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BERRÍOS Y ROJAS, José Fortunato Santiago, 1839; Talca, 1889) Sacerdote, fundador, educador, escritor, poeta y Apóstol de la Caridad
El Siervo de Dios José Fortunato Berríos y Rojas nació en la ciudad de Santiago de Chile, el 22 de abril de 1839. Hijo del hacendado maulino Narciso Berríos Larrazábal y de su tercera esposa Mercedes Rojas Rodríguez, pertenecientes a antiguas familias de la provincia de Talca. Hizo los estudios en el Instituto Nacional y luego ingresó a trabajar en la casa comercial Besa de la capital y después con su tío Vicente Rojas Rodríguez en la ciudad de Talca, domiciliándose definitivamente allí.
Desde muy niño empleó sus horas desocupadas en servir a los pobres, gastando su propio dinero, alimentos y vestuario. Lo cual armonizó con una rica vida interior, siendo sus devociones más importantes la Santísima Trinidad, el Sagrado Corazón de Jesús y el rezo del Rosario. A fin de hacer más efectivo su trabajo cristiano, siendo tan solo un adolescente fundó en Talca en 1857 la Pía Sociedad de San Luis Gonzaga destinada a los jóvenes para la santificación de las almas a través de la penitencia y el servicio a los desvalidos. Esta institución se expandió pronto notablemente y luego hubo de crear como anexo de la Casa Matriz, las capillas de Jesús, José y María con sus respectivas instalaciones.
Posteriormente, para atender mejor al prójimo ingreso en 1864 al Seminario Conciliar de los Santos Ángeles Custodios de Santiago, ordenándose de presbítero en 1869. Vuelto a Talca para celebrar su primera Misa, su recibimiento fue grandioso, pues el camino desde la estación de ferrocarril hasta la Iglesia Matriz estaba adornado de arcos triunfales, guirnaldas de flores y banderas. El 18 de septiembre de 1870, participó en la fundación del Colegio Seminario San Pelayo de Talca, primera dependencia del Seminario Conciliar de Santiago en provincias, del que fue su ministro y vice-rector (1870-1874); rector (1875-1887) y profesor de Historia Antigua y de la Iglesia; lengua latina y griega (1870-1889). Cargos en que demostró su gran cultura, bondad, talento, discreción y modestia. La Santa Misa era el centro de su vida espiritual, la cual celebraba con una unción y delicadeza nunca antes vista.
Memorable por su elocuencia y doctrina eran los Retiros Espirituales que ahí dictaba anualmente. Fue siempre un claro modelo a seguir para todos y –especialmente– para sus discípulos. Abrazó con tesón la venida a Talca de la Congregación Salesiana, para que por medio de ella los pobres pudiesen obtener educación cristiana y un oficio para ganarse la vida, escribiéndole al respecto a San Juan Bosco. Su fama de hombre santo hacía que de todos los rincones de Chile viniesen personas para consultarle y confesarse con él, incluidas altas autoridades eclesiásticas y políticas. No obstante su importancia jamás perdió la humildad presentándose obediente al dictado de sus prelados.
En 1883 fundó el Hogar de Huérfanos de Talca para remediar de manera radical el triste problema social del abandono y maltrato infantil, el que colocó bajo la protección de San José. Cuando en 1887 se produjo la terrible epidemia de cólera, demostró una vez más su virtud heroica al solicitar al Arzobispo de Santiago, Mariano Casanova, le nombrara capellán de coléricos del Hospital de Talca. Atendiendo a los enfermos solícitamente o ayudándoles a bien morir no temiendo contagiarse, a pesar de su frágil salud.
Hacia el fin de sus días, y dado el prestigio nacional que por entonces poseía el Seminario San Pelayo, abogó por la creación del Obispado de Talca, en calidad de sede sufragánea del Arzobispo de Santiago.
Llevado su cadáver por ferrocarril a Talca fue allí recibido por las autoridades y millares de admiradores. El obispo Manuel Larraín Errázuriz, se interesó vivamente en el personaje a instancias de San Alberto Hurtado Cruchaga, quien señaló haberse inspirado en él cuando fundó el Hogar de Cristo.
El prelado como primera medida encomendó a su Vicario General Juan Ernesto Rivera Reyes, redactase su biografía para iniciar la preparación de materiales para en lo futuro incoar en Roma la Causa de Beatificación.
Bibliografía
- Archivo Histórico del Arzobispo de Santiago de Chile.
- Archivo de D. Hugo Rodolfo Ramírez Rivera
- ARAVENA AZÓCAR, Pantaleón: Diccionario de Personajes Ilustres de Talca, imprenta La Locomotora, Santiago 1897.
- PRIETO DEL RÍO, Luis Francisco: Diccionario biográfico del Clero Secular de Chile (1535-1918), imprenta Chile, Santiago 1922.
- RAMÍREZ RAMÍREZ, Dr. José Dolores: El seminario San Pelayo de Talca, imprenta de San José, Santiago 1922.
- Arancibia Salcedo, Raymundo: Parroquias de la Arquidiócesis de Santiago, imprenta San José, Santiago 1980.
- VACCARO CUEVAS, Luis: “El Presbítero José Fortunato Berríos: Epistolario inédito del rector de Seminario San Pelayo de Talca. Estudio aproximativo”. En: Anuario de Historia de la Iglesia en Chile, Seminario Pontificio Mayor, Alfabeta Impresores, volumen XXIV, Santiago 2006.
HUGO RODOLFO RAMÍREZ