Diferencia entre revisiones de «COLON CRISTOBAL; cartas sobre el descubrimiento»

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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1. Carta a Luis de Santángel, 15.2.1493, anunciando el descubrimiento del Nuevo Mundo. 1ª ed. (en castellano), Barcelona, Pedro Posa, 1493 = Ed. facsímil, Madrid 1958. BAV [=Biblioteca Apostólica Vaticana] RG Ripr. Fot. III. 41.  
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2. Carta a Luis de Santángel, 15.2.1493, tr. latina de A. de Cosco, 29.4.1493. Romae, Stephanus Plannck, 1493.  
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1. ''Carta a Luis de Santángel'', 15.2.1493, anunciando el [[DESCUBRIMIENTO_DEL_NUEVO_MUNDO:_Mentalidades_culturales_en_el_Mundo_Europeo_en_la_vigilia_de_1492 | descubrimiento del Nuevo Mundo]]. 1ª ed. (en castellano), Barcelona, Pedro Posa, 1493 = Ed. facsímil, Madrid 1958. BAV [=Biblioteca Apostólica Vaticana] RG Ripr. Fot. III. 41.  
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2. ''Carta a Luis de Santángel'', 15.2.1493, tr. latina de A. de Cosco, 29.4.1493. Romae, Stephanus Plannck, 1493.  
 
BAV Rossiana Inc. 674.  
 
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3.Carta a Luis de Santángel, 15.2.1493 (en latín). Basileae, Johannes Bergmann de Olpe, 1494.  
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3.''Carta a Luis de Santángel'', 15.2.1493 (en latín). Basileae, Johannes Bergmann de Olpe, 1494.  
 
BAV Rossiana Inc. 1752 (int. 2).  
 
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Se enlistan tres ediciones de la Carta en la que el inmortal genovés anuncia, por primera vez, el Descubrimiento de América. La Carta ofrece problemas sobre su datación, destinatario e integridad textual. En cuanto a la datación, sin que pueda asignársele una fecha precisa, parece haber sido escrita entre el 14 de febrero y el 15 de marzo de 1493, mientras navegaba a lo largo de las costas de Portugal, de regreso de su primer viaje; por lo que se refiere al destinatario, unos dicen que fue dirigida a Luis de Santángel, escribano de ración, otros a Gabriel Sánchez, tesorero real; De Lollis la considera dirigida a ambos a la vez: «Lettera di Cristoforo Colombo a L. Santángel e G. Sánchez»; Ballesteros cree, en cambio, que se trata de dos cartas diferentes, aunque casi iguales, y casi en la misma fecha; esto explicaría las diferencias de datación y las variantes textuales.  
 
Se enlistan tres ediciones de la Carta en la que el inmortal genovés anuncia, por primera vez, el Descubrimiento de América. La Carta ofrece problemas sobre su datación, destinatario e integridad textual. En cuanto a la datación, sin que pueda asignársele una fecha precisa, parece haber sido escrita entre el 14 de febrero y el 15 de marzo de 1493, mientras navegaba a lo largo de las costas de Portugal, de regreso de su primer viaje; por lo que se refiere al destinatario, unos dicen que fue dirigida a Luis de Santángel, escribano de ración, otros a Gabriel Sánchez, tesorero real; De Lollis la considera dirigida a ambos a la vez: «Lettera di Cristoforo Colombo a L. Santángel e G. Sánchez»; Ballesteros cree, en cambio, que se trata de dos cartas diferentes, aunque casi iguales, y casi en la misma fecha; esto explicaría las diferencias de datación y las variantes textuales.  
  
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El 29 de abril de 1493 A. de Cosco terminaba la traducción latina del texto original castellano y era publicada en las prensas de Stephanus Plannck poco después. A su vez, Giuliano Dati publicaba una traducción italiana versificada, Florencia, 26 de octubre de 1493.  
 
El 29 de abril de 1493 A. de Cosco terminaba la traducción latina del texto original castellano y era publicada en las prensas de Stephanus Plannck poco después. A su vez, Giuliano Dati publicaba una traducción italiana versificada, Florencia, 26 de octubre de 1493.  
  
