Diferencia entre revisiones de «GUADALUPE; Informe sobre aspectos de conservación y restauración de la imagen original»

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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Revisión del 18:33 6 ago 2014

GUADALUPE; Informe sobre aspectos de conservación y restauración de la imagen original

A fin de poder describir los trabajos de conservación efectuados a la imagen original de la Santísima Virgen de Guadalupe, es indispensable hacer una breve reseña de las acciones previas que fueron determinando la necesidad de obtener cada vez mayor información sobre su verdadero estado de conservación, mismas que condujeron a la decisión de aplicar las más elementales medidas precautorias contra mayores deterioros, y a dotar a la tilma de Juan Diego de las condiciones más adecuadas para su buen cuidado y conservación.

El museo de la Basílica de Guadalupe ha venido interviniendo en el manejo y cuidado de la imagen original de la SantísimaVirgen de Guadalupe a partir de que fuera instalada en su nueva Basílica en octubre de 1976. Previamente solo se habían efectuado observaciones superficiales en su altar de la Basílica antigua, y se intervino para brindar orientación sobre aspectos de iluminación, ya que durante varios años la imagen estuvo sometida a una exposición (sic) excesiva a los rayos ultravioleta que afectan seriamente los pigmentos, al estar iluminada con una combinación de lámparas incandescentes y fluorescentes.

Ya en la Basílica nueva, nuestra primera preocupación fue la de ir encontrando las condiciones climatológicas necesarias para la permanencia de la imagen en un espacio a manera de camarín, dentro de un edificio recién inaugurado y aún en proceso de construcción que guardaba humedad excesiva, pero que ya cobijaba entre sus muros al más grande y valioso patrimonio histórico, artístico y espiritual del pueblo mexicano.

Para reducir la humedad y estabilizar las condiciones climáticas del lugar se tomaron las siguientes medidas: 1.- colocación de dos deshumidificadores en el camarín de la Santísima Virgen. 2.-Recubrimiento del espacio con madera, previa impermeabilización. 3.- Observación cotidiana del cuadro para prevenir posible proliferación de hongos. ( Cabe mencionar que la Imagen llegó a la nueva Basílica dentro de un doble estuche metálico, de acero inoxidable, con tapas de acrílico transparente de 6 mm. de espesor). 4.- Toma de lecturas del termo hidrógrafo instalado muy cerca de la Imagen.

Entre tanto y como ya se ha mencionado, continuaron en el edificio los trabajos de construcción y en particular, los acabados. Aquellos relacionados con los espacios cercanos a la Imagen, fueron objeto de largas y meditadas reflexiones por parte de los arquitectos encargados de la obra.

Ejemplo de ello fue la adaptación de los marcos de oro y plata que tenía la imagen en la antigua Basílica, que fueron traslados y adaptados en la Basílica nueva. Dadas las características de ésta última, que tiene una planta circular con ángulos de visión más amplios, los arquitectos indicaron que las dimensiones de los marcos deberían cambiar y es por eso que fueron agrandados según diseños y supervisión del Museo. A la vez, hacia el interior del camarín se venían elaborando proyectos y diseños de un mecanismo retroactor de la Imagen que funcionara para efectos devocionales, de conservación y mantenimiento así como, con fines de seguridad para casos de incendio y vandalismo.

Según el diseño, la elaboración de dicho mecanismo comprendía el cambio del doble estuche en que se encontraba la Imagen ya que el utilizado para facilitar su traslado a la nueva Basílica, era sumamente pesado, no se ajustaba al nuevo proyecto y fue considerado desde un principio como una solución provisional. Por tal motivo, para poder elaborar un nuevo estuche, era de suma importancia obtener las dimensione reales de la imagen sacándolas directamente del original en virtud de no coincidir los datos existentes en diferentes fuentes consultadas.

El 6 de julio de 1982 se procedió a desmontar la Imagen de su doble estuche, en una operación que se suponía breve y sencilla ya que solo se trataba de sacarla para tomar las medidas correctas por lados y diagonales.

El primer estuche fue retirado fácilmente, pero al intentar retirar el segundo, se descubrió que estaba pegado al canto de plata del cuadro, con un material de color negro semejante al hule espuma llamado comercialmente “Sismoflex” (que tiene el aspecto de hule espuma duro con impregnación de asfalto), que fue utilizado como amortiguante entre la Imagen y el segundo estuche de acero. Si bien en la parte superior por donde se abría el estuche hubo dificultad para despegarlo del marco de la Imagen, en la parte inferior, por efecto del propio peso de la Imagen, el estuche de acero estaba prácticamente soldado a ella. Hubo de ser cortado el estuche en las dos esquinas inferiores y, efectuando un trabajo de “desgaste del cuerpo extraño” (material amortiguante), pudo al fin ser separada la Imagen del estuche de acero.

