ÁRCIGA Y RUIZ DE CHÁVEZ, José Ignacio

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
Revisión del 15:28 24 jul 2014 de MGARCIA (discusión | contribuciones) (Protegió «ÁRCIGA Y RUIZ DE CHÁVEZ, José Ignacio»: Página muy visitada ([edit=sysop] (indefinido) [move=sysop] (indefinido)) [en cascada])
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda

ÁRCIGA Y RUIZ DE CHÁVEZ, José Ignacio (Pátzcuaro, 1830-Ciudad de México, 1900) Arzobispo.

El 19 de marzo de 1830, en la ciudad de Pátzcuaro, Estado de Michoacán, nació José Ignacio, hijo de Don Pablo Árciga y Doña Rafaela Ruiz de Chávez. En su ciudad natal realizó sus estudios primarios y comenzó los estudios en Humanidades con el Pbro. Juan de León.

Ingresó al Seminario de Morelia en los inicios del año 1846, precisamente cuando esa Institución llegaba a grados de excelencia debido a la atinada dirección de su Rector, el célebre Clemente de Jesús Munguía ↗ quien poco después sería Arzobispo de Michoacán. Y fue precisamente su antiguo Rector quien, ya como Arzobispo le confirió el Diaconado en 1853 y lo ordenó sacerdote el mismo año. Celebró su primera misa en su natal Pátzcuaro. Por sus brillantes estudios y capacidad fue designado profesor del Seminario de Morelia impartiendo primero las cátedras de Matemáticas y Física entre 1854 y 1856, y desde ese año hasta que el gobierno liberal clausuró el Seminario en 1859, la cátedra de Teología.

A la clausura del Seminario colaboró con el entonces Rector Don Ramón Camacho (años más tarde obispo de Querétaro) a reunir a los seminaristas en Celaya, donde continuaron impartiéndoles clases en casas particulares con tan buenos resultados que, en el espacio de cuatro años, más de cincuenta fueron ordenados sacerdotes para la Diócesis de Michoacán. En 1862 fue nombrado Cura de la Parroquia de Guanajuato, de la que tomó posesión en abril de ese año, desplegando un celo verdaderamente apostólico que enfervorizó el espíritu de sus feligreses; por obediencia y con gran dolor sus feligreses lo vieron despedirse de ellos en 1866 porque fue llamado a la Canonjía de la Catedral de Morelia y hacerse cargo de la Rectoría del Seminario donde él había realizado sus estudios.

En ese mismo año, el Santo Padre Pío IX lo eligió Obispo in Partibus» de Legione, y Auxiliar del Ilustrísimo Arzobispo de Michoacán Clemente de Jesús Munguía, siendo consagrado por el primer Obispo de Zamora, Mons. Antonio de la Peña y Navarro. Al fallecimiento de Monseñor Munguía el 14 de diciembre de 1868, S.S, Pío IX nombró a Monseñor Árciga y Ruiz de Chávez, Arzobispo de Michoacán, tomando posesión de esa arquidiócesis el 4 de marzo de 1869. Un año después partió a Roma donde participó en el Concilio Ecuménico Vaticano I; en Europa permaneció diez meses. Cuando la Milagrosa Imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe fue coronada el 12 de octubre de 1895, tocó a Monseñor Árciga y Ruiz de Chávez en compañía de Monseñor Próspero Alarcón↗, subir a la plataforma para poner la corona a la sagrada Imagen.

Convocó al Primer Concilio Provincial Michoacano que se verificó durante los primeros tres meses de 1897. “En la sesión de apertura del Concilio Provincial, Árciga mostró su interés por fortalecer la fe cristiana en las sociedades, como el medio más eficaz contra las teorías modernas: «que todas nuestras deliberaciones, nuestros consejos y resoluciones sirvan al bien de la Iglesia, al esplendor del culto, al aumento de la religión, y por consiguiente, al provecho de la sociedad, tan fuertemente combatida hoy por violentas tempestades. Porque cuanto aquí hagamos a favor de la Iglesia, otro tanto habremos hecho a favor de los legítimos derechos sociales. En el orden civil, como en el religioso, se necesita una base divina, y los que tan obstinadamente trabajan por divorciar ambas sociedades, poniendo la una enfrente de la otra se olvidan de que si el Señor no levantó los muros, en vano trabajan los que quieren edificar... cuanto aquí hagamos por restablecer el influjo de la Religión en las ideas, en los sentimientos y costumbres, eso mismo habremos logrado en pro de la sociedad». Los decretos establecidos en el Concilio Provincial no fueron más allá de ratificar la legislación prevaleciente, razón por la cual Roma decidió no promulgar los decretos del I Concilio Provincial Michoacano." [1]

Notas

  1. Crónica del Concilio. Boletín Eclesiástico de la Provincia de Michoacán, Morelia, 1897, pp. 30-31. Citado en El catolicismo social en la Arquidiócesis de Morelia Michoacán (1897-1913). Tzintzun, Revista de Estudios Históricos, N° 38, julio-diciembre del 2003.

Bibliografía

  • Emeterio Valverde Téllez. Bio-Bibliografía Eclesiástica Mexicana. Tomo I. JUS, México, 1949
  • Gabriela Díaz Patiño. El catolicismo social en la Arquidiócesis de Morelia Michoacán (1897-1913). En Tzintzun, Revista de Estudios Históricos, N° 38, julio-diciembre del 2003.


JUAN LOUVIER CALDERÓN