Diferencia entre revisiones de «GUADALUPE; La Virgen María y Juan Diego.»

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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Revisión actual del 05:53 16 nov 2018

El porqué de esta voz

Nuestra Señora de Guadalupe, imagen mestiza, representa de forma excelente la habitual presencia de la Virgen María en la propagación de la Fe. Presencia visible de María que pide su vidente, que lo es ahora también de forma excelente San Juan Diego. Si María preside la vida de la Iglesia como madre, un lugar central ocupa en la conversión del Nuevo Mundo, y específicamente de México (Reino de la Nueva España) y en el resto de los reinos de las Indias. Junto a ella en México está el indio noble Cuauhtlatoatzin, el beato Juan Diego; la semilla de Dios crece con la Fuerza de lo Alto, y también en su crecimiento colaboran quienes la han recibido. El beato Cuauhtlatoatzin, los niños mártires de Tlaxcala, los “santos fiscales mártires”, indio y mestizo, de San Francisco de Cajonos, las santas beatas de Querétaro, donaron el don de la Fe recibido. Misioneros de la Nueva España fueron los españoles y los indios naturales también. Todos a su manera fueron instrumentos de la gloria de Dios y de la lucha contra el Príncipe de este Mundo.


El Libro El encuentro de la Virgen de Guadalupe y Juan Diego[1], describe y ofrece la documentación recogida para demostrar la historicidad del Acontecimiento guadalupano y del vidente Juan Diego. El encuentro, hecho, acontecimiento, evento guadalupano, tuvo lugar en 1531 y en el Reino de la Nueva España[2], «reino» que excluye lo de «colonia» , y que ni en su geografía ni en su sociedad coinciden con la actual república de México. Circunstancias que el título nota y que son necesarias para entender el encuentro.

Estado de la cuestión.

Fue Don Joaquín García Icazbalceta quien impugnó la realidad de las apariciones. Razón: no encontró probanzas de ellas[3]. Repitió cuanto Muñoz, y fray Servando habían dicho, e ignoró la refutación que de ambos hizo José Guridi y Alcocer[4]. Don Joaquín confiesa ser devoto de la Virgen, y que a nadie quisiera quitar la devoción, empero el no encontraba razón histórica de la milagrosa aparición. Aserto que se continua a repetir sin añadir nada más substancial, sino es la negación de la realidad histórica de todo hecho religioso; tema que se relega despectivo a la antropología cultural o a la creación literaria. En todo caso afirmar un hecho religioso resulta ajeno a la seriedad de la disciplina histórica.

Ernest J. Burrus ha respondido a cuantos pedían pruebas históricas del encuentro con un aséptico Repertorio bibliografico[5]. No es posible negar la evidencia del dato, del nivel historiográfico histórico; la interpretación del dato dependerá después de los humores de cada autor, empero los datos, los hechos, son muy tercos. El historiador, cristiano o no, ha de aceptar, si apurado el dato, que Cristo existió y padeció bajo el poder de Poncio Pilato; que ambos no son personajes literarios. El historiador no abrirá sus labios para confesar su fe en Cristo, pero tampoco, si tiene un mínimo de honestidad profesional, podrá abrir sus labios para acusar de fideísmo a un cristiano, por haber puesto su vida sobre un personaje literario[6].

La feliz beatificación de Juan Diego (1990) ha propuesto de nuevo el tema historiográfico del hecho guadalupano. Nuevas vías de investigación, nuevos documentos, nuevas forma de trabajo, han incrementado de forma sorprendente el acerbo documental trasmitido por la tradición y organizado por Burrus. De todas estas novedades da cuenta el Libro El encuentro... Las viejas investigaciones preferían archivos y bibliotecas. Las nuevas vías de investigación se abren con la excavaciones en el Santuario, en la casa de Juan Diego, y se ensanchan con el uso de sofisticados medios técnicos, desbordan los archivos centrales papeleando testamentos y contratos en los archivos notariales. Nuevas vías de investigación y trabajo conjunto de historiadores, lingüistas, químicos, fotógrafos, y cuantos expertos pida la variedad de la documentación allegada. Novedades que escaso espacio dejan a los preconceptos o prejuicios de ideologías históricas con independencia de su signo. Del hecho guadalupano en el día no faltan probanzas. Anticuada ha quedado la posición de García Icazbalceta. Novedades todas, cuyo portavoz es El Encuentro....

