QUINTANA ROO. Marginación y evangelización tardía

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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La geografía de la península de Yucatán nos describe un territorio sin ninguna elevación ni río, pero con una precipitación pluvial media anual de 1100 mm, además de estar totalmente expuesta a los frecuentes huracanes que, desde junio y hasta octubre se forman en el Océano Atlántico y mar Caribe.

Estas condiciones naturales hacen que la superficie de la Península esté cubierta por inmensas selvas tropicales e interminables pantanos, impidiendo casi toda comunicación con otras regiones por lo que durante siglos, más que una península Yucatán fue una verdadera «isla».

La región oriental de la Península, la más expuesta a los huracanes, era llamada por los mayas «U Péetlu umil». Las aldeas y centros de población estaban situados entre la selva y la playa; una de esas aldeas de pescadores era llamada «Kaan Kumm» (nido de serpientes). La belleza natural del lugar conjugada con el desarrollo de la aviación civil, propiciaron un acelerado crecimiento de esa aldea que gracias al turismo es hoy conocida mundialmente como «Cancún». Otros poblados cercanos también son hoy ya muy conocidos: Tulum, Tupak, Xel-Há, Xcaret, etc.

Pero su anterior aislamiento no solo propició su marginación de los admirables esfuerzos de los misioneros franciscanos para integrar la Península a la Iglesia y a la Corona, sino que, ya en el siglo XIX, los gobiernos republicanos independientes convirtieran esa región en un lugar de castigo para los adversarios de los distintos regímenes políticos.

Asignación del nombre «Quintana Roo»[1]

La «Guerra de castas» -iniciada en Yucatán en 1847- concluyó en 1901 dejando detrás una estela de sangre y destrucción. El 4 de noviembre de ese mismo año de 1901, el presidente Porfirio Díaz envió a la Cámara de Diputados el proyecto de ley que proponía la erección del «territorio de Quintana Roo» con capital en Chetumal en lo que había sido el territorio maya de «U Péetlu umil».[2]

Una vez aprobado su proyecto, el 24 de noviembre de 1902 Porfirio Díaz erigió el Territorio federal de Quintana Roo, nombrando al general José María Vega como su primer «jefe político». Varias campañas contra los indígenas mayas habían sido implementadas previamente por el general Victoriano Huerta, quien había llegado a la Bahía de Ascensión poco antes, en mayo de 1902. Los propósitos del presidente Díaz en crear el territorio de Quintana Roo fueron dos: “repartir las inmensas riquezas naturales entre sus incondicionales, y abrir un campo punitivo para sus enemigos.”.[3]El general Vega fue sustituido por el general Ignacio. A. Bravo, quien se destacó por su crueldad para con los presos políticos que llegaban cada día en mayor número, e incluso también sobre el trato hacia su misma tropa, por lo que el territorio de Quintana Roo empezó a ser llamado por muchos como «la Siberia mexicana».

Evangelización de poblaciones marginadas

De igual modo como el Descubrimiento de América y su conquista física y espiritual fueron necesariamente un «proceso» gradual y progresivo, también lo fue el proceso de Evangelización del Continente, dejando al margen durante mucho tiempo a poblaciones situadas en lugares de acceso muy complicado y difícil.

Buscando solucionar ese problema, varias Órdenes religiosas empezando por los franciscanos implementaron misiones en distintas partes como Texas; pero fueron los jesuitas los que con sus « misiones de frontera» alcanzaron éxitos notables, siendo célebres las Reducciones del Paraguay, las misiones de las Californias, las del Chaco y las Maynas.

A pesar de esos encomiables esfuerzos, quedaron siempre algunas regiones incomunicadas y separadas de toda posibilidad de integración. En los inicios del siglo XX, una misión Pontificia enviada a la Amazonia bajo la dirección del Padre Giovanni Genochi, misionero del Sagrado Corazón, pudo describir con gran detalle las penosas condiciones en las que sobrevivían poblaciones diseminadas en medio de las selvas amazónicas. En base a esa información, el papa San Pío X publicó la encíclica «Lacrimabili statu Indorum».[4]

La situación de la Amazonia descrita en esa encíclica era muy similar a la que se vivía en la región de Quintana Roo, con el agravante de su forzada condición de constituir campos de castigo para presos de los regímenes políticos mexicanos, situación que no encontramos en otras regiones del Continente.