El texto latino de A. de Cosco corrió pronto por Europa. Al año siguiente lo reimprimía en Basilea Johannes Bergmann de Olpe como segunda parte de un volumen intitulado: In laudem Serenissimi Ferdinandi Hispaniarum regis, Bethicae et regni Granatae, obsidio, victoria et triumphus. Et de Insulis in mari Indico nuper inuentis. La primera parte del título corresponde al drama compuesto por Carlos Verardo para celebrar la victoria de Fernando el Católico sobre los moros de Granada y representado en Roma en 1492.  
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El texto latino de A. de Cosco corrió pronto por Europa. Al año siguiente lo reimprimía en Basilea Johannes Bergmann de Olpe como segunda parte de un volumen intitulado: ''In laudem Serenissimi Ferdinandi Hispaniarum regis, Bethicae et regni Granatae, obsidio, victoria et triumphus. Et de Insulis in mari Indico nuper inuentis'''. La primera parte del título corresponde al drama compuesto por Carlos Verardo para celebrar la victoria de Fernando el Católico sobre los moros de Granada y representado en Roma en 1492.  
  
El incunable lleva en la portada un grabado que representa al rey Fernando. La segunda parte, Et de Insulis ... , se refiere a la Epistola Christophori Colom (cui aetas nostra multum debet: de Insulis in mari Indico nuper inuentis: ad quas perquirendas octauo antea mense: auspiciis et aere inuictissimi Ferdinandi Hispaniarum Regis missus fuerat). Esta segunda parte del incunable va ilustrado con grabados que representan una nave, «Oceanica Classis», o sea la nave de Colón, que era el «Praefectus classis oceanicae» o Almirante de la armada del océano; y las islas descubiertas que son indicadas por los nombres que les impuso Colón [Islas de las Antillas: “Salvatoris”, “Conceptionis Mariae”“Hispana”, “Fernanda”, “Ysabella”].  
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El incunable lleva en la portada un grabado que representa al rey Fernando. La segunda parte, ''Et de Insulis'' ... , se refiere a la ''Epistola Christophori Colom (cui aetas nostra multum debet: de Insulis in mari Indico nuper inuentis: ad quas perquirendas octauo antea mense: auspiciis et aere inuictissimi Ferdinandi Hispaniarum Regis missus fuerat)''. Esta segunda parte del incunable va ilustrado con grabados que representan una nave, «''Oceanica Classis''», o sea la nave de Colón, que era el «''Praefectus classis oceanicae''» o Almirante de la armada del océano; y las islas descubiertas que son indicadas por los nombres que les impuso Colón [Islas de las [[CONQUISTA_PACÍFICA_(4);_Cuarteamiento_del_Plan_de_Tierra_Firme | Antillas]]  “''Salvatoris''”, “''Conceptionis Mariae''
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“''Hispana''”, “''Fernanda''”, “''Ysabella''”].  
  
 
La Carta fue recibida en Europa con avidez indecible. Sólo en los siete años que quedaban del siglo XV fue editada o traducida diecisiete veces. Nada de extraño. La Carta era, no sólo el primer anuncio, sino también la primera historia de un mundo tan maravillosa que con el nuestro [europeo] no parecía tener nada de semejante. Todo allí era superlativo. El mismo Colón parece resistirse a creer lo que había visto y ahora narra con la mayor sencillez: «innumerables gentes», «innumerables pueblos», islas «fertilísimas», «muy bellas», «muchos, copiosos y saludables ríos», «elevadísimos montes», «mucha diversidad de árboles de inmensa elevación», «unos colmados de flores, otros cargados de frutos», «palmas superiores a las nuestras en su altura y belleza», «pinos admirables, campos y prados vastísimos, varias aves, diversas mieles y diversos metales, excepto hierro», «cantaban el ruiseñor y otras varias e innumerables aves, y cantaban en el mes de noviembre» ... «Los habitantes de uno y otro sexo ... andan siempre desnudos como nacieron», «no tienen armas », «son bien formados», «son tímidos y llenos de cobardía », «ni son perezosos ni rudos, sino de un grande y perspicaz ingenio». Quedaba así creada la primera imagen de América.  
 
