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(Levis, 1832; Santiago, 1929) Religiosa, fundadora.
Venerance Morin Rouleau nace cerca de Québec, el 29 de diciembre de 1832 en una familia cristiana, siendo la sexta de los catorce hijos de Santiago Morin y Francisca Rouleu. En 1842 recibe su Primera Comunión, planteándose su vocación religiosa. Ingresa al Colegio de Nuestra Señora de la Beauce. Por su salud vuelve al hogar y luego de confirmarse en 1847, decide ser religiosa.
La vida consagrada le ofrece las nuevas posibilidades del siglo provenientes de Europa. Debido a su atracción por los pobres, le significa ser secretaria de las señoras de la Beneficencia a la que pertenece su madre, se resuelve por las Hermanas de la Providencia. Fundada en 1840 conforme al espíritu de San Vicente de Paul por el Obispo de Montréal –Bourget- comienza como asociación de Damas de Caridad, dirigidas por Emilia Tevernier de Gamelin, sufriendo incomprensiones por su novedad frente al modelo contemplativo. Representa en Canadá el paso del “catolicismo de referencia” al de “movimiento”[1].
En este contexto, el 21 de noviembre de 1850, Bernarda Morin recibe el hábito de Hermana de la Providencia y su nombre religioso. Como novicia parte a Sorel, donde profesa el 22 de agosto de 1852. Ese año solicitan los servicios de la Congregación en Oregón, y Bernarda parte con cinco compañeras. Es la primera vez que estas religiosas, ahora misioneras, cruzan la frontera. Fracasan y deciden volver a Montreal por el Cabo de Hornos. Llegando a Valparaíso el 17 de junio de 1853, son acogidas por las religiosas de los Sagrados Corazones.
En Chile, debido a la proliferación de los huérfanos y sus condiciones, se ha creado la Junta de Beneficencia en 1821 para recogerlos y educarlos. Siendo insuficiente, el Presidente Montt considera idóneas para esta labor a las canadienses, por su formación y experiencia. El Arzobispo Valdivieso, de acuerdo con la autoridad civil, motiva a Bernarda Morin y las suyas a quedarse. El Gobierno les entrega personalidad jurídica en agosto de 1853 y se responsabilizan de la Casa de Huérfanos de Santiago, comprometiéndose al “cuidado de los huérfanos y su educación; y con el tiempo, si fuese menester [a] los demás menesteres de su caritativo instituto”[2]. Luego, cuando se ocupan de 80 niños, se trasladan a la "Chacra Chacón" después “Providencia”; comprada por el gobierno.
Las religiosas piden socorros a Canadá y llegan refuerzos, pero la Casa Madre no aprueba oficialmente la nueva fundación, separándose oficialmente en 1880. Bernarda Morin en 1857 es elegida maestra de Novicias; en 1863, Superiora y al año siguiente es Presidenta de las casas de la Providencia chilenas y se establece oficialmente la Congregación en el país. Ya cuentan con postulantas que sustituyen a las hermanas que han vuelto a Canadá, administran la Casa de Expósitos y el Asilo del Salvador que han fundado en Valparaíso. Paulatinamente sigue la expansión a Concepción y La Serena. Este crecimiento motiva a Bernarda a adquirir un terreno cerca del Seminario para la casa matriz, terminada en 1885.
Su labor como Superiora incluye prácticas novedosas como escuelas de párvulos, contratación de nodrizas e implementación de una Clínica de Obstetricia anexa a la Casa de la Maternidad con el torno para los expósitos; se bautizan alrededor de 500 al año. Es reelegida en su cargo sucesivamente, salvo entre 1890 y 1902, lapso en que atiende otras fundaciones, incluso la de la Araucanía (1894). Al retomar la autoridad, sigue dando frutos. Funda en La Paz (1914) y cuenta con 19 casas chilenas: una en Antofagasta, cinco en la diócesis de La Serena, cuatro en la de Concepción y ocho en la arquidiócesis de Santiago, visitadas todas anualmente por ella. Asume la administración de hospitales, la Casa de Ejercicios de San José y el Asilo de Valparaíso instituido a raíz del terremoto de 1906.
A los 92 años recibe a nombre del Presidente Arturo Alessandri la Medalla al mérito de Primera Clase, concedida a los extranjeros por sus servicios al país. En 1925 Pío XII la nombra Superiora General Honoraria y Vitalicia, pero termina su labor al año siguiente, dejando la Congregación constituida apostólicamente con constituciones aprobadas por León XIII; 20 casas, atendidas por 153 religiosas; cinco novicias y dos postulantes. La sucede Virginia Schmidt.
Notas
Bibliografía
ALIAGA, F. Aporte pastoral de la mujer en el siglo XIX, en Anales de Historia de la Iglesia en Chile 13 (1995); Crónica del Asilo de la Providencia de San José en Valparaíso y de su Sucursal la Casa de la Providencia de Limache, Santiago 1897
DONOSO, F. Bernarda Morin. Fundadora de las Hermanas de la Providencia de Chile, Santiago 1949
DUFOURCQ, E. Les Aventurières de Dieu. Trois siècles d’histoire missionaire française, Paris 1993; Historia de las Hermanas de la Providencia de Chile, II-III, Santiago 1918
SERRANO, S. Vírgenes viajeras. Diarios de religiosas francesas en su ruta a Chile, Santiago 2000.
ALEXANDRINE DE LA TAILLE