Diferencia entre revisiones de «COLEGIO PÍO DE VILLA COLÓN»

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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Institución educativa en el departamento de Montevideo, Uruguay, fundada en 1877 y llevada adelante desde su origen por la Sociedad San Francisco de Sales (Salesianos). El terreno, donado por la sociedad de empresarios Lezica, Lanús y Fynn, había sido originalmente ofrecido a la Sociedad de Amigos de la Educación Popular, de tendencia racionalista, para la instalación de una institución educativa. A estos efectos el pedagogo José Pedro Varela escribió, en 1874, su influyente obra «La Educación del Pueblo». Al no prosperar este emprendimiento, el predio fue ofrecido a los salesianos, que en 1875 habían llegado a la cercana Buenos Aires (Argentina), en el que sería su primer emprendimiento misionero.
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Institución educativa en el departamento de Montevideo, Uruguay, fundada en 1877 y llevada adelante desde su origen por la Sociedad San Francisco de Sales (Salesianos). El terreno, donado por la sociedad de empresarios Lezica, Lanús y Fynn, había sido originalmente ofrecido a la Sociedad de Amigos de la Educación Popular, de tendencia racionalista, para la instalación de una institución educativa. A estos efectos el pedagogo [[VARELA,_José_Pedro | José Pedro Varela]] escribió, en 1874, su influyente obra «La Educación del Pueblo». Al no prosperar este emprendimiento, el predio fue ofrecido a los salesianos, que en 1875 habían llegado a la cercana Buenos Aires (Argentina), en el que sería su primer emprendimiento misionero.
  
 
El colegio y la presencia de los salesianos en el Uruguay despertaron muchas expectativas, en primer lugar en el seno mismo de la Iglesia que se encontraba en una situación precaria en recursos humanos. En un territorio donde no existía la enseñanza media, excepto dos en Montevideo y en manos del Estado, la existencia del Colegio Pío, con la posibilidad del internado, llevó a que muchas familias pudientes del país enviaran a sus hijos a estudiar allí. La condición puesta por los donantes del Colegio a quienes se hicieran cargo del mismo era que se impartiera allí enseñanza superior.  
 
El colegio y la presencia de los salesianos en el Uruguay despertaron muchas expectativas, en primer lugar en el seno mismo de la Iglesia que se encontraba en una situación precaria en recursos humanos. En un territorio donde no existía la enseñanza media, excepto dos en Montevideo y en manos del Estado, la existencia del Colegio Pío, con la posibilidad del internado, llevó a que muchas familias pudientes del país enviaran a sus hijos a estudiar allí. La condición puesta por los donantes del Colegio a quienes se hicieran cargo del mismo era que se impartiera allí enseñanza superior.  
  
En efecto, en el Colegio Pío se dictaban los cursos de primaria, comercio, liceo o bachillerato. Los alumnos podían acceder directamente, luego de finalizados sus estudios, a la Universidad.  Este colegio, al que concurrieron los hijos de las principales familias del país para preparar su ingreso a la Universidad, necesitado de personal competente, fue un desafío para los primeros salesianos. Sin embargo, los religiosos encontraron en la figura del primer director del Colegio, Luis Lasagna, una personalidad capaz de captar las peculiaridades de las familias uruguayas y del servicio eclesial que los salesianos estaban llamados a prestar.  
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En efecto, en el Colegio Pío se dictaban los cursos de primaria, comercio, liceo o bachillerato. Los alumnos podían acceder directamente, luego de finalizados sus estudios, a la Universidad.  Este colegio, al que concurrieron los hijos de las principales familias del país para preparar su ingreso a la Universidad, necesitado de personal competente, fue un desafío para los primeros salesianos. Sin embargo, los religiosos encontraron en la figura del primer director del Colegio, [[LASAGNA,_Luis | Luis Lasagna]], una personalidad capaz de captar las peculiaridades de las familias uruguayas y del servicio eclesial que los salesianos estaban llamados a prestar.  
  
 
El Padre Lasagna inició los primeros Oratorios festivos -con los jóvenes alumnos del Pío como animadores-, se preocupó por crear escuelas más populares y comenzó a proyectar una escuela de artes y oficios. Al mismo tiempo  desarrolló las características propias de un colegio que debía estar a la vanguardia en el país, para formar los dirigentes laicos que la Iglesia  necesitaba, y que fuera, al mismo tiempo, «semillero de vocaciones».
 
