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==PANORAMA GENERAL== | ==PANORAMA GENERAL== | ||
| − | En Hispanoamérica hubo centros universitarios fundados y sostenidos por la Corona, y otros erigidos por las Órdenes mendicantes de dominicos y agustinos y la Compañía de Jesús. En ninguno de ellos parece que hubiesen tenido parte los franciscanos. La Compañía de Jesús multiplicó de improviso sus universidades cuando en 1621 el Papa Gregorio XV, alumno de la Compañía y muy afecto a la misma, emanó un «breve» | + | En Hispanoamérica hubo centros universitarios fundados y sostenidos por la Corona, y otros erigidos por las Órdenes mendicantes de dominicos y agustinos y la Compañía de Jesús. En ninguno de ellos parece que hubiesen tenido parte los franciscanos. La Compañía de Jesús multiplicó de improviso sus universidades cuando en 1621 el Papa Gregorio XV, alumno de la Compañía y muy afecto a la misma, emanó un «breve»<ref>Breve ''In supereminenti Apostolicae Sedis'', del 9 de julio de 1621. Bullarium Romanun, Editio Taurinensis, vol. XII, pp. 554-555</ref>por el que facultaba a los superiores de dicha Orden a convertir en universidades sus mejores colegios de América, como lo fueron los colegios «mayores» de Yucatán, Puebla, Quito, Chile, etc. |
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Perteneciendo varias de las universidades a otras familias religiosas, resulta obvio que los agustinos no trabajaron sino en las propias, así como en las erigidas por la Corona que son las dos más famosas del Nuevo Mundo: La Universidad de San Marcos de Lima y la Real y Pontificia Universidad de México. Las universidades creadas y sostenidas por la Orden de los agustinos se reducen a tres: la Universidad de San Fulgencio, en Quito, la Universidad de San Ildefonso, en Lima; y la Universidad de San Nicolás de Bari, en Bogotá. | Perteneciendo varias de las universidades a otras familias religiosas, resulta obvio que los agustinos no trabajaron sino en las propias, así como en las erigidas por la Corona que son las dos más famosas del Nuevo Mundo: La Universidad de San Marcos de Lima y la Real y Pontificia Universidad de México. Las universidades creadas y sostenidas por la Orden de los agustinos se reducen a tres: la Universidad de San Fulgencio, en Quito, la Universidad de San Ildefonso, en Lima; y la Universidad de San Nicolás de Bari, en Bogotá. | ||
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Como López de Solís hubo otros cuatro agustinos que fueron profesores en San Marcos y luego designados obispos: el P. Francisco de la Serna, catedrático de Nona y luego de Vísperas de Teología, nombrado obispo de Popayán y luego de La Paz; el P. Juan de Almaraz, catedrático de Sagrada Escritura y luego nombrado obispo de Paraguay, pero murió antes de llegar a tomar posesión de la Diócesis; el P. Juan de Ribera, profesor de Artes y Prima de Teología, promovido al obispado de Santa Cruz de la Sierra; y por último el P. Nicolás de Ulloa y Vargas, catedrático de Teología, nombrado obispo auxiliar de Lima y luego trasladado a la diócesis de Tucumán. | Como López de Solís hubo otros cuatro agustinos que fueron profesores en San Marcos y luego designados obispos: el P. Francisco de la Serna, catedrático de Nona y luego de Vísperas de Teología, nombrado obispo de Popayán y luego de La Paz; el P. Juan de Almaraz, catedrático de Sagrada Escritura y luego nombrado obispo de Paraguay, pero murió antes de llegar a tomar posesión de la Diócesis; el P. Juan de Ribera, profesor de Artes y Prima de Teología, promovido al obispado de Santa Cruz de la Sierra; y por último el P. Nicolás de Ulloa y Vargas, catedrático de Teología, nombrado obispo auxiliar de Lima y luego trasladado a la diócesis de Tucumán. | ||
| − | Pero entre quienes no llegaron al episcopado hay una larga lista de más de cien profesores agustinos que da una idea de su gran aporte a la vida universitaria limeña durante todo el periodo virreinal. | + | |
| + | Pero entre quienes no llegaron al episcopado hay una larga lista de más de cien profesores agustinos que da una idea de su gran aporte a la vida universitaria limeña durante todo el periodo virreinal.<ref>Luis Antonio Eguiguren, ''Diccionario Histórico Cronológico de la Real Universidad de San Marcos.'', Vol. II, Lima, 1949</ref>Es digno de recordar el P. Antonio de la Calancha, que si bien no fue nunca catedrático, fue nombrado cronista de la Universidad y redactó un trabajo que entregó en 1647, mismo que se encuentra en el Archivo General de Indias.<ref>Cfr. Rubén Vargas Ugarte, ''Manual de estudios peruanistas'', Lima 1952, p. 149, nota 2</ref> | ||
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Como detalle significativo diremos que en San Marcos hubo una cátedra de San Agustín durante un largo periodo que va, desde 1692 hasta la época de la independencia. | Como detalle significativo diremos que en San Marcos hubo una cátedra de San Agustín durante un largo periodo que va, desde 1692 hasta la época de la independencia. | ||
| − | LOS AGUSTINOS Y LA UNIVERSIDAD DE MÉXICO | + | |
| − | Al tratar de la aportación de la Orden agustiniana a la historia de la Universidad de México hay que distinguir entre la actuación de Fray Alonso de la Veracruz, | + | ==LOS AGUSTINOS Y LA UNIVERSIDAD DE MÉXICO== |
| − | Algunos agustinos suelen escribir que Fray Alonso de la Veracruz fue el fundador de la Universidad de México. Esta afirmación no es del todo correcta pues la Universidad de México surgió del interés del primer arzobispo de México, fray Juan de Zumárraga, y del primer virrey Antonio de Mendoza, cuyos deseos hicieron llegar al Rey Carlos I de España y V de Alemania, solicitud que cristalizó cuando el príncipe regente Felipe, mediante cédula del 25 de septiembre de 1551 dispuso que se fundara esa Universidad. | + | |
| − | El Virrey Luis de Velasco y los oidores de la Real Audiencia se reunieron el 25 de enero de 1553 en la Iglesia del que después fue el Colegio Agustiniano de San Pablo, | + | Al tratar de la aportación de la Orden agustiniana a la historia de la Universidad de México hay que distinguir entre la actuación de Fray Alonso de la Veracruz,<ref>Fray Alonso de la Veracruz nació en Guadalajara, España en 1507, y falleció en la ciudad de México en 1584.</ref>la actuación de dos rectores de la misma, la de otros profesores y la presencia de numerosos agustinos que allí cursaron sus estudios.<ref>Cfr. Alipio Ruiz Zavala. ''Historia de la provincia agustiniana del Santo Nombre de Jesús de México''. Vol. I, México 1984, pp. 413-427.</ref> |
