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==PREFACIO==
 
==PREFACIO==
  
En 1786 se creó la «Real Audiencia de Caracas» con lo que el gobierno de Venezuela empezó a gozar de mayor autonomía al pasar a depender directamente del Consejo de Indias. Poco tiempo después fue descubierta una conspiración política que fue conocida como la «Conspiración de San Blas» porque fue descubierta el 3 de febrero de 1795, día de San Blas.
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En 1786 se creó la «Real Audiencia de Caracas» con lo que el gobierno de Venezuela empezó a gozar de mayor autonomía al pasar a depender directamente del [[CONSEJO_REAL_DE_INDIAS | Consejo de Indias]]. Poco tiempo después fue descubierta una conspiración política que fue conocida como la «Conspiración de San Blas» porque fue descubierta el 3 de febrero de 1795, día de San Blas.
  
Dicha conspiración estuvo encabezada por Juan Picornell,  quien estaba apoyado por el gobernador militar de Trinidad Sir Thomas Picton,  personaje que buscaba promover todo lo que sirviera para separar las colonias de la Metrópoli. Descubierta la conspiración, Picornell y otros tres detenidos fueron condenados a morir en la horca, pero la pena les fue conmutada por prisión en La Guaira, de donde consiguieron escapar el 3 de junio de 1797.  
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Dicha conspiración estuvo encabezada por Juan Picornell,<ref>(Palma de Mallorca 1759 - [[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico? | Cuba]] 1825) Hizo sus estudios en la Universidad de Salamanca. En 1789 fundó un colegio en Madrid. Escribió varios tratados pedagógicos como «El maestro de primeras letras», y otros de tinte revolucionario como el «Discurso sobre los mejores medios de excitar y fomentar el patriotismo en una monarquía»</ref>quien estaba apoyado por el gobernador militar de Trinidad Sir Thomas Picton,<ref>(Haverfordwest 1758- Waterloo 1815) Su brutal gobierno en la isla caribeña de Trinidad, resultó en la ejecución de treinta y cinco personas (algunas de ellas por violar a mujeres negras libres). Fueron los habitantes esclavizados de la isla, entre ellos los de sus propias plantaciones, quienes sufrieron toda la fuerza de un nuevo «código de esclavos» introducido por él.</ref>personaje que buscaba promover todo lo que sirviera para separar las colonias de la Metrópoli. Descubierta la conspiración, Picornell y otros tres detenidos fueron condenados a morir en la horca, pero la pena les fue conmutada por prisión en La Guaira, de donde consiguieron escapar el 3 de junio de 1797.  
  
Desde la clandestinidad Picorell entró en contacto con Manuel Gual y José María España, y por medio de ellos con algunas minorías criollas selectas que poseían con una vasta preparación cultural e intelectual. Su influencia se manifestó a finales del siglo XVIII en el surgimiento de diversos movimientos que, protestando contra los malos gobiernos de la Corona española, fueron preparando el ideal emancipador que se concretó en los inicios del siglo XIX tras la invasión napoleónica a España y Portugal. De esos movimientos pre-independentistas destacan los siguientes:
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Desde la clandestinidad Picorell entró en contacto con Manuel Gual y José María España, y por medio de ellos con algunas minorías criollas selectas que poseían con una vasta preparación cultural e intelectual. Su influencia se manifestó a finales del siglo XVIII en el surgimiento de diversos movimientos que, protestando contra los malos gobiernos de la [[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio | Corona española]], fueron preparando el ideal emancipador que se concretó en los inicios del siglo XIX tras la [[INVASIÓN_NAPOLEÓNICA;_Repercusiones_en_Nueva_España | invasión napoleónica]] a España y Portugal. De esos movimientos pre-independentistas destacan los siguientes:
  
 
==LA REVOLUCIÓN DE ANDRESOTE==
 
==LA REVOLUCIÓN DE ANDRESOTE==
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Andresote actuará a mediados del año 1731 en el valle de Yaracuy con gran número de indios y negros cimarrones que se le iban sumando. El cabecilla había advertido que no se le persiguiera porque se encontraba preparado para resistir a sus enemigos.
 
Andresote actuará a mediados del año 1731 en el valle de Yaracuy con gran número de indios y negros cimarrones que se le iban sumando. El cabecilla había advertido que no se le persiguiera porque se encontraba preparado para resistir a sus enemigos.
  
Algunos holandeses apoyaron a Andrés y le ayudaron en el contrabando que afectaba al monopolio comercial. Pero fueron muchos los que apoyaron al cabecilla, a pesar de la persecución que emprendieron contra él las autoridades reales, y de las recompensas que se ofrecieron por su captura. Andresote fue el iniciador de la rebelión contra las autoridades con la finalidad de obtener la libertad comercial que era negada por el monopolio. Una vez que Andresote desapareció, sus seguidores negociaron el monopolio comercial, finalizando este primer intento revolucionario.   
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Algunos holandeses apoyaron a Andrés y le ayudaron en el contrabando que afectaba al monopolio comercial. Pero fueron muchos los que apoyaron al cabecilla, a pesar de la persecución que emprendieron contra él las autoridades reales, y de las recompensas que se ofrecieron por su captura. Andresote fue el iniciador de la rebelión contra las autoridades con la finalidad de obtener la libertad comercial que era negada por el monopolio. Una vez que Andresote desapareció, sus seguidores negociaron el monopolio comercial, finalizando este primer intento revolucionario.<ref>Cfr. TISNES JIMÉNEZ Roberto María. ''Movimientos pre-independientes grancolombianos'', Editorial e Impr. Salesiana, 1962 pp. 221-225</ref>
  
