Diferencia entre revisiones de «O´GORMAN, Edmundo»
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Edmundo O´Gorman estudió con detalle diversas fuentes de la historia de México, como las obras del Padre José de Acosta, la Apologética Histórica de Fray Bartolomé de las Casas, la Historia de los Indios de Fray Toribio de Benavente, Netzahualcóyotl de Fernando de Alva Ixtlixóchitl, y la Historia de la revolución en la Nueva España, de Fray Servando Teresa de Mier. Las reflexiones en torno a estas fuentes las publicó O´Gorman en el boletín del Archivo General de la Nación, así como en diversas publicaciones que despertaron el interés por la historiografía mexicana. En 1964 ingresó como miembro de número a la Academia Mexicana de Historia, de la cual fue su director por espacio de quince años (1972-1987). En 1974 recibió el Premio Nacional de Letras y en 1986 el Premio Nacional en Humanidades. | Edmundo O´Gorman estudió con detalle diversas fuentes de la historia de México, como las obras del Padre José de Acosta, la Apologética Histórica de Fray Bartolomé de las Casas, la Historia de los Indios de Fray Toribio de Benavente, Netzahualcóyotl de Fernando de Alva Ixtlixóchitl, y la Historia de la revolución en la Nueva España, de Fray Servando Teresa de Mier. Las reflexiones en torno a estas fuentes las publicó O´Gorman en el boletín del Archivo General de la Nación, así como en diversas publicaciones que despertaron el interés por la historiografía mexicana. En 1964 ingresó como miembro de número a la Academia Mexicana de Historia, de la cual fue su director por espacio de quince años (1972-1987). En 1974 recibió el Premio Nacional de Letras y en 1986 el Premio Nacional en Humanidades. | ||
− | Seguidor del pensamiento de José Ortega y Gasset y de Martín Heidegger, al cual llegó por medio de su maestro José Gaos, Edmundo O´Gorman argumentó desde sus primeros trabajos historiográficos su rechazo a la historiografía positivista y cientificista. La obra donde manifiesta mejor su posición filosófica es también la más renombrada: «La Invención de América», cuya primera versión fue publicada en 1958 pero que tiene antecedentes desde 1947, cuando editó un pequeño trabajo titulado “''la conquista filosófica de América''” y en la que ya manifestaba “l''a necesidad de considerar la historia dentro de una perspectiva ontológica, es decir, como un proceso productor de entidades históricas y no ya, según es habitual, como un proceso que da por supuesto, como algo previo, al ser de dichas entidades. (Dice O´Gorman que)Estas reflexiones me sirvieron para comprender que el concepto fundamental de esta manera de entender la historia era el de «invención», porque el de «creación», que supone producir algo «ex nihilo», sólo tiene sentido dentro del ámbito de la fe religiosa. Así fue como llegué a sospechar que la clave para resolver el problema de la aparición de América estaba en considerar ese suceso como resultado de una invención del pensamiento occidental y no ya como el de un descubrimiento meramente físico, realizado, además, por casualidad.''”<ref> | + | Seguidor del pensamiento de José Ortega y Gasset y de Martín Heidegger, al cual llegó por medio de su maestro José Gaos, Edmundo O´Gorman argumentó desde sus primeros trabajos historiográficos su rechazo a la historiografía positivista y cientificista. La obra donde manifiesta mejor su posición filosófica es también la más renombrada: «La Invención de América», cuya primera versión fue publicada en 1958 pero que tiene antecedentes desde 1947, cuando editó un pequeño trabajo titulado “''la conquista filosófica de América''” y en la que ya manifestaba “l''a necesidad de considerar la historia dentro de una perspectiva ontológica, es decir, como un proceso productor de entidades históricas y no ya, según es habitual, como un proceso que da por supuesto, como algo previo, al ser de dichas entidades. (Dice O´Gorman que)Estas reflexiones me sirvieron para comprender que el concepto fundamental de esta manera de entender la historia era el de «invención», porque el de «creación», que supone producir algo «ex nihilo», sólo tiene sentido dentro del ámbito de la fe religiosa. Así fue como llegué a sospechar que la clave para resolver el problema de la aparición de América estaba en considerar ese suceso como resultado de una invención del pensamiento occidental y no ya como el de un descubrimiento meramente físico, realizado, además, por casualidad.''”<ref>O´Gorman, p. 9.</ref> |
La filosofía de la historia que O´Gorman sustentaba es historicista y relativista, pues parte de su afirmación de que “''el ser de las cosas no es algo que ellas tengan de por sí, sino algo que se les concede u otorga''”<ref>Ibídem, p. 48</ref>. Así, “''el mal que está en la raíz de todo el proceso histórico de la idea del descubrimiento de América, consiste en que se ha supuesto que ese trozo de materia cósmica que ahora conocemos como el Continente Americano ha sido eso desde siempre, cuando en realidad no lo ha sido sino a partir del momento en que se le concedió esa significación, y dejará de serlo el día en que, por algún cambio en la actual concepción del mundo, ya no se le conceda.''”<ref>Ibídem, p. 49</ref>Esta idea la ratifica más adelante al señalar que “''ni las cosas, ni los sucesos son algo en sí mismos, sino que su ser depende del sentido que se les conceda dentro del marco de referencia de la imagen que se tenga acerca de la realidad del momento.''”<ref>Ibídem, p. 57</ref> | La filosofía de la historia que O´Gorman sustentaba es historicista y relativista, pues parte de su afirmación de que “''el ser de las cosas no es algo que ellas tengan de por sí, sino algo que se les concede u otorga''”<ref>Ibídem, p. 48</ref>. Así, “''el mal que está en la raíz de todo el proceso histórico de la idea del descubrimiento de América, consiste en que se ha supuesto que ese trozo de materia cósmica que ahora conocemos como el Continente Americano ha sido eso desde siempre, cuando en realidad no lo ha sido sino a partir del momento en que se le concedió esa significación, y dejará de serlo el día en que, por algún cambio en la actual concepción del mundo, ya no se le conceda.''”<ref>Ibídem, p. 49</ref>Esta idea la ratifica más adelante al señalar que “''ni las cosas, ni los sucesos son algo en sí mismos, sino que su ser depende del sentido que se les conceda dentro del marco de referencia de la imagen que se tenga acerca de la realidad del momento.''”<ref>Ibídem, p. 57</ref> |
Revisión del 16:09 3 jun 2014
O´GORMAN, Edmundo (Coyoacán 1906; ciudad de México 1995) Historiador.