La Carta fue recibida en Europa con avidez indecible. Sólo en los siete años que quedaban del siglo XV fue editada o traducida diecisiete veces. Nada de extraño. La Carta era, no sólo el primer anuncio, sino también la primera historia de un mundo tan maravillosa que con el nuestro [europeo] no parecía tener nada de semejante. Todo allí era superlativo. El mismo Colón parece resistirse a creer lo que había visto y ahora narra con la mayor sencillez: «innumerables gentes», «innumerables pueblos», islas «fertilísimas», «muy bellas», «muchos, copiosos y saludables ríos», «elevadísimos montes», «mucha diversidad de árboles de inmensa elevación», «unos colmados de flores, otros cargados de frutos», «palmas superiores a las nuestras en su altura y belleza», «pinos admirables, campos y prados vastísimos, varias aves, diversas mieles y diversos metales, excepto hierro», «cantaban el ruiseñor y otras varias e innumerables aves, y cantaban en el mes de noviembre» ... «Los habitantes de uno y otro sexo ... andan siempre desnudos como nacieron», «no tienen armas », «son bien formados», «son tímidos y llenos de cobardía », «ni son perezosos ni rudos, sino de un grande y perspicaz ingenio». Quedaba así creada la primera imagen de América.  
  
Pero, quedaba también abierto - y nos interesa señalarlo de entrada - un inmenso campo para la evangelización. Ni pasó esto desapercibido a la fuerte vena mística del Descubridor: «les di muchos utensilios bellos y preciosos que había llevado conmigo, sin exigir recompensa para atraérmelos con más facilidad, para que reciban la fe de Jesucristo» ... «No conocen la idolatría» ... «No hay en todas estas islas diversidad alguna en la fisonomía, en las costumbres o lengua, antes bien, todos se entienden recíprocamente; lo que es en mi dictamen muy ventajoso para que se verifiquen los deseos de nuestro Serenísimo Rey, reducidos a que se conviertan o profesen la santa fe de Cristo, a la que, según mi entender, están prontos y dispuestos» ... «Así pues, el Rey, la Reina, los Príncipes y sus reinos felicísimos, como toda la Cristiandad, tributen gracias a nuestro Salvador Jesucristo ... al ver la próxima salvación de tantos pueblos, entregados hasta ahora a la perdición». Indudablemente estas informaciones, y las que luego comunicaría directamente a Isabel y Fernando [los Reyes Católicos de España], serán la fuente de inspiración de las bulas alejandrinas.  
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Pero, quedaba también abierto - y nos interesa señalarlo de entrada - un inmenso campo para la evangelización. Ni pasó esto desapercibido a la fuerte vena mística del Descubridor: «les di muchos utensilios bellos y preciosos que había llevado conmigo, sin exigir recompensa para atraérmelos con más facilidad, para que reciban la fe de Jesucristo» ... «No conocen la idolatría» ... «No hay en todas estas islas diversidad alguna en la fisonomía, en las costumbres o lengua, antes bien, todos se entienden recíprocamente; lo que es en mi dictamen muy ventajoso para que se verifiquen los deseos de nuestro Serenísimo Rey, reducidos a que se conviertan o profesen la santa fe de Cristo, a la que, según mi entender, están prontos y dispuestos» ... «Así pues, el Rey, la Reina, los Príncipes y sus reinos felicísimos, como toda la Cristiandad, tributen gracias a nuestro Salvador Jesucristo ... al ver la próxima salvación de tantos pueblos, entregados hasta ahora a la perdición». Indudablemente estas informaciones, y las que luego comunicaría directamente a Isabel y Fernando [los Reyes Católicos de España], serán la fuente de inspiración de las [[BULAS_ALEJANDRINAS | bulas alejandrinas]].  
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De Lollis, ''Scritti'' 1, 120-34; C. Vare1a, '' [[COLÓN,_Cristóbal | Cristóbal Colón]]. Textos y documentos completos. Relaciones de viajes, cartas y memoriales'', Madrid 1984² 139-46; ''Bibliotheca Americana'' n° 1-9; C. Sanz, ''El secreto de la Carta de Colón (Crítica histórica) y Otras adiciones a la Bibliotheca Americana Vetustissima'', Madrid 1959; Esteve Barba, ''Historiografia indiana'', 23-4; J. ''Gil, Mitos y utopías del descubrimiento'': I. Colón y su tiempo, Madrid 1989, 1992.
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'''ISAAC VÁZQUEZ JANEIRO ''© Caeli novi et terra nova. La evangelización del Nuevo Mundo a través de libros y documentos.'''''
  