Fue sumamente laboriosa la acción de limpieza del “cuerpo extraño” ya que obligó a remover parte de la protección de plata que cumplía funciones de moldura y protección perimetral de la Imagen, permitiendo constatar que el bastidor de madera presentaba ataque de carcoma, sin poderse precisar en ese momento si activa o no, y confirmar en una observación apresurada pero confiable, el estado de deterioro que presentaba el soporte (la tela) y la superficie pictórica.

La sesión de trabajo que se había iniciado a las 21:00 horas del 6 de julio, terminó a las 6:00 horas del día 7, dejando interrogantes que fueron evaluadas en posteriores reuniones de trabajo en las que, una vez más, se concluyó que era necesario obtener información más amplia sobre el verdadero estado de conservación de la Imagen así como de todos y cada uno de los elementos que formaban parte del conjunto: soporte, preparación, superficie pictórica, bastidor, moldura, placas de plata que cubrían el reverso, y principalmente observar el reverso de la propia Imagen, algo sobre lo que no existía testimonio alguno que permitiera suponer su estado y apariencia.

Aprobada la propuesta del suscrito, de llevar a cabo un examen más riguroso de la imagen, se procedió a convocar la participación de un conservador y restaurador de obras de arte de reconocida experiencia, a fin de profundizar lo visto y obtener en consecuencia un dictamen más objetivo y veraz, teniendo en consideración que, para efectuarlo se contaría con un tiempo limitado de solo ocho horas en virtud de que la Imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe podía ser retirada de su altar exclusivamente durante la noche.

Fue el día 26 de julio cuando se llevó a cabo el trabajo de examinar la Imagen procediendo primeramente a desmontar nuevamente los estuches de acero inoxidables e inmediatamente a remover del conjunto de elementos de la Imagen, lo siguiente:

  1. Moldura de latón visible al frente que cubría aproximadamente una pulgada de la capa pictórica en todo el perímetro.
  2. Ángulo de plata que sujetaba las placas de plata que cubrían el reverso y que protegía el canto del bastidor en todo el perímetro.
  3. Piezas de plata que protegían la orilla de la tela en todo el perímetro, teniendo forma de escuadra.
  4. Placas de plata que cubrían todo el reverso.
  5. Tela que cubría totalmente el bastidor por el reverso.
  6. Segunda tela que cubría el reverso de otra tela que aparecía en contacto directo con el reverso de la Imagen cubriéndola parcialmente.

Quedando libres el bastidor con la tela se practicó el examen propuesto para dictaminar sobre el estado de conservación de la Imagen, mismo que por escrito se detalla en un documento elaborado por el conservador que apunta en resumen lo siguiente:

  1. Las dimensiones exactas de la Imagen son: 173.3 cm de alto x 109.7 cm de largo. En diagonales, 204.2 cm del ángulo superior izquierdo al inferior derecho y 205.6 cm del ángulo superior derecho al inferior izquierdo, vista de frente.
  2. La Imagen ha permanecido con los elementos que se han mencionado con anterioridad, bastidor, placas de plata, moldura de platón, telas a manera de filtro, etc., sin tocarse al menos los últimos 75 años.
  3. El bastidor no es el original pero es posible que reúna las características de aquel por la ubicación de los travesaños que coinciden con las marcas visibles sobre la superficie pictórica.
  4. La tela de la Imagen presenta huellas de corte perimetral, lo que hace suponer que su tamaño era mayor. Además, parece ser que el ajustarse para su montaje en algún marco o espacio especial para su contemplación, fue nuevamente cortada en la parte inferior ya que el bastidor presenta huellas de desbaste de manufactura burda y la tela llega exactamente a esa orilla.
  5. Otros recortes que tienen el aspecto de una acción arbitraria, apresurada, pueden apreciarse del lado izquierdo de la Imagen y tal vez fueron hechos con el objeto de utilizar las partes como reliquias. Dichos cortes afectaron también la tela filtro y señalaron el bastidor.
  6. La tela de la Imagen está clavada por el frente directamente al bastidor, atravesando la superficie pictórica y solamente protegida por un angosto listón de color rojo que corre perimetralmente y sobre el cual apoyan las cabezas de las tachuelas que son de latón o plata dorada con cabeza en forma de media naranja.
  7. La tela de la Imagen está sumamente flácida y presenta deformaciones en los ángulos por tensado deficiente.
  8. La superficie pictórica se encuentra muy deteriorada, con faltantes por abrasión y pulverización. Con manchas por humedad que ya eran visibles en los primeros testimonios fotográficos que se conocen, así como otras manchas por gotas de agua (tal vez agua bendita) y de cera. Parte de las manchas de humedad son visibles también en la tela del filtro.
  9. La superficie pictórica presenta adherida una película de color negro producida por hollín que se acrecienta en la parte superior.

