Diferencia entre revisiones de «INSTITUTOS RELIGIOSOS FUNDADOS EN URUGUAY»

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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La Institución Dalmanutá está dedicada al apostolado de la Dirección Espiritual y ha cumplido más de 30 años brindando este servicio. Desde el Uruguay las obras se han desarrollado en Argentina, [[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]] y México. A la primera casa en Montevideo, siguieron, en 1984, las obras en San José de Mayo y en Trinidad. La expansión siguió fuera de fronteras: Buenos Aires (Diócesis de Avellaneda, Argentina) en 1986; Pelotas ([[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]]) en 1993 y Tijuana (México) en 1994.  
 
La Institución Dalmanutá está dedicada al apostolado de la Dirección Espiritual y ha cumplido más de 30 años brindando este servicio. Desde el Uruguay las obras se han desarrollado en Argentina, [[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]] y México. A la primera casa en Montevideo, siguieron, en 1984, las obras en San José de Mayo y en Trinidad. La expansión siguió fuera de fronteras: Buenos Aires (Diócesis de Avellaneda, Argentina) en 1986; Pelotas ([[BRASIL;_Afrodescendientes | Brasil]]) en 1993 y Tijuana (México) en 1994.  
  
La última fundación uruguaya es reciente y data del siglo XXI. Se trata de la asociación pública de fieles de Derecho diocesano, integrada por dos ramas de vida consagrada: los «Peregrinos de la Eucaristía» (sacerdotes y hermanos) y las «''Peregrinas de la Eucaristía''»; y una tercera orden para seglares que comparten el mismo carisma y espíritu.  
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La última fundación uruguaya es reciente y data del siglo XXI. Se trata de la asociación pública de fieles de Derecho diocesano, integrada por dos ramas de vida consagrada: los «Peregrinos de la [[EUCARISTÍA;_distribución_a_los_indios | Eucaristía]]» (sacerdotes y hermanos) y las «''Peregrinas de la Eucaristía''»; y una tercera orden para seglares que comparten el mismo carisma y espíritu.  
  
 
Los inicios de la obra se remontan a 2005 en la ciudad de Valledupar, Cesar (Colombia), y se considera como la fecha de su fundación el 12 de octubre de 2005, fiesta de Nuestra Señora del Pilar. El fundador, el P. Francesco María de la Santísima Trinidad, inició las primeras obras en la diócesis de Valledupar (Colombia) y en la diócesis de Florida (Uruguay). En 2008 la rama masculina llegó a la Archidiócesis de Pamplona y Tudela (España), y en 2010 lo hicieron las Hermanas. Actualmente el instituto se encuentra en proceso de aprobación como instituto religioso de Derecho diocesano.
 
Los inicios de la obra se remontan a 2005 en la ciudad de Valledupar, Cesar (Colombia), y se considera como la fecha de su fundación el 12 de octubre de 2005, fiesta de Nuestra Señora del Pilar. El fundador, el P. Francesco María de la Santísima Trinidad, inició las primeras obras en la diócesis de Valledupar (Colombia) y en la diócesis de Florida (Uruguay). En 2008 la rama masculina llegó a la Archidiócesis de Pamplona y Tudela (España), y en 2010 lo hicieron las Hermanas. Actualmente el instituto se encuentra en proceso de aprobación como instituto religioso de Derecho diocesano.
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Revisión del 05:19 16 nov 2018

En los siglos XIX y XXI tuvo lugar en Uruguay la fundación de seis institutos religiosos. La primera fundación, el Instituto «Hermanas Nuestra Señora del Perpetuo Socorro», fue relacionada en 1897, en el barrio de Sayago de la ciudad de Montevideo. Fue un año complejo en la vida del Uruguay: en marzo había estallado la revolución del partido Nacional liderada por el caudillo Aparicio Saravia; el 25 de agosto, el presidente Juan Idiarte Borda fue asesinado cuando se preparaba para asistir a la celebración de un Te Deum en la Catedral de Montevideo, con motivo de la fiesta de la Independencia nacional; el 18 de septiembre de 1897 se firmó el pacto que puso fin a la revolución.

