado fue para los cristeros de Jalisco y Colima un valioso aliento en su lucha.<br />
<br />
==Desarrollo de la guerra==<br />
<br />
La participación de Liga en el movimiento armado fue marginal y pobre; lo más valioso que aportó fue el haber conseguido en julio de 1927 que el general Enrique Gorostieta, un antiguo militar de carrera, aceptara mediante el pago de tres mil pesos oro al mes, dirigir y organizar a los distintos grupos armados que se encontraban en pie de lucha. Gorostieta era liberal agnóstico y tenía poco afecto por la Iglesia, pero la convivencia con los cristeros le llevó a su conversión y al momento de su muerte, ocurrida en un combate en 1929, había ya abrazado con entusiasmo la causa de sus dirigidos; se volvió, a su manera, cristiano en medio de sus cristeros, a los que admiraba, sin indulgencia: “¿Con esta clase de hombres crees que podamos perder? ¡No, esta causa es santa y con estos defensores no es posible que se pierda!” Gorostieta informaba a la Liga en febrero de 1928 que San Martín de Bolaños, Totatiche, Huejuquilla, Mezquitic y Monte Escobedo se hallaban bajo el control absoluto de los municipios cristeros y bajo el amparo de las defensas sociales encargadas de proteger a la población mientras los regimientos, organizados por él, se hallaban en operaciones.<br />
<br />
Mientras el movimiento cristero se extendía, la Liga redactó una Constitución que sustituyera a la de 1917 y con la cual se pudiera instaurar un sistema político que en justicia conciliara las libertades políticas, sociales, económicas y religiosas de los mexicanos. El manuscrito de esa Carta Magna –ignorada hasta ahora por la historiografía- ha sido reproducido recientemente en ''Cuadernos del Archivo Histórico de la UNAM'' (N° 18) bajo el título ''La Constitución de los cristeros y otros documentos''. Esta Constitución debió ser redactada durante 1927, ya que se dio a conocer el 1° de enero de 1928; en ella se establecía que “La Nación mexicana continúa constituida en República representativa, democrática, federal” (Art. 3°) y que su gobierno estaría integrado por cuatro poderes: Judicial; Legislativo; Ejecutivo y Municipal (Art. 6°). Sobre el aspecto religioso –que en esos momentos era el centro del conflicto- establecía que los mexicanos tendrían absoluta libertad para profesar la religión que consideraran de su conveniencia, así como la libertad de culto y la propiedad de los inmuebles necesarios al mismo (Art. 31°). Adelantándose a su tiempo, la [[CONSTITUCIÓN_CRISTERA | Constitución cristera]] otorgaba a la mujer el derecho al voto. <br />
<br />
Para julio de 1927, es decir, a un año de su inicio, el movimiento cristero estaba consolidado en vastas zonas rurales del Occidente; cuando en ese momento el general Gorostieta se incorporó al mismo comprendió el carácter de guerra de guerrillas que los cristeros intuitivamente habían implementado, pero ahora el militar organizó a los distintos grupos dándoles método y orden. La “Guardia Nacional” por él organizada extendió su influencia rápidamente a los estados de Jalisco, Nayarit, [[ [[ [[AGUASCALIENTES | Aguascalientes]] | Aguascalientes]] | Aguascalientes]], Zacatecas, Querétaro y [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], donde los cristeros controlaban la mayoría de las zonas rurales; situación semejante ocurría en los estados de Colima y Nayarit. El movimiento se extendió a principios de 1928 hacia los estados de Oaxaca, Guerrero, México, Morelos, Puebla y Tlaxcala, donde operaban numerosas partidas de cristeros que durante cortos periodos lograban tomar poblaciones medias y pequeñas, y cuando el ejército federal enviaba fuertes contingentes militares en su contra, se remontaban a las sierras para tomarlas nuevamente al menor descuido de los federales, a quienes causaban numerosas bajas capturándoles su armamento. Este fue el principal medio de los cristeros para hacerse de armas y municiones. <br />
<br />
El gobierno implementó entonces una política de “reconcentración”, la cual consistía en obligar por la fuerza a todos los habitantes de una región a concentrarse en una población a fin de dejar sin apoyo a los cristeros, pero esta política lo único que logró fue echarle más leña al fuego. A los sufrimientos que las reconcentraciones causaban a la población civil que se veía obligada a dejar sus casas, sus tierras y ganados padeciendo entonces hambre y frío, se sumaban los robos, asesinatos y vejaciones que los militares les infringían, por lo que muchos indecisos optaron por sumarse a los cristeros, provocando una segunda ola de alzamientos. Para los primeros meses de 1928 eran ya unos 25000 los cristeros en armas, y el ejército reconocía que entre enero y mayo de ese año había perdido a tres generales, 324 oficiales y 2892 soldados. El mayor Harold Thompson, agregado militar de la Embajada norteamericana y amigo de Obregón advertía la poca credibilidad de esas cifras gubernamentales que, decía, había que aumentar en diez mil más. A mediados de 1928 los cristeros no podían ya ser vencidos militarmente; pero el Gobierno federal y su ejército, apoyado por los Estados Unidos, tampoco.<br />
<br />
El 17 de julio de 1928 fue asesinado el general Álvaro Obregón por José de León Toral, un miembro de la Liga, durante un banquete en honor de Obregón que ese día había sido declarado nuevamente “presidente electo” (tras haber mandado asesinar a sus dos oponentes, los generales Serrano y Gómez), ahora para el periodo presidencial 1928-1932. Para llevar a cabo esa reelección, [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Obregón modificaron previamente la Constitución de 1917 que expresamente prohibía la reelección.<br />
<br />
==Los “arreglos” de 1929 y el final del conflicto armado==<br />
<br />
Al iniciarse el año de 1929 los combates se incrementaron por todas partes con frecuentes y sonados triunfos de los cristeros que incursionaban incluso en barrios periféricos de la ciudad de Guadalajara; para ese entonces eran ya más de cincuenta mil los cristeros en armas. Además el gobierno tuvo que hacer frente a un nuevo y grave problema: dos de los principales jefes del ejército federal, el general Gonzalo Escobar y el general Francisco Manzo, se levantaron en armas contra el gobierno arrastrando tras de sí a la mitad del ejército. La razón de ésta asonada militar la encontramos en el hecho de que [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Obregón siempre desconfiaron uno del otro, pero se necesitaban mutuamente para conservar el poder. El apoyo principal de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] era la CROM y su líder Morones; el de Obregón era el ejército. Cuando Obregón fue asesinado, los militares no creyeron que su victimario León Toral hubiera actuado por ser un “fanático religioso” como lo llamó la prensa, sino un agente de la CROM que despejaría el camino para la perpetuación de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] en el poder. Eso explica que, a diferencia del Padre Pro, quien fue ejecutado sin juicio alguno, a León Toral se le siguiera un largo y puntual juicio público, pues [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] era el primer interesado en demostrar que León Toral era efectivamente un católico miembro de la Liga y no un agente callista. <br />
<br />
Ante la desaparición de Obregón, el todavía presidente [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se vio obligado, en una junta con 32 generales del ejército celebrada el 5 de septiembre de 1928, a destituir a Luis Napoleón Morones como Secretario de Industria, Comercio y Trabajo, y a designar a un revolucionario neutral como presidente interino. [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] designó entonces al licenciado Emilio Portes Gil como presidente provisional. En efecto, Portes Gil era un abogado originario de [[SENO_MEXICANO;_Evangelización_del_Nuevo_Santander | Tamaulipas]] y un connotado miembro de la [[MASONERÍA_EN_URUGUAY | masonería]], pero no era militar ni pertenecía a la CROM. Poco antes de dejar la presidencia de la República, [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se hizo designar “jefe máximo de la revolución”, y con ese título se situó, durante varios años más, por encima de los presidentes convirtiéndose así en “el poder tras el trono”. Esto fue lo que provocó en marzo de 1929 la rebelión de los generales Escobar y Manzo. <br />
<br />
Simultáneamente a la guerra cristera y a la rebelión escobarista, a mediados de 1929 se sumó una amenaza más para el gobierno de Portes Gil y [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]]: la campaña presidencial del licenciado [[VASCONCELOS_CALDERÓN,_José | José Vasconcelos]]. Dado que Portes Gil era presidente provisional, tenía que convocar a elecciones, y a ellas se presentó como candidato [[VASCONCELOS_CALDERÓN,_José | José Vasconcelos]], cuya popularidad era grande por haber sido colaborador de Francisco I. Madero, Rector de la Universidad Nacional de México, y Secretario de Educación Pública en el gabinete de Obregón. El licenciado Vasconcelos era un personaje carismático y un orador brillante que amenazaba seriamente el poder en manos de la “familia revolucionaria” encabezada por [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Portes Gil. Tal era la situación adversa que enfrentaba el gobierno en 1929, y en cuyo contexto se debe leer los “arreglos” que pusieron fin a la guerra de los cristeros.<br />
<br />
El gobierno encabezado por Emilio Portes Gil y el “jefe máximo” Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se tambaleaba seriamente y fue nuevamente el gobierno norteamericano el que intervino para sacarlo a flote. Los Estados Unidos entregaron al gobierno mexicano mayor y mejor armamento, incluyendo un buen número de aviones militares; con ello la rebelión escobarista pudo ser fácilmente sofocada a tres meses de iniciada. <br />
<br />
La solución al movimiento cristero, que lejos de disminuir crecía cada día, fue planteada por el embajador de los Estados Unidos Dwight W. Morrow: era necesario entenderse con la Iglesia y él se ocuparía de ello. Los obispos mexicanos habían sido desterrados; dos permanecían ocultos en las montañas; algunos se encontraban en Roma, pero la mayoría se encontraban asilados en los Estados Unidos y era sencillo ponerse en comunicación con ellos; además estaba el hecho de que los asuntos de la Iglesia en México habían sido encomendados al Delegado Apostólico en Washington, Pedro Fumasoni Biondi. Y Morrow se advocó a “arreglar” la cuestión religiosa en México.<br />
<br />
Ya desde los primeros días de 1927 el Gral. Obregón había buscado una solución al conflicto religioso por medio del Lic. Mestre quien ofreció de palabra a Mons. Mora y del Río y a Mons. Valdespino, que si los obispos ordenaban la reanudación del culto público, a los pocos meses serían reformadas las leyes. El 23 de marzo de ese año Obregón se entrevistó en el Palacio de Chapultepec con el obispo de Zamora Mons. Manuel Fulcheri para insistir sobre lo mismo, y Mons. Fulcheri contestó que primero debían ser cambiadas las leyes. El general Obregón había sido desde 1914 el autor de las más despiadadas medidas persecutorias contra la Iglesia –incluyendo sacrilegios y el atentado contra la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe-, pero ante la perspectiva de su reelección le convenía reasumir la Presidencia con la nación pacificada. <br />
<br />
Sin embargo el 1° de abril fueron arteramente asesinados en Guadalajara [[GONZÁLEZ_FLORES,_Anacleto | Anacleto González Flores]] y sus compañeros de martirio, los hermanos Vargas y Luis Padilla; el día 3 los siguieron en el martirio los hermanos Huerta, mientras un boletín del gobierno publicado en la prensa decía “tranquilidad absoluta en todo el territorio”. Ante la indignación por el asesinato de esos mártires de la fe y para desmentir ese boletín, el 19 de abril el grupo cristero del Padre Reyes Vega atacó un tren en el que murieron los 52 soldados de la escolta y 30 paisanos. [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se vengó expulsando al arzobispo de México, Mons. Mora y del Río y a los demás obispos. Las tímidas y ambiguas proposiciones de Obregón fracasaron, lo que produjo satisfacción en el Presidente [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], más intransigente que Obregón, y el gobierno intensificó la persecución religiosa.<br />
<br />
Sabiendo la Santa Sede de las vagas e inaceptables propuestas que Obregón había formulado, S.S. Pío XI dio instrucciones claras y precisas para que los obispos mexicanos pudieran entablar una negociación con el gobierno de México que llevara a un arreglo justo del conflicto religioso. Esas instrucciones comprendían nueve puntos entre los que destacan los siguientes: Que se exigieran credenciales auténticas y satisfactorias a los agentes del gobierno; que las proposiciones se hicieran por escrito y firmadas; que se advirtiera a los agentes del gobierno que era necesario un mes para dar respuesta a las proposiciones; que se pidiera a la Liga y a los demás obispos su dictamen por escrito de las proposiciones; que se enviara a la Santa Sede las proposiciones y los dictámenes de la Liga y los de cada obispo; y que se esperara la resolución del Papa.<br />
<br />
El embajador Morrow inició sus gestiones en los mismos Estados Unidos sirviéndose de algunas personalidades del mundo católico norteamericano, entre ellas el padre John Burke, Secretario de la National Catholic Welfare Council, y los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] Wilfrid Parsons y Edmund Walsh. Para sus gestiones Morrow encontró también la colaboración de dos obispos mexicanos que desde el principio del conflicto eran partidarios de llegar a unos arreglos a cualquier costo; ellos eran Mons. Pascual Díaz y Barreto, obispo de Tabasco, y Mons. [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]], arzobispo de [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]]. Conociendo otros obispos la posición de Mons. Pascual Díaz ante tan delicado asunto, algunos le manifestaron su oposición a unos arreglos –como los que proponía Obregón- que serían de hecho una claudicación. Así el arzobispo de Durango, González y Valencia, exiliado en Roma, le escribe a Mons. Díaz: “...la Santa Sede desecha de plano los famosos arreglos, que habrían sido nuestra suprema vergüenza.” En el mismo sentido también el obispo de San Luis Potosí, [[MORA_Y_DE_LA_MORA,_San_Miguel_de_la | Miguel de la Mora]], también escribió una larga carta. Pero la situación cambió con el asesinato de Obregón el 17 de julio de 1928; por la tarde de ese día, estaba programada una entrevista de Obregón con el embajador Morrow.<br />
<br />
Sin embargo Morrow no quitó el dedo del renglón; dos circunstancias venían a compensar sus planes: la primera era la proximidad de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, porque si la pacificación de México se lograba por medio del embajador, pondría en manos del Partido Republicano los votos de los católicos norteamericanos; la segunda fue la muerte del arzobispo de México, Mons. Mora y del Río ocurrida en el exilio el 22 de abril de 1928, y la elección del arzobispo de [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]], [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]] como nuevo presidente del Comité Episcopal. Por sugerencia de Morrow, el Padre Burke le escribe a [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] para proponerle una entrevista con el nuevo presidente de los obispos mexicanos; [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] acepta y los recibe el 28 de mayo de 1928 en un encuentro secreto. Después de ese encuentro, Mons. Ruiz y Flores parte a Roma para explicarle al Santo Padre las proposiciones de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], que no tenían más garantía que su palabra. <br />
<br />
Enterados del viaje y de las intenciones de Mons. Ruiz y Flores, la Liga, los Caballeros de Colón, la ACJM, la Confederación Católica del Trabajo, la Asociación de Padres de Familia y las Congregaciones Marianas le escriben un memorial a S.S. Pío XI, y un resumen del mismo, redactado como telegrama, es enviado al cardenal Secretario de Estado. El telegrama decía los siguiente: “Sábese fundadamente que perseguidores propagan arreglo con algunos prelados, mediante simple promesa ir derogando paulatinamente ley sectaria, previa reanudación culto público. Damos testimonio que pueblo católico escandalizarse pacto esas bases; juzgando universalmente perseguidores tratan sorprender benevolencia algunos prelados, fin esclavizar definitivamente Iglesia mexicana, pretexto malestar nacional…Imposible fiar de palabra hombres sin honor. Damos testimonio de que pueblo y sociedad, sinceros católicos, inclusive combatientes, prefieren continúe situación dolorosa y lucha con todas sus consecuencias…” La mayoría de los obispos coincidían con el parecer de este memorial, como lo señalan en un escrito fechado el 31 de mayo en San Antonio, [[TEXAS | Texas]], y dirigido a Mons. Pascual Díaz, quien se encontraba en Nueva York. <br />
<br />
El panorama en los inicios de 1929 arriba señalado obligó a [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Portes Gil a reanudar las gestiones iniciadas por Morrow para un posible arreglo del conflicto religioso, y nuevamente el embajador se avocó a ello. En febrero, la Secretaría de Gobernación ordena a los gobernadores de los Estados, que liberen a todos los sacerdotes que tuvieran presos. En mayo Portes Gil declara al periodista norteamericano Dubose que: “Los fanáticos…no han sido dirigidos, en mi opinión, sino por sacerdotes de ínfima categoría (…) con excepción de monseñor Orozco (…) Creo que es absolutamente imposible cargar a la Iglesia católica la responsabilidad de tales actos.”. El mismo día, en Washington, Monseñor Ruiz y Flores declara la total disponibilidad de la Iglesia a dialogar con el gobierno mexicano. El 3 de mayo, el periódico El Universal encabeza su edición son el siguiente título: Con buena voluntad de parte del Estado y de la Iglesia puede lograrse un acuerdo. <br />
<br />
El 7 de mayo los cristeros infringen una tremenda derrota al ejército federal en Tepatitlán, Jalisco; el 8 de mayo el presidente Portes Gil se felicita por las declaraciones del arzobispo Ruiz y Flores. A finales de ese mes de mayo, la Santa Sede nombra a monseñor [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]] delegado apostólico ad referéndum para tratar con el gobierno mexicano la cuestión de la libertad religiosa. El 2 de junio, el Gral. Enrique Gorostieta, comandante de la Guardia Nacional, cae en una emboscada en Atotonilco el Alto, Jalisco; al frente del movimiento cristero lo sustituirá el Gral. Jesús degollado Guízar. <br />
<br />
A principios del mes de junio sale de San Luis, Missouri un tren hacia la frontera de México; en el convoy va enganchado el vagón especial del embajador Morrow y con él viajan los obispos [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]] y Pascual Díaz y Barreto. Al cruzar la frontera el vagón del embajador es enganchado a otro tren que viaja a la ciudad de México, pero poco antes de llegar a su destino, los dos obispos se bajan en la estación de Tacuba. Allí los recoge un automóvil que los traslada a la casa del señor Agustín Legorreta. Es esa casa no van a hablar ni a recibir a nadie; ni siquiera a su hermano en el episcopado Mons. [[MORA_Y_DE_LA_MORA,_San_Miguel_de_la | Miguel de la Mora]], quien intentará tres veces ser recibido por ellos sin lograrlo nunca. Finalmente, el 12 y 13 de junio se entrevistan con el Presidente portes Gil. El día 21 de junio de 1929, Portes Gil y los dos obispos acuerdan verbalmente los “arreglos” en base a las propuestas redactadas por el embajador Morrow, y al día siguiente son publicados por la prensa mexicana. Portes Gil hizo unas promesas: amnistía a los “rebeldes” sublevados (los cristeros); restitución de las iglesias, obispados y parroquias, y su palabra de honor (¿) de no volver atrás; los obispos se comprometían a reanudar el culto público y a solicitar a los cristeros que depusieran las armas. Aceptaron además el exilio del arzobispo de Guadalajara, Mons. Orozco, y el no regreso a México de Mons. [[MANRÍQUEZ_Y_ZÁRATE,_José_de_Jesús | José de Jesús Manríquez y Zárate]], obispo de Huejutla. La Iglesia cumplió, el Gobierno no.<br />
<br />
Aquellos “arreglos”, mentirosos en su raíz y en las intenciones gubernamentales de quienes los suscribían, repetían las bases propuestas en mayo de 1928, inaceptables entonces para la Iglesia. Además ni siquiera fueron puestos por escrito; ¿por qué? El mismo arzobispo Ruíz y Flores da la respuesta en sus memorias: “No creí que constara esto en estipulaciones escritas y firmadas por ambas partes, porque tenía yo de testigo por mi parte al Sr. Obispo Díaz y por parte del Presidente al Licenciado Canales” Tal fue la ingenuidad con la que negociaron los dos obispos.<br />
<br />
Buena parte de los obispos mexicanos se sintieron engañados pues fueron totalmente marginados de las conversaciones y los arreglos; pero ante todo estaba el amor y la obediencia al Papa, y Mons. Ruiz y Flores actuó como delegado apostólico ad referéndum, y acataron lo por él negociado. En la madrugada del domingo 30 de junio de 1929, al oír el repique de las campanas llamando a misa, el embajador Morrow dijo a su esposa: “Betty…¿oyes eso?, ¡Yo he abierto las iglesias de México!.” En ese día se inició un “[[MODUS_VIVENDI_en_México_(1929-1992) | modus vivendi]]” entre el gobierno mexicano y el pueblo católico, en el cual surgirían nuevas persecuciones y mártires. Los derechos que la razón y el derecho natural a la libertad religiosa no serían reconocidos por las leyes mexicanas sino hasta 1992, cuando gracias al Papa Juan Pablo II, la realidad de una nación de impronta católica se impuso por sí misma.<br />
<br />
Por lo que se refiere a la Liga, a la Guardia Nacional y en general a quienes de un modo u otro apoyaban [[CRISTIADA | la Cristiada]], su desencanto fue mayúsculo pero, como el crucifijo del atentado en la Basílica en 1921, prefirieron doblarse y obedecer antes que romper con la Iglesia. Meyer transcribe el testimonio de un antiguo cristero de Santiago Bayacora que sintetiza muy bien lo ocurrido entre los católicos levantados en armas: “De ganada, la perdimos; en el 21 de junio de 1929 se hicieron los mentados arreglos del conflicto religioso, y los señores que intervinieron en dichos arreglos no debían haber admitido a que entregáramos las armas, porque esas armas costaron muchas vidas, mucha sangre, nosotros espucimos (sic) nuestras vidas para quitar esas armas y no es posible ni justo que después de tanto sacrificio y trabajos como los que pasamos vayamos a entregar las armas; pero por obedecer órdenes sacerdotales fuimos a entregar las armas y les dijimos a nuestros enemigos: aquí están las armas que les quitamos en los campos de batalla, ya que ustedes no nos las pudieron quitar ahora nosotros se las venimos a traer (…) y nuestros enemigos sedientos de venganza luego empezaron la guerra contra los indefensos jefes cristeros. Y nosotros ya libres del compromiso que teníamos en contra del gobierno defendiendo nuestra religión; me fui a Durango en busca de mi familia…”.<ref>Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]]…p. 337</ref><br />
<br />
==Notas==<br />
<br />
<references/><br />
<br />
==Bibliografía==<br />
<br />
<br />
*Meyer Jean, [[CRISTIADA | La Cristiada]], (Vol. I. La guerra de los cristeros) Ed. Siglo XXI, quinta edición, 1977<br />
*Meyer Jean, Historia de los cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]], Vuelta. México 1989,<br />
*González Fernández Fidel, Sangre y corazón de un pueblo. Ed. Arquidiócesis de Guadalajara, Vol. I, 2008. <br />
<br />
<br />
'''FIDEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ / JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
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<relatedtags><br />
[[GUATEMALA;_Confrontación_Iglesia-Estado | GUATEMALA;_Confrontación_Iglesia-Estado]]<br />
<br />
[[SENO_MEXICANO;_Evangelización_del_Nuevo_Santander | SENO_MEXICANO;_Evangelización_del_Nuevo_Santander]]<br />
<br />
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<br />
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<br />
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<br />
[[GONZÁLEZ_FLORES,_Anacleto| GONZÁLEZ FLORES, Anacleto]]<br />
<br />
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<br />
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<br />
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<br />
[[VASCONCELOS_CALDERÓN,_José| VASCONCELOS CALDERÓN, José]]<br />
<br />
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<br />
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<br />
[[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas| EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA; contribución de los jesuitas]]<br />
<br />
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<br />
[[TEXAS| TEXAS]]<br />
<br />
[[MANRÍQUEZ_Y_ZÁRATE,_José_de_Jesús| MANRÍQUEZ Y ZÁRATE, José de Jesús]]<br />
<br />
[[MORA_Y_DE_LA_MORA,_San_Miguel_de_la| MORA Y DE LA MORA, San Miguel de la]]<br />
<br />
[[MORELIA;_Arte_Virreinal| MORELIA; Arte Virreinal]]<br />
<br />
[[BASÍLICA_DE_GUADALUPE| BASÍLICA DE GUADALUPE]]<br />
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[[MÉXICO._Partido_Católico_Nacional.| MÉXICO. Partido Católico Nacional.]]<br />
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[[BRASIL;_Protestantismo| BRASIL; Protestantismo]]<br />
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[[PORFIRISMO| PORFIRISMO]]<br />
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Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=CRISTIADA&diff=3705060
CRISTIADA
2022-02-28T01:02:06Z
<p>Louvier: /* Prólogo */</p>
<hr />
<div>=='''Prólogo''' ==<br />
<br />
[[CRISTIADA | La Cristiada]], llamada también Guerra Cristera o Guerra de los Cristeros, fue un conflicto armado que tuvo lugar entre los años 1926 y 1929 entre el Gobierno de México presidido por Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], y el pueblo católico mexicano. El mayor historiador de este conflicto es el Doctor en Historia Jean Meyer<ref> Nació en Niza, Francia, en 1942. Obtuvo el grado de Maestro en la Universidad de la Sorbonne (1963) y el de doctor en la Universidad de Nanterre (1971). Ha sido profesor en la Sorbonne, en la Universidad de París, en el Colegio de México y el Colegio de Michoacán y en el Centro de Investigación y Docencia Económica. En el año 2000 fue nombrado miembro de la Academia Mexicana de Historia, ocupando el sillón 29. En 2011 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes por sus contribuciones al estudio historiográfico de México.</ref>quien describe a [[CRISTIADA | la Cristiada]] como la “''Historia dramática y conmovedora de un pueblo que se siente agraviado en su fe y que, por tanto, desafía a un gobierno de hierro y a un ejército que lo aventaja en todos los terrenos menos en uno: el del sacrificio''”.<ref>Meyer Jean, [[CRISTIADA | La Cristiada]]. El conflicto entre la Iglesia y el Estado. Clío, México, 1997, p 9</ref><br />
<br />
==Antecedentes==<br />
<br />
En México el conflicto entre la Iglesia y el Estado se remonta, cuando menos, a la época de la independencia; sin embargo los primeros gobiernos independientes conservaban la confesionalidad católica del Estado aunque impregnada del regalismo heredado del gobierno de los borbones; entonces los problemas entre el poder civil y el [[EVANGELIZACIÓN;_contribución_del_poder_temporal | poder temporal]] quedaban circunscritos a las élites de ambos poderes. Será hasta 1854 con la revolución de Ayutla –la cual encumbró en el gobierno a políticos que sostenían principios del liberalismo radical- cuando el conflicto empezó a involucrar a sectores más amplios de la sociedad. En el seno del Congreso que redactó la Constitución de 1857 surgieron voces jacobinas que acusaban a la Iglesia de ser la causante de todos los males de México. La Constitución de 1857 provocó la Guerra de '''Reforma''' y esta a su vez las llamadas [[MÉXICO._Reforma,_Guerra_y_Leyes_de | Leyes de Reforma]], mismas que llevaron a la separación hostil de la Iglesia y el Estado. Posteriormente durante el largo periodo del [[PORFIRISMO | porfirismo]], el Estado abandonó la hostilidad abierta hacia la Iglesia, pero otorgó carta de ciudadanía a un anticlericalismo moderado, así como al [[BRASIL;_Protestantismo | protestantismo]] anglosajón y al [[POSITIVISMO_EN_IBEROAMÉRICA | positivismo]].<br />
<br />
“Bajo el reinado de los liberales masones (1859-1910) la Iglesia había realizado una segunda evangelización, desarrollando los movimientos de acción cívica y social dentro del espíritu de León XIII"<ref>Meyer Jean, Historia de los cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]], Vuelta. México 1989, p. 231.</ref>. Existía pues en México un movimiento católico con profunda incidencia social. La revolución de 1910 encabezada por Francisco I. Madero también hizo a un lado la hostilidad del liberalismo decimonónico e incluso permitió la participación política de los católicos organizados en el [[MÉXICO._Partido_Católico_Nacional. | Partido Católico Nacional]]. En cambio la revolución desatada por Venustiano Carranza en 1914 convirtió el anticlericalismo en un anti-catolicismo virulento y sangriento, dando inicio a una persecución sistemática contra la Iglesia y contra el pueblo católico. El «caudillismo» de Carranza significó el triunfo de la facción masónica más radical que obviamente se volvió contra la Iglesia. "Sus hombres provenían del norte blanco, marcados por la «frontier» norteamericana, imbuidos del [[BRASIL;_Protestantismo | protestantismo]] y del capitalismo anglosajón, desconocían el viejo México mestizo, indio, católico. Para ellos la Iglesia encarnaba el mal, era (como decían): una mascarada pagana que no pierde ocasión de ganar dinero, aprovechándose de las leyendas más puras, ultrajando a la razón y a la virtud para llegar a sus fieles".<ref>Meyer Jean, Historia de los cristianos..., p. 232.</ref><br />
<br />
La revolución carrancista destruyó templos, seminarios, instituciones educativas, conventos, todas las obras católicas del ámbito social, económico y político; cometió sacrilegios nunca antes vistos en México; vejó y expulsó obispos y sacerdotes y produjo los primeros mártires del siglo XX mexicano. Como broche, la facción carrancista promulgó la Constitución de 1917, la cual, al lado de algunos aciertos, contenía leyes totalmente hostiles hacia la religión católica y eliminaba jurídicamente la existencia de la Iglesia.<br />
<br />
En 1920 Venustiano Carranza, ya en funciones de Presidente Constitucional, sufrió un «golpe de estado» por sus propios aliados revolucionarios: el llamado grupo “de los sonorenses” conformado por Álvaro Obregón, Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Adolfo de la Huerta, quienes lanzaron contra Carranza el “Plan de Agua-prieta”, el cual culminó con el asesinato de Carranza; de ese modo “los sonorenses” se hicieron del poder político en México. El gobierno de Álvaro Obregón (1920-1924) fue anuncio de un recrudecimiento del jacobinismo gubernamental, y una bomba de dinamita colocada a los pies del ayate de San [[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN | Juan Diego]] con la Sagrada imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, fue el inicio de la tormenta que caería sobre la Iglesia y el pueblo católico mexicano. El 14 de Noviembre de 1921 había tenido lugar una ceremonia en la [[BASÍLICA_DE_GUADALUPE | Basílica de Guadalupe]]. Terminado el acto, el sacristán pasó unos momentos al presbiterio, llamado por los canónigos del santuario. En ese momento, de un grupo de obreros que estaban en el templo, se adelantó un individuo pelirrojo, vestido con un overol azul nuevo, a colocar rápidamente un ramo de flores ante la imagen original de Nuestra Señora de Guadalupe. Bajó y un momento después se produjo una tremenda explosión, que sacudió los muros de la Basílica: había estallado una bomba a los pies mismos de la imagen milagrosa.<br />
<br />
Luego del primer momento de estupor, los fieles reaccionaron y se dirigieron hacia el grupo de obreros, dispuestos a linchar al culpable. Entonces llegó el presidente municipal de la Villa, quien en esos momentos recibió una llamada telefónica del Presidente de la República, Gral. Álvaro Obregón, quien le encargó: "''Dé usted garantías al preso que acaban de detener. Yo mando por él''". El pelirrojo fue llevado a las oficinas municipales, custodiado por la policía para evitar que los católicos se le fueran encima. El pelirrojo, de nombre Luciano Pérez Carpio y empleado de la secretaría particular de Obregón, fue llevado al Ministerio Público donde se le puso en libertad “por falta de méritos”.<br />
<br />
De inmediato se acudió a observar qué había pasado con la imagen: se habían caído la cortina que cubre el cuadro, candeleros y floreros, y un pesado crucifijo de bronce que estaba sobre el altar se dobló hacia atrás por la explosión. El ayate de [[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN | Juan Diego]] donde está estampada la Virgen de Guadalupe no sufrió ningún daño, ni tampoco el cristal ordinario que la protegía del ambiente; cosa rara -¿milagrosa?- si consideramos que aun en edificios cercanos hubo vidrios rotos por la detonación.<br />
La comisión nombrada por los clérigos aclaró que el dispositivo explosivo fue un cartucho de dinamita marca Hércules de los que se usaban en las minas; fue colocado en el ángulo que forman las placas de mármol de la parte posterior del altar, entre éste y el marco de mármol en que estaba el cuadro con la imagen guadalupana. Se supo también que los obreros que habían protegido en el primer momento al sacrílego dinamitero no eran sino soldados disfrazados. Se supo en fin, que el presidente Obregón había preguntado repetidas veces a los empleados de su Secretaría Particular si no habría algún valiente que se animara a destruir la imagen guadalupana. El p. Jesús García Gutiérrez consigna también que hubo varias personas que oyeron decir a Obregón en un discurso -la primera vez que vino a México-, que no descansaría hasta limpiar a su caballo con el ayate de [[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN | Juan Diego]].<br />
<br />
El furor que despertó el sacrílego intento fue tremendo, los católicos pedían a gritos justicia, pero el procurador Eduardo Neri declaró -con enorme cinismo e hipocresía- que "''el acto en sí mismo no favorece más que al elemento clerical: ya políticamente porque éste aparece desempeñando, como otras veces lo ha hecho, el papel de víctima para ganarse la conmiseración pública; ya religiosamente, porque se explota un nuevo milagro; ya pecuniariamente, porque han encontrado, y quién sabe si no provocado, los Caballeros de Colón adláteres, una nueva base para organizar romerías que de seguro les dejarán fuertes cantidades de dinero. Estimo que todas las creencias religiosas merecen un respeto absoluto, pero que es repugnante utilizarlas para fines innobles.''". Así, justificando su inacción con hipótesis calumniosas, el procurador sencillamente no hizo nada. Al atentado en la Basílica siguieron otros hechos: banderas bolcheviques fueron izadas en las catedrales de Guadalajara y [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]]; la expulsión del Delegado Apostólico monseñor Ernesto Filippi por el “delito” de haber bendecido la primera piedra del monumento a [[CRISTO_REY;_La_fiesta_de_los_laicos | Cristo Rey]] en el cerro del Cubilete y el cese de todos los empleados públicos que habían adornado la fachada de sus casas con motivo del primer Congreso Eucarístico Nacional, mediante un decreto firmado por Obregón el 9 de octubre de 1924.<br />
<br />
==El proyecto de protestantización de México==<br />
<br />
El 30 de noviembre de 1924 tomó posesión de la Presidencia de la República el general Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], otro de los sonorenses firmantes del “Plan de Agua-prieta” contra el presidente Carranza. Jacobino furibundo y fanático, afirmaba que no se podía ser al mismo tiempo un buen ciudadano y católico, puesto que su primera lealtad era Roma, además de que el catolicismo era incompatible con el progreso. [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] “dedica a la Iglesia un odio mortal y aborda la cuestión con espíritu apocalíptico; el conflicto que empieza en 1925 es para él la lucha final, el combate decisivo entre las tinieblas y la luz.”<ref>Meyer Jean. Historia de los cristianos… p. 232.</ref><br />
<br />
La clase política y pensadores de cuño liberal veían en el [[BRASIL;_Protestantismo | protestantismo]] una alternativa cultural al catolicismo para todo el Continente iberoamericano; había que empezar por México. La prensa lo fomenta, los gobiernos propician la venida de los pastores protestantes desde los Estados Unidos. En el proceso de "descatolización" pretenden seguir el ejemplo de la Revolución Francesa: piensan en una nueva "Constitución civil del clero" y en una "Iglesia Nacional independiente de Roma".<br />
<br />
Con la ayuda del líder de la Confederación Regional de Obreros Mexicanos (CROM) Luis Napoleón Morones, a quien otorgó la cartera de Industria, Comercio y Trabajo, en febrero de 1925, [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] intentó la creación de una iglesia cismática que, separada de Roma, canalizara la religiosidad de los mexicanos hacia la Revolución. Ésta estrategia había sido ya propuesta en 1916 durante las sesiones del Congreso Constituyente; ahora contaban para su puesta en práctica con un ex sacerdote que se había afiliado a la [[MASONERÍA_EN_URUGUAY | masonería]]: Joaquín Pérez Budajar, quien aceptó desempeñar el papel de “Papa” de la “Iglesia católica apostólica mexicana”. El gobierno entregó a esta iglesia el Templo de La Soledad en la ciudad de México para que fuera su sede. Pero lejos de captar “feligreses”, la iglesia cismática del “patriarca Pérez” encontró un firme y enérgico rechazo de parte de la población; el “patriarca” tuvo que ser protegido por la policía para evitar su linchamiento y el intento cismático terminó en un total y rotundo fracaso. <br />
<br />
Las logias propulsaron entonces la creación de una religión de tinte masónico y naturalista. Todo lo que no estaba cobijado bajo aquel techo fue marcado con la etiqueta de fanático (nos hallamos de nuevo ante el mismo lenguaje y ante los mismos pasos de los tiempos de la Revolución francesa). Se indica a la Iglesia católica, a su clero y a sus religiosos como responsables de todas las desgracias del país. Por eso se la persigue a muerte. "Yo soy un liberal de espíritu amplio, dijo [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] en un discurso electoral en 1924, que dentro de mi cerebro me explico todas las creencias y las justifico, porque las considero buenas por el programa moral que encierran. Yo soy enemigo de la casta sacerdotal...Yo declaro que respeto todas las religiones, y todas las creencias, mientras los ministros del culto no se mezclen en nuestras contiendas políticas con desprecio de nuestras leyes..."<ref>Citado en : Congregatio pro Causis Sanctorum: "Positio super martyrio..." del Beato [[PRO,_Miguel_Agustín | Miguel Agustín Pro]], Cittá del Vaticano 1989.</ref>.<br />
<br />
Lo que [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] quería decir lo expresó entonces el obispo mexicano de Huejutla, Monseñor Manríquez y Zárate, en una carta pastoral de 1926: "...el jacobinismo mexicano ha decretado dar muerte a la Iglesia Católica en nuestro país, arrancar de cuajo, si posible fuera, de la sociedad mexicana, toda idea católica".<br />
<br />
==La reacción cristiana popular==<br />
<br />
Lo que sí logró el intento cismático de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Morones fue hacer ver a muchos laicos dirigentes de las organizaciones católicas, la urgente necesidad de organizarse para defender sus derechos ante la embestida jacobina que se les venía encima; alrededor de dieciocho personas pertenecientes a la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM), la Confederación Nacional Católica del Trabajo, la Unión de Damas Católicas Mexicanas, los Caballeros de Colón y la Adoración Nocturna, acordaron formar el 9 de marzo de 1925 la ''Liga Nacional Defensora de la [[GUATEMALA;_Confrontación_Iglesia-Estado | Libertad Religiosa]]''. Solo tres meses después de fundada, la Liga tenía trescientos mil socios dispersos en veintisiete estados. “En septiembre (1925), la Liga contaba más de un millón de miembros, ¡de los cuales 200 000 en el Distrito Federal! Estas cifras, exageradas, expresan un orden de grandeza aceptable: el terreno estaba preparado por diez años de anticlericalismo militante, y el escándalo cismático provocó la movilización.”<ref>Citado en : Congregatio pro Causis Sanctorum: "Positio super martyrio..." del Beato [[PRO,_Miguel_Agustín | Miguel Agustín Pro]], Cittá del Vaticano 1989.</ref><br />
<br />
Presentándose como una organización de carácter cívico-político, y por tanto ajena a la Jerarquía de la Iglesia, la Liga se estructuraba en un Comité Central, cuyo presidente era el abogado Rafael Ceniceros y Villareal, quien durante el gobierno de Francisco I. Madero había sido gobernador de Zacatecas por el [[MÉXICO._Partido_Católico_Nacional. | Partido Católico Nacional]]; tenía sus delegados regionales, jefes urbanos, jefes de manzana y jefes de calles; se sostenía por las cuotas de sus miembros y se dedicaba a organizar conferencias y reuniones en plazas, teatros, domicilios particulares, y a difundir hojas volantes. Su lema era “''Dios y mi derecho''” y tuvo una publicación periódica propia: ''David''.<br />
<br />
El alma de la Liga fue la ACJM y era natural que así ocurriese; fogueada y disciplinada, numerosa y presente en distintos puntos del país. Otro organismo importante que se sumó a la Liga fue la ''Unión Popular'', la cual a pesar de ser una agrupación circunscrita solamente al estado de Jalisco, estaba muy bien organizada y dirigida por el joven abogado [[GONZÁLEZ_FLORES,_Anacleto | Anacleto González Flores]]. La Unión Popular aportó además la experiencia adquirida en 1919 durante la exitosa resistencia pacífica llevada a cabo contra la persecución religiosa que en Jalisco desató el gobernador José Guadalupe Zuno.<br />
<br />
Fracasado su proyecto cismático, el Presidente [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] envió al Congreso una ley para incluir como delitos penales (es decir, aquellos que se castigan con multa y cárcel) las infracciones a las disposiciones anticatólicas de las leyes constitucionales. La aprobación a la “ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]]” por un Congreso formado exclusivamente por diputados jacobinos fue publicada el 2 de julio de 1926 en el Diario Oficial , señalando el 1° de agosto como la fecha en que entraría en vigor. La Liga buscó impedir la aprobación de la ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] por medios legales, presentando al Congreso un memorándum apoyado por más de dos millones de firmas, documento que los diputados se negaron incluso a recibir. Agotados los medios legales y tomando la experiencia exitosa de la Unión Popular en Jalisco, la Liga decretó entonces un boicot económico que encontró una gran acogida entre la mayoría de la población del centro y occidente del país. Aunque el boicot afectó las finanzas públicas, [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se negó a modificar un ápice su posición sectaria y jacobina; por el contrario, las logias masónicas a través del gran comendador del rito escocés Luis Manuel Rojas, le entregó al Presidente [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] la medalla al ''mérito masónico'' en el salón verde del Palacio Nacional.<br />
<br />
“El boicot había mostrado los límites de la acción de la Liga, frente a un gobierno resuelto a no ceder en nada, así como las deficiencias de su organización (…) Durante este periodo, la actividad de la Liga se redujo a la propaganda, a la defensa de los derechos, de las libertades y de las garantías, al boicoteo y al referéndum contra los artículos (constitucionales) 3, 5, 24, 27 y 130.”<ref>Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]]… p.70</ref><br />
<br />
==Clandestinidad de sacerdotes y religiosos==<br />
<br />
En abril de 1926 el Episcopado Mexicano preguntaba en su Carta pastoral colectiva:'' ¿Podrá cumplir la Iglesia con su misión divina poniéndosele tales limitaciones? ¿Podrá desarrollar su acción altamente civilizadora y profundamente caritativa si se le prohíbe disponer hasta de los elementos más indispensables para que exista?'' En junio, conociendo el proyecto de la Ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], los obispos hicieron gestiones para impedir o modificar su contenido. [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] dijo entonces al arzobispo de [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]], [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]]: ''Sólo tienen ustedes dos caminos: o acudir al Congreso o tomar las armas''. El recurso del Congreso lo utilizaron infructuosamente los ciudadanos católicos, y a los obispos los diputados les dijeron que ellos no tenían ningún derecho ni alegar nada puesto que jurídicamente no existían. <br />
<br />
Agotados todos los intentos de diálogo, los obispos mexicanos se decidieron por un gesto único e inédito en los últimos siglos de la historia de la Iglesia: ¡suspender el culto ''público'' y cerrar todas las iglesias! Esta decisión del Episcopado mexicano fue comunicada a los sacerdotes y fieles mediante una nueva Carta Pastoral Colectiva fechada el 25 de julio de 1926 en la cual explicaban: ''“Colocados en la imposibilidad de ejercer nuestro sagrado ministerio sometido a las prescripciones de ese decreto (la ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]]), tras haber consultado a nuestro Santo Padre, Pío XI, que ha aprobado nuestra actitud, ordenamos que, a partir del 31 de julio del año en curso, y hasta nueva orden, todo acto de culto público que exija la intervención de un sacerdote quede suspendido en todas las iglesias de la República.”'' Conocida la decisión, largas filas de fieles se formaron en las iglesias para recibir alguno de los sacramentos, especialmente el de la reconciliación. A las doce de la noche del día 31 fue retirado el Santísimo Sacramento de todos los sagrarios; en algunos de ellos se puso una leyenda dramática: “''no está aquí''”. El domingo 1° de agosto, por primera vez en 400 años en México no se celebró la [[EUCARISTÍA;_distribución_a_los_indios | Eucaristía]] y en todas las regiones se percibía un duelo general. <br />
<br />
Como las restricciones que la ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] señalaba eran en relación al culto ''público'', el Episcopado suspendió éste, pero no el culto ''privado'' ya que supuestamente estaba fuera del control gubernamental. Sin embargo el gobierno sectario no se ciñó a sus propias leyes y la persecución se extendió también a los hogares, encarcelando y vejando a quienes eran sorprendidos celebrando un sacramento en un domicilio particular. Igualmente el gobierno no se ciñó a la aplicación de las penas que señalaban las leyes; siguiendo el proceder que desde 1914 implementó la revolución carrancista, las autoridades civiles pero sobre todo las militares, aplicaban arbitrariamente la pena que les viniera en gana, y frecuentemente ésta fue la pena de muerte.<br />
<br />
Dada la persecución [[MÉXICO;_Camino_del_nacimiento_de_un_estado_laico_(II) | anticatólica]] y las duras prohibiciones contra los sacerdotes, la mayor parte de ellos se retiró a la clandestinidad dedicándose a la asistencia de los fieles. A partir del 31 de julio de 1926 se dio a la caza a los sacerdotes para encarcelarlos y asesinarlos. Solamente desde 1926 a 1928 fueron asesinados por el Gobierno más de 55 sacerdotes detenidos durante el ejercicio de su ministerio. Entre ellos se encuentran los beatos p. [[PRO,_Miguel_Agustín | Miguel Agustín Pro]] y fray Elías del Socorro Nieves García O.S.A, así como 22 sacerdotes mártires beatificados en 1992<ref>Cfr. Mexicana...Michaëlis Augustini Pro Positio super Martyrio, 50-51; Mexicana. Beatificationis seu Declaratinis Martyrii Servorum Dei Christophori Magallanes et XXIV Sociorum in odium Fide, uti fertur interfectorum (+1915 - 1937). Positio super martyrio, Sacra Congregatio Pro Causis Sanctorum, P. N. 1407, III vol. Romae 1991.</ref>y canonizados durante el Jubileo del año 2000 por Juan Pablo II. Otros diez mártires encabezados por [[GONZÁLEZ_FLORES,_Anacleto | Anacleto González Flores]] fueron beatificados en el año 2005, y uno de ellos, el niño [[SANCHEZ_DEL_RÍO,_José | José Sánchez del Río]], fue canonizado el 16 de octubre de 2016. Pero los sacerdotes mártires son muchos más. Los católicos asesinados se cuentan a centenares. Esta situación legal contrastaba poderosamente con la realidad sociológica de México: el pueblo mexicano se sentía católico hasta la médula. El constituyente de «Querétaro» fue derrotado por la gente sencilla que continuó profesando la fe cristiana. Se repitieron a millares los gestos conocidos de los católicos perseguidos durante la Convención francesa<ref>La novela de Graham Green, The Power and the Glory ("El poder y la gloria") (1940), describe los claro-oscuros de aquellos momentos y el misterio de la "gracia".</ref>.<br />
<br />
==Inicio de la lucha armada==<br />
<br />
Antes de los primeros levantamientos armados hubo varias acciones violentas, aunque no se les podrían catalogar como hechos de armas; tal fue el caso de los sucesos ocurridos el 3 de agosto de 1926 en el Santuario de Guadalupe en la ciudad de Guadalajara, donde el pueblo estaba posesionado del templo para evitar que cayera en manos del gobierno. En la noche de ese día llegaron a las inmediaciones del Santuario cincuenta soldados dando la orden de despejar la entrada y abrieron fuego contra las personas allí reunidas, pero los hombres se lanzaron contra los soldados con piedras, palos y cuchillos, y tras diez minutos de pelea obligaron a los militares a replegarse; estos recibieron refuerzos y con 250 hombres volvieron a cargar contra los defensores del Santuario. Jean Meyer recogió el relato de varios testigos: “''Las mujeres, en el interior de la iglesia, cantaban; fuera, en el atrio, hombres y mujeres combatían cuerpo a cuerpo con los soldados después de haberse arrojado sobre los fusiles. A las diez de la noche el ejército controlaba el jardín en torno de la Iglesia, pero ni esta ni el atrio. Para impedir la llegada de nuevos manifestantes, que afluían, con armas improvisadas de todas partes y llenaban ya la calle de Juan Álvarez, el ejército hizo ocupar las bocacalles y después evacuar las cuatro manzanas en torno del Santuario, disparando sobre los escasos transeúntes. A las seis de la mañana fue negociada la rendición con el general Ferreira: a las mujeres y los niños se les dejó partir, y los hombres (390) fueron conducidos al cuartel, a las aclamaciones de la población, que gritaba ¡Viva Cristo Rey!”'' En cuanto pudieron, muchos de los participantes en estos sucesos se remontarían a las montañas para defenderse por medio de las armas.<br />
<br />
La defensa por medio de las armas no fue resultado algún plan o estrategia; surgió de manera espontánea, dispersa y desorganizada, provocada por los excesos de la represión gubernamental contra algunas de las poblaciones católicas del medio rural. El primer grupo que se levantó en armas fue el de Pedro Quintanar tras el asesinato del padre Luis Batis y tres de sus feligreses ocurrido el 15 de agosto de 1926 en la pequeña población de Chalchihuites en el estado de Zacatecas. El día 29 de agosto, al frente de treinta hombres y al grito de ¡''Viva Cristo Rey''!, Quintanar cayó sobre la guarnición militar de Huejuquilla el Alto, Jalisco, derrotándola y tomando la plaza. Iniciaba así la ''guerra de los cristeros'', llamada también [[CRISTIADA | la Cristiada]]. El término «''cristeros''» fue acuñado por los callistas como un epíteto despectivo hacia los católicos que iban lo mismo al combate que al paredón con el grito en los labios de ¡Viva Cristo Rey! Pero lejos de sentirse insultados, los católicos tomaron para sí y con orgullo el título de «''cristeros''». Con ese nombre, exclusivo de los cristianos mexicanos, escribieron su nombre en la historia. La sublevación fue masiva y unánime en los pueblos del centro-oeste. Hombres, mujeres, niños confluían como para una peregrinación, seguros de obligar al gobierno a capitular. El ejército los recibió a tiros y con fuego de ametralladoras, y en el primer choque esos peregrinos dignos de acompañar a Pedro el Ermitaño se desbandaron".<ref>Meyer Jean, Historia de los cristianos..., 234.</ref><br />
<br />
Al levantamiento de Pedro Quintanar en Zacatecas siguieron otros igualmente espontáneos; en septiembre se levantó Luis Navarro, ex presidente municipal de Pénjamo, [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], quien se adueñó y exterminó a la guarnición militar de esa localidad, y luego tomó la ciudad de La Piedad, Michoacán. En Durango se levantó Trinidad Mora, quien derrotó a un regimiento federal que se dirigía hacia Santiago Bayacora. El hecho más importante de esos primeros momentos fue que el general Rodolfo Gallegos, comandante desde 1918 de la zona militar de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], quien puesto ante la disyuntiva de combatir a los cristeros que empezaban a operar en su región o retirarse del mando, decidió encabezarlos; así el 31 de octubre tomaba la plaza de San José Iturbide. Sin embargo estos grupos actuaban totalmente desvinculados, sin un plan en común, en medio de graves carencias materiales y con un armamento sumamente pobre y variado. Su fuerza radicaba en su fe y en el conocimiento del terreno en que combatían.<br />
<br />
==El levantamiento armado y su moralidad.==<br />
<br />
Como señala Jean Meyer, la guerra fue una sorpresa para el Estado, que consideraba la religión como cosa de mujeres; pero fue también una sorpresa –bendita sorpresa- para la Liga que aceptaba la posibilidad del recurso de las armas pero que para nada tenía preparación alguna en ese sentido; fue también una sorpresa para los obispos que, puestos ante los hechos consumados de la persecución y los primeros grupos levantados en las montañas, predicaban la resistencia activa sólo por medios pacíficos, hasta el martirio si fuera necesario.<ref>Cf. Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]], …. p. 9</ref>Todavía el 1° de noviembre, el Comité Episcopal respondía mediante un boletín a las acusaciones gubernamentales de ser los obispos los jefes de las “partidas episcopales”. “''Casos hay en que los teólogos católicos autorizan no la rebelión sino la defensa armada contra la injusta agresión de un poder tiránico, después de agotados los medios pacíficos. El Episcopado no ha dado ningún documento en que declare que haya llegado, en México, ese caso.(…) Si algún católico, seglar o eclesiástico, siguiendo la doctrina citada, cree haber llegado el caso de la licitud de esa defensa, el episcopado no se hace solidario de esa resolución práctica''."<ref>L´Osservatore Romano, 1-III-1927, p.1</ref><br />
<br />
El problema de la licitud poseía una vertiente teórico-doctrinal y otra vertiente eminentemente práctica; ésta última era que si los obispos condenaban el movimiento, obligaban a los católicos a rendirse ipso facto a sus perseguidores, lo que significaba el exterminio casi seguro de ellos, o cuando menos de los dirigentes cristeros. La vertiente teórica se encontraba con el hecho de que en el siglo XIX “el Papa Gregorio XVI había reprobado la insurrección de los católicos polacos contra el Zar y, apenas unos años antes, el episcopado irlandés había condenado una insurrección de los católicos. Por ello tanto para la Liga como para los cristeros era muy importante dejar aclarado el tema acerca de la licitud moral del levantamiento armado. Es interesante notar que los mismos obispos buscaron apoyarse primero en la autoridad de la Santa Sede y, al no encontrar respuesta, en la de los teólogos más renombrados para orientar en una dirección o en otra la conducta de sus fieles levantados en armas.<br />
<br />
“Los legisladores que en 1917 plasmaron en la Constitución de México una serie de disposiciones tendientes a sofocar la acción de la Iglesia Católica, no entendieron que los ordenamientos legales injustos más que leyes son una perversión… y por ello mismo constituyen en sí mismos un acto de violencia contra el pueblo (…) El conflicto derivó en una lucha sangrienta debido a la actitud intransigente del presidente Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] (...) El ansia de paz, el bien del país, llevó a los obispos desde el inicio del conflicto a tolerar un orden legal tan adverso…con tal de que el gobierno declarara públicamente que el registro de los sacerdotes era sólo «una medida administrativa» con la que el gobierno no intentaba mezclarse en el dogma y en la disciplina interna de la Iglesia. La obcecación de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] llegó al grado de no solo no aceptar esta mínima petición, sino ser él mismo en sugerir a los católicos, cerrados los recursos legales, que no quedaba otra vía que la de las armas.<br />
<br />
En Jalisco [[GONZÁLEZ_FLORES,_Anacleto | Anacleto González Flores]] y la Unión Popular intentaron por todos los medios evitar el recurso de las armas, optando solo por el de la resistencia pacífica, pero las autoridades de la Liga en la ciudad de México habían ya optado por la lucha armada considerando que los recursos pacíficos estaban del todo agotados y ordenaron a sus delegaciones que organizaran un movimiento armado; González Flores acató la decisión del Comité Central de la Liga pero personalmente él no tomó las armas. La Liga presentó al Comité Episcopal un memorándum en que pedían a los obispos cuatro acciones: a- no condenar el movimiento armado; b- sostener la unidad de acción mediante un mismo plan y un mismo caudillo; c- habilitar canónicamente vicarios castrenses; d- solicitar a los ricos católicos que suministraran fondos al movimiento. Los obispos contestaron afirmativamente sólo los dos primeros puntos; sobre el tercero no aceptaron nombrar vicarios castrenses pero dieron permiso a los sacerdotes que quisieran, ejercer su ministerio entre los levantados en armas; sobre el cuarto punto se negaron a solicitar a los ricos su apoyo económico, estimando esa acción como muy peligrosa.<br />
<br />
El 11 de febrero de 1927, Mons. José María González y Valencia, arzobispo de Durango desterrado en Roma, escribió una carta pastoral a los católicos de su arquidiócesis: “''Séanos ahora lícito romper el silencio sobre un asunto del cual nos sentimos obligados a hablar. Ya que en nuestra arquidiócesis muchos católicos han apelado al recurso de las armas…creemos de nuestro deber pastoral afrontar de lleno la cuestión y, asumiendo con plena conciencia la responsabilidad ante Dios y ante la historia, les dedicamos estas palabras: Nos nunca provocamos este movimiento armado. Pero una vez que, agotados todos los medios pacíficos, ese movimiento existe, a nuestros hijos católicos que anden levantados en armas por la defensa de sus derechos sociales y religiosos, después de haberlo pensado largamente ante Dios y de haber consultado a los teólogos más sabios de la ciudad de Roma, debemos decirles: Estad tranquilos en vuestras conciencias y recibid nuestras bendiciones''.”<ref>Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]]…. pp. 16-17</ref>Mons. Mora y del Río al momento de ser expulsado del país el 21 de abril de 1927 junto con los obispos que aún permanecían en México declaró al Secretario de Gobernación Adalberto Tejeda: “''Señor, el Episcopado no ha promovido ninguna revolución, pero ha declarado que los seglares católicos tienen el derecho innegable de defender por la fuerza los derechos inalienables que no pueden proteger por medios pacíficos.” Eso es rebelión, dijo Tejeda. “Esto no es rebelión; esta es legítima defensa contra la tiranía injustificable''”<ref>Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]]….p.21</ref>, contestó Mons. Mora. <br />
<br />
En Roma, S.S. Pío XI publicó el 18 de noviembre de 1926 su encíclica Iniquis afflictisque sobre la persecución a la Iglesia mexicana. En ella el Papa recordaba que con la Ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] promulgada el 2 de julio de ese año se estaban atropellando los derechos naturales más fundamentales; allí radicaba la injusticia radical de toda aquella legislación que analizaba minuciosamente, y luego lamentaba la persecución que se había generalizado a todo el pueblo de Dios: “''Sacerdotes y laicos, por los caminos y plazas, enfrente de las iglesias, han sido inmisericordemente asesinados''”. El Papa mostraba su admiración por el testimonio martirial que el pueblo católico de México estaba dando ante el mundo y nombraba a los diversos componentes del mismo, como los Caballeros de Colón, los jefes de la Liga, las damas, los jóvenes que ''“…han sido amarrados, conducidos por las [[CALLES,_Plutarco_Elías | calles]] en medio de pelotones de soldados, encerrados en prisiones inmundas, tratados ásperamente y castigados con penas y multas. Más aún, algunos de aquellos adolescentes y de aquellos jóvenes – y al decirlo- apenas podemos contener las lágrimas, con el rosario en la mano y aclamando a Cristo Rey han encontrado voluntariamente la muerte''.”<br />
<br />
Si bien todos los obispos reconocieron la licitud del movimiento, en la práctica varios siguieron predicando la resistencia pacífica y adoptaron una conducta más bien reprobatoria hacia la Liga y los cristeros; tal fue el caso de los obispos de Saltillo, Cuernavaca, Puebla, Chihuahua, Veracruz, Querétaro, Tabasco, [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]] y Zamora. Sin apoyar al movimiento pero sin oponerse al mismo, dos obispos decidieron permanecer entre los feligreses de sus diócesis: Mons. [[OROZCO_Y_JIMÉNEZ,_Francisco | Francisco Orozco y Jiménez]], arzobispo de Guadalajara, y el anciano obispo de Colima Mons. Amador Velasco. Ocultos en las montañas o en las barrancas, disfrazados de campesinos o de arrieros, estos dos obispos permanecieron tres años entre su pueblo compartiendo sus temores y privaciones; la presencia de su prelado fue para los cristeros de Jalisco y Colima un valioso aliento en su lucha.<br />
<br />
==Desarrollo de la guerra==<br />
<br />
La participación de Liga en el movimiento armado fue marginal y pobre; lo más valioso que aportó fue el haber conseguido en julio de 1927 que el general Enrique Gorostieta, un antiguo militar de carrera, aceptara mediante el pago de tres mil pesos oro al mes, dirigir y organizar a los distintos grupos armados que se encontraban en pie de lucha. Gorostieta era liberal agnóstico y tenía poco afecto por la Iglesia, pero la convivencia con los cristeros le llevó a su conversión y al momento de su muerte, ocurrida en un combate en 1929, había ya abrazado con entusiasmo la causa de sus dirigidos; se volvió, a su manera, cristiano en medio de sus cristeros, a los que admiraba, sin indulgencia: “¿Con esta clase de hombres crees que podamos perder? ¡No, esta causa es santa y con estos defensores no es posible que se pierda!” Gorostieta informaba a la Liga en febrero de 1928 que San Martín de Bolaños, Totatiche, Huejuquilla, Mezquitic y Monte Escobedo se hallaban bajo el control absoluto de los municipios cristeros y bajo el amparo de las defensas sociales encargadas de proteger a la población mientras los regimientos, organizados por él, se hallaban en operaciones.<br />
<br />
Mientras el movimiento cristero se extendía, la Liga redactó una Constitución que sustituyera a la de 1917 y con la cual se pudiera instaurar un sistema político que en justicia conciliara las libertades políticas, sociales, económicas y religiosas de los mexicanos. El manuscrito de esa Carta Magna –ignorada hasta ahora por la historiografía- ha sido reproducido recientemente en ''Cuadernos del Archivo Histórico de la UNAM'' (N° 18) bajo el título ''La Constitución de los cristeros y otros documentos''. Esta Constitución debió ser redactada durante 1927, ya que se dio a conocer el 1° de enero de 1928; en ella se establecía que “La Nación mexicana continúa constituida en República representativa, democrática, federal” (Art. 3°) y que su gobierno estaría integrado por cuatro poderes: Judicial; Legislativo; Ejecutivo y Municipal (Art. 6°). Sobre el aspecto religioso –que en esos momentos era el centro del conflicto- establecía que los mexicanos tendrían absoluta libertad para profesar la religión que consideraran de su conveniencia, así como la libertad de culto y la propiedad de los inmuebles necesarios al mismo (Art. 31°). Adelantándose a su tiempo, la [[CONSTITUCIÓN_CRISTERA | Constitución cristera]] otorgaba a la mujer el derecho al voto. <br />
<br />
Para julio de 1927, es decir, a un año de su inicio, el movimiento cristero estaba consolidado en vastas zonas rurales del Occidente; cuando en ese momento el general Gorostieta se incorporó al mismo comprendió el carácter de guerra de guerrillas que los cristeros intuitivamente habían implementado, pero ahora el militar organizó a los distintos grupos dándoles método y orden. La “Guardia Nacional” por él organizada extendió su influencia rápidamente a los estados de Jalisco, Nayarit, [[ [[ [[AGUASCALIENTES | Aguascalientes]] | Aguascalientes]] | Aguascalientes]], Zacatecas, Querétaro y [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], donde los cristeros controlaban la mayoría de las zonas rurales; situación semejante ocurría en los estados de Colima y Nayarit. El movimiento se extendió a principios de 1928 hacia los estados de Oaxaca, Guerrero, México, Morelos, Puebla y Tlaxcala, donde operaban numerosas partidas de cristeros que durante cortos periodos lograban tomar poblaciones medias y pequeñas, y cuando el ejército federal enviaba fuertes contingentes militares en su contra, se remontaban a las sierras para tomarlas nuevamente al menor descuido de los federales, a quienes causaban numerosas bajas capturándoles su armamento. Este fue el principal medio de los cristeros para hacerse de armas y municiones. <br />
<br />
El gobierno implementó entonces una política de “reconcentración”, la cual consistía en obligar por la fuerza a todos los habitantes de una región a concentrarse en una población a fin de dejar sin apoyo a los cristeros, pero esta política lo único que logró fue echarle más leña al fuego. A los sufrimientos que las reconcentraciones causaban a la población civil que se veía obligada a dejar sus casas, sus tierras y ganados padeciendo entonces hambre y frío, se sumaban los robos, asesinatos y vejaciones que los militares les infringían, por lo que muchos indecisos optaron por sumarse a los cristeros, provocando una segunda ola de alzamientos. Para los primeros meses de 1928 eran ya unos 25000 los cristeros en armas, y el ejército reconocía que entre enero y mayo de ese año había perdido a tres generales, 324 oficiales y 2892 soldados. El mayor Harold Thompson, agregado militar de la Embajada norteamericana y amigo de Obregón advertía la poca credibilidad de esas cifras gubernamentales que, decía, había que aumentar en diez mil más. A mediados de 1928 los cristeros no podían ya ser vencidos militarmente; pero el Gobierno federal y su ejército, apoyado por los Estados Unidos, tampoco.<br />
<br />
El 17 de julio de 1928 fue asesinado el general Álvaro Obregón por José de León Toral, un miembro de la Liga, durante un banquete en honor de Obregón que ese día había sido declarado nuevamente “presidente electo” (tras haber mandado asesinar a sus dos oponentes, los generales Serrano y Gómez), ahora para el periodo presidencial 1928-1932. Para llevar a cabo esa reelección, [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Obregón modificaron previamente la Constitución de 1917 que expresamente prohibía la reelección.<br />
<br />
==Los “arreglos” de 1929 y el final del conflicto armado==<br />
<br />
