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Nacido en Santa Fe de Bogotá de padre venezolano vinculado a la gesta de Bolívar y madre neogranadina, tras realizar estudios en el Colegio del Rosario, a los trece años ingresó a la [[JESUITAS_(Compañia_de_Jesús) | Compañía de Jesús]] en Popayán. Ya profesor del Colegio jesuita de Bogotá, en 1850 salió al destierro por la persecución del General Hilario López y concluyó sus estudios en Bélgica, Loyola y Francia. Ordenado sacerdote en 1855, fue destinado al Seminario de [[GUATEMALA;_Afrodescendientes | Guatemala]] donde enseñó Retórica y Humanidades. | Nacido en Santa Fe de Bogotá de padre venezolano vinculado a la gesta de Bolívar y madre neogranadina, tras realizar estudios en el Colegio del Rosario, a los trece años ingresó a la [[JESUITAS_(Compañia_de_Jesús) | Compañía de Jesús]] en Popayán. Ya profesor del Colegio jesuita de Bogotá, en 1850 salió al destierro por la persecución del General Hilario López y concluyó sus estudios en Bélgica, Loyola y Francia. Ordenado sacerdote en 1855, fue destinado al Seminario de [[GUATEMALA;_Afrodescendientes | Guatemala]] donde enseñó Retórica y Humanidades. | ||
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(Bogotá, 1831; Cundinamarca, 1889) Jesuita, Obispo
Nacido en Santa Fe de Bogotá de padre venezolano vinculado a la gesta de Bolívar y madre neogranadina, tras realizar estudios en el Colegio del Rosario, a los trece años ingresó a la Compañía de Jesús en Popayán. Ya profesor del Colegio jesuita de Bogotá, en 1850 salió al destierro por la persecución del General Hilario López y concluyó sus estudios en Bélgica, Loyola y Francia. Ordenado sacerdote en 1855, fue destinado al Seminario de Guatemala donde enseñó Retórica y Humanidades.
Aprovechando el final de la persecución fue enviado por los Superiores en 1858 a Bogotá, donde se hizo famoso como profesor, orador y consejero. Pero por segunda vez fue expulsado de su patria por el Presidente Mosquera y regresó a Guatemala en 1861, donde se desempeñó como profesor de Teología en el Colegio Seminario y Maestro de los novicios jesuitas. Destinado en 1869 con el P. Roberto Pozo a fundar la nueva residencia de San Salvador, una vez más fueron expulsados en 1872 por la presión de los grupos masones en la presidencia del General González.
Al fin, Paúl y sus compañeros jesuitas, mientras esperaban partir para el Ecuador, pudieron establecerse en Panamá, por indulgencia del Presidente de Estado, Buenaventura Correoso. Allá trabajó primero en el Seminario y templo de la Merced y posteriormente como Superior de la residencia de los jesuitas ubicada en la Iglesia de San Francisco. Entregado a sus apostolados, le llegó el nombramiento de Obispo de Panamá el 16 de septiembre de 1875, sucediendo así Mons. Ignacio A. Parra que le consagró el 25 marzo 1876, siendo así el primer obispo consagrado en Panamá.
Con Paúl al frente de la Diócesis, se inicia el renacimiento de de la Iglesia istmeña: la reorganización de las parroquias, las visitas pastorales frecuentes a las comunidades, el papel de la Iglesia en el desarrollo naciente provocado por las obras de la construcción del canal, la presencia del pensamiento cristiano ante los cambios sociales y políticos, y la relación de la Jerarquía con las autoridades del Gobierno. Amigo personal de Fernando de Lesseps, Paúl era un convencido promotor del desarrollo económico de Panamá. Pero también prestaba detallada atención a la disciplina y formación del clero. Especial cuidado puso por proveer de atención religiosa la zona del Canal que dividió en tres jurisdicciones: Colón, de Monkey Hill a Chagres y la zona de Gatún y Corozal, asegurando además la visita periódica de sacerdotes en las zonas del ferrocarril Colón-Panamá. Viajero infatigable por el interior de la Diócesis desde La Palma ( Darién) hasta Veraguas y Bocas de Toro, desde Portobelo hasta Coclé y Chiriquí, en todas sus visitas dejaba anotadas importantes recomendaciones en los libros parroquiales, invitando a sus párrocos a emprender mejoras materiales y asegurar la catequesis y atención religiosa de sus fieles.