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| + | Algunos agustinos suelen escribir que Fray Alonso de la Veracruz fue el fundador de la Universidad de México. Esta afirmación no es del todo correcta pues la Universidad de México surgió del interés del primer arzobispo de México, fray Juan de Zumárraga, y del primer virrey Antonio de Mendoza, cuyos deseos hicieron llegar al Rey Carlos I de España y V de Alemania, solicitud que cristalizó cuando el príncipe regente Felipe, mediante cédula del 25 de septiembre de 1551 dispuso que se fundara esa Universidad.<ref>En esa fecha aún vivía el Rey-Emperador Carlos I-V, pero ya retirado de la vida pública en el Monasterio del Yuste, por lo que era su hijo el Príncipe Felipe quien gobernaba en calidad de regente.</ref>Por eso atribuir a Fray Alonso la fundación no es correcta, pero esa idea surgió de una errónea interpretación del hecho cierto de que Fray Alonso fue uno de los profesores que en 1553 comenzaron la tarea docente en la Universidad mexicana cuando inició su andadura. | ||
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| + | El Virrey Luis de Velasco y los oidores de la Real Audiencia se reunieron el 25 de enero de 1553 en la Iglesia del que después fue el Colegio Agustiniano de San Pablo,<ref>Ubicado en el Barrio de la Merced, en el actual Centro Histórico de la Ciudad de México. El Colegio, considerado el más grande de la ciudad, funcionó casi tres siglos, hasta que fue clausurado por la Reforma Liberal de 1857.</ref>para proceder a la puesta en marcha de la Universidad nombrando a los primeros profesores que fueron siete, entre ellos ciertamente a Fray Alonso de la Veracruz como Catedrático de Sagrada Escritura. El 29 de agosto de ese mismo año diez agustinos se matricularon como alumnos. En el correr de los años, dos agustinos fueron rectores de la Universidad: el P. Diego de los Ríos y el P. Antonio de Barrientos. Este último precisamente durante el periodo en que el beato Juan de Palafox fue visitador de la Universidad. | ||
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Cuatro profesores agustinos de la Universidad de México fueron después nombrados obispos: Pedro Suárez de Escobar, para Guadalajara; Pedro de Agurto, obispo de Cebú (Filipinas); Diego Ruiz de Contreras, arzobispo de Santo Domingo; y Gonzalo de Hermosillo, primer obispo de Durango. Hubo tres profesores agustinos como catedráticos de las lenguas indígenas otomí y náhuatl. | Cuatro profesores agustinos de la Universidad de México fueron después nombrados obispos: Pedro Suárez de Escobar, para Guadalajara; Pedro de Agurto, obispo de Cebú (Filipinas); Diego Ruiz de Contreras, arzobispo de Santo Domingo; y Gonzalo de Hermosillo, primer obispo de Durango. Hubo tres profesores agustinos como catedráticos de las lenguas indígenas otomí y náhuatl. | ||
| − | El P. Mariano Cuevas en su obra «Monje y Marino» sobre el notable fraile agustino fray Andrés de Urdaneta, | + | |
| − | En cuanto al número de graduados en la Universidad, el P. Alipio Ruiz, siguiendo los registros de la obra especializada de Fernández Ruecas, | + | El P. Mariano Cuevas en su obra «Monje y Marino» sobre el notable fraile agustino fray Andrés de Urdaneta,<ref>Andrés de Urdaneta (1508-1568) fue un notable cosmógrafo y explorador que participó en las expediciones de Juan Sebastián Elcano a las Molucas y en la de López de Legaspi que colonizó las Filipinas, alcanzando fama universal por descubrir y documentar la ruta Manila-Acapulco que permitió superar el llamado «regreso imposible» entre las Filipinas y México. En marzo de 1553 a sus 45 años, ingresó como fraile en la Orden de San Agustín en el convento de los agustinos de la capital mexicana, donde permaneció hasta su fallecimiento.</ref> afirma que ''“respecto del número de doctores que ha tenido la universidad de México del Instituto de San Agustín, bastará decir que a principios del siglo XVII formaba un tercio del total del claustro y que algunos años después ascendió tanto su número, que aún se pretendió que solo los agustinos formasen una nueva universidad, porque tenían doctores en todas las facultades, sin excluir la medicina y la filosofía, que en esas épocas solamente tenían el título de maestros los graduados en ellas.”''<ref>Mariano Cuevas. ''Monje y Marino'', Ed. Galatea, México, 1943, p. 176</ref> |
| − | El P. Alipio Ruiz Zavala ha contado para todo el periodo (1553-1833) la respetable cifra de 328 maestros y lectores agustinos. | + | |
| − | EN LA PROVINCIA AGUSTINIANA DE MICHOACÁN NO HUBO CULTURA UNIVERSITARIA | + | En cuanto al número de graduados en la Universidad, el P. Alipio Ruiz, siguiendo los registros de la obra especializada de Fernández Ruecas,<ref>Guillermo Fernández Ruecas. ''Grados de licenciados, Maestros y Doctores de la Real y Pontificia Universidad de México''. México, 1963</ref>localizó 88 titulados agustinos. Tan desahogada andaba la Provincia de México de doctores universitarios, que cuando en 1641 la universidad de Quito pedía ayuda de personal, el Padre General intervino para que enviara cinco a la Provincia peruana. |
| − | Ante el crecimiento cuantitativo y cualitativo de la Provincia agustiniana de México, por desprendimiento natural de ella en 1602 nació la Provincia de San Nicolás de Tolentino en Michoacán. La historia de esta Provincia ha sido recogida y relatada por el padre Fray Nicolás Navarrete OSA. | + | |
| − | Según narra el P. Navarrete, la actividad intelectual de grado universitario en esta provincia fue tan escasa que apenas puede señalarse una sutil presencia. | + | El P. Alipio Ruiz Zavala ha contado para todo el periodo (1553-1833) la respetable cifra de 328 maestros y lectores agustinos.<ref>Alipio Ruiz Zaval, ''Historia….vol.I, p. 418''</ref> |
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| + | ==EN LA PROVINCIA AGUSTINIANA DE MICHOACÁN NO HUBO CULTURA UNIVERSITARIA== | ||
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| + | Ante el crecimiento cuantitativo y cualitativo de la Provincia agustiniana de México, por desprendimiento natural de ella en 1602 nació la Provincia de San Nicolás de Tolentino en Michoacán. La historia de esta Provincia ha sido recogida y relatada por el padre Fray Nicolás Navarrete OSA.<ref>Nicolás Navarrete OSA, ''Historia de la provincia agustiniana de San Nicolás de Tolentino de Michoacán.'' 2 vols. México, 1974</ref> | ||
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| + | Según narra el P. Navarrete, la actividad intelectual de grado universitario en esta provincia fue tan escasa que apenas puede señalarse una sutil presencia.<ref>Por el contrario, en Michoacán destacó la presencia de la Compañía de Jesús con su Colegio Mayor de Pátzcuaro.</ref> | ||
