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BANEGAS GALVÁN, Francisco (Celaya, 1867; Querétaro, 1932) Obispo, Historiador, Literato.
El virtuoso y sabio Obispo Francisco Banegas Galván, hijo único del matrimonio formado por Don Jerónimo Banegas y Doña Soledad Galván de Banegas, nació en la ciudad de Celaya el 5 de marzo de 1867. En su ciudad natal cursó su instrucción primaria, prosiguiendo estudios secundarios en el colegio que los Padres Carmelitas tenían en Celaya, donde fue aventajado alumno de Fray Joaquín de San Alberto en sus cursos de Latín y Lógica.
Ingresó al Seminario de Querétaro en diciembre de 1882 y un año después se trasladó al Seminario de Morelia donde fue discípulo del Canónigo Agustín Abarca. Recibió el Diaconado el 1° de marzo de 1890 y fue ordenado sacerdote el 23 de mayo de 1891. Ejerció el magisterio enseñando Castellano, Literatura, Historia Universal e Historia Patria; fue director del Instituto Científico, Vicerrector y luego Rector del Seminario, en el que introdujo atinados cambios. El 15 de enero de 1904 fue nombrado Secretario de Cámara y Gobierno del Arzobispado de Michoacán, prestando valiosos servicios a Monseñor Leopoldo Ruiz y Flores ↗ en los primeros años de su arzobispado.
Cuando el Obispo de Veracruz Joaquín Pagaza cayó enfermo, la Santa Sede nombró a Francisco Banegas Visitador Apostólico en dicha Diócesis, llegando a Jalapa para cumplir su misión el 7 de octubre de 1913. Un año después, el 25 de octubre de 1914 los revolucionarios carrancistas que acostumbraban incendiar templos y conventos y vejar sacerdotes, entraron a Jalapa, por lo que Monseñor Banegas se vio obligado a huir a la Habana, Cuba, donde permaneció medio año. Posteriormente se trasladó a la ciudad de Chicago residiendo en ella hasta que las circunstancias políticas le permitieron volver a México en enero de 1919. De inmediato se dirigió a Jalapa a continuar gobernando la Diócesis, pero ahora en calidad de Administrador Apostólico, pues el Obispo titular, Mons. Pagaza, había fallecido un año atrás.
Pocas semanas estuvo ya Mons. Banegas en Jalapa pues el 28 de febrero de 1919 fue nombrado Obispo de la diócesis de Querétaro. El 27 de julio fue consagrado obispo en la Insigne Basílica de Guadalupe por Mons. Francisco Plancarte y Navarrete, Arzobispo de Linares, y tomó posesión de su diócesis el 9 de agosto. En mayo de 1924 viajó a Roma para realizar la Visita Ad Limina Apostolorum, asistiendo después de ella al Congreso Eucarístico Internacional que tuvo lugar en Ámsterdam, Holanda; en agosto regresó a su Diócesis cuando ya se cernían sobre México los vientos de la persecución religiosa desatada por el gobierno de Plutarco Elías Calles↗.
Durante los trece años de pontificado gozó Monseñor Banegas de la veneración, amor y confianza de los sacerdotes y diocesanos; todos reconocían en él vasta ciencia, profunda humildad, reflexiva prudencia en el manejo de los negocios, serena equidad en sus resoluciones, piadoso espíritu de oración, imperturbable paciencia para recibir y escuchar a todos los que lo buscaban, y para sufrir los dolores morales y físicos. En enero de 1932 tuvo un rápido decaimiento de sus fuerzas y los exámenes médicos que le practicaron revelaron que en el pulmón derecho tenía un tumor canceroso incurable. Soportó su enfermedad con gran ánimo y fortaleza de espíritu hasta su fallecimiento ocurrido el 14 de noviembre de 1932. Sus honras fúnebres se celebraron en la Catedral de Querétaro.
Bibliografía
- Emeterio Valverde Téllez. Bio-Bibliografía Eclesiástica Mexicana. Vol. I. JUS, México, 1949
JUAN LOUVIER CALDERÓN