CAMPECHE. Capital del Estado mexicano del mismo nombre
Ubicación geográfica.
El actual Estado de Campeche tiene una extensión de 50,812 Km2 ocupando la porción occidental de la península Yucateca. Limita al noreste con el estado de Yucatan, al este con el Estado de Quintana Roo, al suroeste con el estado de Tabasco al sur con la república de Guatemala y al oeste con el litoral del golfo de México.[1]El clima es Calido tropical humedo, con temperaturas entre 28 y 42 ºC. La entidad tiene cuatro zonas fisiográficas: la región serrana del noreste, con planicies y lomerios de 300m de altura, y vegetación de selva baja, la región de las aguadas y rios del suroeste que incluyen las cuencas del rio candelaria y Palizada y la laguna de Terminos y cuya vegetación se compone de manglares y selvas bajas, el àrea del Peten en el sur con selvas altas y densas y la región del litoral[2]. Es el estado mexicano con mayor producción de petróleo.
Más que una península, Yucatán fue durante muchos siglos prácticamente una isla: por el oriente y el sur, la inmensa selva era un caparazón intrincable que no llevaba a ninguna tierra de promisión; al poniente los insalvables pantanos de tabasco hacían imposible toda comunicación con el centro…“[3]La pertenencia a la República de México era sólo de palabra. El comercio, la educación de los poderosos y otros menesteres se realizaban preferentemente con Cuba.”.[4]
La nominación del cacicazgo de Can Pech o Ah Kin Pech, con la población destacada del mismo nombre, proviene de los vocablos can, serpiente, y pech, garrapata; estas palabras parecen referirse a uno de sus templos construido sobre una plataforma en la que se encontraban diversas esculturas de serpientes con una garrapata en la cabeza, a manera de animales totémicos. Otra versión señala que significa el Señor Sol Garrapata. Como lo pronunciaron los españoles, Kan Pech, quiere decir: lugar de serpientes y garrapatas; sus poblaciones principales fueron Yaxcab, Samulá, Chiná, Tixbulul (Lerma), Tixmucuy y Hampolol.
Historia.
El antecedente histórico prehispanico corresponde a la cultura Maya que es compartido con sus particularidades en los actuales estados de Tabasco, Chiapas, Yucatán, Quintana Roo y los paises de Belice, Guatemala y Honduras. Cuando se inició la conquista continental por los españoles, la zona Maya estaba viviendo su etapa postclásica: la mayoría de sus asentamientos estaban abandonados, sus grandes construcciones se caían por la sequia y por las guerras inter ciudades; persistian grupos dispersos de maya-hablantes, sobre todo en la selva y solo algunas ciudades- estado, depauperadas y en ruinas.
Tras la destrucción de Mayapan (1441-1461) en la península de Yucatán, se crearon grandes rivalidades entre los mayas, y se formaron diversas jurisdicciones independientes llamadas Kuchkabal. En cada Kuchkabal había un Halach Uinik (maya: Halach Uinik; Hombre de mando) quien era el jefe con la máxima autoridad militar, judicial y política y que vivía en una ciudad principal considerada la capital de la jurisdicción. Esta distribución política dificultó la existencia de una nación, pero favoreció la defensa de sus territorios.
Existen numerosos vestigios arqueológicos como testimonio de que Campeche estuvo poblado antes del inicio de la era cristiana; destacan objetos cerámicos y restos de construcciones ubicadas en sitios como Río Bec, Xpuhil y Tixchel. Tampoco podría omitirse que los olmecas contribuyeron a la formación de las culturas zapoteca y maya.
Conviene señalar que todas las construcciones mayas tienen un mismo origen y no por ello dejan de presentar desigualdades, no sólo como consecuencia de los diferentes años en que fueron construidas, sino también por la relación con los diversos caciques o dioses predominantes. Particularmente, el eminente estudioso de esta región -Román Piña Chan- ha determinado que la cultura maya se distingue en el lapso conocido como Horizonte Clásico (200 a 900 años d.C.) por la construcción de centros ceremoniales que no siempre tienen el mismo tamaño o estilo, sea por la bóveda de piedras saledizas o un arco falso; la devoción por las estelas con inscripciones calendáricas; la cerámica pintada en varios colores y el carácter teocrático de su sociedad; la numeración y escritura jeroglífica, el calendario y las observaciones astronómicas; el desarrollo de las artesanías y el arte, el comercio intensivo, la religión avanzada. Estos y otros factores culturales le imprimieron el sello de una verdadera civilización.