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En esta provincia estuvo el P. Lucas Centeno, que fue Procurador Provincial en las cortes de Roma y Madrid, y en el periodo 1774-1778 Provincial de la Orden. Fue profesor de derecho en la Universidad de Guadalajara. Otro religioso destacado de la provincia michoacana fue el P. Cantillana, quien se había doctorado en la Universidad de México. | En esta provincia estuvo el P. Lucas Centeno, que fue Procurador Provincial en las cortes de Roma y Madrid, y en el periodo 1774-1778 Provincial de la Orden. Fue profesor de derecho en la Universidad de Guadalajara. Otro religioso destacado de la provincia michoacana fue el P. Cantillana, quien se había doctorado en la Universidad de México. | ||
| − | LA UNIVERSIDAD AGUSTINIANA DE QUITO | + | ==LA UNIVERSIDAD AGUSTINIANA DE QUITO== |
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De las tres universidades fundadas por la Orden de San Agustín, la más antigua es la «Universidad de san Fulgencio» en Quito, creada el año de 1586. Los agustinos habían llegado a esa ciudad apenas hacía 15 años, en 1573, y habían encontrado que todas las escuelas habían sido creadas por los franciscanos siguiendo sus experiencias educativas en la Nueva España. Pero la expansión franciscana había provocado que fuera rebasada por los requerimientos de la región, por lo que la Real Audiencia de Quito decidió trasladar las escuelas a los agustinos. | De las tres universidades fundadas por la Orden de San Agustín, la más antigua es la «Universidad de san Fulgencio» en Quito, creada el año de 1586. Los agustinos habían llegado a esa ciudad apenas hacía 15 años, en 1573, y habían encontrado que todas las escuelas habían sido creadas por los franciscanos siguiendo sus experiencias educativas en la Nueva España. Pero la expansión franciscana había provocado que fuera rebasada por los requerimientos de la región, por lo que la Real Audiencia de Quito decidió trasladar las escuelas a los agustinos. | ||
| − | Entre los primeros frailes agustinos llegados a Quito estaba Luis López de Solís, quien 20 años después sería nombrado obispo de esa misma ciudad. Los agustinos, bien preparados y personal abundante, en 1586 decidieron hacer suyo un proyecto que desde 1571 había elaborado y enviado al Rey el obispo dominico Peña para que “se sirviera fundar universidades en todas las cabezas del obispado.” | + | |
| + | Entre los primeros frailes agustinos llegados a Quito estaba Luis López de Solís, quien 20 años después sería nombrado obispo de esa misma ciudad. Los agustinos, bien preparados y personal abundante, en 1586 decidieron hacer suyo un proyecto que desde 1571 había elaborado y enviado al Rey el obispo dominico Peña para que ''“se sirviera fundar universidades en todas las cabezas del obispado.”''<ref>Cfr. Cándido Ajo y Sáinz de Zúñiga. ''Historia de las universidades hispánicas''. Vol. II. Ávila, 1958, pp. 172,173<br>Cfr. Luis Antonio Eguiguren. ''Historia de la Universidad de San Marcos''. Vol. I Lima, 1951</ref> | ||
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El proyecto no hizo progresos en los años siguientes, hasta que los agustinos lo retomaron pensando que lo mejor para ponerlo en práctica era dirigirse directamente al Papa. En su petición hicieron notar la gran distancia de 900 leguas (4500 km.) que existe de Quito a la universidad de Lima, con la problemática económica y de tiempo para los habitantes de ese obispado que quisieran proseguir estudios universitarios. Solicitaban pues que se les concediese crear en su amplio convento una universidad general que pudiera otorgar los grados de bachiller, licencia y doctor, y pudieran leer (enseñar) todas las ciencias y facultades permitidas por el derecho. | El proyecto no hizo progresos en los años siguientes, hasta que los agustinos lo retomaron pensando que lo mejor para ponerlo en práctica era dirigirse directamente al Papa. En su petición hicieron notar la gran distancia de 900 leguas (4500 km.) que existe de Quito a la universidad de Lima, con la problemática económica y de tiempo para los habitantes de ese obispado que quisieran proseguir estudios universitarios. Solicitaban pues que se les concediese crear en su amplio convento una universidad general que pudiera otorgar los grados de bachiller, licencia y doctor, y pudieran leer (enseñar) todas las ciencias y facultades permitidas por el derecho. | ||
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| − | El nacimiento de estas otras universidades significó un detrimento a la universidad de los agustinos, debido principalmente a que esta última funcionaba sin autorización formal de parte de la Corona que ante el «breve» papal dio una aprobación condicionada “en el ínterin que se fundaba en Quito unos Estudios Generales de fundación real.” | + | El Papa Sixto V, mediante un «breve» fechado en Roma el 20 de agosto de 1586, concedió lo solicitado, dando al mismo tiempo facultad para ''“mudar, corregir y reformar cualesquier estatutos y ordenanzas”'' las cuales fueran después sometidas a la aprobación del Ordinario. Sabemos por el cronista Grijalva que tal documento no se presentó al Consejo de Indias hasta 1594, cuando ya estaba gobernando la Diócesis el Obispo agustino Luis López de Solís. Esto quiere decir que la universidad estuvo sin funcionar hasta que el Obispo López de Solís la puso en funcionamiento en 1603. En Quito funcionaron otras dos universidades: La de San Gregorio erigida por los jesuitas en 1621, y la de Santo Tomás, erigida por los dominicos en 1681. |
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| + | El nacimiento de estas otras universidades significó un detrimento a la universidad de los agustinos, debido principalmente a que esta última funcionaba sin autorización formal de parte de la Corona que ante el «breve» papal dio una aprobación condicionada ''“en el ínterin que se fundaba en Quito unos Estudios Generales de fundación real.”''<ref>Luis Antonio Eguiguren, ''Diccionario Histórico Cronológico de la Real Universidad de San Marcos''., Vol. II, Lima, 1949</ref>A pesar de ello, la Universidad de los agustinos continuó funcionando y otorgando títulos. | ||
Desde 1708 las facultades de filosofía y teología empezaron a dar títulos de bachiller, licenciado y doctorado en cánones y leyes. Tenía alumnos originarios de Quito, y también de Panamá, Pasto, Cali, Popayán, Bogotá, Tumaco, Cuenca, y otras poblaciones. | Desde 1708 las facultades de filosofía y teología empezaron a dar títulos de bachiller, licenciado y doctorado en cánones y leyes. Tenía alumnos originarios de Quito, y también de Panamá, Pasto, Cali, Popayán, Bogotá, Tumaco, Cuenca, y otras poblaciones. | ||
