NUEVO MUNDO. Primeras crónicas del Encuentro

De Dicionário de História Cultural de la Iglesía en América Latina
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MODOS DE ESCRIBIR LA HISTORIA

Hay dos modos de escribir la historia: la de los vencedores y la de los vencidos. La versión que sobre el descubrimiento, conquista y evangelización de América que nosotros conocemos, es generalmente la de los vencedores. Ellos imponen el nombre al continente, descubren nuevas tierras, conquistan imperios, etc...

La versión de los vencidos apenas la conocemos porque, carentes de escritura fonética no la escribieron, y solo se conoce a través de algunas tradiciones indígenas de hoy que es bueno escuchar, a través de los que criticaron la conquista y a través de algunos misioneros. Es lo que se llama el reverso de la historia, la otra cara de la moneda. Con ocasión del V Centenario del Descubrimiento se escribieron centenares de ensayos sobre el argumento de variado contenido, valor, apreciaciones y juicios, algunos infectados por una clara ideología de carácter «indigenista» totalmente fabricada para defender tesis preconcebidas.

Otros ensayos cayeron también en superficialidades donde presentaban al mundo aborigen-indígena de aquel Nuevo Mundo de manera «idílica y color de rosa», con generalizaciones inaceptables desde un punto de vista antropológico, ya que no existía una «América» unificada antropológicamente, sino un mosaico de formaciones antropológicas, étnicas, culturales y lingüísticas muy diferenciadas desde todos los puntos de vista, desde su estilo de vida, de su desarrollo técnico-cultural hasta sus expresiones de carácter político, social y religioso

El cristianismo llegó al Continente en su modalidad católica a partir de 1492 a través de la mediación española, y seguido mucho más tarde a través de otras mediaciones sea católicas (portuguesas y francesas) como protestantes, en sus versiones anglosajonas y holandesas de carácter anglicano o calvinista. De manera muy general, queremos hacernos eco de la versión católica, que fue la primera.

NOMBRES DEL CONTINENTE

Colón llamó a las tierras descubiertas «indias» porque pensó que había llegado a Asia. Murió en 1506 sin conocer explícitamente que había descubierto un nuevo Continente.

El día 4 de septiembre de 1504 Américo Vespucio, italiano de Florencia, escribe una extensa carta a su paisano Piero Sanderini, haciéndose eco de sus cuatro exploraciones a las costas de las tierras descubiertas y diciendo que se ha descubierto «un nuevo mundo, que no es Europa, ni Asia, ni África», es la «cuarta parte de la tierra».

En 1507 Martin Waldseemuler publicó su «Cosmografía e Introductio» en la que llamó a este continente «Americi Terra», es decir, «la tierra de Américo» que pronto se popularizó como América.

España y Portugal siguieron respetando el nombre que había dado Colón, «Indias», pero no orientales, sino occidentales. El término «indio» e «india» es para los nativos un nombre que les dan otros, pero no el nombre que el nativo ha escogido para sí. A ellos les gusta más que se les llame con el nombre de su propia etnia.

Con esta nueva realidad se debía admitir también que en estas tierras no se producía la canela, ni el clavo, ni la pimienta, ni las sedas, etc. Y que por tanto los naturales no eran comerciantes de estos productos. Por tanto, se desvanecía el objetivo de los viajes hechos por motivos comerciales con ánimo de llegar a Oriente.

Por otra parte, las condiciones de vida en las Indias eran duras, había grandes distancias entre España y ellas, se encontraron con culturas diferentes que no podían entender fácilmente, etc. Todo ello desilusionó a la Corona de tal forma que Carlos V llegó a pensar seriamente en abandonarlas. Pero el avance prosiguió debido a los conquistadores, nuevos pobladores europeos y misioneros.

CRONOLOGÍA DE LOS PRIMEROS ENCUENTROS

Primer momento: 1492-1503

La ocupación comenzó por la isla La Española; los primeros colonos lo pasaron mal. Tuvieron que soportar hambre, miserias, dependencias en auxilios de ultramar. Eso les obligó a enfrentarse entre sí y con los nativos. Los primeros colonos que dejó Colón murieron todos a manos de los indios.

