BECKMANN, Francisco Federico

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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BECKMANN, Francisco Federico(Enschede, 1883; Roma, 1963) Arzobispo

El tercer arzobispo metropolitano de Panamá (1945-1963), Francisco Federico Beckman, nació en Enschede, Holanda, el 23 Julio de 1883, y murió en Roma durante el Concilio Vaticano II el 30 de octubre de 1963. Fue también Obispo Auxiliar de Panamá (1940-1945) y fundador de la Comunidad Religiosa de Hermanas Misioneras Catequistas de la Virgen de la Medalla Milagrosa.

De origen holandés, hijo de Henricus Franciscus Beckmann y Johana Greve. Aficionado a la música, llegó a formar parte de la orquesta de su pueblo. En ella destacó como buen flautista y tañedor de otros instrumentos. Estos dones le ayudaron en la evangelización y otras actividades misionales. En 1913, entró en Guatemala con visa de músico, pues a la sazón estaba prohibida la inmigración de religiosos. También se desempeñó como obrero.

Fascinado por la Congregación de la Misión, fundada por San Vicente de Paúl, ingresa como novicio en la Escuela Apostólica de los Lazaristas en Werihotsauer, Holanda, y profesa como religioso el 15 de octubre de 1907. En París, cursa estudios de filosofía, teología y derecho canónico. El 13 de julio de 1913 es ordenado sacerdote en Holanda por Mons. Wilteik, O.P., Vicario Apostólico de Curazao.

Los superiores lo destinan a Guatemala. En ruta a su misión, permanece algún tiempo en Panamá, como capellán de las Hijas de la Caridad. Llegado a Guatemala, el P. Antonio Conte, misionero ejemplar, lo acoge en la Casa Central. Allí aprende el español, mientras se desempeña como capellán del Hospital de San Juan de Dios.

Al año siguiente, fue trasladado a El Salvador. Allí preside durante cuatro años, la Casa Misionera de la Alegría. Ejerce su ministerio durante 18 años en El Salvador y predica misiones en Honduras y Nicaragua. El 9 de junio de 1931 llega a Panamá para reemplazar temporalmente al superior de los vicentinos que, por razones de salud, había viajado a Francia. Ese mismo año S.E.R. Monseñor Rojas y Arrieta, c.m., Arzobispo de Panamá, lo nombra Rector del Seminario de San José. Permanecerá en su cargo hasta 1940.

En 1933, fallece el señor Arzobispo, doctor Guillermo Rojas y Arrieta, c.m. y le sucede en el cargo el doctor Juan José Maíztegui c.m.f., ilustre prelado y gran misionero. En 1937, el Arzobispo Maíztegui designa al P. Beckmann director de la Acción Católica. En este cargo, el nuevo director impulsa el apostolado laical, promueve a las Damas Católicas y robustece la Juventud Estudiantil y la Juventud Obrera Católicas.

El 27 de mayo de 1940 el Papa Pío XII nombra al P. Beckmann Obispo Auxiliar de Mons. Juan José Maíztegui, siendo Telmiso su sede titular. El 7 de julio de ese mismo año recibió la ordenación episcopal en la Catedral Metropolitana. Poco después, realiza una visita pastoral por el interior de la República, a solicitud del señor Arzobispo. Con el tiempo, adquirió la nacionalidad panameña, y no dejará de emitir el sufragio en las elecciones. El 20 de enero de 1945 se hallaba en visita pastoral en Santiago de Veraguas. Allí recibió la noticia de que el Papa Pío XII lo había designado tercer Arzobispo de Panamá.

Durante su gestión, restauró y modernizó la sede episcopal, revitalizó el Seminario y lo dotó de un moderno edificio, inaugurado el 7 de julio de 1955. Organizó el I Congreso Catequístico, del 9 al 13 de enero de 1946. Promovió el Sínodo Arquidiocesano para establecer normas de administración y gobierno pastoral. Fundó la Cofradía de la Doctrina Cristiana, el 29 de octubre de 1946. Estableció el 22 de diciembre como día del catecismo. Fundó la Escuela Superior de Catequistas, en 1949, y Radio Hogar, la emisora católica, en 1954. Posteriormente aparecerá “El Lábaro”, semanario católico.

El 27 de noviembre de 1947 funda la Comunidad Religiosa de Hermanas Misioneras Catequistas de la Virgen de la Medalla Milagrosa. A la iniciativa de Monseñor Beckmann, se debe también el I Congreso de Juventudes Católicas y la consagración de la República de Panamá a los Sagrados Corazones de Jesús y María, en 1954.

Monseñor Beckmann desarrolló también una ingente labor magisterial, a través de sus cartas pastorales. En ellas se transparenta la actividad del pastor celoso del bienestar de su grey y el atalaya del pueblo, en continua vigilancia para llamarlo a la conversión. Dedica la carta del 25 de enero de 1944, cuando era Vicario Capitular de la Arquidiócesis, al tema de la santificación de los domingos y fiestas de guardar. En la del 25 de enero de 1947, nos ilustra sobre la importancia del templo. La Iglesia es el tema que aborda en la carta del 15 de febrero de 1948. Otros asuntos que examina son: Los Derechos y Deberes del hombre (1949); el Año Santo y las Vocaciones Sacerdotales (1951); la Corrupción ambiental, la impudicia en el vestir, los medios de comunicación social y la vida conyugal (1953); el Año Mariano, en el centenario del dogma de la Inmaculada Concepción (1954); La vitalidad y permanencia de la Iglesia (1955); La Renovación del Triduo Pascual (1956); La Eucaristía, Sacrificio y Banquete (1957); la Enseñanza Religiosa (1958); el fruto de la misión, en la oración personal, la liturgia y la acción católica (1959); La Cuaresma, tiempo de penitencia y conversión (1960): Las Asechanzas del comunismo (1961): El próximo Concilio Vaticano II (1962 y 1963).

En julio de 1963, Mons. Beckmann celebró sus Bodas de Oro Sacerdotales. Y en octubre de ese mismo año descansó en el Señor, mientras asistía a las sesiones del Concilio Vaticano II, en su segundo período. Aunque no pudo completar esta última empresa, se puede afirmar que durante su gestión puso las bases para desarrollar las magníficas intuiciones del Concilio. Fiel al magisterio de la Iglesia, se inspiró en las enseñanzas de los Papas Pio XI y Pio XII sobre la Iglesia como Cuerpo Místico de Cristo. Esta doctrina alimentó el dinamismo de la acción católica, durante el pontificado de Pío XII.

En efecto, después de la experiencia traumática de la primera guerra mundial, cuando la civilización cristiana estaba amenazada por el materialismo marxista de la postguerra, se sintió la urgencia de una comunidad salvífica frente a la idea despersonalizada del Dios Estado. Éste fue el caldo de cultivo para que surgiera una eclesiología más dinámica, más interiorizada, más viva y completa que las precedentes. La constitución Lumen Gentium concretizará este anhelo.


Bibliografía

  • Apuntes mimeografiados de la congregación de Hermanas misioneras catequistas de la Virgen de la Medalla Milagrosa.

El ministerio episcopal de monseñor Francisco Beckmann”. Tesis presentada en la USMA por el Dr. Aníbal Ríos, para optar por la licenciatura en Filosofía, ética y religión. Escritos de Mons. Beckmann


OSCAR M. BROWN