A la vez, ayudados por un microscopio de 20-80 aumentos, se realizó la observación en diferentes zonas a fin de profundizar la apreciación inicial sobre la abrasión y pulverización, haciéndose más notoria la inestabilidad de los pigmentos sobre la tela. Como resultado de las observaciones practicadas y en contraposición con afirmaciones de otra época cabe señalar lo siguiente:

  1. La tela de la Imagen presenta claramente una capa de preparación de color blanco que en algunas zonas atraviesa el lienzo y es visible por el reverso
  2. A reserva de encargar un examen químico de la fibra con que está tejida la tela y obtener sus resultados, según el examen inicial al microscopio, por su aspecto y comportamiento se estima que la tela de la Imagen es de lino con mezcla de cáñamo.
  3. Utilización de la técnica llamada temple en diversas variantes; aguazo, temple de cera, temple de resinas o aceites, temple labrado.
  4. El trazo de la Imagen presenta “arrepentimientos” (corrección de trazos) en zonas diversas: resplandor, ornamentación dorada del manto y túnica, ángel, etc.

Como complemento valioso para la elaboración de una memoria sobre la sesión de trabajo antes descrita que concluyó el día 27 de julio a las 6.08 horas, se obtuvo un rico material fotográfico con el que será ilustrada la historia clínica de la Imagen.

Analizada la información obtenida y ante el estado de deterioro que presentaba la Imagen, se elaboró una propuesta de intervención contemplada únicamente desde el punto de vista de la conservación , es decir, efectuar un trabajo para detener el proceso de deterioro y protegerla de otros que podrían presentarse en el futuro. La propuesta consistía en los siguientes puntos:

  1. Eliminación del bastidor que ha dejado huellas de abrasión en la superficie pictórica y su substitución por un bastidor de madera fina con sistema de cuñas, diseñado especialmente para el cado
  2. Colocación de unas “pestañas” de lino pegadas a la tela de la Imagen en todo el perímetro, con un pegamento especial que se adhiere al contacto con calor y que no penetrará en las fibras de la tela original. Las pestañas permitirán tensar la Imagen correctamente y eliminar elementos ajenos como la moldura dorada, escuadras protectoras, tachuelas y listón que dejarían al descubierto una parte de la Imagen que ha estado oculta por muchos años, lo que representaría recuperar aproximadamente 2.5 cm. de superficie pictórica por lado.
  3. consolidación de la superficie pictórica por medio de una solución de cera micro cristalina y resinas acrílicas conocidas comercialmente como Beva 371, aplicada con pincel. Se consolidaría a la vez, pigmento, preparación y soporte, actuando también como capa protectora.
  4. Adoptando el sistema encontrado al descubrir el reverso de la Imagen, el nuevo bastidor llevaría dos telas de lino que funcionarán como apoyo del tensado y como filtros.
  5. Colocación de injertos de lino que completen el lienzo en las partes donde ha sido mutilado.

Cabe señalar que todas las observaciones hasta ahora descritas se realizaron a partir de un hecho fortuito como lo fue el haber encontrado pegado el estuche al marco de la Imagen y la existencia de carcoma en el bastidor. A cada paso se abría una interrogante y a cada interrogante se impuso la búsqueda de una respuesta.

Al estudiarse el dictamen y las propuestas de la jornada del 26 de julio, el Sr. Abad de Guadalupe, Mons. Guillermo Schulenburg, una vez sopesados los riesgos de continuar manteniendo la Imagen expuesta a los efectos del deterioro principalmente por la falta de un bastidor adecuado y por la inestabilidad de los componentes del cuadro, tomó la trascendental decisión de realizar la intervención el día 4 de noviembre de 1984.

Con la presencia de Mons. Guillermo Shulenburg Prado, Abad de Guadalupe, Mons. Carlos Barnholtz, Archipestre, P. Abel Escalona, Sacristán de la Basílica como autoridades eclesiásticas; Arq. Fray Gabriel Chávez y Arq. Oscar Jiménez Gerard, miembros de la comisión encargada del diseño y ejecución de los acabados del Camarín de la Virgen y el mecanismo retroactor; y con la participación del Mtro. José Sol Rosales, conservador y restaurador de obras de arte, Emeterio Guadarrama Guevara, fotógrafo, Félix Vértiz Olmedo y Félix Rodríguez Rodríguez como auxiliares de museografía y del suscrito, Jorge Raúl Guadarrama Guevara, museógrafo conservador y coordinador de los trabajos, comenzaron éstos a las 20 horas del día señalado.

