Diferencia entre revisiones de «VITORIA; La Relectio de Indis»

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
(Página creada con «La Escuela Teológico-jurídica de Salamanca Con el nombre de «Escuela de Salamanca» se designa el renacimiento del pensamiento en diversas áreas que llevó a cabo un i…»)
 
 
(No se muestran 7 ediciones intermedias del mismo usuario)
Línea 1: Línea 1:
La Escuela Teológico-jurídica de Salamanca
+
==La Escuela Teológico-jurídica de Salamanca==
  
Con el nombre de «Escuela de Salamanca» se designa el renacimiento del pensamiento en diversas áreas que llevó a cabo un importante grupo de profesores universitarios españoles, especialmente juristas, filósofos escolásticos tomistas y teólogos en la vetusta Universidad de Salamanca, una de las primeras fundadas en la Europa del siglo XIII. Entre estos catedráticos descuella por su labor intelectual y pedagógica Francisco de Vitoria.  
+
Con el nombre de «Escuela de Salamanca» se designa el renacimiento del pensamiento en diversas áreas que llevó a cabo un importante grupo de profesores universitarios españoles, especialmente juristas, filósofos escolásticos tomistas y teólogos en la vetusta Universidad de Salamanca, una de las primeras fundadas en la Europa del siglo XIII. Entre estos catedráticos descuella por su labor intelectual y pedagógica [[VITORIA,_Francisco_De | Francisco de Vitoria]].  
  
 
El influjo de la Escuela se dejó sentir no sólo en otras universidades españolas como en Santiago de Compostela, Valladolid y Alcalá de Henares, sino también en otras naciones, puesto que las lecciones de aquellos catedráticos superaron las fronteras y corrieron por toda Europa y por América, especialmente en las recién creadas universidades de Lima y México; además muchos de los componentes de la Escuela salamantina impartieron clases en universidades de fuera de España.  
 
El influjo de la Escuela se dejó sentir no sólo en otras universidades españolas como en Santiago de Compostela, Valladolid y Alcalá de Henares, sino también en otras naciones, puesto que las lecciones de aquellos catedráticos superaron las fronteras y corrieron por toda Europa y por América, especialmente en las recién creadas universidades de Lima y México; además muchos de los componentes de la Escuela salamantina impartieron clases en universidades de fuera de España.  
  
En esta Universidad salamantina nace el «Derecho de Gentes» o «Derecho Internacional» moderno en sus diversas dimensiones y aplicaciones, incluida también los conceptos económicos y su relación con el mercado. Pero sobre todo brilla por su defensa de los derechos fundamentales de la persona humana, sin distinción de raza, credo religioso o político.  
+
En esta Universidad salamantina nace el «[[ISABEL_LA_CATÓLICA;_Descubrimiento_y_evangelización_de_América | Derecho de Gentes]]» o «[[VITORIA;_El_Derecho_de_Gentes | Derecho Internacional]]» moderno en sus diversas dimensiones y aplicaciones, incluida también los conceptos económicos y su relación con el mercado. Pero sobre todo brilla por su defensa de los derechos fundamentales de la persona humana, sin distinción de raza, credo religioso o político.  
  
 
La Escuela de Salamanca se inscribe dentro del contexto más amplio del Siglo de Oro español, en el que hubo una eclosión del humanismo integral, de  las artes, de las letras, de la jurisprudencia, de la teología y las ciencias, incluida la economía. En la teología es suficiente señalar el enorme influjo que tuvieron sus teólogos en el desarrollo del Concilio de Trento. Y en el derecho en las discusiones y aplicación del derecho natural a la legislación española en las llamadas Indias «ius Gentium». En Salamanca florecieron todas estas dimensiones de la experiencia pensante humana.  
 
La Escuela de Salamanca se inscribe dentro del contexto más amplio del Siglo de Oro español, en el que hubo una eclosión del humanismo integral, de  las artes, de las letras, de la jurisprudencia, de la teología y las ciencias, incluida la economía. En la teología es suficiente señalar el enorme influjo que tuvieron sus teólogos en el desarrollo del Concilio de Trento. Y en el derecho en las discusiones y aplicación del derecho natural a la legislación española en las llamadas Indias «ius Gentium». En Salamanca florecieron todas estas dimensiones de la experiencia pensante humana.  
Línea 11: Línea 11:
 
Por la enconada lucha contra todo lo español a partir de la eclosión de la reforma protestante, también Salamanca y su Escuela fueron explícitamente ignoradas, tapando de propósito su brillante y genuina contribución sobre todo en los campos del humanismo, del derecho en todas sus dimensiones y de las ciencias, donde la tristemente conocida «Leyenda negra» impulsó, de manera inequívoca y clara, esta denigración y oscurecimiento.  
 
Por la enconada lucha contra todo lo español a partir de la eclosión de la reforma protestante, también Salamanca y su Escuela fueron explícitamente ignoradas, tapando de propósito su brillante y genuina contribución sobre todo en los campos del humanismo, del derecho en todas sus dimensiones y de las ciencias, donde la tristemente conocida «Leyenda negra» impulsó, de manera inequívoca y clara, esta denigración y oscurecimiento.  
  
El actual reconocimiento internacional ha sido muy tardío en esos campos, pues las naciones, sobre todo protestantes, y los ilustrados racionalistas del siglo XVIII, sobre todo en el campo del derecho y de la ciencia, no debían sentirse cómodas reconociendo la modernidad de unos humanistas, juristas, teólogos y pensadores de nuevas teorías económicas aplicadas, que fueron punteros en todos estos campos. Pero su ejemplo poco a poco se ha ido rescatando.  
+
El actual reconocimiento internacional ha sido muy tardío en esos campos, pues las naciones, sobre todo protestantes, y los ilustrados racionalistas del siglo XVIII, sobre todo en el campo del derecho y de la ciencia, no debían sentirse cómodas reconociendo la modernidad de unos humanistas, juristas, teólogos y pensadores de nuevas teorías económicas aplicadas, que fueron punteros en todos estos campos.<ref>Cf. así [[VITORIA,_Francisco_De | FRANCISCO DE VITORIA]], ''Comentarios a la Secunda secundae'' de Santo Tomás, q. LXXI, art. 4. Las citas de Vitoria están tomadas de la traducción castellana de D. IPARRAGUIRRE, ''[[VITORIA,_Francisco_De | Francisco de Vitoria]]. Una teoría social del valor económico.'' Bilbao, Publicaciones de la Universidad de Deusto, 1957; JESÚS SANTOS DEL CERRO, ''El pensamiento económico de la Escuela de Salamanca.''</ref>Pero su ejemplo poco a poco se ha ido rescatando.  
  
 
Por recordar un ejemplo, ya a mediados del siglo XX, Joseph Alois Schumpeter reivindicó la aportación de los salmantinos al origen de la ciencia económica (en la corriente de pensamiento económico español que se conoce con el nombre de arbitrismo), a lo que hay que añadir los amplios estudios de Marjorie Grice-Hutchinson, sobre todos los temas que tocó la Escuela.  
 
Por recordar un ejemplo, ya a mediados del siglo XX, Joseph Alois Schumpeter reivindicó la aportación de los salmantinos al origen de la ciencia económica (en la corriente de pensamiento económico español que se conoce con el nombre de arbitrismo), a lo que hay que añadir los amplios estudios de Marjorie Grice-Hutchinson, sobre todos los temas que tocó la Escuela.  
Línea 18: Línea 18:
  
 
A estos vaivenes culturales se añade el fenómeno de los nuevos descubrimientos geográficos y sus consecuencias en todos los campos, al poner en discusión toda la visión cosmológica hasta entonces aceptada. Por todo ello el advenimiento de aquella nueva época (que se llamará la Edad Moderna) supuso un cambio importante en el concepto del hombre en sociedad. La Escuela de Salamanca abordó estos problemas desde nuevos puntos de vista.  
 
A estos vaivenes culturales se añade el fenómeno de los nuevos descubrimientos geográficos y sus consecuencias en todos los campos, al poner en discusión toda la visión cosmológica hasta entonces aceptada. Por todo ello el advenimiento de aquella nueva época (que se llamará la Edad Moderna) supuso un cambio importante en el concepto del hombre en sociedad. La Escuela de Salamanca abordó estos problemas desde nuevos puntos de vista.  
Entre los que bien se pueden llamar los «fundadores» o personalidades más destacadas de la Escuela de Salamanca, hay que recordar a Francisco de Vitoria O.P., Domingo de Soto O.P., Luis de Alcalá, Martín de Azpilcueta (o Azpilicueta), Tomás de Mercado, Francisco Suárez S.J., todos ellos iusnaturalistas, filósofos del derecho y teólogos. Son los fundadores de una escuela de teólogos y juristas que realizó la tarea de reconciliar la doctrina tomista con el nuevo orden social y económico.   
+
Entre los que bien se pueden llamar los «fundadores» o personalidades más destacadas de la Escuela de Salamanca, hay que recordar a [[VITORIA,_Francisco_De | Francisco de Vitoria]] O.P., [[SOTO,_Domingo_de | Domingo de Soto]] O.P., Luis de Alcalá, Martín de Azpilcueta (o Azpilicueta), Tomás de Mercado, Francisco Suárez S.J., todos ellos iusnaturalistas, filósofos del derecho y teólogos. Son los fundadores de una escuela de teólogos y juristas que realizó la tarea de reconciliar la doctrina tomista con el nuevo orden social y económico.   
  
 
Los temas de estudio se centraron principalmente en el hombre y sus problemas prácticos (morales, económicos, jurídicos...), aunque no se trata ni mucho menos de una doctrina única aceptada por todos, como lo prueban los desacuerdos o, incluso, las agrias polémicas entre ellos, que demuestran la vitalidad intelectual de la Escuela. Por la amplitud de temas tratados se ha planteado la conveniencia de distinguir dos escuelas: la de los «salmanticenses» y la de los «conimbricenses» (de la Universidad de Coímbra).  
 
Los temas de estudio se centraron principalmente en el hombre y sus problemas prácticos (morales, económicos, jurídicos...), aunque no se trata ni mucho menos de una doctrina única aceptada por todos, como lo prueban los desacuerdos o, incluso, las agrias polémicas entre ellos, que demuestran la vitalidad intelectual de la Escuela. Por la amplitud de temas tratados se ha planteado la conveniencia de distinguir dos escuelas: la de los «salmanticenses» y la de los «conimbricenses» (de la Universidad de Coímbra).  
  
