DIGNIDAD HUMANA. La encíclica «Lacrimabili statu Indorum»
Sumario
Prólogo (DHIAL)
El 7 de junio de 1912, el papa San Pío X firmaba su encíclica «Lacrimabili satu Indorum», la primera dirigida a los Arzobispos y Obispos de América Latina para que, retomando la tradicional política de evangelización y promoción del bienestar de los pueblos indígenas iniciada por los misioneros del siglo XVI, se avocaran a su defensa y protección en las circunstancias que presentaba el amanecer del siglo XX, cargado de ideas positivistas que promovían el egoísmo social y profundizaban la marginación de los indígenas.
Para escribir esta encíclica, el Papa santo buscó informarse ampliamente de la situación que prevalecía en las comunidades indígenas de todo el Continente. Recientemente Mario L. Grignano, autor de esta voz, dirigió un equipo de investigación sobre las fuentes manuscritas chilenas objeto de esta temática.
Fuentes inéditas
La presente voz tiene su origen en una investigación sobre las fuentes manuscritas inéditas de origen chileno de la encíclica. Estas se hallan custodiadas en el Archivo Secreto Vaticano, en el fondo relativo a los documentos del entonces Internuncio Apostólico en Chile, Mons. Enrico Sibilia.[1]
Se trata de un estudio de historia de la Iglesia cuyas fuentes van desde los años 1907 a 1912, y consideran los territorios chilenos que van desde el río Biobío a Magallanes, incluyendo también la Isla de Pascua.[2]Por ello han quedado fuera de nuestro objeto de estudio las condiciones globales del panorama eclesiástico chileno en fechas anteriores a 1900.
De nuestro marco de estudio también quedan fuera consideraciones pertenecientes al ámbito de la Misionología de la época, o sucesiva al Concilio Vaticano II, a disciplinas como la etnología y la antropología de los pueblos indígenas citados en los documentos; temas estos, que quedan abiertos para futuras investigaciones históricas y/o interdisciplinarias.
El artículo se estructura lógicamente en los siguientes puntos: presentación del material documental inédito que constituye las fuentes chilenas de la encíclica «Lacrimabili statu Indorum» y de la correspondencia entre la Santa Sede y el Internuncio en Chile; las informaciones acerca de los hechos del Putumayo (Amazonía) y la fase investigativa requerida por la Santa Sede a sus representantes diplomáticos en América Latina; el informe de los misioneros capuchinos de la Prefectura Apostólica de la Araucanía; y las informaciones del Internuncio Monseñor Sibilia.
Las fuentes chilenas
En el fascículo 38 del fondo «Archivio della Nunziatura del Cile» hemos hallado los originales inéditos de los informes que constituyen las fuentes chilenas de la encíclica de Pío X. El título del fascículo es «Evangelizzazione degli Indiani esistenti in Cile»; y los documentos pueden organizarse como a continuación:
A. Informes de los misioneros y evangelizadores
- Relación desde la Provincia Franciscana de los Siete Gozos, firmada por fray Juan José de Cock, y fechada en Chillán el 18 de septiembre de 1911
- Relación desde la Prefectura Apostólica de la Araucanía, fechada en Valdivia el 10 de octubre de 1911
- Relación acerca de los indios chonos, firmada por el jesuita Silvestre Antonio Correa Bravo en Santiago, el 22 de agosto de 1912
- Relación desde la Prefectura Apostólica de la Patagonia Meridional, firmada por el salesiano José Fagnano en Punta Arenas el 19 de octubre de 1911.
- Algunos documentos diferentes sobre la Isla de Pascua y sus habitantes, los Rapa Nui o Canacas.
B. Minuta.
De la relación que el Internuncio en Chile, Mons. Enrico Sibilia envió a la Secretaría de Estado de la Santa Sede, fechada el 11 de febrero de 1912.
C. Despachos Los distintos despachos enviados por la Santa Sede a sus representantes pontificios en América Latina, y específicamente los enviados al Internuncio en Chile los días 22 de mayo de 1911 y 9 de abril de 1912
Estos documentos, con la excepción de los despachos desde Roma y la minuta de Sibilia, están escritos totalmente en español. Son de diferente extensión, composición y contenido; el título del fascículo aclara la temática que da unidad al cuerpo documental. En su gran mayoría el fascículo contiene hojas manuscritas, sin embargo hallamos también algunos opúsculos mecanografiados y recortes de diarios chilenos con las noticias relativas al tema. Los documentos se hallan bien conservados, ordenados y de fácil consultación.