Método.

De todas las novedades del hecho guadalupano no daremos cuenta. El hecho guadalupano se sitúa en el horizonte de la conquista espiritual de la Indias, y en el horizonte de interpretación de un hecho histórico. Y enmarcados bajo ambos horizontes vemos, leemos y entendemos algunos ejemplos de las probanzas guadalupanas: de fuentes escritas, de fuentes no-escritas, y de los "archivos orales" indios [7]. A cada uno de estos tres apartados precede la necesaria alusión sobre la "fuerza probativa histórica" de las diversas fuentes. Las referencias al horizonte de la evangelización de las Indias se hacen muy generales; las indispensables para acercarse al hecho guadalupano.

I. La posición del Hecho Guadalupano en la Evangelización de las Indias: Los hechos históricos sólo se entienden en la sociedad donde han tenido su origen, y sobre todo en los ideales de esa sociedad, en su "orden originario". Los documentos se leen y entienden en sus circunstancias. El hecho guadalupano, aparición de la Virgen a Juan Diego en el cerro de Tepeyac, y su presencia posterior también. La descripción de los ideales de la sociedad del reino de la Nueva España lo es común con el resto de los reinos indianos con el toque de su peculiaridad: su magnífica y exuberante producción literaria mestiza, criolla.

1. Las constantes en la evangelización de las Indias: la presencia de María y la lucha contra el Diablo.

Que la Virgen de Guadalupe pueda ser la continuidad de las deidades femeninas telúricas aztecas no deja de ser una cavilosa e inútil suposición. Todo misionero católico, y toléresenos hispano, enseñará el catecismo, y la devoción a la Virgen Nuestra Señora, Madre de Dios y Madre Nuestra; es la Virgen Inmaculada vencedora de Satán. Se anuncia la venida del Reino de Dio, victorioso contra el Príncipe de este Mundo. Elementalísimos conceptos bíblicos, presentes en toda evangelización.

1.1 La presencia de la Virgen en la evangelización de las Indias.

El anuncio de la Salvación es el anuncio de Cristo, Dios-Hombre, nacido de una mujer, la Virgen. Se profesa el Credo y la maternidad de la Virgen. Dogma cristiano que la fe hispánica adorna con la variedad de devociones[8]. Y de topónimos geográficos también: baste por todos Santa María de los Buenos Ayres y Santa María de los Ángeles de la Porciúncula. ¿La presencia de la Virgen en los reinos de Indias es una pura devoción? No. La Virgen es la Madre del Hijo de Dios, une cielo y tierra; y es Madre de los españoles y de los indios, une a todos. Unos y otros se arrodillan igualmente ante la común Madre. La importancia de esta realidad en la vida de la sociedad indiana es superlativa; es el troquel donde se forma la nueva sociedad cristiana[9]. Y, por supuesto, nada tiene que ver con la ideología reductiva de la "liberación". La Virgen "liberadora", mientras no lo sea del poder del Maligno, es una burda farsa.

1.2 La lucha contra el Diablo y sus ídolos en la evangelización de las Indias.

El concilio Vaticano II nos recuerda, por si lo habíamos olvidado, que nuestra lucha lo es contra la potestas tenebrarum[10]. Vivísima sintieron esta lucha: españoles e indios convertidos; bellísimo el ejemplo del juez Zuazo[11]. Los sacerdotes paganos son ministros del demonio, y los ídolos sus imágenes. Lucha que el Diablo afronta "haciendo cortes"[12], engañando sobre la condición indiana. Las leyes sostienen la lucha contra el Diablo[13]. El barroco hispano-americano reviste de forma artística el combate ángeles y demonios, sin olvidar el apóstol Santiago. Figuración artística que indica hasta qué punto había penetrado en la sociedad el bíblico combate contra el Mal. Y en los topónimos geográficos también: La Puebla de los Ángeles se llama como si fuera la Puebla del Arzobispo, o de Montalbán.

