ACADEMIA DE SAN CARLOS
La Academia de pintura, escultura y arquitectura erigida en 1781 y aprobada en 1783 con el nombre de Academia de San Carlos de Nueva España,[1]fue la primera levantada en el Continente Americano dedicada a la promoción de las artes plásticas.
Fue el superintendente de la Real Casa de Moneda Fernando José de Manguino quien propuso al Virrey Martín de Mayorga un proyecto para establecer una Academia de pintura, escultura y arquitectura. El Virrey acogió la propuesta con entusiasmo y a efecto de ponerla en práctica reunió una junta preparatoria presidida por él mismo; la junta decidió nombrar director general de la Academia a Jerónimo Antonio Gil, grabador de la Casa de Moneda.
El Virrey Mayorga y la Junta dieron aviso del proyecto y de las acciones emprendidas a la Corte de Madrid, y dieron inicio a las clases de la Academia el 4 de noviembre de 1781 en las mismas instalaciones de la Casa de Moneda. El Rey Carlos III expidió una cédula fechada el 25 de diciembre de 1783 en la cual aprobaba la erección de la institución con el título de Real Academia de San Carlos de Nueva España, dotándola con trece mil pesos anuales y declarando que acogía “bajo su real protección a la Academia, nombrando vice-protectores a los virreyes y lugarteniente, y sustituto perpetuo suyo en el régimen y dirección, a Don Fernando José Manguino”[2]. El 18 de noviembre de 1784, por Real Cédula Carlos III le concedió estatutos, enviando instrumentos, libros y modelos para la enseñanza. En el Capítulo XVIII de los estatutos que trata de los discípulos de la Academia señala que “se admitirán indistintamente todos cuantos se presenten”, y en el XIX que habla de pensiones señala que debían darse cuatro a indios de raza pura.[3]
El arte de la pintura en México era de gran esplendor desde muchos años atrás con grandes obras de pintores tan renombrados como Echave, Arteaga, Rodríguez Juárez y Miguel Cabrera↗. La Academia pronto tuvo un gran número de alumnos, lo que le obligó a trasladarse al edificio que perteneciera al Hospital del Amor de Dios↗. “La Academia se instaló allí en el mes de septiembre de 1791, y en ese año llegaron dos distinguidos profesores, Don Manuel Tolsá, de escultura, y Don Rafael Jimeno de pintura. El primero trajo consigo la famosa colección de yesos con que obsequió al Establecimiento Carlos III, la cual había costado 40,000 pesos, y mereció más tarde los elogios del célebre barón de Humboldt.”[4]
La guerra de Independencia (1810-1821) produjo un decaimiento de la Academia, y la eliminación de los fondos destinados a ella obligaron a cerrarla a fines de 1821. Hacia el final de la dictadura de Porfirio Díaz↗ la Academia de San Carlos fue incorporada a la Universidad Nacional de México, pero por la revolución mexicana ↗ permaneció cerrada por varios años. En 1929, con la autonomía de la Universidad, la Academia se dividió en dos facultades: la Escuela Nacional de Arquitectura y la Escuela Nacional de Artes Plásticas; esta última sigue en posesión del edificio del antiguo Hospital del Amor de Dios que fue sede de la Academia casi desde su inicio.
Notas
Bibliografía
González Obregón Luis. México Viejo. Ed. Alianza Editorial, México, 1991
JUAN LOUVIER CALDERÓN