La Isla estaba dividida en cinco cacicazgos. Los colonos atacaron a los nativos a veces para defenderse, a veces para expandirse. Algunos nativos murieron y otros fueron tomados como esclavos. La Corona protestó y solo se permitió la lícita esclavitud en «guerra justa». Entonces los colonos inventaron «entradas» que consistían en atacar a los indígenas para provocar la «guerra justa». Así desaparecieron algunos indígenas, otros fueron reducidos a encomiendas, otros murieron a causa de enfermedades nuevas, por ejemplo, la viruela. Otros se suicidaban. Nos dice el historiador Oviedo “que muchos de ellos se mataban con ponzoña para no trabajar”. Finalmente, otros pudieron huir a las montañas, libres del alcance de los colonizadores.

A pesar de los tropiezos y dificultades, la población española prosperaba y los indígenas venían a menos. Hasta entonces los indios habían sido los únicos dueños de estas tierras con sus tradiciones, su cultura, sus estilos de vida, etc., distintos según los grupos humanos, y desde entonces, se imponen otros amos con otro estilo de vida, otra política, otra cultura. Así son todas las revoluciones y conquistas.

Los primeros indígenas con quienes tropezaron los españoles en las Antillas fueron los Siboneyes; en las Grandes Islas los Tainos, y en las Antillas Menores el de los Iñeris y los Caribes. Colón llamó a los Tainos «indios mansos», en contraste con los Caribes a los que los cronistas describen como «bravos y antropófagos». La historia de la composición antropológica de estos grupos es bastante diversificada. Se recuerdan entre otros los Siboneyes cubanos, los Lucayos, los Subtaínos, los Caboneyes haitianos, los Ciguayos y otros grupos de la familia de los Tainos y de los Caribes.

La pacificación de la isla de Santo Domingo tardo muchos años. De la Española pasan a otras Antillas como Puerto Rico, Cuba, Jamaica, y hacen otro tanto para someter a los indígenas. Entre los mismos españoles no se entienden y hay peleas entre ellos para intentar el poder. De las Islas del Caribe pasan a tierra firme buscando un paso que los lleve a Oriente. Recorren las Costas de Honduras por el norte, el golfo de Urabá por el sur. Entran a los puertos de Nombre de Dios y Belén en Veraguas (Panamá) y no encuentran ningún paso. Finalmente, en el Golfo de Urabá, Alonso de Ojeda[1]fundó el fuerte de San Sebastián, que más tarde es destruido por los indígenas. De esta época aparecen en escena hombres famosos como Rodrigo de Bastidas,[2]Nicuesa,[3]Enciso,[4]Vasco Núñez de Balboa,[5] Gil González Dávila.[6]

Segundo momento: 1510-1519

En la historia de los descubrimientos, conquistas y gestas españolas en el primer siglo de la historia hispano-americana, la lista de los personajes con historias importantes, con sus luces y sus sombras, aspectos discutidos y otros valorados, es abundante y constituye un mosaico de figuras de primer orden en la historia de descubrimientos, conquistas y comienzos de la «criollización» del continente hispanoamericano. Aquí solamente reseñamos algunas de las figuras, consideradas como puntos de referencia en esta historia.[7]

Comenzamos refiriéndonos a la Tierra Firme de lo que hoy es Panamá y Centro América. Enciso, Pizarro, Balboa, Almagro,[8]y otros fundan la primera ciudad de Tierra Firme en Santa María la Antigua del Darién. Allí Balboa oye hablar a los nativos de otro mar y de otro imperio grande y decide ir a su encuentro. Ayudado por los indígenas atraviesa la selva, la cordillera, pueblos indígenas enemigos y llega a la «Mar del Sur» el 29 de septiembre de 1513. Desde ese mar partirán muchas de las expediciones a todo el sur del continente.

El mismo Balboa se dispone a ello; funda Acla en el Atlántico; construye barcos que hace trasladar desarmados por encima de las montañas del Istmo hasta las costas del Pacífico. Habiendo llegado un nuevo gobernador, Pedrarias, le somete al regular «juicio de residencia», según el derecho castellano en vigor, con el resultado de su condena y decapitación en el 1519. La figura de aquel gobernador, Pedro Arias Dávila, apodado Pedrarias Dávila, de alta posición hidalga, sobrino del obispo de Segovia, Juan Arias, había heredado una inmensa fortuna. Se había casado con Isabel de Bobadilla y Peñalosa, hija del comendador de Calatrava y sobrina de la Marquesa de Moya, Beatriz de Bobadilla, íntima amiga y dama de la corte de la reina Isabel la Católica. Tuvo una participación distinguida en la reconquista de Granada. A los 71 años, en 1511, durante la campaña de África, con el rango de coronel de infantería, es el primero de escalar la fortaleza de Orán y Bujía en el norte de África y, según la crónica de su tiempo, con sus propias manos mató al alférez moro. Sus empresas en Centro América constituyen una nutrida colección de duras y muy discutidas intervenciones. Según su testamento dejó 9 hijos, algunos también descubridores y conquistadores: Diego Arias Dávila; Francisco de Bobadilla; Juan Arias Dávila; Gonzalo Arias; Beatriz de Bobadilla (monja en Sevilla); María de Peñalosa (prometida de Vasco Núñez de Balboa, casada con Rodrigo González de Contreras y de la Hoz, o Rodrigo de Contreras, quien llegó a Nicaragua como gobernador en 1535); Catalina Arias (monja en Segovia; Isabel Arias (casada con Hernando de Soto); y Elvira Arias.