El Padre Lasagna inició los primeros Oratorios festivos -con los jóvenes alumnos del Pío como animadores-, se preocupó por crear escuelas más populares y comenzó a proyectar una escuela de artes y oficios. Al mismo tiempo  desarrolló las características propias de un colegio que debía estar a la vanguardia en el país, para formar los dirigentes laicos que la Iglesia  necesitaba, y que fuera, al mismo tiempo, «semillero de vocaciones».
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'''FRANCISCO LEZAMA'''
 
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Revisión actual del 14:52 7 ago 2020

Institución educativa en el departamento de Montevideo, Uruguay, fundada en 1877 y llevada adelante desde su origen por la Sociedad San Francisco de Sales (Salesianos). El terreno, donado por la sociedad de empresarios Lezica, Lanús y Fynn, había sido originalmente ofrecido a la Sociedad de Amigos de la Educación Popular, de tendencia racionalista, para la instalación de una institución educativa. A estos efectos el pedagogo José Pedro Varela escribió, en 1874, su influyente obra «La Educación del Pueblo». Al no prosperar este emprendimiento, el predio fue ofrecido a los salesianos, que en 1875 habían llegado a la cercana Buenos Aires (Argentina), en el que sería su primer emprendimiento misionero.

El colegio y la presencia de los salesianos en el Uruguay despertaron muchas expectativas, en primer lugar en el seno mismo de la Iglesia que se encontraba en una situación precaria en recursos humanos. En un territorio donde no existía la enseñanza media, excepto dos en Montevideo y en manos del Estado, la existencia del Colegio Pío, con la posibilidad del internado, llevó a que muchas familias pudientes del país enviaran a sus hijos a estudiar allí. La condición puesta por los donantes del Colegio a quienes se hicieran cargo del mismo era que se impartiera allí enseñanza superior.

En efecto, en el Colegio Pío se dictaban los cursos de primaria, comercio, liceo o bachillerato. Los alumnos podían acceder directamente, luego de finalizados sus estudios, a la Universidad. Este colegio, al que concurrieron los hijos de las principales familias del país para preparar su ingreso a la Universidad, necesitado de personal competente, fue un desafío para los primeros salesianos. Sin embargo, los religiosos encontraron en la figura del primer director del Colegio, Luis Lasagna, una personalidad capaz de captar las peculiaridades de las familias uruguayas y del servicio eclesial que los salesianos estaban llamados a prestar.

El Padre Lasagna inició los primeros Oratorios festivos -con los jóvenes alumnos del Pío como animadores-, se preocupó por crear escuelas más populares y comenzó a proyectar una escuela de artes y oficios. Al mismo tiempo desarrolló las características propias de un colegio que debía estar a la vanguardia en el país, para formar los dirigentes laicos que la Iglesia necesitaba, y que fuera, al mismo tiempo, «semillero de vocaciones».

Así, en el último cuarto del siglo XIX se desarrolló un verdadero proyecto científico que tuvo su base en el Colegio Pío, y que incluyó el primer observatorio meteorológico y el primer observatorio astronómico del Uruguay, así como avances significativos en el estudio de las ciencias naturales, particularmente la biología. Además de los evidentes aportes educativos de estos emprendimientos, fue significativo el aporte -especialmente de los observatorios- a la agricultura y al transporte, por lo que el gobierno previó la instalación de cables de telégrafo para la comunicación entre el Colegio Pío y el puerto de Montevideo.

Se llegó incluso a proyectar que fuese el Observatorio Astronómico del Colegio Pío el que señalara la hora oficial en el país. Con el advenimiento de los gobiernos anticlericales de Juan Lindolfo Cuestas (1897-1903) y José Batlle y Ordóñez (1903-1907 y 1911-1914) estos esfuerzos de colaboración quedarían truncos. A lo largo del siglo XX, el Colegio Pío fue adquiriendo un perfil propio en el que se destacó la posibilidad del internado para favorecer los estudios de los jóvenes del interior, al mismo tiempo que se hizo proverbial la disciplina que se vivía en la institución. En la década de 1970 el Colegio comenzó a funcionar solamente con alumnos externos.

El Colegio Pío de Villa Colón todavía subsiste; junto con el contiguo Santuario Nacional de María Auxiliadora es considerado «Casa Madre» de los Salesianos en Uruguay.

BIBLIOGRAFÍA

BELZA SDB, Juan Esteban, Anales Salesianos Uruguayos (1895-1923), Montevideo, 1976;

LEZAMA SDB, Francisco y STURLA SDB, Daniel (coord.),Una historia nos impulsa. 125 años de presencia salesiana en el Uruguay, Montevideo, 2001;

LEZAMA SDB, F. y STURLA SDB, D., “El Observatorio Meteorológico del Colegio Pío de Villa Colón. Primicia científica de la Congregación en América”, en Francesco MOTTO SDB (ed.), L'Opera Salesiana dal 1880 al 1922: significatività e portata sociale, Vol. III: Esperienze particolari in America Latina, Roma, 2001, 457-492;

MÁRQUEZ, Gustavo, “Un caso de ciencia normal en el Uruguay de 1880 a 1915”, en Galileo, núm. 7-8, Montevideo, 1990.


FRANCISCO LEZAMA