Diferencia entre revisiones de «SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS»
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Sumario
Características e historia
Ubicada en el centro el Estado mexicano de Chiapas y con una altitud de 1940 metros sobre el nivel del mar, lo que le proporciona un clima templado la mayor parte del año, se encuentra la ciudad de San Cristóbal de las Casas. Fue fundada en 1528 con el nombre de Villa Real de Chiapas por el conquistador español Diego de Mazariegos, conforme a la política emprendida por la Corona española hacia los habitantes de las nuevas tierras que buscaba integrarlos como súbditos de ella. “Si bien el ámbito de la integración fue limitado y nunca llegó a las dimensiones de una fusión, el rasgo dominante del nuevo universo social que se formaba en Nueva España no era la segregación sino la permeabilidad.”[1]
La zona era habitada por las etnias Tsotsil y Tseltal, dispersas en las selvas de la montaña, por lo que la fundación de poblaciones era de primordial importancia para su integración. Por ello Mazariegos fundó dos ciudades: Chiapa de Corzo↗ para los indígenas, y la Villa Real para los españoles. “Los procesos de poblamiento y mezcla social preocupaban a gobernantes, filósofos y juristas. Las primeras discusiones al respecto giraron en torno a si se debía o no permitir el asentamiento de españoles entre los indios y que ambos se mezclaran (…) Una de las posiciones condenaba el contacto entre indios y españoles –salvo con los frailes, reputados por protectores de los primeros- aduciendo que la conducta moralmente negativa de los segundos causaría mucho daño. Fray Bartolomé de las Casas↗, obispo de Chiapa, había logrado con este argumento que en 1537 se delimitara una provincia acomodada a ese ideal (la Vera Paz) entre Yucatán y Guatemala.”[2]Pero la realidad dio respuesta a la discusión y pronto Chiapa de Corzo tuvo habitantes españoles, y Villa Real habitantes indígenas.
Mediante un decreto del 11 de septiembre de 1531, el Cabildo de Villa Real cambió el nombre de la población por el de San Cristóbal de los Llanos; pero cinco años después, al otorgarle su escudo de armas y el título de ciudad, la Corona le cambió el nombre a Ciudad Real de Chiapa, el cual conservó durante toda la época virreinal. En julio de 1829, ya consumada la independencia, se abandonó el nombre de Ciudad Real, regresando al de San Cristóbal ; en 1844 se le agregó el apellido de quien fuera su primer obispo, fray Bartolomé de Las Casas↗, quedando su denominación como ciudad de San Cristóbal de Las Casas. “La traza de la ciudad es la tradicional de las ciudades hispanoamericanas, con trazo ortogonal alrededor de la plaza mayor. Esta y las manzanas correspondientes al siglo XVI son cuadradas; al ensancharse la ciudad se hicieron algunas manzanas con diferente proporción, aunque cuadrilongas.”[3]
Catedral de San Cristóbal mártir
En la plaza principal se encuentra la Catedral que desde 1535 está dedicada a San Cristóbal Mártir, siendo en sus inicios un templo muy modesto de adobe y ladrillo. “Se amplió en las últimas décadas del siglo XVI, y en 1635 tenía tres naves, altar mayor, dos altares colaterales, sagrario, una capilla dedicada a San Andrés y otra, a espaldas del coro, dedicada a la Virgen de la Antigua. Sin embargo, en época del obispo Ramírez de Prado (1635-1639) no tenía torre ni sillería de coro, los techos estaban maltratados y la portada sin terminar. En 1693 las paredes de adobe se hallaban en lamentable estado (…) El arquitecto Francisco Martínez y el carpintero Juan de Ocaña reconocieron el edificio y dictaminaron que no tenía remedio; el cabildo eclesiástico decidió derribarlo y en aquel mismo año se sacaron cimientos. Se estrenó tres años después con tres naves, divididas por pilares de ladrillo y arcos, con techumbre de lacería y la portada hasta entonces de piedra y cal (…) A principios del siglo XIX los arcos y las columnas sufrieron mucho por los temblores; la techumbre fue reconstruida, cubriéndose la nave central con teja y las laterales con bóveda catalana (…) La fachada conserva su ornamentación epidérmica a base de yeso, de tipo guatemalteco, que se contrapone a la sobriedad derivada de la catedral antiqueña y que le da un toque barroco plenamente dieciochesco.”[4]