Al iniciarse el año de 1929 los combates se incrementaron por todas partes con frecuentes y sonados triunfos de los cristeros que incursionaban incluso en barrios periféricos de la ciudad de Guadalajara; para ese entonces eran ya más de cincuenta mil los cristeros en armas. Además el gobierno tuvo que hacer frente a un nuevo y grave problema: dos de los principales jefes del ejército federal, el general Gonzalo Escobar y el general Francisco Manzo, se levantaron en armas contra el gobierno arrastrando tras de sí a la mitad del ejército. La razón de ésta asonada militar la encontramos en el hecho de que [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Obregón siempre desconfiaron uno del otro, pero se necesitaban mutuamente para conservar el poder. El apoyo principal de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] era la CROM y su líder Morones; el de Obregón era el ejército. Cuando Obregón fue asesinado, los militares no creyeron que su victimario León Toral hubiera actuado por ser un “fanático religioso” como lo llamó la prensa, sino un agente de la CROM que despejaría el camino para la perpetuación de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] en el poder. Eso explica que, a diferencia del Padre Pro, quien fue ejecutado sin juicio alguno, a León Toral se le siguiera un largo y puntual juicio público, pues [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] era el primer interesado en demostrar que León Toral era efectivamente un católico miembro de la Liga y no un agente callista. <br />
<br />
Ante la desaparición de Obregón, el todavía presidente [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se vio obligado, en una junta con 32 generales del ejército celebrada el 5 de septiembre de 1928, a destituir a Luis Napoleón Morones como Secretario de Industria, Comercio y Trabajo, y a designar a un revolucionario neutral como presidente interino. [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] designó entonces al licenciado Emilio Portes Gil como presidente provisional. En efecto, Portes Gil era un abogado originario de [[SENO_MEXICANO;_Evangelización_del_Nuevo_Santander | Tamaulipas]] y un connotado miembro de la [[MASONERÍA_EN_URUGUAY | masonería]], pero no era militar ni pertenecía a la CROM. Poco antes de dejar la presidencia de la República, [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se hizo designar “jefe máximo de la revolución”, y con ese título se situó, durante varios años más, por encima de los presidentes convirtiéndose así en “el poder tras el trono”. Esto fue lo que provocó en marzo de 1929 la rebelión de los generales Escobar y Manzo. <br />
<br />
Simultáneamente a la guerra cristera y a la rebelión escobarista, a mediados de 1929 se sumó una amenaza más para el gobierno de Portes Gil y [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]]: la campaña presidencial del licenciado [[VASCONCELOS_CALDERÓN,_José | José Vasconcelos]]. Dado que Portes Gil era presidente provisional, tenía que convocar a elecciones, y a ellas se presentó como candidato [[VASCONCELOS_CALDERÓN,_José | José Vasconcelos]], cuya popularidad era grande por haber sido colaborador de Francisco I. Madero, Rector de la Universidad Nacional de México, y Secretario de Educación Pública en el gabinete de Obregón. El licenciado Vasconcelos era un personaje carismático y un orador brillante que amenazaba seriamente el poder en manos de la “familia revolucionaria” encabezada por [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Portes Gil. Tal era la situación adversa que enfrentaba el gobierno en 1929, y en cuyo contexto se debe leer los “arreglos” que pusieron fin a la guerra de los cristeros.<br />
<br />
El gobierno encabezado por Emilio Portes Gil y el “jefe máximo” Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se tambaleaba seriamente y fue nuevamente el gobierno norteamericano el que intervino para sacarlo a flote. Los Estados Unidos entregaron al gobierno mexicano mayor y mejor armamento, incluyendo un buen número de aviones militares; con ello la rebelión escobarista pudo ser fácilmente sofocada a tres meses de iniciada. <br />
<br />
La solución al movimiento cristero, que lejos de disminuir crecía cada día, fue planteada por el embajador de los Estados Unidos Dwight W. Morrow: era necesario entenderse con la Iglesia y él se ocuparía de ello. Los obispos mexicanos habían sido desterrados; dos permanecían ocultos en las montañas; algunos se encontraban en Roma, pero la mayoría se encontraban asilados en los Estados Unidos y era sencillo ponerse en comunicación con ellos; además estaba el hecho de que los asuntos de la Iglesia en México habían sido encomendados al Delegado Apostólico en Washington, Pedro Fumasoni Biondi. Y Morrow se advocó a “arreglar” la cuestión religiosa en México.<br />
<br />
Ya desde los primeros días de 1927 el Gral. Obregón había buscado una solución al conflicto religioso por medio del Lic. Mestre quien ofreció de palabra a Mons. Mora y del Río y a Mons. Valdespino, que si los obispos ordenaban la reanudación del culto público, a los pocos meses serían reformadas las leyes. El 23 de marzo de ese año Obregón se entrevistó en el Palacio de Chapultepec con el obispo de Zamora Mons. Manuel Fulcheri para insistir sobre lo mismo, y Mons. Fulcheri contestó que primero debían ser cambiadas las leyes. El general Obregón había sido desde 1914 el autor de las más despiadadas medidas persecutorias contra la Iglesia –incluyendo sacrilegios y el atentado contra la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe-, pero ante la perspectiva de su reelección le convenía reasumir la Presidencia con la nación pacificada. <br />
<br />
Sin embargo el 1° de abril fueron arteramente asesinados en Guadalajara [[GONZÁLEZ_FLORES,_Anacleto | Anacleto González Flores]] y sus compañeros de martirio, los hermanos Vargas y Luis Padilla; el día 3 los siguieron en el martirio los hermanos Huerta, mientras un boletín del gobierno publicado en la prensa decía “tranquilidad absoluta en todo el territorio”. Ante la indignación por el asesinato de esos mártires de la fe y para desmentir ese boletín, el 19 de abril el grupo cristero del Padre Reyes Vega atacó un tren en el que murieron los 52 soldados de la escolta y 30 paisanos. [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se vengó expulsando al arzobispo de México, Mons. Mora y del Río y a los demás obispos. Las tímidas y ambiguas proposiciones de Obregón fracasaron, lo que produjo satisfacción en el Presidente [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], más intransigente que Obregón, y el gobierno intensificó la persecución religiosa.<br />
<br />
Sabiendo la Santa Sede de las vagas e inaceptables propuestas que Obregón había formulado, S.S. Pío XI dio instrucciones claras y precisas para que los obispos mexicanos pudieran entablar una negociación con el gobierno de México que llevara a un arreglo justo del conflicto religioso. Esas instrucciones comprendían nueve puntos entre los que destacan los siguientes: Que se exigieran credenciales auténticas y satisfactorias a los agentes del gobierno; que las proposiciones se hicieran por escrito y firmadas; que se advirtiera a los agentes del gobierno que era necesario un mes para dar respuesta a las proposiciones; que se pidiera a la Liga y a los demás obispos su dictamen por escrito de las proposiciones; que se enviara a la Santa Sede las proposiciones y los dictámenes de la Liga y los de cada obispo; y que se esperara la resolución del Papa.<br />
<br />
El embajador Morrow inició sus gestiones en los mismos Estados Unidos sirviéndose de algunas personalidades del mundo católico norteamericano, entre ellas el padre John Burke, Secretario de la National Catholic Welfare Council, y los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] Wilfrid Parsons y Edmund Walsh. Para sus gestiones Morrow encontró también la colaboración de dos obispos mexicanos que desde el principio del conflicto eran partidarios de llegar a unos arreglos a cualquier costo; ellos eran Mons. Pascual Díaz y Barreto, obispo de Tabasco, y Mons. [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]], arzobispo de [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]]. Conociendo otros obispos la posición de Mons. Pascual Díaz ante tan delicado asunto, algunos le manifestaron su oposición a unos arreglos –como los que proponía Obregón- que serían de hecho una claudicación. Así el arzobispo de Durango, González y Valencia, exiliado en Roma, le escribe a Mons. Díaz: “...la Santa Sede desecha de plano los famosos arreglos, que habrían sido nuestra suprema vergüenza.” En el mismo sentido también el obispo de San Luis Potosí, [[MORA_Y_DE_LA_MORA,_San_Miguel_de_la | Miguel de la Mora]], también escribió una larga carta. Pero la situación cambió con el asesinato de Obregón el 17 de julio de 1928; por la tarde de ese día, estaba programada una entrevista de Obregón con el embajador Morrow.<br />
<br />
Sin embargo Morrow no quitó el dedo del renglón; dos circunstancias venían a compensar sus planes: la primera era la proximidad de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, porque si la pacificación de México se lograba por medio del embajador, pondría en manos del Partido Republicano los votos de los católicos norteamericanos; la segunda fue la muerte del arzobispo de México, Mons. Mora y del Río ocurrida en el exilio el 22 de abril de 1928, y la elección del arzobispo de [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]], [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]] como nuevo presidente del Comité Episcopal. Por sugerencia de Morrow, el Padre Burke le escribe a [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] para proponerle una entrevista con el nuevo presidente de los obispos mexicanos; [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] acepta y los recibe el 28 de mayo de 1928 en un encuentro secreto. Después de ese encuentro, Mons. Ruiz y Flores parte a Roma para explicarle al Santo Padre las proposiciones de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], que no tenían más garantía que su palabra. <br />
<br />
Enterados del viaje y de las intenciones de Mons. Ruiz y Flores, la Liga, los Caballeros de Colón, la ACJM, la Confederación Católica del Trabajo, la Asociación de Padres de Familia y las Congregaciones Marianas le escriben un memorial a S.S. Pío XI, y un resumen del mismo, redactado como telegrama, es enviado al cardenal Secretario de Estado. El telegrama decía los siguiente: “Sábese fundadamente que perseguidores propagan arreglo con algunos prelados, mediante simple promesa ir derogando paulatinamente ley sectaria, previa reanudación culto público. Damos testimonio que pueblo católico escandalizarse pacto esas bases; juzgando universalmente perseguidores tratan sorprender benevolencia algunos prelados, fin esclavizar definitivamente Iglesia mexicana, pretexto malestar nacional…Imposible fiar de palabra hombres sin honor. Damos testimonio de que pueblo y sociedad, sinceros católicos, inclusive combatientes, prefieren continúe situación dolorosa y lucha con todas sus consecuencias…” La mayoría de los obispos coincidían con el parecer de este memorial, como lo señalan en un escrito fechado el 31 de mayo en San Antonio, [[TEXAS | Texas]], y dirigido a Mons. Pascual Díaz, quien se encontraba en Nueva York. <br />
<br />
El panorama en los inicios de 1929 arriba señalado obligó a [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Portes Gil a reanudar las gestiones iniciadas por Morrow para un posible arreglo del conflicto religioso, y nuevamente el embajador se avocó a ello. En febrero, la Secretaría de Gobernación ordena a los gobernadores de los Estados, que liberen a todos los sacerdotes que tuvieran presos. En mayo Portes Gil declara al periodista norteamericano Dubose que: “Los fanáticos…no han sido dirigidos, en mi opinión, sino por sacerdotes de ínfima categoría (…) con excepción de monseñor Orozco (…) Creo que es absolutamente imposible cargar a la Iglesia católica la responsabilidad de tales actos.”. El mismo día, en Washington, Monseñor Ruiz y Flores declara la total disponibilidad de la Iglesia a dialogar con el gobierno mexicano. El 3 de mayo, el periódico El Universal encabeza su edición son el siguiente título: Con buena voluntad de parte del Estado y de la Iglesia puede lograrse un acuerdo. <br />
<br />
El 7 de mayo los cristeros infringen una tremenda derrota al ejército federal en Tepatitlán, Jalisco; el 8 de mayo el presidente Portes Gil se felicita por las declaraciones del arzobispo Ruiz y Flores. A finales de ese mes de mayo, la Santa Sede nombra a monseñor [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]] delegado apostólico ad referéndum para tratar con el gobierno mexicano la cuestión de la libertad religiosa. El 2 de junio, el Gral. Enrique Gorostieta, comandante de la Guardia Nacional, cae en una emboscada en Atotonilco el Alto, Jalisco; al frente del movimiento cristero lo sustituirá el Gral. Jesús degollado Guízar. <br />
<br />
A principios del mes de junio sale de San Luis, Missouri un tren hacia la frontera de México; en el convoy va enganchado el vagón especial del embajador Morrow y con él viajan los obispos [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]] y Pascual Díaz y Barreto. Al cruzar la frontera el vagón del embajador es enganchado a otro tren que viaja a la ciudad de México, pero poco antes de llegar a su destino, los dos obispos se bajan en la estación de Tacuba. Allí los recoge un automóvil que los traslada a la casa del señor Agustín Legorreta. Es esa casa no van a hablar ni a recibir a nadie; ni siquiera a su hermano en el episcopado Mons. [[MORA_Y_DE_LA_MORA,_San_Miguel_de_la | Miguel de la Mora]], quien intentará tres veces ser recibido por ellos sin lograrlo nunca. Finalmente, el 12 y 13 de junio se entrevistan con el Presidente portes Gil. El día 21 de junio de 1929, Portes Gil y los dos obispos acuerdan verbalmente los “arreglos” en base a las propuestas redactadas por el embajador Morrow, y al día siguiente son publicados por la prensa mexicana. Portes Gil hizo unas promesas: amnistía a los “rebeldes” sublevados (los cristeros); restitución de las iglesias, obispados y parroquias, y su palabra de honor (¿) de no volver atrás; los obispos se comprometían a reanudar el culto público y a solicitar a los cristeros que depusieran las armas. Aceptaron además el exilio del arzobispo de Guadalajara, Mons. Orozco, y el no regreso a México de Mons. [[MANRÍQUEZ_Y_ZÁRATE,_José_de_Jesús | José de Jesús Manríquez y Zárate]], obispo de Huejutla. La Iglesia cumplió, el Gobierno no.<br />
<br />
Aquellos “arreglos”, mentirosos en su raíz y en las intenciones gubernamentales de quienes los suscribían, repetían las bases propuestas en mayo de 1928, inaceptables entonces para la Iglesia. Además ni siquiera fueron puestos por escrito; ¿por qué? El mismo arzobispo Ruíz y Flores da la respuesta en sus memorias: “No creí que constara esto en estipulaciones escritas y firmadas por ambas partes, porque tenía yo de testigo por mi parte al Sr. Obispo Díaz y por parte del Presidente al Licenciado Canales” Tal fue la ingenuidad con la que negociaron los dos obispos.<br />
<br />
Buena parte de los obispos mexicanos se sintieron engañados pues fueron totalmente marginados de las conversaciones y los arreglos; pero ante todo estaba el amor y la obediencia al Papa, y Mons. Ruiz y Flores actuó como delegado apostólico ad referéndum, y acataron lo por él negociado. En la madrugada del domingo 30 de junio de 1929, al oír el repique de las campanas llamando a misa, el embajador Morrow dijo a su esposa: “Betty…¿oyes eso?, ¡Yo he abierto las iglesias de México!.” En ese día se inició un “[[MODUS_VIVENDI_en_México_(1929-1992) | modus vivendi]]” entre el gobierno mexicano y el pueblo católico, en el cual surgirían nuevas persecuciones y mártires. Los derechos que la razón y el derecho natural a la libertad religiosa no serían reconocidos por las leyes mexicanas sino hasta 1992, cuando gracias al Papa Juan Pablo II, la realidad de una nación de impronta católica se impuso por sí misma.<br />
<br />
Por lo que se refiere a la Liga, a la Guardia Nacional y en general a quienes de un modo u otro apoyaban [[CRISTIADA | la Cristiada]], su desencanto fue mayúsculo pero, como el crucifijo del atentado en la Basílica en 1921, prefirieron doblarse y obedecer antes que romper con la Iglesia. Meyer transcribe el testimonio de un antiguo cristero de Santiago Bayacora que sintetiza muy bien lo ocurrido entre los católicos levantados en armas: “De ganada, la perdimos; en el 21 de junio de 1929 se hicieron los mentados arreglos del conflicto religioso, y los señores que intervinieron en dichos arreglos no debían haber admitido a que entregáramos las armas, porque esas armas costaron muchas vidas, mucha sangre, nosotros espucimos (sic) nuestras vidas para quitar esas armas y no es posible ni justo que después de tanto sacrificio y trabajos como los que pasamos vayamos a entregar las armas; pero por obedecer órdenes sacerdotales fuimos a entregar las armas y les dijimos a nuestros enemigos: aquí están las armas que les quitamos en los campos de batalla, ya que ustedes no nos las pudieron quitar ahora nosotros se las venimos a traer (…) y nuestros enemigos sedientos de venganza luego empezaron la guerra contra los indefensos jefes cristeros. Y nosotros ya libres del compromiso que teníamos en contra del gobierno defendiendo nuestra religión; me fui a Durango en busca de mi familia…”.<ref>Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]]…p. 337</ref><br />
<br />
==Notas==<br />
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<references/><br />
<br />
==Bibliografía==<br />
<br />
<br />
*Meyer Jean, [[CRISTIADA | La Cristiada]], (Vol. I. La guerra de los cristeros) Ed. Siglo XXI, quinta edición, 1977<br />
*Meyer Jean, Historia de los cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]], Vuelta. México 1989,<br />
*González Fernández Fidel, Sangre y corazón de un pueblo. Ed. Arquidiócesis de Guadalajara, Vol. I, 2008. <br />
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'''FIDEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ / JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
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<relatedtags><br />
[[GUATEMALA;_Confrontación_Iglesia-Estado | GUATEMALA;_Confrontación_Iglesia-Estado]]<br />
<br />
[[SENO_MEXICANO;_Evangelización_del_Nuevo_Santander | SENO_MEXICANO;_Evangelización_del_Nuevo_Santander]]<br />
<br />
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<br />
[[SANCHEZ_DEL_RÍO,_José | SANCHEZ_DEL_RÍO,_José]]<br />
<br />
[[OROZCO_Y_JIMÉNEZ,_Francisco| OROZCO Y JIMÉNEZ, Francisco]]<br />
<br />
[[AGUASCALIENTES | Aguascalientes]] <br />
<br />
[[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal| GUANAJUATO; Arte Virreinal]]<br />
<br />
[[GONZÁLEZ_FLORES,_Anacleto| GONZÁLEZ FLORES, Anacleto]]<br />
<br />
[[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo|RUIZ Y FLORES, Leopoldo]]<br />
<br />
[[CHILE;_la_acción_católica| CHILE; la acción católica]]<br />
<br />
[[CONSTITUCIÓN_CRISTERA|CONSTITUCIÓN CRISTERA]]<br />
<br />
[[VASCONCELOS_CALDERÓN,_José| VASCONCELOS CALDERÓN, José]]<br />
<br />
[[PRO,_Miguel_Agustín| PRO, Miguel Agustín]]<br />
<br />
[[MODUS_VIVENDI_en_México_(1929-1992)| MODUS VIVENDI en México (1929-1992)]]<br />
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Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=CRISTIADA&diff=3705059
CRISTIADA
2022-02-28T01:00:55Z
<p>Louvier: /* */</p>
<hr />
<div>=='''Prólogo''' ==<br />
<br />
[[CRISTIADA | La Cristiada]], llamada también Guerra Cristera o Guerra de los Cristeros, fue un conflicto armado que tuvo lugar entre los años 1926 y 1929 entre el Gobierno de México presidido por Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], y el pueblo católico mexicano. El mayor historiador de este conflicto es el Doctor en Historia Jean Meyer<ref> Nació en Niza, Francia, en 1942. Obtuvo el grado de Maestro en la Universidad de la Sorbonne (1963) y el de doctor en la Universidad de Nanterre (1971). Ha sido profesor en la Sorbonne, en la Universidad de París, en el Colegio de México y el Colegio de Michoacán y en el Centro de Investigación y Docencia Económica. En el año 2000 fue nombrado miembro de la Academia Mexicana de Historia, ocupando el sillón 29. En 2011 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes por sus contribuciones al estudio historiográfico de México.</ref>quien describe a [[CRISTIADA | la Cristiada]] como la “Historia dramática y conmovedora de un pueblo que se siente agraviado en su fe y que, por tanto, desafía a un gobierno de hierro y a un ejército que lo aventaja en todos los terrenos menos en uno: el del sacrificio”.<ref>Meyer Jean, [[CRISTIADA | La Cristiada]]. El conflicto entre la Iglesia y el Estado. Clío, México, 1997, p 9</ref><br />
<br />
==Antecedentes==<br />
<br />
En México el conflicto entre la Iglesia y el Estado se remonta, cuando menos, a la época de la independencia; sin embargo los primeros gobiernos independientes conservaban la confesionalidad católica del Estado aunque impregnada del regalismo heredado del gobierno de los borbones; entonces los problemas entre el poder civil y el [[EVANGELIZACIÓN;_contribución_del_poder_temporal | poder temporal]] quedaban circunscritos a las élites de ambos poderes. Será hasta 1854 con la revolución de Ayutla –la cual encumbró en el gobierno a políticos que sostenían principios del liberalismo radical- cuando el conflicto empezó a involucrar a sectores más amplios de la sociedad. En el seno del Congreso que redactó la Constitución de 1857 surgieron voces jacobinas que acusaban a la Iglesia de ser la causante de todos los males de México. La Constitución de 1857 provocó la Guerra de '''Reforma''' y esta a su vez las llamadas [[MÉXICO._Reforma,_Guerra_y_Leyes_de | Leyes de Reforma]], mismas que llevaron a la separación hostil de la Iglesia y el Estado. Posteriormente durante el largo periodo del [[PORFIRISMO | porfirismo]], el Estado abandonó la hostilidad abierta hacia la Iglesia, pero otorgó carta de ciudadanía a un anticlericalismo moderado, así como al [[BRASIL;_Protestantismo | protestantismo]] anglosajón y al [[POSITIVISMO_EN_IBEROAMÉRICA | positivismo]].<br />
<br />
“Bajo el reinado de los liberales masones (1859-1910) la Iglesia había realizado una segunda evangelización, desarrollando los movimientos de acción cívica y social dentro del espíritu de León XIII"<ref>Meyer Jean, Historia de los cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]], Vuelta. México 1989, p. 231.</ref>. Existía pues en México un movimiento católico con profunda incidencia social. La revolución de 1910 encabezada por Francisco I. Madero también hizo a un lado la hostilidad del liberalismo decimonónico e incluso permitió la participación política de los católicos organizados en el [[MÉXICO._Partido_Católico_Nacional. | Partido Católico Nacional]]. En cambio la revolución desatada por Venustiano Carranza en 1914 convirtió el anticlericalismo en un anti-catolicismo virulento y sangriento, dando inicio a una persecución sistemática contra la Iglesia y contra el pueblo católico. El «caudillismo» de Carranza significó el triunfo de la facción masónica más radical que obviamente se volvió contra la Iglesia. "Sus hombres provenían del norte blanco, marcados por la «frontier» norteamericana, imbuidos del [[BRASIL;_Protestantismo | protestantismo]] y del capitalismo anglosajón, desconocían el viejo México mestizo, indio, católico. Para ellos la Iglesia encarnaba el mal, era (como decían): una mascarada pagana que no pierde ocasión de ganar dinero, aprovechándose de las leyendas más puras, ultrajando a la razón y a la virtud para llegar a sus fieles".<ref>Meyer Jean, Historia de los cristianos..., p. 232.</ref><br />
<br />
La revolución carrancista destruyó templos, seminarios, instituciones educativas, conventos, todas las obras católicas del ámbito social, económico y político; cometió sacrilegios nunca antes vistos en México; vejó y expulsó obispos y sacerdotes y produjo los primeros mártires del siglo XX mexicano. Como broche, la facción carrancista promulgó la Constitución de 1917, la cual, al lado de algunos aciertos, contenía leyes totalmente hostiles hacia la religión católica y eliminaba jurídicamente la existencia de la Iglesia.<br />
<br />
En 1920 Venustiano Carranza, ya en funciones de Presidente Constitucional, sufrió un «golpe de estado» por sus propios aliados revolucionarios: el llamado grupo “de los sonorenses” conformado por Álvaro Obregón, Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Adolfo de la Huerta, quienes lanzaron contra Carranza el “Plan de Agua-prieta”, el cual culminó con el asesinato de Carranza; de ese modo “los sonorenses” se hicieron del poder político en México. El gobierno de Álvaro Obregón (1920-1924) fue anuncio de un recrudecimiento del jacobinismo gubernamental, y una bomba de dinamita colocada a los pies del ayate de San [[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN | Juan Diego]] con la Sagrada imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, fue el inicio de la tormenta que caería sobre la Iglesia y el pueblo católico mexicano. El 14 de Noviembre de 1921 había tenido lugar una ceremonia en la [[BASÍLICA_DE_GUADALUPE | Basílica de Guadalupe]]. Terminado el acto, el sacristán pasó unos momentos al presbiterio, llamado por los canónigos del santuario. En ese momento, de un grupo de obreros que estaban en el templo, se adelantó un individuo pelirrojo, vestido con un overol azul nuevo, a colocar rápidamente un ramo de flores ante la imagen original de Nuestra Señora de Guadalupe. Bajó y un momento después se produjo una tremenda explosión, que sacudió los muros de la Basílica: había estallado una bomba a los pies mismos de la imagen milagrosa.<br />
<br />
Luego del primer momento de estupor, los fieles reaccionaron y se dirigieron hacia el grupo de obreros, dispuestos a linchar al culpable. Entonces llegó el presidente municipal de la Villa, quien en esos momentos recibió una llamada telefónica del Presidente de la República, Gral. Álvaro Obregón, quien le encargó: "''Dé usted garantías al preso que acaban de detener. Yo mando por él''". El pelirrojo fue llevado a las oficinas municipales, custodiado por la policía para evitar que los católicos se le fueran encima. El pelirrojo, de nombre Luciano Pérez Carpio y empleado de la secretaría particular de Obregón, fue llevado al Ministerio Público donde se le puso en libertad “por falta de méritos”.<br />
<br />
De inmediato se acudió a observar qué había pasado con la imagen: se habían caído la cortina que cubre el cuadro, candeleros y floreros, y un pesado crucifijo de bronce que estaba sobre el altar se dobló hacia atrás por la explosión. El ayate de [[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN | Juan Diego]] donde está estampada la Virgen de Guadalupe no sufrió ningún daño, ni tampoco el cristal ordinario que la protegía del ambiente; cosa rara -¿milagrosa?- si consideramos que aun en edificios cercanos hubo vidrios rotos por la detonación.<br />
La comisión nombrada por los clérigos aclaró que el dispositivo explosivo fue un cartucho de dinamita marca Hércules de los que se usaban en las minas; fue colocado en el ángulo que forman las placas de mármol de la parte posterior del altar, entre éste y el marco de mármol en que estaba el cuadro con la imagen guadalupana. Se supo también que los obreros que habían protegido en el primer momento al sacrílego dinamitero no eran sino soldados disfrazados. Se supo en fin, que el presidente Obregón había preguntado repetidas veces a los empleados de su Secretaría Particular si no habría algún valiente que se animara a destruir la imagen guadalupana. El p. Jesús García Gutiérrez consigna también que hubo varias personas que oyeron decir a Obregón en un discurso -la primera vez que vino a México-, que no descansaría hasta limpiar a su caballo con el ayate de [[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN | Juan Diego]].<br />
<br />
El furor que despertó el sacrílego intento fue tremendo, los católicos pedían a gritos justicia, pero el procurador Eduardo Neri declaró -con enorme cinismo e hipocresía- que "''el acto en sí mismo no favorece más que al elemento clerical: ya políticamente porque éste aparece desempeñando, como otras veces lo ha hecho, el papel de víctima para ganarse la conmiseración pública; ya religiosamente, porque se explota un nuevo milagro; ya pecuniariamente, porque han encontrado, y quién sabe si no provocado, los Caballeros de Colón adláteres, una nueva base para organizar romerías que de seguro les dejarán fuertes cantidades de dinero. Estimo que todas las creencias religiosas merecen un respeto absoluto, pero que es repugnante utilizarlas para fines innobles.''". Así, justificando su inacción con hipótesis calumniosas, el procurador sencillamente no hizo nada. Al atentado en la Basílica siguieron otros hechos: banderas bolcheviques fueron izadas en las catedrales de Guadalajara y [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]]; la expulsión del Delegado Apostólico monseñor Ernesto Filippi por el “delito” de haber bendecido la primera piedra del monumento a [[CRISTO_REY;_La_fiesta_de_los_laicos | Cristo Rey]] en el cerro del Cubilete y el cese de todos los empleados públicos que habían adornado la fachada de sus casas con motivo del primer Congreso Eucarístico Nacional, mediante un decreto firmado por Obregón el 9 de octubre de 1924.<br />
<br />
==El proyecto de protestantización de México==<br />
<br />
El 30 de noviembre de 1924 tomó posesión de la Presidencia de la República el general Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], otro de los sonorenses firmantes del “Plan de Agua-prieta” contra el presidente Carranza. Jacobino furibundo y fanático, afirmaba que no se podía ser al mismo tiempo un buen ciudadano y católico, puesto que su primera lealtad era Roma, además de que el catolicismo era incompatible con el progreso. [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] “dedica a la Iglesia un odio mortal y aborda la cuestión con espíritu apocalíptico; el conflicto que empieza en 1925 es para él la lucha final, el combate decisivo entre las tinieblas y la luz.”<ref>Meyer Jean. Historia de los cristianos… p. 232.</ref><br />
<br />
La clase política y pensadores de cuño liberal veían en el [[BRASIL;_Protestantismo | protestantismo]] una alternativa cultural al catolicismo para todo el Continente iberoamericano; había que empezar por México. La prensa lo fomenta, los gobiernos propician la venida de los pastores protestantes desde los Estados Unidos. En el proceso de "descatolización" pretenden seguir el ejemplo de la Revolución Francesa: piensan en una nueva "Constitución civil del clero" y en una "Iglesia Nacional independiente de Roma".<br />
<br />
Con la ayuda del líder de la Confederación Regional de Obreros Mexicanos (CROM) Luis Napoleón Morones, a quien otorgó la cartera de Industria, Comercio y Trabajo, en febrero de 1925, [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] intentó la creación de una iglesia cismática que, separada de Roma, canalizara la religiosidad de los mexicanos hacia la Revolución. Ésta estrategia había sido ya propuesta en 1916 durante las sesiones del Congreso Constituyente; ahora contaban para su puesta en práctica con un ex sacerdote que se había afiliado a la [[MASONERÍA_EN_URUGUAY | masonería]]: Joaquín Pérez Budajar, quien aceptó desempeñar el papel de “Papa” de la “Iglesia católica apostólica mexicana”. El gobierno entregó a esta iglesia el Templo de La Soledad en la ciudad de México para que fuera su sede. Pero lejos de captar “feligreses”, la iglesia cismática del “patriarca Pérez” encontró un firme y enérgico rechazo de parte de la población; el “patriarca” tuvo que ser protegido por la policía para evitar su linchamiento y el intento cismático terminó en un total y rotundo fracaso. <br />
<br />
Las logias propulsaron entonces la creación de una religión de tinte masónico y naturalista. Todo lo que no estaba cobijado bajo aquel techo fue marcado con la etiqueta de fanático (nos hallamos de nuevo ante el mismo lenguaje y ante los mismos pasos de los tiempos de la Revolución francesa). Se indica a la Iglesia católica, a su clero y a sus religiosos como responsables de todas las desgracias del país. Por eso se la persigue a muerte. "Yo soy un liberal de espíritu amplio, dijo [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] en un discurso electoral en 1924, que dentro de mi cerebro me explico todas las creencias y las justifico, porque las considero buenas por el programa moral que encierran. Yo soy enemigo de la casta sacerdotal...Yo declaro que respeto todas las religiones, y todas las creencias, mientras los ministros del culto no se mezclen en nuestras contiendas políticas con desprecio de nuestras leyes..."<ref>Citado en : Congregatio pro Causis Sanctorum: "Positio super martyrio..." del Beato [[PRO,_Miguel_Agustín | Miguel Agustín Pro]], Cittá del Vaticano 1989.</ref>.<br />
<br />
Lo que [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] quería decir lo expresó entonces el obispo mexicano de Huejutla, Monseñor Manríquez y Zárate, en una carta pastoral de 1926: "...el jacobinismo mexicano ha decretado dar muerte a la Iglesia Católica en nuestro país, arrancar de cuajo, si posible fuera, de la sociedad mexicana, toda idea católica".<br />
<br />
==La reacción cristiana popular==<br />
<br />
Lo que sí logró el intento cismático de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Morones fue hacer ver a muchos laicos dirigentes de las organizaciones católicas, la urgente necesidad de organizarse para defender sus derechos ante la embestida jacobina que se les venía encima; alrededor de dieciocho personas pertenecientes a la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM), la Confederación Nacional Católica del Trabajo, la Unión de Damas Católicas Mexicanas, los Caballeros de Colón y la Adoración Nocturna, acordaron formar el 9 de marzo de 1925 la ''Liga Nacional Defensora de la [[GUATEMALA;_Confrontación_Iglesia-Estado | Libertad Religiosa]]''. Solo tres meses después de fundada, la Liga tenía trescientos mil socios dispersos en veintisiete estados. “En septiembre (1925), la Liga contaba más de un millón de miembros, ¡de los cuales 200 000 en el Distrito Federal! Estas cifras, exageradas, expresan un orden de grandeza aceptable: el terreno estaba preparado por diez años de anticlericalismo militante, y el escándalo cismático provocó la movilización.”<ref>Citado en : Congregatio pro Causis Sanctorum: "Positio super martyrio..." del Beato [[PRO,_Miguel_Agustín | Miguel Agustín Pro]], Cittá del Vaticano 1989.</ref><br />
<br />
Presentándose como una organización de carácter cívico-político, y por tanto ajena a la Jerarquía de la Iglesia, la Liga se estructuraba en un Comité Central, cuyo presidente era el abogado Rafael Ceniceros y Villareal, quien durante el gobierno de Francisco I. Madero había sido gobernador de Zacatecas por el [[MÉXICO._Partido_Católico_Nacional. | Partido Católico Nacional]]; tenía sus delegados regionales, jefes urbanos, jefes de manzana y jefes de calles; se sostenía por las cuotas de sus miembros y se dedicaba a organizar conferencias y reuniones en plazas, teatros, domicilios particulares, y a difundir hojas volantes. Su lema era “''Dios y mi derecho''” y tuvo una publicación periódica propia: ''David''.<br />
<br />
El alma de la Liga fue la ACJM y era natural que así ocurriese; fogueada y disciplinada, numerosa y presente en distintos puntos del país. Otro organismo importante que se sumó a la Liga fue la ''Unión Popular'', la cual a pesar de ser una agrupación circunscrita solamente al estado de Jalisco, estaba muy bien organizada y dirigida por el joven abogado [[GONZÁLEZ_FLORES,_Anacleto | Anacleto González Flores]]. La Unión Popular aportó además la experiencia adquirida en 1919 durante la exitosa resistencia pacífica llevada a cabo contra la persecución religiosa que en Jalisco desató el gobernador José Guadalupe Zuno.<br />
<br />
Fracasado su proyecto cismático, el Presidente [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] envió al Congreso una ley para incluir como delitos penales (es decir, aquellos que se castigan con multa y cárcel) las infracciones a las disposiciones anticatólicas de las leyes constitucionales. La aprobación a la “ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]]” por un Congreso formado exclusivamente por diputados jacobinos fue publicada el 2 de julio de 1926 en el Diario Oficial , señalando el 1° de agosto como la fecha en que entraría en vigor. La Liga buscó impedir la aprobación de la ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] por medios legales, presentando al Congreso un memorándum apoyado por más de dos millones de firmas, documento que los diputados se negaron incluso a recibir. Agotados los medios legales y tomando la experiencia exitosa de la Unión Popular en Jalisco, la Liga decretó entonces un boicot económico que encontró una gran acogida entre la mayoría de la población del centro y occidente del país. Aunque el boicot afectó las finanzas públicas, [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se negó a modificar un ápice su posición sectaria y jacobina; por el contrario, las logias masónicas a través del gran comendador del rito escocés Luis Manuel Rojas, le entregó al Presidente [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] la medalla al ''mérito masónico'' en el salón verde del Palacio Nacional.<br />
<br />
“El boicot había mostrado los límites de la acción de la Liga, frente a un gobierno resuelto a no ceder en nada, así como las deficiencias de su organización (…) Durante este periodo, la actividad de la Liga se redujo a la propaganda, a la defensa de los derechos, de las libertades y de las garantías, al boicoteo y al referéndum contra los artículos (constitucionales) 3, 5, 24, 27 y 130.”<ref>Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]]… p.70</ref><br />
<br />
==Clandestinidad de sacerdotes y religiosos==<br />
<br />
En abril de 1926 el Episcopado Mexicano preguntaba en su Carta pastoral colectiva:'' ¿Podrá cumplir la Iglesia con su misión divina poniéndosele tales limitaciones? ¿Podrá desarrollar su acción altamente civilizadora y profundamente caritativa si se le prohíbe disponer hasta de los elementos más indispensables para que exista?'' En junio, conociendo el proyecto de la Ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], los obispos hicieron gestiones para impedir o modificar su contenido. [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] dijo entonces al arzobispo de [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]], [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]]: ''Sólo tienen ustedes dos caminos: o acudir al Congreso o tomar las armas''. El recurso del Congreso lo utilizaron infructuosamente los ciudadanos católicos, y a los obispos los diputados les dijeron que ellos no tenían ningún derecho ni alegar nada puesto que jurídicamente no existían. <br />
<br />
Agotados todos los intentos de diálogo, los obispos mexicanos se decidieron por un gesto único e inédito en los últimos siglos de la historia de la Iglesia: ¡suspender el culto ''público'' y cerrar todas las iglesias! Esta decisión del Episcopado mexicano fue comunicada a los sacerdotes y fieles mediante una nueva Carta Pastoral Colectiva fechada el 25 de julio de 1926 en la cual explicaban: ''“Colocados en la imposibilidad de ejercer nuestro sagrado ministerio sometido a las prescripciones de ese decreto (la ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]]), tras haber consultado a nuestro Santo Padre, Pío XI, que ha aprobado nuestra actitud, ordenamos que, a partir del 31 de julio del año en curso, y hasta nueva orden, todo acto de culto público que exija la intervención de un sacerdote quede suspendido en todas las iglesias de la República.”'' Conocida la decisión, largas filas de fieles se formaron en las iglesias para recibir alguno de los sacramentos, especialmente el de la reconciliación. A las doce de la noche del día 31 fue retirado el Santísimo Sacramento de todos los sagrarios; en algunos de ellos se puso una leyenda dramática: “''no está aquí''”. El domingo 1° de agosto, por primera vez en 400 años en México no se celebró la [[EUCARISTÍA;_distribución_a_los_indios | Eucaristía]] y en todas las regiones se percibía un duelo general. <br />
<br />
Como las restricciones que la ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] señalaba eran en relación al culto ''público'', el Episcopado suspendió éste, pero no el culto ''privado'' ya que supuestamente estaba fuera del control gubernamental. Sin embargo el gobierno sectario no se ciñó a sus propias leyes y la persecución se extendió también a los hogares, encarcelando y vejando a quienes eran sorprendidos celebrando un sacramento en un domicilio particular. Igualmente el gobierno no se ciñó a la aplicación de las penas que señalaban las leyes; siguiendo el proceder que desde 1914 implementó la revolución carrancista, las autoridades civiles pero sobre todo las militares, aplicaban arbitrariamente la pena que les viniera en gana, y frecuentemente ésta fue la pena de muerte.<br />
<br />
Dada la persecución [[MÉXICO;_Camino_del_nacimiento_de_un_estado_laico_(II) | anticatólica]] y las duras prohibiciones contra los sacerdotes, la mayor parte de ellos se retiró a la clandestinidad dedicándose a la asistencia de los fieles. A partir del 31 de julio de 1926 se dio a la caza a los sacerdotes para encarcelarlos y asesinarlos. Solamente desde 1926 a 1928 fueron asesinados por el Gobierno más de 55 sacerdotes detenidos durante el ejercicio de su ministerio. Entre ellos se encuentran los beatos p. [[PRO,_Miguel_Agustín | Miguel Agustín Pro]] y fray Elías del Socorro Nieves García O.S.A, así como 22 sacerdotes mártires beatificados en 1992<ref>Cfr. Mexicana...Michaëlis Augustini Pro Positio super Martyrio, 50-51; Mexicana. Beatificationis seu Declaratinis Martyrii Servorum Dei Christophori Magallanes et XXIV Sociorum in odium Fide, uti fertur interfectorum (+1915 - 1937). Positio super martyrio, Sacra Congregatio Pro Causis Sanctorum, P. N. 1407, III vol. Romae 1991.</ref>y canonizados durante el Jubileo del año 2000 por Juan Pablo II. Otros diez mártires encabezados por [[GONZÁLEZ_FLORES,_Anacleto | Anacleto González Flores]] fueron beatificados en el año 2005, y uno de ellos, el niño [[SANCHEZ_DEL_RÍO,_José | José Sánchez del Río]], fue canonizado el 16 de octubre de 2016. Pero los sacerdotes mártires son muchos más. Los católicos asesinados se cuentan a centenares. Esta situación legal contrastaba poderosamente con la realidad sociológica de México: el pueblo mexicano se sentía católico hasta la médula. El constituyente de «Querétaro» fue derrotado por la gente sencilla que continuó profesando la fe cristiana. Se repitieron a millares los gestos conocidos de los católicos perseguidos durante la Convención francesa<ref>La novela de Graham Green, The Power and the Glory ("El poder y la gloria") (1940), describe los claro-oscuros de aquellos momentos y el misterio de la "gracia".</ref>.<br />
<br />
==Inicio de la lucha armada==<br />
<br />
Antes de los primeros levantamientos armados hubo varias acciones violentas, aunque no se les podrían catalogar como hechos de armas; tal fue el caso de los sucesos ocurridos el 3 de agosto de 1926 en el Santuario de Guadalupe en la ciudad de Guadalajara, donde el pueblo estaba posesionado del templo para evitar que cayera en manos del gobierno. En la noche de ese día llegaron a las inmediaciones del Santuario cincuenta soldados dando la orden de despejar la entrada y abrieron fuego contra las personas allí reunidas, pero los hombres se lanzaron contra los soldados con piedras, palos y cuchillos, y tras diez minutos de pelea obligaron a los militares a replegarse; estos recibieron refuerzos y con 250 hombres volvieron a cargar contra los defensores del Santuario. Jean Meyer recogió el relato de varios testigos: “''Las mujeres, en el interior de la iglesia, cantaban; fuera, en el atrio, hombres y mujeres combatían cuerpo a cuerpo con los soldados después de haberse arrojado sobre los fusiles. A las diez de la noche el ejército controlaba el jardín en torno de la Iglesia, pero ni esta ni el atrio. Para impedir la llegada de nuevos manifestantes, que afluían, con armas improvisadas de todas partes y llenaban ya la calle de Juan Álvarez, el ejército hizo ocupar las bocacalles y después evacuar las cuatro manzanas en torno del Santuario, disparando sobre los escasos transeúntes. A las seis de la mañana fue negociada la rendición con el general Ferreira: a las mujeres y los niños se les dejó partir, y los hombres (390) fueron conducidos al cuartel, a las aclamaciones de la población, que gritaba ¡Viva Cristo Rey!”'' En cuanto pudieron, muchos de los participantes en estos sucesos se remontarían a las montañas para defenderse por medio de las armas.<br />
<br />
La defensa por medio de las armas no fue resultado algún plan o estrategia; surgió de manera espontánea, dispersa y desorganizada, provocada por los excesos de la represión gubernamental contra algunas de las poblaciones católicas del medio rural. El primer grupo que se levantó en armas fue el de Pedro Quintanar tras el asesinato del padre Luis Batis y tres de sus feligreses ocurrido el 15 de agosto de 1926 en la pequeña población de Chalchihuites en el estado de Zacatecas. El día 29 de agosto, al frente de treinta hombres y al grito de ¡''Viva Cristo Rey''!, Quintanar cayó sobre la guarnición militar de Huejuquilla el Alto, Jalisco, derrotándola y tomando la plaza. Iniciaba así la ''guerra de los cristeros'', llamada también [[CRISTIADA | la Cristiada]]. El término «''cristeros''» fue acuñado por los callistas como un epíteto despectivo hacia los católicos que iban lo mismo al combate que al paredón con el grito en los labios de ¡Viva Cristo Rey! Pero lejos de sentirse insultados, los católicos tomaron para sí y con orgullo el título de «''cristeros''». Con ese nombre, exclusivo de los cristianos mexicanos, escribieron su nombre en la historia. La sublevación fue masiva y unánime en los pueblos del centro-oeste. Hombres, mujeres, niños confluían como para una peregrinación, seguros de obligar al gobierno a capitular. El ejército los recibió a tiros y con fuego de ametralladoras, y en el primer choque esos peregrinos dignos de acompañar a Pedro el Ermitaño se desbandaron".<ref>Meyer Jean, Historia de los cristianos..., 234.</ref><br />
<br />
Al levantamiento de Pedro Quintanar en Zacatecas siguieron otros igualmente espontáneos; en septiembre se levantó Luis Navarro, ex presidente municipal de Pénjamo, [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], quien se adueñó y exterminó a la guarnición militar de esa localidad, y luego tomó la ciudad de La Piedad, Michoacán. En Durango se levantó Trinidad Mora, quien derrotó a un regimiento federal que se dirigía hacia Santiago Bayacora. El hecho más importante de esos primeros momentos fue que el general Rodolfo Gallegos, comandante desde 1918 de la zona militar de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], quien puesto ante la disyuntiva de combatir a los cristeros que empezaban a operar en su región o retirarse del mando, decidió encabezarlos; así el 31 de octubre tomaba la plaza de San José Iturbide. Sin embargo estos grupos actuaban totalmente desvinculados, sin un plan en común, en medio de graves carencias materiales y con un armamento sumamente pobre y variado. Su fuerza radicaba en su fe y en el conocimiento del terreno en que combatían.<br />
<br />
==El levantamiento armado y su moralidad.==<br />
<br />
Como señala Jean Meyer, la guerra fue una sorpresa para el Estado, que consideraba la religión como cosa de mujeres; pero fue también una sorpresa –bendita sorpresa- para la Liga que aceptaba la posibilidad del recurso de las armas pero que para nada tenía preparación alguna en ese sentido; fue también una sorpresa para los obispos que, puestos ante los hechos consumados de la persecución y los primeros grupos levantados en las montañas, predicaban la resistencia activa sólo por medios pacíficos, hasta el martirio si fuera necesario.<ref>Cf. Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]], …. p. 9</ref>Todavía el 1° de noviembre, el Comité Episcopal respondía mediante un boletín a las acusaciones gubernamentales de ser los obispos los jefes de las “partidas episcopales”. “''Casos hay en que los teólogos católicos autorizan no la rebelión sino la defensa armada contra la injusta agresión de un poder tiránico, después de agotados los medios pacíficos. El Episcopado no ha dado ningún documento en que declare que haya llegado, en México, ese caso.(…) Si algún católico, seglar o eclesiástico, siguiendo la doctrina citada, cree haber llegado el caso de la licitud de esa defensa, el episcopado no se hace solidario de esa resolución práctica''."<ref>L´Osservatore Romano, 1-III-1927, p.1</ref><br />
<br />
El problema de la licitud poseía una vertiente teórico-doctrinal y otra vertiente eminentemente práctica; ésta última era que si los obispos condenaban el movimiento, obligaban a los católicos a rendirse ipso facto a sus perseguidores, lo que significaba el exterminio casi seguro de ellos, o cuando menos de los dirigentes cristeros. La vertiente teórica se encontraba con el hecho de que en el siglo XIX “el Papa Gregorio XVI había reprobado la insurrección de los católicos polacos contra el Zar y, apenas unos años antes, el episcopado irlandés había condenado una insurrección de los católicos. Por ello tanto para la Liga como para los cristeros era muy importante dejar aclarado el tema acerca de la licitud moral del levantamiento armado. Es interesante notar que los mismos obispos buscaron apoyarse primero en la autoridad de la Santa Sede y, al no encontrar respuesta, en la de los teólogos más renombrados para orientar en una dirección o en otra la conducta de sus fieles levantados en armas.<br />
<br />
“Los legisladores que en 1917 plasmaron en la Constitución de México una serie de disposiciones tendientes a sofocar la acción de la Iglesia Católica, no entendieron que los ordenamientos legales injustos más que leyes son una perversión… y por ello mismo constituyen en sí mismos un acto de violencia contra el pueblo (…) El conflicto derivó en una lucha sangrienta debido a la actitud intransigente del presidente Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] (...) El ansia de paz, el bien del país, llevó a los obispos desde el inicio del conflicto a tolerar un orden legal tan adverso…con tal de que el gobierno declarara públicamente que el registro de los sacerdotes era sólo «una medida administrativa» con la que el gobierno no intentaba mezclarse en el dogma y en la disciplina interna de la Iglesia. La obcecación de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] llegó al grado de no solo no aceptar esta mínima petición, sino ser él mismo en sugerir a los católicos, cerrados los recursos legales, que no quedaba otra vía que la de las armas.<br />
<br />
En Jalisco [[GONZÁLEZ_FLORES,_Anacleto | Anacleto González Flores]] y la Unión Popular intentaron por todos los medios evitar el recurso de las armas, optando solo por el de la resistencia pacífica, pero las autoridades de la Liga en la ciudad de México habían ya optado por la lucha armada considerando que los recursos pacíficos estaban del todo agotados y ordenaron a sus delegaciones que organizaran un movimiento armado; González Flores acató la decisión del Comité Central de la Liga pero personalmente él no tomó las armas. La Liga presentó al Comité Episcopal un memorándum en que pedían a los obispos cuatro acciones: a- no condenar el movimiento armado; b- sostener la unidad de acción mediante un mismo plan y un mismo caudillo; c- habilitar canónicamente vicarios castrenses; d- solicitar a los ricos católicos que suministraran fondos al movimiento. Los obispos contestaron afirmativamente sólo los dos primeros puntos; sobre el tercero no aceptaron nombrar vicarios castrenses pero dieron permiso a los sacerdotes que quisieran, ejercer su ministerio entre los levantados en armas; sobre el cuarto punto se negaron a solicitar a los ricos su apoyo económico, estimando esa acción como muy peligrosa.<br />
<br />
El 11 de febrero de 1927, Mons. José María González y Valencia, arzobispo de Durango desterrado en Roma, escribió una carta pastoral a los católicos de su arquidiócesis: “''Séanos ahora lícito romper el silencio sobre un asunto del cual nos sentimos obligados a hablar. Ya que en nuestra arquidiócesis muchos católicos han apelado al recurso de las armas…creemos de nuestro deber pastoral afrontar de lleno la cuestión y, asumiendo con plena conciencia la responsabilidad ante Dios y ante la historia, les dedicamos estas palabras: Nos nunca provocamos este movimiento armado. Pero una vez que, agotados todos los medios pacíficos, ese movimiento existe, a nuestros hijos católicos que anden levantados en armas por la defensa de sus derechos sociales y religiosos, después de haberlo pensado largamente ante Dios y de haber consultado a los teólogos más sabios de la ciudad de Roma, debemos decirles: Estad tranquilos en vuestras conciencias y recibid nuestras bendiciones''.”<ref>Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]]…. pp. 16-17</ref>Mons. Mora y del Río al momento de ser expulsado del país el 21 de abril de 1927 junto con los obispos que aún permanecían en México declaró al Secretario de Gobernación Adalberto Tejeda: “''Señor, el Episcopado no ha promovido ninguna revolución, pero ha declarado que los seglares católicos tienen el derecho innegable de defender por la fuerza los derechos inalienables que no pueden proteger por medios pacíficos.” Eso es rebelión, dijo Tejeda. “Esto no es rebelión; esta es legítima defensa contra la tiranía injustificable''”<ref>Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]]….p.21</ref>, contestó Mons. Mora. <br />
<br />
En Roma, S.S. Pío XI publicó el 18 de noviembre de 1926 su encíclica Iniquis afflictisque sobre la persecución a la Iglesia mexicana. En ella el Papa recordaba que con la Ley [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] promulgada el 2 de julio de ese año se estaban atropellando los derechos naturales más fundamentales; allí radicaba la injusticia radical de toda aquella legislación que analizaba minuciosamente, y luego lamentaba la persecución que se había generalizado a todo el pueblo de Dios: “''Sacerdotes y laicos, por los caminos y plazas, enfrente de las iglesias, han sido inmisericordemente asesinados''”. El Papa mostraba su admiración por el testimonio martirial que el pueblo católico de México estaba dando ante el mundo y nombraba a los diversos componentes del mismo, como los Caballeros de Colón, los jefes de la Liga, las damas, los jóvenes que ''“…han sido amarrados, conducidos por las [[CALLES,_Plutarco_Elías | calles]] en medio de pelotones de soldados, encerrados en prisiones inmundas, tratados ásperamente y castigados con penas y multas. Más aún, algunos de aquellos adolescentes y de aquellos jóvenes – y al decirlo- apenas podemos contener las lágrimas, con el rosario en la mano y aclamando a Cristo Rey han encontrado voluntariamente la muerte''.”<br />
<br />
Si bien todos los obispos reconocieron la licitud del movimiento, en la práctica varios siguieron predicando la resistencia pacífica y adoptaron una conducta más bien reprobatoria hacia la Liga y los cristeros; tal fue el caso de los obispos de Saltillo, Cuernavaca, Puebla, Chihuahua, Veracruz, Querétaro, Tabasco, [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]] y Zamora. Sin apoyar al movimiento pero sin oponerse al mismo, dos obispos decidieron permanecer entre los feligreses de sus diócesis: Mons. [[OROZCO_Y_JIMÉNEZ,_Francisco | Francisco Orozco y Jiménez]], arzobispo de Guadalajara, y el anciano obispo de Colima Mons. Amador Velasco. Ocultos en las montañas o en las barrancas, disfrazados de campesinos o de arrieros, estos dos obispos permanecieron tres años entre su pueblo compartiendo sus temores y privaciones; la presencia de su prelado fue para los cristeros de Jalisco y Colima un valioso aliento en su lucha.<br />
<br />
==Desarrollo de la guerra==<br />
<br />
La participación de Liga en el movimiento armado fue marginal y pobre; lo más valioso que aportó fue el haber conseguido en julio de 1927 que el general Enrique Gorostieta, un antiguo militar de carrera, aceptara mediante el pago de tres mil pesos oro al mes, dirigir y organizar a los distintos grupos armados que se encontraban en pie de lucha. Gorostieta era liberal agnóstico y tenía poco afecto por la Iglesia, pero la convivencia con los cristeros le llevó a su conversión y al momento de su muerte, ocurrida en un combate en 1929, había ya abrazado con entusiasmo la causa de sus dirigidos; se volvió, a su manera, cristiano en medio de sus cristeros, a los que admiraba, sin indulgencia: “¿Con esta clase de hombres crees que podamos perder? ¡No, esta causa es santa y con estos defensores no es posible que se pierda!” Gorostieta informaba a la Liga en febrero de 1928 que San Martín de Bolaños, Totatiche, Huejuquilla, Mezquitic y Monte Escobedo se hallaban bajo el control absoluto de los municipios cristeros y bajo el amparo de las defensas sociales encargadas de proteger a la población mientras los regimientos, organizados por él, se hallaban en operaciones.<br />
<br />
Mientras el movimiento cristero se extendía, la Liga redactó una Constitución que sustituyera a la de 1917 y con la cual se pudiera instaurar un sistema político que en justicia conciliara las libertades políticas, sociales, económicas y religiosas de los mexicanos. El manuscrito de esa Carta Magna –ignorada hasta ahora por la historiografía- ha sido reproducido recientemente en ''Cuadernos del Archivo Histórico de la UNAM'' (N° 18) bajo el título ''La Constitución de los cristeros y otros documentos''. Esta Constitución debió ser redactada durante 1927, ya que se dio a conocer el 1° de enero de 1928; en ella se establecía que “La Nación mexicana continúa constituida en República representativa, democrática, federal” (Art. 3°) y que su gobierno estaría integrado por cuatro poderes: Judicial; Legislativo; Ejecutivo y Municipal (Art. 6°). Sobre el aspecto religioso –que en esos momentos era el centro del conflicto- establecía que los mexicanos tendrían absoluta libertad para profesar la religión que consideraran de su conveniencia, así como la libertad de culto y la propiedad de los inmuebles necesarios al mismo (Art. 31°). Adelantándose a su tiempo, la [[CONSTITUCIÓN_CRISTERA | Constitución cristera]] otorgaba a la mujer el derecho al voto. <br />
<br />
Para julio de 1927, es decir, a un año de su inicio, el movimiento cristero estaba consolidado en vastas zonas rurales del Occidente; cuando en ese momento el general Gorostieta se incorporó al mismo comprendió el carácter de guerra de guerrillas que los cristeros intuitivamente habían implementado, pero ahora el militar organizó a los distintos grupos dándoles método y orden. La “Guardia Nacional” por él organizada extendió su influencia rápidamente a los estados de Jalisco, Nayarit, [[ [[ [[AGUASCALIENTES | Aguascalientes]] | Aguascalientes]] | Aguascalientes]], Zacatecas, Querétaro y [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], donde los cristeros controlaban la mayoría de las zonas rurales; situación semejante ocurría en los estados de Colima y Nayarit. El movimiento se extendió a principios de 1928 hacia los estados de Oaxaca, Guerrero, México, Morelos, Puebla y Tlaxcala, donde operaban numerosas partidas de cristeros que durante cortos periodos lograban tomar poblaciones medias y pequeñas, y cuando el ejército federal enviaba fuertes contingentes militares en su contra, se remontaban a las sierras para tomarlas nuevamente al menor descuido de los federales, a quienes causaban numerosas bajas capturándoles su armamento. Este fue el principal medio de los cristeros para hacerse de armas y municiones. <br />
<br />
El gobierno implementó entonces una política de “reconcentración”, la cual consistía en obligar por la fuerza a todos los habitantes de una región a concentrarse en una población a fin de dejar sin apoyo a los cristeros, pero esta política lo único que logró fue echarle más leña al fuego. A los sufrimientos que las reconcentraciones causaban a la población civil que se veía obligada a dejar sus casas, sus tierras y ganados padeciendo entonces hambre y frío, se sumaban los robos, asesinatos y vejaciones que los militares les infringían, por lo que muchos indecisos optaron por sumarse a los cristeros, provocando una segunda ola de alzamientos. Para los primeros meses de 1928 eran ya unos 25000 los cristeros en armas, y el ejército reconocía que entre enero y mayo de ese año había perdido a tres generales, 324 oficiales y 2892 soldados. El mayor Harold Thompson, agregado militar de la Embajada norteamericana y amigo de Obregón advertía la poca credibilidad de esas cifras gubernamentales que, decía, había que aumentar en diez mil más. A mediados de 1928 los cristeros no podían ya ser vencidos militarmente; pero el Gobierno federal y su ejército, apoyado por los Estados Unidos, tampoco.<br />
<br />
El 17 de julio de 1928 fue asesinado el general Álvaro Obregón por José de León Toral, un miembro de la Liga, durante un banquete en honor de Obregón que ese día había sido declarado nuevamente “presidente electo” (tras haber mandado asesinar a sus dos oponentes, los generales Serrano y Gómez), ahora para el periodo presidencial 1928-1932. Para llevar a cabo esa reelección, [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Obregón modificaron previamente la Constitución de 1917 que expresamente prohibía la reelección.<br />
<br />
==Los “arreglos” de 1929 y el final del conflicto armado==<br />
<br />
Al iniciarse el año de 1929 los combates se incrementaron por todas partes con frecuentes y sonados triunfos de los cristeros que incursionaban incluso en barrios periféricos de la ciudad de Guadalajara; para ese entonces eran ya más de cincuenta mil los cristeros en armas. Además el gobierno tuvo que hacer frente a un nuevo y grave problema: dos de los principales jefes del ejército federal, el general Gonzalo Escobar y el general Francisco Manzo, se levantaron en armas contra el gobierno arrastrando tras de sí a la mitad del ejército. La razón de ésta asonada militar la encontramos en el hecho de que [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Obregón siempre desconfiaron uno del otro, pero se necesitaban mutuamente para conservar el poder. El apoyo principal de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] era la CROM y su líder Morones; el de Obregón era el ejército. Cuando Obregón fue asesinado, los militares no creyeron que su victimario León Toral hubiera actuado por ser un “fanático religioso” como lo llamó la prensa, sino un agente de la CROM que despejaría el camino para la perpetuación de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] en el poder. Eso explica que, a diferencia del Padre Pro, quien fue ejecutado sin juicio alguno, a León Toral se le siguiera un largo y puntual juicio público, pues [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] era el primer interesado en demostrar que León Toral era efectivamente un católico miembro de la Liga y no un agente callista. <br />
<br />
Ante la desaparición de Obregón, el todavía presidente [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se vio obligado, en una junta con 32 generales del ejército celebrada el 5 de septiembre de 1928, a destituir a Luis Napoleón Morones como Secretario de Industria, Comercio y Trabajo, y a designar a un revolucionario neutral como presidente interino. [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] designó entonces al licenciado Emilio Portes Gil como presidente provisional. En efecto, Portes Gil era un abogado originario de [[SENO_MEXICANO;_Evangelización_del_Nuevo_Santander | Tamaulipas]] y un connotado miembro de la [[MASONERÍA_EN_URUGUAY | masonería]], pero no era militar ni pertenecía a la CROM. Poco antes de dejar la presidencia de la República, [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se hizo designar “jefe máximo de la revolución”, y con ese título se situó, durante varios años más, por encima de los presidentes convirtiéndose así en “el poder tras el trono”. Esto fue lo que provocó en marzo de 1929 la rebelión de los generales Escobar y Manzo. <br />
<br />
Simultáneamente a la guerra cristera y a la rebelión escobarista, a mediados de 1929 se sumó una amenaza más para el gobierno de Portes Gil y [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]]: la campaña presidencial del licenciado [[VASCONCELOS_CALDERÓN,_José | José Vasconcelos]]. Dado que Portes Gil era presidente provisional, tenía que convocar a elecciones, y a ellas se presentó como candidato [[VASCONCELOS_CALDERÓN,_José | José Vasconcelos]], cuya popularidad era grande por haber sido colaborador de Francisco I. Madero, Rector de la Universidad Nacional de México, y Secretario de Educación Pública en el gabinete de Obregón. El licenciado Vasconcelos era un personaje carismático y un orador brillante que amenazaba seriamente el poder en manos de la “familia revolucionaria” encabezada por [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Portes Gil. Tal era la situación adversa que enfrentaba el gobierno en 1929, y en cuyo contexto se debe leer los “arreglos” que pusieron fin a la guerra de los cristeros.<br />
<br />
El gobierno encabezado por Emilio Portes Gil y el “jefe máximo” Plutarco Elías [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se tambaleaba seriamente y fue nuevamente el gobierno norteamericano el que intervino para sacarlo a flote. Los Estados Unidos entregaron al gobierno mexicano mayor y mejor armamento, incluyendo un buen número de aviones militares; con ello la rebelión escobarista pudo ser fácilmente sofocada a tres meses de iniciada. <br />
<br />
La solución al movimiento cristero, que lejos de disminuir crecía cada día, fue planteada por el embajador de los Estados Unidos Dwight W. Morrow: era necesario entenderse con la Iglesia y él se ocuparía de ello. Los obispos mexicanos habían sido desterrados; dos permanecían ocultos en las montañas; algunos se encontraban en Roma, pero la mayoría se encontraban asilados en los Estados Unidos y era sencillo ponerse en comunicación con ellos; además estaba el hecho de que los asuntos de la Iglesia en México habían sido encomendados al Delegado Apostólico en Washington, Pedro Fumasoni Biondi. Y Morrow se advocó a “arreglar” la cuestión religiosa en México.<br />
<br />
Ya desde los primeros días de 1927 el Gral. Obregón había buscado una solución al conflicto religioso por medio del Lic. Mestre quien ofreció de palabra a Mons. Mora y del Río y a Mons. Valdespino, que si los obispos ordenaban la reanudación del culto público, a los pocos meses serían reformadas las leyes. El 23 de marzo de ese año Obregón se entrevistó en el Palacio de Chapultepec con el obispo de Zamora Mons. Manuel Fulcheri para insistir sobre lo mismo, y Mons. Fulcheri contestó que primero debían ser cambiadas las leyes. El general Obregón había sido desde 1914 el autor de las más despiadadas medidas persecutorias contra la Iglesia –incluyendo sacrilegios y el atentado contra la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe-, pero ante la perspectiva de su reelección le convenía reasumir la Presidencia con la nación pacificada. <br />
<br />
Sin embargo el 1° de abril fueron arteramente asesinados en Guadalajara [[GONZÁLEZ_FLORES,_Anacleto | Anacleto González Flores]] y sus compañeros de martirio, los hermanos Vargas y Luis Padilla; el día 3 los siguieron en el martirio los hermanos Huerta, mientras un boletín del gobierno publicado en la prensa decía “tranquilidad absoluta en todo el territorio”. Ante la indignación por el asesinato de esos mártires de la fe y para desmentir ese boletín, el 19 de abril el grupo cristero del Padre Reyes Vega atacó un tren en el que murieron los 52 soldados de la escolta y 30 paisanos. [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] se vengó expulsando al arzobispo de México, Mons. Mora y del Río y a los demás obispos. Las tímidas y ambiguas proposiciones de Obregón fracasaron, lo que produjo satisfacción en el Presidente [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], más intransigente que Obregón, y el gobierno intensificó la persecución religiosa.<br />
<br />