El devastador huracán «Janet» que azotó Quintana Roo en septiembre de 1955, devastó por completo a Chetumal y demás aldeas. Las autoridades abandonaron la región que quedó convertida en una «tierra de nadie», insalubre e inhabitable. Pasaron muchos años para que se llevara a cabo una muy tímida reconstrucción que volvió a llevar unos pocos habitantes a Chetumal, apenas los suficientes para justificar que el 8 de octubre de 1975 el entonces presidente Luis Echeverría erigiera el «Estado libre y soberano de Quintana Roo».

Actualidad de la evangelización en Quintana Roo

Después de concluida la «guerra de castas» en 1901, varios sacerdotes de la Diócesis de Mérida intentaron con poco éxito, proclamar el Evangelio en la región costera de Quintana Roo. Años después algunos misioneros estadounidenses pertenecientes a la Orden MaryKnoll,[5]retomaron esa Misión. El 23 de mayo de 1970, el Papa Paulo VI erigió la prelatura de Chetumal mediante la bula «Qui ad Beati Pauli», encomendando a la Congregación de los Legionarios de Cristo apoyar la labor pastoral del Administrador Apostólico, Presbítero Jorge Bernal Vargas, quien fue designado para dirigir la nueva prelatura.

Tres años después un año después Jorge Bernal fue nombrado obispo, recibiendo la ordenación episcopal de manos del Delegado Apostólico Pío Gaspari, el 19 de marzo de 1974. Ante los cambios sociales y económicos que se fueron dando, el 20 de diciembre de 1996 mediante el decreto «Nupera urbs», la Santa Sede dispuso que la sede de la Prelatura de Chetumal, fuera trasladada a Cancún. El 15 de febrero de 2020, el papa Francisco dispuso mediante la bula «Cum mirabiliter» que la prelatura territorial de Chetumal-Cancún fuera elevada a la categoría de diócesis, nombrando como su titular a Mons. Pedro Pablo Elizondo Cárdenas.

NOTAS

  1. Andrés Quintana Roo fue un abogado y político nacido en Mérida en 1787. En Yucatán participó, junto con Lorenzo de Zavala, en el grupo político llamado San Juanista. Su esposa, Leona Vicario, participó en la conjura de Miguel Hidalgo, la que dio inicio al Movimiento de Independencia en 1810.
  2. Cfr. FRANCISCO BAUTISTA, Diccionario Histórico y geográfico de la Revolución Mexicana. Tomo V
  3. FRANCISCO BAUTISTA, Bosquejo histórico del Estado de Quintana Roo, p.752
  4. El texto original se puede consultar en «Acta Apostolicae Sedis» volumen 04 (1912), pp. 521-525,
  5. Maryknoll es el nombre con el que popularmente es conocida la «Sociedad Católica de América para las Misiones Extranjeras», la cual fue establecida en 1911 por los obispos de Estados Unidos para reclutar, entrenar, enviar y sostener misioneros estadounidenses en tierras extranjeras.


BIBLIOGRAFÍA

FRANCISCO BAUTISTA PÉREZ, Diccionario Histórico y geográfico de la Revolución Mexicana. Tomo V.

Bosquejo histórico del Estado de Quintana Roo. Ed. Del autor.

De territorio a Estado. Revista Gente, Chetumal, 2024

RICARD, ROBERT., La conquista espiritual de México, JUS, México 1947.

VV.AA. YUCATÁN EN EL TIEMPO. Mérida, 1998

PEDRO BORGES. Historia de la Iglesia en Hispanoamérica y Filipinas, II, BAC, Madrid 1992

ZAVALA SILVIO, Apuntes de Historia Nacional 1808-1974. Ed. FCE. México, 1990


JUAN LOUVIER CALDERÓN