Educado en la corte de Juan II de Castilla, padre de Isabel la Católica, ya se había distinguido en España en la campaña de Granada. En el año de 1513, Fernando el Católico pensó en una expedición de conquista y colonización que fuera la más numerosa e importante de todas cuantas se habían hecho hasta entonces, y el mando de tal empresa lo encomendó a uno de los mejores comandantes que tenía su reino: Don Pedro Arias de Ávila, a quien nombró «Gobernador y Capitán General» de Tierra Firme de la región que en adelante se llamaría «Castilla del Oro», sucediendo en el mando a Nicuesa el 27 de julio de 1513.

Todo lo concerniente a la expedición y a la colonización fue minuciosamente reglamentado por una serie de Reales Cédulas, dos de las cuales se refieren a Vasco Núñez de Balboa. En estas Cédulas se ordena a Pedrarias someter a Vasco Núñez de Balboa a «juicio de residencia», enumerándose en su contra una multitud de cargos por los que fue condenado y ejecutado.

La expedición al mando de Pedro Arias de Ávila había partido el 11 de abril de 1514 de San Lúcar (puerto cercano a Cádiz) componiéndose de veintidós barcos, más de mil hombres capitaneados por el propio Pedrarias quien antes de salir había hecho testamento; lo acompañaban su esposa, dos hijos y numerosa servidumbre; actuaba de piloto mayor, Juan de Serrano. Llegó a Santa María de la Antigua en Panamá el 30 de junio del mismo año, transportando entre otros a famosos descubridores y conquistadores como: Hernando de Soto, Diego de Almagro, Sebastián de Benalcázar, Fernández de Oviedo, Bernal Díaz del Castillo, Gaspar de Morales, Martín Fernández de Enciso, Juan Vespucio y al primer Obispo de Castilla del Oro, Fray Juan de Quevedo, predicador de su Majestad el Rey Católico.

En Centro América fue nombrado gobernador del Darién. Desde este territorio organizó varias expediciones que recorrieron los actuales territorios de Nicaragua y Costa Rica. Pese a lo desastrosa que fue la administración de Pedrarias en Panamá por su prepotencia y sus acciones que le valieron un «juicio de residencia», sus influencias en la Corte le permitieron salir adelante e incluso hacer que se le nombrara primer Gobernador de Nicaragua en junio de 1527, a donde se trasladó a fines de marzo de 1528. Cuando Pedrarias llegó a León de Nicaragua tenía ya más de ochenta años, pero lleno aún de energía y pasiones, pese a sus quebrantos de salud. Su primera decisión fue juzgar, condenar y decapitar al fundador de León y Granada, el capitán Francisco Hernández de Córdoba, como había hecho ya antes en Panamá con su yerno Vasco Núñez de Balboa, desposado con una de sus hijas. Pedrarias trajo de Panamá a Nicaragua ganado vacuno, bovino, porcino y mular, así como otros animales domésticos, granos e implementos agrícolas. Se esforzó por precisar los límites de su gobernación; con él se inicia para Nicaragua el período propiamente colonial.

La ciudad de León dejó de ser una desordenada «barracopolis» y se comenzó la construcción de una ciudad al modo de España. Su gobierno fue extremadamente duro, cometiendo innumerables injusticias con la población indígena. A pesar de sus enfermedades continuó en el gobierno hasta su muerte el lunes 6 de marzo de 1531, a la edad de 90 o 91 años. En carta de Castañeda al Rey informándole la muerte de Pedrarias le dice que “su muerte [se debía a la] vejez y pasiones y enfermedades que tenía”. Su entierro tuvo lugar en el monasterio de Nuestra Señora de la Merced de la ciudad de León, aunque en su testamento había expresado su deseo de que fuera en el Monasterio de Santa María de la Merced de Segovia en España.