Sabiendo la Santa Sede de las vagas e inaceptables propuestas que Obregón había formulado, S.S. Pío XI dio instrucciones claras y precisas para que los obispos mexicanos pudieran entablar una negociación con el gobierno de México que llevara a un arreglo justo del conflicto religioso. Esas instrucciones comprendían nueve puntos entre los que destacan los siguientes: Que se exigieran credenciales auténticas y satisfactorias a los agentes del gobierno; que las proposiciones se hicieran por escrito y firmadas; que se advirtiera a los agentes del gobierno que era necesario un mes para dar respuesta a las proposiciones; que se pidiera a la Liga y a los demás obispos su dictamen por escrito de las proposiciones; que se enviara a la Santa Sede las proposiciones y los dictámenes de la Liga y los de cada obispo; y que se esperara la resolución del Papa.<br />
<br />
El embajador Morrow inició sus gestiones en los mismos Estados Unidos sirviéndose de algunas personalidades del mundo católico norteamericano, entre ellas el padre John Burke, Secretario de la National Catholic Welfare Council, y los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] Wilfrid Parsons y Edmund Walsh. Para sus gestiones Morrow encontró también la colaboración de dos obispos mexicanos que desde el principio del conflicto eran partidarios de llegar a unos arreglos a cualquier costo; ellos eran Mons. Pascual Díaz y Barreto, obispo de Tabasco, y Mons. [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]], arzobispo de [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]]. Conociendo otros obispos la posición de Mons. Pascual Díaz ante tan delicado asunto, algunos le manifestaron su oposición a unos arreglos –como los que proponía Obregón- que serían de hecho una claudicación. Así el arzobispo de Durango, González y Valencia, exiliado en Roma, le escribe a Mons. Díaz: “...la Santa Sede desecha de plano los famosos arreglos, que habrían sido nuestra suprema vergüenza.” En el mismo sentido también el obispo de San Luis Potosí, [[MORA_Y_DE_LA_MORA,_San_Miguel_de_la | Miguel de la Mora]], también escribió una larga carta. Pero la situación cambió con el asesinato de Obregón el 17 de julio de 1928; por la tarde de ese día, estaba programada una entrevista de Obregón con el embajador Morrow.<br />
<br />
Sin embargo Morrow no quitó el dedo del renglón; dos circunstancias venían a compensar sus planes: la primera era la proximidad de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, porque si la pacificación de México se lograba por medio del embajador, pondría en manos del Partido Republicano los votos de los católicos norteamericanos; la segunda fue la muerte del arzobispo de México, Mons. Mora y del Río ocurrida en el exilio el 22 de abril de 1928, y la elección del arzobispo de [[MORELIA;_Arte_Virreinal | Morelia]], [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]] como nuevo presidente del Comité Episcopal. Por sugerencia de Morrow, el Padre Burke le escribe a [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] para proponerle una entrevista con el nuevo presidente de los obispos mexicanos; [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] acepta y los recibe el 28 de mayo de 1928 en un encuentro secreto. Después de ese encuentro, Mons. Ruiz y Flores parte a Roma para explicarle al Santo Padre las proposiciones de [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]], que no tenían más garantía que su palabra. <br />
<br />
Enterados del viaje y de las intenciones de Mons. Ruiz y Flores, la Liga, los Caballeros de Colón, la ACJM, la Confederación Católica del Trabajo, la Asociación de Padres de Familia y las Congregaciones Marianas le escriben un memorial a S.S. Pío XI, y un resumen del mismo, redactado como telegrama, es enviado al cardenal Secretario de Estado. El telegrama decía los siguiente: “Sábese fundadamente que perseguidores propagan arreglo con algunos prelados, mediante simple promesa ir derogando paulatinamente ley sectaria, previa reanudación culto público. Damos testimonio que pueblo católico escandalizarse pacto esas bases; juzgando universalmente perseguidores tratan sorprender benevolencia algunos prelados, fin esclavizar definitivamente Iglesia mexicana, pretexto malestar nacional…Imposible fiar de palabra hombres sin honor. Damos testimonio de que pueblo y sociedad, sinceros católicos, inclusive combatientes, prefieren continúe situación dolorosa y lucha con todas sus consecuencias…” La mayoría de los obispos coincidían con el parecer de este memorial, como lo señalan en un escrito fechado el 31 de mayo en San Antonio, [[TEXAS | Texas]], y dirigido a Mons. Pascual Díaz, quien se encontraba en Nueva York. <br />
<br />
El panorama en los inicios de 1929 arriba señalado obligó a [[CALLES,_Plutarco_Elías | Calles]] y Portes Gil a reanudar las gestiones iniciadas por Morrow para un posible arreglo del conflicto religioso, y nuevamente el embajador se avocó a ello. En febrero, la Secretaría de Gobernación ordena a los gobernadores de los Estados, que liberen a todos los sacerdotes que tuvieran presos. En mayo Portes Gil declara al periodista norteamericano Dubose que: “Los fanáticos…no han sido dirigidos, en mi opinión, sino por sacerdotes de ínfima categoría (…) con excepción de monseñor Orozco (…) Creo que es absolutamente imposible cargar a la Iglesia católica la responsabilidad de tales actos.”. El mismo día, en Washington, Monseñor Ruiz y Flores declara la total disponibilidad de la Iglesia a dialogar con el gobierno mexicano. El 3 de mayo, el periódico El Universal encabeza su edición son el siguiente título: Con buena voluntad de parte del Estado y de la Iglesia puede lograrse un acuerdo. <br />
<br />
El 7 de mayo los cristeros infringen una tremenda derrota al ejército federal en Tepatitlán, Jalisco; el 8 de mayo el presidente Portes Gil se felicita por las declaraciones del arzobispo Ruiz y Flores. A finales de ese mes de mayo, la Santa Sede nombra a monseñor [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]] delegado apostólico ad referéndum para tratar con el gobierno mexicano la cuestión de la libertad religiosa. El 2 de junio, el Gral. Enrique Gorostieta, comandante de la Guardia Nacional, cae en una emboscada en Atotonilco el Alto, Jalisco; al frente del movimiento cristero lo sustituirá el Gral. Jesús degollado Guízar. <br />
<br />
A principios del mes de junio sale de San Luis, Missouri un tren hacia la frontera de México; en el convoy va enganchado el vagón especial del embajador Morrow y con él viajan los obispos [[RUIZ_Y_FLORES,_Leopoldo | Leopoldo Ruiz y Flores]] y Pascual Díaz y Barreto. Al cruzar la frontera el vagón del embajador es enganchado a otro tren que viaja a la ciudad de México, pero poco antes de llegar a su destino, los dos obispos se bajan en la estación de Tacuba. Allí los recoge un automóvil que los traslada a la casa del señor Agustín Legorreta. Es esa casa no van a hablar ni a recibir a nadie; ni siquiera a su hermano en el episcopado Mons. [[MORA_Y_DE_LA_MORA,_San_Miguel_de_la | Miguel de la Mora]], quien intentará tres veces ser recibido por ellos sin lograrlo nunca. Finalmente, el 12 y 13 de junio se entrevistan con el Presidente portes Gil. El día 21 de junio de 1929, Portes Gil y los dos obispos acuerdan verbalmente los “arreglos” en base a las propuestas redactadas por el embajador Morrow, y al día siguiente son publicados por la prensa mexicana. Portes Gil hizo unas promesas: amnistía a los “rebeldes” sublevados (los cristeros); restitución de las iglesias, obispados y parroquias, y su palabra de honor (¿) de no volver atrás; los obispos se comprometían a reanudar el culto público y a solicitar a los cristeros que depusieran las armas. Aceptaron además el exilio del arzobispo de Guadalajara, Mons. Orozco, y el no regreso a México de Mons. [[MANRÍQUEZ_Y_ZÁRATE,_José_de_Jesús | José de Jesús Manríquez y Zárate]], obispo de Huejutla. La Iglesia cumplió, el Gobierno no.<br />
<br />
Aquellos “arreglos”, mentirosos en su raíz y en las intenciones gubernamentales de quienes los suscribían, repetían las bases propuestas en mayo de 1928, inaceptables entonces para la Iglesia. Además ni siquiera fueron puestos por escrito; ¿por qué? El mismo arzobispo Ruíz y Flores da la respuesta en sus memorias: “No creí que constara esto en estipulaciones escritas y firmadas por ambas partes, porque tenía yo de testigo por mi parte al Sr. Obispo Díaz y por parte del Presidente al Licenciado Canales” Tal fue la ingenuidad con la que negociaron los dos obispos.<br />
<br />
Buena parte de los obispos mexicanos se sintieron engañados pues fueron totalmente marginados de las conversaciones y los arreglos; pero ante todo estaba el amor y la obediencia al Papa, y Mons. Ruiz y Flores actuó como delegado apostólico ad referéndum, y acataron lo por él negociado. En la madrugada del domingo 30 de junio de 1929, al oír el repique de las campanas llamando a misa, el embajador Morrow dijo a su esposa: “Betty…¿oyes eso?, ¡Yo he abierto las iglesias de México!.” En ese día se inició un “[[MODUS_VIVENDI_en_México_(1929-1992) | modus vivendi]]” entre el gobierno mexicano y el pueblo católico, en el cual surgirían nuevas persecuciones y mártires. Los derechos que la razón y el derecho natural a la libertad religiosa no serían reconocidos por las leyes mexicanas sino hasta 1992, cuando gracias al Papa Juan Pablo II, la realidad de una nación de impronta católica se impuso por sí misma.<br />
<br />
Por lo que se refiere a la Liga, a la Guardia Nacional y en general a quienes de un modo u otro apoyaban [[CRISTIADA | la Cristiada]], su desencanto fue mayúsculo pero, como el crucifijo del atentado en la Basílica en 1921, prefirieron doblarse y obedecer antes que romper con la Iglesia. Meyer transcribe el testimonio de un antiguo cristero de Santiago Bayacora que sintetiza muy bien lo ocurrido entre los católicos levantados en armas: “De ganada, la perdimos; en el 21 de junio de 1929 se hicieron los mentados arreglos del conflicto religioso, y los señores que intervinieron en dichos arreglos no debían haber admitido a que entregáramos las armas, porque esas armas costaron muchas vidas, mucha sangre, nosotros espucimos (sic) nuestras vidas para quitar esas armas y no es posible ni justo que después de tanto sacrificio y trabajos como los que pasamos vayamos a entregar las armas; pero por obedecer órdenes sacerdotales fuimos a entregar las armas y les dijimos a nuestros enemigos: aquí están las armas que les quitamos en los campos de batalla, ya que ustedes no nos las pudieron quitar ahora nosotros se las venimos a traer (…) y nuestros enemigos sedientos de venganza luego empezaron la guerra contra los indefensos jefes cristeros. Y nosotros ya libres del compromiso que teníamos en contra del gobierno defendiendo nuestra religión; me fui a Durango en busca de mi familia…”.<ref>Meyer Jean. [[CRISTIADA | La Cristiada]]…p. 337</ref><br />
<br />
==Notas==<br />
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<references/><br />
<br />
==Bibliografía==<br />
<br />
<br />
*Meyer Jean, [[CRISTIADA | La Cristiada]], (Vol. I. La guerra de los cristeros) Ed. Siglo XXI, quinta edición, 1977<br />
*Meyer Jean, Historia de los cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]], Vuelta. México 1989,<br />
*González Fernández Fidel, Sangre y corazón de un pueblo. Ed. Arquidiócesis de Guadalajara, Vol. I, 2008. <br />
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<br />
'''FIDEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ / JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
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<relatedtags><br />
[[GUATEMALA;_Confrontación_Iglesia-Estado | GUATEMALA;_Confrontación_Iglesia-Estado]]<br />
<br />
[[SENO_MEXICANO;_Evangelización_del_Nuevo_Santander | SENO_MEXICANO;_Evangelización_del_Nuevo_Santander]]<br />
<br />
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<br />
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Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=MAPUCHES_EN_EL_TIEMPO_Y_EN_EL_ESPACIO&diff=3705007
MAPUCHES EN EL TIEMPO Y EN EL ESPACIO
2022-02-18T17:19:30Z
<p>Louvier: </p>
<hr />
<div>==MIRADAS DESDE EL SIGLO XIX==<br />
A la llegada de los españoles el pueblo mapuche habitaba la región central y centro sur de Chile, y hoy constituye el pueblo indígena mayoritario de Chile. Al abordar la historia del pueblo mapuche en el siglo XIX muchas son las interrogantes que surgen. Es difícil construir una mirada que, a modo de una visión panorámica, sea capaz de dar cuenta de la experiencia histórica que se construyó a lo largo de miles de años, representando el siglo XIX un momento más dentro de un transcurrir amplio, complejo, dramático y diverso. ¿Cuáles serían los principales ejes temáticos que permitirían dar cuenta de los fenómenos históricos ocurridos en ese devenir? ¿Cómo vivieron las comunidades del pueblo mapuche los acontecimientos acaecidos a lo largo de esos 100 años? <br />
<br />
Uno de los aspectos a considerar es que la sociedad mapuche, a inicios del siglo XIX, ha vivido cambios y transformaciones profundas, las que se tienen que comprender a la luz de los fuertes enfrentamientos bélicos, la diplomacia, los parlamentos, el comercio y el mestizaje, entre otros, los que fueron componiendo una serie de complejas relaciones fronterizas e interétnicas a lo largo de los siglos XVII y XVIII. Poblaciones indígenas, [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]], mestizos y sectores hegemónicos de la sociedad peninsular, se pusieron relación en un territorio de frontera, denominado Araucanía, que se extendía entre el río Bíobío por el norte, y el río Toltén por el sur. Siendo también central las tareas misioneras que emprendieron [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] y franciscanos en los territorios fronterizos; labor que, a partir de mediados del siglo XIX, será complementada por la presencia de capuchinos, quienes continuarían con las acciones evangelizadoras, fundamentalmente, desde el ámbito de las escuelas misionales.<br />
<br />
Es en la vida económica y social de las comunidades mapuche que también se expresaron los cambios derivados de las condiciones propias de una vida fronteriza, la que tiene que ser entendida desde el contexto de las negociaciones y relaciones pacíficas que también se establecieron. Animadas, en gran medida, porque las comunidades incorporaron en sus prácticas económicas tradicionales, el uso del caballo y las actividades derivadas de la ganadería, principalmente vacuna y ovina, las que se fueron cimentando a lo largo de los siglos XVII y XVIII. Lo que significó que, a comienzos del siglo XIX, la sociedad mapuche tiene ya una larga experiencia adquirida en una práctica económica basada en la producción de ''charqui'' o carne seca y salada; la elaboración de textiles de diverso tipo, junto al tráfico de la carne y sal. <br />
<br />
Las agrupaciones indígenas, a través de sus autoridades étnicas, tenían tratos y relaciones con las autoridades hispanas y con las haciendas y estancias de [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] y españoles, a partir, justamente, de la circulación y comercialización de ganado y productos derivados, tales como carne, sebo, grasa y sal, fundamental para la elaboración de ''charqui''. Además de prendas de ropa de factura indígena e hispana, yerba mate y otros bienes de elaboración indígena, incluso considerados de lujo, como joyas de plata y aperos de cuero y plata, los que formaban parte de flujos de tráfico mayor y menor, como el intercambio o ''conchavo'', que involucraba a comunidades indígenas, [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] y peninsulares no sólo de la Araucanía chilena, sino que también a poblaciones indígenas, gauchos, y poblaciones no indígenas situadas en territorios de las pampas argentinas. Circulando además una amplia gama de mercancías no indígenas, como harina, galletas, azúcar, aguardiente, cuchillos y vino, entre otros.<br />
<br />
Dicho fenómeno tiene diversas aristas puesto que presupone no sólo desplazamientos estacionales y circulación de bienes, mercancías y productos. Sino que también la existencia de un importante flujo ganadero entre los indígenas de la Araucanía con los de las pampas y los cordilleranos, en tanto una práctica comercial, que requería de la existencia de un saber ganadero de las poblaciones indígenas. A su vez, las agrupaciones, a través de sus jefes o ''lonkos'', dentro del circuito de circulación de ganado, mercancías y bienes, actuaban en tanto intermediarios comerciales no sólo con otras agrupaciones, sino que también con hacendados, productores y comerciantes [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] e hispanos de las ciudades y fuertes fronterizos.<br />
<br />
Este proceso dinámico ha sido denominado por los estudiosos como la ''araucanización de las pampas'' el que cruzará la vida de las comunidades, hasta por lo menos, toda la primera mitad del siglo XIX. Y se entiende a partir de la existencia de un comercio local y regional que permitía, a través de vías de circulación, en definitiva circuitos de movilidad y tráfico, poner en relación a poblaciones mapuche, con poblaciones pehuenches de la Cordillera de los Andes, y con agrupaciones indígenas situadas en la vertiente trasandina de las pampas argentinas, ampliándose entonces la territorialidad mapuche, y por ende, el espacio de control y reproducción de los recursos. Propiciándose también el surgimiento de relaciones interétnicas entre las distintas agrupaciones dirigidas por una cabeza o líder, el lonko, existiendo, entre aquellas, complejas relaciones de parentesco, de linaje, sociales, económicas, rituales y políticas. Ahora bien, este proceso de dinamismo económico y social no estuvo exento de conflictos, siendo la práctica del robo de ganados, por parte de agrupaciones indígenas, expresiones de descontento y resistencia, además de un medio para acrecentar sus recursos.<br />
<br />
Aquellas efectuaban acciones consideradas de venganza, los ''taululún''; por otra parte, el ''weichán'' o acción de guerra en defensa del territorio indígena; y la ''maloca'', práctica de apropiación de ganado, bienes y prisioneros o cautivos blancos. Los malones o ''maloqueando'' en las estancias, eran duramente castigados por las autoridades. Y la represalia significaba matanza y apresamiento de indígenas, junto con la captura de animales y la recuperación de cautivos y bienes. Las viviendas indígenas eran saqueadas o quemadas, morían y/o eran hechos prisioneros grupos vulnerables, como niños, mujeres y ancianos.<br />
<br />
Junto a este proceso de ''araucanización de las pampas'', ocurren cambios a nivel de la organización social y política de la sociedad mapuche, observándose fenómenos singulares relacionados con las estructuras de poder y la jerarquización o división social, sobre todo a nivel de los ''lonkos'' y de los ''conas'' o guerreros, proceso que tendrá como consecuencias, entre otras, transformaciones en las formas del liderazgo de los ''lonkos'', algunos de los cuales se constituyen en esferas de importante prestigio y poder, asociados, sobre todo, al ámbito de la riqueza ganadera. A su vez, una dimensión de su poder estaba estrechamente relacionado con sus capacidades o habilidades negociadoras, las que tenían distintas direcciones: por una parte, con las autoridades coloniales y luego con las republicanas. Y a su vez, con otras agrupaciones mapuche, con pehuenches y agrupaciones trasandinas, construyéndose complejas mallas de alianzas y relaciones políticas, sociales y económicas. Las agrupaciones situadas más allá de la Cordillera, eran también agrupaciones mapuche, los denominados pampas o gente del este, los que tenían apelativos particulares en función del territorio de ocupaban.<br />
<br />
A su vez, el gran territorio ''mapuche'', ''butalmapu'' o ''fütalmapu'', estaba conformado por distintas unidades espaciales: la costa, los llanos, las áreas de precordillera y la zona cordillerana. Es decir, el ''lafkenmapu'', el ''lelfünmapu'', el ''inapiremapu'', y el ''piremapu'', respectivamente. En este contexto espacial, diversas eran las agrupaciones mapuche que ocupaban los espacios. Por una parte, lo que los españoles habían llamado como costinos y que correspondían a la agrupaciones costeras, ''lafkenches'' o ''lafqemche''. Por otra, las que se denominaban como abajinos o llanistas, eran los ''lelfunche'' o ''nagpuleche'' que ocupaban los llanos que descendían de la Cordillera de Nahuelbuta hacia el valle central. Luego, los arribanos, ''wenteche'' o ''huenteche'', denominación aplicada a los que ocupaban tierras en los llanos precordilleranos y valle central, entre la cordillera de Nahuelbuta y la de Los Andes, también llamados ''moluches'' u hombres de guerra. Y los cordilleranos o pehuenches, que ocupaban el ''pewenmapu'' o las alturas cordilleranas entre los ríos Itata y Toltén.<br />
<br />
A su vez, existían otras agrupaciones menores, ubicadas más al sur del río Cautín, por ende, más allá de la frontera del río Bíobío, y en las cercanías del Toltén. Estos grupos eran los [[MAPUCHES_EN_EL_TIEMPO_Y_EN_EL_ESPACIO | mapuches]] del Budi; los boroanos, una agrupación que ocupaba los espacios comprendidos entre los ríos Cautín y Toltén y los [[MAPUCHES_EN_EL_TIEMPO_Y_EN_EL_ESPACIO | mapuches]] del Toltén; y en el ámbito de la precordillera y cordillera, grupos mapuche que ocupaban tierras, espacios lacustres y bosques del área que circunda el volcán Llaima y las nacientes del río Allipen, uno de los tributarios del río Toltén.<br />
<br />
Las guerras de Independencia y la construcción del Estado-Nación fueron dos fenómenos históricos que traspasaron, como una brecha, la vida de aquellas agrupaciones indígenas. La historia de estas agrupaciones transita en un desnivel entre el periodo histórico que se abre en 1810 y se prolonga hasta 1883, siendo un eje central de la preocupación de los distintos gobiernos, el generar condiciones para lograr la incorporación del territorio y sus poblaciones al proyecto nacional. <br />
<br />
Una primera etapa comprende las décadas de 1810 y 1850, en donde se observan etapas claramente distinguibles. Por una parte, 1810 y 1830, será un periodo marcado por las luchas de Emancipación e Independencia. Por otra parte, 1830 y 1850, será un periodo en el que de algún modo las cosas vuelven a ponerse en su lugar; para iniciarse, a partir de 1850 en adelante, la desestructuración del espacio fronterizo.<br />
<br />
En el contexto de 1810 y 1830, y al calor de los tiempos, el pueblo mapuche, en un primer momento, fue incorporado al imaginario independentista en tanto prototipos heroicos de lucha y resistencia en defensa de su libertad; ejemplo de formadores en la resistencia que habían opuesto al conquistador hispano. Fenómeno que no es privativo de los tiempos independentistas del territorio nacional, sino que también es extensible a otros espacios americanos, donde ciertas poblaciones originarias fueron incorporadas a los imaginarios nacionales, exaltándose y glorificándose su pasado, desde el gesto de ensalzar sus luchas frente a la dominación hispano-colonial.<br />
<br />
En este contexto del movimiento primero emancipador y luego independentista, en los territorios de la Frontera se observan otros sentires en relación al mismo, los que comprometen no sólo a las poblaciones indígenas, sino que también a distintos segmentos de la sociedad regional, a hacendados, comerciantes [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] y mestizos, entre otros. El peso de lo construido, al calor de las negociaciones y acuerdos, vía los parlamentos, habían configurado modos de relaciones pacíficas en el contexto del espacio fronterizo. Territorio por lo demás, articulado desde un importante dinamismo económico-comercial, no sólo en el ámbito de la ganadería, sino que también a través del comercio y otros bienes manufacturados, como la producción textil, entre otras.<br />
<br />
En este escenario, el espacio fronterizo fue resistente a las fuerzas patriotas; constituyéndose no sólo en el espacio de huida y resistencia de las fuerzas o tropas realistas. Sino que también en el escenario de un tipo de guerra que ha sido calificada como ''guerra a muerte'', las que comenzaron a expresarse con fuerza, no sólo desde 1813, sino que también luego de la batalla de Chacabuco (1817) y después de la batalla de Maipú (1818). El escenario de la ''guerra a muerte'' fueron los espacios de llanos y valles, amén de los cordilleranos y de costa. Las acciones se organizaban, a modo de montoneras, protagonizadas por soldados huidos contando con la participación de parcialidades o agrupaciones indígenas. La razón de la lealtad indígena hay que situarla en el apoyo que los mapuche, en distintos parlamentos celebrados durante el periodo colonial, le habían declarado a la Corona española.<br />
<br />
Sin embargo, no todos los ''lonkos'' apoyaban la causa realista, observándose una suerte de fragmentación en el apoyo de las parcialidades ''lafkenches'', abajinos, arribanos y pehuenches, a las causas patriota y realista. Sin embargo, estas ''guerras a muerte'' o cruentos enfrentamientos tuvieron serios efectos desestabilizadores, ubicándose sus expresiones más álgidas a comienzos de la década de 1820, tanto en los llanos como en la cordillera, siendo sus jefes, Vicente Benavides y Manuel Picó, en los valles centrales; y los Pincheira, en los espacios cordilleranos. El apoyo de ciertas agrupaciones indígenas a éstos tenía expresiones diversas, manifestándose en tanto una simple adhesión o bien prestando apoyo material y suministrándoles víveres.<br />
<br />
Las autoridades centrales no sólo se encargaron de aplacar estos focos de resistencia, sino que también tuvieron que prestar atención, sobre todo a fines de la década de 1820 y comienzos de 1830, a la resistencia de la sociedad regional al proyecto nacional, en un contexto, donde la inestabilidad social y económica era un peligro; donde agrupaciones indígenas mostraban su resistencia al proyecto nacional. Y donde patriotas que habían sido derrotados al fragor de las guerras de Independencia, canalizaban la serie de resistencia que allí se presentaban. En este contexto, el 7 de abril de 1825 se celebró, en los llanos de Tapihue, un parlamento o primeras Paces Generales entre la República y la Araucanía.<br />
<br />
Múltiples son las dimensiones del parlamento de Tapihue, las más relevantes se situaban en dos ámbitos. Por una parte, las agrupaciones mapuche aceptaban que, efectivamente, al norte del Bíobío, se había conformado un Estado Nacional y que los españoles habían sido derrotados. Y el Estado chileno reconocía a los mapuche como ciudadanos. Lo cual tenía riesgos dado que las leyes de ciudadanía que se habían promulgado en las Constituciones de 1822 y 1823, aplicaban la categoría de chilenos a los nacidos en el territorio nacional y con derecho a voto, siendo mayores de 25 años, y que supiesen leer y escribir, además de otras restricciones, sobre todo en el ámbito económico. Los mapuche, quedaban fuera de esta categoría. Estas iniciativas legislativas tienen que ser entendidas como parte de un contexto de época de una sociedad que está privilegiando la homogeneidad de su cuerpo social, considerándose la diferencia o diversidad como una amenaza. Otro ejemplo para lograr esta homogenización fue la escuela en donde se prohibió el uso del ''mapudungun'', es decir, el habla y la enseñanza de la propia lengua mapuche.<br />
<br />
A comienzos de la década de 1830 se inicia una etapa que estará caracterizada por la necesidad de equilibrar las fuerzas, siendo un eje, el lograr la pacificación del territorio fronterizo. En ese contexto, se irán rearticulando las antiguas instancias de negociación colonial, los parlamentos; además de reactivarse el papel de las misiones en ciertos espacios de sur, apoyándose en el trabajo de misioneros franciscanos y, desde mediados del siglo XIX, con el de los capuchinos, venidos fundamentalmente de Europa. Iniciativas que, en su mayoría, comienzan a ponerse en marcha bajo la presidencia de José Joaquín Prieto (1831-1841). Al igual que el cambio que se fue implementando en el ámbito del antiguo ejército colonial, que en el contexto de los nuevos tiempos, era un ejército nacional, cuya implementación no estuvo exenta de dificultades, debido a los bajos sueldos y al alto nivel de deserción. <br />
<br />
Un hecho relevante, acaecido durante la presidencia de Manuel Bulnes (1841-1851) fue la celebración del parlamento de 1846, convocado por el Intendente de Concepción, y bajo la propuesta del misionero franciscano Querubín Brancadori. Allí estuvo presente el ''lonko'' Lorenzo Colipí y cerca de 3.000 indígenas, estableciéndose el compromiso y acuerdo de paz. Sólo las áreas de Purén y Angol, mostraban su resistencia a los acuerdos establecidos.<br />
<br />
A lo largo de 50 años (1810-1850), la Araucanía será un territorio que, paulatinamente, fue incorporado a la matriz fundacional de lo nacional. El vasto espacio fue explorado por científicos y viajeros nacionales y extranjeros, a fin de reconocer sus paisajes, límites, recursos y poblaciones. Sin embargo, la tarea no era fácil, su geografía resultaba un obstáculo para las exploraciones, por ende, el saber geográfico que se iba construyendo sobre aquel era impreciso, incluso inexacto, con la consideración que seguía siendo un territorio no completamente sometido a Chile, y por ende, su pacificación era un asunto de Estado.<br />
<br />
A partir de 1850 comenzó a evidenciarse un fenómeno nuevo en los territorios fronterizos: la adquisición de tierras indígenas por parte de particulares, ya sea a través de compra directa o arrendamiento, observándose que estas transacciones ocurrían de modo ilegal. Por ello es que se ejecutan una serie de medidas que, de forma muy concreta, buscan extender el control del Estado nacional en los territorios fronterizos. Una de ellas es la creación, en 1852, de la provincia de Arauco, la que administrativamente comprende territorios indígenas situados al sur del río Bíobío y al norte de la provincia de Valdivia. Esta medida, de carácter administrativo, es relevante puesto que implicaba la conformación de un aparato burocrático local, el que tendría a su cargo la relación con los lonkos, la regulación de las ventas de tierras y la aplicación de la justicia.<br />
<br />
Es en la década, 1850-1860, donde se vivirá una coyuntura crítica. Por una parte, el país será testigo de un movimiento de tropas denominado la revolución de 1851, siendo sus focos iniciales las ciudades de La Serena y Concepción, como una reacción y resistencia hacia el autoritarismo y centralismo del gobierno. En este contexto, agrupaciones mapuche se pliegan o adhieren a la resistencia frente al gobierno de Manuel Montt (1851-1861).<br />
<br />
Por otra parte, el país, hacia 1857, es afectado por una severa crisis económica, que se prolongará hasta 1861, causada por el cierre de los mercados californianos y australianos, lo que puso en jaque a la producción agrícola y a la industria manufacturera de trigo, harina y sus derivados. Ciertamente que la situación era mucho más compleja, puesto que la caída de las exportaciones de trigo y su manufactura, también dejaba al descubierto las características de las formas de producción; nuevos mercados internacionales que producían a precios menores; el endeudamiento de los sectores agrícolas y las especulaciones aparejadas. Coincidiendo estos fenómenos con la fuerte baja de la producción de plata en el Norte Chico del territorio nacional. Es en este contexto que el recurso tierras de la Araucanía comienza a ponerse, en el debate nacional, en primer plano.<br />
<br />
En esta coyuntura crítica, en 1859, el país se vio envuelto en una segunda revuelta armada contra el presidente Manuel Montt, la denominada revolución de 1859. En los territorios del sur, el movimiento estaba dirigido, desde Concepción, por el general José María de la Cruz. Numerosas parcialidades mapuche se sumaron al levantamiento y el principal líder mapuche que encabeza la resistencia al gobierno es Mañil Huenu o Magnin cuyo ascenso político se había iniciado luego de la muerte de Lorenzo Colipí.<br />
<br />
A partir de la década de 1861 y hasta 1883, se observan una multiplicidad de acontecimientos que llevarán a la desestructuración definitiva del territorio fronterizo. Uno de las claves para comprender este complejo proceso es la necesidad del Estado Nacional de incorporar esos territorios y sus poblaciones al proyecto nacional, desde la perspectiva del binomio civilización/barbarie; y la importancia de colonizar los territorios allí existentes a través de una serie de mecanismos. Como por ejemplo, mediante la edificación de ciudades; la puesta en marcha de obras de infraestructura; el desarrollo del comercio y la industria, en especial, la manufacturera y carbonífera. E igualmente, desde la promoción de una política de ocupación de tierras no solamente para formar parte del repertorio de tierras fiscales, sino que para ser trabajadas, agrícola y ganaderamente, mediante una dinámica política de inmigración europea.<br />
<br />
Desde esta perspectiva, los ejes centrales de la incorporación del territorio fronterizo, para lograr su pacificación, y posteriormente su ocupación, será trasladar la línea de frontera norte, el río Bíobío, al río Malleco, para desde allí, avanzar más al sur. Lo que permitiría ir subdividiendo las tierras existentes entre el Bíobío y el Malleco; y así, consecutivamente; propendiendo en esas tierras, la colonización. Un aspecto clave de este gran proyecto sería la defensa de los territorios a través de líneas de fuertes o plazas. Esta era el plan que, en lo medular, correspondía a los planteamientos del coronel Cornelio Saavedra.<br />
<br />
En este contexto, en 1862, se dirigen a Santiago dos comitivas de lonkos a parlamentar con el presidente José Joaquín Pérez (1861-1871). La primera comitiva es movilizada por el comandante general de armas de Santa Bárbara, Domingo Salvo, e incorpora a las parcialidades que en el revolución de 1859 apoyaron al gobierno de Manuel Montt. Entre ellos viajan Catrileo, Pinolevi, Guenchumán, y otros cincuenta caciques. La segunda comitiva, movilizada por Bernardino Pradel, un revolucionario de la frontera que volvía del exilio, representaba a las parcialidades que se habían levantado contra Montt, apoyando al general José María de la Cruz. Pradel logra reunir caciques de las parcialidades de Mañil, Melín y los huilliches, unos 13 en total.<br />
<br />
El general José María de la Cruz envío al gobierno un plan de ocupación. El gobierno debía avanzar hacia la frontera a través de fuertes que resguardarían las tierras incorporadas, renunciando a la idea de ocuparla de un solo golpe. Cruz calculó la población indígena en cien mil personas, y en cinco mil el número de mapuche capaces de resistir militarmente. A su vez, ese mismo año, 1862, el coronel Saavedra iniciaba arduas negociaciones con los caciques para avanzar hacia Angol. En noviembre recibió un importante refuerzo de hombres, llegando a contar con unos cuatro mil efectivos. En diciembre las tropas iniciaban la invasión final de los llanos de Angol, refundándose la ciudad.<br />
<br />
En 1864 se inicia en la Cámara de Diputados un debate acerca de cómo seguir avanzando en la Araucanía. Diariamente los indígenas acudían al Intendente o Gobernador a denunciar los despojos de terrenos de que eran objeto. Ese mismo año el cacique Mañil moría, pero antes de su fallecimiento reunió a varios ''lonkos'' y les recomienda celebrar la paz con el gobierno, aunque fuese a costa de grandes sacrificios; agregando que si éste les declaraba la guerra para quitarles sus tierras, debían pelear hasta morir. Se inició la resistencia militar del cacique Kilapán, hijo de Mañil y miembro de las parcialidades arribanas, las más afectadas con el avance de las tropas. Kilapán buscó distintas alianzas para fortalecer la resistencia, viajando incluso a Argentina para conseguir el apoyo de Calfucura y los pampas. Mientras tanto, los ''lafkenches'', pehuenches y abajinos se mantienen neutrales, con la esperanza de lograr algunos acuerdos con el gobierno.<br />
<br />
En 1865 el gobierno sospecha que los pehuenches y abajinos se unirían a los arribanos. Para evitar ataques, emisarios del ejército se dirigen a Antuco a parlamentar con los caciques Llaucaqueo, Purran, Huincaman, Haillai, Tranamir, Antaguir, Arenquel, Huaiquipan, Dumainao, Tripallan y Tranamon. Los indígenas se habrían comprometido a respetar la paz. Sin embargo, ese mismo año, la guerra con España paraliza momentáneamente los ánimos.<br />
<br />
En 1866, buques de guerra se dirigen al sur para reiniciar la ocupación del litoral de la Araucanía, tarea que se encomienda al coronel Cornelio Saavedra. Las operaciones del coronel se extienden hasta 1867, año también importante puesto que por Decreto Supremo del 5 de julio, el territorio mapuche se transforma en territorio de colonización. El gobierno solicita al coronel Cornelio Saavedra que abandone la ocupación del litoral y se haga cargo de las ocupaciones en los llanos, con la misión de ocupar la línea de Malleco y establecer Angol como centro de operaciones. Ese mismo año, 1867, Kilapán inició una nueva resistencia que se extenderá por dos años.<br />
<br />
En noviembre de 1867 Saavedra convoca a un parlamento para buscar acuerdo con algunas de las parcialidades de la zona. Saavedra sabía que debía neutralizar a los indios arribanos, comandados por Kilapán, y a los abajinos, cuyos caciques más importantes eran Catrileo, Pinolevi y los Colipies. Mientras el primero era conocido por su tenaz resistencia a las operaciones del gobierno; los tres últimos eran más leales al gobierno. Saavedra se proponía conseguir la autorización de los caciques para establecer fortines con el fin de asegurar la línea de Malleco.<br />
<br />
En 1868 el coronel Saavedra concluyó el establecimiento de la línea de Malleco, disponiéndose entonces a retornar al litoral para seguir avanzando por la costa de la Araucanía. Kilapán siguió constituyendo la más grave amenaza para los planes del gobierno, tanto por sus habilidades militares como por su capacidad para aglutinar a los grupos más decididos para mantener la resistencia. Ese mismo año, el gobierno central divide a la Araucanía en la Alta y Baja Frontera. A cargo de las operaciones en la Baja Frontera (Litoral) queda el coronel Saavedra. En la Alta Frontera o llanos centrales, asumía la dirección el general José Manuel Pinto.<br />
<br />
Ese mismo año, nuevamente en la Cámara de Diputados se genera un debate sobre la ocupación de la Araucanía. Las posiciones se dividen entre sectores radicales que proponen actuar sin vacilaciones y empleando toda la fuerza necesaria contra los mapuche. Y aquellos que la rechazan, acusando al gobierno de propagar la civilización con los medios de la barbarie. Este debate se producía al calor de la solicitud del gobierno de aumentar los recursos para movilizar al ejército en la Frontera y asegurar el avance al sur de la línea de Malleco, en medio de la resistencia encabezada por Kilapán.<br />
<br />
Conseguido el apoyo del Congreso, el gobierno reinicia las operaciones militares en la Araucanía. El diario ''El Meteoro'' de Los Ángeles, anunciaba el regreso de Argentina de Kilapán, acompañado de gran cantidad de lanzas o ''conas'' pampeanos. El 26 de abril de 1868 las tropas del ejército se enfrentan a las de Kilapán en la batalla de Quechereguas. Los combates continuos y sangrientos se suceden hasta 1869, año en que algunos oficiales del ejército buscan entenderse con los caciques a través de cartas. Varios de éstos las rechazan porque alegan que nunca el gobierno ha usado papeles escritos para parlamentar con ellos. El general Pinto informa al gobierno de las dificultades de la guerra.<br />
<br />
En 1870, en la Baja Frontera, el coronel Mauricio Muñoz informaba al coronel Saavedra de sus operaciones en torno a la plaza de Purén, dando cuenta de la destrucción de viviendas o rucas y sembradíos, además de algunas muertes provocadas al enemigo. En abril, el teniente coronel José Domingo Amunátegui informa al mismo Saavedra haber incendiado rucas y haber asolado los campos por donde pasaban sus tropas. Cornelio Saavedra reconocía los horrores de la guerra y se preguntaba si por este medio podría asegurarse la sumisión definitiva del mapuche. Ese mismo año, luego de la fundación de Lumaco, se retira de la Frontera. Un año después, el general Pinto también la abandonaría. En su reemplazo se nombra al general de brigada Basilio Urrutia.<br />
<br />
A partir de entonces y hasta 1881, el gobierno central decide suspender el avance en la Frontera y detiene la guerra. Proponiéndose la implementación de la política de colonización del territorio hasta el río Malleco por la parte central. Desarrollándose a su vez, una serie de obras de infraestructura como los tendidos del ferrocarril y el telégrafo, que permiten que aquellas zonas queden unidas a Santiago.<br />
<br />
En este contexto de la política de la colonización, en 1873 el general Urrutia celebró un parlamento con cerca de 55 caciques pehuenches, con quienes acuerda la paz y se asegura que se someterán al gobierno de Chile. Kilapán, aunque no establece ningún acuerdo formal con el ejército de Chile, detiene la resistencia y los indios abajinos se declaran leales al gobierno. En 1874 emerge nuevamente el terror del bandolerismo, por lo que, al año siguiente, el general Urrutia solicitaba autorización para avanzar la línea de Frontera, pero el gobierno se niega: entre el Malleco y el Cautín existe un espacio de resistencia. Con la consideración de que se reconoce que los lonkos más poderosos y que representan un mayor peligro para sus intereses son los caciques arribanos. Por ello será clave que, en 1878, siendo el coronel Cornelio Saavedra nombrado Ministro de Guerra, el gobierno decida avanzar la línea de frontera a Traiguén. La tarea fue encomendada al comandante Gregorio Urrutia, quién cumple con el cometido de fundar la plaza de Traiguén, en diciembre de ese mismo año. Esta línea de defensa era también estratégica puesto que permitía continuar el avance hacia el sur, hacia el río Cautín y los cerros Ñielol, un corazón más de la Araucanía.<br />
<br />
En 1879 el estallido de la Guerra del Pacífico obligó al gobierno a retirar al ejército de la Frontera, reemplazándose por las Guardias Cívicas o Nacionales. Por un momento, las cosas se pusieron relativamente en su lugar, activándose las actividades de la ganadería, el comercio y la agricultura. Las agrupaciones indígenas mostraban ya signos de gran cansancio, observándose fragmentaciones de liderazgos e iniciativas de negociar con las autoridades. Además de la memoria sobre las formas de enfrentamiento, las que comportaban destrucción y quema de las viviendas o rucas, junto a la pérdida de animales y vidas humanas. Sin embargo, hacia 1880 se verifica en Traiguén un inicio de hostilidades a raíz del asesinato del cacique Melín, el de su hijo y familiares. Generándose enfrentamientos entre los mapuche y las guardias nacionales. Nuevamente, en el debate nacional, se ponía el tema de ocupar, rápidamente, la Araucanía y lograr el sometimiento de las agrupaciones indígenas.<br />
<br />
Hacia comienzos de 1881, ante rumores de un levantamiento indígena, el gobierno central decide avanzar la línea de frontera hasta el río Cautín. Determinándose que el Ministro del Interior, Manuel Recabarren debía viajar a la Frontera para ponerse personalmente al frente del operativo que se quería implementar. Este avance tuvo otras características, la resistencia indígena prácticamente no se hizo sentir. Incluso, al fundarse Temuco, uno de los puntos máximos del avance hacia el sur, el ministro recibió al cacique general Venancio Coñoepán, junto a otros principales. Se solicita que los chilenos se retiren de los fuertes. Ciertamente que Coñoepán había movilizado una importante fuerza social. La que luego se dividirá entre lo que optarán por una posición negociadora; y los que decidirán atacar a los chilenos, a fines de 1881, bajo la dirección del lonko Millapán, hermano de Venancio Coñoepán.<br />
<br />
En marzo de 1881 se efectuó una gran junta mapuche, en donde ''lonkos'' y principales asistentes decidieron defenderse de la ocupación que significaba la fundación de ciudades, fuertes y plazas, al calor del desplazamiento de la línea de frontera. Era una suerte de declaración de guerra. Los enfrentamientos fueron escalando, al punto que los mapuche logran refugiarse en los cerros del Ñielol, aunque la cercanía del invierno, las bajas temperaturas y las lluvias, fueron apropiadas para apaciguar los ánimos. Entre los chilenos comenzaron a correr las noticias de que los mapuche preparaban un ''malón'', levantamiento general que comprometía a pehuenches, costinos, abajinos, [[MAPUCHES_EN_EL_TIEMPO_Y_EN_EL_ESPACIO | mapuches]] de las pampas y arribanos, entre otros. El movimiento se desato a comienzos de noviembre de 1881, los [[MAPUCHES_EN_EL_TIEMPO_Y_EN_EL_ESPACIO | mapuches]] atacaban, casi de forma simultánea, distintas plazas y fuertes establecidos en los alrededores de las líneas del Traiguén y del Cautín. Pero para aquellos fue una derrota.<br />
<br />
Hacia 1882, medianamente controlada la resistencia mapuche, el gobierno acelera la fundación de ciudades, como Ercilla, Imperial, Carahue, Galvarino y Freire. El 1 de enero de 1883 funda Villarica, en tierras obtenidas del cacique Epulef. Con esto, la ocupación de la Araucanía queda prácticamente concluida. Ese mismo año comenzó a operar la ''Comisión Radicadora de Indígenas'', cuya labor consistió en ubicar a los mapuche en espacios delimitados, llamados reservaciones. Allí se entregaron mercedes de tierra para que las comunidades desarrollasen prácticas económicas asociadas a la agricultura y ganadería. La Araucanía dejaba de ser un espacio fronterizo, constituyéndose allí amplios terrenos fiscales aptos para el desarrollo de una política de colonización e inmigración nacional y extranjera.<br />
<br />
Otros tiempos se abrirán luego de la radicación, a la luz, esta vez, de la problemática de cómo integrar a los [[MAPUCHES_EN_EL_TIEMPO_Y_EN_EL_ESPACIO | mapuches]] a ser chilenos, pero en otro ''butalmapu'' o ''fütalmapu'', uno creado de forma dramática y con pérdida de vidas humanas. Ciertamente que este proceso es parte de una historia nacional, la de la formación de una nación moderna, con sus cohesiones y también sus exclusiones. Cabe la reflexión si sería necesario avanzar en la comprensión de una historia nacional conformada por diferentes relatos, como lo vivido por las agrupaciones del pueblo mapuche, quienes permanecen, continúan, a pesar de las fuertes transformaciones y cambios acontecidos.<br />
<br />
<br />
=Bibliografía=<br />
<br />
*ALVARADO, Margarita, ''et. al., Mapuche. Fotografías siglos XIX y XX. Construcción y montaje de un imaginario''. Pehuén editores, Santiago 2001. <br />
<br />
*AYLWIN, J., “''Estudios sobre tierras indígenas de la Araucanía: Antecedentes Histórico Legislativos (1850-1920)''”. ''Serie Documentos'' N° 3. Instituto de Estudios Indígenas, Universidad de la Frontera. Temuco 1995<br />
<br />
*BENGOA, J., ''Historia del pueblo mapuche (siglo XIX y XX)''. Ediciones Sur, Santiago1985 .<br />
<br />
*BENGOA, J., (compilador), ''La memoria olvidada. Historia de los pueblos indígenas de Chile. Compilación del Informe de la Comisión de Verdad Histórica y Nuevo Trato''. Publicaciones del Bicentenario, Santiago 2004 .<br />
<br />
*COÑA, P., ''Memorias de un cacique mapuche''. Editorial Pehuén, Santiago 1992. <br />
<br />
*GALLARDO, V., “''Héroes indómitos, Bárbaros y Ciudadanos Chilenos: el discurso sobre el indio en la construcción de la identidad nacional''”. R''evista de Historia Indígena'' N°5 (2001), pp. 119-134, Universidad de Chile, Santiago.<br />
<br />
*LABBE, M., ''Memoria del Protector de Indígenas de Arauco''. Imprenta Universo, Santiago 1911.<br />
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*MOESBACH, Padre E.W. de, ''Vida y costumbres de los indígenas araucanos en la primera mitad del siglo XIX''. Imprenta Universitaria, Santiago 1930.<br />
<br />
*MONTECINOS, S., ''La sociedad mapuche: transformaciones estructurales entre los siglos XVI y XIX. Tesis de Grado. Escuela de Antropología'', Universidad de Chile, Santiago 1980.<br />
<br />
*PÉREZ ROSALES, V., ''Recuerdos del pasado''. Editorial Francisco de Aguirre, Buenos Aires 1971 [1882].<br />
<br />
*PINTO, Jorge, ''La formación del Estado y la Nación y el pueblo mapuche''. ''De la inclusión a la exclusión''. Colección IDEA. Centro de Investigaciones Diego Barros Arana, Santiago 2000.<br />
<br />
*VILLALOBOS, S., ''et. al., Relaciones fronterizas en la Araucanía''. Ediciones de la Universidad Católica de Chile, Santiago 1982. <br />
<br />
<br />
<br />
'''CAROLINA ODONE'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización|CRIOLLOS; su aporte a la evangelización]]<br />
<br />
[[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas|EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA; contribución de los jesuitas]]<br />
<br />
<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=CATECISMO_LIMENSE&diff=3705006
CATECISMO LIMENSE
2022-02-15T00:12:11Z
<p>Louvier: /* BIBLIOGRAFIA */</p>
<hr />
<div>==Prólogo==<br />
<br />
La «Doctrina Cristiana y Catecismo para Instrucción de los Indios» fue un fruto maduro del Tercer Concilio Provincial de Lima, convocado por santo [[TORIBIO_DE_MOGROVEJO | Toribio de Mogrovejo]] y celebrado el año 1583. Constituye una obra maestra de la evangelización del indígena, que merece toda nuestra atención e interés. Esta obra encierra gran valor desde diferentes aspectos:<br />
<br />
* Bibliográfico, por ser la primera obra impresa en América del Sur,<br />
* Lingüístico, por la traducción y estudio de las lenguas quechua y aymara,<br />
* Etnográfico, por el conocimiento que nos ofrece de las costumbres y ritos del indígena,<br />
* Misionero sobre todo, sirvió como instrumento de evangelización para muchos hombres desde el siglo XVI hasta el XIX.<br />
<br />
==Conciencia misionera==<br />
<br />
El sentido evangelizador y misionero que tuvo el descubrimiento y conquista de América no fue algo accesorio o de carácter secundario, sino de primera importancia. La cristianización de los pueblos de América fue una obligación que el papa encomendó a los monarcas españoles, y estos descargaron en los misioneros de las diferentes órdenes religiosas y en el [[EVANGELIZACIÓN;_participación_del_clero_secular | clero secular]]. <br />
<br />
En los reyes se descubre una auténtica preocupación por la evangelización del indio y de ello hay abundantes testimonios. En una Instrucción del rey Felipe II al virrey don [[VELASCO_Y_RUIZ_DE_ALARCÓN,_Luis_de | Luis de Velasco]] dice lo siguiente: ''“Lo primero y más principal que os encargo es que tengáis especial cuidado de la conversión de la cristiandad de los indios y para que en cosa de tan gran importancia ya que me siento tan obligado: os informéis si hay ministros suficientes que les enseñen la doctrina y les administren los sacramentos y si estos cumplen con sus ministerios”''.<ref>Archivo General de Indias, Lima 570, 203.</ref><br />
<br />
Durante el siglo XVI los reyes solicitaron de forma reiterada a las órdenes religiosas, principalmente a los franciscanos, la participación en la evangelización de los naturales. El número de religiosos enviados de las distintas órdenes religiosas fue muy alto, en menor número del [[EVANGELIZACIÓN;_participación_del_clero_secular | clero secular]]. Pedro Borges contabiliza en el siglo XVI un total de 6.039 religiosos españoles que viajaron a América y Filipinas, sufragados por la corona.<ref>BORGES, I, 440</ref><br />
<br />
Las órdenes religiosas llamadas a evangelizar fueron principalmente las grandes órdenes de la época: franciscanos, dominicos, [[MERCEDARIOS_EN_LA_EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA | mercedarios]], [[AGUSTINOS | agustinos]] y los entonces recientemente fundados [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]]. Las tres primeras llegaron a Perú en la primera expedición de los conquistadores, en tomo a 1532. Los [[AGUSTINOS | agustinos]] y [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] llegaron varios años más tarde, en 1551 y 1568 respectivamente. A todos ellos se les asignaron «[[DOCTRINAS;_su_publicación | doctrinas]][[PARROQUIAS_RURALES;_Su_organización_en_el_Perú_Virreinal | doctrinas de indios]]», llegando a los lugares más alejados y de difícil acceso del virreinato.<br />
Precisamente por el crecido número de estas [[DOCTRINAS;_su_publicación | doctrinas]] de indios, a los pocos años de la llegada de los españoles aparecieron las primeras gramáticas y vocabularios que permitían aprender su lengua, y los primeros [[CATEQUESIS_EN_EL_SIGLO_XVI_(II) | catecismos]] manuscritos en lenguas nativas donde se vertía lo esencial de la fe cristiana. La labor de los misioneros reclamaba textos traducidos a las lenguas de los pueblos [[INDÍGENAS;_Su_actitud_ante_la_Evangelización | evangelizados]], que incluyeran la exposición elemental de las verdades de fe y que respondieran a las peculiaridades culturales de los oyentes.<br />
<br />
Entre estos primeros [[CATEQUESIS_EN_EL_SIGLO_XVI_(II) | catecismos]] que no fueron publicados se encuentra el del dominico [[SAN_MARTÍN,_FRAY_TOMÁS_DE | Fray Tomás de San Martín]], primero que hizo una Gramática o Arte de la lengua (1560) y Lexicón o Vocabulario (1560) en quechua. No se conoce la fecha exacta de su aparición, sabemos que fue antes de 1550.<br />
<br />
También los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], según Torres Saldamando, acordaron en la congregación provincial celebrada en Lima en enero de 1576, preparar en lengua quechua y aymará dos [[CATEQUESIS_EN_EL_SIGLO_XVI_(II) | catecismos]] uno pequeño y otro mayor. El mismo autor indica que para el mes de octubre del mismo año, el padre Alonso de Barzana acababa de corregir el catecismo breve, arte y confesionario en las dos lenguas.<ref>TORRES SALDAMANDO, 38</ref>Según Luis Resines este catecismo llegó a imprimirse en la imprenta de Antonio Ricardo antes de 1590.<ref>RESINES, 75</ref> <br />
<br />
El padre agustino Diego Ortiz compuso una «Doctrina Cristiana y Sermones en lengua quichua».<ref>PAUL RIVET, I, 25</ref>Este texto quechua debió ser anterior a 1571, fecha en la que murió Diego Ortiz a manos de los indios. Las otras órdenes religiosas, especialmente los franciscanos, con un número muy alto de misiones, debieron de utilizar algún catecismo en [[MISIONEROS_Y_LENGUAS_EN_HISPANOAMÉRICA | lenguas indígenas]]; desgraciadamente no hay huella de ellos.<br />
<br />
Los instrumentos de catequesis «[[DOCTRINAS;_su_publicación | doctrinas]], [[CATEQUESIS_EN_EL_SIGLO_XVI_(II) | catecismos]] y confesionarios» elaborados por los religiosos españoles durante el siglo XVI, considerado el siglo de oro de la catequesis, fueron numerosos. Sin embargo podemos observar que las obras traducidas a las lenguas generales del virreinato peruano son notablemente inferiores que las destinadas a Méjico. Según los estudios de José Sánchez Herrero las obras escritas en el siglo XVI según las órdenes religiosas fueron las siguientes:<ref>SÁNCHEZ HERRERO 260</ref> <br />
<br />
* Los franciscanos escribieron sesenta y siete obras de las cuales ninguna fue en lengua quechua o aymará, treinta y nueve en [[MISIONEROS_Y_LENGUAS_EN_HISPANOAMÉRICA | lenguas indígenas]] principalmente mejicanas y el resto en español y latín.<br />
* Los dominicos escribieron treinta y dos de ellas dos en la lengua general del Perú y veintisiete en lenguas mejicanas.<br />
* Los [[AGUSTINOS | agustinos]] escribieron doce, de ellas ninguna en lengua del Perú.<br />
* Los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] escribieron diecinueve obras, ocho en quechua y diez en aymará. Mexicana sólo una. <br />
<br />
Los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] se incorporaron tardíamente a las misiones de América por estar recién fundados (1539), tuvieron una contribución notablemente mayor en lo que se refiere a la elaboración de instrumentos de catequesis en las lenguas generales del Perú.<br />
<br />
Por otra parte el arzobispo Loayza en 1545 publicó un memorial en el que pedía doctrinar a los indios ''“en la lengua latina o romance conforme a lo contenido en las cartillas que de España vienen”'' y utilizar ''“ciertos coloquios o pláticas que están hechos en su lengua, en los cuales se trata de la creación y de otras cosas útiles mediante las cuales podrán más presto venir en conocimiento de Dios...”''.<ref>OLMEDO JIMÉNEZ, 304)</ref>El primer Concilio Límense (1552) dispuso la redacción de una cartilla o catecismo «menor» en castellan, y unos coloquios en la lengua de la tierra donde se pudiera explicar de forma más extensa las verdades de la referida cartilla. <br />
<br />
En el segundo Concilio Límense (1568) urgió de nuevo la redacción de un «catecismo único». La redacción fue postergada en espera de tener el catecismo del [[CONCILIO_DE_TRENTO:_SU_APLICACIÓN_EN_EL_VIRREINATO_DEL_PERÚ | Concilio de Trento]] o «Catecismo Romano». No obstante se resolvió que cada obispo sufragáneo de Lima redactara una cartilla o un compendio de la Doctrina Cristiana de uso obligatorio. El contenido debía ser explicado en la lengua de los indios, por tanto los doctrineros debían conocerla. El uso de latín que Loayza aconseja en el memorial de 1545 se destierra completamente; las lenguas nativas adquieren cada vez mayor importancia.<br />
<br />
Fueron pasando los años y postergándose la redacción del catecismo único. El arzobispo Loayza y el rey Felipe II sintieron la necesidad de convocar un nuevo concilio provincial, ante los graves problemas que se presentaban en relación con la evangelización. Lo impidió la salud deteriorada del anciano arzobispo y la ausencia del virrey; el deseado concilio no se convocó hasta después de la llegada del arzobispo [[TORIBIO_DE_MOGROVEJO | Toribio de Mogrovejo]] al virreinato del Perú.<br />
<br />
El santo arzobispo llegó a Lima en mayo de 1581 y a los pocos meses, el 15 de agosto, publicó el edicto de convocatoria del concilio. Se convocó para el 15 de agosto del año siguiente 1582, es decir daba un año de plazo para que llegasen a Lima todos los obispos sufragáneos, que eran todos los de América del Sur desde Nicaragua hasta Concepción en Chile.<br />
<br />
Se inició el III Concilio como se había previsto el 15 de agosto de 1582 y Uno de los primeros temas tratados fue la catequesis y evangelización de los indios. Se sentía una viva necesidad de subsanar las dos carencias fundamentales habidas hasta entonces: la falta de uniformidad en el texto castellano (se enseñaba sin criterio único y esto acarreaba muchas confusiones) y la falta de [[CATEQUESIS_EN_EL_SIGLO_XVI_(II) | catecismos]] traducidos a las lenguas de la tierra, cuyas traducciones fueren aprobadas. En este sentido el llamado Catecismo Límense quiso responder a estas necesidades. <br />
<br />
En el decreto tercero de la segunda acción del concilio se dice: ''“para que los indios que están aún muy faltos en la doctrina cristiana, sean en ella mejor instruidos y haya una misma forma de doctrinarlos, pareció necesario siguiendo los pasos del concilio general tridentino, hacer un catecismo para toda esta provincia por el cual sean enseñados todos los indios conforme a su capacidad”''. Se pide que todos utilicen el mismo catecismo bajo pena de excomunión ''“y porque para el bien y utilidad de los indios importa mucho que no sólo en la substancia, y sentencia haya conformidad, sino también en el mismo lenguaje y palabras”''.<ref>''[[CONCILIO_TERCERO_DE_LIMA | Tercer Concilio Limense]]'', 60).</ref> <br />
<br />
El primer trabajo consistió en la elaboración de un texto único en castellano y para ello el concilio propuso una comisión de teólogos que seleccionasen los contenidos fundamentales: ''“y por ser cosa tan conforme a lo que el Sacro [[CONCILIO_DE_TRENTO:_SU_APLICACIÓN_EN_EL_VIRREINATO_DEL_PERÚ | Concilio de Trento]] encarga de la doctrina, señaló con maduro acuerdo este Sínodo Provincial algunas personas doctas religiosas y expertas que compusieran un catecismo general para todas estas provincias, encargándoles que en cuanto a la sustancia orden siguiesen en todo lo posible el catecismo de la santa memoria de Pío V y cuanto al modo y estilo procurasen acomodarse al mayor provecho de los indios”''.<ref>''Doctrina Cristiana y Catecismo'', 13).</ref> <br />
<br />
La elaboración del texto castellano fue encomendado por el concilio a un equipo de «personas, doctas religiosas y expertas». Los mejores estudios del catecismo, el del padre León Lopetegui y el del padre Juan Guillermo Durán, atribuyen al padre José de Acosta una participación protagónica en este equipo de teólogos, por considerar que la obra tiene una unidad de estilo y unas características similares a las otras obras escritas por él: <br />
<br />
''“A su experta mano se deben atribuir por tanto todas aquellas cualidades o logros que hacen de estos escritos una verdadera joya catequética, dentro del marco de la literatura misional hispanoamericana del siglo XVI, como son: calidad de contenido, claridad y sencillez de estilo, acomodación didáctica a la idiosincrasia de los catecúmenos tinte teológico-popular, etc.”''.<ref>DURÁN, 391).</ref>El padre Enrique Bartra, agrega como colaboradores del padre Acosta al jesuita Juan de Atienza y al canónigo Juan de Balboa.<br />
<br />
Tomaron como base el texto del catecismo romano de san Pío V, sin duda estuvo presente el catecismo propuesto en los anteriores concilios provinciales y algunos otros que circulaban procedentes de España. De todos ellos se seleccionó como contenidos fundamentales: el símbolo de la fe, los sacramentos, los mandamientos y la oración del Padre Nuestro. El compendio del catecismo elaborado recientemente por el papa Benedicto XVI, toma como fundamentales los mismos contenidos.<br />
Este primer catecismo se inspiró en los otros anteriores, pero no fue copia de ninguno. Se acomodaba a la mentalidad y creencias del indígena; para ellos estaba destinado y en este sentido fue original. Se pidió que para su mayor aplicación fuese presentado a modo de preguntas y respuestas, y que se tradujese a las dos lenguas generales del Perú. A modo de ejemplo vamos a transcribir las primeras preguntas del catecismo menor:<br />
<br />
''“P. Decidme ¿hay Dios?''<br />
''R. Sí padre, Dios hay.''<br />
''P. ¿Cuántos dioses hay?''<br />
''R. Uno solo, no más.''<br />
''P. ¿Dónde está ese Dios?''<br />
''R. En el cielo, y en la tierra y en todo lugar.''<br />
''P. ¿Quién es Dios?''<br />
''R. Es el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo: que son tres personas y un solo Dios.''<br />
''P. ¿Cómo son tres personas y no más de un solo Dios?''<br />
''R. Porque de estas tres personas el Padre no es el Hijo, ni el Espíritu Santo. Ni el Hijo no es el Padre, ni el Espíritu Santo. Pero todas tres personas tienen un mismo ser, y así son no más de un solo Dios.''<br />
''P. ¿Pues el sol, la luna, estrellas, lucero, rayo no son Dios?''<br />
''R. Nada de eso es Dios, mas son hechura de Dios que hizo el cielo y la tierra y todo lo que hay en ellos para el bien del hombre”.''<ref>Doctrina Cristiana y Catecismo 46-47).</ref><br />
<br />
Vemos cómo en este caso desea corregir las creencias extendidas de que la luna, el sol, y otros seres de la creación son dioses a los que hay que dar ofrendas. En cuanto a la traducción se nombró una comisión para el quechua y otra para el aymará. Conocemos la comisión encargada del quechua, en el códice límense figuran los nombres de los participantes:<br />
<br />
''“El doctor Juan de Balboa, de la Santa Iglesia de los Reyes, el canónigo Alonso Martínez, prebendado de la Santa Iglesia del Cuzco, el padre Bartolomé de Santiago, de la [[JESUITAS_(Compañia_de_Jesús) | Compañía de Jesús]] y Francisco Carrasco, clérigo presbítero, decimos que nosotros hemos traducido la Doctrina Cristiana y Catecismo por el Santo Concilio Provincial nos fue cometido, y de romance castellano le hemos vuelto a la lengua general del Cuzco, guardando en todo y por todo el sentido del original que se nos dio, y en ello hemos puesto la diligencia que nos ha sido posible, procurando hacer la traducción más propia, fiel e inteligible que hemos podido alcanzar. Y de unos fe que la dicha traducción es la que se contiene en este cuaderno de catorce hojas. Y en testimonio de verdad lo firmamos de nuestros nombres”''.<ref>DURÁN, 400).</ref><br />
<br />
No se conoce con la misma precisión el equipo que tradujo al aymará, aunque parece que el jesuita mestizo Blas Valera fue uno de los principales protagonistas. El padre Enrique Bartra agrega como colaboradores al jesuita Bartolomé de Santiago, mestizo, y al clérigo Francisco Carrasco.<br />
<br />
En el concilio se urgió a los obispos sufragáneos a que tradujeran el catecismo a las lenguas propias de sus obispados. Hubo en efecto muchas traducciones. En Quito se tradujo a la lengua tollana, cañari, purgay, quillasinga. En el sur del Perú, entre Arequipa, Moquegua y Cuzco al puquina. En Chile al araucano. En Paraguay al guaraní y en Santa Fe de Bogotá al muisca.<ref>DURÁN, 381).</ref> <br />
<br />
En cuanto a la impresión, viendo que era muy difícil imprimir la obra en España ''“por no se poder llevar a imprimir a nuestro reinos de Castilla por no poder ir allá los correctores de las dichas lenguas quechua y ajanará”'',<ref>''Doctrina Christiana y Catecismo'' 192)</ref>y que en Perú no había autorización para imprimir libros, encomendaron el trabajo a Antonio Ricardo, impresor que había llegado con su imprenta a Lima procedente de Méjico en 1581. Empezaron a trabajar antes de haber obtenido la licencia, por considerar que no se podía perder tiempo y que el rey, vista las circunstancias y el interés que tenía en la evangelización de los indios, a pesar de la resistencia, la iba a conceder. <br />
<br />
Antonio Ricardo se instaló en el [[LIMA:_COLEGIO_DE_SAN_PABLO | colegio de San Pablo]] de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], el mismo local que hoy corresponde a la Biblioteca Nacional.<ref>Se refiere al local de la Av. Abancay. La Biblioteca se ha trasladado a la Av. Javier Prado.</ref>La impresión de la obra tuvo un gran mérito: en primer lugar por ser el primer libro impreso en Perú, en segundo lugar por su extensión casi 800 páginas y en tercer lugar por presentar simultáneamente los textos en las tres lenguas: castellano, quechua y ajanará, es una verdadera joya bibliográfica.<br />
<br />
¿En qué consiste este catecismo? Suele suceder que cuando escuchamos esta palabra, recordamos los sencillos [[CATEQUESIS_EN_EL_SIGLO_XVI_(II) | catecismos]] utilizados en nuestra infancia. Sin embargo el catecismo límense está muy lejos de ser un libro breve. La edición facsímil de la obra completa de la primera edición del catecismo, realizada el año 1985 con motivo del cuarto centenario de su publicación, tiene un total de 777 páginas. <br />
Es una obra muy extensa con una presentación organizada y didáctica, que contiene diversos instrumentos catequéticos de uso común en la época: catecismo menor y mayor, confesionario, exhortaciones para bien morir, sermonario. No siempre se publicó toda ella junta, lo más común fue publicar algunas de las partes sueltas según las necesidades o exigencias del momento.<br />
Para su estudio muchos autores han dividido el catecismo en tres partes, las que corresponden a los tres volúmenes entregados a la imprenta:<br />
<br />
* La primera parte se titula «Doctrina Cristiana y catecismo para instrucción de los indios, y de las demás personas que han de ser enseñadas en nuestra Santa Fe con un Confesionario y otras cosas necesarias para los que doctrinan.» Fue publicado en 1584.<br />
* La segunda parte se titula «Confesionario para los curas de indios con la instrucción contra sus ritos», publicado en 1585.<br />
* La tercera y última parte se titula «Tercero Catecismo y exposición de la Doctrina Cristiana por sermones para que los curas y otros ministros prediquen y enseñen a los indios y a las demás personas», publicado en 1585.<br />
<br />
Nosotros no vamos a seguir esta clasificación, sino que vamos a tratar de desarrollar y explicar los diferentes instrumentos de evangelización tal como aparecen: «cartilla, [[CATEQUESIS_EN_EL_SIGLO_XVI_(II) | catecismos]] y confesionario y preparación para el artículo de la muerte».<ref>Doctrina Cristiana y [[CATEQUESIS_EN_EL_SIGLO_XVI_(II) | Catecismos]] 191).</ref><br />
<br />