Hijo del ingeniero y pintor irlandés Cecil Crawford O ´Gorman, nació Edmundo O ‘Gorman en Coyoacán, entonces pueblo colindante con la ciudad de México y hoy parte de ella, el 24 de noviembre de 1906. Juan, su hermano mayor, fue un célebre arquitecto y pintor. Edmundo estudió abogacía en la Escuela Libre de Derecho, recibiendo el título de abogado en 1928. Cursó después la maestría en Filosofía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y en 1951 obtuvo el grado de Doctor en Historia en la misma institución. Desde 1938 fue profesor en la UNAM; simultáneamente laboró en el Archivo General de la Nación, y en 1971 creó en la Universidad Iberoamericana de la ciudad de México un Seminario de Historiografía Mexicana.
Edmundo O´Gorman estudió con detalle diversas fuentes de la historia de México, como las obras del Padre José de Acosta, la Apologética Histórica de Fray Bartolomé de las Casas, la Historia de los Indios de Fray Toribio de Benavente, Netzahualcóyotl de Fernando de Alva Ixtlixóchitl, y la Historia de la revolución en la Nueva España, de Fray Servando Teresa de Mier. Las reflexiones en torno a estas fuentes las publicó O´Gorman en el boletín del Archivo General de la Nación, así como en diversas publicaciones que despertaron el interés por la historiografía mexicana. En 1964 ingresó como miembro de número a la Academia Mexicana de Historia, de la cual fue su director por espacio de quince años (1972-1987). En 1974 recibió el Premio Nacional de Letras y en 1986 el Premio Nacional en Humanidades.
Seguidor del pensamiento de José Ortega y Gasset y de Martín Heidegger, al cual llegó por medio de su maestro José Gaos, Edmundo O´Gorman argumentó desde sus primeros trabajos historiográficos su rechazo a la historiografía positivista y cientificista. La obra donde manifiesta mejor su posición filosófica es también la más renombrada: «La Invención de América», cuya primera versión fue publicada en 1958 pero que tiene antecedentes desde 1947, cuando editó un pequeño trabajo titulado “la conquista filosófica de América” y en la que ya manifestaba “la necesidad de considerar la historia dentro de una perspectiva ontológica, es decir, como un proceso productor de entidades históricas y no ya, según es habitual, como un proceso que da por supuesto, como algo previo, al ser de dichas entidades. (Dice O´Gorman que)Estas reflexiones me sirvieron para comprender que el concepto fundamental de esta manera de entender la historia era el de «invención», porque el de «creación», que supone producir algo «ex nihilo», sólo tiene sentido dentro del ámbito de la fe religiosa. Así fue como llegué a sospechar que la clave para resolver el problema de la aparición de América estaba en considerar ese suceso como resultado de una invención del pensamiento occidental y no ya como el de un descubrimiento meramente físico, realizado, además, por casualidad.”[1]
La filosofía de la historia que O´Gorman sustentaba es historicista y relativista, pues parte de su afirmación de que “el ser de las cosas no es algo que ellas tengan de por sí, sino algo que se les concede u otorga”[2]. Así, “el mal que está en la raíz de todo el proceso histórico de la idea del descubrimiento de América, consiste en que se ha supuesto que ese trozo de materia cósmica que ahora conocemos como el Continente Americano ha sido eso desde siempre, cuando en realidad no lo ha sido sino a partir del momento en que se le concedió esa significación, y dejará de serlo el día en que, por algún cambio en la actual concepción del mundo, ya no se le conceda.”[3]Esta idea la ratifica más adelante al señalar que “ni las cosas, ni los sucesos son algo en sí mismos, sino que su ser depende del sentido que se les conceda dentro del marco de referencia de la imagen que se tenga acerca de la realidad del momento.”[4]
Falleció en la ciudad de México el 28 de septiembre de 1995. Por su labor que durante muchos años desempeñó como profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México, un buen número de historiadores han sido formados en la escuela del historicismo relativista de O´Gorman.
Obras:
Historia de las divisiones territoriales de México
Crisis y Porvenir de la Ciencia Histórica
Fundamentos de la historia de América
La Invención de América
La Supervivencia Política Novohispana
México, el trauma de su Historia
Notas
Bibliografía
- O´Gorman Edmundo. La Invención de América. Cultura SEP, colección lecturas mexicanas N° 63, México 1984
JUAN LOUVIER CALDERÓN