 
==SUBLEVACIÓN DE JUAN FRANCISCO DE LEÓN==
 
==SUBLEVACIÓN DE JUAN FRANCISCO DE LEÓN==
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Todas sus exigencias y reclamos eran dirigidas contra la Compañía y los funcionarios vizcaínos a quienes deseaban erradicar por completo. En 1751 llegaron de la Península nuevas autoridades acompañadas de un ejército para sofocar la rebelión.; para restaurar la tranquilidad, las nuevas autoridades pusieron precio a la cabeza de Juan Francisco de León, quien poco a poco fue abandonado por sus seguidores, hasta que al verse solo huyó a refugiarse en la selva.
 
Todas sus exigencias y reclamos eran dirigidas contra la Compañía y los funcionarios vizcaínos a quienes deseaban erradicar por completo. En 1751 llegaron de la Península nuevas autoridades acompañadas de un ejército para sofocar la rebelión.; para restaurar la tranquilidad, las nuevas autoridades pusieron precio a la cabeza de Juan Francisco de León, quien poco a poco fue abandonado por sus seguidores, hasta que al verse solo huyó a refugiarse en la selva.
  
Posteriormente se entregó a las autoridades acordando purgar su delito en España, alistándose en la expedición asentada en África, donde falleció poco tiempo después.  
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Posteriormente se entregó a las autoridades acordando purgar su delito en España, alistándose en la expedición asentada en África, donde falleció poco tiempo después.<ref>G. FIGUERA, ''La Iglesia y su doctrina en la independencia de América''.  Biblioteca de la Academia nacional de la Historia. Caracas, 1960., p. 44</ref>
  
 
==MOVIMIENTO DE LOS COMUNEROS==
 
==MOVIMIENTO DE LOS COMUNEROS==
Este movimiento comenzó el 12 de octubre de 1780 en Simacota, entonces Provincia de Santa Fe y hoy Departamento de Santander, afectando primeramente al Socorro y luego a otros pueblos del Departamento.  
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Fue generado por la reforma fiscal realizada por el regente visitador Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres,   sobre el sistema de impuestos para criollos establecido en las Reformas Borbónicas que pretendían, entre otras cosas, imponer mayores gravámenes a las élites criollas y recomponer los resguardos indígenas con el objeto de rematar tierras a favor de la Real Hacienda.
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Este movimiento comenzó el 12 de octubre de 1780 en Simacota, entonces Provincia de Santa Fe y hoy Departamento de Santander,<ref>Uno de los 32 Departamentos de la República de Colombia; su capital es la ciudad de Bucaramanga</ref>afectando primeramente al Socorro y luego a otros pueblos del Departamento.  
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Fue generado por la reforma fiscal realizada por el regente visitador Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres,<ref>(Sevilla, 1720 - Madrid, 1799), fue  Virrey de Nueva Granada (1776-1782) y de Nueva España (1787-1789)</ref>sobre el sistema de impuestos para [[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización | criollos]] establecido en las Reformas Borbónicas que pretendían, entre otras cosas, imponer mayores gravámenes a las élites criollas y recomponer los resguardos indígenas con el objeto de rematar tierras a favor de la Real Hacienda.
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En el Socorro se organizó el movimiento el 16 de marzo de 1781,  en día de mercado, por unos hombres encabezados por José Delgadillo, Roque Cristancho, Ignacio Ardila, Miguel de Uribe, Pablo Ardila y otros que al ritmo de un tambor gritaban frente a la casa del alcalde José de Angulo y Olarte que no pagarían los impuestos; una mujer llamada Manuela Beltrán se acercó a la puerta de la residencia donde estaba fijado el edicto del visitador Gutiérrez de Piñerez y lo arrancó ante la aprobación de la multitud reunida.  
 
En el Socorro se organizó el movimiento el 16 de marzo de 1781,  en día de mercado, por unos hombres encabezados por José Delgadillo, Roque Cristancho, Ignacio Ardila, Miguel de Uribe, Pablo Ardila y otros que al ritmo de un tambor gritaban frente a la casa del alcalde José de Angulo y Olarte que no pagarían los impuestos; una mujer llamada Manuela Beltrán se acercó a la puerta de la residencia donde estaba fijado el edicto del visitador Gutiérrez de Piñerez y lo arrancó ante la aprobación de la multitud reunida.  
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Esa rebelión se extendió contando con el apoyo del general Juan Francisco Berbeo, quien acaudilló la rebelión junto con los capitanes Estévez, Monsalve y Plata. Esta rebelión no buscaba una revolución independentista sino revertir los impuestos y las políticas impopulares impuestas por la autoridad virreinal.  
 