Todos los protagonistas en la conversión de las Indias, españoles e indios, se mueven en el horizonte bíblico de la Salvación de las almas en lucha contra el Príncipe de este mundo. Circunstancia desconocida en las colonias de comercio y contratación. Grandísimo cuidado se habrá en que los "neófitos" no vuelvan a la idolatría precedente, a dar culto al Diablo.

2. La construcción de la Iglesia indiana: sus protagonistas y medios.

La Fe es un Don de Dios, que por vías ordinarias se comunica a través de unos protagonistas humanos, que usan de unos medios materiales[14]. La Fe es un acto personal y libre, pero tenemos nuestros padres que nos engendran a la Fe, y nuestros pedagogos que nos conducen hasta Ella. Y si el Antiguo Testamento para los hebreos es sombra del Nuevo, de igual manera se consideró la filosofía para los griegos. En la construcción de la Iglesia en Indias trabajaron: españoles e indios; y los medios fueron los de la Cristiandad renovada: las letras, y el vivir según la policía cristiana.

2.1. Los protagonistas de la Iglesia indiana: españoles e indios.

Hecho que no es posible olvidar. ¿Quiénes fueron los primeros intérpretes de los misioneros? Si prescindimos del marinero, La lengua, y del jerónimo lego Pané, fueron las mujeres indias primero, y los niños mestizos después quienes enseñaron las lenguas nativas a los misioneros. Se podría decir que el primer misionero es el intérprete indio. E indios y mestizos son quienes cuidan de la fe predicada en las doctrinas.

Entre los indios misioneros no hay especial división, si la habrá entre los españoles misioneros. Pacífica la evangelización de los laicos españoles. No tan pacífica la evangelización de los clérigos españoles. El trabajo lo comenzaron los regulares; ellos llevaron el peso del calor del sol, pero los seculares constituyen el nervio de la organización eclesiástica. Las contradicciones entre unos y otros, ya comenzaban en el patrono, el rey de Castilla. El Emperador Carlos prefería los clérigos seculares, que su hijo el rey Felipe relegaba en favor de los regulares. La secularización de las doctrinas, más en el reyno de la Nueva España que en el reyno del Perú fue causa de grandes desconciertos; y del hecho guadalupano incluido.

2.2. Medios de construcción de la Iglesia indiana: letras y ciudades.

La predicación seguida de letras es la característica de los misioneros de la Iglesia renovada en España durante el reinado de los Reyes Católicos (1474-1504). En el reyno de la Nueva España los diversos colegios, regentados por los franciscanos, la floración literaria resultó exuberante. Los indios y los mestizos, criollos, dominaban las lenguas clásicas con el español y la suya propia; fueron unos auténticos humanistas, también preocupados por su propio legado[15].

La permanencia de la Fe exigía la ciudad, la reducción a la habitación estable de una vida errabunda. Cuando los conquistadores avistaron México, alguno imaginó Constantinopla, otros Sevilla, y los más las ciudades nunca vistas de las novelas de Amadís. La construcción social y religiosa de las Indias se apoyaba sobre las ciudades: "los eslabones de las Indias"; la utopía imaginó en el reyno de la Nueva España otras organizaciones, que resultaron utópicas, por necesidad. Y ciudad que era sede del gobierno civil y del gobierno eclesiástico, del obispo, y de nuevo la dialéctica entre el clero secular y regular[16]Gobierno que es organización del territorio y que necesita de relaciones y mapas.

3.Los períodos de la construcción de las Indias y la actitud española frente a las sociedades indianas.

El hecho guadalupano y su evolución acontecieron y se dieron en las Indias. Pero es preciso distinguir bien el tiempo y lugar como en todo lo indiano. Las Indias "no eran una aldea", principio de Acosta, que nunca se ha de olvidar. Entre el 1492 y el 1648, nacimiento y mayoría de edad de la sociedad indiana, se pueden establecer sus tres períodos de crecimiento; es obvio que cada uno de ellos tiene su propia identidad[17].Detallar cada uno de ellos ahora se excusa. Se indica cuanto necesario para entender el hecho guadalupano.