La primera comenzaría con Francisco de Vitoria (1483-1546), y llega a su máximo esplendor con Domingo de Soto (1494-1560), todos ellos de la orden de los dominicos. La escuela de los conimbricenses estaría formada por los jesuitas que, desde finales del siglo XVI tomaron el relevo intelectual de los dominicos. Entre los jesuitas encontramos nombres de la talla de Luis de Molina (1535-1600) y Francisco Suárez (1548-1617).  
+
La primera comenzaría con [[VITORIA,_Francisco_De | Francisco de Vitoria]] (1483-1546), y llega a su máximo esplendor con [[SOTO,_Domingo_de | Domingo de Soto]] (1494-1560), todos ellos de la orden de los dominicos. La escuela de los conimbricenses estaría formada por los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] que, desde finales del siglo XVI tomaron el relevo intelectual de los dominicos. Entre los [[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas | jesuitas]] encontramos nombres de la talla de Luis de Molina (1535-1600) y Francisco Suárez (1548-1617).  
  
Francisco de Vitoria y sus lecciones salamantinas sobre el «derecho de gentes»
+
==Francisco de Vitoria y sus lecciones salamantinas sobre el «derecho de gentes»==
  
Francisco de Vitoria, catedrático de teología en la Universidad de Salamanca, empezó por denunciar la conquista del Perú por Francisco Pizarro. Acusa de invasión y agresión a los primeros conquistadores y desautoriza los fundamentos teológicos del «Requerimiento» que justificaba la política de represión de la primera conquista. El maestro de Salamanca provocó la primera crisis de la conciencia nacional. Crea escuela.
+
Francisco de Vitoria, catedrático de teología en la Universidad de Salamanca, empezó por denunciar la conquista del Perú por Francisco Pizarro. Acusa de invasión y agresión a los primeros conquistadores y desautoriza los fundamentos teológicos del «[[REQUERIMIENTO;_Origen,_práctica_y_derogación | Requerimiento]]» que justificaba la política de represión de la primera conquista. El maestro de Salamanca provocó la primera crisis de la conciencia nacional. Crea escuela.
  
La Escuela de Salamanca pone en marcha la pastoral de la denuncia con sus recursos al Real Consejo de Indias, y llega hasta el Concilio de Trento para responsabilizar a la Corona y a la Santa Sede. Su programa de reivindicaciones se orientó a hacer coherente la vida social y política de los conquistadores con sus creencias cristianas, a adecuar progresivamente la transmisión de la fe a las posibilidades de los indios con vistas a su liberación social y religiosa, y a hacer real y eficaz la administración con el fin de mejor proteger y promover principalmente a los pobres y a los débiles.
+
La Escuela de Salamanca pone en marcha la pastoral de la denuncia con sus recursos al Real [[CONSEJO_REAL_DE_INDIAS | Consejo de Indias]], y llega hasta el Concilio de Trento para responsabilizar a la Corona y a la Santa Sede. Su programa de reivindicaciones se orientó a hacer coherente la vida social y política de los conquistadores con sus creencias cristianas, a adecuar progresivamente la [[TRANSMISIÓN_DE_LA_FE_EN_EL_NUEVO_MUNDO_I | transmisión de la fe]] a las posibilidades de los indios con vistas a su liberación social y religiosa, y a hacer real y eficaz la administración con el fin de mejor proteger y promover principalmente a los pobres y a los débiles.
  
 
Testigos de excepción, los maestros de Salamanca tenían conciencia clara de que se estaba en los principios de la Nueva Cristiandad, y que de su esfuerzo dependía la construcción de la Nueva América y su identidad cristiana. Esta pastoral de reivindicaciones culminó en una verdadera carta de libertades. Porque la evangelización era ante todo un problema de promoción humana y de liberación social.
 
Testigos de excepción, los maestros de Salamanca tenían conciencia clara de que se estaba en los principios de la Nueva Cristiandad, y que de su esfuerzo dependía la construcción de la Nueva América y su identidad cristiana. Esta pastoral de reivindicaciones culminó en una verdadera carta de libertades. Porque la evangelización era ante todo un problema de promoción humana y de liberación social.
  
La cristianización de los indios tenía que ir precedida de un proceso de humanización. Y esta humanización debía partir de su recuperación como hombres y como personas. El respeto de su libertad, la educación de esa libertad y la formación de la fe en la libertad, constituían los tres requisitos o condiciones de cristianización de los indios. Y sobre estos supuestos reivindicó Vitoria y su Escuela la nueva pastoral de los derechos humanos.
+
La cristianización de los indios tenía que ir precedida de un proceso de humanización. Y esta humanización debía partir de su recuperación como hombres y como personas. El respeto de su libertad, la educación de esa libertad y la formación de la fe en la libertad, constituían los tres requisitos o condiciones de cristianización de los indios. Y sobre estos supuestos reivindicó Vitoria y su Escuela la nueva pastoral de los [[DERECHOS_HUMANOS_Y_LIBERTAD_DE_LOS_INDIOS | derechos humanos]].
  
En virtud de estos postulados y para responder al desafío que representaba la conmemoración del V Centenario del descubrimiento de América, el director de la Cátedra V Centenario, Dr. Luciano Pereña, preparó y reconstruyó el texto de derechos y deberes entre indios y españoles según Francisco de Vitoria, tomando como base los textos publicados en la Colección «Corpus Hispanorum de Pace» (vols. V, VI y XXVII).
+
En virtud de estos postulados y para responder al desafío que representaba la conmemoración del V Centenario del descubrimiento de América, el director de la Cátedra V Centenario, Dr. Luciano Pereña, preparó y reconstruyó el texto de derechos y deberes entre indios y españoles según [[VITORIA,_Francisco_De | Francisco de Vitoria]], tomando como base los textos publicados en la Colección «Corpus Hispanorum de Pace» (vols. V, VI y XXVII).
  
Principios de reconversión colonial: Preámbulo
+
==Principios de reconversión colonial: Preámbulo==
  
Como réplica a la teología de la represión, la alternativa de Francisco de Vitoria fue formular la Carta Constitucional de los Indios. Su tesis vino a articularse sobre tres principios-clave: el derecho fundamental de los indios a «ser» hombres y ser tratados como seres libres, el derecho fundamental de sus pueblos a «tener» y defender su propia soberanía, y el derecho fundamental del orbe a «hacer» y colaborar en bien de la paz y solidaridad internacional.  
+
Como réplica a la teología de la represión, la alternativa de [[VITORIA,_Francisco_De | Francisco de Vitoria]] fue formular la Carta Constitucional de los Indios. Su tesis vino a articularse sobre tres principios-clave: el derecho fundamental de los indios a «ser» hombres y ser tratados como seres libres, el derecho fundamental de sus pueblos a «tener» y defender su propia soberanía, y el derecho fundamental del orbe a «hacer» y colaborar en bien de la paz y solidaridad internacional.  
  
Y fue a partir de estas tres coordenadas que Francisco de Vitoria fijó y valoró los derechos y deberes de la Corona española para intervenir y permanecer en las Indias. Los deberes de restitución y de gobierno colonial fueron sus conclusiones definitivas.
+
Y fue a partir de estas tres coordenadas que [[VITORIA,_Francisco_De | Francisco de Vitoria]] fijó y valoró los derechos y deberes de la Corona española para intervenir y permanecer en las Indias. Los deberes de restitución y de gobierno colonial fueron sus conclusiones definitivas.
  
 
En la primera parte de la «Relección de los indios» [Relectio de Indis], incluida a última hora en la tercera lectura de aquel documento constitucional, reconoce y proclama la «hominidad» de los indios, para añadir en la tercera parte de la relección, que al final también interpola, 1os derechos de solidaridad y colaboración de las naciones. La segunda relección sobre los indios es dedicada al derecho de guerra. Porque la ocupación y posesión de las Indias Occidentales parecen admitir, en última instancia, una posible justificación principalmente por derecho de guerra, con el fin de mejor determinar el alcance político de los títulos justos o injustos. Vitoria define los derechos y deberes de la Corona con relación a los nuevos pueblos conquistados (CHP 6, 99).
 
En la primera parte de la «Relección de los indios» [Relectio de Indis], incluida a última hora en la tercera lectura de aquel documento constitucional, reconoce y proclama la «hominidad» de los indios, para añadir en la tercera parte de la relección, que al final también interpola, 1os derechos de solidaridad y colaboración de las naciones. La segunda relección sobre los indios es dedicada al derecho de guerra. Porque la ocupación y posesión de las Indias Occidentales parecen admitir, en última instancia, una posible justificación principalmente por derecho de guerra, con el fin de mejor determinar el alcance político de los títulos justos o injustos. Vitoria define los derechos y deberes de la Corona con relación a los nuevos pueblos conquistados (CHP 6, 99).
Línea 50: Línea 50:
 
Las leyes y administración del Emperador Carlos V serían legítimas en la medida en que sus actos de gobierno se orientaran a la promoción de los indígenas en solidaridad y colaboración con los españoles. Porque también para los indios existían deberes de solidaridad y colaboración.
 
Las leyes y administración del Emperador Carlos V serían legítimas en la medida en que sus actos de gobierno se orientaran a la promoción de los indígenas en solidaridad y colaboración con los españoles. Porque también para los indios existían deberes de solidaridad y colaboración.
  
El reconocimiento y aplicación de esta «Carta Constitucional de los indios» fue la base de reconversión colonial indiana exigida por Francisco de Vitoria y llevada a la práctica hasta sus últimas consecuencias por la Escuela de Salamanca. Porque desde estas perspectivas pudieron interpretarse las bulas «Inter caetera» de Alejandro VI. Interpretación que fue literalmente asumida por los maestros de la Escuela en las Cátedras de Teología y de Derecho Canónico. El texto es representativo para la historia del Derecho Canónico por su influencia y por lo que tiene de interpretación nueva de la teoría medieval del «Dominus Orbis».
+
El reconocimiento y aplicación de esta ''«Carta Constitucional de los indios»'' fue la base de reconversión colonial indiana exigida por [[VITORIA,_Francisco_De | Francisco de Vitoria]] y llevada a la práctica hasta sus últimas consecuencias por la Escuela de Salamanca. Porque desde estas perspectivas pudieron interpretarse las bulas «Inter caetera» de Alejandro VI. Interpretación que fue literalmente asumida por los maestros de la Escuela en las Cátedras de Teología y de Derecho Canónico. El texto es representativo para la historia del Derecho Canónico por su influencia y por lo que tiene de interpretación nueva de la teoría medieval del «Dominus Orbis».
  
 
Diego de Covarrubias incorporó esta tesis a la crítica que posteriormente hizo de la doctrina de Juan Ginés de Sepúlveda en su relección de 1547, dictada en la Universidad de Salamanca. La síntesis doctrinal de este proceso culminó en el nuevo texto de Juan de la Peña casi literalmente incorporado en los maestros salmantinos de la segunda generación de la Escuela.
 
