TAPIA, Andrés de

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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(León, 1498?; México, 1561) Soldado y Cronista.

Andrés de Tapia fue testigo presencial destacado de la Conquista de México, en cuanto llegó a desempeñar el cargo de Maestre de Campo e Intendente del Capitán Hernán Cortés. No se conocen los nombres de sus padres ni la fecha y lugar exacto de su nacimiento; probablemente nació en la provincia de León, España, hacia el año de 1498. Se sabe que, a instancias de Diego Colón, llegó a Cuba cuando Hernán Cortés preparaba la expedición para explorar y conquistar lo que sería la Nueva España.

Bernal Díaz del Castillo describe así a Andrés de Tapia: “Y vemos a otro buen capitán y esforzado soldado que se decía Andrés de Tapia; sería de obra de veinticuatro años cuando acá pasó; era de la color el rostro algo ceniciento y no muy alegre, y de buen cuerpo y de poca barba y rala, y fue buen capitán así a pie como a caballo.[1]A pesar de manifestar el gran poder de observación de su autor, la crónica de Andrés de Tapia no es tan conocida y citada como la de Díaz del Castillo por dos razones: la primera es que, además de abarcar solo unos meses de los acontecimientos, su propósito fue dar a conocer únicamente la actuación de Hernán Cortés, lo cual se deduce del mismo largo título de su breve escrito: “Relación de algunas cosas de las que acaecieron al muy ilustre señor don Hernando Cortés, marqués del valle, desde que se determinó a ir a descubrir tierra en la tierra firme del mar océano”; la segunda razón es que su obra, cuyo original se encuentra en la Real Academia de la Historia de Madrid (letras del siglo XVI, Colección de Juan Bautista Muñoz), permaneció casi desconocida hasta que fue descubierta por el gran historiador mexicano Joaquín García Icazbalceta, quien la imprimió por primera vez en 1858 al incluirla en su “Colección de documentos para la historia de México”.

Andrés de Tapia narra en su «Relación» no sólo los hechos militares y políticos de la Conquista, sino también la impresión que le causó la religión, costumbres y cultura del mundo indígena. Durante el sitio a Tenochtitlán, Andrés de Tapia estuvo al mando de uno de los nueve grupos en que Cortés dividió a sus tropas, y fue comisionado para recuperar la plaza de Cuauhnáhuac (la actual Cuernavaca), que era aliada de los españoles y había sido capturada por los de Malinalco, aliados de Cuauhtémoc. En diez días el capitán de Tapia logró expulsar a los de Malinalco y recuperar la plaza.

Posterior a la caída de Tenochtitlán en agosto de 1521, Andrés de Tapia acompañó a Cristóbal de Olid a Michoacán; expedición que concluyó rápidamente con el acatamiento del pueblo purépecha a la autoridad del Rey de España. En 1528 Hernán Cortés regresó a España para defender sus derechos violentados por Nuño Beltrán de Guzmán ante Carlos V, y llevó como acompañante a Andrés de Tapia; al año siguiente regresaron juntos a México. A su regreso Cortés nombró a Tapia mayordomo de su Palacio, y maestro de campo de la expedición que emprendió a California en 1534. En 1540 Cortés volvió nuevamente a España acompañado por Andrés de Tapia; juntos participaron en el asedio a Argel. Tras la muerte de Cortés ocurrida en Castilleja de la Cuesta en diciembre de 1547, Andrés de Tapia regresó al año siguiente a la Nueva España donde ocupó el cargo de Justicia Mayor; murió en la ciudad de México en octubre de 1561.

Un descendiente directo del Capitán Andrés de Tapia que buscaba le fueran reconocidos sus derechos, presentó el 2 de marzo de 1667 a las autoridades virreinales un escrito inédito y firmado por el mismo Andrés de Tapia en el cual decía haber sido nombrado para recibir en la ciudad de México a su primer obispo fray Juan de Zumárraga; refiere que el “primer obispo de Tenochtitlán (el) ilustrísimo señor don Fray Juan de Zumárraga, a quien se le apareció la Santísima Virgen de Guadalupe estampándose en el ayate de Juan Diego, indio del pueblo de San Juanico, sujeto a Tlatelolco, el día doce de diciembre…”.[2]Este escrito, paleografiado por Francisco Fernández del Castillo y publicado en el tomo XII de las publicaciones del Archivo General de la Nación, 1927, es un documento probatorio de la existencia de la tradición guadalupana ya antes de cumplirse los treinta años de la fecha del Acontecimiento Guadalupano.

Notas

  1. Díaz del Castillo, Cap. CCVI
  2. http://www.virgendeguadalupe.org.mx › Apariciones › Doc. Españoles

Biliografía

  • Díaz del Castillo, Bernal. Historia verdadera de la Conquista de la Nueva España. Porrúa, México, 1985
  • Bravo Ugarte, José. Historia de México. Tomo II. La Nueva España. JUS, México, 1970


JUAN LOUVIER CALDERÓN