3.1. Los períodos de la construcción de las Indias.

Tres pudieran ser períodos de la construcción de la Iglesia en las Indias, occidentales y orientales, no fue posible en las australes. La geografía, la construcción de la sociedad pudieran establecer sus diferencias. Al período antillano de tanteo, sucede el continental de estudio, y el de madurez, cuando alcanza el mayor límite geográfico. En los tres períodos se trataba de bautizar los hombres y las sociedades indianas[18]. Bautismo que significa arrancar a unas y a otras del dominio del Diablo y hacer que reine en ellos Dio Padre. Las sociedades indianas se clasifican en relación a su cercanía o lejanía con la ley divina, natural, y policía humana. Todo para mejor administrar el bautismo según las condiciones de cada una de ellas.

3.2. La sociedad de la Nueva España durante el segundo período de la conversión de las Indias (1523-1568).

En el segundo período el protagonista indiscutible es el indio, ¿cómo llevarle a la Fe? Período impetuoso de conquista del imperio azteca y del imperio inca: y también de reflexión: rechazo de la guerra y de la palabra conquista. El terreno se advierte abonado para una evangelización del indio con letras, pero existe una actitud de reserva frente a una posible caída en el paganismo. Fue un leal aconsejar que ordena recoger toda la ciencia azteca. Los trabajos del franciscano Olmos se perderán. El rápido crecimiento de la Iglesia en la Nueva España, de origen regular, comienza a producir los primeros enfrentamientos: regulares-seculares; el del franciscano Bustamante y el del arzobispo Montúfar, a propósito del hecho guadalupano es prueba de ello.

El rápido estirón de crecimiento de la Iglesia y sociedad de la Nueva España produce situaciones muy desagradables, que los "silencios" ocultan. Rápido crecimiento que al final del período la figura del indio se va oscureciendo y ocupa su lugar el nativo, el nacido en la tierra: el criollo o mestizo.

II. Las fuentes escritas del Hecho Guadalupano:

La predicación de la Fe "fue seguida de letras", letras para trasmitir la Fe y para ordenar una nueva sociedad según la policía cristiana. Letras que en las "fuentes escritas" se bifurcan en documentos jurídicos, literarios, litúrgicos, e históricos. Y cada uno de ellos con sus protagonistas, españoles, mestizos o criollos, e indios. Todos usan de ellas, pues pertenecen a la misma sociedad que se está forjando. Y en de esta variedad de fuentes escritas fluye natural el hecho guadalupano.

1. Documentos jurídicos: los testamentos.

Una sociedad estriba sobre la fe pública, cuyo garante es el notario. Testamentos, contratos, actas judiciales, están autenticadas por los notarios. Nos reducimos a los testamentos; imposible no dar noticia de un pagaré[19], con la noticia de algún pagaré. El testamento es omnipresente en catecismos y arte de bien morir. De nuestro libro se toma un muestreo: testamento indio, criollo, y español[20].

a. El testamento indio de la hija de Juan García Martín, 1559. A este se pueden añadir otros: de Bartolomé López Colima, 15 de noviembre de 1537[21].

b. El testamento criollo, Francisco Verdugo, 1563. Testamento de Francisco Verdugo Quetzalmamalitzin, del 2 de abril de 1563[22].

c. El testamento español, Bartolomé López, 1537. Que los hay también hispanos del 1564[23]; testamento de Sebastián Tomelín Puebla de los Ángeles 4 abril de 1572[24].

2. Documentos literarios.

Auguste Guadalupensi taumaturga…poesía del códice Teresa Franco, 1543-1595.

3.Documentos litúrgicos.

El hecho de Guadalupe lo es religioso, por necesidad la documentación ha de ser litúrgica, la hay pontificia y del lugar. a. Documentos pontificios : Jubileo del 1575, breves en favor del santuario b. Documentos mejicanos: Relación del cabildo catedral con el santuario; los jerónimos de España[25].

