GÓMEZ DE PORTUGAL Y SOLÍS, Juan Cayetano
GÓMEZ DE PORTUGAL Y SOLÍS, Juan Cayetano (San Pedro Piedragorda, 1783; Morelia, 1850) Obispo.
En la población de San Pedro Piedragorda (hoy Ciudad Manuel Doblado), Estado de Guanajuato, nació el 7 de julio de 1783 Juan Cayetano Gómez de Portugal y Solís, hijo del matrimonio formado por Don José Pascual Gómez de Portugal y Doña Francisca Solís. Cursó sus primeros estudios en su ciudad natal, ingresando posteriormente al Seminario Conciliar de Guadalajara. Se desconoce la fecha de su ordenación sacerdotal, pero se sabe de su talento y capacidad por el hecho de que a los veinticinco años de edad impartía en el Seminario con brillantez las cátedras de Latín, Historia y Patrología.
Por su elocuencia extraordinaria, el célebre Obispo Cabañas↗ le encargó que, a nombre del Seminario, pronunciara las honras fúnebres del Dr. Don José María Gómez, primer Rector de la Universidad de Guadalajara; realizó su encargo con tal brillantez que el Claustro académico de la Universidad, por aclamación, le concedió la borla de Doctor en Teología. En 1815 fue nombrado cura de Zapopan, cargo que desempeñó durante quince años.
Al consumar Agustín de Iturbide↗ la Independencia de México en septiembre de 1821, el Gobierno del Imperio llamó a Gómez de Portugal para que colaborara con ese primer gobierno independiente. En 1822 el Congreso lo propuso para Consejero de Estado, pero fue al año siguiente que recibió el nombramiento de Representante de Jalisco en el Consejo Nacional Constituyente. Caído el Imperio y establecida la República, en 1830 fue elegido Senador por el Estado de Jalisco.
Debido a que el Rey de España Fernando VII nunca reconoció la Independencia de los Virreinatos americanos y quería seguir ejerciendo sus derechos de Patronato, amenazó a la Santa Sede con un cisma en España si nombraba obispos para América, y como España también era hija de la Iglesia, el Romano Pontífice se abstuvo de hacerlo, con la consecuencia de que para 1829 en toda la América Española quedó solo un anciano Obispo en Perú. S.S. Gregorio XVI decidió finalmente desafiar a Fernando VII (quien no se atrevió a cumplir sus amenazas)y el 28 de febrero de 1831 nombró seis obispos para México; uno de esos seis fue el Doctor Juan Cayetano Gómez de Portugal designado a la Diócesis de Michoacán.
La Diócesis de Michoacán, además de la complejidad derivada de su gran extensión territorial, en esos momentos tenía el problema de su desorganización, pues había estado sin obispo desde que falleció en junio de 1809 su último pastor Don Marcos Moriana y Zafrilla. Monseñor Gómez de Portugal fue consagrado obispo en el Templo de La Profesa en la ciudad de México por el Ilustrísimo Monseñor Francisco Pablo Vázquez, y tomó posesión de su Diócesis el 2 de octubre de 1831, avocándose de inmediato a reorganizar el Cabildo y la Curia y a reformar la disciplina y plan de estudios del Seminario.
En 1833 Valentín Gómez Farías Vicepresidente de México en funciones de Presidente “dio a conocer bien pronto su anticlericalismo, al arrogarse el derecho de patronato y de elegir a los obispos (…) Farías trabajaba furiosamente para perseguir a la Iglesia. Las misiones de California fueron arrebatadas a los franciscanos … Se invitó a las religiosas a abandonar sus conventos (una monja sí se aprovecho de la invitación) y se privó a los seminarios de sus rentas…se prohibieron las peregrinaciones de los indios…Los obispos presentaron una respetuosa y bien razonada protesta contra la intrusión del gobierno en los asuntos internos de la Iglesia; pero la respuesta se redujo a decretar la expulsión de los obispos de Durango, Linares, Chiapas y Michoacán.”[1]
Cuando estaba a punto de embarcarse al exilio, un militar enviado por el Presidente Antonio López de Santa Ana ↗ le pidió que no abandonara el país porque muy pronto cambiarían las circunstancias políticas. En efecto, el 31 de julio de 1834 Santa Ana derogó los tiránicos decretos de su Vicepresidente y el mismo día nombró a Mons. Gómez de Portugal Ministro de Justicia y Negocios Eclesiásticos, cargo que desempeñó solo unos cuantos meses porque el celo por sus feligreses le hizo regresar a su Diócesis en 1935. “Así gobernó su Diócesis durante diecinueve años, viviendo sólo para su grey en el nombre de Dios, siendo padre de los pobres, apoyo de los huérfanos, consuelo de la humanidad atribulada, solícito y amable Pastor.”[2]
Monseñor Juan Cayetano Gómez de Portugal y Solís falleció en Morelia el 4 de abril de 1850. No supo de la carta que unos días después de su fallecimiento le envió desde Roma el Cardenal Antonelli en el que le comunicaba que “el Sumo Pontífice (S.S. Pío IX), a quien son muy conocidos vuestros relevantes méritos para la Iglesia Católica, determinó asociaros al Ilustrísimo Colegio de Cardenales de la santa Iglesia Romana. Y al disfrutar la singular satisfacción de comunicaros tan especial distinción, hago saber a Vuestra Eminencia, que vuestra elevación al cardenalato, se verificará dentro de pocos meses, para que entre tanto, podáis preparar lo necesario para sostener con lustre tan alta dignidad.”[3]Hubiese sido el primer Cardenal mexicano.
Notas
Bibliografía
Schlarman Joseph H. L.. México, Tierra de Volcanes. Ed. Porrúa, México, 1987
Valverde Téllez Emeterio. Bio-Bibliografía Eclesiástica Mexicana, Tomo I, Ed JUS, México 1949
JUAN LOUVIER CALDERÓN