Esa rebelión se extendió contando con el apoyo del general Juan Francisco Berbeo, quien acaudilló la rebelión junto con los capitanes Estévez, Monsalve y Plata. Esta rebelión no buscaba una revolución independentista sino revertir los impuestos y las políticas impopulares impuestas por la autoridad virreinal.  
 
El historiador Roberto María Tisnés hace alusión al Movimiento de los Comuneros como un «estremecimiento popular» porque, según él, fueron pocas las personas de méritos intelectuales o políticos que tuvieran relación con el movimiento, mencionando solo a Jorge Tadeo Lozano, el presbítero Francisco Vargas, cura del Socorro, y el administrador de correos de Santa Fe Francisco García Olano.
 
El historiador Roberto María Tisnés hace alusión al Movimiento de los Comuneros como un «estremecimiento popular» porque, según él, fueron pocas las personas de méritos intelectuales o políticos que tuvieran relación con el movimiento, mencionando solo a Jorge Tadeo Lozano, el presbítero Francisco Vargas, cura del Socorro, y el administrador de correos de Santa Fe Francisco García Olano.
Los disturbios más fuertes se produjeron en la provincia del Socorro, ya que eran los más fuertes y, por lo mismo, los más gravados con impuestos. Unos versos fueron leídos públicamente por el portero del Cabildo de Socorro, entusiasmando el ánimo de los socorranos. El gobierno virreinal calificó como «pasquín» a ese escrito, mientras los amotinados lo llamaron «real cédula del pueblo».
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En Socorro se reunieron más de 6000 personas quienes nombraron los jefes del movimiento y formaron grupos de gente armada para marchar contra Santafé (Bogotá). Más de cincuenta pueblos tomaron parte de dicha sublevación, llegando a formar un ejército cercano a los 20,000, entre mestizos e indios.  
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Los disturbios más fuertes se produjeron en la provincia del Socorro, ya que eran los más fuertes y, por lo mismo, los más gravados con impuestos. Unos versos fueron leídos públicamente por el portero del Cabildo de Socorro, entusiasmando el ánimo de los socorranos. El [[PUEBLA;_su_gobierno_durante_el_Virreinato_(1531-1821) | gobierno virreinal]] calificó como «pasquín» a ese escrito, mientras los amotinados lo llamaron «real cédula del pueblo».
En esos días el virrey Manuel Antonio Flores había abandonado Santafé de Bogotá y se encontraba en Cartagena de Indias, para organizar las defensas ante un previsible ataque británico. Las autoridades subalternas de Santafé improvisaron defensas para la ciudad, y sin medir la magnitud del problema enviaron un ejército irrisorio contra la gran cantidad de sublevados. Dada la gravedad de la situación, la Audiencia determinó enviar al oidor Joaquín Vasco Vargas y al Alcalde ordinario Eustaquio Gálvis a dialogar con los líderes de la sublevación; a ellos decidió sumarse el arzobispo Antonio Caballero y Góngora, quien requirió de toda su fuerza persuasiva y diplomática para impedir la entrada del ejército comunero a Santafé.
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En Socorro se reunieron más de 6000 personas quienes nombraron los jefes del movimiento y formaron grupos de gente armada para marchar contra Santafé (Bogotá). Más de cincuenta pueblos tomaron parte de dicha sublevación, llegando a formar un ejército cercano a los 20,000, entre mestizos e indios.<ref>Cfr. Tisnés Jimenez, ''Movimientos Pre-independientes Grancolombianos'', 55.</ref>
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En esos días el virrey Manuel Antonio Flores había abandonado Santafé de Bogotá y se encontraba en Cartagena de Indias, para organizar las defensas ante un previsible ataque británico. Las autoridades subalternas de Santafé improvisaron defensas para la ciudad, y sin medir la magnitud del problema enviaron un ejército irrisorio contra la gran cantidad de sublevados. Dada la gravedad de la situación, la Audiencia determinó enviar al oidor Joaquín Vasco Vargas y al Alcalde ordinario Eustaquio Gálvis a dialogar con los líderes de la sublevación; a ellos decidió sumarse el arzobispo Antonio Caballero y Góngora, quien requirió de toda su fuerza persuasiva y diplomática para impedir la entrada del ejército comunero a Santafé.<ref>Cfr. R.Gómez Hoyos. ''La independencia de Colombia'', 26.42</ref>
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Las conversaciones se llevaron a cabo en Zipaquirá a partir de junio. Los sublevados presentaron sus «capitulaciones», sintetizadas en 35 puntos de reformas económicas, políticas, administrativas y eclesiásticas. No obstante la gravedad y complejidad de las reformas, éstas fueron aprobadas en dos días y firmadas por los líderes de los comuneros y las autoridades virreinales el 8 de junio de 1781. En la iglesia de Zipaquirá tuvo lugar una solemne y juramentada ratificación de las 35 capitulaciones comuneras, conocidas también como «Capitulaciones de Zipaquirá».  
 