4. Documentos históricos.

Relaciones de personas que han visto el Santuario y lo describen:

a. Documentos hispanos: Relación de Sor Ana de Cristo, 1619, y las beatas en el Santuario[26]; prohibidas en el 1546 y en el III concilio Mejicano del 1585[27]Bernal Díez del Castillo[28].

b. Documentos criollos: En las relaciones.

c. Documentos indios: En relación con sus anales.

III. LAS FUENTES NO-ESCRITAS DEL HECHO GUADALUPANO:

La teoría histórica considera fuentes no-escritas: la iconografía, arqueología, pintura[29], y las llamadas artes industriales, que en nuestro caso bien podrían ser objetos de culto, que tal vez, las excavaciones proporcionen la calidad de las fuentes nos aconseja separar la iconográfica de la tilma de las pictóricas humanas.

1. La fuente iconográfica: la tilma de Juan Diego. La primera de ellas es la imagen de la Virgen en la tilma de Juan Diego, 1531

2. Las fuentes arqueológicas. Una fuente nueva que ahora se está iniciando, en el Santuario, y en la casa de Juan Diego.

3. Las fuentes pictóricas. Aquí es preciso distinguir por su importancia las indias de las hispanas. a. Las fuentes pictóricas indias: La pintura de la Virgen y de Juan Diego: el códice Escalada, 1548. b. Las fuentes pictóricas españolas: El Mural de Ozumba y la de Baltasar de Echave[30].

IV. Los "Archivos Orales" del Hecho Guadalupano:

De importancia excepcional en la sociedad del reyno de la Nueva España[31].

1. La fijación literaria india de los "archivos orales": el Nican Mopohua, 1556 (circa): La versión del libro[32]. Los cantares Francisco Plácido[33].

2. La fijación jurídica india de los archivos orales: las Informaciones del 1666: Excepcional porque une lo jurídico y el testimonio oral.

3. La fijación histórica india de los archivos orales: los Anales Juan Bautista, 1526-1586: Un diario de una persona atenta a los hechos[34].

4. La persistencia de los "archivos orales" en la sociedad indiana: En el pueblo totonaca, ajeno a los mexicanos se trasmite la noticia del hecho guadalupano[35].

V. La Interpretación de los Datos Históricos del Hecho Guadalupano:

Se apuntan los tres niveles de interpretación, una referencia al argumento del silencio, y la obligada sobre el criollismo[36].

1. Los tres niveles de conocimiento e interpretación histórica: Referencia al discurso de Florencía

2. El valor del argumento del silencio: Caso de Bustamante[37], de San Martín de la Ascensión, de Caramuel.

3. El criollismo en relación al hecho guadalupano: Comienza al inicio del tercer período de las Indias, sin ninguna relación con Guadalupe: escritores mestizos, frailes mestizos.

VI. Conclusiones:

Si algo molesta de los hechos es su terquedad. Si el hecho es religioso aún más. El racionalista que excluye a priori de este mundo lo sobrenatural, todo lo que no comprende lo reduce a un "esto no es más que", reducción que en nada se apoya. Más honesto que no sabe explicar el hecho, que terco se mantiene. En todo caso para hablar de un hecho, como decía Ortega y Gasset de la Guerra de España, preciso es enterarse antes.

Tres consultores historiadores, expertos en asuntos de historia Latinoamericana y profesores en la materia: los Doctores y Profesores Eutimio Sastre Santos cmf (P.U.Urbaniana), Willi Henkel (P. U. Urbaniana), Alberto Gutierrez S.J. (P. U. Gregoriana) han corroborado estas afirmaciones en otros tantos votos enviados a la Congregación para las Causas de los Santos sobre el trabajo de documentación histórica recogido por el también profesor P. Fidel González Fernández mccj, encargado por dicha Congregación y resumido en el libro citado El encuentro de la Virgen de Guadalupe y Juan Diego. Dicha Congregación ya había precedentemente aprobado los resultados presentados.