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La decadencia de este Centro de Cultura comenzó a mediados del siglo XVII por la confluencia de varios factores externos como lo fueron la apertura de las universidades de las otras órdenes y la cancelación de la autorización a enseñar a varios profesores dictada por el Oidor Matías Lagunes, a lo que siguió la prohibición de otorgar grados a los miembros de la Orden Agustina. | La decadencia de este Centro de Cultura comenzó a mediados del siglo XVII por la confluencia de varios factores externos como lo fueron la apertura de las universidades de las otras órdenes y la cancelación de la autorización a enseñar a varios profesores dictada por el Oidor Matías Lagunes, a lo que siguió la prohibición de otorgar grados a los miembros de la Orden Agustina. | ||
| − | El golpe definitivo vino de parte del Rey Carlos III después de su inicuo decreto de expulsión de la Compañía de Jesús de todos los territorios de la Corona española: una cédula de esta monarca fechada el 25 de agosto de 1876 canceló la Universidad de los agustinos en Quito, tal y como ya lo había hecho con las universidades jesuitas. | + | El golpe definitivo vino de parte del Rey Carlos III después de su inicuo decreto de expulsión de la Compañía de Jesús de todos los territorios de la Corona española: una cédula de esta monarca fechada el 25 de agosto de 1876 canceló la Universidad de los agustinos en Quito, tal y como ya lo había hecho con las universidades jesuitas.<ref>Cándido Ajo, Ob., cit., vol. V, p. 504</ref> |
| − | EL COLEGIO-UNIVERSIDAD DE SAN ILDEFONSO EN LIMA | + | ==EL COLEGIO-UNIVERSIDAD DE SAN ILDEFONSO EN LIMA== |
Además de la colaboración de los agustinos con la Real Universidad de San Marcos en Lima, tuvieron en la capital del virreinato del Perú una institución universitaria propia: el Colegio de San Ildefonso. Fue el P. Alonso Pacheco quien en 1594 dio los primeros pasos para edificar el Colegio a la otra orilla del Rimac, y le asignó rentas para su mantenimiento. | Además de la colaboración de los agustinos con la Real Universidad de San Marcos en Lima, tuvieron en la capital del virreinato del Perú una institución universitaria propia: el Colegio de San Ildefonso. Fue el P. Alonso Pacheco quien en 1594 dio los primeros pasos para edificar el Colegio a la otra orilla del Rimac, y le asignó rentas para su mantenimiento. | ||
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La construcción del edificio del Colegio se terminó en 1606, y ese mismo año se le concedió voto en el capítulo a los regentes del Colegio de San Idelfonso y del convento «grande» de San Agustín, que todavía subsiste. Dos años después, en 1608 el Padre Gonzalo Díaz Piñeiro asistió al Capítulo General de la Orden celebrado en Roma. Antes de regresar a América, el Padre Díaz Piñeiro presentó a la Santa Sede una solicitud para que al Colegio de San Ildefonso de Lima le fuera concedido rango universitario y se le otorgara la facultad de conferir grados en todas las disciplinas y para todos los sacerdotes, fueran estos agustinos o no. | La construcción del edificio del Colegio se terminó en 1606, y ese mismo año se le concedió voto en el capítulo a los regentes del Colegio de San Idelfonso y del convento «grande» de San Agustín, que todavía subsiste. Dos años después, en 1608 el Padre Gonzalo Díaz Piñeiro asistió al Capítulo General de la Orden celebrado en Roma. Antes de regresar a América, el Padre Díaz Piñeiro presentó a la Santa Sede una solicitud para que al Colegio de San Ildefonso de Lima le fuera concedido rango universitario y se le otorgara la facultad de conferir grados en todas las disciplinas y para todos los sacerdotes, fueran estos agustinos o no. | ||
| − | Presentado el memorial a la Congregación del Concilio, su prefecto el Cardenal Pamphili opinó que se podía conceder lo solicitado, pero solo para los agustinos. Cuando fue presentado al Papa para la firma, lo concedió solo para los agustinos y solo para las facultades de Artes y de Teología. | + | Presentado el memorial a la Congregación del Concilio, su prefecto el Cardenal Pamphili opinó que se podía conceder lo solicitado, pero solo para los agustinos. Cuando fue presentado al Papa para la firma, lo concedió solo para los agustinos y solo para las facultades de Artes y de Teología.<ref>«Breve» pontificio «In suprema Catholicae Ecclesiae» del 13 de octubre de 1608 Archivo Vaticano, Segr. Brev. Vol. 346, fol. 343</ref> |
Este documento no fue admitido hasta 1616 en la Congregación Intermedia de la Provincia, encargando entonces a los Padres Diego Pérez y Francisco Verdugo redactar los primeros estatutos, mismos que fueron renovados en 1661. Con el tiempo, el Colegio se convirtió en el plantel más prestigioso del Perú, aparte la Universidad de San Marcos. | Este documento no fue admitido hasta 1616 en la Congregación Intermedia de la Provincia, encargando entonces a los Padres Diego Pérez y Francisco Verdugo redactar los primeros estatutos, mismos que fueron renovados en 1661. Con el tiempo, el Colegio se convirtió en el plantel más prestigioso del Perú, aparte la Universidad de San Marcos. | ||
| − | El Colegio estaba ubicado en la parte norte de Lima a orillas del río Rimac, y el edificio inaugurado en 1606 duró hasta el terremoto de 1687, en el que se perdieron obras de arte inestimables. Reedificado, prosiguió su labor educativa hasta 1826. | + | El Colegio estaba ubicado en la parte norte de Lima a orillas del río Rimac, y el edificio inaugurado en 1606 duró hasta el terremoto de 1687, en el que se perdieron obras de arte inestimables. Reedificado, prosiguió su labor educativa hasta 1826.<ref>Posteriormente fue colegio de las Madres Franciscanas y desde 1918 Escuela de Bellas Artes.</ref>Era un edificio majestuoso, con dos claustros, iglesia, refectorio, etc. Tenía a mediados del siglo XVII, en torno a cien alumnos, y un nutrido claustro de profesores, que incluía en 1657 varios Maestros y Doctores, tres de los cuales eran catedráticos en la Universidad Real de San Marcos. |
De las aulas del Colegio Agustino salieron hombres de prestigio como Gaspar de Villarroel, obispo de Santiago y conocido tratadista del derecho indiano. A este colegio venían alumnos agustinos provenientes de las Provincias de Chile, Quito y Nueva Granada, antes de que se fundara la Universidad agustiniana en Bogotá. | De las aulas del Colegio Agustino salieron hombres de prestigio como Gaspar de Villarroel, obispo de Santiago y conocido tratadista del derecho indiano. A este colegio venían alumnos agustinos provenientes de las Provincias de Chile, Quito y Nueva Granada, antes de que se fundara la Universidad agustiniana en Bogotá. | ||