Las conversaciones se llevaron a cabo en Zipaquirá a partir de junio. Los sublevados presentaron sus «capitulaciones», sintetizadas en 35 puntos de reformas económicas, políticas, administrativas y eclesiásticas. No obstante la gravedad y complejidad de las reformas, éstas fueron aprobadas en dos días y firmadas por los líderes de los comuneros y las autoridades virreinales el 8 de junio de 1781. En la iglesia de Zipaquirá tuvo lugar una solemne y juramentada ratificación de las 35 capitulaciones comuneras, conocidas también como «Capitulaciones de Zipaquirá».  
Cuando el virrey Antonio Flores regresó a Santafé y conoció el texto de las Capitulaciones, lo desaprobó; sin embargo, fueron síntesis del equilibrio y sensatez que llegarían a ser cumplidas tiempo después gracias al genial e inteligente arzobispo-virrey Antonio Caballero y Góngora quien se hizo cargo del virreinato un año después, el 15 de junio de 1782, habiendo sido actor principal de los sucesos comuneros y víctima de historiadores poco informados. 
 
  
MOVIMIENTO PRECURSOR EN SAN JUAN DE PASTO
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Cuando el virrey Antonio Flores regresó a Santafé y conoció el texto de las Capitulaciones, lo desaprobó; sin embargo, fueron síntesis del equilibrio y sensatez que llegarían a ser cumplidas tiempo después gracias al genial e inteligente arzobispo-virrey Antonio Caballero y Góngora quien se hizo cargo del virreinato un año después, el 15 de junio de 1782, habiendo sido actor principal de los sucesos comuneros y víctima de historiadores poco informados.<ref>El arzobispo fue nombrado Virrey «interino» debido al fallecimiento del gobernador de Cartagena, que había sido nombrado virrey de Nueva Granada cuatro días antes en sustitución del virrey Flores.</ref> 
El Movimiento comunero llegó hasta tierras de Pasto, que dependía de la Real Audiencia de Quito. En 1781 la Audiencia envió al doctor José Peredo, Lugarteniente de Gobernador y recaudador general de rentas a establecer el estanco para el aguardiente en los pueblos del sur.  
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Al no encontrar apoyo en los Cabildos, al llegar a san Juan de Pasto el día 20 de junio, por su cuenta y riesgo publicó el decreto correspondiente, lo que de inmediato provocó una fuerte protesta popular y Peredo tuvo que huir, escondiéndose en la casa que había sido de la entonces recién expulsada Compañía de Jesús.
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==MOVIMIENTO PRECURSOR EN SAN JUAN DE PASTO==
La casa fue rodeada por la multitud amotinada que pasó la noche vigilando; en la mañana del día 21 de junio algunos amotinados que sitiaban la casa “rompieron sus ventanas y se sustrajeron de la capilla,  ocho angelitos y una alfombra, pretendiendo entrarla para atacar a Peredo, que escapó con 10 o 12 compañeros, camino de los Pastos, más le  alcanzaron en Catambuco y si bien se defendió con arma blanca valerosamente, un mocondino (habitante de un pueblo de indios) de apellido Naspirán le mató en la refriega y el populacho condujo su cuerpo difunto a Guaitarilla.”   
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El Movimiento comunero llegó hasta tierras de Pasto, que dependía de la [[AUDIENCIAS_REALES_EN_EL_NUEVO_MUNDO | Real Audiencia]] de Quito. En 1781 la Audiencia envió al doctor José Peredo, Lugarteniente de Gobernador y recaudador general de rentas a establecer el estanco para el aguardiente en los pueblos del sur.  
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Al no encontrar apoyo en los Cabildos, al llegar a san Juan de Pasto el día 20 de junio, por su cuenta y riesgo publicó el decreto correspondiente, lo que de inmediato provocó una fuerte protesta popular y Peredo tuvo que huir, escondiéndose en la casa que había sido de la entonces recién expulsada [[JESUITAS_(Compañia_de_Jesús) | Compañía de Jesús]].
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La casa fue rodeada por la multitud amotinada que pasó la noche vigilando; en la mañana del día 21 de junio algunos amotinados que sitiaban la casa ''“rompieron sus ventanas y se sustrajeron de la capilla,  ocho angelitos y una alfombra, pretendiendo entrarla para atacar a Peredo, que escapó con 10 o 12 compañeros, camino de los Pastos, más le  alcanzaron en Catambuco y si bien se defendió con arma blanca valerosamente, un mocondino (habitante de un pueblo de indios) de apellido Naspirán le mató en la refriega y el populacho condujo su cuerpo difunto a Guaitarilla.”''<ref>José Rafael Sañudo, ''“Apuntes para la Historia de Pasto. La colonia bajo la Casa de Borbón”''. Pasto, Biblioteca del Centenario. Gobernación de Nariño, 2005, p. 73-</ref>  
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El virrey que hacía poco había firmado las «Capitulaciones de los Comuneros», tuvo que permitir que las cosas volvieran al estado anterior, sin gravámenes ni impuestos. Este hecho, más una prudente política llevada a cabo por don José Zambrano y Santa Cruz, permitieron a los pobladores indígenas aceptar y obedecer las órdenes reales.
 