BIBLIOGRAFÍA
 
De Lollis, Scritti 1, 120-34; C. Vare1a, Cristóbal Colón. Textos y documentos completos. Relaciones de viajes, cartas y memoriales, Madrid 1984² 139-46; Bibliotheca Americana n° 1-9; C. Sanz, El secreto de la Carta de Colón (Crítica histórica) y Otras adiciones a la Bibliotheca Americana Vetustissima, Madrid 1959; Esteve Barba, Historiografia indiana, 23-4; J. Gil, Mitos y utopías del descubrimiento: I. Colón y su tiempo, Madrid 1989, 1992.
 
  
ISAAC VÁZQUEZ JANEIRO © Caeli novi et terra nova. La evangelización del Nuevo Mundo a través de libros y documentos.
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[[BULAS_ALEJANDRINAS|BULAS ALEJANDRINAS]]
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Revisión actual del 14:44 7 ago 2020

1. Carta a Luis de Santángel, 15.2.1493, anunciando el descubrimiento del Nuevo Mundo. 1ª ed. (en castellano), Barcelona, Pedro Posa, 1493 = Ed. facsímil, Madrid 1958. BAV [=Biblioteca Apostólica Vaticana] RG Ripr. Fot. III. 41. 2. Carta a Luis de Santángel, 15.2.1493, tr. latina de A. de Cosco, 29.4.1493. Romae, Stephanus Plannck, 1493. BAV Rossiana Inc. 674. 3.Carta a Luis de Santángel, 15.2.1493 (en latín). Basileae, Johannes Bergmann de Olpe, 1494. BAV Rossiana Inc. 1752 (int. 2).

Se enlistan tres ediciones de la Carta en la que el inmortal genovés anuncia, por primera vez, el Descubrimiento de América. La Carta ofrece problemas sobre su datación, destinatario e integridad textual. En cuanto a la datación, sin que pueda asignársele una fecha precisa, parece haber sido escrita entre el 14 de febrero y el 15 de marzo de 1493, mientras navegaba a lo largo de las costas de Portugal, de regreso de su primer viaje; por lo que se refiere al destinatario, unos dicen que fue dirigida a Luis de Santángel, escribano de ración, otros a Gabriel Sánchez, tesorero real; De Lollis la considera dirigida a ambos a la vez: «Lettera di Cristoforo Colombo a L. Santángel e G. Sánchez»; Ballesteros cree, en cambio, que se trata de dos cartas diferentes, aunque casi iguales, y casi en la misma fecha; esto explicaría las diferencias de datación y las variantes textuales.

La Carta escrita en castellano, fue editada, por primera vez, en Barcelona, y no mucho después, otra vez en el mismo lugar; se conservan sendos únicos ejemplares, de la primera en la Biblioteca pública de Nueva York, de la segunda en la Ambrosiana de Milán.

El 29 de abril de 1493 A. de Cosco terminaba la traducción latina del texto original castellano y era publicada en las prensas de Stephanus Plannck poco después. A su vez, Giuliano Dati publicaba una traducción italiana versificada, Florencia, 26 de octubre de 1493.

El texto latino de A. de Cosco corrió pronto por Europa. Al año siguiente lo reimprimía en Basilea Johannes Bergmann de Olpe como segunda parte de un volumen intitulado: In laudem Serenissimi Ferdinandi Hispaniarum regis, Bethicae et regni Granatae, obsidio, victoria et triumphus. Et de Insulis in mari Indico nuper inuentis'. La primera parte del título corresponde al drama compuesto por Carlos Verardo para celebrar la victoria de Fernando el Católico sobre los moros de Granada y representado en Roma en 1492.