Los cacicazgos que se encontraban en el territorio del estado de Campeche eran conocidos con los nombres de Ah Canul, Can Pech o Ah Kin Pech, Chakamputún, Tixchel y Acalán. Ah Canul tenía como principal población a Calkiní, cuyo nombre maya significa cuello del sol. De conformidad con el documento conocido con el nombre de Códice a Calkiní, la población fue fundada por Tzab Canul, quien era el mayor de nueve hermanos del linaje que gobernaba ese cacicazgo; el lugar elegido para su fundación, después de acaecida la destrucción de Mayapán en 1441-1443, fue bajo la sombra de una frondosa ceiba o yaxché, árbol sagrado de los mayas; al lugar lo llamaron Tuc-ca'an o rincón del cielo, y se encontraba cercano al pozo Halim. Como poblaciones importantes podemos citar: Maxcanú, Opichén, Halachó, Bécal, Pocboc, Hecelchakán y Nunkiní.
Virreinato
El 8 de febrero de 1517, al mando de Francisco Hernández de Córdoba, zarpó de la Isla de Cuba la primera expedición exploradora de Yucatán. Después de tocar Isla Mujeres, la crónica de Bernal Diaz del Castillo↗ narra que después avistaron un poblado sembrado en la costa, desembarcaron cautelosamente el 22 de marzo en un lugar conocido como Ah Kin Pech o Can Pech y que bautizaron como San Lázaro; en ese lugar se celebró la primer Misa en el territorio de lo que hoy es México, repostaron y cargaron agua. Al acercarse los mayas, los españoles indicaron por medio de señas que venían en son de paz; el cacique de la región les preguntó si venían de donde sale el sol, mencionando la palabra "castilán". Los españoles, sorprendidos ante esta palabra, respondieron afirmativamente, y el cacique los invitó a su población, en donde se encendió copal. Por medio de señas, y por recomendación del Cacique abandonaron el lugar al caer la tarde llegando a Chanka-putum, (Champoton) donde libraron una batalla donde murieron 47 soldados siendo herido el capitán Hernández de Córdoba quien murió en Cuba a resultas de las heridas recibidas; a ese lugar le bautizaron como “bahía de la mala batalla”.
En 1518 Juan de Grijalva organizó otra expedición que tocó Cozumel, Campeche y Champoton pero siguió hasta la desembocadura del río que lleva su nombre. En 1519, Hernán Cortés↗ hizo el mismo recorrido pero sin parar en Campeche. Una vez concluida la conquista de Tenochtitlan (13 de agosto de 1521), Francisco de Montejo viajó a España donde solicitó a Carlos V permiso para conquistar la peninsula de Yucatán. En 1526 la corona española otorgó a Montejo el tìtulo de adelantado, gobernador, alguacil mayor y capitán general de Yucatán. Para la conquista de Yucatán, Montejo realizó tres intentos; el primero de 1527 a 1529 en el que fue ayudado por el capitán Alonso Dávila a quien conocia desde la expedición de Cortés. Partió a Chetumal donde fue ayudado por el cacique Naum Pat[5], se adentro a tierra firme y cerca de Xel-Há ( Campeche) fundó una villa llamada Salamanca. Después de algunas expediciones que lo llevaron hasta Honduras, regreso diezmado por el hambre y los ataques de los naturales a Xel-Há, donde encontró a 12 sobrevivientes españoles abandonando así la península en 1528.
A fines de 1530 realizo un nuevo intento para conquistar la península; en esta ocasión su hijo, Francisco de Montejo y León “El Mozo”, fundó en Tabasco la población de Salamanca de Xicalango, y Alonso Dávila la de Salamanca de Acalan en la zona Chontal (en Bacalar). Desde ahí emprendieron la conquista de la península. En 1531 fundan Salamanca de Campeche y otros asentamientos peninsulares. Sin embargo este segundo intento tampoco prosperó; en 1534 Francisco de Montejo ”el Mozo”, fue vencido por los mayas en Chichen Itza, por lo que abandonan la peninsula por cinco años.