El virrey que hacía poco había firmado las «Capitulaciones de los Comuneros», tuvo que permitir que las cosas volvieran al estado anterior, sin gravámenes ni impuestos. Este hecho, más una prudente política llevada a cabo por don José Zambrano y Santa Cruz, permitieron a los pobladores indígenas aceptar y obedecer las órdenes reales.
MOVIMIENTOS PRECURSORES EN PAMPLONA Y MÉRIDA
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==MOVIMIENTOS PRECURSORES EN PAMPLONA Y MÉRIDA==
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Mientras en el sur se daban las protestas contra las nuevas disposiciones de impuestos, en Pamplona, límite con Venezuela, se llevaba a cabo una nueva sublevación, en la cual sus cabecillas dieron la orden de suspender el comercio de cacao, harina y otros productos de consumo con la ciudad de Cartagena.  
 
Mientras en el sur se daban las protestas contra las nuevas disposiciones de impuestos, en Pamplona, límite con Venezuela, se llevaba a cabo una nueva sublevación, en la cual sus cabecillas dieron la orden de suspender el comercio de cacao, harina y otros productos de consumo con la ciudad de Cartagena.  
Uno de los dirigentes de la sublevación fue el capitán Luis francisco Quiroz quien dio la siguiente orden al capitán del pueblo de Silos, Agustín Peña: “Jueves que contamos 14 del que corre, después de misa, juntos todos los indios de su pueblo en la plaza, tocando caja y chirimías, batiréis banderas diciendo en voz alta «viva el rey Inga y muera el rey de España y todos los que le defendieron», sin que persona alguna les estorbe…”.  
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Uno de los dirigentes de la sublevación fue el capitán Luis francisco Quiroz quien dio la siguiente orden al capitán del pueblo de Silos, Agustín Peña: ''“Jueves que contamos 14 del que corre,''<ref>(respetamos la grafía de la fuente bibliográfica)</ref> ''después de misa, juntos todos los indios de su pueblo en la plaza, tocando caja y chirimías, batiréis banderas diciendo en voz alta «viva el rey Inga y muera el rey de España y todos los que le defendieron», sin que persona alguna les estorbe…”.''<ref>Tisnes y Jiménez. ''Caballero y  Góngora'', 52,78.92. (los Ingas Descienden de la población instalada por el inca Huayna Cápac en Mocoa y el valle de Sibundoy.)</ref>
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La sublevación se regaba a velocidades alarmantes, introduciéndose en la Capitanía General de Venezuela. Para el 28 de julio se encontraban en la ciudad de Mérida y los Comuneros hicieron una petición a la población de Trujillo de unirse a la Revolución, pero esa petición fue rechazada por los ciudadanos de Trujillo. A partir de ese momento el Movimiento empezó a decaer y sus seguidores a dispersarse.  
 
La sublevación se regaba a velocidades alarmantes, introduciéndose en la Capitanía General de Venezuela. Para el 28 de julio se encontraban en la ciudad de Mérida y los Comuneros hicieron una petición a la población de Trujillo de unirse a la Revolución, pero esa petición fue rechazada por los ciudadanos de Trujillo. A partir de ese momento el Movimiento empezó a decaer y sus seguidores a dispersarse.  
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Las autoridades virreinales iniciaron la captura de los cabecillas de la revuelta, los que fueron trasladados a Caracas. Poco después la política amable y conciliadora del arzobispo-virrey Caballero y Góngora llevó a indultarlos, al igual que había hecho meses atrás con los cabecillas de a revuelta en Nueva Granada, El 26 de octubre de 1781.
 
Las autoridades virreinales iniciaron la captura de los cabecillas de la revuelta, los que fueron trasladados a Caracas. Poco después la política amable y conciliadora del arzobispo-virrey Caballero y Góngora llevó a indultarlos, al igual que había hecho meses atrás con los cabecillas de a revuelta en Nueva Granada, El 26 de octubre de 1781.
  
 
==NOTAS==
 
==NOTAS==
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==BIBLIOGRAFÍA==
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FIGUERA Guillermo, ''La Iglesia y su doctrina en la independencia de América''.  Biblioteca de la Academia nacional de la Historia. Caracas, 1960
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SAÑUDO José Rafael, ''“Apuntes para la Historia de Pasto. La colonia bajo la Casa de Borbón”''. Pasto, Biblioteca del Centenario. Gobernación de Nariño, 2005
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TISNES JIMÉNEZ Roberto María. ''Movimientos pre-independientes grancolombianos,'' Editorial e Impr. Salesiana, 1962
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TISNES JIMÉNEZ Roberto María. ''El Obispo Caballero, un prieguense en América''. Priego de [[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA | Córdoba]]. 1989
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'''JOHN JAIRO FRANCO CÁRDENAS'''
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'''©Pontificia Universidad Gregoriana. 2012'''
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<relatedtags>
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[[AUDIENCIAS_REALES_EN_EL_NUEVO_MUNDO|AUDIENCIAS REALES EN EL NUEVO MUNDO]]
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[[JESUITAS_(Compañia_de_Jesús)|JESUITAS (Compañia de Jesús)]]
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[[CÓRDOBA_DE_LA_NUEVA_ANDALUCÍA|CÓRDOBA DE LA NUEVA ANDALUCÍA]]
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[[CRIOLLOS;_su_aporte_a_la_evangelización|CRIOLLOS; su aporte a la evangelización]]
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[[CORONA_ESPAÑOLA:_Su_papel_en_la_evangelización_y_en_los_derechos_del_indio|CORONA ESPAÑOLA: Su papel en la evangelización y en los derechos del indio]]
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[[PUEBLA;_su_gobierno_durante_el_Virreinato_(1531-1821)|PUEBLA; su gobierno durante el Virreinato (1531-1821)]]
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[[CUBA;_¿un_fósil_prehistórico?|CUBA; ¿un fósil prehistórico?]]
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[[INVASIÓN_NAPOLEÓNICA;_Repercusiones_en_Nueva_España|INVASIÓN NAPOLEÓNICA; Repercusiones en Nueva España]]
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[[CONSEJO_REAL_DE_INDIAS|CONSEJO REAL DE INDIAS]]
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</relatedtags>