«La Cartilla» llamada también «Doctrina Cristiana» se compone de un formulario escueto, sin ningún tipo de explicación adjunta, de las oraciones y de los contenidos fundamentales de la fe: las oraciones del Padre nuestro, Ave María, Salve, y Credo, sacramentos, mandamientos, obras de misericordia, potencias del alma, virtudes teologales y cardinales. La aprendían, generalmente, de memoria cantándolo a coro. Este instrumento por su sencillez, y por la facilidad de su aplicación, fue uno de los más utilizados en la evangelización.<br />
<br />
Las cartillas utilizadas en las escuelas para el aprendizaje de la lectura no eran más que un par de hojas con abecedario y silabario y una Doctrina Cristiana donde se contenían las oraciones y las fórmulas de la fe, sin ninguna explicación adjunta. Estos libritos recibían el nombre de «Cartillas de la Doctrina Cristiana». Se podría decir que estas cartillas tenían más de catecismo que de cartilla, y que fueron instrumentos fundamentales tanto para el aprendizaje de la lectura y escritura, como para la evangelización. Llegaron en buen número ya impresas de España. Otras muchas se imprimieron aquí, todas ellas en castellano a excepción de la Doctrina Cristiana contenida en este catecismo.<br />
<br />
En unas ordenanzas dirigidas a los maestros de Lima el año 1592 se decía cómo se aprendía esta Doctrina Cristiana ''“después que hayan tomado la lección todos y corregido, rezarán en tono la doctrina cristiana en esta manera: por la mañana las cuatro oraciones, los mandamientos, la confesión en romance y por la tarde las demás restantes de suerte que cada día recen toda la cartilla”.''<ref>BUSTO DUTURBURU, 148).</ref>Esta costumbre de aprender de memoria la Doctrina Cristiana en la escuela era heredada de España, donde todas las cartillas para aprender a leer fueron libritos donde se contenía la Doctrina Cristiana.<br />
<br />
''“En el terreno de la enseñanza popular de la doctrina cristiana la imprenta había propagado hasta entonces «cartillas» que servían para enseñar a leer y en las cuales se encontraba al lado de las oraciones usuales, unas coplillas versificadas en estilo llano, que permitían aprender de memoria los datos esenciales sobre el credo, los mandamientos, los sacramentos, las obras de misericordia, los pecados, las virtudes, las potencias del alma, los frutos del Espíritu Santo, todo ello en el mismo plano sin nada que apelara a la inteligencia o la conciencia”''.<ref>BATAILLON, 534).</ref> <br />
<br />
Los niños recibieron una instrucción religiosa más intensa que los adultos. Eran adoctrinados diariamente, mientras que los adultos sólo dos o tres veces por semana. Además existían las escuelas de primeras letras donde también aprendían la Doctrina. Cuando habla de «[[CATEQUESIS_EN_EL_SIGLO_XVI_(II) | catecismos]]» se refieren al «Catecismo Breve para rudos y ocupados y Catecismo Mayor».<br />
<br />
El «Catecismo Breve» es un instrumento muy similar a la «Doctrina Cristiana» en cuanto a contenidos se refiere, pero se presenta formulado a modo de preguntas y respuestas breves, acompañadas de explicaciones concisas adaptadas a las creencias y mentalidad del indígena. Fue el segundo instrumento más utilizado después de las «[[DOCTRINAS;_su_publicación | Doctrinas]] Cristianas». <br />
<br />
Se prestaba más al diálogo comprensivo y a la explicación, era un complemento y ampliación al aprendizaje memorístico. Los contenidos como ya se ha dicho eran: el símbolo de la fe, sacramentos, mandamientos y la oración del Padre Nuestro.<br />
<br />
Tras el Catecismo Breve aparece una hoja con el abecedario en mayúscula y minúsculas y un sencillo silabario, probablemente con la finalidad de que se utilizase en la escuela junto con el Catecismo Breve como cartilla. Sin embargo no nos consta que este catecismo se utilizase en la escuela para aprender a leer y escribir, era más económico y fácil conseguir las cartillas (en castellano) impresas en España; los niños las rompían mucho. Las muchas ediciones del catecismo límense, fueron destinadas a los doctrineros y párrocos de indios.<br />
<br />
El «Catecismo Mayor para los que son más capaces», presentado también en forma de preguntas y respuestas, aborda los mismos contenidos que el catecismo menor, los desarrolla con mayor extensión y profundidad, y presupone una enseñanza anterior. Este catecismo está destinado para la preparación de catequistas y doctrineros.<br />
<br />
El «confesionario» tenía como objeto facilitar la administración del sacramento de la penitencia a los indios. Muchas veces los curas de indios no conocían suficientemente la lengua y escuchaban las confesiones sin comprender lo que decía el indio, dando la absolución sin grandes exigencias. En este sentido el concilio recuerda a los sacerdotes, que tienen la obligación de entender lo que dice el penitente, y que la confesión no es válida si el penitente no confiesa todos los pecados mortales.<br />
El confesionario comienza con un conjunto de preguntas para antes de la confesión. Le preguntaban si estaba bautizado, si sabía rezar, cuándo confesó la última vez, si en la última confesión confesó todos los pecados, si estaba casado, amancebado, soltero, si tenía deseo de salir del pecado y de ser perdonado, etc.<br />
<br />
Tras las primeras preguntas hay una exhortación en la que recuerda al penitente lo fundamental del sacramento de la confesión y de la doctrina cristiana: ''“Óyeme hijo antes que comiences. Sabe que todos los cristianos para librarse de los pecados que después del bautismo han cometido y de la pena del infierno que por ellos merecían se confiesan al sacerdote que está en lugar de Dios, manifestándole todos sus pecados que han hecho por obra o por palabra o por pensamiento...”''.<ref>''Doctrina Cristiana y Catecismo'' 205).</ref> <br />
<br />
Después viene lo que es propiamente el Confesionario, que consiste en un conjunto de preguntas para cada uno de los mandamientos. Son abundantes las preguntas sobre sus creencias, costumbres y prácticas religiosas y sobre ciertos desórdenes como las borracheras o la infidelidad matrimonial. En el primer mandamiento pregunta:<br />
<br />
* ''“¿Has adorado huacas, villcas, cerros, ríos, al sol, u otras cosas? ¿Hasles ofrecido ropa, coca, cuy, o otras cosas, y qué son esas cosas y cómo las ofreciste?''<br />
* ''¿Haste confesado con algún hechicero?''<br />
* ''¿Haste curado con algún hechicero?''<br />
* ''¿Haslo llamado o hecho llamar para tus necesidades?...”''<ref>Doctrina Cristiana y Catecismo 208-209)</ref> <br />
<br />
A las preguntas sobre cada uno de los mandamientos siguen un conjunto de preguntas específicas sólo para los caciques y curacas; los alcaldes y fiscales; los hechiceros.<br />
<br />
Finaliza con una exhortación en la que se le vuelve a preguntar al penitente si ha omitido algo, y se le hace una recomendación sobre la salvación eterna. La lectura reposada del Confesionario nos lleva a concluir que se valoraba mucho el sacramento de la confesión como medio para alcanzar la salvación eterna. El indio no es un hombre de segunda categoría, igual que todos los hombres tiene un alma que salvar y una responsabilidad frente a sus obras, y hay que enseñárselo. Se hace de la confesión un instrumento personalizado de evangelización por el examen minucioso de lo que debe corregir y practicar.<br />
<br />
Tras el confesionario se incluye una Instrucción contra las ceremonias y ritos que usan los indios conforme al tiempo de su infidelidad, desarrollado en ocho capítulos y escrita sólo en español y destinada sólo a los misioneros, donde se analiza las múltiples creencias mágico-religiosas de los catequizandos. Es un verdadero estudio etnológico del hombre andino<br />
Se finaliza con la «Exhortación o preparación para bien morir», compuesta por dos partes: Exhortación Breve para que los indios que están ya muy al cabo de la vida para que el sacerdote o algún otro les ayude a bien morir; y otra Exhortación más larga para los que no están tan al cabo y tienen necesidad de disponer su ánima.<br />
<br />
El instrumento final del catecismo es un Sermonario escrito ''“conforme a lo que en el Santo Concilio Provincial de Lima se proveyó”''. Es decir, así como todos los instrumentos anteriores son obra directa del concilio, esta tercera parte es una obra sugerida y solicitada por el Concilio, atribuida al jesuita padre José de Acosta. Santo [[TORIBIO_DE_MOGROVEJO | Toribio de Mogrovejo]] la aprobó considerándola ''“católica y sana doctrina y por muy útiles y provechosos para que se predique y enseñe por ellos la Doctrina Cristiana a los indios y que así se publiquen e impriman juntamente con el catecismo según y cómo están escritos y se contienen en este original”''.<ref>''Doctrina Cristiana y Catecismo 349'').</ref> <br />
<br />
Es la parte más extensa, consta de treinta y un sermones, desarrollados en 444 páginas. Es para uso exclusivo de los párrocos y doctrineros. Exponen los contenidos de la doctrina cristiana de modo más desarrollado, con explicaciones abundantes y detalladas y como todas las demás adaptadas al indio.<br />
<br />
Se ofrecen en el prólogo del «Sermonario» un conjunto de avisos y orientaciones pastorales muy útiles y de gran valor educativo, que recuerdan la experiencia descrita en la obra del padre Acosta «De Procurando Indorum Salute»:<br />
<br />
#. Aconsejaba adaptarse en todo lo posible al auditorio. El misionero tenía que ofrecer una explicación elemental y sencilla, pero completa del misterio cristiano, debía procurar enseñar lo esencial no deteniéndose en aspectos difíciles o secundarios que cansasen a los oyentes sin ayudarles en nada.<br />
#. Otra de las recomendaciones es la frecuente repetición. Tanto los que se están preparando para el bautismo, como los nuevos cristianos, tienen muy arraigadas otras creencias, y sólo asimilan con la repetición.<br />
#. La forma de enseñarles ha de ser sencilla: ''“el modo de proponer esta doctrina y enseñar nuestra fe que sea llano, sencillo, claro y breve en cuanto se compadezca con la claridad necesaria”''.<ref>Doctrina Cristiana y Catecismo, 355).</ref>El catecismo está lleno de ejemplos que se adaptan a los oyentes. Por ejemplo cuando hablan del matrimonio monógamo, les dicen que el rey Felipe, con ser tan grande, sólo tiene una mujer. Que si oyen a los viracochas (españoles) jurar o los ven hacer agravios a los indios, el Dios del cielo los castigará y el rey también aunque sea viracocha.<br />
#. Por último aconsejan persuadir más por afectos que por razonamientos ''“persuadir no tanto por razones muy sutiles ni argumentos muy profundos, razones llanas y de su talla y algunos símiles de cosos entre ellos usadas”.''<br />
<br />
Como vemos la instrucción catequética se impartía en varios niveles, desde el más sencillo o elemental como la «Doctrina Cristiana» y el «Catecismo Menor», hasta la exposición más desarrollada extensa y profunda que se encuentra en el Sermonario, con el deseo de llegar a todos desde los más sencillos a los más capaces.<br />
<br />
El catecismo trilingüe fue el más utilizado por los misioneros; tuvo numerosas ediciones. No fue el único, circularon otros, como los elaborados por el franciscano Luis Jerónimo de Oré, «Rituale seu Manuale Peruvianum, Símbolo Católico Indiana».<ref>Traducido a varias lenguas quechua, aymara, mochics, puquios, guaraní y brasilica.</ref>Se tradujeron también los [[CATEQUESIS_EN_EL_SIGLO_XVI_(II) | catecismos]] más importantes de la época: Astete, Ripalda, y la «Doctrina Cristiana» del cardenal Bellarmino (1649).<br />
No se puede entender este libro, sin ver detrás la profunda fe y la tenacidad de Santo Toribio que en medio de las grandes dificultades que se desencadenaron en el Tercer Concilio Provincial, encontró un grupo de colaboradores eficaces que lo llevaron a cabo. La obra evangelizadora de América es sin duda una obra impresionante. <br />
Fueron muchos los hombres y mujeres de gran valía que, renunciando a sus intereses personales incluso los más legítimos, dedicaron su vida a trasmitir lo más valioso que ellos tenían, la fe en Cristo, a una población numerosa, dispersa, con una lengua desconocida y una forma de vida primitiva.<br />
<br />
<br />
==NOTAS==<br />
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'''©Revista Peruana de Historia Eclesiástica, 9 (2006)'''<br />
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<relatedtags><br />
[[SANTOS_LATINOAMERICANOS|SANTOS LATINOAMERICANOS]]<br />
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[[DOMINICOS_EN_EL_«NOVUS_ORBIS_»|DOMINICOS EN EL «NOVUS ORBIS »]]<br />
<br />
[[LAS_CASAS,_Fray_Bartolomé_de|LAS CASAS, Fray Bartolomé de]]<br />
<br />
[[LOAYZA,_Jerónimo_de|LOAYZA, Jerónimo de]]<br />
<br />
[[AGUSTINOS|AGUSTINOS]]<br />
<br />
[[MISIONEROS_Y_LENGUAS_EN_HISPANOAMÉRICA|MISIONEROS Y LENGUAS EN HISPANOAMÉRICA]]<br />
<br />
[[GANTE,_Pedro_de|GANTE, Pedro de]]<br />
<br />
[[BIBLIOTECAS_ECLESIÁSTICAS_EN_URUGUAY|BIBLIOTECAS ECLESIÁSTICAS EN URUGUAY]]<br />
<br />
[[CONSEJO_EPISCOPAL_LATINOAMERICANO_(CELAM)|CONSEJO EPISCOPAL LATINOAMERICANO (CELAM)]]<br />
<br />
[[COMPAÑÍA_DE_JESÚS;_Métodos_misionales|COMPAÑÍA DE JESÚS; Métodos misionales]]<br />
<br />
[[CARTILLAS_ALFABETIZADORAS|CARTILLAS ALFABETIZADORAS]]<br />
<br />
[[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA|CÓRDOBA DE LA NUEVA ANDALUCÍA]]<br />
<br />
[[CATEQUESIS_EN_EL_SIGLO_XVI_(II)|CATEQUESIS EN EL SIGLO XVI (II)]]<br />
<br />
[[INDÍGENAS;_Su_actitud_ante_la_Evangelización|INDÍGENAS; Su actitud ante la Evangelización]]<br />
<br />
[[CONCILIO_TERCERO_DE_LIMA|CONCILIO TERCERO DE LIMA]]<br />
<br />
[[LIMA:_COLEGIO_DE_SAN_PABLO|LIMA: COLEGIO DE SAN PABLO]]<br />
<br />
[[CONCILIOS_LIMENSES;_Su_atención_a_la_población_nativa|CONCILIOS LIMENSES; Su atención a la población nativa]]<br />
<br />
[[SAN_MARTÍN,_FRAY_TOMÁS_DE|SAN MARTÍN, FRAY TOMÁS DE]]<br />
<br />
[[PARROQUIAS_RURALES;_Su_organización_en_el_Perú_Virreinal|PARROQUIAS RURALES; Su organización en el Perú Virreinal]]<br />
<br />
[[DOCTRINAS;_su_publicación|DOCTRINAS; su publicación]]<br />
<br />
[[CONCILIO_DE_TRENTO:_SU_APLICACIÓN_EN_EL_VIRREINATO_DEL_PERÚ|CONCILIO DE TRENTO: SU APLICACIÓN EN EL VIRREINATO DEL PERÚ]]<br />
<br />
[[JESUITAS_(Compañia_de_Jesús)|JESUITAS (Compañia de Jesús)]]<br />
<br />
[[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas|EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA; contribución de los jesuitas]]<br />
<br />
[[MERCEDARIOS_EN_LA_EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA|MERCEDARIOS EN LA EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA]]<br />
<br />
[[VELASCO_Y_RUIZ_DE_ALARCÓN,_Luis_de|VELASCO Y RUIZ DE ALARCÓN, Luis de]]<br />
<br />
[[EVANGELIZACIÓN;_participación_del_clero_secular|EVANGELIZACIÓN; participación del clero secular]]<br />
<br />
[[TORIBIO_DE_MOGROVEJO|TORIBIO DE MOGROVEJO]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=SOCIEDADES_DE_PENSAMIENTO._Los_Guadalupes&diff=3705005
SOCIEDADES DE PENSAMIENTO. Los Guadalupes
2022-02-14T19:05:24Z
<p>Louvier: /* BIBLIOGRAFÍA */</p>
<hr />
<div>==Prólogo==<br />
<br />
La independencia de Hispanoamérica fue resultado de un largo proceso cuyo inicio lo podemos situar en los primeros años del siglo XVIII, cuando en la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona Española]] la Casa de Austria o Casa de Habsburgo fue sustituida por la francesa Casa de Borbón. El espíritu galicano-regalista de los nuevos gobernantes les llevó a concebir a los «reinos» de ultramar como meras «colonias», las cuales debían ser mejor administradas para beneficio de la Metrópoli. Dicho de otro modo, Hispanoamérica pasó de ser considerada «parte» de «las Españas», a ser tratada como «propiedad» de «España».<br />
<br />
En tiempos de los Austria se hablaba de «las Españas» en plural, pues gobernantes y gobernados concebían a la Nación como una unidad de «reinos», cada uno con sus propias características situados a ambos lados del Océano, que tenían una unicidad moral formada por los vínculos dados por la religión y los valores morales y espirituales, en donde el rey daba la cohesión y unidad institucional desde la concepción cristiana de la autoridad según la cual el sentido profundo y único del «regnare» es el «servire».<ref>Cfr. Mc.9, 30-37, y la amplia explicación que hace SS Pío XII en ''Con Sempre 54. (1943)''</ref><br />
<br />
Por eso los reyes de la Casa de Austria siempre vieron en las «Indias Occidentales» a «reinos» que formaban parte de la Corona y sobre los cuales tenían la responsabilidad de promover su bien, su desarrollo y su crecimiento, tanto en el orden material como en el espiritual; por lo mismo se preocuparon intensamente por la evangelización.<br />
<br />
Pero los reyes de la Casa de Borbón aunque conservaron mucho del tradicional léxico político español (como el «virreinato»), imbuidos en el galicanismo césaro-papista que prevalecía en la corte de París, «abandonaron» la misión que la Providencia había señalado a España, trocándola en objetivos mercantilistas que buscaban ya no el bien de Hispanoamérica sino su utilización.<br />
<br />
''“La España oficial abandona (a los Reinos de Indias), Y digo que los abandona en el estricto sentido del término que quiere decir «dejar» en poder de otro o, mejor aún, dejar alguna obra ya emprendida como misión. Paradójicamente, alguien que sólo observa las apariencias, podría sostener que ahora la España borbónica se ocupa mucho más de sus dominios que antes (…) El intento heroico del Imperio espiritual que somete el bienestar somático al dominio del espíritu ha sido, poco a poco, abandonado; de ahí que sea posible «ocuparse» con aparentemente mayor empeño del pueblo español y de los pueblos de Indias habiéndolos abandonado. Pero semejante abandono enmascara un abandono todavía mayor: el abandono de Sí misma”''.<ref>Alberto Caturelli. ''El Nuevo Mundo'', Ed. Edamex-Upaep, México, 1991, p.410</ref><br />
<br />
Aunque en justicia se debe reconocer que los reyes borbones nunca aceptaron la falsa doctrina de un supuesto «derecho divino de los reyes» -doctrina surgida en la Corte de Jacobo I de Inglaterra en el siglo XVII y adoptada posteriormente en la de Luis XIV en París- su afrancesada política «regalista» si enfrió el celo evangelizador, además de generar entre los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] hispanoamericanos un sentimiento de agravio al verse tratados como personas casi insignificantes, a pesar de que ellos constituían en América las clases más instruidas y preparadas. La [[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas | expulsión de los jesuitas]] de los territorios de la Corona decretada en 1767 por Carlos III, concretizó y evidenció el espíritu colonialista y las consecuencias de la política regalista impuesta en la Corte de Madrid, con la cual los Borbones gobernaron sus «colonias».<br />
<br />
==Las «Sociedades de Pensamiento»==<br />
<br />
Aún antes de que Napoleón invadiera la Península Ibérica en 1808 y con ello desencadenara los movimientos de independencia en Hispanoamérica, la preocupación por la política colonialista y regalista que los borbones venían aplicando, provocó que en Hispanoamérica los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]], en cuanto eran los mejor formados e informados, se reunieran a comentar y analizar la situación que se iba generando. Tertulias de diversa índole tenían como centro de conversación la política de la Corona para con los ya entonces reinos degradados a colonias.<br />
<br />
No es de extrañar que en dichas tertulias, en las que abundaban los exalumnos de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], se recordara y revitalizara la filosofía del derecho expuesta por el «Doctor Eximius», el jesuita español Francisco Suárez S.J. (1548-1617) quien siglo y medio antes, en su obra «Tractatus de legibus ac deo legislatore» (1612), se había opuesto al «derecho divino de los reyes» afirmando que si bien toda autoridad proviene de lo alto (cfr. Jn. 19,11), Dios no la otorga al Rey sino al pueblo, y que es el pueblo quien legitima al Rey. Esa doctrina había sido enseñada en las mejores instituciones educativas de Hispanoamérica: los «[[COLEGIOS_MAYORES_DE_LA_UNIVERSIDAD_DE_CÓRDOBA | Colegios Mayores]]» de la Compañía y los Seminarios donde los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] participaban como maestros.<br />
<br />
Sin una estructura formal, las tertulias de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] fueron evolucionando en periodicidad y número, haciendo surgir en las capitales de los virreinatos hispanoamericanos (México, Lima, Buenos Aires y Bogotá) y en otras ciudades importantes (Caracas, Quito, Querétaro, Santiago de Chile, etc.) verdaderas «sociedades de pensamiento», donde se comentaban lo mismo principios doctrinales que las preocupantes noticias sobre los acontecimientos en Europa, provocados por las incursiones de Napoleón más allá de la fronteras de Francia, así como la difusión del pensamiento revolucionario.<ref>Italia fue invadida por Napoleón en 1796, y Egipto lo fue al año siguiente. En noviembre de 1799 instauró el «Directorio» y luego el «Consulado» y en 1804 fue promulgado el «Código napoleónico» el cual, se fundamentaba e imponía los principios de la [[COLOMBIA;_División_del_clero_en_el_proceso_de_Independencia | Revolución Francesa]] de 1789.</ref> Por ello la imagen que los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] tenían de Napoleón era la de un «Robespierre a caballo» al cual habría que resistir. <br />
<br />
Debido a que las autoridades regalistas podrían tener algo más que recelos sobre las reuniones de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] (de hecho, el pensamiento de los teólogos [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] como el de Suárez fue prohibido y desterrado a la par de la expulsión de la Compañía), dichas «sociedades» empezaron a reunirse de manera cada vez más discreta y reservada, dando pie a que algunos historiadores las señalen erróneamente como «masónicas». El pensamiento que se seguía en esas sociedades estaba inspirado en Tomás de Aquino y Francisco Suárez; no en Rousseau o Voltaire.<br />
<br />
==Los «Guadalupes»==<br />
<br />
En la ciudad de México se formó una sociedad de pensamiento que se dio a sí misma el nombre de «los Guadalupes» en razón a la ferviente devoción que los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] novohispanos tenían hacia la Virgen de Guadalupe, mientras que los españoles residentes en México profesaban una mayor devoción a la Virgen de los Remedios. Por ello algunos historiadores hablan de que en México se llegó una especie de «guerra de Vírgenes»,<ref>Por ejemplo, S. Meier, Matt. ¨ ''María Insurgente'' ¨ COLMEX Vol. 23, Núm. 3: (91) Año: enero - marzo 1974.</ref>lo cual es una falsa interpretación pues la devoción guadalupana era común a todas las razas y clases sociales, incluidos los peninsulares, y todos sabían perfectamente y sin discrepancia alguna que todas las devociones marianas se refieren precisamente a la Virgen María, Madre de Jesucristo.<br />
<br />
Aunque no hay documentos propios de la sociedad de «los Guadalupes» -hecho explicable por la informalidad de su origen y de su funcionamiento- si es posible inferir la importancia que algunos acontecimientos tuvieron en su desarrollo y actuación. Uno de ellos es el siguiente: por cédula real del 26 de diciembre de 1804 el rey Carlos IV ordenó que todos los fondos de las fundaciones piadosas fueran recogidas en una «caja de consolidación de vales reales» y remitida a Madrid, y que las fincas propiedad de esas mismas fundaciones fueran enajenadas. <br />
<br />
Lo anterior fue motivado por ''“las exigencias continuas e imperiosas de su aliado Napoleón (y el rey Carlos IV) se aventuró a dar un poderoso motivo de descontento (…) El virrey Iturrigaray encontró en esto una ocasión para manifestar su celo por el cumplimiento de las disposiciones de la Corte, y de satisfacer a un tiempo su codicia.”''<ref>[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]]. ''Historia de Méjico''. Ed. Gobierno del Estado de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], 1989, pp.108-109</ref>''Una persona que litigó contra el virrey fue el Corregidor de Querétaro Miguel Domínguez “que a la sazón se hallaba enfermo en la capital (y el virrey) lo suspendió de aquel empleo y no quiso reponerlo…”''<ref>Ibídem.</ref> <br />
<br />
Como había sucedido con los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] en el exilio tras su expulsión en 1767 que ante los atropellos de una autoridad que se encontraba al otro lado del Océano, también en las sociedades de pensamiento se fue consolidando un sentimiento patriótico de afirmación de la propia identidad. Es en este contexto donde la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe tomaba una especial importancia pues simbolizaba plenamente la identidad de la Nación nacida en el [[TEPEYAC | Tepeyac]] en 1531.<br />
<br />
==Los acontecimientos de 1808 y su repercusión en América==<br />
<br />
El 27 de octubre de 1807 en la ciudad francesa de Fontainebleau, el Primer Ministro de España Manuel Godoy firmó con Napoleón Bonaparte un vergonzoso e inmoral «tratado», según el cual los ejércitos españoles y franceses invadirían Portugal para repartirse su territorio; esto significaba, además, que se permitía al ejército francés entrar y atravesar España. Así resulta que el ejército francés no invadió España: el Rey Carlos IV y su primer ministro les abrió las puertas.<br />
<br />
Las tropas francesas al mando del Mariscal Jean Junot apoyado por tres divisiones españolas tomaron Lisboa el 30 de noviembre de 1807. Unas horas antes de la entrada de las tropas franco-españolas, el Rey Juan VI de Portugal, su madre la Reina y la Corte portuguesa en pleno, habían zarpado hacia el [[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]]. Durante seis años la Corona portuguesa tuvo su sede en Río de Janeiro.<br />
El rey Carlos IV, su esposa la reina María Luisa de Parma y el primer ministro Manuel Godoy se encontraban en la población de Aranjuez, cercana a Madrid; el 18 de marzo de 1808 un populacho instigado por el príncipe heredero Fernando asaltó el palacio donde se encontraban sus padres y Manuel Godoy, quien fue capturado escondido debajo de una escalera. Mediante amenazas, al día siguiente Fernando obligó a su padre a abdicar en su favor, convirtiéndose así en el rey Fernando VII.<br />
<br />
Tres días después Carlos IV escribió una carta a Napoleón en la que le comunicaba que su abdicación fue forzada y por tanto sin valor. Por su parte también Fernando VII le escribió a Napoleón afirmando que la abdicación de su padre era válida y que ahora el rey era él, y en prueba de ello le envió como prisionero a Manuel Godoy, razónes por las que le solicitaba su reconocimiento.<ref>Cfr. Francisco José Fernández de la Cigoña. EL Reinado de Carlos IV. Verbo No. 265, Madrid</ref>Ante esta situación en la que los borbones españoles ponían como «árbitro» a Napoleón, éste los invitó por separado a la ciudad de Bayona, mientras enviaba al general Marat para hacerse cargo de las tropas francesas en España, ordenándole entrar Madrid.<br />
<br />
Fernando VII y su comitiva llegaron a Bayona el 20 de abril; su padre Carlos IV y su esposa arribaron diez días después, el 30 de abril. También Manuel Godoy, amante de la Reina, había ya sido trasladado a Bayona. Las tropas francesas entraron en Madrid el 2 de mayo en medio del repudio popular. Ante Napoleón y sus acompañantes, los monarcas españoles, padre e hijo, se lanzaron toda clase de insultos y reproches, incluyendo Fernando los amoríos entre su madre la Reina y el Ministro Godoy. El 5 de mayo Napoleón exigió las abdicaciones de ambos monarcas en su favor, designando como nuevo rey de España a su hermano José Bonaparte. Carlos IV, su esposa María Luisa y Manuel Godoy fueron llevados prisioneros a Nápoles; a Fernando VII y su familia se les asignó como prisión el Castillo de Valençay en Francia, donde permanecería recluido hasta 1814. <br />
<br />
Las élites hispanoamericanas habían recibido la noticia de la proclamación de Fernando VII como nuevo rey, pero desconocedores en un principio de los detalles de las abyectas «abdicaciones de Bayona», consideraron a Fernando VII como la autoridad legítima y a José Bonaparte un usurpador. Esto desató en Hispanoamérica todos los movimientos de independencia, los cuales se proclamaron precisamente en nombre de Fernando VII, e hicieron que éstos tomaran ''“el aspecto de una cruzada católica contra los impíos en Madrid y París”.''<ref>Jean Meyer. Historia de los Cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]]. Ed. Vuelta. México, 1989, p. 17.</ref><br />
<br />
==Los «Guadalupes» en el inicio de la independencia.==<br />
<br />
La «Gaceta de México» del sábado 16 de julio de 1808, publicó ''“que ya no había rey ni gobierno legítimo metropolitano”.'' Esta noticia causó gran expectación en toda la población, especialmente entre los funcionarios de dos instituciones: la Audiencia, dominada por españoles peninsulares, y el Ayuntamiento de la ciudad de México donde prevalecían los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]]. En ambas instituciones se vislumbró fácilmente las posibles consecuencias de la noticia: la independencia «de facto» de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]].<br />
<br />
La valoración de los acontecimientos sería especialmente amplia y profunda en el Ayuntamiento, y la influencia de «los Guadalupes» debió haber sido grande dada su experiencia en el análisis de ideas filosóficas y políticas. Aunque –como ya señalamos- no hay documentos «formales» de esa Sociedad, serán los escritos de [[TALAMANTES_FRAY_MELCHOR_DE;_Su_vida_en_Perú | fray Melchor de Talamantes]] titulados «Congreso Nacional» y «Representación nacional de las colonias. Discurso filosófico», dedicado expresamente al Ayuntamiento de la ciudad de México, los que nos permitan tener una visión bastante aproximada de la actuación de «los Guadalupes» en el inicio de la independencia.<br />
<br />
[[TALAMANTES_FRAY_MELCHOR_DE;_Su_vida_en_Perú | Fray Melchor de Talamantes]] era en esos momentos sin la menor duda, el mejor exponente del pensamiento político de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] en México, y muy probablemente era un asiduo participante en las tertulias de «los Guadalupes». El 9 de agosto de 1808 el síndico del Ayuntamiento Francisco Primo Verdad propuso en la «Junta General» la necesidad de un gobierno provisional ya que ''“la soberanía estaba y había recaído en el pueblo americano”''. Afloraba el pensamiento del «Doctor eximius» Francisco Suárez; como también lo haría cinco años después [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]] y Pavón en su «Manifiesto a los habitantes de Oaxaca».<br />
<br />
En México, el 16 de septiembre de 1808, el intento de establecer en [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] una «Junta Suprema» -que sería una independencia «de facto»-, fracasó; Primo Verdad y Fray Melchor fueron aprendidos por la Audiencia y encarcelados. Primo Verdad fue asesinado en su celda unos días después. Exactamente dos años después, el 16 de septiembre de 1810, el cura [[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel | Miguel Hidalgo]] iniciaba en la parroquia de Dolores otro movimiento de independencia al grito de ''“¡Viva la Virgen de Guadalupe, Viva Fernando VII, Muera el mal gobierno.”''<br />
<br />
==Los «Guadalupes» en la consumación de la independencia.==<br />
<br />
El 19 de octubre de 1813 Napoleón fue derrotado en Leipzig por las tropas aliadas de Inglaterra, Prusia y Rusia; Napoleón tuvo que abdicar y devolverle a Fernando VII el trono español, pudiendo regresar a Madrid el 13 de mayo de 1814. En Hispanoamérica los movimientos insurgentes vinieron a menos: [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]] y Pavón fue derrotado y fusilado en 1815; dos años después los anglosajones quisieron soplar las brasas independentistas mediante una expedición de mercenarios al mando de [[MINA,_Francisco_Javier | Francisco Javier Mina]], pero fracasó estrepitosamente. <br />
<br />
Solo estaba fuera del control de Fernando VII el antiguo Virreinato de La Plata, de hecho independiente desde 1808 con el nombre de «Provincias Unidas del [[RÍO_DE_LA_PLATA;_Su_mundo_cultural,_económico_y_político | Río de la Plata]]».<ref>El nombre se adoptó en mayo de 1810 y sigue siendo uno de los nombres alternativos de la República Argentina</ref>Pero en Nueva Granada, Simón Bolívar derrotó a los realistas en la «batalla de Boyacá» el 7 de agosto de 1819. Fernando VII preparó entonces un ejército para que fuese a Sudamérica a restablecer su dominio y reforzar a sus alicaídas tropas, poniendo al frente de esta fuerza al capitán general de Andalucía, y antiguo virrey de México Félix María Calleja, quien llevaba como uno de sus principales oficiales al coronel Rafael Riego, comandante del Segundo Batallón.<br />
<br />
En lugar de embarcar a sus tropas en el puerto de Cabezas de san Juan como le estaba ordenado, Riego, militante de la [[MASONERÍA_EN_URUGUAY | masonería]] y profesando una ideología liberal radical, se «pronunció» contra Fernando VII generando una serie de levantamientos por varias regiones, obligándole a restaurar la Constitución de 1812, misma que él había derogado a su regreso del exilio en Francia en 1814.<br />
En [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] las personas analíticas –como los Guadalupes- interpretaron esos hechos como un nuevo cautiverio del rey, aunque ahora no por un gobierno extranjero sino por sus propios súbditos encandilados por los revolucionarios franceses. El rumor acerca de una supuesta carta enviada por Fernando VII al virrey Apodaca en la que le decía ser víctima de violencia y le hacía saber de sus intenciones de evadirse de España para trasladarse a México «donde encontraría vasallos más fieles», parecía confirmar esas interpretaciones.<ref>[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]] señala que el mismo Fernando VII tuvo que negar la existencia de esa carta, y que lo más probable es que la misma nunca existió. (Cfr. [[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]], Obra citada, p. 344)</ref><br />
<br />
En la ciudad de México un grupo en el que muy probablemente los Guadalupes formaban parte, empezó a reunirse secretamente en la Iglesia de «La Profesa» bajo la dirección del canónigo Matías de Monteagudo, criollo capellán de ese templo. De esas «juntas» surgió la idea de de preparar un movimiento de independencia que le ofreciera el gobierno de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] a Fernando VII, a quien seguían considerando la autoridad legítima. La secrecía de los participantes en las Juntas de la Profesa fue de tal manera eficaz que las autoridades virreinales no tuvieron nunca la menor sospecha de su realización. Por la misma razón tampoco se tienen documentos sobre ellas. <br />
<br />
Se presupone que en las Juntas secretas de la Profesa participaron entre otros: fray Mariano López de Bravo y Pimentel, Miguel Bataller, Juan José Espinosa de los Monteros, Antonio de Mier y Villagómez, José Bermúdez Zozaya, Juan Gómez de Navarrete y el obispo de Puebla Antonio Joaquín Pérez Martínez y Robles. Los conspiradores tenían al tanto de sus planes al arzobispo de Guadalajara, Juan Ruiz de Cabañas y Crespo, que en razón a la distancia de su diócesis no podía participar en las reuniones.<br />
<br />
El «Plan de la Profesa» tenía como puntos básicos los siguientes: ofrecer la Corona de Nueva España a Fernando VII, o si éste no aceptara a alguna persona de la familia real o incluso de la Casa de los Austria, señalándose expresamente al Archiduque Carlos de Austria; que se llevara a cabo con la menor cantidad posible de sangre derramada; que se garantizara el ejercicio de la religión católica y la unidad social, evitando el pillaje que había acompañado los movimientos insurgentes anteriores; que el movimiento lo encabezara un militar y no un eclesiástico. <br />
<br />
Finalmente el «Plan de la Profesa» ya estructurado, fue publicado con el nombre de «Plan de Independencia de la América Septentrional», más conocido como «Plan de Iguala», proclamado por [[ITURBIDE,_Agustín_de | Agustín de Iturbide]] el 24 de febrero de 1821 en la población de Iguala. A su vez el Plan de iguala «protocolizado» en los «Tratados de Córdoba», ''“menos en lo referente al Archiduque Carlos de Austria, que quedó eliminado, y en el caso de que el rey de España o sus parientes rehusasen aceptar el trono de México, no habría necesidad de que las Cortes nombrasen a un miembro de alguna Casa reinante.”''<ref>Joseph H. L. Schlarman, ''México, tierra de volcanes''. Ed. Porrúa, México 14 ed., p. 260</ref>firmados por el propio Iturbide y el último virrey de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], don Juan O´Donojú, en la ciudad de Córdoba el 24 de agosto de 1821. El 27 de septiembre el ejército de Iturbide entró pacíficamente en la ciudad de México. [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | La Nueva España]] consumó su independencia como lo habían planeado en las Juntas de la Profesa: sin derramamiento de sangre.<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<references></references><br />
<br />
<br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
<br />
ALAMÁN Lucas. ''Historia de Méjico''. Ed. Gobierno del Estado de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], 1989<br />
<br />
CATURELLI Alberto. ''El Nuevo Mundo'', Ed. Edamex-Upaep, México, 1991<br />
<br />
FERNÁNDEZ DE LA CIGOÑA Francisco José. ''EL Reinado de Carlos IV''. Verbo No. 265, Madrid<br />
<br />
MEYER Jean. ''Historia de los Cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]]''. Ed. Vuelta. México, 1989<br />
<br />
SCHLARMAN Joseph H. L., ''México, tierra de volcanes''. Ed. Porrúa, 14 ed. México, 1987<br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[MASONERÍA_EN_URUGUAY|MASONERÍA EN URUGUAY]]<br />
<br />
[[ITURBIDE,_Agustín_de|ITURBIDE, Agustín de]]<br />
<br />
[[TEPEYAC|TEPEYAC]]<br />
<br />
[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas|ALAMÁN Y ESCALADA, Lucas]]<br />
<br />
[[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María|MORELOS Y PAVÓN, José María]]<br />
<br />
[[AMÉRICA_LATINA:_El_Término|AMÉRICA LATINA: El Término]]<br />
<br />
[[RÍO_DE_LA_PLATA;_Su_mundo_cultural,_económico_y_político|RÍO DE LA PLATA; Su mundo cultural, económico y político]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel|HIDALGO Y COSTILLA GALLAGA, Miguel]]<br />
<br />
[[TALAMANTES_FRAY_MELCHOR_DE;_Su_vida_en_Perú|TALAMANTES FRAY MELCHOR DE; Su vida en Perú]]<br />
<br />
[[MINA,_Francisco_Javier|MINA, Francisco Javier]]<br />
<br />
[[COLEGIOS_MAYORES_DE_LA_UNIVERSIDAD_DE_CÓRDOBA|COLEGIOS MAYORES DE LA UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA]]<br />
<br />
[[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal|GUANAJUATO; Arte Virreinal]]<br />
<br />
[[BRASIL;_Afrodescendientes|BRASIL; Afrodescendientes]]<br />
<br />
[[COLOMBIA;_División_del_clero_en_el_proceso_de_Independencia|COLOMBIA; División del clero en el proceso de Independencia]]<br />
<br />
[[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización|CRIOLLOS; su aporte a la evangelización]]<br />
<br />
[[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas|EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA; contribución de los jesuitas]]<br />
<br />
[[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas|ARGENTINA; consecuencias de la expulsión de los jesuitas]]<br />
<br />
[[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio|CORONA ESPAÑOLA: Su papel en la evangelización y en los derechos del indio]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=SOCIEDADES_DE_PENSAMIENTO._Los_Guadalupes&diff=3705004
SOCIEDADES DE PENSAMIENTO. Los Guadalupes
2022-02-14T19:04:36Z
<p>Louvier: /* Los «Guadalupes» en la consumación de la independencia. */</p>
<hr />
<div>==Prólogo==<br />
<br />
La independencia de Hispanoamérica fue resultado de un largo proceso cuyo inicio lo podemos situar en los primeros años del siglo XVIII, cuando en la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona Española]] la Casa de Austria o Casa de Habsburgo fue sustituida por la francesa Casa de Borbón. El espíritu galicano-regalista de los nuevos gobernantes les llevó a concebir a los «reinos» de ultramar como meras «colonias», las cuales debían ser mejor administradas para beneficio de la Metrópoli. Dicho de otro modo, Hispanoamérica pasó de ser considerada «parte» de «las Españas», a ser tratada como «propiedad» de «España».<br />
<br />
En tiempos de los Austria se hablaba de «las Españas» en plural, pues gobernantes y gobernados concebían a la Nación como una unidad de «reinos», cada uno con sus propias características situados a ambos lados del Océano, que tenían una unicidad moral formada por los vínculos dados por la religión y los valores morales y espirituales, en donde el rey daba la cohesión y unidad institucional desde la concepción cristiana de la autoridad según la cual el sentido profundo y único del «regnare» es el «servire».<ref>Cfr. Mc.9, 30-37, y la amplia explicación que hace SS Pío XII en ''Con Sempre 54. (1943)''</ref><br />
<br />
Por eso los reyes de la Casa de Austria siempre vieron en las «Indias Occidentales» a «reinos» que formaban parte de la Corona y sobre los cuales tenían la responsabilidad de promover su bien, su desarrollo y su crecimiento, tanto en el orden material como en el espiritual; por lo mismo se preocuparon intensamente por la evangelización.<br />
<br />
Pero los reyes de la Casa de Borbón aunque conservaron mucho del tradicional léxico político español (como el «virreinato»), imbuidos en el galicanismo césaro-papista que prevalecía en la corte de París, «abandonaron» la misión que la Providencia había señalado a España, trocándola en objetivos mercantilistas que buscaban ya no el bien de Hispanoamérica sino su utilización.<br />
<br />
''“La España oficial abandona (a los Reinos de Indias), Y digo que los abandona en el estricto sentido del término que quiere decir «dejar» en poder de otro o, mejor aún, dejar alguna obra ya emprendida como misión. Paradójicamente, alguien que sólo observa las apariencias, podría sostener que ahora la España borbónica se ocupa mucho más de sus dominios que antes (…) El intento heroico del Imperio espiritual que somete el bienestar somático al dominio del espíritu ha sido, poco a poco, abandonado; de ahí que sea posible «ocuparse» con aparentemente mayor empeño del pueblo español y de los pueblos de Indias habiéndolos abandonado. Pero semejante abandono enmascara un abandono todavía mayor: el abandono de Sí misma”''.<ref>Alberto Caturelli. ''El Nuevo Mundo'', Ed. Edamex-Upaep, México, 1991, p.410</ref><br />
<br />
Aunque en justicia se debe reconocer que los reyes borbones nunca aceptaron la falsa doctrina de un supuesto «derecho divino de los reyes» -doctrina surgida en la Corte de Jacobo I de Inglaterra en el siglo XVII y adoptada posteriormente en la de Luis XIV en París- su afrancesada política «regalista» si enfrió el celo evangelizador, además de generar entre los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] hispanoamericanos un sentimiento de agravio al verse tratados como personas casi insignificantes, a pesar de que ellos constituían en América las clases más instruidas y preparadas. La [[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas | expulsión de los jesuitas]] de los territorios de la Corona decretada en 1767 por Carlos III, concretizó y evidenció el espíritu colonialista y las consecuencias de la política regalista impuesta en la Corte de Madrid, con la cual los Borbones gobernaron sus «colonias».<br />
<br />
==Las «Sociedades de Pensamiento»==<br />
<br />
Aún antes de que Napoleón invadiera la Península Ibérica en 1808 y con ello desencadenara los movimientos de independencia en Hispanoamérica, la preocupación por la política colonialista y regalista que los borbones venían aplicando, provocó que en Hispanoamérica los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]], en cuanto eran los mejor formados e informados, se reunieran a comentar y analizar la situación que se iba generando. Tertulias de diversa índole tenían como centro de conversación la política de la Corona para con los ya entonces reinos degradados a colonias.<br />
<br />
No es de extrañar que en dichas tertulias, en las que abundaban los exalumnos de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], se recordara y revitalizara la filosofía del derecho expuesta por el «Doctor Eximius», el jesuita español Francisco Suárez S.J. (1548-1617) quien siglo y medio antes, en su obra «Tractatus de legibus ac deo legislatore» (1612), se había opuesto al «derecho divino de los reyes» afirmando que si bien toda autoridad proviene de lo alto (cfr. Jn. 19,11), Dios no la otorga al Rey sino al pueblo, y que es el pueblo quien legitima al Rey. Esa doctrina había sido enseñada en las mejores instituciones educativas de Hispanoamérica: los «[[COLEGIOS_MAYORES_DE_LA_UNIVERSIDAD_DE_CÓRDOBA | Colegios Mayores]]» de la Compañía y los Seminarios donde los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] participaban como maestros.<br />
<br />
Sin una estructura formal, las tertulias de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] fueron evolucionando en periodicidad y número, haciendo surgir en las capitales de los virreinatos hispanoamericanos (México, Lima, Buenos Aires y Bogotá) y en otras ciudades importantes (Caracas, Quito, Querétaro, Santiago de Chile, etc.) verdaderas «sociedades de pensamiento», donde se comentaban lo mismo principios doctrinales que las preocupantes noticias sobre los acontecimientos en Europa, provocados por las incursiones de Napoleón más allá de la fronteras de Francia, así como la difusión del pensamiento revolucionario.<ref>Italia fue invadida por Napoleón en 1796, y Egipto lo fue al año siguiente. En noviembre de 1799 instauró el «Directorio» y luego el «Consulado» y en 1804 fue promulgado el «Código napoleónico» el cual, se fundamentaba e imponía los principios de la [[COLOMBIA;_División_del_clero_en_el_proceso_de_Independencia | Revolución Francesa]] de 1789.</ref> Por ello la imagen que los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] tenían de Napoleón era la de un «Robespierre a caballo» al cual habría que resistir. <br />
<br />
Debido a que las autoridades regalistas podrían tener algo más que recelos sobre las reuniones de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] (de hecho, el pensamiento de los teólogos [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] como el de Suárez fue prohibido y desterrado a la par de la expulsión de la Compañía), dichas «sociedades» empezaron a reunirse de manera cada vez más discreta y reservada, dando pie a que algunos historiadores las señalen erróneamente como «masónicas». El pensamiento que se seguía en esas sociedades estaba inspirado en Tomás de Aquino y Francisco Suárez; no en Rousseau o Voltaire.<br />
<br />
==Los «Guadalupes»==<br />
<br />
En la ciudad de México se formó una sociedad de pensamiento que se dio a sí misma el nombre de «los Guadalupes» en razón a la ferviente devoción que los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] novohispanos tenían hacia la Virgen de Guadalupe, mientras que los españoles residentes en México profesaban una mayor devoción a la Virgen de los Remedios. Por ello algunos historiadores hablan de que en México se llegó una especie de «guerra de Vírgenes»,<ref>Por ejemplo, S. Meier, Matt. ¨ ''María Insurgente'' ¨ COLMEX Vol. 23, Núm. 3: (91) Año: enero - marzo 1974.</ref>lo cual es una falsa interpretación pues la devoción guadalupana era común a todas las razas y clases sociales, incluidos los peninsulares, y todos sabían perfectamente y sin discrepancia alguna que todas las devociones marianas se refieren precisamente a la Virgen María, Madre de Jesucristo.<br />
<br />
Aunque no hay documentos propios de la sociedad de «los Guadalupes» -hecho explicable por la informalidad de su origen y de su funcionamiento- si es posible inferir la importancia que algunos acontecimientos tuvieron en su desarrollo y actuación. Uno de ellos es el siguiente: por cédula real del 26 de diciembre de 1804 el rey Carlos IV ordenó que todos los fondos de las fundaciones piadosas fueran recogidas en una «caja de consolidación de vales reales» y remitida a Madrid, y que las fincas propiedad de esas mismas fundaciones fueran enajenadas. <br />
<br />
Lo anterior fue motivado por ''“las exigencias continuas e imperiosas de su aliado Napoleón (y el rey Carlos IV) se aventuró a dar un poderoso motivo de descontento (…) El virrey Iturrigaray encontró en esto una ocasión para manifestar su celo por el cumplimiento de las disposiciones de la Corte, y de satisfacer a un tiempo su codicia.”''<ref>[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]]. ''Historia de Méjico''. Ed. Gobierno del Estado de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], 1989, pp.108-109</ref>''Una persona que litigó contra el virrey fue el Corregidor de Querétaro Miguel Domínguez “que a la sazón se hallaba enfermo en la capital (y el virrey) lo suspendió de aquel empleo y no quiso reponerlo…”''<ref>Ibídem.</ref> <br />
<br />
Como había sucedido con los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] en el exilio tras su expulsión en 1767 que ante los atropellos de una autoridad que se encontraba al otro lado del Océano, también en las sociedades de pensamiento se fue consolidando un sentimiento patriótico de afirmación de la propia identidad. Es en este contexto donde la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe tomaba una especial importancia pues simbolizaba plenamente la identidad de la Nación nacida en el [[TEPEYAC | Tepeyac]] en 1531.<br />
<br />
==Los acontecimientos de 1808 y su repercusión en América==<br />
<br />
El 27 de octubre de 1807 en la ciudad francesa de Fontainebleau, el Primer Ministro de España Manuel Godoy firmó con Napoleón Bonaparte un vergonzoso e inmoral «tratado», según el cual los ejércitos españoles y franceses invadirían Portugal para repartirse su territorio; esto significaba, además, que se permitía al ejército francés entrar y atravesar España. Así resulta que el ejército francés no invadió España: el Rey Carlos IV y su primer ministro les abrió las puertas.<br />
<br />
Las tropas francesas al mando del Mariscal Jean Junot apoyado por tres divisiones españolas tomaron Lisboa el 30 de noviembre de 1807. Unas horas antes de la entrada de las tropas franco-españolas, el Rey Juan VI de Portugal, su madre la Reina y la Corte portuguesa en pleno, habían zarpado hacia el [[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]]. Durante seis años la Corona portuguesa tuvo su sede en Río de Janeiro.<br />
El rey Carlos IV, su esposa la reina María Luisa de Parma y el primer ministro Manuel Godoy se encontraban en la población de Aranjuez, cercana a Madrid; el 18 de marzo de 1808 un populacho instigado por el príncipe heredero Fernando asaltó el palacio donde se encontraban sus padres y Manuel Godoy, quien fue capturado escondido debajo de una escalera. Mediante amenazas, al día siguiente Fernando obligó a su padre a abdicar en su favor, convirtiéndose así en el rey Fernando VII.<br />
<br />
Tres días después Carlos IV escribió una carta a Napoleón en la que le comunicaba que su abdicación fue forzada y por tanto sin valor. Por su parte también Fernando VII le escribió a Napoleón afirmando que la abdicación de su padre era válida y que ahora el rey era él, y en prueba de ello le envió como prisionero a Manuel Godoy, razónes por las que le solicitaba su reconocimiento.<ref>Cfr. Francisco José Fernández de la Cigoña. EL Reinado de Carlos IV. Verbo No. 265, Madrid</ref>Ante esta situación en la que los borbones españoles ponían como «árbitro» a Napoleón, éste los invitó por separado a la ciudad de Bayona, mientras enviaba al general Marat para hacerse cargo de las tropas francesas en España, ordenándole entrar Madrid.<br />
<br />
Fernando VII y su comitiva llegaron a Bayona el 20 de abril; su padre Carlos IV y su esposa arribaron diez días después, el 30 de abril. También Manuel Godoy, amante de la Reina, había ya sido trasladado a Bayona. Las tropas francesas entraron en Madrid el 2 de mayo en medio del repudio popular. Ante Napoleón y sus acompañantes, los monarcas españoles, padre e hijo, se lanzaron toda clase de insultos y reproches, incluyendo Fernando los amoríos entre su madre la Reina y el Ministro Godoy. El 5 de mayo Napoleón exigió las abdicaciones de ambos monarcas en su favor, designando como nuevo rey de España a su hermano José Bonaparte. Carlos IV, su esposa María Luisa y Manuel Godoy fueron llevados prisioneros a Nápoles; a Fernando VII y su familia se les asignó como prisión el Castillo de Valençay en Francia, donde permanecería recluido hasta 1814. <br />
<br />
Las élites hispanoamericanas habían recibido la noticia de la proclamación de Fernando VII como nuevo rey, pero desconocedores en un principio de los detalles de las abyectas «abdicaciones de Bayona», consideraron a Fernando VII como la autoridad legítima y a José Bonaparte un usurpador. Esto desató en Hispanoamérica todos los movimientos de independencia, los cuales se proclamaron precisamente en nombre de Fernando VII, e hicieron que éstos tomaran ''“el aspecto de una cruzada católica contra los impíos en Madrid y París”.''<ref>Jean Meyer. Historia de los Cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]]. Ed. Vuelta. México, 1989, p. 17.</ref><br />
<br />
==Los «Guadalupes» en el inicio de la independencia.==<br />
<br />
La «Gaceta de México» del sábado 16 de julio de 1808, publicó ''“que ya no había rey ni gobierno legítimo metropolitano”.'' Esta noticia causó gran expectación en toda la población, especialmente entre los funcionarios de dos instituciones: la Audiencia, dominada por españoles peninsulares, y el Ayuntamiento de la ciudad de México donde prevalecían los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]]. En ambas instituciones se vislumbró fácilmente las posibles consecuencias de la noticia: la independencia «de facto» de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]].<br />
<br />
La valoración de los acontecimientos sería especialmente amplia y profunda en el Ayuntamiento, y la influencia de «los Guadalupes» debió haber sido grande dada su experiencia en el análisis de ideas filosóficas y políticas. Aunque –como ya señalamos- no hay documentos «formales» de esa Sociedad, serán los escritos de [[TALAMANTES_FRAY_MELCHOR_DE;_Su_vida_en_Perú | fray Melchor de Talamantes]] titulados «Congreso Nacional» y «Representación nacional de las colonias. Discurso filosófico», dedicado expresamente al Ayuntamiento de la ciudad de México, los que nos permitan tener una visión bastante aproximada de la actuación de «los Guadalupes» en el inicio de la independencia.<br />
<br />
[[TALAMANTES_FRAY_MELCHOR_DE;_Su_vida_en_Perú | Fray Melchor de Talamantes]] era en esos momentos sin la menor duda, el mejor exponente del pensamiento político de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] en México, y muy probablemente era un asiduo participante en las tertulias de «los Guadalupes». El 9 de agosto de 1808 el síndico del Ayuntamiento Francisco Primo Verdad propuso en la «Junta General» la necesidad de un gobierno provisional ya que ''“la soberanía estaba y había recaído en el pueblo americano”''. Afloraba el pensamiento del «Doctor eximius» Francisco Suárez; como también lo haría cinco años después [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]] y Pavón en su «Manifiesto a los habitantes de Oaxaca».<br />
<br />
En México, el 16 de septiembre de 1808, el intento de establecer en [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] una «Junta Suprema» -que sería una independencia «de facto»-, fracasó; Primo Verdad y Fray Melchor fueron aprendidos por la Audiencia y encarcelados. Primo Verdad fue asesinado en su celda unos días después. Exactamente dos años después, el 16 de septiembre de 1810, el cura [[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel | Miguel Hidalgo]] iniciaba en la parroquia de Dolores otro movimiento de independencia al grito de ''“¡Viva la Virgen de Guadalupe, Viva Fernando VII, Muera el mal gobierno.”''<br />
<br />
==Los «Guadalupes» en la consumación de la independencia.==<br />
<br />
El 19 de octubre de 1813 Napoleón fue derrotado en Leipzig por las tropas aliadas de Inglaterra, Prusia y Rusia; Napoleón tuvo que abdicar y devolverle a Fernando VII el trono español, pudiendo regresar a Madrid el 13 de mayo de 1814. En Hispanoamérica los movimientos insurgentes vinieron a menos: [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]] y Pavón fue derrotado y fusilado en 1815; dos años después los anglosajones quisieron soplar las brasas independentistas mediante una expedición de mercenarios al mando de [[MINA,_Francisco_Javier | Francisco Javier Mina]], pero fracasó estrepitosamente. <br />
<br />
Solo estaba fuera del control de Fernando VII el antiguo Virreinato de La Plata, de hecho independiente desde 1808 con el nombre de «Provincias Unidas del [[RÍO_DE_LA_PLATA;_Su_mundo_cultural,_económico_y_político | Río de la Plata]]».<ref>El nombre se adoptó en mayo de 1810 y sigue siendo uno de los nombres alternativos de la República Argentina</ref>Pero en Nueva Granada, Simón Bolívar derrotó a los realistas en la «batalla de Boyacá» el 7 de agosto de 1819. Fernando VII preparó entonces un ejército para que fuese a Sudamérica a restablecer su dominio y reforzar a sus alicaídas tropas, poniendo al frente de esta fuerza al capitán general de Andalucía, y antiguo virrey de México Félix María Calleja, quien llevaba como uno de sus principales oficiales al coronel Rafael Riego, comandante del Segundo Batallón.<br />
<br />
En lugar de embarcar a sus tropas en el puerto de Cabezas de san Juan como le estaba ordenado, Riego, militante de la [[MASONERÍA_EN_URUGUAY | masonería]] y profesando una ideología liberal radical, se «pronunció» contra Fernando VII generando una serie de levantamientos por varias regiones, obligándole a restaurar la Constitución de 1812, misma que él había derogado a su regreso del exilio en Francia en 1814.<br />
En [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] las personas analíticas –como los Guadalupes- interpretaron esos hechos como un nuevo cautiverio del rey, aunque ahora no por un gobierno extranjero sino por sus propios súbditos encandilados por los revolucionarios franceses. El rumor acerca de una supuesta carta enviada por Fernando VII al virrey Apodaca en la que le decía ser víctima de violencia y le hacía saber de sus intenciones de evadirse de España para trasladarse a México «donde encontraría vasallos más fieles», parecía confirmar esas interpretaciones.<ref>[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]] señala que el mismo Fernando VII tuvo que negar la existencia de esa carta, y que lo más probable es que la misma nunca existió. (Cfr. [[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]], Obra citada, p. 344)</ref><br />
<br />
En la ciudad de México un grupo en el que muy probablemente los Guadalupes formaban parte, empezó a reunirse secretamente en la Iglesia de «La Profesa» bajo la dirección del canónigo Matías de Monteagudo, criollo capellán de ese templo. De esas «juntas» surgió la idea de de preparar un movimiento de independencia que le ofreciera el gobierno de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] a Fernando VII, a quien seguían considerando la autoridad legítima. La secrecía de los participantes en las Juntas de la Profesa fue de tal manera eficaz que las autoridades virreinales no tuvieron nunca la menor sospecha de su realización. Por la misma razón tampoco se tienen documentos sobre ellas. <br />
<br />
Se presupone que en las Juntas secretas de la Profesa participaron entre otros: fray Mariano López de Bravo y Pimentel, Miguel Bataller, Juan José Espinosa de los Monteros, Antonio de Mier y Villagómez, José Bermúdez Zozaya, Juan Gómez de Navarrete y el obispo de Puebla Antonio Joaquín Pérez Martínez y Robles. Los conspiradores tenían al tanto de sus planes al arzobispo de Guadalajara, Juan Ruiz de Cabañas y Crespo, que en razón a la distancia de su diócesis no podía participar en las reuniones.<br />
<br />
El «Plan de la Profesa» tenía como puntos básicos los siguientes: ofrecer la Corona de Nueva España a Fernando VII, o si éste no aceptara a alguna persona de la familia real o incluso de la Casa de los Austria, señalándose expresamente al Archiduque Carlos de Austria; que se llevara a cabo con la menor cantidad posible de sangre derramada; que se garantizara el ejercicio de la religión católica y la unidad social, evitando el pillaje que había acompañado los movimientos insurgentes anteriores; que el movimiento lo encabezara un militar y no un eclesiástico. <br />
<br />
Finalmente el «Plan de la Profesa» ya estructurado, fue publicado con el nombre de «Plan de Independencia de la América Septentrional», más conocido como «Plan de Iguala», proclamado por [[ITURBIDE,_Agustín_de | Agustín de Iturbide]] el 24 de febrero de 1821 en la población de Iguala. A su vez el Plan de iguala «protocolizado» en los «Tratados de Córdoba», ''“menos en lo referente al Archiduque Carlos de Austria, que quedó eliminado, y en el caso de que el rey de España o sus parientes rehusasen aceptar el trono de México, no habría necesidad de que las Cortes nombrasen a un miembro de alguna Casa reinante.”''<ref>Joseph H. L. Schlarman, ''México, tierra de volcanes''. Ed. Porrúa, México 14 ed., p. 260</ref>firmados por el propio Iturbide y el último virrey de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], don Juan O´Donojú, en la ciudad de Córdoba el 24 de agosto de 1821. El 27 de septiembre el ejército de Iturbide entró pacíficamente en la ciudad de México. [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | La Nueva España]] consumó su independencia como lo habían planeado en las Juntas de la Profesa: sin derramamiento de sangre.<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<references></references><br />
<br />
<br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
<br />
ALAMÁN Lucas. ''Historia de Méjico''. Ed. Gobierno del Estado de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], 1989<br />
<br />
CATURELLI Alberto. ''El Nuevo Mundo'', Ed. Edamex-Upaep, México, 1991<br />
<br />
FERNÁNDEZ DE LA CIGOÑA Francisco José. ''EL Reinado de Carlos IV''. Verbo No. 265, Madrid<br />
<br />
MEYER Jean. ''Historia de los Cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]]''. Ed. Vuelta. México, 1989<br />
<br />
SCHLARMAN Joseph H. L., ''México, tierra de volcanes''. Ed. Porrúa, 14 ed. México, 1987<br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[MASONERÍA_EN_URUGUAY|MASONERÍA EN URUGUAY]]<br />
<br />
[[ITURBIDE,_Agustín_de|ITURBIDE, Agustín de]]<br />
<br />
[[TEPEYAC|TEPEYAC]]<br />
<br />
[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas|ALAMÁN Y ESCALADA, Lucas]]<br />
<br />
[[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María|MORELOS Y PAVÓN, José María]]<br />
<br />
[[AMÉRICA_LATINA:_El_Término|AMÉRICA LATINA: El Término]]<br />
<br />
[[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA|CÓRDOBA DE LA NUEVA ANDALUCÍA]]<br />
<br />
[[RÍO_DE_LA_PLATA;_Su_mundo_cultural,_económico_y_político|RÍO DE LA PLATA; Su mundo cultural, económico y político]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel|HIDALGO Y COSTILLA GALLAGA, Miguel]]<br />
<br />
[[TALAMANTES_FRAY_MELCHOR_DE;_Su_vida_en_Perú|TALAMANTES FRAY MELCHOR DE; Su vida en Perú]]<br />
<br />
[[MINA,_Francisco_Javier|MINA, Francisco Javier]]<br />
<br />
[[COLEGIOS_MAYORES_DE_LA_UNIVERSIDAD_DE_CÓRDOBA|COLEGIOS MAYORES DE LA UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA]]<br />
<br />
[[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal|GUANAJUATO; Arte Virreinal]]<br />
<br />
[[BRASIL;_Afrodescendientes|BRASIL; Afrodescendientes]]<br />
<br />
[[COLOMBIA;_División_del_clero_en_el_proceso_de_Independencia|COLOMBIA; División del clero en el proceso de Independencia]]<br />
<br />
[[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización|CRIOLLOS; su aporte a la evangelización]]<br />
<br />
[[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas|EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA; contribución de los jesuitas]]<br />
<br />
[[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas|ARGENTINA; consecuencias de la expulsión de los jesuitas]]<br />
<br />
[[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio|CORONA ESPAÑOLA: Su papel en la evangelización y en los derechos del indio]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=SOCIEDADES_DE_PENSAMIENTO._Los_Guadalupes&diff=3705003
SOCIEDADES DE PENSAMIENTO. Los Guadalupes
2022-02-14T18:55:57Z
<p>Louvier: /* Los acontecimientos de 1808 y su repercusión en América */</p>
<hr />
<div>==Prólogo==<br />
<br />
La independencia de Hispanoamérica fue resultado de un largo proceso cuyo inicio lo podemos situar en los primeros años del siglo XVIII, cuando en la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona Española]] la Casa de Austria o Casa de Habsburgo fue sustituida por la francesa Casa de Borbón. El espíritu galicano-regalista de los nuevos gobernantes les llevó a concebir a los «reinos» de ultramar como meras «colonias», las cuales debían ser mejor administradas para beneficio de la Metrópoli. Dicho de otro modo, Hispanoamérica pasó de ser considerada «parte» de «las Españas», a ser tratada como «propiedad» de «España».<br />
<br />
En tiempos de los Austria se hablaba de «las Españas» en plural, pues gobernantes y gobernados concebían a la Nación como una unidad de «reinos», cada uno con sus propias características situados a ambos lados del Océano, que tenían una unicidad moral formada por los vínculos dados por la religión y los valores morales y espirituales, en donde el rey daba la cohesión y unidad institucional desde la concepción cristiana de la autoridad según la cual el sentido profundo y único del «regnare» es el «servire».<ref>Cfr. Mc.9, 30-37, y la amplia explicación que hace SS Pío XII en ''Con Sempre 54. (1943)''</ref><br />
<br />
Por eso los reyes de la Casa de Austria siempre vieron en las «Indias Occidentales» a «reinos» que formaban parte de la Corona y sobre los cuales tenían la responsabilidad de promover su bien, su desarrollo y su crecimiento, tanto en el orden material como en el espiritual; por lo mismo se preocuparon intensamente por la evangelización.<br />
<br />
Pero los reyes de la Casa de Borbón aunque conservaron mucho del tradicional léxico político español (como el «virreinato»), imbuidos en el galicanismo césaro-papista que prevalecía en la corte de París, «abandonaron» la misión que la Providencia había señalado a España, trocándola en objetivos mercantilistas que buscaban ya no el bien de Hispanoamérica sino su utilización.<br />
<br />
''“La España oficial abandona (a los Reinos de Indias), Y digo que los abandona en el estricto sentido del término que quiere decir «dejar» en poder de otro o, mejor aún, dejar alguna obra ya emprendida como misión. Paradójicamente, alguien que sólo observa las apariencias, podría sostener que ahora la España borbónica se ocupa mucho más de sus dominios que antes (…) El intento heroico del Imperio espiritual que somete el bienestar somático al dominio del espíritu ha sido, poco a poco, abandonado; de ahí que sea posible «ocuparse» con aparentemente mayor empeño del pueblo español y de los pueblos de Indias habiéndolos abandonado. Pero semejante abandono enmascara un abandono todavía mayor: el abandono de Sí misma”''.<ref>Alberto Caturelli. ''El Nuevo Mundo'', Ed. Edamex-Upaep, México, 1991, p.410</ref><br />
<br />
Aunque en justicia se debe reconocer que los reyes borbones nunca aceptaron la falsa doctrina de un supuesto «derecho divino de los reyes» -doctrina surgida en la Corte de Jacobo I de Inglaterra en el siglo XVII y adoptada posteriormente en la de Luis XIV en París- su afrancesada política «regalista» si enfrió el celo evangelizador, además de generar entre los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] hispanoamericanos un sentimiento de agravio al verse tratados como personas casi insignificantes, a pesar de que ellos constituían en América las clases más instruidas y preparadas. La [[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas | expulsión de los jesuitas]] de los territorios de la Corona decretada en 1767 por Carlos III, concretizó y evidenció el espíritu colonialista y las consecuencias de la política regalista impuesta en la Corte de Madrid, con la cual los Borbones gobernaron sus «colonias».<br />