Es de notar que el Consultor citado había sido encargado por la Congregación de estos estudios tras la primera discusión de la Causa a nivel histórico en 1989, cuando se discutió la Positio para la beatificación del S.d.D. Juan Diego. Tratándose de una causa inminentemente histórica el trabajo fue[38]se preparó una Positio con los elementos necesarios para demostrar la historicidad del Siervo de Dios Juan Diego, de su “fama de santidad” y su fecundidad eclesial. Esta Positio tiene sin duda el mérito de haber ofrecido documentos importantes en tal sentido; sin embargo, dejaba sin resolver algunos problemas de carácter histórico, y ofrecía numerosas dudas desde un punto de vista metodológico y de la crítica histórica, como relevaron algunos Consultores Historiadores[39]. El que firma esta relación fue uno de los Consultores que levantó mayores objeciones sobre la metodología. Las resumo aquí de nuevo: A las dos primeras preguntas de rigor que se hacen a los Consultores Historiadores: sobre si la investigación histórica haya sido hecha “plene ac rite” y si la documentación presentada ofrezca fiabilidad histórica, el que esto escribe así contestaba en su “Voto” tras una larga exposición: “Come conclusione alle osservazioni di tipo metodologico fatte, riconosciamo: 1. L’esistenza di due chiari filoni di fonti storiche che possono dimostrare la storicità d’una probata Traditio sul Fatto Guadalupano: il filone “indigena” (indio-mexicano), e il filone “spagnolo-criollo”. 2. Riconosciamo anche che il Fatto Guadalupano ha una importanza eccezionale nella storia dell’evangelizzazione del Messico... 3. Questi due filoni di fonti storiche mettono anche in risalto l’unione di quel Fatto come ci è stato trasmesso dalla traditio con la persona storica del indio Juan Diego: riconoscendo prima la storicità del Servo di Dio, e in secondo luogo la sua fedeltà a lla vocazione ricevuta. 4. Ma la ricerca dei due tipi di fonti storiche di cui abbiamo parlato, e le proprie caratteristiche di ogni tipo esige un metodo appropriato di ricerca, studio e interpretazione. 5. Inoltre, come la così detta corrente antiaparizionista è stata molto forte e constante già dalla fine del 1700 fino ai nostri giorni con degli argomenti di tipo critico-storico (sulla storicità dei fatti dell’Apparizione della Madonna al indio Juan Diego), e non di tipo teologico (sullìinterpretazione del fatto soprannaturale), tale dimostrazione comporta in primo luogo l’affermazione della storicità del Servo di Dio e il suo culto e fama di santità. Per questo si vede necessario una ricerca storica seria e documentata su tutta la vicenda, e delle risposte criticamente e storicamente vagliate con senso e con metodo storico anche adeguati, data anche l’importanza eccezionale della Causa per le attese ecclesiali annessevi. 6. Una risposta semplicemente polemica, apologetica e parenetica senza tali fedeltà al senso e al metodo storico potrebbe screditare davanti ad un settore degli storici e dei non cattolici il Fatto stesso che si vuole esaltare e il modo di attuare della Chiesa. 7. Ebbene, la presente Positio, mentre ci offre numerosi spunti documentari e anche indicazioni di documenti che meritano la nostra attenzione in favore della storicità della traditio guadalupana e della storicità, vita e fama di santità e culto del Servo di Dio Juan Diego, a nostro parere ci sembra che non abbia risposto adeguatamente alle esigenze del senso storico nella valutazione dei fatti presentati e usando una metodologia appropriata dal punto di vista critico-storico nella ricerca e nella presentazione d’una documentazione che d’altronde c’è. 8. Per questo, ferma la convinzione della validità dei documenti, ma criticamente incerto dovuto ai due tipi di osservazioni fatte, e perché si proceda con più senso storico-critico in una questione così importante, mi vedo in coscienza costretto a rispondere al primo e al secondo quesito con un suspensive”.