Mientras en el Atlántico seguían las exploraciones y Vicente Yáñez Pinzón,[9]con Juan Diaz de Solís,[10]habían avanzado hacia el Sur hasta el rio Colorado, es decir, donde empieza la Patagonia. Eran los años 1508 y 1509. La expedición de Solís es la primera que documenta con certeza el descubrimiento del Río de la Plata. Fue realizada al mando del piloto mayor Juan Díaz de Solís, entre 1515 y 1516, por orden del rey Fernando «el Católico», con la intención de llegar a las islas Molucas descubriendo un paso entre los océanos Atlántico y Pacífico. Se vio frustrada por la muerte de Díaz de Solís en el río de la Plata, debiendo la expedición retornar a España.

Juan Díaz de Solís realizó la formal toma de posesión para España de los territorios que le correspondían al sur del Brasil de acuerdo al Tratado de Tordesillas. Una narración de la expedición de Solís fue realizada más tarde por el cronista mayor de Indias, Antonio de Herrera, nombrado por el rey Felipe II en 1596 para investigar en los archivos los diversos hechos de las exploraciones, descubrimientos y conquistas. Herrera publicó en 1601 la «Historia General de las Indias Occidentales», comprendiendo los sucesos ocurridos hasta 1531, entre los cuales se halla la citada expedición de Solís. Por ello, queda históricamente documentado que, en el 1515, Diaz Solís descubre la desembocadura del Rio de la Plata, muriendo asesinado por los indígenas.

En 1518 Magallanes,[11]se ofrece a Carlos I-V para el servicio de Castilla-León. El 10 de agosto emprende viaje para Oriente por el polo sur, atraviesa el estrecho que lleva su nombre, entra en el mar del sur al que denomino «Pacifico» por su aparente mansedumbre; el 6 de marzo de 1520 llegan a las islas de los Labradores, hoy llamadas «Marianas» y poco después descubre el Archipiélago que más tarde se llamaría Filipinas. Magallanes muere en las Islas de Mactán en una batalla contra los aborígenes.

El 9 de noviembre llegan a las islas de las Molucas. Allí encuentran las especias que tanto buscaban. Desde allí se decidió continuar la travesía al mando de Juan Sebastián Elcano,[12]por la ruta portuguesa de circunvalación al África, quien llegó a Sanlúcar de Barrameda (Andalucía) en la boca del Guadalquivir el 6 de septiembre de 1522. Era la primera vez que se daba la vuelta al mundo. Se había llegado a las islas orientales caminando hacia Occidente como quería Colón. La tripulación había mermado de tal manera que de 237 hombres que salieron en la expedición volvieron solamente 18. La nueva ruta era tan larga que no era aprovechable comercialmente.

NOTAS

  1. Alonso de Ojeda (1466 – 1515) explorador y conquistador español: Viajó a través de Guyana, Venezuela, Trinidad, Tobago, Curaçao, Aruba y Colombia. Navegó con Amerigo Vespuccio que dio el nombre de Venezuela a las tierras exploradas durante sus primeras dos expediciones. Fue el primer europeo que visitó Guyana, Curazao, Colombia, y el Lago Maracaibo, fundando luego Santa Cruz (La Guairita).
  2. Rodrigo Galván de Bastidas (1465 - 1527): fue un notario que en 1493 integró el segundo viaje de Cristóbal Colón a América. El 5 de junio de 1500, obtuvo una licencia de la Corona española para descubrir territorios que no hubieran sido visitados por el Almirante. Exploró el litoral de Colombia y Panamá. A partir de este punto siguió hacia occidente y se convirtió en el descubridor de la costa atlántica colombiana.
  3. Diego de Nicuesa: Conquistador y explorador español, recorrió el litoral panameño pasando por el cabo de Tiburón y la punta de Carreto. Ocupó lo que hoy día es Nicaragua y Costa Rica.
  4. Martín Fernández de Enciso, probablemente estudió Derecho, por lo que se llamaba bachiller. Pasó a las Indias en 1504, probablemente en la flota de Nicolás de Ovando. Desde Santo Domingo accedió a ayudar a Alonso de Ojeda, en su expedición a la provincia de Urabá (Nueva Andalucía, en la actual Colombia). Derrotado Ojeda por los indígenas, Enciso llegó entonces al mando de una carabela y un bergantín, con más hombres y provisiones. En la nave de Enciso iba también un soldado llamado Vasco Núñez de Balboa, que será el gran descubridor del Pacífico. Enciso animó a los supervivientes de la expedición de Ojeda a no darse por vencidos y se dirigió con ellos de nuevo a Urabá, donde volvieron a sufrir el hostigamiento de los indios. Enciso y Vasco Núñez de Balboa se encontraron en el precario fuerte de San Sebastián de Urabá al mando de Francisco Pizarro, más tarde conquistador del Perú, aislados entre poblaciones hostiles. Enciso quería resistir mientras que Balboa propuso pasar a la otra orilla del golfo, donde los indios eran más amistosos, a Darién. Balboa ganó el favor de los soldados y Enciso perdió el mando.