<br />
==Las «Sociedades de Pensamiento»==<br />
<br />
Aún antes de que Napoleón invadiera la Península Ibérica en 1808 y con ello desencadenara los movimientos de independencia en Hispanoamérica, la preocupación por la política colonialista y regalista que los borbones venían aplicando, provocó que en Hispanoamérica los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]], en cuanto eran los mejor formados e informados, se reunieran a comentar y analizar la situación que se iba generando. Tertulias de diversa índole tenían como centro de conversación la política de la Corona para con los ya entonces reinos degradados a colonias.<br />
<br />
No es de extrañar que en dichas tertulias, en las que abundaban los exalumnos de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], se recordara y revitalizara la filosofía del derecho expuesta por el «Doctor Eximius», el jesuita español Francisco Suárez S.J. (1548-1617) quien siglo y medio antes, en su obra «Tractatus de legibus ac deo legislatore» (1612), se había opuesto al «derecho divino de los reyes» afirmando que si bien toda autoridad proviene de lo alto (cfr. Jn. 19,11), Dios no la otorga al Rey sino al pueblo, y que es el pueblo quien legitima al Rey. Esa doctrina había sido enseñada en las mejores instituciones educativas de Hispanoamérica: los «[[COLEGIOS_MAYORES_DE_LA_UNIVERSIDAD_DE_CÓRDOBA | Colegios Mayores]]» de la Compañía y los Seminarios donde los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] participaban como maestros.<br />
<br />
Sin una estructura formal, las tertulias de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] fueron evolucionando en periodicidad y número, haciendo surgir en las capitales de los virreinatos hispanoamericanos (México, Lima, Buenos Aires y Bogotá) y en otras ciudades importantes (Caracas, Quito, Querétaro, Santiago de Chile, etc.) verdaderas «sociedades de pensamiento», donde se comentaban lo mismo principios doctrinales que las preocupantes noticias sobre los acontecimientos en Europa, provocados por las incursiones de Napoleón más allá de la fronteras de Francia, así como la difusión del pensamiento revolucionario.<ref>Italia fue invadida por Napoleón en 1796, y Egipto lo fue al año siguiente. En noviembre de 1799 instauró el «Directorio» y luego el «Consulado» y en 1804 fue promulgado el «Código napoleónico» el cual, se fundamentaba e imponía los principios de la [[COLOMBIA;_División_del_clero_en_el_proceso_de_Independencia | Revolución Francesa]] de 1789.</ref> Por ello la imagen que los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] tenían de Napoleón era la de un «Robespierre a caballo» al cual habría que resistir. <br />
<br />
Debido a que las autoridades regalistas podrían tener algo más que recelos sobre las reuniones de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] (de hecho, el pensamiento de los teólogos [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] como el de Suárez fue prohibido y desterrado a la par de la expulsión de la Compañía), dichas «sociedades» empezaron a reunirse de manera cada vez más discreta y reservada, dando pie a que algunos historiadores las señalen erróneamente como «masónicas». El pensamiento que se seguía en esas sociedades estaba inspirado en Tomás de Aquino y Francisco Suárez; no en Rousseau o Voltaire.<br />
<br />
==Los «Guadalupes»==<br />
<br />
En la ciudad de México se formó una sociedad de pensamiento que se dio a sí misma el nombre de «los Guadalupes» en razón a la ferviente devoción que los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] novohispanos tenían hacia la Virgen de Guadalupe, mientras que los españoles residentes en México profesaban una mayor devoción a la Virgen de los Remedios. Por ello algunos historiadores hablan de que en México se llegó una especie de «guerra de Vírgenes»,<ref>Por ejemplo, S. Meier, Matt. ¨ ''María Insurgente'' ¨ COLMEX Vol. 23, Núm. 3: (91) Año: enero - marzo 1974.</ref>lo cual es una falsa interpretación pues la devoción guadalupana era común a todas las razas y clases sociales, incluidos los peninsulares, y todos sabían perfectamente y sin discrepancia alguna que todas las devociones marianas se refieren precisamente a la Virgen María, Madre de Jesucristo.<br />
<br />
Aunque no hay documentos propios de la sociedad de «los Guadalupes» -hecho explicable por la informalidad de su origen y de su funcionamiento- si es posible inferir la importancia que algunos acontecimientos tuvieron en su desarrollo y actuación. Uno de ellos es el siguiente: por cédula real del 26 de diciembre de 1804 el rey Carlos IV ordenó que todos los fondos de las fundaciones piadosas fueran recogidas en una «caja de consolidación de vales reales» y remitida a Madrid, y que las fincas propiedad de esas mismas fundaciones fueran enajenadas. <br />
<br />
Lo anterior fue motivado por ''“las exigencias continuas e imperiosas de su aliado Napoleón (y el rey Carlos IV) se aventuró a dar un poderoso motivo de descontento (…) El virrey Iturrigaray encontró en esto una ocasión para manifestar su celo por el cumplimiento de las disposiciones de la Corte, y de satisfacer a un tiempo su codicia.”''<ref>[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]]. ''Historia de Méjico''. Ed. Gobierno del Estado de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], 1989, pp.108-109</ref>''Una persona que litigó contra el virrey fue el Corregidor de Querétaro Miguel Domínguez “que a la sazón se hallaba enfermo en la capital (y el virrey) lo suspendió de aquel empleo y no quiso reponerlo…”''<ref>Ibídem.</ref> <br />
<br />
Como había sucedido con los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] en el exilio tras su expulsión en 1767 que ante los atropellos de una autoridad que se encontraba al otro lado del Océano, también en las sociedades de pensamiento se fue consolidando un sentimiento patriótico de afirmación de la propia identidad. Es en este contexto donde la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe tomaba una especial importancia pues simbolizaba plenamente la identidad de la Nación nacida en el [[TEPEYAC | Tepeyac]] en 1531.<br />
<br />
==Los acontecimientos de 1808 y su repercusión en América==<br />
<br />
El 27 de octubre de 1807 en la ciudad francesa de Fontainebleau, el Primer Ministro de España Manuel Godoy firmó con Napoleón Bonaparte un vergonzoso e inmoral «tratado», según el cual los ejércitos españoles y franceses invadirían Portugal para repartirse su territorio; esto significaba, además, que se permitía al ejército francés entrar y atravesar España. Así resulta que el ejército francés no invadió España: el Rey Carlos IV y su primer ministro les abrió las puertas.<br />
<br />
Las tropas francesas al mando del Mariscal Jean Junot apoyado por tres divisiones españolas tomaron Lisboa el 30 de noviembre de 1807. Unas horas antes de la entrada de las tropas franco-españolas, el Rey Juan VI de Portugal, su madre la Reina y la Corte portuguesa en pleno, habían zarpado hacia el [[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]]. Durante seis años la Corona portuguesa tuvo su sede en Río de Janeiro.<br />
El rey Carlos IV, su esposa la reina María Luisa de Parma y el primer ministro Manuel Godoy se encontraban en la población de Aranjuez, cercana a Madrid; el 18 de marzo de 1808 un populacho instigado por el príncipe heredero Fernando asaltó el palacio donde se encontraban sus padres y Manuel Godoy, quien fue capturado escondido debajo de una escalera. Mediante amenazas, al día siguiente Fernando obligó a su padre a abdicar en su favor, convirtiéndose así en el rey Fernando VII.<br />
<br />
Tres días después Carlos IV escribió una carta a Napoleón en la que le comunicaba que su abdicación fue forzada y por tanto sin valor. Por su parte también Fernando VII le escribió a Napoleón afirmando que la abdicación de su padre era válida y que ahora el rey era él, y en prueba de ello le envió como prisionero a Manuel Godoy, razónes por las que le solicitaba su reconocimiento.<ref>Cfr. Francisco José Fernández de la Cigoña. EL Reinado de Carlos IV. Verbo No. 265, Madrid</ref>Ante esta situación en la que los borbones españoles ponían como «árbitro» a Napoleón, éste los invitó por separado a la ciudad de Bayona, mientras enviaba al general Marat para hacerse cargo de las tropas francesas en España, ordenándole entrar Madrid.<br />
<br />
Fernando VII y su comitiva llegaron a Bayona el 20 de abril; su padre Carlos IV y su esposa arribaron diez días después, el 30 de abril. También Manuel Godoy, amante de la Reina, había ya sido trasladado a Bayona. Las tropas francesas entraron en Madrid el 2 de mayo en medio del repudio popular. Ante Napoleón y sus acompañantes, los monarcas españoles, padre e hijo, se lanzaron toda clase de insultos y reproches, incluyendo Fernando los amoríos entre su madre la Reina y el Ministro Godoy. El 5 de mayo Napoleón exigió las abdicaciones de ambos monarcas en su favor, designando como nuevo rey de España a su hermano José Bonaparte. Carlos IV, su esposa María Luisa y Manuel Godoy fueron llevados prisioneros a Nápoles; a Fernando VII y su familia se les asignó como prisión el Castillo de Valençay en Francia, donde permanecería recluido hasta 1814. <br />
<br />
Las élites hispanoamericanas habían recibido la noticia de la proclamación de Fernando VII como nuevo rey, pero desconocedores en un principio de los detalles de las abyectas «abdicaciones de Bayona», consideraron a Fernando VII como la autoridad legítima y a José Bonaparte un usurpador. Esto desató en Hispanoamérica todos los movimientos de independencia, los cuales se proclamaron precisamente en nombre de Fernando VII, e hicieron que éstos tomaran ''“el aspecto de una cruzada católica contra los impíos en Madrid y París”.''<ref>Jean Meyer. Historia de los Cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]]. Ed. Vuelta. México, 1989, p. 17.</ref><br />
<br />
==Los «Guadalupes» en el inicio de la independencia.==<br />
<br />
La «Gaceta de México» del sábado 16 de julio de 1808, publicó ''“que ya no había rey ni gobierno legítimo metropolitano”.'' Esta noticia causó gran expectación en toda la población, especialmente entre los funcionarios de dos instituciones: la Audiencia, dominada por españoles peninsulares, y el Ayuntamiento de la ciudad de México donde prevalecían los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]]. En ambas instituciones se vislumbró fácilmente las posibles consecuencias de la noticia: la independencia «de facto» de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]].<br />
<br />
La valoración de los acontecimientos sería especialmente amplia y profunda en el Ayuntamiento, y la influencia de «los Guadalupes» debió haber sido grande dada su experiencia en el análisis de ideas filosóficas y políticas. Aunque –como ya señalamos- no hay documentos «formales» de esa Sociedad, serán los escritos de [[TALAMANTES_FRAY_MELCHOR_DE;_Su_vida_en_Perú | fray Melchor de Talamantes]] titulados «Congreso Nacional» y «Representación nacional de las colonias. Discurso filosófico», dedicado expresamente al Ayuntamiento de la ciudad de México, los que nos permitan tener una visión bastante aproximada de la actuación de «los Guadalupes» en el inicio de la independencia.<br />
<br />
[[TALAMANTES_FRAY_MELCHOR_DE;_Su_vida_en_Perú | Fray Melchor de Talamantes]] era en esos momentos sin la menor duda, el mejor exponente del pensamiento político de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] en México, y muy probablemente era un asiduo participante en las tertulias de «los Guadalupes». El 9 de agosto de 1808 el síndico del Ayuntamiento Francisco Primo Verdad propuso en la «Junta General» la necesidad de un gobierno provisional ya que ''“la soberanía estaba y había recaído en el pueblo americano”''. Afloraba el pensamiento del «Doctor eximius» Francisco Suárez; como también lo haría cinco años después [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]] y Pavón en su «Manifiesto a los habitantes de Oaxaca».<br />
<br />
En México, el 16 de septiembre de 1808, el intento de establecer en [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] una «Junta Suprema» -que sería una independencia «de facto»-, fracasó; Primo Verdad y Fray Melchor fueron aprendidos por la Audiencia y encarcelados. Primo Verdad fue asesinado en su celda unos días después. Exactamente dos años después, el 16 de septiembre de 1810, el cura [[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel | Miguel Hidalgo]] iniciaba en la parroquia de Dolores otro movimiento de independencia al grito de ''“¡Viva la Virgen de Guadalupe, Viva Fernando VII, Muera el mal gobierno.”''<br />
<br />
==Los «Guadalupes» en la consumación de la independencia.==<br />
<br />
El 19 de octubre de 1813 Napoleón fue derrotado en Leipzig por las tropas aliadas de Inglaterra, Prusia y Rusia; Napoleón tuvo que abdicar y devolverle a Fernando VII el trono español, pudiendo regresar a Madrid el 13 de mayo de 1814. En Hispanoamérica los movimientos insurgentes vinieron a menos: [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]] y Pavón fue derrotado y fusilado en 1815; dos años después los anglosajones quisieron soplar las brasas independentistas mediante una expedición de mercenarios al mando de [[MINA,_Francisco_Javier | Francisco Javier Mina]], pero fracasó estrepitosamente. <br />
<br />
Solo estaba fuera del control de Fernando VII el antiguo Virreinato de La Plata, de hecho independiente desde 1808 con el nombre de «Provincias Unidas del [[RÍO_DE_LA_PLATA;_Su_mundo_cultural,_económico_y_político | Río de la Plata]]».<ref>El nombre se adoptó en mayo de 1810 y sigue siendo uno de los nombres alternativos de la República Argentina</ref>Pero en Nueva Granada, Simón Bolívar derrotó a los realistas en la «batalla de Boyacá» el 7 de agosto de 1819. Fernando VII preparó entonces un ejército para que fuese a Sudamérica a restablecer su dominio, poniendo al frente de este al capitán general de Andalucía, y antiguo virrey de México Félix María Calleja, quien llevaba como uno de sus principales oficiales al coronel Rafael Riego, comandante del Segundo Batallón.<br />
<br />
En lugar de embarcar a sus tropas en el puerto de Cabezas de san Juan como le estaba ordenado, Riego, militante de la [[MASONERÍA_EN_URUGUAY | masonería]] y profesando una ideología liberal radical, se «pronunció» contra Fernando VII generando una serie de levantamientos por varias regiones, obligándole a restaurar la Constitución de 1812, misma que él había derogado a su regreso del exilio en Francia en 1814.<br />
En [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] las personas analíticas –como los Guadalupes- interpretaron esos hechos como un nuevo cautiverio del rey, aunque ahora no por un gobierno extranjero sino por sus propios súbditos encandilados por los revolucionarios franceses. El rumor acerca de una supuesta carta enviada por Fernando VII al virrey Apodaca en la que le decía ser víctima de violencia y le hacía saber de sus intenciones de evadirse de España para trasladarse a México «donde encontraría vasallos más fieles», parecía confirmar esas interpretaciones.<ref>[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]] señala que el mismo Fernando VII tuvo que negar la existencia de esa carta, y que lo más probable es que la misma nunca existió. (Cfr. [[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]], Obra citada, p. 344)</ref><br />
<br />
En la ciudad de México un grupo en el que muy probablemente los Guadalupes formaban parte, empezó a reunirse secretamente en la Iglesia de «La Profesa» bajo la dirección del canónigo Matías de Monteagudo, criollo capellán de ese templo. De esas «juntas» surgió la idea de de preparar un movimiento de independencia que le ofreciera el gobierno de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] a Fernando VII, a quien consideraban la autoridad legítima. La secrecía de los participantes en las Juntas de la Profesa fue de tal manera eficaz que las autoridades virreinales no tuvieron nunca la menor sospecha de su realización. Por la misma razón tampoco se tienen documentos sobre ellas. <br />
<br />
Se presupone que en las Juntas secretas de la Profesa participaron entre otros: fray Mariano López de Bravo y Pimentel, Miguel Bataller, Juan José Espinosa de los Monteros, Antonio de Mier y Villagómez, José Bermúdez Zozaya, Juan Gómez de Navarrete y el obispo de Puebla Antonio Joaquín Pérez Martínez y Robles. Los conspiradores tenían al tanto de sus planes al arzobispo de Guadalajara, Juan Ruiz de Cabañas y Crespo, que en razón a la distancia de su diócesis no podía participar en las reuniones.<br />
<br />
El «Plan de la Profesa» tenía como puntos básicos los siguientes: ofrecer la Corona de Nueva España a Fernando VII, o si éste no aceptara a alguna persona de la familia real o incluso de la Casa de los Austria, señalándose expresamente al Archiduque Carlos de Austria; que se llevara a cabo con la menor cantidad posible de sangre derramada; que se garantizara el ejercicio de la religión católica y la unidad social, evitando el pillaje que había acompañado los movimientos insurgentes anteriores; que el movimiento lo encabezara un militar y no un eclesiástico. <br />
<br />
Finalmente el «Plan de la Profesa» ya estructurado, fue publicado con el nombre de «Plan de Independencia de la América Septentrional», más conocido como «Plan de Iguala», proclamado por [[ITURBIDE,_Agustín_de | Agustín de Iturbide]] el 24 de febrero de 1821. A su vez el Plan de iguala «protocolizado» en los «Tratados de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]]», ''“menos en lo referente al Archiduque Carlos de Austria, que quedó eliminado, y en el caso de que el rey de España o sus parientes rehusasen aceptar el trono de México, no habría necesidad de que las Cortes nombrasen a un miembro de alguna Casa reinante.”''<ref>Joseph H. L. Schlarman, ''México, tierra de volcanes''. Ed. Porrúa, México 14 ed., p. 260</ref>firmados por el propio Iturbide y el último virrey de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], don Juan O´Donojú, en la ciudad de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]] el 24 de agosto de 1821. El 27 de septiembre el ejército de Iturbide entró pacíficamente en la ciudad de México. [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | La Nueva España]] consumó su independencia como lo habían planeado en las Juntas de la Profesa: sin derramamiento de sangre.<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<references></references><br />
<br />
<br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
<br />
ALAMÁN Lucas. ''Historia de Méjico''. Ed. Gobierno del Estado de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], 1989<br />
<br />
CATURELLI Alberto. ''El Nuevo Mundo'', Ed. Edamex-Upaep, México, 1991<br />
<br />
FERNÁNDEZ DE LA CIGOÑA Francisco José. ''EL Reinado de Carlos IV''. Verbo No. 265, Madrid<br />
<br />
MEYER Jean. ''Historia de los Cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]]''. Ed. Vuelta. México, 1989<br />
<br />
SCHLARMAN Joseph H. L., ''México, tierra de volcanes''. Ed. Porrúa, 14 ed. México, 1987<br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[MASONERÍA_EN_URUGUAY|MASONERÍA EN URUGUAY]]<br />
<br />
[[ITURBIDE,_Agustín_de|ITURBIDE, Agustín de]]<br />
<br />
[[TEPEYAC|TEPEYAC]]<br />
<br />
[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas|ALAMÁN Y ESCALADA, Lucas]]<br />
<br />
[[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María|MORELOS Y PAVÓN, José María]]<br />
<br />
[[AMÉRICA_LATINA:_El_Término|AMÉRICA LATINA: El Término]]<br />
<br />
[[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA|CÓRDOBA DE LA NUEVA ANDALUCÍA]]<br />
<br />
[[RÍO_DE_LA_PLATA;_Su_mundo_cultural,_económico_y_político|RÍO DE LA PLATA; Su mundo cultural, económico y político]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel|HIDALGO Y COSTILLA GALLAGA, Miguel]]<br />
<br />
[[TALAMANTES_FRAY_MELCHOR_DE;_Su_vida_en_Perú|TALAMANTES FRAY MELCHOR DE; Su vida en Perú]]<br />
<br />
[[MINA,_Francisco_Javier|MINA, Francisco Javier]]<br />
<br />
[[COLEGIOS_MAYORES_DE_LA_UNIVERSIDAD_DE_CÓRDOBA|COLEGIOS MAYORES DE LA UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA]]<br />
<br />
[[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal|GUANAJUATO; Arte Virreinal]]<br />
<br />
[[BRASIL;_Afrodescendientes|BRASIL; Afrodescendientes]]<br />
<br />
[[COLOMBIA;_División_del_clero_en_el_proceso_de_Independencia|COLOMBIA; División del clero en el proceso de Independencia]]<br />
<br />
[[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización|CRIOLLOS; su aporte a la evangelización]]<br />
<br />
[[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas|EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA; contribución de los jesuitas]]<br />
<br />
[[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas|ARGENTINA; consecuencias de la expulsión de los jesuitas]]<br />
<br />
[[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio|CORONA ESPAÑOLA: Su papel en la evangelización y en los derechos del indio]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=SOCIEDADES_DE_PENSAMIENTO._Los_Guadalupes&diff=3705002
SOCIEDADES DE PENSAMIENTO. Los Guadalupes
2022-02-14T18:48:20Z
<p>Louvier: /* Los «Guadalupes» */</p>
<hr />
<div>==Prólogo==<br />
<br />
La independencia de Hispanoamérica fue resultado de un largo proceso cuyo inicio lo podemos situar en los primeros años del siglo XVIII, cuando en la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona Española]] la Casa de Austria o Casa de Habsburgo fue sustituida por la francesa Casa de Borbón. El espíritu galicano-regalista de los nuevos gobernantes les llevó a concebir a los «reinos» de ultramar como meras «colonias», las cuales debían ser mejor administradas para beneficio de la Metrópoli. Dicho de otro modo, Hispanoamérica pasó de ser considerada «parte» de «las Españas», a ser tratada como «propiedad» de «España».<br />
<br />
En tiempos de los Austria se hablaba de «las Españas» en plural, pues gobernantes y gobernados concebían a la Nación como una unidad de «reinos», cada uno con sus propias características situados a ambos lados del Océano, que tenían una unicidad moral formada por los vínculos dados por la religión y los valores morales y espirituales, en donde el rey daba la cohesión y unidad institucional desde la concepción cristiana de la autoridad según la cual el sentido profundo y único del «regnare» es el «servire».<ref>Cfr. Mc.9, 30-37, y la amplia explicación que hace SS Pío XII en ''Con Sempre 54. (1943)''</ref><br />
<br />
Por eso los reyes de la Casa de Austria siempre vieron en las «Indias Occidentales» a «reinos» que formaban parte de la Corona y sobre los cuales tenían la responsabilidad de promover su bien, su desarrollo y su crecimiento, tanto en el orden material como en el espiritual; por lo mismo se preocuparon intensamente por la evangelización.<br />
<br />
Pero los reyes de la Casa de Borbón aunque conservaron mucho del tradicional léxico político español (como el «virreinato»), imbuidos en el galicanismo césaro-papista que prevalecía en la corte de París, «abandonaron» la misión que la Providencia había señalado a España, trocándola en objetivos mercantilistas que buscaban ya no el bien de Hispanoamérica sino su utilización.<br />
<br />
''“La España oficial abandona (a los Reinos de Indias), Y digo que los abandona en el estricto sentido del término que quiere decir «dejar» en poder de otro o, mejor aún, dejar alguna obra ya emprendida como misión. Paradójicamente, alguien que sólo observa las apariencias, podría sostener que ahora la España borbónica se ocupa mucho más de sus dominios que antes (…) El intento heroico del Imperio espiritual que somete el bienestar somático al dominio del espíritu ha sido, poco a poco, abandonado; de ahí que sea posible «ocuparse» con aparentemente mayor empeño del pueblo español y de los pueblos de Indias habiéndolos abandonado. Pero semejante abandono enmascara un abandono todavía mayor: el abandono de Sí misma”''.<ref>Alberto Caturelli. ''El Nuevo Mundo'', Ed. Edamex-Upaep, México, 1991, p.410</ref><br />
<br />
Aunque en justicia se debe reconocer que los reyes borbones nunca aceptaron la falsa doctrina de un supuesto «derecho divino de los reyes» -doctrina surgida en la Corte de Jacobo I de Inglaterra en el siglo XVII y adoptada posteriormente en la de Luis XIV en París- su afrancesada política «regalista» si enfrió el celo evangelizador, además de generar entre los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] hispanoamericanos un sentimiento de agravio al verse tratados como personas casi insignificantes, a pesar de que ellos constituían en América las clases más instruidas y preparadas. La [[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas | expulsión de los jesuitas]] de los territorios de la Corona decretada en 1767 por Carlos III, concretizó y evidenció el espíritu colonialista y las consecuencias de la política regalista impuesta en la Corte de Madrid, con la cual los Borbones gobernaron sus «colonias».<br />
<br />
==Las «Sociedades de Pensamiento»==<br />
<br />
Aún antes de que Napoleón invadiera la Península Ibérica en 1808 y con ello desencadenara los movimientos de independencia en Hispanoamérica, la preocupación por la política colonialista y regalista que los borbones venían aplicando, provocó que en Hispanoamérica los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]], en cuanto eran los mejor formados e informados, se reunieran a comentar y analizar la situación que se iba generando. Tertulias de diversa índole tenían como centro de conversación la política de la Corona para con los ya entonces reinos degradados a colonias.<br />
<br />
No es de extrañar que en dichas tertulias, en las que abundaban los exalumnos de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], se recordara y revitalizara la filosofía del derecho expuesta por el «Doctor Eximius», el jesuita español Francisco Suárez S.J. (1548-1617) quien siglo y medio antes, en su obra «Tractatus de legibus ac deo legislatore» (1612), se había opuesto al «derecho divino de los reyes» afirmando que si bien toda autoridad proviene de lo alto (cfr. Jn. 19,11), Dios no la otorga al Rey sino al pueblo, y que es el pueblo quien legitima al Rey. Esa doctrina había sido enseñada en las mejores instituciones educativas de Hispanoamérica: los «[[COLEGIOS_MAYORES_DE_LA_UNIVERSIDAD_DE_CÓRDOBA | Colegios Mayores]]» de la Compañía y los Seminarios donde los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] participaban como maestros.<br />
<br />
Sin una estructura formal, las tertulias de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] fueron evolucionando en periodicidad y número, haciendo surgir en las capitales de los virreinatos hispanoamericanos (México, Lima, Buenos Aires y Bogotá) y en otras ciudades importantes (Caracas, Quito, Querétaro, Santiago de Chile, etc.) verdaderas «sociedades de pensamiento», donde se comentaban lo mismo principios doctrinales que las preocupantes noticias sobre los acontecimientos en Europa, provocados por las incursiones de Napoleón más allá de la fronteras de Francia, así como la difusión del pensamiento revolucionario.<ref>Italia fue invadida por Napoleón en 1796, y Egipto lo fue al año siguiente. En noviembre de 1799 instauró el «Directorio» y luego el «Consulado» y en 1804 fue promulgado el «Código napoleónico» el cual, se fundamentaba e imponía los principios de la [[COLOMBIA;_División_del_clero_en_el_proceso_de_Independencia | Revolución Francesa]] de 1789.</ref> Por ello la imagen que los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] tenían de Napoleón era la de un «Robespierre a caballo» al cual habría que resistir. <br />
<br />
Debido a que las autoridades regalistas podrían tener algo más que recelos sobre las reuniones de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] (de hecho, el pensamiento de los teólogos [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] como el de Suárez fue prohibido y desterrado a la par de la expulsión de la Compañía), dichas «sociedades» empezaron a reunirse de manera cada vez más discreta y reservada, dando pie a que algunos historiadores las señalen erróneamente como «masónicas». El pensamiento que se seguía en esas sociedades estaba inspirado en Tomás de Aquino y Francisco Suárez; no en Rousseau o Voltaire.<br />
<br />
==Los «Guadalupes»==<br />
<br />
En la ciudad de México se formó una sociedad de pensamiento que se dio a sí misma el nombre de «los Guadalupes» en razón a la ferviente devoción que los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] novohispanos tenían hacia la Virgen de Guadalupe, mientras que los españoles residentes en México profesaban una mayor devoción a la Virgen de los Remedios. Por ello algunos historiadores hablan de que en México se llegó una especie de «guerra de Vírgenes»,<ref>Por ejemplo, S. Meier, Matt. ¨ ''María Insurgente'' ¨ COLMEX Vol. 23, Núm. 3: (91) Año: enero - marzo 1974.</ref>lo cual es una falsa interpretación pues la devoción guadalupana era común a todas las razas y clases sociales, incluidos los peninsulares, y todos sabían perfectamente y sin discrepancia alguna que todas las devociones marianas se refieren precisamente a la Virgen María, Madre de Jesucristo.<br />
<br />
Aunque no hay documentos propios de la sociedad de «los Guadalupes» -hecho explicable por la informalidad de su origen y de su funcionamiento- si es posible inferir la importancia que algunos acontecimientos tuvieron en su desarrollo y actuación. Uno de ellos es el siguiente: por cédula real del 26 de diciembre de 1804 el rey Carlos IV ordenó que todos los fondos de las fundaciones piadosas fueran recogidas en una «caja de consolidación de vales reales» y remitida a Madrid, y que las fincas propiedad de esas mismas fundaciones fueran enajenadas. <br />
<br />
Lo anterior fue motivado por ''“las exigencias continuas e imperiosas de su aliado Napoleón (y el rey Carlos IV) se aventuró a dar un poderoso motivo de descontento (…) El virrey Iturrigaray encontró en esto una ocasión para manifestar su celo por el cumplimiento de las disposiciones de la Corte, y de satisfacer a un tiempo su codicia.”''<ref>[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]]. ''Historia de Méjico''. Ed. Gobierno del Estado de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], 1989, pp.108-109</ref>''Una persona que litigó contra el virrey fue el Corregidor de Querétaro Miguel Domínguez “que a la sazón se hallaba enfermo en la capital (y el virrey) lo suspendió de aquel empleo y no quiso reponerlo…”''<ref>Ibídem.</ref> <br />
<br />
Como había sucedido con los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] en el exilio tras su expulsión en 1767 que ante los atropellos de una autoridad que se encontraba al otro lado del Océano, también en las sociedades de pensamiento se fue consolidando un sentimiento patriótico de afirmación de la propia identidad. Es en este contexto donde la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe tomaba una especial importancia pues simbolizaba plenamente la identidad de la Nación nacida en el [[TEPEYAC | Tepeyac]] en 1531.<br />
<br />
==Los acontecimientos de 1808 y su repercusión en América==<br />
<br />
El 27 de octubre de 1807 en la ciudad francesa de Fontainebleau, el Primer Ministro de España Manuel Godoy firmó con Napoleón Bonaparte un vergonzoso e inmoral «tratado», según el cual los ejércitos españoles y franceses invadirían Portugal para repartirse su territorio; esto significaba, además, que se permitía al ejército francés entrar y atravesar España. Así resulta que el ejército francés no invadió España: el Rey Carlos IV y su primer ministro les abrió las puertas.<br />
<br />
Las tropas francesas al mando del Mariscal Jean Junot apoyado por tres divisiones españolas tomaron Lisboa el 30 de noviembre de 1807. Unas horas antes de la entrada de las tropas franco-españolas, el Rey Juan VI de Portugal, su madre la Reina y la Corte portuguesa en pleno, habían zarpado hacia el [[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]]. Durante seis años la Corona portuguesa tuvo su sede en Río de Janeiro.<br />
El rey Carlos IV, su esposa la reina María Luisa de Parma y el primer ministro Manuel Godoy se encontraban en la población de Aranjuez, cercana a Madrid; el 18 de marzo de 1808 un populacho instigado por el príncipe heredero Fernando asaltó el palacio donde se encontraban sus padres y Manuel Godoy, quien fue capturado escondido debajo de una escalera. Mediante amenazas, al día siguiente Fernando obligó a su padre a abdicar en su favor, convirtiéndose así en el rey Fernando VII.<br />
<br />
Tres días después Carlos IV escribió una carta a Napoleón en la que le comunicaba que su abdicación fue forzada y por tanto sin valor. Por su parte Fernando VII también Fernando VII escribió a Napoleón afirmando que la abdicación de su padre era válida y que ahora el rey era él, enviándole como prisionero a Manuel Godoy y solicitándole su reconocimiento.<ref>Cfr. Francisco José Fernández de la Cigoña. EL Reinado de Carlos IV. Verbo No. 265, Madrid</ref>Ante esta situación en la que los borbones españoles ponían como «árbitro» a Napoleón, éste los invitó por separado a la ciudad de Bayona, mientras enviaba al general Marat para hacerse cargo de las tropas francesas en España, ordenándole entrar Madrid.<br />
<br />
Fernando VII y su comitiva llegaron a Bayona el 20 de abril; su padre Carlos IV y su esposa arribaron diez días después, el 30 de abril. También Manuel Godoy, amante de la Reina, había ya sido trasladado a Bayona. Las tropas francesas entraron en Madrid el 2 de mayo. Ante Napoleón y sus acompañantes, los monarcas españoles, padre e hijo, se lanzaron toda clase de insultos y reproches, incluyendo Fernando los amoríos entre su madre la Reina y el Ministro Godoy. El 5 de mayo Napoleón exigió las abdicaciones de ambos monarcas en su favor, designando como nuevo rey de España a su hermano José Bonaparte. Carlos IV, su esposa María Luisa y Manuel Godoy fueron llevados prisioneros a Nápoles; a Fernando VII y su familia se les asignó como prisión el Castillo de Valençay en Francia, donde permanecería recluido hasta 1814. <br />
<br />
Las élites hispanoamericanas habían recibido la noticia de la proclamación de Fernando VII como nuevo rey, pero desconocedores en un principio de los detalles de las abyectas «abdicaciones de Bayona», consideraron a Fernando VII como la autoridad legítima y a José Bonaparte un usurpador. Esto desató en Hispanoamérica todos los movimientos de independencia, que se proclamaron en nombre de Fernando VII, e hicieron que éstos tomaran ''“el aspecto de una cruzada católica contra los impíos en Madrid y París”.''<ref>Jean Meyer. Historia de los Cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]]. Ed. Vuelta. México, 1989, p. 17.</ref> <br />
<br />
==Los «Guadalupes» en el inicio de la independencia.==<br />
<br />
La «Gaceta de México» del sábado 16 de julio de 1808, publicó ''“que ya no había rey ni gobierno legítimo metropolitano”.'' Esta noticia causó gran expectación en toda la población, especialmente entre los funcionarios de dos instituciones: la Audiencia, dominada por españoles peninsulares, y el Ayuntamiento de la ciudad de México donde prevalecían los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]]. En ambas instituciones se vislumbró fácilmente las posibles consecuencias de la noticia: la independencia «de facto» de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]].<br />
<br />
La valoración de los acontecimientos sería especialmente amplia y profunda en el Ayuntamiento, y la influencia de «los Guadalupes» debió haber sido grande dada su experiencia en el análisis de ideas filosóficas y políticas. Aunque –como ya señalamos- no hay documentos «formales» de esa Sociedad, serán los escritos de [[TALAMANTES_FRAY_MELCHOR_DE;_Su_vida_en_Perú | fray Melchor de Talamantes]] titulados «Congreso Nacional» y «Representación nacional de las colonias. Discurso filosófico», dedicado expresamente al Ayuntamiento de la ciudad de México, los que nos permitan tener una visión bastante aproximada de la actuación de «los Guadalupes» en el inicio de la independencia.<br />
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[[TALAMANTES_FRAY_MELCHOR_DE;_Su_vida_en_Perú | Fray Melchor de Talamantes]] era en esos momentos sin la menor duda, el mejor exponente del pensamiento político de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] en México, y muy probablemente era un asiduo participante en las tertulias de «los Guadalupes». El 9 de agosto de 1808 el síndico del Ayuntamiento Francisco Primo Verdad propuso en la «Junta General» la necesidad de un gobierno provisional ya que ''“la soberanía estaba y había recaído en el pueblo americano”''. Afloraba el pensamiento del «Doctor eximius» Francisco Suárez; como también lo haría cinco años después [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]] y Pavón en su «Manifiesto a los habitantes de Oaxaca».<br />
<br />
En México, el 16 de septiembre de 1808, el intento de establecer en [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] una «Junta Suprema» -que sería una independencia «de facto»-, fracasó; Primo Verdad y Fray Melchor fueron aprendidos por la Audiencia y encarcelados. Primo Verdad fue asesinado en su celda unos días después. Exactamente dos años después, el 16 de septiembre de 1810, el cura [[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel | Miguel Hidalgo]] iniciaba en la parroquia de Dolores otro movimiento de independencia al grito de ''“¡Viva la Virgen de Guadalupe, Viva Fernando VII, Muera el mal gobierno.”''<br />
<br />
==Los «Guadalupes» en la consumación de la independencia.==<br />
<br />
El 19 de octubre de 1813 Napoleón fue derrotado en Leipzig por las tropas aliadas de Inglaterra, Prusia y Rusia; Napoleón tuvo que abdicar y devolverle a Fernando VII el trono español, pudiendo regresar a Madrid el 13 de mayo de 1814. En Hispanoamérica los movimientos insurgentes vinieron a menos: [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]] y Pavón fue derrotado y fusilado en 1815; dos años después los anglosajones quisieron soplar las brasas independentistas mediante una expedición de mercenarios al mando de [[MINA,_Francisco_Javier | Francisco Javier Mina]], pero fracasó estrepitosamente. <br />
<br />
Solo estaba fuera del control de Fernando VII el antiguo Virreinato de La Plata, de hecho independiente desde 1808 con el nombre de «Provincias Unidas del [[RÍO_DE_LA_PLATA;_Su_mundo_cultural,_económico_y_político | Río de la Plata]]».<ref>El nombre se adoptó en mayo de 1810 y sigue siendo uno de los nombres alternativos de la República Argentina</ref>Pero en Nueva Granada, Simón Bolívar derrotó a los realistas en la «batalla de Boyacá» el 7 de agosto de 1819. Fernando VII preparó entonces un ejército para que fuese a Sudamérica a restablecer su dominio, poniendo al frente de este al capitán general de Andalucía, y antiguo virrey de México Félix María Calleja, quien llevaba como uno de sus principales oficiales al coronel Rafael Riego, comandante del Segundo Batallón.<br />
<br />
En lugar de embarcar a sus tropas en el puerto de Cabezas de san Juan como le estaba ordenado, Riego, militante de la [[MASONERÍA_EN_URUGUAY | masonería]] y profesando una ideología liberal radical, se «pronunció» contra Fernando VII generando una serie de levantamientos por varias regiones, obligándole a restaurar la Constitución de 1812, misma que él había derogado a su regreso del exilio en Francia en 1814.<br />
En [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] las personas analíticas –como los Guadalupes- interpretaron esos hechos como un nuevo cautiverio del rey, aunque ahora no por un gobierno extranjero sino por sus propios súbditos encandilados por los revolucionarios franceses. El rumor acerca de una supuesta carta enviada por Fernando VII al virrey Apodaca en la que le decía ser víctima de violencia y le hacía saber de sus intenciones de evadirse de España para trasladarse a México «donde encontraría vasallos más fieles», parecía confirmar esas interpretaciones.<ref>[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]] señala que el mismo Fernando VII tuvo que negar la existencia de esa carta, y que lo más probable es que la misma nunca existió. (Cfr. [[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]], Obra citada, p. 344)</ref><br />
<br />
En la ciudad de México un grupo en el que muy probablemente los Guadalupes formaban parte, empezó a reunirse secretamente en la Iglesia de «La Profesa» bajo la dirección del canónigo Matías de Monteagudo, criollo capellán de ese templo. De esas «juntas» surgió la idea de de preparar un movimiento de independencia que le ofreciera el gobierno de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] a Fernando VII, a quien consideraban la autoridad legítima. La secrecía de los participantes en las Juntas de la Profesa fue de tal manera eficaz que las autoridades virreinales no tuvieron nunca la menor sospecha de su realización. Por la misma razón tampoco se tienen documentos sobre ellas. <br />
<br />
Se presupone que en las Juntas secretas de la Profesa participaron entre otros: fray Mariano López de Bravo y Pimentel, Miguel Bataller, Juan José Espinosa de los Monteros, Antonio de Mier y Villagómez, José Bermúdez Zozaya, Juan Gómez de Navarrete y el obispo de Puebla Antonio Joaquín Pérez Martínez y Robles. Los conspiradores tenían al tanto de sus planes al arzobispo de Guadalajara, Juan Ruiz de Cabañas y Crespo, que en razón a la distancia de su diócesis no podía participar en las reuniones.<br />
<br />
El «Plan de la Profesa» tenía como puntos básicos los siguientes: ofrecer la Corona de Nueva España a Fernando VII, o si éste no aceptara a alguna persona de la familia real o incluso de la Casa de los Austria, señalándose expresamente al Archiduque Carlos de Austria; que se llevara a cabo con la menor cantidad posible de sangre derramada; que se garantizara el ejercicio de la religión católica y la unidad social, evitando el pillaje que había acompañado los movimientos insurgentes anteriores; que el movimiento lo encabezara un militar y no un eclesiástico. <br />
<br />
Finalmente el «Plan de la Profesa» ya estructurado, fue publicado con el nombre de «Plan de Independencia de la América Septentrional», más conocido como «Plan de Iguala», proclamado por [[ITURBIDE,_Agustín_de | Agustín de Iturbide]] el 24 de febrero de 1821. A su vez el Plan de iguala «protocolizado» en los «Tratados de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]]», ''“menos en lo referente al Archiduque Carlos de Austria, que quedó eliminado, y en el caso de que el rey de España o sus parientes rehusasen aceptar el trono de México, no habría necesidad de que las Cortes nombrasen a un miembro de alguna Casa reinante.”''<ref>Joseph H. L. Schlarman, ''México, tierra de volcanes''. Ed. Porrúa, México 14 ed., p. 260</ref>firmados por el propio Iturbide y el último virrey de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], don Juan O´Donojú, en la ciudad de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]] el 24 de agosto de 1821. El 27 de septiembre el ejército de Iturbide entró pacíficamente en la ciudad de México. [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | La Nueva España]] consumó su independencia como lo habían planeado en las Juntas de la Profesa: sin derramamiento de sangre.<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<references></references><br />
<br />
<br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
<br />
ALAMÁN Lucas. ''Historia de Méjico''. Ed. Gobierno del Estado de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], 1989<br />
<br />
CATURELLI Alberto. ''El Nuevo Mundo'', Ed. Edamex-Upaep, México, 1991<br />
<br />
FERNÁNDEZ DE LA CIGOÑA Francisco José. ''EL Reinado de Carlos IV''. Verbo No. 265, Madrid<br />
<br />
MEYER Jean. ''Historia de los Cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]]''. Ed. Vuelta. México, 1989<br />
<br />
SCHLARMAN Joseph H. L., ''México, tierra de volcanes''. Ed. Porrúa, 14 ed. México, 1987<br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[MASONERÍA_EN_URUGUAY|MASONERÍA EN URUGUAY]]<br />
<br />
[[ITURBIDE,_Agustín_de|ITURBIDE, Agustín de]]<br />
<br />
[[TEPEYAC|TEPEYAC]]<br />
<br />
[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas|ALAMÁN Y ESCALADA, Lucas]]<br />
<br />
[[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María|MORELOS Y PAVÓN, José María]]<br />
<br />
[[AMÉRICA_LATINA:_El_Término|AMÉRICA LATINA: El Término]]<br />
<br />
[[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA|CÓRDOBA DE LA NUEVA ANDALUCÍA]]<br />
<br />
[[RÍO_DE_LA_PLATA;_Su_mundo_cultural,_económico_y_político|RÍO DE LA PLATA; Su mundo cultural, económico y político]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel|HIDALGO Y COSTILLA GALLAGA, Miguel]]<br />
<br />
[[TALAMANTES_FRAY_MELCHOR_DE;_Su_vida_en_Perú|TALAMANTES FRAY MELCHOR DE; Su vida en Perú]]<br />
<br />
[[MINA,_Francisco_Javier|MINA, Francisco Javier]]<br />
<br />
[[COLEGIOS_MAYORES_DE_LA_UNIVERSIDAD_DE_CÓRDOBA|COLEGIOS MAYORES DE LA UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA]]<br />
<br />
[[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal|GUANAJUATO; Arte Virreinal]]<br />
<br />
[[BRASIL;_Afrodescendientes|BRASIL; Afrodescendientes]]<br />
<br />
[[COLOMBIA;_División_del_clero_en_el_proceso_de_Independencia|COLOMBIA; División del clero en el proceso de Independencia]]<br />
<br />
[[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización|CRIOLLOS; su aporte a la evangelización]]<br />
<br />
[[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas|EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA; contribución de los jesuitas]]<br />
<br />
[[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas|ARGENTINA; consecuencias de la expulsión de los jesuitas]]<br />
<br />
[[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio|CORONA ESPAÑOLA: Su papel en la evangelización y en los derechos del indio]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=SOCIEDADES_DE_PENSAMIENTO._Los_Guadalupes&diff=3705001
SOCIEDADES DE PENSAMIENTO. Los Guadalupes
2022-02-14T18:33:02Z
<p>Louvier: /* Los «Guadalupes» */</p>
<hr />
<div>==Prólogo==<br />
<br />
La independencia de Hispanoamérica fue resultado de un largo proceso cuyo inicio lo podemos situar en los primeros años del siglo XVIII, cuando en la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona Española]] la Casa de Austria o Casa de Habsburgo fue sustituida por la francesa Casa de Borbón. El espíritu galicano-regalista de los nuevos gobernantes les llevó a concebir a los «reinos» de ultramar como meras «colonias», las cuales debían ser mejor administradas para beneficio de la Metrópoli. Dicho de otro modo, Hispanoamérica pasó de ser considerada «parte» de «las Españas», a ser tratada como «propiedad» de «España».<br />
<br />
En tiempos de los Austria se hablaba de «las Españas» en plural, pues gobernantes y gobernados concebían a la Nación como una unidad de «reinos», cada uno con sus propias características situados a ambos lados del Océano, que tenían una unicidad moral formada por los vínculos dados por la religión y los valores morales y espirituales, en donde el rey daba la cohesión y unidad institucional desde la concepción cristiana de la autoridad según la cual el sentido profundo y único del «regnare» es el «servire».<ref>Cfr. Mc.9, 30-37, y la amplia explicación que hace SS Pío XII en ''Con Sempre 54. (1943)''</ref><br />
<br />
Por eso los reyes de la Casa de Austria siempre vieron en las «Indias Occidentales» a «reinos» que formaban parte de la Corona y sobre los cuales tenían la responsabilidad de promover su bien, su desarrollo y su crecimiento, tanto en el orden material como en el espiritual; por lo mismo se preocuparon intensamente por la evangelización.<br />
<br />
Pero los reyes de la Casa de Borbón aunque conservaron mucho del tradicional léxico político español (como el «virreinato»), imbuidos en el galicanismo césaro-papista que prevalecía en la corte de París, «abandonaron» la misión que la Providencia había señalado a España, trocándola en objetivos mercantilistas que buscaban ya no el bien de Hispanoamérica sino su utilización.<br />
<br />
''“La España oficial abandona (a los Reinos de Indias), Y digo que los abandona en el estricto sentido del término que quiere decir «dejar» en poder de otro o, mejor aún, dejar alguna obra ya emprendida como misión. Paradójicamente, alguien que sólo observa las apariencias, podría sostener que ahora la España borbónica se ocupa mucho más de sus dominios que antes (…) El intento heroico del Imperio espiritual que somete el bienestar somático al dominio del espíritu ha sido, poco a poco, abandonado; de ahí que sea posible «ocuparse» con aparentemente mayor empeño del pueblo español y de los pueblos de Indias habiéndolos abandonado. Pero semejante abandono enmascara un abandono todavía mayor: el abandono de Sí misma”''.<ref>Alberto Caturelli. ''El Nuevo Mundo'', Ed. Edamex-Upaep, México, 1991, p.410</ref><br />
<br />
Aunque en justicia se debe reconocer que los reyes borbones nunca aceptaron la falsa doctrina de un supuesto «derecho divino de los reyes» -doctrina surgida en la Corte de Jacobo I de Inglaterra en el siglo XVII y adoptada posteriormente en la de Luis XIV en París- su afrancesada política «regalista» si enfrió el celo evangelizador, además de generar entre los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] hispanoamericanos un sentimiento de agravio al verse tratados como personas casi insignificantes, a pesar de que ellos constituían en América las clases más instruidas y preparadas. La [[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas | expulsión de los jesuitas]] de los territorios de la Corona decretada en 1767 por Carlos III, concretizó y evidenció el espíritu colonialista y las consecuencias de la política regalista impuesta en la Corte de Madrid, con la cual los Borbones gobernaron sus «colonias».<br />
<br />
==Las «Sociedades de Pensamiento»==<br />
<br />
Aún antes de que Napoleón invadiera la Península Ibérica en 1808 y con ello desencadenara los movimientos de independencia en Hispanoamérica, la preocupación por la política colonialista y regalista que los borbones venían aplicando, provocó que en Hispanoamérica los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]], en cuanto eran los mejor formados e informados, se reunieran a comentar y analizar la situación que se iba generando. Tertulias de diversa índole tenían como centro de conversación la política de la Corona para con los ya entonces reinos degradados a colonias.<br />
<br />
No es de extrañar que en dichas tertulias, en las que abundaban los exalumnos de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], se recordara y revitalizara la filosofía del derecho expuesta por el «Doctor Eximius», el jesuita español Francisco Suárez S.J. (1548-1617) quien siglo y medio antes, en su obra «Tractatus de legibus ac deo legislatore» (1612), se había opuesto al «derecho divino de los reyes» afirmando que si bien toda autoridad proviene de lo alto (cfr. Jn. 19,11), Dios no la otorga al Rey sino al pueblo, y que es el pueblo quien legitima al Rey. Esa doctrina había sido enseñada en las mejores instituciones educativas de Hispanoamérica: los «[[COLEGIOS_MAYORES_DE_LA_UNIVERSIDAD_DE_CÓRDOBA | Colegios Mayores]]» de la Compañía y los Seminarios donde los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] participaban como maestros.<br />
<br />
Sin una estructura formal, las tertulias de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] fueron evolucionando en periodicidad y número, haciendo surgir en las capitales de los virreinatos hispanoamericanos (México, Lima, Buenos Aires y Bogotá) y en otras ciudades importantes (Caracas, Quito, Querétaro, Santiago de Chile, etc.) verdaderas «sociedades de pensamiento», donde se comentaban lo mismo principios doctrinales que las preocupantes noticias sobre los acontecimientos en Europa, provocados por las incursiones de Napoleón más allá de la fronteras de Francia, así como la difusión del pensamiento revolucionario.<ref>Italia fue invadida por Napoleón en 1796, y Egipto lo fue al año siguiente. En noviembre de 1799 instauró el «Directorio» y luego el «Consulado» y en 1804 fue promulgado el «Código napoleónico» el cual, se fundamentaba e imponía los principios de la [[COLOMBIA;_División_del_clero_en_el_proceso_de_Independencia | Revolución Francesa]] de 1789.</ref> Por ello la imagen que los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] tenían de Napoleón era la de un «Robespierre a caballo» al cual habría que resistir. <br />
<br />
Debido a que las autoridades regalistas podrían tener algo más que recelos sobre las reuniones de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] (de hecho, el pensamiento de los teólogos [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] como el de Suárez fue prohibido y desterrado a la par de la expulsión de la Compañía), dichas «sociedades» empezaron a reunirse de manera cada vez más discreta y reservada, dando pie a que algunos historiadores las señalen erróneamente como «masónicas». El pensamiento que se seguía en esas sociedades estaba inspirado en Tomás de Aquino y Francisco Suárez; no en Rousseau o Voltaire.<br />
<br />
==Los «Guadalupes»==<br />
<br />
En la ciudad de México se formó una sociedad de pensamiento que se dio a sí misma el nombre de «los Guadalupes» en razón a la ferviente devoción que los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] novohispanos tenían hacia la Virgen de Guadalupe, mientras que los españoles residentes en México profesaban una mayor devoción a la Virgen de los Remedios. Por ello algunos historiadores hablan de que en México se llegó una especie de «guerra de Vírgenes»,<ref>Por ejemplo, S. Meier, Matt. ¨ ''María Insurgente'' ¨ COLMEX Vol. 23, Núm. 3: (91) Año: enero - marzo 1974.</ref>lo cual es una falsa interpretación pues la devoción guadalupana era común a todas las razas y clases sociales, incluidos los peninsulares, y todos sabían perfectamente y sin discrepancia alguna que todas las devociones se refieren a la única Madre de Jesucristo: la Virgen María.<br />
<br />
Aunque no hay documentos propios de la sociedad de «los Guadalupes» -hecho explicable por la informalidad de su origen y de su funcionamiento- si es posible inferir la importancia que algunos acontecimientos tuvieron en su desarrollo y actuación. Uno de ellos es el siguiente: por cédula real del 26 de diciembre de 1804 el rey Carlos IV ordenó que todos los fondos de las fundaciones piadosas fueran recogidas en una «caja de consolidación de vales reales» y remitida a Madrid, y que las fincas propiedad de esas mismas fundaciones fueran enajenadas. <br />
<br />
Lo anterior fue motivado por ''“las exigencias continuas e imperiosas de su aliado Napoleón (y el rey Carlos IV) se aventuró a dar un poderoso motivo de descontento (…) El virrey Iturrigaray encontró en esto una ocasión para manifestar su celo por el cumplimiento de las disposiciones de la Corte, y de satisfacer a un tiempo su codicia.”''<ref>[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]]. ''Historia de Méjico''. Ed. Gobierno del Estado de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], 1989, pp.108-109</ref>''Una persona que litigó contra el virrey fue el Corregidor de Querétaro Miguel Domínguez “que a la sazón se hallaba enfermo en la capital (y el virrey) lo suspendió de aquel empleo y no quiso reponerlo…”''<ref>Ibídem.</ref> <br />
<br />
Como había sucedido con los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] en el exilio tras su expulsión en 1767 que ante los atropellos de una autoridad que se encontraba al otro lado del Océano, también en las sociedades de pensamiento se fue consolidando un sentimiento patriótico de afirmación de la propia identidad. Es en este contexto donde la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe tomaba una especial importancia pues simbolizaba plenamente la identidad de la Nación nacida en el [[TEPEYAC | Tepeyac]] en 1531.<br />
<br />
==Los acontecimientos de 1808 y su repercusión en América==<br />
<br />
El 27 de octubre de 1807 en la ciudad francesa de Fontainebleau, el Primer Ministro de España Manuel Godoy firmó con Napoleón Bonaparte un vergonzoso e inmoral «tratado», según el cual los ejércitos españoles y franceses invadirían Portugal para repartirse su territorio; esto significaba, además, que se permitía al ejército francés entrar y atravesar España. Así resulta que el ejército francés no invadió España: el Rey Carlos IV y su primer ministro les abrió las puertas.<br />
<br />
Las tropas francesas al mando del Mariscal Jean Junot apoyado por tres divisiones españolas tomaron Lisboa el 30 de noviembre de 1807. Unas horas antes de la entrada de las tropas franco-españolas, el Rey Juan VI de Portugal, su madre la Reina y la Corte portuguesa en pleno, habían zarpado hacia el [[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]]. Durante seis años la Corona portuguesa tuvo su sede en Río de Janeiro.<br />
El rey Carlos IV, su esposa la reina María Luisa de Parma y el primer ministro Manuel Godoy se encontraban en la población de Aranjuez, cercana a Madrid; el 18 de marzo de 1808 un populacho instigado por el príncipe heredero Fernando asaltó el palacio donde se encontraban sus padres y Manuel Godoy, quien fue capturado escondido debajo de una escalera. Mediante amenazas, al día siguiente Fernando obligó a su padre a abdicar en su favor, convirtiéndose así en el rey Fernando VII.<br />
<br />
Tres días después Carlos IV escribió una carta a Napoleón en la que le comunicaba que su abdicación fue forzada y por tanto sin valor. Por su parte Fernando VII también Fernando VII escribió a Napoleón afirmando que la abdicación de su padre era válida y que ahora el rey era él, enviándole como prisionero a Manuel Godoy y solicitándole su reconocimiento.<ref>Cfr. Francisco José Fernández de la Cigoña. EL Reinado de Carlos IV. Verbo No. 265, Madrid</ref>Ante esta situación en la que los borbones españoles ponían como «árbitro» a Napoleón, éste los invitó por separado a la ciudad de Bayona, mientras enviaba al general Marat para hacerse cargo de las tropas francesas en España, ordenándole entrar Madrid.<br />
<br />
Fernando VII y su comitiva llegaron a Bayona el 20 de abril; su padre Carlos IV y su esposa arribaron diez días después, el 30 de abril. También Manuel Godoy, amante de la Reina, había ya sido trasladado a Bayona. Las tropas francesas entraron en Madrid el 2 de mayo. Ante Napoleón y sus acompañantes, los monarcas españoles, padre e hijo, se lanzaron toda clase de insultos y reproches, incluyendo Fernando los amoríos entre su madre la Reina y el Ministro Godoy. El 5 de mayo Napoleón exigió las abdicaciones de ambos monarcas en su favor, designando como nuevo rey de España a su hermano José Bonaparte. Carlos IV, su esposa María Luisa y Manuel Godoy fueron llevados prisioneros a Nápoles; a Fernando VII y su familia se les asignó como prisión el Castillo de Valençay en Francia, donde permanecería recluido hasta 1814. <br />
<br />
Las élites hispanoamericanas habían recibido la noticia de la proclamación de Fernando VII como nuevo rey, pero desconocedores en un principio de los detalles de las abyectas «abdicaciones de Bayona», consideraron a Fernando VII como la autoridad legítima y a José Bonaparte un usurpador. Esto desató en Hispanoamérica todos los movimientos de independencia, que se proclamaron en nombre de Fernando VII, e hicieron que éstos tomaran ''“el aspecto de una cruzada católica contra los impíos en Madrid y París”.''<ref>Jean Meyer. Historia de los Cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]]. Ed. Vuelta. México, 1989, p. 17.</ref> <br />
<br />
==Los «Guadalupes» en el inicio de la independencia.==<br />
<br />
La «Gaceta de México» del sábado 16 de julio de 1808, publicó ''“que ya no había rey ni gobierno legítimo metropolitano”.'' Esta noticia causó gran expectación en toda la población, especialmente entre los funcionarios de dos instituciones: la Audiencia, dominada por españoles peninsulares, y el Ayuntamiento de la ciudad de México donde prevalecían los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]]. En ambas instituciones se vislumbró fácilmente las posibles consecuencias de la noticia: la independencia «de facto» de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]].<br />
<br />
La valoración de los acontecimientos sería especialmente amplia y profunda en el Ayuntamiento, y la influencia de «los Guadalupes» debió haber sido grande dada su experiencia en el análisis de ideas filosóficas y políticas. Aunque –como ya señalamos- no hay documentos «formales» de esa Sociedad, serán los escritos de [[TALAMANTES_FRAY_MELCHOR_DE;_Su_vida_en_Perú | fray Melchor de Talamantes]] titulados «Congreso Nacional» y «Representación nacional de las colonias. Discurso filosófico», dedicado expresamente al Ayuntamiento de la ciudad de México, los que nos permitan tener una visión bastante aproximada de la actuación de «los Guadalupes» en el inicio de la independencia.<br />
<br />
[[TALAMANTES_FRAY_MELCHOR_DE;_Su_vida_en_Perú | Fray Melchor de Talamantes]] era en esos momentos sin la menor duda, el mejor exponente del pensamiento político de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] en México, y muy probablemente era un asiduo participante en las tertulias de «los Guadalupes». El 9 de agosto de 1808 el síndico del Ayuntamiento Francisco Primo Verdad propuso en la «Junta General» la necesidad de un gobierno provisional ya que ''“la soberanía estaba y había recaído en el pueblo americano”''. Afloraba el pensamiento del «Doctor eximius» Francisco Suárez; como también lo haría cinco años después [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]] y Pavón en su «Manifiesto a los habitantes de Oaxaca».<br />
<br />
En México, el 16 de septiembre de 1808, el intento de establecer en [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] una «Junta Suprema» -que sería una independencia «de facto»-, fracasó; Primo Verdad y Fray Melchor fueron aprendidos por la Audiencia y encarcelados. Primo Verdad fue asesinado en su celda unos días después. Exactamente dos años después, el 16 de septiembre de 1810, el cura [[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel | Miguel Hidalgo]] iniciaba en la parroquia de Dolores otro movimiento de independencia al grito de ''“¡Viva la Virgen de Guadalupe, Viva Fernando VII, Muera el mal gobierno.”''<br />
<br />
==Los «Guadalupes» en la consumación de la independencia.==<br />
<br />
El 19 de octubre de 1813 Napoleón fue derrotado en Leipzig por las tropas aliadas de Inglaterra, Prusia y Rusia; Napoleón tuvo que abdicar y devolverle a Fernando VII el trono español, pudiendo regresar a Madrid el 13 de mayo de 1814. En Hispanoamérica los movimientos insurgentes vinieron a menos: [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]] y Pavón fue derrotado y fusilado en 1815; dos años después los anglosajones quisieron soplar las brasas independentistas mediante una expedición de mercenarios al mando de [[MINA,_Francisco_Javier | Francisco Javier Mina]], pero fracasó estrepitosamente. <br />
<br />
Solo estaba fuera del control de Fernando VII el antiguo Virreinato de La Plata, de hecho independiente desde 1808 con el nombre de «Provincias Unidas del [[RÍO_DE_LA_PLATA;_Su_mundo_cultural,_económico_y_político | Río de la Plata]]».<ref>El nombre se adoptó en mayo de 1810 y sigue siendo uno de los nombres alternativos de la República Argentina</ref>Pero en Nueva Granada, Simón Bolívar derrotó a los realistas en la «batalla de Boyacá» el 7 de agosto de 1819. Fernando VII preparó entonces un ejército para que fuese a Sudamérica a restablecer su dominio, poniendo al frente de este al capitán general de Andalucía, y antiguo virrey de México Félix María Calleja, quien llevaba como uno de sus principales oficiales al coronel Rafael Riego, comandante del Segundo Batallón.<br />
<br />
En lugar de embarcar a sus tropas en el puerto de Cabezas de san Juan como le estaba ordenado, Riego, militante de la [[MASONERÍA_EN_URUGUAY | masonería]] y profesando una ideología liberal radical, se «pronunció» contra Fernando VII generando una serie de levantamientos por varias regiones, obligándole a restaurar la Constitución de 1812, misma que él había derogado a su regreso del exilio en Francia en 1814.<br />
En [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] las personas analíticas –como los Guadalupes- interpretaron esos hechos como un nuevo cautiverio del rey, aunque ahora no por un gobierno extranjero sino por sus propios súbditos encandilados por los revolucionarios franceses. El rumor acerca de una supuesta carta enviada por Fernando VII al virrey Apodaca en la que le decía ser víctima de violencia y le hacía saber de sus intenciones de evadirse de España para trasladarse a México «donde encontraría vasallos más fieles», parecía confirmar esas interpretaciones.<ref>[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]] señala que el mismo Fernando VII tuvo que negar la existencia de esa carta, y que lo más probable es que la misma nunca existió. (Cfr. [[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]], Obra citada, p. 344)</ref><br />
<br />
En la ciudad de México un grupo en el que muy probablemente los Guadalupes formaban parte, empezó a reunirse secretamente en la Iglesia de «La Profesa» bajo la dirección del canónigo Matías de Monteagudo, criollo capellán de ese templo. De esas «juntas» surgió la idea de de preparar un movimiento de independencia que le ofreciera el gobierno de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] a Fernando VII, a quien consideraban la autoridad legítima. La secrecía de los participantes en las Juntas de la Profesa fue de tal manera eficaz que las autoridades virreinales no tuvieron nunca la menor sospecha de su realización. Por la misma razón tampoco se tienen documentos sobre ellas. <br />
<br />
Se presupone que en las Juntas secretas de la Profesa participaron entre otros: fray Mariano López de Bravo y Pimentel, Miguel Bataller, Juan José Espinosa de los Monteros, Antonio de Mier y Villagómez, José Bermúdez Zozaya, Juan Gómez de Navarrete y el obispo de Puebla Antonio Joaquín Pérez Martínez y Robles. Los conspiradores tenían al tanto de sus planes al arzobispo de Guadalajara, Juan Ruiz de Cabañas y Crespo, que en razón a la distancia de su diócesis no podía participar en las reuniones.<br />
<br />
El «Plan de la Profesa» tenía como puntos básicos los siguientes: ofrecer la Corona de Nueva España a Fernando VII, o si éste no aceptara a alguna persona de la familia real o incluso de la Casa de los Austria, señalándose expresamente al Archiduque Carlos de Austria; que se llevara a cabo con la menor cantidad posible de sangre derramada; que se garantizara el ejercicio de la religión católica y la unidad social, evitando el pillaje que había acompañado los movimientos insurgentes anteriores; que el movimiento lo encabezara un militar y no un eclesiástico. <br />
<br />
Finalmente el «Plan de la Profesa» ya estructurado, fue publicado con el nombre de «Plan de Independencia de la América Septentrional», más conocido como «Plan de Iguala», proclamado por [[ITURBIDE,_Agustín_de | Agustín de Iturbide]] el 24 de febrero de 1821. A su vez el Plan de iguala «protocolizado» en los «Tratados de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]]», ''“menos en lo referente al Archiduque Carlos de Austria, que quedó eliminado, y en el caso de que el rey de España o sus parientes rehusasen aceptar el trono de México, no habría necesidad de que las Cortes nombrasen a un miembro de alguna Casa reinante.”''<ref>Joseph H. L. Schlarman, ''México, tierra de volcanes''. Ed. Porrúa, México 14 ed., p. 260</ref>firmados por el propio Iturbide y el último virrey de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], don Juan O´Donojú, en la ciudad de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]] el 24 de agosto de 1821. El 27 de septiembre el ejército de Iturbide entró pacíficamente en la ciudad de México. [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | La Nueva España]] consumó su independencia como lo habían planeado en las Juntas de la Profesa: sin derramamiento de sangre.<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<references></references><br />