Tras la beatificación de Juan Diego y dado que muchos obispos pedían su canonización, a principios de 1998 la Congregación para la Causa de los Santos nombró una comisión histórica encargada de investigar más a fondo la problemática histórica[40]. Parte de los resultados de tal estudio han sido recogidos en el volumen El encuentro de la Virgen de Guadalupe y Juan Diego, de F. González Fernández, - E. Chávez Sánchez, - J. L. Guerrero Rosado. Las dudas y objeciones han constituido un estímulo positivo para esta investigación. La obra presenta una serie de documentos de procedencia diversa, que a nuestro entender, afirman de manera convergente el Hecho Guadalupano. Ha sido nuestra preocupación examinar críticamente esta documentación. Ofrecemos también algunas hipótesis razonables para explicar algunos vacíos, como el llamado “silencio guadalupano” de algunos personajes eclesiásticos y civiles del siglo XVI. Nuevos documentos, recogidos posteriormente y que avalan lo expuesto en el volumen, están en vías de publicación por los mismos autores.

Hoy, coram Deo, y en conciencia, nos atrevemos a dar un voto totalmente positivo y afirmativo a los puntos arriba señalados sobre el objeto de nuestra investigación. Que el Señor nos ayude y la Santísima Virgen de Guadalupe nos asista con su intercesión.

NOTAS:

  1. GONZÁLEZ FERNÁNDEZ Fidel - CHAVES SANCHEZ, Eduardo - GUERRERO ROSADO, José Luis El encuentro de la Virgen de Guadalupe y Juan Diego, Porrúa, México 1999, 564 pp. ISBN 970-07-1886-7. [referencia en forma abreviada: El encuentro….].
  2. El encuentro … XXX, XXXIV, 143.
  3. El encuentro…11-14, con las vicisitudes de su carta reservada.
  4. El encuentro…, 12.
  5. BURRUS.
  6. Infra, V. La interpretación.
  7. Por ejemplo, no he podido prescindir de la noticia (1619) de las beatas que sirven la Virgen de Guadalupe.
  8. Recopilación de Leyes de los Reynos de las Indias, I. 1. 34. Que se celebre cada año el patrocinio de la Virgen…Madrid 10 mayo 1643.
  9. " Derechos humanos y secularización en Francisco de Vitória", en I diritti dell'uomo e la pace nel pensiero di Francisco de Vitoria e Bartolomé de las Casas, Milano 1988, 585-6 12.
  10. Ad gentes, nn. 3, 14; Gaudium et spes, n. 37; del Maligno, Gaudium et spes, n. 2.
  11. FERNANDEZ DE OVIEDO, G. Historia general.
  12. De cómo Lucifer hizo cortes.
  13. Recopilación de Leyes de los Reynos de las Indias, I. 1. 7. Que se derriben y quiten los ídolos, y se prohíba a los Indios comer carne humana, el Emperador, Valladolid 26 junio 1523.
  14. ¿Por qué fue posible construir la Iglesia en Hispanoamérica y en las Islas Filipinas? Commentarium pro religiosis. 73 (1992) 307-379; 74 (1993) 171-261.
  15. El encuentro …, 285-289.
  16. "El nombramiento de los obispos según el derecho indiano", en Il processo di designazione dei vescovi, storia, legislazione, prassi. Atti del X symposium canonistico-romanistico, 24-28 aprile 1995 (Utrumque ius, 27) Roma 1996, 171-262.
  17. Ensayo de una periodización de la construcción de la Iglesia en las Indias (1492-1648). Hispania Sacra. 45 (1993) 187-219.
  18. El bautismo de la sociedad y la administración del bautismo a las sociedades indianas (s.XVI), Euntes Docete, 46 (1995) 33-70; "El empeño de construir la Iglesia en Hispanoamérica y en las Islas Filipinas bautizando las personas y la sociedad", en CENTRO DE ESTUDIOS SUPERIORES LEGIONARIOS DE Cristo, La evangelización del Nuevo Mundo. Actas del Simposio internacional. Roma, 6-8 de abril de 1991. Roma 1992, 229-270.
  19. El encuentro…, 362. María Gómez Colima, 18 enero 1539.
  20. El encuentro…, 322-325.
  21. El encuentro…, 360-361.
  22. El encuentro…, 335-336.
  23. El encuentro…, 279, testamento de Alonso Montes.
  24. El encuentro…, 376-378, más testamentos españoles en 391-396 (entre 1577-1597).
  25. El encuentro…, 389-390.
  26. El encuentro…, 399-400.
  27. La condición jurídica de beatos y beaterios, 1139-1917. Introducción y textos.
  28. El encuentro…, 362-363.
  29. El encuentro…, 285-289.
  30. El encuentro…, 395-397.
  31. El encuentro …, 285-289.
  32. GUERRERO ROSADO, El Nican Mopohua. Un intento de exégesis, (Biblioteca Mexicana, 7), Cuautitlán (México) 1998, I, 261-262, 607-608; El encuentro…, 11-15.
  33. El encuentro…, 315-318.
  34. El encuentro…, 297-298.
  35. El encuentro…, 289-291.
  36. El encuentro …, 340-352.
  37. El encuentro…, 262-268: Nican Mopohua.
  38. Cfr. Carta S. Congregación para las Causas de los Santos al cardenal Ernesto Corripio Ahumada el 8 de junio de 1982, prot. N. 1408-3/1982, pp. XVI-XXIV; XIX.
  39. Cfr. Relatio et Vota de los consultores historiadores del 30 de enero de 1990 y de los consultores teólogos del 30 de marzo de 1990.
  40. Nombró como presidente de la Comisión histórica al profesor de Historia eclesiástica en las Universidades Pontificias Urbaniana y Gregoriana, Dr. Fidel González Fernández mccj, Consultor de la misma Congregación vaticana y uno de los consultores más críticos de la antigua Positio. Dicha Comisión, formada entre otros por el historiador mexicano Dr. Eduardo Chávez Sánchez y el conocido estudioso guadalupano Lic. José Luis Guerrero Rosado, solicitó la cooperación de unos 30 investigadores de diversas nacionalidades que aportaron datos notables positivos en el estudio de la problemática. El P. F. González expuso los resultados en un Congreso Extraordinario celebrado en el Dicasterio Vaticano de los Santos el 28 de octubre de 1998, obteniendo un éxito positivo en la resolución de las dudas presentadas sobre la problemática histórica. Posteriormente los mismos datos recogidos en la obra citada de El encuentro...” fueron examinados por otra Comisión de tres Historiadores, expertos en historia latinoamericana y catedráticos universitarios en diciembre de 1999, dando un total voto positivo al método y a los resultados de la investigación.