| − | LA UNIVERSIDAD DE SAN NICOLAS DE BARI EN BOGOTÁ | + | ==LA UNIVERSIDAD DE SAN NICOLAS DE BARI EN BOGOTÁ== |
El tercer centro universitario de los agustinos en América, por orden cronológico de fundación, fue la universidad de San Nicolás de Bari en Bogotá, erigida en 1694. Los primeros proyectos para su creación surgieron durante el Capítulo general de 1693, comisionando al Padre peruano graduado en San Ildefonso José Bernardo de Quirós, para que diera los pasos necesarios en las Curias de Madrid y Roma para hacer realidad el proyecto. | El tercer centro universitario de los agustinos en América, por orden cronológico de fundación, fue la universidad de San Nicolás de Bari en Bogotá, erigida en 1694. Los primeros proyectos para su creación surgieron durante el Capítulo general de 1693, comisionando al Padre peruano graduado en San Ildefonso José Bernardo de Quirós, para que diera los pasos necesarios en las Curias de Madrid y Roma para hacer realidad el proyecto. | ||
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El principal motivo de la solicitud presentada al Papa era el hecho de que la Provincia de Nueva Granada había alcanzado una sólida prosperidad y por eso había sido separada de la Provincia de Lima. Anteriormente los agustinos eran enviados a las universidades de Lima y Quito, mismas que distaban más de 700 leguas de Bogotá, siempre con gran riesgo y costo. Y como la nueva Provincia de Nueva Granada carecía de un centro de estudios superiores, la argumentación del Padre De Quirós se sostenía sobre esta situación. | El principal motivo de la solicitud presentada al Papa era el hecho de que la Provincia de Nueva Granada había alcanzado una sólida prosperidad y por eso había sido separada de la Provincia de Lima. Anteriormente los agustinos eran enviados a las universidades de Lima y Quito, mismas que distaban más de 700 leguas de Bogotá, siempre con gran riesgo y costo. Y como la nueva Provincia de Nueva Granada carecía de un centro de estudios superiores, la argumentación del Padre De Quirós se sostenía sobre esta situación. | ||
| − | El papa Inocencio XII concedió la gracia pedida mediante el Breve «Ex iniuncto nobis» del 24 de abril de 1694. | + | El papa Inocencio XII concedió la gracia pedida mediante el Breve «Ex iniuncto nobis» del 24 de abril de 1694.<ref>''Bullarium Romanum'', Editio Taurinensis, vol. XX, Torino, 1870, pp. 622-623</ref> |
| + | El breve daba a la universidad de San Nicolás la facultad de conferir grados en Filosofía y Teología, pero restringidos solo a los miembros de la Orden agustiniana. | ||
Los agustinos no esperaron a hacer pasar por el Consejo de Indias este documento papal y en el Capítulo provincial de 1696 se dieron los primeros pasos para hacer las modificaciones convenientes a su biblioteca. En 1697 dieron el primer nombramiento de rector, profesores y alumnos. En 1702 se pidió y se obtuvo el «pase regio» y se continuó perfeccionando la actividad académica de la Universidad, dotándola de las entradas necesarias procedentes de las rentas de algunas haciendas. | Los agustinos no esperaron a hacer pasar por el Consejo de Indias este documento papal y en el Capítulo provincial de 1696 se dieron los primeros pasos para hacer las modificaciones convenientes a su biblioteca. En 1697 dieron el primer nombramiento de rector, profesores y alumnos. En 1702 se pidió y se obtuvo el «pase regio» y se continuó perfeccionando la actividad académica de la Universidad, dotándola de las entradas necesarias procedentes de las rentas de algunas haciendas. | ||
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| − | ==NOTAS== | + | ==NOTAS== |
| + | <references/> | ||
| + | ==BIBLIOGRAFÍA== | ||
| + | AJO Y SÁINZ DE ZÚÑIGA Cándido. ''Historia de las universidades hispánicas''. Vol. II. Ávila, 1958 | ||
| − | + | CUEVAS Mariano. ''Monje y Marino'', Ed. Galatea, México, 1943 | |
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| − | + | Luis Antonio Eguiguren. ''Historia de la Universidad de San Marcos''. Vol. I Lima, 1951 | |
| − | Luis Antonio Eguiguren. Historia de la Universidad de San Marcos. Vol. I Lima, 1951 | ||
| − | EGUIGUREN Luis Antonio, Diccionario Histórico Cronológico de la Real Universidad de San Marcos., Vol. II, Lima, 1949 | + | EGUIGUREN Luis Antonio, ''Diccionario Histórico Cronológico de la Real Universidad de San Marcos''., Vol. II, Lima, 1949 |
| − | FERNÁNDEZ RUECAS Guillermo. Grados de licenciados, Maestros y Doctores de la Real y Pontificia Universidad de México. México, 1963 | + | FERNÁNDEZ RUECAS Guillermo. ''Grados de licenciados, Maestros y Doctores de la Real y Pontificia Universidad de México''. México, 1963 |
| − | NAVARRETE Nicolás OSA, Historia de la provincia agustiniana de San Nicolás de Tolentino de Michoacán. 2 vols. México, 1974 | + | NAVARRETE Nicolás OSA, ''Historia de la provincia agustiniana de San Nicolás de Tolentino de Michoacán.'' 2 vols. México, 1974 |
| − | VV.AA. Bullarium Romanum, Editio Taurinensis, vol. XX, Torino, 1870 | + | VV.AA. ''Bullarium Romanum'', Editio Taurinensis, vol. XX, Torino, 1870 |
| − | CARLOS ALONSO VAÑES. | + | '''CARLOS ALONSO VAÑES.''' |
| − | ©Agustinos en América y Filipinas. vol. I. Valladolid-Madrid 1990 | + | '''©Agustinos en América y Filipinas. vol. I. Valladolid-Madrid 1990''' |
Revisión actual del 14:49 21 jun 2025
Sumario
- 1 PANORAMA GENERAL
- 2 LOS AGUSTINOS EN LA UNIVERSIDAD DE SAN MARCOS DE LIMA
- 3 LOS AGUSTINOS Y LA UNIVERSIDAD DE MÉXICO
- 4 EN LA PROVINCIA AGUSTINIANA DE MICHOACÁN NO HUBO CULTURA UNIVERSITARIA
- 5 LA UNIVERSIDAD AGUSTINIANA DE QUITO
- 6 EL COLEGIO-UNIVERSIDAD DE SAN ILDEFONSO EN LIMA
- 7 LA UNIVERSIDAD DE SAN NICOLAS DE BARI EN BOGOTÁ
- 8 NOTAS
- 9 BIBLIOGRAFÍA
PANORAMA GENERAL
En Hispanoamérica hubo centros universitarios fundados y sostenidos por la Corona, y otros erigidos por las Órdenes mendicantes de dominicos y agustinos y la Compañía de Jesús. En ninguno de ellos parece que hubiesen tenido parte los franciscanos. La Compañía de Jesús multiplicó de improviso sus universidades cuando en 1621 el Papa Gregorio XV, alumno de la Compañía y muy afecto a la misma, emanó un «breve»[1]por el que facultaba a los superiores de dicha Orden a convertir en universidades sus mejores colegios de América, como lo fueron los colegios «mayores» de Yucatán, Puebla, Quito, Chile, etc.