<br />
<br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
<br />
ALAMÁN Lucas. ''Historia de Méjico''. Ed. Gobierno del Estado de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], 1989<br />
<br />
CATURELLI Alberto. ''El Nuevo Mundo'', Ed. Edamex-Upaep, México, 1991<br />
<br />
FERNÁNDEZ DE LA CIGOÑA Francisco José. ''EL Reinado de Carlos IV''. Verbo No. 265, Madrid<br />
<br />
MEYER Jean. ''Historia de los Cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]]''. Ed. Vuelta. México, 1989<br />
<br />
SCHLARMAN Joseph H. L., ''México, tierra de volcanes''. Ed. Porrúa, 14 ed. México, 1987<br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[MASONERÍA_EN_URUGUAY|MASONERÍA EN URUGUAY]]<br />
<br />
[[ITURBIDE,_Agustín_de|ITURBIDE, Agustín de]]<br />
<br />
[[TEPEYAC|TEPEYAC]]<br />
<br />
[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas|ALAMÁN Y ESCALADA, Lucas]]<br />
<br />
[[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María|MORELOS Y PAVÓN, José María]]<br />
<br />
[[AMÉRICA_LATINA:_El_Término|AMÉRICA LATINA: El Término]]<br />
<br />
[[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA|CÓRDOBA DE LA NUEVA ANDALUCÍA]]<br />
<br />
[[RÍO_DE_LA_PLATA;_Su_mundo_cultural,_económico_y_político|RÍO DE LA PLATA; Su mundo cultural, económico y político]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel|HIDALGO Y COSTILLA GALLAGA, Miguel]]<br />
<br />
[[TALAMANTES_FRAY_MELCHOR_DE;_Su_vida_en_Perú|TALAMANTES FRAY MELCHOR DE; Su vida en Perú]]<br />
<br />
[[MINA,_Francisco_Javier|MINA, Francisco Javier]]<br />
<br />
[[COLEGIOS_MAYORES_DE_LA_UNIVERSIDAD_DE_CÓRDOBA|COLEGIOS MAYORES DE LA UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA]]<br />
<br />
[[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal|GUANAJUATO; Arte Virreinal]]<br />
<br />
[[BRASIL;_Afrodescendientes|BRASIL; Afrodescendientes]]<br />
<br />
[[COLOMBIA;_División_del_clero_en_el_proceso_de_Independencia|COLOMBIA; División del clero en el proceso de Independencia]]<br />
<br />
[[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización|CRIOLLOS; su aporte a la evangelización]]<br />
<br />
[[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas|EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA; contribución de los jesuitas]]<br />
<br />
[[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas|ARGENTINA; consecuencias de la expulsión de los jesuitas]]<br />
<br />
[[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio|CORONA ESPAÑOLA: Su papel en la evangelización y en los derechos del indio]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=SOCIEDADES_DE_PENSAMIENTO._Los_Guadalupes&diff=3704985
SOCIEDADES DE PENSAMIENTO. Los Guadalupes
2022-02-08T20:02:27Z
<p>Louvier: /* Prólogo */</p>
<hr />
<div>==Prólogo==<br />
<br />
La independencia de Hispanoamérica fue resultado de un largo proceso cuyo inicio lo podemos situar en los primeros años del siglo XVIII, cuando en la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona Española]] la Casa de Austria o Casa de Habsburgo fue sustituida por la francesa Casa de Borbón. El espíritu galicano-regalista de los nuevos gobernantes les llevó a concebir a los «reinos» de ultramar como meras «colonias», las cuales debían ser mejor administradas para beneficio de la Metrópoli. Dicho de otro modo, Hispanoamérica pasó de ser considerada «parte» de «las Españas», a ser tratada como «propiedad» de «España».<br />
<br />
En tiempos de los Austria se hablaba de «las Españas» en plural, pues gobernantes y gobernados concebían a la Nación como una unidad de «reinos», cada uno con sus propias características situados a ambos lados del Océano, que tenían una unicidad moral formada por los vínculos dados por la religión y los valores morales y espirituales, en donde el rey daba la cohesión y unidad institucional desde la concepción cristiana de la autoridad según la cual el sentido profundo y único del «regnare» es el «servire».<ref>Cfr. Mc.9, 30-37, y la amplia explicación que hace SS Pío XII en ''Con Sempre 54. (1943)''</ref><br />
<br />
Por eso los reyes de la Casa de Austria siempre vieron en las «Indias Occidentales» a «reinos» que formaban parte de la Corona y sobre los cuales tenían la responsabilidad de promover su bien, su desarrollo y su crecimiento, tanto en el orden material como en el espiritual; por lo mismo se preocuparon intensamente por la evangelización.<br />
<br />
Pero los reyes de la Casa de Borbón aunque conservaron mucho del tradicional léxico político español (como el «virreinato»), imbuidos en el galicanismo césaro-papista que prevalecía en la corte de París, «abandonaron» la misión que la Providencia había señalado a España, trocándola en objetivos mercantilistas que buscaban ya no el bien de Hispanoamérica sino su utilización.<br />
<br />
''“La España oficial abandona (a los Reinos de Indias), Y digo que los abandona en el estricto sentido del término que quiere decir «dejar» en poder de otro o, mejor aún, dejar alguna obra ya emprendida como misión. Paradójicamente, alguien que sólo observa las apariencias, podría sostener que ahora la España borbónica se ocupa mucho más de sus dominios que antes (…) El intento heroico del Imperio espiritual que somete el bienestar somático al dominio del espíritu ha sido, poco a poco, abandonado; de ahí que sea posible «ocuparse» con aparentemente mayor empeño del pueblo español y de los pueblos de Indias habiéndolos abandonado. Pero semejante abandono enmascara un abandono todavía mayor: el abandono de Sí misma”''.<ref>Alberto Caturelli. ''El Nuevo Mundo'', Ed. Edamex-Upaep, México, 1991, p.410</ref><br />
<br />
Aunque en justicia se debe reconocer que los reyes borbones nunca aceptaron la falsa doctrina de un supuesto «derecho divino de los reyes» -doctrina surgida en la Corte de Jacobo I de Inglaterra en el siglo XVII y adoptada posteriormente en la de Luis XIV en París- su afrancesada política «regalista» si enfrió el celo evangelizador, además de generar entre los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] hispanoamericanos un sentimiento de agravio al verse tratados como personas casi insignificantes, a pesar de que ellos constituían en América las clases más instruidas y preparadas. La [[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas | expulsión de los jesuitas]] de los territorios de la Corona decretada en 1767 por Carlos III, concretizó y evidenció el espíritu colonialista y las consecuencias de la política regalista impuesta en la Corte de Madrid, con la cual los Borbones gobernaron sus «colonias».<br />
<br />
==Las «Sociedades de Pensamiento»==<br />
<br />
Aún antes de que Napoleón invadiera la Península Ibérica en 1808 y con ello desencadenara los movimientos de independencia en Hispanoamérica, la preocupación por la política colonialista y regalista que los borbones venían aplicando, provocó que en Hispanoamérica los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]], en cuanto eran los mejor formados e informados, se reunieran a comentar y analizar la situación que se iba generando. Tertulias de diversa índole tenían como centro de conversación la política de la Corona para con los ya entonces reinos degradados a colonias.<br />
<br />
No es de extrañar que en dichas tertulias, en las que abundaban los exalumnos de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], se recordara y revitalizara la filosofía del derecho expuesta por el «Doctor Eximius», el jesuita español Francisco Suárez S.J. (1548-1617) quien siglo y medio antes, en su obra «Tractatus de legibus ac deo legislatore» (1612), se había opuesto al «derecho divino de los reyes» afirmando que si bien toda autoridad proviene de lo alto (cfr. Jn. 19,11), Dios no la otorga al Rey sino al pueblo, y que es el pueblo quien legitima al Rey. Esa doctrina había sido enseñada en las mejores instituciones educativas de Hispanoamérica: los «[[COLEGIOS_MAYORES_DE_LA_UNIVERSIDAD_DE_CÓRDOBA | Colegios Mayores]]» de la Compañía y los Seminarios donde los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] participaban como maestros.<br />
<br />
Sin una estructura formal, las tertulias de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] fueron evolucionando en periodicidad y número, haciendo surgir en las capitales de los virreinatos hispanoamericanos (México, Lima, Buenos Aires y Bogotá) y en otras ciudades importantes (Caracas, Quito, Querétaro, Santiago de Chile, etc.) verdaderas «sociedades de pensamiento», donde se comentaban lo mismo principios doctrinales que las preocupantes noticias sobre los acontecimientos en Europa, provocados por las incursiones de Napoleón más allá de la fronteras de Francia, así como la difusión del pensamiento revolucionario.<ref>Italia fue invadida por Napoleón en 1796, y Egipto lo fue al año siguiente. En noviembre de 1799 instauró el «Directorio» y luego el «Consulado» y en 1804 fue promulgado el «Código napoleónico» el cual, se fundamentaba e imponía los principios de la [[COLOMBIA;_División_del_clero_en_el_proceso_de_Independencia | Revolución Francesa]] de 1789.</ref> Por ello la imagen que los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] tenían de Napoleón era la de un «Robespierre a caballo» al cual habría que resistir. <br />
<br />
Debido a que las autoridades regalistas podrían tener algo más que recelos sobre las reuniones de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] (de hecho, el pensamiento de los teólogos [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] como el de Suárez fue prohibido y desterrado a la par de la expulsión de la Compañía), dichas «sociedades» empezaron a reunirse de manera cada vez más discreta y reservada, dando pie a que algunos historiadores las señalen erróneamente como «masónicas». El pensamiento que se seguía en esas sociedades estaba inspirado en Tomás de Aquino y Francisco Suárez; no en Rousseau o Voltaire.<br />
<br />
==Los «Guadalupes»==<br />
<br />
En la ciudad de México se formó una sociedad de pensamiento que se dio a sí misma el nombre de «los Guadalupes» en razón a la ferviente devoción que los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] novohispanos tenían hacia la Virgen de Guadalupe, mientras que los españoles residentes en México profesaban una mayor devoción a la Virgen de los Remedios. Por ello algunos historiadores hablan de que en México se llegó una especie de «guerra de Vírgenes»,<ref>Por ejemplo, S. Meier, Matt. ¨ ''María Insurgente'' ¨ COLMEX Vol. 23, Núm. 3: (91) Año: enero - marzo 1974.</ref>lo cual es una falsa interpretación pues la devoción guadalupana era común a todas las razas y clases sociales, incluidos los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]], y todos sabían perfectamente y sin discrepancia alguna que todas las devociones se refieren a la única Madre de Jesucristo: la Virgen María.<br />
<br />
Aunque no hay documentos propios de la sociedad de «los Guadalupes» -hecho explicable por la informalidad de su origen y de su funcionamiento- si es posible inferir la importancia que algunos acontecimientos tuvieron en su desarrollo y actuación. Uno de ellos es el siguiente: por cédula real del 26 de diciembre de 1804 el rey Carlos IV ordenó que todos los fondos de las fundaciones piadosas fueran recogidas en una «caja de consolidación de vales reales» y remitida a Madrid, y que las fincas propiedad de esas mismas fundaciones fueran enajenadas. <br />
<br />
Lo anterior fue motivado por ''“las exigencias continuas e imperiosas de su aliado Napoleón (y el rey Carlos IV) se aventuró a dar un poderoso motivo de descontento (…) El virrey Iturrigaray encontró en esto una ocasión para manifestar su celo por el cumplimiento de las disposiciones de la Corte, y de satisfacer a un tiempo su codicia.”''<ref>[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]]. ''Historia de Méjico''. Ed. Gobierno del Estado de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], 1989, pp.108-109</ref>''Una persona que litigó contra el virrey fue el Corregidor de Querétaro Miguel Domínguez “que a la sazón se hallaba enfermo en la capital (y el virrey) lo suspendió de aquel empleo y no quiso reponerlo…”''<ref>Ibídem.</ref> <br />
<br />
Como había sucedido con los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] en el exilio tras su expulsión en 1767 que ante los atropellos de una autoridad que se encontraba al otro lado del Océano, también en las sociedades de pensamiento se fue consolidando un sentimiento patriótico de afirmación de la propia identidad. Es en este contexto donde la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe tomaba una especial importancia pues simbolizaba plenamente la identidad de la Nación nacida en el [[TEPEYAC | Tepeyac]] en 1531.<br />
<br />
==Los acontecimientos de 1808 y su repercusión en América==<br />
<br />
El 27 de octubre de 1807 en la ciudad francesa de Fontainebleau, el Primer Ministro de España Manuel Godoy firmó con Napoleón Bonaparte un vergonzoso e inmoral «tratado», según el cual los ejércitos españoles y franceses invadirían Portugal para repartirse su territorio; esto significaba, además, que se permitía al ejército francés entrar y atravesar España. Así resulta que el ejército francés no invadió España: el Rey Carlos IV y su primer ministro les abrió las puertas.<br />
<br />
Las tropas francesas al mando del Mariscal Jean Junot apoyado por tres divisiones españolas tomaron Lisboa el 30 de noviembre de 1807. Unas horas antes de la entrada de las tropas franco-españolas, el Rey Juan VI de Portugal, su madre la Reina y la Corte portuguesa en pleno, habían zarpado hacia el [[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]]. Durante seis años la Corona portuguesa tuvo su sede en Río de Janeiro.<br />
El rey Carlos IV, su esposa la reina María Luisa de Parma y el primer ministro Manuel Godoy se encontraban en la población de Aranjuez, cercana a Madrid; el 18 de marzo de 1808 un populacho instigado por el príncipe heredero Fernando asaltó el palacio donde se encontraban sus padres y Manuel Godoy, quien fue capturado escondido debajo de una escalera. Mediante amenazas, al día siguiente Fernando obligó a su padre a abdicar en su favor, convirtiéndose así en el rey Fernando VII.<br />
<br />
Tres días después Carlos IV escribió una carta a Napoleón en la que le comunicaba que su abdicación fue forzada y por tanto sin valor. Por su parte Fernando VII también Fernando VII escribió a Napoleón afirmando que la abdicación de su padre era válida y que ahora el rey era él, enviándole como prisionero a Manuel Godoy y solicitándole su reconocimiento.<ref>Cfr. Francisco José Fernández de la Cigoña. EL Reinado de Carlos IV. Verbo No. 265, Madrid</ref>Ante esta situación en la que los borbones españoles ponían como «árbitro» a Napoleón, éste los invitó por separado a la ciudad de Bayona, mientras enviaba al general Marat para hacerse cargo de las tropas francesas en España, ordenándole entrar Madrid.<br />
<br />
Fernando VII y su comitiva llegaron a Bayona el 20 de abril; su padre Carlos IV y su esposa arribaron diez días después, el 30 de abril. También Manuel Godoy, amante de la Reina, había ya sido trasladado a Bayona. Las tropas francesas entraron en Madrid el 2 de mayo. Ante Napoleón y sus acompañantes, los monarcas españoles, padre e hijo, se lanzaron toda clase de insultos y reproches, incluyendo Fernando los amoríos entre su madre la Reina y el Ministro Godoy. El 5 de mayo Napoleón exigió las abdicaciones de ambos monarcas en su favor, designando como nuevo rey de España a su hermano José Bonaparte. Carlos IV, su esposa María Luisa y Manuel Godoy fueron llevados prisioneros a Nápoles; a Fernando VII y su familia se les asignó como prisión el Castillo de Valençay en Francia, donde permanecería recluido hasta 1814. <br />
<br />
Las élites hispanoamericanas habían recibido la noticia de la proclamación de Fernando VII como nuevo rey, pero desconocedores en un principio de los detalles de las abyectas «abdicaciones de Bayona», consideraron a Fernando VII como la autoridad legítima y a José Bonaparte un usurpador. Esto desató en Hispanoamérica todos los movimientos de independencia, que se proclamaron en nombre de Fernando VII, e hicieron que éstos tomaran ''“el aspecto de una cruzada católica contra los impíos en Madrid y París”.''<ref>Jean Meyer. Historia de los Cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]]. Ed. Vuelta. México, 1989, p. 17.</ref> <br />
<br />
==Los «Guadalupes» en el inicio de la independencia.==<br />
<br />
La «Gaceta de México» del sábado 16 de julio de 1808, publicó ''“que ya no había rey ni gobierno legítimo metropolitano”.'' Esta noticia causó gran expectación en toda la población, especialmente entre los funcionarios de dos instituciones: la Audiencia, dominada por españoles peninsulares, y el Ayuntamiento de la ciudad de México donde prevalecían los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]]. En ambas instituciones se vislumbró fácilmente las posibles consecuencias de la noticia: la independencia «de facto» de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]].<br />
<br />
La valoración de los acontecimientos sería especialmente amplia y profunda en el Ayuntamiento, y la influencia de «los Guadalupes» debió haber sido grande dada su experiencia en el análisis de ideas filosóficas y políticas. Aunque –como ya señalamos- no hay documentos «formales» de esa Sociedad, serán los escritos de [[TALAMANTES_FRAY_MELCHOR_DE;_Su_vida_en_Perú | fray Melchor de Talamantes]] titulados «Congreso Nacional» y «Representación nacional de las colonias. Discurso filosófico», dedicado expresamente al Ayuntamiento de la ciudad de México, los que nos permitan tener una visión bastante aproximada de la actuación de «los Guadalupes» en el inicio de la independencia.<br />
<br />
[[TALAMANTES_FRAY_MELCHOR_DE;_Su_vida_en_Perú | Fray Melchor de Talamantes]] era en esos momentos sin la menor duda, el mejor exponente del pensamiento político de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] en México, y muy probablemente era un asiduo participante en las tertulias de «los Guadalupes». El 9 de agosto de 1808 el síndico del Ayuntamiento Francisco Primo Verdad propuso en la «Junta General» la necesidad de un gobierno provisional ya que ''“la soberanía estaba y había recaído en el pueblo americano”''. Afloraba el pensamiento del «Doctor eximius» Francisco Suárez; como también lo haría cinco años después [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]] y Pavón en su «Manifiesto a los habitantes de Oaxaca».<br />
<br />
En México, el 16 de septiembre de 1808, el intento de establecer en [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] una «Junta Suprema» -que sería una independencia «de facto»-, fracasó; Primo Verdad y Fray Melchor fueron aprendidos por la Audiencia y encarcelados. Primo Verdad fue asesinado en su celda unos días después. Exactamente dos años después, el 16 de septiembre de 1810, el cura [[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel | Miguel Hidalgo]] iniciaba en la parroquia de Dolores otro movimiento de independencia al grito de ''“¡Viva la Virgen de Guadalupe, Viva Fernando VII, Muera el mal gobierno.”''<br />
<br />
==Los «Guadalupes» en la consumación de la independencia.==<br />
<br />
El 19 de octubre de 1813 Napoleón fue derrotado en Leipzig por las tropas aliadas de Inglaterra, Prusia y Rusia; Napoleón tuvo que abdicar y devolverle a Fernando VII el trono español, pudiendo regresar a Madrid el 13 de mayo de 1814. En Hispanoamérica los movimientos insurgentes vinieron a menos: [[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María | José María Morelos]] y Pavón fue derrotado y fusilado en 1815; dos años después los anglosajones quisieron soplar las brasas independentistas mediante una expedición de mercenarios al mando de [[MINA,_Francisco_Javier | Francisco Javier Mina]], pero fracasó estrepitosamente. <br />
<br />
Solo estaba fuera del control de Fernando VII el antiguo Virreinato de La Plata, de hecho independiente desde 1808 con el nombre de «Provincias Unidas del [[RÍO_DE_LA_PLATA;_Su_mundo_cultural,_económico_y_político | Río de la Plata]]».<ref>El nombre se adoptó en mayo de 1810 y sigue siendo uno de los nombres alternativos de la República Argentina</ref>Pero en Nueva Granada, Simón Bolívar derrotó a los realistas en la «batalla de Boyacá» el 7 de agosto de 1819. Fernando VII preparó entonces un ejército para que fuese a Sudamérica a restablecer su dominio, poniendo al frente de este al capitán general de Andalucía, y antiguo virrey de México Félix María Calleja, quien llevaba como uno de sus principales oficiales al coronel Rafael Riego, comandante del Segundo Batallón.<br />
<br />
En lugar de embarcar a sus tropas en el puerto de Cabezas de san Juan como le estaba ordenado, Riego, militante de la [[MASONERÍA_EN_URUGUAY | masonería]] y profesando una ideología liberal radical, se «pronunció» contra Fernando VII generando una serie de levantamientos por varias regiones, obligándole a restaurar la Constitución de 1812, misma que él había derogado a su regreso del exilio en Francia en 1814.<br />
En [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] las personas analíticas –como los Guadalupes- interpretaron esos hechos como un nuevo cautiverio del rey, aunque ahora no por un gobierno extranjero sino por sus propios súbditos encandilados por los revolucionarios franceses. El rumor acerca de una supuesta carta enviada por Fernando VII al virrey Apodaca en la que le decía ser víctima de violencia y le hacía saber de sus intenciones de evadirse de España para trasladarse a México «donde encontraría vasallos más fieles», parecía confirmar esas interpretaciones.<ref>[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]] señala que el mismo Fernando VII tuvo que negar la existencia de esa carta, y que lo más probable es que la misma nunca existió. (Cfr. [[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas | Lucas Alamán]], Obra citada, p. 344)</ref><br />
<br />
En la ciudad de México un grupo en el que muy probablemente los Guadalupes formaban parte, empezó a reunirse secretamente en la Iglesia de «La Profesa» bajo la dirección del canónigo Matías de Monteagudo, criollo capellán de ese templo. De esas «juntas» surgió la idea de de preparar un movimiento de independencia que le ofreciera el gobierno de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] a Fernando VII, a quien consideraban la autoridad legítima. La secrecía de los participantes en las Juntas de la Profesa fue de tal manera eficaz que las autoridades virreinales no tuvieron nunca la menor sospecha de su realización. Por la misma razón tampoco se tienen documentos sobre ellas. <br />
<br />
Se presupone que en las Juntas secretas de la Profesa participaron entre otros: fray Mariano López de Bravo y Pimentel, Miguel Bataller, Juan José Espinosa de los Monteros, Antonio de Mier y Villagómez, José Bermúdez Zozaya, Juan Gómez de Navarrete y el obispo de Puebla Antonio Joaquín Pérez Martínez y Robles. Los conspiradores tenían al tanto de sus planes al arzobispo de Guadalajara, Juan Ruiz de Cabañas y Crespo, que en razón a la distancia de su diócesis no podía participar en las reuniones.<br />
<br />
El «Plan de la Profesa» tenía como puntos básicos los siguientes: ofrecer la Corona de Nueva España a Fernando VII, o si éste no aceptara a alguna persona de la familia real o incluso de la Casa de los Austria, señalándose expresamente al Archiduque Carlos de Austria; que se llevara a cabo con la menor cantidad posible de sangre derramada; que se garantizara el ejercicio de la religión católica y la unidad social, evitando el pillaje que había acompañado los movimientos insurgentes anteriores; que el movimiento lo encabezara un militar y no un eclesiástico. <br />
<br />
Finalmente el «Plan de la Profesa» ya estructurado, fue publicado con el nombre de «Plan de Independencia de la América Septentrional», más conocido como «Plan de Iguala», proclamado por [[ITURBIDE,_Agustín_de | Agustín de Iturbide]] el 24 de febrero de 1821. A su vez el Plan de iguala «protocolizado» en los «Tratados de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]]», ''“menos en lo referente al Archiduque Carlos de Austria, que quedó eliminado, y en el caso de que el rey de España o sus parientes rehusasen aceptar el trono de México, no habría necesidad de que las Cortes nombrasen a un miembro de alguna Casa reinante.”''<ref>Joseph H. L. Schlarman, ''México, tierra de volcanes''. Ed. Porrúa, México 14 ed., p. 260</ref>firmados por el propio Iturbide y el último virrey de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], don Juan O´Donojú, en la ciudad de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]] el 24 de agosto de 1821. El 27 de septiembre el ejército de Iturbide entró pacíficamente en la ciudad de México. [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | La Nueva España]] consumó su independencia como lo habían planeado en las Juntas de la Profesa: sin derramamiento de sangre.<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<references></references><br />
<br />
<br />
<br />
==BIBLIOGRAFÍA==<br />
<br />
ALAMÁN Lucas. ''Historia de Méjico''. Ed. Gobierno del Estado de [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], 1989<br />
<br />
CATURELLI Alberto. ''El Nuevo Mundo'', Ed. Edamex-Upaep, México, 1991<br />
<br />
FERNÁNDEZ DE LA CIGOÑA Francisco José. ''EL Reinado de Carlos IV''. Verbo No. 265, Madrid<br />
<br />
MEYER Jean. ''Historia de los Cristianos en [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]]''. Ed. Vuelta. México, 1989<br />
<br />
SCHLARMAN Joseph H. L., ''México, tierra de volcanes''. Ed. Porrúa, 14 ed. México, 1987<br />
<br />
<br />
'''JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[MASONERÍA_EN_URUGUAY|MASONERÍA EN URUGUAY]]<br />
<br />
[[ITURBIDE,_Agustín_de|ITURBIDE, Agustín de]]<br />
<br />
[[TEPEYAC|TEPEYAC]]<br />
<br />
[[ALAMÁN_Y_ESCALADA,_Lucas|ALAMÁN Y ESCALADA, Lucas]]<br />
<br />
[[MORELOS_Y_PAVÓN,_José_María|MORELOS Y PAVÓN, José María]]<br />
<br />
[[AMÉRICA_LATINA:_El_Término|AMÉRICA LATINA: El Término]]<br />
<br />
[[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA|CÓRDOBA DE LA NUEVA ANDALUCÍA]]<br />
<br />
[[RÍO_DE_LA_PLATA;_Su_mundo_cultural,_económico_y_político|RÍO DE LA PLATA; Su mundo cultural, económico y político]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[HIDALGO_Y_COSTILLA_GALLAGA,_Miguel|HIDALGO Y COSTILLA GALLAGA, Miguel]]<br />
<br />
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<br />
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<br />
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<br />
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<br />
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<br />
[[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas|EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA; contribución de los jesuitas]]<br />
<br />
[[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas|ARGENTINA; consecuencias de la expulsión de los jesuitas]]<br />
<br />
[[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio|CORONA ESPAÑOLA: Su papel en la evangelización y en los derechos del indio]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=COMPA%C3%91%C3%8DA_DE_JES%C3%9AS._Supresi%C3%B3n_en_Hispanoam%C3%A9rica&diff=3704921
COMPAÑÍA DE JESÚS. Supresión en Hispanoamérica
2022-01-22T19:16:20Z
<p>Louvier: </p>
<hr />
<div>==ANTECEDENTES.<ref>Cf. RICARDO GARCÍA VILLOSLADA, ''Historia de la Iglesia Católica'', vol. IV, BAC. 411, p. 111.</ref>==<br />
<br />
La expulsión de los jesuitas de los territorios pertenecientes a la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona Española]] estuvo motivada por variadas circunstancias, sin faltar precedentes en otras naciones. Los tiempos estaban madurando un acontecimiento que aún estaba por venir: la supresión general de la [[JESUITAS_(Compañia_de_Jesús) | Compañía de Jesús]] por el Papa Clemente XIV.<br />
<br />
El Papa Benedicto XIV (1740-1758) se mostró siempre débil frente a las monarquías regalistas, como sucedió con la firma del Concordato de 1753, en que la Santa Sede otorgaba a 1os reyes de España patronato universal sobre todas 1as iglesias de España. Ante controversias donde los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] eran parte de la disputa, Benedicto XIV se mostraba favorecedor de la parte contraria. En la disputa «de auxiliis» entre dominicos y [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] parecía más inclinado hacia la opción de aquellos que hacia los molinistas. <br />
<br />
Así sucedía con el «probabilismo moral», que siendo defendido por los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] no parecía estar en acorde con la severidad moral de Benedicto XIV. Este papa cerró la controversia sobre los llamados «ritos chinos» con la [[BULA | Bula]] «Ex quo singulari» (11 de Julio de 1742), prohibiendo definitivamente todos los ritos e imponiendo a los misioneros un juramento de fidelidad; lo mismo sucederá en La India con los llamados «ritos malabares», que habían sido permitidos por Gregorio XV en los comienzos del siglo XVII. <br />
<br />
La condena y prohibición de la cuestión de los ritos significó de hecho la condena de la metodología misionera de los jesuitas, y la victoria de las posiciones de los mendicantes, que en esos momentos acusaban un fuerte influjo de las corrientes jansenistas. La corriente anti jesuítica crecerá desde entonces con mayor fuerza en los ambientes eclesiásticos de la época.<br />
<br />
Se hizo propagar el bulo que los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] habían proclamado un imperio independiente en el Paraguay, colocando a un hermano coadjutor como emperador, Nicolas I, e incluso se hizo creer que habían acuñado moneda en la misma Roma, calumnias que tuvo que desmentir el General de la Compañía. Todo este ambiente crea sospecha e inquietud en la Curia.<ref>Cf. PABLO HERNÁNDEZ, ''EI extrañamiento de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] del Rio de la Plata,'' Colección de Libros Historia de América, Tomo, VII, Ed. Victoriano Suárez, Madrid 1908, pp. 24,46,208,232.</ref> <br />
<br />
===El antecedente de las Reducciones del Paraguay===<br />
<br />
El Tratado de Madrid (1750) dejó a las siete [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | reducciones]] [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] del Paraguay bajo jurisdicción portuguesa, dando origen a ''la «guerra guaraní»'', un conflicto armado entre los guaraníes, que no querían ser trasladados a unas nuevas tierras de dominio español, contra las tropas reales que tenían que imponer lo acordado con Portugal. El Comisario Real en Buenos Aires, Marqués de Valdelirios, deja entrever en su correspondencia acusaciones a la Compañía de estar tras la rebelión:<br />
<br />
''“Muy señor mío: Remito a V. R. la copia adjunta de una carta que me ha escrito el Ministro de Estado de orden del Rey, donde verá haber averiguado S.M y adquirido todas las pruebas necesarias de que los Padres [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | Jesuitas]] son los autores de la rebeldía de los indios: En cuyo supuesto, prevengo a V.R., que luego disponga con desnuda y ciega obediencia el allanamiento de los indios y pacifica entrega de los pueblos; porque de no hacerlo así, tendrá S.M esta prueba más para proceder contra V.R y contra los culpados como reos de lesa majestad. Y se abstendrá V.R. de interponer suplicas de suspensión, de exención, de petición, de dilación o de modificación; porque el Rey me manda que no oiga ninguna de estas cosas, sino aquellas que se dirijan estrechamente a obedecerle sin contradicción y prontamente; y de lo contrario, hago en su Real nombre a V. R. responsable de todas las muertes y terribles daños, que sucederán. Dios guarde a V.R. muchos años como deseo. Buenos Aires, 10 de Febrero de 1756.- Besa las manos de V.R. su más afecto s.s., El Marqués de Valdelirios.''<ref>SIMANCAS, Estado, 7.447. Cita tomada de P. PABLO HERNANDEZ, O. C., p. 26.</ref><br />
<br />
===El Regalismo===<br />
<br />
En el momento de la expulsión de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] de todos los territorios españoles, un principio político imperaba en el modo de tratar por el Estado los asuntos eclesiásticos: el regalismo. No es lo mismo «regalismo» que «galicanismo» pues éste último es de corte independentista a toda intervención romana.<br />
Una mentalidad con fuertes tonos regalistas se irá desarrollando en una pretensión de posesión de prerrogativas del poder regio sobre toda la Iglesia Española, pero más como supuestas facultades «concedidas» por los 'papas a ''“lo largo de los siglos a 1os reyes, que como una potestad propia del rey o de la naturaleza misma del poder real en sí, aunque con el andar del tiempo habrá juristas que lo pretendan.”''.<ref>[[PATRONATO_REAL | PATRONATO REAL]], por A. DE EGAÑA, SJ, ''Diccionario de Historia Eclesiástica de España,'' vol. III, Madrid 1972, fp.1944-1948.</ref><br />
<br />
Con la llegada de la Casa de Borbón se pretendió demostrar que las regalías les correspondían como «derecho» propio de la monarquía. Y aunque e1 regalismo en esta época pretendió la constitución de una iglesia «nacional», tal como se pretendía en Francia, fomentando el espíritu independentista de los obispos españoles en relación con Roma, en materia de dispensas, insistiendo que a la Iglesia le correspondía los asuntos dogmáticos, los sacramentos y el culto. Pero las universidades y los obispos no se dejaron arrastrar por estas ideas; por el contrario defendieron 1os derechos pontificios.<ref>Cf. RICARDO GARCÍA VILLOSLAVA, SJ,''o.c.'' pp. 2165.</ref><br />
<br />
Estas ideas regalistas van acordes con el concepto absolutista y centralista que caracterizó la monarquía borbónica del siglo XVIII. EI gobierno de España se centra en Madrid, se unifican las leyes de todos 1os reinos, el ejército se regulariza, las órdenes religiosas tienen un vicario para todas sus casas en territorio español, que prácticamente ejerce de general para España. En cambio la [[JESUITAS_(Compañia_de_Jesús) | Compañía de Jesús]] es gobernada directamente por el General de la Orden, residente en Roma, a través de los provinciales, El cuarto voto de obediencia al Papa que tienen los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] no era bien visto. La obediencia directa al Papa, visto como un príncipe extranjero, obispo de Roma, no era tolerada por algunos.<br />
<br />
===El «motín de Esquilache»===<br />
<br />
Había que buscar una justificación contundente que permitiera vencer las objeciones de Carlos III; ésta la encontraron en la revuelta (el Domìngo de Ramos, 23 de Abril de 1766) del pueblo de Madrid contra el odiado Marqués de Esquilache, por el decreto contra el uso de la capa larga y el sombrero de ala ancha. E1 mismo rey se vio acosado por los manifestantes ante el Palacio de Oriente, y con noticias sobre el asalto a los palacios de los ministros italianos Esquilache y Grimaldi; posteriormente el rey huiría al Palacio de Aranjuez, huida sugerida por sus ministros. <br />
<br />
Hay que situarse en la psicología del monarca, atemorizado por un posible atentado a su persona, tal como había sucedido a Luis XV de Francia o José I de Portugal. Todo el Consejo de Castilla, dominado por los partidarios de Aranda y Campomanes, convenció al rey sobre la vinculación de la Compañía en todo el asunto. Mas luego el «Dictamen Fiscal», preparado por el Fiscal General del Reino, Campomanes acabó con el asunto queriendo asentar las bases jurídicas de la necesidad de la disolución de la Compañía, aportando una extensísima lista de acusaciones de todo tipo, en gran parte inventadas o imaginadas por los enemigos de la Compañía. <br />
<br />
Entre otros argumentos señalaba la teoría de algunos [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] del siglo anterior según la cual se podía justificar el tiranicidio en graves situaciones políticas, cuando el tirano obraba con una total impunidad asesinando y hoyando sin motivo alguno los derechos fundamentales de las personas y de las sociedades sobre las que habría debido gobernar y administrar la justicia.<ref>Cf. JOSEP M. BENÍTEZ I RIERA, SJ., ''o.c.'', pp. 77-79.</ref>García Villoslada y Menéndez Pelayo, son del parecer que los consejeros, para hacer ceder la dudosa y temerosa voluntad de Carlos III por motivos de conciencia, hicieron creer al rey que en una supuesta carta, históricamente inexistente y por lo tanto calumniosamente falsa, el General de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] el P. Lorenzo Ricci, afirmaba que el verdadero padre del rey no era Felipe V de Borbón sino el Cardenal Alberoni, ministro de aquel rey y de la madre de Carlos III, Isabel de Farnesio. <br />
<br />
Esta calumnia fabricada e insinuada al Rey, ponía en grave peligro su legitimidad dinástica y habría renovado de nuevo los motivos de la problemática que había llevado a la terrible y larga guerra de sucesión al trono español a comienzos de siglo.<br />
<br />
==El Plan de Ejecución de la expulsión.<ref>Cf. BENÍTEZ I RIERA, SJ., o.c., pp. 69-71. Y del mismo autor, ''Jesuites i Catalunya: fets i figures'', Ed. Abadia de Monserrat, Barcelona 1996, pp.63-66. RICARDO GARCÍA VILLOSLADA, o.c., 142-145.</ref>== <br />
<br />
El plan trazado por el Presidente del Consejo de Castilla, el Conde de Aranda, como buen estratega militar que era, no descuidaba ningún detalle, pormenorizaba los pasos a dar para evitar posibles revueltas, o prevenía acciones de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], incluso cuidó que amigos de la Compañía pudieran enterarse antes de la ejecución del apresamiento. <br />
Para ello la impresión de la «Instrucción Secreta» se realizó secretamente y con vigilancia en la Imprenta Real, siendo enviada en pliego reservado a todos 1os rincones de la península y del resto de todos los territorios del [[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso | Imperio español]] de América y Filipinas, donde hubiera una casa de [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]]. Las ordenes eran precisas, se tenía que ejecutar antes del alba del 2 de Abril de 1767, todos al unísono, para no dar posibilidad de huida o apoyos de los partidarios de 1os religiosos. <br />
<br />
Hasta los lugares donde tenían que ser embarcados eran concretos, y para ese menester se cuidó estar de acuerdo con personajes partidarios de tal acción en cada uno de los puertos, dado que el Secretario de la Marina era sospechoso de ser partidario de la Compañía. Ningún padre, aún enfermo, podía quedar atrás, y solo podían llevar consigo las cosas imprescindibles para cada uno. Todo lo demás, dinero, objetos de culto, documentos o escritos, debía quedar para así poder demostrar la supuesta villanía de 1os [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]].<br />
<br />
Las órdenes se ejecutaron corno estaban previstas, pero hubo dos salvedades: una en el Colegio de San Bernardo, comunidad independiente que enseñaba en la Universidad de Cervera (Cataluña), y que se desconocía su existencia como tal comunidad exenta de la Universidad, y por otro lado la comunidad de Manresa que en latín se confundía con Menorca. En ambos casos el error fue subsanado posteriormente e1 11 de Abril del mismo año.<br />
<br />
En los puertos peninsulares de Tarragona, Cartagena, Puerto de Santa María, La Coruña y Santander fueron concentrados los 2.900 miembros expulsos de la [[JESUITAS_(Compañia_de_Jesús) | Compañía de Jesús]], a la espera de los aproximadamente 2.000 procedentes de América y Filipinas, para luego ser abandonados en las costas de los Estados Pontificios. Las peripecias por las que tuvieron que pasar los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] son dignas de una historia épica por las calamidades, dificultades y aventuras que tuvieron que pasar hasta finalmente arribar a tierra pontificia.<br />
<br />
==EJECUCIÓN DE LA EXPULSIÓN EN LA AMÉRICA ESPAÑOLA.<ref>Cf FÉLIX ZUBILLAGA'', La Sagrada Congregación de Propaganda Fide y la América Española del Setecientos'', en S.C.P.F.<br>Memoria Rerum, voI. II, Ed. Herder: Rom-Freiburg-Wien 1973, pp. 1066-1094.</ref>== <br />
<br />
En el plan del Presidente del Consejo de Castilla, el Conde de Aranda, estaba previsto que los pliegos reservados no fueran abiertos en América y Filipinas antes de la Península, para ello mientras en esta se ejecutaría al unísono el 2 de Abril de 1767, en las Indias el Gobernador de La Habana, Antonio María Bucareli, se le encargaba la distribución de los pliegos para 1os gobiernos de América y Filipinas. Para cada una de las provincias de ultramar se señaló un día preciso e invariable de la apertura de las cartas. Para México se asignó el 24 de Junio de 1767. Las órdenes, firmadas por Carlos III y por el conde de Aranda, iban cerradas con tres cubiertas, cada una con su sello. Sobre la tercera cubierta se leía: ''“No abriréis este pliego bajo pena de muerte hasta la noche del 24 de Junio de 1767”''.<br />
<br />
==Virreinato de Nueva España.<ref>Cf. LEON LOPETEGUI, SJ, ''Historia de la Iglesia en la América Española'', B.A.C., Madrid 1965, pp. 911-914.</ref>==<br />
<br />
La ejecución de la «Pragmática Sanción» no se pudo realizar simultáneamente en cada una de las casas de la Compañía del Virreinato de Nueva España, dada su extensión. No faltaron tumultos por la injusta decisión, e incluso enfrentamientos con el ejército, pero en todos los casos los religiosos obedecieron dócilmente la regia expulsión. En ninguna de las casas se produjo la más mínima resistencia a las órdenes del rey, incluso todos los testimonios de los oficiales, como otros que presenciaron el momento, coinciden en las facilidades que los<br />
religiosos siempre ofrecieron para que se cumpliese el decreto regio; cosa que supuso admiración en aquellos, que por su cargo oficial les correspondía hacer de brazo ejecutor. En el Colegio Máximo de la capital se obró el mismo 25 de junio, festividad del Sagrado Corazón.<br />
<br />
El día de ejecución en la capital, el Virrey Marqués de Croix, promulgaba un bando a los mexicanos: ''“y me veré precisado a usar del ultimo rigor, y de ejecución militar contra los que en público o secreto hicieren con este motivo conversaciones, juntas [...] o discursos de palabra o por escrito; pues de una vez para lo venidero deben saber los súbditos del gran monarca que ocupa el trono de España, que nacieron para callar y obedecer y no para discurrir ni opinar en los altos asuntos del gobierno. México, veinticinco de junio de mil Setecientos sesenta y siete. El Marqués de Croix"''.<ref>J.M. DAV1LA Y ARRILLAGA, ''Continuación de la Historia de la [[JESUITAS_(Compañia_de_Jesús) | Compañía de Jesús]] en [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] del P. [[ALEGRE,_Francisco_Javier | Francisco Javier Alegre]]'', I, Puebla 1888, p. 215.</ref> <br />
<br />
E1 resto de 1as casas recibieron la orden de expulsión en los días o meses sucesivos. Los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] de [[CALIFORNIA;_Misiones | California]] fueron los últimos, noviembre de 1767. El embarqué se realizó en ocho fletes distintos con dirección hacia [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]], siempre desde el puerto de Veracruz, siendo el último en verificarse el 2 de marzo de 1769. Muchos de los padres fallecieron por el camino. Lo azaroso del viaje, los indios alzados, los pantanos, las largas distancias, la epidemia de fiebre amarilla declarada en Veracruz produjeron la muerte a 31miembros de la Compañía antes de su embarque en Cuba.<br />
<br />
===Provincia Jesuita del Paraguay.<ref>Cf. P. PABLO HERNÁNDEZ, ... , ''o.c.'', pp. 46-220.</ref>=== <br />
<br />
Para el Virreinato del Perú, el ya entonces vecino Virreinato de La Plata era fundamental, puesto que tenía el puerto más próximo con la Península; así pues aquel Virreinato era una pieza clave en todo el plan secreto que se estaba preparando contra los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]]. Para ello en el mes de agosto de 1766 Pedro Antonio de Ceballos, Gobernador de Buenos Aires y simpatizante de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], fue sustituido por Francisco de Paula Bucareli y Usua, hermano del Gobernador de La Habana, ambos enemigos de la Compañía y hombres de la plena confianza de los artífices de la expulsión jesuítica. Buenos Aires como La Habana eran dos puntos fundamentales para la transmisión exacta y cautelosa de las ordenes de Madrid; desde ambos sitios se irradiaría todos 1os pliegos sellados hacia los diversos [[VIRREYES;_Facultades_y_limitaciones | virreyes]] y gobernadores.<br />
<br />
Bucareli había recibido su comisión el día 7 de junio de 1767, y le correspondía enviar 1os pliegos con la «Pragmática Sanción» al Gobernador de Chile, al Presidente de la Audiencia de Charcas, y al propio Virrey del Perú; también a los gobernadores dependientes de él, como era el de Tucumán y el de Paraguay. La expulsión se tenía que realizar el día 21 de Julio de ese año en todos los territorios anteriormente mencionados. <br />
<br />
El 2 de Julio Bucareli se vio comprometido a que se descubriera toda la operación, habiendo arribado a puerto dos naves procedentes de Cádiz que portaban los pliegos de la «Instrucción Secreta»; pero la dificultad venía porque la tripulación era sabedora de los sucesos acaecidos en España, pues habían zarpado justo al día siguiente de la ejecución de la expulsión. Ante esta contrariedad, el virrey se vio obligado a adelantar el arresto de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] de Buenos Aires a esa misma madrugada del 3 de Julio, impidiendo que la tripulación desembarcase o tuviera contactos con tierra, hasta que se hubiese efectuado dicho arresto.<br />
<br />
Al igual que en Buenos Aires, en Montevideo se pudo ejecutar la orden de expulsión en la misma madrugada del 3 de Julio; sucesivamente fue adelantada la ejecución en [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]] al día 12, y al 13 en Santa Fe. Los religiosos de Tucumán fueron expulsados el 7 de agosto. Después que Bucareli agregó dos personajes de su confianza al Gobernador del Paraguay, Carlos Morphy, puesto que éste era partidario y admirador de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], en Asunción y las misiones de su jurisdicción: Abipones, Mbayás y Monteses, se realizó la expulsión el día 30 de Julio. Los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] de las casas de Tarija, Chiquitos, Mojos y el Chaco, fueron arrestados en la madrugada del 23 de agosto. A estos se les unirían 1os 80 [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] que acababan de llegar a Montevideo (26 de Julio) procedentes de la Península,<ref>20 [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] fueron embarcados en Cádiz el 2 enero de 1767 junto a otros que iban destinados a Chile, en las siguientes jornadas se incorporaron los 60 restantes destinados al Paraguay. El 5 de marzo por fin pudieron iniciar su viaje, que basta ahora se veía impedido por las inclemencias meteorológicas.</ref>que venían para apoyar las obras apostólicas de la Compañía.<br />
<br />
La parte más delicada, y a la vez fuente de envidias y sospechas, eran las famosas [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | Reducciones]] del Paraguay. El mismo Bucareli se reservó la ejecución de la «Pragmática Sanción» en las 30 [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | reducciones]]. Para ello se hizo acompañar por dos o tres centenas de soldados,<ref>200 o 300 soldados según la obra citada del P. Pablo Hernández S.J. parece más verídica, porque Pedro Borges en su obra ''Historia de la Iglesia en Hispanoamérica y Filipinas'', Tomo II, apunta que el ejército movilizado por Bucareli era de l.500 hombres; quizá esta cifra sea exagerada teniendo en cuenta que, para la rebelión guaraní por el Tratado de Límites con Portugal, hubo que trasladar tropas desde la Península, dada la insuficiencia de efectivos en Buenos Aires.</ref>algo absolutamente ridículo por la desproporción ante el ejército de guaraníes. Requirió la colaboración del Provincial Jesuita, P. Manuel Vergara, que en todo tiempo facilitó 1os medios logísticos de 1as mismas [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | reducciones]], la obediencia de cada uno de los 78 miembros de la Compañía, la preparación de los indios a aceptar la orden de expulsión, como la recepción de los nuevos responsables de cada una de las [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | reducciones]].<ref>Detallar todo el proceso sería muy largo, y aunque hermoso en su desarrollo, no correspondería propiamente a nuestro trabajo.</ref>La operación de desalojo de 1os [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] de las [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | Reducciones]] comenzó en Yapeyú el día 16 de Julio de 1768, finalizando el 22 de Agosto. El 8 de Diciembre fueron embarcados en dos naves con rumbo a Cádiz. <br />
<br />
==Virreinato del Perú.<ref>Cf. RUBÉNVARGAS UGAR'IE, ''Historia de la Iglesia en el Perú'', Tomo IV, Ed. Imprenta A1decoa, Burgos 1961, pp. l55-l73.</ref>==<br />
<br />
La comunicación de la expulsión de cada una de las comunidades de la Compañía en Perú, se realizó desde tres puntos distintos: Paraguay, Lima y Santa Fe de Bogotá. Arriba indicamos que el conducto oficial para hacer llegar la documentación al Virrey del Perú, Manuel de Amat, era el gobernador de Buenos Aires, pero se hizo también llegar, para mayor seguridad, unos duplicados a través de la Audiencia de Panamá. Aunque dependiente de la jurisdicción del Perú, los pliegos para Quito se recibieron también desde Panamá, y para Chile y Charcas desde Buenos Aires.<br />
<br />
El propio Virrey del Perú sospechaba, tal corno realmente sucedió, que el gobernador de Buenos Aires como el de Charcas se adelantarían en la ejecución de la «Pragmática Sanción», dado que esta insistía en el efecto sorpresa. Inmediatamente envió orden de ejecución a los distintos puntos donde la Compañía regentaba alguna casa. Se dio la paradoja que en Cuzco como en Chuquisaca se efectuó antes que en Lima. El virrey para evitar disturbios, incluso entre la misma tropa, aprovechó la fiesta de la Virgen de Monserrat (8 de septiembre), que era patrona de las milicias. <br />
<br />
En la madrugada siguiente, con aquellos que le resultaron más leales y fieles, comisionó cuatro cuadrillas para arrestar a los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] de los cuatros colegios que existían en Lima; para ello utilizó 700 soldados. Una residencia tras otra, empezando por el Colegio Máximo de San Pablo, fueron requeridos todos los religiosos, siendo trasladados a este colegio los de San Martin, los del Noviciado de San Antonio Abad y los de la Casa Profesa de Los Desamparados. Los novicios fueron invitados a abandonar la Compañía; de 22 solo dos permanecieron fieles a seguir el destino del resto de los miembros de la Compañía. En Trujillo y en Juli el decreto fue promulgado el 3 de septiembre; en Santa Cruz de La Sierra, el día 4; en Cuzco y Guamanga, el 7; y en Arequipa y Moquegua, el día 17.<br />
<br />
Los religiosos de las casas más cercanas a Lima fueron concentrados en el [[LIMA:_COLEGIO_DE_SAN_PABLO | Colegio de San Pablo]], llegando al número de 243 religiosos. Los de Cuzco, Juli, los del Alto Perú y los misioneros de Mojos fueron trasladados al puerto de Arica, para más tarde, el 22 de octubre, incorporarlos al contingente que partirían del puerto del Callao. Desde este puerto, en la nave «La Peruana», serían enviados a la Península cruzando el Cabo de Hornos. Los religiosos ancianos y enfermos, para hacerles menos gravoso el viaje, se les remitió vía tierra hacia Panamá.<br />
<br />
Al oriente de la actual República de [[BOLIVIA;_Afrodescendientes | Bolivia]] se encontraban las misiones de los Mojos. En ese preciso momento estaba en el territorio el Capitán Antonio Aymerich y Villajuana, en lucha contra los portugueses que intentaban invadir territorio español. A este capitán le correspondió dar cumplimiento a lo dispuesto por el rey, pero no lo pudo hacer sin el concurso de los propios religiosos [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], puesto que los indios comenzaban a abandonar las misiones ante las noticias de que les quitaban sus misioneros. Los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] convencieron a los indios para que se quedaran y esperaran a los nuevos religiosos que les iban a relevar. No fue empresa fácil reunir todos los religiosos de las 17 misiones, pero gradualmente fueron llegando a Santa Cruz, y luego desde allí hasta el puerto de Arica.<br />
<br />
En el territorio de la Audiencia de Quito, la instrucción de expulsión vino de orden del virrey de Nueva Granada, por lo que se ejecutó antes que en Lima, el 20 de agosto. Concentrados los religiosos del Colegio Máximo y los del Seminario de San Luis, el mismo presidente de la Audiencia hizo lectura de la resolución real, la cual no pudo finalizar, porque sintiéndose impotente ante tanta injusticia, rompió a llorar, teniendo que seguir la lectura el escribano. Esto nos testimonia corno muchos funcionarios no compartían semejante ultraje.<br />
<br />
Todos los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] de Quito quedaron en el Colegio máximo. Los novicios se repartieron en casas particulares. EI trato dado fue respetuoso, y a diferencia de otros sitios se les permitió tener relación entre sí y llevarse algunas cosas personales. Once días después salieron por tierra camino de Guayaquil, para luego transferirlos a Panamá. Los ancianos y enfermos pudieron quedarse en el Convento de San Francisco.<br />
<br />
En el caso de Chile, la expulsión se realizó también antes que en el Perú, el 26 de agosto. No fue difícil la ejecución de la «Pragmática», dada la cercanía de todas las casas y colegios. Fueron embarcados para el Callao en una primera expedición 289 religiosos, y después de unas desavenencias del gobernador de Chile con el virrey, porque este pretendía hacinarlos en «La Peruana», fueron enviados a la Península en otra nave llamada «Santa Barbara».<br />
<br />
==CONSECUENCIAS DE LA EXPULSIÓN EN AMÉRICA==<br />
<br />
===Virreinato de Nueva España===<br />
<br />
'''A-Campo educativo'''<br />
<br />
El vacío de sacerdotes cualificados, producida por la [[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas | expulsión de los jesuitas]] del Virreinato de Nueva España, significó un bache gravísimo para la vida de la Iglesia y su obra evangelizadora. Estos religiosos no sólo se ocupaban de la educación de jóvenes, sino de la formación de futuros sacerdotes, dirección espiritual de numerosos fieles, congregaciones apostólicas, tandas de ejercicios espirituales, atención espiritual de enfermos, etc.<br />
<br />
La «pragmática» preveía la suplencia de 1os [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] por otros de diversas ordenes o seculares, pero la realidad era otra. Las ordenes religiosas estaban pasando una crisis en la calidad intelectual de su formación. A ello se añade la falta de preparación de gran parte del [[EVANGELIZACIÓN;_participación_del_clero_secular | clero secular]] para afrontar misiones, para las que no había sido preparado. No era fácil sustituir a los 264 [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] que se dedicaban a la enseñanza y pastoral, por no hablar del número de [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] en misiones a los que también había que suplir.<br />
<br />
Las autoridades civiles y eclesiásticas buscaron personal para cubrir las distintas actividades de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], pero muchas comunidades quedaron desatendidas o con una atención cualitativamente inferior a la precedente. Otra consecuencia fue que el [[EVANGELIZACIÓN;_participación_del_clero_secular | clero secular]] experimentó un aumento de trabajo que en muchos lugares, por la escasez de personal, no estaba todavía en condición de asumir.<br />
<br />
''“Todas las congregaciones a la fecha florecientes: de la Purísima, de la Anunciata, del Salvador [...] fueron desapareciendo una tras otra, así como sus buenas obras de hospitales, cárceles y casas de recogimiento a que atendían. A lo menos...hasta la fecha, no hemos hallado restos de ellas.”''<ref>GERAD DECORME, ''La obra de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] mexicanos durante la época colonial.'' 1572-/767, Ed. Porrúa, México 1942, vol. I, p. 488.</ref>Una actividad desarrollada por los miembros de la Compañía, que a fines del siglo XVIII desaparece completamente, es la actividad catequética que hasta la fecha de su expulsión había tenido un gran arraigo popular. Ésta consistía en la enseñanza del catecismo los domingos por la tarde, junto con las semanas de doctrina.<br />
<br />
Con la expulsión de los religiosos de San Ignacio, la obra educativa comenzó a resquebrajarse, unas veces desapareciendo inmediatamente y otras mermando progresivamente hasta su extinción. El Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo con su iglesia desapareció, dispersándose sus bienes materiales y literarios. No así el Colegio de San Gregorio, en que el mismo Arzobispo de México como el Virrey pusieron remedio a su posible desaparición. En este caso la pronta intervención del Oidor Gamboa demostró, aprovechando sus conocimientos jurídicos, que aquella obra educativa con todos sus bienes no estaba dedicada a los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] sino a la formación de los niños, tanto hijos de los caciques como de 1os «macehuales».<ref>Macehual literalmente significa "pobre", pero aquí habrá que traducirlo por "campesino''.</ref><br />
<br />
El Colegio de San Andrés y su casa de Ejercicios Espirituales se dedicaron a oficinas del [[PUEBLA;_su_gobierno_durante_el_Virreinato_(1531-1821) | gobierno virreinal]], y para la administración del fondo de [[CALIFORNIA;_Misiones | California]]. Posteriormente se convirtió en un hospital. La Casa Profesa pasó a los Padres Oratorianos de San Felipe Neri, reservándose al obispo algunas habitaciones, para crear una casa cuna de niños expósitos; y sobre todo se prohibió crear asociaciones laicales, siendo suprimida la jesuítica congregación del Salvador. Una de las obras salvadas fue el Seminario de San Idelfonso de México, que pasó a manos del [[EVANGELIZACIÓN;_participación_del_clero_secular | clero secular]], pero en el año 1815 había pasado de 300 a 100 estudiantes, y también con un descenso en el nivel académico.<br />
<br />
En Puebla de los Ángeles, el Colegio de San Idelfonso y los seminarios de San Ignacio y San Jerónimo se trasladaron al del Espíritu Santo. Para 1815 tenía dificultades para sostener la educación de los 200 alumnos, por lo que fue clausurado. EI Colegio de San Javier dedicado a la educación de indios y a misioneros que trabajaban con ellos, en pocos años fue desapareciendo, aunque la intención era que continuara con la atención del [[EVANGELIZACIÓN;_participación_del_clero_secular | clero secular]].<br />
<br />
En la Ciudad de Guadalajara fueron cerrados el [[LIMA:_COLEGIO_DE_SANTO_TOMAS | Colegio de Santo Tomás]] y el Seminario de San Juan Bautista. El 18 de noviembre de 1791, el rey Carlos IV mandó fundar la Real Universidad de Guadalajara en los locales que fueron del colegio jesuita; la decisión se ejecutó el 3 de Marzo de 1794. A las cátedras de Teología y [[BIBLIA_Y_EVANGELIZACIÓN;_Difusión_de_la_Sagrada_Escritura | Sagrada Escritura]], que ya existían con los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], se añadieron la de medicina y cirugía, y la de leyes y cánones.<br />
<br />
El Seminario de San Javier en Querétaro fue dedicado a cuartel. A los cinco años de la expulsión, el virrey determinó que en el Colegio de San Ignacio de esta ciudad se siguiera enseñando las mismas disciplinas universitarias que en tiempos de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], con revisión de su biblioteca, a fin de depurarla de textos «perniciosos» y de «laxa doctrina». La estructura del centro tenía que tomar como modelo la del Real Colegio de San Carlos de México, siendo afiliada la antigua casa del seminario para que sirviese de residencia a los estudiantes, pero siempre bajo la dependencia del rectorado del Colegio de San Ignacio. La iglesia se convertiría en parroquia bajo el título de Santiago.<br />
<br />
En [[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre | Campeche]] solo existía como casa religiosa la de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], al ser expulsados éstos habría que esperar al final del siglo para que los franciscanos fundaran en esa misma casa un convento, donde reanudarían las lecciones de gramática.<br />
<br />
El Colegio de San Javier de Mérida fue entregado a los Hermanos de San Juan de Dios para dedicarlo a hospital, mientras el edificio que estos tenían se transformó en centro de reclusión de clérigos conflictivos, y para recogimiento de los aspirantes a las órdenes sagradas, es decir, una casa de ejercicios espirituales. El Seminario de San Pedro se transformará en seminario conciliar. También se pidió una escuela para blancos y otra para indios, a fin que estos aprendiesen la lengua castellana.<br />
<br />
En Oaxaca, las religiosas concepcionistas se trasladaron al Colegio de San Francisco de Borja, y el de ellas se convirtió en colegio para niñas, tanto hijas de caciques y [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]]. Con las rentas de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] se debía sostener una obra pía de niñas huérfanas, los edificios, una escuela de primeras letras para niños y las tres cátedras del Seminario Conciliar de Oaxaca.<br />
<br />
En San Luis de Potosí el colegio se utilizó como seminario conciliar. En [[PÁTZCUARO;_Arte_Virreinal | Pátzcuaro]] el templo del Colegio de San Ignacio se convirtió en parroquia, la casa en vivienda del párroco, en aulas y vivienda para el maestro de primeras letras. En Parras la iglesia se elevó a parroquia, y el colegio en hospital.<br />
<br />
En muchas otras ciudades fue imposible cubrir el hueco dejado por la Compañía: Zacatecas, [[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal | Guanajuato]], León, Celaya, Parral, Valladolid, Chiapas, Chihuahua, [[GUATEMALA;_Afrodescendientes | Guatemala]], La Habana, Puerto Príncipe o Veracruz. En los primeros años del siguiente siglo los testimonios de varios obispos son unánimes sobre el vacío educativo y pastoral dejado por la expulsión de los hijos de San Ignacio, hecho que posibilitó la introducción de corrientes de pensamiento contrarias a la fe católica. <br />
<br />
Así se expresa el obispo de [[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia | Yucatán]] Don Pedro Agustín Estévez y Ugarte'':“Con lágrimas de sangre se habían de llorar tantas misiones de infieles en ambas Indias destruidas, tantas fundaciones piadosas aniquiladas. Desde que se los vio muertos, ¡cuántos dogmas falsos bebidos en fuentes heterodoxas han invadido la jurisprudencia eclesiástica con la mira de derribar toda jerarquía, toda jurisdicción, libertad e inmunidad de la Iglesia!”''<ref>Cita tomada de LEON LOPETEGUI S.I., ''o.c.'', p. 916.</ref><br />
<br />
'''B- Campo misional'''<br />
<br />
Para tener una visión general de la situación misional después de la salida de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] del Virreinato de México, transcribimos parte del informe del Virrey, Conde de Revillagigedo, que enviara en 1793 a la Corte de Madrid:<br />
<br />
''“...pero, así como se esmeraban los padres ministros en cuidar muy particularmente del alimento, vestuario y educación cristiana de sus indios, también los obligaron con prudencia a trabajar en las labores del campo y en las que podían desempeñar dentro de sus pueblos con conocidas y ventajosas utilidades. Por este medio llegaron las misiones de los regulares extinguidos, casi en lo general, a la mayor opulencia, aumentándose sus bienes con las mercedes de tierras que registraron y de que tomaron posesión con títulos reales, para establecer estancias y ranchos de ganados mayores y menores, con abundantes criaderos de yeguas, caballos y mulas. Estos bienes temporales, adquiridos en propiedad para beneficio de los indios y de los pueblos e iglesias ... [arrojados 1os jesuitas, cayeron en manos] de comisarios reales hasta que el señor Marqués de Sonora, siendo visitador general, dispuso su devolución a los nuevos ministros sagrados. [Ésta ha sido] la verdadera causa motriz de la ruina de las misiones, hallándose la mayor parte de ellas sin sacerdotes, sin iglesias y sin los bienes de comunidad que disiparon los comisarios reales.”''<br />
<br />
[Y de Nueva Vizcaya, donde [[VIRREYES;_Facultades_y_limitaciones | virreyes]], gobernadores y comandantes ejercieron especial cuidado organizador, esboza esta perspectiva deprimente:] ''“pero, como todos los vicios de las provincias internas son de institución, no es muy fácil remediarlos, ni, por consecuencia, las malas costumbres de los indios, su aplicación y desidia en la agricultura, a las artes y a todo lo que pueda contribuir a sus intereses particulares, que desprecian, prefiriendo la libertad o el desahogo de sus inclinaciones para la embriaguez, la lujuria y el robo”''.<ref>Cita tomada de LEON LOPETEGUI S.I., ''o.c.'', p. 917</ref><br />
<br />
El informe hecho por la máxima autoridad virreinal para el rey Carlos IV, después de veintitrés años de la «Pragmática Sanción», manifiesta una situación caótica donde las iniciativas para la sustitución de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] por otros religiosos no pudieron ser cumplidos. No obstante, vamos a hacer una revisión panorámica de la situación misionera después de la [[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas | expulsión de los jesuitas]].<br />
<br />
Algunos historiadores tienden a menguar el desastre que la expulsión de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] significó para el sistema misional en el Virreinato de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]], donde se intentó una reforma en el norte, más de acuerdo a lo que se entendía como moderno, según el concepto ilustrado de reforma de la economía y de la sociedad. Ciertamente no se lograron todos los objetivos en el noroeste, donde los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] atendían 17 misiones en la sierra Tarahumara, con 19 misioneros; en Sonora y Sinaloa trabajaban 52 [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] repartidos en 47 misiones.<br />
<br />
Hasta ese momento, siguiendo la praxis tradicional de la evangelización española que se inició en el siglo XVI, los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] se preocuparon más de la evangelización de los indígenas, aprendiendo el idioma de sus catecúmenos, e incorporarlos a un sistema de producción autónomo, protegiéndoles de las pretensiones explotadoras de los colonos. El concepto de civilización de los ilustrados era distinto, donde el aprendizaje del castellano por todos los habitantes era objetivo fundamental, así como desarrollar un sistema distinto y nuevo en las relaciones de explotación de las materias primas y del mercado.<br />
<br />
El problema de la sustitución inmediata de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] en las misiones fue en parte resuelto, pues había disponibilidad de personal entre los franciscanos de los colegios de Propaganda Fide, que en aquel momento estaban en pleno desarrollo. El problema surgió sobre todo con la administración civil de 1os bienes económicos con que contaban los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], que en gran parte dilapidaron los propios administradores del virreinato; en la pretensión de aculturar rápidamente a 1os indios en el idioma y costumbres castellanas; en la explotación que los colonos [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] hacían del trabajo del indio, ahora en plena libertad para ser contratado. A todos estos males se añadía las incursiones contra las misiones de otros indios no cristianos.<br />
<br />