Templo y Convento de Santo Domingo
Siendo los frailes dominicos↗ los evangelizadores de Chiapas no es extraño que otro edificio destacado en San Cristóbal de Las Casas sea el Convento de Santo Domingo, cuya fachada es considerada como una de las más representativas y ricas del barroco hispanoamericano. La edificación del Convento y su Templo se inició en 1546 con la puesta de la primera piedra por Francisco Marroquí, Obispo de Guatemala; ambos edificios fueron terminados en 1551. “El Templo, con bóveda de cañón, es caso único en la ciudad. Tiene la solidez antisísmica; la cúpula está sobre tambor e iluminada sólo con cuatro lucernas, dándole importancia al crucero. Retablos dorados muy planos y también tableros combinados con lienzos cubren la totalidad de los muros laterales y sus pilastras (…) Son excelentes algunas de las esculturas guatemaltecas que con los retablos adornan la iglesia; las pinturas, en cambio, son de menor calidad.”[5]
Iglesia de La Merced
Es un Templo humilde edificado probablemente en 1537; fue remodelado a finales del siglo XIX en estilo neoclásico, pero de la construcción origina se conservó un arco romano sostenido por una gruesa columna y decorado con motivos florales y un sol y luna en relieves de argamasa.
Iglesia de San Nicolás (Museo Diocesano)
El Museo de la Diócesis de San Cristóbal se encuentra situado en la parte trasera de la Catedral; el edificio, de estilo de influencia mudéjar, fue erigido como templo dedicado a San Nicolás. Consta de una sola nave y techada con artesón y cubierta con un techo piramidal de madera y teja de dos aguas; la fachada es de piedra y ladrillo. Ha sido catalogada como iglesia de pueblo de indios, y es la única iglesia de la ciudad que no ha sido remodelada y que conserva su forma original.
Iglesia del Carmen
Originalmente fue el convento de monjas de La Encarnación, que llegaron a San Cristóbal en los inicios del siglo XVII. Además del claustro, las celdas y dependencias, el convento incluía el templo dedicado a Nuestra Señora del Carmen. Debido a la desamortización de los bienes eclesiásticos decretada por las Leyes de Reforma, el convento fue confiscado y ya nada queda de él; únicamente la iglesia. Este templo, que ocupa los lados sur y oeste de una pequeña plaza, tiene una curiosa planta en forma de «L». Techado con el pintoresco estilo de madera y teja que predomina en toda la ciudad, El Carmen es un templo de una sola nave, con un arco toral que se abre en la capilla mayor, el cual está a un nivel considerablemente más alto que el del piso de la nave, y a la cual se llega por medio de un tramo corto de escalones. Otro arco de medio punto marca la entrada al brazo del crucero que tiene dos tramos de largo. El artesonado colocado sobre la nave es extremadamente sencillo, mientras que el del brazo de crucero tiene la forma de una artesa y un acabado más rico, con hermosos tirantes.
Notas
- ↑ García Martínez Bernardo. Los años de la expansión. Historia General de México (ilustrada) El Colegio de México y la LXI Legislatura Cámara de Diputados. Vol. I, México 2010, p. 259
- ↑ Ibídem
- ↑ Amerlinck María Concepción. Las iglesias barrocas en el sureste. Historia del Arte Mexicano, Tomo 6, SEP-Salvat, 2 ed. 1986, p. 911
- ↑ Ibídem, pp. 911-912
- ↑ Ibídem, p. 912
Bibliografía
- Historia General de México (ilustrada). El Colegio de México y la LXI Legislatura Cámara de Diputados. Vol. I, México 2010
- Historia del Arte Mexicano, Tomo 6, SEP-Salvat, 2 ed. 1986
JUAN LOUVIER CALDERÓN