Hacia 1537, “el adelantado” quien gobernaba Tabasco, asignó a Lorenzo de Godoy instalar la primera guarnición en San Pedro de Champoton, la que mantuvieron con muchas dificultades pues no contaban ni con gente ni soldados. Un sobrino de Francisco de Montejo que tenía su mismo nombre y apellido tomó el mando y le cambio el nombre por el de “Salamanca de Champotón”
El “adelantado” llegó a la ciudad Real de Chiapa (San Cristobal de las Casas) en 1540 y desde ahí envío a Francisco Gil como jefe de la guarnición de Champoton y nombró a su hijo “teniente de gobernador”. Así Francisco de Montejo “El Mozo”, al mando de unos 30 soldados, fundó San Francisco de Campeche, que incluía Chakan Putum, Can Pech y Ah Canul.
La Evangelización de la península dio inicio con los Franciscanos↗ que erigieron la primera Iglesia y el primer convento de San Francisco en Campeche. La villa de aquel entonces se edificó en torno a una plaza ocupada únicamente por la picota: una columna que servía como símbolo de poder y justicia española. Alrededor de la plaza se construyeron la parroquia de Nuestra Señora de la Purísima Concepción, la Audiencia y las casas de los conquistadores de rango más elevado. En torno a una plaza menor se construiría el mercado y se desarrollaría la vida comercial. La villa fundada por los españoles quedó un tanto apartada de la localidad maya. Los españoles hicieron su vida en torno a la plaza, en el actual barrio de San Román, mientras que los indígenas se agregaron en los antiguos asentamientos prehispánicos, actualmente los barrios de San Francisco y Siete de Agosto.
Los indígenas mexicas que llegaron con los conquistadores ocuparon el barrio de San Francisco, y la población de esclavos provenientes de África los barrios de Santa Ana y Santa Lucía.[6]El comercio marítimo condicionó el desarrollo de la villa, por lo que ésta fue diseñada con un modelo renacentista, una traza regular en damero en torno a una plaza excéntrica que, según las ordenanzas de la Corona Española debía servir para las fiestas y ceremonias, orientada en torno a su bahía.
A la conquista armada siguió la conquista espiritual. La primera orden religiosa que llegó a Campeche fue la de los franciscanos↗ quienes se establecieron en 1535, pero tuvieron que retirarse por una serie de dificultades con los indigenas y con los españoles, regresando cinco años después cuando Montejo “el mozo”, se estableció en Campeche. La evangelización↗ fue similar a la realizada en toda Nueva España↗: una vez vencida la barrera del idioma, los franciscanos no tuvieron mayor dificultad, y fueron la única orden que llevó a cabo esta tarea en la provincia de San José, que era como se nombraba a la Península de Yucatán.
En 1542, el rey Carlos V proclamó las «Leyes Nuevas» que establecían la libertad de los indios como súbditos de la Corona. La esclavitud quedó legalmente abolida y las « encomiendas» limitadas y mejor reglamentadas. Los que no fueron encomendados quedaron bajo la jurisdicción real y recibieron el nombre de «pueblos de la Real Corona». Sin embargo los indígenas de las encomiendas continuaron sufriendo un trato parecido a la esclavitud. Los frailes lucharon por defender los derechos de los indígenas, preservar su libertad y limitar los abusos de los conquistadores. Gracias a ello, en 1547 Felipe II de España emitió una cédula real en favor de la libertad personal de los indígenas, y para cerciorarse de que sus intereses se cumplieran, creó una Alcaldia Mayor para la provincia de Yucatán.
En 1761 Francisco Uc de los Santos (Jacinto Can ek), un indígena nacido en el barrio de San Román, encabezó en la villa de Campeche una rebelión indígena contra la dominación española; la rebelión fracasó y Jacinto Can Ek fue ejecutado el mismo año. A lo largo del período virreinal Campeche destacó como puerto de gran importancia y estableció contactos comerciales y políticos con otras provincias de la Nueva España y el exterior[7]. Se traficaba con Palo de tinte o de Campeche, muy apreciado en Europa antes de la era de las anilinas, con maderas preciosas y con oro amonedado, plata y especias.