    Balboa fundó en 1510 Santa María de la Antigua del Darién, en cuya construcción colaboró Enciso, y se impuso al gobernador de Veragua, Diego de Nicuesa. Las rencillas entre bandos de conquistadores acabaron llevando a Balboa a arrestar a Enciso. Finalmente, por presión de los partidarios de Enciso, aceptó liberarlo con la condición de que embarcase en el primer barco que se dirigiera a España. En julio de 1512 estaba ya en la Corte en Burgos. De allí pasó a Sevilla en 1513, donde la Casa de la Contratación le dio la razón en sus reclamaciones. En 1514, partió de nuevo hacia Tierra Firme, que ahora se llamaba Castilla de Oro, con la expedición de Pedrarias Dávila. Capitaneó una de las entradas ordenadas por Dávila, hacia la región de Cenú, donde se creía había oro. Enciso puso en esta ocasión en práctica el Requerimiento.

    En 1515 retornó a España y en junio de 1516 se encontraba en Madrid reclamando sus derechos de nuevo contra Vasco Núñez de Balboa. En 1526 Enciso consiguió de la Corona una capitulación para ir a descubrir, conquistar y poblar la costa entre el golfo de Aljófar y el cabo de la Vela, en la actual Venezuela. Se había casado con Juana de Rebolledo. Tuvieron al menos tres hijos: Rodrigo de Rebolledo, que le sucedió como alguacil mayor de Tierra Firme en 1523 y fue alcalde mayor de Nata por 1538; Catalina de Mendoza, que pasó a Tierra Firme en 1538; y Juan Fernández de Rebolledo, que también pasó a Tierra Firme en 1538 y fue alcalde mayor de Panamá por 1549.