Diego de Covarrubias incorporó esta tesis a la crítica que posteriormente hizo de la doctrina de Juan Ginés de Sepúlveda en su relección de 1547, dictada en la Universidad de Salamanca. La síntesis doctrinal de este proceso culminó en el nuevo texto de Juan de la Peña casi literalmente incorporado en los maestros salmantinos de la segunda generación de la Escuela.
  
Origen y textos manuscritos de la «Relectio de Indis»
+
==Origen y textos manuscritos de la «Relectio de Indis»==
  
 
Una carta de Francisco de Vitoria a su amigo y superior religioso Miguel de Arcos, el 8 de noviembre de 1534, fue el punto de partida de las reflexiones, lecciones e intervenciones del Padre Vitoria sobre los graves problemas que planteaban los descubrimientos y las conquistas españolas en el Nuevo Mundo. Tal carta constituye su primer alegato en defensa de los indios contra los abusos y crueldades de los soldados españoles.  
 
Una carta de Francisco de Vitoria a su amigo y superior religioso Miguel de Arcos, el 8 de noviembre de 1534, fue el punto de partida de las reflexiones, lecciones e intervenciones del Padre Vitoria sobre los graves problemas que planteaban los descubrimientos y las conquistas españolas en el Nuevo Mundo. Tal carta constituye su primer alegato en defensa de los indios contra los abusos y crueldades de los soldados españoles.  
  
En ella denuncia el catedrático de Salamanca la impiedad y tiranía de los conquistadores; protesta y desaprueba cosas tan inhumanas y fuera de toda cristiandad, que se le “hiela la sangre en el cuerpo en mentándolas”, y califica de expropiación, robos y esclavitud las sanciones aplicadas en la primera conquista del Perú. Vitoria termina por condenar el regicidio del Inca Atahualpa, la expoliación de oro y la explotación de los incas que siguió a tantas crueldades, expropiaciones y despoblaciones.
+
En ella denuncia el catedrático de Salamanca la impiedad y tiranía de los conquistadores; protesta y desaprueba cosas tan inhumanas y fuera de toda cristiandad, que se le ''“hiela la sangre en el cuerpo en mentándolas”'', y califica de expropiación, robos y esclavitud las sanciones aplicadas en la primera conquista del Perú. Vitoria termina por condenar el regicidio del Inca Atahualpa, la expoliación de oro y la explotación de los incas que siguió a tantas crueldades, expropiaciones y despoblaciones.
Francisco de Vitoria, desde su cátedra de Salamanca, había tomado posición ante la conquista de América. Formula dudas, aventura juicios de valor, insinúa nuevas directrices de política colonial. Por primera vez se pronuncia sobre la legitimidad de la conquista de América. A los que intentaban disculparse o disculpar a los conquistadores criticó durísimamente con palabras y expresiones como nunca jamás después salieron de su pluma. Hasta él mismo denunciaba el peligro de que fuera tachado de cismático por poner en duda lo que el Papa pudiera determinar y de que fuera acusado de enemigo del Emperador por atreverse a condenar las conquistas de América. Sabía que sus criticas podían provocar una reacción violenta. Pero no tenía miedo de
+
[[VITORIA,_Francisco_De | Francisco de Vitoria]], desde su cátedra de Salamanca, había tomado posición ante la conquista de América. Formula dudas, aventura juicios de valor, insinúa nuevas directrices de política colonial. Por primera vez se pronuncia sobre la legitimidad de la conquista de América. A los que intentaban disculparse o disculpar a los conquistadores criticó durísimamente con palabras y expresiones como nunca jamás después salieron de su pluma. Hasta él mismo denunciaba el peligro de que fuera tachado de cismático por poner en duda lo que el Papa pudiera determinar y de que fuera acusado de enemigo del Emperador por atreverse a condenar las conquistas de América. Sabía que sus criticas podían provocar una reacción violenta. Pero no tenía miedo de
 
aparecer como un contestatario.
 
aparecer como un contestatario.
  
Desde ese momento, la conciencia crítica de Francisco de Vitoria quedó marcada. Durante los cursos de 1535 y 1536 en la Universidad de Salamanca siguieron ligeras alusiones de clase, espontáneas pero muy matizadas, sobre los derechos de los indios a sus bienes y territorios. Intencionadamente en su «Relección» o Conferencia de 1537 incluye una larga digresión sobre los derechos y deberes de la Corona española a intervenir en defensa de los indios. A lo largo del curso de 1538 redacta el primer borrador de su disertación sobre los indios con la que intenta desautorizar la conquista del Perú por Francisco Pizarro. Y en 1539 es leída públicamente su «Relectio de indis» que aborda en profundidad la polémica de fondo.
+
Desde ese momento, la conciencia crítica de [[VITORIA,_Francisco_De | Francisco de Vitoria]] quedó marcada. Durante los cursos de 1535 y 1536 en la Universidad de Salamanca siguieron ligeras alusiones de clase, espontáneas pero muy matizadas, sobre los [[MOGROVEJO;_Pastor_de_la_Misericordia_(I) | derechos de los indios]] a sus bienes y territorios. Intencionadamente en su «Relección» o Conferencia de 1537 incluye una larga digresión sobre los derechos y deberes de la Corona española a intervenir en defensa de los indios. A lo largo del curso de 1538 redacta el primer borrador de su disertación sobre los indios con la que intenta desautorizar la conquista del Perú por Francisco Pizarro. Y en 1539 es leída públicamente su «[[VITORIA;_Influencia_de_la_«Relectio_de_indis»_en_las_«Leyes_Nuevas» | Relectio de indis]]» que aborda en profundidad la polémica de fondo.
  
Aquellos cinco años de investigación y de reflexión teológica dieron a Francisco de Vitoria la oportunidad histórica de elaborar la primera carta constitucional de los indios americanos. Porque vivía con angustia y con inquietud el drama nacional provocado por el asesinato del rey inca. Más allá de lo emocional y de lo arbitrario, su denuncia refleja con espíritu crítico la verdad histórica. El maestro Vitoria terminó por alinearse en el movimiento criticista de protesta por la muerte de Atahualpa.  
+
Aquellos cinco años de investigación y de reflexión teológica dieron a [[VITORIA,_Francisco_De | Francisco de Vitoria]] la oportunidad histórica de elaborar la primera carta constitucional de los indios americanos. Porque vivía con angustia y con inquietud el drama nacional provocado por el asesinato del rey inca. Más allá de lo emocional y de lo arbitrario, su denuncia refleja con espíritu crítico la verdad histórica. El maestro Vitoria terminó por alinearse en el movimiento criticista de protesta por la muerte de Atahualpa.  
  
El texto primitivo de este veredicto fue mutilado por la censura por remordimiento, sin duda, de la conciencia nacional o para evitar que los detractores de la Corona lo utilizaran como ariete contra el prestigio de España. Francisco de Vitoria tenía conciencia de que desde la cátedra de Salamanca podía cambiar el rumbo de la historia de América. Su crítica podía provocar una crisis a escala nacional y de hecho así sucedió.
+
El texto primitivo de este veredicto fue mutilado por la censura por remordimiento, sin duda, de la conciencia nacional o para evitar que los detractores de la Corona lo utilizaran como ariete contra el prestigio de España. [[VITORIA,_Francisco_De | Francisco de Vitoria]] tenía conciencia de que desde la cátedra de Salamanca podía cambiar el rumbo de la historia de América. Su crítica podía provocar una crisis a escala nacional y de hecho así sucedió.
  
El criticismo de Francisco de Vitoria abre una nueva fase a la política colonial española. Inicia un nuevo capítulo para la filosofía de la historia de América. Señala una fecha histórica para la Universidad de Salamanca y también de la humanidad. Da origen a toda una Escuela y la «Relectio de indis» es su fuente y punto de partida.
+
El criticismo de [[VITORIA,_Francisco_De | Francisco de Vitoria]] abre una nueva fase a la política colonial española. Inicia un nuevo capítulo para la filosofía de la historia de América. Señala una fecha histórica para la Universidad de Salamanca y también de la humanidad. Da origen a toda una Escuela y la «[[VITORIA;_Influencia_de_la_«Relectio_de_indis»_en_las_«Leyes_Nuevas» | Relectio de indis]]» es su fuente y punto de partida.
  
Esta «Relectio de indis» fue leída por Francisco de Vitoria a principios de enero de 1539. La relección era una disertación o repetición académica en la que el maestro volvía a tratar o repetir un punto o tema concreto esbozado en las lecciones ordinarias del curso. La relección era un acto académico que debía celebrarse ante el pleno de la Universidad. Y a él estaban obligados estatutariamente todos los catedráticos en propiedad. Sabemos que el catedrático de Teología estaba preocupado por el fenómeno americano. Su tratamiento no fue ocasional. Parecía el resultado final del proceso de sus investigaciones académicas y de su preocupación moral por orientar la conquista de América por cauces de justicia y de paz.
+
Esta «[[VITORIA;_Influencia_de_la_«Relectio_de_indis»_en_las_«Leyes_Nuevas» | Relectio de indis]]» fue leída por [[VITORIA,_Francisco_De | Francisco de Vitoria]] a principios de enero de 1539. La relección era una disertación o repetición académica en la que el maestro volvía a tratar o repetir un punto o tema concreto esbozado en las lecciones ordinarias del curso. La relección era un acto académico que debía celebrarse ante el pleno de la Universidad. Y a él estaban obligados estatutariamente todos los catedráticos en propiedad. Sabemos que el catedrático de Teología estaba preocupado por el fenómeno americano. Su tratamiento no fue ocasional. Parecía el resultado final del proceso de sus investigaciones académicas y de su preocupación moral por orientar la conquista de América por cauces de justicia y de paz.
  
No conocemos el texto autógrafo de la «Relectio de indis». Pudo dictar el texto a su amanuense, como supone su biógrafo Luis Alonso Getino. Sólo disponemos de copias de un texto común, que se fue transmitiendo a través de copias, que discípulos y maestros rápidamente difundieron por todas las Facultades de la Universidad de Salamanca y por otras muchas universidades de Europa y América. En todas estas copias sustancialmente el texto es idéntico, pero existen variantes accidentales y algunas importantes, que no se pueden reducir siempre a ignorancia o impericia del amanuense.
+
No conocemos el texto autógrafo de la «[[VITORIA;_Influencia_de_la_«Relectio_de_indis»_en_las_«Leyes_Nuevas» | Relectio de indis]]». Pudo dictar el texto a su amanuense, como supone su biógrafo Luis Alonso Getino. Sólo disponemos de copias de un texto común, que se fue transmitiendo a través de copias, que discípulos y maestros rápidamente difundieron por todas las Facultades de la Universidad de Salamanca y por otras muchas universidades de Europa y América. En todas estas copias sustancialmente el texto es idéntico, pero existen variantes accidentales y algunas importantes, que no se pueden reducir siempre a ignorancia o impericia del amanuense.
  