Deseoso de dotar la Iglesia panameña de colaboradores, contribuyó al establecimiento de las Hijas de la Caridad cuya labor en hospitales y escuelas apoyó. Recorrió en varias ocasiones la Diócesis y bendijo la inauguración de las obras del Canal. Durante nueve años en Panamá, monseñor Paúl desarrolló un trabajo meritorio: fundó hospitales que prestaron eficaz ayuda en el saneamiento de aquellas regiones insalubres, y recibió la colaboración directa del conde Fernando de Lesseps, quien lo consideró «el prelado más ilustre que había conocido».
Poco después de su consagración, en abril de 1876, Mons. Paúl dirigió su primera carta al clero y fieles de la Diócesis, mostrando el conflicto en que vivía la fe ante los avances del liberalismo, e insistiendo en el papel de la educación católica. Un año después se dirigía al Congreso de Colombia reclamando el respeto y cumplimento de los deberes constitucionales del Estado para con la Iglesia. En 1881 escribía una nueva carta invitando a todos los feligreses al Jubileo proclamado por el Papa León XIII. En 1883, se dirigía de nuevo a sus feligreses abordando el tema de las relaciones entre el Estado y la Iglesia e invitándoles vivir su fe para evitar los continuos malestares que se observan en la sociedad. Por último, en febrero de 1884 enviaba a su feligresía la acostumbrada carta de Cuaresma invitándoles a sumarse a la obra de la Propagación de la fe que instauró en la propia Diócesis.
Con motivo del fallecimiento del Obispo Arbeláez, en 1884, fue promovido al arzobispado de Bogotá donde después de los años difíciles de la guerra civil, participó en la redacción de la nueva Constitución de 1866 y del nuevo concordato. El 18 de abril de 1889, Mons. Paúl fallecía en La Mesa (Cundinamarca) cuando se había retirado al campo para reparar sus quebrantadas fuerzas.
Educador y hombre de ingenio y cultura, cercano y afable, tenía especial capacidad para la relación humana así como para la predicación y el análisis del momento político en los países donde vivió. La historia eclesiástica de Colombia reconoce en Paúl al arzobispo de Bogotá que más influyó para mantener las buenas relaciones entre la Iglesia y el Estado colombiano, y el ideólogo del nuevo Concordato entre Colombia y la Santa Sede.
Bibliografía
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- MALAINA, S. La Compañía de Jesús en Salvador, C.A. desde 1864 a 1872, San Salvador, Imprenta Nacional, Min. Instrucción Pública, 1939.
- MARROQUÍN, L., "El Ilmo. Sr. Dr. José Telésforo Paúl. Recuerdo biográfico", Colombia Ilustrada 1 (1889) 26-34.
- MORENO, A., Necrologio de la Compañía de Jesús en Colombia, Editorial Bedout, Medellín, 1957.
- MOSQUERA GARCÉS, M., La Ciudad creyente, Bogotá, 938.
- MUÑOZ, L. J. Notas históricas sobre la Compañía de Jesús restablecida en Colombia y Centroamérica, 1843-1914, Oña, 1920,
- RESTREPO POSADA, J., Arquidiócesis de Bogotá. Datos biográficos de sus prelados, Bogotá, 1966.
- SALCEDO, C., Biografía del Ilmo. y Rvmo. Sr. Luis Muñoz, Medellín, 1944.
- URIBE, G., Los arzobispos y obispos colombianos desde los tiempos de la colonia hasta nuestros días, Bogotá, 1918.
- VARGAS PAÚL, G., Los Paúl en América Bogotá, 1945. Id., "Una figura nacional en tiempos de la Regeneración", Revista Javeriana 50 (1963) 330-338.
JESÚS M. SARIEGO SJ