SOCIEDAD MEXICANA DE HISTORIA ECLESIÁSTICA
La Sociedad Mexicana de Historia Eclesiástica “nació en 1974, como una iniciativa académica, no confesional. Pertenecen a ella un grupo de sacerdotes con sólidos conocimientos historiográficos, que al mismo tiempo han ejercido un abundante servicio pastoral en todo el ámbito nacional, lo que les ha permitido conocer a fondo y en vivo al pueblo mexicano.”[1]
La idea de formar una sociedad que se avocara a promover, impulsar y difundir la investigación sobre la historia de la Iglesia en México surgió desde finales del año de 1969 en una reunión de los presbíteros Rafael Montejano y Aguinaga (de San Luis Potosí), Francisco Miranda Godínez (de Zamora) y Luis Medina Ascencio S.J. El proyecto fue retomado a principios de 1974 por el sacerdote jesuita Medina Ascencio quien junto con otros dos sacerdotes de la Arquidiócesis de Guadalajara, convocaron a varios simpatizantes de la idea a una reunión a celebrarse el 18 de abril de 1974 en la biblioteca de la casa del Padre Jesús Jiménez López.
A esa primera reunión de la Sociedad en ciernes acudieron 23 sacerdotes procedentes de Coahuila, Colima, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, México, Michoacán, Morelos, Nuevo León y Zacatecas. Como resultado se elaboró el anteproyecto de estatutos de la Sociedad y por la tarde la Sociedad quedó formalizada con la elección del Padre J. Jesús Jimenez López como presidente, y como vicepresidente el Padre Luis Medina Ascencio S.J. Cinco vocalías, un secretario y un tesorero completaron la estructura.
El objetivo de la Sociedad Mexicana de Historia Eclesiástica quedó definido así: “Promover, impulsar y difundir la investigación histórica sobre la Iglesia en México y propiciar un intercambio de conocimientos históricos eclesiásticos mexicanos entre los socios, en orden a descubrir la presencia y la acción de Dios en el curso de los acontecimientos para servir a la pastoral en México”[2]
En la reunión de la Sociedad celebrada en febrero de 1998 en Puebla de los Ángeles, la Asamblea General acordó modificar su situación jurídica reestructurándose como «Asociación Civil». A lo largo de los años también han ingresado a la Sociedad laicos expertos en historia y ciencias afines, que con sus conocimientos y enfoques sanamente laicales –no laicistas- la han ayudado a crecer. Al finalizar el año de 2007, la Sociedad Mexicana de Historia Eclesiástica contaba con veintitrés miembros numerarios.
Notas
JUAN LOUVIER CALDERÓN