Diferencia entre revisiones de «CHICHIMECA»
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Revisión del 14:24 12 feb 2014
CHICHIMECA
Conjunto de pueblos indígenas, nómadas o semi-nómadas que, a la llegada de los españoles, habitaban las regiones áridas desde Querétaro hacia el norte hasta la región de Saltillo, y desde Guadalajara hasta la Huasteca Potosina. Distintos historiadores e investigadores difieren en cuanto a la etimología del término «chichimeca»; así fray Juan de Torquemada dice que el nombre proviene de la palabra Techichimani, que quiere decir “chupador”, pero Francisco Javier Clavijero↗ dice que esa explicación es violencia a la etimología; “Betancourt se persuade a que dicho nombre se deriva de «chichimé» que significa, dice, perros… yo conjeturo que tal nombre se derivase de algún lugar llamado Chichiman, como de Acolman Acolmecatl.”[1]
Pero más allá de su discutida etimología, todos los autores coinciden en que para los pueblos Nahuas asentados en el Valle de México (aztecas, tezcucanos, etc.), el término «chichimeca» tenía un significado despectivo equivalente al término europeo de “bárbaro”. Clavijero dice: “Eran estos chichimecas, según se colige de su historia, de un carácter muy singular; porque unían a cierta especie de policía, muchos accidentes de barbarie. Vivían bajo las ordenes de un soberano y de jefes gobernadores depositarios de su autoridad (…) Tenían sus poblaciones compuestas como se deja entender de chozas miserables; pero no ejercían la agricultura ni otras artes que caracterizan la vida civil. Vivían de la caza y de los frutos y raíces que la tierra inculta les ofrecía. Su vestido eran las pieles de las fieras que cazaban, y sus armas el arco y la flecha.”[2]
Los principales grupos de chichimecas fueron los cazcanes, los zacatecos y los sumamente belicosos guachichiles. Sin embargo una antigua emigración chichimeca que llegó hasta el Valle de México, entró en contacto con grupos sobrevivientes de la cultura tolteca. “No solamente se abstuvieron los chichimecas de inquietar esas tristes reliquias de aquella célebre nación (la tolteca), sino contrajeron alianzas casando muchos nobles con mujeres toltecas (…) Esta humanidad importó mucho a los chichimecas; porque con el trato familiar de aquella nación comenzaron a gustar del maíz y demás semillas, aprendieron la agricultura, el arte de sacar los metales de la tierra y de fundirlos, el de labrar las piedras, el de hilar y tejer el algodón y otras varias con las cuales mejoraron su sustento, vestuario, habitación y costumbres.”[3]
Remontados en las serranías y montañas, los chichimecas resistieron ferozmente a los españoles durante muchos años, atacando las nuevas poblaciones que estaban siendo edificadas en las regiones cercanas como fue el caso de Guadalajara, llegando a generar rebeliones como la llamada “guerra del Mixtón” (1540-1542) que fue sofocada por el primer virrey novohispano Antonio de Mendoza↗; o la más amplia “guerra chichimeca” en la cual la participación de tropas virreinales conformadas por otros grupos indígenas como los tlaxcaltecas, fue determinante.
“Maestros en el manejo del arco y la flecha, los chichimecas se defendieron con frecuentes asaltos sobre caminos y poblaciones. De esto derivó lo que en la historia se conoce como guerra chichimeca, que no terminó hasta cerca de 1600. Más que guerra, el prolongado conflicto fue una sucesión de enfrentamientos con tribus que lanzaban incursiones aisladas (…) La respuesta del gobierno fue establecer una cadena de puestos defensivos o presidios (nombre derivado de las fortificaciones romanas que «presidían» el avance militar) sobre el camino a Zacatecas. También los hubo hacia Guadalajara y otros rumbos, pues se abrieron nuevas minas en Pachuca, Guanajuato, Sombrerete, Fresnillo y Mazapil.”[4]
NOTAS:
BIBLIOGRAFÍA:
Clavijero Francisco Javier. Historia antigua de México. Porrúa, 5 edición, México, 1976
Historia General de México. Ilustrada. El Colegio de México y la LXI Legislatura de la Cámara de Diputados, México, 2010, Tomo I,
JUAN LOUVIER CALDERÓN