Noticias sobre el Putumayo
A partir del inicio del siglo XX, el Papa Pío X[3]inaugura una etapa misionera. Según Butturini se trata de una “relación diferente con los pueblos y con las respectivas culturas y la reorfanización de las misiones caracterizan pues al pontificado de Pío X.”[4]
En esta dirección, en 1907 la Congregación «Propaganda fide» crea tres nuevas prefecturas en el territorio del Perú. La de la Amazonía es la Prefectura de Ucayali confiada a los franciscanos. Agostino M. Alemany, prefecto apostólico, informa al Secretario de «Propaganda fide», Cardenal Gotti, la situación que prevalece en el territorio de su Prefectura mediante una carta firmada el 4 de octubre de 1910. He aquí un fragmento de esa carta enviada a Roma:
“La extracción del caucho en el interior de las selvas existe sobre todo en las regiones del Perú desde el siglo pasado (…) Los civilizados han puesto su corazón con agudeza de ingenio en iniciar y continuar un negocio que en los estados europeos era considerado de gran importancia. Pero la obra de extracción del caucho lograba poco resultado a menos que los paganos nativos, quienes conocen perfectamente aquellas regiones y su topografía, sean utilizados en la operación.
Por ello los interesados en la extracción del caucho, considerando necesario que se les entregara en un número suficiente a los indígenas, los compraron de otros colonos, que consideraron siempre lícito vender o transferir a los indígenas, aun cuando al hacer esto actúan de manera injusta.
Los extractores de caucho envían a sus emisarios, para que vayan en las zonas donde moran los infieles, y allí los asaltan con armas de guerra, queman y destruyen sus hogares, capturan a los niños y a las mujeres indefensas, matan a los viejos, luchan contra los hombres que intentan defenderse a sí mismos, a sus familias y a la tierra que no quieren abandonar, los asesinan o los llevan presos a los lugares de extracción, donde con severa vigilancia y una rigurosa disciplina, por un periodo de muchos años y a menudo por toda la vida, recolectan, ordenan, llevan y transportan la mercancía ya mencionada de un lugar a otro (…)
Cuando un colono se ha vuelto rico, no duda en venderlos a otro comercio, y así la vida de los pobres infieles resulta del todo parecida a la de un esclavo, porque no brilla la esperanza de volver a ver a sus queridos o de regresar a los lugares de su propia región.”[5]
Primeras indicaciones de la Santa Sede
Informado de esta situación y estos acontecimientos, el Papa Pío X manda que se interpelen a los representantes pontificios en América Latina para tener informaciones precisas, y nombra como su visitador al Padre Giovanni Genocchi, religioso del Sagrado Corazón de Jesús. Para ello, desde Roma el Secretario de Estado, Cardenal Rafael Marry del Val, escribe a los Nuncios e Internuncios presentes en el Continente latinoamericano. El objetivo que la Santa Sede persigue por medio de sus diplomáticos es considerada una acción apostólica y humanitaria específicamente dirigida hacia personas y pueblos no cristianos: recoger las informaciones inherentes a los pueblos indígenas del Continente aún no evangelizados para iniciar un estudio de la situación, del cual podrán surgir las directrices a las iglesias locales y a los misioneros para su trabajo apostólico y para la defensa de los indígenas.
La encíclica Lacrimabili statu Indorum (la deplorable condición de los indios)
Con la encíclica «Lacrimabili statu Indorum» dirigida a los Pastores, a las Iglesias, a las misiones y a los pueblos de América Latina, el Papa Pío X reclamaba la atención sobre la dramática y escandalosa situación de esclavitud e injusticias sufridas por los pueblos originarios en algunas regiones del Continente a inicios del siglos XX; las condena, sale en defensa de los indígenas y promueve su evangelización. Es un documento magisterial que destaca la solicitud pastoral de la Santa Sede para los pueblos latinoamericanos.
Pío X estaba interesado en la realidad latinoamericana, cuya originalidad y problemáticas se habían dado a conocer en Roma con mayor precisión durante el Concilio Plenario Latinoamericano de 1899, convocado por su predecesor León XIII. El pontificado de Pío X fue centralizador y reformador, y al mismo tiempo pastoral, preocupado –en el caso latinoamericano- por la supervivencia, la libertad y el bienestar de aquellos indígenas que aún no eran cristianos, sin descuidar su educación en la fe.
Fue un pontífice que se dejaba interpelar por los dramas y las problemáticas de los pueblos originarios de Latinoamérica, y que, después de recibir las informaciones de los Representantes Pontificios y de su enviado a América Latina, interviene en la escena internacional en su rol de pastor universal, que riendo trabajar “en favor de los indios” para así socorrer las numerosas y diferentes etnias del Continente.
MARIO L. GRIGNANI © Teología y Vida. Separata/Vol. LIV N°2. 2013
NOTAS
- ↑ También se ha investigado en otros archivos vaticanos y chilenos, pertenecientes a las Provincias de las Órdenes y Congregaciones religiosas de los misioneros. En Santiago se ha incursionado también en el Archivo Arzobispal y en el Archivo Nacional.
- ↑ En estos territorios aún no se ha enraizado el anuncio evangélico, y la organización eclesiástica se halla en vías de consolidación.
- ↑ Guiseppe Melchiorre Sarto, fue elegido papa el 4 de agosto de 1903, y gobernó la Iglesia hasta el 20 de agosto de 1914. Fue beatificado el 3 de junio de 1951 y canonizado el 29 de mayo de 1954
- ↑ Giuseppe Butturini. La Santa Sede e i popoli extraeuropei. Bologna 2003
- ↑ APF, PERÚ, Ucayaldi, R.151.299, ff. 478r478v. Texto original en Latín.