NICARAGUA; Concordato de 1861
El concordato, en sus artìculos, establece: La religiòn del Estado es la Catòlica y la enseñanza serà de acuerdo a dicha religión; los Tribunales Laicos se encarguen de las causas personales de los eclesiàsticos en materia civil y las causas relativas al Sagrado Ministerio pertenezcan al juicio de la Autoridad Eclesiástica; la Iglesia tiene el derecho de adquisiciòn por cualquier tìtulo justo; el Gobierno subministrarà los medios adecuados para la propagaciòn de la fe y el apoyo de las misiones; los artìculos 5 y 7 son los màs importantes, porque en éstos el Gobierno de Nicaragua se compromete a subvencionar econòmicamente a la Iglesia con los fondos del Tesoro Nacional, segùn la escala que establece el concordato (Art. 5) y el art.7 dice que, en atenciòn a estas dotaciones, el Papa concede al Presidente de la Repùblica de Nicaragua y a sus sucesores, el patronato (privilegio de presentar, para cualquier vacante de la Diòcesis, a eclesiàsticos dignos e idòneos), por lo cual el Sumo Pontìfice dará a los presentados la instituciòn canónica en conformidad a las reglas prescriptas por la Iglesia. El procedimiento de la presentación iniciaba con las ternas que los Obispos dirigían al Presidente de la Repùblica, quien nombraba uno entre los propuestos presentándolo al Papa. Esta práctica era común en todas las Repùblicas de la América antiguamente española.
Este concordato refleja una mutua amistad entre la Santa Sede y la República de Nicaragua, estas buenas relaciones se deducen con el primer artìculo que establece la religiòn catòlica como la religión del Estado, por tanto, se trata de un gobierno católico y, ademàs, se expresa el reconocimiento de ciertos principios por parte del Estado o de la Iglesia.
Respecto al suministro de dotaciones y a la nómina de los candidatos, mi juicio es que el Papa reconocìa al gobierno el derecho de regular una de las condiciones esenciales de vida en la Iglesia; esto se dio, segùn el contexto histórico a nivel mundial, por la influencia del liberalismo en las naciones que trataba de separar la Iglesia de las sociedades y, a la vez, descristianizarlas. Por tanto, como estrategia la Iglesia hace uso de los concordatos, porque era lo ideal en ese perìodo histórico, y por falta de algo mejor se elige entre dos males el menor; el que se podía tolerar, de lo contrario se hubiera acrecentado la lucha contra la Iglesia o la descristianizaciòn de la sociedad por la influencia del liberalismo. Actualmente no se reconoce como la mejor solución, pero la Santa Sede, con los concordatos, encontró el medio de controlar la Iglesia en las naciones, que eran acechadas por el liberalismo.
El concordato, entre la Santa Sede y Nicaragua, manifiesta una armonìa entre Iglesia y Estado, es decir, el bien común orientado con normas de la moral.
Bibliografía
- MERCATI, Raccolta di Concordati su materie ecclesiastiche tra la Santa Sede e le autorità civili, V.I: 1098.1914, Nuova edizione anastatica con supplemento, 1954.
FIDEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