Revisión actual del 19:55 26 jul 2025

PREFACIO

En 1786 se creó la «Real Audiencia de Caracas» con lo que el gobierno de Venezuela empezó a gozar de mayor autonomía al pasar a depender directamente del Consejo de Indias. Poco tiempo después fue descubierta una conspiración política que fue conocida como la «Conspiración de San Blas» porque fue descubierta el 3 de febrero de 1795, día de San Blas.

Dicha conspiración estuvo encabezada por Juan Picornell,[1]quien estaba apoyado por el gobernador militar de Trinidad Sir Thomas Picton,[2]personaje que buscaba promover todo lo que sirviera para separar las colonias de la Metrópoli. Descubierta la conspiración, Picornell y otros tres detenidos fueron condenados a morir en la horca, pero la pena les fue conmutada por prisión en La Guaira, de donde consiguieron escapar el 3 de junio de 1797.

Desde la clandestinidad Picorell entró en contacto con Manuel Gual y José María España, y por medio de ellos con algunas minorías criollas selectas que poseían con una vasta preparación cultural e intelectual. Su influencia se manifestó a finales del siglo XVIII en el surgimiento de diversos movimientos que, protestando contra los malos gobiernos de la Corona española, fueron preparando el ideal emancipador que se concretó en los inicios del siglo XIX tras la invasión napoleónica a España y Portugal. De esos movimientos pre-independentistas destacan los siguientes:

LA REVOLUCIÓN DE ANDRESOTE

El primero de los movimientos fue el capitaneado por Andrés López, que tenía como alias «Andresote», quien luchaba contra el monopolio estatal, puesto que el gobierno español lo había cedido a la «Compañía Guipuzcoana», que influyó enormemente en el sistema económico venezolano del siglo XVIII.

Andresote actuará a mediados del año 1731 en el valle de Yaracuy con gran número de indios y negros cimarrones que se le iban sumando. El cabecilla había advertido que no se le persiguiera porque se encontraba preparado para resistir a sus enemigos.

Algunos holandeses apoyaron a Andrés y le ayudaron en el contrabando que afectaba al monopolio comercial. Pero fueron muchos los que apoyaron al cabecilla, a pesar de la persecución que emprendieron contra él las autoridades reales, y de las recompensas que se ofrecieron por su captura. Andresote fue el iniciador de la rebelión contra las autoridades con la finalidad de obtener la libertad comercial que era negada por el monopolio. Una vez que Andresote desapareció, sus seguidores negociaron el monopolio comercial, finalizando este primer intento revolucionario.[3]

SUBLEVACIÓN DE JUAN FRANCISCO DE LEÓN

Como continuación de la rebelión de Andresote contra la Compañía Guipuzcoana, vino en 1749 la sublevación de Juan Francisco de León, teniente de justicia de la población de Panaquire. En abril de 1749 Juan de León fue destituido por las autoridades, pero se negó a entregar el cargo y al frente de unos 800 hombres salió hacia Caracas. Todas sus exigencias y reclamos eran dirigidas contra la Compañía y los funcionarios vizcaínos a quienes deseaban erradicar por completo. En 1751 llegaron de la Península nuevas autoridades acompañadas de un ejército para sofocar la rebelión.; para restaurar la tranquilidad, las nuevas autoridades pusieron precio a la cabeza de Juan Francisco de León, quien poco a poco fue abandonado por sus seguidores, hasta que al verse solo huyó a refugiarse en la selva.

Posteriormente se entregó a las autoridades acordando purgar su delito en España, alistándose en la expedición asentada en África, donde falleció poco tiempo después.[4]

MOVIMIENTO DE LOS COMUNEROS

Este movimiento comenzó el 12 de octubre de 1780 en Simacota, entonces Provincia de Santa Fe y hoy Departamento de Santander,[5]afectando primeramente al Socorro y luego a otros pueblos del Departamento.

Fue generado por la reforma fiscal realizada por el regente visitador Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres,[6]sobre el sistema de impuestos para criollos establecido en las Reformas Borbónicas que pretendían, entre otras cosas, imponer mayores gravámenes a las élites criollas y recomponer los resguardos indígenas con el objeto de rematar tierras a favor de la Real Hacienda.

