Diferencia entre revisiones de «UNEC»

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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El Episcopado Uruguayo hizo pública una ''Carta pastoral'' fechada el 24 de marzo de 1940 que promovía la fundación de una asociación ''“que agruparía y unificaría a todos los institutos docentes católicos del país”''. El 10 de septiembre del mismo año, en la sede del Club Católico de Montevideo, fue fundada la «Unión Nacional de Educación Católica» (UNEC), que reunía a ''“todas las escuelas, colegios y liceos privados católicos existentes o que se crearen''”.  
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El Episcopado Uruguayo hizo pública una ''Carta pastoral'' fechada el 24 de marzo de 1940 que promovía la fundación de una asociación ''“que agruparía y unificaría a todos los institutos docentes católicos del país”''. El 10 de septiembre del mismo año, en la sede del [[CLUB_CATÓLICO_DE_MONTEVIDEO | Club Católico de Montevideo]], fue fundada la «Unión Nacional de [[ASOCIACIÓN_URUGUAYA_DE_EDUCACIÓN_CATÓLICA | Educación Católica]]» (UNEC), que reunía a ''“todas las escuelas, colegios y liceos privados católicos existentes o que se crearen''”.  
  
 
El primer objetivo de la UNEC era la defensa del principio de la libertad de enseñanza a todos los niveles. Se trataba de “''defender los derechos de las escuelas, colegios y liceos católicos; de los padres de familia y de la Iglesia, en materia de educación y de enseñanza, bregando por la efectividad de las garantías constitucionales, por la repartición proporcional escolar, por la libertad de enseñanza integral en todos sus grados (Primaria, Media y Superior, Técnica y Magisterial, etc.).”''  
 
El primer objetivo de la UNEC era la defensa del principio de la libertad de enseñanza a todos los niveles. Se trataba de “''defender los derechos de las escuelas, colegios y liceos católicos; de los padres de familia y de la Iglesia, en materia de educación y de enseñanza, bregando por la efectividad de las garantías constitucionales, por la repartición proporcional escolar, por la libertad de enseñanza integral en todos sus grados (Primaria, Media y Superior, Técnica y Magisterial, etc.).”''  
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A este fin prioritario se sumaban el estudio de los problemas que debía enfrentar la enseñanza católica, la coordinación de la actuación de todos los institutos católicos, ''“en la defensa de sus derechos y libertades legítimas”'', la promoción de la cooperación pedagógica, cultural, e incluso económica, entre las escuelas católicas. Además, la asociación se proponía ''“fundar, de acuerdo a la legislación vigente, escuelas magisteriales o institutos superiores de estudios pedagógicos”.''
 
A este fin prioritario se sumaban el estudio de los problemas que debía enfrentar la enseñanza católica, la coordinación de la actuación de todos los institutos católicos, ''“en la defensa de sus derechos y libertades legítimas”'', la promoción de la cooperación pedagógica, cultural, e incluso económica, entre las escuelas católicas. Además, la asociación se proponía ''“fundar, de acuerdo a la legislación vigente, escuelas magisteriales o institutos superiores de estudios pedagógicos”.''
  
La UNEC estaba dirigida por el Consejo Nacional de la Educación Católica, integrado por un delegado designado por los prelados diocesanos, seis miembros en representación de los institutos docentes - tres de varones y tres de niñas-; y tres personas designadas por todos los obispos.  
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La UNEC estaba dirigida por el Consejo Nacional de la [[ASOCIACIÓN_URUGUAYA_DE_EDUCACIÓN_CATÓLICA | Educación Católica]], integrado por un delegado designado por los prelados diocesanos, seis miembros en representación de los institutos docentes - tres de varones y tres de niñas-; y tres personas designadas por todos los obispos.  
  
 
A comienzos de los años 60, la UNEC vivió un período de reestructuración y de consolidación jurídica. El Consejo Nacional pasó a ser presidido por el obispo presidente del Departamento de Educación de la Conferencia Episcopal Uruguaya (CEU) y a estar integrado por diez miembros en total - delegados de los institutos docentes y personas elegidas por la CEU.  
 
A comienzos de los años 60, la UNEC vivió un período de reestructuración y de consolidación jurídica. El Consejo Nacional pasó a ser presidido por el obispo presidente del Departamento de Educación de la Conferencia Episcopal Uruguaya (CEU) y a estar integrado por diez miembros en total - delegados de los institutos docentes y personas elegidas por la CEU.  
  
Entre las congregaciones educadoras que tuvieron el papel más destacado en la UNEC se cuentan las de mayor tradición en el país: padres Jesuitas, padres Salesianos y Hermanos de la Sagrada Familia, entre las congregaciones masculinas; Hermanas Dominicas de Santa Catalina de Siena de Albi, Hermanas de la Caridad Cristiana (HH Alemanas) e Hijas de María Auxiliadora entre las congregaciones femeninas.
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Entre las congregaciones educadoras que tuvieron el papel más destacado en la UNEC se cuentan las de mayor tradición en el país: padres [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | Jesuitas]], padres Salesianos y Hermanos de la Sagrada Familia, entre las congregaciones masculinas; Hermanas Dominicas de Santa Catalina de Siena de Albi, Hermanas de la Caridad Cristiana (HH Alemanas) e Hijas de María Auxiliadora entre las congregaciones femeninas.
  