 
Es muy difícil poner en duda la autenticidad y fidelidad de unas relecciones atribuidas unánimemente durante más de medio siglo al maestro, sin que nadie se atreviera a discutirlo hasta principios del siglo XVII. Fue Francisco de la Peña, español y doctor en ambos derechos, catedrático de derecho civil en la Universidad de Bolonia, quien puso en tela de juicio la paternidad de las Relecciones de Vitoria que corrían de mano en mano en multitud de manuscritos. Para defender el poder político del Papa Paulo V y para quitar fuerza a los argumentos de Vitoria que negaba el poder universal del Papa, Peña, miembro de la Rota Romana, cuestionó la autenticidad de los textos que se repetían en nuevas ediciones.
 
Es muy difícil poner en duda la autenticidad y fidelidad de unas relecciones atribuidas unánimemente durante más de medio siglo al maestro, sin que nadie se atreviera a discutirlo hasta principios del siglo XVII. Fue Francisco de la Peña, español y doctor en ambos derechos, catedrático de derecho civil en la Universidad de Bolonia, quien puso en tela de juicio la paternidad de las Relecciones de Vitoria que corrían de mano en mano en multitud de manuscritos. Para defender el poder político del Papa Paulo V y para quitar fuerza a los argumentos de Vitoria que negaba el poder universal del Papa, Peña, miembro de la Rota Romana, cuestionó la autenticidad de los textos que se repetían en nuevas ediciones.
La tradición manuscrita de las relecciones arranca de sus contemporáneos, maestros y discípulos, que oyeron personalmente al mismo Vitoria. EI editor francés Jacques Boyer, para demostrar la autenticidad de su primera edición, que personalmente preparaba en Lyon (1557), invoca el testimonio de los que oyeron directamente al mismo Vitoria. En la segunda edición de Salamanca, el dominico Alfonso Muñoz asegura que su texto había sido supervisado por Domingo de Soto O.P. y Melchor Cano O.P., discípulos predilectos del maestro. Antes de su impresión hacían esquemas idénticos de estas relecciones Gregorio López (1554), Domingo de las Cuevas (1550), Martin de Azpilcueta (1548), Diego de Covarrubias (1548) y Melchor Cano (1556).
+
La tradición manuscrita de las relecciones arranca de sus contemporáneos, maestros y discípulos, que oyeron personalmente al mismo Vitoria. EI editor francés Jacques Boyer, para demostrar la autenticidad de su primera edición, que personalmente preparaba en Lyon (1557), invoca el testimonio de los que oyeron directamente al mismo Vitoria. En la segunda edición de Salamanca, el dominico Alfonso Muñoz asegura que su texto había sido supervisado por [[SOTO,_Domingo_de | Domingo de Soto]] O.P. y Melchor Cano O.P., discípulos predilectos del maestro. Antes de su impresión hacían esquemas idénticos de estas relecciones [[LÓPEZ,_Gregorio | Gregorio López]] (1554), Domingo de las Cuevas (1550), Martin de Azpilcueta (1548), Diego de Covarrubias (1548) y Melchor Cano (1556).
  
 
En los ocho manuscritos que conocemos, algunos de ellos coetáneos del mismo Vitoria, el texto sustancialmente es idéntico. Todo ello demuestra que tuvieron una fuente común. Está suficientemente demostrado que el catedrático de Prima redactaba previamente sus relecciones, ya que no sería suficiente la transmisión oral como sucedía en las lecturas de clase. Consta que en los actos académicos Vitoria leía su conferencia. Los oyentes no tomaban notas, pues sabían que el maestro les facilitaría después el texto. El mismo texto de las relecciones nos suministra numerosos testimonios de su previa redacción.
 
En los ocho manuscritos que conocemos, algunos de ellos coetáneos del mismo Vitoria, el texto sustancialmente es idéntico. Todo ello demuestra que tuvieron una fuente común. Está suficientemente demostrado que el catedrático de Prima redactaba previamente sus relecciones, ya que no sería suficiente la transmisión oral como sucedía en las lecturas de clase. Consta que en los actos académicos Vitoria leía su conferencia. Los oyentes no tomaban notas, pues sabían que el maestro les facilitaría después el texto. El mismo texto de las relecciones nos suministra numerosos testimonios de su previa redacción.
Línea 81: Línea 81:
 
Además, el estilo, limado y conciso, aunque suficientemente claro y hasta elegante, con sus frases bien redondeadas y los argumentos expuestos con toda amplitud, denuncian paralelamente un texto preparado de antemano con esmero como si se tratara de un escrito para la imprenta. Un discípulo de Vitoria, el dominico Andrés de Burgos, dice en el manuscrito de Palencia que tenía delante el original.
 
Además, el estilo, limado y conciso, aunque suficientemente claro y hasta elegante, con sus frases bien redondeadas y los argumentos expuestos con toda amplitud, denuncian paralelamente un texto preparado de antemano con esmero como si se tratara de un escrito para la imprenta. Un discípulo de Vitoria, el dominico Andrés de Burgos, dice en el manuscrito de Palencia que tenía delante el original.
  
La tradición escrita de la «Relectio de indis» se remonta a los primeros meses de 1539, momento en el que se pronuncia la relección en la Universidad de Salamanca, a un texto común, autógrafo o dictado literalmente por Francisco de Vitoria y se va transmitiendo por copias más o menos fidedignas, pero reconocidas como auténticas por discípulos, compañeros de cátedra y primeros editores de Vitoria.
+
La tradición escrita de la «[[VITORIA;_Influencia_de_la_«Relectio_de_indis»_en_las_«Leyes_Nuevas» | Relectio de indis]]» se remonta a los primeros meses de 1539, momento en el que se pronuncia la relección en la Universidad de Salamanca, a un texto común, autógrafo o dictado literalmente por [[VITORIA,_Francisco_De | Francisco de Vitoria]] y se va transmitiendo por copias más o menos fidedignas, pero reconocidas como auténticas por discípulos, compañeros de cátedra y primeros editores de Vitoria.
  
La Biblioteca Capitular de Palencia conserva este manuscrito primitivo de la «Relectio de indis» con la signatura ms 13. Perteneció al monje benedictino Fray Pedro del Castillo, de la Congregación de San Pedro de Valladolid, quien, residiendo en Montserrat, lo depositó allí el 21 de mayo poco antes de emprender su viaje al Concilio de Trento. Fue copiado por tres amanuenses distintos: Fray Andrés de Burgos, Fray Hernando Ortiz y Fray Juan de Heredia. EI códice contiene las trece relecciones de Vitoria,
+
La Biblioteca Capitular de Palencia conserva este manuscrito primitivo de la «[[VITORIA;_Influencia_de_la_«Relectio_de_indis»_en_las_«Leyes_Nuevas» | Relectio de indis]]» con la signatura ms 13. Perteneció al monje benedictino Fray Pedro del Castillo, de la Congregación de San Pedro de Valladolid, quien, residiendo en Montserrat, lo depositó allí el 21 de mayo poco antes de emprender su viaje al Concilio de Trento. Fue copiado por tres amanuenses distintos: Fray Andrés de Burgos, Fray Hernando Ortiz y Fray Juan de Heredia. EI códice contiene las trece relecciones de Vitoria,
  
La «Relectio de indis» està localizada entre los folios 124 a 142. Se inicia con el título: “De Bello contra indos. Relectio Reverendi admodum Patris F. Francisci de Victoria in sacra theologia magistri ac in Salmanticensi universitate Cathedrae Primae regentis meritissimi, quam habuit in Salmanticensi eadem universitate anno a Domini incarnatione 1539.” Esta relección parece copiada por Fray Juan de Heredia. EI texto es de una ca1idad indiscutible.
+
La «[[VITORIA;_Influencia_de_la_«Relectio_de_indis»_en_las_«Leyes_Nuevas» | Relectio de indis]]» està localizada entre los folios 124 a 142. Se inicia con el título'': “De Bello contra indos. Relectio Reverendi admodum Patris F. Francisci de Victoria in sacra theologia magistri ac in Salmanticensi universitate Cathedrae Primae regentis meritissimi, quam habuit in Salmanticensi eadem universitate anno a Domini incarnatione 1539.”'' Esta relección parece copiada por Fray Juan de Heredia. EI texto es de una ca1idad indiscutible.
  
Se ha considerado el texto de Palencia como el mejor manuscrito de las «Relecciones» y parece copiado, al menos en parte, del original si hemos de dar crédito a las afirmaciones de su amanuense. Se trata, pues, de una de las primeras copias y de las más autorizadas y próximas al original. Fue copiada en el mismo convento de San Esteban de Salamanca estando en él Francisco de Vitoria. En conclusión, el texto de Palencia es el primero. Parece claro que tuvo a la vista el original. Es coetáneo a Vitoria y es copiado inmediatamente después de leerse la relección.  
+
Se ha considerado el texto de Palencia como el mejor manuscrito de las «Relecciones» y parece copiado, al menos en parte, del original si hemos de dar crédito a las afirmaciones de su amanuense. Se trata, pues, de una de las primeras copias y de las más autorizadas y próximas al original. Fue copiada en el mismo convento de San Esteban de Salamanca estando en él [[VITORIA,_Francisco_De | Francisco de Vitoria]]. En conclusión, el texto de Palencia es el primero. Parece claro que tuvo a la vista el original. Es coetáneo a Vitoria y es copiado inmediatamente después de leerse la relección.  
  
 
Rápidamente se propagaron copias por las distintas Facultades universitarias. Sabemos que sobre estas copias explicaba en Alcalá Melchor Cano (1544-1546) y Martin de Ledesma en la Universidad de Coimbra (1534-1560). En 1546 Diego de Covarrubias remitía a sus discípulos al manuscrito de la «Relección», citando hasta el folio que, por cierto, coincide con el del texto de Palencia.
 
Rápidamente se propagaron copias por las distintas Facultades universitarias. Sabemos que sobre estas copias explicaba en Alcalá Melchor Cano (1544-1546) y Martin de Ledesma en la Universidad de Coimbra (1534-1560). En 1546 Diego de Covarrubias remitía a sus discípulos al manuscrito de la «Relección», citando hasta el folio que, por cierto, coincide con el del texto de Palencia.
  