Perteneciendo varias de las universidades a otras familias religiosas, resulta obvio que los agustinos no trabajaron sino en las propias, así como en las erigidas por la Corona que son las dos más famosas del Nuevo Mundo: La Universidad de San Marcos de Lima y la Real y Pontificia Universidad de México. Las universidades creadas y sostenidas por la Orden de los agustinos se reducen a tres: la Universidad de San Fulgencio, en Quito, la Universidad de San Ildefonso, en Lima; y la Universidad de San Nicolás de Bari, en Bogotá.
LOS AGUSTINOS EN LA UNIVERSIDAD DE SAN MARCOS DE LIMA
Creada a partir de 1538 como centro dominico de estudios (aunque la aprobación regia es de 1551, igual que la de México) seguía en periodo de organización cuando arribaron los agustinos al Perú quienes estudiaban en su propio convento de Lima. El primer profesor -lector se le decía entonces- de los estudios internos de la Orden fue Fray Luis López de Solís, que había profesado como agustino en España.
Fray Luis López de Solís y Fray Luis Próspero Tinto fueron los dos primeros agustinos que se doctoraron en San Marcos, llamada «universidad» a partir de 1574, y que tuvo su ubicación en el lugar donde había estado el primer convento de los agustinos. López de Solís fue el primer catedrático agustino, y también el primer catedrático de Vísperas de Teología de la Universidad. Ejerció todos los oficios de la Orden, entre ellos el de «provincial» en dos ocasiones: 1571 y 1583. López de Solís fue catedrático desde 1577 hasta 1592, año en que fue promovido al episcopado de Quito.
Como López de Solís hubo otros cuatro agustinos que fueron profesores en San Marcos y luego designados obispos: el P. Francisco de la Serna, catedrático de Nona y luego de Vísperas de Teología, nombrado obispo de Popayán y luego de La Paz; el P. Juan de Almaraz, catedrático de Sagrada Escritura y luego nombrado obispo de Paraguay, pero murió antes de llegar a tomar posesión de la Diócesis; el P. Juan de Ribera, profesor de Artes y Prima de Teología, promovido al obispado de Santa Cruz de la Sierra; y por último el P. Nicolás de Ulloa y Vargas, catedrático de Teología, nombrado obispo auxiliar de Lima y luego trasladado a la diócesis de Tucumán.
Pero entre quienes no llegaron al episcopado hay una larga lista de más de cien profesores agustinos que da una idea de su gran aporte a la vida universitaria limeña durante todo el periodo virreinal.[2]Es digno de recordar el P. Antonio de la Calancha, que si bien no fue nunca catedrático, fue nombrado cronista de la Universidad y redactó un trabajo que entregó en 1647, mismo que se encuentra en el Archivo General de Indias.[3]
Como detalle significativo diremos que en San Marcos hubo una cátedra de San Agustín durante un largo periodo que va, desde 1692 hasta la época de la independencia.
LOS AGUSTINOS Y LA UNIVERSIDAD DE MÉXICO
Al tratar de la aportación de la Orden agustiniana a la historia de la Universidad de México hay que distinguir entre la actuación de Fray Alonso de la Veracruz,[4]la actuación de dos rectores de la misma, la de otros profesores y la presencia de numerosos agustinos que allí cursaron sus estudios.[5]
Algunos agustinos suelen escribir que Fray Alonso de la Veracruz fue el fundador de la Universidad de México. Esta afirmación no es del todo correcta pues la Universidad de México surgió del interés del primer arzobispo de México, fray Juan de Zumárraga, y del primer virrey Antonio de Mendoza, cuyos deseos hicieron llegar al Rey Carlos I de España y V de Alemania, solicitud que cristalizó cuando el príncipe regente Felipe, mediante cédula del 25 de septiembre de 1551 dispuso que se fundara esa Universidad.[6]Por eso atribuir a Fray Alonso la fundación no es correcta, pero esa idea surgió de una errónea interpretación del hecho cierto de que Fray Alonso fue uno de los profesores que en 1553 comenzaron la tarea docente en la Universidad mexicana cuando inició su andadura.
El Virrey Luis de Velasco y los oidores de la Real Audiencia se reunieron el 25 de enero de 1553 en la Iglesia del que después fue el Colegio Agustiniano de San Pablo,[7]para proceder a la puesta en marcha de la Universidad nombrando a los primeros profesores que fueron siete, entre ellos ciertamente a Fray Alonso de la Veracruz como Catedrático de Sagrada Escritura. El 29 de agosto de ese mismo año diez agustinos se matricularon como alumnos. En el correr de los años, dos agustinos fueron rectores de la Universidad: el P. Diego de los Ríos y el P. Antonio de Barrientos. Este último precisamente durante el periodo en que el beato Juan de Palafox fue visitador de la Universidad.
Cuatro profesores agustinos de la Universidad de México fueron después nombrados obispos: Pedro Suárez de Escobar, para Guadalajara; Pedro de Agurto, obispo de Cebú (Filipinas); Diego Ruiz de Contreras, arzobispo de Santo Domingo; y Gonzalo de Hermosillo, primer obispo de Durango. Hubo tres profesores agustinos como catedráticos de las lenguas indígenas otomí y náhuatl.
El P. Mariano Cuevas en su obra «Monje y Marino» sobre el notable fraile agustino fray Andrés de Urdaneta,[8] afirma que “respecto del número de doctores que ha tenido la universidad de México del Instituto de San Agustín, bastará decir que a principios del siglo XVII formaba un tercio del total del claustro y que algunos años después ascendió tanto su número, que aún se pretendió que solo los agustinos formasen una nueva universidad, porque tenían doctores en todas las facultades, sin excluir la medicina y la filosofía, que en esas épocas solamente tenían el título de maestros los graduados en ellas.”[9]
En cuanto al número de graduados en la Universidad, el P. Alipio Ruiz, siguiendo los registros de la obra especializada de Fernández Ruecas,[10]localizó 88 titulados agustinos. Tan desahogada andaba la Provincia de México de doctores universitarios, que cuando en 1641 la universidad de Quito pedía ayuda de personal, el Padre General intervino para que enviara cinco a la Provincia peruana.
El P. Alipio Ruiz Zavala ha contado para todo el periodo (1553-1833) la respetable cifra de 328 maestros y lectores agustinos.[11]
EN LA PROVINCIA AGUSTINIANA DE MICHOACÁN NO HUBO CULTURA UNIVERSITARIA
Ante el crecimiento cuantitativo y cualitativo de la Provincia agustiniana de México, por desprendimiento natural de ella en 1602 nació la Provincia de San Nicolás de Tolentino en Michoacán. La historia de esta Provincia ha sido recogida y relatada por el padre Fray Nicolás Navarrete OSA.[12]
Según narra el P. Navarrete, la actividad intelectual de grado universitario en esta provincia fue tan escasa que apenas puede señalarse una sutil presencia.[13]
En esta provincia estuvo el P. Lucas Centeno, que fue Procurador Provincial en las cortes de Roma y Madrid, y en el periodo 1774-1778 Provincial de la Orden. Fue profesor de derecho en la Universidad de Guadalajara. Otro religioso destacado de la provincia michoacana fue el P. Cantillana, quien se había doctorado en la Universidad de México.