BIBLIOGRAFÍA:

  • GONZÁLEZ FERNÁNDEZ FIDEL - CHAVES SÁNCHEZ, EDUARDO - GUERRERO ROSADO, JOSÉ LUIS. El encuentro de la Virgen de Guadalupe y Juan Diego, Porrúa, México 1999, 564 pp. Ilustr. ISBN 970-07-1886-7
  • DERECHOS HUMANOS Y SECULARIZACIÓN EN FRANCISCO DE VITORIA, en I diritti dell'uomo e la pace nel pensiero di Francisco de Vitoria e Bartolomé de las Casas, Milano 1988, 585-6 12.
  • FERNANDEZ DE OVIEDO, Historia general.
  • Ensayo de una periodización de la construcción de la Iglesia en las Indias (1492-1648).Hispania Sacra. 45 (1993)
  • El bautismo de la sociedad y la administración del bautismo a las sociedades indianas (s.XVI), Euntes Docete, 46 (1995)
  • El empeño de construir la Iglesia en Hispanoamerica y en las Islas Filipinas bautizando las personas y la sociedad, en CENTRO DE ESTUDOS SUPERIORES LEGIONARIOS DE Cristo, La evangelización del Nuevo Mundo. Actas del Simposio internacional. Roma, 6-8 de abril de 1991. Roma 1992,
  • GUERRERO ROSADO, JOSÉ LUIS., El Nican Mopohua. Un intento de exégesis, (Biblioteca Mexicana, 7), Cuautitlán (México) 1998

FIDEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