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| − | Nace en Castilla la Vieja, España, hija de Pedro Núñez González y Catalina Flores. Llega al Reino de Chile en 1657 junto a su primer marido, Manuel Muñoz de Cuéllar, quien ha sido nombrado Fiscal de la Real Audiencia de Chile y posteriormente oidor en 1663. Fallecido éste cuatro años después, Ana Flores contrae segunda nupcias con Antonio Calero Carranza, maestre de campo. Pocos años luego de la muerte de su marido, hereda una posesión junto al río Mapocho, que cede a los jesuitas para la fundación de un seminario que se concreta en 1679, donándoles además seis esclavos, “todo el aderezo de la iglesia de plata labrada” y ornamentos<ref>documento citado por Cano Roldán, 292</ref>. | + | Nace en Castilla la Vieja, España, hija de Pedro Núñez González y Catalina Flores. Llega al Reino de Chile en 1657 junto a su primer marido, Manuel Muñoz de Cuéllar, quien ha sido nombrado Fiscal de la Real Audiencia de Chile y posteriormente oidor en 1663. Fallecido éste cuatro años después, Ana Flores contrae segunda nupcias con Antonio Calero Carranza, maestre de campo. Pocos años luego de la muerte de su marido, hereda una posesión junto al río Mapocho, que cede a los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] para la fundación de un seminario que se concreta en 1679, donándoles además seis esclavos, “todo el aderezo de la iglesia de plata labrada” y ornamentos<ref>documento citado por Cano Roldán, 292</ref>. |
| − | Se casa por tercera vez con José Zorrilla de la Gándara, natural de Burgos, que en Chile se desempeña como capitán, tesorero y juez oficial real; fallece en Santiago en 1687. Cuatro años después Ana Flores, aconsejada por su confesor jesuita, cuya Orden lleva la dirección espiritual de las carmelitas en ese entonces, le aconseja ingresar al Monasterio del Carmen de San José de Santiago. Así lo hace el 27 de enero de 1691, recibiendo el hábito el 25 de enero de 1693 y el nombre de sor Ana de Jesús<ref>El Arca de tres llaves, 70</ref>. | + | Se casa por tercera vez con José Zorrilla de la Gándara, natural de Burgos, que en Chile se desempeña como capitán, tesorero y juez oficial real; fallece en Santiago en 1687. Cuatro años después Ana Flores, aconsejada por su confesor jesuita, cuya Orden lleva la dirección espiritual de las carmelitas en ese entonces, le aconseja ingresar al Monasterio del Carmen de San José de Santiago. Así lo hace el 27 de enero de 1691, recibiendo el hábito el 25 de enero de 1693 y el nombre de sor Ana de Jesús<ref>El Arca de tres llaves, 70</ref>. |
| − | Su legado artístico a la congregación es enorme, pues a ella se atribuye el encargo de dos series de pinturas sobre la Vida de Santa Teresa de Ávila. Probablemente encarga las obras después de la muerte de su tercer marido y constituyen –según la tradición carmelita- su dote. Estos cuadros realizados hacia 1690 a pedido de Ana Flores en el taller cuzqueño de José Espinoza de los Monteros, con sistemas de trabajo y procedimientos técnicos aún artesanales, constituyen la más valiosa colección del Monasterio y son un ejemplo de la proyección en América de la práctica medieval del oficio. Es posible que estas series hayan tomado como modelo inmediato la serie que se encuentra en la Iglesia del Monasterio de San José y Santa Teresa del Cusco, de José Espinoza de los Monteros, compuesta por el mismo número de lienzos, y de similares dimensiones<ref>Cruz, 179-191</ref>. | + | Su legado artístico a la congregación es enorme, pues a ella se atribuye el encargo de dos series de pinturas sobre la Vida de Santa Teresa de Ávila. Probablemente encarga las obras después de la muerte de su tercer marido y constituyen –según la tradición carmelita- su dote. Estos cuadros realizados hacia 1690 a pedido de Ana Flores en el taller cuzqueño de José Espinoza de los Monteros, con sistemas de trabajo y procedimientos técnicos aún artesanales, constituyen la más valiosa colección del Monasterio y son un ejemplo de la proyección en América de la práctica medieval del oficio. Es posible que estas series hayan tomado como modelo inmediato la serie que se encuentra en la Iglesia del Monasterio de San José y Santa Teresa del Cusco, de José Espinoza de los Monteros, compuesta por el mismo número de lienzos, y de similares dimensiones<ref>Cruz, 179-191</ref>. |
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Revisión actual del 17:47 1 jun 2015
(Castilla la Vieja, s. XVII; Santiago s. XVIII) Religiosa carmelita y benefactora
Nace en Castilla la Vieja, España, hija de Pedro Núñez González y Catalina Flores. Llega al Reino de Chile en 1657 junto a su primer marido, Manuel Muñoz de Cuéllar, quien ha sido nombrado Fiscal de la Real Audiencia de Chile y posteriormente oidor en 1663. Fallecido éste cuatro años después, Ana Flores contrae segunda nupcias con Antonio Calero Carranza, maestre de campo. Pocos años luego de la muerte de su marido, hereda una posesión junto al río Mapocho, que cede a los jesuitas para la fundación de un seminario que se concreta en 1679, donándoles además seis esclavos, “todo el aderezo de la iglesia de plata labrada” y ornamentos[1].
Se casa por tercera vez con José Zorrilla de la Gándara, natural de Burgos, que en Chile se desempeña como capitán, tesorero y juez oficial real; fallece en Santiago en 1687. Cuatro años después Ana Flores, aconsejada por su confesor jesuita, cuya Orden lleva la dirección espiritual de las carmelitas en ese entonces, le aconseja ingresar al Monasterio del Carmen de San José de Santiago. Así lo hace el 27 de enero de 1691, recibiendo el hábito el 25 de enero de 1693 y el nombre de sor Ana de Jesús[2].
Su legado artístico a la congregación es enorme, pues a ella se atribuye el encargo de dos series de pinturas sobre la Vida de Santa Teresa de Ávila. Probablemente encarga las obras después de la muerte de su tercer marido y constituyen –según la tradición carmelita- su dote. Estos cuadros realizados hacia 1690 a pedido de Ana Flores en el taller cuzqueño de José Espinoza de los Monteros, con sistemas de trabajo y procedimientos técnicos aún artesanales, constituyen la más valiosa colección del Monasterio y son un ejemplo de la proyección en América de la práctica medieval del oficio. Es posible que estas series hayan tomado como modelo inmediato la serie que se encuentra en la Iglesia del Monasterio de San José y Santa Teresa del Cusco, de José Espinoza de los Monteros, compuesta por el mismo número de lienzos, y de similares dimensiones[3].
Notas
Bibliografía
- CANO, I. O.M.D., La mujer en el Reyno de Chile, Santiago 1908
- CRUZ,I. Entre el alma y los ojos. Visión y visiones en Santa Teresa de Jesús y su presencia en la pintura cuzqueña, en Visiones develadas. Serie de la vida de Santa Teresa de Jesús, Santiago 2009
- MEDINA, J. Diccionario colonial de Chile, Santiago 1906.
- El arca de tres llaves: crónica del Monasterio de Carmelitas Descalzas de San José 1690-1990, Santiago 1989
ALEXANDRINE DE LA TAILLE