El texto primitivo, sin embargo, se fue paulatinamente transformando cuando los profesores comentaban y criticaban ciertos textos de la «Relectio». Puede seguirse el uso que de ella hicieron durante este periodo profesores como Soto, Cano, Chaves, Barron y Cuevas. El discípulo pudo entonces anotar con nuevas palabras, textos y párrafos, algunos pasajes oscuros o, a su parecer, incompletos. Y uno de los códices así evolucionado, aclarado, corregido y hasta perfeccionado, pudo escoger Boyer para su edición de Lyon que, salvo escasísimas variantes, respetó Muñoz en su edición de Salamanca publicada veinticinco años después de pronunciarse en 1539.
+
El texto primitivo, sin embargo, se fue paulatinamente transformando cuando los profesores comentaban y criticaban ciertos textos de la «Relectio». Puede seguirse el uso que de ella hicieron durante este periodo profesores como Soto, Cano, Chaves, Barron y Cuevas. El discípulo pudo entonces anotar con nuevas palabras, textos y párrafos, algunos pasajes oscuros o, a su parecer, incompletos. Y uno de los [[CÓDICES_precolombinos | códices]] así evolucionado, aclarado, corregido y hasta perfeccionado, pudo escoger Boyer para su edición de Lyon que, salvo escasísimas variantes, respetó Muñoz en su edición de Salamanca publicada veinticinco años después de pronunciarse en 1539.
Se pueden distinguir, por tanto, tres fases en la evolución del texto primitivo de la Relectio de indis. La versión inicial y primitiva que puede considerarse como el texto leído por Vitoria en Salamanca. Una segunda versión corregida y ampliada es recogida en el códice de Sevilla y Granada, y se refleja en los textos de Gregorio López y Domingo de las Cuevas. La tercera versión y final culmina en las ediciones de Lyon y Salamanca. No tenemos pruebas que demuestren que sus variantes específicas procedan del original vitoriano o deban ser consideradas como retoques o interpolaciones de los mismos editores.
+
Se pueden distinguir, por tanto, tres fases en la evolución del texto primitivo de la ''[[VITORIA;_Influencia_de_la_«Relectio_de_indis»_en_las_«Leyes_Nuevas» | Relectio de indis]]''. La versión inicial y primitiva que puede considerarse como el texto leído por Vitoria en Salamanca. Una segunda versión corregida y ampliada es recogida en el códice de Sevilla y Granada, y se refleja en los textos de [[LÓPEZ,_Gregorio | Gregorio López]] y Domingo de las Cuevas. La tercera versión y final culmina en las ediciones de Lyon y Salamanca. No tenemos pruebas que demuestren que sus variantes específicas procedan del original vitoriano o deban ser consideradas como retoques o interpolaciones de los mismos editores.
  
La edición especial del C.S.I.C. de Madrid (1989) se inicia con la reproducción en facsímil del texto primitivo de la «Relectio de indis» según el códice de la Biblioteca de la Catedral de Palencia y culmina con la traducción española del texto critico publicado en la colección «Corpus Hispanorum de Pace», el cual recoge las variantes todas de códices y ediciones durante veinticinco años de evolución y transformaciones que siguen a la lectura de 1539. La preocupación de Francisco de Vitoria por la conquista de América que somete a proceso crítico y académico se completan y explican en las lecturas y lecciones de clase. A manera de código de derechos humanos recogemos sus conclusiones definitivas bajo el título de «Carta Magna de los indios».
+
La edición especial del C.S.I.C. de Madrid (1989) se inicia con la reproducción en facsímil del texto primitivo de la «[[VITORIA;_Influencia_de_la_«Relectio_de_indis»_en_las_«Leyes_Nuevas» | Relectio de indis]]» según el códice de la Biblioteca de la Catedral de Palencia y culmina con la traducción española del texto critico publicado en la colección «Corpus Hispanorum de Pace», el cual recoge las variantes todas de [[CÓDICES_precolombinos | códices]] y ediciones durante veinticinco años de evolución y transformaciones que siguen a la lectura de 1539. La preocupación de [[VITORIA,_Francisco_De | Francisco de Vitoria]] por la conquista de América que somete a proceso crítico y académico se completan y explican en las lecturas y lecciones de clase. A manera de código de [[DERECHOS_HUMANOS_Y_LIBERTAD_DE_LOS_INDIOS | derechos humanos]] recogemos sus conclusiones definitivas bajo el título de «Carta Magna de los indios».
  
Estos documentos interpretan y materializan el legado cultural de Francisco de Vitoria, catedrático de Prima de Teología en la Universidad de Salamanca. A través de un proceso lento de investigación y reflexión teológica fue desmontando dialécticamente el texto oficial del «Requerimiento» para invalidar los fundamentos de la teocracia pontificia que revivía en las Bulas Alejandrinas. No precisamente para desautorizar la conquista de América, pues nunca exigió a los reyes de España que abandonaran las Indias, sino para rectificación de la política colonial en bien de la paz y solidaridad de las naciones.
+
Estos documentos interpretan y materializan el legado cultural de [[VITORIA,_Francisco_De | Francisco de Vitoria]], catedrático de Prima de Teología en la Universidad de Salamanca. A través de un proceso lento de investigación y reflexión teológica fue desmontando dialécticamente el texto oficial del «[[REQUERIMIENTO;_Origen,_práctica_y_derogación | Requerimiento]]» para invalidar los fundamentos de la teocracia pontificia que revivía en las [[BULAS_ALEJANDRINAS | Bulas Alejandrinas]]. No precisamente para desautorizar la conquista de América, pues nunca exigió a los reyes de España que abandonaran las Indias, sino para rectificación de la política colonial en bien de la paz y solidaridad de las naciones.
  
Para alcanzar estos objetivos el maestro Vitoria presentó sobre principios de derecho natural y de gentes su propia alternativa que culmino en su proyecto de reconversión colonial con perspectivas de liberación y de progreso, principalmente para los más débiles y pueblos menos desarrollados. El legado de Francisco de Vitoria adquiere hoy plena vigencia y actualidad. Se hizo arte y color en el Palacio de la Paz de Ginebra gracias al artista español José María Sert.  
+
Para alcanzar estos objetivos el maestro Vitoria presentó sobre principios de derecho natural y de gentes su propia alternativa que culmino en su proyecto de reconversión colonial con perspectivas de liberación y de progreso, principalmente para los más débiles y pueblos menos desarrollados. El legado de [[VITORIA,_Francisco_De | Francisco de Vitoria]] adquiere hoy plena vigencia y actualidad. Se hizo arte y color en el Palacio de la Paz de Ginebra gracias al artista español José María Sert.  
  
En el momento de la constitución de las Naciones Unidas fueron surgiendo las voces de juristas americanos que reclamaban la fundamentación del Derecho Internacional en principios morales y derecho de gentes de acuerdo con los postulados de Vitoria, proclamados y definidos anteriormente por el norteamericano James Brown Scott en la Sociedad de Naciones.
+
En el momento de la constitución de las Naciones Unidas fueron surgiendo las voces de juristas americanos que reclamaban la fundamentación del [[VITORIA;_El_Derecho_de_Gentes | Derecho Internacional]] en principios morales y [[ISABEL_LA_CATÓLICA;_Descubrimiento_y_evangelización_de_América | derecho de gentes]] de acuerdo con los postulados de Vitoria, proclamados y definidos anteriormente por el norteamericano James Brown Scott en la Sociedad de Naciones.
  
 
El llamamiento de Montevideo acordó [finales años 1980] transmitir el legado de Vitoria a las Academias y Universidades de la Comunidad Iberoamericana y del mundo entero para celebrar en 1992 el V Centenario del Descubrimiento de América. Porque son válidos todavía sus principios de paz dinámica y solidaridad internacional en cuanto siguen siendo metas y fronteras de pacificación.  
 
El llamamiento de Montevideo acordó [finales años 1980] transmitir el legado de Vitoria a las Academias y Universidades de la Comunidad Iberoamericana y del mundo entero para celebrar en 1992 el V Centenario del Descubrimiento de América. Porque son válidos todavía sus principios de paz dinámica y solidaridad internacional en cuanto siguen siendo metas y fronteras de pacificación.  
Línea 107: Línea 107:
 
==REFERENCIAS==
 
==REFERENCIAS==
  
- FRANCISCO DE VITORIA, O.P., Relectio de Indis, Edición del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (C.S.I.C.), Madrid 1989. La edición fue elaborada sobre la base de los volúmenes V, VI y XXVII de la colección Corpus Hispanorum de Pace, y ha sido preparada por LUCIANO PEREÑA, CARLOS BACIERO y FRANCISCO MASEDA. Damos las gracias al Servicio de Publicaciones del C.S.I.C. que ha hecho posible la edición.
+
* FRANCISCO DE VITORIA, O.P., ''[[VITORIA;_Influencia_de_la_«Relectio_de_indis»_en_las_«Leyes_Nuevas» | Relectio de Indis]]'', Edición del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (C.S.I.C.), Madrid 1989. La edición fue elaborada sobre la base de los volúmenes V, VI y XXVII de la colección ''Corpus Hispanorum de Pace'', y ha sido preparada por LUCIANO PEREÑA, CARLOS BACIERO y FRANCISCO MASEDA. Damos las gracias al Servicio de Publicaciones del C.S.I.C. que ha hecho posible la edición.
  
- FRANCISCO DE VITORIA, O.P., Doctrina sobre los Indios. Edición facsimilar, traducción y notas de RAMÓN HERNÁNDEZ MARTÍN, O.P., Editorial San Esteban, Salamanca 1989,105 pp., en la Serie “Historiadores Dominicos pro Quinto Centenario de la Evangelización de América (HIDEVA). Los Dominicos y América, 4: con la Reproducción facsímile del manuscrito de Palencia de la relección victoriana De Indis, con la traducción española del manuscrito, y la división original de sus partes: Preludio; El problema de los Indios de América; Los Indios son señores de sus bienes y de sus pueblos; Títulos ilegítimos de la ocupación de las Indias por los españoles; Títulos legítimos de la ocupación de las Indias por los españoles; Epílogo.
+
* [[VITORIA,_Francisco_De | FRANCISCO DE VITORIA]], O.P., ''Doctrina sobre los Indios.'' Edición facsimilar, traducción y notas de RAMÓN HERNÁNDEZ MARTÍN, O.P., Editorial San Esteban, Salamanca 1989,105 pp., en la Serie ''“Historiadores Dominicos pro Quinto Centenario de la Evangelización de América (HIDEVA). Los Dominicos y América, 4: con la Reproducción facsímile del manuscrito de Palencia de la relección victoriana De Indis, con la traducción española del manuscrito, y la división original de sus partes: Preludio; El problema de los Indios de América; Los Indios son señores de sus bienes y de sus pueblos; Títulos ilegítimos de la ocupación de las Indias por los españoles; Títulos legítimos de la ocupación de las Indias por los españoles; Epílogo.''
  