    Del final de Enciso se sabe que en 1530 se encontraba en Sevilla, mal de salud, y que debió fallecer pocos años después. En 1519 Enciso publicó en Sevilla, en la imprenta del alemán Jacobo Cromberger, la Suma de Geographia que trata de todas las partidas y provincias del mundo en especial del Reino de la Nueva Granada y Nueva Andalucía, [actuales Colombia y Panamá] y trata de lo observado por los conquistadores en el litoral atlántico, [desde el Istmo de Panamá hasta el Cabo de la Vela en Colombia]. Se trata de la primera descripción sistemática del Nuevo Mundo. Se inspira también en el estilo de autores clásicos como Ptolomeo o Estrabón. Fue corregida y reeditada en 1530 y 1546, y la parte geográfica fue traducida al inglés en 1578. Enciso afirma en su libro que ha realizado «una figura de una esphera en llano», pero ninguna de las ediciones conservadas contiene ningún mapa. Suma de Geografía es la primera obra de “Literatura colombiana”, clasificándose como literatura de la época de la conquista. Revela que los conquistadores poseían cierto grado de cultura como para redactar crónicas, narraciones y noticias desde el Nuevo Mundo.
  5. Vasco Núñez de Balboa nace en Jerez de los Caballeros (Andalucía, España) en 1475. Pasando al Nuevo Mundo con otros muchos españoles, el 25 de setiembre de 1513, atraviesa el istmo centroamericano de Darién con unos 200 españoles y 600 indios y vio por vez primera las aguas de un gran océano, desconocido hasta entonces, tomando posesión de aquellas tierras en nombre del rey de España, que luego lo nombrará gobernador a las dependencias de otro de los conquistadores, Gil González de Ávila. Balboa llama al gran mar: “Mar del Sur”, que luego se llamará “Océano Pacífico”, por haber dado la impresión de ser un inmenso mar de aguas mansas. Balboa entendió que Cristóbal Colón no había tocado nunca las costas de Asia (como él había creído al principio: “las Indias”), porque el Nuevo continente americano se interponía entre el Atlántico y el nuevo Océano. Balboa, un simple oficial de las armadas españolas, no podía saber que se encontraba ante la mayor masa marina de aguas del globo terrestre: el Océano Pacífico. Más tarde el gobernador Gil González de Ávila, temiendo una rebelión suya, lo somete a un juicio y lo condena a ser decapitado en Acla (12-21 de enero de 1519). En su nombre la nueva República de Panamá en 1904 llamó “Balboa” a su moneda.
  6. Fue criado del influyente obispo Fonseca y en 1511 consiguió el cargo de contador en La Española. En 1520 firmó una capitulación para explorar la ruta que iba a las islas Molucas desde el istmo de Panamá, realizando el viaje dos años más tarde. En 1522 realizó la primera expedición por la Mar del Sur desde Tierra Firme, alcanzando territorios costarricenses, en su búsqueda de oro, obteniendo cierta cantidad, aunque menos de la esperada. En la expedición recorrieron la costa del Pacífico de las actuales Costa Rica y Panamá, y visitaron los dominios de numerosos caciques amerindios, entre ellos los caciques Huetar, Chorotega, Gurutina, Orosi, Nicoya y Nicarao. Tuvo que enfrentarse al ataque del cacique Diriangén que lo obligó a retirarse hacia San Lucar (Golfo de Nicoya), y luego regresar a Panamá. En 1523 inició la conquista de Nicaragua, teniendo lugar un interesante encuentro entre el conquistador y el cacique Nicarao. Su piloto, Andrés Niño, llegó hasta el actual golfo de Fonseca, que fue bautizado así en honor del obispo Juan Rodríguez de Fonseca. En marzo de 1524 desembarcó en Honduras, con una orden de poblamiento y se enfrentó con las fuerzas de Hernando de Soto; fundó San Gil de Buena Vista. Indebidamente, fue acusado de usurpador por Hernán Cortés, lo que motivó su apresamiento. Enviado a México, se le remitió a España como prisionero, donde fue liberado. Murió en su natal Ávila, España, el 21 de abril de 1526.
  7. Entre la muchas figuras notables de exploradores y conquistadores españoles de estas regiones señalamos: Pedro Arias Dávila; Cristóbal de Burgos; Camaquiri y Cocorí; Martín Fernández de Enciso; Alonso González Dávila; Sebastián Moyano; Cristóbal de Olid; Hernando de Soto; Gil González Dávila; Pedro Arias Dávila; Juan de Castañeda; Andrés de Cereceda; Hernán Cortés; Cristóbal de Haro; Andrés Niño; Vasco Núñez de Balboa; Cristóbal de Olid; Hernán Ponce de León; Juan Rodríguez de Fonseca; Diego de Abreu; Gonzalo Abreu de Figueroa; Juan de Acosta; Jerónimo Aguayo; Diego de Agüero y Sandoval; Alonso de Aguilar; Francisco de Aguilar; Jerónimo de Aguilar; Diego de Aguirre; Domingo Aguirre; Francisco de Aguirre; Lope de Aguirre; Hernando de Ahumada; Juan Martín Albujar; Francisco Martín de Alcántara; Juan de Alcazar; Lorenzo de Aldana; Ambrosio Alfinger (Talfinger); Juan de Almagro; Pedrarias de Almesto; Francisco Pizarro; Diego de Almagro… Sobre cada una de estas figuras el Diccionario Digital de la® Real Academia de la Historia 2018, ofrece un perfil biográfico con las referencias documentales y bibliográficas correspondientes. Aquí solamente señalamos algunas de ellas según cada caso.