 
En septiembre de 1953, se reunió en Montevideo el Congreso de la UNEC, presidido por el Arzobispo de Montevideo, Mons. Antonio Mª Barbieri. Este congreso permitió la reunión y la reflexión conjunta de los superiores de las congregaciones educadoras, sobre el papel de la Iglesia en el área educativa.  
 
En septiembre de 1953, se reunió en Montevideo el Congreso de la UNEC, presidido por el Arzobispo de Montevideo, Mons. Antonio Mª Barbieri. Este congreso permitió la reunión y la reflexión conjunta de los superiores de las congregaciones educadoras, sobre el papel de la Iglesia en el área educativa.  
  
Se evidenció la preocupación de las instituciones católicas por su débil presencia en los niveles de enseñanza media y superior, postergados hasta entonces. El ''Plan de Educación Católica,'' presentado en el Congreso por el P. Francisco Fernández SDB, representó la primera propuesta de fundación de una Universidad Católica, presentada en el siglo XX. Dicha propuesta estimuló, en 1954, la fundación del Instituto de Filosofía, punto de partida para la creación del Instituto de Filosofía, Ciencias y Letras, a partir del cual sería fundada en 1985 la Universidad Católica del Uruguay.
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Se evidenció la preocupación de las instituciones católicas por su débil presencia en los niveles de enseñanza media y superior, postergados hasta entonces. El ''Plan de [[ASOCIACIÓN_URUGUAYA_DE_EDUCACIÓN_CATÓLICA | Educación Católica]],'' presentado en el Congreso por el P. Francisco Fernández SDB, representó la primera propuesta de fundación de una Universidad Católica, presentada en el siglo XX. Dicha propuesta estimuló, en 1954, la fundación del Instituto de Filosofía, punto de partida para la creación del Instituto de Filosofía, Ciencias y Letras, a partir del cual sería fundada en 1985 la [[UNIVERSIDAD_CATÓLICA_DEL_URUGUAY | Universidad Católica del Uruguay]].
  
 
Entre los logros de la UNEC, debe destacarse el establecimiento de un consultorio jurídico, que cumplió una amplia tarea, acompañando y aconsejando a los colegios en sus relaciones con las autoridades nacionales y municipales. La aprobación, en noviembre de 1943, de la Ley de Consejos de Salarios, de negociación colectiva, exigió también la acción concertada de los colegios. La promoción de las tareas de las Asociaciones de Padres de Alumnos de Colegios Católicos (APAC), y la campaña realizada para la eliminación del examen de ingreso a la enseñanza secundaria para los colegios privados, fueron tareas emprendidas con éxito en la última etapa de la UNEC.
 
Entre los logros de la UNEC, debe destacarse el establecimiento de un consultorio jurídico, que cumplió una amplia tarea, acompañando y aconsejando a los colegios en sus relaciones con las autoridades nacionales y municipales. La aprobación, en noviembre de 1943, de la Ley de Consejos de Salarios, de negociación colectiva, exigió también la acción concertada de los colegios. La promoción de las tareas de las Asociaciones de Padres de Alumnos de Colegios Católicos (APAC), y la campaña realizada para la eliminación del examen de ingreso a la enseñanza secundaria para los colegios privados, fueron tareas emprendidas con éxito en la última etapa de la UNEC.
  
La UNEC representó la primera iniciativa de coordinación orgánica de la educación católica, en Uruguay, en el siglo XX. La misma contó con el declarado apoyo de la jerarquía, el compromiso de las congregaciones educadoras y el respaldo del laicado.
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La UNEC representó la primera iniciativa de coordinación orgánica de la [[ASOCIACIÓN_URUGUAYA_DE_EDUCACIÓN_CATÓLICA | educación católica]], en Uruguay, en el siglo XX. La misma contó con el declarado apoyo de la jerarquía, el compromiso de las congregaciones educadoras y el respaldo del laicado.
  
  
 
==BIBLIOGRAFIA==
 
==BIBLIOGRAFIA==
  
Archivo de la Asociación Uruguaya de Educación Católica, ''Acta de fundación y estatutos de la UNEC;'' MONREAL, Susana, “La Asociación Uruguaya de Educación Católica en perspectiva histórica”, en ''Estatutos de AUDEC'', Montevideo, 2003, p. 6-13.
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Archivo de la Asociación Uruguaya de [[ASOCIACIÓN_URUGUAYA_DE_EDUCACIÓN_CATÓLICA | Educación Católica]], ''Acta de fundación y estatutos de la UNEC;'' MONREAL, Susana, “La Asociación Uruguaya de [[ASOCIACIÓN_URUGUAYA_DE_EDUCACIÓN_CATÓLICA | Educación Católica]] en perspectiva histórica”, en ''Estatutos de AUDEC'', Montevideo, 2003, p. 6-13.
  