- Corpus Hispanorum de pace es una Colección Documental de Obras de Autores Españoles: humanistas, filósofos, teólogos, juristas, cronistas de los primeros tiempos de la presencia evangelizadora y colonizadora de España en el Nuevo Mundo. La edición consta de I-XXV Volúmenes, incluido uno de índices, por Consejo Superior de Investigaciones Científicas (España), Madrid. El volumen con los índices de toda la serie ha sido editado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (España), Madrid, 1987, bajo la dirección del catedrático de Salamanca Luciano Pereña Vicente. Digitalizado en 2006.  ISBN 10: 8400066006; ISBN 13: 9788400066000.
+
* ''Corpus Hispanorum de pace'' es una Colección Documental de Obras de Autores Españoles: humanistas, filósofos, teólogos, juristas, [[CRONISTAS_ANTIGUOS_EN_URUGUAY | cronistas]] de los primeros tiempos de la presencia evangelizadora y colonizadora de España en el Nuevo Mundo. La edición consta de I-XXV Volúmenes, incluido uno de índices, por Consejo Superior de Investigaciones Científicas (España), Madrid. El volumen con los índices de toda la serie ha sido editado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (España), Madrid, 1987, bajo la dirección del catedrático de Salamanca Luciano Pereña Vicente. Digitalizado en 2006.  ISBN 10: 8400066006; ISBN 13: 9788400066000.
  
- MANUEL ANXO PENA GONZÁLEZ, La Escuela de Salamanca. De la Monarquías hispana al Orbe católico, BAC, Madrid, 2009.  
+
* MANUEL ANXO PENA GONZÁLEZ, ''La Escuela de Salamanca. De la Monarquías hispana al Orbe católico'', BAC, Madrid, 2009.
  
NOTAS
+
==NOTAS==
   Cf. así FRANCISCO DE VITORIA, Comentarios a la Secunda secundae de Santo Tomás, q. LXXI, art. 4. Las citas de Vitoria están tomadas de la traducción castellana de D. IPARRAGUIRRE, Francisco de Vitoria. Una teoría social del valor económico. Bilbao, Publicaciones de la Universidad de Deusto, 1957; JESÚS SANTOS DEL CERRO, El pensamiento económico de la Escuela de Salamanca.
+
    
 +
<references></references>
  
  
Línea 122: Línea 123:
  
 
'''©Consejo Superior de Investigaciones Científicas'''
 
'''©Consejo Superior de Investigaciones Científicas'''
 +
 +
<relatedtags>
 +
[[CRONISTAS_ANTIGUOS_EN_URUGUAY|CRONISTAS ANTIGUOS EN URUGUAY]]
 +
 +
[[BULAS_ALEJANDRINAS|BULAS ALEJANDRINAS]]
 +
 +
[[CÓDICES_precolombinos|CÓDICES precolombinos]]
 +
 +
[[LÓPEZ,_Gregorio|LÓPEZ, Gregorio]]
 +
 +
[[VITORIA;_Influencia_de_la_«Relectio_de_indis»_en_las_«Leyes_Nuevas»|VITORIA; Influencia de la «Relectio de indis» en las «Leyes Nuevas»]]
 +
 +
[[MOGROVEJO;_Pastor_de_la_Misericordia_(I)|MOGROVEJO; Pastor de la Misericordia (I)]]
 +
 +
[[DERECHOS_HUMANOS_Y_LIBERTAD_DE_LOS_INDIOS|DERECHOS HUMANOS Y LIBERTAD DE LOS INDIOS]]
 +
 +
[[TRANSMISIÓN_DE_LA_FE_EN_EL_NUEVO_MUNDO_I|TRANSMISIÓN DE LA FE EN EL NUEVO MUNDO I]]
 +
 +
[[REQUERIMIENTO;_Origen,_práctica_y_derogación|REQUERIMIENTO; Origen, práctica y derogación]]
 +
 +
[[EVANGELIZACIÓN_DE_AMÉRICA;_contribución_de_los_jesuitas|EVANGELIZACIÓN DE AMÉRICA; contribución de los jesuitas]]
 +
 +
[[SOTO,_Domingo_de|SOTO, Domingo de]]
 +
 +
[[CONSEJO_REAL_DE_INDIAS|CONSEJO REAL DE INDIAS]]
 +
 +
[[VITORIA,_Francisco_De|VITORIA, Francisco De]]
 +
 +
[[VITORIA;_El_Derecho_de_Gentes|VITORIA; El Derecho de Gentes]]
 +
 +
[[ISABEL_LA_CATÓLICA;_Descubrimiento_y_evangelización_de_América|ISABEL LA CATÓLICA; Descubrimiento y evangelización de América]]
 +
</relatedtags>

Revisión actual del 14:58 6 dic 2020

La Escuela Teológico-jurídica de Salamanca

Con el nombre de «Escuela de Salamanca» se designa el renacimiento del pensamiento en diversas áreas que llevó a cabo un importante grupo de profesores universitarios españoles, especialmente juristas, filósofos escolásticos tomistas y teólogos en la vetusta Universidad de Salamanca, una de las primeras fundadas en la Europa del siglo XIII. Entre estos catedráticos descuella por su labor intelectual y pedagógica Francisco de Vitoria.

El influjo de la Escuela se dejó sentir no sólo en otras universidades españolas como en Santiago de Compostela, Valladolid y Alcalá de Henares, sino también en otras naciones, puesto que las lecciones de aquellos catedráticos superaron las fronteras y corrieron por toda Europa y por América, especialmente en las recién creadas universidades de Lima y México; además muchos de los componentes de la Escuela salamantina impartieron clases en universidades de fuera de España.

En esta Universidad salamantina nace el « Derecho de Gentes» o « Derecho Internacional» moderno en sus diversas dimensiones y aplicaciones, incluida también los conceptos económicos y su relación con el mercado. Pero sobre todo brilla por su defensa de los derechos fundamentales de la persona humana, sin distinción de raza, credo religioso o político.

La Escuela de Salamanca se inscribe dentro del contexto más amplio del Siglo de Oro español, en el que hubo una eclosión del humanismo integral, de las artes, de las letras, de la jurisprudencia, de la teología y las ciencias, incluida la economía. En la teología es suficiente señalar el enorme influjo que tuvieron sus teólogos en el desarrollo del Concilio de Trento. Y en el derecho en las discusiones y aplicación del derecho natural a la legislación española en las llamadas Indias «ius Gentium». En Salamanca florecieron todas estas dimensiones de la experiencia pensante humana.

Por la enconada lucha contra todo lo español a partir de la eclosión de la reforma protestante, también Salamanca y su Escuela fueron explícitamente ignoradas, tapando de propósito su brillante y genuina contribución sobre todo en los campos del humanismo, del derecho en todas sus dimensiones y de las ciencias, donde la tristemente conocida «Leyenda negra» impulsó, de manera inequívoca y clara, esta denigración y oscurecimiento.

El actual reconocimiento internacional ha sido muy tardío en esos campos, pues las naciones, sobre todo protestantes, y los ilustrados racionalistas del siglo XVIII, sobre todo en el campo del derecho y de la ciencia, no debían sentirse cómodas reconociendo la modernidad de unos humanistas, juristas, teólogos y pensadores de nuevas teorías económicas aplicadas, que fueron punteros en todos estos campos.[1]Pero su ejemplo poco a poco se ha ido rescatando.

Por recordar un ejemplo, ya a mediados del siglo XX, Joseph Alois Schumpeter reivindicó la aportación de los salmantinos al origen de la ciencia económica (en la corriente de pensamiento económico español que se conoce con el nombre de arbitrismo), a lo que hay que añadir los amplios estudios de Marjorie Grice-Hutchinson, sobre todos los temas que tocó la Escuela.

Desde comienzos del siglo XV, muchas de las concepciones tradicionales sostenidas por la filosofía y la teología de la escolástica tardía sobre el ser humano y su relación con Dios, habían comenzado a ser discutidas por nuevas corrientes de pensamiento que formarán el núcleo de un nuevo humanismo, llamado renacentista. Además se habían visto sacudidas por la aparición de la reforma protestante con su base nominalista estructural que negaba todo el sistema del realismo en el conocimiento.

A estos vaivenes culturales se añade el fenómeno de los nuevos descubrimientos geográficos y sus consecuencias en todos los campos, al poner en discusión toda la visión cosmológica hasta entonces aceptada. Por todo ello el advenimiento de aquella nueva época (que se llamará la Edad Moderna) supuso un cambio importante en el concepto del hombre en sociedad. La Escuela de Salamanca abordó estos problemas desde nuevos puntos de vista. Entre los que bien se pueden llamar los «fundadores» o personalidades más destacadas de la Escuela de Salamanca, hay que recordar a Francisco de Vitoria O.P., Domingo de Soto O.P., Luis de Alcalá, Martín de Azpilcueta (o Azpilicueta), Tomás de Mercado, Francisco Suárez S.J., todos ellos iusnaturalistas, filósofos del derecho y teólogos. Son los fundadores de una escuela de teólogos y juristas que realizó la tarea de reconciliar la doctrina tomista con el nuevo orden social y económico.

Los temas de estudio se centraron principalmente en el hombre y sus problemas prácticos (morales, económicos, jurídicos...), aunque no se trata ni mucho menos de una doctrina única aceptada por todos, como lo prueban los desacuerdos o, incluso, las agrias polémicas entre ellos, que demuestran la vitalidad intelectual de la Escuela. Por la amplitud de temas tratados se ha planteado la conveniencia de distinguir dos escuelas: la de los «salmanticenses» y la de los «conimbricenses» (de la Universidad de Coímbra).

La primera comenzaría con Francisco de Vitoria (1483-1546), y llega a su máximo esplendor con Domingo de Soto (1494-1560), todos ellos de la orden de los dominicos. La escuela de los conimbricenses estaría formada por los jesuitas que, desde finales del siglo XVI tomaron el relevo intelectual de los dominicos. Entre los jesuitas encontramos nombres de la talla de Luis de Molina (1535-1600) y Francisco Suárez (1548-1617).

Francisco de Vitoria y sus lecciones salamantinas sobre el «derecho de gentes»

Francisco de Vitoria, catedrático de teología en la Universidad de Salamanca, empezó por denunciar la conquista del Perú por Francisco Pizarro. Acusa de invasión y agresión a los primeros conquistadores y desautoriza los fundamentos teológicos del « Requerimiento» que justificaba la política de represión de la primera conquista. El maestro de Salamanca provocó la primera crisis de la conciencia nacional. Crea escuela.