  8. Diego de Almagro, el Adelantado (c. 1475-Cuzco: 8/7/1538), en el año 1514 llegó por primera vez a tierra americana; arribó a Darién -Panamá-, junto a la armada de Pedro Arias Dávila. Allí, junto con Francisco Pizarro y Hernando Luque, formó una asociación cuyo objetivo era realizar exploraciones terrestres y marítimas hacia el sur del continente en busca del Imperio Inca. Pizarro viajó a España, donde logró que la Corona le otorgara un conjunto de cédulas con amplias concesiones para las expediciones hacia el sur. Carlos I-V concedió a la sociedad formada por los dos conquistadores (Pizarro y Almagro) una capitulación que les autorizaba para explorar y conquistar las tierras al sur de Panamá; Carlos I-V a Pizarro le otorgó el título de Marqués y a Diego Almagro el de Adelantado. Este hecho inició el quiebre de la amistad entre ambos y confirmó el deseo y la determinación de Almagro de poseer una gobernación propia. Luego de participar en la conquista del Perú, ideó el proyecto de explorar las tierras al sur de Perú, hacia el Estrecho de Magallanes. En mayo de 1534 se le otorgó a Almagro el derecho a conquistar, pacificar y poblar las tierras que se encontraban 200 leguas al sur de la gobernación de Pizarro, territorio que constituiría la gobernación de Nueva Toledo. Surge entonces la duda de sí la ciudad de Cuzco se encontraba dentro o fuera de los límites de esta nueva gobernación. Los conflictos entre Pizarro y Almagro por Cuzco, concluyeron en 1535. Con un acuerdo en el cual Pizarro se comprometió a dividir las ganancias generadas del gobierno de Cuzco y Almagro por su parte decidió entonces tomar posesión de Nueva Toledo. Con unos 500 españoles inició la ruta a su gobernación. Después de cruzar la cordillera llegaron al valle de Copiapó y continuaron hacia el sur. En el valle de Aconcagua los indígenas fueron amistosos, gracias a la influencia que un español, Gonzalo Calvo Barrientos, huido del Perú y establecido entre los indígenas en el actual Chile, tenía sobre el cacique del lugar. En el invierno de 1536, otro capitán español, Gómez de Alvarado, avanzó por el valle central hasta el río Itata, donde unos 90 españoles se enfrentaron por primera vez con los mapuche en la batalla llamada Reinogüelén. La ausencia de oro y ciudades indígenas, y la noticia de que los originales de la capitulación para resolver la jurisdicción sobre Cuzco, habían llegado de España, decidieron a Almagro a regresar Cuzco donde los españoles se encontraban sitiados por un levantamiento indígena. Una vez en Perú, el conflicto entre Almagro y Pizarro se agudizó convirtiéndose en una cruenta guerra civil en la cual finalmente perdería la vida. http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-584.html
  9. Vicente Yáñez Pinzón (Palos de la Frontera, aprox. 1462- Sevilla1514) fue uno de los navegantes y exploradores españoles, codescubridores de América y primer navegante europeo que llegó al Brasil. Navegó junto con Cristóbal Colón en su primer viaje al Nuevo Mundo, en 1492, como capitán de la carabela La Niña. Descubrió las costas del extremo norte de Brasil en enero de 1500, tres meses antes de la llegada de Pedro Álvares Cabral a Porto Seguro. Cf. EMILIO SOLER PASCUAL, Exploradores y viajeros por España: 1492, Vicente Yáñez Pinzón, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes; GOULD, ALICE BACHE, Nueva lista documentada de los tripulantes de Colon en 1492, Madrid: Real Academia de la Historia, 1984; ORTEGA, FRAY ÁNGEL, La Rábida. Historia documental y crítica. 4 vols. Sevilla, 1925.
  10. Viendo indígenas en la costa oriental, Díaz de Solís intentó desembarcar en un bote con siete de sus tripulantes (entre ellos Alarcón y Marquina, cuatro marineros y el grumete Francisco del Puerto), en un paraje entre Carmelo y Punta Gorda, o en alguna isla situada frente a esa costa. Solís y sus compañeros fueron atacados por sorpresa por un grupo de indígenas que los mataron y descuartizaron ante la mirada del resto de los marinos, que observaron impotentes desde el buque, fondeado a tiro de piedra de la costa. Los cadáveres fueron asados y devorados por los indígenas, que fueron identificados como charrúas, sin embargo se opina de que estos no eran caníbales, pero sí sus vecinos guaraníes (los chandules) que vivían en las islas situadas en la cercana costa opuesta. El supuesto viaje de Américo Vespucio hasta la Patagonia entre 1501 y 1502, por orden del rey de Portugal, ha sido motivo de muchos debates sin comprobación alguna histórica documentada de que haya ocurrido, ni que haya descubierto el río de la Plata. Cf. ANTONIO DE HERRERA, Historia General de las Indias Occidentales. Década 1°, libro 7°, capítulo 9, 1601; EDUARDO MADERO, Historia del puerto de Buenos Aires: descubrimiento del Río de la Plata y de sus principales afluentes, y fundación de las más antiguas ciudades, en sus márgenes. Imprenta de "La Nación", Buenos Aires,1902.
  11. Fernando de Magallanes, o Hernando de Magallanes (en portugués, Fernão de Magalhães); Ponte da Barca, Oporto primavera de 1480—Mactán, Filipinas; 27 de abril de 1521), hidalgo, marino y navegante. Fue nombrado Adelantado y naturalizado español por la Corona Española y capitán general de la «Armada para el descubrimiento de la especería» y comendador de la Orden de Santiago. Al servicio de Carlos I-V, inició en 1519 la expedición en la que descubrió el pasaje marítimo del estrecho que hoy lleva su nombre: Magallanes, dirigiendo la primera navegación europea desde el océano Atlántico hasta el océano Pacífico, llamado hasta entonces mar del Sur. Magallanes murió en las Filipinas en un choque con un grupo de indígenas. Tomó el mando de la expedición, el marino español Juan Sebastián el Cano, que tras mil peripecias llevó a cabo la primera circunnavegación de la Tierra con una de sus naos, la Victoria, regresando a Sevilla, España en 1522.
  12. Juan Sebastián Elcano, (Getaria, Vascongadas, España, 1486/1487 – Océano Pacifico, 4 agosto 1526), es el marinero explorador español que llevó a cabo la primera circunnavegación del mundo; había salido navegando como capitán de la expedición de Fernando de Magallanes, al que sustituye tras su muerte en una confrontación bélica con un grupo de aborígenes filipinos; concluye la empresa regresando tras mil peripecias a Sanlúcar (España) en la nao Victoria,' en 1522. Carlos I-V lo acoge en la ciudad de Valladolid, y le encarga la misión de llevar a cabo una segunda expedición hacia las Molucas, en 1525. Superó el estrecho de Magallanes el 26 de mayo de 1526, pero murió durante aquel viaje el 4 de agosto de 1526 en pleno Pacífico. El lema heráldico español: “Primus circundidisti me”, tiene aquí su origen regio.