  
 
==SUSANA MONREAL==
 
==SUSANA MONREAL==
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Revisión del 21:58 27 jun 2017

El Episcopado Uruguayo hizo pública una Carta pastoral fechada el 24 de marzo de 1940 que promovía la fundación de una asociación “que agruparía y unificaría a todos los institutos docentes católicos del país”. El 10 de septiembre del mismo año, en la sede del Club Católico de Montevideo, fue fundada la «Unión Nacional de Educación Católica» (UNEC), que reunía a “todas las escuelas, colegios y liceos privados católicos existentes o que se crearen”.

El primer objetivo de la UNEC era la defensa del principio de la libertad de enseñanza a todos los niveles. Se trataba de “defender los derechos de las escuelas, colegios y liceos católicos; de los padres de familia y de la Iglesia, en materia de educación y de enseñanza, bregando por la efectividad de las garantías constitucionales, por la repartición proporcional escolar, por la libertad de enseñanza integral en todos sus grados (Primaria, Media y Superior, Técnica y Magisterial, etc.).”

A este fin prioritario se sumaban el estudio de los problemas que debía enfrentar la enseñanza católica, la coordinación de la actuación de todos los institutos católicos, “en la defensa de sus derechos y libertades legítimas”, la promoción de la cooperación pedagógica, cultural, e incluso económica, entre las escuelas católicas. Además, la asociación se proponía “fundar, de acuerdo a la legislación vigente, escuelas magisteriales o institutos superiores de estudios pedagógicos”.

La UNEC estaba dirigida por el Consejo Nacional de la Educación Católica, integrado por un delegado designado por los prelados diocesanos, seis miembros en representación de los institutos docentes - tres de varones y tres de niñas-; y tres personas designadas por todos los obispos.

A comienzos de los años 60, la UNEC vivió un período de reestructuración y de consolidación jurídica. El Consejo Nacional pasó a ser presidido por el obispo presidente del Departamento de Educación de la Conferencia Episcopal Uruguaya (CEU) y a estar integrado por diez miembros en total - delegados de los institutos docentes y personas elegidas por la CEU.

Entre las congregaciones educadoras que tuvieron el papel más destacado en la UNEC se cuentan las de mayor tradición en el país: padres Jesuitas, padres Salesianos y Hermanos de la Sagrada Familia, entre las congregaciones masculinas; Hermanas Dominicas de Santa Catalina de Siena de Albi, Hermanas de la Caridad Cristiana (HH Alemanas) e Hijas de María Auxiliadora entre las congregaciones femeninas.

En septiembre de 1953, se reunió en Montevideo el Congreso de la UNEC, presidido por el Arzobispo de Montevideo, Mons. Antonio Mª Barbieri. Este congreso permitió la reunión y la reflexión conjunta de los superiores de las congregaciones educadoras, sobre el papel de la Iglesia en el área educativa.

Se evidenció la preocupación de las instituciones católicas por su débil presencia en los niveles de enseñanza media y superior, postergados hasta entonces. El Plan de Educación Católica, presentado en el Congreso por el P. Francisco Fernández SDB, representó la primera propuesta de fundación de una Universidad Católica, presentada en el siglo XX. Dicha propuesta estimuló, en 1954, la fundación del Instituto de Filosofía, punto de partida para la creación del Instituto de Filosofía, Ciencias y Letras, a partir del cual sería fundada en 1985 la Universidad Católica del Uruguay.

Entre los logros de la UNEC, debe destacarse el establecimiento de un consultorio jurídico, que cumplió una amplia tarea, acompañando y aconsejando a los colegios en sus relaciones con las autoridades nacionales y municipales. La aprobación, en noviembre de 1943, de la Ley de Consejos de Salarios, de negociación colectiva, exigió también la acción concertada de los colegios. La promoción de las tareas de las Asociaciones de Padres de Alumnos de Colegios Católicos (APAC), y la campaña realizada para la eliminación del examen de ingreso a la enseñanza secundaria para los colegios privados, fueron tareas emprendidas con éxito en la última etapa de la UNEC.

La UNEC representó la primera iniciativa de coordinación orgánica de la educación católica, en Uruguay, en el siglo XX. La misma contó con el declarado apoyo de la jerarquía, el compromiso de las congregaciones educadoras y el respaldo del laicado.


BIBLIOGRAFIA

Archivo de la Asociación Uruguaya de Educación Católica, Acta de fundación y estatutos de la UNEC; MONREAL, Susana, “La Asociación Uruguaya de Educación Católica en perspectiva histórica”, en Estatutos de AUDEC, Montevideo, 2003, p. 6-13.


SUSANA MONREAL