La Escuela de Salamanca pone en marcha la pastoral de la denuncia con sus recursos al Real Consejo de Indias, y llega hasta el Concilio de Trento para responsabilizar a la Corona y a la Santa Sede. Su programa de reivindicaciones se orientó a hacer coherente la vida social y política de los conquistadores con sus creencias cristianas, a adecuar progresivamente la transmisión de la fe a las posibilidades de los indios con vistas a su liberación social y religiosa, y a hacer real y eficaz la administración con el fin de mejor proteger y promover principalmente a los pobres y a los débiles.

Testigos de excepción, los maestros de Salamanca tenían conciencia clara de que se estaba en los principios de la Nueva Cristiandad, y que de su esfuerzo dependía la construcción de la Nueva América y su identidad cristiana. Esta pastoral de reivindicaciones culminó en una verdadera carta de libertades. Porque la evangelización era ante todo un problema de promoción humana y de liberación social.

La cristianización de los indios tenía que ir precedida de un proceso de humanización. Y esta humanización debía partir de su recuperación como hombres y como personas. El respeto de su libertad, la educación de esa libertad y la formación de la fe en la libertad, constituían los tres requisitos o condiciones de cristianización de los indios. Y sobre estos supuestos reivindicó Vitoria y su Escuela la nueva pastoral de los derechos humanos.

En virtud de estos postulados y para responder al desafío que representaba la conmemoración del V Centenario del descubrimiento de América, el director de la Cátedra V Centenario, Dr. Luciano Pereña, preparó y reconstruyó el texto de derechos y deberes entre indios y españoles según Francisco de Vitoria, tomando como base los textos publicados en la Colección «Corpus Hispanorum de Pace» (vols. V, VI y XXVII).

Principios de reconversión colonial: Preámbulo

Como réplica a la teología de la represión, la alternativa de Francisco de Vitoria fue formular la Carta Constitucional de los Indios. Su tesis vino a articularse sobre tres principios-clave: el derecho fundamental de los indios a «ser» hombres y ser tratados como seres libres, el derecho fundamental de sus pueblos a «tener» y defender su propia soberanía, y el derecho fundamental del orbe a «hacer» y colaborar en bien de la paz y solidaridad internacional.

Y fue a partir de estas tres coordenadas que Francisco de Vitoria fijó y valoró los derechos y deberes de la Corona española para intervenir y permanecer en las Indias. Los deberes de restitución y de gobierno colonial fueron sus conclusiones definitivas.

En la primera parte de la «Relección de los indios» [Relectio de Indis], incluida a última hora en la tercera lectura de aquel documento constitucional, reconoce y proclama la «hominidad» de los indios, para añadir en la tercera parte de la relección, que al final también interpola, 1os derechos de solidaridad y colaboración de las naciones. La segunda relección sobre los indios es dedicada al derecho de guerra. Porque la ocupación y posesión de las Indias Occidentales parecen admitir, en última instancia, una posible justificación principalmente por derecho de guerra, con el fin de mejor determinar el alcance político de los títulos justos o injustos. Vitoria define los derechos y deberes de la Corona con relación a los nuevos pueblos conquistados (CHP 6, 99).

Los principios constitucionales de la alternativa Vitoria pueden reducirse a cinco: Primero; indios y españoles son fundamentalmente iguales en cuanto hombres. Segundo; igualmente solidarios y libres, el retraso de los indios se debe en gran parte a la falta de educación y bárbaras costumbres. Tercero; los indios son verdaderos dueños de sus bienes, al igual que 1os cristianos, y no pueden ser desposeídos de ellos por razón de su incultura. Cuarto; los indios podrían ser confiados a la tutela y protección de los españoles mientras estuvieran en situación de subdesarrollo. Quinto; el consentimiento mutuo y la elección libre de los indios constituía, en última instancia, el titulo prioritario de intervención y de gobierno.

Porque para el maestro de Salamanca los pueblos indios eran comunidades autónomas y cumplían funciones de soberanía. Eran dueños de sus bienes nacionales y tenían derecho de soberanía sobre los recursos naturales para la promoción de sus propios pueblos y poblaciones. Y sólo en función de la libre elección de sus ciudadanos y para defender y proteger los derechos fundamentales de indios y españoles, justificaba Vitoria la intervención y permanencia de España en las Indias recientemente conquistadas.

Las leyes y administración del Emperador Carlos V serían legítimas en la medida en que sus actos de gobierno se orientaran a la promoción de los indígenas en solidaridad y colaboración con los españoles. Porque también para los indios existían deberes de solidaridad y colaboración.

El reconocimiento y aplicación de esta «Carta Constitucional de los indios» fue la base de reconversión colonial indiana exigida por Francisco de Vitoria y llevada a la práctica hasta sus últimas consecuencias por la Escuela de Salamanca. Porque desde estas perspectivas pudieron interpretarse las bulas «Inter caetera» de Alejandro VI. Interpretación que fue literalmente asumida por los maestros de la Escuela en las Cátedras de Teología y de Derecho Canónico. El texto es representativo para la historia del Derecho Canónico por su influencia y por lo que tiene de interpretación nueva de la teoría medieval del «Dominus Orbis».

Diego de Covarrubias incorporó esta tesis a la crítica que posteriormente hizo de la doctrina de Juan Ginés de Sepúlveda en su relección de 1547, dictada en la Universidad de Salamanca. La síntesis doctrinal de este proceso culminó en el nuevo texto de Juan de la Peña casi literalmente incorporado en los maestros salmantinos de la segunda generación de la Escuela.

Origen y textos manuscritos de la «Relectio de Indis»

Una carta de Francisco de Vitoria a su amigo y superior religioso Miguel de Arcos, el 8 de noviembre de 1534, fue el punto de partida de las reflexiones, lecciones e intervenciones del Padre Vitoria sobre los graves problemas que planteaban los descubrimientos y las conquistas españolas en el Nuevo Mundo. Tal carta constituye su primer alegato en defensa de los indios contra los abusos y crueldades de los soldados españoles.

En ella denuncia el catedrático de Salamanca la impiedad y tiranía de los conquistadores; protesta y desaprueba cosas tan inhumanas y fuera de toda cristiandad, que se le “hiela la sangre en el cuerpo en mentándolas”, y califica de expropiación, robos y esclavitud las sanciones aplicadas en la primera conquista del Perú. Vitoria termina por condenar el regicidio del Inca Atahualpa, la expoliación de oro y la explotación de los incas que siguió a tantas crueldades, expropiaciones y despoblaciones. Francisco de Vitoria, desde su cátedra de Salamanca, había tomado posición ante la conquista de América. Formula dudas, aventura juicios de valor, insinúa nuevas directrices de política colonial. Por primera vez se pronuncia sobre la legitimidad de la conquista de América. A los que intentaban disculparse o disculpar a los conquistadores criticó durísimamente con palabras y expresiones como nunca jamás después salieron de su pluma. Hasta él mismo denunciaba el peligro de que fuera tachado de cismático por poner en duda lo que el Papa pudiera determinar y de que fuera acusado de enemigo del Emperador por atreverse a condenar las conquistas de América. Sabía que sus criticas podían provocar una reacción violenta. Pero no tenía miedo de aparecer como un contestatario.

Desde ese momento, la conciencia crítica de Francisco de Vitoria quedó marcada. Durante los cursos de 1535 y 1536 en la Universidad de Salamanca siguieron ligeras alusiones de clase, espontáneas pero muy matizadas, sobre los derechos de los indios a sus bienes y territorios. Intencionadamente en su «Relección» o Conferencia de 1537 incluye una larga digresión sobre los derechos y deberes de la Corona española a intervenir en defensa de los indios. A lo largo del curso de 1538 redacta el primer borrador de su disertación sobre los indios con la que intenta desautorizar la conquista del Perú por Francisco Pizarro. Y en 1539 es leída públicamente su « Relectio de indis» que aborda en profundidad la polémica de fondo.

Aquellos cinco años de investigación y de reflexión teológica dieron a Francisco de Vitoria la oportunidad histórica de elaborar la primera carta constitucional de los indios americanos. Porque vivía con angustia y con inquietud el drama nacional provocado por el asesinato del rey inca. Más allá de lo emocional y de lo arbitrario, su denuncia refleja con espíritu crítico la verdad histórica. El maestro Vitoria terminó por alinearse en el movimiento criticista de protesta por la muerte de Atahualpa.

El texto primitivo de este veredicto fue mutilado por la censura por remordimiento, sin duda, de la conciencia nacional o para evitar que los detractores de la Corona lo utilizaran como ariete contra el prestigio de España. Francisco de Vitoria tenía conciencia de que desde la cátedra de Salamanca podía cambiar el rumbo de la historia de América. Su crítica podía provocar una crisis a escala nacional y de hecho así sucedió.

El criticismo de Francisco de Vitoria abre una nueva fase a la política colonial española. Inicia un nuevo capítulo para la filosofía de la historia de América. Señala una fecha histórica para la Universidad de Salamanca y también de la humanidad. Da origen a toda una Escuela y la « Relectio de indis» es su fuente y punto de partida.

Esta « Relectio de indis» fue leída por Francisco de Vitoria a principios de enero de 1539. La relección era una disertación o repetición académica en la que el maestro volvía a tratar o repetir un punto o tema concreto esbozado en las lecciones ordinarias del curso. La relección era un acto académico que debía celebrarse ante el pleno de la Universidad. Y a él estaban obligados estatutariamente todos los catedráticos en propiedad. Sabemos que el catedrático de Teología estaba preocupado por el fenómeno americano. Su tratamiento no fue ocasional. Parecía el resultado final del proceso de sus investigaciones académicas y de su preocupación moral por orientar la conquista de América por cauces de justicia y de paz.

No conocemos el texto autógrafo de la « Relectio de indis». Pudo dictar el texto a su amanuense, como supone su biógrafo Luis Alonso Getino. Sólo disponemos de copias de un texto común, que se fue transmitiendo a través de copias, que discípulos y maestros rápidamente difundieron por todas las Facultades de la Universidad de Salamanca y por otras muchas universidades de Europa y América. En todas estas copias sustancialmente el texto es idéntico, pero existen variantes accidentales y algunas importantes, que no se pueden reducir siempre a ignorancia o impericia del amanuense.