A esta situación se le añade un descenso rápido de la población de las misiones, fruto de la dificultad de los indios en adaptarse a la vida de un aldeano, en aquel paisaje agreste e inhóspito, como también a unos hábitos tradicionales de trashumancia propio de los pueblos de aquellos desiertos. En el tiempo de la gestión de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] el sistema sobrevivía gracias a la administración autónoma de 1os recursos, resolviendo y apoyándose en sus mutuas necesidades. Los nuevos misioneros franciscanos, al carecer de esta autonomía, no podían en condiciones tan precarias sostener la misión.<ref>PEDRO BORGES, ''Historia de la iglesia en Hispanoamérica y Filipinas'', vol. II, BAC., Madrid 1992, pp. 176-181.</ref>Por todo esto el nuevo modelo de misión moderna, pretendida por los reformadores ilustrados, fue un rotundo fracaso.<br />
<br />
===Provincia Jesuita del Paraguay===<br />
<br />
'''''A- Campo educativo'''''<br />
<br />
Las casas dedicadas a la educación de los jóvenes y a la formación del [[EVANGELIZACIÓN;_participación_del_clero_secular | clero secular]], pasaron a manos de otros religiosos, sin mayor dificultad, porque en esta provincia no era el campo apostólico más desarrollado por 1os [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]].<br />
<br />
'''''B- Campo misional'''''<br />
<br />
Se debe señalar la génesis y orígenes de las misiones jesuíticas del Paraguay porque pensamos se hace imprescindible para comprender la magnitud del tema, de las graves consecuencias que significó la [[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas | expulsión de los jesuitas]], no ya en un modo genérico de todo el [[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso | Imperio español]], sino en concreto para las misiones entre los guaraníes.<br />
<br />
Al llegar los españoles a América comprobaron que existían tres tipos de indios con su nivel cultural: los que formaban las culturas e imperios «mesoamericanos», y los de las culturas e imperios andinos con un desarrollado sistema social y económico. En segundo lugar las culturas y reinos «bisagra» con capacidad de gobierno fuerte, pero influidos por la altura e imperios anteriores. Y en tercer tugar las poblaciones aborígenes marginales de las praderas, sabanas o de las grandes selvas (el resto de Sudamérica, las [[CONQUISTA_PACÍFICA_(4);_Cuarteamiento_del_Plan_de_Tierra_Firme | Antillas]] y en las muy dilatadas y extensas regiones al norte del actual México), pueblos generalmente nómadas y dispersos, dedicados a la pesca, caza y recolección de frutos silvestres, y a veces a un tipo de agricultura de simple sobrevivencia.<br />
<br />
Los primeros aborígenes (llamados ya impropiamente «indios»), utilizados como mano trabajadora fueron los antillanos; tal experiencia permitió comprobar que un trabajo duro como el exigido por los [[EVANGELIZACIÓN_Y_ENCOMIENDAS_EN_PERÚ | encomenderos]] no lo podían hacer, pereciendo en números escandalosamente elevados víctimas de aquellos trabajos y de epidemias traídas con la conquista, a las que los aborígenes les faltaban las defensas necesarias para poder resistir. <br />
<br />
Las muertes causadas por todos estos factores, el agotamiento, las enfermedades y las tremendas condiciones de vida impuestas por la conquista, sumieron estas poblaciones en una caída de vida irreparable. En la historia de la colonización española estos factores empujaron a los españoles a establecerse sobre todo en las zonas de los imperios. Allí se desarrollará sobre todo la presencia hispana, con todas las luces y sombras de tal encuentro, y dejo de tener interes el tercer grupo de aborígenes marginales, muchos de los cuales desaparecieron, como fruto del choque con el mundo europeo, especialmente en las [[CONQUISTA_PACÍFICA_(4);_Cuarteamiento_del_Plan_de_Tierra_Firme | Antillas]]. <br />
<br />
Ya en el continente, a la inadecuación de los aborígenes margínales al trabajo esc1avizado, se unía el agravante del tipo de tierra en que estos habitaban: inmensas praderas, selvas, semi-desiertos o sabanas; estas tierras no ofrecían además un interés que invitara a su cotización. Son los indios marginales en muchas regiones del Continente con los cuales los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] (y anteriormente franciscanos y dominicos) ponen sus energías y creatividad, y también en el caso del Paraguay. <br />
<br />
En esta región de los ríos Paraná y La Plata ya lo habían intentado 1os franciscanos. Recordamos cuatro grandes zonas bien delimitadas donde actuaron los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]]: el norte de Mesoamérica (en el actual México: Sonora, Sinaloa, Chínipas en el estado mexicano actual de Chihuahua, Nayarit, Tarahumara y [[CALIFORNIA;_Misiones | California]]) y grandes regiones de la Alta [[CALIFORNIA;_Misiones | California]] y de otras regiones, hoy Estados en EE.UU.); en el Orinoco (en la actual Colombia, y Venezuela), la Misión de [[MAYNAS;_Características_de_la_Misión | Maynas]]. Alto Perú (Misión Moxos y Misión Chiquitos) y Paraguay (Misión entre los Guaraníes). En esta última los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] desarrollaran la bien conocida experiencia de las [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | Reducciones]] entre los indios guaraníes. <br />
<br />
En todos y cada uno de los lugares enumerados, los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] elaboraron sistemas y tipos diversos de misión. Por lo general las de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] eran atendidas cada una solo por un sacerdote; en cambio, dada las dimensiones de las [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | reducciones]] en el Paraguay, eran atendidas por una comunidad de religiosos. Numéricamente las misiones de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] agrupaban un numero considerablemente inferior de indios, mientras las del Paraguay podían llegar a la cifra de 10.000 (todas éstas tenían no menos de 150.000 guaraníes). <br />
<br />
Ciertamente estas misiones, tanto en su época como hoy mismo, se han mitificado o enfatizado, restando importancia a la labor realizada en las otras zonas misionadas. La realidad es que en todas las misiones de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] se desarrolló igualmente la creatividad y un preciado trabajo evangelizador y de crecimiento cultural y social de la sociedad aborigen. <br />
<br />
El caso del Paraguay fue especialmente extraordinario. Los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], para evitar la intromisión de aventureros europeos e injerencias del poder de gobernadores u obispos, obtuvieron en 1608 del rey Felipe III la casi absoluta soberanía sobre vastos territorios de lo que hoy es Paraguay, Uruguay, Argentina y [[BOLIVIA;_Afrodescendientes | Bolivia]]. En 1630 el rey Felipe IV les concedió la autorización para organizar un ejército de indios, para así protegerse de las incursiones procedentes del [[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]] portugués, que venían a la caza de esclavos, los llamados «[[TRATA_DE_ESCLAVOS;_Los_portugueses_en_África | bandeirantes]]» o «sao-paulistas», por proceder en gran parte de Sao Paulo.<br />
<br />
La organización de las [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | reducciones]] del Paraguay giraba en torno a los padres y los caciques. Los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] no establecieron un modelo de reducción prefijada de antemano, sino que partiendo de la propia estructura social y de gobierno de los guaraníes la adaptaron a la evangelización y progreso de aquellos pueblos. Si el gobierno espiritual correspondía a los religiosos, el gobierno civil competía a los caciques, alcaldes, etc.; toda una jerarquía que velaba por la justicia y el orden de la comunidad, aunque en último término, la autoridad del religioso misionero era central para todo y todos.<br />
.<br />
<br />
'''''C- Consecuencias de la expulsión'''''.<ref>Cf. ERNESTO J. A. MAEDER, ''Misiones del Paraguay: conflicto y disolución de la sociedad Guaraní'', Colecciones Mapfre 1492, VII/11, Madrid 1992, pp. 169-204. PABLOHERNÀNDEZ S.I., o.c., pp. 263-290.</ref><br />
<br />
Seria inexacto afirmar que, con la salida de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], toda la obra misionera creada por ellos se desmoronó inmediatamente. Las [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | reducciones]] continuaron con sus dificultades, pero el gran error fue la duplicidad de funciones y de autoridad que impuso el Capitán General de La Plata, Francisco de Paula Bucareli, para el gobierno de cada una de las misiones. Para el gobierno de las cosas temporales se nombró un administrador laico, y para las espirituales a un misionero. Pero en la mentalidad del indio esto era inconcebible, porque no solo estaban habituados a que ambas funciones fueran llevadas por el misionero, sino que en su cultura tradicional, el cacique tenía también una función sagrada, y por lo tanto no les resultaba comprensible tal dualidad de poderes y funciones.<br />
<br />
Franciscanos, [[MERCEDARIOS_EN_LA_EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA | mercedarios]] y dominicos recogieron en parte y limitadamente por estilo misional propio, número de religiosos disponibles y otros serios inconvenientes, que ya aquellas órdenes padecían en aquellos momentos de declive histórico de la vida religiosa en general, la herencia espiritual de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], pero la unión y coordinación entre todas las [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | reducciones]] que los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] habían creado y mantenido, no la pudieron mantener los nuevos religiosos misioneros, sustitutos en número muy inferior a las necesidades y misiones que los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] se habían visto obligados a dejar de la noche a la mañana; su marcha forzada hundía una experiencia plurisecular y una metodología misionera que había constituido uno de los aspectos fundamentales que permitían el vigor y el éxito de las [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | reducciones]].<br />
<br />
Es cierto que las órdenes e instrucciones dictadas entre l768 y 1770 por el gobernador general Bucareli reiteran y afirman el objetivo principal de las misiones: llevar a los indios a la fe católica. Pero la realización de este propósito se pretendía que fuese llevado a cabo dentro de un rígido espíritu regalista, impregnado de sospechas respecto de la anterior labor jesuítica, que había estado en la base profunda de la decisión de su supresión por los regímenes regalistas borbónicos. <br />
<br />
Si bien es cierto que no faltaron iniciativas evangelizadoras de los misioneros franciscanos o dominicos con otros grupos guaraníes y otros pueblos aborígenes, la situación cambió por completo y aquella experiencia de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] fue en la práctica abandonada cayendo en uno de los más lamentables episodios negativos de la historia de la evangelización católica. Ciertamente los franciscanos, por ejemplo, prepararon un catecismo bilingüe guaraní-castellano, para el uso de los curas doctrineros; la obra circuló manuscrita hasta que en 1800 fue impresa en Buenos Aires, pretendiendo sustituir los vocabularios y catecismos de 1os [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]]. <br />
<br />
Además los curas doctrineros fueron pocos, y en general no estaban ni preparados ni contaban con aquel espíritu emprendedor y misionero que había caracterizado toda la historia misionera de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]]. La historia más que documentada lo demuestra, y la vida prácticamente totalmente extinguida de las «[[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | Reducciones]]» y su extinción lo demuestra dolorosamente. Además, los indios guaraníes, en este caso, estaban acostumbrados a una vida tranquila y bien organizada, con una especial atención a la vida de oración diaria y de un trabajo comunitario justo, bien ordenado y con hondo sentido social y común. <br />
<br />
Ahora todo se había derrumbado, y aquellos pueblos quedaban abandonados como ovejas desparramadas y sin pastor. Los nuevos administradores impusieron un vida dislocada y arbitraria; gobernaban como déspotas, modos inauditos para una tradición labrada a lo largo de dos siglos de paciente educación; ahora la nueva situación y dirección generaba enfrentamientos entre los clérigos y los oficiales, y con todo ello una serie de consecuencias nefastas que serían irreparables. <br />
<br />
A esta situación se unió dos circunstancias decisivas: la emigración de los guaraníes a grandes ciudades, para ejercer la profesión que habían aprendido con los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], y por otro lado se reiniciaron las incursiones de los «[[TRATA_DE_ESCLAVOS;_Los_portugueses_en_África | bandeirantes]]» portugueses en territorios españoles de las [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | reducciones]]. Para solventar este último problema ya no existía el ejército de guaraníes constituidos en la [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | Reducciones]] con la autoridad real. Así la suma de todos estos elementos causó el derrumbe de aquella hermosa obra, que anteriormente era objeto de envidia, recelo o admiración en todas las cortes europeas.<ref>Cf. PEDRO RORGES, ''o.c.'', pp. 686s.</ref><br />
<br />
En lo educativo el virrey Bucareli, siguiendo los dictámenes de Madrid, impulsaba la introducción del castellano como lengua común de todo el [[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso | Imperio español]].<ref>Cf. LÌDICE GOMEZ MANGO DE CARRIQUIRY, ''El encuentro de lenguas en el <nuevo mundo="">,' Ed. Cajasur, Còrdoba 1996, pp. 88-95.</nuevo></ref>Incluso se proponía establecer un seminario de escuelas para una mayor promoción de aquel mundo indígena que de hecho se había quedado bastante al margen de una real comunicación con el resto de los habitantes de aquel Imperio. Con el paso del tiempo, el contacto con los demás hispanohablantes y sobre todo con el mundo de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]], ayudará a los indígenas al aprendizaje de la lengua española.<br />
<br />
Dentro de la educación abría que señalar la formación musical, que los [[BARZANA_ALONSO;_En_camino_a_los_altares | misioneros jesuitas]] cuidaron con especial empeño. La fabricación de instrumentos musicales, que servía para la vida cotidiana de la comunidad, pero sobre todo para el servicio de una liturgia comunitaria bien cuidada y ordenada, después de descubrir en los indios guaraníes una sensibilidad muy desarrollada para la música. Por ello, los [[BARZANA_ALONSO;_En_camino_a_los_altares | misioneros jesuitas]] les enseñaron a fabricar instrumentos musicales de extraordinaria perfección, y les enseñaron el arte de a hacerlos sonar. <br />
<br />
Basta, entre multitud de ejemplos, recordar la Misa a tres voces compuesta por el jesuita Domingo Zipoli, para ser tocada y cantada por los indios guaraníes, siendo una pieza barroca de extraordinaria calidad y complejidad, lo que hace percibir el alto nivel musical alcanzado por estos indios. Al ser expulsados los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] no fue necesario ningún maestro de música traído de fuera, porque los mismos indios guaraníes se encargaron de conservar y transmitir sus conocimientos musicales y de fabricar los instrumentos.<ref>Como dato anecdótico, en la ya célebre película ''La Mision'', se refleja esta cualidad de los indios guaraníes.</ref> <br />
<br />
Las disposiciones emanadas por el Virrey en lo económico no alteraron el régimen de bienes comunes, evitando herir la susceptibilidad indígena. Sin embargo, la mentalidad típica de la Ilustración, que subyacía en esta triste historia, determinó varias disposiciones que al fin fueron contraproducentes. Así, no entendiendo algunas de las experiencias fundamentales de la historia de la [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | Reducciones]], el Virrey indicó a los administradores de las mismas que se repartieran tierras para que los indígenas guaraníes se habituaran al sistema individual de propiedad, pues la propiedad comunitaria los hacía, según una visión típica del mundo ilustrado europeo de entonces, «estúpidos, mansos e inútiles». <br />
<br />
Si bien, el Virrey insistía en que todas estas iniciativas novedosas para aquel mundo indígena se hicieran con suavidad, la realidad con la que contaba para llevar a cabo aquellas disposiciones distaba enormemente de las antiguas costumbres ya bien asentadas y de las buenas intenciones que teóricamente el Virrey quería implantar. Y es que, ante todo, el plantel de administradores,que pudo conseguir en un primer momento, era totalmente inadecuado, por no decir que fue de hecho más bien nefasto, por ser los nuevos funcionarios ignorantes en letras y bien lejanos de estar preparados para emprender una adecuada administración que continuase la antigua y bien fundada experiencia. Y aunque el virrey Bucareli intentó solventar los problemas sustituyendo los primeros funcionarios por otros más formados, procedentes de Buenos Aires, el caso es que estos resultaron peores que los primeros pues lo único que hacían era despreciar a los indígenas, y aprovecharse económicamente de ellos.<ref>Cf. RAFAEL CARBONELL DE MASY, ''Estrategias de desarrollo rural en los pueblos Guaraníes (1609-1767)'',Ed. Antoni Bosch-etc., Barcelona 1992, pp. 290-292.</ref> <br />
<br />
Únicamente el teniente del gobernador de Concepción se permitió elaborar un informe detallado del lugar, las gentes y situación real de las misiones, proponiendo soluciones concretas. Pero su inmediato superior le secuestro dicho informe, prohibiendo hablar sobre el asunto. Solo se oían voces de los pocos nuevos religiosos misioneros sustitutos, que incluso llegaban a Madrid; estas voces crearon cierta preocupación en la Corte. Por lo que desde Madrid se ordenaba a los distintos [[VIRREYES;_Facultades_y_limitaciones | virreyes]] y gobernadores que pusieran remedio a la degeneración de las misiones. Pero no se daban soluciones globales y concretas al problema de fondo; a pesar del proyecto de libertad de los indios por parte del virrey de La Plata,<ref>La Capitanía General de La Plata fue elevada en 1776 a Virreinato por Carlos III. Juan José Avilés fue el segundo virrey después de Pedro de Ceballos.</ref>Avilés, surgirían dos problemas que agravarían más aún la situación: la demanda de nuevas tierras por parte de la población criolla, y las pretensiones de los portugueses sobre el departamento de San Miguel.<br />
<br />
Durante más de tres décadas la vida en las misiones no hizo más que acumular problemas, sin vislumbrarse soluciones a los mismos. Entre ellos la falta de definición institucional de ese distrito, la administración deficiente y una economía empobrecida y sin porvenir. En el orden social, la población guaraní disminuía, se debilitaba y padecía una crisis manifiesta. <br />
<br />
===Virreinato del Perú.<ref>Cf. RUBÉN VARGAS UGARTE, ''o.c.'', pp. 164-180.</ref>=== <br />
<br />
'''''A - Campo educativo'''''<br />
<br />
La Compañía dejó un vacío que no llegó a cubrirse hasta muy avanzado el periodo independiente. Cuando Femando VII en 1815 restableció la [[JESUITAS_(Compañia_de_Jesús) | Compañía de Jesús]] en los Dominios del [[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso | Imperio Español]], los [[CABILDOS | ayuntamientos]] del virreinato del Perú instaron porque se les enviasen [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], y en nada insistían tanto como en la necesidad que había de maestros para la juventud. Los [[CABILDOS | ayuntamientos]] y la iniciativa particular trataron de subsanar la falta de estas escuelas, pero el resultado no fue el mismo. A principios del siglo XIX se hizo sensible esta baja del nivel cultural, y así en los seminarios como en las universidades se dejaba notar la escasez de sujetos bien formados y aptos para 1os estudios superiores.<br />
<br />
'''''B - Campo misional'''''<br />
<br />
Los indios moxos que tanto trabajo había supuesto su reducción y catequización, muchos abandonaron los pueblos y regresaron a la selva. A pesar del esfuerzo de los religiosos y seculares que se hicieron cargo de ellos, estos vieron como desaparecían o languidecían tantos pueblos. En 1851 escribía el Conde de Castelnau, viajero francés, que recorrió el territorio de estos indios, en su obra «Expedition dans les Parties Centrales de l'Amerique du Sud»:<br />
<br />
''“El respeto que muestran a las autoridades civiles y a sus Curas es, sin duda, grande, pera se quejan con frecuencia de ellos, diciendo que no vienen a sus tierras sino a enriquecerse ... Entonces recuerdan con amarga tristeza a los Padres que los gobernaban con solicitud y sin miras interesadas. Aludían, con los ojos bañados en lágrimas, a los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], tan diestros como humanos que venían a pasar su vida entera en estos desiertos...”''.<ref>Cita tomada de RUBÉN VARGAS UGARTE, ''o.c.,'' p. 178.</ref> <br />
<br />
La situación entre las misiones de los indios [[MAYNAS;_Características_de_la_Misión | maynas]] no fue mejor. Los primeros sacerdotes y religiosos que sucedieron a los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]], unas veces por negligencia y otras por caer exhaustos del ingente trabajo, hizo que las misiones evolucionaron hacia la decadencia, y cuando fueron confiadas a la responsabilidad de los franciscanos ya no pudieron restaurar lo perdido, y con frecuencia abandonaban las [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | reducciones]] y se trasladaban a las diócesis vecinas. Ya en los principios del siglo XIX, el presidente de la Audiencia de Quito, dirigiéndose al rey Femando VII, hace balance de estas misiones:<br />
<br />
''“... por falta del necesario cultivo, han vuelto varias poblaciones a la barbarie y gentilidad de que fueron<br />
sacados a grande costa y aun ha sucedido que los portugueses, subiendo el Marañón, cargasen sus buques de indios pertenecientes a los dominios del Rey y los transportasen a sus colonias”.''<ref>Cita tomada de RUBÉN VARGAS UGARTE, ''o.o.'', p. 164.</ref><br />
<br />
==A MODO DE CONCLUSIÓN==<br />
<br />
En el siglo XVI se introdujo en América una concepción del hombre de la que el mismo indio marginal, dentro de la triple clasificación de carácter teórico antropológico en que se suele dividir el mundo indoamericano precolombino, fue beneficiario. La propia [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona Española]] desarrolló leyes que los protegieran de la rapiña de los europeos aventureros y de los [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]]. Pero esa misma Corona que antes protegía legalmente con un cuerpo legislativo muy preciso y había puesto en marcha la aplicación de tal legislación basada en el derecho natural o de gentes, pasado el tiempo, y con una nueva concepción de la economía, propició el desmantelamiento de una obra que aun hoy produce sorpresa y admiración entre los estudiosos de historia, economía y sociología.<br />
<br />
Ahora ya no eran nuevos colonizadores provenientes de España, sino los descendientes de aquellos, los llamados [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]], que veían en las tierras exentas de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] una posible fuente de riqueza para ellos mismos. Aquellas zonas vedadas para todo europeo, se convierten, gracias a la extraordinaria economía desarrollada por los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] con los indios, sobre todo en el caso de la [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | Reducciones]], en punto de mira de la codicia de las clases oligárquicas, tanto de la América española como portuguesa.<br />
<br />
La misma [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona Española]] con todos sus proyectos de desarrollo, inmersa en la perspectiva ilustrada nacida allende los Pirineos, pero ya totalmente asumida por la clase política dirigente española, exigía más medios económicos, fondos líquidos con que poder afrontar el pretendido desarrollo de España; por eso un grupo significativo de los dirigentes, intelectuales y político-administrativos españoles, también imbuidos por las ideas del más radical realismo, y la misma nueva dinastía de los Borbones, animada totalmente por este grupo ilustrado, empieza poner en marcha una nueva configuración administrativa del [[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso | Imperio español]], y por ello a considerar los dominios Ultramarinos no ya como «Reinos» parte del conjunto de los Reinos que formaban España, sino como unas «colonias» que debían aportar riqueza para el mayor engrandecimiento de ese Imperio. <br />
<br />
En este cuadro de pensamiento y acción entra sin duda alguna el proyecto de eliminar de la escena social y eclesial de una Institución que consideraban un estorbo intolerable en su proyecto social, político, educativo y también eclesial del más puro regalismo. En el caso específico de las [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | Reducciones]] del Paraguay -y mirando el caso solamente desde una panorámica socio-económica, pero no sólo-, con una interesante y envidiable producción manufactura y agrícola, estos territorios aportaban para aquellos ilustrados, planificadores ideólogos, económicos y sociales prácticamente muy poco a sus planes de reforma total del mundo social hispano y más en concreto también al erario público, en comparación con lo que estos gobernantes creían que se debía introducir a fondo en la construcción de un nuevo Estado en todas sus dimensiones. <br />
<br />
Tolerar un cuerpo que resultaba extraño a tal proyecto era como permitir la existencia del cuerpo social de un tumor demoledor, hecho inadmisible que se debía extirpar, como bien deja asentado el «Dictamen Fiscal» de Campomanes, justificando y motivando la extinción de la Compañía. La expulsión, sin posibilidad a réplica, permitiría aplicar los principios regalistas que imperaban en casi toda Europa y en la Corte de Madrid, y de la que estaban convencidos buena parte de los gobernantes e incluso miembros del clero y de los obispos. <br />
<br />
Como ejemplo altamente carro de esta mentalidad lo tenemos en el caso de las [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | Reducciones]] del Paraguay. Así el sistema de reducción, que permitía proteger al indio de la rapacidad del europeo y de este modo poder evangelizarlo sin intromisiones, pasó de un plumazo a caer en manos de intereses economicistas e ideológicos de una ilustración radicalmente [[MÉXICO;_Camino_del_nacimiento_de_un_estado_laico_(II) | anticatólica]] en sus fines. <br />
<br />
Las misiones como las llevaban adelante los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] debían acabarse para siempre y con ellas el modo de tratar a unos territorios, ya considerados como colonias de explotación económica, por lo que tenían que entrar un día u otro en el sistema de competitividad de mercado, teniendo que aportar a la hacienda pública, vía impuestos, como un súbdito más de un Estado ilustrado.<br />
<br />
El mundo indígena indo-americano o filipino no podía aceptar sin más para este cambio social y económico; por ello ese mundo será segregado por las elites de un poder que dominará sin cortapisa legal alguna ese mundo que las [[LEYES_DE_INDIAS;_Resumen_del_compendio | Leyes de Indias]], creadoras del [[VITORIA;_El_Derecho_de_Gentes | Derecho Internacional]], habían arduamente fraguado tres siglos antes, desmoronándose una obra que tanto sudor e incluso sangre de mártires había costado. <br />
<br />
Ello se ve claro en el caso de la [[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546 | Reducciones]]: una obra que era ejemplo de organización, donde el hombre era lo verdaderamente importante y no la riqueza que podía aportar; donde el sistema de producción y de la economía buscaba el beneficio de la comunidad y no el enriquecimiento de unos pocos; en última instancia, donde todo estaba al servicio del encuentro del indio con el acontecimiento cristiano, y el seguimiento a Cristo, todo al servicio de la mayor gloria de Cristo y su Iglesia.<ref>Cf. FIDEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, ''I punti salienti della prima evangelizzazionein A.L:, en Euntes Docente'' 45 (1992) pp. 247-262.</ref> <br />
<br />
La ilustración colocó los pilares del futuro liberalismo económico y político. El sistema económico de la sociedad no era tan difícil cambiarlo; para ello las Reales Sociedades de Amigos del País ya se ocupaban, pero el complejo sistema de exenciones y de propiedades de la Iglesia, y sus diversas instituciones, era más difícil transformarlo. Había que desmantelar todo aquel sistema de pensamiento en la concepción de la persona y de los sistemas sociales y económicos, que de por si podían resistir la aplicación de los nuevos principios socio-económicos; más adelante le tocaría al resto de las órdenes religiosas y a las propias diócesis pasar por las mismas circunstancias. <br />
<br />
El desbancar el considerado poder jesuítico en el [[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso | Imperio Español]], visto como prototipo de una mentalidad con aplicaciones en todos los campos de la vida, solo se podía hacer con un buen golpe de mano. Tal fue el estudiado plan llevado a cabo minuciosamente para la [[COMPAÑÍA_DE_JESUS:_Proceso_histórico_de_su_supresión | supresión de la Compañía]] de Jesús en el [[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso | Imperio español]], que poco después en 1773 se aplicará con el Breve «Dominus ac Redemptor» al resto del mundo donde este fue acogido. Concluyendo, podemos afirmar que ya aquí se puede vislumbrar los inicios del [[MÉXICO:_Camino_del_nacimiento_de_un_estado_laico_(I) | liberalismo hostil]] a la Iglesia con sus vertientes anticlericales sociales y políticos.<br />
<br />
<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<references></references><br />
<br />
==BIBLIOGRAFIA==<br />
<br />
BENITEZ I RIERA, JOSEP M., ''Expulsions y Exilis'', Ed. Associaciò "Catalans a Roma", Roma 1996.<br />
<br />
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<br />
BORGES, PEDRO, ''Historia de la Iglesia en Hispanoamérica y Filipinas'', vol. II, B.A.C., Madrid 1992.<br />
<br />
CARBONELLDE MASV, RAFAEL, ''Estrategias de desarrollo rural en los pueblos Guaraníes (1609-1767),'' Ed. Antonio Bosch, Barcelona 1992.<br />
<br />
DAVILAY ARRILLAGA, J.M., ''Continuación de la Historia de la [[JESUITAS_(Compañia_de_Jesús) | Compañía de Jesús]] en Nueva España del P. [[ALEGRE,_Francisco_Javier | Francisco Javier Alegre]],'' vol. I, Puebla 1888.<br />
<br />
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Diccionario De Historia Eclesiástica De España'', voI. III.<br />
<br />
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<br />
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<br />
GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, FIDEL, "I punti salienti della prima evangelizzazione in [[AMÉRICA_LATINA:_El_Término | América Latina]]", ''Euntes Docentes'' 45 (1992) 247-262.<br />
<br />
HERNÁNDEZ, PABLO, ''EI extrañamiento de los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] del Rio de la Plata,'' Colección de Libros de Historia de América, Tomo VII, Ed. Victoriano Suárez, Madrid 1908.<br />
<br />
LOPETEGUI, LEÓN, ''Historia de la Iglesia en la América Española'', B.A.C., Madrid 1965.<br />
<br />
LOUVIER CALDERÓN JUAN- WATSON MARRÓN GUSTAVO, voz: ''[[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | Jesuitas]] ([[JESUITAS_(Compañia_de_Jesús) | Compañía de Jesús]])'', en DHIAL.<br />
<br />
MAEDER, ERNESTO J. A., ''Misiones del Paraguay: conflicto y disolución de la sociedad Guaraní,'' Colección Mapfre 1492, VII/Il, Madrid 1992. <br />
<br />
MEDINA, FRANCISCO DE BORJA, "Ocaso de una provincia", ''Archivo Teologico Granadino'' 54 (1991) 29-3l.<br />
<br />
ZUBILLAGA, FÉLIX, "La Sagrada Congregación de Propaganda fide y la América Española del Setecientos", ''S.C.P.F. Memoria Rerum'' II, Ed. Herder, Rom-Freiburg-Wien 1973.<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
'''MIGUEL ÁNGEL NAVARRO MEDEROS'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[BOLIVIA;_Afrodescendientes|BOLIVIA; Afrodescendientes]]<br />
<br />
[[CABILDOS|CABILDOS]]<br />
<br />
[[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico?|CUBA; ¿un fósil prehistórico?]]<br />
<br />
[[GUATEMALA;_Afrodescendientes|GUATEMALA; Afrodescendientes]]<br />
<br />
[[VITORIA;_El_Derecho_de_Gentes|VITORIA; El Derecho de Gentes]]<br />
<br />
[[AMÉRICA_LATINA:_El_Término|AMÉRICA LATINA: El Término]]<br />
<br />
[[MÉXICO:_Camino_del_nacimiento_de_un_estado_laico_(I)|MÉXICO: Camino del nacimiento de un estado laico (I)]]<br />
<br />
[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la|NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[COMPAÑÍA_DE_JESUS:_Proceso_histórico_de_su_supresión|COMPAÑÍA DE JESUS: Proceso histórico de su supresión]]<br />
<br />
[[LEYES_DE_INDIAS;_Resumen_del_compendio|LEYES DE INDIAS; Resumen del compendio]]<br />
<br />
[[LIMA:_COLEGIO_DE_SANTO_TOMAS|LIMA: COLEGIO DE SANTO TOMAS]]<br />
<br />
[[MÉXICO;_Camino_del_nacimiento_de_un_estado_laico_(II)|MÉXICO; Camino del nacimiento de un estado laico (II)]]<br />
<br />
[[CONQUISTA_PACÍFICA_(4);_Cuarteamiento_del_Plan_de_Tierra_Firme|CONQUISTA PACÍFICA (4); Cuarteamiento del Plan de Tierra Firme]]<br />
<br />
[[TRATA_DE_ESCLAVOS;_Los_portugueses_en_África|TRATA DE ESCLAVOS; Los portugueses en África]]<br />
<br />
[[BRASIL;_Afrodescendientes|BRASIL; Afrodescendientes]]<br />
<br />
[[BARZANA_ALONSO;_En_camino_a_los_altares|BARZANA ALONSO; En camino a los altares]]<br />
<br />
[[PÁTZCUARO;_Arte_Virreinal|PÁTZCUARO; Arte Virreinal]]<br />
<br />
[[ARGENTINA;_consecuencias_de_la_expulsión_de_los_jesuitas|ARGENTINA; consecuencias de la expulsión de los jesuitas]]<br />
<br />
[[MERCEDARIOS_EN_LA_EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA|MERCEDARIOS EN LA EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA]]<br />
<br />
[[PUEBLA;_su_gobierno_durante_el_Virreinato_(1531-1821)|PUEBLA; su gobierno durante el Virreinato (1531-1821)]]<br />
<br />
[[YUCATÁN_EN_EL_TIEMPO._Enciclopedia|YUCATÁN EN EL TIEMPO. Enciclopedia]]<br />
<br />
[[MAYNAS;_Características_de_la_Misión|MAYNAS; Características de la Misión]]<br />
<br />
[[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización|CRIOLLOS; su aporte a la evangelización]]<br />
<br />
[[EVANGELIZACIÓN;_participación_del_clero_secular|EVANGELIZACIÓN; participación del clero secular]]<br />
<br />
[[EVANGELIZACIÓN_Y_ENCOMIENDAS_EN_PERÚ|EVANGELIZACIÓN Y ENCOMIENDAS EN PERÚ]]<br />
<br />
[[IMPERIO_ESPAÑOL;_razones_de_su_ocaso|IMPERIO ESPAÑOL; razones de su ocaso]]<br />
<br />
[[GUANAJUATO;_Arte_Virreinal|GUANAJUATO; Arte Virreinal]]<br />
<br />
[[CAMPECHE._Capital_del_Estado_mexicano_del_mismo_nombre|CAMPECHE. Capital del Estado mexicano del mismo nombre]]<br />
<br />
[[CALIFORNIA;_Misiones|CALIFORNIA; Misiones]]<br />
<br />
[[BIBLIA_Y_EVANGELIZACIÓN;_Difusión_de_la_Sagrada_Escritura|BIBLIA Y EVANGELIZACIÓN; Difusión de la Sagrada Escritura]]<br />
<br />
[[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA|CÓRDOBA DE LA NUEVA ANDALUCÍA]]<br />
<br />
[[LIMA:_COLEGIO_DE_SAN_PABLO|LIMA: COLEGIO DE SAN PABLO]]<br />
<br />
[[ALEGRE,_Francisco_Javier|ALEGRE, Francisco Javier]]<br />
<br />
[[REDUCCIONES_DE_LOS_INDIOS;_directrices_de_la_Junta_eclesiástica_de_1546|REDUCCIONES DE LOS INDIOS; directrices de la Junta eclesiástica de 1546]]<br />
<br />
[[VIRREYES;_Facultades_y_limitaciones|VIRREYES; Facultades y limitaciones]]<br />
<br />
[[PATRONATO_REAL|PATRONATO REAL]]<br />
<br />
[[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas|EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA; contribución de los jesuitas]]<br />
<br />
[[BULA|BULA]]<br />
<br />
[[JESUITAS_(Compañia_de_Jesús)|JESUITAS (Compañia de Jesús)]]<br />
<br />
[[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio|CORONA ESPAÑOLA: Su papel en la evangelización y en los derechos del indio]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=TRATA_DE_ESCLAVOS;_Juicio_de_San_Juan_Pablo_II&diff=3704920
TRATA DE ESCLAVOS; Juicio de San Juan Pablo II
2022-01-19T00:06:14Z
<p>Louvier: /* Mensaje del Papa San Juan Pablo II durante su visitaa los lugares tristemente marcados por la trata atlántica de esclavos:JUAN PABLO II, Discurso en la Isla De Goreé, en la Iglesia de Saint Charles Borromée,(Senegal), 2 de febrero de 1992.Traducción no oficial de http://www.vatican.va/.../hf_jp-ii_spe_19920222_isola-goree_fr.html */</p>
<hr />
<div>==El hecho de la trata atlántica de esclavos: los números==<br />
<br />
Durante su visita a Gambia y Senegal en 1992, Juan Pablo II pidió perdón por el «holocausto desconocido» de esclavos perpetrado por ''“personas bautizadas que no vivieron de acuerdo con su fe”''. Se refería al tráfico de [[ESCLAVOS_NEGROS_EN_LAS_HACIENDAS_JESUÍTICAS | esclavos negros]] de África a América.<br />
<br />
En su libro «La [[TRATA_DE_ESCLAVOS;_Comienzos_y_expansión | trata de esclavos]]. Historia del tráfico de seres humanos de 1440 a 1870», Hugh Thomas afirma que en ese periodo fueron arrancadas de África unos once millones de personas para esclavizarlas en América. Otros, como la Trans-Atlantic Slave Trade Database, calculan aproximadamente que entre 1525 y 1866, en toda la historia del tráfico esclavista al Nuevo Mundo, 12.5 millones de africanos fueron embarcados al Nuevo Mundo. 10.7 millones sobrevivieron la travesía, desembarcando en América del Norte, el Caribe y América del Sur. <br />
<br />
De ellos fueron enviados directamente a América del Norte unos 388,000, ciertamente un porcentaje muy pequeño. En realidad, la abrumadora mayoría de esclavos africanos fueron embarcados directamente al Caribe y América del Sur. Tan solo [[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]] habría recibido 4.86 millones de africanos. Algunos estudiosos estiman que otros 60,000 o 70,000 terminaron en los Estados Unidos luego de haber llegado primero al Caribe, por lo que la cifra total de africanos que habrían sido vendidos a los Estados Unidos sería de 450,000. <br />
<br />
Según las mismas fuentes, la gran mayoría de los 42 millones de miembros de la comunidad Afroamericana en los Estados Unidos descienden de este grupo.<ref>Henry Louis GATES Jr, ''How Many Slaves Landed in the U.S.?,'' en ''The Root'' (octubre 15, 2012). Cf. historiaglobalonline.com › 2013/03/25 ›</ref>En la actualidad los [[TRATA_DE_ESCLAVOS;_Los_países_europeos | afroamericanos]] del Continente americano constituyen alrededor del 30% de su población. Los números barajados estadísticamente por los diversos autores varían notablemente. Incluso algunos exageradamente apuntan que entre 1540 y 1850 habrían sido llevados violentamente de África a América sesenta millones de [[ESCLAVOS_NEGROS_EN_LAS_HACIENDAS_JESUÍTICAS | esclavos negros]].<ref>Alianza Reformada Mundial, 2004; warc.jalb.de</ref><br />
<br />
Recluidos en fuertes como el de Elmina, construido por los portugueses en 1482 en el litoral de Ghana, los esclavos debían esperar, a veces varios meses, antes de ser enviados a América a través de la tortuosa travesía atlántica. Apretujados y hacinados en oscuros calabozos, ahí comían y vivían como bestias. Aquellos que trataban de resistirse eran golpeados, torturados y encadenados; incluso se les abandonaba al sol inclemente para que murieran de hambre y sed. <br />
<br />
Los enfermos eran arrojados al mar y las mujeres violadas por esclavistas o negreros y su soldadesca. Miles murieron por las insalubres condiciones de los campos de concentración construidos en la costa oeste africana por Portugal, Holanda e Inglaterra. Portugueses, franceses, holandeses, ingleses, daneses, incluso algunos españoles a los que se unieron más tarde los habitantes de las Trece Colonias anglosajonas norteamericanas, capturaban o compraban en África a miles de hombres y mujeres libres para venderlos a los colonos americanos, quienes los obligaban a trabajar en plantaciones y minas, así como en la servidumbre. <br />
<br />
El tráfico de esclavos fue un negocio que enriqueció a Gobiernos y comerciantes. En América la mano de obra forzada apuntaló las nacientes economías a lo largo y ancho del Nuevo Mundo. No fue sino hasta 1780 cuando de Europa llegaron las primeras prohibiciones de poseer esclavos negro-africanos. En el siglo XIX, el movimiento antiesclavista fue extendiéndose en los Estados europeos que la fueron prohibiendo; en el mismo periodo fue creciendo un movimiento abolicionista. <br />
<br />
También en el Continente americano las nuevas repúblicas lentamente la fueron aboliendo de manera formal, pero de hecho seguirá practicándose hasta casi finales del siglo XIX. En 1860 el primer presidente republicano de Estados Unidos, Abraham Lincoln, lo haría con lo que empezaría a cambiar muy lentamente la condición de los [[TRATA_DE_ESCLAVOS;_Los_países_europeos | afroamericanos]];<ref>Abraham Lincoln fue elegido presidente de Estados Unidos en 1860. Obtuvo grandes apoyos en los estados del norte, pero su candidatura fracasó en los estados sureños, en parte por sus premisas abolicionistas de la esclavitud. Tras su elección y antes de que tomara posesión de su cargo el 4 de marzo de 1861, siete estados sureños se proclamaron como «Estados Confederados de América». Posteriormente, otros cuatro estados se unieron a esta Confederación sureña, comenzando así la Guerra Civil americana; al concluirse la misma en 1865 la Confederación del Sur se disolvió.</ref>ello no significó la superación de una discriminación racial que durará en muchos aspectos hasta los años 60 del siglo XX.<ref>Tras la Guerra Civil, se aprobó la Decimotercera Enmienda a la Constitución, que abolió la esclavitud en el país y puso fin a una tradición instaurada desde tiempos de los padres fundadores —Benjamin Franklin o George Washington, por ejemplo, poseían esclavos—. Sin embargo, la abolición de la esclavitud no terminó con la discriminación estructural que sufrían los afro-estadounidenses, ya que, durante el período de la Reconstrucción tras la guerra, se comenzaron a adoptar las llamadas «leyes Jim Crow». Estas medidas defendían una segregación «de iure» entre los ciudadanos blancos y las diferentes minorías étnicas bajo el sistema conocido como «separados pero iguales».<br>Pese a promover la discriminación en función del color de la piel, la Corte Suprema de Estados Unidos defendió la legalidad de esta práctica en el caso Plessy contra Ferguson, de 1896, siempre que las alternativas ofrecidas a dichas minorías étnicas fueran iguales a aquellas las de la mayoría blanca. Al mismo tiempo que las leyes Jim Crow eran promulgadas, surgió la primera oleada de un movimiento defensor del supremacismo blanco que sería conocido como «Ku Klux Klan».<br>El primer grupo conocido con dicho nombre lo formaría en el estado de Tennessee en 1866 un grupo de antiguos combatientes de la Confederación. El primer KKK protagonizó numerosos atentados violentos como el linchamiento de ocho prisioneros negros en 1871 y continuó su actividad todavía a lo largo del siglo XX.</ref>La segregación racial práctica ha permanecido viva en muchos sectores sociales y legalmente tales prácticas llegaron a ser abolidas en la década señalada de 1960.<br />
<br />
==El fuerte-campo de concentración de esclavos de Elmina==<br />
<br />
En la costa de Ghana (antigua Costa de Oro), Elmina fue una de las primeras estaciones o enclaves estables europeas en las costas occidentales del África subsahariana. Su nombre podría derivarse del portugués «a mina» (la mina), pero también del árabe «al-mina» (el puerto). Su nombre corriente en la Ghana actual es Edina. Fue base principal del comercio de los portugueses en sus periplos africanos a partir de 1471, y en 1482 edificaron un fuerte-castillo llamado São Jorge da Mina, como punto de apoyo en su ruta marítima hacia las Indias orientales.<ref>En 1478, durante la guerra que los Portugueses pretendiendo su rey la sucesión al [[ISABEL_LA_CATÓLICA;_Entorno_sociopolítico_de_su_biografía | Reino de Castilla]], tras la crisis surgida en tiempos de Enrique IV, ante la costa de Elmina, ya entonces un enclave marítimo portugués importante fue combatida la batalla naval de Guinea, entre el Reino de Portugal y el [[ISABEL_LA_CATÓLICA;_Entorno_sociopolítico_de_su_biografía | Reino de Castilla]] y León. Los castellanos con 35 naves atacaron a los portugueses con 11, pero debida a la mayor agilidad de las naves portuguesas, sobre todo carabelas, los castellanos perdieron. Los portugueses se aseguraron en el año siguiente, por el tratado de Alcáçovas el dominio sobre el enclave y el entero Golfo de Guinea.</ref><br />
<br />
Por ello se convertirá en un punto de enlace y encuentro comercial y humano entre el mundo africano y el europeo a través de los portugueses, que arrendaban aquel enlace anualmente con los jefes locales. Más tarde la [[TRATA_DE_ESCLAVOS;_La_Compañía_Holandesa_de_las_Indias_Occidentales | Compañía holandesa de las Indias Occidentales]] arrancaría a los portugueses aquel fuerte en 1637, convirtiéndolo en su principal base marítima en la ruta hacia el norte de Ciudad del Cabo. <br />
<br />
Los holandeses construyeron en 1652 un nuevo fuerte, Coenraadsburg, antes Fort São Tiago da Mina. En 1782, durante los varios choques internacionales que se produjeron con motivo de la [[INDEPENDENCIA_DE_HISPANOAMÉRICA;_la_guerra_y_la_generación_«patriótica» | Guerra de independencia]] norteamericana, la armada británica lo atacó sin lograr conquistarlo. Los holandeses la venderán a los británicos en 1872 junto con toda la Costa de Oro holandesa, y los británicos la conservarán como colonia hasta la independencia de Ghana en 1957. <br />
<br />
Elmina se convierte en a partir del siglo XVII en el gran mercado negrero, y también de marfil y de oro. Por ello el lugar fue un punto de asimilación de elementos culturales y religiosos europeos. Fue también aliada de Ashante,<ref>Ashanti (o Asante) es un grupo étnico native de la Región Ashanti de la moderna Ghana, cuya lengua nativa es el Twi, hablado por más de nueve millones como lengua madre. El término Ashanti se dice signifique «porque de las guerras». El pueblo Ashanti, rico en oro, desarrolló un Imperio poderoso a lo largo del Lago Volta y del Golfo de Guinea. El Imperio, fue fundado en 1670, con su capital Kumase fundada en 1680 por el emperador Osei Kofi Tutu I.<br>En su duración como metrópoli poderosa contribuyeron varios factores particulares, transformándola en un centro financiero de la Región y en capital política de aquel reino-imperio. También contribuyeron en ello la lealtad firme de los gobernantes de Ashanti y la creciente riqueza de Kumase como metrópoli, derivada en buena parte en el comercio, especialmente del «bullion» que es una barra de oro, plata u otro metal precioso (en forma de barras o lingotes), o monedas especializadas que sostienen su valor más valioso y permanente que el dinero convencional. (Definición de Wikipedia).<br>Robert B. Edgerton, 1995, ''The Fall of the Asante Empire. The Hundred-Year War for Africa's Gold Coast.'' New York, ISBN 0-02-908926-3; Kevin Shillington, 1995 (1989), ''History of Africa'', St. Martin's Press, New York</ref>y su principal salida comercial en la costa en concurrencia con Ciudad del Cabo. A lo largo del siglo XIX Elmina crece como una de las mayores ciudades de la costa, con una prospera burguesía comercial indígena y afro-europea. En 1872 rechazó el paso a manos inglesas por lo que estos le prendieron fuego, reconstruyendo en 1873 otra nueva en la parte norte de la laguna vecina. Hoy, se conserva su famoso castillo, unido a la triste memoria de la trata negrera y al Fuerte holandés de Coenraadsburg.<br />
<br />
En la antigua Elmina portuguesa se erigió el primer templo católico en la África subsahariana, en uno de cuyos muros aún se lee la inscripción «Dios está aquí». Con esa burda justificación los religiosos hacían la vista gorda ante el tráfico de esclavos y su sufrimiento. Y contradictoriamente los piadosos cristianos oraban en medio de tormentos, violaciones y asesinatos. <br />
<br />
Fue este lugar de sufrimientos e injusticias increíbles el que visitó San Juan Pablo II en 1992, y donde antes de concluir su visita leyó la inscripción en uno de los antiguos enclaves militares y comerciales: ''“A la memoria eterna de la angustia de nuestros ancestros. Que quienes murieron descansen en paz. Que quienes regresen encuentren sus raíces. Que la humanidad nunca más cometa semejante injusticia contra la humanidad. Nosotros, los vivos, juramos no hacerlo”''.<ref>Cf. Rogelio VILLARREAL, ''El tráfico de [[ESCLAVOS_NEGROS_EN_LAS_HACIENDAS_JESUÍTICAS | esclavos negros]] a América, en Milenio Diario,'' S.A. de C.V, 26.02.2017/03:32: Cada año más de 400 mil afro-estadounidenses visitan Elmina para recordar ese oprobioso pasaje de la historia.</ref><br />
<br />
==Mensaje del Papa San Juan Pablo II durante su visita a los lugares tristemente marcados por la trata atlántica de esclavos:<ref>JUAN PABLO II, ''Discurso en la Isla De Goreé, en la Iglesia de Saint Charles Borromée'',<br>(Senegal), 2 de febrero de 1992.<br>Traducción no oficial de http://www.vatican.va/.../hf_jp-ii_spe_19920222_isola-goree_fr.html</ref>==<br />
<br />
''“1. Déjenme contarles mi alegría y mi emoción al visitarles en esta famosa isla de Gorée, que su historia y la calidad arquitectónica de sus viejas edificios han sido declarados Patrimonio de la Humanidad.''<br />
<br />
''Sí, junto con mi alegría, quiero compartir con ustedes mi profunda emoción, la emoción que se experimenta en un lugar como éste, profundamente marcado por las incoherencias del corazón humano, el escenario de una lucha eterna entre la luz y las tinieblas, entre el bien y el mal, entre la gracia y el pecado. Goree, símbolo de la venida del evangelio de la libertad, es también, por desgracia, el símbolo del terrible error de quienes esclavizaron hermanos y hermanas a quienes estaba destinado el evangelio de la libertad.''<br />
<br />
''El Papa, que siente profundamente las alegrías y las esperanzas como también el dolor y la angustia de los hombres, no puede permanecer indiferente a todo lo que representa Gorée.''<br />
<br />
''2. […] Desde el siglo XV, Gorée recibió los primeros sacerdotes católicos, capellanes de las carabelas portuguesas que hacían escala. Es cierto que la Buena Nueva de Jesucristo no se extendió inmediatamente en el continente, pero, a partir de entonces, Goree y St. Louis se convirtió en verdaderos centros de evangelización, el Papa se complace en honrar su influencia. Además, Goree reclama el honor de haber dado a la Iglesia los primeros sacerdotes senegaleses de los tiempos modernos, y es en Goree que los misioneros del Venerable Padre Libermann fundaron en 1846 la misión de Dakar. […]''<br />
<br />
''Estoy feliz de dar gracias por todo lo que han hecho generaciones de misioneros, catequistas y sacerdotes, religiosos y religiosas, como la hermosa figura de la Beata Anne-Marie Javouhey, que dio un ejemplo notable, como tantos otros, de verdadero amor a Dios y al prójimo […].'' <br />
<br />
''3. Pero al llegar a Gorée, donde seríamos capaces de participar plenamente en la alegría de la acción de gracias, ¿cómo no sentir tristeza al pensar en los demás hechos que evoca este lugar? La visita a los «la casa de los esclavos» nos recuerda la trata de negros, que Pío II, escribiendo en 1462 a un obispo misionero que partió a Guinea, calificó de «crimen enorme», «magnum scelus». A lo largo de un periodo de la historia de África, hombres, mujeres y niños negros fueron traídos en este terreno estrecho, arrancados de su tierra, separados de sus familias, para ser vendidos como mercancías. Venían de todos los países y, encadenados, partían a otros lugares, guardaban como la última imagen del África natal la masa de roca basáltica de Goree. Podemos decir que esta isla permanece en la memoria y el corazón de toda la diáspora negra.''<br />
<br />
''Estos hombres, mujeres y niños fueron víctimas de un vergonzoso comercio, del que hicieron parte personas bautizadas pero que no vivían su fe. ¿Cómo olvidar los enormes sufrimientos infligidos, en violación de los [[DERECHOS_HUMANOS_Y_LIBERTAD_DE_LOS_INDIOS | derechos humanos]] más básicos, a los pueblos deportados del continente africano? ¿Cómo no recordar las vidas humanas destruidas por la esclavitud?''<br />
<br />
''Hay que confesar con toda verdad y humildad este pecado del hombre contra el hombre, este pecado del hombre contra Dios. ¡Que es largo el camino que la familia humana debe pasar antes de que sus miembros aprendan a mirarse y respetarse como imágenes de Dios, para amarse finalmente como hijos e hijas del mismo Padre celestial! Desde este santuario africano del dolor negro, pedimos perdón del cielo.'' <br />
<br />
''4. Para concluir este encuentro, después de nuestra oración universal, invocamos María, Madre de Misericordia. En nuestro profundo arrepentimiento por los pecados del pasado, en especial los que nos recuerda este lugar, le pedimos que sea «nuestra abogada» ante su Hijo. Oramos para que cese la violencia y la injusticia entre los hombres, para que no se vuelvan a cavar nuevas trincheras de odio y venganza, sino que progresen el respeto, la armonía y la amistad entre todos los pueblos.”''<br />
________________________________________<br />
<br />
==Mensaje de San Juan Pablo II a los [[TRATA_DE_ESCLAVOS;_Los_países_europeos | Afroamericanos]]. Durante Su Viaje Apostólico a Santo Domingo:<ref>''L'Osservatore Romano.'' Edición semanal en lengua española, n. 24, p. 11-14</ref>== <br />
<br />
''“1. El V Centenario de la Evangelización del Nuevo Mundo es ocasión propicia para dirigiros, desde la ciudad de Santo Domingo, mi mensaje de aliento que acreciente vuestra esperanza y sostenga vuestro empeño cristiano en dar renovada vitalidad a vuestras comunidades, a las que, como Sucesor de Pedro, envío un saludo entrañable y afectuoso con las palabras del apóstol san Pablo: «Que la gracia y la paz sea con vosotros de parte de Dios Padre y de nuestro Señor Jesucristo» (Ga 1, 3).''<br />
<br />
''La evangelización de América es motivo de profunda acción de gracias a Dios que, en su infinita misericordia, quiso que el mensaje de salvación llegara a los habitantes de estas benditas tierras, fecundadas por la cruz de Cristo, que ha marcado la vida y la historia de sus gentes, y que tan abundantes frutos de santidad y virtudes ha dado a lo largo de estos cinco siglos.''<br />
<br />
''La fecha del 12 de octubre de 1492 señala el inicio del encuentro de razas y culturas que configurarían la historia de estos quinientos años, en los que la penetrante mirada cristiana nos permite descubrir la intervención amorosa de Dios, a pesar de las limitaciones e infidelidades de los hombres. En efecto, en el cauce de la historia se da una confluencia misteriosa de pecado y de gracia, pero, a lo largo de la misma, la gracia triunfa sobre el poder del pecado. Como nos dice san Pablo: «donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia» (Rm 5, 20).''<br />
<br />
''2. En las celebraciones de este V Centenario no podía faltar mi mensaje de cercanía y vivo afecto a las poblaciones afroamericanas, que representan una parte relevante en el conjunto del Continente y que con sus valores humanos y cristianos, y también con su cultura, enriquecen a la Iglesia y a la sociedad en tantos países. A este propósito, vienen a mi mente aquellas palabras de Simón Bolívar afirmando que «América es el resultado de la unión de Europa y África con elementos aborígenes. Por eso, en ella no caben los prejuicios de raza y, si cupiesen, América volvería al caos primitivo».''<br />
<br />
''De todos es conocida la gravísima injusticia cometida contra aquellas poblaciones negras del continente africano, que fueron arrancadas con violencia de sus tierras, de sus culturas y de sus tradiciones, y traídos como esclavos a América. En mi reciente viaje apostólico a Senegal no quise dejar de visitar la isla de Gorea, donde se desarrolló parte de aquel ignominioso comercio, y quise dejar constancia del firme repudio de la Iglesia con las palabras que ahora deseo recordar nuevamente: «La visita a la Casa de los Esclavos nos trae a la memoria esa trata de negros que Pío II, en una carta dirigida a un misionero que partía hacia Guinea, califica de crimen enorme.'' <br />
<br />
''Durante todo un período de la historia del continente africano, hombres, mujeres y niños fueron traídos aquí, arrancados de su tierra y separados de sus familias para ser vendidos como mercancía. Estos hombres y mujeres han sido víctimas de un vergonzoso comercio en el que han tomado parte personas bautizadas que no han vivido según su fe. ¿Cómo olvidar los enormes sufrimientos infligidos a la población deportada del continente africano, despreciando los [[DERECHOS_HUMANOS_Y_LIBERTAD_DE_LOS_INDIOS | derechos humanos]] más elementales? ¿Cómo olvidar las vidas humanas aniquiladas por la esclavitud? Hay que confesar con toda verdad y humildad este pecado del hombre contra el hombre» (Discurso a la comunidad católica de la isla de Gorée, n. 3, 22 de febrero de 1992) .''<br />
<br />
''3. Mirando la realidad actual del Nuevo Mundo, vemos pujantes y vivas comunidades afroamericanas que, sin olvidar su pasado histórico, aportan la riqueza de su cultura a la variedad multiforme del continente. Con tenacidad no exenta de sacrificios contribuyen al bien común integrándose en el conjunto social, pero manteniendo su identidad, usos y costumbres. Esta fidelidad a su propio ser y patrimonio espiritual es algo que la Iglesia no sólo respeta sino que alienta y quiere potenciar, pues siendo el hombre –todo hombre– creado a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1, 26-27), toda realidad auténticamente humana es expresión de dicha imagen, que Cristo ha regenerado con su sacrificio redentor.''<br />
<br />
''Gracias a la redención de Cristo, amados hermanas y hermanos [[TRATA_DE_ESCLAVOS;_Los_países_europeos | afroamericanos]], todos los hombres hemos pasado de las tinieblas a la luz, de ser «no-mi-pueblo» a llamarnos «hijos-de-Dios-vivo» (cf. Os 2, 1). Como «elegidos de Dios» formamos un solo cuerpo que es la Iglesia (cf. Col 3, 12-15) en la cual, en palabras de san Pablo, «no hay griego y judío; circuncisión e incircuncisión; bárbaro, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todo en todos» (Ibíd., 3, 11).'' <br />
<br />
''En efecto, la fe supera las diferencias entre los hombres y da vida a un pueblo nuevo que es el pueblo de los hijos de Dios. Sin embargo, aun superando las diferencias en la común condición de cristianos, la fe no las destruye sino que las respeta y dignifica.''<br />
<br />
''Por eso, en esta conmemoración del V Centenario, os aliento a defender vuestra identidad, a ser conscientes de vuestros valores y hacerlos fructificar. Pero, como Pastor de la Iglesia, os exhorto sobre todo a ser conscientes del gran tesoro que, por la gracia de Dios, habéis recibido: vuestra fe católica. A la luz de Cristo, lograréis que vuestras comunidades crezcan y progresen tanto en lo espiritual como en lo material, difundiendo así los dones que Dios os ha otorgado. Iluminados por la fe cristiana, veréis a los demás hombres, por encima de cualquier diferencia de raza o cultura, como a hermanos vuestros, hijos del mismo Padre.''<br />
<br />
''4. La solicitud de la Iglesia por vosotros y vuestras comunidades con miras a la nueva evangelización, promoción humana y cultura cristiana, será puesta de manifiesto en la IV Conferencia General del Episcopado Latinoamericano que ayer tuve la dicha de inaugurar. Sin olvidar que muchos valores evangélicos han penetrado y enriquecido la cultura, la mentalidad y la vida de los [[TRATA_DE_ESCLAVOS;_Los_países_europeos | afroamericanos]], se desea potenciar la atención pastoral y favorecer los elementos específicos de las comunidades eclesiales con rostro propio.''<br />
<br />
''La obra evangelizadora no destruye, sino que se encarna en vuestros valores, los consolida y fortalece; hace crecer las semillas esparcidas por el «Verbo de Dios, que antes de hacerse carne para salvarlo todo y recapitularlo todo en Él, estaba en el mundo como luz verdadera que ilumina a todo hombre» (Gaudium et spes, 57). La Iglesia, fiel a la universalidad de su misión, anuncia a Jesucristo e invita a los hombres de todas las razas y condición a aceptar su mensaje.'' <br />
<br />
''Como afirmaron los Obispos latinoamericanos en la Conferencia General de Puebla de los Ángeles, «la Iglesia tiene la misión de dar testimonio del verdadero Dios y del único Señor. Por lo cual, no puede verse como un atropello la evangelización que invita a abandonar falsas concepciones de Dios, conductas antinaturales y aberrantes manipulaciones del hombre por el hombre» (Puebla, 406). En efecto, con la evangelización, la Iglesia renueva las culturas, combate los errores, purifica y eleva la moral de los pueblos, fecunda las tradiciones, las consolida y restaura en Cristo (cf. Gaudium et spes, 58).''<br />
<br />
''5. Sé que la vida de muchos [[TRATA_DE_ESCLAVOS;_Los_países_europeos | afroamericanos]] en los diversos países no está exenta de dificultades y problemas. La Iglesia, bien consciente de ello, comparte vuestros sufrimientos y os acompaña y apoya en vuestras legítimas aspiraciones a una vida más justa y digna para todos. A este propósito, no puedo por menos de expresar viva gratitud y alentar la acción apostólica de tantos sacerdotes, religiosos y religiosas que ejercen su ministerio con los más pobres y necesitados. Pido a Dios que en vuestras comunidades cristianas surjan también numerosas vocaciones sacerdotales y religiosas, para que los afro–americanos del continente puedan contar con ministros que hayan salido de vuestras propias familias.''<br />
<br />
''Mientras os encomiendo a la maternal protección de la Santísima Virgen, cuya devoción está tan arraigada en la vida y prácticas cristianas de los católicos [[TRATA_DE_ESCLAVOS;_Los_países_europeos | afroamericanos]], os bendigo en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.<br />
Dado en Santo Domingo, el día 12 de octubre de 1992, V Centenario de la Evangelización de América.”''<br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<references></references><br />
<br />
<br />
'''Recopiló: FIDEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[DERECHOS_HUMANOS_Y_LIBERTAD_DE_LOS_INDIOS|DERECHOS HUMANOS Y LIBERTAD DE LOS INDIOS]]<br />
<br />
[[INDEPENDENCIA_DE_HISPANOAMÉRICA;_la_guerra_y_la_generación_«patriótica»|INDEPENDENCIA DE HISPANOAMÉRICA; la guerra y la generación «patriótica»]]<br />
<br />
[[TRATA_DE_ESCLAVOS;_La_Compañía_Holandesa_de_las_Indias_Occidentales|TRATA DE ESCLAVOS; La Compañía Holandesa de las Indias Occidentales]]<br />
<br />
[[ISABEL_LA_CATÓLICA;_Entorno_sociopolítico_de_su_biografía|ISABEL LA CATÓLICA; Entorno sociopolítico de su biografía]]<br />
<br />
[[TRATA_DE_ESCLAVOS;_Los_países_europeos|TRATA DE ESCLAVOS; Los países europeos]]<br />
<br />
[[BRASIL;_Afrodescendientes|BRASIL; Afrodescendientes]]<br />
<br />
[[TRATA_DE_ESCLAVOS;_Comienzos_y_expansión|TRATA DE ESCLAVOS; Comienzos y expansión]]<br />
<br />
[[ESCLAVOS_NEGROS_EN_LAS_HACIENDAS_JESUÍTICAS|ESCLAVOS NEGROS EN LAS HACIENDAS JESUÍTICAS]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=PIEDAD_POPULAR._El_culto_de_Latr%C3%ADa_y_de_Hiperdul%C3%ADa&diff=3704919
PIEDAD POPULAR. El culto de Latría y de Hiperdulía
2022-01-17T20:11:10Z
<p>Louvier: /* */</p>
<hr />
<div>==Prólogo==<br />
Los católicos consideramos a María como subordinada a Cristo, pero de una manera única, ya que se la ve por encima de todas las demás criaturas. En el año 787 el Concilio II de Nicea (7o Ecuménico) afirmó una jerarquía de tres niveles: de «latría», «hiperdulía» y «dulía», que se aplican a Dios (latría), a la Virgen María (hiperdulía)y luego a los demás santos (dulia). El Concilio llegó a una definición que aclaró los términos y decidió la clara diferencia entre «veneración» de imágenes, admitida, y «adoración», absolutamente rechazada porque sólo Dios puede ser adorado. También quedó claro que la veneración de imágenes significa la veneración de las personas representadas y no de los iconos materiales como tales. Definió literalmente:<br />
<br />
<br />
''“... definimos con todo rigor y cuidado que, como la representación de la cruz preciosa y vivificante, las venerables y santas imágenes, ya sean pintadas o en mosaico o en cualquier otro material adecuado, deben ser exhibidas en las santas iglesias de Dios, en el muebles sagrados, vestiduras sagradas, paredes y mesas, casas y calles; sean la imagen del Señor Dios y nuestro Salvador Jesucristo, o la de nuestra Señora Inmaculada, la Santa Madre de Dios, de los santos ángeles, de todos los santos y justos.''<br />
<br />
''De hecho, cuanto más frecuentemente se contemplan estas imágenes, más se lleva a quien las contempla a la memoria y al deseo de los modelos originales y les rinde respeto y veneración besándolos. Ciertamente no se trata de una verdadera adoración, reservada por nuestra fe solo a la naturaleza divina, sino de un culto semejante al que se rinde a la imagen de la cruz preciosa y vivificante, a los santos evangelios y a otros objetos sagrados, honrándolos con la ofrenda de incienso y luces según el uso piadoso de los antiguos. El honor que se le da a la imagen, en realidad, pertenece a quien está representado en ella y quien venera la imagen, venera la realidad de quien se reproduce en ella”''.<ref>La definición, concordada en la sesión 7a, fue públicamente proclamada con solemnidad en la sesión 8ª del 23 de octubre. – Ed.: MaC 13, 377C-380b / COD 13536-13734 / HaC4, 456ª-D. En H. DENZINGER, ''Enchiridion… Symbolorum'' 600-603.</ref><br />
<br />
En base a lo anterior hay que subrayar sin término medio que la devoción a la Virgen María en la doctrina católica no equivale en absoluto ni lejanamente a «adoración», que está reservada sólo y exclusivamente para Dios, por lo que se debe tajantemente evitar toda apariencia mínima de «adoración» o de querer sustituir la devoción o el culto a María, Madre del Verbo Encarnado, a su Hijo, único Salvador y centro absoluto de nuestro Camino hacia la comunión salvífica con Dios.<br />
<br />
==Algunas intervenciones pontificias mariológicas de los tiempos recientes==<br />
<br />
Desde el punto de vista de la doctrina mariana, tras el Concilio de Éfeso que definió los de su Maternidad divina y su Perpetua virginidad, los dos únicos dogmas marianos enseñados por la Iglesia, son los de la Inmaculada Concepción y la Asunción, declarados por el beato Pío IX en 1854 y Pio XII en 1950, lo que no quita que la piedad y tradición católica adjudique a María numerosos títulos en los que se quieren resaltar algunos aspectos particulares de la reconocida doctrina mariológica. <br />
<br />
Así el Concilio Vaticano II declaró a María como la «Madre de la Iglesia». En su Carta Apostólica «Rosarium Virginis Mariae» de 2002, Juan Pablo II enfatizó el enfoque de San Luis de Montfort de ver el estudio de María como un camino para obtener una mejor comprensión del misterio de Cristo.<br />
<br />
<br />
==Devociones y tradiciones marianas==<br />
<br />
Las devociones marianas han tenido siempre una gran importancia dentro de la tradición católica, y con una gran variedad de modalidades que van, por citar algunas, desde la aprobación de [[COFRADÍAS_MARIANAS | cofradías]] marianas al rezo del Santo Rosario, la Consagración a María, el uso del escapulario, hasta oraciones de varios días como las Novenas marianas que preceden a todas las fiestas principales de la Virgen, sea a nivel universal como local. <br />
<br />
La difusión de las devociones marianas tanto universales como locales en santuarios específicos, o promovidas por algunas Órdenes religiosas a lo largo de los siglos, han sido bendecidas por los Papas, como el rezo del Santo Rosario, y han influido poderosamente en la [[PIEDAD_POPULAR_Y_MARIOLOGÍA | mariología]] y en el crecimiento de las devociones marianas construyendo un «sensus fidelium» , que influye en el interés de los fieles católicos en aspectos específicos de la [[PIEDAD_POPULAR_Y_MARIOLOGÍA | mariología]]. Las devociones marianas generalmente comienzan en el nivel de la [[URUGUAY;_Piedad_popular | piedad popular]], a menudo en conexión con las experiencias religiosas, milagros o hechos extraordinarios percibidos como tales por la fe sencilla de los fieles, y visiones de individuos sencillos y modestos (en algunos casos niños y gente humilde y de reducidos recursos sociales, o en personas agraciadas por Dios con reconocidas gracias místicas). <br />