BIBLIOGRAFÍA

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  • Antochiw Kolpa, Michel (1994). Historia Cartográfica de la Península de Yucatán, Capítulo V (Cuándo y Quién Descubrió Yucatán). Campeche, México: Gobierno del Estado de Campeche/Grupo Tribasa. p. 83. ISBN 968 6536 03 5.
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  • Cortés, Hernán, Cartas de relación de la conquista de México— Colección Austral, Espasa-Calpe, 5ª ed. Madrid 1970. La carta firmada por la justicia y regimiento de Veracruz suele añadirse a las cartas de Cortés sustituyendo a la perdida primera carta. Comienza (tras la introducción protocolaria) mencionando la expedición descrita en este artículo.
  • Díaz del Castillo, Bernal. Historia verdadera de la conquista de la Nueva España— Colección Austral, Espasa-Calpe, 3ª ed. Madrid 1975. ISBN 84-239-1274-4 Capítulos I al VII..
  • Diego de Landa (Fray), Relación de las cosas de Yucatán— Colección Crónicas de América, Dastin, Madrid 2002 ISBN 84-492-0227-2. En los primeros capítulos (su original no estaba separado en capítulos; lo hacen sus editores modernos) trata la etimología de Yucatán, y la expedición de Hernández, que cree realizada para secuestrar esclavos para las minas. La Relación de las cosas de Yucatán: puede encontrarse en formato pdf en la página de la asociación europea de mayistas (la [[ | página principal]] está en inglés y es wayeb.org) Relación de las cosas de Yucatán.
  • Kirkpatrick, Frederick Alex. Los conquistadores españoles, 3ª edición, febrero 2004 ISBN 84-321-3242-X solo unas líneas para el descubrimiento de Yucatán, al principio del capítulo V, en este clásico (la primera edición inglesa es de 1934) sobre los conquistadores.
  • Luis., Conde-Salazar Infiesta; Manuel., Lucena Giraldo, (2009), Atlas de los exploradores españoles, GeoPlaneta, ISBN 9788408086833, OCLC 556943554.
  • Madariaga, Salvador de, Hernán Cortés— Grandes biografías. Planeta de Agostini, Madrid 1995 ISBN 84-395-3817-0 Capítulo VI. Madariaga hace un poético elogio de los jóvenes conquistadores, a cuyo afán de aventura y desprecio por la ociosidad (ocupar nuestras personas) atribuye la realización del viaje. solo acusa a Velázquez de esclavismo, y cree que el gobernador tuvo que rendirse a los argumentos del resto de los expedicionarios.


FIDEL GONZÁLEZ FERNÁNDEZ –

Elaborados de la Santa Sede para el Pabellón de Sevilla de 1992: N° 2, “Conquistadores y encuentros entre diversas culturas indígenas”.