El incunable lleva en la portada un grabado que representa al rey Fernando. La segunda parte, Et de Insulis ... , se refiere a la Epistola Christophori Colom (cui aetas nostra multum debet: de Insulis in mari Indico nuper inuentis: ad quas perquirendas octauo antea mense: auspiciis et aere inuictissimi Ferdinandi Hispaniarum Regis missus fuerat). Esta segunda parte del incunable va ilustrado con grabados que representan una nave, «Oceanica Classis», o sea la nave de Colón, que era el «Praefectus classis oceanicae» o Almirante de la armada del océano; y las islas descubiertas que son indicadas por los nombres que les impuso Colón [Islas de las AntillasSalvatoris”, “Conceptionis Mariae ”, “Hispana”, “Fernanda”, “Ysabella”].

La Carta fue recibida en Europa con avidez indecible. Sólo en los siete años que quedaban del siglo XV fue editada o traducida diecisiete veces. Nada de extraño. La Carta era, no sólo el primer anuncio, sino también la primera historia de un mundo tan maravillosa que con el nuestro [europeo] no parecía tener nada de semejante. Todo allí era superlativo. El mismo Colón parece resistirse a creer lo que había visto y ahora narra con la mayor sencillez: «innumerables gentes», «innumerables pueblos», islas «fertilísimas», «muy bellas», «muchos, copiosos y saludables ríos», «elevadísimos montes», «mucha diversidad de árboles de inmensa elevación», «unos colmados de flores, otros cargados de frutos», «palmas superiores a las nuestras en su altura y belleza», «pinos admirables, campos y prados vastísimos, varias aves, diversas mieles y diversos metales, excepto hierro», «cantaban el ruiseñor y otras varias e innumerables aves, y cantaban en el mes de noviembre» ... «Los habitantes de uno y otro sexo ... andan siempre desnudos como nacieron», «no tienen armas », «son bien formados», «son tímidos y llenos de cobardía », «ni son perezosos ni rudos, sino de un grande y perspicaz ingenio». Quedaba así creada la primera imagen de América.

Pero, quedaba también abierto - y nos interesa señalarlo de entrada - un inmenso campo para la evangelización. Ni pasó esto desapercibido a la fuerte vena mística del Descubridor: «les di muchos utensilios bellos y preciosos que había llevado conmigo, sin exigir recompensa para atraérmelos con más facilidad, para que reciban la fe de Jesucristo» ... «No conocen la idolatría» ... «No hay en todas estas islas diversidad alguna en la fisonomía, en las costumbres o lengua, antes bien, todos se entienden recíprocamente; lo que es en mi dictamen muy ventajoso para que se verifiquen los deseos de nuestro Serenísimo Rey, reducidos a que se conviertan o profesen la santa fe de Cristo, a la que, según mi entender, están prontos y dispuestos» ... «Así pues, el Rey, la Reina, los Príncipes y sus reinos felicísimos, como toda la Cristiandad, tributen gracias a nuestro Salvador Jesucristo ... al ver la próxima salvación de tantos pueblos, entregados hasta ahora a la perdición». Indudablemente estas informaciones, y las que luego comunicaría directamente a Isabel y Fernando [los Reyes Católicos de España], serán la fuente de inspiración de las bulas alejandrinas.

Bibliografía

De Lollis, Scritti 1, 120-34; C. Vare1a, Cristóbal Colón. Textos y documentos completos. Relaciones de viajes, cartas y memoriales, Madrid 1984² 139-46; Bibliotheca Americana n° 1-9; C. Sanz, El secreto de la Carta de Colón (Crítica histórica) y Otras adiciones a la Bibliotheca Americana Vetustissima, Madrid 1959; Esteve Barba, Historiografia indiana, 23-4; J. Gil, Mitos y utopías del descubrimiento: I. Colón y su tiempo, Madrid 1989, 1992.


ISAAC VÁZQUEZ JANEIRO © Caeli novi et terra nova. La evangelización del Nuevo Mundo a través de libros y documentos.