<br />
El relato de sus experiencias va creando fuertes emociones entre los numerosos católicos, dando lugar a la construcción de ermitas en honor a la Virgen, que con el tiempo a veces se convierten en santuarios notables. La historia de las devociones medievales en relación a María está llena de estas referencias. Puede decirse que la Edad Media es una Edad típicamente «mariológica» en las distintas dimensiones de la devoción cristiana, del arte en sus catedrales y templos menores, en los millares de ermitas levantadas en honor de la Virgen. <br />
<br />
Lo mismo ocurre en las incontables pinturas y esculturas del arte cristiano popular, o el más fino llevado a cabo en las piezas literarias que a veces constituyen los tesoros iniciales de los comienzos de las llamadas lenguas «romances», como el castellano, el galaico-portugués, el francés, y el italiano. Así una de las primeras obras literarias en lengua castellana se debe a Gonzalo de Berceo (1197-1264), del llamado «mester de clerecía» y lleva el título de «Milagros de Nuestra Señora».<br />
<br />
Las colecciones de milagros marianos aparecieron a lo largo del siglo XI, pero será a partir de los siglos XII y XIII cuando se producirá un considerable aumento de estas colecciones, y habrá incluso autores especializados en el mismo, como Gautier de Coincy, Jean Le Marchant, Adgar, Bonvesin de la Riva o Alfonso X «el Sabio». <br />
<br />
Hay de dos tipos de estas colecciones: las de los milagros locales, vinculadas a los grandes centros de peregrinación (Laon, Rocamadour, Chartres, etc.), y las generales. Berceo aprovechó una de estas colecciones de milagros generales para componer la suya en un periodo de divulgación de las lenguas románicas y de difusión de las tradiciones marianas. La devoción a María se expandió en el siglo XIII por toda la geografía europea, pues ofrecía una imagen maternal más amable y cercana del cristianismo. <br />
<br />
Esta visión es la que franciscanos y dominicos propagaron en sus sermones a través de los ejemplos con que los adornaban. En el caso de Berceo, el propósito de su obra es claramente mariano: rendir culto a la Virgen, posiblemente Nuestra Señora de Marzo, venerada en el altar mayor del monasterio de San Millán de Suso (Castilla). Tal tradición devocional y literaria continúa viva y en aumento a lo largo de los siglos siguientes. <br />
<br />
Se puede afirmar que los grandes literatos y artistas medievales, del renacimiento y más tarde del barroco, dan un lugar privilegiado a las expresiones artísticas y literarias de carácter mariológico. Toda esta privilegiada tradición pasará luego con creces a través de la mediación ibérica al Nuevo Mundo.<br />
<br />
Numerosos mariólogos, como San Alfonso María de Ligorio, autor de «Las glorias de María», en el siglo XVIII, han recogido y citado estas tradiciones antiguas como expresión de una fe viva entre los fieles y su «''sensus fidelium''». San Alfonso María de Ligorio dice cómo ''“la mayoría de los fieles siempre han recurrido a la intercesión de la divina madre por todas las gracias que desean”.'' <br />
<br />
Hablando del testimonio de los Padres de la Iglesia al atribuir algunos títulos a María, el Papa Pío XII escribió en «Fulgens Corona»: ''“¿Si las alabanzas populares a la Santísima Virgen María reciben la cuidadosa consideración que merecen, ella tendrá el valor de dudar que ella, que fue más pura que los ángeles y en todos los tiempos pura, fue en cualquier momento, aunque sea por un breve instante, no libre de toda mancha de pecado?”'' La respuesta la tenemos claramente en el saludo mariano popular, muy extendido en el mundo hispano del «Ave, María Purisíma» y de la respuesta del «Sin pecado concebida», que incluso entra en el saludo del penitente cuando se acerca a la confesión auricular.<br />
<br />
Los dogmas marianos de la Inmaculada Concepción y la Asunción de María se definieron en parte sobre la base del «sensus fidei», ''“el sentido sobrenatural de la fe por parte de todo el pueblo, cuando, desde los obispos hasta el último de los fieles, expresa la universalidad su consentimiento en materia de fe y moral”''. En el caso de los dogmas de la Inmaculada Concepción y la Asunción, los dos papas que los definieron consultaron a los obispos católicos de todo el mundo sobre la fe de la comunidad antes de proceder a definir el dogma. <br />
<br />
Refiriéndose a estos dogmas, en 2010 el Papa Benedicto XVI llamó al pueblo de Dios el «maestro que va primero» y declaró: ''“La fe tanto de la Inmaculada Concepción como de la Asunción corporal de la Virgen estaba ya presente en el Pueblo de Dios, aún antes que la teología hubiera encontrado la clave para interpretarla en la totalidad de la doctrina de la fe. El Pueblo de Dios, por tanto, precede a los teólogos y todo ello gracias a ese sensus fidei sobrenatural, es decir, a esa capacidad infundida por el Espíritu Santo que nos capacita para abrazar la realidad de la fe, con humildad de corazón y de mente. En este sentido, el Pueblo de Dios es el «maestro que va primero» y, por lo tanto, debe ser examinado más profunda e intelectualmente aceptado por la teología”.''<br />
<br />
Las devociones marianas fueron alentadas por los papas, y en la encíclica «Marialis cultus» el Papa Pablo VI declaró'': “Desde el momento en que fuimos llamados a la Sede de Pedro, siempre hemos buscado mejorar la devoción a la Santísima Virgen María”''. En la «Rosarium Virginis Mariae», el Papa Juan Pablo II declaraba'': “De todas las devociones la que consagra y conforma un alma a nuestro Señor es la devoción a María...”''<br />
<br />
==Las fiestas históricas:==<br />
<br />
Están basadas en tradiciones históricas, con frecuencia en tradiciones tardías y con muy débiles fundamentos; generalmente nunca fueron aprobadas por la Congregación para la Doctrina de la Fe, ya que casi siempre son anteriores a la congregación, creada en 1542. Se reconocen con base en la declaración papal de la fiesta en lugar de un análisis formal de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Algunas de las más comunes:<br />
<br />
* Nuestra Señora del Pilar (Zaragoza, España).<br />
* Nuestra Señora de las Nieves (358, Roma).<br />
* Nuestra Señora de Walsingham (1061, Richeldis de Faverches, Walsingham).<br />
* Nuestra Señora del Rosario (1208).<br />
* Nuestra Señora del Monte Carmelo (1251).<br />
<br />
'''Apariciones canónicamente aprobadas por la Iglesia católica:'''<br />
<br />
* Nuestra Señora de Guadalupe (1531, a San [[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN | Juan Diego]] Cuauhtlatoatzin)<br />
* Nuestra Señora de Coromoto (1652, al Indio Coromoto)<br />
* Nuestra Señora de Šiluva (1608)<br />
* Nuestra Señora de Laus (1664–1718)<br />
* Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa (1830, a Santa Catalina Laboure)<br />
* Nuestra Señora de la Salette (1846, a Mélanie Calvat y Maximin Giraud)<br />
* Nuestra Señora de Lourdes (1858, a Santa Bernadette Soubirous)<br />
* Nuestra Señora de Pontmain (1871)<br />
* Nuestra Señora de Gietrzwald (1877)<br />
* Nuestra Señora de Knock (1879)<br />
* Nuestra Señora de Fátima (1917, a San Francisco Marto, Santa Jacinta Marto y Lucía dos Santos)<br />
* Nuestra Señora de Beauraing (1932–1933, a Fernande Voisin, Albert Voisin, Gilberte Voisin, Andrée Degeimbre y Gilberte Degeimbre)<br />
* Nuestra Señora de Banneux (1933,a Mariette Beco)<br />
<br />
'''Advocaciones, aprobadas de hecho por algunas Iglesias locales y veneradas en santuarios locales'''<br />
<br />
* Nuestra Señora del Buen Suceso (1594) (España, Ecuador, Filipinas)<br />
* Nuestra Señora del Buen Socorro (1856)<br />
* Nuestra Señora de las Lágrimas (1932)<br />
* Nuestra Señora de la Oración (1947)<br />
* Nuestra Señora de Akita (1973) (Japón)<br />
* Nuestra Señora de Cuapa (1980)<br />
* Nuestra Señora de Kibeho (1981) (Ruanda)<br />
* Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás (1983) (Argentina)<br />
* Nuestra Señora de Betania (1984)<br />
<br />
==Apariciones no aprobadas canónicamente, o de dudosa veracidad e incluso algunas declaradas falsas por la Autoridad Canónica de la Iglesia Católica.==<br />
<br />
Entre las que todavía están bajo estudio canónico las más conocidas son las Apariciones marianas de Medjugorje: una serie de supuestas apariciones de la Virgen María que comenzaron el 24 de junio de 1981 en Medjugorje (antigua Yugoslavia), donde la Virgen se habría aparecido a seis personas croatas de Herzegovina diariamente, según tres de los videntes en una parroquia católica en el municipio de Čitluk en Bosnia Herzegovina. <br />
<br />
El fenómeno atrae a multitud de gentes peregrinas con recto ánimo. Pero todavía en el año 2020 la Santa Sede no se había pronunciado sobre estos hechos extraordinarios. Según las «Normas de 1978» (Criterios de discernimiento de las apariciones y de las revelaciones):<br />
<br />
# Es al Ordinario (obispo de la diócesis) del lugar a quien le pertenece en un primer momento la tarea de investigar e intervenir.<br />
# Pero la Conferencia Episcopal regional o nacional puede verse llevada a intervenir: <br>a) si el Ordinario del lugar, tras haber cumplido con sus obligaciones, recurre a ella para poder estudiar el conjunto del caso. <br>b) si el hecho concierne igualmente a la región o a la nación, mediando el consentimiento previo del Ordinario del lugar.<br />
# La Sede Apostólica puede intervenir, ya sea a instancias del propio Ordinario, o bien a instancias de un grupo cualificado de fieles, debido al derecho inmediato de jurisdicción universal del Sumo Pontífice<br />
<br />
Este es por tanto el procedimiento que se ha seguido hasta ahora en el caso de Medjugorje. Así es que el 17 de marzo de 2010, la Oficina de prensa de la Santa Sede anunciaba en un comunicado la creación de una comisión de investigación internacional sobre Medjugorje, bajo la autoridad de la Congregación para la doctrina de la fe. En enero de 2014, la Comisión terminaba oficialmente su trabajo, y su informe habría sido remitido poco después a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que tenía que transmitir al papa este informe después de haber añadido su parecer, con el fin de que el papa diera a conocer su decisión <br />
<br />
Parece ser que, todavía en 2020, la comisión vaticana de investigación y un visitador apostólico nombrado para examinar el caso, estarían todavía lejos de poder producir una declaración autorizada sobre las apariciones de Medjugorje.<ref>Cf. Sobre el tema de las apariciones mariológicas el estudio del reconocido estudioso en la materia: René Laurentin (dir.), Patrick Sbalchiero (dir.) y colaboradores (pref. cardenal Roger Etchegaray), ''Diccionario de las «apariciones» de la Virgen María : Inventario desde los orígenes nuestros días,'' Fayard, Paris, 2007 (ISBN 978-2-213-63101-1), p. 1196-1197.</ref> <br />
<br />
==NOTAS==<br />
<br />
<references></references><br />
<br />
<br />
<br />
'''FIDEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ'''<br />
<br />
<relatedtags><br />
[[JUAN_DIEGO_CUAUHTLATOATZIN|JUAN DIEGO CUAUHTLATOATZIN]]<br />
<br />
[[URUGUAY;_Piedad_popular|URUGUAY; Piedad popular]]<br />
<br />
[[PIEDAD_POPULAR_Y_MARIOLOGÍA|PIEDAD POPULAR Y MARIOLOGÍA]]<br />
<br />
[[COFRADÍAS_MARIANAS|COFRADÍAS MARIANAS]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=AZTECAS&diff=3704882
AZTECAS
2022-01-14T23:28:02Z
<p>Louvier: </p>
<hr />
<div>'''Prólogo'''<br />
<br />
Al momento de la llegada de los españoles en 1519, los [[AZTECAS | aztecas]] eran el pueblo mesoamericano que dominaba la región central y sur del actual territorio de la República Mexicana. El nombre de«[[AZTECAS | aztecas]]» les fue dado después de la [[CONQUISTA_DE_MÉXICO | conquista de México]] porque, según su mitología, procedían de ''Aztlán'' (lugar de las garzas), un lugar supuestamente cercano al mítico e impreciso ''Chicomostoc'' (lugar de las siete cuevas) desde el cual las siete ''tribus nahuatlacas'' iniciaron su emigración hacia el sur. Los [[AZTECAS | aztecas]] se llamaban así mismos ''tenochca'' porque el sacerdote que los guió en su peregrinaje desde ''Aztlán'' era ''Tenoch''. Posteriormente, al fundar la ciudad de Meshico- [[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]], fueron también conocidos por el gentilicio ''meshicas''; término que los españoles castellanizaron como ''mexicas o mejicanos.'' <br />
<br />
“''La única razón por la cual el nombre «azteca» está grabado tan profundamente en la historia y en el conocimiento del hombre, es que era el Estado exactor de impuestos que tenía el dominio político en la época de la conquista española, en 1519, aún cuando su dominio nada más era sobre una porción del centro de México. Sin embargo, cuando el nombre «azteca» estalló sobre Europa, se grabó profundamente en la memoria humana.''”<ref>Von Hagen Víctor Wolfgang. Los [[AZTECAS | Aztecas]], Hombre y Tribu. Ed. Diana, 2 edición, México, 1965, p. 33</ref>En la actualidad la palabra azteca es tomada como sinónimo del gentilicio ''mexicano.''<br />
<br />
==Su origen entre el mito y la historia==<br />
<br />
De las siete tribus nahuatlacas (llamadas así porque todas ellas hablaban la lengua náhuatl), los [[AZTECAS | aztecas]] fueron la última en arribar al [[ANÁHUAC | Anáhuac]]↗ o Valle de México, lo cual ocurrió en el año 1168 d.C. después de peregrinar durante muchísimos años por el norte del actual territorio de México o el sur de los Estados Unidos. “''No sabemos el número siquiera aproximado de los tenochcas en esa época. Era minúsculo…tal vez un millar, quizá cinco mil, no mucho mayor. Cuando menos en un área tan densamente poblada como el valle del [[ANÁHUAC | Anáhuac]], era tan insignificante, que su llegada a los lagos pasó desapercibida por completo y no hay noticia de su llegada al majestuoso bosque de Chapultepec, alrededor de la generación de 1250 d.C. (…) Durante esos «años errantes» los [[AZTECAS | aztecas]] estaban absorbiendo la cultura de sus vecinos. Crecieron. Crearon enemigos. Se extendieron.''”<ref>Ibídem, p. 49</ref><br />
<br />
A su llegada al Valle de [[ANÁHUAC | Anáhuac]], los Mexicas eran una tribu pobre y débil, una mezcla aun no muy homogénea de la característica agrícola de los pueblos sedentarios con los que se mezclaron a su llegada y de la suya propia, típica de nómadas cazadores, de cuño astral<ref>Cfr. Caso Alfonso: "''El Pueblo del Sol''", Fondo de Cultura Económica, México 1953. También Sejourne Laurette: "Pensamiento y Religión en el México Antiguo", Breviarios del Fondo de Cultura Económica, México 1957.</ref>. Siendo la última tribu en llegar, encontró todo el Valle ocupado por las otras; pero la singularizaba una convicción interna indeleble: nada menos que la de ser el ''"Pueblo del Sol",'' lo que les dio una fuerza fuera de toda proporción con su insignificancia; fuerza tan indomable que en apenas siglo y medio llegaron a convertirse en los dueños de todo el [[ANÁHUAC | Anáhuac]]; pero esa idea de Pueblo del Sol sería la misma que dos siglos después habría de paralizarlos antes los españoles. Esa fuerza y esa debilidad, esa grandeza y esa miseria, fue siempre la absoluta entrega con que vivieron su religión, sin la cual no es posible entenderlos. <br />
<br />
Simplificando mucho podríamos decir que, según las creencias de los pueblos que los habían precedido y que ellos adoptaron, todo el [[ANÁHUAC | Anáhuac]] pertenecía a [[QUETZALCÓATL | Quetzalcóatl]], un rey mítico divinizado a quien ellos referían todo lo bueno de su cultura. El había inaugurado una edad de oro, hasta que un dios rival llamado [[TEZCATLIPOCA;_Deidad_azteca | Tezcatlipoca]], había conseguido embriagarlo y hacerlo pecar. Lleno de vergüenza, [[QUETZALCÓATL | Quetzalcóatl]] se había arrojado a una hoguera para purificarse, pero, no contento con eso, se había auto-exilado después, aunque prometiendo volver a reasumir la soberanía de sus tierras cuando lo considerase oportuno. <br />
<br />
Con su retirada se había creado un "vacío de poder" que aprovecharon los mexicas, identificando a su dios tribal Huitzilipochtli↗ con [[TEZCATLIPOCA;_Deidad_azteca | Tezcatlipoca]], para justificar así instalarse ellos como dueños en el [[ANÁHUAC | Anáhuac]], si bien con la amarga certeza de que tendrían que ceder ese dominio tan pronto como regresase su indiscutido titular legítimo: [[QUETZALCÓATL | Quetzalcóatl]]. Pero el dios [[HUITZILOPOCHTLI | Huitzilopochtli]] les había dicho que debían establecerse en un lugar donde vieran a un águila sobre un cactus devorando una serpiente, y la leyenda dice que eso ocurrió en un islote rocoso dentro del Lago de [[TEXCOCO | Texcoco]]; por ello decidieron fundar su ciudad en ese lugar, en medio del Lago y no en otro más adecuado; por ejemplo en [[TEOTIHUACÁN | Teotihuacán]], sitio abandonado por sus moradores hacía más de un siglo.<br />
<br />
==Fundación y consolidación de la ciudad-estado mexica==<br />
<br />
Poco a poco fortalecidos, los [[AZTECAS | aztecas]] pudieron fundar [[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]] en el año 1325, que en sus inicios tuvo que pagar tributos al señorío de Azcapotzalco. Para librarse del yugo de Azcapotzalco el jefe mexica (huey-tlatoani) [[ITZCÓATL | Itzcóatl]] estableció en 1428 una alianza con [[NEZAHUALCÓYOTL | Nezahualcóyotl]], huey- tlatoani de [[TEXCOCO | Texcoco]], y con la colaboración de guerreros de [[HUEJOTZINGO | Huejotzingo]] lograron vencer a los de Azcapotzalco. Esta victoria convirtió a México-[[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]] en un señorío independiente, en una verdadera ciudad-estado. <br />
<br />
En 1434 los mexicas formaron con [[TEXCOCO | Texcoco]] y Tacuba la ''Triple Alianza'', la cual les permitió imponerse sobre los demás pueblos del [[ANÁHUAC | Anáhuac]] y extender sus dominios hasta las costas del Golfo de México hacia el este y del Pacífico hacia el oeste.<ref>Cfr. Escalante Gonzalbo Pablo. Historia General de México (ilustrada). Ed. El Colegio de México y la LXI Cámara de Diputados. México, 2010, Vol. I, p. 164</ref>Una abundante historiografía llama impropiamente a ese dominio “imperio azteca”, pero ese “imperio” no fue tal porque nunca hicieron el menor intento por integrar a su cultura y gobierno a los pueblos que fueron sometidos militarmente; sólo les impusieron la obligación de entregarles periódicamente cuantiosos tributos, especialmente de hombres y mujeres destinados a ser sacrificados a las deidades [[AZTECAS | aztecas]]. <br />
<br />
El ''Imperio Mexicano'' concebido como una unidad política totalitaria, jamás existió: eran ciertamente conquistadores, pero jamás fueron imperialistas, en el sentido socio-político que conferimos hoy a esa palabra, pues en política interior y exterior eran convencidos pluralistas<ref>Una excelente exposición de cómo se hallaba organizada la sociedad mexicana y su gobierno, puede verse en Soutelle Jacques: "La vie quotidienne des Azteques a la veille de la conquête espagnole", Editorial Hachette, París 1955, Cap. II: "La societé et l'Etat au debut du XVe. Siècle", pp. 62-121.</ref>. “''Ni como unidad política, ni social, ni religiosa, ni étnica, existía México. Era un mosaico inmenso de pueblos de muy diverso nivel cultural que iba desde los salvajes perdidos en las selvas tropicales y los nómadas de las áridas estepas del norte hasta los pueblos civilizados de las tierras templadas de Mesoamérica. El mal llamado Imperio azteca, no era sino un conjunto abigarrado de pueblos y regiones, sojuzgado por la fuerza por la tribu audaz que había sustituido a los [[TOLTECAS | toltecas]] en el Valle de México: los mexicas.''”<ref>Schlarman Joseph H.L.. México, tierra de volcanes. Ed. Porrúa, México, 14 edición, 1987, p.45.</ref><br />
<br />
==Organización social y política==<br />
<br />
[[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]] al igual que el pueblo estaba dividido en ''calpullis''; estos eran pues grupos configurados en razón de su territorio y su clan, y relativamente autónomos: cada cual con su propio templo, colegios, tribunales y control comunal de la tierra. Cada uno elegía a un jefe, llamado «Tlatoani = el que habla»<ref>El idioma náhuatl es uno de los más ricos y expresivos que ha forjado la mente humana. Hablarlo con propiedad era todo un apreciado arte, tanto que existían dos idiomas: el vulgar: "macehuatolli" y el refinado: "tecpillatolli", por ello identificaban la autoridad máxima con la mejor manera de hablar.</ref>. El conjunto de todos los ''tlatoanis'', junto con representantes del clero y del ejército, constituía el «''Tlatocan''», que era el cuerpo colegiado que efectivamente gobernaba México. Ellos designaban a cuatro ejecutivos: el «''[[CIHUACÓATL;_Deidad_femenina_de_la_mitología_azteca | Cihuacóatl]]'' = Serpiente Mujer» (nombre de la diosa madre), el General en Jefe del ejército; el «''Huey Calpizqui'' = Gran Mayordomo», que atendía a todo lo interno a la tribu; el jefe del culto, que era un cargo doble y cuyos titulares llevaban el nombre de «''[[QUETZALCÓATL | Quetzalcóatl]] Tlaloc Tlamacazqui'' = Serpiente emplumada sacerdote de Tláloc» y también el de «''[[QUETZALCÓATL | Quetzalcóatl]] Totec Tlamacazqui'' = Serpiente emplumada sacerdote de nuestro Señor», (nombres que, por sí solos, nos hablan tanto de la teología aun no homogéamente asimilada de los primeros pobladores y de los ulteriores mexicas, como de la importancia de [[QUETZALCÓATL | Quetzalcóatl]]); y, finalmente, el «Huey Tlatoani = Gran Hablante», quien, en la práctica, era el más poderoso, pues se le consideraba "imagen" de [[HUITZILOPOCHTLI | Huitzilopochtli]] y de él dependía la guerra o la paz, pero que de ningún modo era un "Emperador" como erróneamente lo creyeron los españoles; esto es lo que era ''Motecuhzoma'' a su llegada.<br />
<br />
Esos cargos eran electivos e indefinidos en su duración, pero no necesariamente vitalicios: los nombrados podían ser removidos, depuestos y aún ejecutados, si no cumplían a satisfacción del ''Tlatocan''<ref>Tízoc, quinto Huey Tlatoani, muy probablemente fue muerto, y Motecuhzoma II ciertamente fue depuesto.</ref>. En su política exterior, lo que buscaban prioritariamente eran alianzas que implicaban "nunca ser contrarios al imperio, dejar entrar y salir, tratar y contratar a los mercaderes y gente de él, enviando cierto presente de oro, pedrería, plumas y mantas, requiriéndoles que recibiesen a sus dioses mexicanos y los tuviesen en su templo y adorasen y reverenciasen [...] los pueblos que ansí venían de su voluntad, sin haber precedido guerra, tributaban como amigos y no como vasallos, y servían trayendo presentes y estando obedientes".<ref>Ixtlilxochitl Fernando de Alva: "Historia de la Nación Chichimeca" en "Obras Históricas", U.N.A.M., Instituto de Investigaciones Históricas, México 1977, cap. 38, p. 103.</ref><br />
<br />
“''El esplendor de México-Tenochtitlan, su etapa imperial, duró escasamente un siglo, y en esa historia intervinieron seis gobernantes.''”<ref>Escalante Gonzalbo Pablo, Obra citada p. 167</ref>Fueron ellos: ''Izcóatl'', quien gobernó de 1427 a 1440 y dio a los [[AZTECAS | aztecas]] su independencia; [[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN | Moctezuma]] I –''Ilhuicamina''- (1440-1469) que empezó la gran expansión territorial y consolidó el estado mexica; ''Axayácatl'' (1469-1481) que fracasó en su intento por someter a los tarascos pero conquistó ''Oztomán'' (hoy Estado de Guerrero); ''Tizoc'' (1481-1486) quien conquistó la Mixteca y Tuxpan; ''Ahuítzotl'' (1486-1502) quien tuvo fama de guerrero feroz y conquistó Oaxaca pero fracasó también ante los tarascos; y [[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN | Moctezuma]] II –''Xocoyotzin''- (1502-1520) quien recrudeció los ataques contra Tlaxcala para someterla definitivamente sin lograr su propósito, situación ésta que prevalecía a la llegada de [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]]. ''Cuitláhuac'' y Cuauhtémoc gobernaron sólo durante el sitio que los españoles pusieron a [[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]].<br />
<br />
La nobleza azteca se integró inicialmente por aquellos guerreros que se habían distinguido por su valentía; posteriormente sólo se reconoció como nobles a quienes descendían de nobles. Los nobles «''Pipiltin''» y el ''Huey Tlatoani'' eran quienes administraban la justicia. “''El palacio de los señores, o casas reales, tenía muchas salas: la primera era la sala de la Judicatura, donde residían el rey, los señores cónsules, o oidores (jueces), y principales nobles, oyendo las cosas criminales, como pleitos y peticiones de la gente popular, y allí juzgaban y sentenciaban a los criminales a pena de muerte (…) y también allí juzgaban a los principales nobles y cónsules, cuando caían en algún crimen condenándolos a muerte o a destierro, o a ser trasquilados, o les hacían maceguales.''”<ref>Sahagún Bernardino de. Historia General de las Cosas de Nueva España. Libro VIII, Cap. XIV. Ed. Porrúa, México, 1989, p. 465</ref>Los mercaderes, que en sus correrías también realizaban labores militares, eran tenidos por señores..”<ref>Cfr. Sahagún, Ob. Cit. Libro IX, Cap. II. Ed. citada, p.490 y ss</ref><br />
<br />
La gran base de la sociedad estaba constituida por los ''macehuales'' (''macehualli'', o en plural macehualtin). Sólo por encima de los esclavos, los macehualtin pagaban impuestos, debían participar en la realización de obras colectivas, especialmente en la agricultura, y participar en las acciones bélicas. El ''macehualli'' “''era miembro de un clan y parte de la célula de la tierra, de una especie de sociedad mutualista; era, en suma, un indio de cuerpo apto, contribuyente. En primer lugar era un agricultor, un campesino (…) y sin embargo, este azteca común era algo más. Era también un guerrero, parte de una milicia agraria.''”<ref>Von Hagen, obra citada p.52</ref><br />
<br />
==Cosmogonía y religión==<br />
<br />
A pesar de que los [[AZTECAS | aztecas]] nunca se preocuparon por formularse una sistemación teológica coherente, y tanto menos en que pudiera parecerlo a ojos españoles, pues como juzgaba Mendieta "''diferentemente relataban diversos desatinos, fábulas y ficciones''"<ref>Mendieta Jerónimo de O.F.M. : Historia Eclesiática Indiana., lib. II, cap. 1.</ref>, sin embargo todos sus mitos coincidían en asignar al hombre un lugar nobilísimo en cuanto a su origen y a su situación ante sus dioses, ya que había nacido por su interés y de su sacrificio, y era su colaborador en el sustento del orden cósmico, tarea a la que se entregaron con arrolladora totalidad, pero que vino a resultarles espada de dos filos, pues, mientras se desenvolvió en un contexto cultural propicio, les confirió una fuerza irresistible, misma que se metamorfoseó en paralizante maleficio cuando hubo de enfrentarse a otra: la de los españoles, no menos religiosa ni menos totalizante, pero que veía al mundo de modo completamente diferente.<br />
<br />
Su religiosidad era abrumadora: "''Puédese afirmar por verdad infalible -asegura Mendieta- que en el mundo no se ha descubierto nación o generación de gente más dispuesta y aparejada para salvar sus ánimas (siendo ayudados para ello), que los indios de esta Nueva España.''"<ref>Mendieta: Historia Ecca.: libro IV, cap. 21</ref>, y Sahagún no se queda atrás: "''En lo que toca a religión y cultura de sus dioses no creo que ha habido en el mundo idólatras tan reverenciadores de sus dioses, ni tan a su costa, como estos de esta Nueva España; ni los judíos, ni ninguna otra nación tuvo yugo tan pesado y de tantas ceremonias como le han tomado estos naturales por espacio de muchos años..''"<ref>Sahagún: "Historia General...", Prólogo</ref>.<br />
<br />
La cosmovisión de los [[AZTECAS | aztecas]] se centraba en el sol, que en su recorrido diario de oriente a poniente manifestaba la divinidad en su nacimiento, cenit y ocaso. Por ello los'' tlamatinime'' (sabios) [[AZTECAS | aztecas]] afirmaban que el mundo fue creado y destruido cuatro veces; luego, en el [[QUINTO_SOL_(La_cosmogonía_azteca) | quinto sol]], los dioses crearon nuevamente el mundo, siendo el dios [[QUETZALCÓATL | Quetzalcóatl]] quien creó a los hombres y a las plantas. “''En el México antiguo, el Sol representaba el corazón de su visión cósmica. Todo el ciclo de la vida, de los imperios y los reinos, de la religión y de los años, giraba simbólicamente alrededor del Sol: coincidía simbólicamente con el «recorrido» del astro de Este a Oeste en el arco de un día. El gobernante, el sacerdote, el sabio, tenían como misión cooperar para mantener viva y en marcha la máquina del mundo. Por ello, el Sol se encuentra identificado y en el centro de esas misiones, y los poderes político y religioso, que de hecho se identifican, están en función de esa misión (…) Para los mexicas, el rey o ''huey tlatoani'' representaba al Sol bajo el aspecto de [[HUITZILOPOCHTLI | Huitzilopochtli]] (…) Desde el primer emperador-sacerdote mexica, [[ACAMAPICHTLI | Acamapichtli]], hasta el último ''tlatoani'' que cae con la conquista española, el tlatoani es figura y «semejanza de nuestro dios [[HUITZILOPOCHTLI | Huitzilopochtli]]». Es él quien lo elige. El ''tlatoani'' es «su envoltura y su piel», es decir, su ''ixiptla''.''”<ref>González Fernández Fidel. Guadalupe: pulso y corazón de un pueblo. Ediciones Encuentro, Madrid 2004, pp. 24-25</ref><br />
<br />
Conforme a esta cosmogonía que era, de hecho, un determinismo cósmico, el Sol-[[HUITZILOPOCHTLI | Huitzilopochtli]] exigía la sangre de los hombres para que continuara la existencia del universo. La sangre y los corazones humanos sacrificados en los altares [[AZTECAS | aztecas]] impedían la extinción del Sol e impedían el dominio de los seres de la obscuridad. Los demás dioses que presidían los fenómenos naturales -como la lluvia y el viento- y los dioses menores relacionados con ellos, también exigían el sacrificio de seres humanos. De ahí que los ritos de la religión azteca estuvieran constituidos por una gran cantidad de sacrificios humanos, los cuales fueron ampliamente detallados por [[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray | Bernardino de Sahagún]] en el libro segundo de su célebre ''Historia General de las cosas de Nueva España''. <br />
<br />
La proliferación de los sacrificios humanos, consecuencia de esa cosmovisión, fue también notable. “''Ahuítzotl (1486-1502) accedió al trono siendo aún adolescente y murió joven (…) Celebró su coronación con el sacrificio de 80 000 prisioneros huastecos. La cifra parece exagerada pero varias fuentes coinciden en ella.''”<ref>Escalante Gonzalbo. Obra citada, p. 170</ref>Sobre ese mismo acontecimiento pero dándole otro significado Schlarman escribe: “''Ese mismo año de 1487 Ahuitzotl, Emperador de los [[AZTECAS | Aztecas]], y tío de un muchacho que iba a ser [[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN | Moctezuma]], iba a celebrar la dedicación del gran teocalli o templo principal en la Gran [[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]]. La solemnidad debía costar la vida a un crecido número de víctimas humanas que, en opinión de Torquemada, fueron 72,344; Ixtlilxóchitl las apreciaba en 80,000 y los [[CÓDICES_precolombinos | códices]] Telleriano y Vaticano en solo 20,000, cifra todavía horrorosa.''”<ref>Schlarman, obra citada, p. 21</ref><br />
<br />
La sangre, pues, era elemento esencial del orden cósmico, y deber ineludible del Pueblo del Sol el procurársela, tanto por razón de ''"nobleza obliga"'', ya que no hacían sino retornarle lo que él les había donado antes, como porque sin día y sin noche no podrían ellos vivir. La forma de atender a ese cometido era la guerra, la cosecha de corazones; pero, precisamente por eso, la guerra no era para los mexicanos el aniquilamiento de los enemigos, sino sólo su sometimiento al orden que equilibraba a todos. Esto suena extraño, y hay que explicarlo un poco más: ¿Tenían estos pueblos y culturas la idea de creación en el sentido bíblico? La respuesta es negativa. Ante todo, tomemos en cuenta que la idea india de creación (término que no podemos usar en el sentido bíblico según la mentalidad de estas culturas) no era en absoluto como la de la tradición bíblica o hebreo - cristiana, la del SER, poder absoluto, que con su solo Fiat manda que se hagan las cosas, y éstas quedan hechas de la nada..., sino era «''Macehualiztli'' = La acción de merecer, de ganar con total esfuerzo, entrega». El ser humano para ellos era el ''Macehualli'' por antonomasia, es decir: el Merecido con la sangre y el sacrificio divinos; y por eso los arduos trabajos, las duras campañas, los actos de sacrificio físico, a veces espantosamente duros, no los veían como carga o castigo o dolor..., sino como una forma de asimilarse a Dios. También por eso, la máxima oración era ''el canto y la danza'', pues en ella se entregaba todo el ser. Nos refiere Motolinía (fray [[BENAVENTE_(MOTOLINIA),_Fray_Toribio_de | Toribio de Benavente]]): ".. ''la danza se llama ''maceualiztli'', que propiamente quiere decir merecimiento [...] ansí como decimos merecer uno en las obras de caridad. de penitencia y en las otras virtudes hechas por buen fin. [...]. En estas no sólo llamaban e honraban e alababan a sus dioses con cantares de la boca, más también con el corazón y con los sentidos del cuerpo [...] , por lo cual aquel trabajoso cuidado de levantar sus corazones y sentidos a sus demonios, y de servirlos con todos los talantes del cuerpo...''."<ref>Motolinia Fr. Toribio Paredes de Benavente O.F.M.: "Memoriales o Libro de las Cosas de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] y de los Naturales de ella", U.N.A.M., Instituto de Investigaciones Históricas, México 1971, II parte, cap. 27, no. 782, p. 387.</ref>.<br />
<br />
Para el indio el ''«téquitl»'', (literalmente ''corte'', del verbo ''tequi'' = ''cortar''), era simultáneamente trabajo y gloria, dolor y exaltación. «''Tetequi''= cortar persona» era "Sacrificarse al ydolo, sacando sangre de las orejas o de la lengua, y de los otros miembros"<ref>Molina Fray Alonso de O.F.M.: "Vocabulario en Lengua Castellana y Mexicana y Mexicana y Castellana", 1a. Edición México 1555-1571; Editorial Porrúa, Biblioteca Porrúa no. 44, Estudio Preliminar de León-Portilla Miguel, 4a. edición, México 2001, Sub voce "Sacrificarse...", p. 106 v.</ref>También, por eso, una dura tarea, prolongada incluso durante generaciones, pero sustentada por la convicción de que era un asimilarse a Dios, (como había sido su peregrinar hasta llegar al [[ANÁHUAC | Anáhuac]]), la veían como noble, lógica, deseable. Fueron en eso tan coherentes, que su entrega y aprecio de lo que los misioneros consideraron penitencia, que la penitencia de los misioneros cristianos les hacía sentirse hasta avergonzados: "..''. siendo cristianos no nos disponemos a hacer por Jesucristo siquiera la centésima parte de lo que éstos hacían por nuestro común enemigo el demonio; la vergüenza que los cristianos deberíamos tener.''.."<br />
<ref>MENDIETA: "Historia Ecca...", libro II, Prólogo</ref>. Esto es de suma importancia que lo tomemos en cuenta para entender nosotros ahora cómo pudieron ellos entender entonces a ''la Virgen de Guadalupe''.<br />
<br />
==Situación tras la Conquista==<br />
<br />
En la «Plaza de las Tres Culturas» en Tlatelolco están grabadas unas palabras de Jaime Torres Bodet que sabiamente dicen: ''“''El 13 de agosto de 1521, heroicamente defendido por Cuauhtémoc, cayó Tlatelolco en poder de [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]]. No fue triunfo ni derrota, fue el doloroso nacimiento del pueblo mestizo que es el México de hoy''.”'' En efecto, la política de los conquistadores fue incorporar a los [[AZTECAS | aztecas]] y a los demás pueblos indígenas a la Corona española y constituyeron una de las raíces de la nueva Nación que empezó a formarse a partir de la Conquista. El mestizaje biológico fue un proceso lento; el [[MESTIZAJE_CULTURAL;_Escritura_pictográfica,_jeroglífica_y_alfabética | mestizaje cultural]] fue más inmediato, especialmente tras el ''Acontecimiento del [[TEPEYAC | Tepeyac]]''. En la actualidad aún el criollo o el indígena biológicamente puros, son culturalmente mestizos.<br />
<br />
==Notas==<br />
<br />
<references/><br />
<br />
== Bibliografía==<br />
<br />
* Caso Alfonso: "El Pueblo del Sol", Fondo de Cultura Económica, México 1953<br />
* Escalante Gonzalbo Pablo. Historia General de México (ilustrada). Ed. El Colegio de México y la LXI Cámara de Diputados. México, 2010, Vol. I<br />
* González Fernández Fidel. Guadalupe: pulso y corazón de un pueblo. Ediciones Encuentro, Madrid 2004<br />
* Ixtlilxochitl Fernando de Alva: "Historia de la Nación Chichimeca" en "Obras Históricas", U.N.A.M., Instituto de Investigaciones Históricas, México 1977<br />
* Mendieta Jerónimo de O.F.M. : Historia Eclesiática Indiana . Porrúa, México, 1971<br />
* Molina Fray Alonso de O.F.M.: "Vocabulario en Lengua Castellana y Mexicana y Mexicana y Castellana", 1a. Edición México 1555-1571; Editorial Porrúa, Biblioteca Porrúa no. 44, Estudio Preliminar de LEON-PORTILLA Miguel, 4a. edición, México 2001,<br />
* Motolinía Fr. Toribio Paredes de Benavente O.F.M.: "Memoriales o Libro de las Cosas de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] y de los Naturales de ella", U.N.A.M., * * Instituto de Investigaciones Históricas, México 1971,<br />
* Sahagún Bernardino de. Historia General de las Cosas de Nueva España. Porrúa, México, 1989 <br />
* Soutelle Jacques: "La vie quotidienne des Azteques a la veille de la conquête espagnole", Editorial Hachette, París 1955,<br />
* Von Hagen Víctor Wolfgang. Los [[AZTECAS | Aztecas]], Hombre y Tribu. Ed. Diana, 2 edición, México, 1965<br />
* Schlarman Joseph H.L.. México, tierra de volcanes. Ed. Porrúa, México, 14 edición, 1987<br />
<br />
<br />
'''FIDEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ / JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
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<br />
<relatedtags><br />
[[MESTIZAJE_CULTURAL;_Escritura_pictográfica,_jeroglífica_y_alfabética | MESTIZAJE_CULTURAL;_Escritura_pictográfica,_jeroglífica_y_alfabética]]<br />
[[ACAMAPICHTLI| ACAMAPICHTLI]]<br />
<br />
[[ANÁHUAC| ANÁHUAC]]<br />
<br />
[[BENAVENTE_(MOTOLINIA),_Fray_Toribio_de| BENAVENTE (MOTOLINIA), Fray Toribio de]]<br />
<br />
[[CIHUACÓATL;_Deidad_femenina_de_la_mitología_azteca| CIHUACÓATL; Deidad femenina de la mitología azteca]]<br />
<br />
[[CÓDICES_precolombinos| CÓDICES precolombinos]]<br />
<br />
[[CONQUISTA_DE_MÉXICO| CONQUISTA DE MÉXICO]]<br />
<br />
[[CORTÉS,_Hernán| CORTÉS, Hernán]]<br />
<br />
[[HUEJOTZINGO| HUEJOTZINGO]]<br />
<br />
[[HUITZILOPOCHTLI| HUITZILOPOCHTLI]]<br />
<br />
[[ITZCÓATL| ITZCÓATL]]<br />
<br />
[[JUDÍOS_EN_URUGUAY| JUDÍOS EN URUGUAY]]<br />
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[[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN| MOCTEZUMA XOCOYOTZIN]]<br />
<br />
[[NEZAHUALCÓYOTL| NEZAHUALCÓYOTL]]<br />
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[[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la| NUEVA ESPAÑA; Virreinato de la]]<br />
<br />
[[QUETZALCÓATL| QUETZALCÓATL]]<br />
<br />
[[QUINTO_SOL_(La_cosmogonía_azteca)| QUINTO SOL (La cosmogonía azteca)]]<br />
<br />
[[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray| SAHAGÚN, Bernardino de Fray]]<br />
<br />
[[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca| TENOCHTITLAN; Capital del pueblo Azteca]]<br />
<br />
[[TEPEYAC| TEPEYAC]]<br />
<br />
[[TEOTIHUACÁN| TEOTIHUACÁN]]<br />
<br />
[[TEXCOCO| TEXCOCO]]<br />
<br />
[[TEZCATLIPOCA;_Deidad_azteca| TEZCATLIPOCA; Deidad azteca]]<br />
<br />
[[TOLTECAS| TOLTECAS]]<br />
</relatedtags></div>
Louvier
https://dhial.org/diccionario/index.php?title=AZTECAS&diff=3704881
AZTECAS
2022-01-14T23:26:10Z
<p>Louvier: </p>
<hr />
<div>Al momento de la llegada de los españoles en 1519, los [[AZTECAS | aztecas]] eran el pueblo mesoamericano que dominaba la región central y sur del actual territorio de la República Mexicana. El nombre de«[[AZTECAS | aztecas]]» les fue dado después de la [[CONQUISTA_DE_MÉXICO | conquista de México]] porque, según su mitología, procedían de ''Aztlán'' (lugar de las garzas), un lugar supuestamente cercano al mítico e impreciso ''Chicomostoc'' (lugar de las siete cuevas) desde el cual las siete ''tribus nahuatlacas'' iniciaron su emigración hacia el sur. Los [[AZTECAS | aztecas]] se llamaban así mismos ''tenochca'' porque el sacerdote que los guió en su peregrinaje desde ''Aztlán'' era ''Tenoch''. Posteriormente, al fundar la ciudad de Meshico- [[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]], fueron también conocidos por el gentilicio ''meshicas''; término que los españoles castellanizaron como ''mexicas o mejicanos.'' <br />
<br />
“''La única razón por la cual el nombre «azteca» está grabado tan profundamente en la historia y en el conocimiento del hombre, es que era el Estado exactor de impuestos que tenía el dominio político en la época de la conquista española, en 1519, aún cuando su dominio nada más era sobre una porción del centro de México. Sin embargo, cuando el nombre «azteca» estalló sobre Europa, se grabó profundamente en la memoria humana.''”<ref>Von Hagen Víctor Wolfgang. Los [[AZTECAS | Aztecas]], Hombre y Tribu. Ed. Diana, 2 edición, México, 1965, p. 33</ref>En la actualidad la palabra azteca es tomada como sinónimo del gentilicio ''mexicano.''<br />
<br />
==Su origen entre el mito y la historia==<br />
<br />
De las siete tribus nahuatlacas (llamadas así porque todas ellas hablaban la lengua náhuatl), los [[AZTECAS | aztecas]] fueron la última en arribar al [[ANÁHUAC | Anáhuac]]↗ o Valle de México, lo cual ocurrió en el año 1168 d.C. después de peregrinar durante muchísimos años por el norte del actual territorio de México o el sur de los Estados Unidos. “''No sabemos el número siquiera aproximado de los tenochcas en esa época. Era minúsculo…tal vez un millar, quizá cinco mil, no mucho mayor. Cuando menos en un área tan densamente poblada como el valle del [[ANÁHUAC | Anáhuac]], era tan insignificante, que su llegada a los lagos pasó desapercibida por completo y no hay noticia de su llegada al majestuoso bosque de Chapultepec, alrededor de la generación de 1250 d.C. (…) Durante esos «años errantes» los [[AZTECAS | aztecas]] estaban absorbiendo la cultura de sus vecinos. Crecieron. Crearon enemigos. Se extendieron.''”<ref>Ibídem, p. 49</ref><br />
<br />
A su llegada al Valle de [[ANÁHUAC | Anáhuac]], los Mexicas eran una tribu pobre y débil, una mezcla aun no muy homogénea de la característica agrícola de los pueblos sedentarios con los que se mezclaron a su llegada y de la suya propia, típica de nómadas cazadores, de cuño astral<ref>Cfr. Caso Alfonso: "''El Pueblo del Sol''", Fondo de Cultura Económica, México 1953. También Sejourne Laurette: "Pensamiento y Religión en el México Antiguo", Breviarios del Fondo de Cultura Económica, México 1957.</ref>. Siendo la última tribu en llegar, encontró todo el Valle ocupado por las otras; pero la singularizaba una convicción interna indeleble: nada menos que la de ser el ''"Pueblo del Sol",'' lo que les dio una fuerza fuera de toda proporción con su insignificancia; fuerza tan indomable que en apenas siglo y medio llegaron a convertirse en los dueños de todo el [[ANÁHUAC | Anáhuac]]; pero esa idea de Pueblo del Sol sería la misma que dos siglos después habría de paralizarlos antes los españoles. Esa fuerza y esa debilidad, esa grandeza y esa miseria, fue siempre la absoluta entrega con que vivieron su religión, sin la cual no es posible entenderlos. <br />
<br />
Simplificando mucho podríamos decir que, según las creencias de los pueblos que los habían precedido y que ellos adoptaron, todo el [[ANÁHUAC | Anáhuac]] pertenecía a [[QUETZALCÓATL | Quetzalcóatl]], un rey mítico divinizado a quien ellos referían todo lo bueno de su cultura. El había inaugurado una edad de oro, hasta que un dios rival llamado [[TEZCATLIPOCA;_Deidad_azteca | Tezcatlipoca]], había conseguido embriagarlo y hacerlo pecar. Lleno de vergüenza, [[QUETZALCÓATL | Quetzalcóatl]] se había arrojado a una hoguera para purificarse, pero, no contento con eso, se había auto-exilado después, aunque prometiendo volver a reasumir la soberanía de sus tierras cuando lo considerase oportuno. <br />
<br />
Con su retirada se había creado un "vacío de poder" que aprovecharon los mexicas, identificando a su dios tribal Huitzilipochtli↗ con [[TEZCATLIPOCA;_Deidad_azteca | Tezcatlipoca]], para justificar así instalarse ellos como dueños en el [[ANÁHUAC | Anáhuac]], si bien con la amarga certeza de que tendrían que ceder ese dominio tan pronto como regresase su indiscutido titular legítimo: [[QUETZALCÓATL | Quetzalcóatl]]. Pero el dios [[HUITZILOPOCHTLI | Huitzilopochtli]] les había dicho que debían establecerse en un lugar donde vieran a un águila sobre un cactus devorando una serpiente, y la leyenda dice que eso ocurrió en un islote rocoso dentro del Lago de [[TEXCOCO | Texcoco]]; por ello decidieron fundar su ciudad en ese lugar, en medio del Lago y no en otro más adecuado; por ejemplo en [[TEOTIHUACÁN | Teotihuacán]], sitio abandonado por sus moradores hacía más de un siglo.<br />
<br />
==Fundación y consolidación de la ciudad-estado mexica==<br />
<br />
Poco a poco fortalecidos, los [[AZTECAS | aztecas]] pudieron fundar [[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]] en el año 1325, que en sus inicios tuvo que pagar tributos al señorío de Azcapotzalco. Para librarse del yugo de Azcapotzalco el jefe mexica (huey-tlatoani) [[ITZCÓATL | Itzcóatl]] estableció en 1428 una alianza con [[NEZAHUALCÓYOTL | Nezahualcóyotl]], huey- tlatoani de [[TEXCOCO | Texcoco]], y con la colaboración de guerreros de [[HUEJOTZINGO | Huejotzingo]] lograron vencer a los de Azcapotzalco. Esta victoria convirtió a México-[[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]] en un señorío independiente, en una verdadera ciudad-estado. <br />
<br />
En 1434 los mexicas formaron con [[TEXCOCO | Texcoco]] y Tacuba la ''Triple Alianza'', la cual les permitió imponerse sobre los demás pueblos del [[ANÁHUAC | Anáhuac]] y extender sus dominios hasta las costas del Golfo de México hacia el este y del Pacífico hacia el oeste.<ref>Cfr. Escalante Gonzalbo Pablo. Historia General de México (ilustrada). Ed. El Colegio de México y la LXI Cámara de Diputados. México, 2010, Vol. I, p. 164</ref>Una abundante historiografía llama impropiamente a ese dominio “imperio azteca”, pero ese “imperio” no fue tal porque nunca hicieron el menor intento por integrar a su cultura y gobierno a los pueblos que fueron sometidos militarmente; sólo les impusieron la obligación de entregarles periódicamente cuantiosos tributos, especialmente de hombres y mujeres destinados a ser sacrificados a las deidades [[AZTECAS | aztecas]]. <br />
<br />
El ''Imperio Mexicano'' concebido como una unidad política totalitaria, jamás existió: eran ciertamente conquistadores, pero jamás fueron imperialistas, en el sentido socio-político que conferimos hoy a esa palabra, pues en política interior y exterior eran convencidos pluralistas<ref>Una excelente exposición de cómo se hallaba organizada la sociedad mexicana y su gobierno, puede verse en Soutelle Jacques: "La vie quotidienne des Azteques a la veille de la conquête espagnole", Editorial Hachette, París 1955, Cap. II: "La societé et l'Etat au debut du XVe. Siècle", pp. 62-121.</ref>. “''Ni como unidad política, ni social, ni religiosa, ni étnica, existía México. Era un mosaico inmenso de pueblos de muy diverso nivel cultural que iba desde los salvajes perdidos en las selvas tropicales y los nómadas de las áridas estepas del norte hasta los pueblos civilizados de las tierras templadas de Mesoamérica. El mal llamado Imperio azteca, no era sino un conjunto abigarrado de pueblos y regiones, sojuzgado por la fuerza por la tribu audaz que había sustituido a los [[TOLTECAS | toltecas]] en el Valle de México: los mexicas.''”<ref>Schlarman Joseph H.L.. México, tierra de volcanes. Ed. Porrúa, México, 14 edición, 1987, p.45.</ref><br />
<br />
==Organización social y política==<br />
<br />
[[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]] al igual que el pueblo estaba dividido en ''calpullis''; estos eran pues grupos configurados en razón de su territorio y su clan, y relativamente autónomos: cada cual con su propio templo, colegios, tribunales y control comunal de la tierra. Cada uno elegía a un jefe, llamado «Tlatoani = el que habla»<ref>El idioma náhuatl es uno de los más ricos y expresivos que ha forjado la mente humana. Hablarlo con propiedad era todo un apreciado arte, tanto que existían dos idiomas: el vulgar: "macehuatolli" y el refinado: "tecpillatolli", por ello identificaban la autoridad máxima con la mejor manera de hablar.</ref>. El conjunto de todos los ''tlatoanis'', junto con representantes del clero y del ejército, constituía el «''Tlatocan''», que era el cuerpo colegiado que efectivamente gobernaba México. Ellos designaban a cuatro ejecutivos: el «''[[CIHUACÓATL;_Deidad_femenina_de_la_mitología_azteca | Cihuacóatl]]'' = Serpiente Mujer» (nombre de la diosa madre), el General en Jefe del ejército; el «''Huey Calpizqui'' = Gran Mayordomo», que atendía a todo lo interno a la tribu; el jefe del culto, que era un cargo doble y cuyos titulares llevaban el nombre de «''[[QUETZALCÓATL | Quetzalcóatl]] Tlaloc Tlamacazqui'' = Serpiente emplumada sacerdote de Tláloc» y también el de «''[[QUETZALCÓATL | Quetzalcóatl]] Totec Tlamacazqui'' = Serpiente emplumada sacerdote de nuestro Señor», (nombres que, por sí solos, nos hablan tanto de la teología aun no homogéamente asimilada de los primeros pobladores y de los ulteriores mexicas, como de la importancia de [[QUETZALCÓATL | Quetzalcóatl]]); y, finalmente, el «Huey Tlatoani = Gran Hablante», quien, en la práctica, era el más poderoso, pues se le consideraba "imagen" de [[HUITZILOPOCHTLI | Huitzilopochtli]] y de él dependía la guerra o la paz, pero que de ningún modo era un "Emperador" como erróneamente lo creyeron los españoles; esto es lo que era ''Motecuhzoma'' a su llegada.<br />
<br />
Esos cargos eran electivos e indefinidos en su duración, pero no necesariamente vitalicios: los nombrados podían ser removidos, depuestos y aún ejecutados, si no cumplían a satisfacción del ''Tlatocan''<ref>Tízoc, quinto Huey Tlatoani, muy probablemente fue muerto, y Motecuhzoma II ciertamente fue depuesto.</ref>. En su política exterior, lo que buscaban prioritariamente eran alianzas que implicaban "nunca ser contrarios al imperio, dejar entrar y salir, tratar y contratar a los mercaderes y gente de él, enviando cierto presente de oro, pedrería, plumas y mantas, requiriéndoles que recibiesen a sus dioses mexicanos y los tuviesen en su templo y adorasen y reverenciasen [...] los pueblos que ansí venían de su voluntad, sin haber precedido guerra, tributaban como amigos y no como vasallos, y servían trayendo presentes y estando obedientes".<ref>Ixtlilxochitl Fernando de Alva: "Historia de la Nación Chichimeca" en "Obras Históricas", U.N.A.M., Instituto de Investigaciones Históricas, México 1977, cap. 38, p. 103.</ref><br />
<br />
“''El esplendor de México-Tenochtitlan, su etapa imperial, duró escasamente un siglo, y en esa historia intervinieron seis gobernantes.''”<ref>Escalante Gonzalbo Pablo, Obra citada p. 167</ref>Fueron ellos: ''Izcóatl'', quien gobernó de 1427 a 1440 y dio a los [[AZTECAS | aztecas]] su independencia; [[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN | Moctezuma]] I –''Ilhuicamina''- (1440-1469) que empezó la gran expansión territorial y consolidó el estado mexica; ''Axayácatl'' (1469-1481) que fracasó en su intento por someter a los tarascos pero conquistó ''Oztomán'' (hoy Estado de Guerrero); ''Tizoc'' (1481-1486) quien conquistó la Mixteca y Tuxpan; ''Ahuítzotl'' (1486-1502) quien tuvo fama de guerrero feroz y conquistó Oaxaca pero fracasó también ante los tarascos; y [[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN | Moctezuma]] II –''Xocoyotzin''- (1502-1520) quien recrudeció los ataques contra Tlaxcala para someterla definitivamente sin lograr su propósito, situación ésta que prevalecía a la llegada de [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]]. ''Cuitláhuac'' y Cuauhtémoc gobernaron sólo durante el sitio que los españoles pusieron a [[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]].<br />
<br />
La nobleza azteca se integró inicialmente por aquellos guerreros que se habían distinguido por su valentía; posteriormente sólo se reconoció como nobles a quienes descendían de nobles. Los nobles «''Pipiltin''» y el ''Huey Tlatoani'' eran quienes administraban la justicia. “''El palacio de los señores, o casas reales, tenía muchas salas: la primera era la sala de la Judicatura, donde residían el rey, los señores cónsules, o oidores (jueces), y principales nobles, oyendo las cosas criminales, como pleitos y peticiones de la gente popular, y allí juzgaban y sentenciaban a los criminales a pena de muerte (…) y también allí juzgaban a los principales nobles y cónsules, cuando caían en algún crimen condenándolos a muerte o a destierro, o a ser trasquilados, o les hacían maceguales.''”<ref>Sahagún Bernardino de. Historia General de las Cosas de Nueva España. Libro VIII, Cap. XIV. Ed. Porrúa, México, 1989, p. 465</ref>Los mercaderes, que en sus correrías también realizaban labores militares, eran tenidos por señores..”<ref>Cfr. Sahagún, Ob. Cit. Libro IX, Cap. II. Ed. citada, p.490 y ss</ref><br />
<br />
La gran base de la sociedad estaba constituida por los ''macehuales'' (''macehualli'', o en plural macehualtin). Sólo por encima de los esclavos, los macehualtin pagaban impuestos, debían participar en la realización de obras colectivas, especialmente en la agricultura, y participar en las acciones bélicas. El ''macehualli'' “''era miembro de un clan y parte de la célula de la tierra, de una especie de sociedad mutualista; era, en suma, un indio de cuerpo apto, contribuyente. En primer lugar era un agricultor, un campesino (…) y sin embargo, este azteca común era algo más. Era también un guerrero, parte de una milicia agraria.''”<ref>Von Hagen, obra citada p.52</ref><br />
<br />
==Cosmogonía y religión==<br />
<br />
A pesar de que los [[AZTECAS | aztecas]] nunca se preocuparon por formularse una sistemación teológica coherente, y tanto menos en que pudiera parecerlo a ojos españoles, pues como juzgaba Mendieta "''diferentemente relataban diversos desatinos, fábulas y ficciones''"<ref>Mendieta Jerónimo de O.F.M. : Historia Eclesiática Indiana., lib. II, cap. 1.</ref>, sin embargo todos sus mitos coincidían en asignar al hombre un lugar nobilísimo en cuanto a su origen y a su situación ante sus dioses, ya que había nacido por su interés y de su sacrificio, y era su colaborador en el sustento del orden cósmico, tarea a la que se entregaron con arrolladora totalidad, pero que vino a resultarles espada de dos filos, pues, mientras se desenvolvió en un contexto cultural propicio, les confirió una fuerza irresistible, misma que se metamorfoseó en paralizante maleficio cuando hubo de enfrentarse a otra: la de los españoles, no menos religiosa ni menos totalizante, pero que veía al mundo de modo completamente diferente.<br />
<br />
Su religiosidad era abrumadora: "''Puédese afirmar por verdad infalible -asegura Mendieta- que en el mundo no se ha descubierto nación o generación de gente más dispuesta y aparejada para salvar sus ánimas (siendo ayudados para ello), que los indios de esta Nueva España.''"<ref>Mendieta: Historia Ecca.: libro IV, cap. 21</ref>, y Sahagún no se queda atrás: "''En lo que toca a religión y cultura de sus dioses no creo que ha habido en el mundo idólatras tan reverenciadores de sus dioses, ni tan a su costa, como estos de esta Nueva España; ni los judíos, ni ninguna otra nación tuvo yugo tan pesado y de tantas ceremonias como le han tomado estos naturales por espacio de muchos años..''"<ref>Sahagún: "Historia General...", Prólogo</ref>.<br />
<br />
La cosmovisión de los [[AZTECAS | aztecas]] se centraba en el sol, que en su recorrido diario de oriente a poniente manifestaba la divinidad en su nacimiento, cenit y ocaso. Por ello los'' tlamatinime'' (sabios) [[AZTECAS | aztecas]] afirmaban que el mundo fue creado y destruido cuatro veces; luego, en el [[QUINTO_SOL_(La_cosmogonía_azteca) | quinto sol]], los dioses crearon nuevamente el mundo, siendo el dios [[QUETZALCÓATL | Quetzalcóatl]] quien creó a los hombres y a las plantas. “''En el México antiguo, el Sol representaba el corazón de su visión cósmica. Todo el ciclo de la vida, de los imperios y los reinos, de la religión y de los años, giraba simbólicamente alrededor del Sol: coincidía simbólicamente con el «recorrido» del astro de Este a Oeste en el arco de un día. El gobernante, el sacerdote, el sabio, tenían como misión cooperar para mantener viva y en marcha la máquina del mundo. Por ello, el Sol se encuentra identificado y en el centro de esas misiones, y los poderes político y religioso, que de hecho se identifican, están en función de esa misión (…) Para los mexicas, el rey o ''huey tlatoani'' representaba al Sol bajo el aspecto de [[HUITZILOPOCHTLI | Huitzilopochtli]] (…) Desde el primer emperador-sacerdote mexica, [[ACAMAPICHTLI | Acamapichtli]], hasta el último ''tlatoani'' que cae con la conquista española, el tlatoani es figura y «semejanza de nuestro dios [[HUITZILOPOCHTLI | Huitzilopochtli]]». Es él quien lo elige. El ''tlatoani'' es «su envoltura y su piel», es decir, su ''ixiptla''.''”<ref>González Fernández Fidel. Guadalupe: pulso y corazón de un pueblo. Ediciones Encuentro, Madrid 2004, pp. 24-25</ref><br />
<br />
Conforme a esta cosmogonía que era, de hecho, un determinismo cósmico, el Sol-[[HUITZILOPOCHTLI | Huitzilopochtli]] exigía la sangre de los hombres para que continuara la existencia del universo. La sangre y los corazones humanos sacrificados en los altares [[AZTECAS | aztecas]] impedían la extinción del Sol e impedían el dominio de los seres de la obscuridad. Los demás dioses que presidían los fenómenos naturales -como la lluvia y el viento- y los dioses menores relacionados con ellos, también exigían el sacrificio de seres humanos. De ahí que los ritos de la religión azteca estuvieran constituidos por una gran cantidad de sacrificios humanos, los cuales fueron ampliamente detallados por [[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray | Bernardino de Sahagún]] en el libro segundo de su célebre ''Historia General de las cosas de Nueva España''. <br />
<br />
La proliferación de los sacrificios humanos, consecuencia de esa cosmovisión, fue también notable. “''Ahuítzotl (1486-1502) accedió al trono siendo aún adolescente y murió joven (…) Celebró su coronación con el sacrificio de 80 000 prisioneros huastecos. La cifra parece exagerada pero varias fuentes coinciden en ella.''”<ref>Escalante Gonzalbo. Obra citada, p. 170</ref>Sobre ese mismo acontecimiento pero dándole otro significado Schlarman escribe: “''Ese mismo año de 1487 Ahuitzotl, Emperador de los [[AZTECAS | Aztecas]], y tío de un muchacho que iba a ser [[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN | Moctezuma]], iba a celebrar la dedicación del gran teocalli o templo principal en la Gran [[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca | Tenochtitlán]]. La solemnidad debía costar la vida a un crecido número de víctimas humanas que, en opinión de Torquemada, fueron 72,344; Ixtlilxóchitl las apreciaba en 80,000 y los [[CÓDICES_precolombinos | códices]] Telleriano y Vaticano en solo 20,000, cifra todavía horrorosa.''”<ref>Schlarman, obra citada, p. 21</ref><br />
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La sangre, pues, era elemento esencial del orden cósmico, y deber ineludible del Pueblo del Sol el procurársela, tanto por razón de ''"nobleza obliga"'', ya que no hacían sino retornarle lo que él les había donado antes, como porque sin día y sin noche no podrían ellos vivir. La forma de atender a ese cometido era la guerra, la cosecha de corazones; pero, precisamente por eso, la guerra no era para los mexicanos el aniquilamiento de los enemigos, sino sólo su sometimiento al orden que equilibraba a todos. Esto suena extraño, y hay que explicarlo un poco más: ¿Tenían estos pueblos y culturas la idea de creación en el sentido bíblico? La respuesta es negativa. Ante todo, tomemos en cuenta que la idea india de creación (término que no podemos usar en el sentido bíblico según la mentalidad de estas culturas) no era en absoluto como la de la tradición bíblica o hebreo - cristiana, la del SER, poder absoluto, que con su solo Fiat manda que se hagan las cosas, y éstas quedan hechas de la nada..., sino era «''Macehualiztli'' = La acción de merecer, de ganar con total esfuerzo, entrega». El ser humano para ellos era el ''Macehualli'' por antonomasia, es decir: el Merecido con la sangre y el sacrificio divinos; y por eso los arduos trabajos, las duras campañas, los actos de sacrificio físico, a veces espantosamente duros, no los veían como carga o castigo o dolor..., sino como una forma de asimilarse a Dios. También por eso, la máxima oración era ''el canto y la danza'', pues en ella se entregaba todo el ser. Nos refiere Motolinía (fray [[BENAVENTE_(MOTOLINIA),_Fray_Toribio_de | Toribio de Benavente]]): ".. ''la danza se llama ''maceualiztli'', que propiamente quiere decir merecimiento [...] ansí como decimos merecer uno en las obras de caridad. de penitencia y en las otras virtudes hechas por buen fin. [...]. En estas no sólo llamaban e honraban e alababan a sus dioses con cantares de la boca, más también con el corazón y con los sentidos del cuerpo [...] , por lo cual aquel trabajoso cuidado de levantar sus corazones y sentidos a sus demonios, y de servirlos con todos los talantes del cuerpo...''."<ref>Motolinia Fr. Toribio Paredes de Benavente O.F.M.: "Memoriales o Libro de las Cosas de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] y de los Naturales de ella", U.N.A.M., Instituto de Investigaciones Históricas, México 1971, II parte, cap. 27, no. 782, p. 387.</ref>.<br />
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Para el indio el ''«téquitl»'', (literalmente ''corte'', del verbo ''tequi'' = ''cortar''), era simultáneamente trabajo y gloria, dolor y exaltación. «''Tetequi''= cortar persona» era "Sacrificarse al ydolo, sacando sangre de las orejas o de la lengua, y de los otros miembros"<ref>Molina Fray Alonso de O.F.M.: "Vocabulario en Lengua Castellana y Mexicana y Mexicana y Castellana", 1a. Edición México 1555-1571; Editorial Porrúa, Biblioteca Porrúa no. 44, Estudio Preliminar de León-Portilla Miguel, 4a. edición, México 2001, Sub voce "Sacrificarse...", p. 106 v.</ref>También, por eso, una dura tarea, prolongada incluso durante generaciones, pero sustentada por la convicción de que era un asimilarse a Dios, (como había sido su peregrinar hasta llegar al [[ANÁHUAC | Anáhuac]]), la veían como noble, lógica, deseable. Fueron en eso tan coherentes, que su entrega y aprecio de lo que los misioneros consideraron penitencia, que la penitencia de los misioneros cristianos les hacía sentirse hasta avergonzados: "..''. siendo cristianos no nos disponemos a hacer por Jesucristo siquiera la centésima parte de lo que éstos hacían por nuestro común enemigo el demonio; la vergüenza que los cristianos deberíamos tener.''.."<br />
<ref>MENDIETA: "Historia Ecca...", libro II, Prólogo</ref>. Esto es de suma importancia que lo tomemos en cuenta para entender nosotros ahora cómo pudieron ellos entender entonces a ''la Virgen de Guadalupe''.<br />
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==Situación tras la Conquista==<br />
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En la «Plaza de las Tres Culturas» en Tlatelolco están grabadas unas palabras de Jaime Torres Bodet que sabiamente dicen: ''“''El 13 de agosto de 1521, heroicamente defendido por Cuauhtémoc, cayó Tlatelolco en poder de [[CORTÉS,_Hernán | Hernán Cortés]]. No fue triunfo ni derrota, fue el doloroso nacimiento del pueblo mestizo que es el México de hoy''.”'' En efecto, la política de los conquistadores fue incorporar a los [[AZTECAS | aztecas]] y a los demás pueblos indígenas a la Corona española y constituyeron una de las raíces de la nueva Nación que empezó a formarse a partir de la Conquista. El mestizaje biológico fue un proceso lento; el [[MESTIZAJE_CULTURAL;_Escritura_pictográfica,_jeroglífica_y_alfabética | mestizaje cultural]] fue más inmediato, especialmente tras el ''Acontecimiento del [[TEPEYAC | Tepeyac]]''. En la actualidad aún el criollo o el indígena biológicamente puros, son culturalmente mestizos.<br />
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==Notas==<br />
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== Bibliografía==<br />
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* Caso Alfonso: "El Pueblo del Sol", Fondo de Cultura Económica, México 1953<br />
* Escalante Gonzalbo Pablo. Historia General de México (ilustrada). Ed. El Colegio de México y la LXI Cámara de Diputados. México, 2010, Vol. I<br />
* González Fernández Fidel. Guadalupe: pulso y corazón de un pueblo. Ediciones Encuentro, Madrid 2004<br />
* Ixtlilxochitl Fernando de Alva: "Historia de la Nación Chichimeca" en "Obras Históricas", U.N.A.M., Instituto de Investigaciones Históricas, México 1977<br />
* Mendieta Jerónimo de O.F.M. : Historia Eclesiática Indiana . Porrúa, México, 1971<br />
* Molina Fray Alonso de O.F.M.: "Vocabulario en Lengua Castellana y Mexicana y Mexicana y Castellana", 1a. Edición México 1555-1571; Editorial Porrúa, Biblioteca Porrúa no. 44, Estudio Preliminar de LEON-PORTILLA Miguel, 4a. edición, México 2001,<br />
* Motolinía Fr. Toribio Paredes de Benavente O.F.M.: "Memoriales o Libro de las Cosas de [[NUEVA_ESPAÑA;_Virreinato_de_la | la Nueva España]] y de los Naturales de ella", U.N.A.M., * * Instituto de Investigaciones Históricas, México 1971,<br />
* Sahagún Bernardino de. Historia General de las Cosas de Nueva España. Porrúa, México, 1989 <br />
* Soutelle Jacques: "La vie quotidienne des Azteques a la veille de la conquête espagnole", Editorial Hachette, París 1955,<br />
* Von Hagen Víctor Wolfgang. Los [[AZTECAS | Aztecas]], Hombre y Tribu. Ed. Diana, 2 edición, México, 1965<br />
* Schlarman Joseph H.L.. México, tierra de volcanes. Ed. Porrúa, México, 14 edición, 1987<br />
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'''FIDEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ / JUAN LOUVIER CALDERÓN'''<br />
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<relatedtags><br />
[[MESTIZAJE_CULTURAL;_Escritura_pictográfica,_jeroglífica_y_alfabética | MESTIZAJE_CULTURAL;_Escritura_pictográfica,_jeroglífica_y_alfabética]]<br />
[[ACAMAPICHTLI| ACAMAPICHTLI]]<br />
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[[ANÁHUAC| ANÁHUAC]]<br />
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[[BENAVENTE_(MOTOLINIA),_Fray_Toribio_de| BENAVENTE (MOTOLINIA), Fray Toribio de]]<br />
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[[CIHUACÓATL;_Deidad_femenina_de_la_mitología_azteca| CIHUACÓATL; Deidad femenina de la mitología azteca]]<br />
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[[CÓDICES_precolombinos| CÓDICES precolombinos]]<br />
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[[CONQUISTA_DE_MÉXICO| CONQUISTA DE MÉXICO]]<br />
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[[CORTÉS,_Hernán| CORTÉS, Hernán]]<br />
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[[HUEJOTZINGO| HUEJOTZINGO]]<br />
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[[HUITZILOPOCHTLI| HUITZILOPOCHTLI]]<br />
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[[ITZCÓATL| ITZCÓATL]]<br />
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[[MOCTEZUMA_XOCOYOTZIN| MOCTEZUMA XOCOYOTZIN]]<br />
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[[NEZAHUALCÓYOTL| NEZAHUALCÓYOTL]]<br />
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[[QUETZALCÓATL| QUETZALCÓATL]]<br />
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[[SAHAGÚN,_Bernardino_de_Fray| SAHAGÚN, Bernardino de Fray]]<br />
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[[TENOCHTITLAN;_Capital_del_pueblo_Azteca| TENOCHTITLAN; Capital del pueblo Azteca]]<br />
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[[TEPEYAC| TEPEYAC]]<br />
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[[TEOTIHUACÁN| TEOTIHUACÁN]]<br />
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[[TEXCOCO| TEXCOCO]]<br />
<br />
[[TEZCATLIPOCA;_Deidad_azteca| TEZCATLIPOCA; Deidad azteca]]<br />
<br />
[[TOLTECAS| TOLTECAS]]<br />
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Louvier