CÍRCULOS CATÓLICOS DE OBREROS EN URUGUAY

La formación de círculos de obreros, las asociaciones de ayuda mutua y las cooperativas fueron las primeras manifestaciones del movimiento social cristiano en América Latina, y también en Uruguay. El 21 de junio de 1885 fue fundado en Montevideo el primer círculo de obreros, bajo el nombre de «Círculo Católico de Obreros Central», debido a su condición de primogenitura. Se inspiraban en la experiencia francesa impulsada por René de la Tour du Pin (1834-1924) y el conde Albert de Mun (1841-1914), en Francia, y en las Sociedades Católicas, creadas en España por monseñor José María Urquinaona y Vidot.

Este primer Círculo nació por iniciativa de un grupo de laicos de la Orden Tercera Franciscana, asesorado por el padre italiano Andrés Torrielli. Procedente de Liguria, el P. Torrielli, fue amigo personal de Don Bosco. En Montevideo fue capellán en el Hospital de Caridad (1863) y cura de la catedral desde 1865. En 1885 vivía en el convento de los padres Capuchinos y, ya anciano, hizo los votos como salesiano. Confluyó en el proyecto un grupo de laicos, encabezado por Tomás María Parodi, empleado de un comercio, terciario franciscano y conferente vicentino. Se destacaron también dos jóvenes laicos, Juan O’Neill y Luis Pedro Lenguas, entonces estudiante de medicina. El primer presidente del Círculo fue Francisco Bauzá (1885-1887; 1889-1890).

El 15 de agosto de 1888 se colocó la piedra fundamental de la sede social del Círculo Católico de Obreros Central, en la calle Minas, donde aún se encuentra ubicada. El 1º de enero de 1899 apareció el primer número de «El Amigo del Obrero», órgano oficial de la institución. Se realizaron tres Congresos, en 1900, 1902 y 1904. En el primero, se decidió crear el Consejo Superior del Círculo, a instancias de Luis Pedro Lenguas. Además se modificó su denominación inicial y se transformó en el «Círculo Católico de Obreros de Montevideo».

Esta obra médico-social, expresión del mutualismo y la acción social de la Iglesia, se expandió desde entonces por diferentes barrios de la capital y ciudades del país. Durante la presidencia del Dr. Miguel Perea (1901-1905) se creó «El Boletín Oficial del Círculo». En 1902, en el segundo Congreso, se trataron dos temas que despertaban gran preocupación en los ambientes obreros: el descanso semanal y la vivienda. Entre las iniciativas planteadas resaltaba la inquietud de crear las Cajas Populares, y en particular la Caja Obrera, inaugurada en 1905.

La primera confrontación ideológica sobre la «cuestión social» que registran los anales parlamentarios uruguayos, giró en torno a un proyecto de ley elaborado en 1903 por el Círculo Católico, que consagraba el descanso dominical obligatorio. Diversas iniciativas sociales surgieron en su seno y fueron aprobadas finalmente por el Parlamento, entre ellas: la disminución de la jornada de trabajo, el establecimiento de un régimen de jubilaciones y pensiones para el trabajador mutualista, y el régimen de Asignaciones Familiares.

BIBLIOGRAFÍA

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ZUBILLAGA, C. y CAYOTA, M., “Orígenes de la legislación laboral uruguaya. Una iniciativa social-cristiana”, en Cuadernos del CLAEH, nº 19, Montevideo, 1981, 21-46.

LORENA GARCÍA MOURELLE