En el Socorro se organizó el movimiento el 16 de marzo de 1781, en día de mercado, por unos hombres encabezados por José Delgadillo, Roque Cristancho, Ignacio Ardila, Miguel de Uribe, Pablo Ardila y otros que al ritmo de un tambor gritaban frente a la casa del alcalde José de Angulo y Olarte que no pagarían los impuestos; una mujer llamada Manuela Beltrán se acercó a la puerta de la residencia donde estaba fijado el edicto del visitador Gutiérrez de Piñerez y lo arrancó ante la aprobación de la multitud reunida.

Esa rebelión se extendió contando con el apoyo del general Juan Francisco Berbeo, quien acaudilló la rebelión junto con los capitanes Estévez, Monsalve y Plata. Esta rebelión no buscaba una revolución independentista sino revertir los impuestos y las políticas impopulares impuestas por la autoridad virreinal. El historiador Roberto María Tisnés hace alusión al Movimiento de los Comuneros como un «estremecimiento popular» porque, según él, fueron pocas las personas de méritos intelectuales o políticos que tuvieran relación con el movimiento, mencionando solo a Jorge Tadeo Lozano, el presbítero Francisco Vargas, cura del Socorro, y el administrador de correos de Santa Fe Francisco García Olano.

Los disturbios más fuertes se produjeron en la provincia del Socorro, ya que eran los más fuertes y, por lo mismo, los más gravados con impuestos. Unos versos fueron leídos públicamente por el portero del Cabildo de Socorro, entusiasmando el ánimo de los socorranos. El gobierno virreinal calificó como «pasquín» a ese escrito, mientras los amotinados lo llamaron «real cédula del pueblo».

En Socorro se reunieron más de 6000 personas quienes nombraron los jefes del movimiento y formaron grupos de gente armada para marchar contra Santafé (Bogotá). Más de cincuenta pueblos tomaron parte de dicha sublevación, llegando a formar un ejército cercano a los 20,000, entre mestizos e indios.[7]

En esos días el virrey Manuel Antonio Flores había abandonado Santafé de Bogotá y se encontraba en Cartagena de Indias, para organizar las defensas ante un previsible ataque británico. Las autoridades subalternas de Santafé improvisaron defensas para la ciudad, y sin medir la magnitud del problema enviaron un ejército irrisorio contra la gran cantidad de sublevados. Dada la gravedad de la situación, la Audiencia determinó enviar al oidor Joaquín Vasco Vargas y al Alcalde ordinario Eustaquio Gálvis a dialogar con los líderes de la sublevación; a ellos decidió sumarse el arzobispo Antonio Caballero y Góngora, quien requirió de toda su fuerza persuasiva y diplomática para impedir la entrada del ejército comunero a Santafé.[8]

Las conversaciones se llevaron a cabo en Zipaquirá a partir de junio. Los sublevados presentaron sus «capitulaciones», sintetizadas en 35 puntos de reformas económicas, políticas, administrativas y eclesiásticas. No obstante la gravedad y complejidad de las reformas, éstas fueron aprobadas en dos días y firmadas por los líderes de los comuneros y las autoridades virreinales el 8 de junio de 1781. En la iglesia de Zipaquirá tuvo lugar una solemne y juramentada ratificación de las 35 capitulaciones comuneras, conocidas también como «Capitulaciones de Zipaquirá».

Cuando el virrey Antonio Flores regresó a Santafé y conoció el texto de las Capitulaciones, lo desaprobó; sin embargo, fueron síntesis del equilibrio y sensatez que llegarían a ser cumplidas tiempo después gracias al genial e inteligente arzobispo-virrey Antonio Caballero y Góngora quien se hizo cargo del virreinato un año después, el 15 de junio de 1782, habiendo sido actor principal de los sucesos comuneros y víctima de historiadores poco informados.[9]

MOVIMIENTO PRECURSOR EN SAN JUAN DE PASTO

El Movimiento comunero llegó hasta tierras de Pasto, que dependía de la Real Audiencia de Quito. En 1781 la Audiencia envió al doctor José Peredo, Lugarteniente de Gobernador y recaudador general de rentas a establecer el estanco para el aguardiente en los pueblos del sur.

Al no encontrar apoyo en los Cabildos, al llegar a san Juan de Pasto el día 20 de junio, por su cuenta y riesgo publicó el decreto correspondiente, lo que de inmediato provocó una fuerte protesta popular y Peredo tuvo que huir, escondiéndose en la casa que había sido de la entonces recién expulsada Compañía de Jesús.

La casa fue rodeada por la multitud amotinada que pasó la noche vigilando; en la mañana del día 21 de junio algunos amotinados que sitiaban la casa “rompieron sus ventanas y se sustrajeron de la capilla, ocho angelitos y una alfombra, pretendiendo entrarla para atacar a Peredo, que escapó con 10 o 12 compañeros, camino de los Pastos, más le alcanzaron en Catambuco y si bien se defendió con arma blanca valerosamente, un mocondino (habitante de un pueblo de indios) de apellido Naspirán le mató en la refriega y el populacho condujo su cuerpo difunto a Guaitarilla.”[10]

El virrey que hacía poco había firmado las «Capitulaciones de los Comuneros», tuvo que permitir que las cosas volvieran al estado anterior, sin gravámenes ni impuestos. Este hecho, más una prudente política llevada a cabo por don José Zambrano y Santa Cruz, permitieron a los pobladores indígenas aceptar y obedecer las órdenes reales.

