FERNÁNDEZ CONCHA, Rosa
FERNÁNDEZ CONCHA, Rosa (Santiago, 1842; Santiago, 1906) Religiosa
Nació en Santiago de Chile, al interior de una familia católica de elite, muy practicante y devota, vinculada con el sector dirigente. Sus padres, Pedro Fernández Recio y Rosa de Santiago Concha junto a cinco de sus hermanos estuvieron activamente relacionados con la Congregación del Buen Pastor en Chile desde su arribo en 1855. Su madre había sido fundadora de la Sociedad de Beneficencia de Santiago y como tesorera secundó personalmente, desde 1857, la instalación de la Congregación en la ciudad. La familia aportó dinero, su madre y hermanas recolectaron limosnas y Rafael, su hermano sacerdote, fue encargado de la oración inaugural del Monasterio de Santiago mientras Rosario, su hermana mayor, cantaba en el coro.
Años después, ésta última ofreció la casa paterna para levantar el Colegio Rosa de Santiago Concha del que Rosa, la penúltima hija del clan, sería Superiora entre 1888 y 1896. Su familia financió la fundación de las demás casas de Santiago y contribuyó a las de provincia.[1]Su padre fue Protector de la congregación y a su muerte fundó una capellanía para el Monasterio de Santiago, el primero en América del Sur, transformado en 1861 en Casa Provincial de Chile tras la fundación de casas en Valparaíso y La Serena. Ella misma ingresó a la Congregación en agosto de 1865, tres meses después que su hermana Josefa consagrada como Sor María San Agustín de Jesús asumiera como Superiora del Buen Pastor en Chile. Rosa profesó con el nombre de Sor María de la Inmaculada Concepción.
Las religiosas del Buen Pastor eran una congregación francesa de vida activa nacida de la contrarrevolución, con un carisma caritativo y misional hacia la mujer. Su modelo de regeneración de niñas pobres a través del trabajo y la disciplina moral fue extendido rápidamente a nivel mundial, ramificándose a Chile cuando su fundadora, Eufrasia de Pelletier, aún estaba viva. Estableció un nuevo vínculo entre el mundo femenino y el trabajo dando cuenta del activo papel que adquirieron las mujeres en la renovación del catolicismo europeo y del chileno en el siglo XIX.[2]
Rosa ingresó como novicia a la congregación en agosto de 1865. Acompañó a su hermana en 1867 en su visita a la Superiora General en Angérs, donde Rosa profesó sus votos como sor María de la Inmaculada Concepción en septiembre de ese mismo año. Desde 1860 la congregación había fundado una casa en el puerto de Valparaíso, encargándose del Asilo del Salvador que administraba la Sociedad de Beneficencia de Señoras. Hubo cooperación con esta asociación laica, pero la novedad de la caridad del Buen Pastor terminó por alejar a las Hermanas del Asilo. Demoraron en asentarse definitivamente en el puerto. La compra de un terreno en el barrio del Almendral permitió consolidarlas, y la Madre María de la Inmaculada Concepción fue llamada en 1868 desde Santiago como Asistente de la Casa.
El Vicario de Valparaíso, Mariano Casanova, futuro Arzobispo de Santiago, fue Superior Eclesiástico. Un año después fue designada Superiora de la Casa Correccional de Santa Rosa de Santiago, cargo de que tuvo hasta 1886. En 1874 la Casa de Valparaíso hizo efectivo el cuidado de la Correccional de Mujeres del puerto. La congregación compró con la asesoría financiera de Pedro y Domingo Fernández Concha, dos de sus hermanos, el antiguo edificio del Seminario y sus terrenos aledaños, recibiendo a las primeras presas que fueron llevadas por el intendente Francisco Echaurren. Debido a la experiencia de Sor Inmaculada Concepción, ella fue trasladada a Valparaíso para su atención como Superiora de la Correccional de Santiago, haciendo una magnífica labor al transformar la prisión en un pensionado, como expresó el Intendente.[3]
Posteriormente fue nombrada Superiora interina del Colegio Rosa de Santiago Concha en 1888, y en propiedad para el período 1892-1896.[4]Fue Provinciala de Santiago entre 1896-1905, Superiora local del Monasterio Provincial de Santiago en 1905. Fue comisionada a Roma a solicitar la erección de Brasil como Provincia de la Congregación, lo que obtuvo en 1905, un año antes de fallecer. En 1906 fue sepultada en el Monasterio principal del Buen Pastor de Santiago.
Notas
Bibliografía
- CASTELLÓN, A. Fernández de Santiago Concha. Antecedentes y descendientes, en Revista de Estudios Históricos 27 (1982)
- ISERN, J. S.I., El Buen Pastor en las naciones del Sud de América (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay). Estudio histórico documentado por el P. Juan Isern de la compañía de Jesús, Buenos Aires 1923
- SERRANO S. (Ed.), Vírgenes Viajeras. Diarios de religiosas francesas en su ruta a Chile. 1837-1874, Santiago 2000
MACARENA PONCE DE LEÓN