LA UNIVERSIDAD AGUSTINIANA DE QUITO
De las tres universidades fundadas por la Orden de San Agustín, la más antigua es la «Universidad de san Fulgencio» en Quito, creada el año de 1586. Los agustinos habían llegado a esa ciudad apenas hacía 15 años, en 1573, y habían encontrado que todas las escuelas habían sido creadas por los franciscanos siguiendo sus experiencias educativas en la Nueva España. Pero la expansión franciscana había provocado que fuera rebasada por los requerimientos de la región, por lo que la Real Audiencia de Quito decidió trasladar las escuelas a los agustinos.
Entre los primeros frailes agustinos llegados a Quito estaba Luis López de Solís, quien 20 años después sería nombrado obispo de esa misma ciudad. Los agustinos, bien preparados y personal abundante, en 1586 decidieron hacer suyo un proyecto que desde 1571 había elaborado y enviado al Rey el obispo dominico Peña para que “se sirviera fundar universidades en todas las cabezas del obispado.”[14]
El proyecto no hizo progresos en los años siguientes, hasta que los agustinos lo retomaron pensando que lo mejor para ponerlo en práctica era dirigirse directamente al Papa. En su petición hicieron notar la gran distancia de 900 leguas (4500 km.) que existe de Quito a la universidad de Lima, con la problemática económica y de tiempo para los habitantes de ese obispado que quisieran proseguir estudios universitarios. Solicitaban pues que se les concediese crear en su amplio convento una universidad general que pudiera otorgar los grados de bachiller, licencia y doctor, y pudieran leer (enseñar) todas las ciencias y facultades permitidas por el derecho.
El Papa Sixto V, mediante un «breve» fechado en Roma el 20 de agosto de 1586, concedió lo solicitado, dando al mismo tiempo facultad para “mudar, corregir y reformar cualesquier estatutos y ordenanzas” las cuales fueran después sometidas a la aprobación del Ordinario. Sabemos por el cronista Grijalva que tal documento no se presentó al Consejo de Indias hasta 1594, cuando ya estaba gobernando la Diócesis el Obispo agustino Luis López de Solís. Esto quiere decir que la universidad estuvo sin funcionar hasta que el Obispo López de Solís la puso en funcionamiento en 1603. En Quito funcionaron otras dos universidades: La de San Gregorio erigida por los jesuitas en 1621, y la de Santo Tomás, erigida por los dominicos en 1681.
El nacimiento de estas otras universidades significó un detrimento a la universidad de los agustinos, debido principalmente a que esta última funcionaba sin autorización formal de parte de la Corona que ante el «breve» papal dio una aprobación condicionada “en el ínterin que se fundaba en Quito unos Estudios Generales de fundación real.”[15]A pesar de ello, la Universidad de los agustinos continuó funcionando y otorgando títulos.
Desde 1708 las facultades de filosofía y teología empezaron a dar títulos de bachiller, licenciado y doctorado en cánones y leyes. Tenía alumnos originarios de Quito, y también de Panamá, Pasto, Cali, Popayán, Bogotá, Tumaco, Cuenca, y otras poblaciones.
La decadencia de este Centro de Cultura comenzó a mediados del siglo XVII por la confluencia de varios factores externos como lo fueron la apertura de las universidades de las otras órdenes y la cancelación de la autorización a enseñar a varios profesores dictada por el Oidor Matías Lagunes, a lo que siguió la prohibición de otorgar grados a los miembros de la Orden Agustina.
El golpe definitivo vino de parte del Rey Carlos III después de su inicuo decreto de expulsión de la Compañía de Jesús de todos los territorios de la Corona española: una cédula de esta monarca fechada el 25 de agosto de 1876 canceló la Universidad de los agustinos en Quito, tal y como ya lo había hecho con las universidades jesuitas.[16]
EL COLEGIO-UNIVERSIDAD DE SAN ILDEFONSO EN LIMA
Además de la colaboración de los agustinos con la Real Universidad de San Marcos en Lima, tuvieron en la capital del virreinato del Perú una institución universitaria propia: el Colegio de San Ildefonso. Fue el P. Alonso Pacheco quien en 1594 dio los primeros pasos para edificar el Colegio a la otra orilla del Rimac, y le asignó rentas para su mantenimiento.
La construcción del edificio del Colegio se terminó en 1606, y ese mismo año se le concedió voto en el capítulo a los regentes del Colegio de San Idelfonso y del convento «grande» de San Agustín, que todavía subsiste. Dos años después, en 1608 el Padre Gonzalo Díaz Piñeiro asistió al Capítulo General de la Orden celebrado en Roma. Antes de regresar a América, el Padre Díaz Piñeiro presentó a la Santa Sede una solicitud para que al Colegio de San Ildefonso de Lima le fuera concedido rango universitario y se le otorgara la facultad de conferir grados en todas las disciplinas y para todos los sacerdotes, fueran estos agustinos o no.
Presentado el memorial a la Congregación del Concilio, su prefecto el Cardenal Pamphili opinó que se podía conceder lo solicitado, pero solo para los agustinos. Cuando fue presentado al Papa para la firma, lo concedió solo para los agustinos y solo para las facultades de Artes y de Teología.[17]
Este documento no fue admitido hasta 1616 en la Congregación Intermedia de la Provincia, encargando entonces a los Padres Diego Pérez y Francisco Verdugo redactar los primeros estatutos, mismos que fueron renovados en 1661. Con el tiempo, el Colegio se convirtió en el plantel más prestigioso del Perú, aparte la Universidad de San Marcos.
El Colegio estaba ubicado en la parte norte de Lima a orillas del río Rimac, y el edificio inaugurado en 1606 duró hasta el terremoto de 1687, en el que se perdieron obras de arte inestimables. Reedificado, prosiguió su labor educativa hasta 1826.[18]Era un edificio majestuoso, con dos claustros, iglesia, refectorio, etc. Tenía a mediados del siglo XVII, en torno a cien alumnos, y un nutrido claustro de profesores, que incluía en 1657 varios Maestros y Doctores, tres de los cuales eran catedráticos en la Universidad Real de San Marcos.
De las aulas del Colegio Agustino salieron hombres de prestigio como Gaspar de Villarroel, obispo de Santiago y conocido tratadista del derecho indiano. A este colegio venían alumnos agustinos provenientes de las Provincias de Chile, Quito y Nueva Granada, antes de que se fundara la Universidad agustiniana en Bogotá.
LA UNIVERSIDAD DE SAN NICOLAS DE BARI EN BOGOTÁ
El tercer centro universitario de los agustinos en América, por orden cronológico de fundación, fue la universidad de San Nicolás de Bari en Bogotá, erigida en 1694. Los primeros proyectos para su creación surgieron durante el Capítulo general de 1693, comisionando al Padre peruano graduado en San Ildefonso José Bernardo de Quirós, para que diera los pasos necesarios en las Curias de Madrid y Roma para hacer realidad el proyecto.