Con anticipación fue manufacturado el bastidor de madera de cedro con sistema de cuñas que substituiría al que durante los últimos años sostuvo a la Imagen. El bastidor reúne los requisitos para el bien estado de una obra pictórica sobre lienzo; la tela de la imagen no tocará el bastidor ya que en su diseño, las aristas exteriores sobresalen a los travesaños y al resto de las aristas de los largueros. Además, previamente se tensa una tela de lino que funcionará como apoyo de la tela original y como filtro. Otra tela también de lino fue colocada por el reverso del bastidor y la madera fue impregnada con festermicide, solución de probada eficacia para prevenir el ataque de carcoma

De igual forma fueron preparadas con anticipación las piezas de lino que servirían como pestañas, aplicándoles la solución Beva 371 que funciona como pegamento de contacto. La Imagen fue sacada del camarín por primera vez desde que la Basílica fue inaugurada y se trasladó a la sacristía donde se acondicionó un espacio como taller. Inmediatamente se procedió a desmontar estuches y demás elementos hasta dejar únicamente el lienzo clavado sobre su bastidor.

Puede decirse que a partir de ese momento comenzó la intervención que con base en el dictamen presentado y siguiendo cada uno de sus pasos consistió en:

  1. Desclavado de tachuelas doradas con cabeza de media naranja y eliminación del listón rojo que servía de protección.
  2. En algunos lugares, además de las tachuelas doradas se encontraron tachuelas normales metidas a fondo que presentaron dificultad para ser removidas, lo que se logró desbastando el bastidor hasta aflojar las tachuelas.
  3. Conforme se iba soltando la tela, fue deslizándose entre tela y bastidor un pliego de papel manila en el que una vez desprendida en su totalidad, descansó la tela de la Imagen mientras era retirado el bastidor.
  4. Limpieza de la superficie pictórica en la zona perimetral donde corría el listón y se encontraban las tachuelas doradas, con pincel fino.
  5. Limpieza del reverso, aproximadamente 10 cm en zona perimetral, para la colocación de pestañas.
  6. Colocación de pestañas de 15 cm. de ancho en contacto directo con el lienzo original en únicamente 3 cm. por el reverso en todo el perímetro, haciéndolo con ligera presión y calor por medio de plancha a 45 grados centígrados.
  7. Colocación del lienzo en un bastidor provisional para la toma de fotografías del reverso totalmente libre. Única oportunidad ya que una vez montada la Imagen en su nuevo bastidor y quedar oculta la tela por el reverso no se volverá a retirar en mucho tiempo.
  8. Eliminación del bastidor provisional y traslado del lienzo al pliego de papel sobre una mesa.
  9. Aplicación con pincel fino y por impregnación de la solución Beva 371 al 5% de sólidos en toda la superficie pictórica.
  10. Revisión de la unión de las pestañas al lienzo original.
  11. Traslado al nuevo bastidor y tensado sujetando las pestañas por medio de grapas a los cantos.
  12. Nueva revisión de la unión de las pestañas al lienzo original.
  13. Recorte y colocación de insertos-
  14. Colocación de una solera de acero inoxidable en los cantos del cuadro para su protección en los lados y en la superficie pictórica ya que la rebasa en 5 mm.
  15. Colocación de la Imagen en un nuevo estuche provisional, de fierro pintado y provisorio de lámina acrílica transparente por el frente y tapa de lámina metálica por el reverso.

Todos los pasos descritos fueron registrados por medio de la fotografía. Los diferentes elementos que le fueron retirados quedaron a la custodia en el Museo de la Basílica de Guadalupe, entre ellos, muestras de fibra que posteriormente fueron objeto de análisis químico al igual que una partícula de oro tomada de la capa pictórica.

El resultado de dicho análisis, entregado al museo el 26 de enero de 1983 por la vía del conservador , y elaborado por la química Gloria Vera Calderón especializada en obras de arte, señala que la fibra con que está tejida la tela de la Imagen original de la Santísima Virgen de Guadalupe es de Cáñamo. La muestra dorada de la capa pictórica es Oro aplicado sobre una capa de óxido de hierro

Posteriormente, la Imagen ha sido objeto de observación constante y en diferentes ocasiones en que ha sido removida de su altar con fines devocionales, para ser fotografiada para su revisión, se ha apreciado claramente la estabilidad de sus componentes, su tensado firme y su perfecta adherencia a las pestañas que la sostienen.

Añádase a esto que ya ha sido colocada en su estuche definitivo y éste integrado al mecanismo retroactor de que se ha hecho mención al principio de este informe, lo que permite asegurar que nunca antes la Imagen de la Santísima Virgen de Guadalupe había reunido mejores condiciones de conservación y montaje.


México D. F., 13 de febrero de 1987


Jorge Raúl Guadarrama Guevara

Director del museo de la

Basílica de Guadalupe.