El 11 de diciembre de 1897 llegó a Sayago, en las afueras de la ciudad, un grupo de tres mujeres decididas a vivir en comunidad, comunicar el Evangelio y ponerse al servicio de los más pobres. El poblado tenía unos veinte años y había crecido en torno a la estación del ferrocarril. Ema Emilia Moratorio -más tarde, Madre Ana del Santísimo Redentor-, Carolina Herrera e Isabel Suárez fueron las integrantes de la primera congregación de religiosas uruguayas. Pronto descubrieron la necesidad de educación que había en ese barrio apartado.

La Madre Ana (nació el 6 de noviembre de 1849) tomó como guía de vida de la congregación a la Familia de Nazaret, y quería de sus religiosas vivieran con sencillez y alegría. Las casas de las Hermanas del Perpetuo Socorro deben ser acogedoras e invitar la oración y a la intimidad con el Señor.

La congregación se consagró a las tareas educativas. En marzo de 1904, en Sayago, abrió sus puertas la primera obra de la congregación, el Colegio Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, para la educación primaria de las niñas de la zona. En 1961 fue fundado el Liceo Madre Ana, para ofrecer a las niñas - y varones desde 1966 - cursos de nivel secundario. El segundo colegio de las Hermanas, el Colegio Divina Providencia, abrió en abril de 1927, en el barrio del Reducto de Montevideo. Esta escuela fue donada por testamento por Manuelita Álvez y su sobrina Irene Zoa Soiza de Leompart, el 26 de febrero de 1927. La congregación mantiene estas dos obras en Montevideo y sólo está presente en Uruguay.

Más de cien años más tarde, en el marco de la grave crisis de la década de 1960, fue fundada la segunda congregación uruguaya, las «Hermanas Misioneras de los Pobres». Ellas integran la tercera rama de la obra de San Juan Calabria (Verona, 1873-1954), junto con los Pobres Siervos y las Pobres Siervas de la Divina Providencia.

La obra nació en el norte de Uruguay, en el departamento de Salto; después se sumaron pequeños grupos en Italia y en Brasil. Las religiosas fueron reconocidas por la congregación de los Pobres Siervos y por Mons. Alfredo Viola, obispo de Salto, y emitieron los primeros votos religiosos en Porto Alegre, el 11 de octubre de 1962.

El carisma de las Hermanas Misioneras de los Pobres, compartido con toda la familia calabriana, se inspira en la fe y la confianza en Dios Padre y en la Divina Providencia: “El espíritu de nuestra Obra quiere que tengamos siempre una ilimitada confianza, un tierno y filial abandono en su paterna, vigilante y amable Providencia Divina”, afirmaba Don Calabria. Las religiosas tienen como misión principal el servicio a los pobres en la catequesis, en las parroquias sin pastores fijos, en las cárceles, en todos los lugares en los que el sacerdote no puede llegar: “Ir a los más pobres, a los más humildes, a los dolientes, a los más desafortunados, que son los más queridos y en los cuales Jesús quiere estar presente. Esta es nuestra característica: no a los grandes, sino a los más pequeños nos envía el Señor”.

Actualmente, la congregación tiene obras en Italia (Bolonia y Roma), Brasil (Restinga, Porto Alegre), Paraguay (Ciudad del Este y Santa Teresa), Argentina, Chile, Angola y Uruguay. En Uruguay las Hermanas mantienen pequeñas comunidades en el departamento de Salto: dos en la ciudad de Salto y otra en Pueblo Belén, 90 kilómetros al norte de la capital.

En las décadas de 1940 y 1970, en contextos históricos bien diversos, se fundaron en el país dos institutos seculares: la Sociedad del Magisterio y del Apostolado Parroquial y la Fraternidad Contemplativa María de Nazareth.

La fundación de la «Sociedad del Magisterio y del Apostolado Parroquial» (SMAP), tuvo lugar el 28 de junio de 1946, fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, en la ciudad de Trinidad, por iniciativa del Pbro. José María Cavallero. El P. Cavallero (Nació en Asencio, Soriano, el 14 de septiembre de 1899, y murió en Melo, el 29 de septiembre de 1963), fue educado en el colegio San Miguel de los padres Salesianos en Mercedes. A los 18 años ingresó como funcionario bancario, cargo al que renunció para ingresar al seminario, en 1917. Continuó sus estudios sacerdotales en el Seminario de Málaga (España) y en la Universidad Gregoriana de Roma, donde fue ordenado sacerdote el 7 de abril de 1928. Cumplió funciones en el Seminario Menor de Salto y en las parroquias de Carmelo y Nueva Palmira. En 1932 fue nombrado párroco de la Santísima Trinidad, en la capital del departamento de Flores. Allí fundó el primer instituto secular uruguayo, la SMAP. El P. Cavallero sería consagrado obispo auxiliar de Salto el 26 de octubre de 1952, y el 24 de diciembre de 1955 fue nombrado obispo de Melo.