El principal motivo de la solicitud presentada al Papa era el hecho de que la Provincia de Nueva Granada había alcanzado una sólida prosperidad y por eso había sido separada de la Provincia de Lima. Anteriormente los agustinos eran enviados a las universidades de Lima y Quito, mismas que distaban más de 700 leguas de Bogotá, siempre con gran riesgo y costo. Y como la nueva Provincia de Nueva Granada carecía de un centro de estudios superiores, la argumentación del Padre De Quirós se sostenía sobre esta situación.
El papa Inocencio XII concedió la gracia pedida mediante el Breve «Ex iniuncto nobis» del 24 de abril de 1694.[19] El breve daba a la universidad de San Nicolás la facultad de conferir grados en Filosofía y Teología, pero restringidos solo a los miembros de la Orden agustiniana.
Los agustinos no esperaron a hacer pasar por el Consejo de Indias este documento papal y en el Capítulo provincial de 1696 se dieron los primeros pasos para hacer las modificaciones convenientes a su biblioteca. En 1697 dieron el primer nombramiento de rector, profesores y alumnos. En 1702 se pidió y se obtuvo el «pase regio» y se continuó perfeccionando la actividad académica de la Universidad, dotándola de las entradas necesarias procedentes de las rentas de algunas haciendas.
El nombramiento de rectores hasta 1743 se hacía en los capítulos provinciales cada tres años y después cada cuatro. Este centro estuvo dotado de una buena biblioteca, y su vida académica seguía la doctrina de la escuela agustiniana, que estuvo en gran auge en Europa durante todo el siglo XVIIII, adoptando como textos las obras de los mejores teólogos de casa, tales como Noris, Berti y Bellelli.
El periodo de mayor auge académico, económico y religioso de la Universidad de San Nicolas en Bogotá ocupa los años 1739-1775 con el funcionamiento en un nuevo edificio llamado de San Miguel, construido en un terreno separado del Convento de San Agustín por el río del mismo nombre. La cédula de autorización del traslado es de 1737.
En la época de la independencia se dio el inicio de la decadencia de la Universidad; el visitador P. Juan Bautista González decretó la extinción del centro, pero las protestas de varios profesores ante el Padre General, la Universidad siguió funcionando dentro del Convento, gobernada ya no por un rector sino por un regente. El edificio del Colegio fue donado para un seminario diocesano.
NOTAS
- ↑ Breve In supereminenti Apostolicae Sedis, del 9 de julio de 1621. Bullarium Romanun, Editio Taurinensis, vol. XII, pp. 554-555
- ↑ Luis Antonio Eguiguren, Diccionario Histórico Cronológico de la Real Universidad de San Marcos., Vol. II, Lima, 1949
- ↑ Cfr. Rubén Vargas Ugarte, Manual de estudios peruanistas, Lima 1952, p. 149, nota 2
- ↑ Fray Alonso de la Veracruz nació en Guadalajara, España en 1507, y falleció en la ciudad de México en 1584.
- ↑ Cfr. Alipio Ruiz Zavala. Historia de la provincia agustiniana del Santo Nombre de Jesús de México. Vol. I, México 1984, pp. 413-427.
- ↑ En esa fecha aún vivía el Rey-Emperador Carlos I-V, pero ya retirado de la vida pública en el Monasterio del Yuste, por lo que era su hijo el Príncipe Felipe quien gobernaba en calidad de regente.
- ↑ Ubicado en el Barrio de la Merced, en el actual Centro Histórico de la Ciudad de México. El Colegio, considerado el más grande de la ciudad, funcionó casi tres siglos, hasta que fue clausurado por la Reforma Liberal de 1857.
- ↑ Andrés de Urdaneta (1508-1568) fue un notable cosmógrafo y explorador que participó en las expediciones de Juan Sebastián Elcano a las Molucas y en la de López de Legaspi que colonizó las Filipinas, alcanzando fama universal por descubrir y documentar la ruta Manila-Acapulco que permitió superar el llamado «regreso imposible» entre las Filipinas y México. En marzo de 1553 a sus 45 años, ingresó como fraile en la Orden de San Agustín en el convento de los agustinos de la capital mexicana, donde permaneció hasta su fallecimiento.
- ↑ Mariano Cuevas. Monje y Marino, Ed. Galatea, México, 1943, p. 176
- ↑ Guillermo Fernández Ruecas. Grados de licenciados, Maestros y Doctores de la Real y Pontificia Universidad de México. México, 1963
- ↑ Alipio Ruiz Zaval, Historia….vol.I, p. 418
- ↑ Nicolás Navarrete OSA, Historia de la provincia agustiniana de San Nicolás de Tolentino de Michoacán. 2 vols. México, 1974
- ↑ Por el contrario, en Michoacán destacó la presencia de la Compañía de Jesús con su Colegio Mayor de Pátzcuaro.
- ↑ Cfr. Cándido Ajo y Sáinz de Zúñiga. Historia de las universidades hispánicas. Vol. II. Ávila, 1958, pp. 172,173
Cfr. Luis Antonio Eguiguren. Historia de la Universidad de San Marcos. Vol. I Lima, 1951 - ↑ Luis Antonio Eguiguren, Diccionario Histórico Cronológico de la Real Universidad de San Marcos., Vol. II, Lima, 1949
- ↑ Cándido Ajo, Ob., cit., vol. V, p. 504
- ↑ «Breve» pontificio «In suprema Catholicae Ecclesiae» del 13 de octubre de 1608 Archivo Vaticano, Segr. Brev. Vol. 346, fol. 343
- ↑ Posteriormente fue colegio de las Madres Franciscanas y desde 1918 Escuela de Bellas Artes.
- ↑ Bullarium Romanum, Editio Taurinensis, vol. XX, Torino, 1870, pp. 622-623
BIBLIOGRAFÍA
AJO Y SÁINZ DE ZÚÑIGA Cándido. Historia de las universidades hispánicas. Vol. II. Ávila, 1958
CUEVAS Mariano. Monje y Marino, Ed. Galatea, México, 1943
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EGUIGUREN Luis Antonio, Diccionario Histórico Cronológico de la Real Universidad de San Marcos., Vol. II, Lima, 1949
FERNÁNDEZ RUECAS Guillermo. Grados de licenciados, Maestros y Doctores de la Real y Pontificia Universidad de México. México, 1963
NAVARRETE Nicolás OSA, Historia de la provincia agustiniana de San Nicolás de Tolentino de Michoacán. 2 vols. México, 1974
VV.AA. Bullarium Romanum, Editio Taurinensis, vol. XX, Torino, 1870
CARLOS ALONSO VAÑES.
©Agustinos en América y Filipinas. vol. I. Valladolid-Madrid 1990