Es muy difícil poner en duda la autenticidad y fidelidad de unas relecciones atribuidas unánimemente durante más de medio siglo al maestro, sin que nadie se atreviera a discutirlo hasta principios del siglo XVII. Fue Francisco de la Peña, español y doctor en ambos derechos, catedrático de derecho civil en la Universidad de Bolonia, quien puso en tela de juicio la paternidad de las Relecciones de Vitoria que corrían de mano en mano en multitud de manuscritos. Para defender el poder político del Papa Paulo V y para quitar fuerza a los argumentos de Vitoria que negaba el poder universal del Papa, Peña, miembro de la Rota Romana, cuestionó la autenticidad de los textos que se repetían en nuevas ediciones. La tradición manuscrita de las relecciones arranca de sus contemporáneos, maestros y discípulos, que oyeron personalmente al mismo Vitoria. EI editor francés Jacques Boyer, para demostrar la autenticidad de su primera edición, que personalmente preparaba en Lyon (1557), invoca el testimonio de los que oyeron directamente al mismo Vitoria. En la segunda edición de Salamanca, el dominico Alfonso Muñoz asegura que su texto había sido supervisado por Domingo de Soto O.P. y Melchor Cano O.P., discípulos predilectos del maestro. Antes de su impresión hacían esquemas idénticos de estas relecciones Gregorio López (1554), Domingo de las Cuevas (1550), Martin de Azpilcueta (1548), Diego de Covarrubias (1548) y Melchor Cano (1556).

En los ocho manuscritos que conocemos, algunos de ellos coetáneos del mismo Vitoria, el texto sustancialmente es idéntico. Todo ello demuestra que tuvieron una fuente común. Está suficientemente demostrado que el catedrático de Prima redactaba previamente sus relecciones, ya que no sería suficiente la transmisión oral como sucedía en las lecturas de clase. Consta que en los actos académicos Vitoria leía su conferencia. Los oyentes no tomaban notas, pues sabían que el maestro les facilitaría después el texto. El mismo texto de las relecciones nos suministra numerosos testimonios de su previa redacción.

Además, el estilo, limado y conciso, aunque suficientemente claro y hasta elegante, con sus frases bien redondeadas y los argumentos expuestos con toda amplitud, denuncian paralelamente un texto preparado de antemano con esmero como si se tratara de un escrito para la imprenta. Un discípulo de Vitoria, el dominico Andrés de Burgos, dice en el manuscrito de Palencia que tenía delante el original.

La tradición escrita de la « Relectio de indis» se remonta a los primeros meses de 1539, momento en el que se pronuncia la relección en la Universidad de Salamanca, a un texto común, autógrafo o dictado literalmente por Francisco de Vitoria y se va transmitiendo por copias más o menos fidedignas, pero reconocidas como auténticas por discípulos, compañeros de cátedra y primeros editores de Vitoria.

La Biblioteca Capitular de Palencia conserva este manuscrito primitivo de la « Relectio de indis» con la signatura ms 13. Perteneció al monje benedictino Fray Pedro del Castillo, de la Congregación de San Pedro de Valladolid, quien, residiendo en Montserrat, lo depositó allí el 21 de mayo poco antes de emprender su viaje al Concilio de Trento. Fue copiado por tres amanuenses distintos: Fray Andrés de Burgos, Fray Hernando Ortiz y Fray Juan de Heredia. EI códice contiene las trece relecciones de Vitoria,

La « Relectio de indis» està localizada entre los folios 124 a 142. Se inicia con el título: “De Bello contra indos. Relectio Reverendi admodum Patris F. Francisci de Victoria in sacra theologia magistri ac in Salmanticensi universitate Cathedrae Primae regentis meritissimi, quam habuit in Salmanticensi eadem universitate anno a Domini incarnatione 1539.” Esta relección parece copiada por Fray Juan de Heredia. EI texto es de una ca1idad indiscutible.

Se ha considerado el texto de Palencia como el mejor manuscrito de las «Relecciones» y parece copiado, al menos en parte, del original si hemos de dar crédito a las afirmaciones de su amanuense. Se trata, pues, de una de las primeras copias y de las más autorizadas y próximas al original. Fue copiada en el mismo convento de San Esteban de Salamanca estando en él Francisco de Vitoria. En conclusión, el texto de Palencia es el primero. Parece claro que tuvo a la vista el original. Es coetáneo a Vitoria y es copiado inmediatamente después de leerse la relección.

Rápidamente se propagaron copias por las distintas Facultades universitarias. Sabemos que sobre estas copias explicaba en Alcalá Melchor Cano (1544-1546) y Martin de Ledesma en la Universidad de Coimbra (1534-1560). En 1546 Diego de Covarrubias remitía a sus discípulos al manuscrito de la «Relección», citando hasta el folio que, por cierto, coincide con el del texto de Palencia.

El texto primitivo, sin embargo, se fue paulatinamente transformando cuando los profesores comentaban y criticaban ciertos textos de la «Relectio». Puede seguirse el uso que de ella hicieron durante este periodo profesores como Soto, Cano, Chaves, Barron y Cuevas. El discípulo pudo entonces anotar con nuevas palabras, textos y párrafos, algunos pasajes oscuros o, a su parecer, incompletos. Y uno de los códices así evolucionado, aclarado, corregido y hasta perfeccionado, pudo escoger Boyer para su edición de Lyon que, salvo escasísimas variantes, respetó Muñoz en su edición de Salamanca publicada veinticinco años después de pronunciarse en 1539. Se pueden distinguir, por tanto, tres fases en la evolución del texto primitivo de la Relectio de indis. La versión inicial y primitiva que puede considerarse como el texto leído por Vitoria en Salamanca. Una segunda versión corregida y ampliada es recogida en el códice de Sevilla y Granada, y se refleja en los textos de Gregorio López y Domingo de las Cuevas. La tercera versión y final culmina en las ediciones de Lyon y Salamanca. No tenemos pruebas que demuestren que sus variantes específicas procedan del original vitoriano o deban ser consideradas como retoques o interpolaciones de los mismos editores.

La edición especial del C.S.I.C. de Madrid (1989) se inicia con la reproducción en facsímil del texto primitivo de la « Relectio de indis» según el códice de la Biblioteca de la Catedral de Palencia y culmina con la traducción española del texto critico publicado en la colección «Corpus Hispanorum de Pace», el cual recoge las variantes todas de códices y ediciones durante veinticinco años de evolución y transformaciones que siguen a la lectura de 1539. La preocupación de Francisco de Vitoria por la conquista de América que somete a proceso crítico y académico se completan y explican en las lecturas y lecciones de clase. A manera de código de derechos humanos recogemos sus conclusiones definitivas bajo el título de «Carta Magna de los indios».

Estos documentos interpretan y materializan el legado cultural de Francisco de Vitoria, catedrático de Prima de Teología en la Universidad de Salamanca. A través de un proceso lento de investigación y reflexión teológica fue desmontando dialécticamente el texto oficial del « Requerimiento» para invalidar los fundamentos de la teocracia pontificia que revivía en las Bulas Alejandrinas. No precisamente para desautorizar la conquista de América, pues nunca exigió a los reyes de España que abandonaran las Indias, sino para rectificación de la política colonial en bien de la paz y solidaridad de las naciones.

Para alcanzar estos objetivos el maestro Vitoria presentó sobre principios de derecho natural y de gentes su propia alternativa que culmino en su proyecto de reconversión colonial con perspectivas de liberación y de progreso, principalmente para los más débiles y pueblos menos desarrollados. El legado de Francisco de Vitoria adquiere hoy plena vigencia y actualidad. Se hizo arte y color en el Palacio de la Paz de Ginebra gracias al artista español José María Sert.

En el momento de la constitución de las Naciones Unidas fueron surgiendo las voces de juristas americanos que reclamaban la fundamentación del Derecho Internacional en principios morales y derecho de gentes de acuerdo con los postulados de Vitoria, proclamados y definidos anteriormente por el norteamericano James Brown Scott en la Sociedad de Naciones.

El llamamiento de Montevideo acordó [finales años 1980] transmitir el legado de Vitoria a las Academias y Universidades de la Comunidad Iberoamericana y del mundo entero para celebrar en 1992 el V Centenario del Descubrimiento de América. Porque son válidos todavía sus principios de paz dinámica y solidaridad internacional en cuanto siguen siendo metas y fronteras de pacificación.


REFERENCIAS

  • FRANCISCO DE VITORIA, O.P., Relectio de Indis, Edición del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (C.S.I.C.), Madrid 1989. La edición fue elaborada sobre la base de los volúmenes V, VI y XXVII de la colección Corpus Hispanorum de Pace, y ha sido preparada por LUCIANO PEREÑA, CARLOS BACIERO y FRANCISCO MASEDA. Damos las gracias al Servicio de Publicaciones del C.S.I.C. que ha hecho posible la edición.
  • FRANCISCO DE VITORIA, O.P., Doctrina sobre los Indios. Edición facsimilar, traducción y notas de RAMÓN HERNÁNDEZ MARTÍN, O.P., Editorial San Esteban, Salamanca 1989,105 pp., en la Serie “Historiadores Dominicos pro Quinto Centenario de la Evangelización de América (HIDEVA). Los Dominicos y América, 4: con la Reproducción facsímile del manuscrito de Palencia de la relección victoriana De Indis, con la traducción española del manuscrito, y la división original de sus partes: Preludio; El problema de los Indios de América; Los Indios son señores de sus bienes y de sus pueblos; Títulos ilegítimos de la ocupación de las Indias por los españoles; Títulos legítimos de la ocupación de las Indias por los españoles; Epílogo.
  • Corpus Hispanorum de pace es una Colección Documental de Obras de Autores Españoles: humanistas, filósofos, teólogos, juristas, cronistas de los primeros tiempos de la presencia evangelizadora y colonizadora de España en el Nuevo Mundo. La edición consta de I-XXV Volúmenes, incluido uno de índices, por Consejo Superior de Investigaciones Científicas (España), Madrid. El volumen con los índices de toda la serie ha sido editado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (España), Madrid, 1987, bajo la dirección del catedrático de Salamanca Luciano Pereña Vicente. Digitalizado en 2006. ISBN 10: 8400066006; ISBN 13: 9788400066000.
  • MANUEL ANXO PENA GONZÁLEZ, La Escuela de Salamanca. De la Monarquías hispana al Orbe católico, BAC, Madrid, 2009.

NOTAS

  1. Cf. así FRANCISCO DE VITORIA, Comentarios a la Secunda secundae de Santo Tomás, q. LXXI, art. 4. Las citas de Vitoria están tomadas de la traducción castellana de D. IPARRAGUIRRE, Francisco de Vitoria. Una teoría social del valor económico. Bilbao, Publicaciones de la Universidad de Deusto, 1957; JESÚS SANTOS DEL CERRO, El pensamiento económico de la Escuela de Salamanca.


Texto reconstruido por LUCIANO PEREÑA VICENTE

©Consejo Superior de Investigaciones Científicas