La SMAP se concretó con un primer grupo de diecisiete jóvenes de la ciudad de Trinidad, para vivir y ayudar a vivir el mensaje evangélico, en la promoción de obras de amor y de servicio. El lema de la fundación fue: “El Instituto ha nacido de Dios, del corazón abierto de Cristo para ser luz y fermento en el mundo”. A lo largo de más de 40 años, la institución ha promovido tareas de promoción - cursos gratuitos para obreras y empleadas-; talleres gratuitos en diversas capitales departamentales; reuniones de grupos de Alcohólicos Anónimos. La institución desarrolló sus obras en diversas localidades de Uruguay – Montevideo, Trinidad, Salto y Tacuarembó – que se ubican en cuatro diócesis del país, y también en La Rioja (Argentina).

En cuanto a la fundación de la «Fraternidad Contemplativa María de Nazaret» se concretó en 1975, en Montevideo. Las raíces de la obra se ubican en una iniciativa que tuvo Mons. Nicolás Cotugno, actual arzobispo de Montevideo, desde su noviciado salesiano en 1957. Manifestó entonces su inclinación a la vida contemplativa, siendo alentado por sus superiores a continuar su búsqueda en la obra salesiana.

La Fraternidad, compuesta por Nazarenos laicos, consagrados y sacerdotes, tiene como modelo a la familia de Nazaret y se propone vivir la unión con Dios, no solamente en la acción sino por medio de la acción misma, en lo simple y cotidiano de nuestras vidas. Este proceso espiritual se inspira en el corazón contemplativo de San Juan Bosco, que enseña a transformar la vida en oración, y lanza a los nazarenos a toda la Iglesia, para devolverle el don que ha surgido en ella. Actualmente la obra se encuentra en Uruguay (Montevideo) y Argentina, y en Europa: Italia, República Checa y Eslovaquia.

La «Institución Dalmanutá», único instituto religioso uruguayo que incluye sacerdotes, religiosos y religiosas, fue fundada en 1980, en Montevideo, si bien sus inicios se remontan a mediados de la década de los 70. Su nombre alude al lugar que Jesús eligió para retirarse con sus discípulos en busca de soledad y recogimiento, para el encuentro con su Padre.

La obra fue fundada el 15 de agosto de1980 por el P. Luis Pedro Montes SJ y por Ernesto Popelka. Luis Pedro Montes nació en Montevideo el 11 de junio de 1927, y falleció el 31 de diciembre de 1980; ingresó a la Compañía de Jesús en 1944 y fue ordenado sacerdote en 1958. Fue director de la Casa de Ejercicios Espirituales de Montevideo, donde predicó durante muchos años tandas de Ejercicios Espirituales para hombres y mujeres, laicos y religiosos. A lo largo de esta experiencia, constató que el proceso de maduración espiritual que experimentaba el ejercitante durante su retiro anual, se iba perdiendo con el paso del tiempo. Comprobó la necesidad de continuar el acompañamiento espiritual luego de los Ejercicios.

Para perfeccionar su forma de trabajo con las almas, profundizó en la terapia existencialista, a través de estudios de Robert Desoille, Carl Gustav Jung y otros autores. Se definió entonces un método específico, que posteriormente denominó Proceso Dialéctico-Simbólico de Dirección Espiritual. Entre 1970 y 1975, un grupo de sacerdotes y de laicos comenzó a nuclearse en torno al P. Montes, para estudiar y perfeccionar el método de Dirección Espiritual. Muchos de ellos fueron definiendo su consagración a Dios en esta forma de apostolado.

