Diferencia entre revisiones de «PONCE, Fray Alonso»

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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'''PONCE, Fray Alonso  (Segunda mitad del Siglo XVI). Religioso Franciscano.
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Se carece de información sobre su biografía, sólo se sabe que había nacido en Castilla y que arribó a Veracruz en septiembre de 1584 como Comisario General de la Orden de San Francisco, con el encargo de realizar una visita a todos los conventos franciscanos de la Nueva España. Llegó acompañado por fray Antonio de Ciudad Real, quien fungía como su secretario. En cumplimiento de su encargo ambos frailes peregrinaron a pie durante cinco años (1584-1589) por todo el territorio novohispano con presencia franciscana (seis provincias con 166 conventos); se calcula que en esos cinco años caminaron 255 leguas (10,000 kilómetros), llegando hasta la ciudad de Granada en Nicaragua.
 
Se carece de información sobre su biografía, sólo se sabe que había nacido en Castilla y que arribó a Veracruz en septiembre de 1584 como Comisario General de la Orden de San Francisco, con el encargo de realizar una visita a todos los conventos franciscanos de la Nueva España. Llegó acompañado por fray Antonio de Ciudad Real, quien fungía como su secretario. En cumplimiento de su encargo ambos frailes peregrinaron a pie durante cinco años (1584-1589) por todo el territorio novohispano con presencia franciscana (seis provincias con 166 conventos); se calcula que en esos cinco años caminaron 255 leguas (10,000 kilómetros), llegando hasta la ciudad de Granada en Nicaragua.
  

Revisión del 21:42 5 dic 2014

(Segunda mitad del Siglo XVI). Religioso Franciscano.

Se carece de información sobre su biografía, sólo se sabe que había nacido en Castilla y que arribó a Veracruz en septiembre de 1584 como Comisario General de la Orden de San Francisco, con el encargo de realizar una visita a todos los conventos franciscanos de la Nueva España. Llegó acompañado por fray Antonio de Ciudad Real, quien fungía como su secretario. En cumplimiento de su encargo ambos frailes peregrinaron a pie durante cinco años (1584-1589) por todo el territorio novohispano con presencia franciscana (seis provincias con 166 conventos); se calcula que en esos cinco años caminaron 255 leguas (10,000 kilómetros), llegando hasta la ciudad de Granada en Nicaragua.

Durante su recorrido recogió datos muy importantes para la historia cultural, los cuales permanecieron inéditos por muchos años hasta que en 1872 fueron hallados manuscritos en España en poder de Don Mariano de Zabalburu. Estos manuscritos fueron dados a conocer bajo el nombre de “Relación Breve de algunas cosas de las muchas que sucedieron al Padre Fray Alonso Ponce en las provincias de la Nueva España". Madrid, 1873. 2 volúmenes. Posteriormente hubo una edición de los mismos pero con el nombre de “Viajes de Fray Alonso Ponce al occidente de México”. Guadalajara, 1968.

Por su parte, también fray Antonio de Ciudad Real escribió acerca de las vicisitudes de su visita, los que fueron publicados bajo el título “Tratado curioso y docto de las grandezas de la Nueva España. En ambos autores Hay informaciones de primera vista, que ayudan a reconstruir la vida de aquellos tiempos y son de grata lectura, como es el siguiente relato: "No saben los indios con certidumbre quién edificó aquellos edificios, ni cuando se edificaron, aunque algunos dellos se esfuerzan á querer declararlo, trayendo para ello imaginaciones fabulosas y sueños, pero nada desto cuadra ni satisface; la verdad es que ellos se llaman el día de hoy de Uxmal, y un indio viejo ladino y bien entendido certificó al padre Comisario, que, según decían sus antepasados, había noticia que había más de nuevecientos años que se habían edificado. Muy vistosos y fuertes debieron de ser en su tiempo, y mucho deste se entiende que trabajaron para hacerlos, con no poca gente, y está claro que los habitaron y que por allí á la redonda hubo gran poblazon, como al presente lo muestran los vestigios y señales de otros muchos edificios que se ven desde lejos, á los cuales no fue el padre Comisario porque estaba muy cerrado y espeso el monte, y no hubo lugar de abrirlo y limpiarlo para ir allá. Agora no sirven los unos y los otros sino de casas y nidos de murciélagos y golondrinas y otras aves, de cuyo estiércol están llenos, con un olor más penoso que deleitable. No hay por allí pozo ninguno, traen el agua para beber, los milperos de aquella comarca, de unas lagunillas de agua llovediza que hay por aquel territorio; puédese sospechar que por falta de agua se despoblaron aquellos edificios, aunque otros dicen que no, sino que los moradores se pasaron á otra tierra, dejando ciegos los pozos que allí había." (Antonio de Ciudad Real, Tratado curioso y docto de las grandezas de la Nueva España, Vol II, Cap CLII)


Bibliografía

  • Diccionario Porrúa, Historia, Biografía y Geografía de México, II, México, 1971
  • Luján Luis. La Cultura Maya. Publicaciones Cruz, México, 1990.


JOSÉ FLORENCIO CAMARGO SOSA