MOVIMIENTOS PRECURSORES EN PAMPLONA Y MÉRIDA

Mientras en el sur se daban las protestas contra las nuevas disposiciones de impuestos, en Pamplona, límite con Venezuela, se llevaba a cabo una nueva sublevación, en la cual sus cabecillas dieron la orden de suspender el comercio de cacao, harina y otros productos de consumo con la ciudad de Cartagena.

Uno de los dirigentes de la sublevación fue el capitán Luis francisco Quiroz quien dio la siguiente orden al capitán del pueblo de Silos, Agustín Peña: “Jueves que contamos 14 del que corre,[11] después de misa, juntos todos los indios de su pueblo en la plaza, tocando caja y chirimías, batiréis banderas diciendo en voz alta «viva el rey Inga y muera el rey de España y todos los que le defendieron», sin que persona alguna les estorbe…”.[12]

La sublevación se regaba a velocidades alarmantes, introduciéndose en la Capitanía General de Venezuela. Para el 28 de julio se encontraban en la ciudad de Mérida y los Comuneros hicieron una petición a la población de Trujillo de unirse a la Revolución, pero esa petición fue rechazada por los ciudadanos de Trujillo. A partir de ese momento el Movimiento empezó a decaer y sus seguidores a dispersarse.

Las autoridades virreinales iniciaron la captura de los cabecillas de la revuelta, los que fueron trasladados a Caracas. Poco después la política amable y conciliadora del arzobispo-virrey Caballero y Góngora llevó a indultarlos, al igual que había hecho meses atrás con los cabecillas de a revuelta en Nueva Granada, El 26 de octubre de 1781.

NOTAS

  1. (Palma de Mallorca 1759 - Cuba 1825) Hizo sus estudios en la Universidad de Salamanca. En 1789 fundó un colegio en Madrid. Escribió varios tratados pedagógicos como «El maestro de primeras letras», y otros de tinte revolucionario como el «Discurso sobre los mejores medios de excitar y fomentar el patriotismo en una monarquía»
  2. (Haverfordwest 1758- Waterloo 1815) Su brutal gobierno en la isla caribeña de Trinidad, resultó en la ejecución de treinta y cinco personas (algunas de ellas por violar a mujeres negras libres). Fueron los habitantes esclavizados de la isla, entre ellos los de sus propias plantaciones, quienes sufrieron toda la fuerza de un nuevo «código de esclavos» introducido por él.
  3. Cfr. TISNES JIMÉNEZ Roberto María. Movimientos pre-independientes grancolombianos, Editorial e Impr. Salesiana, 1962 pp. 221-225
  4. G. FIGUERA, La Iglesia y su doctrina en la independencia de América. Biblioteca de la Academia nacional de la Historia. Caracas, 1960., p. 44
  5. Uno de los 32 Departamentos de la República de Colombia; su capital es la ciudad de Bucaramanga
  6. (Sevilla, 1720 - Madrid, 1799), fue Virrey de Nueva Granada (1776-1782) y de Nueva España (1787-1789)
  7. Cfr. Tisnés Jimenez, Movimientos Pre-independientes Grancolombianos, 55.
  8. Cfr. R.Gómez Hoyos. La independencia de Colombia, 26.42
  9. El arzobispo fue nombrado Virrey «interino» debido al fallecimiento del gobernador de Cartagena, que había sido nombrado virrey de Nueva Granada cuatro días antes en sustitución del virrey Flores.
  10. José Rafael Sañudo, “Apuntes para la Historia de Pasto. La colonia bajo la Casa de Borbón”. Pasto, Biblioteca del Centenario. Gobernación de Nariño, 2005, p. 73-
  11. (respetamos la grafía de la fuente bibliográfica)
  12. Tisnes y Jiménez. Caballero y Góngora, 52,78.92. (los Ingas Descienden de la población instalada por el inca Huayna Cápac en Mocoa y el valle de Sibundoy.)


BIBLIOGRAFÍA

FIGUERA Guillermo, La Iglesia y su doctrina en la independencia de América. Biblioteca de la Academia nacional de la Historia. Caracas, 1960

SAÑUDO José Rafael, “Apuntes para la Historia de Pasto. La colonia bajo la Casa de Borbón”. Pasto, Biblioteca del Centenario. Gobernación de Nariño, 2005

TISNES JIMÉNEZ Roberto María. Movimientos pre-independientes grancolombianos, Editorial e Impr. Salesiana, 1962

TISNES JIMÉNEZ Roberto María. El Obispo Caballero, un prieguense en América. Priego de Córdoba. 1989


JOHN JAIRO FRANCO CÁRDENAS

©Pontificia Universidad Gregoriana. 2012