Ernesto Popelka (Gregorio Aznárez, nació en Maldonado en 1956), quien fuera un conocido futbolista uruguayo, fue discípulo del P. Montes y realizó estudios para obtener la Licenciatura en Psicología. En gran sintonía con el apostolado de la Dirección espiritual, Popelka fue cofundador de la Institución Dalmanutá. Desde la muerte del P. Montes, asumió la dirección de la obra y la condujo en su período de crecimiento en Uruguay y otros países de América. Desde 2001, el Padre Popelka reside en la fundación de la obra en Tijuana (México).

La muerte del P. Montes representó un fuerte desafío para la institución recién fundada. A fines de 1983, la designación y posterior consagración de Mons. Pablo Galimberti, miembro de la obra, como obispo de San José de Mayo, abrió nuevas posibilidades de respaldo institucional dentro de la Iglesia. El 15 de agosto de 1985, la Institución Dalmanutá fue erigida como asociación pública de fieles de Derecho diocesano. Ese mismo año tuvo lugar la primera ordenación de un integrante de Dalmanutá, la de Ernesto Popelka.

La Institución Dalmanutá está dedicada al apostolado de la Dirección Espiritual y ha cumplido más de 30 años brindando este servicio. Desde el Uruguay las obras se han desarrollado en Argentina, Brasil y México. A la primera casa en Montevideo, siguieron, en 1984, las obras en San José de Mayo y en Trinidad. La expansión siguió fuera de fronteras: Buenos Aires (Diócesis de Avellaneda, Argentina) en 1986; Pelotas ( Brasil) en 1993 y Tijuana (México) en 1994.

La última fundación uruguaya es reciente y data del siglo XXI. Se trata de la asociación pública de fieles de Derecho diocesano, integrada por dos ramas de vida consagrada: los «Peregrinos de la Eucaristía» (sacerdotes y hermanos) y las «Peregrinas de la Eucaristía»; y una tercera orden para seglares que comparten el mismo carisma y espíritu.

Los inicios de la obra se remontan a 2005 en la ciudad de Valledupar, Cesar (Colombia), y se considera como la fecha de su fundación el 12 de octubre de 2005, fiesta de Nuestra Señora del Pilar. El fundador, el P. Francesco María de la Santísima Trinidad, inició las primeras obras en la diócesis de Valledupar (Colombia) y en la diócesis de Florida (Uruguay). En 2008 la rama masculina llegó a la Archidiócesis de Pamplona y Tudela (España), y en 2010 lo hicieron las Hermanas. Actualmente el instituto se encuentra en proceso de aprobación como instituto religioso de Derecho diocesano.

El carisma de los y las Peregrinos de la Eucaristía es “vivir una existencia eucarística”, lo que significa ser alimento para la vida del mundo. Dicha existencia tiene su origen y fuente en querer lo que el Padre quiere y desear lo que Él desea, y sus frutos se traducen en ser sacramento de unidad y en vivir el espíritu de las Bienaventuranzas.

BIBLIOGRAFÍA

Fraternidad Contemplativa María de Nazareth: http://fraternidadcontemplativa.blogspot.com/ (consulta: 2-7-2012);

Hermanas Misioneras de los Pobres: http://www.misionerasdelospobres.blogspot.com/ y Homilía de Mons. Pablo Galimberti, obispo de Salto, en la celebración del Cincuentenario de la llegada de los Pobres Siervos de la Divina Providencia a América Latina, Catedral del Salto, 11-IX-2009 en: http://www.psdp50anosenamericalatina.blogspot.com/ (consulta: 1º-7-2012);

Institución Dalmanutá: http://www.instituciondalmanuta.org/uc_619_1.html (consulta: 2-7-2012);

Instituto Hermanas Nuestra Señora del Perpetuo Socorro: http://institutoperpetuosocorro.edu.uy/html/historia.html y http://colegiodivinaprovidencia.com.uy/ (consulta: 1º-7-2012);

Peregrinas de la Eucaristía: http://peregrinasdelaeucaristia.org/ (consulta: 3-7-2012);

Sociedad del Magisterio y del Apostolado Parroquial: http://www.ecosregionales.net/?edicion=1487¬icia=13549 y http://dar-y-comunicar.blogspot.com/p/los-obispos-de-melo.html;

“S. M. A. P., primer Instituto Secular Uruguayo celebra sus primeros sesenta años de vida” en: Ecos Regionales, 29-06-2006, en: http://www.ecosregionales.net/?edicion=1100¬icia=2134 (consulta: 3-7-2012).


SUSANA MONREAL