VALDÉS OSSA, Elisa
(Santiago,1894; Santiago, 1973) Educadora y fundadora.
Su familia ampliada pertenece a la aristocracia terrateniente tradicional en su vertiente liberal. Su familia nuclear tiende al servicio público-político. Fue educada en los principios católicos con fuerte compromiso social, de acuerdo a los principios de la encíclica Rerum Novarum (1891) de León XIII. Su padre era Ministro del Interior cuando se promulgó la Ley de Instrucción Primaria obligatoria y Gratuita (1920). Acompaña a su padre en misiones diplomáticas en Europa y América. Su madre participa en instituciones católicas vinculadas con la educación y evangelización de las Damas Protectoras del Obrero.
Los Nuncios y otras personas importantes que frecuentaban su casa, más las actividades políticas de su padre, así como los viajes en que lo acompañaba, fueron marcándola como una mujer culta, independiente y emprendedora, adelantándose al rol que empezará a desempeñar la mujer desde la segunda mitad del siglo XX. Su mundo trascendía los límites domésticos y el campo de sus preocupaciones era al menos de amplitud nacional. Fue pionera manteniendo su autonomía laical adulta y femenina, asumiendo responsabilidades y misión eclesial por propia iniciativa, en el servicio a la Iglesia, adelantándose a su tiempo en que no se miraba con buenos ojos una personalidad como la suya. Esto le trajo no pocas dificultades tanto como oportunidades.
Su educación familiar y escolar, más su estrecha relación con su prima en segundo grado Juanita Fernández Solar, hoy Santa Teresa de los Andes, primera Santa chilena, favorecen en ella el desarrollo de una profunda fe católica, que se expresa en un primer momento en su postulación al Carmelo. Fue rechazada por su frágil salud, lo cual consideró como expresión de la voluntad de Dios y buscó servirlo desde el laicado, dedicándose de lleno a la educación. Sus anhelos contemplativos los satisfacía en la devoción al Santísimo Sacramento ante el que pasaba largas horas en oración, sólo acompañada por la lamparita del sagrario.
Participa en la Sociedad de Instrucción Primaria educando en la fe a los niños pobres en horas extras con gran dedicación. En ese tiempo la Ley de Instrucción Primaria obligatoria y Gratuita (1920) y el desarrollo del país que la justifica, hace aumentar el número de escuelas y de estudiantes con la consiguiente necesidad de aumentar en las escuelas públicas, el número de profesores en general y de religión en particular. Ante la escasez de sacerdotes que las sirvieran, empieza a ocuparse de aprovechar la reciente ley que permitía a laicos preparados dar clases en las escuelas y funda el Hogar Catequístico (1936), que perdura hasta hoy, con el fin de preparar laicos que pudieran profesionalmente cumplir con esa tarea en las escuelas públicas para llegar allí donde otros no llegaban.
Posteriormente su obra se ha extendido formando profesores de religión en casi todas las Diócesis de Chile y ha dado más de 8.000 profesores y catequistas que trabajan en las escuelas de mayor vulnerabilidad y han “ido y enseñado” hasta en los lugares más apartados y en las escuelas municipalizadas hasta el día de hoy. En 1942 abre Sede en Valparaíso y en Talca. En 1953 se dan cursos de Catequesis en La Serena y Linares. Vienen a estudiar a Santiago alumnas de provincias y de países como Perú, Bolivia, Panamá y Ecuador.
Fundó también la Asociación de Maestras de Religión (1938) quienes con gran sentido gremial se apoyaban en la legitimización de su profesión y se juntaban en las tardes a elaborar materiales de enseñanza en la Sede del Hogar. Con gran visión vincula su Hogar con la Pontificia Universidad Católica de Chile desde 1940, para que una vez que ella y sus colaboradoras hubiesen fallecido, pudiera continuar su obra en el espíritu con que había sido fundada.
Bibliografía
- HENRÍQUEZ, L. Historia del Hogar Catequístico, Santiago 1996
- NORMANDIN M. et Alii, Elisa Valdés Ossa, una lámpara que ilumina en el tiempo, Santiago 2005
FERNANDO ETCHEGARAY