MÉXICO: Afrodescendientes

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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De piel oscura y pelo chino, la población mexicana de ascendencia africana proviene de los esclavos traídos a Nueva España desde África a partir de 1580, durante el periodo del virreinato. Vive sobre todo en las áreas costeras de Veracruz, Tabasco, Costa Chica en Oaxaca y Guerrero. Sus antepasados constituyeron una mano de obra servil, pero no siempre dócil. En 1609, el esclavo negro Gaspar Yanga lideró una rebelión contra las autoridades locales, que terminaron otorgándole su libertad. Recibió también un pedazo de tierra en Veracruz, cerca de Córdoba, donde fundó la primera ciudad de africanos libres en América, llamada San Lorenzo de los Negros. Allí, cada año es fiesta el 10 de agosto, día de San Lorenzo, y se celebra un carnaval en honor a este héroe negro.

Aún así, muchos mexicanos no conocen o niegan la presencia de los afros. En los libros de texto se menciona vagamente su influencia y abundan los testimonios de afro-mexicanos detenidos por los policías federales que los obligan a cantar el himno nacional para comprobar su nacionalidad mexicana. Su historia fue prácticamente olvidada y no fue reconocida por el Gobierno hasta 1992, cuatro siglos después de la llegada de sus ancestros a las costas de Veracruz. Son víctimas de discriminación, condiciones de marginalidad, pobreza y exclusión. Según un estudio de la Universidad Autónoma de México, publicado en 2007, el 73,9 por ciento de ese núcleo poblacional carecía ese año de servicios médicos.

Esta estigmatización no es casualidad, porque el mismo Gobierno se encargó de ocultar su historia. Después de la Revolución Mexicana de 1910, José Vasconcelos, ex secretario de Educación, definió la mexicanidad como la unión del indio y el español, omitiendo toda influencia de origen africano. Sin embargo, héroes nacionales como José María Morelos y Pavón, caudillo de la independencia; Vicente Guerrero, segundo presidente de México, y Lázaro Cárdenas, otro mandatario, tenían alguna ascendencia africana.

En la actualidad, los afrodescendientes son menos del uno por ciento de los habitantes, aunque en localidades como Santa María Huazolotitlán el 98 por ciento de los 4.700 vecinos son afrodescendientes. Cuentan con instituciones como la Organización Afro Mexicana y África Asociación Civil para reivindicar su identidad y cultura. Una herencia que se observa en apellidos como Moreno, Crespo, Pardo y Prieto, y en alimentos que se creen netamente mexicanos como el menudo, las tripas y la moronga, además de la música jarocha, el baile fandango y los carnavales.


©MUNDO NEGRO Febrero 2011