A su regreso a España, los navíos llevaban sus bodegas cargadas de tesoros que despertaban la codicia de otras naciones y de ladrones del mar quienes se convirtieron en una gran amenaza, con el auspicio y apoyo de las coronas de Holanda, Francia, Inglaterra y Portugal. Por ello durante el S. XVI hasta el XVIII, Campeche se convirtió en blanco de continuos ataques de corsarios, piratas y filibusteros, lo que obligó a amurallar la Ciudad. Así se convirtió en la segunda ciudad amurallada de la América Española, después de Cartagena de Indias en Colombia. La muralla campechana esta conformada por una planta hexagonal irregular demarcada por baluartes: el de San Carlos, el de la Soledad, el de San Pedro, el de San Francisco, el San Juan y el de Santa Rosa de Lima. Fue el Ingeniero frances Louis Bouchard de Becour el encargado de unificar todas las obras defensivas que rodeaban a la ciudad con un muro que, al final, medía 2560 metros de longitud. Existían también varias puertas que permitían la entrada y salida de la ciudad amurallada siendo los dos mas importantes la Puerta de Mar y la Puerta de tierra. La Puerta de Guadalupe y la de San Roman servian para comunicar a estos barrios Dentro de la muralla se resguardaban las autoridades y los tesoros, mientras que la población general vivía fuera de la muralla. Además se construyeron dos fortalezas cerca de dos colinas para proteger a la ciudad: los fuertes de San José El Alto (construido en 1762) y el de San Miguel, con sus dos baterías.
Se tienen bien documentados siete ataques contra la ciudad, así como algunas batallas libradas por los habitantes del lugar para defender sus propiedades. Entre los atacantes se mencionan: John Hawkins; Francis Drake, William Parker, Cornelio Holtz, de origen Holandés llamado “pata de palo”; Diego “el mulato” de origen cubano, James Jackson, Myngs Henry Morgan, Edward Mansvelt; Bartholomew; Roche Brasiliano, Jean David Nau apodado el Olonés, Laurens de Graff mejor conocido como Lorencillo; El francés Michael Grammont y Lewis Scott. Jan Lafitte; Una mención especial merece Mary Read quien, a pesar de las restricciones para que las mujeres se aventuraran en el mar, se hizo pirata.
En 1777 la Villa de San Francisco de Campeche fue elevada al rango Ciudad y le fue otorgado por el Rey de España Carlos III un escudo de armas, el cual esta dividido en cuatro cuarteles en fondo rojo; los cuarteles arriba a la izquierda y abajo a la derecha tienen dos torres almenadas y los otros dos, alternados sobre fondo azur, un barco de vela navegando. El escudo denota la importancia naval de la ciudad y su carácter de amurallado.
Notas
- ↑ Martos ,L., Campeche, Historia, arqueología-tradiciones. Monclem Edo.de Mex. 2007
- ↑ Ibídem.
- ↑ Hernández de la Cruz Felipe: Prólogo al libro de Marisol Ceh Moo: T’ambilák men tunk’ulilo’ob. (El llamado de los Tunk’ules) pp 177-185. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Mex.2011.
- ↑ Op Cit.
- ↑ Quezada S. Yucatán, historia breve, FCE, 2da ed. 2011
- ↑ Canto V. NA. Catalogo del archivo histórico de la Diosesis de Campeche- 1638-1998, Gobierno del Edo. de Campeche. 1999
- ↑ Martos, obra citada.
Bibliofrafía
- Martos L. Campeche, Historia, arqueología-tradiciones. Monclem, Mex. 2007
- Marisol Ceh Moo. T’ambilák men tunk’ulilo’ob. (El llamado de los unk’ules) Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. México, 2011.
- Quezada S. Yucatán, historia breve. Fondo de Cultura Económica, 2 ed. México 2011
- Canto V. NA. Catalogo del archivo histórico de la Diócesis de Campeche- 1638-1998, Gobierno del Edo. de Campeche. 1999
OCTAVIO CASTILLO Y LÓPEZ